Deseo, creencia y expectación. Es importante que en primer lugar que el ser humano sea capaz de crear sus propios objetivos, y, en segundo lugar, que trabaje para que estos se vuelvan realidad, ya que él mismo, tiene la capacidad para materializar sus ideas y deseos. Deseo: a diferencia de simplemente querer algo, el deseo implica emoción y muchas ganas de conseguirlo. El deseo es la fuerza que mueve o impulsa. Creencia: creer que el deseo puede obtenerse, que es factible. Es la fuerza que nos mantiene, como la constancia. Expectación: estar ya esperando que se realice el deseo con la certeza absoluta de que pronto será realidad. Es la fuerza que atrae, pues nos hace estar atentos a cualquier información relacionada con el deseo. Es necesario tomar en cuenta estos tres puntos a la hora de fijar los objetivos, pues realmente se considera o no si son indispensables. Una vez que se hayan planteado los objetivos, es necesario diseñar un proyecto en el cual se tome en cuenta todo lo necesario para lograr seguir y obtener lo que se ha propuesto para dar seguimiento al plan; es importante trabajar con una especie de formato de resoluciones (planeación y control de actividades) Si se considera conveniente, es posible colocar en algún lugar visible la fotografía de un objeto relacionado con la ideal o meta; para que sirva como punto de referencia. Se necesita ser constante y tenaz en la ejecución de los planes y asegurarse de que cada uno de los días que pasan ayudan directa y rápidamente a obtener lo que se desea.