Bergson (1859) Francia. Paris capital cultural. Filosofía de Bergson fue prácticamente objeto de moda. En 1927 se le otorgó el premio novel de literatura. Oposición al Positivismo: Espiritismo y Vitalismo (Intuicionismo) Darwin; evolucionismo. ¿Qué implicó? Recuperar la especificidad de la vida humana: Vida interior (Conciencia, memoria, reflexión, libertad) • ¿Por qué se interesó por el cine? • Conceptos e imágenes: (La imagen evoca un contenido de pensamiento bajo una forma más f luida, menos abstracta que el concepto) • Hay conceptos fundamentales: Categorías Históricamente hay dos categorías principales: Tiempo y Espacio. 1. Se puede incluso carecer de alguno de los sentido pero si se carece de una orientación en el tiempo no se puede ser funcional. 2. Una de las primeras preguntas que te hace un psicólogo es sobre la manera de vivenciar el tiempo. Para el positivismo el conocimiento sólo es mecánico, externo (cuantificable) y necesario: científico. En el empirismo se dividió las cualidades de los objetos en primarias y secundarias: Primarias: extensión y movimiento. Secundarias: Sensaciones. Sólo las primeras son susceptibles de cuantificarse. Todo lo que no se cuantifica no es conocimiento. • El cine es un fenómeno estético del tiempo. Está relacionado con la sensibilidad, por ejemplo, con la percepción o sensaciones y el sentido y los sentimientos. • Los estudios sobre la sensibilidad, específicamente sobre la percepción descubren que el cine es posible gracias a la limitación de nuestra percepción. • Eliminar la “separabilidad fáctica entre conciencia y conciencia del tiempo”, para hacer de “toda conciencia esencialmente…una conciencia inmanente del tiempo”. • el tiempo es la forma a priori de la sensibilidad: • 1ero. La vida de conciencia es un flujo constante de vivencias, el cual, además, no se presenta de manera caótica sino que muestra de manera implícita una estructura temporal. • 2do. La conciencia perceptiva es la modalidad originaria de conciencia debido a que sólo en ella tenemos una impresión directa o intuición de lo dado, resulta que el momento presente en el que tal impresión es recibida es una estructura esencial de la conciencia. • 3ero. Todo lo que aparece en la conciencia lo hace en el “ahora” actual. • 4to. Los actos intencionales que se cumplen en una intuición sólo se presenta de manera inmediata, cada momento a la vez, un perfil o escorzo del objeto percibido, mientras que el resto de sus lados son intencionados pero de manera “vacía”. • 5to. toda percepción esté compuesta por una combinación de presencia y ausencia vuelve necesario encontrar una explicación para dar cuenta de aquello que ocurre más allá de lo dado de manera directa en el “ahora” actual. • 6to. La estructura temporal de la vivencia permite unificar todos los momentos en que los objetos van apareciendo bajo una sola unidad de sentido. • 7º. Si la síntesis de los momentos en que se va desplegando el objeto se diera por la mera contigüidad de las diferentes fases temporales de la vivencia, el acto perceptivo quedaría fragmentado en una serie de puntos temporales inconexos. • 8º. Existen otras modalidades de conciencia temporal en las que lo intuido se conserva como “recién sido” o se anticipa como algo “inminente”, pues sin estas modalidades complementarias lo percibido se perdería conforme va pasando: modalidades temporales de la retención y de la protención. • 9º. La vivencia pasa de ser una experiencia vívida a ser sólo una re-presentación, que en su caso límite, pierde su viveza hasta quedar vacía de contenido intuitivo. Pero eso sí, ese recorrido que va de la intuición plena a la representación vacía se hace sin que la vivencia pierda su sentido; éste se mantiene latente permitiendo que en un acto venidero de rememoración pueda reactualizarse. • 10º. O (y esto es lo que más nos interesa por el momento) que incluso vaya conformando junto con el sentido de las demás vivencias que forman la totalidad de la vida de conciencia un “horizonte” que a pesar de su falta de intuitividad puede seguir afectando, desde un trasfondo inadvertido, al sujeto viviente, al punto de poder motivar en él la adopción de una determinada postura de agrado o desagrado frente a algo, aun antes de que se tenga una resolución expresa para con ello. • 11º. Esto significa que la vida de conciencia se va constituyendo en la continua sucesión de sus vivencias, pues sin ellas la conciencia no sería nada. Pero además los resultados de su actividad constituyente se conservan bajo una relación de simultaneidad, haciendo que cada nueva vivencia no surja como algo aislado sino como parte del continuo de toda la vida de conciencia. • 12º. Pero no sólo eso, ese trasfondo inadvertido en el cual terminan las vivencias una vez que su sentido ha perdido la claridad de sus determinaciones es capaz de condicionar toda nueva experiencia en conformidad con los lineamientos de lo que establece como posible. • 13º. Sin la colaboración de amplios horizontes vacíos ningún objeto podría constituirse. • La conclusión a resaltar la conciencia puede hacer presente lo ausente. • Sensibilidad y realidad • Hasta aquí hemos visto como funciona la temporalidad de la conciencia. Pero ¿qué ocurre con el tiempo del mundo, con el tiempo objetivo? ¿Cómo podemos dar cuenta de él? En otros términos, ¿Qué relación hay entre la conciencia y lo real? • Hay que considerar que elaborar la experiencia del mundo en relación al tiempo -y al espacio- es una necesidad antropológica y no un capricho intelectual o una mera superposición de lo abstracto sobre lo concreto. • el tiempo de presencia es muy breve en comparación con los requerimientos temporales del mundo y los objetos que lo integran: Sabemos del cambio pero no lo vivimos. • La clave en todo esto es la capacidad de la conciencia humana para constituir la experiencia desde el punto de vista de la simultaneidad. • 1º. Para finales del siglo XVIII el tema de la simultaneidad comenzó a despuntar como parte de una teoría de la sensibilidad hasta llegar a la hipótesis radical de que cada individuo posee una “determinación y mínima relación temporal para los acontecimientos que le son accesibles”. • 2º. Se tendría que aquello que cada hombre percibe como mundo no es “todo lo que es” sino sólo lo que su sensibilidad puede captar acorde con su “mínimo temporal”. • 3º. Un “mínimo temporal” es lo que sienta las bases para establecer una relación entre la sensibilidad humana y el cambio en las condiciones de la realidad. • 4º. Lo que se da es una superposición de retenciones que configura un horizonte temporal que va desde lo “apenas perceptible” (movimientos tan lentos que no se pueden percibir de forma inmediata) hasta lo “todavía constatable apuradamente” (movimientos que son tan rápidos que apenas podemos captarles durante un instante antes de que modifiquen su estado). Dicho horizonte no sería otra cosa que el mínimo temporal de la sensibilidad. • 5º La generalización del descubrimiento de la existencia de una “diferencia temporal individual en la determinación de los instantes del tiempo” fue llevada a cabo por el padre de la embriología, Karl Ernst von Baer. Para él, el grado de variación individual del mínimo temporal de la sensibilidad no puede ser ilimitado, ni es igual para todos los organismos. • 6º El caso más inmediato del que hoy disponemos para ejemplificarlo es el disfrute de la cinematografía, pues a pesar de que se trata de la proyección de una secuencia discreta de imágenes, se puede percibir, sin notar la separación entre ellas, la ilusión del movimiento. • • Ejemplos: a) Luz estroboscópica y objetos en movimiento Caso 1: • Veces la rueda parece girar al revés. Otras veces gira en sentido natural pero muy despacio, y en ocasiones parece estar quieta. Sin embargo la rueda va a una gran velocidad. • A la velocidad que va la rueda, sólo captamos la imagen del punto de partida, y justo después cuando "casi" ha dado una vuelta. Y la vez siguiente, un poco antes del punto de "casi" una vuelta. Así la captación de estas tomas consecutivas puede dar la sensación de que la rueda gira hacia atrás. • Lo mismo ocurre cuando nos parece que la rueda está quieta. Vemos la rueda, pero va tan rápido que cuando nuestros sentidos quieren coger otra toma de la rueda, ya ha dado toda una vuelta. Y si da una vuelta y poco, parecerá dar el giro en el sentido natural (al que se supone debe ir) pero más despacio. • A velocidades bajas no se aprecian estas ilusiones, ya que es preciso una velocidad más alta de la que pueden registrar nuestros sentidos. • Caso 2: Efecto estrobo y agua • La lámpara estroboscópica, con sus destellos blancos consigue "separar la realidad en fotos fijas" por decirlo de alguna forma. Así, si observamos un chorro de agua con esta lámpara, vemos gotas sueltas en vez de un chorro unido. • Caso 3: ilusiones ópticas. Movimiento Beta y efecto phi.