Subido por Chrisnner Arisleydy Santana Vargas

Ensayo sobre el TEA

Anuncio
Introducción
En el presente ensayo se describirá los aspectos generales del trastorno del espectro
autista (ASD), el impacto que tiene el medico en la vida de las personas con ASD y sus
familiares además de porque es importante que nos médicos tengan una certificación en
ASD. Esto se realizara desde el punto de vista clínico.
Generalidades
El trastorno del espectro autista (ASD, por sus siglas en inglés) es un trastorno del
neurodesarrollo de base biológica extremadamente complejo. Es uno de los trastornos con
mayor componente hereditario, pero no existe ningún marcador molecular que por sí solo
defina su diagnóstico. Muy al contrario, las investigaciones apuntan a que en su etiología
podría estar involucrados entre 300 y 500 genes, en su mayor parte desconocidos. Sólo en
un porcentaje minoritario de pacientes (< 1%) se ha vinculado con un solo gen, y no está
clara la medida en que cada patrón o patrones de variantes génicas o de expresión indican el
riesgo de padecer el trastorno. Hay muchas esperanzas depositadas en la neurobiología del
desarrollo del autismo, pero el trastorno todavía se diagnostica a través de la conducta por
la presencia desde muy corta edad de deficiencias persistentes en las competencias de
comunicación e interacción social, así como de conductas restrictivas y repetitivas. Los
marcadores más fiables para el diagnóstico precoz son: escasa interacción y atención
prestada a las demás personas, escasa atención a la mirada de los demás, no responder
cuando se los llama por su nombre y, por último, incapacidad para participar en juegos de
imitación y vocalizaciones recíprocas. El autismo afecta aproximadamente a 1 de cada 68
personas (Klin, Klaiman & Jones, 2015).
Signos y síntomas
A menudo, no hay indicios en el aspecto de las personas con ASD que los
diferencien de otras personas, pero es posible que se comuniquen, interactúen, se
comporten y aprendan de maneras distintas a otras personas. Las capacidades de
aprendizaje, pensamiento y resolución de problemas de las personas con ASD pueden
variar; hay desde personas con muy altos niveles de capacidad (dotadas, o gifted en inglés)
y personas que tienen muchas dificultades. Algunas necesitan mucha ayuda en la vida
diaria, mientras que otras necesitan menos. Actualmente, el diagnóstico de ASD incluye
muchas afecciones que solían diagnosticarse por separado e incluyen el trastorno autista, el
trastorno generalizado del desarrollo no especificado de otra manera (PDD-NOS, por sus
siglas en inglés) y el síndrome de Asperger. Hoy en día, a todas estas afecciones se las
denomina trastornos del espectro autista. Los ASD comienzan antes de los 3 años de edad y
duran toda la vida de la persona; no obstante, los síntomas pueden mejorar con el tiempo.
Algunos niños con ASD muestran indicios de problemas futuros en los primeros meses de
vida. En otros casos, es posible que los síntomas no se manifiesten hasta los 24 meses o
incluso después. Algunos niños con un ASD parecen desarrollarse normalmente hasta los
18 a 24 meses de edad y después dejan de adquirir destrezas nuevas o pierden las que
tenían antes. Los estudios realizados han mostrado que entre un tercio y la mitad de los
padres de niños con ASD observaron un problema antes del primer año de vida de sus hijos
y entre el 80 % y 90 % de los padres detectaron problemas antes de los 24 meses (Johnson,
C.P. Early Clinical Characteristics of Children with Autism, 2016).
Señales de alarma
Hay una serie de señales de alarma que pueden hacer recomendable una valoración
exhaustiva del desarrollo del niño.
Hacia los 12 meses de edad: No balbucea. No hace gestos como saludar con la mano,
señalar para pedir alguna cosa o mostrar objetos. No reconoce su nombre ni responde
cuando se le llama. No se interesa ni se implica en juegos interactivos sencillos, como el
“cucú-tras” o similares.
Entre los 12 y los 18 meses de edad: No dice palabras sencillas. No responde a su nombre.
Presenta un uso limitado o disminuido del contacto ocular. Ausencia de balbuceo
social/comunicativo como si conversara con el adulto. Ausencia de imitación espontánea.
No señala para pedir algo. No mira hacia donde otros señalan. No enseña o muestra objetos.
Puede manifestar una respuesta inusual ante estímulos auditivos. Falta de interés en juegos
interactivos simples.
Hacia los 24 meses de edad: No dice frases de dos o más palabras, que sean espontáneas y
no sólo repeticiones de lo que ha escuchado a los demás. Tiene dificultades para mantener
el contacto ocular cuando se le habla, y no sigue objetos con la mirada. No se implica en
juegos compartidos y parece no disfrutar de la relación compartida con otras personas.
Los expertos de Autismo España resaltan que todo lo anterior es meramente orientativo y
que cualquiera de esas señales, considerada de forma aislada, no tiene valor diagnóstico.
"También se recomendaría una valoración exhaustiva del desarrollo si a cualquier edad
parece que el niño o la niña pierde habilidades que ya había conseguido, como el balbuceo
o las primeras palabras", agregan (Autismo (trastornos del espectro autista), 2019).
Diagnóstico
El trastorno del espectro autista es un diagnóstico eminentemente clínico, por
medico Neurólogo o Psiquiatra que tenga experticia en el tema. Requiere un Proceso
diagnóstico que permita una acabada evaluación del paciente dado que es necesario
explorar todos los aspectos relacionados con la comunicación. Se debe realizar una historia
clínica cuidadosa y observación directa de las conductas y del estilo de comunicación y
juego del niño y criterios diagnósticos basados en el DSM-V (Borax & Buron, 2017).
Evaluaciones
1-.Screening específico: CHAT CHAT (The Checklist for Autism in Toddlers)
Desarrollada por Baron-Cohen (Br. J Psychiat 1992; 161:839-43) Diseñado para aplicarse a
los 18m de edad Útil en la detección precoz de síntomas de autismo Ítem para padres y otro
de observación Tiempo de aplicación: 5 minutos
2-.Evaluación ADOS-2 y Evaluación Psicométrica
Evaluación ADOS-2: la Escala de Observación para el Diagnóstico del Autismo-2
(ADOS-2) es una evaluación estandarizada y semiestructurada de la comunicación, la
interacción social y el juego o el uso imaginativo de materiales para personas con sospecha
de tener un trastorno del espectro autista. La escala está estructurada en cinco módulos (T,
1, 2, 3 y 4), cada uno destinado a personas con una edad cronológica y un nivel de lenguaje
determinado. El ADOS-2 se puede aplicar a personas de edades, niveles de desarrollo y
comunicación verbal muy diferentes, desde niños a partir de los 12 meses a adultos y desde
aquellos sin habla a aquellos con un habla fluida. Cada uno de los módulos está compuesto
por un conjunto de actividades que proporcionan contextos estandarizados donde el
evaluador puede observar o no la presencia de ciertos comportamientos sociales y
comunicativos relevantes para el diagnóstico del ASD.
Evaluación Psicométrica: el test de Wechsler es la más utilizada, consiste en un test para
medir inteligencia o determinar el CI (Coeficiente Intelectual) Existen Escala de
Inteligencia de Wechsler para Niños (Wechsler Intelligence Scale for Children, WISC), con
un rango de aplicación entre los 5 ½ y 15 años. Escala de Inteligencia para Adultos de
Wechsler (Wechsler Adult Intelligence Scale, WAIS), utilizable entre los 16 y 75 años y el
WIPPSI, destinada a ser usada en niños preescolares.
3-. Evaluación Médica

Evaluación clínica inicial anamnesis. Presencia de patologías asociadas Examen
neurológico, búsqueda de fenotipo sugerente de autismo síndrómico

Evaluación audiológica

Estudios específicos según el caso: genéticos (X frágil, estudios genéticos
específicos), metabólicos, tóxicos ambientales ( Pb)

Estudio de diagnóstico diferencial o patología asociada: neuroimagenresonancia
nuclear magnética encefálica, estudio neurofisiológico: electroencefalografía
(epilepsia) (Borax & Buron, 2017).
Impacto que tiene el medico en las personas con ASD y
sus familiares.
El autismo afecta aproximadamente a 1 de cada 68 personas. Esto significa que hay
más niños con autismo que afectados por cáncer, diabetes juvenil, fibrosis quística y
distrofia muscular juntos. El autismo genera una incapacidad permanente que afecta a las
competencias sociales y comunicativas del individuo durante toda la vida. La intensidad
difiere, pero todos los casos padecen sustanciales alteraciones de las competencias sociales
y comunicativas que precisan atención especializada de un tipo u otro. Aparte de las
dificultades médicas y los problemas cotidianos que afrontan los autistas y sus familias, el
cálculo del coste económico anual para la sociedad supera los 136.000. La detección y el
tratamiento precoz del niño autista se consideran dos de los pilares fundamentales para
mejorar la situación de los afectados por este trastorno. Cuanto antes se confirme el
diagnóstico, mejor será el resultado a la larga. Como en la mayoría de casos los síntomas de
los trastornos del espectro autista (ASD) ya están presentes entre los 18 y los 24 meses, la
American Academy of Pediatrics aconseja el cribado universal del autismo en ese intervalo
de edad. Por desgracia, sólo el 8% de los médicos de atención primaria de Estados Unidos
evalúa rutinariamente a los niños de esa edad en sus consultas por autismo. El cribado de
otros retrasos del neurodesarrollo también dista de ser universal. En consecuencia, sólo al
20% de los niños que en años posteriores precisan servicios educativos especiales se les
detecta su problemática antes del tercer año de vida. Las limitaciones de tiempo y la
carencia de un instrumento de cribado o diagnóstico eficaz y rentable para el autismo y los
retrasos del desarrollo afines han sido señaladas como principales culpables del fracaso de
los médicos de atención primaria en la detección del trastorno. Los facultativos son
propensos a adoptar una postura expectante que demora el diagnóstico hasta el momento en
que los síntomas son obvios e innegables. En un estudio de los registros de vigilancia del
Center for Disease Control and Prevention de Estados Unidos, incluso a los niños que
fueron objeto de una evaluación inicial por un posible ASD a una media de edad de 4 años
no se les acabó diagnosticando dicho trastorno como mínimo hasta los 5 años en promedio.
Esa demora en el diagnóstico entra en contradicción directa con el cuadro inicial de
síntomas conductuales: el 30% de los padres de niños con ASD sospechó problemas de
desarrollo antes del primer aniversario del niño; el 50%, a los 18 meses; y el 80%, a los 2
años. Pese a ello, la mediana de edad del diagnóstico en Estados Unidos sigue siendo 5,5
años. Esa edad tardía lo es aún más en los colectivos desfavorecidos, cuyo acceso a
especialistas médicos es limitado: en Estados Unidos, el diagnóstico en las familias de renta
baja, pertenecientes a etnias minoritarias o de entornos rurales, se retrasa en promedio otro
año y medio más. El retraso del diagnóstico provoca el consiguiente retraso en la
intervención y el tratamiento. De ese modo, el momento en que es posible diagnosticar el
autismo con precisión se pospone hasta varios años después de un período de enorme
neuroplasticidad –el que va del nacimiento al tercer año–, y el desarrollo acaecido en ese
lapso ya ha dejado una huella profunda en el curso del trastorno. Con ello se pierde una
oportunidad única para mejorar la eficacia del tratamiento y los resultados logrados (Klin,
Klaiman & Jones, 2015).
Conclusión
Al concluir este ensayo podemos observar la importancia que tiene la certificación de los médicos en
ASD para la detención temprana de este trastorno con la finalidad de ayudar a estos pacientes a lograr
una mejor interaccion y manejo de su trastorno además de brindarle una mejor perspectiva de a los
familiares con pacientes con ASD. Lo importante en estos casos es la identificación temprana o
precoz de los síntomas que determinan, si una persona o niño, posiblemente tiene autismo y con ello
se le atienda con un tratamiento psicopedagógico y conductual adaptado a cada paciente, ya que por el
momento es la mejor terapia que describen las diferentes investigaciones que se poseen. Donde en
todo momento este, acompañando al paciente o individuo con estas características de autismo y sus
familiares, para su mejoría o recuperación, que le permita al sujeto valerse por sí mismo.
Referencias
Autismo (trastornos del espectro autista) (Febrero 2019) disponible en
https://cuidateplus.marca.com/enfermedades/neurologicas/autismo.html
Borax, J & Buron, V. (2017) TRASTORNO DEL ESPECTRO AUTISTA. Sociedad de
psiquiatria y neurologia de la infancia y Adolescencia. Recuperado de
https://www.camara.cl/pdf.aspx?prmID=112506&prmTIPO=DOCUMENTOCOMI
SION
Healthwise (2019) Trastorno del espectro autista. Health Encyclopedia (NorthShore
University HealthSystem) disponible en
https://www.northshore.org/healthresources/encyclopedia/encyclopedia.aspx?Docu
mentHwid=hw152184&Lang=es-us
Johnson, C.P. Early Clinical Characteristics of Children with Autism (2016) Trastornos
del espectro autista (TEA) disponible en
https://www.cdc.gov/ncbddd/spanish/autism/signs.html
Klin A, Klaiman C, Jones W. Rebajar la edad de diagnóstico del autismo: la neurociencia
del desarrollo social afronta un importante problema de salud pública. Rev Neurol
2015; 60 (Supl 1): S3-11. DOI: https://doi.org/10.33588/rn.60S01.2015019
Descargar