Subido por Juan Fraile Fernández

La historia de Mercedes

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Juan Fraile Fernández
LA HISTORIA DE MERCEDES
 Prestaciones:
Mercedes recibe una serie de servicios sanitarios, entre los que se encuentran: analítica de sangre y
orina, valoración de la hematuria, ecografía del tracto urinario, radiografía simple de abdomen,
urografía intravenosa y, finalmente, una litotricia con el consecuente uso de anestesia al tratarse de
una operación quirúrgica.
 Situaciones y otros aspectos que llaman tu atención:
Claramente lo que más llama la atención y el principal error de los especialistas es la falta de
información suministrada a Mercedes en todo momento. Ella nunca llega a entender el motivo de
las pruebas y, sobretodo, no se le explican las consecuencias que puede tener la operación realizada,
evidenciando que de haberlo sabido quizá no hubiese accedido a la intervención. Así mismo, nadie
le pidió el consentimiento para la litotricia y no firmó ningún papel, lo que es un error grave del
personal sanitario. Además, en el momento de despertar de la anestesia se encuentra sola en una sala
y con problemas respiratorios, cuando llega el anestesista la trata con desdén y desprecio, en lugar
de preocuparse por su estado de salud y atacándola por su condición física. Habría que realizar un
ejercicio de empatía y ponerse en el lugar de Mercedes, totalmente confusa y sin entender por qué la
sucede nada de eso, ya que nadie se lo ha explicado. Después el médico le dio unos consejos
rápidos a todo correr, pero de nuevo sin explicaciones. Al día siguiente sufrió los efectos
secundarios de la operación que la llegaron por sorpresa. Es finalmente el médico de cabecera el
que la informa acerca del procedimiento que se ha llevado acabo. Y aquí es donde Mercedes comete
el error de no querer denunciar por miedo a que los médicos “les cojan manía”. Los trabajadores
sanitarios de la historia han sido negligentes en su trabajo y han cometido errores que son penables
por ley ya que los consentimientos informados defectuosos y una información inexistente o
incompleta para el paciente suelen ser la causa más frecuente de sentencias desfavorables para
médicos y centros asistenciales.
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