Resumen: Ojitos de Ángel (pág. 90-99) Ya en el cuarto de hospital, empieza a sentirse incómodo por el yeso que cubre su parte inferior y brazo, siente presión en el pecho por lo cual su respiración se descontrola y su sudor cubre su frente. Piensa en pedir ayuda. De repente el hombre postrado en su cama se percata de la visita de la pequeña, que acaricia su cabello para tranquilizarlo, pero Julio se percata de que la mano de Mercedes está caliente y puede tener fiebre, Luego la convence de que vuelva a la cama con la condición que la llamara Mechi nada más. Asimismo, mientras el viejo veía a Mercedes ir a su cama; imaginaba como ayudar a la niña después de que saliera del hospital, Sin embargo, no dejaba de pensar en sus palabras y en su punto de vista sobre la muerte, por otro lado, admiraba su optimismo por esperar a los ángeles que se los llevarían. También viene a la cabeza de Julio los relatos de Mechi acerca de las visitas de su abuelo, quien ya había muerto, pero a pesar de esto, venía y dejaba mensajes a la pequeña, mensajes de su partida del mundo hacia un lugar hermoso según se lo habían explicado. Mercedes no quería dejar a su madre sola, además no era algo que le preocupara demasiado ya que sabía que también había un lugar en aquel lugar para su progenitora, igualmente vendría a visitarla y aunque no podrá verla, podrá escucharla muy bajito, y asegura que también se le permitirá visitar a Julio una vez que se haya ido. Siguiendo con la conversación que ya tenía, Julio pregunta sobre su maestra y amigas, Mercedes responde, pero acaba siempre con el pronostico de su muerte, lo que entristece a los dos. Por ende, decide cambiar el tema hablando de su nieta, lo cual funciona y cambia el ambiente de la charla, pero esto causa una inmensa tristeza en Julio ya que anhelaba una visita de su hijo y de su nieta María. Mercedes del Carmen le comenta al viejo que su abuelo también había pedido que cuidara de él porque era un hombre que había sufrido bastante y anduvo por caminos equivocados, también dijo que debían cuidar de él porque casi nadie lo quería, pero a Mercedes no le costó nada empezar a querer a Julio, al escuchar esto el viejo trata de hablar pero no puede ya que queda conmovido y Mechi cuidadosamente se levanta hacia la cama de su vecino de cuarto, Julio no puede evitar que la niña acaricie su pelo hasta quedar dormido. Julio se despierta preguntándose la cantidad de horas que había dormido para que luego Mercedes le informe que su hijo lo había venido a visitar y que habían decidido no despertarlo para no interrumpir su sueño. Gisel Alejandra Gutiérrez Acevedo 8-B