Subido por Andres Cruz

TEOLOGIA-DEL-NUEVO-TESTAMENTO-18-NOV

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Escuela Bíblica El Maestro Redentor
Materia: Teología del Nuevo Testamento
Grado: 3ER año
Maestro: P. Jorge A. Balleza C.
Fecha: 18 noviembre 2019
¿Qué es Teología Bíblica?
La palabra “teología” viene de dos palabras griegas que combinadas significan “el estudio de Dios”. La
teología cristiana es simplemente el intento de comprender a Dios tal como Él es revelado en la Biblia.
Ninguna teología explicará en toda su plenitud a Dios y Sus caminos porque Dios es infinita y eternamente
más alto que nosotros.
Dios quiere que le conozcamos en la medida de nuestras posibilidades, y la teología es el arte y la ciencia de
saber lo que se pueda saber y comprender acerca de Dios de una manera organizada y comprensible.
Muchas personas intentan evitar la teología porque la creen divisiva.
Entendida correctamente, sin embargo, la teología nos une. La teología bíblica apropiada es algo bueno; ella
representa las enseñanzas de la Palabra de Dios (2 Timoteo 3:16-17). 16 Toda la Escritura es inspirada por
Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, 17 a fin de que el hombre de
Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.
Teología conduce a Dios. El propósito de la teología es una comprensión más profunda y un compromiso
más estrecho con Dios en la situación personal del estudiante.
La teología es el estudio de las doctrinas de la biblia, siguiendo la revelación progresiva que Dios hizo al
hombre desde el principio de los tiempos.
La teología del nuevo testamento trata básicamente con el estudio de la cristología, eclesiología y
soteriología. Además, profundiza nuestro entendimiento de la escatología, pneumatología, angelología,
hamartiología, y otros campos de la doctrina.
La Teología propiamente dicha o la Paterología, es el estudio de Dios el Padre. La Cristología es el estudio
de Dios el Hijo, el Señor Jesucristo. La Pneumatología es el estudio de Dios el Espíritu Santo.
Propósitos de la teología
El estudio de la teología es para llegar a conocer a Dios, a fin de glorificarlo por medio de nuestro amor y
obediencia. Note la progresión aquí: debemos llegar a conocerlo a Dios antes de poder amarlo, y debemos
amarlo antes de poder desear obedecerlo.
Como producto de esto, nuestras vidas son enriquecidas sin medida, por el consuelo y la esperanza que Él
confiere a aquellos que le conozcan, amen, y obedezcan.
Una teología equivocada y una comprensión errónea y superficial de Dios sólo hará que nuestras vidas sean
peores, en vez de traernos el consuelo y la esperanza que tanto anhelamos.
Saber de Dios es sumamente importante. Somos crueles a nosotros mismos si intentamos vivir en este
mundo sin conocer de Dios.
Todos los cristianos deben estar consumidos por la teología – el estudio intensivo y personal de Dios – para
conocer, amar, y obedecer a Aquel con quien gozosamente pasaremos la eternidad.
LA SALVACIÓN
“He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación” (2ª Corintios 6:2)
INTRODUCCIÓN.
¿QUÉ ES LA SALVACIÓN?
Es la obra que Dios hizo en Cristo Jesús para: Librar. Poner en un lugar seguro. Guardar, al hombre del pecado y sus
consecuencias. Es el hecho de que Dios desea ver al hombre libre, guardado, a salvo de las garras del pecado y de
Satanás.
El pecado produjo al hombre su muerte delante de Dios y por tal motivo experimenta todas las cosas que le hacen daño,
y además terminará en sufrimiento eterno. Pero Dios no solamente ve las consecuencias que el pecado hace en la vida
del hombre en la tierra, sino la consecuencia que el hombre “no cree” que le vendrá cuando pase de esta tierra,
condenación a sufrimiento eterno en el infierno. Y es por eso que Dios quiere salvar al hombre del pecado y sus
consecuencias.
La Salvación definitiva del hombre Dios lo hizo en Cristo Jesús cuando éste murió en la Cruz del calvario. Is. 53:6; Mt.
1:21; 23:33; Jn. 3:17; Ro 3:23. 6:23. Es por eso que: LA SALVACIÓN ES LO QUE DIOS LOGRÓ EN CRISTO JESÚS A
FAVOR DEL HOMBRE, LIBRÁNDOLO DEL PECADO Y SUS CONSECUENCIAS.
I. EL ÚNICO CAMINO DE SALVACIÓN: ELIMINAR EL PECADO.
¡Lo que causa la muerte y condenación es el pecado! El ofender a Dios, el darle la espalda, el vivir sin tomarlo en cuenta.
Ro 1:28; 3:23; 6:23. ¿Cómo eliminarlo? El hombre por sí mismo no lo puede hacer pues está muerto y condenado. Se
requiere de un salvador.
Dios ya había planeado la salvación del hombre. Is. 53:6. Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se
apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros. Él, es Jesucristo, recordemos que dijo: el
Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido... Lc. 19:10. La única manera de eliminar el pecado es
pagando su consecuencia, y Jesucristo Murió. Ro. 5:6,8. 1ª Co. 15:3. ¡LA MUERTE DEL SEÑOR JESUCRISTO FUE
PARA PAGAR POR LOS PECADOS DEL HOMBRE! Y una vez pagado por el pecado, ¡se elimina!, no hay más juicio
por el pecado.
II. EL REQUISITO QUE DIOS PIDE AL HOMBRE PARA SALVARSE.
La salvación es por gracia y no depende de las buenas obras o la buena moralidad que el hombre pueda hacer o tener
y al decir que es por gracia, estamos diciendo que es un don gratuito para todo pecador según Ef. 2:8-9: “Por gracia sois
salvos”
El único requisito que Dios pide al hombre para salvarse es:
ARREPENTIMIENTO Y FE. Hch 20:21. Testificando a judíos y a gentiles acerca del arrepentimiento para con Dios y de
la fe en el Señor Jesucristo.
1. El que desee salvarse debe arrepentirse para con Dios.
El arrepentimiento es el cambio de manera de pensar, el cambio de mente producto de la obra del Espíritu Santo al
convencerle de pecado, justicia y juicio. Jn. 16:8. Sin la labor del Espíritu Santo no existe arrepentimiento verdadero. Ya
que el arrepentimiento es una concesión de Dios al hombre, porque el hombre no puede agradar a Dios; ya que está
muerto. Esta obra implica que:
A) Se reconoce el estado de pecado contra Dios y que este lo colocó en muerte y condenación ante Dios.
B) Se reconoce que se ha ofendido a Dios.
C) Se reconoce que se ha vivido a espaldas de Dios.
D) Se reconoce que se necesita la Salvación del pecado.
E) Se reconoce que se desea profundamente “volverse” del pecado a Dios y “vivir” para obedecerle) Se reconoce que
se debe cambiar la vida, de vivir sin servirle a venir a rendirle servicio.
G) Se hace un cambio completo del plan de vida, ahora se toma en cuenta a Dios en el nuevo plan de vida. ¡Cambiar o
morir! Lc 3:4-9. 13:3.
EL SEÑOR JESUCRISTO PREDICÓ: ARREPENTÍOS, PORQUE EL REINO DE LOS CIELOS SE HA ACERCADO. Mt.
4:17.
2. El que desee Salvarse debe tener Fe en el Señor Jesucristo.
Ahora: El corazón arrepentido debe “Confiar” en lo que Dios le indique para poder borrar su pecado ante Él. Primero
debe creerle al Señor Jesucristo que vino a salvarlo de sus pecados. Mt. 1:21.Y lo que le pide Dios es que TENGA FE
en la Obra de Salvación que hizo el Señor Jesucristo a su favor. Y esto es que “murió”, “derramó” su sangre, y
“resucitó” de entre los muertos.
III. LA SALVACIÓN ES POR LA ETERNIDAD.
El trato de Salvación que Dios ofrece al hombre es para siempre, leamos: En Jn. 10:27-30 dice que somos propiedad
de Él, que el Señor nos ha dado vida eterna, que no pereceremos jamás y que nadie nos puede arrebatar de su mano.
IV.LA OBRA DE SALVACIÓN. Es verdad que la salvación es lograda por el Señor Jesucristo en su muerte, sepultura,
resurrección y ascensión a lado del Padre.
También es verdad que la salvación es obtenida por el hombre mediante la fe y el arrepentimiento. Pero es necesario
que se entienda por completo la obra de Salvación.
El apóstol Pablo en su primera carta a los Corintios nos enseña la obra completa de Salvación, y menciona que:
Más por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y
redención. 1ª Co. 1:30,31. Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido
justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios. 1ª Co. 6:11.
Dios nos ha hecho en Cristo Jesús: Sabiduría, justificación, santificación, redención, lavamiento. Esta es la obra completa
de salvación. O las bases de la Salvación. Eso es lo que tuvo que hacer Dios para salvarnos.
La Doctrina de la Justificación
Es la obra que Dios hizo en Cristo Jesús para: Librar de la condenación. Declararnos inocentes, al hombre del pecado
y sus consecuencias.
Es el acto en el cual Dios declara al hombre inocente, sin culpa. Y como consecuencia, sin castigo que recibir.
La justificación (el hallarse inocente ante Dios) le devuelve al hombre la vida delante de Dios que la perdió Adán
cuando pecó.
INTRODUCCIÓN
El centro y mensaje principal del Evangelio es este: Dios, por medio de su Único Hijo, nos ha justificado.
La palabra “Justificar”, en el hebreo del Antiguo Testamento “Tsadag”, y en el Griego del Nuevo Testamento
“Dikaióo”, quieren decir en ambos casos “Declarar a alguien libre de culpa, declarar a alguien libre o inocente
de sus cargos”. Esto es lo que Dios ha hecho con nosotros, por su gran Amor, a través de su Hijo Jesucristo.
COMO DIOS PUDO JUSTIFICARNOS: Qué es la justificación
El hombre está, por naturaleza, en una situación que le impide salvarse a si mismo. Si miramos las noticias de
todos los días nos encontramos que no son nada esperanzadoras: Malos pensamientos, adulterios, lujurias,
chismes, maledicencias, asesinatos y muertes, robos, egoísmo, maldad, engaño y fraude, lascivia, envidias,
malas palabras, soberbia y orgullo y una larga lista de males que arraigados en el corazón del hombre
destruyen y contaminan todo lo bueno que intentamos crear.
Pese a ello, el humanismo, un sistema de valores que no tiene nada que ver con el cristianismo, enseña que el
hombre es bueno por naturaleza y que son las circunstancias las que le convierten en una víctima.
Jesús mostró que el pecado y el mal vienen del corazón del hombre, de su naturaleza caída y pecadora. No es
el diablo el único responsable del pecado: es el hombre el responsable y es el hombre el culpable de todas las
maldades que se cometen a nuestro alrededor.
El Significado de la Justificación
“Justificar” – piensa en la palabra “recto”.
“Justificación” – piensa en la palabra “rectitud”.
“JUSTIFICAR” significa “declarar o pronunciar recto”. Es un término judicial (ver Deuteronomio 25:1).
“Justificar” no significa “hacer recto” (ver Lucas 7:29—la gente no “hizo” recto a Dios, ellos afirmaron que ÉL era
recto).
Lo contrario de Justificación es CONDENACIÓN (Deuteronomio 25:1; Romanos 5:16-19).
La NECESIDAD de la justificación – todos los hombres son pecadores y son culpables ante Dios (Romanos
1-3)
El CAMINO de la justificación – por gracia mediante la fe basada en la obra redentora de Cristo en la cruz
(Romanos 3:24-28)
“Siendo justificados” = “habiendo sido justificados”. La justificación no es algo que está sucediendo ahora;
es algo que sucedió en el momento en que fuiste salvo.
El Resultado de la Justificación
La perfecta justicia de Dios es puesta en mi cuenta (Romanos 4:3-5) de modo que yo soy perfectamente justo, no
en mí mismo (aún soy un pecador), sino “EN CRISTO JESÚS” (2 Corintios 5:21; 1 Corintios 1:30).
Dios me ve ahora tan justo como Jesucristo (1 Juan 3:7), como si nunca hubiera pecado y como si siempre hubiera
cumplido perfectamente la santa ley de Dios.
Habiendo sido justificado, ahora tengo PAZ PARA CON DIOS (Romanos 5:1) y NINGUNA CONDENACIÓN (Romanos
8:1; Juan 3:18; 5:24). Ver también el estudio titulado: 215 Cosas que son Ciertas en Cuanto a Mí Ahora que soy
Salvo.
1. LA SANTIFICACIÓN
“En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para
siempre” ..(Hebreos 10:11)
Es la obra que Dios hizo en Cristo Jesús para: Librar de la esclavitud. Separarnos ,apartarnos, al hombre del pecado y
sus consecuencias.
«Santo», en sus varias formas, es usado alrededor de 400 veces en el Antiguo Testamento y 12 veces en el
Nuevo Testamento, con relación a los creyentes y dando a entender el estado de separación o ser puesto
aparte, o ser separado de aquello que no es santo. Cristo fue «santo, inocente, sin mancha, apartado de los
pecadores».
I. LOS MEDIOS DE SANTIFICACIÓN.
1. Por causa de su infinita santidad Dios mismo —Padre, Hijo y Espíritu—es eternamente santificado.
Él está puesto aparte y separado de todo pecado. Él es santo. El Espíritu es llamado Espíritu Santo. Él es
santificado.
Lv. 21:8 “Le santificarás, por tanto, pues el pan de tu Dios ofrece; santo será para ti, porque santo soy yo
Jehová que os santifico”. Jn. 17:19 “Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean
santificados en la verdad”
2. Dios —Padre, Hijo y Espíritu— santifica a otras personas.
a) El Padre santifica.
1ª Ts. 5:23 “Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y
cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo”.
b) El Hijo santifica.
Ef. 5:26 “para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra”,
He. 2:11 “Porque el que santifica y los que son santificados, de uno son todos; por lo cual no se avergüenza
de llamarlos hermanos”,
He. 9:12, 14 “y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre, entró una vez para
siempre en el Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna redención. ¿Cuánto más la sangre de Cristo, el cual
mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras
muertas para que sirváis al Dios vivo?”
He. 13:12 “Por lo cual también Jesús, para santificar al pueblo mediante su propia sangre, padeció fuera de
la puerta”.
c) El Espíritu santifica.
Ro. 15:16 para ser ministro de Jesucristo a los gentiles, ministrando el evangelio de Dios, para que los gentiles
le sean ofrenda agradable, santificada por el Espíritu Santo.
2ª Ts. 2:13 “Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios respecto a vosotros, hermanos amados por el
Señor, de que Dios os haya escogido desde el principio para salvación, mediante la santificación por el Espíritu
y la fe en la verdad”,
II. TRES ASPECTOS PRINCIPALES DE LA SANTIFICACIÓN.
1. Santificación posicional. Todos los creyentes son considerados como “los santos”. Y también como “los
santificados”.
He. 10:10 “En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez
para siempre”.
Jud. 1 “Judas, siervo de Jesucristo, y hermano de Jacobo, a los llamados, santificados en Dios Padre, y
guardados en Jesucristo”: Ef. 4:24 “y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad
de la verdad”.
2. Santificación experimental. Esto es, cuando el creyente todos los días reconoce que necesita de la
misericordia y la gracia de Dios para vivir en obediencia y en servicio a Él todos los días. Y así participar de
su naturaleza con el propósito de ser sus siervos de manera permanente y de poder disfrutar su presencia
siempre.
Gá. 5:16 “Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseo de la carne”. Col. 3:1,2 “buscad las cosas de
arriba donde está Cristo sentado a la diestra de Dios”. “Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la
tierra”.
3. Santificación final. Es aquel aspecto relacionado con nuestra perfección final, y la poseeremos en la gloria.
Entonces nos hará entrar “perfectos” en la presencia de su gloria. Su esposa estará libre de toda “mancha y
arruga”. Y por eso nos dice:
“Absteneos de toda especie de mal. Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser,
espíritu, alma y cuerpo; sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo”.
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