Subido por ivan.gonzales7925

UNIDAD VI. PIRETRINAS Y PIRETROIDES LEIDO

Anuncio
12/8/2019
CEPIS/OPS, Curso de autoinstrucción en diagnóstico, tratamiento y prevención de intoxicaciones agudas causadas por plaguicidas
UNIDAD VI. PIRETRINAS Y PIRETROIDES
Objetivos de aprendizaje | Introducción | Piretrinas y piretroides | Bibliografía
Unidad
Anterior
Power Point
Módulo de
preguntas
y respuestas
Imprimir
Índice de
unidades
Siguiente
unidad
Objetivos de aprendizaje
Al concluir esta unidad, se espera que el estudiante esté en capacidad de:
Describir las características generales de los plaguicidas del grupo de las piretrinas y
piretroides y explicar su toxicocinética y toxicodinámica.
Reconocer las características clínicas de la intoxicación aguda por piretrinas y
piretroides y mencionar las pruebas de laboratorio que se pueden utilizar para confirmar
el diagnóstico de intoxicación por alguno de estos plaguicidas.
Describir el tratamiento médico que conviene aplicar en los casos de intoxicación por
alguno de estos productos.
Enumerar los efectos crónicos derivados de la exposición a dichas sustancias.
I. Introducción
En este momento usted va a iniciarse en el estudio de la sexta unidad. En la unidad anterior
tuvimos la oportunidad de revisar el manejo de pacientes intoxicados por rodenticidas. En esta
unidad revisaremos el manejo de pacientes intoxicados por piretrinas y piretroides, siguiendo el
mismo esquema que en la unidad anterior. Iniciaremos con una revisión de las características
generales de estos compuestos, su mecanismo de acción, su diagnóstico y tratamiento, para
concluir con sus efectos crónicos.
II. Piretrinas y piretroides
A. Descripción general
Las piretrinas son insecticidas de origen natural obtenidos de la flor del crisantemo y que han
sido utilizados por el hombre desde hace muchos años. Son bastante inestables a la exposición
a la luz y al calor, lo cual les resta utilidad para su aplicación en la agricultura. Son poco
solubles en agua y se hidrolizan rápidamente por los álcalis.
Estructura química general
Los piretroides son insecticidas sintéticos, con una estructura química similar a la de las
piretrinas, modificada para mejorar su estabilidad en el ambiente. Se disuelven mejor en el
agua y, al igual que las piretrinas, son hidrolizados por los álcalis.
www.bvsde.paho.org/foro_hispano/Unidad_6.htm
1/7
12/8/2019
CEPIS/OPS, Curso de autoinstrucción en diagnóstico, tratamiento y prevención de intoxicaciones agudas causadas por plaguicidas
Los piretroides se clasifican en dos grupos : Tipo I y Tipo II. El primero carece del grupo alfaciano en su molécula, tales como : aletrina, permetrina, tetrametrina, cismetrina y d-fenotrina.
Los del Tipo II sí cuentan con este grupo (cipermetrina, deltametrina, fenvalerato y
fenpropatrin).
Los productos comerciales basados en piretrinas y piretroides generalmente utilizan derivados
del petróleo como disolvente. Además, algunos contienen compuestos organofosforados o
carbamatos y otras sustancias que actúan como sinergistas, con el fin de mejorar su efecto
insecticida.
Los piretroides, que son los más difundidos en el mercado, vienen formulados como
concentrados emulsionables, polvos humectables, gránulos y concentrados para aplicación de
ultra bajo volumen. A continuación se presentan ejemplos de nombres genéricos y comerciales
de estos productos.
NOMBRE GENÉRICO
NOMBRE COMERCIAL
Fenvalerato
Belmark, Pydrin, Tribute
Permetrina
Ambush, Piretox, Pounce, Talcord
Deltrametrina
Decis, K-Otrine, K-Obicol
B. Toxicocinética y toxicodinámica
1. Vías de absorción
Las piretrinas y los piretroides, se absorben relativamente bien por los tractos gastrointestinal y
respiratorio. Su absorción a través de la piel intacta es relativamente baja.
2. Mecanismos de acción sobre el organismo
Son neurotóxicos que actúan sobre los ganglios basales del sistema nervioso central, por
medio de la prolongación de la permeabilidad al sodio (retardo en el cierre de la compuerta del
sodio) durante la fase de recuperación del potencial de acción de las neuronas, lo que produce
aumento del flujo del Na, persistencia de la despolarización de la membrana con descargas
repetidas. Algunos de ellos también afectan la permeabilidad de la membrana al cloruro,
actuando sobre los receptores tipo A del ácido gamma-aminobutírico. En ambos casos, el
cuadro clínico es similar. Ni las piretrinas ni los piretroides inhiben las colinesterasas.
3. Biotransformación y excreción
Ambos grupos de compuestos son biotransformados con gran rapidez por las esterasas y
oxidasas microsomales hepáticas mediante mecanismos de hidroxilación y conjugación. Son
eliminados en su mayor parte por los riñones. Esta rápida metabolización, junto con la pobre
absorción, explican la relativamente baja toxicidad de piretrinas y piretroides para los humanos.
EJERCICIOS INTRATEXTO
Dado el éxito de su presentación anterior, los participantes le solicitaron una nueva conferencia
sobre PIRETRINAS Y PIRETROIDES. Dividamos esta presentación en los mismos segmentos
de la presentación anterior y empecemos con los acetatos de la primera sección:
características generales y mecanismos de acción en el organismo.
www.bvsde.paho.org/foro_hispano/Unidad_6.htm
2/7
12/8/2019
CEPIS/OPS, Curso de autoinstrucción en diagnóstico, tratamiento y prevención de intoxicaciones agudas causadas por plaguicidas
C. Diagnóstico de la intoxicación aguda con piretrinas y piretroides
1. Cuadro clínico
a. Piretrinas
La dermatitis de contacto, caracterizada por irritación, sensación de quemazón, inflamación y
eritema máculo-papuloso, y las reacciones respiratorias alérgicas (rinitis, hiperreactividad
bronquial), son las manifestaciones más frecuentes, luego de exposiciones a estas sustancias.
En individuos que han estado expuestos a grandes cantidades de piretrinas, se ha observado
un cuadro clínico consistente en: temblor, ataxia, dificultad respiratoria y sialorrea. Cuando la
muerte ocurre, se debe a falla respiratoria.
En caso de exposición humana a productos comerciales que contienen mezclas de estos
productos con otros, tal como se mencionó anteriormente, debe tenerse en mente la toxicidad
de los solventes utilizados (derivados del petróleo) y la posible presencia de sinergistas y de
plaguicidas organofosforados y carbamatos que se adicionan a algunos de ellos.
b. Piretroides
Dosis altas de estos compuestos pueden causar: incoordinación, temblor, sialorrea, rinitis,
vómito, diarrea, hiperexcitabilidad a estímulos externos, debilidad general, parestesias y prurito
en áreas descubiertas de la piel de cara, manos, antebrazos y cuello, que raramente persisten
por más de 24 horas, hipotensión, bradicardia y neumonitis alérgica.
La sensación de quemazón es característica de algunos piretroides cuyas estructuras
contienen grupos ciano, tales como el fenvalerato, flucitrinato, cipermetrina y fluvalinato.
Algunas formulaciones de este último, incluyen un solvente específico que es corrosivo para los
ojos.
2. Historia clínica
El diagnóstico se hace con base en los antecedentes de exposición a la sustancia y el cuadro
clínico, sin olvidar que éste puede ser enmascarado por la presencia de otras sustancias
(sinergistas, solventes, plaguicidas organofosforados y carbamatos).
3. Pruebas de laboratorio
Aún no se ha encontrado ninguna prueba de laboratorio específica para la determinación de
piretrinas o piretroides en muestras biológicas.
La presencia de ácido crisantémico o sus derivados en la orina, puede ser indicativa de
absorción de piretrinas, pero su ausencia no descarta la absorción de estas últimas.
En el caso de absorción de deltametrina pueden encontrarse en la orina productos de
degradación, tales como bromuros, cianuros y 3-fenoxibencilo. Este último también se
encuentra cuando hay absorción de permetrina y cipermetrina.
EJERCICIOS INTRATEXTO
www.bvsde.paho.org/foro_hispano/Unidad_6.htm
3/7
12/8/2019
CEPIS/OPS, Curso de autoinstrucción en diagnóstico, tratamiento y prevención de intoxicaciones agudas causadas por plaguicidas
Prepare ahora los acetatos sobre diagnóstico
D. Tratamiento
1. Medidas de soporte de las funciones vitales
Las medidas de soporte juegan un rol muy importante para la atención de pacientes con
intoxicación aguda por plaguicidas. Muchas veces de su adecuada aplicación depende la vida
del paciente. Si se sospecha que existe intoxicación aguda por plaguicidas, debe darse
atención médica inmediata.
a. Vigile las vías respiratorias
Garantice permeabilidad de las vías respiratorias, retire cuerpos extraños, restos de vómitos y
aspire secreciones.
Si el paciente está inconsciente colóquelo en posición de decúbito lateral izquierdo.
Vigile la respiración, si ésta se encuentra deprimida debe administrarse oxígeno húmedo a un
flujo de 4 - 6 L /min., o aplicar ventilación pulmonar asistida.
En falla respiratoria severa, debe mantenerse la ventilación mecánica pulmonar durante el
tiempo necesario. La mejoría clínica y la concentración de los gases arteriales son parámetros
útiles para determinar cuándo retirar el ventilador.
b. Vigile la función cardiopulmonar
En los casos en los cuales se presente depresión cardiorrespiratoria deben realizarse las
maniobras de resucitación, monitoreo de funciones vitales (presión arterial, frecuencia cardíaca,
frecuencia respiratoria).
Canalice vena para administrar líquidos (solución salina isotónica, suero glucosado etc.), evite
el desequilibrio hidroelectrolítico y administre medicamentos, tales como el diazepam para
tratar las convulsiones.
2. Eliminación de la sustancia tóxica
El objetivo del rescate de una sustancia tóxica está dirigido a dos aspectos fundamentales:
a. Disminuir o evitar la absorción por medio de las medidas de descontaminación.
b. Aumentar la eliminación de la sustancia tóxica absorbida.
a. Descontaminación
Va a depender de la vía de penetración, del tiempo transcurrido desde el momento de la
exposición, del tipo de formulación, etc.
VÍA INHALATORIA
Retirar al individuo del sitio de exposición y trasladarlo a un lugar ventilado. Quien lo
haga, debe tomar todas las precauciones para no resultar víctima del tóxico.
Administrar oxígeno.
VÏA CUTÁNEA
www.bvsde.paho.org/foro_hispano/Unidad_6.htm
4/7
12/8/2019
CEPIS/OPS, Curso de autoinstrucción en diagnóstico, tratamiento y prevención de intoxicaciones agudas causadas por plaguicidas
Quitar la ropa, lavar el cabello y la piel contaminada con abundante agua y jabón,
haciendo énfasis en los espacios interdigitales y debajo de las uñas. Utilizar guantes
impermeables y evitar friccionar con violencia. Debe evitarse la manipulación de ropas y
otros objetos contaminados sin tomar las debidas precauciones.
En caso de contacto ocular, irrigar con abundante agua o solución salina isotónica a baja
presión durante 15 minutos o más. Si persiste la irritación y si ésta fue producida por
alguna de las formulaciones de fluvalinato, se debe remitir al paciente para valoración
por el oftalmólogo.
VÍA DIGESTIVA
Si el paciente está consciente administrar carbón activado de la siguiente manera:
Adultos 1 g/kg de peso corporal diluido en 300 ml de agua.
Niños 0.5 g/kg de peso corporal diluido en 100 ml de agua.
Lavado gástrico
En los casos de alteración del estado de consciencia debe protegerse adecuadamente la vía
aérea mediante la entubación endotraqueal antes de realizar la maniobra de lavado gástrico.
De la aplicación adecuada de la técnica depende el éxito de esta maniobra.
La máxima utilidad del lavado gástrico es en las primeras cuatro horas, luego de la ingesta.
Colocar sonda nasogástrica y aspirar el contenido gástrico, posteriormente realizar el lavado
con solución salina isotónica o agua corriente limpia con una cantidad de líquidos no menor de
5 L en el adulto y hasta que el líquido salga claro y sin olor a tóxico. En los niños, la cantidad de
líquido a utilizar va a depender de la edad. Se recomienda administrar en cada irrigación la
cantidad de 200 - 300 ml en el adulto y 15 ml / kg en el niño.
Cuando la formulación ingerida contenga como vehículo un hidrocarburo derivado del petróleo;
como por ejemplo el kerosene, se deben extremar las medidas de protección de la vía
respiratoria antes de realizar las maniobras de rescate digestivo, por el riesgo de producir
neumonitis química por aspiración.
Concluido el lavado gástrico, se debe administrar una dosis de carbón activado, que puede
repetirse cada cuatro horas de ser necesario a 0.5 g/kg de peso corporal en adultos y en los
niños a 0.25 g/kg de peso corporal.
Cuando se administra carbón activado, éste debe ir asociado al uso de catárticos (si el paciente
no presenta diarrea). Las dosis de los más conocidos son:
Sulfato de magnesio o de sodio (tener precaución con los pacientes que presentan alteración
de la función renal y cardíaca)
Adultos y mayores de 12 años: 20 - 30 g
Menores de 12 años: 250 mg/kg de peso corporal.
Sorbitol
Adultos y mayores de 12 años : 1 g/kg de peso corporal
Niños 0.5 g/kg de peso corporal.
Manitol
En dosis de 3 - 4 ml/kg de peso corporal.
Cuando no se disponga de carbón activado ni se cuente con los medios adecuados para
realizar lavado gástrico y si el paciente está consciente, se puede recurrir a la inducción del
vómito por medio de maniobras mecánicas o administrando Jarabe de Ipecacuana.
Dosis del Jarabe de Ipecacuana:
EDAD
DOSIS
FLUIDO
6 a 12 meses
5 ml
10 ml / kg
13 meses a 5 años
7.5 ml
15 ml / kg
6 a 12 años
15 ml
120 - 240 ml
Adultos
30 ml
200 - 300 ml
www.bvsde.paho.org/foro_hispano/Unidad_6.htm
5/7
12/8/2019
CEPIS/OPS, Curso de autoinstrucción en diagnóstico, tratamiento y prevención de intoxicaciones agudas causadas por plaguicidas
Si a los 20 - 30 minutos no se ha producido el vómito se puede repetir la dosis; si aún no se
presenta, realizar lavado gástrico.
AUMENTAR LA EXCRECIÓN DEL TÓXICO
Para favorecer la eliminación del tóxico absorbido debe mantenerse una diuresis adecuada de
por lo menos 50 - 60 ml/hora.
3. Antídotos
Esta intoxicación no tiene antídoto.
4. Tratamiento sintomático
a. Convulsiones
Si se presentan convulsiones, debe administrarse diazepam en dosis de 10 mg en el
adulto repitiendo la dosis cada 5 a 10 minutos hasta controlar la convulsión, con un
máximo de tres dosis.
La dosis pediátrica es de 0.25 mg a 0.4 mg/kg de peso corporal cada cinco minutos
hasta un máximo de tres dosis.
También puede utilizarse el fenobarbital.
b. Sialorrea
Se puede utilizar atropina para controlarla.
c. Neumonitis alérgica y asma
Cuando se presentan cuadros de hipersensibilidad como éstos deben manejarse como
tales.
5. Otras medidas
En la etiqueta del producto el médico encontrará indicaciones sobre las sustancias a la que se
expuso la persona intoxicada, el tratamiento y dónde conseguir información adicional. Por estas
razones, siempre que se pueda se debe solicitar la etiqueta y una muestra del tóxico.
No olvide que es obligatorio reportar el caso a las autoridades de salud de su país,
indicando el agente causal.
E. Evolución
1. Pronóstico
Para los sobrevivientes a los episodios agudos, las probabilidades de recuperación completa
son buenas.
2. Seguimiento
Depende de la gravedad del caso. En la mayoría de los casos, bastará una buena revisión por
sistemas y un detallado examen médico.
El seguimiento debe aprovecharse como ya lo hemos indicado, para impartir educación al
paciente y a sus familiares sobre medidas de prevención de un caso similar, y sobre los riesgos
de los plaguicidas y la mejor manera de evitarlos.
3. Efectos crónicos
No han sido reportados efectos crónicos de piretrinas y piretroides en humanos.
EJERCICIOS INTRATEXTO
Pasemos a la tercera fase de su presentación sobre tratamiento y evolución y haga sus
acetatos.
www.bvsde.paho.org/foro_hispano/Unidad_6.htm
6/7
12/8/2019
CEPIS/OPS, Curso de autoinstrucción en diagnóstico, tratamiento y prevención de intoxicaciones agudas causadas por plaguicidas
III. Bibliografía
1. Córdoba, D. "Piretrinas y piretroides", en D. Córdoba, ed., Toxicología. Medellín,
Colombia: Darío Córdoba, 1991.
2. Della Rosa, H., Siqueira, M.E, Fernícola, N. Detección biológica de la exposición
humana a agentes químicos. Metepec, México: Centro Panamericano de Ecología
Humana y Salud, 1991.
3. Ladrón de G. Maya, V. Toxicología médica clínica y laboral. Madrid: Interamericana
McGraw-Hill, 1995.
4. Levine, R.S., Davies, J.E. "Aspectos clínicos de la intoxicación aguda", en J.E. Davies,
V.H. Freed y F.W. Whittemore, eds., Enfoque agromédico sobre manejo de plaguicidas.
Washington: Organización Panamericana de la Salud. 1981.
5. Morgan, D. Recognition and management of pesticide poisonings. Washington: U.S.
Environmental Protection Agency, 1989.
6. Murphy, S. "Toxic efects of pesticides", en C. Klaassen, M. Amdur, J. Doull, ed., Casarett
and Doull's Toxicology. New York: Macmillan Publishing Company, 1986.
7. WHO/FAO. Data sheets on pesticides No.11, Pyrethrins. Geneva: WHO/FAO, 1975.
8. WHO/FAO. Data sheets on pesticides No.50, Deltamethrin. Geneva: WHO/FAO, 1984.
9. WHO/FAO. Data sheets on pesticides No.51, Permethrin. Geneva: WHO/FAO, 1984.
10. WHO/FAO. Data sheets on pesticides No.58, Cypermethrin. Geneva: WHO/FAO, 1984.
11. Ladrón de G. Moya, V. Toxicología médica clínica y laboral. Madrid: Interamericana
McGraw-Hill, 1995.
Unidad
Anterior
Power Point
www.bvsde.paho.org/foro_hispano/Unidad_6.htm
Módulo de
preguntas
y respuestas
Imprimir
Índice de
unidades
Siguiente
unidad
7/7
Descargar