Subido por Juan Bobadilla Abad

Dejándole los pies sucios a Jesús

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---------------------------------------------------------------------------------------------------------Dejándole los pies sucios a Jesús
Juan 13:1-17
Introducción
1. La escena es histórica, es la última cena. Jesús está por ir a la cruz pero hay
todavía algunas cosas que aclarar y poner en orden.
2. Los amó hasta el fin y ya para ir a cumplir su propósito, tomó la palangana
de agua, la toalla de esclavo se la amarró a la cintura y comenzó a hacer lo
inconcebible: lavar los pies sucios de sus discípulos.
3. No era un acto natural era sobrenatural, lo que El estaba haciendo
involucraba varios aspectos que debían corregir sus discípulos para poder ser
lo efectivos que El quería que fueran en el ministerio.
Cuerpo del mensaje:
4. Lo primero que deseaba que comprendieran era que el orgullo debía ser
quebrantado entre ellos. Debía ser sustituido por humildad.
a. La persona orgullosa busca prestigio y honor (Prov. 25:6)
b. Se cree autosuficiente y que siempre está y estará en control de su futuro
(Prov. 27:1 28:26)
c. Está ciego a sus propias faltas y exagera sus atributos (Prov. 30:12 25:14)
d. El orgullo es el anticipo de la caída y el del Quebrantamiento y torna a
las personas en contra de uno y a uno en contra de ellos (Prov. 16:1813:10)
Pro 16:18 Antes del quebrantamiento es la soberbia,
Y antes de la caída la altivez de espíritu
1Sa 2:3 No multipliquéis palabras de grandeza y altanería;
Cesen las palabras arrogantes de vuestra boca;
Porque el Dios de todo saber es Jehová,
Y a él toca el pesar las acciones.
Salmos 138:6 Porque Jehová es excelso, y atiende al humilde,
Más al altivo mira de lejos.
e. Nos pone en problemas con Dios (Prov. 6:16,17)
¡El orgullo está en el tope de la lista de las cosas más abominables para
Dios!
Isa 42:8 Yo Jehová; este es mi nombre; y a otro no daré mi
gloria, ni mi alabanza a esculturas.
6. El tercer aspecto lo era su independencia. ¿Qué encuentra usted más
difícil de hacer: lavarle los pies a alguien o que se los laven a usted?
Nuestra independencia se interpone cuando nos quieren servir, “no gracias,
me los puedo lavar yo solo, además no quiero que nadie vea el sucio entre
mis dedos y debajo de mis uñas”. Esta independencia está muy lejos del
espíritu de la fe cristiana. No cabe la independencia sino la
interdependencia. Somos una familia, mutuamente dependientes para el
ministerio y la edificación. Nos necesitamos unos a otros para sobrevivir y
florecer como iglesia.
7. El cuarto aspecto lo eran los celos. Habían estado discutiendo de quién
era el mayor en el Reino, aunque tenían un lazo en común con Jesús, no
necesariamente simpatizaban el uno con el otro. El aire estaba pesado,
lleno de celos y sospechas, así como estaban sus pies estaban sus
corazones, llenos de sucio y fango. Estaba muy lejos de uno o del otro
humillarse y tomar una toalla. Sus cabezas estaban muy llenas de gloria,
prestigio y posición para hacer tal cosa. El que lo hiciera quedaría marcado
para siempre, se esperaría que se los lavara siempre a los demás a partir
de ese momento. ¡Estaban muy ocupados en colocarse una corona para
interesarse en agarrar una toalla!
8. Así que Jesús lo hizo. El amor tomó la iniciativa y los discípulos se
quedaron atónitos de que su Rey se rebajara en ese trabajo. Fue persona a
persona, de pies sucios a pies sucios y les sacudió su tonto y egoísta
orgullo.
9. Pedro no se hizo esperar, hizo una de las cosas que mejor sabía hacer:
abrió la boca y habló. ¡Cómo era posible que Jesús se bajara a ese nivel!,
objetó y rehusó este servicio de parte del Señor.
10. Cuando hemos sido salvos por primera vez, hemos sido limpiados, esa
limpieza no es necesaria otra vez, pero sí necesitamos limpiar nuestro diario
caminar, el contacto con este mundo nos ensucia los pies.
11. Cuando nos reunimos en los cultos, sentimos nuestra necesidad de
limpieza antes de que podamos entrar a una comunión íntima con el Señor.
La experiencia de la comunión y “koinonía” cristiana debe ser una
experiencia de limpieza.
12. La adoración, los cánticos, la música, la ministración de la Palabra,
la comunión de los santos, la edificación y el animarnos unos a otros
es una verdadera experiencia de “lavarnos los pies”.
15. Esto sólo ocurre cuando conscientemente determinamos el ministrarnos
unos a los otros en humildad, apertura y amor. Esta experiencia de limpieza
no ocurre cuando hay orgullo, amargura y celos. (Romanos 12:10)
16. Jesús una vez más, demostró su amor en esta forma inesperada para
los discípulos. No ese amor relajado que el mundo expresa que se puede
interpretar así:
Te amaré mientras me ames tú a mí…
Te amaré mientras nos sintamos felices el uno con el otro…
d. Te amaré mientras sea conveniente para mí…
e. Te amaré mientras las cosas marchen bien…
f. Te amaré mientras tengas algo que darme…
g. Te amaré mientras tu salud y tu apariencia se mantengan bien…
h. Te amaré mientras hagas lo que te diga…
17. El mundo dice que el amor es una emoción que va y viene como cambia
el informe del tiempo. Mientras llenes mis expectativas y reúnas mis
condiciones, te daré mi amor.
17. El amor de Dios por su parte es: amor incondicional, amor
comprometido, amor perdonador, amor eterno, toma iniciativa en vez de
quedarse pasivo, se concentra en dar en vez de recibir.
18. Jesús se bajó, dobló sus rodillas y lavó los malolientes pies de sus
discípulos, lo hizo porque los amó hasta el fin, aún a Pedro y a Judas.
El amor es de Actitud
Conclusión:
1. ¿Cómo concluyó la escena? Hay un detalle que muchas veces se pasa
por alto en este pasaje y está en el versículo 12: “cuando hubo terminado
de lavarles los pies, se puso sus ropas y regresó a su lugar”.
2. Me podría alguien contestar: ¿quién le lavó los pies a Jesús?
Las consecuencias del orgullo
3. Isa 14:13 Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo
alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el
monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte;
Isa 14:14 sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al
Altísimo.
Isa 14:15 Mas tú derribado eres hasta el Seol, a los lados del abismo.
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La salvación “no es por obras, para que nadie se gloríe”
ORGULLO
MECÁNICO DEL ALMA
Dan 4:30 habló el rey y dijo: ¿No es ésta la gran Babilonia que yo
edifiqué para casa real con la fuerza de mi poder, y para gloria de
mi majestad?
Dan 4:31 Aún estaba la palabra en la boca del rey, cuando vino una
voz del cielo: A ti se te dice, rey Nabucodonosor: El reino ha sido
quitado de ti;
Dan 4:32 y de entre los hombres te arrojarán, y con las bestias del
campo será tu habitación, y como a los bueyes te apacentarán; y
siete tiempos pasarán sobre ti, hasta que reconozcas que el
Altísimo tiene el dominio en el reino de los hombres, y lo da a
quien él quiere.
Dan 4:33 En la misma hora se cumplió la palabra sobre
Nabucodonosor, y fue echado de entre los hombres; y comía
hierba como los bueyes, y su cuerpo se mojaba con el rocío del
cielo, hasta que su pelo creció como plumas de águila, y sus uñas
como las de las aves.
Dan 4:34 Mas al fin del tiempo yo Nabucodonosor alcé mis ojos al
cielo, y mi razón me fue devuelta; y bendije al Altísimo, y alabé y
glorifiqué al que vive para siempre, cuyo dominio es sempiterno,
y su reino por todas las edades.
Dan 4:35 Todos los habitantes de la tierra son considerados como
nada; y él hace según su voluntad en el ejército del cielo, y en los
habitantes de la tierra, y no hay quien detenga su mano, y le
diga: ¿Qué haces?
Dan 4:36 En el mismo tiempo mi razón me fue devuelta, y la
majestad de mi reino, mi dignidad y mi grandeza volvieron a mí,
y mis gobernadores y mis consejeros me buscaron; y fui
restablecido en mi reino, y mayor grandeza me fue añadida.
Dan 4:37 Ahora yo Nabucodonosor alabo, engrandezco y glorifico
al Rey del cielo, porque todas sus obras son verdaderas, y sus
caminos justos; y él puede humillar a los que andan con soberbia.
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