Choque de civilizaciones Con la caída de la URSS, se derrumba el modelo de la guerra fría, opuestos en el plano socioeconómico como en el político-ideológico. En 1989 antes de la caída del Muro de Berlín, el politólogo estadounidense Francis Fukuyama publicó en la revista “The National Interest” un artículo “¿El fin de la historia?” en el que aseguraba que era el triunfo del liberalismo como modelo político-económico (no habría problemas ideológicos) DISCURSO DE ODIO: se genera un debate mundial, que refleja el triunfalismo ideológico de EE.UU al mismo tiempo a una política de desarme. Samuel Huntington, profesor de Harvard y miembro del “establishment” de la política exterior estadounidense, formuló para la revista “Affairs” lo que parecía ser una contratéis: “Choque de civilizaciones”. Huntington distinguía varias grandes “civilizaciones” rivales a escala planetaria, pero que podían acercarse a partir de sus afinidades o las necesidades de luchar por sus propias hegemonías o contra la de otros. De esta manera el “cristianismo ortodoxo” de Rusia se podía aliar con la civilización “confuciana” de China, para enfrentarse a las civilizaciones occidentales y sus aliados, dirigidos por EE.UU. El mayor temor de Huntington era la civilización anti-occidental; eje “confuciano-islámico” que pudiera asociarse con el eje “ortodoxo-hindú” e inclinar la balanza contra “Eurasia” contra Occidente. La tesis de Huntington fue criticada por todos lados. Tanto en la historia de las civilizaciones, como en la religión, en lo geográfico y en lo político. Sin embargo la tesis sobrevivió en un aspecto: el “choque” entre el mundo cristiano, occidental y ortodoxo por un lado y el lado musulmán por otro. Los musulmanes perseguían un discurso de odio contra los “cruzados y los judíos” alimentando a su vez una fobia contra el Islam de carácter racista, de raíces colonial o anteriores.