este artículo, me gustaría compartir con el lector una conclusión, una convicción que ha surgido de años de experiencia del trato con individuos, una conclusión que encuentra cierta confirmación en un cuerpo de evidencia empírica en constante crecimiento. Simplemente, en gran variedad de trabajos profesionales que impliquen relaciones con la gente —ya sea como psicoterapeuta, maestro, religioso, orientador, trabajador social o psicólogo clínico—, la cualidad del encuentro personal con el paciente es el elemento más significativo para determinar su efectividad. Permítaseme desglosar un poco más completamente la base de esta afirmación en mi experiencia personal. Primero, he sido orientador y psicoterapeuta. En el curso de mi vida profesional, he trabajado con estudiantes universitarios con problemas, con adultos en dificultades, con individuos "normales" (como ejecutivos de negocios) y más recientemente con personas psicóticas hospitalizadas. He intentado hacer uso de los conocimientos obtenidos de mi experiencia terapéutica en mis interacciones en clases y seminarios, en el entrenamiento de maestros, en la administración de grupos de personal, en la supervisión clínica de psicólogos y psiquiatras, y con los