MANUEL MATAMOROS CARVAJAL 2019/2020 Asensio, J. C. (2003). El canto gregoriano. Madrid: Alianza. En primer lugar nos encontramos con la idea de cuál es el origen de la secuencia, consiste básicamente añadir melismas al Alleluia (pp.453) y se sitúa después de la repetición del iubilus. Este melisma que se añade al Aleluya, toma como idea melódica la misma melodía que se usa en el Aleluya al que se enlaza. Posteriormente, este melisma se independizará para buscar una identidad propia. La secuencia tal y como conocemos en la actualidad es el melisma primitivo ya verbalizado. Su estructura melódica consta de la repetición de frases, utilizando cadencias ascendentes repitiendo el último sonido. Etimológicamente, secuencia hace referencia en su significado un melisma que seguía al Aleluya. En el momento que este melisma se empieza a verbalizar, en algunos lugares de Europa como el sur de Francia, se empezó a utilizar rúbricas como prosa de ipsa sequentia, mientras que en el área germánica se seguía denominando sequentia (secuencia) En cuanto a la evolución de las secuencias (pp.460) se conservan un número reducido ya que los decretos conciliares de la Iglesia no han permitido su perduración en el tiempo. Nos centramos en la historia del monje Notker de San Galo, quien viendo un antifonario de un monje de la abadía de Jumièges, observó el uso de versos adaptados para ser más fácil el interpretar los largos melismas. Tras examinarlo y consultarlo a sus maestros, Notker nos cuenta parcialmente como se originaron las secuencias tal como se conocen actualmente. En la actualidad se han conservado 5000 secuencias, los manuscritos que contienen dichas secuencias comenzaron a ponerles título, que además del íncipit, se distinguen unas de otras. La mayoría de los secuenciarios llevan un rúbrica para identificar en qué fiesta se ha de cantar. Con la generalización del procedimiento de las secuencias, aparecen varios tipos de secuencias. Un tipo de secuencia que está verbalizada parcialmente y se alterna con melismas sin verbalizar. Y un segundo tipo donde la melodía se repetía a cada dos versos es una estructura determinada. Dentro de esta evolución se identifican tres tipos de secuencias pertenecientes a una época: - Secuencias de primera época, el texto está en forma de prosa, sin rimas y sin versificación. Secuencias donde no existen paralelismo musical. Cada uno de los versos se cantan con una melodía diferente. Secuencias de segunda época: la secuencia rítmica adquiere protagonismo, destacando como mayor representante a Adam de San Víctor. Sus principales características es la elevada inspiración poética y el equilibrio de la estructura de sus estrofas. La rima siempre es asonante. El siglo XII es cuando se produce una enorme expansión de las secuencias y su difusión en copias manuscritas. El Concilio de Trento (pp. 465) marcará la historia de las secuencias. Solamente permitirán cuatro secuencias, las demás, junto con los tropos, fueron suprimidas. Las autorizadas fueron: - Victimae paschali laudes Veni Sancte Spiritus Lauda Sion salvatorem Dies irae, dies illa MANUEL MATAMOROS CARVAJAL 2019/2020 Márquez, M. D. (1985). Escritura latina en la Plena y Baja Edad Media: la llamada 'Gótica libraria' en España. Historia Instituciones Documentos, 377-410. En el siglo XII se produce una evolución a la hora de la recepción de los conceptos fundamentales de la sociedad. Esta evolución se da en los siguientes campos: - En la concepción del Estado: se produce una exaltación de la idea de un gobierno universal, con el trasfondo de la lucha de la teoría heliocéntrica y geocéntrica. - En la vida social y económica: Se produce en el siglo XII una fase de expansión de la agricultura, manufacturas y del comercio. - En la vida religiosa: Aparecen las Órdenes mendicantes. - En el arte: se produce el transito del románico al gótico. El enriquecimiento de los códices va paralelo al aumento de su valor simbólico y de los materiales - En el campo de la cultura: Los reyes, nobles y universidades asumen el papel a todo referente a libros e inquietudes culturales. La creación de universidades lleva a la necesidad de multiplicar el número de libros por lo que las oficinas amanuenses aumentan de tamaño. La escritura gótica se desarrolla en un periodo de gran intensa vida espiritual y cultural. Los tipos de escritura se multiplican pero lentamente un cierta uniformidad (pp.378) forma un poso de unión entre todos estos tipos. El nacimiento y desarrollo de nuevas instituciones administrativas hace que esa uniformidad vaya cogiendo más forma. En este proceso de uniformidad se puede destacar tres etapas: carolina clásica, carolina gotizante y carolina gotizada. La escritura gótica nace por consecuencia imperativa de la sociedad bajo-medieval y por la configuración de la propia sociedad. Su característica y diferencia más importante sucede en el cambio de la pluma con punta simétrica por la pluma con punta tallada a la izquierda. En 1935 en París, se produce un coloquio internacional sobre paleografía (pp.385) y se pueden destacar las siguientes ideas: - Hay que intentar poner orden en la nomenclatura y división de la escritura gótica libraria. - No se puede utilizar nomenclatura tradicional para esta escritura. - Hay que revisar toda la terminología que califican de caótica. - Hay una necesidad de establecer con mayor precisión los tipos de escrituras. La clasificación (pp.55) que se expone en este documentos destaca los siguiente tipos de escritura gótica libraria en España: gótica textual caligráfica, gótica textual, gótica textual corriente, gótica notular, gótica cursiva, cursiva formata. MANUEL MATAMOROS CARVAJAL 2019/2020 Castro, T. B. (1987). Colligite fragmenta. Boletín de la ANABAD, 389-392. En este documento Burón nos aporta una serie de consejos (pp.389) que provienen de su experiencia personal, tales consejos van dirigido a evitar errores a la hora de recuperar un documento en un archivo para no considerar un posible fragmento de un códice (por ejemplo) de forma aislada. El autor se refiere concretamente a folios o fragmentos sueltos que a la hora de investigar, un estudioso se puede encontrar. Hay que tener en cuenta que aunque un fragmento tenga un importante valor académico no se debe de tomar como referencia de una normal general, es decir, no aporta una visión de conjunto. Como norma general estos folios o documentos se encuentran siendo tapas de libros, y se suelen encontrar en archivos. Llegado a este punto hay que realizar un estudio cuantitativo y cualitativo (pp.390) del material con el que disponemos. Si hay posibilidad de realizar una revisión del archivo, se puede ejecutar un “recorrido topográfico” para saber si hay más legajos o documentos similares. En este recorrido topográfico hay que señalar los siguientes apartados a la hora de clasificar el documento: - Número topográfico Zona de procedencia Año de protocolo Escribano Estos datos es conveniente anotarlos ya que nos aportaran información del documento a trabajar y para saber el estado fragmentario del documento. Si el documento o fragmento es fácilmente separable, es más óptimo para el estudio, pero si presenta problemas a la hora de realizar este procedimiento, la conservación del documento prima ante todo. Para llevar a cabo una clasificación codicológica (pp. 391) de un documento es necesario tener cierta base en este ámbito para que se a un proceso fructífero. Muchas veces la falta de especialización de los archiveros o de los bibliotecarios, suma un inconveniente más. Una vez conseguida la clasificación y localización de nuestro documento a trabajar, podremos decir que hemos realizado una recuperación satisfactoria. Además, si el documento se puede cotejar con otros archivos de provincias limítrofes, mucha más información podremos obtener. MANUEL MATAMOROS CARVAJAL 2019/2020 Fernández, D. A., & Martí Martínez, C. (2017). Fragmentos de códices litúrgico-Musicales en España: Apuntes para una historigrafía y una propuesta de descripción. Hispania Sacra, 49-60. Los fragmentos como parte documental a la hora de servir de apoyo a los estudiosos (pp.49) contienen una acumulación de información que puede ser sustanciosa. Los fragmentos litúrgicos son los más representativos en cuanto a cantidad. Por lo cual, no es extraño encontrar otros artículos que hablen de este mismo tema. En España no existe un catálogo que recopile todos los fragmentos o códices hasta ahora analizados, no ha habido iniciativa institucional y tampoco privada. El cotejo de estos fragmentos entre ellos puede ser un método bastante útil para poder reconstruir unos documentos o simplemente obtener más información. La existencia de un catálogo propiciaría esta comparación de una manera más fácil. Además, con el apoyo de ámbitos académicos como la paleografía o la historia del arte, se podría realizar una reconstrucción más efectiva y exacta. Los autores de este artículo nos presentan como idea principal una propuesta de sistematización (pp.55)sobre el estudio de fragmentos musicales, y además, una propuesta de ficha descriptiva de fragmentos que sirva como base para construir un catálogo colectivo lo más amplio posible. En relación a la historia (pp.56)desarrollada sobre el estudio de fragmentos, cabe destacar a partir de la década de los años 50 empezó a despertar el interés por este tipo de estudios, y desde los años ochenta hasta los noventa, se renovó ese interés. Se puede destacar distintos tipos de proyectos a cuento recuperación de fragmentos se refiere: - Proyecto individual De repertorio específico En forma de estudio para determinados archivos En cuanto a la hora de catalogar, las normas por cuales los académicos se rigen, son desarrolladas entre las décadas de los setenta y noventa pero no hay una uniformidad a la hora de aplicarlas, algunos problemas que se detectan son (pp.58): - Desigualdad de criterios en la elección de la nomenclatura de tipología Uso indistinto, incluso en un mismo texto de diversos términos o lenguas para referirse a un mismo término No existe consenso a la hora de clasificación de tipología de letras Otro factor a destacar sobre las divergencias a la hora de catalogar, es a la hora de realizar la transcripción (pp.59), que puede variar si se utiliza una transcripción original o su se utiliza una más moderna. La ficha que propone este artículo, no tiene otro objetivo el evitar estas diferencias en el proceso de estudio, análisis y catalogación de fragmentos. MANUEL MATAMOROS CARVAJAL 2019/2020 Leclercq, H. (2004). La Secuencia. Barcelona: Antología de textos. Se entiende por secuencia (pp.6) a una determinada composición litúrgica que se desarrolló en la Edad Media, esta composición consistía en piezas “interpoladas”. Al largo neuma denominado jubilus, con el que concluye el Aleluya, se interpola un poema que recibió como nombre de sequentia. Esta novedad fui bien acogida ya que respondía a la necesidad de memorizar los grandes neumas que concluían el jubilus en la liturgia católica. En cuanto a la historia (pp.7) de la secuencia, hay que destacar la figura de Notker Balbulus, monje del monasterio de Saint- Gall a quien se le tribuye al menos la divulgación de la secuencia. Con el paso del tiempo, la secuencia fue tomando un carácter propio y logró independizarse del jubilus, tomando su propia autonomía. Las secuencias más tardías van tomando un carácter más característico emancipándose paulatinamente de las normas que regía las secuencias más primitivas, aunque se seguían usando ciertos elementos como la medida libre de la sílaba, la rima y el canto silábico, esto de una manera más relativa. En su evolución y desarrollo de la secuencia dio aparición a composiciones más particulares, se compusieron poemas dramáticos con diálogos, por ejemplo. En los monasterios fueron más reticentes a la hora de utilizar las secuencias, pero en las iglesias seculares esto no fue así. En la reforma de Trento (pp.18) la secuencia tuvo su lugar. Por aquella época la secuencia no tenía apenas valor poético, sino que constituía una tardía manera de “interpolar”, alargaba el oficio religioso. Este punto de vista fue tomado por los reformadores de Trento. La comisión encargada de gestionar este tema en particular, no estimó oportuno suprimir todo uso de secuencias por lo que se permitió la vigencia de cinco, las consideradas más bellas.