ReLeA Revista Latinoamericana de estudios Avanzados Vol. 14 • nº 28 • julio-diciembre 2008, pp. 17-38 depósito legal pp 199502dF401 issn: 1316-0486 Definiendo lo extraordinario en la arquitectura. Estudios estadísticos de la fenomenología de lo bello Defining the extraordinary in architecture. Statistical studies of the phenomenology of beauty JULIO BERMÚDEZ* RESUMEN Aunque el valor y performance de la arquitectura se basan en lo cualitativo, la calidad es algo difícil de definir, estudiar y «aplicar», especialmente cuando nos movemos fuera de parámetros objetivos de materialidad, tecnología o funcionalidad. Sin embargo, es justamente en la sutil calidad «estética» donde el público encuentra la contribución única del arquitecto. A pesar de que Vitruvio concibió esta dimensión y la llamó venustas (belleza) hace dos mil años, no hemos avanzado mucho más allá de teorías y generalizaciones de poca utilidad. Este artículo ofrece argumentos en apoyo de la necesidad de estudiar científicamente la fenomenología de lo bello en la arquitectura. Se presentan pautas, resultados y análisis de un esfuerzo de investigación dirigido en tal dirección. De abril de 2007 a abril de 2008 se efectuaron dos encuestas (en inglés y español) para juntar información empírica sobre experiencias arquitectónicas * Arquitecto, Ph.D., Associate Professor of Architecture. College of Architecture + Planning, University of Utah (Salt Lake City, Utah, USA). [email protected] Nota: Los números relacionados con la encuesta en inglés están en negritas, mientras que las estadísticas en español están [en itálicas entre corchetes]. Recibido: 05-05-09 / Aceptado: 13-05-09 17 JULIO BERMÚDEZ extraordinarias (EAEs). Las encuestas produjeron el mayor número de testimonios personales sobre la belleza arquitectónica en la historia (2.872). Este escrito presenta 14 respuestas, que cubren el proceso, naturaleza y efectos que caracterizan tales experiencias. Los resultados demuestran una fenomenología de comienzo repentino y sorprendente, devenir espontáneo, percepciones intensas-profundasvívidas, alto grado de conciencia, introspección y silencio, fuertes reacciones corporales, y niveles nemónicos remarcables. Las EAEs fueron mayoritariamente descritas como emotivas, sensuales-perceptivas-físicas, atemporales y placenteras. Se concluye presentando las áreas de investigación con mayor potencial para generar nuevo conocimiento usando la enorme base de datos creada. Palabras clave: “venustas” (belleza); Experiencias Arquitectónicas Extraordinarias (EAEs) y sensuales-perceptivas-físicas. ABSTRACT Quality is at the core of architectural value and performance. Yet it is hard to define, study, and ‘apply’, especially when we move beyond objective parameters of materiality, technology, or functionality. However, it is in the far more elusive quality of ‘aesthetics’ where the public most readily finds the architect’s unique contribution. Although Vitruvius realized this dimension and called it ‘venustas’ (beauty) 2,000 years ago, we have not advanced much beyond theories and generalizations that offer little use. This article provides arguments supporting the scientic study of the phenomenology of beauty in architecture. Criteria, results and analysis of one such effort are presented. From April 2007 to April 2008, two large surveys (in English and Spanish) were conducted in order to gather empirical information about Extraordinary Architectural Experiences (EAEs). The surveys produced the largest number of personal testimonies of architectural beauty ever collected (2,872). This paper presents 14 responses that cover the process, nature, and effects characterizing such experiences. The findings show a phenomenology of sudden and surprising arousal, spontaneous unfolding, intense/profound/vivid perceptions, high state of consciousness, no talking and silent/introspective manners, strong bodily reactions, and remarkable levels of recall. EAEs were overwhelmingly reported to be emotional, sensual/physical/perceptual, timeless, and pleasurable. The conclusion discusses areas that have the greatest research potential for generating knowledge using the created large database. Keywords: “venustas” (beauty); Extraordinary Architectural Experiences (EAEs) y intense/profound/vivid perceptions. 18 ReLeA / 28 / 2008 DEFINIENDO LO EXTRAORDINARIO EN LA ARQUITECTURA. ESTUDIOS ESTADÍSTICOS... INTRODUCCIÓN: MARCO DE ESTUDIO Hace dos mil años, Marco Lucio Vitruvio propuso tres principios de la arquitectura que han resistido el paso del tiempo: firmitas, utilitas y venustas; que han sido generalmente traducidos como seguridad / firmeza, utilidad / función, y belleza / deleite. Fir mitas se refiere a la integridad estructural y tecnológica que hace perdurar a los edificios en el tiempo. Utilitas invoca la naturaleza funcional y socio-cultural de la arquitectura. Venustas reconoce la experiencia de placer que la belleza de una obra nos produce. A pesar de que nuestra disciplina ha tenido éxito en estudiar y desarrollar conocimientos sobre los primeros dos principios, el tercero continúa siendo elusivo. Existen al menos dos razones para ello. Primero, venustas ha sido tradicionalmente asociada a la estética formal y, por lo tanto, homologada a la obra arquitectónica en sí misma. A pesar de haber producido resultados valiosos, esta interpretación objetivista es limitante y problemática, ya que desconoce la fundamental dimensión experiencial de la belleza. Si bien filósofos y expertos han visto este error e investigado la fenomenología estética (Dewey 1934, Heidegger 1971, Merleau-Ponty 1962, Norberg-Schulz 1985), sus contribuciones han sido teorías y conocimientos de poca utilidad, más allá de generalidades. Inclusive, los mismos arquitectos fallan cuando quieren describir sus experiencias estéticas. Las escasas veces que lo han hecho (y son realmente muy pocas las publicadas), nos ofrecen: a) narrativas analíticas y desapegadas, que evitan confrontar la naturaleza experiencial de venustas; o b) palabras inspirantes que nos tocan emocionalmente, pero casi nunca hacen progresar nuestra comprensión empírica de lo bello (Alexander 1979, Holl 1994, Frank 1979, Kahn 1979, Krinke 2005, Silvestrin 1999, Zumthor 2005). Es como si toda esta gente hubiese filtrado intelectualmente los resultados de sus observaciones fenomenológicas, borrando los datos concretos y reales, haciendo im posible que el lector o crítico pueda verificar la validez de lo dicho. ¡El mismo hecho de que haya tan pocas descripciones de las experiencias más extraordinarias de la arquitectura debería llamarnos la atención! ¿Qué es lo que está pasando? ReLeA / 28 / 2008 19 JULIO BERMÚDEZ Aquí descubrimos la segunda razón detrás de la dificultad de avanzar en nuestro conocimiento y entendimiento de venustas. La experiencia de la belleza se siente como algo personal y privado, de difícil medición interna (por introspección) o externa (por percepción o instrumentos). En efecto, venustas se despliega en el mundo interno, inmaterial y efímero de la conciencia y se mantiene escondida allí, a menos que sea compartida en testimonio. Estas condiciones intrínsecas de la fenomenología estética hacen que: a) sea muy difícil de articular verbalmente, más allá de generalidades; b) evitemos compartirla en testimonio por motivos confidenciales o presión social; y/o c) neguemos tal tipo de testimonio, por miedo a construir un conocimiento disciplinar sobre bases que son cuestionables o falsas. A pesar de que estas respuestas son comprensibles, debemos aceptar que no nos ayudan a progresar hacia un entendimiento maduro y real de venustas. Hay dos (o más) formas de responder a este problema. Una es recurrir a testimonios ejemplares, hechos por gente de conocida reputación, cosa que he realizado en otras ocasiones (Bermúdez 2009). Esto funciona bien en general con lectores o críticos que tienen una gran capacidad de empatía, confianza y admiración por la fuente utilizada, o han tenido una experiencia similar, y así corroboran algo ya vivido. Lamentablemente no funciona tan bien con los escépticos, los racionalistas o los que nunca han experimentado lo profundamente bello. Y, por supuesto, tampoco responde a las expectativas académicas de lógica racional o validación científica. Desde estas dos últimas perspectivas, no importa cuán confiables, importantes o consistentes sean las fuentes utilizadas, los testimonios siempre terminan siendo rechazados, por representar instancias individuales que no pueden ser objetivamente verificadas ni, por lo tanto, ser tomadas seriamente como ejemplos genuinos de un fenómeno real. Este no es, obviamente, un problema nuevo. Las ciencias sociales (antropología, psicología, sociología) lo confrontan diariamente. La pregunta es relativamente simple: ¿cómo se puede científicamente estudiar y dar validez y relevancia a testimonios o experiencias individuales, de carácter altamente subjetivos? Aquí recurrimos a 20 ReLeA / 28 / 2008 DEFINIENDO LO EXTRAORDINARIO EN LA ARQUITECTURA. ESTUDIOS ESTADÍSTICOS... la segunda manera de responder al problema que nos preocupa. Debemos en este caso juntar un número sumamente grande de tales expresiones personales (desarrollar una base de datos), para así estudiar el fenómeno colectivamente y descubrir por medio de análisis estadísticos e interpretativos, patrones intersubjetivos (similitudes, diferencias, relaciones, etc.) que validen por generalización y confiabilidad estadística tales testimonios individuales. Fue por responder a este problema de rechazo y escepticismo científico por lo que decidí desarrollar un proyecto de estudio estadístico de la fenomenología de venustas, basado en una encuesta masiva sobre las experiencias extraordinarias de arquitectura. Lo que sinceramente no me esperaba, y que me impulsó aún más a realizar este trabajo, fue descubrir que un estudio así nunca había sido hecho hasta ahora en la arquitectura. Discusiones con prominentes críticos, profesionales e investigadores de la arquitectura1, así como también un creciente número de artículos, editoriales, libros y conferencias, confirmaron aún más que una investigación científica sobre la fenomenología estética era relevante, necesaria y oportuna2. ENFOQUE DE LA INVESTIGACIÓN: LO EXTRAORDINARIO EN LA ARQUITECTURA Hemos dicho que, a diferencia de firmitas y utilitas, nuestro conocimiento y entendimiento de venustas no ha evolucionado significativamente desde la época de Vitruvio. Si bien hay que reconocer 1 Entre otros he tenido conversaciones directas con los profesores Tom Barrie (North Carolina State University), Michael Benedikt (University of Texas en Austin), Karsten Harries (Yale University), Alberto Pérez-Gómez (McGill University), y David Seamon (Kansas State University); el crítico de arquitectura Paul Goldberger, el editor de la revista Architectural Record Robert Ivy, y los arquitectos Alberto Campo Baeza (España), Steven Holl (USA). Norman Koonce (ex CEO del American Institute of Architects), Nili Portugali (Israel), y Juhani Pallasmaa (Finlandia) 2 Por ejemplo, ver Benedikt 2007, Ivy 2006, Koonce 2005, Pérez-Gómez 2006, y los simposios sobre neurociencia y arquitectura en San Diego en 2006; sobre lo inefable en la arquitectura en Yale University en 2007; sobre atmósfera y ambiente arquitectónicos en Grenoble, Francia, en 2008; y sobre arquitectura y espiritualidad en Oregon en 2009. ReLeA / 28 / 2008 21 JULIO BERMÚDEZ que en parte esto se debe a haber carecido de métodos científicos adecuados, también debemos aceptar cierta culpa, al menos en el último siglo. Existe en muchos de nosotros una resistencia tácita al uso de estudios empíricos y cuantitativos como métodos válidos para comprender algo que es esencialmente cualitativo: la fenomenología de lo bello. Es interesante observar que tanto las mentes científico-racionales como las artístico-sensibles comparten este prejuicio (por razones diferentes). Los extremos se juntan y explican nuestra falta de evolución, aun cuando existen las herramientas y los métodos para hacerlo. Para romper con este status quo es necesario suspender, al menos por un tiempo, nuestra creencia (y es una creencia) de que la experiencia de venustas no puede ser descrita o cuantificada de alguna manera. Considero que adoptar este paréntesis nos permite tomar una posición más seria, rigurosa y madura, que nos pone en capacidad de investigar la fenomenología de venustas sin asumir nada. Hay que ser honestos también y reconocer la dificultad de recoger un gran número de testimonios detallados usando una metodología rigurosa, y al mismo tiempo retener la frescura y «espesor» de las experiencias reportadas. Parcialmente, para responder a este desafío, pero especialmente por otros cinco motivos detallados a continuación, decidí que este estudio se enfocase en eventos estéticos extraordinarios, es decir, en las vivencias más profundas, duraderas y/o intensas que la gente tiene con la arquitectura. El primer motivo para tomar esta decisión se basa en que las fenomenologías extraordinarias de la arquitectura amplifican los efectos experienciales y así hacen más fácil estudiar venustas que en circunstancias normales. El segundo es que estas experiencias tienen tal impacto que garantizan una mayor fijación nemónica, y así facilitan el acopio y la confiabilidad de la información. Tercero, las vivencias excepcionales de venustas tienen consecuencias duraderas en la vida de la gente y los profesionales. Cuarto, lo extraordinariamente bello está usualmente relacionado con lugares y/o atributos perceptivos bien conocidos, que simplifican su análi- 22 ReLeA / 28 / 2008 DEFINIENDO LO EXTRAORDINARIO EN LA ARQUITECTURA. ESTUDIOS ESTADÍSTICOS... sis objetivo más tarde. Y quinto, estos eventos han recibido muy poca o ninguna atención por parte de la fenomenología tradicional, y, por lo tanto, cualquier descubrimiento tendría un mayor potencial de impacto en nuestra disciplina. De abril de 2007 a abril de 2008 conduje dos encuestas por internet en forma paralela e independiente, una en inglés y la otra en español. Las encuestas definieron la Experiencia Arquitectónica Extraordinaria (o EAE) como: un encuentro con un edificio o lugar que altera fundamentalmente nuestro estado normal de ser. Por «alteración fundamental» se entiende un fuerte y duradero cambio en nuestra apreciación física, perceptiva, emocional, intelectual y/o espiritual de la arquitectura. En contraste, una experiencia arquitectónica común, aunque interesante o estimulante, no causa un impacto significativo en nuestras vidas. Ambas encuestas usaron las mismas 35 preguntas sobre la experiencia (30) y el participante (5). Las encuestas tomaban unos 10 minutos para responder, y no tenían restricción de acceso en internet. Las encuestas produjeron un récord histórico en términos del número de testimonios personales obtenidos: 2.872 (1.890 en inglés y 892 en español). Sin embargo, como la participación fue totalmente voluntaria, abierta y sin supervisión, el resultado no constituye un muestreo científico de una población en particular. Los participantes predominantemente: a) tenían educación universitaria (90% [90%]), b) la arquitectura era su campo de estudio (55% [69%]), y c) tenían entre 25 y 40 años de edad (39% [39%]), con el grupo de 41-55 años inmediatamente después (28% [36,5%]). Sin querer negar las limitaciones que puede causar esta representación distorsionada (con respecto a la población en general), hay también varias ventajas. Por ejemplo, tener respuestas de gente muy bien educada en arquitectura nos da una mayor confianza sobre la información obtenida. Esto es particularmente importante en nuestro caso, ya que estamos trabajando con problemáticas que son muy difíciles de entender, medir y describir. De cualquier ReLeA / 28 / 2008 23 JULIO BERMÚDEZ forma, las casi 2.900 respuestas obtenidas permiten estudios estadísticos de la población participante con total validez científica. La amplitud, profundidad y cantidad de información recolectada permite una investigación de EAEs sin precedentes. Por ejemplo, hay 28 dimensiones experienciales medidas cuantitativamente y, por lo tanto, analizables estadísticamente por sí mismas o en comparación con otras (en pares, en grupos o en conjunto). Las posibilidades analíticas son magnificadas exponencialmente por la información de entrada en las dos preguntas abiertas (que produjeron más de 130.000 palabras o 250 páginas de texto). Además, hay cinco dimensiones calificantes de los participantes (edad, sexo, nivel y tipo de educación, residencia), que nos ofrecen una invalorable fuente para el análisis comparativo respecto a la población encuestada y en relación con el resto de los datos. Finalmente, las diferencias culturales implícitas en las encuestas en español e inglés nos brindan una muy rara oportunidad de comparar cómo diversas sociedades, lenguajes y costumbres estructuran la atmósfera cualitativa de la arquitectura. Ya que es imposible cubrir los resultados de las encuestas en el espacio de este artículo, me limitaré a analizar brevemente 14 respuestas que cubren el proceso, la naturaleza y los efectos que caracterizan a las EAEs. ANÁLISIS DE LAS ENCUESTAS Comienzo de EAEs (2 preguntas) Pregunta 4: «El comienzo de su EAE fue: a) gradual, b) de golpe, c) no recuerdo». Pregunta 5: El comienzo de su EAE fue: a) sorprendente, b) predecible, c) no recuerdo. Los participantes confesaron que el comienzo de estas experiencias excepcionales es de golpe (51% [58%]) y sorpresivo (76% [83%]). El hecho de que los números para «gradual» sean todavía altos (46% [39%]), pero no para «predecible» (20% [13%]), implica que un arribo lento y progresivo de la experiencia puede no nece- 24 ReLeA / 28 / 2008 DEFINIENDO LO EXTRAORDINARIO EN LA ARQUITECTURA. ESTUDIOS ESTADÍSTICOS... sariamente disminuir su efecto de shock. El muy bajo nivel de «no recuerdo» reportado en ambas preguntas (alrededor de 3%) indica que el impacto de estas situaciones extraordinarias en la gente es lo suficientemente potente como para ser recordado por largo tiempo. Desarrollo de EAEs (1 pregunta) Pregunta 17: ¿Fue su experiencia espontánea?: a) si, b) no, c) no recuerdo. Los participantes de las encuestas reportaron extremadamente altos niveles de espontaneidad (78% [91%]). Esto concuerda perfectamente con la naturaleza sorprendente e inmediata de la experiencia descrita. La combinación de esta característica con las dos anteriores implica una actitud viva, libre, abierta y relajada hacia lo que está ocurriendo, que es consistente con la suspensión de preconcepciones, ideas y control, que los individuos generalmente ejercen en la mayoría de sus situaciones diarias. Las tres dimensiones juntas también insinúan un tipo de experiencia llena de frescura y dirigida al descubrimiento o el juego, y que tarde o temprano termina desafiando lo que la persona sabe o espera. Fin de EAEs (1 pregunta) Pregunta 19: ¿Fue su experiencia finalizada a su voluntad?: a) si, b) no, c) no recuerdo. Los participantes de las dos encuestas dijeron que la experiencia había terminado sin su consentimiento, o sea, por sí misma (51% [44%]). Esto se relaciona bien con la espontaneidad descrita, así como con el comienzo instantáneo y sorprendente. En otras palabras, la experiencia finaliza como empieza: por sí misma. El alto nivel de «no recuerdo» (16% [19%]) apoya la respuesta de terminación no consensual: ¿Quién finalizaría conscientemente algo tan excepcional y luego no recordarlo? Esto pondría la estadística de «fin sin consentimiento» a un nivel de 67% [63%]. Esta respuesta también sugiere que la gente no tuvo un completo control de la ReLeA / 28 / 2008 25 JULIO BERMÚDEZ situación, y/o no quería que la experiencia terminara: la EAE era apreciada en sus propios términos (ver «Carácter» debajo). Efectos de EAEs (Siete preguntas) Durante su transcurso, la EAE provocó que: Pregunta 8: ¿Hablase?: a) sí, b) no, c) no recuerdo Pregunta 9: ¿Lagrimeé o lloré?: a) sí, b) no, c) no recuerdo Pregunta 10: ¿Tenía temblores, piel de gallina, escalofríos?: a) sí, b) no, c) no recuerdo Pregunta 11: ¿Quedé en silencio e introspectivo?: a) sí, b) no, c) no recuerdo Pregunta 12: ¿Me hice más consciente?: a) sí, b) no, c) no recuerdo Durante su transcurso, su EAE fue sentida en forma: Pregunta 13: ¿Estable?: a) sí, b) no, c) no recuerdo Pregunta 14: ¿Intensa?: a) sí, b) no, c) no recuerdo Pregunta 15: ¿Profunda?: a) sí, b) no, (c) no recuerdo Pregunta 15: ¿Vívida?: a) sí, b) no, c) no recuerdo Los participantes claramente respondieron que las EAEs los hicieron entrar en un estado introspectivo y silencioso (87% [87%]), caracterizado por no hablar (62% [57%]), fuertes reacciones corporales (56% [43%]), y con un grado de conciencia mayor al normal (92% [78%]). A pesar de que solamente 1 de 5 personas reportaron haber llorado, esta expresión es tan poderosa que su gran presencia relativa confirma el tremendo poder emocional que tienen estas experiencias. Además, los participantes concordaron completamente en que la EAE es sentida en forma intensa (80% [88,5%]), profunda (89% [91,5%]) y vívida (85,5% [84,5%]). No es clara la respuesta respecto a «estabilidad», con sólo una pequeña mayoría de acuerdo (46% [47,5%]), pero con un alto nivel de «no recuerdo» (17% [13,5%]). A pesar de que un análisis estadístico correlativo o estudio interpretativo de estos resultados se podría llevar el resto de este 26 ReLeA / 28 / 2008 DEFINIENDO LO EXTRAORDINARIO EN LA ARQUITECTURA. ESTUDIOS ESTADÍSTICOS... artículo, es suficiente decir que existe una consistencia fundamental en las respuestas. Por ejemplo, la intensidad, la profundidad y el brillo general de las EAEs descritas concuerdan totalmente con el alto grado de conciencia reportado por los participantes. Estas fenomenologías deben detener el normal funcionamiento verbal, y simultáneamente abrir otras formas de conocer, sentir y percibir, que van más allá de las operaciones discursivas de la neo-corteza y el lado izquierdo del cerebro. Los efectos físicos de la EAE en el cuerpo sólo refuerzan lo que debe considerarse como un estado de gran emotividad fuera del control del individuo: la persona descubre sus propias reacciones, a medida que ocurren (de golpe, sorpresivamente, espontáneamente). Lo dudoso de la respuesta sobre estabilidad quizás encuentra sentido en que estos eventos tan fuera de lo común pueden fácilmente empujar a la gente más allá de su nivel de confortabilidad. Sin embargo, las otras cualidades de atemporalidad y placer reportadas (ver abajo en «Carácter») deberían desempeñar un rol estabilizador y tranquilizador. Memoria (1 pregunta) Pregunta 28: ¿Cuán vívido o claro es hoy su recuerdo de esta experiencia extraordinaria?: a) fuerte (como si fuese ayer), b) moderado, c) vago La mayoría de los participantes (63,5% [63,5%] de las veces) eligió la primera opción («fuerte»), con «moderado» en segundo término (33,5% [34%]), y «vago» en un distante tercer puesto, con un 3% [2,5%]. Cuando consideramos esta respuesta en el contexto de las demás preguntas que demandan recuerdos específicos, los testimonios compartidos son situaciones ocurridas hace varios años (muchas veces son más de 10 años), y el bajo nivel de «no recuerdo» expresado en cada una de ellas (entre 1 y 8% del total en ambas encuestas) nos permite apreciar el tremendo poder nemónico que tienen estas vivencias. Tal nivel de evocación en los dos grupos también verifica desde otra perspectiva el poder emocional que las EAEs deben de tener, ya que la memoria está directamente asociada con la conexión emocional entre sujeto y evento. ReLeA / 28 / 2008 27 JULIO BERMÚDEZ Carácter de EAEs (1 pregunta) La pregunta 7 pedía a los participantes elegir cinco características definitorias de sus experiencias, usando un listado de ocho palabras y/o introduciendo hasta tres cualidades por ellos establecidas (la categoría «Otro»). Esta tabla resume los resultados. TABLA 1 RESUMEN DE LAS RESPUESTAS A LA PREGUNTA 7: ¿CÓMO CARACTERIZARÍA SU EAE? (ELIJA 5) Encuesta en inglés Rango % Respuesta Participantes % % Encuesta en español Naturaleza % Naturaleza Participantes Respuesta Sensual/Perc/Física Emocional 76,5 22,0 1 18.0 71,0 2 17,5 70,5 Emocional Sensual/Perc/Física 50,0 14,5 3 12,5 50,0 Atemporal Estado de Placer 38,5 11,0 4 10,5 41,0 Estado de Placer Atemporal 37,0 10,5 5 9,5 38,0 Personal/Privada Analítica/Intelectual 34,5 10,0 6 9,0 35,5 Analítica/Intelectual Otro #1 33,0 9,5 7 8,5 34,5 Otro #1 Personal/Privada 28,0 8,0 8 6,5 25,5 Estado de Gracia Estado de Gracia 23,0 7,0 9 4,0 17,0 Otro #2 Alerta 14,5 4,0 10 3,0 11,0 Alerta Otro #2 6,5 2,0 11 1,0 3,5 Otro #3 Otro #3 5,0 1,5 Es imposible no notar la increíble similitud en respuestas de dos grupos de personas que viven tan alejadas en espacio, lenguaje y cultura. Las primeras cuatro elecciones son idénticas (aunque en diferente orden): las EAEs son esencialmente vivencias sensualperceptivas-físicas, emocionales, atemporales y placenteras. El gran número de respuestas apoyando el carácter sensualperceptivo-físico (1° [2°]) de EAEs afirma el rol que juega lo material y observable en estas situaciones únicas. Esta dimensión generalmente llamada «objetiva» siempre ha estado en el centro de venustas y tradicionalmente relacionada con consideraciones compositivas, tectónicas y empíricas. Sin embargo, es importante 28 ReLeA / 28 / 2008 DEFINIENDO LO EXTRAORDINARIO EN LA ARQUITECTURA. ESTUDIOS ESTADÍSTICOS... reconocer que, aunque claramente impactada y relacionada con la obra arquitectónica, venustas es vivida como un hecho fenomenológico que está fuertemente relacionado con el individuo. El hecho de que esta cualidad, definida como sensual-perceptivo-físico, esté directamente asociada con nuestro cuerpo facilita la aclaración. Como explica Merleau-Ponty (2002), la percepción sensorial, que comienza, se construye y se siente a través del cuerpo, es la conciencia y se permea profundamente en la naturaleza misma del ser. El alto ranking de la emoción (2° [1°]) es consistente con el impacto poderoso y duradero de estas experiencias. La emoción es el componente más importante para fijar un evento en la memoria. Los sentimientos son también instrumentos para elevar la atención y la conciencia, que son estimuladas y, a su vez, estimulan reacciones corporales (lagrimeo, temblores, piel de gallina, escalofríos, etc.) y provocan respuestas y percepciones intensas, profundas y vívidas. El prominente rol de la emoción también explica la alta «subjetividad»3 que define lo profundamente estético. La elección de la «atemporalidad» (3° [4°]) para describir EAEs nos apunta a condiciones que desafían nuestro estado consciente normal, con su movimiento infrenable del pasado hacia el futuro. Esto implica un nivel de presencia y conciencia que han sido detenidas, y que nos permite acceder a un momento eterno de tranquilidad, discernimiento, espiritualidad y otras cualidades totalmente fuera de lo común (ver «Conclusiones» abajo). Pero, ya que detener el tiempo necesariamente implica colapsar el espacio, esta respuesta propone que las EAEs nos ponen en algún punto de vista absoluto, que está libre del devenir relativo y vertiginoso del mundo egocéntrico. Es difícil no traer a colación las pinturas de Edward 3 Los participantes de habla inglesa seleccionaron «Personal/Privado» como su quinta descripción de las EAEs (38%), mientras que los de habla hispana la ranquearon a una séptima posición menos prominente [28%]. A pesar de que tal diferencia puede tener algo que ver con una actitud más individualista en las culturas de habla inglesa, debimos reconocer que al menos un 25% de los participantes de habla hispana también optaron por ella. Esto (junto con las respuestas a otras preguntas) da cierta validez al clásico argumento de que lo estético es fundamentalmente algo subjetivo y sólo accesible en experiencias de primera persona (ver Wilber, 1994). ReLeA / 28 / 2008 29 JULIO BERMÚDEZ Hopper y Giorgio de Chirico, que logran capturar atmósferas cargadas de un instante sin tiempo. El Placer (4° [3°]) en este contexto de EAEs reconoce el disfrute o satisfacción que resulta de experimentar venustas. Mientras que la «atemporalidad» se refiere a una cierta descorporización y a la mente, el placer, por otro lado, tiene connotaciones eróticas (de Eros) a varios niveles, viscerales y emocionales. Al darnos un respiro de nuestra constante búsqueda para satisfacer el deseo, el placer nos transporta a un estado de calma o exaltación (depende de la persona y la situación), que nos permite disfrutar y así apreciar completamente lo que está presente. El carácter «Analítico-Intelectual» ha sido clasificado por debajo de lo que muchos hubiesen esperado (6° [5°]), pero con un consenso similar a 35.5% [34,5%]). Este descubrimiento (en el contexto de esta discusión) indica que venustas no es definible por el pensamiento o las actividades cerebrales relacionadas con él mismo. Esto no necesariamente implica la irrelevancia del pensamiento o del análisis. Sólo afirma que el pensar viene en quinta o sexta posición en importancia; lo que implica que las EAEs no pueden ser limitadas, estudiadas o explicadas como eventos cognitivos, críticos o intelectuales. Esto decididamente apoya lo que James Elkins explica tan claramente en su libro Pictures and Tears. De acuerdo con Elkins (2001), cuando los críticos de arte están frente a una pintura, no pueden más que utilizar sus conocimientos y habilidades críticas; como este abordaje es básicamente lógico-analítico, depende de establecer una distancia «objetiva» entre el crítico y la obra de arte. La separación intelectual que se produce crea un escudo cognitivo, que impide el desarrollo de la relación íntima necesaria para que la obra de arte provoque la excitación estética. En otras palabras, un acercamiento altamente intelectual-analítico impide una experiencia profunda de venustas. Poder cualitativo de EAEs Como es de esperar, estos resultados empiezan a delinear aspectos concretos de EAEs. Sin embargo, su enfoque empírico, 30 ReLeA / 28 / 2008 DEFINIENDO LO EXTRAORDINARIO EN LA ARQUITECTURA. ESTUDIOS ESTADÍSTICOS... cuantitativo y compartamentalizado no comunica la destacada calidad de estas experiencias excepcionales. Por ejemplo, consideremos las siguientes narrativas que siete participantes comparten con nosotros en una de las dos preguntas abiertas4: Sagrada Familia, Barcelona, España, sin fecha: «Si bien soy practicante religioso, soy también una persona fuertemente racional, acostumbrada a hacer encajar las ideas y las percepciones en categorías comprensibles. Al entrar en la catedral, sentí que todo eso se desmoronó de golpe, que no podía sustentar todo lo que me rodeaba en categorías conocidas, y que era como si mi capacidad de entender racionalmente fuera impotente ante la complejidad y a la vez la unidad de toda esa belleza. Me puse a llorar, pero era como de felicidad, y lo único que atiné a decir en voz alta dos veces, porque estaba sola (y ustedes perdónenme la expresión, por favor, fue con amor) fue «Gaudí, sos un hijo de p…, no tenés derecho a hacerme esto ...». Salk Institute, La Jolla, California, EEUU, 1971. «Llegamos a la obra y directamente caminamos a la plaza sin ir a la oficina de recepción. En los primeros cinco minutos de estar en la plaza y ver el horizonte, recuerdo haber experimentado una tremenda explosión de alegría. Recuerdo que (de golpe) me di cuenta de que ahora estaba envuelto y relacionado con algo más poderoso y grande de lo imaginable. Recuerdo un sentimiento físico en mi pecho: como tener el corazón en la garganta, que nunca había tenido antes (pero que he sentido después). También me acuerdo de querer moverme –quería correr; abrir mis brazos; hacer cualquier cosa, salvo quedarme quieto–. Fue como si de repente supiese algo que hasta ese momento había desconocido. También recuerdo pensar que no veía una correspondencia directa entre lo que estaba sintiendo y la obra arquitectónica. Es esta misma extraña sensación la que en retrospectiva me dirige a la emoción que realmente sentí: me puse en contacto con algo 4 La pregunta 29 invitaba al participante a compartir su experiencia. Lo expresaba así: Si lo desea, y en menos de 500 palabras, cuéntenos su EAE tan exactamente como la recuerda. ReLeA / 28 / 2008 31 JULIO BERMÚDEZ sobrecogedor y mucho más grande que la arquitectura. Alegría y optimismo». Petra, Jordania, 1983. «Estaba visitando Petra solo… luego de caminar a través y alrededor de docenas de edificios antiguos excavados en la piedra viva color rosa, naranja y ocre. Dentro y fuera de un triclinium romano, que parecía como si hubiese sido usado ayer por nabateos durante una fiesta de recepción a las caravanas de paso. Fachadas que parecían iglesias barrocas, excepto que habían sido cavadas mil años antes. La experiencia profunda vino al final de este día, al lado de un precipicio, mirando la luz del atardecer, los rayos dorados tocando las rosadas rocas en oleadas de calor estival. Se manifestó como un deseo de arrojarme al precipicio como sacrificio a la belleza. Me contuve, pero nunca me olvidé de esta imagen». Torres Gemelas, Nueva York, EEUU, 2001. «Un impacto visual y espiritual a la vez, que se iba acrecentando a medida que la iba recorriendo en su totalidad, llegando al éxtasis total al llegar a la cumbre (terraza) y tomar real dimensión de la increíble sensación de fantasía arquitectónica que estaba viviendo (como estar sumergido en un sueño de inmenso placer)». El Partenón, Atenas, Grecia 2004. «Para llegar hasta la Acrópolis en Atenas mi camino fue muy largo. Ese camino transcurre en entera conciencia y a voluntad y, por lo tanto, el encuentro es predecible. Pero en todo lugar turístico existe un factor perturbador, que es el ruido y malestar que provoca la actitud del turista. Uno no puede sustraerse tan fácilmente a esa suerte de profanación del lugar que uno entiende sagrado. Superado el contraste entre lo supuesto y lo que se encuentra, el espíritu se aquieta y encuentra el justo punto interior, donde casi sin querer comienza un diálogo con lo que es… asumo que es el instante en el que uno toma conciencia exacta de saber dónde está. Este instante es inevitablemente conmovedor... un pequeño momento de lucha interna no permite aflorar el sentimiento más profundo, una suerte de represión interna es vencida finalmente, para dar lugar a un estado de liberación absoluta que sobrepasa 32 ReLeA / 28 / 2008 DEFINIENDO LO EXTRAORDINARIO EN LA ARQUITECTURA. ESTUDIOS ESTADÍSTICOS... lo físico... es un estado de gracia, es espíritu puro... una sensación de atemporalidad, de estar fuera del tiempo, eleva la conciencia, agudiza los sentidos y estamos solos frente a lo que es, entregados a lo que es sin resistencia, sin prejuicios ni conceptos ni ideas, es lo que es en un entero estado de contemplación... ya no hay ruido y nadie alrededor... es mágico... volvemos a la “realidad” con una sensación de profundo bienestar, amor por la gracia y mucha paz interior...». Machu-Picchu, Perú, 2005. «Al llegar a la parte alta, desde donde se domina la famosa vista de Machu-Picchu, conocida mundialmente, me quedé prácticamente sin habla, experimentando una profunda e intensa sensación de gozo interior, de fascinación, de admiración; una sensación de hieratismo reverente aletargó mis emociones, al grado de permanecer ahí por bastante tiempo, mudo de asombro, queriendo abarcarlo todo y lamentando que mi vista no pudiera colmar el mandato de mi cerebro, ávido de imágenes. Extasiado como estaba, ni el frío hizo mella en mi ánimo; una densa capa de nubes cubría toda la meseta y dejaba caer una leve llovizna. Con o sin nubes, estar ahí era como arañar la gloria (¡si bastaba alzar mi mano para palpar el humor acuoso del cielo encapotado!). Se diría que la experiencia era religiosa: una comunión con lo que de eterno tiene la naturaleza viva y la naturaleza humanizada». Isla de Amantaní, en el lago Titicaca, Perú 2007. «No sirven las palabras. La experiencia es única, personal e intransferible. Es volver a descubrirnos internamente; el lugar, el paisaje y su gente nos hacen vibrar de una manera distinta y nos alineamos con fuerzas mágicas y universales». Estas siete historias ofrecen un ejemplo diminuto de las más de mil narrativas voluntariamente compartidas por los participantes de las encuestas. La mayoría cubre vivencias sobrecogedoras, inefables e irresistibles. Es innegable que sus autores accedieron a un plano extraordinario de conciencia, que parece, al menos superficialmente, similar en sensación, emoción, intuición o discernimiento al de experiencias sublimes. Esto no es de extrañar. Desde la an tigüedad hemos visto a filósofos reconocer la relación fundamental ReLeA / 28 / 2008 33 JULIO BERMÚDEZ entre lo bello y los estados sicológicos sublimes (por ejemplo, Platón, Plotino, Kant, Burke, Schopenhauer, Gadamer). Los resultados obtenidos en las encuestas nos ofrecen datos empíricos que no sólo apoyan estas observaciones, sino también denotan reacciones sicológicas y corporales de EAEs, no bien conocidos o validados hasta ahora. En su mejor expresión, el más material de los artificios humanos —la arquitectura— nos transporta a lo más inmaterial. Y, si bien esto puede no sucederle a todo el mundo, es definitivamente cierto que un número considerable de individuos encuentra que venustas ofrece un tránsito (o acceso) a lo sublime y lo sagrado. He aquí que no nos sorprende que los participantes de las encuestas reporten sin la menor ambigüedad que sus EAEs hayan modificado permanentemente su comprensión y su apreciación de la arquitectura (81.5% [80,5%]). Aquí prestemos atención. Lo que se está diciendo es que estas experiencias irreversiblemente cambian el marco interpretativo de algo muy cercano y conocido para la mayoría de los miembros de la población encuestada (55% [69%]). Sin embargo, las EAEs logran producir tal «milagro». Un cambio tan fuerte y transformador no puede ser explicado, a menos que reconozcamos a cierto nivel la naturaleza numinosa de venustas. CONCLUSIÓN Retornando al principio de este artículo, podemos repetir que venustas está en el centro de lo que es la calidad arquitectónica. He aquí la razón de este esfuerzo por definir la fenomenología de lo bello mediante la construcción cuidadosa de una base de testimonios masivos, en conjunción con su sistemático análisis científico y/o hermenéutico (Gadamer, 1998). A pesar de que los descubrimientos presentados en este artículo comienzan a dibujar un mapa de los procesos y estructuras fenomenológicas comunes a venustas, queda mucho por hacer. Un área importante de investigación será estudiar la correlación entre los estados subjetivos reportados y las condiciones objetivas presentes en una obra en particular. Por ejemplo, ¿cómo los estados psicológi- 34 ReLeA / 28 / 2008 DEFINIENDO LO EXTRAORDINARIO EN LA ARQUITECTURA. ESTUDIOS ESTADÍSTICOS... cos descritos por múltiples individuos en el Panteón de Roma se relacionan con los atributos físicos de ese lugar? ¿Hay conexiones entre tales relaciones y aquellas encontradas en otras obras? ¿Podemos desarrollar marcos o perfiles sicológicos y arquitectónicos que estimulen el despertar de EAEs? ¿Cuál es el impacto de la edad, sexo, cultura y otras variables en venustas? Este tipo de preguntas pueden tener implicaciones importantes en nuestra comprensión de la relación entre arquitectura e individuo, calidad y cantidad de maneras que comienzan a equilibrar nuestra base de conocimiento, tan desequilibrada en favor de utilitas y firmitas. Esto nos conducirá indudablemente a desarrollar mejores herramientas y métodos para comprender, diseñar, simular, comprobar y evaluar aspectos cualitativos de la arquitectura, así como también promoverá el avance de otras disciplinas (Psicología, Fenomenología, Neurociencia y Crítica del Arte). Por otro lado, el perfil psicológico-corporal de EAEs que comenzamos a vislumbrar es mucho más extraordinario de lo esperado. Hemos visto que una experiencia ‘plena’ (profunda y total) de venustas es un rapto emocional, que nos da acceso inmediato a la naturaleza intemporal de la realidad física, sensorial y perceptiva. Durante su devenir se reportan vivencias que desafían muchas de nuestras creencias, expectativas, ideas y conocimientos; como, por ejemplo, la unión total de sujeto-objeto; una completa intuición de lugar, de uno mismo y de la vida; significativas anormalidades en la percepción espacio-temporal; un éxtasis de bienestar; encuentros con lo divino, y la trascendencia del lenguaje, entre otras. Esto es exactamente a lo que un 33% de los participantes aludió al introducir sus propias palabras para calificar sus EAEs (en la categoría «Otro» de la pregunta 7). Las cinco palabras más usadas (a veces empatadas en la clasificación) fueron: espiritual (1° [1°]), paz (2° [4°]), admiración (3° [3°]), impresionante-inspirante-estimulante (4° [2°]), ensueño o «de otro mundo» (5° [4°]), e iluminación-despertar [5°], o grandeza-magnificencia [5°]. Nuevamente, véase la increíble consistencia de palabras elegidas libremente por dos grupos enormes de personas actuando en forma totalmente aislada. Es imposible no ver que venustas «a pleno» presenta condiciones ReLeA / 28 / 2008 35 JULIO BERMÚDEZ fenomenológicas sólo comparables a estados no-duales típicos en experiencias pico (Csikszentmihalyi 1998), meditación profunda (Goldman 1988), situaciones creativas de gran intensidad (Ghiselin 1952) o epifanías místicas y religiosas5 (James 1905). Por lo pronto, este trabajo comienza a dar validez científica a lo que Vitruvio y tantos otros han venido diciendo desde hace veinte siglos: venustas es una experiencia de una realidad imposiblemente profunda, sublime y espontánea; una realidad presentada y construida como arquitectura6. Y, aunque no podemos depender de nuestras habilidades analíticas para disfrutar venustas –casi 2.900 individuos concuerdan en que lo que necesitamos es, en cambio, desarrollar nuestras capacidades emocionales, perceptivas e intuitivas–, podemos definitivamente usar la mente para dirigir nuestro método de aproximación a la arquitectura. AGRADECIMIENTO Quiero agradecer a las miles de personas de todo el mundo que brindaron su tiempo al participar en las encuestas. Cada uno de esos 2.872 actos altruistas no sólo ayuda al avance de nuestro conocimiento sino que, más importante aún, son una prueba viviente del poder verdadero y duradero de la arquitectura en nuestra existencia. 5 Las investigaciones contemporáneas sobre la neurofisiología de las experiencias religiosas definitivamente apoyan este paralelo. Por ejemplo, durante el simposio sobre neurociencia y arquitectura en 2006 en La Jolla (California, EEUU), los doctores Patrick Russell y Andrew Newberg presentaron evidencias basadas en estudios neurocientíficos de experiencias religiosas (e.g., plegaria, meditación, visualización de divinidades) y su relación con fenómenos perceptivos asociados a la arquitectura religiosa. Ver también el trabajo del Dr. Richard Davison del Laboratory for Affective Neuroscience de la University of Wisconsin. 6 Nos acordamos aquí de los argumentos que Michael Benedikt (1987) ofrece para defender que el rol esencial de la arquitectura es el de presentar la realidad. 36 ReLeA / 28 / 2008 DEFINIENDO LO EXTRAORDINARIO EN LA ARQUITECTURA. ESTUDIOS ESTADÍSTICOS... REFERENCIAS ALEXANDER, CHRISTOPHER (1981). El Modo Intemporal de Construir. Barcelona: Editorial Gustavo Gili. AUSTIN, JAMES (1998). Zen and The Brain. Cambridge, Mass.: MIT Press. BENEDIKT, MICHAEL (2007). God is the Good We Do: Theology of Theopraxy. Botino Books. BENEDIKT, MICHAEL (1987). For an Architecture of Reality. New York: Lumen Books. BERMÚDEZ, JULIO (2009). «Fenomenologías arquitectónicas extraordinarias: Experiencias No-dualistas y la reducción de Husserl», Polis 10 Santa Fe, Argentina, Universidad del Litoral. CSIKSZENTMIHALYI, MIHALY (1998). 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