APUNTES UNIDAD DIDÁCTICA I Curso de Hipnosis Clínica ‐ OnLine © Josep Mañogil PRESENTACIÓN E INTRODUCCIÓN A LA HIPNOSIS La hipnosis es un estado psicológico especial, al que se añaden determinados atributos fisiológicos. Aunque su nombre proviene del término «hypnos», que en griego significa sueño, solo se parece a éste de forma superficial. (Enciclopedia Británica) Hipnosis: Estado artificial provocado por la sugestión y caracterizado por una acusada sensibilidad a la influencia del hipnotizador y por la disminución a la receptividad de otras influencias. (Enciclopedia Espasa) La hipnosis es un estado especial donde se puede con la palabra u otro estímulo siempre provocado por ella, crear un modo particular de accionar de la mente humana, capaz de variar —en función de las necesidades— la manifestación de los procesos volitivos para permitir la expresión plena de potencialidades cerebrales, que en estado de vigilia y por mecanismos neurofisiológicos defensivos, no se manifiestan de forma activa. Es un proceso natural creado en el hombre por sí mismo u otra persona, que implica siempre la actividad cerebral en su unidad y diversidad, lo que facilita principalmente operar bajo nuevas condiciones, aumentando la productividad neuronal y psicológica, así como la eficacia de la respuesta somática ante las nuevas urgencias y necesidades del organismo. (Hipnosis y sus aplicaciones terapéuticas. Alberto Cobián Mena, 2004) Hipnosis, más fácil de lo que crees Desde luego, el mundo de la hipnosis es complejo; hay mucho que aprender. Pero a veces la avalancha de información que podemos encontrar en los medios de comunicación de masas nos confunde más que nos informa: webs especializadas, seminarios, cursos y cursillos los hay a centenares. Unos simplifican en exceso, otros lo complican extraordinariamente con protocolos y teorías; los adeptos de una escuela se alzan contra los de otra… El estudio para ser un buen profesional de la hipnosis es exigente, pero no requiere de dones ni de cualidades especiales, es falso que haya que disponer de «poderes» misteriosos e innatos; y en cuanto a la práctica de la autohipnosis, está al alcance de todos. Ponte a ello y lo comprobarás. La hipnosis y la autohipnosis son formas de desarrollar el poder de la intención: lo que crees, lo creas. Recuerda, la intención y la hipnosis tanto pueden beneficiarte como perjudicarte, todo dependerá de lo que hagas con ellas. Si te apetece ser desdichado solo debes desearlo; si tienes constantemente problemas, estás generando un estado hipnótico desfavorable. Si, en cambio, has comprendido cómo utilizar tu gran poder y tus creencias, si decides emplear toda esta energía en tu provecho, vas a marcar una gran diferencia. Conócete, toma las riendas, ejercítate en la autohipnosis y aprende y practica los ejercicios que te propongo. Entra en tu inconsciente y modifica un pensamiento, una emoción, un comportamiento, lo que desees. La sugestión, la hipnosis, la intención, se convertirán en tus herramientas para una vida más plena y consciente. APUNTES UNIDAD DIDÁCTICA I Curso de Hipnosis Clínica ‐ OnLine © Josep Mañogil PRESENTACIÓN E INTRODUCCIÓN A LA HIPNOSIS Respuestas a once preguntas básicas sobre hipnosis y autohipnosis Éstas son las preguntas más frecuentes que suelen hacerme sobre el funcionamiento de la autohipnosis y de la hipnosis clínica; respondiéndolas espero resolver todas tus dudas y disipar los temores que puedas tener a aprenderla y utilizarla. 1. ¿Qué diferencia hay entre autohipnosis, hipnosis clínica y espectáculo de hipnosis? De hecho, todos los fenómenos asociados a lo que conocemos como estado de hipnosis corresponden a la autohipnosis, es decir, que el estado de trance es siempre autoinducido. El papel del profesional (terapeuta o hipnotizador/a) es el de utilizar las herramientas más apropiadas para ayudar a una persona a entrar en estado de trance, pero no es él quien provoca este estado. Es el propio sujeto, por su voluntad, quien entra en estado hipnótico. Por mi práctica profesional me encuentro constantemente con personas cuyas patologías (problemas de tensión, traumas, adicciones,…) provienen de su propia mente. Esto es posible porque ellos mismos se han inducido un pernicioso estado de autohipnosis: durante años han estado repitiéndose frases y conceptos teñidos de miedo y tergiversados por creencias sin fundamento, las han asimilado como ciertas, y su inconsciente las ha integrado hasta generar en ellos un estado de hipnosis adverso y una inacabable serie de patologías sin ninguna base física. Así que la autohipnosis no es algo tan extravagante ni desconocido; lo que ocurre es que no se le suele dar ese nombre. Normalmente, sin embargo, el término autohipnosis se reserva para la hipnosis que se induce uno mismo, sin ayuda de ningún hipnotizador, mientras que se denomina heterohipnosis a la hipnosis inducida en un sujeto por otra persona, que sería el operador o hipnotizador. La autohipnosis nos proporciona una herramienta poderosísima para trabajar con nosotros mismos como sujetos, ya que nuestro inconsciente siempre está dispuesto a recibir información y a grabarla. Con su ayuda, podrás autoaplicarte todas las técnicas que aprendas con total seguridad y garantía de éxito. Las técnicas de autohipnosis son sencillas, todos las podemos aprender y utilizar, y su uso cotidiano nos demostrará cuán rico y apasionante es el mundo de la hipnosis. La hipnosis clínica es la que practica un terapeuta en sus pacientes para ayudarles a corregir todos los daños que se han inducido a sí mismos sin saberlo con su propia autohipnosis adversa, dañina. La hipnosis clínica borra o anula esta información errónea y la sustituye por información positiva y saludable. El espectáculo de hipnosis no tiene nada que ver con las terapias por hipnosis ni con la autohipnosis. Es una forma de utilizar técnicas de sugestión para hacer teatro y asustar al público con unos pretendidos poderes o divertirlo poniendo a alguien en ridículo. No tiene ninguna otra utilidad. Vivió su momento de gloria en el siglo XIX y primera mitad del XX y en la actualidad debería ya dejarse de lado para dar a la hipnosis el papel que le corresponde como ciencia y herramienta terapéutica, enfocada a la salud y al conocimiento de uno mismo. APUNTES UNIDAD DIDÁCTICA I Curso de Hipnosis Clínica ‐ OnLine © Josep Mañogil PRESENTACIÓN E INTRODUCCIÓN A LA HIPNOSIS 2. ¿Quién puede ser hipnotizado? ¿Toda clase de personas, o existe alguna excepción? En principio, cualquier persona puede ser hipnotizada. Sólo hay dos excepciones: los afectados por esquizofrenia y quienes tengan alguna disminución mental. En el primer caso, la dificultad estriba en que el «yo» está fragmentado, desestructurado, y es poco probable que el paciente alcance el grado de concentración y abstracción que es necesario para entrar en trance. En cuanto a una persona con disminución mental (dependiendo de su grado, claro está, es difícil generalizar), es posible que carezca de la capacidad suficiente para entender la información que se le suministra. Aparte de estos dos casos, todos somos hipnotizables. 3. Ya que hablamos de suministrar información para hipnotizar, ¿no es cierto que ésta suele darse de forma oral? ¿Qué pasa entonces cuando alguien no tiene capacidad auditiva? ¿Es posible hipnotizar a una persona sorda? Sí, existen varias técnicas visuales que utilizan luces, dibujos, los llamados «discos hipnóticos»…; el sistema fénico (utilización de los fosfenos) se vale de una luz que puede dirigirse directamente a los ojos, abiertos o cerrados, o al entrecejo, y que induce el trance hipnótico con seguridad. También existen sistemas parecidos a la digitopuntura, basados en las modalidades cinestésicas, en los que se presionan o rozan determinadas zonas o puntos concretos del cuerpo. Así pues, no es condición imprescindible el poder oír para ser hipnotizado. La cuestión que se plantea a continuación es cómo se darán las sugestiones hipnóticas y cómo despertaremos al sujeto de su hipnosis. Éste es un caso claro de la utilidad de la autohipnosis. Podemos enseñar las técnicas autohipnóticas a nuestro paciente sordo y acordar con anterioridad tanto las sugestiones que se dirigirá como la manera de salir del trance. El trabajo a realizar y el resultado serán los mismos, únicamente requerirán de otro tipo de planificación. Y por descontado, podemos completar este punto hablando de la posibilidad de inducir hipnosis a personas invidentes. En estos casos nos apoyaremos siempre de manera exclusiva en las instrucciones por vía oral o cinestésica. Así pues, podemos concluir que, siempre y cuando una persona no se encuentre en una de las dos excepciones que hemos explicado en el punto anterior (esquizofrenia o disminución mental), vamos a disponer de una herramienta hipnótica adecuada a sus posibilidades que nos permitirá utilizar este tipo de terapia con total aprovechamiento. 4. Y yo, si practico autohipnosis, ¿cómo sabré si estoy hipnotizada/o? Tengo una experiencia de muchos años como profesional, y siempre que he inducido un trance en alguien que nunca haya sido hipnotizado con anterioridad he escuchado este mismo comentario al despertarle: «No he estado hipnotizado, ¿verdad que no?». ¿Por qué cree esta persona que no ha llegado al estado de hipnosis? Porque ha seguido consciente, ha escuchado todo que le he dicho, controlaba sus pensamientos… Y es que, aunque parezca todo lo contrario, en estado de hipnosis estamos más alertas y conscientes que en estado de vigilia. Este hecho confunde un poco al principio. Cuando practiques autohipnosis por primera vez creerás que no lo haces correctamente, pero se trata de una percepción errónea, así que debes continuar con el ejercicio. APUNTES UNIDAD DIDÁCTICA I Curso de Hipnosis Clínica ‐ OnLine © Josep Mañogil PRESENTACIÓN E INTRODUCCIÓN A LA HIPNOSIS Al ser tú mismo el hipnotizado y el hipnotizador no podrás percibir una serie de signos que indican la aparición del estado de trance, como el movimiento de los ojos y la expresión de la cara, pero sigue practicando hasta que te encuentres en un intenso estado de relajación. Sentirás que tu mente realmente se detiene, poco a poco. Es la señal inequívoca de que estás entrando en estado autohipnótico. Ahora bien, si en un momento dado no tenemos ni idea de si hemos llegado a inducirnos el estado hipnótico, ¿cómo podemos saber si hemos tenido éxito? De una manera muy sencilla: todo el trabajo que te hayas aplicado, todas las técnicas específicas que hayas instalado, tu comportamiento… serán los que tú te has programado. Si has decidido acabar con una fobia, ésta habrá desaparecido; podrás constatar que has alcanzado todos tus objetivos, así que realmente habrás llegado a la autohipnosis. Así pues, necesitarás algo de tiempo para percibir correctamente el estado de autohipnosis, pero esta pequeña dificultad es normal. Incluso es posible que en algún momento creas que no llegarás nunca a alcanzarlo: mi consejo es que no te desanimes. Verás que con la práctica desaparecerá el temor a no ser lo bastante hábil, e inducirte el trance se convertirá pronto en un ejercicio sencillo y muy gratificante. 5. ¿Sabré lo que pasa a mi alrededor mientras estoy hipnotizada/o? Sí, totalmente. Ya he comentado en el punto anterior que estás más consciente de todo lo que pasa a tu alrededor cuando estás en estado de hipnosis que cuando te encuentras en estado de vigilia. Ahora bien, es posible que, en un tratamiento de heterohipnosis, el sujeto, por cualquier causa, pida al profesional que le duerma durante el trance. En este caso, el terapeuta le ordenará dormir, y así será. Pero, normalmente, las personas suelen preferir estar conscientes durante el trance, sobre todo porque al principio temen perder el control. Pues bien, puedes tener la seguridad de que seguirás siendo dueño de tus actos; no vas a tener menos control sobre tu mente sino que, por el contrario, tendrás más. La hipnosis favorece la concentración y cuanta más capacidad de concentración poseas más poder alcanzarás sobre tus pensamientos. Así que la hipnosis nos permite elegir. ¿Deseas permanecer consciente? Mantendrás tu consciencia durante todo el trance. ¿Prefieres dormir y no saber lo que está pasando? Si ésta es tu decisión, el profesional la respetará y estarás dormido durante todo el tiempo que dure tu estado hipnótico. 6. ¿Hay alguna diferencia en cuanto a la efectividad del estado hipnótico, según estés consciente o inconsciente? No existe ninguna diferencia, el tratamiento es igualmente efectivo. Lo que importa es que la puerta al inconsciente esté abierta y que éste se encuentre preparado para recibir buenas sugestiones y afirmaciones positivas destinadas a modificar todos los pensamientos y comportamientos erróneos que se hayan instalado. Normalmente, los profesionales preferimos que el paciente esté consciente, pero algunas veces hay que indagar, buscar un trauma profundamente implantado, o muy doloroso. En este caso puede ser conveniente instaurar una amnesia parcial. APUNTES UNIDAD DIDÁCTICA I Curso de Hipnosis Clínica ‐ OnLine © Josep Mañogil PRESENTACIÓN E INTRODUCCIÓN A LA HIPNOSIS 7. ¿Recordaré la sesión hipnótica? Las sesiones hipnóticas se recuerdan completamente siempre y cuando no sea necesario que se olvide algún aspecto, tal y como he comentado en el punto anterior. Si es necesario puedo decirle al sujeto que cuando salga del estado de trance no recuerde un hecho concreto que ha aparecido durante la sesión; yo lo anoto todo y después le voy comentando poco a poco lo sucedido para que lo asimile paulatinamente. Cuando toda esta información esté bien integrada y él o ella tengan conocimiento de lo que ha pasado, en esa misma sesión o en la próxima le indicaré que lo traiga a la memoria y así el paciente recuperará sus recuerdos sin tener que sufrir un estado de pánico provocado por una experiencia angustiosa. A veces, en una sesión, han aparecido vivencias terribles, como una violación a una edad tan temprana que se había olvidado. En casos así es mejor pedirle al sujeto que olvide lo que ha ocurrido durante la sesión y posteriormente ayudarle a llevar esta información a su estado consciente y que la asimile. ¿Por qué actuamos así? Recordar sucesos tan graves de forma repentina puede hacer que una persona se sienta realmente mal, aterrada y desorientada. Es preferible dosificar esta información de forma que el sujeto llegue a conocerla toda sin quedar más herido de lo que estaba antes. Con la hipnosis trabajamos para eliminar traumas, no para superponer otros nuevos a los que ya existían. Así que, aunque en casos tan delicados los profesionales optan por sugerir la amnesia, lo más natural es recordar la sesión hipnótica (o al menos buena parte de ella) sin problemas. 8. Cuando esté hipnotizada/o, ¿seré capaz de controlarme? Desde luego. En el caso de la autohipnosis, el dominio y el control sobre tu mente van a ser absolutos. Te despertarás cuando quieras, gozarás de tanta libertad de movimientos como decidas. En heterohipnosis, lo esencial es contar con alguien de confianza, con una persona respetuosa y equilibrada. Puedes estar seguro de que nunca pasará nada que tú no quieras que pase. En el bien entendido, claro está, de que estamos hablando de terapeutas que ejercen como tales y que practican la hipnosis de forma correcta, no de espectáculos y demostraciones teatrales, que utilizan la sugestión para fines completamente diferentes. Una cuestión muy relacionada con este tema y que preocupa a muchísimas personas es: «Si yo me induzco una autohipnosis y después no sé salir, ¿me quedaré para siempre en este estado? ¿Al cabo de poco tiempo moriré hipnotizado?». La respuesta es sencilla y contundente: algo así no pasará jamás. Si entras en trance autohipnótico y después te encuentras tan a gusto que no deseas salir, o bien olvidas cómo despertarte, al cabo de un tiempo el trance hipnótico se desactiva y pasa a convertirse en un estado de sueño fisiológico de una manera totalmente natural. Dormirás y cuando despiertes te parecerá que estás en la gloria, descansado y relajado. El único problema que tendrás si te pasa algo por el estilo es que debas atenerte a un horario (para ir a trabajar, por ejemplo)… y que llegues tarde aquel día por tu despiste, pero esa es en realidad la única complicación que puede acarrearte la práctica de la autohipnosis. El despertar de la autohipnosis es agradable, nunca traumático o angustioso. APUNTES UNIDAD DIDÁCTICA I Curso de Hipnosis Clínica ‐ OnLine © Josep Mañogil PRESENTACIÓN E INTRODUCCIÓN A LA HIPNOSIS Como ves, solo necesitas algo de organización. Además, puedes programar el tiempo máximo en que deseas permanecer en trance: sea que se trate de cinco minutos, de veinte o de treinta y cinco, tú siempre tienes el control. Solo deberás decidirlo en el momento de iniciar el ejercicio y darte esta instrucción de manera clara. Concluimos, pues, que en estado de trance, tanto en auto como en heterohipnosis, vas a estar consciente y vas a mantener el control. 9. ¿La hipnosis en sí misma puede provocar algún problema? No, en absoluto. La hipnosis es una herramienta terapéutica sin ningún tipo de contraindicación. En un caso extremo, lo peor que te puede pasar después de un trance hipnótico es que te quedes exactamente igual que estabas antes de entrar en él. E incluso esto no es corriente, ya que el mero hecho de entrar en trance es sumamente relajante. Por poca habilidad que tengas al inducirte el estado autohipnótico, ya experimentarás su beneficiosa influencia, porque irás rebajando las tensiones y ansiedades y aportarás calma a tu mente. Practicar la autohipnosis no supone ningún peligro; no te provocará ningún efecto secundario, a no ser una mayor relajación y sosiego que aumentarán conforme vayas practicando y experimentando con ella. 10. En caso de ser hipnotizada/o por otra persona, ¿es posible que alguna vez haga algo que en realidad no quiero hacer? Nunca. Una de las peculiaridades del estado hipnótico es que cuando recibes una orden que no deseas cumplir sales de este estado inmediatamente, de forma automática. Es un hecho semejante al que se explica en las claves a recordar en la inducción de un estado hipnótico, donde ya advierto que jamás se ha de pronunciar el nombre del sujeto, puesto que el estímulo emocional que recibe desactiva el trance de forma inmediata. De la misma manera, recibir instrucciones contrarias a tu forma de ser te hará reaccionar. Imagina que estás en trance y yo te digo: «Sé que tienes una guitarra estupenda. Ahora, vas a ir a tu casa, cogerás esa guitarra, la traerás aquí y me la regalarás». ¿Crees en serio que vas a seguir estas instrucciones al pie de la letra? Lo más probable es que la indignación te despierte al momento, me digas algo como: «Si quieres una guitarra, te la compras», salgas por la puerta y no regreses nunca. Sí, en un caso así es mejor que busques otro profesional. Deja atrás estas aprensiones, el estado hipnótico es seguro; seguirás siempre las órdenes e instrucciones que verdaderamente estés dispuesto a seguir, y no otras. Y desde luego, con mucha más razón si se trata de autohipnosis. Nunca vas a obligarte a hacer nada que en realidad no desees. 11. No entiendo la necesidad de trabajar con autohipnosis. ¿Por qué son más poderosas las imágenes y afirmaciones positivas si me las ofrezco en estado hipnótico? Cuando te encuentres en estado de trance vas a tener acceso total a tu yo, a toda tu mente, el inconsciente, el subconsciente, tú al cien por cien. Cualquier imagen que generes, cualquier APUNTES UNIDAD DIDÁCTICA I Curso de Hipnosis Clínica ‐ OnLine © Josep Mañogil PRESENTACIÓN E INTRODUCCIÓN A LA HIPNOSIS instrucción que te proporciones, cualquier sugerencia que desees incorporar, van a ser mucho más intensos y eficaces ya que se introducirán de forma directa, precisa. El estado hipnótico es el estado mental ideal para modelar, para crear un nuevo estado de excelencia. En estado de hipnosis profunda todo tu ser está a tu disposición. En estado de vigilia tienes acceso apenas al cinco por ciento de tu mente y el inconsciente representa el noventa y cinco por ciento restante. Como verás, implicarte al cien por cien en cualquier proyecto va a suponer mucha más efectividad que trabajar únicamente con el exiguo cinco por ciento que utilizas de manera habitual. La potencia de tus sugestiones no tendrá comparación en un caso y en otro. Los estados de la mente La utilización del lenguaje hipnótico y de las técnicas de trance no ha sido nunca gratuita. La premisa en que se basa es la idea de que la mente inconsciente opera con una capacidad y agilidad muy superior al ámbito meramente consciente. Es decir, algunos cambios ocurren sin que medie decisión consciente siempre que la totalidad de la persona —mente inconsciente incluida—, considere el cambio como beneficioso y enriquecedor, además de constatar que dicho cambio le proporciona mayor número de alternativas. En esta figura podemos apreciar la importancia de las «partes ocultas» de la mente. Nuestra mente consciente ocupa apenas la cima de un enorme iceberg: el 5% del total. El resto es inconsciente y subconsciente. La energía que se produce en esta región es inmensa. Aquí, en la base del iceberg, están instauradas nuestras ideas y creencias, y desde aquí atraen a otras similares. Este es el campo de actuación de la hipnosis.