Entrevista Correo 15.

ENTREVISTA CORREO Nº 15. 1994
Miserda Raul. Psiquiatra.
Mario Pacheco. Psicólogo.
María Elena Viveros. Ing. Master Practitioner.
¿Qué es el inconsciente para el terapeuta ericksoniano?
El inconsciente es el bagaje de todas las experiencias, aprendizajes y actitudes personales adquiridas a lo
largo de la vida. Es aquel modo de funcionar que ocupa principalmente el pensamiento simbólico, analógico,
que tiende a la globalidad, y es responsable de innumerables comportamientos cotidianos. Algunos autores
(por ejemplo, Watzlawick) han asociado el modo de funcionar consciente con los procesos hemisféricos
dominantes que nos dan la orientación de realidad, y el inconsciente con los procesos hemisféricos no
dominantes, que se hacen cargo de la situación cuando los esquemas conscientes están debilitados.
Estos proceso conscientes e inconscientes funcionan en forma integrada en la vida diaria, pero en terapia
se los trata como dos entidades separadas pudiendo haber aprendizaje inconsciente (más allá del percatarse
cotidiano) que se busca integrar con los aprendizajes conscientes. Para Erikson, el inconsciente es nuestra
parte sabia y que puede resolver problemas cuando no está presente la evaluación crítica de la mente racional.
¿Qué personas pueden entrar en trance hipnótico?
A diferencia de otros enfoques en hipnosis que suponen la existencia de un rasgo denominado
susceptibilidad hipnótica, que varía desde muy susceptible a refractario a la hipnosis, y que puede evaluarse
a través de tests estandarizados, en el enfoque ericksoniano se acepta la idea que todas las personas pueden
entrar en trance hipnótico y pueden beneficiarse del trabajo con hipnosis. El hecho que una persona entre
en trance hipnótico dependerá que el hipnotista utilice un acercamiento que considere el modo peculiar de
responder del sujeto, y por lo tanto existen tantos métodos de “inducción” de trance como sujetos tengamos
enfrente. Así también, el tiempo que tome la inducción (o que logremos absorber la atención del sujeto y
debilitar sus esquemas conscientes) varía según cada persona, pudiendo tomar desde algunos minutos hasta
horas.
Erickson se destacó como un hipnotista que trabajó con pacientes difíciles, resistentes, hiperracionales,
e inventó diversos procedimientos para usar esas resistencias y convertirlas en cooperación; también
descubrió cómo difundir verbal y no verbalmente a la mente racional. En este enfoque, por lo tanto, el éxito
en la obtención del trance hipnótico descansa fundamentalmente en las habilidades del terapeuta.
¿Qué terapeutas podrán enriquecer su quehacer clínico con un mayor conocimiento de la hipnosis?
Todos los terapeutas, independientemente de su orientación teórica, pueden enriquecer su quehacer
clínico con mayor conocimiento de la hipnosis. Esto, porque: 1)aunque no realice psicoterapia, al entrenarse
en hipnosis va a aumentar su habilidad para conseguir y mantener el rapport con su paciente; 2) puede
desarrollar habilidades de rapport que apunten más al aspecto connotativo o relacional, que al aspecto
denotativo, según lo dicte la necesidad del momento; 3) puede percatarse de la ocurrencia de momentos de
mayor receptividad del paciente a los mensajes terapéuticos (cuando los esquemas conscientes tienden a
debilitarse en forma espontánea).
Asimismo, si el terapeuta domina estrategias hipnóticas podrá enriquecer sus herramientas clínicas, y
abordar situaciones que son difíciles de resolver a través de las técnicas terapéuticas usuales o que implican
largas terapias.
¿Cómo forman ustedes a un “hipnoterapeuta ericksoniano”?
En nuestro Instituto, hemos tratado de sistematizar nuestras metodologías siguiendo cercanamente las
descripciones que hicieron Rossi y Erickson del trabajo de este último.
Aprender hipnosis no es un asunto de teoría o de lectura y repetición de secuencias hipnóticas. La
hipnosis se aprende en la práctica. Por esta razón combinamos entrenamiento en la habilidad con aspectos
teóricos. Nuestro Curso de nueve meses de duración, que denominamos una “Introducción al Enfoque
Ericksoniano”, está dividido en tres partes: Nociones fundamentales de hipnosis y aprendizaje de la
inducción de trance, con un énfasis en el aprender a observar y construir lenguaje indirecto; luego continúa
con la obtención indirecta de los diversos fenómenos hipnóticos y su utilización en la práctica clínica, para
culminar con una introducción a técnicas terapéuticas más específicas. Esta formación posibilita a cualquier
terapeuta el aprendizaje y práctica de las distintas aplicaciones de la hipnosis en áreas específicas (por
ejemplo, hipnosis y dolor, hipnosis en niños, utilización de hipnoterapia en medicina psicosomática) y el
entrenamiento en técnicas terapéuticas más complejas, como el uso de metáforas y anécdotas en terapia,
resolución de traumas, etcétera.
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