Las contribuciones de Kydland y Prescott a la macroeconomía dinámica Para establecer las contribuciones de Prescott y Kydland hay que ubicar en contexto lo que sucedía en la economía mundial y las teorías prevalentes en ese momento cuando escribieron sus artículos económicos. La economía keynesiana dominaba la teoría macroeconómica a mediados del siglo XX, y recibía su nombre a teorías y principios del economista británico John Maynard Keynes (1883– 1946), considerado como el fundador de la macroeconomía moderna. Su obra antecesora, a su gran obra, fue publicada en 1930, “Treatise on money” tratado sobre el dinero. El problema de Keynes son las fluctuaciones económicas, los precios y la relación entre el ahorro y la inversión. El autor busca «un método útil no sólo para describir las características esenciales que definen la situación de equilibrio estático, sino también aquellas que caracterizan el desequilibrio y las leyes que gobiernan el paso de una situación de equilibrio monetario a otra» (Braun, 1996). Keynes presenta su idea de que el ahorro y la inversión pueden ser desiguales, y realiza la diferencia entre tipo de interés natural y de mercado, y esboza que la desigualdad entre ambos tipos es la causa de la brecha entre el ahorro y la inversión y de las fluctuaciones en la actividad y en el nivel de precios, los individuos que ahorran no son los mismos que invierten, con lo que un aumento del ahorro puede dar lugar a más inversión pero también a más consumo. “El acto de ahorro en sí mismo no garantiza que la existencia de bienes de capital se incremente en la cantidad correspondiente”. Para Keynes el ahorro sólo es beneficioso si es canalizado hacia la actividad empresarial, algo que «habitualmente» no sucede, porque el motor de la empresa no es el ahorro sino el beneficio. (Braun, 1996) Seis años después lanza su gran obra, “La teoría general del empleo, el interés y el dinero”, fue publicada en 1936. El principal postulado de la teoría de Keynes es que la demanda agregada, —la sumatoria del gasto de los hogares, las empresas y el gobierno—, es el motor más importante de una economía. Keynes sostenía asimismo que el libre mercado carece de mecanismos de auto-equilibrio que lleven al pleno empleo. Los economistas keynesianos justifican la intervención del Estado mediante políticas públicas orientadas a lograr el pleno empleo y la estabilidad de precios. (Sarwat, Ahmed, & Chris, 2014). Los elementos principales de la teoría económica keynesiana lo podemos resumir en los siguientes: • Sobre Demanda Agregada, las decisiones económicas son tomadas por agentes privados y públicos. Las decisiones por los privados pueden contribuir a generar unos resultados macroeconómicos desfavorables, entre ellos como la reducción del gasto de consumo durante una recesión. Este tipo de problemas a merita la intervención del gobierno aplicando políticas que están en su resorte como un estímulo fiscal. Por lo tanto, Keynes propugna pr una economía que es manejada en su esencia por el sector privado pero con una leve intervención del estado. • Los precios, y especialmente los salarios, responden lentamente a las variaciones de la oferta y la demanda, algo que genera situaciones periódicas de escasez y excedentes, sobre todo de mano de obra. • Las variaciones de la demanda agregada, ya sea previstas o no, tienen su mayor impacto a corto plazo en el producto real y en el empleo, no en los precios. Los keynesianos creen que, como los precios son un tanto rígidos, las fluctuaciones de cualquier componente del gasto — consumo, inversión o gasto público— hacen variar el producto. Si el gasto público aumenta, por ejemplo, y todos los demás componentes se mantienen constantes, el producto aumentará. (Sarwat, Ahmed, & Chris, 2014). Una de las polémicas generadas por Keynes era que sustentaba era que el Estado debía resolver los problemas a corto plazo en vez de esperar que las fuerzas del mercado corrigieran las cosas en el largo plazo, porque, como escribió, “A largo plazo, todos estaremos muertos”. La economía keynesiana dominó la teoría y la política económica después de la Segunda Guerra Mundial hasta la década de 1970, el Fondo Monetario Internacional y los gobiernos pro keynesianos, incurrían en un gasto deficitario destinado a proyectos de infraestructura que demandaran mucha mano de obra para estimular el empleo y estabilizar los salarios cuando había problema de recesión. Cuando se presentara un crecimiento elevado de la demanda, el gobierno debía elevar los impuestos para enfriar la economía y evitar la inflación. La política monetaria también podría utilizarse para estimular la economía, bajando las tasas de interés para alentar la inversión. Por consiguiente los keynesianos promulgaban que el fin primordial de un Estado era la estabilización de la economía, un bajo el nivel de desempleo, y control de la inflación, adicionalmente se indicaba que la inflación y el desempleo tenían una correlación inversa. Otra contribución importante estaba en la ecuación de demanda y oferta, la clave consistía en saber gestionar el lado de la demanda. Si el desempleo era alto, un banco central debería, por tanto, poner en marcha una política monetaria expansiva para luchar contra el desempleo, aumentando por ejemplo la oferta monetaria o reduciendo el tipo de interés de los fondos federales de un día para otro. Sea cual fuese la estrategia elegida, se lograría que los préstamos fuesen más baratos y se fomentaría que las empresas hiciesen inversiones en capital, tales como la construcción de nuevas fábricas o el desarrollo de nuevas tecnologías, que a su vez impulsaría el empleo. (Wharton University of Pennsylvania, 2014). A comienzos de la década de los 70 sucedía en la economía un problema económico llamado “estanflación”, una marcada inflación y un lento crecimiento, adicionalmente la crisis del petróleo en 1973, los gobiernos tomaban las decisiones tradicionales para estabilizar la economía y no daban resultados. La teoría keynesiana perdió entonces popularidad porque no ofrecía una respuesta de políticas apropiadas para superar tal situación. A mediados de 1970 cuando la economía está en su peor crisis después de la posguerra, surge la nueva escuela clásica, afirman que las políticas de los gobiernos nos surte efecto porque los agentes del mercado, prevén los cambios en las políticas y actúan con anticipación para contrarrestar las medidas que lo perjudiquen. Economistas como Milton Friedman y Edmund Phelps ya habían expresado su escepticismo sobre algunos aspectos de la teoría keynesiana, pero fue Robert Lucas, profesor de Economía en la Universidad de Chicago y Premio Nóbel en 1995, el que proporcionó el marco teórico que demostraba sus carencias fundamentales. En varios artículos de los años 70, que culminaban en un artículo de 1976 que se conoce como la “crítica de Lucas”, Lucas dejaba muy claro que ninguna política monetaria que no hubiese tenido en cuenta el comportamiento variable de los individuos al intentar tomar por sí mismos decisiones óptimas era viable. Tal y como explicaba Lucas, estas pequeñas decisiones, que incorporan información sobre la economía y las expectativas sobre las decisiones políticas futuras, tienen una gran influencia sobre la economía global. (Wharton University of Pennsylvania, 2014) Prescott y Lucas se conocen en 1963, Carnegie Mellon, el primero como estudiante de postgrado y el primero como profesor asociado. Lucas y Prescott empezaron a trabajar juntos y publicaron en 1971 un artículo llamado “Investment Under Uncertainty” (Inversión bajo incertidumbre), y en 1974 otro titulado “Equilibrium Search and Unemployment” (Búsqueda del equilibrio y desempleo). Prescott conoce a Kydland en 1971 en Carnegie Mellon, el primero como director de tesis de Kydland, al terminar su doctorado en 1973 este vuelve a su país a dar clases, y gestiona la visita para que Prescott estuviera en el año académico de 1974 -75, y en esa primavera escribían su artículo sobre “la inconsistencia temporal”, y publicado dos años más tarde. Su artículo sobre los ciclos económicos se escribía en el verano de 1980, cuando tanto Kydland como Prescott ya estaban de vuelta en Carnegie Mellon. Inconsistencia Temporal Este aporte significativo afirmaban que las decisiones políticas de las autoridades monetarias son a menudo inconsistentes en el tiempo. Esto significa que los cambios en política monetaria que tienen por objetivo remediar un problema inmediato como el desempleo, a menudo tendrán ramificaciones involuntarias que actúan en contra del objetivo perseguido de reducir el desempleo. Cuando un gobierno anuncia un remedio para un problema a corto plazo, los individuos y las empresas ajustan su comportamiento y toman nuevas decisiones en base a dicha información. Esas decisiones cambian el panorama económico, reduciendo los incentivos que en un principio tenía el gobierno para efectuar cambios de política económica. Así, si dada determinada situación económica un gobierno tiene capacidad para poner en marcha la política que desee, pero no puede cumplir las promesas que hace, se tendrá que enfrentar a lo que Prescott y Kydland denominaron un problema de credibilidad. Para contrarrestar esto, es mucho más inteligente que el banco central se centre en objetivos de largo plazo y no interfiera en la economía de una manera demasiado agresiva intentando impulsar el empleo o estimular la demanda en el corto plazo. Para explicar este dilema Rogerson, profesor de Economía, realiza un símil de la siguiente forma: “Los padres que amenazan con castigar a sus hijos a menudo muestran un problema de inconsistencia temporal. Un padre que desea promover cierto comportamiento puede decir a un niño que no haga algo o le castigará. “Así espera influenciar su comportamiento”, dice Rogerson. “Pero el niño se da cuenta de que el padre no quiere castigarlo, así que sabe que si lo hace de nuevo no le castigará. Así pues, la política del padre es inconsistente en el tiempo y no puede lograr el objetivo perseguido”. (Wharton University of Pennsylvania, 2014) Prescott y Kydland, indicaban la Reserva Federal debía demostrar intenciones claras, consistentes y creíbles, y medidas a largo plazo, así los agentes del mercado no estarán tomando decisiones anticipatoria que amenacen a la economía. Si la Reserva Federal tiene capacidad para modificar su política, el resultado será siempre inferior al óptimo porque habrá más incertidumbre sobre la inflación, los salarios, el tipo de interés, el desempleo, etc. A la luz de sus investigaciones, muchos bancos centrales de todo el mundo se han comprometido a seguir una política a largo plazo –implícita o explícita- para mantener baja la inflación. Por ejemplo, el banco de la Republica en Colombia instauro políticas específicas para alcanzar la inflación objetivo que el banco se haya comprometido a mantener, son el resultado directo o indirecto del trabajo de Prescott y Kydland. Time to Build and Aggregate Fluctuations El segundo artículo influyente de Prescott y Kydland mencionado para la concesión del Premio Nóbel es “Time to Build and Aggregate Fluctuations”. Este artículo puso la teoría keynesiana patas arriba al demostrar que los ciclos económicos eran causados por shocks por el lado de la oferta, y no por shocks en la demanda agregada de la sociedad. Una de las piedras angulares de la teoría keynesiana era que una economía que funcionase bien no debería sufrir ciclos económicos, ni alta inflación, ni desempleo persistente. “Así pues, la presencia de ciclos económicos es síntoma del mal funcionamiento de la economía”, “Esa idea impregnó durante muchos años todo pensamiento económico, y estaba profundamente arraigada. De hecho, si una economía está en recesión, alguien debería ponerle remedio”. El artículo sobre ciclos económicos de Prescott y Kydland mostraba que los shocks reales del lado de la oferta –como el incremento del precio del petróleo o los huracanes en Florida o la invención de una nueva tecnología-, son los principales responsables de los ciclos económicos en una economía que funcione bien. “Los ciclos económicos no son por tanto el resultado del mal funcionamiento de la economía”, “Se trata más bien de una respuesta de la economía ante los shocks que le golpean, y los responsables del diseño de las políticas económicas deben por tanto pensar de otro modo sobre los ciclos económicos”. Cuando Prescott y Kydland escribieron su artículo, creían que los ciclos económicos se debían a los shocks por el lado de la demanda, como la caída de la confianza de los consumidores, lo cual significaba que la política monetaria podría jugar un papel importante para suavizar los ciclos económicos y aliviar dichos shocks. “Prescott y Kydland presentaban un punto de vista radicalmente diferente del mundo”, “Si los shocks vienen por el lado de la oferta, no hay mucho que la Reserva Federal pueda hacer para suavizar los ciclos haciendo uso de la política monetaria. Fue toda una revelación”. Además de cambiar el curso de las investigaciones sobre ciclos económicos, ese artículo también fue relevante por ser pionero en el empleo de una técnica denominada calibración. Prescott y Kydland anticipaban una metodología con la que los macroeconomistas podían evaluar los modelos en términos cuantitativos. “Su modelo tenía un objetivo explícito para los procesos dinámicos, los shocks y la optimización. La crisis financiera mundial de 2007–08 hizo resurgir el pensamiento keynesiano, que dio sustento teórico a las políticas económicas adoptadas por muchos gobiernos, incluidos los de Estados Unidos y el Reino Unido, como respuesta a la crisis, los estados deben intervenir en el corto plazo para enmendar los problemas económicos que se presentan, pero las teorias de Prescott y Kydland siguen vigentes, políticas a largo plazo, credibilidad de los gobiernos, y aliviar los shock por el lado de la demanda. BIBLIOGRAFIA Braun, C. R. (1996). Un eslabón de Keynes. Revista de libros segunda epoca. From https://www.revistadelibros.com/articulos/tratado-del-dinero-de-keynes Real Academia de Ciencias. (2014). Las contribuciones de Finn Kydland y Edward Prescott a la macroeconomía dinámica: la consistencia temporal de la política económica y las fuerzas motrices detrás de los ciclos económicos*. Cuestiones Económicas, 20. Sarwat, J., Ahmed, S. M., & Chris, P. (2014). ¿Qué es la economía. Finanzas & Desarrollo, 53-54. From https://www.imf.org/external/pubs/ft/fandd/spa/2014/09/pdf/basics.pdf Wharton University of Pennsylvania. (2014). Universia knowledge@wharton. From https://www.knowledgeatwharton.com.es/article/que-hay-detras-del-premio-nobelde-edward-c-prescott/