mesura keynesiana

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MESURA KEYNESIANA
Jorge Isauro Rionda Ramírez
Ante la actual crisis subprime (de créditos hipotecarios
sin respaldo real), es importante recordar algo de la
teoría económica keynesiana. Fue precisamente John
Maynard Keynes (1883 – 1946), quien advierte desde la
publicación de su texto más socorrido, Teoría general de
la ocupación, el interés y el dinero, la posibilidad de que
la manipulación abusiva de la oferta de dinero neutralice
al dinero con respecto a su posible efecto en la economía
real (o de la producción).
Estudios posteriores realizados en Cambridge
(Inglaterra), liderados principalmente por la ahora finada
economista Joan Violet Robinson (1903 – 1983),
demuestran que la política monetaria es altamente
efectiva sise cumplen tres condiciones:
1. Subempleo. Que exista gente que emplear y
recursos que explotar.
2. Concurrencia. Que no haya monopolios que
anulen el efecto de la expansión de la demanda
agregada (la suma de las demandas individuales
de toda la economía), subiendo los precios sin su
correspondiente aumento en la producción, también conocido como efecto
estanflacionario.
3. Certidumbre. La cual deriva de la disciplina que exista en el orden político,
como de las políticas de contingentación económica, el nivel de las llamadas
reservas internacionales libres como del resultado del balance primario del
sector público, de la brecha entre exportaciones e importaciones, como de la
brecha entre el ahorro y la inversión.
De esta autora se pueden revisar los siguientes trabajos de los que, quien esto escribe, se
vale para dar las anteriores tres condiciones: The Economics of Imperfect Competition ,
1933; Theory of Money and Analysis of Output", 1933; "What is Perfect
Competition?", 1934, QJE; “Pre-Keynesian Theory After Keynes", 1964, Australian
EP. y “Keynes Today", with F. Cripps, 1979, JPKE.
En el grado que estas tres condiciones no se cumplan, en ese mismo grado se esteriliza
el efecto real del dinero y se cae en una crisis de tipo estanflacionario (desempleo con
inflación).
Por otra parte, Keynes concibe que la demanda de dinero derivan de las expectativas
racionales de los agentes económicos, la cual debe respaldarse con el ahorro nacional, y
de ser insuficiente ante el monto demandado, con oferta adicional por parte del Banco
Central (en nuestro caso, Banco de México). Siempre y cuando existan, dadas las
instituciones financieras internacionales establecidas en Bretton Woods desde 1944,
reservas internacionales que la amparen sin afectar la paridad cambiaria de la moneda
nacional respecto a las divisas de sus principales socios comerciales.
Advierte que crear dinero más allá del saldo positivo existente entre el ahorro y la
inversión, es dinero que no ingresa dentro de la colocación financiera de los negocios, y
como dinero extra se va directamente al consumo y no a la inversión, lo que agrega más
inflación y resta crecimiento. En otras palabras, ese dinero extra resulta ser
contraproducente, es veneno para la economía, acaba por asfixiarla.
Desde 1976 en México las autoridades financieras del país obedecieron las
recomendaciones de Milton Friedman (1912 - …), al respecto de considerar a la
trampa de liquidez o mesura keynesiana como un riesgo teórico, puesto que sostiene
que en la historia económico financiera mundial no existe un solo caso de crisis que
confirme la sentencia keynesiana. Para desgracia de nuestro país, el primer caso
reconocido de crisis como efecto de la trampa de la liquidez la vive México en 1987.
Friedman sostiene que el dinero extra a la brecha existente entre el ahorro y la inversión,
abre nuevas expectativas entre los empresarios quienes, ingeniosamente, verán a dónde
colocar dicho recurso. Efectivamente, fuera de la economía real, en la especulación
financiera dentro del mercado bursátil. Es así como nacen las “burbujas financiero
bursátil” que hunden a las economías que abusan por años de la creación de dinero más
allá de la mesura keynesiana. Un catalizador de este efecto es la existencia de un
régimen regulatorio laxo de los mercados financieros.
La actual crisis subprime, cuyos causales remontan desde 15 años en Estados Unidos de
América bajo la especulación bursátil es finalmente efecto de la desobediencia a las
recomendaciones keynesianas. Ahora la salida estriba en regresar al keynesianismo,
según queda velado en el corte de política económica del presidente estadounidense
Barack Obama (1961 - …).
Agradeceré sus comentarios a la siguiente dirección electrónica: [email protected]
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