AJUSTES CREATIVOS Introducción La idea de ajuste creativo, en terapia Gestalt, es sin duda una de las que podríamos definir como nucleares. En ocasiones se evoca también al concepto de resistencia “desde nuestra óptica la resistencia merece ser tomada en consideración: no es un muro a derribar sino una fuerza creadora en el enfoque de un mundo difícil”. El Ajuste creativo, se utiliza para señalar cuando un organismo logra encontrar una nueva manera de hacer las cosas, salirse de lo ya conocido y probar una vía diferente. La Gestalt observa y estudia las relaciones que se dan en la frontera entre el organismo y su entorno, el contacto. El proceso de un ajuste creativo a un nuevo material o a nuevas circunstancias incluye siempre una fase de agresión y de destrucción, ya que es mediante el acercamiento, la apropiación de y la alteración de las estructuras antiguas como lo desigual se convierte en igual. Es la experiencia, el proceso de hacer y retirarse del contacto en la frontera-contacto. Y "todo contacto es el ajuste creativo entre el organismo y el entorno". La creatividad y el ajuste, son dos polos. Si solamente hubiera creatividad no tendríamos en cuenta el entorno. Solamente con el ajuste estaríamos excluyendo al organismo. Por lo tanto, se necesitan el uno al otro. Ese organismo, es individuo configurado. Por diferentes autores, por multitud de parcelas, de energías, dicotomías neuróticas de dualidades que se relacionan entre si en un simple pero a la vez complejo sistema. Un organismo vive fundamentalmente en su entorno manteniendo su diferencia y asimilando el entorno para nutrir su diferencia y es en la frontera donde realiza sus intercambios. Algunas de las dicotomías neuróticas a través de las cuales en su libro "Terapia gestalt: excitación y crecimiento de la personalidad humana" Perls, F; Hefferline, R; Goodman, P. tratan de llegar a una teoría del self y de la acción creativa, son: Self y mundo exterior: El campo organismo-entorno constituye una continuidad en la cual ningún elemento que es componente de la misma puede existir por separado. Biológico y Cultural: Es el sujeto-objeto que la naturaleza humana se convierte en algo completamente relativo, se reduce a la nada, como si fuera indefinidamente maleable. Esto ocurre por una fascinación neurótica por los símbolos y los objetos, su política y su cultura como si existieran por si mismos. Cuerpo y mente: Surge de un ámbito deliberado y finalmente no conciente frente a una situación de urgencia crónica, especialmente frente a una amenaza en el funcionamiento orgánico. Esta división paralizante, inevitable y casi endémica ha despojado a nuestra cultura de cualquier alegría y de cualquier gracia. Emocional: (subjetivo), real (objetivo); es también el resultado de evitar el contacto y la implicación, y del aislamiento deliberado de las funciones sensoriales y motoras entre si. Vamos a tratar de demostrar que lo real es intrínsecamente una implicación o un compromiso. Infantil y maduro, es la enfermedad profesional de la psicoterapia misma, proviene de la personalidad de los terapéutas y del rol social de la cura. Por un lado se encuentra en el intento de ajustar a una norma de realidad adulta lo que no es el mejor ajuste que se pueda hacer. Poesía y prosa, es el resultado de una verbalización neurótica. Espontáneo y deliberado: La inspiración y la espontaneidad pertenece a individuos especiales que están sumergidos a estados emocionales específicos, mientras que son cualidades inherentes a cualquier experiencia. El comportamiento premeditado busca objetivos con vistas a unos beneficios que no solo son apropiados en su propio capricho sino que también tienen que ser beneficiosos en algún terreno. Ser natural significa actuar imprudentemente como si el deseo no tuviera ningún sentido y actuar sensatamente significara conectarse y aburrirse. Personal y Social, llega a satisfacciones comunitarias formales y simbólicas mas que reales. Amor y agresión: Ha sido siempre el resultado de la agresión de los instintos y de la autoconquista que desvía la hostilidad devuelta contra el self y valora la reacción suave, sin pasión, cuando en realidad solo la descarga de la agresividad y la voluntad de destruir las situaciones pasadas pueden restaurar el contacto erótico. Se ha empezado a apreciar mas el amor sexual al mismo tiempo que se han despreciado a las diferentes pulsiones agresivas, al considerarlas antisociales. Se puede medir la calidad de la satisfacción sexual por el hecho de que en las guerras en las que nos metemos son cada vez más destructivas y menos relacionadas con la rabia. Inconsciente y consciente: Un individuo no puede aprender acerca de si mismo lo que no conoce de el (el es conciente o se le puede hacer conciente solo de las distorsiones que existen en la estructura de su experiencia real) "El contacto es la realidad más simple e inmediata". Es la consciencia inmediata y el comportamiento motor hacia la novedad asimilable y también el rechazo de la novedad no asimilable. Cuando hablamos de consciencia inmediata y respuesta motora, estamos incluyendo "el deseo y el rechazo, el acercarse y el evitar, la sensación, el sentimiento, la manipulación, la comunicación,... y todo tipo de relación viva que tiene lugar en la frontera, en la interacción del organismo con el entorno". "El contacto, la actividad que tiene como resultado la asimilación y el crecimiento, consiste en la formación de una figura de interés que se destaca contra un fondo o contexto del campo organismo/entorno". La frontera entre el si mismo y el mundo es llamada por Perls “frontera contacto”, como ejemplo grafico podríamos utilizar la piel, la cual nos protege y nos delimita (es nuestra frontera) pero por otro lado se manifiesta como el órgano de intercambios con el medio a través de los poros, las terminaciones nerviosas, es el órgano de contacto. Por lo tanto podemos decir que la terapia se basa en analizar la estructura de la experiencia real, en el aquí y ahora de la situación presente, "sea cuál sea el grado de contacto que se tenga"; no tanto lo que se está experimentando, recordando, haciendo, diciendo, etc. sino cómo es recordado lo que se recuerda, ó cómo se ha dicho lo que se ha dicho, con qué expresión facial, con qué tono de voz, qué sintaxis, qué postura, qué sentimiento, qué omisiones, qué atención o falta de atención se tiene hacia la otra persona. Esto acrecienta el contacto, amplía la consciencia inmediata o awareness de la vivencia de la relación organismo/entorno en el aquí y ahora de la situación real y energetiza el comportamiento, dando lugar a una gestalt fuerte, que es, por sí misma, curativa ya que es "la integración creativa del problema". El proceso de hacer y retirarse del contacto en la frontera-contacto es la experiencia. Y "todo contacto es el ajuste creativo entre el organismo y el entorno". La creatividad y el ajuste, son dos polos. Si solamente hubiera creatividad no tendríamos en cuenta el entorno. Solamente con el ajuste estaríamos excluyendo al organismo. Por lo tanto, se necesitan el uno al otro. La espontaneidad es la capacidad de captar, de entusiasmarse y de crecer con lo que es interesante y nutritivo en el entorno. Solo la novedad es nutritiva. Pero sin asimilación no se sobrevive. El resultado de sobrevivir, su consecuencia, es el crecimiento. La estructura de la creación artística Permitiendo que las facultades jueguen libremente, concentrándose en un problema presente, no se llega al caos ni a una fantasía loca sino a una gestalt capaz de resolver el problema real. Cada vez estamos más fuera de contacto con nuestras situaciones presentes, si estamos desconectados de la realidad, nuestras explosiones de espontaneidad abortaran y no darán en el blanco, y esto desacredita la posibilidad de la espontaneidad creativa con el pretexto de que no seria realista. Existe a través de la espontaneidad y del contacto con la necesidad y las circunstancias la posibilidad de re-creación de la nuestra realidad (la cual no es inflexible ni inmutable). Ninguna realidad es indiferente o neutra. La espontaneidad es una señal esencial de salud, tanto los artistas como los niños son espontáneos , son a la vez activos y pasivos en el ajustamiento creativo permanente, en un darse cuenta tanto en sus sensaciones externas , salidas del medio, como en sus pulsiones creadoras internas, salidas de su organismo. Por ejemplo el artista es consciente de lo que esta haciendo, pero no es consciente de su tarea, tampoco la esta calculando de forma especialmente deliberada. Su conciencia inmediata esta en una especie de modo medio, ni activo ni pasivo, que acepta las condiciones; se concentra en la tarea y progresa hacia las soluciones. Si se deja que esas cosas vayan por si solas se regularan espontáneamente y si se trastornan, se tenderán a enderezarse ellas solas y a convertirse en algo valido., podríamos destacar esta idea como la autorregulación orgásmica Por lo que respecta a los fenómenos físicos, el organismo no siente para nada la necesidad de conformarse; al contrario, lo físico establecen contacto libremente, experimentan, tienen éxito, o fracasan sin el mas mínimo sentimiento de culpa o miedo a la naturaleza. Son las normas sociales existentes que, introyectadas reaparecen como leyes inmutables del hombre y de la sociedad, normas sociales como principio de realidad categórica que nos aliena organismicamente. Goodman y la Teoría del Si mismo Uno de los autores que mas concienzudamente se detiene sobre el concepto de ajuste creativo es Paul Goodman( 1911-1972). Este, sin ninguna experiencia clínica como terapeuta en la época, desarrollando la idea de Perls en la que deja claro que la neurosis esta ligada a la acumulación de “Gestalts inacabadas”, o lo que es lo mismo: necesidades no satisfechas, dificultades repetidas de ajuste entre el organismo y su medio, nos presenta el concepto de el “Si mismo”: el proceso permanente de adaptación creadora del hombre a su medio interior y exterior. Podríamos decir que es esta teoría uno de los ejes o manual de referencia, si es que lo hubiese, de cierto número de terapeutas gestálticos sin obviar evidentemente que también tuvo sus detractores. El “Si mismo” no es una entidad fija, es un proceso especifico de cada persona caracterizado por una propia manera de “reaccionar” en un determinado momento y campo concreto, guiándonos en función de un carácter personal, un ser en el mundo que varia según las situaciones. Como ejemplo que citábamos anteriormente, Goodman nos lleva a un niño durante el juego, el cual es a la vez activo y pasivo en un ajuste creativo permanente, en un darse cuenta tanto de sus sensaciones externas como de sus pulsiones creadoras internas las cuales surgen de su organismo. “El “Si mismo” es nuestra manera particular de estar involucrado en cualquier proceso, nuestro modo de expresión individual en nuestro contacto con el medio. Es el agente de contacto con el presente lo que permite nuestro ajustamiento creativo”. J, Latner( The Gestalt Therapy Book. _New York 1973. El si mismo funciona por lo tanto sobre tres modos: el “ello”, el “yo” y la “personalidad” La función “ello”, se relaciona con las pulsiones internas, necesidades vitales, con una traducción corporal. El Ello propaga en el individuo una impresión de relax, sueño, respirar, hambre, ahogo. El Ello se revela en los actos automáticos, casi sin que yo lo sepa. La función “yo”, comporta en funcionamiento activo, ya sea este de elección o de rechazo, pero siempre deliberado. Hablamos pues de la propia responsabilidad del individuo del ampliar el contacto, manipular el medio a partir de una toma de conciencia de mis necesidades y mis deseos. Las perturbaciones eventuales del esta función se traduce por lo que Goodman llama “perdida de la función del yo” que algunos otros autores han comparado con los mecanismos de evitación y que muchos otros gestaltistas llaman resistencias. La función “personalidad”, es la representación que el sujeto hace de si mismo, su autoimagen que le permite reconocerse como responsable de lo que siente o de lo que hace. Es esta función quien asegura la integración de mis experiencias anteriores, la asimilación de lo vivido a lo largo de mi historia, es la función personalidad la que construye mi sentimiento de identidad. En sus tres modalidades de funcionamiento, el si mismo existe con una precisión o una intensidad mudable según el momento determinado. Por ejemplo mi “si mismo” se puede diluir en una confluencia intensa durante un orgasmo. Podemos no reconocernos cuando tenemos una reacción que no es habitual en notaros, o podemos permanecer en un estado de no actuar, de vacío fértil hasta que aparezca una nueva figura que movilice mi atención. La función del self ¿Podríamos decir entonces que es el ajuste creativo la función esencial del self? O, sin embargo, miraremos al Self como una conciencia inoperante forrada con un yo inconciente, o como un proceso de contacto creativo. "Al complejo sistema de contactos necesarios en el campo, lo llamamos `self'. [...] Se sitúa en la frontera del organismo y del entorno; [...] y pertenece a ambos, al entorno y al organismo. [...] no es una institución fija, sino que existe en donde y cuando existe una interacción en la frontera". Podemos considerar al self como la función de contactar el presente real efímero, teniendo en cuenta que el self es el contacto. Este sistema de ajustes creativos solo se descubre y se realiza a sí mismo en el entorno, como proceso de hacer y retirarse del contacto siendo siempre temporal, dinámico y variable. Para la Gestalt la inhibición del self, en la neurosis, es la incapacidad de concebir una escenario como cambiante o, al revés, la neurosis es la fijación sobre un pasado incambiable e inmutable. "Ya que la función del self es algo más que aceptar las posibilidades, es también identificarlas y rechazarlas, llegar creativamente a una nueva figura, es distinguir entre las `respuestas obsoletas' y el comportamiento único y nuevo, que requiere cada situación". El proceso terapéutico supone concentrarse en la estructura de la figura/fondo proporcionándole al self múltiples oportunidades de integrarse progresivamente. Ya que "la finalidad del tratamiento no es resolver la mayoría de los complejos [del paciente] sino llegar a un punto tal en la técnica de la consciencia inmediata de sí mismo que el paciente pueda continuar sin ayuda". En Terapia Gestalt no atacamos las resistencias, no tratamos de eliminarlas, sino que se acepta su lado positivo, son tenidas en cuenta y se las apoya, abordándolas en la sesión terapéutica, de persona a persona. Mediante la flexibilidad de la regulación orgásmica. Solicitamos al individuo que no se censure, sino que se concentre en la manera en cómo se reprime, se retira, se encierra, qué bloqueos emplea para esto. Así construimos un puente para qué empiece a sentir que se limita en cubrir sus necesidades de manera activa y pueda, entonces, empezar a relajar por sí mismo su represión. Si ampliamos la idea de apoyar las "resistencias" o "defensas", necesariamente debemos hacer un esbozo de tres conceptos fundamentales, a los que ya hemos aludido: el proceso de hacer y retirarse del contacto y sus fases, el self y sus funciones, y las interrupciones del proceso de hacer y retirarse del contacto. El proceso de hacer y retirarse del contacto es, en general, una secuencia continua de figuras y fondos. Todo el proceso es una excitación creciente consciente y proviene de los dos polos del campo: el organismo y el entorno. La ansiedad es la excitación frenada en la frontera-contacto. Apoyar las resistencias o interrupciones, sacar el conflicto de la represión y aumentar la consciencia inmediata produce ansiedad. Pero el sufrimiento y el conflicto no son ni innecesarios, ni carentes de sentido: son el índice de la destrucción (des-estructuración) que se produce en toda formación figura/fondo, para que una nueva figura pueda emerger. Tratar de proteger al paciente de esto supone "que el terapeuta, desde lo alto de su superioridad, juzga tal o cual material humano como no merecedor de recuperar una existencia plena". Podemos decir entonces que cuando las "situaciones inacabadas del pasado" aparecen, interrumpen la secuencia del proceso de hacer y retirarse del contacto. Esto tiene lugar mediante procesos que, en principio, son sanos cuando se emplean en su momento oportuno. Dicho de otra manera, "los comportamientos neuróticos son los ajustes creativos de un campo en el que hay represiones". Esta creatividad va a actuar y a aparecer espontáneamente en cualquier situación presente. Por lo tanto, la ansiedad es la interrupción de la excitación creativa en curso. Y que la neurosis es, a la vez, una situación de miedo crónico y de frustración crónica. Puesto que la frustración es crónica, el deseo no aprende a activar las funciones prácticas importantes; y puesto que el miedo es crónico, el individuo se controla, se inhibe y se frustra. "La diferencia entre los diversos tipos de personalidad está relacionada con el momento en el que se produce la interrupción: - Antes de la nueva excitación primaria: Confluencia. - Durante la excitación: Introyección. - Al enfrentarse al entorno: Proyección. - Durante el conflicto y la destrucción: Retroflexión. - En el contacto final: Egotismo." Para localizar las interrupciones en la secuencia del proceso de hacer y retirarse del contacto, lo que llamamos pérdidas de la función yo, la pregunta es la siguiente: ¿cuál es el momento en el que el paciente empieza a no mantener el contacto en la sesión terapéutica? ¿Cómo, concretamente, se lo impide? Y una vez identificada la interrupción, apoyarla hasta la siguiente y así sucesivamente hasta el final de la secuencia del proceso de hacer y retirarse del contacto. Como terapeutas, solo necesitamos ayudar al paciente a desarrollar su identidad creativa a través de ese "pasaje ordenado" de una interrupción a otra. Ya que el comportamiento del paciente en terapia, o en cualquier otra cosa, es un ajuste creativo que continúa resolviendo un problema de frustración y de miedo crónicos, la terapia consiste en "proporcionarle unas circunstancias concretas en donde estas soluciones habituales (inacabadas) ya no sean las posibilidades de solución más adecuadas". No debemos olvidar que una interrupción de la secuencia de hacer y retirarse del contacto es debida a un estado del self, empleado de manera inadecuada. Esto es, la confluencia, la introyección, la proyección, la retroflexión y el egotismo son estados temporales adecuados y necesarios en determinas fases de la secuencia de hacer y retirarse del contacto. Solo cuando han perdido su función espontánea y se convierten en estructuras rígidas que interrumpen el proceso de hacer y retirarse del contacto es cuando se convierten en disfuncionales. La confluencia es el estado de no contacto, no hay frontera del self. Todos los hábitos y los conocimientos son confluyentes. La distinción entre las confluencias sanas y las confluencias neuróticas consiste en que las primeras están potencialmente sujetas a contacto, mientras que las segundas no se pueden contactar, debido a la represión. "En el plano neurótico, la actitud presente -no reconocer del todo la nueva tarea- consiste en agarrarse a la no consciencia, como si se aferrara a un comportamiento acabado para encontrar en él alguna satisfacción, y como si la nueva excitación fuera a arrebatársela. [...] El objetivo es conseguir que el otro haga todos los esfuerzos". La interrupción se puede producir durante la excitación, el self, entonces, introyecta: desplaza su propio deseo potencial por el de algún otro. Esto sirve para evitar la sensación de "no pertenencia". La actitud hacia el entorno es resignada y, por lo tanto, infantil y sumisa (o la contraria, rebelde y agresiva pero sin sentido). La satisfacción conseguida es la frustración. La introyección sana es el paso previo a la asimilación, necesaria en cualquier situación de aprendizaje. Está caracterizada por el interés, la motivación y la consciencia inmediata. En la proyección patológica, el individuo siente la emoción pero flotando a la deriva, "en el aire" y ya que no siente que surge de él, la atribuye a la otra realidad posible: el entorno; dirigida contra él por el otro. Produce rigidez muscular e inhibe los poderes motores para dejarse llevar libremente por las emociones libres. El ajuste creativo, es un factor alucinatorio necesario en los primeros acercamientos. Esto es la intuición o el presentimiento, y es así "como nos ponemos en guardia o nos sentimos invitados por medio de un significado que todavía no es manifiesto". Cuando las energías de la orientación y la manipulación están plenamente comprometidas en el entorno pero el individuo no puede hacerles frente porque tiene miedo a herir o a ser herido, "necesariamente, se va a sentir frustrado" y, entonces, las energías comprometidas se van a volver contra los únicos objetos disponibles y seguros en el campo: su personalidad y su propio cuerpo. Esto son las retroflexiones. Podemos incluir aquí los remordimientos, los arrepentimientos, las reconsideraciones, las enfermedades psicosomáticas, los dolores musculares sin "causa", el pensamiento obsesivo, la rumia, etc. El retroflectador trata de evitar quedar comprometido con el entorno. Cualquier acto de autocontrol deliberado durante un compromiso difícil es una retroflexión, generalmente sana. El entorno tangible del retroflectador está formado únicamente por sí mismo. Y su satisfacción directa es la sensación de control activo. Cuando, en las fases de contacto final y de postcontacto debería haber una relajación del control o de la vigilancia, cuando se trataría de abandonarse al comportamiento que llevaría a la asimilación y al crecimiento, "hay un esfuerzo por controlar lo incontrolable y lo sorprendente", esto es el egotismo disfuncional. La preocupación del egotista no es contactar con el entorno, asimilar y crecer holísticamente sino "multiplicar sus conocimientos científicos y técnicos para poner cada vez más cosas del entorno a su alcance y en su poder para ser irrefutable". La satisfacción del egotista disfuncional es el aburrimiento y la soledad; es vanidoso y creído, sabe de todo y lo va diciendo. Desconfía de la humanidad y siempre tiene "enfrentamientos". No obstante, normalmente, el egotismo es sano e indispensable en la elaboración de cualquier proceso de maduración larga, difícil y complejo; dicho de otra manera, se sienten las ganas de comprometerse y se aplaza esto, ya que, en ese proceso concreto, no es adecuada ni la espontaneidad ni la capacidad de correr riesgos. Los tipos de interrupciones o ajustes creativos pueden multiplicarse hasta el infinito combinando cada clase con otra, como "confluencia de introyectos", "proyección de retroflexiones", etc. Por ejemplo, "la confluencia con los introyectos es la culpabilidad; la retroflexión de los introyectos es la rebeldía...". Hay que tener en cuenta que, en Terapia Gestalt, no trabajamos con el contenido, sino con el proceso, con la secuencia de hacer y retirarse del contacto y sus interrupciones en el aquí y ahora de la situación real en curso, en la sesión de terapia, entre el paciente y el terapeuta. El significado creativo de la situación, no es lo que se piensa por anticipado, "lo que se trae a terapia", sino lo que surge al traer al primer plano las situaciones inacabadas, cualesquiera que sean y al descubrir-e-inventar su pertinencia en la situación presente, que se muestra interrumpida y por lo tanto desprovista de excitación, energía e interés. El neurótico, en la sesión y en su vida, empieza a perder el contacto con la realidad, se da cuenta, pero no tiene las técnicas que le permitirían continuar el contacto y persiste en un proceso que le lleva, cada vez, más lejos de la realidad, y entonces, se pierde. Resumiremos a continuación el proceso de hacer y retirarse del contacto : Precontacto: el cuerpo es el fondo; el apetito, las sensaciones o el estímulo ambiental es la figura. Es lo dado o "ello" de la situación. Es de lo que se es consciente. La función "ello", correspondería a la fase de Precontacto. "Es el segundo plano dado, que se disuelve en posibilidades" incluyendo las excitaciones orgánicas, las sensaciones, las situaciones inacabadas del pasado que se vuelven conscientes, el entorno vagamente percibido y los incipientes sentimientos que conectan al organismo con el entorno. Toma de contacto: la excitación del apetito, por ejemplo, se convierte en fondo, y algún "objeto" o conjunto de posibilidades es la figura. El cuerpo disminuye. La función "yo", en la fase de toma de Contacto, "es la identificación con y la alienación de las posibilidades, la limitación o el acrecentamiento del contacto en curso". Es la aceptación o el rechazo de las posibilidades de la situación presente y real incluye el comportamiento motor, la agresión, la orientación y la manipulación. Hay elección y rechazo de las posibilidades, agresión para acercarse y superar los obstáculos; orientación y manipulación deliberadas. Estas son las identificaciones (aceptaciones) y alienaciones (rechazos) del "yo". Contacto final (ó Contacto pleno): un objetivo vivo se destaca como figura y se contacta con él sobre un fondo que comprende el entorno y el cuerpo indiferentes. Se relaja cualquier actitud deliberada. La función personalidad, activa en las fases de Contacto Final y Postcontacto, "es el sistema de actitudes asumido en las relaciones interpersonales, es la asunción de lo que uno es". Cuando el comportamiento interpersonal es neurótico, la personalidad consiste en un cierto número de conceptos equivocados sobre uno mismo, introyecciones, ideales del yo, máscaras, etc. Pero cuando se ha terminado la terapia, la personalidad es una especie de entramado de actitudes con el que se comprende uno a sí mismo y que se puede utilizar para cualquier tipo de comportamiento interpersonal ya que, la personalidad es "una réplica verbal del self". Postcontacto: hay una interacción flotante entre el organismo y el entorno que no es una relación figura/fondo; el self disminuye. Se da la asimilación y por lo tanto el crecimiento, modificando la "personalidad". Fases del Proceso de Contacto. Perls y Goodman: La Secuencia de Ajuste Creativo Paul Goodman y Fritz Perls creadores de “Terapia Gestalt: Excitación y crecimiento de la personalidad humana”, plantean cuatro fases, para designar la secuencia de figuras y fondos que se suceden en el proceso de contacto. Este proceso nace de una excitación fisiológica y va a producir la activación del proceso figura-fondo. Cuando hablamos de “contacto” como concepto en Terapia Gestalt, no se refiere exclusiva y únicamente a la relación entre varios individuos, sino, como planteábamos anteriormente, a la formación de una figura de interés que destaca en el fondo del campo organismo/entorno. Es decir “la formación de formas en el campo organismo/entorno”. Este Proceso es la representación del paso de un sistema de ajustes conservadores a un sistema de ajustes creadores. El tipo de situación del que Goodman habla más plenamente es una donde el organismo está fuertemente motivado, es decir, donde una situación particular inacabada tiene firme dominancia ante todas las demás, y el campo organismo/entorno presenta dificultades y peligros sustanciales, de modo que el ajuste creativo es necesario. Aunque la experiencia de soportar esta situación es un proceso continuo, Goodman lo divide por comodidad en cuatro etapas. Tomadas juntas, como una secuencia, comprenden un solo ajuste creativo. El Proceso de Contacto es considerado por La escuela de Nueva York como un proceso único con varias secuencias, una danza de figuras y fondos en el que se suceden las siguientes fases: Pre-contacto Toma de contacto Contacto final Post-contacto Nos detendremos a continuación en ya citadas cuatro fases cuatro con sus respectivas interrupciones del contacto en cada una de ellas. Remarcar además algo en lo que hacen hincapié muchos autores las interrupciones del contacto no siempre son patológicas, pues también pueden ser sanas y positivas para el individuo, dependiendo del caso. Aun así muchos coinciden en denominarlas perdidas de funciones del yo. 1. Pre-contacto Es la breve etapa en la cual la motivación inicialmente asume dominancia, donde el apetito, el dolor, la duda, la curiosidad, o cualquier cosa, es experimentada por primera vez, y momentáneamente es una figura por sí misma. Esta figura sencilla por sí misma, genera, en cambio, actividad, exploración, y atención a ciertas “partes” del campo (además, la figura de la motivación aumenta, cambia, y se vuelve dolorosa si no es atendida). La etapa de pre-contacto es la clase de experiencia que llevó a Freud a postular el impulsivo y exigente Ello. Goodman utiliza el término, pero para él el Ello no es una “cosa” que uno tiene siempre; es un tipo de estructura que el campo de la experiencia puede tomar principalmente, en el pre-contacto y que cesa conforme la situación se desarrolla. El fondo es el cuerpo y la figura que surge es la sensación, en el transcurso de la fase de precontacto. Un estímulo ambiental o la conciencia de uno mismo mueven una serie de sensaciones fisiológicas indicando el “ello de la situación”. En esta fase por lo tanto el self funciona en modo ello. Transitar pues de lo orgánico a lo psicológico, se realiza mediante un “ir hacia y coger”, es decir, contactando con el entorno y tomando la novedad.“En un cierto sentido, el self no es más que una función de la fisiología; pero, por otra parte, no es de ningún modo una parte del organismo sino una función del campo, es la manera cómo el campo incluye al organismo” Toda función del organismo es una interacción en el campo organismo/entorno. En el proceso de establecer contacto, se pasa de lo fisiológico (sistema de ajustes conservadores que hemos heredado) a lo psicológico (sistema de ajustes creadores).“Toda función fisiológica se completa a sí misma internamente. Pero, a fin de cuentas, ninguna función puede seguir haciéndolo (el organismo no puede «autopreservarse») sin asimilar algo del entorno, sin crecer (o descargar algo en el entorno y morir)” El mecanismo de interrupción del proceso de contacto en esta fase es la confluencia. Confluencia es un estado de no-contacto, es decir, en la confluencia no existen límites entre el yo y el otro; entre la persona y el entorno. Se produce cuando la persona no percibe ningún límite entre él mismo y el entorno, sintiéndose que es parte de él. Este mecanismo de interrupción no nos permite distinguir lo que es importante y relevante para nosotros frente a lo que no lo es en este campo organismo/entorno. Es por ello que la confluencia no permite que algo nuevo surja. “Durante la primera fase, llamada precontacto, el cuerpo, la fisiología primaria y secundaria constituyen el fondo[…] En la situación en curso –sea una situación de reposo de donde nada emerge como figura, o cualquier actividad en que el sujeto esté comprometido y de la cual puede, más o menos conscientemente, aceptar dejarse distraer-, «algo» surge. Este algo, este «ello» de la situación, puede adoptar diversas formas: propiocepción de una sensación corporal, percepción de un estímulo ambiental, necesidad, deseo, apetito, atracción, instinto, situación inacabada que viene a cruzar el presente… El concepto de «ello» designa con razón este empuje y el awareness de este empuje, sin ninguna especulación sobre su posible origen. Indisociable del awareness, la función-ello es una modalidad del self que, a partir de percepciones y sensaciones corporales, constituye en emergencia de figura «lo inmediato» (next) de la situación […]Por consiguiente, lo que se hace figura en esta fase es el apetito o la estimulación ambiental que despierta un apetito”Jean-Marie Robine 2. Toma de contacto Es en esta fase cuando, todo aquello que formaba figura en el precontacto (sensación, propiocepción, estímulo del entorno) pasa a un segundo plano, en forma de excitación y energizando el fondo. Emerge entonces una nueva figura que es el entorno en todas sus posibilidades: la novedad. En esta fase de toma de contacto el self, mediante la Función Yo, va a ejecutar una selección en el campo organismo/entorno a través de identificaciones y alienaciones. Al mismo tiempo, esta función incluye el comportamiento motor, la orientación y la manipulación del entorno, facilitando el contacto. La Función Yo interviene en un funcionamiento sano para actuar y contactar, y lo hace identificándose con Cuando una necesidad es identificada, el organismo pone en acción las estrategias adecuadas para satisfacerla. La asimilación de la confluencia en la fase del precontacto anteriormente descrita, permite la emergencia de la Función Yo del self. Es la etapa más complicada, interesante y variada, en la que el organismo motivado enfrenta a su entorno y busca satisfacción.“Neurológicamente, (la frontera-contacto) tiene receptores y proprioceptores. Pero en el acto, en el contacto, se da una única totalidad de percepción-inicio-de-movimiento-teñido-de-sentimiento. No es que el auto-sentimiento, por ejemplo, de estar sediento, sirva como una señal que es notada, remitida al departamento de percepción del agua, etc.; sino que, en el mismo actuar, el agua es dada como deseable-brillante-atrayente, o la falta de agua es ausencia-irritante-problemática”. Tanto si el “objeto o conjunto de posibilidades” está presente como si es alucinado, su función es promover el logro de la estructura más sencilla del campo, mediante la orientación de la acción hacia objetos con mayor probabilidad de completar la situación inconclusa. Esta situación, que es una emoción en su sentido más útil pasa sin discontinuidad a la acción, ya que "hay elección y rechazo de posibilidades, agresión en el abordaje y superación de obstáculos y orientación y manipulación deliberadas. Estas son las identificaciones y alienaciones del ego" Como Goodman lo expone:“Creemos que la libre interacción de las facultades, concentrada en algún asunto presente, no lleva al caos o a la fantasía disparatada, sino a una gestalt que resuelve un problema real”. A modo de resumen citaremos a continuación los mecanismos de interrupción del proceso de contacto en esta fase son tres, introyeccion, proyección, retroflexión. La introyección es un mecanismo importante de aprendizaje. Mediante la cual incorporamos en nosotros patrones, modos de actuar, normas, etc. de personas que han sido importantes en nuestra biografía (padres, hermanos, profesores…), es decir, elementos del entorno.La introyección es patológica cuando los elementos introyectados no han sido previamente cuestionados para hacerlos nuestros. En este caso el introyecto pasa a formar parte de nosotros sin ser conscientes de ello y como un elemento extraño. Podemos decir entonces para distinguir que la introyección “sana” forma parte de cualquier proceso de aprendizaje y sin embargo la introyección patológica lleva implícita la coerción e implica comportamientos neuróticos fruto de la diferenciación de los elementos del campo organismo/entorno. Las introyecciones forman parte del proceso biológico del desarrollo de todo ser humano, pero hay que establecer la diferencia entre introyección e introyecto: Introyección: es un proceso, una modalidad de contacto. Introyecto: es un contenido que se manifiesta a través de otras modalidades como la confluencia, la proyección y la retroflexión. Proyectamos para crear vínculos. Es el primer acercamiento perceptivo mediante lo que imaginamos o interpretamos. La proyección es un elemento esencial en la constitución de las relaciones. Cuando hablamos de proyección en Gestalt nos referimos a una actitud, sentimiento o conducta que perteneciéndole a la persona se le atribuye a otra. Las proyecciones suelen ser características nuestras que rechazamos. Podemos establecer para clarificar aun más, dos tipos de proyecciones: Positiva. Lo definiríamos como las características ajenas que nos son agradables y nos gustaría poseer, pero de las que carecemos. Y la Negativa. Son esos aspectos que perteneciéndonos y siendo nuestros, no los aceptamos como propios y es por ello que los rechazamos. Incluye aquellas características que no nos gustan de los demás y que al mismo tiempo tampoco nos gustan de nosotros mismos. La retroflexión aparece cuando el individuo está orientado en el entorno y elige una de las posibilidades que éste le ofrece, dirigiéndose entonces al objeto elegido para agredirlo y desestructurarlo hasta hacerlo propio. En ese momento, el sujeto puede detenerse, comprobar si se dan las condiciones necesarias y reconsiderar si puede seguir avanzando en el campo. Cuando esto sucede de este modo, tiene lugar una retroflexión sana, es decir, un ajuste creativo. La retroflexión sana es necesaria en entornos difíciles porque evita peligros potenciales mayores. Además de la retroflexión sana, hay también una retroflexión neurótica que, atendiendo literalmente al término, significa: “volverse hacia uno mismo”, es decir, que la persona que retroflecta se hace a sí misma lo que le gustaría hacerle al entorno. Realiza una actuación totalmente equivocada, ya que en vez de dirigirse directamente al entorno, se convierte él mismo en el objeto destinatario de su propia acción. 3. Contacto final En esta fase del proceso de contacto, el “fondo” estará constituido por las diferentes posibilidades seleccionadas del entorno en la fase de toma de contacto, (cuerpo, sensación, estímulo ambiental, deseo identificado, deseo alienado) pudiendo desaparecer el fondo en beneficio de la “figura” (la figura es el “tú” con quien contactar). Es la interacción (experiencia en la frontera-contacto) que se entabla con el entorno para satisfacer la necesidad. El mecanismo de interrupción del proceso de contacto en esta fase seria el egotismo Podemos definir al egotismo como fobia del contacto o del vínculo. Como primordial ocupación del egotismo esta la de agrandar y fortalecer la frontera/contacto mediante el aumento narcisista del yo. En el egotismo hay un incremento defensivo del yo, en detrimento los otros. La persona egotista antepone sus necesidades a las del entorno, algo muy similar al narcisismo. Por ejemplo, si el organismo, después del contacto final, en lugar de dejarse fluir hacia la experiencia,a la satisfacción y a la espontaneidad se retira en sí mismo, se producirá la interrupción del contacto denominada egotismo neurótico.Cuando ya se ha satisfecho la necesidad, cuando ha finalizado el intercambio con el entorno, surge un período de retirada, de relajación, en el que es posible la asimilación de la experiencia. Se produce en este caso un egotismo sano. 4 .Post-contacto Es una fase de retirada en la que se vuelve de lo psicológico a lo fisiológico mediante la asimilación, pasando al fondo constituido en este caso por el “Tu + Yo”, es decir, el “Nosotros”.En el postcontacto la experiencia vivida va a ser asimilada con lo cual ya no hay figura. El contacto pleno hace crecer al organismo, le da lo que necesita y permite que partes del “no-yo” se transformen en “yo” a través de un proceso de asimilación. Para que esto suceda plenamente es necesario que las fases precedentes se hayan sucedido con espontaneidad organísmica; de otra forma, frente al crecimiento de la tensión preparatoria del contacto, el organismo, retrocederá a fases o modalidades de contacto obsoletas. Después del contacto, llega la asimilación. La nueva experiencia se integra, emerge la Función Personalidad del self al tomar consciencia de lo que se ha llegado a ser. Es decir, la Función Personalidad del self se encuentra activa permitiendo la asimilación de la experiencia. Al producirse la asimilación, la novedad puede transformar la percepción que se tenga de sí mismo permitiendo entonces realizar un ajuste creador. La interrupción del proceso de contacto en esta fase es la “confluencia”. De no producirse esta interrupción, estaremos ante una “confluencia sana”, que es el objetivo final. FASES DEL PROCESO DE CONTACTO Perls y Goodman FASE/ Mecanismo interrupción FONDO FIGURA PRE-CONTACTO: - Cuerpo -Propiocepcion Confluencia - Sensación FUNCION ELLO - Estimulo ambiente TOMA DE CONTACTO: -Cuerpo Introyeccion - Sensación Proyección - Estimulo ambiente - Mi deseo, necesidad, impulso. YO - Entorno en todas sus posibilidades. Retroflexión -Cuerpo CONTACTO FINAL: - Sensación Egotismo - Estimulo ambiente -Tu ( de la situación en la cual contactar) YO - Asimilación de la experiencia. Es la retirada, desapareciendo la figura. PERSONALIDAD - Deseo identificado -Objeto alienado POST-CONTACTO: Yo /tu Bibliografía PERLS, F., HEFFERLINE, R. y GOODMAN, P.: Terapia Gestalt: Excitación y crecimiento de la personalidad humana; Ed. Sociedad de Cultura Valle-Inclán, Ferrol, 2002. SERGE, GINGER: La Gestalt: una terapia de contacto. ED El manual moderno S.A. JOSHEP ZINKER: El proceso creativo en terapia Gestalt. ED Paidos. Argentina. ZEVY, Lee: Resumen del Proceso de Contacto, Documento del CTP, Centro de Terapia y Psicología, Madrid, España. KLEPNER, Perry: Interrupciones del contacto, Documento del CTP, Centro de Terapia y Psicología, Madrid, España.