1 Pautas de Crianza Janeth Alexandra Coral Bolaños Presentado a: Jaqueline Sarasty Universidad Mariana Facultad de Ciencias humanas Programa de Psicología Pasto 2015 2 TÍTULO: EL BELLO APRENDIZAJE DE “CRIAR BIEN” POR: JANETH CORAL. Para el desarrollo pleno y eficaz del niño o niña requiere de ciertas instituciones influyentes en su desarrollo tales como: la familia, la escuela, los amigos, los medios de comunicación y la sociedad en las que el infante está inmerso. Siendo la base fundamental y primordial la familia más concretamente la familia nuclear; comprendida por padre, madre e hijos. Dado que es entendida como ese eje central que a través de la crianza promueve la formación, el desarrollo psicosocial e intelectual y por ende construye la identidad personal del infante a través de la observación que los niños hacen de las conductas y maneras de proceder de sus padres, estableciendo así la figura de hombre y mujer y sus diferentes roles, lo que le permitirá al infante desenvolverse dentro de una sociedad de acuerdo a sus valores y enseñanzas transmitidas por su familia, es por esto que se cataloga a la familia como la primera escuela. Cabe destacar que “las influencias familiares son las primeras y las más persistentes, y además, a que las relaciones familiares se caracterizan por una especial intensidad afectiva y capacidad configuradora sobre las relaciones posteriores fuera de la familia. Así, aunque sus funciones cambian en las diferentes etapas de la vida, para la mayoría de las personas la familia de origen sigue teniendo gran importancia y repercusión a lo largo de su trayectoria vital”. (Grusec, 2002; Palacios, 1999b) Por otra parte La familia comprende un componente de vital importancia como lo es el afecto, el cual desde el nacimiento permiten crear relaciones muy profundas y estables en el seno familiar. Además de ésta brindar por supuesto la protección, la educación, la alimentación, la vestimenta, la salud y demás necesidades materiales. El afecto es muy significativo para la formación del niño y la niña, especialmente se estaría hablando del vínculo del apego que se forma desde el nacimiento, aquí el bebé nace con un repertorio de conductas las cuales tienen como finalidad producir respuestas en los padres: la succión, las sonrisas reflejas, el balbuceo, la necesidad de ser acunado y el llanto, no son más que estrategias por decirlo de alguna manera del bebé para vincularse con sus papás. Con este repertorio los bebés buscan mantener la proximidad con la figura de apego, resistirse a la separación, protestar si se lleva a cabo (ansiedad de separación), y utilizar la figura de apego como base de seguridad desde la que explora el mundo. (J. Bowlby. 1907-1990. Teoría del apego). 3 Desde mi punto de vista considero que la familia es la base fundamental para el desarrollo tanto físico como psicológico del infante, la familia es la encargada de hacer de su hijo una persona íntegra capaz de sí misma, útil y eficaz dentro de una sociedad, ya que esta tiene a su cargo principalmente los primeros años de formación del menor. En esos primeros años en donde el niño requiere de cariño, amor, protección, seguridad, atención y cuidado para su desarrollo intelectual y emocional. Además de ser la edad precisa en donde la familia empiece a establecer ciertas normas a las cuales el niño debe responder, por otra parte es necesario que se imparta los valores, los modales, destacar las cualidades, virtudes del niño y hacérselas saber, al igual que sus talentos. Todo esto mediante el vínculo afectivo; que personalmente considero primordial y esencial. El vínculo afectivo se refiere a esa unión de la madre o el padre con su hijo que proporciona esa seguridad emocional al menor, para eso considero que los padres deben demostrarle a su hijo esa aceptación y apoyo incondicional, responder a las necesidades del niño sutilmente, más que obligación considero que debería ser un querer, es decir una entrega absoluta a sus hijos; en donde el infante no sea visto como objeto sino como sujeto de amor y protección incondicional, buscando que prime la sintonía, equilibrio y coherencia en el seno familiar. Lo anterior con base en el dialogo, la confianza y la comunicación constante por parte de los padres hacia sus hijos, con el fin de que el niño tenga un mejor aprendizaje y desarrollo de su personalidad. Así en el momento que el niño o niña llegue a la edad escolar la cual empieza con el inicio escolar y finaliza con la adolescencia, el infante sale de su entorno familiar y entra a un mundo desconocido: la sociedad. Esta etapa es clave ya que el éxito o fracaso del niño dependerá de todos sus conocimientos, enseñanzas, experiencias y aprendizaje que haya adquirido en sus años anteriores años de vida mediante su familia. Considero que aquí radica la importancia del vínculo afectivo en la niñez, ya que es aquí donde nuestra personalidad ya se ha formado, ya nos sentimos identificados y ¿qué sucede?, lo que sucede es que cuando desde niños nos han brindado una protección y amor incondicional el niño que ahora ya está por entrar a la adolescencia ya es una persona segura, tiene confianza en sí mismo, serán personas agradables, que manifiesta muy buena relación intrapersonal además de mantener una actitud positiva frente a una adversidad. De esta manera pienso que cuando no se ha formado o bien fortalecido ese vínculo desde muy temprana edad, los niños al llegar a la edad escolar serán niños usualmente ansiosos, temerosos, tímidos que desde mi punto de vista considero que sus padres no les prestaron la atención suficiente, no respondieron a las necesidades del niño o niña en el momento oportuno, los dejaron 4 mucho tiempo solos, o peor aún fueron maltratados física y psicológicamente. Ahora bien creo que en ocasiones los padres suelen ser cariñosos o complacedores de lo que el niño o niña necesita económicamente hablando, pero no existe ese punto donde converja la necesidad del niño y la respuesta adecuada de los padres, se ha visto como padres dejan mucho tiempo solos a sus hijos, los descuidan y piensan erróneamente suplir ese tiempo perdido con cosas materiales y por ende el vínculo afectivo se deteriora poco a poco. De tal manera que estos niños cuando entran a la edad escolar serán personas frías emocionalmente, rencorosas y que probablemente sientan inseguridad al enfrentarse a situaciones o problemáticas de su vida. Es decir que “Un niño que sabe que su figura de apego es accesible y sensible a sus demandas les da un fuerte y penetrante sentimiento de seguridad, y la alimenta a valorar y continuar la relación”. . (J. Bowlby. 1907-1990. Teoría del apego). Mas sin embargo hay otro componente importante dentro del entorno familiar: las pautas de crianza, entendidas como aquellos valores, principios o tradiciones que transmiten los padres hacia sus hijos. Estas pautas de crianza comprenden normas, reglas y límites. En mi opinión las pautas de crianza son aquellas que nos permiten el orden y el equilibrio para una sana convivencia en nuestro entorno familiar y que tienen que darse desde los primeros años de vida del infante. Considero que no son mandatos establecidos sino más bien acuerdos a los que todos los integrantes de una familia llegan, proponen, se comprometen y se acoplan para cumplir con los deberes y derechos que tienen tanto los padres como los hijos. Claro está que la autoridad siempre serán los padres, ya que ellos serán la imagen ejemplar y la imagen a seguir debido a su experiencia y sus vivencias. Los padres serán quienes se encargaran de estructurar y organizar su familia, buscando siempre el bienestar, la felicidad y el desarrollo adecuado de los integrantes de la misma. Pero ¿cómo actúan estas pautas en la edad escolar?, como dije al inicio las pautas de crianza deben crearse y establecerse desde temprana edad, con objetivo de formar al niño o la niña, es decir, que en el momento que llega a la edad comprendida entre los 6 y 12 años de edad; edad en la cual el niño experimenta el ingreso a la sociedad, y siente curiosidad por descubrir todo, ya serán personas seguras de modo que sabrán lo que deben y no hacer, facilitan la adaptación social y emocional del niño o joven dado que al seguir las normas de su hogar, les permitirá estructurar y ser 5 coherentes en sus relaciones interpersonales, dando a conocer a los demás sus enseñanzas y aprendizajes familiares. Por tanto se acuerdan límites y reglas con la finalidad de propiciar un excelente tipo de crianza con la cual los niños o adolescentes desarrollen una buena conducta y se den a conocer como personas integras en el entorno social. Siendo así la máxima gratificación y satisfacción para los padres quienes realizan su labor con total entrega y esmero más que una obligación. En síntesis “la crianza es tan antigua como el hombre. Cada generación ha hecho lo que ha podido y las pautas se han ido transmitiendo de familia en familia. Criar bien es un arte y una ciencia, pero más que nada debe ser una experiencia maravillosa de aprendizaje tanto para los padres como para los hijos”. (A. De Acevedo.Pautas de crianza). También es necesario tener en cuenta los tipos de autoridad tales como: permisivo en el cual los padres son flexibles a todo lo que sus hijos digan. Democrático, sobreprotector y autoritario. Hoy en día se pueden ver reflejados todos estos en la sociedad en donde muchos padres creen que es bueno querer y “consentir” a sus hijos, de tal manera que les permiten hacer todo o que los niños quieren y creen conveniente desde su criterio. Por ende estos padres no son capaces de implementar límites dentro de su entorno familiar ni mucho menos son capaces de controlar la conducta de sus hijos; considero que estos padres son incongruentes a la hora de asumir el papel de autoridad. Es precisamente que a la edad escolar estos niños y adolescentes muchas veces son desorientados, impulsivos, agresivos y con un alta probabilidad de fracasar en su vida, al no tener control de ella. En otra instancia encontramos el tipo de autoridad sobreprotector en el cual los padres confunden su función de proteger con la de sobreproteger, buscando siempre evitar que el niño asuma o enfrente sus pequeños obstáculos, al igual de evadir dificultades físicas o emocionales creando así niños dependientes aferrados a sus padres. La dificultad aquí es que en el momento en el que el niño interactúa por vez primera en la sociedad (edad escolar) se formaran entonces personas inseguras, temerosas, poco tolerantes, se frustraran ante todo, serán egoístas y en ocasiones con baja autoestima. Ahora bien centrándonos en la de tipo autoritario; los padres se caracterizan por ser rígidos y limitantes, considero que este tipo de autoridad no fortalece ni permite un desarrollo efectivo de la personalidad del niño o niña porque aquí al infante se le niega la oportunidad de opinar, proponer, elegir. El niño es más visto como un objeto que como un ser humano el cual tiene que cumplir y obedecer órdenes de sus padres. Son padres cerrados que no permiten comunicación alguna con sus hijos, su fundamento es la disciplina como fuente de comportamiento correcto, cuando por lo general no hacen más que castigar y reprimir al menor. 6 Obteniendo como dificultad en el momento que este niño interactúe con otros y salga de su entorno familiar; serán personas distraídas, tímidas, infelices, pasivas, vulnerables y con baja autoestima ocasionando miedos desproporcionados y persistentes, es decir, miedos innecesarios con alta intensidad que pueden tornarse a fobias. Como se puede deducir los anteriores tipos de autoridad son mal interpretados y en su totalidad no contribuyen al buen desarrollo del niño y niña, que efectivamente perjudicara en el momento que este llegue a esa edad propicia en la que ya abandone su entorno familiar y decida entrar en ese mundo desconocido y totalmente nuevo para la el: la sociedad. En este orden considero excelente y me atrevo a decir único el tipo de autoridad democrático, en el cual la relación de padres e hijos se caracterizan por mantener una comunicación asertiva, que desde mi criterio es la mejor estrategia en la que el niño pueda tener confianza en sus padres y así pueda ser abierto a sus experiencia tanto positivas o negativas, saber que cuenta con sus padres y pueda ser guiado y orientado por estos. Además este tipo de autoridad democrático es preciso y justo para mantener ese equilibrio entre afecto y exigencia, es decir permite a los padres evitar caer en ser permisivos y autoritarios. Pienso que es ese balance perfecto en el que los padres quieren, aman y protegen a sus hijos pero de igual manera exigen, siempre pensando en el bienestar y desarrollo óptimo de sus hijos. De igual manera el niño quiere y ama a sus padres y siente que debe cumplir y acatar a lo que acuerde con ellos, pero sabe de antemano que cuenta con la confianza y apoyo de estos. Teniendo como finalidad última formar personas competentes socialmente, eficientes a la hora de entablar relaciones interpersonales, respetarse a sí mismo y a los demás y tiene en mente siempre que así como tiene derechos debe cumplir unos deberes. Son personas seguras con buena autoestima óptimas para ese ingreso a la sociedad.