Alquimia La Alquimia del árabe al-kimiya: la química. Ciencia y filosofía de los primeros químicos, que postularon con métodos experimentales, los cambios o transformaciones que experimentaban las sustancias. La Alquimia llegó a Europa a través de España, por los contactos entre árabes y europeos, durante las Cruzadas. En el Siglo XIII se tradujeron al latín la “Turba philosophorum” un texto árabe del siglo X. Y la célebre “Tábula smaragdina” o Tabla de Esmeralda, texto atribuido a Hermes Trismegistro. Arnaldo de Vilanova, Ramón LLull; Nicolás Flamel; Basilio Valentini; Jacobo Boheme; Paracelso…, fueron todos ellos reconocidos alquimistas, desde el siglo XIII al siglo XVIII. La Alquimia es una ciencia sagrada de transmutación, o cambio en lo personal y en el cuerpo humano. La idea universal de la Alquimia, es que podían transformar el plomo en oro. La semilla de la verdad de la Alquimia, se halla en un texto breve de carácter críptico o enigmático, atribuido al mítico Hermes Trismegistro, cuyo propósito es revelar el secreto de la sustancia primordial, y sus transmutaciones, es “La Tabla de Esmeralda”. En “La Tabla de Esmeralda”, está condensado o resumido todo el arte de la Gran Obra, objetivo principal de la Alquimia. Según Eliphas Levi: " (...) La Tabla de Esmeralda es toda la magia en una sola página. Son postulados Herméticos, Alquímicos y Qabalísticos. Algunos de estos postulados son los siguientes: “Verdad, sin falsedad, cierto y muy Verdadero, lo que está arriba es como lo que está abajo, y lo que está abajo es como lo que está arriba, para la realización de los milagros de la cosa Una. Y como todas las cosas proceden de Una, por la mediación de Una, así todas las cosas tienen su origen en esta Cosa, Una por adaptación. El Sol es su Padre, la Luna Su Madre, el Viento le lleva en su vientre, su nodriza es la Tierra. Este es el Padre de toda perfección, o consumación de todo el mundo. Su Poder es integrante, si es convertido en tierra. Tú separarás la Tierra del Fuego, lo sutil de lo denso, suavemente y con gran ingeniosidad. Ello asciende de la Tierra al Cielo y desciende nuevamente a la Tierra y recibe el Poder de los Superiores y de los Inferiores. Así tienes la Gloria del Mundo entero; por esto toda Oscuridad huye ante ti. Esta es la Fuerza Fuerte de todas las Fuerzas. Venciendo todo lo sutil y penetrando toda cosa sólida. Así fue creado el Mundo. De allí fueron todas las maravillosas adaptaciones, de las cuales ésta es la manera…..” El Triángulo Pitagórico, es un importante símbolo alquímico, que se relaciona con la afirmación, de que la materia prima, y la obra que modifica esa materia prima, no son dos cosas separadas, sino UNA que es también, TRES, CUATRO, Y CINCO. Esos tres números unidos, junto a la unidad que representa el Triángulo, sacan a la luz el número místico -13-. El número 13 en hebreo es Unidad y Amor, ya que las letras de sus dos palabras suman 13. Dicho número nos revela, y nos representa, que en la UNIÓN se halla el AMOR. La Gematría, método que las enseñanzas Cabalistas utilizan para obtener “soplos divinos” de respuestas a enseñanzas trascendentales, es la técnica de las letras hebreas por su valor numérico, en la que depende del hecho de que cada carácter, o letra hebrea tiene un valor numeral; y cuando la suma de los números de las grafías, que componen una palabra, dan el mismo resultado, que la suma de los caracteres de otra palabra, se considera que deberían tener necesariamente una conexión. El resultado del proceso alquímico, proporciona al alquimista una Consciencia de unidad de todo, de donde se sigue un desarrollo de verdadero amor por sus hermanos. La unidad que buscan los alquimistas, es lo contemplado en La Tabla de Esmeralda. Alcanzar esa Unidad, es convertir el Plomo (cuerpo y personalidad), en Oro (ser humano iluminado). El Plomo como símbolo de lo más denso, y el oro como representación de lo más valioso, sutil y reluciente de los minerales. Toda esta analogía comparada al Reino mineral, es la de la transformación o exaltación de los seres humanos, desde un estado grosero de existencia, es decir un ser humano egoísta, inepto, mezquino, egocéntrico, etc. transformándose hacia una persona espiritual, eficaz, afectuosa, sabia y conocedora; dispuesta, y entregada a amar y a servir a Dios y a la humanidad. Los alquimistas en sus investigaciones han buscado el elixir de la larga vida. La medicina natural, para aliviar los sufrimientos de la humanidad; muchos de ellos lo consiguieron. Paracelso, un prestigioso médico y alquimista suizo (1493-1541), alcanzó curaciones milagrosas. Su principal aportación a la alquimia, fue la investigación de medicamentos naturales, para descubrir y curar enfermedades. Según Eliphas Levi la Gran Obra es: “Prominentemente la creación del hombre por sí mismo, esto es, la inversión de los cuatro elementos para la plena y completa conquista que hace de sus facultades y de su futuro, por medio de su Quinto Elemento…”