lOMoARcPSD|3606260 Tema 8. La identidad personal Psicología de la Personalidad (Universidad Autónoma de Madrid) StuDocu is not sponsored or endorsed by any college or university Downloaded by José Manuel Helmo Sánchez ([email protected]) lOMoARcPSD|3606260 TEMA 8: LA IDENTIDAD PERSONAL Personalidad, identidad y autoconcepto La personalidad abarca todos los elementos que configuran y singularizan la conducta, mientras que la identidad es el conjunto de tales elementos que el sujeto elige para singularizarse y ser reconocido por los demás. La identidad es el principio de organización consciente de la personalidad; es lo que uno asume ser. Desde este enfoque, la personalidad tiene una extensión mayor que la identidad, e incluye componentes sociales, corporales y personales de los que el sujeto puede no tener conciencia, aunque de hecho estén influyendo y en parte determinando su forma de ser. El concepto de identidad está altamente vinculado a factores sociales y culturales en la medida que no parece ser un fenómeno universal en todas las culturas. El autoconcepto es la representación mental global que el sujeto hace de sí mismo. No es un elemento más de la personalidad, otro rasgo, sino la representación cognitiva que los engloba a todos. El autoconcepto, aunque está formado por la adscripción personal de múltiples aspectos, tiene su propia unidad, es único y es vivido y representado como un todo. La estructura de la identidad: el desarrollo cognitivo La identidad es un proceso en el que están presentes diferentes elementos que se van formando a lo largo Percepción corporal del desarrollo: la imagen corporal, los autoesquemas y Elaboración de la imagen corporal el autoconcepto como integración de los anteriores. En la primera fase del desarrollo, cuando la capacidad perceptiva del infante es escasa, el núcleo de la futura identidad está constituido por la imagen corporal. Percepción conductual Posteriormente, cuando el desarrollo cognitivo lo va capacitando para ello, el niño comienza a apreciar y a Elaboración de los autoesquemas percibir los aspectos de su propia conducta que lo identifican y lo singularizan (autoesquemas). En una tercera parte, la integración de ambos aspectos da lugar Percepción integrada a una concepción integrada y singular de sí mismo que es el autoconcepto. Aunque las fases se organizan Desarrollo del autoconcepto siguiendo un ciclo de desarrollo, su dinámica interactiva es continua. La identidad corporal: la imagen corporal Freud había considerado que el núcleo de la personalidad se originaba como un yo corporal que estaba vinculada a la experiencia sensorial del cuerpo (de bienestar y malestar). La imagen corporal es el conjunto de representaciones, percepciones, sentimientos y actitudes que el individuo elabora con respecto a su propio cuerpo, en su infancia y a lo largo del ciclo vital. La imagen corporal se distingue del esquema corporal en que este último consiste en la representación espacial que tenemos en cada momento de nuestra posición corporal y la capacidad de movimiento posible. El concepto de esquema corporal es básicamente motor y espacial. La satisfacción con la imagen corporal La satisfacción con la imagen corporal está claramente asociada con la satisfacción consigo mismo. No obstante, la satisfacción corporal poco tiene que ver con el propio físico real, sino que depende principalmente de la consideración del mismo. En general, los datos indican que las personas somos poco 1 Downloaded by José Manuel Helmo Sánchez ([email protected]) lOMoARcPSD|3606260 conocedores del atractivo real de nuestro cuerpo tal como es percibido por los otros, especialmente las mujeres. La percepción de un somatotipo alejado de los valores de moda puede crear fácilmente problemas de seguridad y autoestima personal, mientras que un somatotipo acorde con los valores aceptados proporciona seguridad personal y social. En definitiva, es la belleza subjetiva la que predice mejor los diferentes aspectos de satisfacción con uno mismo tanto en el adolescente como en el adulto. Lo importante es la belleza que el sujeto se auto-atribuya. Las diferencias de género en cuanto a la satisfacción corporal son escasas. Los problemas con la imagen corporal La imagen corporal insatisfactoria, claramente negativa, suele llevar asociada muchos problemas, personales, interpersonales y sociales. Uno de los grandes problemas actuales de salud mental es la conducta alimentaria y el complejo anorexia-bulimia ligado al mismo. En el DSM-IV TR, una de sus grandes secciones, es la de Trastornos Somatomorfos y uno de ellos, el trastorno dismórfico, se caracteriza por un ansioso temor a la fealdad. La experiencia corporal El concepto de receptividad del cuerpo hace referencia a la capacidad y apertura al contacto físico de la persona. La experiencia corporal cambia a lo largo del tiempo y cambia especialmente en momentos críticos de cambio personal, por un fracaso o un éxito notorio. Sociología de la imagen corporal La imagen del cuerpo es a veces propia de una estética y ética personales o de grupo, asociada a formas culturales de entender la vida. En algunos grupos la imagen corporal es una de sus señas básicas de identidad. La sociedad actual se caracteriza por una marcada orientación a la belleza y a la juventud como índices de salud y bienestar subjetivo. La imagen personal que transmite la persona no es estática, sino que cambia en función de los estados de ánimo y de los acontecimientos. La identidad cognitiva: los autoesquemas La percepción cognitiva de los aspectos del sí mismo El desarrollo cognitivo del niño le permite ir captando progresivamente diferentes aspectos de sí mismo (amable, poco social, dominante, cobarde, arriesgado, etc.). El niño va captando sus formas de adaptarse y de anticipar los acontecimientos, va observando y evaluando su forma de ser. La forma de hacerlo son los autoesquemas. Los autoesquemas Son generalizaciones cognitivas del sujeto sobre sí mismo que contienen información específica sobre pasadas experiencias y características personales. Los autoesquemas se originan en la conducta personal ―privada y pública―, y una vez la conducta se plasma en un autoesquema, sirve para organizar la conducta. Pero no todas las conductas se convierten en autoesquemas, para ello es necesario que el sujeto haga un tipo de atribución por el cual considera que esas conductas son internas y estables, es decir, propias de su forma de ser habitualmente. 2 Downloaded by José Manuel Helmo Sánchez ([email protected]) lOMoARcPSD|3606260 Sujetos esquemáticos y sujetos a-esquemáticos Los sujetos pueden ser esquemáticos o a-esquemáticos respecto a una determinada variable o disposición. Serían sujetos esquemáticos aquellos que reconocen que la variable es relevante en su autoconcepto, por exceso o por defecto. Serían a-esquemáticos aquellos sujetos que unas veces actuarían de forma dominante, por ejemplo, y otras de forma sumisa, en función de roles y circunstancias. Por tanto, la variable, el esquema, no es relevante para definirles. Características de los autoesquemas Son más numerosos que otros tipos de esquemas ― aunque sepamos de algo mucho, nunca sabremos de nada tanto como de nosotros mismos. Tienen una red de relaciones mayor ― soy simpático cuando estoy con mis mejores amigos, pero soy menos simpático cuando estoy con desconocidos. Son más frecuentemente activados en el procesamiento diario de la información. Están impregnados de afecto, son esquemas calientes ― no es lo mismo decir “la moto corre más” que “no eres muy bueno en las relaciones interpersonales”. Los autoesquemas son emocionales y, por tanto, afectan a la autoestima. El autoconcepto: la identidad subjetiva Es la representación mental global que el sujeto hace de sí mismo. Los elementos del autoconcepto son múltiples, pues éste tiene un aspecto diferencial: utiliza predominantemente los elementos que consideramos nos diferencian y sirven para identificarnos frente a los demás. El autoconcepto es más que el simple conjunto de autoesquemas, es también la representación de la organización de los mismos. Es decir, la persona sabe que si hablan de su familia se siente sensible, y entonces se hace comunicativo, más prosocial y sonríe con más frecuencia. Todos estos aspectos están estructurados y organizados, de forma que algunos tienen más importancia que otros. Esta organización, aunque estable, es dinámica y situacional. Funciones del autoconcepto Proporcionar una identidad. Nos da un sentido diferencial con respecto a los demás; nos dice en qué nos parecemos y en qué somos diferentes. El autoconcepto puede ser realista o totalmente infundado; no tiene que ver con la objetividad. Proporciona una integración temporal. No existe identidad personal sin memoria. El autoconcepto es el armazón de la memoria que integra cuánto ha sucedido a la persona a lo largo del tiempo. Principio de autoestima. Al decirnos lo que somos y cómo somos nos dice también cuánto valemos. El autoconcepto no es la autoestima, pero la funda. El autoconcepto proporciona información sobre nuestras cualidades y sus limitaciones; el nivel de la autoestima dependerá de la valoración y del énfasis en uno u otro aspecto. Formas de autoconcepto Identidad difusa – no hay compromiso; zonas borrosas. Moratoria de identidad – crisis de opciones mantenidas. Identidad hipotecada – copia de identidades ajenas. Logro de la identidad personal – firmeza, flexibilidad y criterios propios. Trastornos del autoconcepto Trastornos disociativos – trastornos psicopatológicos de la identidad. o Amnesia psicógena: olvido parcial de la propia experiencia o Trastorno de personalidad múltiple: presencia de identidades diferentes o Despersonalización: la persona siente irreal su propia experiencia 3 Downloaded by José Manuel Helmo Sánchez ([email protected]) lOMoARcPSD|3606260 La conciencia de sí mismo El conocimiento de sí mismo Las fuentes de conocimiento sobre sí mismo que tiene la persona son variadas: La experiencia personal. La primera fuente de información sobre nosotros mismos es lo que pensamos y lo que sentimos. La propia conducta. Cuando los indicadores internos son débiles e inseguros, difíciles de interpretar, la persona se encuentra en la misma posición que un observador externo y que son los datos objetivos y externos los que le proporcionan la información sobre sí mismo. Las conductas de otras personas. Las formas que tienen los demás de tratarnos y de considerarnos nos proporcionan una fuente de información sobre nosotros mismos. La comparación social. Parte de la información que obtenemos acerca de nosotros la obtenemos por comparación activa con los otros. Saber si uno sabe bailar no es fácil, a menos que se vea bailar a otros. La fuente de información no garantiza la validez de la misma. Límites y errores del autoconocimiento A veces no se es consciente de los estímulos que influencian la conducta; no se es consciente de elementos de la respuesta o de la misma respuesta, y tampoco se es consciente de que el estímulo ha afectado a la respuesta. Las personas somos incapaces de responder acerca de nuestros procesos cognitivos y nuestras limitaciones en el procesamiento de la información no nos permiten decir qué aspectos son los que deciden nuestra conducta. Por ejemplo, según el efecto de la mera exposición, las preferencias se establecen sobre la base de la mera familiaridad. El autoengaño Supone que aunque el sujeto conoce la verdad, prefiere optar por otro tipo alternativas aunque sepa que no son las opciones convenientes. El autoengaño proviene de la incapacidad de la persona para atender de forma efectiva a la retroalimentación que está recibiendo de que una alternativa, una convicción o una línea de acción no es la correcta. Tiene su base en la dificultad de la persona para cambiar una actitud, una creencia o una conducta a pesar de los inconvenientes que pueda tener, pues el cambio es visto peor que los efectos del mantenimiento del error. En algunos casos el autoengaño es positivo: cuando da lugar a ilusiones positivas. La imagen de sí mismo La autopresentación de sí mismo Gran parte de nuestra conducta depende de los escenarios interpersonales; hay un manejo constante de nuestra imagen ante los demás. La interacción consiste en crear impresiones que permitan formar las inferencias que nos benefician y que reflejan las intenciones y los aspectos de la propia identidad que queremos comunicar, haciendo de la interacción un continuo manejo de las impresiones de los demás, una serie sucesiva de autopresentaciones. Este modelo de Goffman refleja la importancia que tiene la negociación como forma de interacción social; la identidad es la forma de presentarse del sujeto en función de las ventajas y desventajas que tienen las posibles múltiples identidades del sujeto en un momento dado. Dos motivos centrales por los que se utiliza la táctica de la autopresentación: Búsqueda de la audiencia favorable – la transmisión de una imagen positiva a fin de agradar a otras personas. Autoconstrucción – búsqueda de la confirmación de una imagen positiva que tenemos de nosotros mismos y queremos que los demás confirmen. 4 Downloaded by José Manuel Helmo Sánchez ([email protected]) lOMoARcPSD|3606260 La autoactualización Se refiere a la idea de que la persona tiene un potencial natural para alcanzar su máximo desarrollo en todos sus recursos y competencias personales e interpersonales. Carl Rogers consideraba que era una tendencia formativa propia del organismo hacia un mayor orden y complejidad. Este autor se centra en el proceso por el que una persona funciona integrada, capaz de percibir y asumir su propia experiencia con sus potencialidades, limitaciones y contradicciones. Su idea básica es la apertura a la experiencia de sí mismo para manejarla y adaptarla a la realidad. La autodestrucción La conducta autodestructiva es el tipo de conducta por el que la persona se comporta de una manera que impide la obtención de logros normalmente esperables. Son comportamientos irracionales en los que se actúa de una forma que impide la obtención de un éxito o satisfacción y bloquea sus posibilidades. El DSM-III introdujo como un posible trastorno de personalidad el Trastorno Autodestructivo de Personalidad. La identidad La identidad es el sistema de variables que definen y singularizan a la persona. El autoconcepto es la representación cognitiva de sí mismo, parcial y global, la identidad incluye este aspecto pero incluye también la experiencia emocional y la experiencia de la singularidad personal. La identidad es un dato observable y una experiencia personal; es la respuesta de ¿quién soy yo?, mientras el autoconcepto es más bien la respuesta a ¿qué soy yo? Por tanto, el autoconcepto es un elemento de la identidad. La teoría de las identidades posibles Las identidades posibles se refieren a lo que las personas desearían ser en un determinado futuro, lo que tendrían que ser ahora o lo que temen convertirse dentro de un tiempo. Se refieren, pues, a las mejores y a las peores probabilidades de desarrollo personal. La teoría de la autodiscrepancia Propone la existencia en la personalidad de tres niveles o dominios de la propia identidad: Identidad real – es la que el sujeto percibe que tiene en un determinado momento. Identidad ideal – la que le gustaría poder tener. Identidad obligatoria – la que se ve obligado a mostrar y ejecutar en la vida real. Cuando una persona experimenta una discrepancia entre la identidad real y la obligatoria aparecería la ansiedad, mientras que cuando la discrepancia se produce entre la identidad real y la ideal lo que aparece es la depresión. La teoría de la identidad narrativa Nuestra identidad está hecha de tiempo y de memoria y, desde esta perspectiva, no es sino la narración que el sujeto hace de su historia. La identidad supone, entre otras cosas, la reconstrucción de la propia autobiografía a través del tiempo. McAdams (2001) propone que la elaboración de una historia personal provee al sujeto de su identidad narrativa, una narración que unifica las historias del pasado con el presente. La identidad personal está compuesta por la historia que el sujeto quiere narrar de sí mismo. La biografía, los hechos que realmente han acontecido en la vida de la persona, no constituye sin más la identidad, sino que es la conciencia de los mismos, la memoria y la narración que de ellos se hace lo que forma la parte central de identidad. 5 Downloaded by José Manuel Helmo Sánchez ([email protected]) lOMoARcPSD|3606260 La identidad social Para Mead (1972), el sí mismo necesita del proceso social y sólo la actividad y las relaciones sociales dan lugar a su aparición. No se puede pensar la identidad sin referencia a la identidad social, a la que proviene de sus esquemas sociales y sus vínculos de afiliación y pertenencia a grupos. Tajfel (1972) ha propuesto que somos los grupos a los cuales pertenecemos. Así, el sentimiento de pertenencia a minorías es un factor de identificación. La autoestima La autoestima es la actitud hacia uno mismo, y es el resultado de un proceso por el que se aprende a evaluarse positiva o negativamente. Han sido varios los factores descritos como elementos que favorecen una autoestima alta o baja: La retroalimentación social. La autoestima personal refleja la valoración que apreciamos en los demás acerca de nosotros. La comparación social. La autoestima de la persona no depende exclusivamente de la apreciación externa que recibe, sino de la valoración personal que ella misma está efectuando continuamente. La comparación social no es estrictamente lógica, sino que suele efectuarse en beneficio de la persona. Los resultados de la conducta. El éxito aumenta la autoestima y el fracaso la disminuye. Los éxitos y los fracasos inciden más en la autoestima en la medida que el sujeto considera que afectan a temas y valores importantes para él y considera que el resultado se debe a variables internas, estables y controlables. Los factores sociales. Influyen a través de varios procesos: emocionales y atencionales (ambiente inmediato – familia) y la creación de patrones sociales de referencia (mejor o peor valorados). El microambiente es el factor más decisivo sobre los niveles de autoestima. g 6 Downloaded by José Manuel Helmo Sánchez ([email protected])