TRABAJO COMPARATIVO ¿SUEÑAN LOS ANDROIDES CON OVEJAS ELECTRICAS? VS. BLADE RUNNER. Rodrigo Arenas I. Cine y Literatura. Magíster en Literatura – UPLA Profesor: Christian Morales Durán. Objetivo El objetivo de este trabajo es realizar un análisis comparativo entre la novela ¿Sueñan los Androides con Ovejas Eléctricas? de Phillip K. Dick, y la cinta Blade Runner, dirigida por Ridley Scott. Dada la variedad de ediciones diferentes que hay del material originalmente grabado (siete1), se escogió para este trabajo el Director’s Cut de 1992. Antecedentes. ¿Sueñan los Androides con Ovejas Eléctricas? es una novela de ciencia ficción publicada en 1968. Fue el primero de una serie de trabajos del escritor norteamericano que han sido adaptados a la pantalla grande. 1 Versions of Blade Runner. Obtenido el 07/07/2011 desde http://en.wikipedia.org/wiki/Versions_of_Blade_Runner En tanto, Blade Runner es un largometraje realizado en 1982, cuyo guión está inspirado en la novela de Dick. A partir del material grabado, se han exhibido públicamente siete versiones (ediciones) diferentes. La llamada Director’s Cut presenta tres diferencias fundamentales con las dos versiones estrenadas originalmente en 1982: se omite el recurso de la voz en off del protagonista, se incluye la famosa “secuencia del unicornio”2, y el desenlace es notoriamente distinto, por la omisión de la escena final original. Comparación. Ubicación Temporal y Espacial. Ambas historias se ubican en un futuro distópico. Mientras Blade Runner, tal como se establece al inicio del relato, se ambienta en Los Angeles, California, en Noviembre del 2019, la novela se ubica en el año de 1992, en la vecina ciudad de San Francisco, aunque la acción se traslada temporalmente a Seattle. Relato. En la novela, el narrador es en tercera persona y omnisciente, presentado el relato de manera lineal y aristotélica. El libro está dividido en 22 capítulos, y se inicia con un epígrafe de Yeats3. Phillip K. Dick plasma en estas páginas algunas de las preocupaciones de su obra en general: cuestionamiento de la realidad (como acuerdo social), el Logos, el libre albedrío, la jerarquización social4, y la inteligencia artificial. Su lenguaje es directo, sin grandes exigencias para el lector, con detalladas y extensas descripciones de lugares y objetos relevantes. Muchas veces privilegia el diálogo más que la mera descripción, y el ritmo de la escritura es más bien pausado. Sin embargo, éste se acelera durante los últimos cinco capítulos. Cada capítulo está centrado en las acciones de un personaje en particular (Rick Deckard o John Isidore), alrededor del cual se estructuran los hechos y otros personajes, excepto el penúltimo, en el que ambos interactúan entre sí ¿Sueñan los Androides con Ovejas Eléctricas? es un relato de ciencia ficción pura, género ampliamente desarrollado por Dick a través de sus obras, cuyo rimo está emparentado con el de trabajos de Ray Bradbury, Huxley, e incluso algo cercano al de la pulp sci-fii de los cincuenta. Motivos recurrentes del relato son la inteligencia artificial, los animales, la tecnología, los viajes espirituales, la no unicidad de la realidad, la basura, el desastre climático, entre otros. La trama es bastante más compleja que la de la cinta, con muchos más escenarios, situaciones y personajes. El final de la novela es cerrado. En tanto, Blade Runner se estructura a partir de un guión aristotélico, con una larga introducción y un desenlace breve en términos relativos de metraje. Es una mezcla de distintas historias clásicas (transformación, amor prohibido, y 2 Originalmente rodada para la siguiente cinta de Scott, Legend. “Y aún sueño que pisa la hierba caminando espectral entre el rocío atravesado por mi canto alegre” 4 Muy influenciada por “Un Mundo Feliz” de Aldous Huxley. 3 persecución), y tiene un final abierto. El arranque de la historia es ad-ovo. Se clasifica dentro del género de la ciencia ficción, y su premisa dramática es el sentido de la existencia humana (Logos - padre) y la urgencia de vivir. Sin embargo, a diferencia de la ciencia ficción más convencional, no recurre en demasía a las secuencias de acción y violencia. Tampoco utiliza la voz en off, como en la edición original. En este caso, el relato se expone de manera directa, a través de las imágenes y los diálogos. Al respecto, el score de Vangelis juega un papel fundamental en el ambiente de la narración, resaltando la belleza de ciertas imágenes (la escena de planting inicial, la muerte de Zhora, el parlamento final de Roy, ente otros) y acentuando el carácter futurista (uso de sintetizadores) y existencial de la cinta. La dirección artística apela al recurso del retrofuturismo, el que es coherente con la caracterización de algunos personajes, en especial Rick, Bryant y Gaff, creando una estética postmoderna y muy particular. Un elemento paratextual interesante es la tipografía especialmente creada para la cinta, que si bien no fue utilizada directamente en ésta, si lo fue en su publicidad, la que no sólo acentuaba su carácter futurista, sino también su particularidad como un film diferente, único, en especial al mezclarse las imágenes noir de Sean Young y Harrison Ford con los autos y edificios futuristas. Ridley Scott utiliza en los primeros segundos de metraje planos generales para mostrar el estado de la ciudad de Los Angeles (escena de planteamiento inicial). La inclusión de una toma a un ojo en un primerísimo primer plano ha dado para diversas interpretaciones, aunque yo creo que se refiere al ojo del espectador, una invitación de Scott a interpretar la cinta desde un punto de vista muy personal. De hecho, los ojos juegan un papel muy importante en el relato y son un motivo recurrente, como en la prueba Voight-Kampff, la tienda Eye Wonder, el parlamento final de Roy (“Yo he visto cosas que vosotros no creeríais. Naves de ataque en llamas sobre el hombro de Orión. Rayos "C" brillar en la oscuridad cerca de la puerta Tanhauser"), el brillo de los ojos de los replicantes, los ojos extremadamente claros de Gaff y Scott, los lentes con gran aumento de Tyrell, etc. Todo eso les otorga un lugar de privilegio, en especial a través de los primeros planos. Quizá sea porque el ojo es los que permite marcar la diferencia entre lo natural y lo artificial, y porque es “la ventana del alma”. Scott utiliza de manera recurrente el primer plano, cuyo potencial expresivo se ve, por una parte, realzadas por las interpretaciones de los actores, exceptuando el caso de Ford, quién en ciertas escenas carece de profundidad interpretativa. Sin embargo, no hay duda que el primer plano, en especial en el caso de personajes como Rachel y Roy, adjetiva y traduce la sicología de los personajes. De todas formas, los planos medios y generales acompañados por una edición que acelera el ritmo de la narración, aunque sin caer en el jump cut, alcanzan gran expresividad en la persecución de Zhora por parte de Rick, secuencia que evoluciona hasta que, en la muerte de ésta, el ritmo cambia bruscamente ayudado por el uso de la cámara lenta. La maestría en el manejo del lenguaje cinematográfico de Scott llega a su punto cúlmine en la penúltima escena, en especial en el expresivo plano conjunto en contrapicado de la paloma elevándose en el aire. Blade Runner es una cinta muy abierta a la interpretación, admite diversas lecturas a varios niveles, y permite reinterpretaciones a nivel personal. Al mismo tiempo, el relato está muy bien armado y el guión no deja cabos sueltos. Claramente, la cinta opta por el “showing”, mientras que la novela lo hace por el “telling” aunque, tal como se dijo anteriormente, esta última utiliza también los diálogos como recurso narrativo con bastante frecuencia. Argumento. Blade Runner toma relativamente pocos acontecimientos de la novela: el regreso de los androides renegados a la tierra, el encuentro de Rick con Rachel en la corporación Tyrell, la aplicación de la prueba a Rachel, el reencuentro entre Roy y Pris, y el encuentro amoroso entre Rachel y Rick. Todos los demás sucesos que acontecen en la cinta son creación de los guionistas, aunque unos pocos están levemente inspirados en pasajes del libro (el encuentro entre Pris y Sebastian, la muerte de Zhora) En este sentido, el argumento de la cinta es casi un guión original. Personajes. Tanto en la novela como en la película, el protagonista y antihéroe es Rick Deckard (Harrison Ford). Sin embargo, en la cinta éste personaje está diseñado a partir del arquetipo del detective del cine negro norteamericano de las décadas del treinta y cuarenta que inmortalizaron James Cagney y Humphrey Bogart, entre otros. De hecho, hay varios elementos que rodean a este personaje que están relacionados con dicha estética: la femme fatalle (Rachel), la soledad, la noche, el callejeo, el humo, armas de fuego, el cigarrillo y el alcohol. Bryant y Gaff también están construidos inspirándose en dicha estética, aunque este último es un personaje con señas particulares debido a su enigmática personalidad y origen, potenciados por la caracterización de Edward J. Olmos. En cambio, en la novela no hay ninguna influencia del relato negro. Dekcard es un personaje cuyo móvil, en un comienzo, es pragmático (trabajo). Su proyecto inicial es terminar la tarea encargada por Bryant: retirar a los cuatro replicantes que han llegado a la tierra. Bryant lo obligó a regresar de su solitario retiro a su rol de bladerunner, en parte por ser el mejor en su rubro. Sin embargo, y debido al amor que siente por Rachel, su móvil cambia a uno de tipo ético, su proyecto cambia (actualización) y termina convertido en el protector de un replicante. Esta es la culminación del proceso de transformación de este personaje (trama interna – arco de transformación), proceso que inicialmente nos muestra a este agente abocado a su misión, y cuyo deber se empieza a contraponer con los sentimientos que empieza a experimentar por Rachel. El conflicto de Deckard es amar a una mujer que debería asesinar. Este se verá resuelto gracias a su enfrentamiento final con Roy Batty, puntualmente a través de una gran revelación (la vida es para vivirla, y los replicantes pueden ser más “humanos” que los mismos seres humanos), la que se verá reforzado por el parlamento final de Gaff, y que lo llevará a tomar una decisión radical al respecto. En cambio, el Deckard de la novela es un cazarecompensas que vive de asesinar replicantes. Su móvil inicial, por ende, también es pragmático. De hecho, es un personaje que presenta rasgos de un burócrata, algo Kafkiano, muy centrado en sus rutinas y en sus ambiciones sociales. Además, está casado con Iran, en un matrimonio estancado por el aburrimiento; cuenta con secretaria y oficina; tiene relaciones sociales con otros personajes; su principal arma es un láser; y posee una oveja eléctrica, aunque su gran aspiración (y que se traduce en su conflicto: lograr asesinar a los replicantes para poder ascender socialmente) es un caballo que no sea artificial. En el mundo plasmado por Dick, los animales no artificiales son considerados un símbolo de status económico y social. Rick se relaciona con su vecino, y a través de esta amistad el narrador comienza a dar cuenta del rol social de dichos animales. Otro elemento relacionado a lo anterior es el “Catálogo Sydney”, medio a través del cuál se pueden comprar animales, tanto artificiales como naturales. Finalmente, el Deckard de la novela terminará cumpliendo su misión con absoluta frialdad y eficiencia, pero su cambio guarda más relación con su esposa y con sí mismo que con su relación con los replicantes: desiste de su gran ambición de ascenso social simbólico, y se conforma con un sapo eléctrico. Al contrario que la cinta, Deckard, más que un ser aislado, solitario, paria, es perfilado por Dick como uno inserto en la sociedad, que participa de sus rituales, ambiciones y convenciones. Al respecto, el coprotagonista John Isidore es su contrapunto, y le permite al escritor plasmar de manera más amplia y menos caricaturesca los contrastes sociales del contexto temporal que ha optado por ilustrar. A diferencia de la versión original, el Director’s Cut propuso una discusión interesante sobre este personaje a partir de la inclusión de la secuencia del unicornio.5 Dado que Gaff posteriormente le regala a Deckard un origami con la forma del mismo animal, se ha planteado que éste conoce los sueños de Rick. Lo anterior, sumado a la atracción que siente el personaje por los recuerdos plasmados en fotos, han hecho surgir la teoría que Rick sería también un replicante. Además, en la escena cuando se conocen, Rachel le pregunta a Rick si se ha aplicado el test a sí mismo. Personalmente, me inclino a pensar que no, ya que interpreto el unicornio como un símbolo del deseo de Rick de liberarse de su trabajo, de sus perjuicios y miedos sobre Rachel, de un planeta decadente, y sobre todo, de una vida carente de sentido. Este cuestionamiento también se encuentra en la novela, aunque a nivel más explícito y menos rico en lecturas. Deckard es increpado por otro bladerunner, Crams, quién sospecha de él y casi logra obligarlo a someterse al test. Sin embargo, el tema se resuelve rápidamente al comprobar Crams que el gran (y básico) problema de Deckard es que siente demasiada empatía por los replicantes de sexo femenino. La coprotagonista de Blade Runner es Rachel (Sean Young), replicante que inicialmente ignora su realidad como tal. Se presenta como anfitriona y sobrina de Tyrell, aunque Rick descubre que es un replicante, lo que le es confirmado por su supuesto tío. Se convierte en el objeto amoroso de Deckard, y su móvil es ético y queda claro desde el momento en que le dispara a Leon para salvar a Rick, en una 5 Blade Runner riddle solved. Obtenido el 07/07/2011 desde http://news.bbc.co.uk/2/hi/entertainment/825641.stm decisión absolutamente emocional. Ella evoluciona desde ser la supuesta sobrina de Tyrell, hasta transformarse en su compañera en un viaje cuyo destino es incierto. La Rachel de la novela es bastante diferente. Es también una replicante, pero no se cuestiona ni siente lástima de su realidad. Es presentada también como la sobrina de Rosen (el equivalente a Tyrell en la novela), pero su relación con Rick se limita a un fugaz encuentro sexual. Rachel, en ¿Sueñan los Androides con Ovejas Eléctricas? es un personaje meramente secundario, que no evoluciona, sin la relevancia que tiene en la película, y cuyo móvil es pragmático. En Blade Runner, Deckard se enfrenta a varios antagonistas: los replicantes. Sin embargo, Roy Batty (Ruther Hauer), es el principal, y es quién lo conducirá a la gran revelación en el clímax de la cinta: la escena en la que tienen su enfrentamiento final. Sin embargo, en la novela Roy es un personaje más que secundario, terciario. También es el líder de los replicantes, pero sólo aparece durante un par de capítulos, está casado con otra replicante (Irmgard) y es eliminado sin mayores miramientos por Deckard, sin jugar un papel decisivo en la trama. Todo lo contrario de la cinta, pues Roy en este último caso juega un papel dramático decisivo, destacando especialmente su inolvidable parlamento final. El Roy del largometraje nos incita a cuestionar la sensibilidad y emocionalidad del ser humano y del mismo espectador. Es un personaje complejo, ya que puede ser muy violento, pero al mismo tiempo es sensible y su inquietud no es más que la gran pregunta espiritual de la humanidad: saber de donde venimos y a donde vamos. Al respecto, su móvil es ético. Incluso, adquiere razgos Nitzcherianos al matar a su padre, Tyrell. Dentro de los personajes secundarios de la cinta destaca Pris (Daryl Hannah), el objeto amoroso de Roy, coantagonista de Dick, y que juega un rol fundamental en la trama ya que sus acciones permiten que Roy se encuentre cara a cara con Tyrell. En cambio, en términos expresivos, y no sólo de trama, Pris es un personaje mucho más relevante en la novela. Pris no solamente es el medio principal por el cual el autor ilustra las complejas características de los NEXUS 6, sino que además le permite establecer claramente su cuestionamiento acerca del límite entre la locura y la cordura, entre sueño y realidad. “Somos todos esquizofrénicos, con vidas emocionales defectuosas6”.Además, en términos de trama, ella es el puente entre los replicantes y John Isidore. Sobre John Isidore, éste es obrero de una empresa que se dedica a reparar animales eléctricos. Posee una inteligencia muy baja, motivo por el cuál no puede emigrar de la tierra, y además es bastante ingenuo, amistoso y bondadoso, aunque al mismo tiempo tímido y consciente de sus limitaciones. Este complejo personaje coprotagoniza la novela junto a Deckard. Su conflicto es meramente interno (autodemostrarse que no es tan tonto), y su antagonista es toda la sociedad, incluyendo los replicantes. A través de él, Dick ilustra el Mercerismo, doctrina que se detallará más adelante. También lo utiliza metonímicamente como representante de la clase trabajadora, de los parias en general, y como metáfora del universal deseo de las clases dominantes de mantener a las clases menos poderosas apaciguadas, adormecidas, drogadas, con el fin de preservar el status quo que los beneficia. Sin embargo, es lejos es personaje más sensible de la novela, el único con un móvil moral en la trama y que en términos dramáticos juega un papel fundamental por las razones ya esgrimidas. Y aunque no aparece en la película, Isidore claramente inspiró a los guionistas a desarrollar el personaje de J.F. Sebastian. Aunque éste es casi un personaje 6 Dick, Phillip K. (1968) ¿Sueñan los Androides con Ovejas Eléctricas? Barcelona: Edhasa Nebulae, 1º Ed., 2008, p. 213 terciario de la cinta, comparte con Isidore su falta de egoísmo, su condición de paria, su sensibilidad e ingenuidad, aunque Sebastian es un genio. En términos de trama, ambos no pueden emigrar de la tierra y se transforman de manera no intencional en los protectores de Pris, producto de decisiones emocionales. Sin embargo, Sebastian es un personaje secundario en la cinta, aunque ilustra de manera muy certera la soledad y las libertades que pueden darse en términos de manipulación genética. Es un pequeño Prometeo. Un secundario muy relevante en términos dramáticos es Gaff (Edward J. Olmos), que en la novela aparece apenas delineado. Gaff juega un rol de “mensajero de los dioses” a través de sus origamis, y su carácter mítico se ve acentuado por el diseño de vestuario (“pimp”), por su extraño idioma (cuya base es el búlgaro), sus llamativos ojos, y por sus apariciones repentinas en momentos claves (“reclutamiento” de Dick, retiro de Zhora7, muerte de Roy). Personaje enigmático, su móvil es tanto pragmático, como moral, cosa que queda clara al dejar partir a Rick con Rachel. El superior de Gaff y Rick, en ambos casos, es el capitán Bryant (M. Emmet Walsh). En la novela, al igual que Gaff no juega un rol relevante ni en la trama ni en términos expresivos. La cinta lo realza más, y es un personaje secundario que 7 Relevante, pues es la instancia en la que Rick vuelve a matar. toma muchos elementos prestados del cine negro norteamericano clásico. Su móvil es absolutamente pragmático, y su presencia se justifica en términos de trama al ser el que obliga a Deckard a regresar de su retiro. En términos de lectura, representa la ley humana, imperfecta y carente de autocrítica. Entretanto, Zhora (Johanna Cassidy) no aparece en el libro. Personaje secundario, cuyo móvil es pragmático, de aparición breve pero cuya muerte tiene una fuerza dramática muy poderosa, no sólo por el uso de la cámara lenta y el score en esta secuencia, sino que además mientras huye el traje transparente toma una forma similar al de un par de alas, como si ella fuera un ángel que desesperadamente intenta huir de la muerte. Otro personaje que no aparece en la novela es el replicante Leon. Mientras, Hampton aparece brevemente, tanto en el libro como en el largometraje. Otros personajes menores de la novela que son omitidos por la cinta son Polokov y Garlnd (replicantes que se hace pasar por bladerunners rusos), Buster (animador de televisión), Luba Luft (replicante que trabaja como cantante lírica), Crams (otro bladerunner), Iran y la ya nombrada esposa de Roy, Irmgard. Mientras, el Doctor Tyrell tiene una participación importante en la trama, y en términos dramáticos también al aportar al planteamiento de la problemática existencial. Es el Prometeo, un pequeño dios, una especie de Doctor Frankenstein que termina siendo destruido por su propia creación. En otras lecturas, también representa el poder del empresariado y de la ciencia. Su contraparte en la novela, Rosen, no pasa de ser un personaje de orden terciario, con una sola y fugaz aparición. Para terminar, es necesario dedicarle un espacio a Iran, la esposa de Rick. Absolutamente ausente de la cinta, en la novela es un personaje fundamental en la trama, aunque no llega a ser coprotagonista. Iran está caracterizada con los rasgos típicos de la ama de casa norteamericana de la era Eisenhower: conservadora, preocupada de la posición social, con una libido casi inexistente, con un espíritu crítico casi nulo, pero fiel y preocupada de su hogar. Sin embargo, el capítulo final la muestra como un personaje más complejo, al revelarse, por medio de su descubrimiento que el sapo es eléctrico, cierta sabiduría amorosa. Otros elementos. Un elemento clave de la novela, que en la cinta desaparece por completo, es un aparato llamado “órgano de ánimos” (Penfield). Este no sólo sirve como reloj despertador, sino que además permite que los personajes regulen sus estados emocionales de acuerdo a sus necesidades. El Penfield se relaciona con dos personajes que, más que ello, son alegorías: Wilbur Mercer y Buster. Mercer es una especie de (falso) mesías, cuyas ideas y pensamientos han modelado a la humanidad a partir de una doctrina: el Mercerismo. Esta propone una unión cósmica entre seres humanos conectados a la caja de empatía al unísono, que intercambian y comparten sus sensaciones y emociones y son capaces de entrar en un trance virtual con el mismo Mercer. Esta seudoreligión plantea el abandono del individualismo en pro de la búsqueda del bien común. Relacionado con lo anterior, ésta el “Show del Amigo Buster", programa de televisión infinito y omnipresente en el mundo planteado por Dick. Este show se disputa con el Mercerismo el rol de “elemento poseedor de la verdad”, o sea el control de las mentes humanas, y por ende el papel de Logos. Este es parte del contrapunto dialéctico crítico que elabora Dick, en el que el Mercerismo es una parodia de las religiones, mientras que el “Show del Amigo Buster" es una parodia de los medios de comunicación masivos. A ambos Dick los mira con ironía y los desacredita, planteando la fragilidad de la mente humana, y la capacidad de ésta de autoconvencerse de verdades sin fundamento. Nótese que Buster es un replicante, lo que se revela cerca del final del libro y que además termina por cuestionar la principal diferencia que se ha planteado entre los seres humanos y los replicantes: la empatía. Al respecto, a diferencia de la cinta, que termina por acercar a los seres humanos con los replicantes por medio de elementos positivos (ambos poseen sensibilidad y valoran la vida; el replicante se acerca al ser humano), la novela los acerca por medio de la carencia (ambos no poseen empatía; los humanos se nivelan a la altura de los replicantes). El término Blade Runner no aparece en la novela. Este fue seleccionado como el título de la película por Ridley Scott a partir de otra novela de ciencia ficción: The Bladerunner, escrita en 1974 por Alan E. Nourse, posteriormente adaptada como guión por William S. Burrougs, el que nunca llegó a filmarse pero que sí fue publicado. En él, el término bladerunner designa a los traficantes de insumos médicos. La novela hace mención a la Guerra Mundial Terminal, hecho que no aparece en la película, y que es un elemento que ayuda al lector a comprender el estado de la humanidad y el mundo plasmado. Además, en el libro se menciona una relación de intercambio de información respecto a los replicantes entre la policía soviética y la norteamericana. También, las Naciones Unidas juegan un rol central en la política internacional. En el largometraje ni siquiera se menciona la existencia ni de los soviéticos, ni de las U.N. Tanto en la cinta, como en la novela, la prueba de Voight-Kampff es utilizada para detectar a un replicante con cierto margen de error. Sin embrago, en la novela se plantean datos adicionales: que en casos extremos se puede recurrir a un análisis de médula ósea, la existencia de un test alternativo a prueba (Arco Reflejo de Bonelli), y que la prueba fue diseñada por soviéticos8. Otro concepto obviado por la cinta es el Kippel, definido como “los objetos inútiles, las cajas de cerillas después que se ha gastado la última, el envoltorio del periódico del día anterior. Cuando no hay gente, el Kippel se reproduce”9. Este le permite a Dick plantar el tema de la catástrofe ambiental. Hay algunos cambios meramente de nombres propios entre la cinta y la novela. Por ejemplo, Tyrell Corporation aparece en el libro como la Rosen Association. Ahora bien, entre los elementos y conceptos que la película rescata de la novela se encuentran los replicantes, el futuro distópico, la labor de los bladerunners, los autos voladores, la corporación que fabrica los androides, la catástrofe ambiental (polución), los NEXUS 6, y la relación entre los humanos y los androides. Algunas conclusiones. Más allá de las omisiones y de las alteraciones del guión de la cinta con respecto a la novela, ambos tienen en común ciertos aspectos fundamentales: el género (ciencia ficción), el protagonista como antihéroe (aunque el Rick de la cinta evoluciona hasta convertirse en un héroe, al terminar protegiendo a Rachel, mientras que el de la novela se queda en su condición de personaje que lleva a cabo cosas heroicas pero con su particular guía moral bajo el brazo), una estructura lineal y aristotélica, la distopia, algunos conceptos y personajes, y la preocupación por la existencia humana y la inteligencia artificial. Además, ambos siguen un ritmo de relato similar. Como era de esperarse, también presentan diferencias esenciales. La adaptación cinematográfica carece de la profunda crítica social y a la religión de la novela, y por razones de formato era de esperarse que omitiera a John Isidore, entre otros personajes, y varios sucesos y conceptos. Al respecto, ¿Sueñan los Androides con Ovejas Eléctricas? se destaca por anticiparse a ideas como realidad virtual, ingeniería genética, religiosidad new age, y catástrofe ambiental. Sin embargo, en términos dramáticos y expresivos la 8 Se infiere así la existencia en el relato del referente de la URSS. Al respecto, el autor se une a otros de ciencia ficción de la década de los sesenta que especulaban sobre el futuro de las relaciones entre soviéticos y estadounidenses. 9 Dick, p. 93. película es más rica, más abierta a la interpretación personal y además apoyada en un final no cerrado, al contrario que la novela. Esta recoge los elementos esenciales de la novela, más que nada algunos conceptos y personajes, muy pocos sucesos, y a través de un trabajo de creación y síntesis se concentra en ellos y los trabaja en profundidad, siendo coherente pero al mismo tiempo permitiendo diversos niveles de lectura. En cambio, la novela es más “cerrada”, aunque Dick deja abierta la pregunta sobre el Logos. Además, es difícil leer la novela sin tener en mente la poderosa imaginería visual y sonora de Blade Runner: sus trajes, escenografías, el score de Vangelis y en especial, las caracterizaciones y actuaciones de los actores, lo que no deja lugar a dudas respecto a lo acertado del casting. En resumen, Blade Runner, más que estar basada en ¿Sueñan los Androides con Ovejas Eléctricas?, está inspirada en ella. O, en otras palabras, es una reescritura en lenguaje cinematográfico muy libre, rica y creativa de la novela. BIBLIOGRAFÍA Dick, Phillip K. (1968) ¿Sueñan los Androides con Ovejas Eléctricas? Barcelona: Edhasa Nebulae, 1º Ed., 2008. García Landa, José Ángel (1986) El modo del género narrativo: Diversas interpretaciones sobre el telling and showing. Miscelánea 6 (1986): 61-67 The Bladerunner Obtenido el 05/07/2011 desde http://en.wikipedia.org/wiki/The_Bladerunner Blade Runner Obtenido el 05/07/2011 desde http://en.wikipedia.org/wiki/Blade_Runner Morales Durán, Christian Fundamentos del Lenguaje Audiovisual Universidad de Viña del Mar Dangerous Days: Making Blade Runner (2007) Dirigido por Charles de Lauzirika.