Subido por Pamela Cordero Mora

América Latina y las migraciones europeas entre 1870 a 1930. Los casos de Argentina, Chile y Uruguay

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Universidad Nacional de Costa Rica
Facultad de Ciencias Sociales
Escuela de Historia
Historia de América III
Tema de investigación
América Latina y las migraciones europeas entre 1870 a 1930: los casos de
Argentina, Chile y Uruguay
Estudiantes:
Katherine Pamela Cordero Mora
Alexander Stefano Porras Calderón
Profesor:
Dr. Aarón Arguedas Zamora
- 24 de mayo del 2018-
Tema de Investigación
América Latina y las migraciones europeas entre 1870 a 1930: los casos de Argentina, Chile
y Uruguay.
Tesis
La inserción de inmigrantes europeos produjo tensiones sociales en América Latina entre
1870 a 1930.
Problema
¿Cuáles fueron las tendencias del comportamiento político y social de los inmigrantes
europeos que penetraron Argentina, Chile y Uruguay entre 1870 a 1930?
2
Justificación
América Latina, dentro del marco de finales del siglo XIX y principios del XX, fue
protagonista de una serie de transformaciones donde determinó el quiebre estructural de las
antiguas naciones colonialistas aún latentes para antes de 1870. Uno de los puntos de
transformación más importantes fue la reestructuración social, dentro de los diferentes
espacios latinoamericanos con base a las migraciones europeas durante los años de 1870 a
1930; dentro de este marco se manejarán los conceptos de crecimiento demográfico,
migración, inmigración e incidencia social como puntos de enlace dentro de los argumentos
prontos a desarrollar.
De igual forma, se procederá con el análisis de tres países Latinoamericanos Argentina, Chile, Uruguay- que durante este periodo sufrieron importantes cambios sociales,
muchos derivados de la integración europea en la dinámica socioeconómica de los
emergentes Estados de la región. Esta investigación parte de la necesidad de analizar,
comprender y explicar cómo las migraciones europeas incidieron socialmente. De tal manera,
que produjeron una reorganización social que afectó la estructura pública y privada del
momento. Al mismo tiempo, se deseó construir una investigación cuya base sea comprender
todos estos procesos. Esta investigación buscara romper las bases descriptivas que algunas
investigaciones han manejado dentro de esta temática dejando de lado el profundo impacto
que este tuvo estructuralmente.
Los años de 1870 a 1930, fueron un periodo de grandes cambios internos que
permitieron de forma progresiva que América Latina se integrase a la dinámica política,
económico y social. Periodo donde la inversión extranjera estuvo integrándose de tal forma
que las economías dependieran de ellos. Al mismo tiempo, la reorganización política y la
estabilidad estructural permitieron la reconstrucción de la sociedad en la región.
Para el desarrollo de la investigación, se consultarán las investigaciones ya realizadas
por otros expertos sobre la misma materia, con el fin de comparar, analizar y comprender sus
diferentes argumentos, puntos fuertes y débiles que nos permitan fundamentar el trabajo y
crear toda una estructura argumentativa. Una vez seleccionadas las fuentes que permitan el
desarrollo del trabajo de investigación, se procederá a desarrollar un análisis del “marco
3
general” de como las migraciones incidieron socialmente en América Latina; para poder
resaltar como estas transformaciones marcaron un punto de quiebre en la sociedad
latinoamericana. Asimismo, se trabajarán los casos de Chile, Argentina y Uruguay para
sostener con mayor fuerza los argumentos que se desarrollarán en la investigación.
Con esta investigación se espera, por medio construcción teórica, estructurar un
cuerpo argumentativo que permita el análisis, comprensión y explicación de cómo las
migraciones europeas permitieron la transformación de la sociedad latinoamericana,
permitiendo la comprobación de la tesis propuesta en la investigación. De igual forma esta
investigación no busca coronarse como un dogma investigativo en donde solo lo propuesto
es la verdad, con este proyecto se tiene el objetivo de funcionar como una base para futuras
investigaciones dentro de la misma temática; además, se busca resaltar que las migraciones
europeas funcionaron como uno de los propulsores para que América Latina se propulsase
hacia la modernización social, económica y política.
4
Migraciones al “ cono sur” 1870 a 1930
«Gobernar es poblar»
Juan Bautista Alberdi, 18521
La emigración europea fue la migración de europeos hacia otros continentes, fue un
importante movimiento en la época colonial y durante las guerras y dictaduras europeas,
debido a los aumentos demográficos de la población y a la crisis económica, hambrunas o
represión política en el continente.
Según el diccionario de Real Academia Española, la definición de migración es el
desplazamiento geográfico de individuos o grupos, generalmente por causas económicas o
sociales a un lugar o sitio determinado. La migración integra dos procesos: la inmigración,
que es la entrada de una persona a un país, región o lugar determinados procedente de otras
partes y la emigración, que es la salida de persona de un país, región o lugar determinados
para dirigirse a otro lugar distinto.
Desde finales del siglo XIX hasta nuestros días se puede identificar cuatro momentos
significativos sobre el fenómeno migratorio en América Latina y el Caribe. El primero estuvo
vinculado con las migraciones transoceánicas, el segundo con las migraciones internas,
productos de la crisis económica y en las décadas de 1930 y 1940, la tercer con las
migraciones fronterizas y la última, las que se producen a partir de la globalización.
El presente trabajo desarrolla el último proceso, es decir de la emigración europea,
durante las migraciones transoceánicas, la conocida ola de migración masiva al continente
americano entre 1870 y 1930. América Latina fue el destino favorito de millones de
inmigrantes europeos, algo que se convirtió en el rasgo distintivo de la evolución
demográfica de varios países de esta región.
Estos países serán desarrollados más adelante, pues se pretende para esta primera parte
analizar la población y las migraciones hacia América Latina desde una perspectiva mucho
1
Ver La obra Bases en 1852 de Juan Bautista Alberdi. Nació en San Miguel el 29 de agosto de 1810 y murió
el Neuilly-sur-seine, Francia el 19 de junio de 1884. Abogado, jurista, economista, político, estadista,
diplomático, escritor y musico argentino fue el autor intelectual de la Constitución Argentina de 1853.
5
más global, con causas y efectos, mientras la segunda parte desarrollará los casos específicos
de tres países receptores de migrantes: Argentina, Chile y Uruguay.
Blanca Sánchez Alonso mencionó que, desde finales de las guerras napoleónicas hasta la
Gran Depresión de los años treinta, millones de europeos cruzaron el Atlántico con la
intención de morar sus condiciones de vida. Por lo que el perfil temporal de la emigración
europea presentó un aumento casi constante hasta alcanzar un máximo en vísperas de la
Primera Guerra Mundial y que desaceleró en la década de 1920 y que colapsó definitivamente
durante la crisis de los años treinta.2
Con base en Sánchez Alonso, se logró destacar los países de América que recibieron la
mayor cantidad de europeos. Liderando la lista está Estados Unidos con 27 millones, seguido
de Argentina con más de seis millones, Brasil y Canadá con más de cuatro millones cada
uno, Cuba con 610 000 y Uruguay con 500 000 individuos.3 Según la autora desde finales
del siglo XIX hasta mediados del siglo XX se llegó a movilizar 50 millones 4 de europeos
entre 1870 a 1930 y según Roberto Aruj, 55 millones de europeos5. Aunque pueda existir una
divergencia en cuanto a la cantidad que llegó, se entiende que fue una inmensurable suma de
occidentales los que arribaron los puertos de América.
Asimismo, diversas causas han sido atribuidas a la decisión de emigrar. Según Roberto
Aruj, las explicaciones que dan cuenta de los motivos de este fenómeno se vinculan con la
falta de trabajo, la persecución político-ideológico, la inseguridad producto de la violencia,
las guerras, la persecución étnico-religiosa, los problemas socioeconómicos, el mejoramiento
de la calidad de vida, la búsqueda de desarrollo individual o familiar, oportunidades de
empleo y educación, acceso a bienes y servicios, entre otros. 6
2
Blanca, Sánchez Alonso, “Población, migraciones y cambio demográfico”, en: Historia General de América
Latina, vol. VII. (Paris, Francia: Ediciones UNESCO/Editorial TROTTA, 2008), 59.
3
Blanca, Sánchez Alonso, “European immigration into Latin America, 1870-1930”, Journal of Iberian and
Latin American Economic History (Second Series), 25(03): 397. URL:
http://s3.amazonaws.com/zanran_storage/docentes.fe.unl.pt/ContentPages/17266449.pdf
4
Sánchez Alonso, “Población, migraciones y cambio demográfico”, 65.
5
Roberto S., Aruj. “Causas, consecuencias, efectos e impacto de las migraciones en Latinoamérica”, Revista
Pap.poblac 14, n.55 (enero-marzo, 2008): 96. URL:
http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1405-7425200800010000598
6
Ibid, 98.
6
Por lo que, según Nicolás Sánchez-Albornoz, la decisión de migrar estaría
fundamentada en una compleja combinación de factores internos y externos. Entre los
externos más significativos destacamos: la falta de alternativas para los logros ocupacionales,
incertidumbre social sobre el futuro económico, inseguridad general frente al crecimiento de
la violencia y necesidades másicas insatisfechas. Entre los factores internos, están:
frustración en las expectativas de vida, frustración en la realización personal, mandato
generacional ligado a la comunidad de la cadena migratoria familiar, acceso a la información
acerca de las opciones en el exterior y convicción de la imposibilidad de la realización éticovalorativa en la sociedad de origen.7
La movilización de esta población produjo una serie de cambios tanto positivos como
negativos para el país receptor de migrantes. Entre los positivos encontramos la
incorporación de mano de obra, el incremento del consumo y la recaudación a partir del pago
de impuestos. Entre los negativos están: el problema de integración y adaptación, la
competencia laboral, los nuevos bolsones de pobreza, el aumento de la discriminación y la
xenofobia, la disminución de los salarios de los trabajadores nativos por la competencia con
los migrantes, la selección de mano de obra.
Esto sumado a que al principio los gobiernos no contaban con políticas sociales y
demográficas coherentes para afrontar los problemas de la migración, provocó que la
población migratoria irregular presionara sobre el mercado de trabajo y que impactaran en el
mercado de trabajo, en el sistema de salud, en los servicios públicos (agua, electricidad) y en
todas las estructuras de los países emisores y receptores. 8
Aunque el mayor impacto fue en la demografía de aquellos países que participaron
activamente en la era de las migraciones de masas, ya que contribuyó a su crecimiento a largo
plazo. Este aumento fue el resultado de patrones demográficos que se repiten a partir de que
la población inmigrante europea provenía de países con elevadas tasas de fecundidad, por lo
que estos patrones tendieron a igualarse con los de la sociedad receptora a largo plazo9.
7
Nicolás, Sánchez-Albornoz, “La población de América Latina, 1850-1930”, en: Historia de América Latina,
vol. 7 (Barcelona, España: Editorial Critica, S.A, 1991), 62.
8
Roberto S., Aruj, 103.
9
Sánchez Alonso, “Población, migraciones y cambio demográfico”, 62.
7
Es a causa de esto, que países como Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, Ecuador,
México, Perú, Uruguay y Venezuela duplicaron o triplicaron su población entre 1870 a
1929.10 Países que entre 1854 y 1924 recibieron grandes cantidades de europeos, están
representados de la siguiente manera: 38 por ciento fueron italianos, 28 por ciento españoles,
11 por ciento portugueses y le siguen porcentajes más reducidos de franceses, alemanes y los
llamados “rusos” que engloban a polacos, lituanos y ucranianos.11
A estos grupos de inmigrantes tradicionales se le sumaron más tarde en vísperas de la
Primera Guerra Mundial y con intensidad en la década de 1920, japoneses en Brasil y Perú y
los mal llamados “turcos” (sirios, libaneses y palestinos). Estos últimos estuvieron presentes
en toda América Latina, tanto en países de inmigración masiva como Argentina o países de
escasa recepción de inmigrantes como Colombia.12
La emigración fue un fenómeno que afectó desigualmente a las distintas regiones, y en
todos los países europeos encontramos diferencias en los comportamientos regionales. La
elección de destinos estuvo también concentrada según los países de origen. Así, los italianos
diversificaron sus destinos según sus orígenes regionales: los emigrantes del norte eligieron
países de América Latina, mientras que los del sur emigraron a Estados Unidos. Los
españoles decidieron emigrar casi exclusivamente a países de América Latina, en contraste
con los italianos y portugueses, estos últimos, aunque tuvieron a Brasil como principal
destino, también formaron un numeroso grupo en América Latina13.
Según Sánchez Alonso, los países que acogieron a los emigrantes durante la ola
migratoria masiva presentaron características comunes: escases de mano de obra (que
provocó una elevada demanda de trabajo), abundancia de recursos naturales y rápido
crecimiento económico derivado de la inserción en la economía mundial y de su capacidad
de atracción de capitales y mano de obra exterior. Así, la inmigración junto con la inversión
en infraestructura (redes de transporte) por inversiones extranjeras, se convirtieron en
10
Ibid, 60. Ver Cuadro 1.
Jean-Paul, Deler, “Transformaciones del espacio en América Latina”, en: Historia General de América
Latina, vol. VII (Paris, Francia: Ediciones UNESCO/Editorial TROTTA, 2008), 36.
12
Sánchez Alonso, “Población, migraciones y cambio demográfico”, 56.
13
Sánchez Alonso, “La época de las grandes migraciones: desde mediados del siglo XIX a 1930”, Revista
Mediterráneo económico, n.1 (2002): 20-21 URL: https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=605670
11
8
elementos fundamentales para el intenso crecimiento económico que experimentaron países
como Argentina, Chile o Canadá.14
Asimismo, la mayoría de las corrientes migratorias en las décadas de emigración
masiva de finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX presentaron características
similares en cuanto a su composición: la mayoría hombres jóvenes, que viajaban solos y
presentaron una cualificación profesional. Al emigrar jóvenes, mencionó Sánchez Alonso,
fueron capaces de maximizar sus ganancias a lo largo de su vida laboral y emigrando sin
familia minimizaban los costes de la emigración y maximizaban sus posibilidades de
ahorro.15
Esta característica implicó dos fenómenos durante la época de las grandes migraciones:
la emigración de retorno y el envío de remesas. La primera, se convirtió en algo familiar para
muchos emigrantes europeos, ya que gracias a la mejora en transportes la estadía de los
emigrados se volvió mucho más corta, con el único fin de ahorrar dinero. La segunda, la
diferencia de salarios entre el país emisor y receptor permitió el envío de remesas a las
familias del emigrado16.
Para la mayoría de los países receptores, que el emigrante fuera joven y en edad
productiva, determinó altas tasas de participación en el mercado laboral, al ser básicamente
trabajadores no cualificados o con una cualificación baja poseían un bajo capital humano
especifico, es decir aquella persona estuvo asociada a determinadas industrias o actividades
en sus países de origen y ello le permitió adaptarse mejor a mercados de trabajos distintos
sin perder los ingresos asociados a una mayor cualificación profesional.17
Sin embargo, el que los emigrantes llevaran consigo altas tasas de participación laboral,
ocasionó bajas tasas de dependencia en los países receptores de estos mismos. Según Sánchez
Alonso, la entrada de inmigrantes jóvenes en el mercado laboral supuso, asimismo, incluso
cuando la cualificación profesional fue baja, que en los países receptores se realizaran
14
Vicente, Castelló Roselló, “Las migraciones desde una perspectiva histórica”, Revista de treball, economía i
societat, n.49 (2008): 11. URL: https://dialnet.unirioja.es/servlet/autor?codigo=282275
15
Sánchez Alonso, “La época de las grandes migraciones: desde mediados del siglo XIX a 1930”, 24.
16
Ibid.
17
Ibid.
9
importaciones de capital humano con beneficios netos pues la sociedad receptora se ahorraba
así los costes de crianza y educación de edad población.18
Dado el volumen que la inmigración tomó en las décadas iniciales del siglo XX, la
opinión pública, la prensa y los políticos empezaron a plantearse con intensidad el controlar,
limitar y seleccionar a los inmigrantes. Por lo que los gobiernos a pesar de haber contado con
las políticas de puertas abiertas intentaron regular los flujos migratorios y su composición
para adecuar la oferta de mano de obra a la demanda y “manipular” la composición de flujos
para reducir posibles desequilibrios en determinados sectores y ocupaciones19.
La emigración no solo produjo consecuencias relacionadas con el país receptor sino
también al país de origen. En el país receptor, según Sánchez Alonso, disminuyó el conflicto
social y político cuando un porcentaje importante de la población productiva decidió emigrar.
Decreció así los niveles de desocupación y de descontentó, ya que se creó posibilidades
aparentes, producto de este movimiento de personas hacia otras regiones. La mano de obra
que se quedo pudo tener una mayor posibilidad de ingreso al mercado de trabajo, porque
disminuyó la competencia20.
Durante la segunda mitad del siglo XIX, el “cono sur” fue testigo de una ola de
migraciones europeas que a nivel latinoamericano eran inimaginables, desde españoles hasta
irlandeses, salieron de Europa con la esperanza de obtener una mejor vida y condiciones
laborales aptas. El caso argentino es increíble ya que fue el segundo país (después de los
Estados Unidos), en recibir una cantidad exorbitante de inmigrantes; de esta forma, el Estado
de Argentina entró en un proceso de transformaciones sociales, políticas y económicas que
más adelante se irán explicando.
Primero se debe comenzar preguntándose ¿Qué hizo de Argentina uno de los destinos
más aclamados por las migraciones del Viejo Mundo? Esta respuesta se podría dividir en
tres: a) Su extensión territorial, b) Su baja población, y c) Su acelerado crecimiento
18
Héctor, Pérez Brignoli, “América Latina en la transición demográfica, 1800-1980”, Revista Población y
Salud en Mesoamérica 7, n.2 (enero-junio, 2010): 23. URL:
https://revistas.ucr.ac.cr/index.php/psm/article/view/1090
19
Horacio, Capel, “Los inmigrantes en la ciudad. Crecimiento económico, innovación y conflicto social”,
Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales, n.3 (1 de mayo de 1997): 26. ULR:
http://www.ub.edu/geocrit/sn-3.htm
20
Aruj, 99-100.
10
económico. Estos tres elementos funcionaron de tal forma que Argentina ingresó en un
proceso de despegue económico nunca visto.21 Comenzando con el punto con la Extensión
Territorial, el estado argentino para la segunda mitad del siglo XIX contaba con una
extensión aproximada de casi tres millones de kilómetros cuadrados, de los cuales la mayoría
no eran explotados económicamente.
Las extensas planicies argentinas fueron un espacio de lucha entre los diferentes grupos
nacionales e internacionales para los futuros proyectos económicos. Por un lado, el capital
extranjero encabezado por los ingleses vio la oportunidad de expandir sus influencias
económicas hasta donde fuese posible, y en el otro bando se encontraban las crecientes clases
regionales que por medio de la acumulación de territorios aumentaban sus ingresos
monetarios.22
En el caso de la Baja Población, entre los años de 1850 y 1865, Argentina fue testigo de
una caída demográfica en donde la población total no superaba el millón habitantes, para que
le proyecto modernizador argentino fuese un éxito se requería poblar las diferentes regiones
despobladas y ponerlas a producir, de igual forma, expandir la pequeña industria que existía.
Y todo esto nos lleva al último punto que es el Crecimiento Económico, con una extensión
significativa de terrenos inexplotados y una población (que lentamente iba creciendo) la
estructura económica fue progresivamente moviéndose, siendo su principal combustible el
capital ingles que había en el proceso. La creciente industria ganadera y la pequeña industria
en desarrollo fueron los focos atracción migratoria que desde 1870 hasta 1930 fueron
ingresando de forma constante a las tierras argentinas.
Tabla 1
Comparación de las poblaciones de 1856 y 1878
Población de Argentina: Censos de 1856 y 1878
1856
Urbano
Rural
1878
Urbano
Rural
21
Margulis, Mario, Inmigración y desarrollo capitalista: la inmigración europea a la Argentina (México,
Colegio de México, 1977), 274.
22
Deler, 37.
11
475 569
148 785
876 125
Total: 624 354
389 456
Total: 1 265 581
Fuente: Oficina Central de Estadística. Censo General de la República de Chile. Levantado el 28 de noviembre
de 1895. Santiago, Chile: Imprenta i encuadernación Barcelona, 1896. Creación Propia.
Los últimos tres decenios del siglo XIX significaron para el Estado argentino el
despegue hacia el progreso económico, político y social, basado en la estructuración de un
modelo desarrollo hacia afuera sustentado en el comercio con Europa. Mientras que
Argentina iba integrándose en la dinámica económica mundial, los Estados europeos estaban
en una situación totalmente contraria: sobrepoblación, sobreproducción, inestabilidad
política y malestar social, fueron las realidades que las grandes metrópolis imperialistas
tuvieron que afrontar en este periodo. El Estado argentino tuvo que pensar distintas formas
para que los europeos llegasen, se instalaran y comenzaran a producir en la tierra o trabajar
en la agroindustria.
Margulis explicó “la motivación de los europeos para irse a Argentina es el agro:
obtener tierras y propiedad (…)”23, muchos de los europeos que llegaron durante los años
de 1870 y 1876 pertenecieron a las cadenas de producción agrícolas e industriales europeas
que en búsqueda de mejores condiciones laborales dejaban sus familias y naciones; el
impacto que estas personas tuvieron a nivel interno en Argentina fue fundamental para la
estructuración de esta.
Muchos de estos inmigrantes (donde resaltan los ingleses, franceses, españoles e
italianos, que provenían de grandes centros industriales como Manchester o el norte italiano)
fueron integrando sus conocimientos y adaptándolos a los distintos sectores de producción,
como la ganadería y en menor medida la agricultura24. De forma paralela, los ingleses fueron
invirtiendo cada vez más en la infraestructura argentina por medio de la construcción de
ferrocarriles, bancos, redes telegráficas, frigoríficos y rutas alternas, provocando un
aceleramiento en el crecimiento económico y la expansión de las fronteras agrícolas e
industriales dentro de los territorios argentinos.
23
24
Margulis, 291.
Sánchez Alonso, “Migración, poblaciones y cambio demográfico”, 60.
12
Para 1876, el presidente Avellaneda promulgó junto a la cámara de diputados la “Ley
Nacional de Inmigración y Colonización”, este proyecto legislativo tuvo la intencionalidad
de aumentar y facilitar el ingreso de inmigrantes europeos ofreciéndoles contratos
arrendatarios ofreciéndose tierra, capital y trabajo, siendo uno de los máximos reflejos de la
modernización argentina durante los últimos decenios del siglo XIX.25 Ahora con mayor
facilidad para ingresar a los territorios de Argentina las migraciones de europeos del noreste
y suroeste se duplicaran y para 1890 se cuadriplicó su ingreso y movilización dentro de la
región.
Tabla 2
Movimientos migratorios de 1867 a 1930
Argentina: entrada y salida de extranjeros-saldos migratorios
Entradas
Periodos
Salidas
Saldo
1857-1870
1871-1880
1881-1890
1891-1900
1901-1910
1911-1920
1921-1930
179 570
260 885
841 122
648 325
1 764 103
1 194 258
1 397 415
91 876
175 763
203 455
328 444
643 924
925 059
519 455
87 694
85 122
637 667
319 882
1 120 179
269 199
877 970
Fuente: Margulis, Mario. Inmigración y desarrollo capitalista: la inmigración europea a la Argentina
(México, Colegio de México, 1977), 287.
Dentro de aspecto económico, fue donde las migraciones europeas más afectaron la
estructura interna argentina durante los años de 1870 hasta 1930; antes de estos años, el
Gobierno había entablado diálogos distintas empresas extranjeras y países para trajeran las
personas dispuestas a trabajar y Argentina ponía la tierra y la materia prima. Llegados ya los
años de 1870, la estructura económica aumento su velocidad de crecimiento y también entró
en una perspectiva de diversificación.
Como primer elemento, la Actividad Ganadera fue uno (sino el primero) de los que
más influencia recibió por parte de las migraciones europeas durante los años de estudio;
muchos de los inmigrantes que se dedicaron a esta actividad, fueron en sus antiguos hogares
25
Fernández, Alejandro, La Ley argentina de inmigración de 1876 y su contexto histórico (Buenos Aires,
Argentina: Universidad de Luján, 2017), 54.
13
trabajadores de ganado diverso en las zonas altas europeas y en las regiones agrícolas, siendo
uno de sus principales aportes el cambio de la dieta del ganado argentino por pasto de las
planicies pampeanas combinado con granos ciertos frutos.
Este ganado dedicado al comercio internacional de carne fue creciendo por iniciativa
de sacrificar las cabezas de ganado por “generación por medio”, este método permitió que la
cantidad de ganado sacrificado no afectase el número de reses que nacían manteniendo de
forma constante el número e incluso aumentando el número del rebaño.26
Otros de los elementos en donde las migraciones europeas tuvieron un fuerte impacto
fue en la agricultura, para 1880 comenzó un proyecto de colonización agrícola en donde el
Estado vendería de forma barata e incluso regalaría tierras a quienes fueran y las pusieran a
producir27. A partir de ese punto, la agricultura comenzó a escalar económicamente
convirtiéndose también en una actividad de exportación acompañando al mercado de carnes
en los mercados europeos.
Dentro de los productos estaba el trigo, caña de azúcar, tubérculos y hortalizas, resaltar
que gran parte de estos productos fueron destinados para el consumo interno del país,
provocando una vez más el crecimiento poblacional en Argentina. De forma paralela, la
industria fue una de las actividades que desde el principio estuvo en manos del capital
extranjero, por lo que era común observar europeos trabajando en las máquinas y ferrocarriles
desde 1860, pero también se vio mejorada con el ingreso de nuevas manos de obra,
expandiendo la industria a otras regiones del país.
26
María Inés Pacecca y Courtis Corina, Inmigración contemporánea en Argentina: dinámicas y políticas
(Santiago, Chile: CELADE, 2008), 11.
27
Ibid, 15.
14
Gráfico 1
Desarrollo de las actividades económicas en Argentina de 1870-1930
ÍNDICE DE CRECIMIENTO
Actividades económicas de Aregntina, 1870-1930
10
9
8
7
6
5
4
3
2
1
0
1870-1890
1890-1910
1910-1930
Ganadería
5,6
8,9
9,1
Agricultura
2,7
4,6
6,5
Industria
4,9
7,6
8,8
Fuente: IV Censo General de la Nación, Argentina (1952). Creación propia.
Dentro del aspecto social, los grupos europeos fueron progresivamente mezclando
sus tradiciones y perspectivas, con el de los argentinos tanto en el paisaje rural como urbano.
Anteriormente habíamos mencionado como Avellaneda por medio de la ley de Inmigración
y Colonización abrió un mayor flujo de inmigrantes hacia argentina, pero, focalizado en el
sector económico. Para 1889, la Sala de Diputados reformó ciertos artículos de la ley con el
objetivo traer filósofos, músicos, pintores, actores y educadores, con el fin de crear,
socialmente hablando, una estructura mucho más disciplinada y organizada al igual que las
escuelas y cortes europeas del momento.28
28
Fernández, 70.
15
Ahora bien, todo este proceso permitió que las ciudades se volviesen zonas de
contacto y debate cultural donde, además, comenzó un proceso de expansionismo
demográfico gracias a la llegada de cientos de europeos. La influencia en la educación y el
arte fue reflejada en la creación de barrios y suburbios en cuyas calles era similar a caminar
por España, Italia, Alemania o Francia; ya no solo la estructura económica fue sujeto de
cambios profundos, sino que la dinámica y perspectiva social también lo fue.
La entrada del siglo XX significó un aumento de las migraciones hacia la Argentina
(observar Tabla 2) debido a los distintos problemas como la crisis de 1896 -1903, la Primera
Guerra Mundial (1914-1918) y la Crisis económica de 1929-1932, donde las condiciones
sociales europeas eran sumamente marginales. Esta última gran ola de migraciones incidió
de forma más social que económica la estructura argentina del momento, de este punto en
adelante, las migraciones fueron en declive, pero aún se pueden observar los profundos
impactos de la cultura europea dentro de la economía y sociedad de la República de
Argentina.
Dentro del caso uruguayo, se va a observar como muchos de los puntos impacto
generado por los inmigrantes europeos, fueron muy similares a los ocurridos en su vecino
Argentina, dentro de toda la dinámica del periodo en estudio. Uruguay es un caso muy
interesante ya que los rasgos del proceso de inmigración marca cierto punto de quiebre con
respecto a sus vecinos regionales.
Al igual que Argentina, el Estado uruguayo durante los primeros decenios de la
segunda mitad del siglo XIX, mostró rasgos de una caída demográfica importante causada
por la Guerra Grande29. Con solo 420 000 habitantes, Uruguay comenzó un proceso de
crecimiento económico y desarrollo industrial con el objetivo de dinamizar su estructura y
modernizarse. Para 1867, el Estado comenzó la formulación de contratos arrendatarios y
concesiones de tierras para diferentes grupos industriales europeos fueran a instalarse e
invertir en Uruguay, y de esta forma, poner a caminar su cuerpo económico.
29
Juan Carlos, Luzuriaga, Los procesos migratorios en el Uruguay del siglo XIX: visión de conjunto (España,
HAL, 2010), 1004.
16
Ya entrado los años de 1870, comenzaron a llegar importantes cantidades de
extranjeros (armenios, vascos, franceses, alemanes) que, en la búsqueda de nuevas
oportunidades laborales, se aventuraron en los territorios uruguayos. Ya se había comentado,
como en Europa, la sociedad vivía marginada y sin capacidad de moverse socialmente;
Uruguay (al igual que Argentina y Chile), les ofreció tierras y trabajo.
Tabla 3
Población de Montevideo en los años de 1852-1889
Población nacional y extranjera en Montevideo
Años
1852
1860
1884
1889
Uruguayos
18 590
30 187
91 247
114 322
%
54,69
52,17
55,62
53,16
Extranjeros
15 404
27 674
72 781
100 739
%
45,31
47,83
44,38
46,84
Totales
37 994
57 861
164 028
215 061
Fuente: Baretta Curi, Alcides, La inmigración europea en la formación del tejido empresarial:
Uruguay en la región (1870-1900) (s.l., Studi Emigrazione XVIII, n. 184, 2011), 13.
Gran parte de los inmigrantes se instalaron en la ciudad de Montevideo o en el litoral
oeste, zonas que con el pasar de los años fueron convirtiéndose en focos poblacionales e
industriales de gran importancia por el Estado uruguayo. Conforme aumentó el número de
inmigrantes entrantes a Uruguay, el Gobierno fue desarrollando un sistema de inversión
estructural y urbanización con el fin de tener las condiciones adecuadas para la creciente
industria y actividad agrícola; por ende, Uruguay fue embarcado en un proceso de
modernización importante.
Pero existió un problema, cuando se explicó el caso argentino, este mismo tuvo varios
elementos facilitando la entrada de los inmigrantes a sus territorios (tierras sin explotar,
crecimiento industrial y agrícola, y una la Ley de Inmigración de 1876); mientras Argentina
recibió miles de europeos, Uruguay ni tuvo la iniciativa de su vecino. Al no explotar ciertas
características con el afán de atraer población y mano de obra, el número de inmigrantes no
17
era significativo (véase las tablas 2 y 3)30. De esta forma, durante los últimos tres decenios
del siglo XIX Uruguay buscó construir toda una estructura económica fundamentada en el
expansionismo industrial y la inversión extranjera dentro de la misma. De 1870 hasta 1914
el desarrollo industrial uruguayo estuvo determinado por la demanda del mercado mundial,
los inmigrantes ingleses, italianos y españoles, funcionaron como el motor de la creciente
estructura industrial. De forma paralela, el sistema agrícola entro en un proceso de
diversificación focalizado en la ganadería demostrando el expansionismo del modelo
agroexportador.
Los distintos grupos empresariales comenzaron a fundar “Centros de negocios” en
Montevideo y parte de la costa oeste: 1883 fueron los italianos, 1888 los españoles y 1892
los franceses; estos puntos funcionaron centros de intercambio comercial y como oficinas de
empleo para los distintos europeos que llegasen a Uruguay, es por esto que fue sumamente
común la conformación de gremios industriales.31 Dentro de la sociedad uruguaya lentamente
fue articulándose una clase empresarial encargada del desarrollo y expansión de la economía;
muchos de estos grandes “magnates industriales” fueron europeos que comenzaron
trabajando en las industrias de tejidos o en el agro, y gracias a los conocimientos traídos de
Europa se organizaron socialmente creando incluso importantes Corporaciones como la Liga
Industrial (1889) cuya función fue la de organizar las distintas industrias pertenecientes a la
liga.32
El impacto de los europeos dentro de la estructura política de Uruguay fue muy
importante a pesar de que no fue uno de los mayores receptores de europeos de la época;
durante los años 1900-1930, la situación mundial provocó que las migraciones disminuyeran
en gran medida, además, de que varios volviesen a Europa, migrar fue caro y como el Estado
uruguayo no promulgó medidas que simplificasen su ingreso, generó que muchos terminasen
llegando a Paraguay o Argentina.
30
Taks, Javier. Migraciones internacionales en Uruguay: de pueblo trasplantado a diáspora vinculada
(Buenos Aires, Argentina: Theomai, 2006), 141.
31
Luzuriaga, 1012.
32
Daniel Vidart, Renzo Pi Hugarte, El legado de los inmigrantes II (Uruguay: Editorial “Nuestra Tierra”, 1969),
21. URL: http://anaforas.fic.edu.uy/jspui/handle/123456789/9985
18
Económicamente, los inmigrantes trajeron una organización y expansión industrial
importante focalizada en Montevideo y la costa oriental del país; de igual forma el desarrollo
de la actividad ganadera y la diversificación agrícola funcionaron como base para la
estructuración de un mercado interno. Socialmente, los europeos (al igual que en Argentina)
provocaron que las tradiciones de los uruguayos se combinasen con las de ellos generando
un crecimiento cultural evidenciado fuertemente el a educación; además el poderoso
crecimiento demográfico permitió el desarrollo de las ciudades y la expansión de la frontera
agrícola, explotando más territorios para la producción agrícola y la estructura industrial.
El Estado chileno, a diferencia de Argentina y Uruguay, se diferenció por contar con la
llegada planificada de colonos a mediados del siglo XIX hasta la primera mitad del siglo XX.
Mediante un programa que tuvo como objetivo poblar y potenciar la industria y la
exportación de materias primeras de regiones específicas de Chile.
Según Héctor Gutiérrez Roldan, al mismo tiempo que se consolidó la agricultura en la
zona central del país, de haber iniciado la exportación de cueros y sebos y que el trigo se
volviera la exportación más importante del siglo XVIII, Chile experimentó un crecimiento
lento de la población, la cual fluctuó entre 620 000 y 660 000 de habitantes.33
La demografía se vio transformada a partir de la Independencia en 1810, pues los puertos
de Chile se abrieron al comercio internacional y comenzaron a llegar comerciantes e
inmigrantes no españoles, principalmente ingleses y francés, que se establecieron agencias
comerciales y navegación, bancos, compañías de seguros, sobre todo en Valparaíso.34
Durante el periodo de expansión territorial y económica, Chile desarrolló una campaña
tendiente a promover la inmigración europea, que ya había comenzado a mediados del siglo
XIX. El proyecto migratorio de la época se asentó en el supuesto de que el mayor volumen
33
Héctor, Gutiérrez Roldan, “La inmigración española, italiana y portuguesa: Chile 1860-1930”, Revista
Latinoamericana de Demografía, n.48, Santiago, CELADE, 1989: 63. URL:
https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/12919/NotaPobla48_es.pdf?sequence=1
34
Ibid.
19
de población traería consigo un mayor progreso económico gracias al «espíritu de orden y
trabajo» que trajeron los europeos.35
Así, en la década de 1850 Chile inició el proceso de colonización mediante el
asentamiento de alemanes en las regiones agrícolas de Valdivia y Llanquihue, las cuales
recibieron 2500 inmigrantes.36 Héctor Gutiérrez Roldan citando a Villalobos et al., mencionó
que “la idea era no sólo traer más gente a un país casi deshabitado, sino traer gente mejor”.37
Las causas que impulsaron a los emigrantes arribar las costas de Chile, fueron el proceso
de asentamiento, las actividades que desarrollaron en esta sociedad y las características
demográficas de sus integrantes. Asimismo, los aportes económicos, culturales o sociales de
las distintas colonias europeas en Chile han sido abordados por autores como Francisco Javier
Gonzáles Errázuriz que mencionaron, “tuvieron una importancia decisiva en el desarrollo
industrial y dinamismo del pequeño comercio nacional, por ejemplo, a través de la creación
de talleres y fábricas, el desarrollo de infraestructura ferroviaria, puentes y caminos, de la
estimulación de la actividad minera y vitivinícola, o del manejó de vasas bancarias y de
seguros”. 38
Estos méritos fueron atribuidos debido a su estilo de vida austera y ahorrativa, una
cautelosa gestión económica de los negocios, un mayor nivel de profesionalización, la
incursión e inversión en mejores tecnologías y al impulso de la enseñanza técnica, entre otros.
De esta manera, autores como Verónica Cano y Magdalena Soffia, realzaron la llegada de
los inmigrantes como un factor decisivo en el progreso económico del país durante el siglo
XIX, pues se incrementó la capacidad empresarial y la mano de obra calificada. .39
Al mismo tiempo, se estableció que los empresarios y propietarios que se insertaran en
la clase media construyeran un aporte social cualitativo en tanto se dinamizó la tradicional y
35
Verónica Cano y Magdalena Soffia, “Los estudios sobre migración internacional en Chile: apuntes y
comentarios para una agenda de investigación actualizada”, Revista Pap. poblac 15, n.61 (2009): 132. URL:
http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1405-74252009000300007
36
Francisco Javier, González Errázuriz, “La diáspora española en chile (1810-1935)”, en: Emigración y
relaciones bilaterales España-Chile, 1810-2015 (Madrid, España: Editorial DYKINSON, S. L, 2016), 131. URL:
https://dialnet.unirioja.es/servlet/libro?codigo=658210.
37
Citado en Héctor, Gutiérrez Roldan, “La inmigración española, italiana y portuguesa: Chile 1860-1930, 70.
38
González Errázuriz, 136.
39
Cano y Soffia, 133.
20
polarizada estructura social de las ciudades y emergieron nuevas alternativas de ascenso por
exogamia o descendencia. Por lo demás, los colonos tuvieron la iniciativa de hacerse cargo
de no sólo de cuestiones de índole económica, sino también social y cultural, por ejemplo,
de la construcción de iglesias y escuelas como espacios tradicionales de encuentro, de vida
comunitaria y legado identitario.40
Aunque el ideario inmigratorio de poblar para civilizar fue bueno, este estuvo lejos de
alcanzarse y no respondió a las expectativas del gobierno, en parte, por la poca claridad con
la que se diseñó dicho proyecto, los escasos recursos a él destinados y el bajo grado de
profesionalización y estratificación de los europeos que llegaron al comienzo.41
En algunos casos, como mencionó Verónica Cano y Magdalena Soffia, la integración
laboral no resultó enteramente pacifica, en el caso particular de la colonización de la
Araucanía, el éxito del proyecto modernizador fue relativo, en tanto muchos habitantes
autóctonos perdieron el acceso a la tierra y con ello la posibilidad de explotarla y, al mismo
tiempo, fueron pocos los colonos que efectivamente se dedicaron a las labores del campo.
Por lo que, muchos extranjeros convocados por el Estado terminaron trasládense a países
como Argentina y Brasil, en donde se les ofreció mejores salarios y condiciones de trabajo.42
Las primeras regulaciones que hubo en Chile se pueden identificar como leyes
mitigatorias dictadas entre el siglo XIX y comienzos del XX. Estas se inspiraron en ideario
desarrollo económicos, social y cultural, y se pasaron acordes a una política más bien cerrada
y restrictiva. Como aludió Verónica Cano y Magdalena Soffia:
“El impulso activador del Estado chileno se centró en la inmigración
selectiva, cuando las condiciones lo requirieron, pero esa inmigración, fue
superada ampliamente por la libre y espontánea, que sin estar protegida por
40
Carolina Stefoni, “Ley y política migratoria en Chile. La ambivalencia en la comprensión del migrante”, en:
La construcción social del sujeto migrante en América Latina Prácticas, representaciones y categorías (Quito:
Editorial FLACSO, 2011), 52. URL:
https://www.academia.edu/11933320/Ley_y_pol%C3%ADtica_migratoria_en_Chile._La_ambivalencia_en_l
a_comprensi%C3%B3n_del_migrante
41
Cano y Soffia, 134.
42
Ibid, 134.
21
el gobierno presentó las características de ser más masiva y más constante en
el tiempo”.43
Los servicios chilenos encargados de la colonización y que dependieron del Ministerio
del Interior fueron asignados al Ministerios de Relaciones Exteriores por la ley del 2 de
diciembre de 1871. Asimismo, en 1882 se estableció en Europa una Agencia General de
Colonización e Inmigración con sede en París y subdelegaciones en otras ciudades europeas
son el objeto de promover la emigración hacia Chile. Esta Agencia se mantuvo hasta 1898,
pero había operado hasta 1890, para ser finalmente disuelta en 1904.44
Igualmente, la Inspección General de Tierras y Colonización fue creada en 1887 y tuvo
a su cargo la responsabilidad de transporte, acogida y colocación de los inmigrantes en
colaboración con otros organismos, como por ejemplo la Sociedad de Fomento Fabril,
principalmente en el período 1883-1889. Aunque esta inspección, según Héctor Gutiérrez
Roldan, jamás proporciono datos completos sobre los colonos extranjeros en el sur del país.45
Del mismo modo el gobierno firmó un contrato con una compañía de navegación para que
se encargara del transporte de inmigrantes.46
Aunque el gobierno pudo adelantar el valor del pasaje, los gastos del viaje corrieron por
cuenta de los inmigrantes, a precios diferentes según la edad: el precio más elevado lo
pagaron los mayores de 12 años, los niños menores de 12 años pagaron media tarifa, los de
3 años una tercera parte y los menores de 3 años viajaron gratis.47
De un número no superior a los 10 000 europeos en Chile para mediados del siglo XIX,
paso a algo más de 80 000 en 1920. En solo dos años (1889 y 1890), ingresaron 25 000
inmigrantes. Ingleses, franceses y alemanes fueron los contingentes más importantes hasta
finales del siglo. Luego vinieron españoles e italianos. Cabe destacar que la presencia de
43
Ibid, 146.
Gutiérrez Roldan, 67.
45
Ibid.
46
Julio, Hernández Borge, El aporte emigratorio español a los países del cono en las últimas décadas del siglo
XX, en: Entrenos: estudios de arte, xerografía e historia en homenaje al profesor José Manuel Pose Antelo
(Santiago: Universidad de Santiago de Compostela, 2001), 143. URL:
https://www.researchgate.net/publication/287760167_El_aporte_emigratorio_espanol_a_los_paises_del_c
ono_sur_americano_en_las_primeras_decadas_del_siglo_XX
47
Gutiérrez Roldan, 68.
44
22
italianos en territorio chileno fue muy reducida a mediados del siglo XIX; en 1865 solo
representó un poco más del 8 por ciento de europeos que fueron registrados en el caso de ese
año mientras que para 1930, fue de un 16%. 48
Tabla 4
Cantidad y porcentaje de inmigrantes europeos que llegaron a Chile entre 1882 y 1897
Nacionalidad
Número
Españoles
Franceses
Italianos
Suizos
Británicos
Alemanes
Otras (Austrohúngaros, holandeses, rusos, etc.)
Total
Porcentaje
10561
8413
7664
3044
2431
2264
1151
35528
30
24
22
8
7
6
3
100
Fuente: Dirección General de Estadística, Censo de Población de la República de Chile. Levantado el 15 de
diciembre de 1920. Santiago, Chile: Soc. Imp. y litografía Universo, 1925. Creación propia.
Tabla 5
Población total y extranjera de Chile. Censos de 1865 a 1930
Censos
Población total de Chile
Total de extranjeros
1865
1819223
23220
1875
2075971
26635
1885
2497797
87077
1895
2687984
79056
1907
3232022
134524
48
Rene, Salinas Meza, “Perfil demográfico de la inmigración italiana a Chile”, Instituto de Historia
Vicerrectoría Académica. Universidad Católica de Valparaíso, Serie Monografías Históricas 7 (1993), 11.
23
1920
3730235
120436
1930
4287445
105513
Fuente: Oficina Central de Estadística. Censo General de la República de Chile. Levantado el 28 de
noviembre de 1895. Santiago, Chile: Imprenta i encuadernación Barcelona, 1896.
Dirección General de Estadística. Censo de Población de la República de Chile. Levantado el 15 de
diciembre de 1920. Santiago, Chile: Soc. Imp. y litografía Universo, 1925.
Estos nuevos inmigrantes, en su mayoría mediterráneos, vivieron a reforzar los
emergentes sectores medios orientado su actividad prioritariamente al comercio, pequeño
empresario, profesionales liberales y técnicos. Solo una pequeña proporción se insertó como
colonos. El sector terciario representó siempre el mayor número de actividades
desempeñadas por los italianos. 49
A los colonos que llegaron se les ofreció un terreno de 40 hectáreas, asistencia médica
gratuita y bonificaciones de dinero y materiales para su adecuada instalación. Pero la oferta
estuvo acompañada con obligaciones: los colonos no podían vender sus tierras antes de 5
años, debían empezar a reembolsar al Estado chileno entre el tercer y octavo año después de
su llegada. Y si no había iniciado los trabajos de explotación de sus tierras, durante el primer
año de su estadía, la concesión podía serles retirada, después del informa de una Comisión
de trabajos preparatorios. 50 Por lo tanto, a pesar de que las puertas de Chile estuvieron
abiertas a los emigrantes europeos y que estos para quedarse en el país tuvieron que cumplir
unos ciertos criterios, su estadía aporto grandes cambios a la sociedad chilena.
49
50
Ibid.
Stefoni, 68.
24
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