Unidad 5 Estrategias Docentes. Rol Docente como enseñante (Ruth Harf) Es fundamental brindar a los docentes instrumentos de análisis y comprensión de sus propias prácticas, mediante un proceso reflexivo podrían promover aquellas modificaciones que se consideren necesarias y posibles. En el momento del accionar cotidiano docente, debe tomar decisiones que posibiliten el análisis, con el fin de planificar las actividades. Es importante que a partir de una revisión crítica de la propia práctica docente lograr construir criterios de acción didáctica. Las estrategias docentes, los objetivos a alcanzar, los contenidos a enseñar, actividades de los alumnos referidas a estrategias metodológicas son componentes didácticos vinculados directamente al docente. Son las modalidades, actividades didácticas que un docente implementa lo hace con el fin de promover el compromiso de sus alumnos en la realización de tareas de las actividades necesarias para aprender los contenidos seleccionados. Es imprescindible que el docente conozca un amplio abanico de estrategias, para analizar, discutir y seleccionar. Los procedimientos son maneras de proceder y de actuar a los efectos de conseguir un fin. Según Coll, un conocimiento es un conjunto de acciones ordenadas y finalizadas, dirigidas a la consecución de una meta. El método de enseñanza en un conjunto de momentos y técnicas lógicamente coordinados para dirigir el aprendizaje del alumno hacia determinados objetivos, que para alcanzarlos necesita de una serie de técnicas. Por lo tanto el método efectiviza a través de las técnicas. El método está determinado por el contenido de la realidad indagada. La técnica de enseñanza es el recurso didáctico al que se acude para concretar el aprendizaje. La técnica representa la manera de hacer efectivo un propósito bien definido de la enseñanza. Las estrategias metodológicas son las que el docente usa con el fin de enseñar, son los modos eficientes de resolver las tareas planteadas. Las técnica pueden usarse de un modo más o menos mecánico, mientras las estrategias son siempre consciente e intencionales, dirigidas a un objetivo, es una guía de acciones que seguir. Estado de situación Las estrategias que un docente lleva a cabo no dependen únicamente de los objetivos y de los contenidos, sino también de los estilos de cada uno. Ellas ponen de manifiesto el estilo de conducción de los docentes en la tarea pedagógica, entender el rol de decisión, poniendo de manifiesto las estrategias docentes. El docente toma las decisiones sobre los contenidos que quiere enseñar, la forma de hacerlo, la orientación que dará a los alumnos en la construcción y apropiación de los saberes. La forma de enseñar condiciona los aprendizajes de contenidos por parte de los alumnos, entonces la estrategia docente se constituye en una estrategia en si misma, pero no siempre es la adecuada desde el punto de vista disciplinar, psicológico o pedagógico. Las estrategias docentes hacen referencia a las actividades con la intención explicita de enseñar contenidos educativos. La mejor de las estrategias para un contexto y para un contenido, puede constituirse en la peor forma de enseñar en otro contexto con otro docente, con otros alumnos y para otro contenido. Enseñanza e intervención docente: una cuestión didáctica (Material de revista “Actividad del Maestro”) ¿Qué es lo que diferencia la práctica educativa del aprendiza espontáneo y desarrollo general? El docente encargado de planificar sistemáticamente, “encuentros” entre los alumnos y el contenido del aprendizaje se transforma en un mediador que determina, a través de sus intervenciones, que el aprendizaje se realice y se optimice o no. La actividad del alumno se realiza, entonces, como una tarea interpersonal. Desmificar el currículo tradicional El currículo tradicional es la manera normal de hacer las cosas y ello se desprende de una determinada visión de conocimiento, del aprendizaje de la comunicación humana, de las relaciones sociales, … Implica considerar la enseñanza como la transmisión verbal de los contenidos y ver el conocimiento como la suma de unidades conceptuales verdaderas de lo que se escucha y memoriza. La tendencia tecnológica Porlán: “tendencias” son intentos parciales de abordar los problemas que presenta el currículo tradicional. La tendencia tecnológica aporta un conjunto de criterios racionales para planificar con rigor una intervención docente. Pero deja de lado la imprescindible incorporación de los alumnos al proceso educativo completo. Algunos problemas prácticos de esta tendencia serían: concebir los objetivos programados como metas terminales y únicas, el docente queda restringido en cuanto a poder adaptar y flexibilizar el programa en función de la clase. Plantea problemas de fracaso en los alumnos y favorece el aprendizaje mecánico e instrumental. Lleva a fracasos en determinadas actividades a determinados alumnos. La tendencia espontaneísta Esta tendencia tiene una obsesión por los alumnos, situar al alumno como centro del currículo, para que pueda expresarse, participar y aprender en un clima espontáneo y natural. Serían sus intereses los que actuarían como un importante elemento organizador. El docente coordinará las actividades, verá los recursos, solucionará los problemas y favorecerá la participación, expresión y comunicación de los alumnos. Se da una negociación con los alumnos sobre los proyectos de trabajo que pueden ser comunes a toda la clase. Se modifica constantemente el plan de trabajo en función de los intereses y motivaciones de los alumnos, improvisando estrategias en la propia actividad. Se ignora todo diseño previo de la enseñanza, por lo que hace difícil que el docente pueda aprovechar toda la potencialidad de aprendizaje de los alumnos. Uno de los problemas de esta tendencia, es que el docente interviene en el aula sin una reflexión previa acerca del conocimiento deseable para enseñar y para aprender. Al poner énfasis en los intereses de los alumnos no se tiene en cuenta que los mismos pueden ser poco significativos desde un punto de vista didáctico. Esta tendencia aporta una visión democratizadora de la dinámica escolar pero deja de lado el carácter intencional de la enseñanza y la imprescindible intervención que debe tener el docente. En búsqueda de una síntesis El proceso de enseñanza y de aprendizaje no deberá ser un reflejo mecánico de una planificación rígida del docente ni tampoco un reflejo reduccionista y simplista de la espontaneidad de los alumnos, sino el resultado de integrar en forma natural las intenciones educativas del docente (en base al conocimiento escolar deseable) y los intereses reflexionados y organizados de los alumnos. ¿Enseñanza o animación? La animación se satisface con una simple propuesta de objetos culturales, que se ponen al servicio de los individuos, lo que no garantiza que sean aprendidos. La enseñanza busca poner a todos los individuos en contacto con los objetos culturales, buscando despertar su interés para hacer de ellos personas autónomas. El rol docente debería consistir en: hacer surgir el deseo de aprender, decir o enseñar lo suficiente y callarse a tiempo para despertar el interés por el descubrimiento. Es necesario poner al alumno en una situación problema, accesible y difícil al mismo tiempo. Cuando el alumno tiene la sensación de poder lograrlo, es cuando se pone en marcha para descubrir el secreto. Para que el alumno logre esto, el docente deberá conocer y apoyarse en lo que los alumnos ya saben y a partir de ello, sugerirles lo que pueden hacer. El docente deberá promover un enigma con el saber: y promover el saber con el enigma. El docente en este caso deberá: conocer las herramientas con que cuentan sus alumnos, promover el enigma que provoque el deseo de saber, averiguar, de investigar, crear una situación problema que presente un desafío. La emoción de buscar Si la educación ignorase esto, se perdería, toda la posibilidad de crear un enigma de despertar el deseo de aprender. No puede haber deseo de aprender en el niño, ni de desentrañar los misterios del saber, si el propio docente no muestra interés por ello y logra contagiarlo. Cuando se trata de enseñar el docente debe explicar sus objetivos, presentar el saber con la convicción del que sabe y quiere conseguir la adhesión y al mismo tiempo debe proyectarse en su clase, y ponerse en el alumno de su propio saber para comprender los intentos y errores de quien aún no sabe. Configuraciones didácticas Edith Litwin Configuración didáctica sería la manera particular que despliega el docente para favorecer los procesos de construcción del conocimiento de los alumnos. Donde se puede reconocer los modos como el docente aborda los temas de enseñanza que se expresarían en: el tratamiento de los contenidos, los supuestos que maneja respecto al aprendizaje, la utilización de práctica metodológica, en los vínculos que establece en clase, en el estilo de negociación. Por otro lado las configuraciones no didácticas, implican sólo exposición de ideas o temas, sin tomar en cuenta los procesos de aprendizaje. En las configuraciones didácticas el docente despliega y organiza la enseñanza de los contenidos en un entramado especial de distintas dimensiones. Hacia una clase reflexiva La tarea de la escuela sería la de cultivar las disposiciones para pensar bien, que se manifiestan cuando se piensa abiertamente y sin temor, cuando se cuestiona y no se limita a lo dado. Estas disposiciones son propiciadas por el docente, en una aula en la que se favorece un pensamiento crítico y exploratorio que busque nuevas direcciones y considere diferentes perspectivas. La enseñanza se ve como un proceso de construcción cooperativa, por lo que los alcances del pensamiento reflexivo y crítico se generan en le salón de clase con los sujetos implicados en el acto educativo. La comunicación didáctica en la clase reflexiva Los procesos comunicativos se caracterizan por la dialogicidad de voces. Los tipos de explicaciones que genera el docente y las preguntas que formula. En una correcta explicación didáctica intervendrían formas coloquiales que permiten al docente dar fuerza a algunas ideas, sistematizarlas y fundamentarlas así como exponer sus propios puntos de vista y mostrar puntos o temas sobre los que se carece de buenas justificaciones. Es común que el docente introduzca notas humorísticas como estrategias para una mayor comprensión. También se utilizan preguntas retóricas (que no esperan repuestas) a los efectos de ordenar el contenido. Las preguntas de heurístico pueden generar un proceso reflexivo que conduzca o promueva la construcción del conocimiento. ¿Qué es la transposición didáctica? Chevallard: “Todo proyecto social de enseñanza y de aprendizaje se constituye dialécticamente con la identificación y designación de contenidos de saberes como contenidos a enseñar” Un contenido se saber que ha sido designado como saber a enseñar, sufre a partir de entonces un conjunto de transformaciones adaptativas que van a hacerlo apto, para ocupar un lugar entre los objetos de enseñanza. El trabajo que transforma un objeto de saber a enseñar en un objeto de enseñanza es denominado la “transposición didáctica” La perspectiva moral en la comunicación didáctica Pensar críticamente implica tener tolerancia para comprender posiciones distintas, ponerse en el lugar del otro y creatividad para encontrarlas. Implica la capacidad de dialogar, cuestionar y autocuestionarse. La buena enseñanza implica la recuperación ética y los valores en las prácticas de enseñanza. Se refiere a actitudes, conducta y una manera de vincularse con los alumnos. Las estrategias en el aula Una correcta enseñanza es la que hace un docente bien despierto, que induce a sus alumnos a hacer y no a dormirse. El docente estratégico conoce su disciplina, utiliza estrategias de enseñanza-aprendizaje que lo ayudan a elegir, secuenciar, presentar y evaluar los contenidos de la enseñanza. El docente es un mediador, hace que sus alumnos organicen e interpreten la información, proporcionando el apoyo adecuado al aprendizaje y al mismo tiempo conceptualizando la enseñanza de habilidades como medio para lograr objetivos de contenido, para que los alumnos finalmente puedan aprender de manera independiente. La intención de intervenir En un verdadero acto educativo hay un aprendizaje deseable del alumno y una voluntad explícita y manifiesta del docente sobre el mismo. Formación de Formadores El formador aprende a conocer, descubrir, aplicar y valorar métodos y técnicas para su crecimiento personal y profesional. Es en la práctica donde se aprende con aciertos y errores, en la relación con el grupo de formación, cuando piensa como planificar y presentar las secciones de aprendizaje. Supone un proceso dinámico y permanente, una reflexión sobre los modos de actuar en el aula y una adaptación a las situaciones y oportunidades del entorno. El aprendizaje consiste justamente en adquirir y desarrollar competencias, crear modos de construir y avanzar. Ello es posible mediante la acción de formación e intercambio de conocimientos, ideas y habilidades. La finalidad es construir secuencias de aprendizaje vinculadas con la realidad, dirigida a los docentes de formación profesional para que sean capaces de facilitar y favorecer mediante la acción de formación –la adquisición, desarrollo y actualización de competencias laborales, profesionales y productivas. Es decir, capacitar a los formadores para programar, conducir y evaluar cursos de formación profesional. Aportes de la formación profesional para el desarrollo integral La formación profesional es el sistema de capacitación que ha permitido y permite aplicar estrategias para ajustar los aprendizajes a las necesidades de formación inherentes al desarrollo de la actividad laboral. La formación profesional ha de implementar metodologías que ayuden al trabajador potencial o en activo a: conocer sus recursos y sus carencias, descubrir sus fortalezas u debilidades, sistematizar sus conocimientos y desarrollar el razonamiento lógico, crear iniciativas, escuchar propuestas e ideas. Dominar miedos, inseguridades, rigideces que son productos o del desconocimiento y la no calificación o la calificación en comportamientos estancos. Nuestra actitud pedagógica es desarrollar la capacidad de aprender. Más que estudiar la respuesta correcta hemos de estudiar los caminos para llegar a ella, porque el proceso de aprender es dinámico y se da en contacto con la realidad viva y cambiante. Desde esta perspectiva la formación profesional, considerada como instrumento para el desarrollo integral en el medio productivo, debe pensarse, planificarse y organizarse en función de: el medio social-laboral-cultural al que responde. La empresa y el desarrollo económico. La tecnología e instrumentos existentes, posibles y viables, los profesionales que la integran. La población a la que va dirigida; sus necesidades, características, situación, dominio y niveles profesionales o calificación que posee. La formación profesional tiene sentido si se hace en contacto con la realidad y aporta a la sociedad: recursos humanos preparados para desempeñar un trabajo y promocionar con el trabajo, respuestas válidas a las exigencias del mercado de trabajo, las necesidades laborales, económicas y sociales de la región, mejoras y desarrollo en un proceso continuo, flexible y adaptado a las situaciones y circunstancias novedosas que se le presentan. Los cambios de contenidos en la formación profesional. Cultura y contexto sociolaboral. El desafío actual consiste en aplicar, en nuestras interacciones con otros, con las máquinas, con el entorno, en nuestras interacciones sociales, los principios de la cooperación creativa que nos enseña la naturaleza. La esencia de la sinergia consiste en valorar las diferencias, respetarlas, compensar las debilidades y construir sobre la fuerzas. La cultura demanda abrir nuestra mente y sentimientos a nuevas posibilidades, alternativas y opciones. Para contribuir al cambio los educadores debemos provocar la sinergia en las aulas: aprender a cooperar, pensar y crear, contando con las fuerzas y energía de los aportes de todos, para favorecer el desarrollo de conductas polivalentes y flexibles. La nueva cultura en las aulas y empresas va a exigir: un clima basado en el conocimiento de las personas, intereses, esperanzas, metas, preocupaciones, antecedentes, marcos de referencia, paradigmas. Facilitar la interacción humana favoreciendo el respeto frente a opiniones y defensa, en pos de una cultura solidaria, comunitaria y global. Se produce la empatía creadora que origina nuevas comprensiones y aprendizajes, una sensación de entusiasmo que mantiene el proceso de aprendizaje creativo. El gran reto es aspirar a experiencias nuevas, en torno a propósitos nuevos, diferentes, superiores –en nuestra propia realidad, en el contexto que tenemos- con la finalidad de capacitar recursos humanos para la transformación. Cultura y formación para el empleo La cultura atañe a lo esencial, los principios, valores y modos de ser, estar y actuar en el mundo. La cultura es estímulo y fuente de desarrollo, del respeto por uno mismo, por los demás y el medio ambiente que vivimos. Cuando hablamos de programar cursos que cubran necesidades de calificación y faciliten el logro de competencias para se productivos, debemos hablar de conocimiento, análisis crítico y actuación en el contexto que vivimos, en la trama que sólo a través de la cultura y la formación podemos trasformar. Parámetros y etapas de la acción formativa La formación formativa, en formación profesional, es la organización sistemática de la información, actividades y estrategias que planificadas previamente hacen posible el encuentro de enseñanza y aprendizaje, a través de la participación en el proceso del formador, el alumno y la retroalimentación del sistema. En tal sentido, la virtualidad de la acción es su vinculación con el sistema productivo: sus modos organizativos, tecnologías utilizadas, grupos de incidencia y productos que fabrica y comercializa. La finalidad es planificar y estructurar actividades de aprendizaje conducentes a mejorar la calificación global de la persona para facilitarle la entrada en el empleo o la movilidad profesional en el mundo del trabajo. Parámetros de la acción: los elementos que intervienen en la acción formativa deben actuar en interdependencia para dominar las competencias que , previamente definidas en los objetivos de aprendizaje, ayudan al aprendiz a desenvolverse en la vida activa y productiva con eficacia. El alumno o sujeto-agente del aprendizaje: accede al proceso de formación, voluntariamente o no, por necesidad o interés, con unas características personales, culturales y sociales. Éste aporta su forma individual de ser, estar y actuar en el mundo. La situación de formación: o proceso que es va a desarrollar en un espacio físico (aula, taller, laboratorio, empresa…) determinado. Aporta los recursos humanos, materiales, técnicos y los procedimientos que hacen posible el desarrollo de la formación. El formador/docente: agente, mediador, facilitador coordinador del proceso. Aporta: su saber hacer, estar y hacer en el aula. Etapas de la acción formativa En formación profesional, es necesario que el docente imagine, visualice y elabore el plan de formación, organizado en etapas secuenciales y de lógica aplicación. (Tabla en la pág. 26) Para poder analizar el contenido de cada una de las etapas, el docente ha de responderse a las siguientes preguntas: ¿Para qué he sido convocado a la acción? Para responder a una necesidades de formación y cubrir las carencias de calificación que tiene un colectivo dado o diferencia entre los conocimientos, habilidades y actitudes que posee y los que debería poseer. ¿Qué necesito conocer, analizar y estimar para estar acorde con la realidad? El contexto sociolaboral cultural donde se realiza la acción, objetivos de aprendizaje a lograr. ¿Cómo voy a actuar en cualquiera de las etapas? Ha de diseñar, seleccionar y aplicar métodos, técnicas y medios de aprendizaje. ¿Con qué recursos? ¿Durante cuánto tiempo? Identificar lo que vamos a hacer, nos va a ayudar a trascender la unidimensionalidad de un puesto de trabajo, pasar a planificar acciones formativas integradas en el contexto sociolaboral, impartir una formación más completa e integrada en ese contexto en el que han de actuar los alumnos, durante el curso o al finalizar la acción. El formador El formador o instructor es un profesional de la formación cuya actividad prioritaria se refiere a la conducción de acciones de formación. El perfil del formador debe estar vinculado a la realidad del contexto en que actúa: la cultura sociolaboral. Para conocer el contexto, lo analiza con actitud crítica, proyectada al futuro y sintetizar la información para planificar y enfocar la práctica docente, programas (contenidos y actividades), estrategias y métodos a la dinámica del entorno. Por lo que debe estar informado sobre la cultura, los saberes, los principios y leyes naturales que rigen su desarrollo y que forman parte de la conciencia cognoscitiva y de la conciencia moral. El perfil del formador requiere: conocimientos (para saber hacer), competencias de personalidad (para saber ser y estar), actitudes (para querer ser), aptitudes (para poder hacer). La calidad de la actividad del docente se correlaciona con las actitudes, es decir, con la motivación hacia la docencia. De tal modo que , si el formador es un profesional orientado hacia la gente, le gusta su profesión y su actitud hacia los participantes del curso es positiva, podrá: conocer los antecedentes del alumno para individualizar la formación, hacer que los alumnos hagan, atentar y reforzar los comportamientos productivos del alumno, cooperar, dialogar, buscar oportunidades, proponer alternativas, provocar descubrimientos. La actividad del docente es contribuir al desarrollo de los recursos humanos mostrando las competencias que exige el mundo del trabajo con sentido de humor, flexibilidad y tenacidad. Funciones y tareas del formador En general las funciones que realizamos se relacionan con el conocimiento, organización, planificación, gestión y supervisión de los recursos que hacen posible la práctica de la profesión. Todo ello con la finalidad de desarrollo, actualización y perfeccionamiento del potencial humano en o para la actividad productiva, meta última de la formación profesional. Funciones que realiza el docente Respecto a la acción formativa en general: ¿qué hace? Delimita el contenido de la formación, planifica la actividad, gestiona los recursos, diseña los medios para realizar la actividad, controla la actividad formativa, realiza el seguimiento de la formación, busca actualizarse y mejorar su actividad. ¿Cómo lo hace? Analiza las competencias objeto de la formación, identifica y organiza estrategias, selecciona los recursos, elabora material didáctico impreso, audiovisual, técnico. Realiza cursos y actividades formativas, evalúa los procesos formativos, valora los resultados. Aplica métodos y recursos técnicopedagógicos e incorpora nuevas metodológicas y estrategias a su actividad. Respecto de la práctica docente en particular: ¿Qué hace? Informa, orienta, asesora al alumno sobre el mundo del trabajo y las posibilidades de desarrollo profesional. Analiza las necesidades del alumno y lo motiva, comunica competencias a desarrollar, canaliza resultados, evalúa resultados, desarrolla actitudes de cooperación, individualiza la formación, organiza y controla. Potencia la iniciativa y la creatividad. ¿Cómo lo hace? Individualmente o en equipo, en el aula o en el entorno sociolaboral. Estimula el logro de los objetivos, muestra conocimientos, aplica actividades, pide la realización de prácticas y ejercicios. Orienta, aplica evaluación formativa, da información de retorno. Planifica, organiza y ejecuta secuencias de aprendizaje para que el alumno consiga dominar los objetivos, plantea situaciones problemáticas y la búsqueda de soluciones. Buscamos la calidad de la formación cuando somos capaces de crear condiciones de aprendizaje consistentes, vinculando teoría-practica; proporcionar actividades que favorezcan la participación y estimulen la reflexión. Seleccionar estrategias y procedimientos dinámicos, ajustados a los intereses de los alumnos con la finalidad de implicarse en el proceso. Lograre que el alumno integre nuevas informaciones y experiencias que lo desafíen a buscar soluciones a los problemas propuestos, con visión de futuro. Estimular a descubrir, posibilitar el desarrollo del pensamiento, crítico frente a la aceptación sumisa. Material de FCEA Unidad de Apoyo a la Enseñanza Los diez mandamientos del aprendizaje 1) Partirás de los intereses y motivos de los aprendices con la intención de cambiarlos: debemos conocer el punto de partida de los estudiantes, fomentar activamente en ellos el interés por lo que aprenden. Motivarlos, adecuar los contenidos a los conocimientos y capacidades previas de los estudiantes, proporcionarles información precisa y útil de los errores que cometen durante el mismo, haciéndolos sentir eficaces y competentes. Organizar trabajo en equipo y procurar que ellos se orienten más hacia comprender lo que hacen que hacia tener éxito. 2) Partirás de los conocimientos previos de los aprendices con la intención de cambiarlos: asumirás que aprender es ante todo cambiar lo que ya se sabe. Todos los estudiantes poseen conocimientos previos conectar para que lo adquirido tenga sentido. Vincularás en lo posible las tareas de aprendizaje con los conocimientos previos, fomentando la transparencia y conexión mutua entre los contextos y los conocimientos cotidianos y los saberes formales que enseñas y activarás de manera deliberada sus conocimientos previos, haciendo que reflexionen y discutan sobre ellos en contextos de aprendizaje cooperativo. 3) Dosificarás la cantidad de información nueva presentada en cada tarea: seleccionarás y secuenciarás la presentación de contenidos nuevos, al tiempo que atraerás la atención de los alumnos hacia una nueva información, destacando lo nuevo y relevante y consolidando lo ya sabido. 4) Harás que condensen y automaticen los conocimientos básico que sean necesarios para futuros aprendizajes: analizar los materiales de aprendizaje y seleccionar aquella información que sea necesaria para el futuro, concibiendo este proceso como un recurso y nunca como un fin del aprendizaje en si mismo. 5) Diversificarás las tareas y los escenarios de aprendizaje para un mismo contenido: harás que un mismo contenido se adquiera de varias rutas y tareas diferentes. Al diversificar las tareas y escenarios, los recursos didácticos, fomentarás la atención y la motivación de los aprendizajes. 6) Diseñaras las situaciones de aprendizaje en función de los contextos y tareas en las que los aprendices deban recuperar lo aprendido: cuando planifiques pensarás en las situaciones futuras en las que los aprendices deberán recuperar ese resultado, los contextos instruccionales , o de la vida cotidiana en los que es funcional y por los que se justifica su aprendizaje, de forma que existan similitudes entre ambas, ya que eso favorece la recuperación y transferencia de los aprendido. 7) Organizarás y conectarás lo más posible unos aprendizajes con otros, de forma de que el aprendiz perciba las relaciones explicitas entre ellos. Para fomentar el significado de lo aprendido, se debe promover la reflexión y toma de conciencia de las mismos por parte del aprendiz. Harás que teja una red de significados lo más organizada posible, ya que así se facilita la transferencia de lo aprendido y por tanto, se logra un aprendizaje más eficaz u duradero. Para ellos a promover en los estudiantes el uso de estrategias de organización de sus conocimientos. 8) Promoverás entre los aprendices la reflexión sobre sus conocimientos ayudándoles a generar los conflictos cognitivos que se le plantea: harás que el aprendizaje sea una tarea reflexiva y no sólo repetitiva. Plantearás tareas que induzcan a buscar sus propias respuestas en lugar de recibir todos los conocimientos elaborados desde afuera, fast food. El conocimiento es siempre la respuesta a una pregunta previamente formulada. Fomentarás la reflexión consciente sobre los propios aprendizajes, asi como la contrastación entre los conocimientos, promover conflictos cognitivos, en contextos de cooperación, proporcionándoles instrumentos conceptuales, cuya contrastación pueda ayudar a resolver el conflicto. 9) Planearás problemas de aprendizaje o tareas abiertas y fomentarás la cooperación de los aprendices para su resolución. Diseñarás las tareas de aprendizaje de forma que exijan a los aprendices enfrentarse a problemas cada vez más abierto en vez de ejercicios reiterativos. Plantearás siempre que sea posible esos problemas o taras abiertas como situaciones de aprendizaje cooperativo, ya que fomenta el conflicto, como la ayuda mutua entre los mismos, mejora sus aprendizajes sociales y fomenta la motivación por el propio aprendizaje. 10) Instruirás a los aprendices en la planificación y organización de su propio aprendizaje utilizando las estrategias adecuadas. Harás que los aprendices pasen, también de modo gradual, de ser jugadores a ser entrenadores de sí mismos. Convirtiendo las tareas de aprendizaje en problemas ante los que deben adoptar decisiones, planificando, fijando metas, seleccionando estrategias y evaluando resultados , irán asumiendo el control estratégico de sus propios procesos de aprendizaje. Una vez más se fomentará la reflexión sobre el propio aprendizaje mediante el trabajo colaborativo y la contrastación de las distintas técnicas y enfoques utilizados por los aprendices. Estos diez mandamientos se encierran en dos: Reflexionaras sobre las dificultades a que se enfrentan tus aprendices y buscarás modos de ayudarles a superarlas. Transferirás progresivamente a los aprendices el control de su aprendizaje sabiendo que la meta última de todo maestro es volverse innecesario.