Subido por Psicóloga Lina Marcela Muñoz

mujeres q escriben su propia historia

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Romanos 12: 3 “Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está
entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que
piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada
uno”.
Personalmente no me gustan las comparaciones, por ejemplo:
• El padre que compara a su hijo menor con el mayor.
• El novio que compara a la novia con su novia anterior.
• El amigo que compara a su mejor amigo con su ex mejor amigo.
• El líder que compara a una oveja débil en la fe, con una oveja madura.
• Las comparaciones que nosotros mismos nos hacemos con otros que
consideramos “mejores” que nosotros.
Así mismo podría mencionar muchas comparaciones que lejos de motivar o
de animar a cambiar o mejorar, lo que hace es desanimarnos.
Y es que debemos comprender que tu eres tu, que yo soy yo, no hay otro
Enrique Monterroza, no hay otro Pedro Pérez ni otra Maria González, solo
hay uno de cada uno y es de comprender que cada uno somos diferentes,
con características similares talvez, pero muy diferentes.
Hace años yo quería ser como uno de los lideres juveniles mas influyentes
de Latinoamérica, me reservo su nombre, pero leía todo sobre el, miraba
todas sus actividades y todo lo que fuera de el me parecía excelente. Me
comparaba con el en muchas cosas y en la mayoría me falta mucho o ya a
mi edad el me había sobrepasado. Eso hacia que yo me desanimara y
dijera: “No creo que Dios me pueda usar algún día como El”. Y es que
estaba cometiendo el gran error de comparar mi vida con la suya, lo cual
jamás será igual.
Entonces Dios me enseño que no tengo que compararme con nadie, que el
me ha dado características distintas, gracia distinta, talentos diferentes y
que tenia que escribir mi propia historia y no copiar una que ya fue escrita.
Eso hizo que me motivara a ser como soy, a no imitar a nadie ni poner mis
ojos en alguna persona, todo eso me ayudo a crecer espiritualmente, a no
ver a mis lados que otros van mas rápido que yo, sino que comprender que
estoy en un proceso único que Dios tiene para mi, en donde estamos
escribiendo nuestra propia historia.
Hoy en día hay personas que admiro, hombres y mujeres de Dios que me
motivan a mejorar cada día y aprender cosas nuevas, pero créeme que no
me imagino ser como ellos, ni quiero serlo, al contrario Dios me ha
mostrado que solo hay y habrá un Enrique Monterroza, por lo cual tengo
que ser original en lo que hago porque a eso Dios me ha enviado.
Por esa razón en esta hora quiero invitarte a no compararte con nadie, no
cometas el gran error de comparar tus capacidades con las capacidades de
otros, ni tu talento con el talento de otro, no te creas menos que otros ni
mas que otros, solo confía en que Dios esta escribiendo contigo tu propia
historia y no esta repitiendo ninguna que ya fue escrita.
Y es que así es Dios, El no me ve con ojos de imperfección, al contrario, El
ve el potencial que hay en mí para escribir una historia única. Si bien es
cierto hay y hubieron hombres y mujeres que marcaron la historia, pero tu y
yo podemos ser otros personajes que podemos escribir y marcar nuestra
propia historia.
Es hora de dejar de compararte, posiblemente alguien sea mejor que
nosotros, pero eso jamás será motivo de desanimarnos, al contrario eso
debe servirnos como motivación para darnos cuenta que hay mucho porque
trabajar. Y que así como Dios ha sido bueno con alguien mas en dotarlo de
talentos especiales, así también yo tengo la misma probabilidad si me
sumerjo en su presencia de obtener esos talentos que están disponibles
para todos aquellos que anhelen escribir su propia historia.
Amados, tú fuiste creado único, no hay nadie como tú, tienes
características diferentes a las demás personas, así como físicamente eres
diferente a todos, así también tus talentos han de ser similares pero jamás
iguales a los de las demás personas.
Es hora de explotar esos talentos, no veas a la izquierda ni a la derecha, no
compares nada de lo que haces con nadie que consideres que es mejor
que tu, al contrario, tu trabaja, haz lo que tengas que hacer, trata de ser
original y sobretodo permite que Dios te use de la forma tan diferente que
El lo quiere hacer.
¡Basta ya de Comparaciones!
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