Romanos 12: 3 “Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno”. Personalmente no me gustan las comparaciones, por ejemplo: • El padre que compara a su hijo menor con el mayor. • El novio que compara a la novia con su novia anterior. • El amigo que compara a su mejor amigo con su ex mejor amigo. • El líder que compara a una oveja débil en la fe, con una oveja madura. • Las comparaciones que nosotros mismos nos hacemos con otros que consideramos “mejores” que nosotros. Así mismo podría mencionar muchas comparaciones que lejos de motivar o de animar a cambiar o mejorar, lo que hace es desanimarnos. Y es que debemos comprender que tu eres tu, que yo soy yo, no hay otro Enrique Monterroza, no hay otro Pedro Pérez ni otra Maria González, solo hay uno de cada uno y es de comprender que cada uno somos diferentes, con características similares talvez, pero muy diferentes. Hace años yo quería ser como uno de los lideres juveniles mas influyentes de Latinoamérica, me reservo su nombre, pero leía todo sobre el, miraba todas sus actividades y todo lo que fuera de el me parecía excelente. Me comparaba con el en muchas cosas y en la mayoría me falta mucho o ya a mi edad el me había sobrepasado. Eso hacia que yo me desanimara y dijera: “No creo que Dios me pueda usar algún día como El”. Y es que estaba cometiendo el gran error de comparar mi vida con la suya, lo cual jamás será igual. Entonces Dios me enseño que no tengo que compararme con nadie, que el me ha dado características distintas, gracia distinta, talentos diferentes y que tenia que escribir mi propia historia y no copiar una que ya fue escrita. Eso hizo que me motivara a ser como soy, a no imitar a nadie ni poner mis ojos en alguna persona, todo eso me ayudo a crecer espiritualmente, a no ver a mis lados que otros van mas rápido que yo, sino que comprender que estoy en un proceso único que Dios tiene para mi, en donde estamos escribiendo nuestra propia historia. Hoy en día hay personas que admiro, hombres y mujeres de Dios que me motivan a mejorar cada día y aprender cosas nuevas, pero créeme que no me imagino ser como ellos, ni quiero serlo, al contrario Dios me ha mostrado que solo hay y habrá un Enrique Monterroza, por lo cual tengo que ser original en lo que hago porque a eso Dios me ha enviado. Por esa razón en esta hora quiero invitarte a no compararte con nadie, no cometas el gran error de comparar tus capacidades con las capacidades de otros, ni tu talento con el talento de otro, no te creas menos que otros ni mas que otros, solo confía en que Dios esta escribiendo contigo tu propia historia y no esta repitiendo ninguna que ya fue escrita. Y es que así es Dios, El no me ve con ojos de imperfección, al contrario, El ve el potencial que hay en mí para escribir una historia única. Si bien es cierto hay y hubieron hombres y mujeres que marcaron la historia, pero tu y yo podemos ser otros personajes que podemos escribir y marcar nuestra propia historia. Es hora de dejar de compararte, posiblemente alguien sea mejor que nosotros, pero eso jamás será motivo de desanimarnos, al contrario eso debe servirnos como motivación para darnos cuenta que hay mucho porque trabajar. Y que así como Dios ha sido bueno con alguien mas en dotarlo de talentos especiales, así también yo tengo la misma probabilidad si me sumerjo en su presencia de obtener esos talentos que están disponibles para todos aquellos que anhelen escribir su propia historia. Amados, tú fuiste creado único, no hay nadie como tú, tienes características diferentes a las demás personas, así como físicamente eres diferente a todos, así también tus talentos han de ser similares pero jamás iguales a los de las demás personas. Es hora de explotar esos talentos, no veas a la izquierda ni a la derecha, no compares nada de lo que haces con nadie que consideres que es mejor que tu, al contrario, tu trabaja, haz lo que tengas que hacer, trata de ser original y sobretodo permite que Dios te use de la forma tan diferente que El lo quiere hacer. ¡Basta ya de Comparaciones!