¿PERO QUÉ TE HEMOS HECHO? (Qu’est-ce qu’on a fait au Bon Dieu?) Dir. Philippe de Chauveron Sinopsis Los Verneuil son un elegante matrimonio de provincias, tradicional, de los de toda la vida… Las bodas de sus primeras tres hijas no han sido como sus padres soñaban. El señor Verneuil nunca imaginó tener un yerno musulmán, uno judío y otro chino. Los sufridos padres esperan que su hermosa hija menor por lo menos se case por la Iglesia. Ficha artística Claude Verneuil ........................... CHRISTIAN CLAVIER Marie Verneuil ................................. CHANTAL LAUBY David Benichou ..................................... ARY ABITTAN Rachid Benassem ................................. MEDI SADOUN Chao Ling .......................................... FRÉDÉRIC CHAU Laure Verneuil .................................... ELODIE FONTAN Isabelle Verneuil ............................ FRÉDÉRIQUE BEL Odile Verneuil ........................................ JULIA PIATON Ficha técnica Dirección ......................... PHILIPPE DE CHAUVERON Guión ............................... PHILIPPE DE CHAUVERON ................................................................ GUY LAURENT Producción .................................... ROMAIN ROJTMAN Director de fotografía ..................... VINCENT MATHIAS Montaje ........................................... SANDRO LAVEZZI Sonido ............................................... MICHEL KHARAT, ................................................... SERGE ROUQUAIROL, ........................................................... ERIC TISSERAND Vestuario ................................. EVE-MARIE ARNAULT Diseño de producción ......... FRANÇOIS EMMANUELLI Música .......................................... MARC CHOUARAIN Distribuidora ......................................... Acontracorriente Aspect ratio ............................................................. 1:1,85 Idiomas ........................ Francés subtitulado en castellano Duración ............................................................... 97 min. Nacionalidad ....................................................... Francia Año de producción .................................................... 2014 El director Philippe de Chauveron (15 de noviembre de 1965) es un director y guionista francés. Acabó su licenciatura de Estudios Cinematográficos en 1986. Filmografía seleccionada 2014 DIOS MÍO, ¿PERO QUÉ TE HEMOS HECHO? Qu’est-ce qu’on a fait au Bon Dieu? 2012 LES VACANCES DE DUCOBU 2011 L’ÉLÈVE DUCOBU 2005 L’AMOUR AUX TROUSSES 1999 LES PARASITES 1989GROS Entrevista al director: Philippe de Chauveron ¿Cómo nació la originalísima idea de la película? El día en que me di cuenta, estadísticas en mano, de que los franceses son los campeones del mundo de las bodas mixtas. Diferentes estudios afirman que aproximadamente el 20% de las uniones que se celebran en nuestro país se hacen entre personas de orígenes y confesiones distintas. En el caso de nuestros vecinos europeos, la cifra ronda el 3%. Pero eso de las parejas mixtas ¿es algo que usted haya conocido, de cerca o de lejos? Yo pertenezco a una familia católica y burguesa, así que sí, he visto qué clase de problemas puede provocar una pareja mixta en un ambiente como el mío, ¡y eso que éramos más modernos que los Verneuil! Mi hermano estuvo casado con una mujer de origen magrebí y yo viví con una mujer africana. Y, por deformación de mi alma de guionista, empecé a imaginar cómo viviría algo así una familia que se viera obligada a aceptar ¡cuatro bodas mixtas seguidas! (Continúa al dorso) PROYECCIÓN EN ALTA DEFINICIÓN: 2.000.000 DE PÍXELS, CROMA 2000:1 CINES VERDI MADRID 5 SALAS (C/. BRAVO MURILLO, 28). TEL. 91 447 39 30 - METRO CANAL Y QUEVEDO - 28015 MADRID - www.cines-verdi.com CINEMES VERDI 5 SALES (C/. VERDI, 32) - VERDI PARK 4 SALES (C/. TORRIJOS, 49). TEL. 93 238 79 90 - METRO FONTANA - 08012 BARCELONA - www.cines-verdi.com DIOS MIO, Pero su visión no es maniquea. Sí, porque en la película todos los personajes tienen sus defectos, sus debilidades... Y queríamos poder reírnos de ello, sin segundas intenciones. La primera versión del guión se la di a leer a amigos de distintas comunidades. ¿Y el resultado fue...? Que enseguida vi que les divertía y que la cosa funcionaba. Y sobre todo que estábamos en lo cierto. Y más aún después de las pequeñas contribuciones que todos hicieron, que me permitieron enriquecer el tema y hacerlo más auténtico. Desde Las locas aventuras de Rabbi Jacob, muchas de las comedias que exploran las diferencias de raza o religión han dado lugar a buenas comedias. Me halaga que la compare con esa gran película de Gérard Oury... A título personal, creo que la presencia en Francia de tantas comunidades diversas supone una riqueza tremenda, aunque no nos beneficiemos de ello necesariamente. Chantal Lauby interpreta a una mujer muy tradicional, y también muy creyente. ¿Le recuerda a alguien A mi madre, aunque ella era menos estricta. Daba clases de catecismo. Yo era más bien refractario al tema, hasta huí de hacer la comunión. Pero entonces, mi madre, preocupada por este rechazo, ¡me envió al psicólogo! Los cuatro yernos, todos de origen extranjero, tienen un punto en común. ¡Todos se consideran cien por cien franceses! Muchos hijos de inmigrantes me decían que les dolía que la gente no les considerara cien por cien franceses. La escena de La Marsellesa me permite ilustrar este aspecto. El padre, el señor Verneuil (Christian Clavier), que anda a la greña con el personaje de Medi Sadoun, pero también con los demás, alucina cuando les oye cantar el himno nacional. De repente les mira con otros ojos y les dice: “Me habéis emocionado”. Otra escena de culto, la de la cogorza entre los dos padres. Han desaparecido, todos se temen lo peor, pero no... La escena de la cogorza es patrimonial en cierto modo. El cine francés está jalonado de escenas de borrachera clásicas, desde Gangsters a la fuerza (Les tontons flingueurs, Georges Lautner; 1963) hasta Bien- venidos al norte (Bienvenue chez les Ch’tis, Dany Boon; 2008). ¿De qué clase de cine se alimenta usted? Soy fan de las comedias de humor adolescente de los hermanos Farrelly, como Algo pasa con Mary (There’s Something About Mary, 1998). También soy un gran admirador de la comedia social italiana, sobre todo la de Dino Risi. Y de las películas del grupo Splendid. Los bronceados (Les bronzés, Patrice Leconte) la vi por primera vez cuando se estrenó, en 1978. Tenía 11 años y Christian Clavier, 25. Él aún tiene muchas anécdotas divertidas. Todavía recuerda, con regocijo no disimulado, que en la época [el periódico] France Soir dijo: «Después de esta película, no volverán ustedes a oír hablar de estos actores». ¿Christian Clavier y Chantal Lauby fueron su primera opción para los papeles de los padres? Sí, completamente. Con [el grupo] Les Nuls dinamitó la idea que teníamos del humor televisivo, con esa forma tan seria que tenía de decir cosas horrendas. Hay que recordar que antes de ellos, el colmo de la transgresión en ese terreno era Stéphane Collaro. De Christian me gusta su forma de interpretar personajes odiosos. El guión le entusiasmó desde el primer momento. Es un actor muy preciso, muy hábil. Se conformó con añadir algún toque personal aquí y allá. ¿Hubo algo especial que le sorprendiera de Clavier? Varias cosas. Pero sobre todo el hecho de que se sabía los diálogos de memoria. Los de todos. Estuvo al lado de todo el mundo, dando la réplica en los contraplanos, siempre disponible para todos. Los ayudó muchísimo, dando consejitos sobre las cosas más nimias y manteniendo el buen humor. Él dice que ya no se divierte “tanto como antes”, pero a mí me parece que es todo lo contrario. Aún se divierte. Lo veo en su manera de practicar la provocación en todo momento. Sigue siendo bastante gamberro. Sobre todo, su forma de bromear sin alterar el gesto es única. La gente que le rodea no sabe nunca cómo interpretar lo que dice. Aún le veo cruzando el plató el primer día, un poco seco, suspirando y mascullando: «Pff, qué flojo parece este equipo». ¿Cuál es el principal problema cuando se tienen tantos personajes? Que todos existan, que todos tengan su momento, su “solo”. Espero haber conseguido que así sea. Entrevista a Christian Clavier Descríbanos a su personaje. En primer lugar es un hombre de mi edad, con las certezas de un hombre de mi edad. Un personaje con defectos, conservador, pero salvado por una ironía mordaz. Me gustan sus debilidades. Si hubiera sentido el más mínimo desprecio por él, no lo habría sabido interpretar. De hecho, lo que de inmediato se me vino a la cabeza fue el personaje de Robert De Niro en Los padres de ella (Meet the Parents, Jay Roach; 2000); aunque su forma de ser me recuerda al Louis de Funès de Las locas aventuras de Rabbi Jacob. El que se cae de las nubes cuando descubre: «Salomon, ¿es usted judío?». Claude Verneuil vive una problemática real de padre, pero todo está tratado con humor, a la manera de Philippe de Chauveron, cuya escritura rebosa empatía por sus personajes en general y por el mío en particular. Como actor está la posibilidad de divertirse, de desahogarse, de explotar incluso en algunas escenas sin caer en la caricatura. ¿Sus padres eran tan estrictos? Yo, como toda la generación del 68, crecí con muchas ansias de libertad, en una Francia próspera y timorata, que era precisamente la de mis padres. Gente normal, pero con prejuicios. En mi casa el choque generacional se produjo a nivel cultural: no escuchábamos la misma música, eso desde luego. Usted es muy popular entre los treintañeros que le rodean. Aunque les impresione… Al principio es verdad que estaban un poco asustados, ¡pero eso también ayudó a conseguir lo que buscábamos! Verme convertido en “relevo” entre generaciones, después de haber sido el jovencito que intentaba hacerse un hueco entre gente como Jean Cines Verdi Premio al Mejor Cine Europeo del año 2002 Europa Cinemas Rochefort, Philippe Noiret, Lino Ventura, Michel Serrault, Jean Poiret, Pierre Mondy… La primera vez que trabajé con Mondy ya no era tan joven, pero a su lado era un niño. Con ellos aprendí muchísimo, sobre interpretación, sobre dirección. Puede que sea el mejor recuerdo de mi carrera. Philippe de Chauveron nos ha descubierto la parte invisible de improvisación que hay en el trabajo que hace usted en la película. Cuéntenos. Me gusta improvisar dentro de la situación, cuando el contexto es el adecuado. Es algo constante. Pero no siempre funciona. Da resultado cuando el contexto se presta a ello, porque si no, la improvisación resulta impostada. ¿Quiere decir que una situación no se puede salvar sólo con el talento de un improvisador? No, no se puede. Y no sólo eso: se pierde el gusto de hacerlo, porque ya ni tú mismo eres capaz de hacer reír. El actor que trabaja al servicio de una comedia (sobre todo, de una tan bien urdida como ésta) no está ahí para hacer el ganso, sino para desentrañar las intenciones del autor. Usted tiene fama de ser muy profesional, y de saber muy bien lo que quiere artísticamente. Tuve una buena escuela. Le aseguro que cuando se tiene delante a gente como Noiret o Poiret, y lejos de mí la idea de compararme con ellos, había que llegar “armado”, porque no iban a perder el tiempo con alguien que no había hecho su parte del trabajo. ¿Si tuviera que quedarse con una sola idea de esta película? La idea es que mientras hay amor hay esperanza. La crítica opina Obtuvo un enorme éxito de taquilla en Francia, que con más de 12 millones de espectadores la convirtió en la película con mayor recaudación del país galo en el 2014, y el film francés con mayor recaudación en su país desde Intocable (2011). Philippe De Chauveron y su cinta Dios mío, ¿pero qué te hemos hecho?, merece ser visionada con atención, y compararla con las últimas joyas de la comedia francesa, del estilo de: Intocable, La cena de los idiotas, Bienvenidos al Norte, Pequeñas mentiras sin importancia, ¡Guillaume y los niños ¡a la mesa!... –Filmaffinity– Josep Lluís Mestres –elcineenlasombra.com–