22 A C T A S DE L A SOCIEDAD ESPAÑOLA propia de hombres reflexivos y muy conocedores de la materia, fué hasta la publicación del de el Sr. Botella, el que sirvió, de norma para los estudios geológicos de la Península y para la de sus múltiples y útilísimas aplicaciones, que la Comisión se abstiene de relatar, temerosa de ofender vuestra superior ilustración. Pero el mencionado mapa adolece de un defecto gravísimo, no imputable ciertamente á los autores de la parte geológica, el cual consiste en la poca exactitud de la topografía en general; y muy especialmente de la situación de los pueblos, y sabido es de cuánto sirve este último dato, así como el precisar con exactitud el curso y accidentes de los í'ios, arroyos, montes, etc., para marcar los límites de los terrenos. Todos estos y algunos otros lunares ha tratado, y en concepto de esta Comisión, sabido subsanar nuestro consocio el Sr. Botella, en el mapa objeto de esta noticia. Principiando por la declaración que en el título estampa de que la parte geográfica ha sido hecha por D. Francisco Coello, dicho se está que no ha de adolecer este mapa, como no adol e c e , en verdad, de los defectos que acaban de indicarse. Y a esto de por sí constituye una mejora de gran valía en el mapa del Sr. Botella, que los hombres prácticos en este género de estudios sabrán apreciar en su justo valor. Y si á este dato importante se a g r e g a n las modificaciones, que ha creído necesario el autor introducir, tales como por ejemplo, la referente al terreno pérmico de Granada, Almería y Murcia, en sustitución del término sobrado v a g o de terreno metamórfico que empleó Verneuil; la del terreno cretáceo al E. de Alicante, en vez del numulítico que antes ocupaba una extensión mucho más considerable, y otras muchas que por brevedad se omiten, por virtud de estudios precisos y la escrupulosidad y detenimiento con que ha compulsado los muchos estudios hechos por otros geólogos, cuyos nombres, con expresión de los territorios explorados por cada c u a l , estampa con noble franqueza en el mismo mapa, podrá quilatarse la bondad y excelencia de éste y el importantísimo servicio prestado no sólo á los que se dedican con especialidad á este género de estudios, para quienes será siempre un g u í a seguro, sino también al país en g e neral, cuando el Estado ó los particulares h a g a n uso de él en las múltiples y variadas aplicaciones que á obras públicas, al