Interacción social y comunicación en el aula de Matemáticas Existe un gran número de investigaciones que abordan el proceso educativo desde la perspectiva de la interacción social y la comunicación. Por su importancia para el profesorado de matemáticas, vamos a exponer las teorías de enfoque socio-cultural y daremos un resumen de las principales investigaciones acerca de la comunicación y el lenguaje en el aula de matemáticas. En primer lugar, uno de los aspectos del estudio de la comunicación dentro del aula es el del discurso, entendido en toda su complejidad y en todas sus dimensiones, como una forma de acción y de práctica social. Dentro del abanico de enfoques teóricos y metodológicos, nos vamos a detener en el análisis del discurso del aula (Stubbs, 1987), como una de las contribuciones que nos parecen más interesantes. Si bien es un enfoque que proviene del ámbito de la lingüística, se ha ido consolidando como un campo de interés de varias disciplinas. El análisis del discurso en el aula se basa en una serie de premisas de las que veremos brevemente algunas: • La interacción social en el aula requiere que el alumno sea competente en el uso de ciertas estructuras lingüísticas y de recursos lingüísticos apropiados al contexto. • El aula es un contexto comunicativo único en el que se requiere un tipo de competencia específico que incluye los modos de expresión oral y escrita. • Los alumnos pueden diferir en su competencia comunicativa en aspectos importantes para el aula; el desconocimiento de los medios usados habitualmente para la comunicación en el aula lleva consigo dificultades para participar con éxito en las interacciones sociales y, por tanto, en el aprendizaje. En cuanto a la competencia comunicativa podemos citar dos cuestiones importantes que han sido investigadas por diversos autores en diferentes tipos de clases: • La existencia de unas reglas del turno de palabra. En particular lo que se denomina la secuencia IRF (Iniciación, Réplica, Feed-back o evaluación) característica del intercambio verbal profesor-alumnos, en el cual las preguntas del profesor suelen tener como objetivo evaluar el conocimiento del alumno. • El reparto del control de la comunicación y de las contribuciones relevantes de los participantes en la situación. Habitualmente se observa lo siguiente: - el profesor o profesora dirige la interacción; - para tener éxito, el alumno necesita aprender las reglas que rigen este escenario de interacción social, que incluyen el dominio de un tipo de lenguaje (en los aspectos sintáctico, semántico y pragmático). En segundo lugar, desde el punto de vista de Vygotsky (1977), el lenguaje es el instrumento que se utiliza para comparar y contrastar las diferentes maneras de explicar los diferentes modelos; a través del lenguaje se expresan los propios argumentos y se conocen los de los demás. La discusión es una de las formas que utilizamos para comprobar la consistencia de nuestros razonamientos. Vygotsky afirmaba que no es que el pensamiento se exprese en palabras, sino que existe a través de ellas. Vygotsky dice que el pensamiento es una forma especial de lenguaje, de tipo global; una idea, a diferencia del lenguaje, no consiste en unidades separadas, secuenciadas en el tiempo. Vygotsky utiliza la metáfora de comparar un pensamiento con una nube que deja caer una lluvia de palabras. Los lenguajes del pensamiento y del habla no son iguales: al pensamiento no lo acompaña simultáneamente la palabra; los dos procesos no son idénticos y no existe una correspondencia rígida entre las unidades del pensamiento y las del habla. La necesidad de comunicarse conlleva el uso del lenguaje, el cual provoca la evolución del pensamiento. Según esta teoría, el significado con que los individuos utilizan las palabras se aproxima gradualmente, a través de la interacción con los demás, hacia un significado más evolucionado. Por esto Vygotsky atribuye un papel tan importante a la institución escolar como agente transmisor de la cultura y como instrumento que favorece el desarrollo; en efecto, en esta evolución del pensamiento es decisiva la interacción adultos-jóvenes a través del lenguaje. Para que las interacciones sociales sean efectivas para el aprendizaje, Vygotsky enuncia la hipótesis de que existe lo que denomina zona de desarrollo potencial (ZDP) definida por el conjunto de actividades que una persona es capaz de hacer con la ayuda de otras; por tanto, se podría distinguir entre las actividades que una persona puede hacer sola (las que ya ha aprendido), las que puede hacer interaccionando con los demás, y las que no puede hacer ni con la ayuda de los demás. En consecuencia, las interacciones alumno-alumno y alumno-profesor deberían situarse en esta ZDP. Es evidente que resulta difícil precisar la ZDP de cada alumno en relación a cada contenido específico. Según Vygotsky y sus discípulos, la socialización está en el origen del desarrollo cognitivo de los individuos y toda función superior aparece en primer lugar en el plano interpersonal antes de pasar al plano intrapersonal y esto, fundamentalmente, a través del lenguaje. De acuerdo con esta teoría, el profesor ha de intentar facilitar el aprendizaje a partir de intervenciones relacionadas con los aspectos conceptuales y procedimentales. Los estudiantes aprenden discutiendo entre ellos y con el profesor, comparando procedimientos y resultados, confrontando estrategias, desarrollando valores y actitudes más o menos favorables al aprendizaje, y todo ello en relación a unos contenidos determinados, objeto de estudio en el aula, y al uso de determinados materiales y recursos didácticos que generan, a su vez, nuevos valores, estrategias, recursos, ... Este enfoque de las situaciones de enseñanza-aprendizaje como actos de comunicación, pone de manifiesto la influencia de los conflictos sociales y culturales, así como de los cognitivos, sobre el desarrollo de los procesos de pensamiento de los estudiantes. El proceso de aprendizaje es muy complejo y hay que tener en cuenta las relaciones interactivas entre alumnos y profesores. Ello implica la necesidad de promover situaciones de aprendizaje que favorezcan la verbalización de las propias formas de pensar y de actuar y que permite la explicitación de las representaciones y la contrastación de puntos de vista, que conlleva su evolución y mejora. Como consecuencia de lo anterior, todas las propuestas que tiendan a promover el desarrollo de interacciones constructivas entre los miembros del grupo-clase afectan a la institucionalización de las relaciones que conforman la gestión social del aula; no solo se refieren a la organización de los miembros del grupo sino también a la distribución del espacio y el tiempo y, muchas veces, trascienden a un grupo-clase concreto y afectan a la organización escolar de un centro. Vamos a pasar ahora a analizar el caso concreto del lenguaje en el aula de Matemáticas, que tiene unas particularidades que han sido, y son, objeto de diversas investigaciones; nosotros hemos tomado como base de referencia los estudios de Pimm (1987) y Laborde (1987, 1991). Empezaremos por unas observaciones de tipo general y, a continuación, desarrollaremos varios puntos concretos. La enseñanza y el aprendizaje de las matemáticas requieren varias actividades lingüísticas como son: leer, escuchar, escribir y discutir, mientras el contenido se refiere a un amplio rango de objetos, ideas y actividades. Podemos decir que las funciones del lenguaje en el contexto de las clases de matemáticas son las mismas que las relativas al desarrollo del pensamiento: el lenguaje sirve como medio de representación y como medio de comunicación. El conte xto específico de la instrucción y el contenido específico de la enseñanza de las matemáticas afectan conjuntamente a la sintaxis, la semántica y los rasgos pragmáticos del lenguaje, que son diferentes de los del lenguaje ordinario en los aspectos tanto explícitos como implícitos. Todo el mundo coincide en afirmar que al final de la escolaridad obligatoria, muchos alumnos y alumnas tienen dificultad en la lectura y escritura de textos de contextos específicos como los científicos que requieren un uso del le nguaje diferente del ordinario; en consecuencia, el lenguaje a través del cual los alumnos acceden al contenido matemático puede resultar un obstáculo para la comprensión y para la expresión. Como sistema de representación externa, el lenguaje utilizado por varios individuos está conectado a su representación mental, es decir a los medios con los que elabora y organiza su conocimiento; esta interdependencia tiene dos aspectos: • por una parte, la forma en que un alumno comprende un texto o formula ideas depende de su conocimiento y de sus concepciones acerca del contenido de lo que lee o expresa; • por otra parte, las actividades lingüísticas, a través de los problemas específicos que provocan, pueden llevar al alumno a considerar de modo diferente los objetos y las relaciones que subyacen al discurso y/o también pueden ayudarle en la resolución de problemas. Para estudiar la relación entre los problemas de lenguaje y el aprendizaje de las matemáticas es necesario tener en cuenta los elementos fundamentales de una situación de aprendizaje en la escuela: el contenido que se enseña, los estudiantes considerados desde un punto de vista cognitivo y social, y el profesor. Según el punto de vista constructivista, "el conocimiento lo construye activamente el sujeto cognitivo [en un proceso de adaptación y de interacción con su medio] … de forma que organiza [dicho] mundo experimental"; este punto de vista no sólo concierne a la adquisición del conocimiento matemático sino también al propio desarrollo de las habilidades lingüísticas. Con estas reflexiones como punto de partida, vamos a desarrollar algunas ideas en torno a diversos aspectos del lenguaje en el aula de matemáticas. a) clase de Respecto a los usos del lenguaje en matemáticas y en la matemáticas, destacaremos dos aspectos: • La noción de registro matemático consiste en un conjunto de usos específicos del lenguaje natural en matemáticas, que incluye tanto los significados, como el léxico particular y los usos sintácticos. Se puede decir que existen varios usos del lenguaje de la enseñanza de las matemáticas que dependen de la situación enunciativa: el lenguaje del profesor contiene más afirmaciones, más ambigüedades que, a menudo, se pueden aclarar mediante sus gestos, su presencia y las propias preguntas de los alumnos. Este tipo de lenguaje recurre a las repeticiones, mientras que el lenguaje escrito evita las redundancias y tiende a una presentación compacta y concisa. • En la enseñanza de las matemáticas, algunos usos del lenguaje están privilegiados, a saber el lenguaje de los libros de texto; la noción de registro matemático se refiere a dichos usos. El lenguaje de los textos universitarios o de alto nivel sirve, de hecho, con demasiada frecuencia como norma para los libros de texto escolares y para los trabajos de los alumnos; existe una exigencia implícita en la enseñanza que obliga a los estudiantes a imitar el lenguaje y el estilo de los libros de texto. b) Respecto matemático escrito a los rasgos y convenciones del sistema señalaremos lo siguiente: • Los textos matemáticos escritos se basan en el uso del lenguaje natural y de un sistema escrito hecho de signos exteriores al lenguaje natural como son +, x,<,>, …, junto con letras o numerales que se pueden combinar de acuerdo con reglas específicas con el fin de crear expresiones bien formadas como b2 + c o bien a = 4 En muchos casos estas expresiones simbólicas están inmersas en frases escritas en lenguaje natural : Si a = 4 y b = 6 halla c, tal que b 2 + c = a. • Existen 4 clases principales de símbolos usados en los textos matemáticos escritos: logogramas ( , +, %, <, >); pictogramas ( para triángulo, …); símbolos de puntuación; símbolos alfabéticos. • De acuerdo con las investigaciones de Pimm (1987), los principios fundamentales que permiten transmitir información en un sistema simbólico de la matemática escrita, son: el orden de los símbolos; su posición absoluta y relativa; su tamaño relativo; su orientación; su repetición. En este sentido, una de las principales dificultades radica en que los estudiantes necesitan tener acceso a las distinciones conceptuales que indican cada una de las variaciones de escritura. No debemos olvidar que "si bien el poder de las matemáticas reside en sus ideas, el acceso a este poder depende ampliamente de su notación." (Skemp, 1982). c) Existen particularidades sintácticas y léxicas del lenguaje natural utilizado en matemáticas. En efecto, veamos algunos ejemplos: • Algunas construcciones sintácticas, poco usuales en el lenguaje de cada día, son corrientes en matemáticas; en efecto, los matemáticos tienden a objetivizar, intentando evitar los factores humanos y la subjetividad; esta tendencia les lleva a usar la forma pasiva y las nominalizaciones complejas; el doble objetivo de concisión y precisión implica el uso de secuencias de complementos nominales y de largas oraciones con nombres y adjetivos que, a su vez, requieren otros adjetivos. • En un texto matemático escrito, cada elemento de la cadena discursiva puede ser determinado por los otros elementos del discurso; los elementos de una situación externa no son tenidos en cuenta, lo cual es contrario a lo que ocurre en las presentaciones orales en la clase. Todas estas particularidades de densidad y complejidad del lenguaje natural, así como el uso del sistema matemático escrito, no se corresponden con los hábitos lingüísticos usuales de la escuela primaria o secundaria. La relación entre el lenguaje natural y el sistema matemático escrito han sido especialmente estudiados en aritmética y en álgebra: los investigadores han observado que los estudiantes no pasan espontáneamente de una forma a otra. d) Respecto a los problemas en la comprensión del lenguaje, se pueden hacer las siguientes observaciones: • Se han estudiado los efectos de la redacción sobre la solución de un problema: comprender qué se debe resolver requiere comprender el enunciado dado en forma escrita u oral; la redacción de un problema resulta tener una influencia sobre las representaciones que del mismo se hace el estudiante y, en consecuencia, sobre las estrategias de resolución. El carácter especial de los textos de los problemas de enunciado llevan a una interpretación que difiere de la interpretación con los mismos items de una secuencia narrativa o de un discurso. Se han detectado unas variables principales: la forma en que se expresan las relaciones entre las cantidades dadas y las incógnitas; el orden de los items de información; el grado de atracción de ciertas expresiones o palabras (prioridad de los números sobre las palabras, usos de palabras como más, menos relacionadas con operaciones aritméticas que pueden intervenir como distractor; la complejidad de la sintaxis y del vocabulario. • En cuanto a la lectura de textos matemáticos, la mayoría de los textos a los que se enfrentan los alumnos son los enunciados de problemas que han de resolver, pero se sabe muy poco de la forma en que los estudiantes leen los textos complejos de matemáticas y estudian en ellos. Las investigaciones lingüísticas acerca de la lectura afirman que la forma más extendida de estrategia de lectura es la del "sendero de un jardín” (Frazier y Rayner-82): el alumno empieza la lectura con una hipótesis acerca de su interpretación (interpretación que resulta de los rasgos del texto, la situación y el conocimiento del lector) y sigue leyendo manteniendo su hipótesis. Si la lectura permite que el alumno construya una interpretación local y global coherente, no hay problema e incluso el lector no es consciente de su hipótesis de lectura; en este caso, para el lector cada proposición tiene una coherencia en sí misma y las proposiciones se organizan globalmente en un sistema coherente a nivel de macroestructura. Pero si la hipótesis inicial es inconsistente con el resto del texto, es decir si el conocimiento movilizado no es compatible con la información del texto, se produce una crisis que hace consciente al lector de su hipótesis y le lleva a reconsiderarla y a releer el texto con una interpretación distinta. e) En cuanto a las interacciones verbales en el aprendizaje de las matemáticas, hay pocas investigaciones sobre la forma en que los estudiantes entienden el discurso del profesor y sobre la influencia que los rasgos lingüísticos de tal discurso pueden tener sobre la comprensión de los alumnos; • Se han estudiado más las interacciones alumno-alumno; desde este punto de vista Pimm (1987) introdujo la noción de "embite didáctico" que describe ciertas estrategias que utilizan los profesores en el diálogo cuando sacrifican parte del control sobre los intercambios verbales en la clase, en aras de conseguir otras ventajas como son promover la discusión entre estudiantes o desarrollar el juicio y la autonomía de los estudiantes; • Existen varias investigaciones sobre las interacciones entre estudiantes; en general, coinciden en considerar que la verbalización entre alumnos juega un papel importante en el proceso de construcción de soluciones; sin embargo, algunos estudios señalan que la interacción entre estudiantes no puede garantizar por sí sola una respuesta positiva; los rasgos de la tarea, el estatus relativo de los estudiantes, su "distancia cognitiva" y su habilidad lingüística afectan a la interacción y a su efecto sobre el proceso de resolución. FRAZIER, L. y RAYNER, K. (1982). Making and correcting errors during sentence comprehension. Cognitive psychology, No 14, pp.178-210. LABORDE, C. (1987). Lecture de textes mathématiques par des élèves (14-15 ans): une expérimentation. Proceedings of the PME 11, Vol. 3, pp. 194-200. LABORDE, C. (1990). Language and mathematics. En NESHER, P. Y KILPATRICK, J. (Eds), Mathematics and cognition. Cambridge: Cambridge University Press. pp. 96-112. PIMM, D. (1987). Speaking mathematically: communication in the mathematics classroom . London: Routledge & Kegan Paul. [(1990). El lenguaje matemático en el aula. Madrid: Ministerio de Educación y Ciencia y Ediciones Morata.] SKEMP, R. (Ed.) (1982). Understanding the symbolism of mathematics [Special issue]. Visible Language, Vol. 16, No 3. STUBBS, M. (1987). Language, schools and classrooms. Londres: Methuen. VYGOTSKY, L. S. (1977). Pensamiento y lenguaje. Buenos Aires: La Pléyade.