La traducción de lo intraducible: el caso de términos alemanes al español La intraducibilidad es uno de los problemas más complejos y exigentes con que se presenta el traductor al momento de realizar su labor ya que requiere no sólo el conocimiento de los idiomas en que se trabaja sino también de las culturas en que éstos están inmersos. Según Moliné Royo, esta dificultad reside en que la tarea es traducir culturas y no lenguas: si la traducción es ya complicada cuando se presentan elementos léxicos que no son totalmente equivalentes entre sí, esa dificultad aumenta exponencialmente cuando esa falta de equivalencia conlleva aspectos culturales del texto origen que no existen en el texto meta. Aunque hay varios idiomas que presentan dicha cuestión conflictiva como el japonés, el inglés, el italiano y el francés, el idioma alemán es el ejemplo perfecto para mostrar este tipo de interferencia lingüística puesto que posee en demasía términos que no encuentran equivalentes totales ni parciales en otros idiomas. En el caso de las transferencias del alemán al español, este problema intralingüístico no es menos complejo y requiere que el traductor tenga una preparación adecuada y ponga en práctica sus dotes creativos. En este sentido, ¿cómo se pueden resolver estos conflictos y cuál es la mejor fórmula para ello? Con motivo de responder tal incógnita, el presente trabajo se enfoca en primer lugar en definir las características de la intraducibilidad, así como los posibles métodos para darle solución. Una vez que se tiene la noción de estos conceptos, se pretende analizar una serie de ejemplos que expongan las ventajas y/o desventajas que implica el elegir tal o cual procedimiento. De esta manera se busca dar al público un criterio suficiente para que ellos puedan discernir en su momento sobre cómo afrontar este problema, y así, caer en razón de que el traductor debe descubrir la traducibilidad de la intraducible.