Acoso moral en el trabajo. Una perspectiva sociológica Eutropia Salinas García Acoso moral en el trabajo. Una perspectiva sociológica Eutropia Salinas García Tesis de Doctorado UNIVERSIDAD DE ALICANTE Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales DEPARTAMENTO DE SOCIOLOGÍA Y TEORÍA DE LA EDUCACIÓN Directores: Dra. Dª. Mª Teresa Algado Ferrer Dr. D. Mariano Ángel Real Villarreal 2008 Después de realizar este estudio creo que hay una frase que define muy nítidamente esta realidad estudiada: “Lo más extraordinario es que el mundo tenga sentido” A. Einstein Por otro lado, realmente toda investigación “…comienza porque uno se interesa por algo, pero este algo tiene que ver con uno mismo, tiene que venir de uno mismo, de la experiencia propia y de las relaciones con el mundo en que vivimos…” J. Galtung (1995) INDICE PREFACIO AGRADECIMIENTOS INTRODUCCIÓN I III 1 PRIMERA PARTE: MARCO TEÓRICO CAPITULO 1: EL MOBBING O ACOSO MORAL 15 CAPITULO 2: REPECUSIONES Y CAUSAS 57 CAPITULO 3: EL CONTEXTO SOCIO CULTURAL 89 CAPITULO 4: LA CULTURA DEL TRABAJO 121 SEGUNDA PARTE: ESTUDIO EMPIRICO / INVESTIGACIÓN CAPITULO 5: METODOLOGÍA 153 CAPITULO 6: EL PERFIL DE LOS SUJETOS 169 CAPITULO 7: EL ACOSO LABORAL (POBLACION ESTUDIADA) 221 CAPITULO 8: INTERRELACIÓN DE RESULTADOS 255 CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES 315 BIBLIOGRAFÍA 339 ANEXOS ANEXO I: ESTUDIO DE SENTENCIAS ANEXO II: TRATAMIENTO DE DATOS ANEXO III: NARRATIVAS MÁS SIGNIFICATIVAS 355 357 361 PREFACIO El origen de esta investigación tiene varias fases. En un principio mi primer contacto con el tema del Acoso en el Trabajo (mobbing) comienza con la observación a mí alrededor de una serie de actitudes en la relación de jefe y trabajador, así como en ocasiones, entre los propios compañeros de trabajo. El ámbito al que me refiero es el de profesionales del Trabajo Social en sus respectivos lugares o campos de trabajo. Estas actitudes o tipos de relación, ocasionan a las personas una serie de trastornos, sufrimientos y situaciones de impotencia ante las cuales no saben cómo responder. Esto puede ser debido a que las mencionadas actitudes no son las que se tenía costumbre de observar, como por ejemplo el ejercicio de abuso de autoridad, que toda la vida ha existido y por ello ha estado regulado jurídicamente y penalizado, además de haber sido mal visto socialmente. Ante ello decido documentarme y leer sobre la literatura existente, con la finalidad de intentar ayudar a los compañeros que se veían en esta situación. Esto sucede en el año 1999. A finales de ese año, me empiezo a plantear escribir en relación con esto y es cuando publico mi primer artículo sobre el tema. La siguiente fase la podemos ubicar en el año 2003, que es cuando se produce en el servicio en donde trabajo (Equipo de Salud Mental), como Trabajadora Social, una nueva demanda que hasta entonces no había existido, al menos de forma tan significativa. Esta demanda de atención I estaba relacionada con el tema del Acoso Laboral. Los casos que me eran derivados por el Psiquiatra tenían como diagnóstico: Trastornos de Adaptación por causas laborales. Aunque mi trabajo se realizaba desde la intervención individualizada, como Trabajadora Social, no hay que olvidar que soy Socióloga y es desde esta disciplina que empiezo a formularme una serie de preguntas o cuestionamientos, intentando encontrar respuestas en la cultura del trabajo y en las nuevas formas de gestionar el mismo. Desde los casos particulares, buscaba factores comunes que explicaran una serie de preguntas que me iban surgiendo. Es a partir de este contexto desde donde se produce mi elección de Programa de Doctorado (año 2004-2005), por lo tanto la realizo con una serie de expectativas: profundizar y/o descubrir la evolución y los nuevos paradigmas de la cultura del trabajo, desde las Teorías de los Clásicos de la Sociología, y también desde las nuevas tendencias sociológicas. Pensé que un Programa cuyo título es “Sociología: Sociedad y Cultura Contemporánea”, podría responder a mis dudas, hipótesis, etc. en relación con el tema del Acoso Laboral. Los datos comprendidos en esta investigación son los proporcionados en mi lugar de trabajo, son la demanda de Acoso Laboral que durante los años 2003, 2004 y 2005 llegaron a la Unidad de Salud Mental de un Centro de Salud de Alicante. II AGRADECIMIENTOS Partiendo de que la elaboración de una tesis supone un proceso, hay que decir que a lo largo del mismo nos encontramos con una serie de altibajos, de renuncias, de crisis y crecimiento durante el trayecto. Son por ello de vital importancia las personas que te rodean, te apoyan, te critican y te alientan a continuar en este proceso. Pues, ¿quién no ha tenido la tentativa de abandonar a mitad del trayecto? Por esa razón me siento obligada moralmente a expresar mi agradecimiento a aquellas personas que han hecho posible que esta tesis pueda llegar a ver la luz. Además de la voluntad, de la constancia, de la capacidad de renuncia, del compromiso con los otros (los sujetos y protagonistas de la investigación), es necesario tener personas próximas que nos ayuden a continuar. Quiero empezar por mi pareja, Jaime Rosario, que estuvo todo el tiempo apoyando y colaborando estrechamente en este trabajo, que me animó en todo momento a continuar y a no tirar la toalla en los momentos de crisis. Tampoco puedo olvidarme de los compañeros de profesión y amigos que fueron considerados y me aguantaron mis disertaciones sobre el tema, que supongo que en algunos momentos fueron tremendamente aburridas y que no sé cómo en este camino no perdí a algunos de ellos. III A la familia (padres, hermana, hijo, sobrinos, etc.) que nunca entendió a qué me estaba dedicando y por qué tenía tan poco tiempo disponible. El agradecimiento a mis directores de tesis Mariano Real y en especial a Mayte Algado la que a pesar de su mala experiencia en relación con el tema del Acoso Moral en el Trabajo, origen de sus reticencias y dudas al respecto, considero tiene un mayor mérito su apoyo, objetividad y críticas aportadas a lo largo de este proceso. A Benjamín Oltra, cuya crítica “cariñosamente despiadada” en relación al proyecto de tesis, me sirvió de reto para continuar. A Antonio Muñoz, que en los momentos de cuestionamiento metodológico me animó a seguir, me reforzó y asesoró en la línea de investigación. Al profesor Galtung, del que tuve el honor de que leyese mi inicio de tesis y que me animó y felicitó, alentándome a seguir. A Jorge Hurtado, que ante mis dudas, me desangustió y aclaró determinadas cuestiones formales. A los profesores del departamento con los que he mantenido relación a lo largo de los cursos de doctorado y con los que muchas veces he sido tremendamente insistente y, en ocasiones, pesada con los temas de la cultura del trabajo, pero que me sirvieron al cuestionarme una serie de premisas. IV INTRODUCCIÓN Introducción El origen de la utilización de la palabra mobbing se debe a las investigaciones del etólogo austriaco Konrad Zacharias Lorenz (19031989, Premio Novel de Medicina 1973), el cual se centró en el estudio del comportamiento agresivo de grupos de animales. Pero fue en la década de los ochenta, cuando se introduce este concepto en Europa, siendo popularizado por el profesor Heinz Leymann (1932-1999, psicólogo sueco), aplicándolas al estudio de la conducta humana en las organizaciones laborales. Entre las diversas aportaciones realizadas en Europa, se encuentran las siguientes: En Finlandia, Kaj Björkquist y Pirkko Niemelä (1992), que analizan las formas diferenciales de estrategias agresivas en el hombre y la mujer. En Francia, la psicoanalista Marie-France Hirigoyen (1999), realiza un recorrido definiendo qué es el acoso moral, basándose en los casos extraídos de su consulta. Esta misma autora en el 2001 escribe un segundo libro, en el cual expone la separación entre lo real y lo ficticio. En el Reino Unido, la periodista Andrea Adams se centra en el mundo de la televisión y de la prensa escrita, y en Hungría, Kaucsek y Simon, que hablan del psicoterror y el riesgo en el contexto de la función gerencial. En el resto del mundo hay que hacer una mención a América latina: Argentina, con la socióloga Diana Scialpi, que nos habla del mobbing en la administración pública; Chile, con el autor Alfonso Riquelme, que realiza todo un recorrido por los diversos tipos de acoso; Brasil, con 3 Introducción Margarita Barreto. Tampoco podemos dejar de mencionar a México, donde en el año 2006 se realizó el “V Congreso de Sociología: Trabajo y reestructuración. Los retos del nuevo siglo”, dedicado al tema del mobbing. Para finalizar, una mención a Sudáfrica y a Japón, donde también este hecho se viene tratando. En cuanto a España comienza a hablarse de este tema en el año 2000, con una serie de artículos en prensa y a raíz de la publicación de ciertos libros (Hirigoyen: 2001, Iñaqui Piñuel: 2001). Las aportaciones realizadas en nuestro país pasan por los siguientes autores: Iñaqui Piñuel, con el Barómetro Cisneros y sus respectivos informes (el primero en el año 2001, hasta llegar al Informe número 10). En su primer informe describe que el acoso laboral tiene como objetivo el apocar, reducir, intimidar, consumir emocionalmente a la victima, con vistas a eliminarla de la organización. El catedrático Molina Navarrete, de la Universidad de Jaén, que ha defendido jurídicamente Administración, como una mediante reacción un tanto sistema desde la integral de indemnizaciones (2002). La abogada Blanco Barea, con diversos artículos en defensa de una legislación anti acoso psicológico (2002). El profesor Barón Duque, con su aportación sobre el recurso de negociación para afrontar el acoso (2002). El profesor González de Rivera, con el síndrome MIA (MediocreInoperante y Activo), argumentando las características del acosador (1997). 4 Introducción Tampoco se puede dejar de mencionar al Magistrado Gimeno Lahoz, con su definición de Presión Laboral Tendenciosa, que supone un esfuerzo por conceptuar el mobbing desde una óptica jurídica (2005), o a Escudero Moratalla, con su Análisis Multidisciplinar y Estrategia Legal, que realiza todo un recorrido y análisis critico de la situación del fenómeno (2005). Estas aportaciones y otras muchas que aparecen, tanto en publicaciones de libros como en artículos de revistas o en foros de Asociaciones varias, relacionadas con el tema del Acoso Laboral pueden ser una muestra de la importancia o interés que el hecho ha despertado entre los estudiosos, aunque predominantemente desde enfoques psicológicos o jurídicos. En relación a la incidencia del fenómeno, hay que decir que dependiendo de las fuentes, existe disparidad de cifras: En el Segundo Informe Randstad (2000), elaborado por el Instituto de Estudios Laborales de ESADE, nos dice que el mobbing ha afectado en los últimos diez años a un 3% de la población activa. En un estudio de Piñuel y Zabala (2001), “Violencia en el entorno laboral”, se estima que el acoso afecta a un 10% de la población activa española. La OIT (2000) ofrece datos de España sobre este hecho y los cifra en un 5% de los trabajadores. En cambio, Ibermutua lo cifra en 2% de la población activa (2002). Según Paoli Pascal en las conclusiones de la III Encuesta Europea (2000), el 9% de trabajadores de la Unión Europea están sujetos a 5 Introducción mobbing. Por sectores de producción, aparecen los siguientes datos: en administración pública el 14%, en hoteles y restaurantes el 13% y en otros servicios el 12%. Por países: 15% en Finlandia, el 14% en Reino Unido y los Países Bajos, 12% en Suecia, el 11% en Bélgica, seguido del 5% en España y sólo el 4% en Italia y Portugal. Quizás las diferencias de datos se encuentren tanto en el sistema de recogida de los mismos, como en que no existe una unificación en lo que se entiende por el hecho del acoso. Teniendo en cuenta que la finalidad no es cuantificar el fenómeno sino comprenderlo, captar su sentido y significación, en esta Investigación se pretende, a través de una recogida de datos directa (cara a cara el investigador con el acosado) y la elaboración de los mismos con su correspondiente análisis, poder aproximarse al proceso de acoso y sus causas, así como examinar los cambios en el contexto social (la cultura del trabajo) para averiguar si éstos han influido en la aparición del hecho del acoso. También se intenta conocer si los valores culturales del acosado han influenciado en el sufrimiento que éstos han padecido. En síntesis se puede decir que los objetivos de este estudio se podrían concretar en los siguientes: • Analizar el proceso del acoso y sus causas. • Examinar la influencia de los cambios en el contexto social (la cultura del trabajo) para la manifestación actual de este fenómeno. • Estudiar y analizar la influencia de los valores culturales del acosado en el hecho del sufrimiento de los mismos. 6 Introducción Según el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. DSM-IV (Barcelona 1995), se define el Trastorno Adaptativo como el desarrollo de síntomas emocionales o comportamentales en respuesta a un estresante psicosocial identificable. La totalidad de los 59 casos estudiados han sido diagnosticados como Trastorno Adaptativo y en el mismo se determina que el estresante es por causas laborales. Así, el Equipo de Salud Mental primero los ha diagnosticado (Psiquiatra) y seguidamente ha profundizado en el estresante (Trabajadora SocialSocióloga). Por ello, la población objeto del estudio, son todos aquellos pacientes de una zona determinada que han sido derivados a Salud Mental. La estructura de la Investigación está subdividida en dos partes. En la Primera se realiza una Aproximación Teórica, que se abordará en diversos capítulos: En el Capítulo 1 se pretende acotar el término y el concepto de Mobbing o Acoso Moral, partiendo del análisis de las aportaciones realizadas hasta el momento y de las diferencias existentes al respecto sobre el tema, llegándose a la siguiente definición: Es un fenómeno social, que se produce en el lugar de trabajo, consistente en un ataque sistemático de una persona a otra, a su dignidad e integridad física y/o moral, y con un objetivo, la autoeliminación del trabajador de su puesto de trabajo. Seguidamente se estudiarán los tipos de acoso, las relaciones de poder, el acoso y el falso acoso, el desarrollo del proceso, y los sujetos. 7 Introducción En el Capítulo 2 se afrontan las causas, los efectos y consecuencias, las estadísticas, la importancia de los medios de comunicación y las aportaciones desde la judicatura. Utilizando en este último caso, además de la bibliografía existente, una selección de sentencias que resultan pertinentes para la investigación (Anexo I). El Capítulo 3 se ocupa del contexto sociocultural (la Cultura del Trabajo). En el mismo se realiza una breve aproximación a la concepción del trabajo a lo largo de la Historia. Cómo influye la religión, el poder de las relaciones económicas y el dinero en la concepción del trabajo y en el valor del mismo. También se estudian las diferentes concepciones del trabajo según la estructura económica, el hombre como mercancía en la sociedad asalariada y cómo han afectado los cambios en los modos de producción. En el Capítulo 4 se expone el modelo antecedente de la concepción del trabajo predominante en los países europeos y sus valores principales integrados socialmente, seguidamente se reflejan los rasgos característicos del modelo actual, que se han ido produciendo durante las últimas décadas. Finalmente se pondrá en relación el fenómeno del Acoso Moral con la Cultura del Trabajo, haciendo referencia a la influencia del Modelo Continental Europeo y el cambio al Modelo Neoliberal, con sus diferencias de valores y las repercusiones en la cotidianidad del mundo del trabajo. La Segunda parte está destinada al Estudio Empírico/ Investigación, distribuyéndose en los siguientes capítulos: 8 Introducción En el Capítulo 5 se expone la Metodología utilizada en el estudio. Por un lado de tipo cuantitativo, con la finalidad de obtener un perfil de los sujetos además de las características laborales y organizacionales de las empresas en donde trabajan. Por otro lado cualitativa con la información obtenida del discurso de los pacientes. Para ello, se ha elaborado una base de datos que facilitase la sistematización de los mismos (Anexo II), con el objetivo de reconstruir los significados ligados al fenómeno social del Acoso Moral en el Trabajo, la subjetividad de los acosados y las repercusiones cotidianas. Se pretende el no alejamiento entre los conceptos, la teoría y las vivencias de este colectivo (Mercadé, F., 1986:295-320). Esta investigación se basa en los datos recogidos de 59 casos, durante las anualidades de 2003, 2004 y 2005. La población estudiada consiste en la totalidad de las personas que han acudido a un Servicio con unas características determinadas y a través de un conducto prefijado, con anterioridad a esta investigación. La población es la totalidad de los casos que son derivados por su médico de Atención Primaria y que, una vez estudiados por el Psiquiatra del Equipo de Salud Mental y diagnosticados como Trastornos de Adaptación por Causas Laborales, son remitidos a la Trabajadora Social del mencionado equipo, siendo a partir de este momento cuando se empieza a trabajar de forma individual con cada uno de los casos. Por tanto, existe un tratamiento individual de los mismos y, posteriormente, se agruparán para realizar otro tipo de exploraciones. 9 Introducción El Capítulo 6 recoge los Perfiles de los Sujetos: Acosados y Acosadores. Se afronta en mayor profundidad el perfil de los acosados, por ser los sujetos principales del estudio y se ha estructurado de la siguiente forma: Características personales: Edad, Sexo, Estado civil y Unidad familiar. Características laborales: Antigüedad, Categoría profesional y Tipo de contrato. Tipo de empresa en donde trabajan los acosados/as: Sector Económico, Número de trabajadores, Número de Centros de trabajo que tiene la empresa y Tipo de Dirección. Finaliza este Capítulo con una breve descripción del perfil de los acosadores. El Capítulo 7 se dedica al estudio del fenómeno del Acoso en la población estudiada, para ello se destina un apartado al análisis del sufrimiento de los acosados, utilizando el Diagnostico Médico y la narrativa de los pacientes en relación a los Síntomas. En el siguiente apartado se trata el Proceso del Acoso (Inicio, Desarrollo y Cierre), para lo cual se parte de las narrativas de los sujetos del estudio. Estructurandose las mismas en torno a determinados momentos del mencionado proceso, empezando por los antecedentes, continuando con el desencadenamiento del acoso y sus correspondientes acciones. Y finalizando con el Cierre del Proceso. 10 Introducción En el Capítulo 8 se realizará un análisis de interrelación de resultados y su interpretación, partiendo del Marco Teórico, con la finalidad de abordar algunos aspectos significativos del fenómeno estudiado. Para ello se trata el Indicio de Causa, las Acciones del mismo, el Cierre del proceso, las Repercusiones personales, los Efectos generales de este fenómeno y la influencia que los cambios en la cultura del trabajo han tenido en el Acoso Laboral. La última aparte de la tesis son las Conclusiones del estudio realizado, los resultados o hallazgos, las posibles aportaciones, así como las lagunas o problemas detectados. Para finalizar esta Introducción, se hace necesario explicar por qué se optó por titularlo Una Perspectiva Sociológica. Fue al observar que a lo largo de la bibliografía utilizada sobre el tema, algunos autores hacen referencia al término multidisciplinariedad, sugiriendo que se ha tratado también la perspectiva sociológica. Sin embargo en los estudios realizados hasta el momento no suelen aparecer variables relacionadas con el contexto sociolaboral, ni tampoco se hace referencia a los valores en relación con la cultura del trabajo. Por ello, no ha sido factible realizar comparaciones en cuanto a antigüedad en la empresa, estabilidad en el empleo, cualificación profesional, etc.; ni tampoco sobre los rasgos característicos de las empresas: tipo de organización, clase de dirección, estilo de mando, etc. En relación a la cultura del trabajo se ha encontrado bibliografía, pero no una catalogación de los valores correspondientes a diferentes modelos de entender las relaciones laborales y la empresa. Al igual que tampoco el cómo esa realidad se ha ido transformando. 11 Introducción Es por ello, que los resultados obtenidos en este estudio, quizás puedan suponer una pequeña aportación para poder seguir profundizando en investigaciones posteriores y se pudiera abrir una puerta a una perspectiva diferente de las que hasta el momento se han venido tratando. Se intenta ofrecer una visión, sin descartar las anteriores realizadas, que profundice en los aspectos sociales y buscar explicaciones a las causas de este fenómeno del ACOSO MORAL EN EL TRABAJO, sin perder de vista la multicausalidad del mismo y sin ignorar que puede ser un emergente de que algo diferente está sucediendo y que puede estar afectando a otras facetas de las relaciones humanas y de la vida en sociedad. 12 PRIMERA PARTE MARCO TEÓRICO CAPÍTULO 1: EL MOBBING O ACOSO MORAL CAPÍTULO 1: El Mobbing o Acoso Moral Como dice la socióloga argentina Diana Scialpi, en su artículo “Mobbing: Acoso Moral y otras violencias en el trabajo” (2000), este fenómeno al igual que otros fenómenos sociales requiere de un largo recorrido, desde que se detecta o inicia hasta que se consigue elaborar un Marco Teórico comprensivo para su análisis y tratamiento. A la vez, hay que decir que la sola existencia de hechos sociales y de condiciones sociales objetivadas, no es suficiente para su reconocimiento como problema social. Es necesario que este hecho afecte a un número importante de personas, de un modo considerado inconveniente y que la gente crea que puede y debe hacer algo para corregirlo, mediante la acción social colectiva, en virtud de qué es considerado socialmente indeseable (Horton, P., 1978). En el tema que se está tratando, habría que decir que el mobbing o acoso laboral en este momento es verificable, aunque este tipo de violencia no sea siempre denunciado, como también sucede en la violencia de género. Cuando se realiza esta afirmación se está hablando del verdadero mobbing, no del falso mobbing o de otros conflictos laborales que en otros apartados serán tratados. Aunque este hecho social no sea nuevo, sí parece ser nuevo en nuestra sociedad sus formas de manifestarse, su dimensión y el sufrimiento que produce en las personas, cosas éstas que se ponen de manifiesto por diferentes estudiosos del tema desde finales de los ochenta, o sea, hace 17 CAPÍTULO 1: El Mobbing o Acoso Moral más de 20 años, aunque no así en España en que hasta el año 2000 no empiezan a surgir producciones teóricas sobre el mismo. Con lo cual habría que decir que es un fenómeno relativamente nuevo en el ámbito de lo social. 1.1.- REFERENCIAS HISTORICAS El origen de la utilización de la palabra mobbing se debe a las investigaciones del etólogo austriaco Konrad Zacharias Lorenz (19031989, Premio Novel de Medicina 1973), el cual se centró en el estudio del comportamiento agresivo (de forma sistemática y persistente) de grupos de animales con el objetivo de echar a un intruso de su territorio. A continuación extrapoló, con cierta polémica, estas observaciones al comportamiento humano. Más tarde, el médico Peter Paul Heinemann (1931 Alemania- 2003 Suecia) y posteriormente Dan Olweus, psicólogo noruego, usarían el término para referirse al acoso al que los niños suelen someter a sus compañeros en el medio escolar. El psiquiatra Carroll M. Brodsky, en su obra “El Trabajador acosado” (Brodsky, 1976), utiliza el mismo término. Aunque, realmente, este autor se refiere a toda la problemática que tiene el trabajador en la empresa y no a los aspectos a que se refieren otros con la palabra mobbing específicamente. Es en la década de los ochenta cuando se introduce este concepto en Europa, siendo popularizado por el profesor Heinz Leymann (1932-1999), psicólogo sueco. El profesor Leymann (Universidad de Umea, profesor de Ciencias del Trabajo) retoma a Lorenz, proyectando la investigación de 18 CAPÍTULO 1: El Mobbing o Acoso Moral éste al estudio de la conducta humana en el medio laboral. Como psicólogo clínico llegó a tratar unos 1300 casos. Hay que mencionar a otros autores a nivel internacional, que han tenido una influencia en cada uno de sus países en la divulgación de este fenómeno, y asimismo también sus diferentes aportaciones: En Finlandia, Kaj Björkquist y Pirkko Niemelä (1992), que analizan las formas diferenciales de estrategias agresivas en el hombre y la mujer. En Francia, la psicoanalista Hirigoyen (1999, 2001). En el Reino Unido, la periodista Andrea Adams, que se centra en el mundo de la televisión y de la prensa escrita, y en Hungría, Kaucsek y Simon, que hablan del psicoterror y el riesgo en el contexto de la función gerencial. Hasta aquí se ha hablado de los autores europeos, a excepción de España a la que se dedicará un apartado diferencial, aunque no se puede dejar de mencionar otras partes del mundo en que también este fenómeno se produce, como son los países de América latina: Argentina, con la socióloga Diana Scialpi, que nos habla del mobbing en la administración pública; Chile, con el autor Alfonso Riquelme, que realiza todo un recorrido por los diversos tipos de acoso; Brasil, con Margarita Barreto. También hay que mencionar a México, donde en el año 2006 se realizó el “V Congreso de Sociología: Trabajo y reestructuración. Los retos del nuevo siglo”, dedicado al tema del mobbing. Para finalizar, una mención a Sudáfrica y a Japón, donde también este tema se viene tratando. 19 CAPÍTULO 1: El Mobbing o Acoso Moral 1.1.1.- ESPAÑA En cuanto a España llega en el año 2000, con la publicación de una serie de artículos en prensa y a raíz de ciertos libros durante el año 2001 (Hirigoyen: 2001 y Piñuel: 2001). Entre las aportaciones más destacables realizadas en nuestro país sobre este tema, se encuentran las siguientes: Iñaqui Piñuel con el Barómetro Cisneros y sus respectivos informes (el primero en el año 2001, y sucesivos hasta llegar al Informe número 10). En el Primer Informe Cisneros describe que el acoso laboral tiene como objetivo el apocar, reducir, intimidar, consumir emocionalmente a la victima, con vistas a eliminarla de la organización. El catedrático Molina Navarrete de la Universidad de Jaén que ha defendido jurídicamente la necesidad de una reacción tanto desde la Administración, como mediante la adopción de un sistema integral de indemnizaciones (2002). La abogada Blanco Barea, con sus diversos artículos en defensa de una legislación antiacoso psicológico (2002). El profesor Barón Duque, con su aportación sobre el recurso de negociación para afrontar el acoso (2002). El profesor González de Rivera, con el síndrome MIA (MediocreInoperante y Activo), argumentando las características del acosador (1997). 20 CAPÍTULO 1: El Mobbing o Acoso Moral Tampoco se puede dejar de mencionar al magistrado Gimeno Lahoz, con su definición de Presión Laboral Tendenciosa, que supone un esfuerzo por conceptuar el mobbing desde una óptica jurídica (2005), o a Escudero Moratalla, con su Análisis Multidisciplinar y Estrategia Legal, que realiza todo un recorrido y análisis crítico de la situación del fenómeno (2005). Estas aportaciones y otras muchas que aparecen, tanto en publicaciones de libros como en artículos de revistas o en foros de Asociaciones varias, relacionadas con el tema del Acoso Laboral, pueden ser una muestra de la importancia o interés que el hecho ha despertado entre los estudiosos, aunque predominantemente desde enfoques psicológicos o jurídicos. 1.2.- TERMINOLOGÍA Al abordar este fenómeno se encuentran un sinfín de términos utilizados para su denominación, mayoritariamente anglosajones, aunque el que se ha popularizado haya sido el de mobbing, quizás, como bien dice Rodríguez López (2004:47), por su sincretismo. Seguidamente se realizará un breve recorrido por algunos de los más utilizados, como son los siguientes: Mobbing: Palabra que proviene de “mob”, tiene su origen en el latín mobile vulgus que significa turba, muchedumbre. Pero no hay que olvidar que en la acepción anglosajona existe el verbo “to mob” que significa chusma, banda de delincuentes, mafia. Aunque cuando se duplica la “bb”, esta forma verbal significa acosar. 21 CAPÍTULO 1: El Mobbing o Acoso Moral Bossing: Esta expresión se utiliza por algunos autores como una modalidad o tipo de mobbing o acoso, y significa la acción de un Jefe (boss en inglés) o sus representantes, para deshacerse de un empleado incómodo. Bullying: Este término “bully” significa matón, y “bullying” acción de intimidar o meterse con alguien. Suele utilizarse en relación a humillaciones y novatadas en el ambiente escolar, también en el caso de violencia ejercida por la propia organización. Pero debido a su componenda física o contacto material, muchos autores la han descartado cuando se refieren al acoso en el medio laboral y se han inclinado por la utilización del término mobbing (aunque se continúa utilizando en EEUU y Australia). Whistleblowing: Se refiere a aquellas personas que van aireando los problemas de la organización, mediante denuncias públicas o legales y que la empresa se venga de ellos utilizando variadas represalias. Violencia en el Trabajo (violence at work): Es la expresión utilizada por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para referirse a esta cuestión en sus Informes de 1998 y 2000. Violencia psicológica en el trabajo y worktrauma: Expresiones que pretenden un acercamiento al problema desde la posición de las victimas. Estrés psicosocial: Expresión utilizada por algunos autores italianos para desligarse de la terminología inglesa y escandinava. Línea esta similar a la española, en donde los términos mobbing y bullying se traducen al castellano como acoso. No obstante, en el ámbito 22 CAPÍTULO 1: El Mobbing o Acoso Moral internacional el término bullying se ha reservado al medio escolar y en Inglaterra se denomina bullying a lo que en el resto se llama mobbing. Acoso: Se define este término como perseguir sin darle tregua o reposo a un animal o a una persona, según el Diccionario de la Real Academia Española (DRAE) en su vigésima segunda edición. Posteriormente se observa cómo el término acoso aparece con adjetivos explicativos como psicológico, moral, laboral, etc. Acoso moral (o psicológico) en el trabajo: Es la expresión que ha sido más utilizada en nuestro país. La misma fue dada a conocer en los países mediterráneos por la escritora francesa Marie-France Hirigoyen. Por otro lado, la presentación en el Congreso de los Diputados el 23 de noviembre de 2001, por el Partido Socialista Obrero Español, de dos proposiciones de Ley sobre el derecho a no sufrir acoso moral en el trabajo (laboral y penal) ha supuesto la adopción en España de un término propio para referirse a este fenómeno. En el año 2006 se aprobó en Consejo de Ministros la modificación del Código Penal, en los siguientes términos: ACOSO LABORAL contra la integridad moral. La reforma legal introduce un nuevo apartado en el titulo referido a las torturas y otros delitos contra la integridad moral, para tipificar el acoso laboral. Artículo 173.1. "El que infringiera a otra persona un trato degradante, menoscabando gravemente su integridad moral, será castigado con la pena de prisión de seis meses a dos años. Con la misma pena serán castigados los que, en el marco de una relación laboral, realicen contra 23 CAPÍTULO 1: El Mobbing o Acoso Moral otro de forma reiterada actos de grave acoso psicológico u hostilidad que naturalmente generen en la víctima sentimientos de humillación y los que, en el marco de cualquier otra relación contractual, provoquen situaciones gravemente ofensivas en la dignidad moral de la otra parte, mediante la alteración sensible de las condiciones de disfrute de los derechos derivados de la misma". En este trabajo se optar por utilizar ACOSO MORAL EN EL TRABAJO, ya que hay que ir filtrando los términos objeto del estudio. Por lo tanto el mismo se referirá a la acción de la persecución sin tregua o reposo a una persona en su lugar de trabajo. Otro tema a tratar, que será objeto de otro apartado, es cómo se realiza esa persecución y para qué. 1.3.- CONCEPTO DE MOBBING Como afirman Martín Daza, Pérez Bilbao y López García-Silva, no existe en España una conceptualización del problema del mobbing, con sus especificaciones y consecuencias derivadas. Establecer el concepto de mobbing no es labor fácil, ya que no existe un mínimo de consenso en cuanto a los límites del problema, ni a nivel internacional y mucho menos nacional, con el consiguiente riesgo de banalizar un problema real. Leymann (1996:26) describe el fenómeno como una conducta hostil o intimidatoria que se practica hacia un trabajador, desde una posición 24 CAPÍTULO 1: El Mobbing o Acoso Moral jerárquica superior, o desde un grupo de iguales hacia los que éste mantiene una subordinación de hecho. Dicha conducta hostil es reiterativa y persistente en el tiempo, llegando a adoptar métodos de influencias muy diversas que van, desde la infravaloración de las capacidades del trabajador, hasta su desbordamiento por asignación de tareas irrealizables, pasando por agresiones como la ocultación de información, la difamación o el trato vejatorio. Einarsen (1996), dice que el mobbing ocurre cuando alguien de modo persistente y durante cierto periodo de tiempo, es objeto de comportamientos denominados negativos por parte de otro u otros, en una situación donde, por diferentes razones, puede tener dificultades para defenderse por sí mismo. Según Hirigoyen: “…cualquier manifestación de una conducta abusiva y, especialmente, los comportamientos, palabras, actos, gestos y escritos que puedan atentar contra la personalidad, la dignidad o la integridad física o psíquica de un individuo, o que puedan poner en peligro su empleo o degradar el clima de trabajo”(2001: 19). Azevedo de Moura define el mobbing como “el establecimiento de comunicaciones no éticas, generalmente entre un superior perverso y un subordinado, que se caracteriza por la repetición de comportamientos hostiles, técnicas de desestabilización e intrigas contra un/a trabajador/a y que desarrolla como reacción graves problemas psicológicos duraderos; un proceso destructivo sutil, que puede llevar a la discapacidad permanente, como así también a la muerte de la víctima” (2001:17). Para Piñuel y Zabala, el mobbing se define como aquel acoso que se produce en el lugar de trabajo, “con el objetivo de intimidar, apocar, 25 CAPÍTULO 1: El Mobbing o Acoso Moral reducir, aplanar, amedrentar y consumir emocional e intelectualmente a la victima, con vistas a eliminarla de la organización o a satisfacer la necesidad insaciable de agredir, controlar y destruir que suele presentar el hostigador, que aprovecha la situación que le brinda su posición organizativa particular (reorganización, reducción de costes, burocratización, cambios vertiginosos, etc.) para canalizar una serie de impulsos y tendencias psicopáticas”(2001:55). En nuestro país, la Proposición de Ley del Grupo Parlamentario Socialista de 23 de noviembre de 2001 definía el acoso moral como “toda conducta abusiva o de violencia psicológica, que se realiza de forma sistemática sobre una persona en el ámbito laboral, manifestada a través de reiterados comportamientos, palabras o actitudes que lesionen la dignidad o integridad psíquica del trabajador, y que ponga en peligro o degraden sus condiciones de trabajo"1. El Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo, lo define como: “una situación en la que una persona o un grupo de personas, ejercen una violencia psicológica extrema, de forma sistemática, recurrente y durante un tiempo prolongado, sobre otra persona o personas en el lugar de trabajo, con la finalidad de destruir las redes de comunicación de la victima o victimas, destruir su reputación, perturbar el ejercicio de sus labores y lograr que finalmente esa persona o personas acaben abandonando el lugar de trabajo”2. 1 Boletín Oficial de las Cortes Generales. VII Legislatura. Serie B: 23 de noviembre Proposición de Ley de 2001 núm. 175-1. 2 Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. Instituto de Seguridad e Higiene en el Trabajo, Nota Técnica Preventiva 476. Redactores: Félix Martín Daza, Jesús Pérez Bilbao, Juan A. López García-Silva. 26 CAPÍTULO 1: El Mobbing o Acoso Moral Para la Comisión de la Unión Europea, un grupo de expertos lo definió como “un comportamiento negativo, entre compañeros o entre superiores e inferiores jerárquicos, a causa del cual el afectado/a es objeto de acoso o ataque sistemático y durante mucho tiempo, de modo directo o indirecto, por parte de una o más personas, con el objeto o efecto de hacerle el vacío”3. Según la sentencia dictada por el Juzgado de Girona, este fenómeno puede definirse como aquella presión laboral tendente a la autoeliminación de un trabajador, mediante su denigración laboral. Es, por lo tanto, una conducta que se circunscribe al ámbito de la relación contractual laboral, y es cometida por miembros de la empresa4. El magistrado Gimeno Lahoz, en su tesis doctoral, elabora un concepto sobre el mobbing definiéndolo como: “la presión tendente (tendenciosa) a la autoeliminación de un trabajador, mediante la denigración laboral” (2005:34). Conceptuándolo de la forma siguiente (2005:80-94): 1. Elementos estructurales: La presión, laboral y tendenciosa. 2. Denigración “versus” trato degradante. La presión debe de percibirse por la victima como un ataque, esta puede ser explícita o implícita, normalmente se suele dar sin contacto físico, pero puede haber contacto físico. 3 Dictamen de un grupo de expertos de la Comisión de la Unión Europea: 14-Mayo-2001 4 Sentencia del Juzgado nº 2 de Girona, (Mayo 2003). 27 CAPÍTULO 1: El Mobbing o Acoso Moral Esta presión debe ser consecuencia de una actividad laboral, que se lleva a cabo entre personas vinculadas por la prestación de servicios y en el lugar de trabajo. La tendenciosidad, significa que dicha presión laboral obedece a un plan y tiene una finalidad, la cual no es admisible por la conciencia social, pues el fin es la autoeliminación de un trabajador mediante la denigración laboral. La denigración la define como un ataque a la integridad moral, es un ataque a la persona, es un ataque a desarrollarse libremente en sociedad y lo diferencia de trato degradante. Él considera que el trato degradante, tiene un plus de crueldad sobre la denigración, pues si ya ha habido trato degradante es que ya ha habido daño moral. La existencia de daño moral se precisa para el ordenamiento penal, cuando ha existido un mobbing devastador, pero no para el ordenamiento laboral, civil o administrativo, para el mobbing a “secas”, ya que el daño moral no es un elemento estructural del mobbing. La denigración pone su acento en el núcleo del mobbing, en cuanto que es un ataque a la integridad moral. En síntesis, el magistrado Gimeno Lahoz, dice que en una estructura de elementos se tendrían los cuatro siguientes: 1. Presión, sería la acción. 2. Laboral, sería la causa. 3. Denigración, sería el medio. 4. Autoeliminación del trabajador, sería el objetivo. 28 CAPÍTULO 1: El Mobbing o Acoso Moral Llegado a este punto, hay un aspecto que se tendría que tratar. Esto es, el tema de la frecuencia del ejercicio del acoso. La exigencia de un periodo de tiempo para la existencia del mobbing, se le adjudica al profesor Leymann al interpretar su siguiente definición: “Fenómeno en que una persona o grupo de personas ejercen una violencia psicológica extrema, de forma sistemática y recurrente -al menos una vez por semana- y durante un tiempo prolongado -más de seis meses- sobre otra persona en el lugar de trabajo, con la finalidad de destruir las redes de comunicación de la víctima o víctimas, destruir su reputación, perturbar el ejercicio de sus labores y lograr finalmente que esa persona o personas acaben abandonando el lugar de trabajo” (1996:26). El que se precise una frecuencia de una vez por semana y una duración de seis meses, ha sido interpretado por diversas personas como que si no se dan estas frecuencias no existe mobbing. Por el contrario, parecen más acertados los razonamientos expuestos por el magistrado Gimeno Lahoz, cuando manifiesta que dicha interpretación temporal es arbitraria e injustificada. Arbitraria porque este plazo de tiempo estipulado no queda claro a qué razón obedece, e injustificada, por el hecho de que ¿si la víctima se marcha antes del lugar de trabajo, por no aguantar más de esos seis meses, se interpretaría que no se ha producido mobbing? Igualmente, Blanco Barea (2003) realiza una crítica en este sentido, afirmando que en cada caso habrá que valorar qué frecuencia y qué duración determinan la existencia de mobbing. 29 CAPÍTULO 1: El Mobbing o Acoso Moral A continuación se pasará a conceptuar el fenómeno utilizando, como ya se ha dicho, el término ACOSO MORAL EN EL TRABAJO: Como puede apreciarse, se está ante una construcción compuesta por varios elementos: “acoso”, el adjetivo “moral” y el complemento circunstancial de lugar “en el trabajo”. El Acoso se define5: “perseguir sin dar tregua o reposo a un animal o a una persona”. Se puede observar cómo gravita la idea del ataque sistemático del que nos habla Leymann. También en la propuesta de modificación del DRAE (vigésima tercera edición), se incluye el “acoso moral o psicológico”, definiéndolo como: “practica ejercida en las relaciones personales, especialmente en el ámbito laboral, consistente en un trato vejatorio y descalificador hacia una persona, con el fin de desestabilizarle psíquicamente”. Como puede apreciarse, por un lado está la palabra “acoso”, que evoca el ataque sistemático, por otro parte “moral”, que se refiere a la sensación que sufre quien es abrumado por esa persecución sistemática. Con lo enunciado se está ante la síntesis del significado del conjunto “acoso moral”, siendo el mismo el que ha ido impregnando e incorporándose a nuestro imaginario social. Resultaría interesante y pertinente aclarar ahora el concepto de dignidad, puesto que será utilizado para explicar el término moral. Así pues habrá 5 Diccionario de la Real Academia Española (DRAE), en su vigésima segunda edición. 30 CAPÍTULO 1: El Mobbing o Acoso Moral que remontarse a sus orígenes en el Derecho Romano, en el cual “dignitas” era la cualidad que expresaba la «disposición del que puede alcanzar los honores, es decir, la potestad de las magistraturas» en virtud de la cual el funcionario estaba investido de unos poderes que derivaban de su función y que, por ende, lo hacían merecedor de un trato exclusivo. Existe un documento muy conocido de los historiadores que ayuda a captar esta idea. Es la «Notitia Dignitatum» (relación de cargos), un listado de las unidades militares del Imperio Romano. Se le ha dado ese nombre porque enumera exhaustivamente los mandos del ejército y la administración romana. Esto es, los cargos o «dignidades» que lo componían («duces» –duques–, «comes» –condes–, etc.). En la Edad Media, consolidada la feudalización, los cargos se tornarían hereditarios. La posición del individuo en el estamento social fijaba por nacimiento sus deberes y derechos. Su «dignidad» era una cuestión de origen. A la luz de esta perspectiva histórica, se entiende perfectamente el artículo 10 de nuestra Constitución. En el momento histórico actual todos los seres humanos, simplemente por el hecho de serlo, son considerados personas, lo que los convierte en acreedores de un respeto, de un especial trato. Este trato viene recogido en cada uno de los derechos fundamentales. La propuesta de modificación del Código Penal, al hablar de acoso y de su adjetivo “moral”, explica este último utilizando integridad moral y dignidad. También Hirigoyen utiliza esta explicación en su definición. Y en la Constitución (1978), en el apartado de derechos fundamentales, en su Art. 10 menciona la dignidad de la persona dentro del contexto de los derechos de la persona y en el Art. 15 habla de la integridad física y moral, en el apartado de derecho a la vida. 31 CAPÍTULO 1: El Mobbing o Acoso Moral En el mismo sentido se refiere la definición de Gimeno Lahoz, R. y su aportación sobre el ataque sistemático (él le llama presión), el cual se realiza con una finalidad, con un objetivo (tendenciosa) y con una estrategia para la obtención del mismo. Hasta aquí se tendría que es un fenómeno social, que se produce en el lugar de trabajo, consistente en un ataque sistemático de una persona a otra, a su dignidad e integridad física y/o moral, y con un objetivo, la autoeliminación. 1.4.- TIPOS DE MOBBING O ACOSO MORAL EN EL TRABAJO Se pueden distinguir tres tipos diferentes de Acoso Moral en el Trabajo: 1.4.1.- HORIZONTAL Se da cuando la agresividad o el hostigamiento laboral se realizan entre compañeros del ambiente de trabajo que ocupan un nivel similar en la jerarquía ocupacional. Es un hostigamiento entre iguales. Este tipo de mobbing es muy común en un ambiente de precariedad laboral y de alta competitividad. Está en peligro -en la mayoría de ocasiones- la permanencia de unos u otros, la competitividad por la renovación o no del contrato individual. También sucede ante posibles ascensos de puesto de trabajo (todos no pueden ascender). 32 CAPÍTULO 1: El Mobbing o Acoso Moral Una de las características de este tipo de mobbing es la permisividad de los jefes superiores, que omiten realizar ningún tipo de intervención para evitarla. 1.4.2.- VERTICAL DESCENDENTE Da cuenta de cuándo la agresividad o el hostigamiento laboral se realiza desde una posición superior en el organigrama jerárquico. Como dice Escudero Moratalla (2005), la presión se deriva de la diferente posición de poder que ostenta el sujeto activo respecto al sujeto pasivo, de su puesto dominante en el seno de la empresa. Es un hostigamiento totalmente asimétrico. Es el que más se da y el que más daño produce, ya que el trabajador acosado percibe la repulsión de la empresa y la indiferencia de los compañeros (testigos mudos). 1.4.3.- VERTICAL ASCENDENTE Es poco frecuente que ocurra en la realidad, pues se refiere al hostigamiento que se realiza por quien ocupa puestos subalternos respecto al jefe victimizado. Suele pasar cuando se trata de una persona que viene de fuera y su estilo o métodos de mando no son asumidos por los trabajadores, o bien, puede tratarse de un antiguo compañero al que han ascendido y no es bien visto por el resto. En las fusiones de empresas suele producirse, cuando los asalariados pasan a depender de un jefe intruso. El profesor Leymann (1996), tomando como referencia los estudios llevados directamente por él en Suecia y por sus colaboradores, dice que 33 CAPÍTULO 1: El Mobbing o Acoso Moral en el norte de Europa el mobbing descendente se cifraba en el 37%, el horizontal en el 44% y el ascendente en el 9%. Para Piñuel y Zabala (2001), y limitada la encuesta a Madrid y sus alrededores, el mobbing descendente era del 43%, el horizontal del 42%, y el mobbing ascendente del 2,5%. Los datos obtenidos del Informe Randstad (2000) son: 75% de acoso descendente, 20% de horizontal y el resto de ascendente. 1.5.- RELACIONES DE PODER Y MOBBING Según López Aranguren (1985:181), el poder, psicológicamente considerado, es fuerza, pero no ciega, sino orientada racionalmente a la consecución de un fin. Ese fin debe ser exterior a él, en el sentido de que constituya un objetivo a cuyo servicio se ponga el poder. La primera concepción del poder, como simple capacidad de actuar, es la más ampliamente utilizada en el pensamiento occidental, ésta es concebida como capacidad cuantitativa que puede ser ejercida con una variedad de propósitos. Normalmente, los deseos de aquellos que tienen más poder, prevalecerán sobre los de aquellos que tienen menos. Hay un dicho: “No hace daño el que quiere, sino el que puede”. El mobbing es una acción que se puede clasificar como asimétrica, dentro de una relación de poder. El agresor se encuentra en una situación de superioridad en relación al agredido. 34 CAPÍTULO 1: El Mobbing o Acoso Moral Weber en su obra Economía y Sociedad (1964), identifica el poder con la oportunidad de un hombre o de cierto número de hombres, de realizar su propia voluntad incluso frente a la resistencia de otros que participan en la acción. Lukes (1974) afirma que puede haber muchos casos de ejercicio del poder, en donde sus víctimas no lleguen a reconocer que corren peligro sus auténticos intereses y, en consecuencia, no traten de defenderlos. Según esta versión existe otra forma de poder, particularmente insidiosa, que es capaz de influir en los pensamientos y deseos de sus víctimas sin que éstas sean conscientes de sus efectos. En el campo de las relaciones interpersonales, el poder es un modo de acción y como tal se ejerce en la cotidianeidad de las prácticas en el trabajo. Las relaciones de fuerza se dirimen en la rivalidad de los escritorios o en las salas de los hospitales, en la retención de la información diaria, en las relaciones cara a cara y entre los grupos que se entablan a cada instante. Las relaciones de poder se concretan en el condicionamiento de las acciones cotidianas de los individuos, pero las fuentes de este condicionamiento pueden ubicarse en distintos niveles según la amplitud del enfoque utilizado por el observador. En éste sentido se puede hablar de fuerzas que ejerce la organización. Ejercer el poder, a través de diversos métodos de influencia, para conseguir que las conductas de las personas que trabajan se adscriban a los parámetros deseados por la organización, ha sido y sigue siendo una práctica legítima en el mundo laboral. Un cierto nivel de conflicto derivado de la adaptación a nuevos roles, del ejercicio del mando o de la 35 CAPÍTULO 1: El Mobbing o Acoso Moral divergencia de intereses, es inherente en las interrelaciones que se establecen entre las personas en la organización laboral (Barón Duque, 2001). Pero esto no puede servir de excusa para encubrir ciertas prácticas que van mucho más allá de lo tolerable o admisible. El citado autor, en su articulo sobre la espiral del mobbing, utiliza la definición de poder de Dahl, el cual establece que el poder designa una capacidad que A tiene para influir en la conducta de B, de modo que B haga algo que de lo contrario no realizaría. De la definición mencionada se desprende lo siguiente: 1. Existe un potencial en la parte que ejerce el poder, por lo tanto el poder es la capacidad de ejercer influencia. En la situación de mobbing, esta capacidad se ejerce y normalmente inhabilita la posible respuesta de enfrentamiento ante el mismo por parte de la víctima, sustituyéndola con la reacción de huida. 2. Se establece una relación de dependencia de una de las partes hacia aquella que ejerce el poder. Esta relación de dependencia se produce debido al control que el acosador ejerce sobre los recursos que la persona o grupo necesita, la cual es el blanco del hostigamiento, (recordemos que el mobbing se da en las situaciones asimétricas de poder). 3. La parte que no manifiesta el poder posee una cierta libertad sobre su comportamiento para tomar decisiones. Aunque existe una cierta tendencia a que la víctima no utilice esa libertad hasta muy avanzado el proceso. Esto suele deberse a la incredulidad y falta de identificación de lo que le está sucediendo. 36 CAPÍTULO 1: El Mobbing o Acoso Moral A continuación se expondrán las bases del poder en las que se asienta la fortaleza del acosador: 1. Poder coercitivo, tiene su base en el miedo, el temor a las consecuencias negativas de la desobediencia. Descansa su aplicación en las amenazas, sanciones y la producción de frustración. 2. Poder de premio, en el caso del acoso sería la ausencia de gratificaciones o la negación del desarrollo profesional. 3. Poder persuasivo, descansa sobre la base de la concesión y manipulación de premios simbólicos, la capacidad de decisión y de manipulación de información. 4. Poder de conocimiento, se basa en el acceso al control de la información necesaria para posibilitar la toma de decisiones en el grupo o en la organización. 1.6.- LO QUE NO ES MOBBING Y EL FALSO MOBBING El mayor enemigo del reconocimiento del mobbing como un fenómeno social quizá sea el falso mobbing, bien por una incorrecta calificación o por un mobbing simulado (Gimeno Lahoz, 2005). Por ello es importante el hincapié realizado, sobretodo por diversos juristas que han tratado el tema, en esclarecer y acotar el concepto de 37 CAPÍTULO 1: El Mobbing o Acoso Moral este fenómeno social, al insistir en definir lo que no es y en poner de manifiesto la posible existencia del falso mobbing. 1.6.1.- LO QUE NO ES MOBBING Se pasa a definir algunos de los términos más comunes que se suelen confundir con mobbing: - El enfrentamiento de empresario y trabajador por cuestiones laborales: La violación de los derechos profesionales del trabajador y su consiguiente enfrentamiento, bien personal o jurídico en defensa de esos derechos, no necesariamente es mobbing, ya que debe de existir una intencionalidad de daño psicológico y ser una conducta sistemática que perdure en el tiempo. - El estrés o exceso de trabajo: La sobrecarga de trabajo puede dar lugar a una respuesta fisiológica, psicológica y de comportamiento de un individuo que intenta adaptarse y ajustarse a el. Aquí el problema es el exceso de trabajo, no es una relación personal que se establece entre el acosador y la víctima, el problema de estrés se soluciona desapareciendo ese exceso de trabajo, en caso de ser mobbing no desaparece. - El Burn-out (estar quemado) o síndrome de desgaste personal: Es cuando la falta de recompensas hace que el trabajador no se realice y se desmotive6. Normalmente sucede en un ambiente con tareas repetitivas y rutinarias, en donde no hay reconocimiento de la profesionalización y de 6 Profesor Antonio Cano, Presidente de la Asociación para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés, Diario El País (26-1-2003) 38 CAPÍTULO 1: El Mobbing o Acoso Moral la creatividad. En el Burn-out el conflicto surge entre el trabajador y el trabajo, en el mobbing en la relación interpersonal. - La depresión reactiva a conflictos laborales: Puede suceder que una víctima de acoso sufra una depresión, normalmente sucede, pero como dice Gimeno Lahoz no se debe confundir los efectos del acoso con la causa que lo provoca. Él insiste en que esto debería quedar claro, terminando con su aportación sobre que la causa es la presión laboral tendenciosa, siendo la depresión las consecuencias que sufre la víctima ante esa presión. Además de que puede existir una depresión reactiva a conflictos laborales que no provenga de haber sufrido mobbing. - El acoso sexual: Tanto en el acoso sexual como en el laboral existe un ataque a la integridad moral, pero no podemos confundirlo a pesar de su similitud lingüística por el término “acoso”. En el acoso sexual la víctima se percata del mismo sin mayor esfuerzo, pues el acosador es más burdo en su acción; la víctima del laboral no se percata de inmediato de qué le está sucediendo, el acosador es más sutil. La intencionalidad no es la misma en ambos acosadores. 1.6.2.- EL FALSO ACOSO MORAL O MOBBING La apreciación de la simulación implica un alto grado de dificultad, tanto para la legislación, la interpretación de los tribunales o para las compañías de seguros, a la hora de detectar y poner en evidencia a los defraudadores habituales. Según López García Silva y González de Rivera (2003), los trastornos mentales son más propicios para el fingimiento, tanto por la relativa 39 CAPÍTULO 1: El Mobbing o Acoso Moral facilidad para emular algunos de sus aspectos como por la dificultad en objetivarlos, a diferencia de los trastornos de base orgánica. A continuación enuncian una serie de fenómenos que acompañan a las simulaciones (el paciente busca una ganancia de forma consciente), como son: la neurosis de asegurado o de renta (el paciente está convencido de lo lícito de sus pretensiones) y la sinistrosis (consistente en rumiaciones obsesivas de una serie de daños, con afán de reparación y que en su forma más grave puede convertirse en un autentico delirio de reivindicación). En relación al paranoide, con el que también se ha confundido al acosado moral, hay que decir que aquél está seguro y convencido, cuenta lo que le está pasando y no duda un segundo en denunciar a su agresor, no busca acuerdo sino que necesita que el acosador se mantenga. La diferencia que existe con las víctimas de acoso moral en el trabajo es que éstas dudan, comprueban y buscan información sobre lo que les está pasando, pues la mayoría de las veces no aciertan a entender lo que les está sucediendo. Se sienten inseguras, no saben qué hacer, tratan de seguir aguantando, por si el hecho termina tal y como empezó. Intentan encontrar una solución al conflicto. A lo largo del proceso, en su duda, llegan a culpabilizarse de lo que les sucede. Por lo tanto, se considera que no es tan complicado detectar desde una consulta las diferencias entre un simulador y un acosado real. Claro que para ello hay que dedicar un mínimo de tiempo a observar, escuchar y saber preguntar, cosas estas que no siempre se hacen por los profesionales, por razones varías. 40 CAPÍTULO 1: El Mobbing o Acoso Moral Ante la situación mencionada, normalmente la postura más cómoda (que menos cuestionamiento y trabajo supone) es la negación del fenómeno y/o el tratamiento de los síntomas con los fármacos oportunos. Esto en el caso de la salud y también en el de la justicia, como bien describe Gimeno Lahoz al mencionar que está detectando en los profesionales del Derecho un “miedo escénico” a la utilización del término mobbing y, para ponerlo de manifiesto, transcribe una serie de sentencias en las cuales se están describiendo el mobbing que están sufriendo esos trabajadores sin mencionar este término. 1.7.- PROCESO DEL ACOSO MORAL Desde el punto de vista organizacional, Leymann (1996) refleja cuatro etapas típicas en el desarrollo del acoso moral: 1. La aparición de algún incidente crítico. 2. La persecución sistemática. 3. La intervención de los superiores. 4. El abandono del trabajo. Hirigoyen (1999) nos habla de dos etapas: 1. La seducción perversa. 2. La violencia manifiesta. Barón Duque (2001), habla de tres periodos: 1. Inicio del Acoso psicológico. 2. Apertura del conflicto. 3. Huida. 41 CAPÍTULO 1: El Mobbing o Acoso Moral Siguiendo a este último autor, se pasará a desarrollar estos periodos: 1.- Primer periodo. Inicio del acoso psicológico. Ante las presiones iniciales de hostigamiento psicológico en el trabajo, el primer síntoma de la víctima es "la desorientación". La persona que espera el apoyo y el acogimiento de la organización, no se explica el "por qué" de la presión, pero no actúa contra ella, confiando en que más tarde o más temprano la presión pasará y contará con la buscada integración en el proyecto de la empresa. Si el acoso continúa la persona comienza a preguntarse en qué ha fallado, qué tiene que hacer para que el hostigamiento cese. Empieza a analizar sus errores y a insistir reiterativamente en el análisis de los mismos. La excesiva preocupación suele llevar a trastornos del sueño e ideación recurrente. En este punto puede que se manifiesten los primeros signos de ansiedad en relación con el mantenimiento del estatus laboral y también algunas alteraciones de los hábitos alimenticios. 2.- Segundo periodo. Apertura del conflicto. Suele pasar que el acosador no ceda en su empeño y mantenga el acoso psicológico, si cabe con una graduación más incisiva para intimidar a la víctima y hacerle notar que a cualquier movimiento de defensa por su parte sólo conseguirá acrecentar el hostigamiento. A veces, estas reacciones de incremento de la presión, se acompañan incluso de amenazas condicionadas, de carácter punitivo, dirigidas explícitamente hacia el estatus o la seguridad laboral del acosado. 42 CAPÍTULO 1: El Mobbing o Acoso Moral La víctima recurre a algunas personas de la organización que pudieran ayudarle a afrontar el problema, generalmente personas con cierto ascendiente o capacidad de influencia en la empresa (otros mandos, representantes sindicales, etc.). Todavía, y con el objeto de que no le reporte perjuicios laborales, busca que el asunto no se popularice, lo que suele ser argumento justificativo suficiente como para que las respuestas de estos nuevos participantes del problema sean de acogida positiva, pero inoperantes. Comienzan los primeros sentimientos de rechazo y de marginación, el acosado/a comienza a sentirse aislado y a los síntomas de ansiedad inicial se suceden los primeros sentimientos de culpa y con ellos algunos brotes depresivos. Si la persona afectada se repliega en sí misma y se dispone a aguantar todo lo que sea necesario, ya podemos decir que entra directamente en lo que Barón Duque llama "la espiral del mobbing". O sea, un bucle de retroalimentación negativa en el que la presión del acoso, incidiendo en los síntomas patológicos y éstos en la ineficacia de la respuesta laboral, justifican y refuerzan el hostigamiento de manera progresiva, llegando a agravar el problema hasta hacerlo insostenible. Ya hay a estas alturas un perfecto candidato para la elaboración de síndromes psicopatológicos (trastornos obsesivos, bipolar, depresión, ansiedad,...), provocados o reactivados por el mobbing. La persona acosada, sin fuerzas ya para afrontar el problema, comienza a preocuparse por un problema mayor, su deteriorado estado de salud, además de manifestar un rendimiento laboral o profesional totalmente inadecuado a lo que se espera de su puesto de trabajo y una cierta propensión a conductas de tipo distractorio y adictivo (abuso del consumo de alcohol, del tabaco, consumo de drogas y psicofármacos, etc.). La recurrencia a una incapacidad laboral transitoria es casi inevitable. 43 CAPÍTULO 1: El Mobbing o Acoso Moral 3.- Tercer periodo. La huida. Tanto la presión, como el deteriorado estado de salud del acosado/a, pueden llegarle a hacer insostenible su presencia en el entorno laboral. La simple idea de volver al contexto laboral después de una baja médica, de volver a experimentar las presiones que le llevaron a su estado actual, se convierte en terrorífica. La víctima del mobbing opta ya, cada vez más, por buscar soluciones fuera del dominio de la organización laboral a la que todavía pertenece y si su historia laboral refleja una dedicación de bastantes años a su empresa, su oficio o su profesión -o bien considera que ya es tarde para volver a empezar un nuevo camino profesionalconcluye en una amarga prejubilación del mundo del trabajo, que durante un largo tiempo le deja prácticamente sin identidad social. En otros casos -de personas más jóvenes- éstos siguen soportando la presión algún tiempo, hasta que su trabajo se vuelve puramente instrumental y se mantienen en la organización de una manera cuasivegetativa en tanto les llega una oportunidad para poder marcharse, lo cual suele ser infrecuente dadas las condiciones de precaria salud en la que suelen encontrarse. 1.7.1.- ACTIVIDAD DE ACOSO Leymann habla de 45 acciones de acoso, las cuales clasifica en cinco tipos básicos de actividad (1996:2). 44 CAPÍTULO 1: El Mobbing o Acoso Moral 1.- Actividades de acoso para reducir las posibilidades de la víctima de comunicarse adecuadamente con otros, incluido el propio acosador: 1. El jefe o acosador no permite que la víctima tenga posibilidades de comunicarse. 2. Se le interrumpe continuamente cuando habla. 3. Se le impide expresarse. 4. Es objeto de avasallamiento, gritos o insultos en voz alta. 5. Se producen ataques verbales criticando trabajos realizados. 6. Se producen críticas hacia su vida privada. 7. Se aterroriza a la víctima con llamadas telefónicas. 8. Se le amenaza verbalmente. 9. Se le amenaza por escrito. 10. Se rechaza el contacto con la víctima (evitando el contacto visual, mediante gestos de rechazo explícito, desdén o menosprecio, etc.). 11. Se ignora su presencia, dirigiéndose exclusivamente a terceros (como sino la vieran o no existieran). 2.- Actividades de acoso para evitar que la víctima tenga la posibilidad de mantener contactos sociales: 12. No se habla nunca de la víctima. 13. No se le deja dirigirse a uno. 14. Se le asigna un puesto de trabajo que le aísla de sus compañeros. 15. Se prohíbe a sus compañeros hablar con ella. 16. Se niega la presencia física de la víctima. 45 CAPÍTULO 1: El Mobbing o Acoso Moral 3.- Actividades de acoso dirigidas a desacreditar a la víctima o impedirle mantener una reputación personal o laboral: 17. Se maldice a la víctima, se echa pestes de ella o se le calumnia. 18. Se hacen circular cotilleos y rumores sobre la víctima, orquestados por el acosador o el gang del acosador. 19. Se hace mofa o burla de la víctima, o se le ridiculiza. 20. Se atribuye a la víctima una enfermedad mental o problemas psicológicos. 21. Se intenta forzarla a someterse a un examen o dictamen psiquiátrico. 22. Se fábula o inventa una supuesta enfermedad de la víctima. 23. Se imitan sus gestos, su postura, su voz, su comportamiento, su talante, con vistas a ridiculizarlos. 24. Se le ponen motes, llamándola por ellos. 25. Se atacan sus creencias políticas o religiosas. 26. Se hace burla de sus orígenes o su nacionalidad. 27. Se le obliga a realizar un trabajo o unas tareas humillantes. 28. Se monitoriza, anota, registra y consigna inequitativamente el trabajo de la víctima. 29. Se cuestionan o contestan las decisiones tomadas por la víctima. 30. Se le injuria en términos obscenos y degradantes. 31. Se acosa sexualmente a la víctima con gestos o proposiciones. 4.- Actividades de acoso dirigidas a reducir la ocupación de la víctima: 32. No se asigna a la víctima trabajo alguno. 46 CAPÍTULO 1: El Mobbing o Acoso Moral 33. Se le priva de cualquier ocupación y se vela por que no pueda encontrar tarea alguna por sí misma. 34. Se le asignan tareas totalmente inútiles y/o absurdas. 35. Se le asignan tareas muy inferiores a su capacidad o competencias profesionales. 36. Se le asignan sin cesar tareas nuevas. 37. Se le obliga a ejecutar tareas humillantes. 38. Se le asignan tareas que exigen una experiencia superior a las competencias que posee, con la intención de desacreditarla. 5.- Actividades de acoso que afectan a la salud física o psíquica de la víctima: 39. Se le obliga a realizar trabajos peligrosos o especialmente nocivos para la salud. 40. Se le amenaza físicamente. 41. Se agrede físicamente a la víctima, pero sin lesiones graves, a título de advertencia. 42. Se le agrede físicamente, pero sin contenerse. 43. Se le ocasionan voluntariamente gastos con intención de perjudicarle. 44. Se ocasionan desperfectos en su centro de trabajo o en su domicilio. 45. Se agrede sexualmente a la víctima. La autora Nora Rodríguez (2002:25-28) dice que las acciones de acoso se pueden clasificar de la siguiente forma: - acciones contra la reputación o la dignidad. - acciones contra el ejercicio de su trabajo. 47 CAPÍTULO 1: El Mobbing o Acoso Moral - acciones de iniquidad. - manipulación de la comunicación o la información. 1.7.2.- CARACTERÍSTICAS DE LA RELACIÓN DE ACOSO Anteriormente se vio que Hirigoyen establece, al hablar de proceso de acoso, dos momentos: el de la seducción perversa y el de la violencia manifiesta. Continuando con las aportaciones de la autora citada, se analizaran las conductas y estrategias que intervienen en esos dos momentos del proceso. El objetivo en esta relación es la dominación de uno sobre otro, esta dominación se establece a partir de un proceso que da la impresión de ser comunicativo, pero la realidad es que arroja confusión sobre las informaciones reales; el acosador rechaza la comunicación directa, se niega a explicar su actitud, cuando se produce el reproche este es vago o impreciso, lo cual da pie a malos entendidos e interpretaciones varias. Todos los intentos de explicación se convierten en vagos reproches. Otra conducta adoptada es la descalificación, con miradas de desprecio, insinuaciones y alusiones malintencionadas. En la medida en que estas descalificaciones o agresiones son indirectas, es mucho más difícil defenderse. Son conductas como el no mirarle a la cara, el no hablarle, el murmurar con otro sobre la actuación de la víctima, descalificándola (por su forma de vestir, de andar, etc.). También en la burla, el sarcasmo, en los cuales existen críticas indirectas, el lenguaje se pervierte. 48 CAPÍTULO 1: El Mobbing o Acoso Moral Para desacreditar sólo hay que introducir una duda en la cabeza de los demás, para ello el agresor utiliza discursos cargados de insinuaciones. En síntesis se puede decir que el agresor actúa de la forma siguiente: -Rechaza la comunicación directa. -Deforma el lenguaje. -Miente. -Utiliza el sarcasmo. -Utiliza la paradoja. -Descalifica. -Divide o aísla a víctima de los demás. -Ejerce su autoridad con premios y castigos. En una segunda parte del proceso, aparece la violencia en un plano más duro: -Amenazas, siempre indirectas y veladas, pero continuas. -Provoca a la víctima, con insinuaciones o descalificaciones, para que reaccione y poder descalificarla. El comportamiento, por tanto, se podría decir que se traduce en: • Ataques verbales: insultos, burlas, amenazas, críticas injustificadas, ridiculización. • Desacreditación profesional: sobrecargar de trabajo, encomendar tareas rutinarias por debajo o por encima de sus posibilidades, asignar objetivos o proyectos inalcanzables, retener o manipular información crucial, presiones para inducir al error, bloqueo de 49 CAPÍTULO 1: El Mobbing o Acoso Moral iniciativas, impedir la utilización de medios adecuados, infravalorar, no reconocer el trabajo. • Aislamiento social: limitar el movimiento en el entorno de trabajo, no escuchar, hacer el vacío, aislamiento físico, dificultar la comunicación. • Ataques personales: descalificaciones, burlas, menosprecio, falsos rumores, calumnias, rechazo, humillaciones. • Violencia física: gritos, empujones, amenazas físicas, invasión de la vida privada, acoso sexual, no tener en cuenta problemas físicos o de salud. 1.7.3.- ELEMENTOS DEL ACOSO En síntesis, se puede decir que los elementos del Acoso son los siguientes: -Asimetría de las partes. -Intención de dañar. -Producción del daño. -Carácter deliberado, complejo, continuado, predeterminado y sistemático. 50 CAPÍTULO 1: El Mobbing o Acoso Moral 1.8.- LOS SUJETOS Parece que en lo que casi todos los autores coinciden es que en un momento u otro de la vida profesional, ningún sujeto está libre de ser víctima de mobbing. Normalmente los juristas hablan de sujeto pasivo y activo, los psicólogos y psiquiatras de víctimas y perversos o de acosador y acosado. El otro problema que se percibe es que no parece que se pongan totalmente de acuerdo en unos perfiles unívocos, ni en el caso del acosador ni en el de la víctima, no obstante se intentará recopilar a continuación lo que mayoritariamente definen como características de ambos sujetos. En cuanto a los individuos con riesgo, varios estudios independientes, como los de Leymann, Schuster y Adams, coinciden en describir en ellos características comunes, que pueden resumirse en las dos siguientes: 1. Son diferentes, en aspecto, conducta, valores y actitudes, con respecto al grupo general. 2. Su mera presencia provoca un cuestionamiento implícito sobre los símbolos, características y valores que dan homogeneidad al grupo. Aplicando estos dos criterios, se podría clasificar a los sujetos con riesgo de padecer mobbing en tres grandes grupos que se exponen a continuación. 51 CAPÍTULO 1: El Mobbing o Acoso Moral 1. Los envidiables: personas brillantes y atractivas, pero consideradas como peligrosas o competitivas por los líderes implícitos del grupo, que se sienten cuestionados por su mera presencia. 2. Los vulnerables: individuos con alguna peculiaridad o defecto, o, simplemente, depresivos necesitados de afecto y aprobación, que dan la impresión de ser inofensivos e indefensos. 3. Los amenazantes: activos, eficaces y trabajadores, que ponen en evidencia lo establecido y pretenden imponer reformas o implantar una nueva cultura (González de Ribera. 2001). 1.8.1.- ACOSADOR Hirigoyen (1999: 113-119) los define como individuos megalómanos, que se colocan en una posición de patrón de referencia del bien y de la verdad. Presentan una ausencia total de interés y de empatía por los demás, pero desean que los demás se interesen por ellos. Critican a todo el mundo y no admiten ninguna acusación ni ningún reproche. Señalar los errores de los demás es una manera de no ver los suyos. Los perversos entran en relación con los demás para seducirlos. A menudo se les describe como personas seductoras y brillantes. En ellos, las decepciones producen ira o resentimiento y un deseo de venganza. Sienten una envidia muy intensa hacia los que parecen poseer cosas que ellos no poseen o hacia los que simplemente gozan de la vida. 52 CAPÍTULO 1: El Mobbing o Acoso Moral Hay en ellos una exacerbación de la función crítica que les conduce a pasar el tiempo criticándolo todo y a todo el mundo. De este modo, se mantienen en su omnipotencia. La envidia y la finalidad de apropiación son el motor del núcleo de su acción. La envidia comporta dos polos: por un lado, el egocentrismo y, por otro, la mala intención, que se basa en las ganas de perjudicar a la persona. El envidioso lamenta ver cómo el otro posee ciertos bienes materiales o morales y desea destruirlos antes que adquirirlos. Intentan imponer a los demás su visión peyorativa del mundo y su insatisfacción crónica ante la vida. Los deseos y la vitalidad de los demás les señalan sus propias carencias. La apropiación es la continua lógica de la envidia. Cuando la víctima expresa una idea, las cosas suceden de tal modo que la idea formulada deja de ser suya y pasa a pertenecer a su agresor. No son nunca responsables, ni son nunca culpables, todo lo que va mal siempre es culpa de otros. Se defienden mediante mecanismos de proyección: atribuyen a los demás todas sus dificultades y todos sus fracasos y no se sienten culpables de nada. Se defienden también a través de la negación de la realidad. Suelen presentarse como moralizadores y suelen dar lecciones de rectitud a los demás. Aunque conoce perfectamente las reglas y leyes de la vida en sociedad juega con ellas para soslayarlas, con una gran satisfacción. Su objetivo es 53 CAPÍTULO 1: El Mobbing o Acoso Moral confundir al interlocutor, mostrándole que su sistema de valores morales no funciona, para conducirlo hacia una ética perversa. La fase de la violencia consiste en destruir al otro porque le percibe peligroso. Hay que atacar antes de ser atacado, cuando atacan al otro lo que pretenden es protegerse. Hirigoyen dice: “Donde podría aparecer la culpabilidad, nace una angustia psicótica insoportable que proyecta con violencia sobre el chivo expiatorio. Este último se convierte en receptáculo de todo aquello que su agresor no puede soportar” (Hirigoyen 1999: 119). No se puede dejar de mencionar la aportación realizada por González de Rivera (1997: 229-231), cuando habla de cierto tipo de patología que engloba bajo el término de “trastorno de mediocridad”. Señala tres tipos de mediocridad: simple, inoperante y por último una que considera especialmente peligrosa denominada como el síndrome MIA. Este ultimo tipo, lo define como Mediocridad Inoperante Activa: El sujeto afectado por este síndrome tiene grandes deseos de notoriedad, despliega gran actividad que no sirve para nada, es decir totalmente inoperante, generando gran cantidad de trabajo inútil que impone a los demás, destruyendo así su tiempo e intentando introducir todo tipo de controles y obstáculos destinados a dificultar la actividad realmente creativa. Es particularmente proclive a la envidia y sufre ante el bien y el progreso ajenos. Nunca reconocerá, por ejemplo, los méritos que un individuo brillante realmente reúne para lograr un premio o posición, sino que atribuirá todo éxito ajeno a relaciones con personas influyentes o injusticias del sistema. 54 CAPÍTULO 1: El Mobbing o Acoso Moral De la misma manera, fácilmente callará cualquier información que permita valoraciones positivas sobre otros, mientras que amplificará y esparcirá todo rumor o dato equívoco que invite a la desvaloración y desprestigio de esas mismas personas. 1.8.2.- ACOSADO/A O VÍCTIMA Hirigoyen (1999: 121-130), al describir a la víctima, dice que es el objeto del perverso o acosador y que ésta se convierte en la responsable de todos los males. Resulta sospechosa incluso para los testigos de la agresión, pues se imaginan que la víctima consiente o es cómplice, conscientemente o no, de la agresión que recibe. Suelen mostrarse afortunadas, optimistas y llenas de vida, son confiadas de forma natural. Las víctimas sienten vergüenza por no saber defenderse, cuando a la vez son fuertes y dotadas, pero deben demostrárselo a sí mismas que lo son. Las dudas que tienen acerca de su propia capacidad es lo que las hace vulnerables, esto es lo que les hace sensible en la fase de seducción, cuando el perverso no olvida valorarlas. La víctima ideal es una persona escrupulosa, que tiene una tendencia natural a culpabilizarse. Se trata de personas apegadas al orden, en el ámbito del trabajo y de las relaciones sociales, que se sacrifican por los demás y que aceptan con dificultades que los demás les ayuden. Su gusto por el orden y su deseo de hacer bien las cosas les conducen a asumir un volumen de trabajo superior a la media. Esto les ayuda a no tener mala conciencia, pero no saben poner un límite y eso les agobia. 55 CAPÍTULO 1: El Mobbing o Acoso Moral Son vulnerables a las críticas y a los juicios ajenos, lo cual les lleva a justificarse permanentemente. El perverso lo utiliza, instaurando la duda. Cuando se produce la agresión, a los perversos les basta con negarla, produciendo la duda en la víctima. La vulnerabilidad ante la culpabilidad constituye una fragilidad ante la depresión, pero ésta en un principio se manifiesta en una hiperactividad. Igualmente, la víctima queda paralizada por la rabia que le impide reaccionar, pues o bien la censuran o bien la vuelven en su contra. Las víctimas son envidiadas porque son demasiado transparentes, no ocultan nada de su vida, por eso parecen ingenuas y crédulas. Intentan encontrar explicaciones a las acciones del otro, comprenderlas y excusar su comportamiento. Muestran una gran capacidad de perdonar y una falta de rencor, que les colocan en una posición de poder. Las víctimas comprenden y al mismo tiempo ven, poseen una gran lucidez que les permite nombrar las fragilidades y debilidades de su agresor. Cuando las víctimas empiezan a nombrar lo que han comprendido, se vuelven peligrosas. 56 CAPÍTULO 2: REPERCUSIONES Y CAUSAS CAPÍTULO 2: Repercusiones y causas 2.1.- REPERCUSIONES SOCIALES DEL ACOSO MORAL En este capítulo se abordan las causas, los efectos y consecuencias, tanto para las victimas como para la empresa y la sociedad; la estadística elaborada o existente sobre el tema; la importancia de los medios de comunicación en la difusión y popularización del fenómeno y las referencias o aportaciones jurídicas que han ido produciéndose. 2.2.- CAUSAS DEL ACOSO Los estudiosos del tema hablan de que es un fenómeno social complejo y que obedece a una multicausalidad de factores. Escudero Moratalla (2005), al hablar de las causas, dice que a la hora de determinar las mismas la primera regla es que no hay reglas ciertas. Desde los países escandinavos se ha priorizado como causas de acoso a la organización defectuosa de la empresa y a la pobreza en el manejo y resolución de conflictos. Ya Leymann y Zapf (1996:177) responsabilizaron a la organización del trabajo de la aparición del mobbing. 59 CAPÍTULO 2: Repercusiones y causas Leymann, habla de que existen cuatro factores o situaciones, dentro de la organización del trabajo, que favorecen la aparición del fenómeno del acoso: -Deficiencias en el diseño del trabajo. -Deficiencias en la conducta de liderazgo. -La posición social expuesta de la víctima. -La baja moral departamental. Se puede decir que las conductas de acoso, se ven favorecidas en organizaciones con un método de trabajo y producción de una organización extremadamente pobre, con ausencia de interés y apoyo por parte de los superiores, con ausencia de relación con éstos, con la existencia de múltiples jerarquías, con cargas excesivas de trabajo debido a escasez de la plantilla o mala distribución de la misma, con una deficiente organización diaria del trabajo, con la existencia de líderes espontáneos no oficiales, con un trabajo con bajo contenido, con conflictos de roles, con flujos pobres de información, con estilos de dirección autoritarios, etc. Hirigoyen (1999:60-75) dice que el perverso actúa con más facilidad en una empresa desorganizada, mal estructurada, o deprimida. Continúa diciendo que en este tipo de empresas se generan siempre tensiones, porque el clima de organización es inestable, porque los papeles están mal definidos o porque se da una falta de consenso. Cuando esta autora habla del abuso de poder reconoce que éste ha existido siempre, pero qué actualmente aparece disfrazado de otra cosa. Los jefes hablan a sus asalariados de autonomía y de espíritu de iniciativa, pero exigen sometimiento y obediencia. En el caso del acoso el objetivo del jefe o jefecillo es acceder al poder o mantenerse en el, para lo 60 CAPÍTULO 2: Repercusiones y causas cual utiliza cualquier medio. Un acosador no soporta la más mínima oposición a su poder. La amenaza del desempleo contribuye a que la arrogancia y el cinismo se conviertan en métodos de dirección. En un ambiente laboral en donde la competencia es encarnizada, la frialdad y la dureza se vuelven una norma. En esa competición, sean cuales sean los medios utilizados, estos modos son considerados saludables. Se manipula al otro a fin de obtener su sometimiento. Realmente es un campo abonado para el ejercicio del abuso de poder y de la subyugación del otro, del sometimiento. Las nuevas formas de dirección de empresa que pretenden mejorar resultados sin tener en cuenta el factor humano, generan tensión creando las condiciones favorables para la aparición del fenómeno del acoso. Por otro lado, hay autores que defienden que la causa del mobbing sólo se puede encontrar en la psique del acosador, consideran que es una patología psíquica en la que el sufrimiento ajeno es la razón del comportamiento del acosador, por la satisfacción que le comporta. Son calificados como psicóticos sin síntomas, también se les ha considerado como psicópatas (Garrido, V: 2000). Piñuel y Zabala (2001:53) considera que la causa se encuentra en los celos y la envidia hacia cualidades personales y patrimoniales de la víctima. La inteligencia, la brillantez personal o su ecuanimidad, puede provocar una reacción de acoso. El magistrado Gimeno Lahoz se pronuncia en relación a estas últimas aportaciones (psicópata congénito, asesino en serie, etc.) en el sentido de que es una visión sesgada hacia las víctimas o desde el prisma del posicionamiento victimizado del mobbing. Este autor considera que la 61 CAPÍTULO 2: Repercusiones y causas Presión Laboral Tendenciosa responde a una pluralidad de factores, siendo el elemento determinante la pérdida de empatía interpersonal entre el sujeto activo y el sujeto pasivo. Parece interesante y oportuno reflejar que las razones más frecuentes de acoso moral, según las propias víctimas, son las siguientes: la envidia (63%), superiores débiles (42%), competitividad por la promoción (38%), el miedo de perder el trabajo (23%) y la edad, los más viejos o los más jóvenes (22%). (Escudero Moratalla, 2005: 126). Después de lo expuesto hasta el momento, habría que preguntarse el por qué no se recurre simplemente a las indemnizaciones por despido, que en determinados supuestos pueden ser irrisorias, y en su lugar se procede a todo un proceso de acoso mucho más costoso. Una posible respuesta a esta duda, se encuentra en las reflexiones de Gimeno Lahoz (2005:87), el cual sostiene que estamos frente a un castigo, en el cual la empresa no sólo pretende que el trabajador abandone la misma, sino que esto sea voluntariamente, o sea con coste “0”, pues en el proceder empresarial contra este trabajador se pretende que se convierta en ejemplarizador para el resto de la plantilla. Él dice que en este caso el mobbing es un manifiesto fraude de ley, al eludirse lo dispuesto en la misma para la extinción de la relación laboral por voluntad del empresario. Pero habría que plantearse que no sólo es un fraude, sino que este proceder ocasiona además una serie de sufrimiento y daños muchas veces irreparables en la salud. Además de estar pretendiéndose otras muchas cosas, como subyugar al resto de la plantilla de la empresa, romper con la solidaridad entre compañeros, crear el sentimiento colectivo de que no existe una protección legal contra el trabajador que cuestiona algún tipo de decisión de la empresa, etc. 62 CAPÍTULO 2: Repercusiones y causas La deficiente gestión del conflicto se plantea como una causa más de la aparición de este fenómeno. El conflicto se ve agravado cuando una jerarquía de la empresa decide ser parte de la situación social. Si el supervisor, en lugar de aclarar el problema, toma parte activa en la dinámica grupal, en el acoso, él o ella tienen que posicionarse, lo cual recrudece la situación (Leymann, 1992b). Adicionalmente a la reacción de la dirección, se ha encontrado casi siempre que cuando un directivo simplemente ignora negligentemente “la desavenencia”, el conflicto toma alas para empeorar y escalonarse. La intervención de la dirección es deficiente cuando: 1.- se ve envuelta en la dinámica del grupo sobre una base de igualdad y por lo tanto calentando más la situación (lo que se ha podido ver con más frecuencia con mujeres directivas); o 2.- negando que existe conflicto (lo que se ha observado con más frecuencia con hombres directivos). Ambos tipos de conductas son intrínsicamente peligrosos, y son, conjuntamente con la pobre organización del trabajo, las causas principales del desarrollo de un proceso de psicoterror laboral (Adams y Crawford: 1998; Kihle:1990) Si un conflicto ha degenerado en un proceso de acoso, la responsabilidad recae, en primera instancia, en la dirección, tanto si es debido a deficiencias en la gestión del conflicto en una situación concreta, como si se debe a una falta de políticas organizacionales acerca de la gestión de situaciones conflictivas. Además de las causas anteriormente enunciadas, pueden existir otras que están relacionadas con el contexto social en el que se produce este hecho, como pueden ser las siguientes: 63 CAPÍTULO 2: Repercusiones y causas La cultura de la violencia en la que los ciudadanos se encuentran sumergidos, lo cual lleva a dirimir las diferencias y conflictos con respuestas agresivas, las que cada vez se convierten en más sibilinas en determinados ámbitos laborales. La nueva cultura del trabajo, en la que se están produciendo una serie de cambios, como señala Escudero Moratalla (2005:127-128), está propiciando una forma diferente de relaciones laborales que pueden favorecer la aparición de este tipo de fenómenos sociales. Pero teniendo en cuenta que esta causa es de tremenda importancia, pues es objeto de una de las principales hipótesis enunciadas en éste trabajo, es por lo que se le dedicará un aparatado completo y diferenciado en este marco teórico. 2.3.- EFECTOS O CONSECUENCIAS DEL ACOSO 2.3.1.- PARA LAS VICTIMAS O ACOSADOS Los individuos que se ven sometidos a este fenómeno del acoso, van a sufrir en su salud, necesariamente, consecuencias a corto y a largo plazo. - Salud física: trastornos del sueño, desajustes del sistema nervioso autónomo, dolores, cansancio, debilidad, fatiga crónica, síntomas psicosomáticos del estrés, pérdidas de memoria, irritabilidad, dificultad en concentrarse, etc. 64 CAPÍTULO 2: Repercusiones y causas - Efectos psicológicos: síndrome de estrés postraumático (SEP), crisis nerviosa, ideas suicidas, cambios en la personalidad, obsesiones, depresión, aislamiento social, síndrome de estrés por coacción continuada (SECC), síndrome de fatiga crónica (SFC), etc. También van a padecer otros efectos en otros ámbitos de la vida, como por ejemplo: - En las relaciones interpersonales y vida social de las víctimas, dañan las relaciones con los compañeros de trabajo, con la pareja o con aislamiento de la esfera social y familiar. - Precariedad económica, al verse reducidos sus ingresos. - Desempleo, incertidumbre ante la posibilidad de poder encontrar nuevo empleo. Se puede considerar interesante la aportación que realiza Rodríguez López (2004:37) a este respecto, pues intenta establecer la siguiente gradación en función de los efectos producidos sobre las víctimas de acoso: - Mobbing de 1º Grado: el individuo logra resistir, escapar, o consigue reincorporarse al mismo o similar puesto de trabajo. - Mobbing de 2º Grado: no puede resistir ni escapar inmediatamente, sufre incapacidad mental o física, temporal o prolongada y tiene dificultades para reincorporarse al trabajo. 65 CAPÍTULO 2: Repercusiones y causas - Mobbing de 3º Grado: la persona es incapaz de reincorporarse al trabajo y sus efectos hacen improbable la rehabilitación, a menos que sea sometido a tratamiento especializado. 2.3.2.- PARA LA EMPRESA Y PARA LA SOCIEDAD EN GENERAL Las empresas sufren las consecuencias derivadas del acoso, ya que afectan directamente a la productividad en la misma. La falta de comunicación en el seno productivo dificulta la transmisión y ejecución de órdenes, deteriorándose la calidad de vida de todos los que allí trabajan. Todo ello afecta a la cantidad y la calidad del trabajo desarrollado, pudiéndose producir un aumento del absentismo. También puede afectar a la imagen pública de la empresa, si estos hechos transcienden a los medios de comunicación. Por otro lado, los costes económicos derivados de la violencia laboral pueden ser importantes y, en tal sentido, se han hecho estimaciones en algunos países (Escudero Moratalla, 2005:143): - En Estado Unidos se ha calculado en 1,8 millones de días de trabajo perdidos. Un estudio realizado por el Nacional Safe Workplace Institut estimó que el coste de la violencia en el trabajo, para las empresas americanas, se elevó en el año 1992 a cuatro mil millones de dólares. - En Alemania se elevan a mil quinientos millones de marcos por año, y el costo directo para una empresa de mil obreros es de 66 CAPÍTULO 2: Repercusiones y causas doscientos mil marcos por año, más otros mil marcos de costes indirectos. - En Canadá, el British Workers Compensación Borrad ha denunciado que los gastos hospitalarios de obreros, debido a violencia en el puesto de trabajo, han aumentado en un 88% desde 1985. - En Suecia, a finales de 1993 se aprobó el Acta Vocacional de Rehabilitación7, por la que se obliga a las empresas a presentar un plan de rehabilitación ante la Administración tan pronto un trabajador cause baja por un tiempo superior a un mes, o diez veces dentro de un periodo de 12 meses. Con ello se pretende transferir los costes asistenciales al lugar del que provienen: la empresa. En el último informe encargado por la OIT a los profesores Helge Hoel, Kate Sparks y Cary L. Cooper (2000), éstos cifran el coste global por estrés y violencia en el trabajo en un porcentaje de entre el 1 y el 3,5% del Producto Interior Bruto en un país desarrollado. En el Informe Randstad (2000:24), se aporta el dato de que 400.000 de las bajas médicas por contingencia común son derivadas de causas psicológicas o psiquiátricas. 7 Vocacional Rehabilitatión Act de 21-9-1993, modificadora de la ley Básica de Prevención de Riesgos Laborales. 67 CAPÍTULO 2: Repercusiones y causas La III Encuesta de la Fundación Europea para las condiciones de vida y trabajo8, en su Informe, aporta que el 31% de los afectados de acoso estuvieron más de un año de baja laboral. En España no hay estudios pormenorizados en relación a los costes derivados del mobbing, aunque Ibermutua, tras analizar un colectivo de 6.500 trabajadores de baja por I.T. (Incapacidad Temporal), de los cuales se sospechó la concurrencia de mobbing en un 1,71% de los casos, y calculando una media de 252 días de baja, 42 días más de proceso previo, teniendo en cuenta la base reguladora de los afectados, el resultado del coste era de 9.110 € por cada I.T. derivada de mobbing. Estos datos, trasladados al conjunto del país, suponen como resultado que el coste por mobbing sería de un total de 1.850.000 días de trabajo perdido y 52 millones de euros por año (Pastrana, 2002:176 y ss). 2.4.- ESTADISTICAS DE ACOSO Normalmente todos los datos obtenidos, además de ser sobre una población pequeña, han sido recogidos mediante encuestas por correo o por teléfono, o sea sin contacto directo del encuestador con el encuestado. Esto garantiza el anonimato del encuestado, pero también hay que tenerlo en cuenta para entender la disparidad en los resultados. Tampoco existe una uniformidad en las preguntas utilizadas en las mencionadas encuestas. Por todo ello no resulta factible realizar análisis comparativos, ni parece correcto realizar generalizaciones. Ahora bien, sí 8 III Encuesta Europea de la Fundación Europea para las condiciones de vida y trabajo 2000 – Fundación auspiciada por la Comunidad Europea y dirigida por Pascal Paoli - , sobre un trabajo de campo de 21.500 entrevistas 68 CAPÍTULO 2: Repercusiones y causas es necesario hacer referencia a las estadísticas utilizadas y a los métodos de obtención de los datos. Cuando se habla de disparidad de resultados, no puede olvidarse el hecho de que “no existe una unanimidad de lo que se entiende por mobbing o acoso”. Una muestra de esta disparidad se encuentra al comparar datos ya existentes, por ejemplo, en relación a España: En el Segundo Informe Randstad, elaborado por el Instituto de Estudios Laborales de ESADE (2000), se dice que el mobbing ha afectado en los últimos diez años a 480.000 trabajadores, un 3% de la población activa, frente a un promedio del 4,7% de trabajadores ocupados en la Unión Europea en ese mismo periodo, aunque no se dice cual es el porcentaje de trabajadores que se ven afectados en ese momento. En un estudio anterior, “Violencia en el entorno laboral” Piñuel y Zabala (2001: 55), sobre una muestra de 2.410 entrevistas, se concluye con una estimación de un millón y medio de españoles que sufren hostigamiento laboral. Cuantificando que un 10% de la población activa española sufre mobbing. La OIT ofrece datos de España sobre este hecho y los cifra en un 5% de los trabajadores, lo que supone más de 800.000 personas, cifra ésta posiblemente extraída de las conclusiones de la III Encuesta Europea (2000: 24). En cambio, Ibermutua la cifra en 2% de la población activa.9 9 Mutua de Accidentes de Trabajo y Enfermedad Profesional, tras analizar un colectivo de 6.500 empleados de baja (El País: 17-6-2002). 69 CAPÍTULO 2: Repercusiones y causas Según la OIT, el 10% de las enfermedades profesionales no mortales son enfermedades mentales ocasionadas por factores de riesgo ocupacionales de tipo psicosocial, entre los que empieza a considerarse la violencia en el trabajo (acoso moral, hostigamiento, aislamiento, amedrentamiento y acoso sexual OIT. 2003)10. Una vez más, hay que decir que la diversidad en los datos puede ser debido a varios condicionantes: el que no existe un acuerdo mínimo en lo que se entiende por acoso laboral o mobbing; el que los métodos de recogida de datos son divergentes; el que muchas veces los intereses de las entidades que financian o realizan el estudio influyen en el diseño del mismo; etc. Observando cuál es la situación en relación a Otros Países, se puede encontrar lo siguiente: Según Paoli Pascal, en las conclusiones de la III Encuesta Europea para las condiciones de vida y trabajo (2000), el 9% de trabajadores de la Unión Europea están sujetos a mobbing. Por sectores de producción: en administración pública el 14%, en hoteles y restaurantes el 13% y en otros servicios el 12%. Por países: el 15% en Finlandia, el 14% en Reino Unido y los Países Bajos, el 12% en Suecia, el 11% en Bélgica, seguido del 5% en España y sólo el 4% en Italia y Portugal. Se puede apreciar que existen grandes diferencias, las cuales el autor clarifica que podrían ser debidas a los distintos grados de sensibilidad sobre el tema que pudiesen existir en los diferentes países. 10 OIT. Repertorio de recomendaciones prácticas sobre la violencia en el lugar de trabajo en el sector de los servicios y medidas para combatirlas. Reunión de experto. Octubre 2003. Ginebra 70 CAPÍTULO 2: Repercusiones y causas La consultora de riesgos y corredora de seguros MARSH en el seminario “Hostigación y discriminación: nuevos riesgos del empresario”, llevado a cabo en París y realizado por la aseguradora francesa Scor, puntualizó que “….las reclamaciones de acoso y discriminación en la empresa han crecido en los últimos años en una cifra superior al 30% en Europa, pero todavía no ha estallado este polvorín con la misma intensidad con que lo ha hecho en Estados Unidos” (2002). En Suecia, en el año 1992, se llevó a cabo un estudio entre la población trabajadora (utilizando la técnica de la entrevista, sobre una muestra de 2.400 trabajadores), concluyendo que el 3,5% encajaban en la definición de padecer mobbing, y se estimó que el 25% de las personas que entran a formar parte del mundo laboral, estarán en un momento u otro sujetas a conductas de hostigamiento psicológico, por lo menos en una ocasión a lo largo de su vida laboral. En Noruega, el estudio de Einarsen y Skogstad en 1996, sobre una muestra de 8.000 entrevistas, indica que un 8,6% de los trabajadores se consideraban a sí mismos víctima de mobbing. En el Reino Unido una investigación realizada por Hoel y Cooper en el año 2000, sobre 5.388 trabajadores, concluyó que el 10% de los mismos habían sido objeto de bullying en los últimos seis meses, elevándose a 24,7% si se computaban los últimos cinco años. En Irlanda, el correspondiente estudio llevado a cabo por O´Moore en el año 2000, sobre una muestra de 6.234 entrevistas dio como resultado que el 23% de quienes respondieron a la misma manifestaron haber sufrido bullying en los últimos doce meses. 71 CAPÍTULO 2: Repercusiones y causas En Canadá, una investigación realizada por la Central de Sindicatos de Québec demostró que un asalariado de cada tres es afectado por acoso psicológico en el trabajo. En Estados Unidos, la estadística sobre la violencia nos viene de manos de los asesinatos; es decir, que estudiando el tema del asesinato, a nivel general se detecta o extrae un dato colateral. Esto es, que anualmente son asesinados casi mil americanos en el lugar de trabajo (20 trabajadores a la semana mueren asesinados en su puesto de trabajo) y el homicidio en el lugar de trabajo se ha convertido en la causa principal de la muerte para las mujeres y la segunda causa para los hombres (Chapel y Di Martino, 2000: 8). Habría que aclarar que aquí no se está hablando de mobbing, sino de muerte por asesinato en el puesto de trabajo. En Japón, a raíz de la recesión económica, se ha roto con uno de los axiomas que se tenían asumido históricamente, tanto por la empresa como por los trabajadores. Este era el permanecer con una misma compañía durante toda la vida. La perdida de la seguridad en el empleo ha ido acompañada por mobbing, especialmente de “cuello blanco”. La Unión de Encargados de Tokio estableció un teléfono directo de bullying, el cual recibió más de 1700 consultas en los meses de junio y octubre de 1996, solicitando información urgente sobre tratamiento de salud mental. 72 CAPÍTULO 2: Repercusiones y causas 2.4.1.- EN RELACIÓN AL PERFIL DE LAS VICTIMAS A) Edad Leymann (1996,5: 10) llegó a la conclusión de que las diferencias que se obtenían no eran dignas de tener en cuenta, pero que rara vez las víctimas eran menores de 40 años. En una línea similar puede citarse también el dictamen del Comité Económico y Social francés, adoptado el 21/04/2001, que considera que la mayoría de las víctimas son mujeres de más de 40 años. Hirigoyen (2001) en su estudio sobre 186 casos que contestaron, de 300 que previamente se dirigieron a la autora como acosados, estableció el siguiente porcentaje en cuanto a edades: 0% de menos de 25 años; 8% entre los 26 y 35; 29% entre los 36 y 45; 43% entre los 46 y los 55 y 19% de más de 56 años. Hay que aclarar que posiblemente el porcentaje nulo de los de menos de 25 años se deba a que los de esta edad puedan estar naturalizando el fenómeno y consideren como algo normal lo que no lo es, o bien por no sentirse presionados debido movilidad en el empleo. La mayoría de los estudios europeos dicen que afecta a personas comprendidas entre los 40 y los 49 años. En relación a España, en el Barómetro Cisneros II del año 2002, se dice que el grupo más afectado por este fenómeno son personas de 30 años con una antigüedad media de un año y con contratos temporales, o los denominados contratos basura (dos de cada tres víctimas tienen menos de 30 años), seguido por un 54% del grupo de mujeres entre 40 y 50 años de edad. El magistrado Gimeno Lahoz realiza un recorrido por Leymann, sobre los criterios para evaluar que se está produciendo mobbing y compara con el 73 CAPÍTULO 2: Repercusiones y causas barómetro Cisneros, para concluir que en los contratos denominados basura o temporales puede existir presión laboral, pero no presión laboral tendenciosa = mobbing, con el argumento de qué si el objetivo es la autoeliminación del trabajador en su lugar de trabajo, debería ser en los supuestos en que la eliminación por parte del empresario le suponga a éste un coste económico considerable, para proceder a establecer una estrategia tendente a esta autoeliminación; cosa esa que no sería necesaria en el caso de un trabajador temporal. Es posible que el autor al realizar este análisis, prescinda de otras variables que intervienen en el fenómeno del Acoso Laboral en el Trabajo y que están influyendo en la aparición del mismo, pues el móvil del acoso puede ser otro diferente que el abaratamiento o el eludir la indemnización por despido, como ya se verá a lo largo de este estudio. En cualquier caso, el tema de la edad se puede ver alterado dependiendo de los periodos en que se realice el estudio, puesto que la realidad de las condiciones de trabajo son algo dinámico y no estático. No son los mismos resultados los de estudios de los años 90, que los de los realizados a partir del 2000. También la divulgación de este fenómeno a nivel popular va a marcar diferencias. B) Genero Los estudios realizados hasta ahora no aclaran si existe un sexo que sea más acosador o acosado que otro. Según Zapf y Leymann (1996,5: 175 y ss), sí existen diferencias de género en la vinculación sujeto activo-sujeto pasivo. De los numerosos casos (más de 2.400) que estudió en su clínica, el 76 % de las víctimashombres, fueron acosados por otros hombres, el 3% por mujeres y el 74 CAPÍTULO 2: Repercusiones y causas resto de forma indistinta. Por otro lado, el 40% de las víctimas mujeres habían sido hostigadas por otras mujeres, el 30% por hombres y el resto de forma indistinta. La conclusión que Leymann extrajo de ello es que el mobbing se materializaba con mayor facilidad entre sujetos del mismo sexo. En cuanto a si existe un sexo que sea más proclive a sufrir mobbing, Leymman opina que no. En su análisis estadístico aparecía que el porcentaje de hombres acosados era del 45% y del 55% en las mujeres, diferencia que, como él mismo reconocía, no era significativa en parámetros estadísticos. Kaus Kniedl (Zapf y Leymann 1996,5: 242), obtenía un resultado más divergente en Austria, y así el 61'4% de las víctimas eran mujeres, mientras que el 38'6% eran hombres. Marie-France Hirigoyen (2001) afirma que sí existen diferencias, y calcula que el problema afecta a un 70% de mujeres y a un 30% de hombres. Por su parte, Piñuel y Zabala dice que existe mayor riesgo en el grupo femenino, dando el dato de que el 54% son mujeres (Barómetro Cisneros II, 2002). En el estudio realizado en Suecia, en 1992, se dice que el 55% de los hostigados eran mujeres y el 45% hombres. En cuanto a la relación hostigador-hostigado, el 76% de los hombres víctimas eran hostigados por otros hombres, sólo el 3% lo eran por mujeres y un 21% lo eran por ambos sexos. Por otro lado, el 40% de las mujeres víctimas eran 75 CAPÍTULO 2: Repercusiones y causas hostigadas por otras mujeres, el 30% por hombres y el resto tanto por hombres como por mujeres. 2.5.- IMPORTANCIA DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN Pareciera, en estos tiempos en que vivimos, que aquello que no salta a los medios de comunicación no existe. Muchos escritores del tema, coinciden en la opinión de que los expertos españoles han realizado un trabajo arduo y quizás, comparativamente al resto de países, muy superior en relación al objetivo de crear opinión y difusión sobre el fenómeno. La prensa se ha hecho eco de términos como el “psicoterror”, “matar a alguien y quedar impune”, “el campo de batalla = entorno laboral”, “asesinato psíquico”, “la plaga del siglo XXI”, etc., son términos cargados de violencia y la violencia es un producto que vende ejemplares. Es significativo el hecho de que si se rastrea en las hemerotecas, por ejemplo del Diario El País, no se encuentra nada sobre el tema hasta el año 2001. A continuación, se ha producido toda una avalancha (Hemeroteca del Diario El País). A raíz del reportaje publicado por Cruz Blanco en El País en abril de 2001, “La lenta y silenciosa alternativa al despido”, surgen una serie de noticias y artículos en otros medios. 76 CAPÍTULO 2: Repercusiones y causas En el año 2002 en la Cadena SER, en un programa de Iñaki Gabilondo, se produjo un colapso de llamadas en la centralita de ésta emisora. En el 2005 sale a la luz una película italiana sobre el tema, “Mi piace lavorare (mobbing)”, de Francesca Comencini. La popularidad del tema ha llevado a la situación, como dice Gimeno Lahoz, de encontrarse con el hecho de que el término mobbing ha superado al concepto, con el inconveniente de que su generalización suponga que cualquier problema del ámbito laboral sea calificado de mobbing. Por lo tanto, se podría decir que aunque los medios de comunicación han realizado una gran labor de popularización y concienciación de este fenómeno, también es verdad que se ha colaborado a producir una cierta confusión en lo que es mobbing. Con el consiguiente mecanismo de defensa correspondiente, como es la negación del fenómeno en determinados ámbitos jurídicos, académicos, empresariales, etc. 2.6.- REFERENCIAS JURIDICAS Como dice Romero Pérez (2006), desde el ángulo de la sociología el mobbing laboral es una conducta desviada respecto de lo que prescribe el control social. Por ello es necesario que existan sanciones para limitar o controlar esta conducta, pues atenta contra la cohesión y la integración de la sociedad y de los grupos sociales. 77 CAPÍTULO 2: Repercusiones y causas Históricamente el Derecho es una disciplina que ha ido por detrás de la manifestación de los problemas. Lógicamente se legisla cuando el problema es reconocido socialmente como tal, así pues aquellos países que empezaron a denunciar el hecho los primeros, tienen legislación especifica desde hace más tiempo. Ejemplo de ello lo tenemos en la relación que a continuación se enuncia. En la actualidad existe legislación específica en Suecia (1992), Australia (1996), Francia (1999), Estados Unidos (2002), Gran Bretaña (2002), Québec (2003) y más recientemente en Bélgica y España, aunque de forma parcial. Hay autores, juristas, que mantienen que siempre ha existido acoso moral en el trabajo y planteado que la historia del derecho laboral es un ejemplo de ello y que muchas de las normas que se han dictado a lo largo del siglo XX han sido una reacción del legislador ante actuaciones perniciosas en las relaciones laborales que perjudicaban de una forma clara y culpable al trabajador como parte más débil de la relación (Rodríguez López, 2004:13). No se va a entrar aquí una vez más en el tema de la confusión en lo que se entiende por acoso moral, pues ya se ha visto que no existe unanimidad entre los juristas al respecto. Aunque, hay que decir que conflictos laborales sí han existido a lo largo de la Historia, pero no parece que el acoso sea simplemente ésto, como ya se ha visto. Por otro lado hay juristas que consideran que, a pesar de que no existe una legislación especifica para juzgar el mobbing, sí existen normas jurídicas aplicables al fenómeno que nos ocupa. El profesor Molina Navarrete (2000) considera que dicho conjunto de reglas permite articular una respuesta contundente frente al mobbing. 78 CAPÍTULO 2: Repercusiones y causas En todo caso lo que resulta obvio es que los Magistrados han dictado sentencias sobre las demandas planteadas y que, de alguna forma, se va a ir generando jurisprudencia al respecto. Estas sentencias se han basado en la normativa legal disponible en nuestro país. A continuación se mencionan algunas de ellas que se consideran pueden servir para dar una perspectiva jurídica de cómo se ha ido juzgando este hecho punible y de qué forma ha ido modificando -en cierta manera- la interpretación del derecho, por ejemplo, en relación a causas de despido improcedente o en la consideración de accidente o enfermedad profesional. En España durante el año 2004 el número de sentencias dictadas por mobbing ascendió a unas 40011. Elena Torres señala que del estudio de sentencias del Tribunal Superior de Justicia sobre el tema del mobbing, en 120 de ellas se desestiman como casos de mobbing y éstas duplican las que sí lo estiman12, o sea que es muy difícil conseguir una sentencia favorable. A efectos de esta Investigación se ha realizado un estudio de una serie de sentencias judiciales emitidas durante el periodo comprendido entre el año 2000 y el 2007 en España, en relación con el hecho del acoso moral en el trabajo, clasificándolas por su contenido (ver Anexo I): 1. Indemnización por daños morales derivados del sometimiento a mobbing. 11 www.fundacionprevent.com Encuentro Técnico: Mobbing: Nuevas Perspectivas. Evaluación de Riesgo psicosocial (29-11-2005). 12 www.prevenciónintegral.com “Sentencias judiciales respecto a mobbing” Elena Torres Cabra (octubre 2005) 79 CAPÍTULO 2: Repercusiones y causas 2. Sentencias desestimatorias de casos de acoso moral en el trabajo. 3. Distinción entre ejercicio arbitrario del poder de dirección y mobbing. 4. Desestimación y condena de falso mobbing. 5. Incapacidad laboral permanente a causa de haber sufrido acoso laboral. 6. El mobbing como causa de despido de quien lo ejerce. 7. Responsabilidad penal por mobbing. En el mismo Anexo I figura primeramente una Selección de Sentencias especialmente interesantes por contener aspectos significativos, en relación con el tema del despido y el mobbing, los cuales se comentan brevemente a continuación: Sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña de 28/11/2001 (Selección de Sentencias 1.-) en la que establece que “el acoso moral constituye una conducta contraria a la dignidad de la persona susceptible de reconducirse por la vía del Art. 50 Ley ET”. La Sentencia comentada considera causa justa para que el trabajador pueda solicitar la extinción del contrato y lo fundamenta en que se han producido modificaciones sustanciales en las condiciones de trabajo que redundan en menoscabo de su dignidad. (Art. 50.1.a. ET). De esa forma abre la vía para que el trabajador pueda reclamar judicialmente la extinción del contrato de trabajo por voluntad propia y con la máxima indemnización prevista en la Ley. 80 CAPÍTULO 2: Repercusiones y causas Sentencia 291/2002, del Juzgado de lo Social número 2 de Gerona (Selección de Sentencias 2.-) fallo a favor de la víctima, dictaminando la extinción del contrato por parte del trabajador al amparo del Art. 50.1.c. del ET y su correspondiente indemnización de 45 días de salario por año trabajado (Art. 50.2. ET). En esta Sentencia, en una línea similar a la anterior, el Juez considera que el empresario ha conculcado la normativa laboral y lo califica como incumplimiento grave de sus obligaciones como tal, así como la negativa del mismo a reintegrar al trabajador en sus anteriores condiciones de trabajo, pese a la existencia de sentencia judicial en tal sentido. Todo ello justifica la extinción del contrato por voluntad del trabajador (Art. 50 ET), de modo que el Juez lo establece directamente en ese mismo acto y fija la indemnización por despido improcedente en 45 días de salario por año trabajado (máxima indemnización para el despido improcedente). Juzgado de lo Social Nº 26 de los de Barcelona, se dictó sentencia en fecha 21 de mayo de 2003, en el procedimiento nº 635/02 (Selección de Sentencias 3.-). En el presente supuesto se había planteado por el trabajador demanda de reclamación de cantidad por daños y perjuicios por acoso laboral en el trabajo. La sentencia de instancia estimó dicha demanda y condenó a la entidad demandada, Banco, SA, a abonar la cantidad reclamada en concepto de indemnización por perjuicios materiales y morales, así como al cese del comportamiento de acoso moral inferido al actor. La misma fue recurrida por la empresa y resuelta por la Sentencia 2790/2005 del TSJC. La importancia de esta Sentencia recae en que se describe un conflicto laboral producido a raíz de una fusión de empresas. El trabajador afectado, después de 38 años de servicios se vio desplazado desde el 81 CAPÍTULO 2: Repercusiones y causas cargo de director de sucursal hasta el nivel más básico existente en la empresa (sin cargo ni complementos salariales). En la sentencia se recoge todo el proceso, de modo que pueden apreciarse los diferentes mecanismos de presión ejercidos por la empresa, con la justificación de que entran dentro de su capacidad de dirección, así como una serie de aspectos de ataque a la dignidad del trabajador y que le fueron suponiendo una degradación de su nivel de remuneración y de categoría laboral hasta llegar al de simple empleado de “ventanilla” y a realizar sustituciones, llegándose incluso a privarle de una ayuda económica por hijo minusválido que venía percibiendo durante años. Finalmente y aunque se desestimara acreditada suficientemente la existencia de “mobbing”, en la Sentencia judicial si se establece la condena de la empresa a una indemnización por quebranto de la imagen personal y profesional del trabajador. Juzgado de lo Social Nº 4 de Jaén, Sentencia nº 204, de 10 de mayo 2002. (Selección de Sentencias 4.-) Declaración de Contingencia por Accidente de Trabajo. Lo interesante de esta Sentencia consiste en que el Magistrado falla “que debo declarar y declaro que el proceso de incapacidad temporal en que ha permanecido el actor desde el 14 de febrero de 2001 hasta el 19 de noviembre de 2001 deriva de accidente de trabajo, con todas las consecuencias legales que sean inherentes a dicha declaración”. Es decir califica como una situación de Incapacidad por Accidente de Trabajo, la producida a consecuencia de un caso de “mobbing”. 82 CAPÍTULO 2: Repercusiones y causas SENTENCIA 285/03 del Juzgado de lo Social nº 2 de Girona, de 23 de septiembre de 2003. DERECHOS FUNDAMENTALES. Es de especial importancia citar esta sentencia de Girona (Selección de Sentencias 5.-), dictada por el Magistrado Gimeno Lahoz13 y que ha sido utilizada por diversos estudiosos del tema, puesto que en la misma se analiza ampliamente y se conceptualiza, desde el punto de vista jurídico, el mobbing como “Presión laboral tendente a la autoeliminación de un trabajador mediante su denigración”. Además hace referencia a una serie de sentencias previas en las que se ha venido utilizando este tipo de definición: S.J.S nº 2 de Girona de 17-9-2002. S.J.S. nº 12 de Barcelona de 16-12-2002. S.J.S. nº 7 de Murcia de 7-3-2003. S.J.S. nº 3 de Santa Cruz de Tenerife de 31-3-2003. Sentencia 5664/2006 (Selección de Sentencias 6.-), de 25 de julio de 2006, del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, Sala de lo Social, en la que se falla a favor de la trabajadora y en contra de la empresa y su encargado por haber ejercido acoso laboral14. Se trata de la primera sentencia por 'mobbing' dictada por la vía de la jurisdicción laboral en España en la que se condena tanto a la empresa en la que trabaja la víctima como al superior jerárquico (empleado) que la acosaba 13 www.mobbing.nu/sentencias-Puigcerda-2003.pdf 14 www.el-refugio.net 83 CAPÍTULO 2: Repercusiones y causas laboralmente. Anteriormente existían fallos similares, aunque en ellos sólo se condenaba a la empresa contratante. Esta Sentencia del TSJC desestima el recurso que la empresa y un encargado presentaron contra la sentencia dictada en 2005 por el Juzgado Social nº 1 de Girona, que declaró extinguido el contrato de la trabajadora (Artº 50 ET. Extinción por voluntad del trabajador) y condenó a ambos a indemnizar a la trabajadora con 14.297,78 € por extinción del contrato y con 31.500 € por los daños morales sufridos. Es la primera Sentencia en España que condena al superior jerárquico inmediato (el encargado) en cuanto que acosador, así como a la empresa de quien ambos dependían. Los hechos ocurrieron entre 1997 y 2004, durante ese tiempo su superior (el encargado) mantuvo con ella "una conducta y actitud hostil y excesiva”. La sentencia también tiene en cuenta el acta de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social, que constató que la empleada "ha sufrido ataques de su inmediato superior, puesto que ha juzgado de manera ofensiva su trabajo, ha cuestionado las tareas que realizaba, ha agredido verbalmente mediante insultos, gritos y críticas permanentes su trabajo y ha provocado su aislamiento social al prohibir los contactos con otras trabajadoras". A consecuencia de la actuación de su encargado, la trabajadora, sufrió crisis de ansiedad desde 2001 hasta que se le diagnosticó depresión mayor. La empleada, con más de diez años de antigüedad en la empresa, presentó demanda por mobbing en 2004 y, un año después, se le declaró en situación de invalidez permanente. 84 CAPÍTULO 2: Repercusiones y causas Sentencia 330/06 (Selección de Sentencias 7.-) del Juzgado de lo Penal n° 1 de Jaén. La importancia de esta Sentencia reside principalmente en que es la primera sentencia penal emitida en España y que condena al empresario a pena de prisión por delito contra la integridad moral, seis meses e inhabilitación del derecho de sufragio, en base a los hechos probados de haber provocado un trastorno depresivo y crisis de ansiedad por presión laboral en el trabajo, usandose el término mobbing. En cuanto a la misma, dado su interés, se reproduce textualmente a continuación parte de su texto para poder observar más detalladamente la interpretación jurídica. HECHOS PROBADOS: El acusado, en su condición de Administrador de la empresa "M. M. S.L " dedicada a la fabricación y venta de muebles en Macha Real, partido judicial de Jaén, desde el 02/04/01 tenía contratada con la categoría profesional de encargada de establecimiento a Doña A. Con fecha 1 de marzo de 2004 fue despedida por la empresa interponiendo la trabajadora demanda ante el Juzgado de lo Social núm. Uno de Jaén que dio lugar a los autos número 235/04, en los que recayó sentencia en fecha 13 de julio de 2004 declarando el despido nulo y obligando a la empresa a reincorporar a la trabajadora en su puesto de trabajo. El día 25 de octubre de 2004, Doña A., se reincorporó a su puesto de trabajo en la fabrica de muebles M. M. S.L. siéndole asignada por instrucciones del acusado una habitación sin ventilación, sucia, dotada de una mesa, una silla, un bolígrafo, y un papel, no siéndole encomendada por el empresario durante toda la jornada laboral tarea alguna y manteniéndola en una situación de aislamiento con respecto a los otros trabajadores. Dicha situación se prolongó desde el día de la incorporación hasta el día 85 CAPÍTULO 2: Repercusiones y causas 16 de noviembre de 2004, provocando en Doña A. un trastorno depresivo y crisis de ansiedad por presión en el trabajo y conflicto de intereses que le fue diagnosticado por el Médico, siendo derivada a Salud Mental y motivando su baja laboral. FALLO DEBO CONDENAR Y CONDENO a D. R., como autor de un delito, delito contra la integridad moral (Art. 173,1del Código Penal) a la pena de 6 meses de prisión e inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena. Aparte de lo anteriormente expuesto hay autores que enfocan el tema del mobbing como riesgo profesional de nueva generación, este es el caso de la profesora Carmen Grau Pineda (2007: 438 y ss.), la cual se pronuncia en el sentido de que el ordenamiento jurídico en general, y el Derecho del Trabajo en particular, no ha sido capaz de ir más allá de la perspectiva reparadora clásica, por lo que dice: “parece del todo preciso desarrollar y aplicar nuevas políticas de prevención de riesgos laborales a la vista de los fallos existentes en la puesta en práctica de la legislación española y de la preocupante evolución de la siniestralidad laboral”. En la aplicación de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales (versión de 1995 y reforma de 2003), se aprecia una deficiencia de este nuevo modelo de prevención, a causa de la postulación a favor de un cumplimiento más formal que eficiente de la normativa y por la falta de adecuación de ésta a las nuevas formas de organización del trabajo. Esa misma autora señala que desde una perspectiva estrictamente preventiva, es el empresario el obligado a evaluar y hacer frente a los riesgos psicosociales que presentan una relación directa causa-efecto con 86 CAPÍTULO 2: Repercusiones y causas el trabajo, con el fin de evitar conductas atentatorias contra la dignidad de las personas en el marco de la relación laboral. Igualmente y en la línea descrita, establece una serie de medidas a adoptar: -Medidas de tipo organizativo. -Medidas de tipo educativo o cultural. -Medidas procedímentales de resolución de conflictos. -Medidas de carácter asistencial. En relación con este apartado, expone los siguiente: “El riesgo del acoso moral es de difícil erradicación, pero no de imposible prevención ni de dificultosa detección una vez manifiesta los primeros síntomas” (2007:436-437). 87 CAPÍTULO 2: Repercusiones y causas 88 CAPÍTULO 3: EL CONTEXTO SOCIO-CULTURAL CAPÍTULO 3: El contexto socio-cultural 3.1.- CONCEPTOS 3.1.1- CONCEPTO DE CULTURA Se empezará por definir qué se entiende por cultura, término cuyo uso ha ido variando a lo largo de la historia de la humanidad, aunque no se va a profundizar aquí en este tema por no ser objeto de éste trabajo. Así pues se reflejaran aquellos conceptos que tienen una pertinencia al respecto, como son los siguientes (Oltra, Benjamín y Col., 2004:408): Una cultura consiste en los modos socialmente adquiridos de pensar, sentir y actuar de los miembros de una sociedad concreta. Las culturas mantienen la continuidad mediante el proceso de endoculturación (Harris, Marvin - 1929-2001). La cultura consiste en el conjunto de criterios mediante el cual un grupo sabe lo que es bueno, correcto, verdadero, válido, hermoso, sagrado, en general lo positivo; lo que es negativo (malo equivoco, falso, inválido, feo, profano); y lo que es indiferente (Galtung, Johan). El mismo autor, en relación a la cultura profunda dice que es a la sociedad lo que el subconsciente de Freud es a la persona. Luego la cultura profunda es el subconsciente colectivo. Aunque tú no lo sepas la 91 CAPÍTULO 3: El contexto socio-cultural cultura profunda te elige y te tiene a ti. En cierta medida el concepto de cultura profunda se aproxima a la conciencia colectiva de Durkheim y de los arquetipos de Jung (Galtung). Es una introyección, muchas de las veces inconsciente, que se va adquiriendo, que se va incorporando a nuestra forma de vivir, de ver el mundo, esto se produce a partir del proceso de socialización, el cual es más intenso en la primera infancia, pero habría que decir que se inicia con el nacimiento, prosigue a lo largo de la vida y concluye con la muerte. En este proceso hay que señalar los agentes protagonistas del mismo y el medio en el que se da, como son: la familia, la escuela, los grupos de edad, la empresa, sindicatos, movimientos sociales, las técnicas de comunicación de masas (Rocher, Guy, 1973). Por lo tanto, se puede decir que esta socialización e incorporación a nuestro imaginario social de ese conjunto de valores y formas de ver la vida se proyecta, además de haberse adquirido, en un medio de relación que tiene un protagonismo importante: el medio del trabajo. Se dice que es importante porque se pasa la mayor parte de la vida en el mismo, además de ser la fuente de satisfacción de necesidades materiales y muchas veces también motivacionales y afectivas. Las relaciones que se han venido estableciendo en el mundo del trabajo, a lo largo de la Historia han ido sufriendo una serie de modificaciones. La noción de trabajo y el valor que se le atribuye es una construcción social de cada momento cultural, por lo tanto es dinámica. Esta construcción y sus cambios obedecen a las nuevas demandas y a las nuevas relaciones de producción, de cada momento social. 92 CAPÍTULO 3: El contexto socio-cultural 3.1.2.- CONTEXTO SOCIOECONÓMICO Si se parte de la hipótesis de que se han producido cambios en la cultura del trabajo, lo primero que es necesario hacer es acotar y centrar el tema. Hay que especificar a qué cultura nos referimos y comprobar cuáles son los valores predominantes de la misma que han cambiado y cuáles pueden ser las razones de esos cambios. Para empezar hay que aclarar que la cultura del trabajo a la que aquí se va a referir es la relacionada con el surgimiento del capitalismo, que tiene su origen hace ya más de dos siglos desde su implantación. Se pueden distinguir grandes etapas diferenciadas en el desarrollo de este sistema socioeconómico. A cada una de ellas le corresponde un modelo dominante diferenciado de organización del sistema productivo, de filosofía de la producción y de división del trabajo. En cada una de ellas se utilizan también mecanismos diferenciados de acumulación y de reproducción. Y en cada una de ellas, el sistema, intenta utilizar el poder político como mejor conviene a sus intereses. De esta manera, en un momento determinado, el Sistema precisa eliminar los obstáculos del Absolutismo y la Nobleza para poder desarrollarse, y el liberalismo político le brinda la oportunidad de hacerlo, pero su verdadero caldo de cultivo es el liberalismo económico del "laissez faire". Las teorías de Smith (1776) se complementarán con los planteamientos organizativos de Taylor. Más tarde el "taylorismo" será primero complementado y desarrollado y, después, perfeccionado y sustituido por el "fordismo" hasta que éste deje de ser útil para incrementar la Tasa de Beneficios. Igualmente, cuando interesa, el Estado Liberal se vuelve 93 CAPÍTULO 3: El contexto socio-cultural represor y autoritario, y cuando la presión social se hace insostenible, ese Estado se vuelve a transformar en democrático y participativo, hasta llegar a su desarrollo como Estado Social. Desde principios del siglo XX, una serie de factores han contribuido a su transformación hasta llegar a la forma actual. Siguiendo a Galbraith se podrían mencionar los siguientes (Galbraith, J.K., Menskhikov, S, 1989: 8289): Uno de esos factores de transformación es sin duda el surgimiento del Movimiento Obrero, en su doble expresión organizativa de Partidos de Izquierda y, especialmente, del Sindicalismo, como forma de defensa de los intereses laborales y sociales de los trabajadores y los ciudadanos. En segundo lugar, el desarrollo del Estado de Bienestar a partir de la postguerra mundial (II GM), pero cuyos precedentes se remonta a los años ochenta del siglo XIX en la Alemania de Bismarck y, más tarde, en Gran Bretaña con Lloyd George y en Estados Unidos con el New Deal, tras el "crac" de 1929. El tercer factor es el conocido como "keynesianismo", surgido a partir de los planteamientos económicos de la obra de John Maynard Keynes y de su influencia en la vida política desde los años cuarenta del siglo XX. En cuarto lugar, el proceso de transformación del empresario- propietario y su sustitución por una nueva clase dirigente: el manager o gerente. A los cuatro factores mencionados por Galbraith habría que añadir un quinto, tan importante o más que los anteriores en estos momentos, lo constituye los equilibrios geopolíticos del proceso conocido como "la guerra 94 CAPÍTULO 3: El contexto socio-cultural fría" y la segunda parte de ese mismo proceso que, con la caída del muro en 1989 y la virtual desaparición del antagonista del este (y los desequilibrios que se producen al perder su capacidad el Estado), ofrecen una coyuntura especialmente aprovechable para el Sistema y el desarrollo de la llamada "Economía Mundo" o "Economía Global". Para Galbraith, a consecuencia de los cuatro factores o acontecimientos que menciona, el sistema fue sustancialmente aceptado en las décadas que siguieron a la Segunda Guerra Mundial. Para él, los veinticinco años que siguieron a la Guerra constituyeron un notable período en la historia del capitalismo, con precios estables con un incremento estable de la producción. Sólo hubo dos años, entre esos veinticinco, en los que la producción no se incrementó, y se rozó el pleno empleo en todo el período. Desde el origen de la llamada Revolución Industrial se fueron creando unos pilares que a pesar de las transformaciones se han ido manteniendo, hasta los años ochenta y noventa. Pilares que se fueron consolidando y cimentando, a lo largo de casi dos siglos de evolución. En este estudio se va a intentar objetivar cuáles han sido esos pilares que se han mantenido en el transcurrir de la historia y que forman parte de lo que se podría denominar cultura del trabajo. Para ello, se realizará un recorrido por diferentes textos y autores que se han considerado clave. En ese recorrido hay dos partes, para centrar en qué se han producido esos cambios culturales en el ámbito del trabajo: la primera llegará hasta los años 1980 – 1990 y la segunda hasta el momento actual. 95 CAPÍTULO 3: El contexto socio-cultural 3.2.- BREVES CONCEPCIONES DEL TRABAJO A LO LARGO DE LA HISTORIA Para tratar este tema se han utilizado las aportaciones realizadas por Martín Hopenhayn (2001), M. Aizpuru y A. Rivera (1994). La noción actual de trabajo se trata de una categoría profundamente histórica. El trabajo, como categoría homogénea, se afianzó durante el siglo XVIII junto con la noción unificada de riqueza, de producción y la propia idea de sistema económico, para dar lugar a una disciplina nueva: la Economía. La razón productivista del trabajo surgió y evolucionó así, junto con el aparato conceptual de la ciencia económica. 3.2.1.- LAS PRIMERAS CONCEPCIONES En Grecia: Primó una concepción desvalorizadora del trabajo manual, separando las artes políticas de las mundanas actividades de la transformación y el intercambio, el oficio y el trabajo. Para ejemplo, esta cita de Platón: “Los trabajadores de la tierra y los otros obreros, conocen únicamente las cosas del cuerpo. Por lo cual su sabiduría es conocimiento de sí mismo, ninguno de éstos es sabio en razón de su oficio”. Para Platón la actividad manual, impropia del mundo de las ideas, es una degradación. Edad Media: Supone la valoración del trabajo artesanal y un amplio poder de los gremios de artesanos. El sentido cristiano valoró el trabajo como una forma lícita de obtener una renta, y manifestó cierta hostilidad hacia los ingresos no justificados en una labor personal. Aunque, en un principio, el cristianismo consideró el trabajo como un castigo impuesto al 96 CAPÍTULO 3: El contexto socio-cultural hombre por Dios a causa del pecado original: “ganaras el pan con el sudor de tu frente”. La ética protestante: Para Calvino el trabajo encaja dentro de las “buenas obras”, es visto como forma de alcanzar la gracia y ratificar la condición de elegido; una forma de incrementar la grandeza de Dios. Lutero, en cambio, lo consideró como el esfuerzo más viable para lograr el éxito y también, como la forma de ganarse el sustento. Los economistas clásicos: Para Adam Smith el trabajo es la principal fuente para crear valor, es la fuerza creadora de valor; el hombre es fundamentalmente un trabajador (homo economicus) y en tanto trabajador es como entra en la vida social, en una sociedad concebida como una asociación de productores. El trabajador se rescata como un elemento esencial en la producción de la riqueza, pero se lo reduce a un bien económico. 3.2.2.- LAS CONCEPCIONES CRÍTICAS DEL TRABAJO Con el advenimiento del capitalismo, el concepto del trabajo adquirió una importancia tal que llamó nuevamente la atención de la filosofía contemporánea. Ya a esas alturas el trabajo tiene una connotación social, antropológica y económica. Hegel: Asigna un valor productivo al trabajo y le da una dimensión histórica y un carácter universal, a diferencia de las construcciones religiosas que lo presentaron como castigo. El producto del trabajo se dedica al intercambio. El sujeto adquiere conciencia de sí mismo a través del trabajo. 97 CAPÍTULO 3: El contexto socio-cultural Marx: Criticó la separación entre quienes planifican y quienes realizan el trabajo, propia del esquema de división de tareas en el cual el trabajador es solamente depositario de la “fuerza” de trabajo. Profundizó en la valorización del trabajo (expresada en el tiempo de trabajo) y en qué parte de ella se traslada al producto y a la remuneración del trabajador. La situación social y económica del trabajo es un aspecto siempre presente en las manifestaciones del pensamiento en la sociedad. 3.2.3.-LA ORGANIZACIÓN CIENTÍFICA DEL TRABAJO Siguiendo las aportaciones de Idalberto Chiavenato (1999), hay que decir que éste tipo de organización respondió a la necesidad de incrementar la productividad de forma acelerada, bajo el paradigma de que la nueva fuerza de trabajo incorporada se sometía a una organización racionalizada a partir de la simplificación y la división social y técnica del trabajo. Taylor: El trabajo como factor de producción. El ritmo de trabajo está subordinado a las máquinas. El trabajo se puede subdividir en tareas y operaciones. A menor tiempo empleado en producir, dada una cierta dotación de recursos, es mayor el número de unidades producidas y menor será el costo de su producción. En éste sistema se le dice minuciosamente al trabajador qué ha de hacer y cómo; y cualquier mejoría que él incorpora a la orden que se le impone, es fatal para el éxito. Henri Fayol: (1841-1925): También consideró el trabajo como factor de producción. La división del trabajo permite reducir el número de objetos 98 CAPÍTULO 3: El contexto socio-cultural hacia los cuales tiene que dirigirse la atención y el esfuerzo, pero dicha división tiene un límite y la fábrica tiene que ser científicamente administrada. El siguiente artículo, es una breve reseña de la obra Fayol fue el primero en concebir el management como una disciplina, con sus reglas y sus métodos. Formuló catorce principios generales de management que todas las empresas deberían respetar, los cuales se reflejan sintéticamente a continuación y que siguen siendo de rabiosa actualidad. -Distribución del trabajo. El trabajo gana siendo descompuesto en diferentes tareas que son repartidas entre los empleados (o grupos de empleados). Especializándose, éstos últimos, adquieren grandes aptitudes y alcanzan un nivel elevado de realización. -Autoridad/responsabilidad. La responsabilidad es el deber de alcanzar resultados, la autoridad es el poder de dar directivas y de hacerlas cumplir para alcanzar estos resultados (recurriendo a "recompensas" y a "castigos"). Autoridad y responsabilidad están estrechamente vinculadas y no deben ir la una sin la otra (critica que, generalmente, se evita la responsabilidad lo mismo que se busca la autoridad). -Disciplina. El respeto de las instrucciones, las reglas y los procedimientos es imperativo y los comportamientos contrarios deben ser sancionados. Una disciplina insuficiente se vincula, a menudo, con la incompetencia del responsable. -Unidad de mando. La misma persona debe recibir las instrucciones de un solo responsable; otras soluciones conducen al desorden, a los malentendidos y a la ineficacia. 99 CAPÍTULO 3: El contexto socio-cultural -Unidad de dirección. Cada componente de la empresa y la empresa misma deben tener un objetivo claro y conocido de todas las personas concernidas. Es la condición esencial para la convergencia de los esfuerzos y la coherencia de las acciones. -Prioridad del interés general. Los fines y el interés de la empresa son más importantes que los fines y el interés de un empleado tomado individualmente o de cualquier grupo de empleados; por lo que deben ser atendidos de forma prioritaria. La ambición, la ignorancia, el egoísmo, la pereza y todas las pasiones humanas interfieren con este principio: cada responsable debe hacerlo respetar. -Remuneración justa. Cada empleado debe recibir a cambio de su trabajo una remuneración suficiente y equitativa. El nivel debe ser fijado con arreglo a varios factores objetivos: condiciones económicas generales, salud financiera de la empresa, el resultado del trabajo y las habilidades del empleado. -Centralización. Como cualquier otro organismo, la empresa necesita un sistema nervioso central. El nivel de descentralización es asunto de circunstancias; debe ser determinado para hacer la mejor utilización posible de las aptitudes de los empleados. -Cadena jerárquica. La autoridad y la responsabilidad deben ser repartidas a lo largo de una estructura jerárquica que garantice la unidad de dirección. -Orden. Los recursos de la empresa (materias primas, equipos, empleados) deben ser cuidadosamente seleccionados y organizados para obtener la mayor eficacia posible. 100 CAPÍTULO 3: El contexto socio-cultural -Equidad. Todos los empleados deben ser tratados con justicia y sometidos a las mismas reglas. -Estabilidad del empleo. Un personal competente y motivado es un recurso esencial para la empresa; ésta debe administrar celosamente su plantilla y asegurar la estabilidad del empleo. -Iniciativa. Animar la iniciativa, es una potente palanca de motivación personal del empleado y del éxito de la empresa. Los responsables deben saber sacrificar una parte de su vanidad personal para dejar a los empleados un espacio suficiente de libertad. -Espíritu de cuerpo. Cada responsable debe desarrollar la armonía y la comunidad de intereses entre los empleados y solucionar rápidamente los conflictos que puedan aparecer. 3.3.-LA INFLUENCIA RELIGIOSA EN LA CONCEPCIÓN DEL VALOR DEL TRABAJO Se hace imprescindible mencionar a Max Weber en su obra La ética protestante y el espíritu del capitalismo (1920), pues ha sido hasta no hace mucho la ética utilizada por el capital en las relaciones con los asalariados y también la asumida esencialmente por los trabajadores, habiendo pasado a formar parte del imaginario social de varias generaciones. 101 CAPÍTULO 3: El contexto socio-cultural En ella demuestra convincentemente la relevancia de las creencias religiosas en el desarrollo económico y en el comportamiento social en general. A partir de esta obra resulta inviable cualquier explicación unicausal del proceso económico - social. Max Weber documentó la forma en que la teología calvinista incentivaba el éxito en el trabajo y en la acumulación de capital; cómo los sermones de los predicadores ejercen el control social y la influencia en las conciencias a través de la comunicación religiosa. Caracterizó esa afinidad en la figura puritana del “ascetismo mundano”, en el estilo de vida, social, económico y político del burgués religioso - puritano. El ascetismo moral entrañaba varias obligaciones importantes. El trabajo era la primera. La pereza, la ociosidad, la holgazanería constituían los mayores pecados, por tratarse de una negativa a participar en la edificación del Reino de Dios. La idea de “vocación” resultó capital en el pensamiento calvinista. Por lo tanto, para los calvinistas el trabajo no era un mal necesario ni un castigo inherente a una falta, sino que constituía la contribución positiva y necesaria del hombre a la manifestación de la Gloria de Dios. No era suficiente sólo con trabajar, sino que el trabajo debía estar bien hecho y servir a fines útiles, es decir que fuese realmente productivo. Debía ser continuo, el hombre debía trabajar toda la vida, sin pausa ni descanso. El creyente debía llevar una vida austera. Debía evitar el lujo, la prodigalidad y la avaricia. No debía acumular, sino invertir en otra actividad productiva. A Weber no le interesaba simplemente describir este sistema ético, sino también explicar sus derivaciones: el nacimiento del espíritu del 102 CAPÍTULO 3: El contexto socio-cultural capitalismo. Pensaba que el protestantismo -y en particular el calvinismofue crucial para el nacimiento del espíritu capitalista. Aunque el calvinismo ya no fuera después imprescindible para la perpetuación de dicho sistema económico. De hecho, el capitalismo moderno, dada su seglaridad, se opone en muchos sentidos al calvinismo y a la religión en particular. El capitalismo de hoy día se ha convertido en una entidad real que combina normas, valores, mercado, dinero y leyes. Se ha vuelto, en términos de Durkheim, en un hecho social que es externo y coercitivo para el individuo. “.. Es bien sabido que el capitalismo reclama, ciertamente, la existencia de una población sobreabundante requerida para su desenvolvimiento, a la cual pueda utilizar en calidad de alquilada, por un costo poco estimativo en el mercado laboral. Sin embargo, un ejército de reserva, excesivamente nutrido, puede favorecer, claro está, su extensión relativa a la cantidad, particularmente el paso a sistemas de industria que optan por el trabajo intensivo. Trabajo barato no debe confundirse con salario inferior” (Weber, 1979: 32-33). “El ideal de la vida” de la moderna sociedad burguesa, el concepto de que el trabajo es un medio del que se vale la racionalización del aprovisionamiento de bienes materiales para la humanidad, ha existido siempre en la mente de quienes representan el “espíritu capitalista” como uno de los objetivos que han señalado directrices a su actividad” (Weber, 1979: 46). “...El racionalismo es una idea histórica, que incluye un sinfín de contradicciones, y nos es necesario investigar qué espíritu engendró aquella forma concreta del pensamiento y la vida “racional” de la cual procede la idea de “profesión” y la consagración tan abnegada 103 CAPÍTULO 3: El contexto socio-cultural (aparentemente tan irracional visto con el propio interés eudemonístico) a la actividad profesional, que sigue siendo por igual uno de los factores peculiares de nuestra civilización capitalista. Nuestro interés reside, precisamente, en este factor irracional que se oculta en aquél y en toda idea de “profesión” (Weber, 1979: 47). Los calvinistas no trataban conscientemente de crear un sistema capitalista. Según Weber, el capitalismo fue una consecuencia imprevista de la ética protestante. “..En los tiempos modernos el hecho de que el trabajador considere su actividad como profesión, es una característica tan natural como lo es la que corresponde al concepto del enriquecimiento para el empresario” y continúa diciendo “...el espíritu ascético del cristianismo fue el que originó uno de los factores que intervinieron, a su vez, al nacimiento del moderno espíritu capitalista y hasta de la propia civilización de hoy día, la racionalización del comportamiento en base al concepto de la profesión” (Weber, 1979: 110-111). 3.4.- EL PODER EN LAS RELACIONES ECONOMICAS No se puede dejar de tratar el tema de las relaciones de poder, pues es una parte de los orígenes de los diferentes conflictos que se han desarrollado en el seno de los ámbitos laborales a lo largo de la Historia y que han dado lugar a diferentes cambios sociales y también individuales, como se verá. Para ello continuaremos con Weber en su obra Economía 104 CAPÍTULO 3: El contexto socio-cultural y Sociedad (obra póstuma 1909-1922), en la cual el punto central del análisis girará en torno a las relaciones poder – economía. Max Weber dirá: “Todo ordenamiento jurídico influye directamente en virtud de su estructura, sobre la distribución del poder dentro de la comunidad respectiva y ello si se trata de poder económico como de cualquier otro”, “…el poder no es ambicionado sólo para fines de enriquecimiento económico. Pues el poder, inclusive el económico, puede ser valorado por sí mismo y con gran frecuencia la aspiración a causa de él es motivada también por el honor social que produce” (Weber, 1964: 682-683). Reconocerá así que, por lo general, el enriquecimiento suele ser una consecuencia del poder y también uno de los principales medios de que se vale el poder para su mantenimiento. Weber afirmaba que el proceso complejo de racionalización, tanto en la fábrica como en cualquier otra parte, y sobre todo en la máquina burocrática del Estado, corre paralelo a la centralización de los medios materiales de organización en manos del señor. Por tanto, la disciplina actúa inexorablemente sobre áreas cada vez más amplias, al mismo tiempo que se racionaliza crecientemente la satisfacción de las necesidades políticas y económicas. Este fenómeno universal restringe cada vez más la importancia del carisma y de las conductas individuales diferenciadas (Weber, M., 1964:736-737). El aparato administrativo se caracteriza por el hecho de que se trata de personas remuneradas en función principal y con sueldos fijos: funcionarios. Los funcionarios lo son en virtud de un "contrato" después de un proceso de selección de acuerdo a criterios sobre las cualidades 105 CAPÍTULO 3: El contexto socio-cultural requeridas para el desempeño de sus tareas o funciones. El contrato les asegura un futuro económico generalmente de por vida. Las tareas que se les asignan constituyen su profesión principal, deben ejercerlas en tiempos fijados y en espacios determinados. Por otra parte, el desarrollo personal profesional sigue unas determinadas pautas de promoción y ascenso por escalones jerárquicos. Se encuentran sometidos al mismo tiempo a una disciplina y control unificados jerárquicamente. Los jefes (ministros, directores generales, pero también empresarios) llegan en cambio a sus puestos por otras razones: elección, designación de sucesor, propiedad sobre los medios de capital, etc. En realidad no son ya "funcionarios", pero sí deben obedecer a un "orden" previamente establecido cuando ejercen sus competencias para dar órdenes. En realidad, la empresa y la burocracia del funcionariado no ofrecen las mismas características, pero en la definición weberiana la mayoría de los actuales managers son considerados realmente "funcionarios". Donde un sistema de economía privada ofrezca rasgos similares a los descritos, se tratará también de un orden burocrático tendencial. Existen, según Weber, funcionarios públicos y privados. Muchos de los directivos, ejercen funciones similares en contextos muy parecidos a los de la administración pública, y la "autoridad" con que ejercen su cargo es realmente de carácter legal normativo (aunque no con el respaldo de las leyes estatales, sino sólo con el de los principios organizativos de una empresa). Los trabajadores que no entran en el aparato administrativo, y que realmente cuentan con un nivel mucho más bajo de seguridad laboral, no serían en cambio miembros de un aparato burocrático. Podría decirse que 106 CAPÍTULO 3: El contexto socio-cultural Weber iguala a "funcionarios" (públicos) y "empleados" (de empresas privadas), pero no a los trabajadores u obreros. Los miembros del aparato administrativo se reparten las competencias de mando y detentan también el "derecho de representar" al sistema organizado ante otros grupos internos o externos de intereses. Ellos constituyen así “la organización" (en sentido weberiano): Una organización implica que un grupo de personas habituadas a la obediencia ante los mandatos de los dirigentes, gracias a participar en el dominio, y en las ventajas derivadas de su existencia, interesadas personalmente en la estabilidad de dicho sistema, se mantienen permanentemente a disposición del conjunto y participan en el ejercicio de los poderes de mando y coacción que ayudan al mantenimiento del dominio del sistema (organización). En general un ordenamiento administrativo comprenderá reglas sobre los comportamientos, tanto del aparato administrativo como de los miembros del sistema ante éste. El aparato administrativo burocrático se distingue en concreto de otros sistemas de organización por seguir las siguientes condiciones estructurales: a) Existe un reparto bien definido de las actividades necesarias (división del trabajo). b) Existe una jerarquía de cargos: es decir, un sistema estructurado de subordinación en el que los elementos superiores 107 CAPÍTULO 3: El contexto socio-cultural deben supervisar y regular a los inferiores para lograr una concertación entre los distintos campos de tareas creados. Los medios de coacción para garantía externa del orden en el sistema, están regulados formalmente. En caso de conflicto entre campos de tareas, o de trasgresión del ámbito de competencias, dirime la instancia de nivel superior. c) El desempeño de los cargos o cumplimiento de tareas se efectúa según reglas más o menos generales y más o menos flexibles, que pueden y deben ser aprendidas por los administradores. d) El cumplimiento de tareas se apoya en objetos escritos o actas, todo proceso queda documentado (Weber, 1964:173-176 y 716722). La racionalidad de una estructura de dominio se mide, en el sistema weberiano, por su aptitud para servir de medio respecto a los fines de la organización social. Pero, para Weber, el modelo racional de organización no garantiza por sí solo la consecución de racionalidad. La racionalidad instrumental se apoya en la racionalidad substantiva: en la realización de ciertos ideales fundamentales, como puede ser el principio de justicia social. Es decir, cuando un colectivo de sujetos de decisión siguen la racionalidad instrumental -según Weber- se está intentando implementar valores que corresponden más al hombre-cultural ("Kulturmensch") que al hombre-de-orden ("Ordnungsmensch"). 108 CAPÍTULO 3: El contexto socio-cultural 3.5.- EL VALOR DEL DINERO La importancia del dinero en una transacción como es el pago por el trabajo realizado y la trascendencia en la existencia de la vida del individuo y de la sociedad en la que vive, es imprescindible de tener en cuenta y por ello se ha realizado una aproximación a la obra de Simmel. En “La Filosofía del Dinero” (1900), al tratar el contexto general del valor, analizó el papel del dinero. En el dominio de la economía, el dinero sirve tanto para crear la distancia de lo que separa al individuo de los objetos como para proveerle de los medios para llegar a ellos. El valor del dinero unido a los objetos, en la economía moderna, los coloca a cierta distancia de los individuos; no los podríamos obtener sin dinero. La dificultad de conseguir el dinero y los objetos, lo hacen más valioso para ellos. Al mismo tiempo, una vez que se ha conseguido el dinero suficiente, tendrían la capacidad de superar la distancia entre ellos y los objetos. Por lo tanto, el dinero cumple tanto la función de crear distancia entre las personas y los objetos, como el de proveer los medios para superar esa distancia. En el proceso de creación de valor, el dinero procura las bases para el desarrollo del mercado, de la economía moderna, de la sociedad moderna (capitalista). El dinero provee de los medios a través de los cuales esas entidades adquieren en sí mismas una vida, que es externa al actor y coercitiva. Simmel afirma que “el dinero ha... desarrollado... las prácticas más objetivas, las normas más lógicas, puramente matemáticas, de la libertad absoluta en cualquier ámbito personal” (Simmel, 1900:128). 109 CAPÍTULO 3: El contexto socio-cultural Simmel no consideraba este proceso de reificación sino como parte de un proceso más general por medio del cual la mente se encarna y se simboliza en los objetos. Estas encarnaciones, estas estructuras simbólicas, llegan a reificarse y vienen a ejercer una fuerza de control sobre los actores. El dinero no sólo ayuda a crear el mundo social reificado, sino que también contribuye a la creciente racionalización de ese mundo social. Esta fue otra de las preocupaciones de Simmel que compartió con Weber. La economía del dinero pone énfasis en los factores cuantitativos más que en los cualitativos. Simmel considera que las transacciones de capital, que llegan a convertirse en una parte importante de la sociedad, y la expansión de estructuras reificadas, eran responsables de la decadencia de la individualidad. Esto forma parte de su argumento general sobre la decadencia de la cultura individual subjetiva frente a la expansión de la cultura objetiva (la tragedia de la cultura): “.... la cultura objetiva, la diversidad y viveza de su contenido, alcanza su punto álgido gracias a la división del trabajo, que condena al individuo que representa y participa de esta cultura a la especialización monótona, a la estrechez y a un crecimiento atrofiado. La totalidad se vuelve tanto más perfecta y armoniosa, cuando menos lo es el individuo” (Simmel, 1900:199). Una sociedad en la que el dinero se convierte en un fin en sí mismo, cuando no en el fin último, tiene diversos efectos negativos sobre los individuos: dos de los más interesantes son el aumento del cinismo y la apatía. 110 CAPÍTULO 3: El contexto socio-cultural El cinismo se produce cuando los aspectos de la vida social, los más elevados y los más bajos, se ponen a la venta, y se reducen a un común denominador: el dinero. Esta reducción de cualquier cosa a un denominador común conduce a la actitud cínica de que todo tiene su precio, de que cualquier cosa se puede comprar o vender en el mercado. La economía del dinero también conduce a una actitud de apatía. Simmel dice: “todas las cosas se perciben con igual insipidez y matiz grisáceo, como sino valiera la pena excitarse ante ellas” (Simmel, 1900:256). La economía pecuniaria lleva a un aumento de la esclavización de las personas. El individuo en el mundo moderno se encuentra atomizado y aislado. Es la reducción de todos los valores humanos a términos pecuniarios, en palabras de Simmel: “la tendencia a reducir el valor del hombre a una expresión monetaria” (Simmel, 1900:356). 3.6.- LA CONCEPCION DEL TRABAJO SEGÚN LA ESTRUCTURA ECONÓMICA Veblen en su obra “La teoría de la clase ociosa”, analizó la estructura económica de su época. Según éste, la lucha de clases, no se desencadenaba entre el capitalismo -como sistema de detentación de los medios productivos- y el conjunto de los asalariados industriales (el "proletariado"), sino entre una clase ociosa, en parte compuesta por especuladores financieros (los "capitalistas"), y las categorías productivas de la población, los asalariados. 111 CAPÍTULO 3: El contexto socio-cultural Para Veblen, Marx era un "neohegeliano romántico" cuya teoría de la lucha de clases, como proceso histórico consciente, está influida por los mecanicistas e igualitaristas ingleses, por Bentham y Ricardo fundamentalmente. A pesar de todo, Veblen no dejará de subrayar aquellos elementos positivos, aunque mal formulados según él, de la teoría marxista del valor-trabajo. Al contemplar incorporado en el valor real de las mercancías, el valor del trabajo humano necesario para fabricarlas (valor = costo en trabajo), dice que el marxismo opera ciertamente sobre una simplificación que desemboca en el error económico de la teoría de la plusvalía, pero provee al análisis de la sociedad de una ética y de un instrumento conceptual más interesante que las interpretaciones liberales del trabajo. Generalmente para los liberales, desde Ricardo, el trabajo es una carga desagradable, una acción ingrata desconectada de cualquier valor. El liberalismo clásico y más tarde los marginalistas se basaron en parámetros mercantiles sobre la base de un esquema de placeres y penas, infravalorando el trabajo al contemplarlo como un instrumento para la obtención de placer y de enriquecimiento, sin concederle otro valor intrínseco. Aún más mecanicista y economicista que el marxismo, la corriente liberal omite los descubrimientos de la biología (por los que Veblen sí se interesaba) que reconocían al trabajo un papel biológico y cultural. La sociedad con una economía liberal, erigida sobre el hedonismo, no puede sino desembocar en una gigantesca crisis de trabajo. El futuro de la sociedad mercantil dará la razón a éste análisis, que considera al hombre como un ser más de acción que de cálculo económico de placeres y penas. 112 CAPÍTULO 3: El contexto socio-cultural El marxismo, en su tendencia a glorificar el trabajo, no molestaba ciertamente a Veblen, puesto que el producto de aquél es el que se produce como consecuencia del despliegue de la vida humana y es parte del poderoso proceso vital. Así, el rechazo marxista del hedonismo y del materialismo burgueses entraría dentro del ámbito de la metafísica: cuestiones como la de la pauperización, la desaparición de las clases y del Estado, el milenarismo de la razón dialéctica, etc. Desde el punto de vista de Veblen, los trabajadores de todas clases y sean cuales fueren sus funciones, propietarios o no, padecen el dominio de los financieros, de los especuladores, ya sean éstos personas privadas o de las clases funcionariales. Este análisis es, desde luego, aplicable a nuestra civilización, superando el concepto de "finanza" por el de "especulación" ociosa e improductiva, válido tanto para el mundo americano, como para el europeo o el antiguo régimen soviético. Este discurso conforma una crítica sociológica y ética de la burguesía americana, de sus costumbres y de sus ideologías y, por extensión, de la burguesía occidental, como portadora de decadencia y de muerte cultural. El contraste entre el mundo rural y el mundo yankee ilustra la oposición entre el instinto artesano (workmanship) del "hombre trabajador" y el instinto predatorio de quien se aprovecha de lo que otros producen y nunca ha sido capaz de producir. La oposición parece tanto más válida si consideramos la filiación pacifista de Veblen, que asimilaba al depredador con el guerrero, el financiero o el jefe industrial, en quienes veía la versión moderna del combatiente ávido de botines. Al criticar a la sociedad americana y la explotación de las fuerzas productivas por parte de la ociosa clase rica de los financieros, Veblen contrapone dos tipos psicológicos en el seno de la economía occidental: 113 CAPÍTULO 3: El contexto socio-cultural Un primer tipo sería el que sostiene una conciencia utilitaria que reproduciría el sistema y su ideología materialista y hedonista. El segundo tipo, ajeno a la dinámica mercantil y objeto de su desastroso dominio, sería el de los que apuestan por la libre curiosidad (idle curiosity), esto es, los artistas, los inventores, los que arriesgan su propio capital, las personalidades aventureras. Sólo la curiosidad libre camina en el sentido de la evolución biológica; por contra, la civilización liberal, como consecuencia del "despotismo del dinero", la esclerotiza. El aspecto más interesante del pensamiento de Veblen está en el hecho de sustituir la lucha de clases por antagonismos globales que dividen todas las clases. El proletariado no es considerado como trabajador, en la medida en que Veblen denuncia a los sindicatos como instituciones mercantiles y predadoras. Desde esta misma perspectiva, considera que los propietarios y los creadores de industrias o de actividad son poseedores del instinto artesanal, mientras que no pocos funcionarios bien pueden ser englobados dentro de la misma categoría que la de los especuladores: parásitos que tan sólo piensan en sus ventajas, frenando con sus manipulaciones el trabajo de los demás y la fuerza de creación e inventiva de la colectividad. Veblen fue uno de los primeros en denunciar el riesgo de esclerosis como consecuencia del nepotismo introducido en la sociedad industrial, así como en haber advertido seriamente contra el peligro de una economía sometida a las instituciones y a los mecanismos financieros. En su análisis Veblen considera que la verdadera explotación provocada por el capitalismo liberal, era de naturaleza financiera ("capital prestamista") al operar sobre un capital técnico-productivo, "creativo" 114 CAPÍTULO 3: El contexto socio-cultural (agricultura, industria, comercio y transporte). Veblen, además, sostenía que esta oposición tenía más visos de realidad que el abstracto antagonismo entre "capital" y "trabajo", al denunciar los beneficios monetarios del mundo financiero como "enriquecimiento sin motivo" y cuestionar el interés de la estructura bancaria de la economía liberal. La "disipación ostentosa" conduce incluso a la liquidación de cualquier ética social. "El ladrón que se ha enriquecido de una manera desbocada gracias a la rapiña", escribe Veblen, "tiene muchas probabilidades de saltar por encima de las leyes que se aplican a los pequeños estafadores, de gozar de su botín de hombre bien educado". El estilo burgués de vida, vale decir el significado del dinero, es suficiente muy a menudo para formar parte de la sociedad de los parásitos y los bribones. "Esta riqueza, considerada sagrada, extrae su primordial valor de la buena fama que procura cuando se consume con ostentación". Para mantener su superioridad, las categorías sociales dominantes recurren al simbolismo del consumo y del estilo de vida. Las clases medias, fascinadas, tratan de imitarlas y se ven incapacitadas para contestar al sistema, y así, de esa manera, el consumo masificado, fundamento de la economía mercantil, puede perpetuarse aunque no se ajuste a necesidad fisiológica alguna. El término ‘ocio’ tal como aquí se emplea, no comporta indolencia o quietud. Significa pasar el tiempo sin hacer nada productivo: 1) por un sentido de la indignidad del trabajo productivo, y 2) como demostración de una capacidad pecuniaria que permite una vida de ociosidad. (Veblen, 2004:51). 115 CAPÍTULO 3: El contexto socio-cultural 3.7.- EL HOMBRE MERCANCIA Según el punto de vista de Erich Fromm, los tipos específicos de personalidad tienen que ver con pautas socioeconómicas concretas. Esto significaba romper con las teorías biologicistas de la personalidad, para considerar a los seres humanos más bien como fruto de su cultura. En su momento Fromm alertó que, si la sociedad continuaba por ese camino, crecería la enajenación y la proliferación de seres humanos robotizados, ajustados, hombres verticales y superespecializados en nada. La tesis de Erich Fromm, en ¿Tener o ser?, sostienen que en la sociedad industrial el hombre se ha habituado a vivir en la premisa de que “quien no tiene, no es”. Fromm dice que “los datos empíricos, antropológicos y psicoanalíticos, tienden a demostrar que tener y ser son dos modos fundamentales de la experiencia, las fuerzas que determinan la diferencia entre los caracteres de los individuos y los diversos tipos de caracteres sociales” (Fromm, 1978:33-34). Este autor construye una crítica a las sociedades occidentales, a la vez que intenta ofrecer al individuo posibles vías de escape a la instrumentalización a la que le somete la sociedad. “No basta la capacidad y las facultades para desempeñar una tarea dada; para tener éxito se debe ser capaz de imponer la personalidad en competencia con otros” (Fromm, 1978:143). 116 CAPÍTULO 3: El contexto socio-cultural En la sociedad mercantil, en la que todo se ve influenciado e impregnado por las reglas del mercado, lo importante es que el producto venda. Por lo tanto, lo de menos es el producto en sí, lo de más es la imagen que éste tenga, lo atrayente que sea. Lo de menos es el “valor de uso”, lo de más es el “valor de cambio” y por lo tanto de mercado. Lo llamó “el carácter mercantil” porque se basa en considerarse como una mercancía, y el propio valor no como un “valor de uso” sino como un “valor de cambio”. El ser humano se convierte en mercancía en “el mercado de personalidades”. El principio de evaluación es el mismo en el mercado de personalidades y en el de mercancías: en uno, la personalidad se ofrece en venta; en el otro, las mercancías” (Fromm, 1978: 142). Fronm sigue diciendo: “...Si para ganarse la vida se pudiera depender de lo que se sabe y lo que se puede hacer, la propia estima estaría en proporción con la propia capacidad...., pero como el éxito depende en gran medida de cómo se vende la personalidad, el individuo se concibe como mercancía” (Fromm, 1978: 143). Por lo tanto, sólo cabe decir de ese tipo de individuos, que su personalidad es moldeable, modificable según las preferencias del mercado o del jefe de turno: “Yo soy como tú me deseas”. En relación a lo anterior, él comenta: “la supremacía del pensamiento manipulador, cerebral, aparece con una atrofia de la vida emocional. Como las emociones no se cultivan ni se necesitan, sino que constituyen un estorbo para el funcionamiento óptimo, permanecen sin desarrollo... Pueden sentirse atraídos por “la gente emotiva”, pero debido a su ingenuidad a menudo no pueden juzgar si la gente es genuina o falsa. 117 CAPÍTULO 3: El contexto socio-cultural Esto puede explicar por qué muchos farsantes logran éxito” (Fromm, 1978:145). Al margen de ese pesimismo que parece traslucir, en realidad él planteaba la esperanza y confiaba en las reacciones de los seres humanos contra esta enajenación propia de la sociedad de consumo. Fromm argumentaba: “La meta del carácter mercantil es la adaptación completa, ser deseable en todas las condiciones del mercado de personalidades. Las personas con carácter mercantil no tienen ego (como lo tenía la gente del siglo XIX)” (Fromm, 1978:143). 3.8.- AL CRISOL DE LOS VALORES A continuación se realiza una síntesis aproximativa de los valores predominantes que van surgiendo a lo largo de todo ese tiempo y que, a pesar de haberse producido una serie de cambios en el mundo del trabajo, muchos de ellos se han ido manteniendo o adecuándose a cada momento histórico. El trabajo se convierte en la actividad fundamental del individuo, crea el valor y la riqueza, supone una relación con los demás. Domina la naturaleza y es un deber social, es el medio principal de contribución y vinculación social. Como dice A. Antón (2000), estas ideas básicas son comunes a las corrientes cristianas liberales y marxistas. La aportación protestante puso el acento en la vocación, en la profesión, en el trabajo metódico, impulsando un gran cambio de mentalidad en la sociedad del siglo XVII y XVIII y que en determinados aspectos, quedó formando parte 118 CAPÍTULO 3: El contexto socio-cultural de ese imaginario social del que se ha hablado. El trabajo pasa a ser el centro de la vida y de la sociedad, desarrollándose una moral productivista sin freno desde ese momento. Pero fue durante el siglo XIX cuando la economía, la disciplina y la subordinación del trabajo se convierten en los fundamentos de la sociedad. El trabajo pasa a ser valorado como la realización de la esencia humana. Surge en plenitud el trabajo asalariado, sometido a un contrato como nos dice Weber, y con él la dependencia económica -un trabajador cuyo medio principal o único de ingresos es su trabajo-, estipulándose un intercambio de trabajo por dinero y bajo las órdenes de otro, el cual establece la organización del mismo. El trabajador asalariado se coloca bajo la dirección y supervisión del empleador. Como afirma Simmel, el dinero contribuye a una creciente racionalización de ese mundo social. La dificultad de conseguir el dinero y los objetos a través de él, lo hacen más valioso. En las sociedades en las que el dinero se convierte en un fin en si mismo, tiene efectos negativos sobre los individuos. El dicho de “Tanto tienes, tanto vales”, estaría aquí de total actualidad. Desde el punto de vista de Veblen, los trabajadores de todas clases padecen el dominio de los especuladores y de los financieros. Siguiendo a este autor se podría decir que las categorías dominantes recurren al simbolismo del consumo y del estilo de vida, las clases medias tratan de imitarlas y se ven incapacitadas para contestar al sistema. 119 CAPÍTULO 3: El contexto socio-cultural Para finalizar, una referencia a Fromm que habla del carácter mercantil y la introyección del mismo en la personalidad del ser humano. En su siguiente frase, lo describe sintéticamente: “La meta del carácter mercantil es la adaptación completa, ser deseable en todas las condiciones del mercado de personalidades. Las personas con carácter mercantil no tienen ego (como lo tenía la gente del siglo XIX)” (Fromm, 1978:143). 120 CAPÍTULO 4: LA CULTURA DEL TRABAJO CAPÍTULO 4: La cultura del trabajo 4.1.- LA ORGANIZACIÓN DEL TRABAJO Durante la llamada Revolución Industrial se transformó radicalmente la forma de trabajar que hasta entonces conocía el mundo. Por primera vez en la Historia, se agruparon trabajadores en torno a un “proceso” de fabricación. El trabajo humano se consideró casi como una prolongación de la máquina, de la tecnología instalada. Era mejor el trabajo en tanto mejor se adaptara a los ritmos y restricciones ergonómicas de la planta industrial. Su objetivo era eliminar los movimientos inútiles y establecer por medio de cronómetros el tiempo necesario para realizar cada tarea específica. A este método, como ya se ha visto, se lo llamó organización científica del trabajo o taylorismo. En el siglo XIX, se asumió el aporte humano como una aplicación subordinada de músculos y esfuerzos físicos rutinarios, sin más reparos, totalmente determinada por los tiempos necesarios para producir que nacían de la rapidez y demás características propias de la tecnología disponible en ese momento. 123 CAPÍTULO 4: La cultura del trabajo El concepto de “productividad” adquirió inusitada importancia y la influencia del trabajo en la productividad condujo a Taylor15 a diseñar su sistema de administración basado en sus principios “científicos”. El paradigma de organización del trabajo taylorista se fundamentó en la división sucesiva del proceso, sus tareas y obligaciones, hasta sus elementos más sencillos, apuntando a disminuir el tiempo requerido para desempeñar tales tareas a partir de una dosis de especialización y concentración absoluta. De este modo, la especialización en un limitado número de tareas y la subsiguiente destreza para realizarlas repetidamente, aunada a la extraordinaria economía de tiempos que se lograba al reducir los desplazamientos de los operarios, dieron como resultado crecimientos hasta entonces inimaginados en cuanto a la cantidad de producto obtenido con el mismo número de recursos. Ello desembocó no sólo en la reducción en el precio del producto final, sino que además exacerbó las exigencias laborales a un máximo de destreza carente de contenido. Realmente en la práctica, la aplicación del sistema de Taylor provocó una baja en los costos de producción porque significó una reducción de los salarios. Para estimular a los obreros a incrementar la producción, muchas empresas disminuyeron el salario pagado por cada pieza. Hacia 1912 y 1913 se produjeron numerosas huelgas en contra de la utilización del sistema de Taylor. Pero, para que el sistema ideado por Taylor funcionara correctamente era imprescindible que los trabajadores estuvieran supervisados en sus 15 Taylor, Frederick W. (1880), ingeniero inglés que estudió a fondo la forma de elevar la productividad del trabajo. 124 CAPÍTULO 4: La cultura del trabajo tareas. Así se conformó un grupo especial de empleados, encargados de la supervisión, organización y dirección del trabajo fabril. Quedaba atrás, definitivamente, la época en que el artesano podía decidir cuánto tiempo le dedicaba a producir una pieza, según su propio criterio de calidad. Ahora, el ritmo de trabajo y el control del tiempo de las tareas del trabajador estaban sujetos a las necesidades de la competencia en el mercado. Más adelante, en el contexto socioeconómico en que quedó el mundo tras de la II Guerra Mundial, se generaliza en los países industrializados un nuevo modelo organizativo de la producción: el fordismo (Coriat, 1982). Originalmente surgido en Estados Unidos, saltando más tarde a Europa, está basado en la producción en masa para un consumo de masas: para producir mucho, hace falta consumir mucho. Para eso era necesario que los obreros fueran a su vez consumidores. Esto representaba una vía para integrar psicológica y financieramente a la clase obrera en el funcionamiento del Capitalismo, como trabajadores-productores y como clientes-consumidores. El fordismo supuso un avance en relación al modelo de organización taylorista, al cual completa, complementa y desarrolla, hasta llegar a diferenciarse. El fordismo constituye a la vez una filosofía de la actividad económica y un sistema de organización de la empresa, que se fundamentan a la vez en la producción industrial como eje y en el consumo. Henri Ford tuvo la "visión" de un nuevo modelo de sociedad: la sociedad caracterizada por la producción en masa y el consumo en masa. Si sus obreros ganaban el doble de la media normal entonces, también podrían 125 CAPÍTULO 4: La cultura del trabajo consumir el doble. Y Ford cree que ese modelo deberá difundirse en todo el mundo empresarial. Así, el sistema se autoalimentará hacia el crecimiento en una espiral indefinida. La sociedad "consumista" comienza de esta manera su carrera todavía no interrumpida. De hecho el llamado "decenio glorioso" (1920-29) supuso tasas de crecimiento en los países industriales de más del 5%. No obstante, la crisis de 1929-33 supondría un serio revés a ese sueño de expansión autoalimentada por el propio sistema de producción y consumo. Para llegar a elaborar su sistema, Ford no comenzó con reflexiones teóricas sobre la optimización del trabajo, sino que tuvo que resolver el problema práctico de trabajar con personas de mínima formación (analfabetos funcionales), es decir, sin cualificación para un trabajo técnico. No empobreció pues conscientemente el trabajo, como se le reprocha en la tesis de Braverman, sino que hizo de la necesidad virtud y convirtió la falta de preparación en una ventaja competitiva al aplicar la división/especialización del trabajo, asignando mínimas tareas a cada operario. En plan de caricatura, pero conservando los rasgos fisonómicos del sistema, debe citarse el film de Chaplin "Tiempos Modernos" en que se muestra hasta dónde puede llegar el sistema llevado a sus últimas consecuencias. La atomización del trabajo implicada en este sistema representa un claro proceso de simplificación de tareas, lo que a su vez supone que el trabajador necesite cada vez menores cualificaciones generales. El Pacto Social tras la II Guerra Mundial, que posibilitó la implantación en toda Europa del Estado de Bienestar y las políticas socialdemócratas keynesianas (factor fundamental complementario de la producción fordista), 126 CAPÍTULO 4: La cultura del trabajo fue fruto del dialogo entre los agentes sociales (Organizaciones empresariales y Sindicatos) y el intervencionismo del Estado. En ese Pacto Social, probablemente, influyó también el temor de los detentadores del poder económico respecto al ejemplo referencial que los países comunistas ofrecían para un Movimiento Obrero europeo básicamente revolucionario, siendo aprovechado por éste para posibilitar conquistas sociales, como trabajadores y como ciudadanos, mediante el propio Pacto y mediante la acción política de los Partidos Socialdemócratas, fundamentalmente, aunque la persistencia de esta práctica en los países democráticos llegara a consolidarse y ser tan habitual como para que los propios Partidos Conservadores la respetasen. El Pacto Social supone el abandono por la izquierda política y sindical de los planteamientos revolucionarios y la transformación de su práctica hacia el reformismo. Se produce así un efecto de integración de la clase obrera en el Sistema Social al dejar de poner en cuestión la forma de Estado, pero también supone una mejora en sus condiciones de vida como ciudadanos y una seguridad en las relaciones laborales a través del gasto social (Servicios Sociales y Seguridad Social) y la legislación sobre las condiciones de trabajo (regulación de importantes temas como la jornada máxima legal, los tiempos de descanso y otros). El sistema de producción de Toyota ( Coriat, 1993) fue aplicado en Japón durante el largo período de crecimiento que sucedió a la II Guerra Mundial, y allí alcanzaría su auge a partir de la década de los años sesenta. El sistema Toyota se basa esencialmente en dos grandes pilares: la innovación en la gestión del trabajo en los talleres y en los mecanismos de control interno de la empresa. 127 CAPÍTULO 4: La cultura del trabajo En relación con la gestión del trabajo, las novedades del sistema se basan en el procedimiento llamado "justo-a-tiempo" (just-in-time), en la utilización del "kanban" y en el principio de organizar el trabajo con estándares flexibles y tiempos compartidos. Frente a los sistemas de producción en serie basados en el método de empuje de la cadena de montaje, el sistema de producción de Toyota es un método de extracción que tiene como objetivo fundamental incrementar técnicamente la eficacia de la producción eliminando radicalmente tanto las pérdidas como el excedente. Para lograr estos objetivos el sistema se sustenta en dos pilares básicos: el "Justo-atiempo" y la autonomización, o "automatización con un toque humano" en palabras de Ohno (su inspirador). "Justo-a-tiempo" significa que, en un proceso continuo, las piezas necesarias para el montaje deben incorporarse a la cadena justo en el momento y en la cantidad en que se necesitan. En la secuencia de montaje, el último proceso se dirige al primero para retirar la cantidad de piezas necesarias en el momento en el que son necesitadas. De esta manera se evita que un proceso envíe sus productos al siguiente sin tener en cuenta las necesidades de producción del mismo. La finalidad que se persigue con la instauración de este sistema es la aproximación a un stock nulo, considerando esta situación desde el punto de vista de la gestión industrial como una situación ideal, que permite la eliminación de los costes derivados del almacenamiento y conservación de los mismos. 128 CAPÍTULO 4: La cultura del trabajo Por último, el sistema se complementa con un conjunto complejo e innovador de protocolos y un mecanismo de control que se aplican tanto en el interior de la empresa (relativos a las condiciones de empleo, de salarios y de incentivos internos en general), como a otras empresas (en relación con el tipo de subcontratación, de distribución del valor añadido y la participación del subcontratista en los resultados de la innovación e incluso en el beneficio). En suma, el sistema Toyota se concibe como un sistema de producción y de organización que facilita la reducción de costes, el incremento de la productividad y la obtención de economías de escala gracias a la flexibilización y, además, la consecución de economías de variedad gracias también a la flexibilización y a que ésta permite un control de la calidad más riguroso, así como llevar a cabo una estrategia (fundamental en situaciones de demanda deprimida) de diferenciación no sólo de precios sino, sobre todo, de productos. Naturalmente, esto le caracteriza como un sistema altamente efectivo para hacer frente con éxito a un contexto de mercados inciertos y diferenciados. Sin embargo, las cuestiones más interesantes que plantea el sistema de producción Toyota surgen al analizarlo en relación con los sistemas de producción en serie, y en particular con el fordismo entendido éste como paradigma de la producción y venta en serie, todo ello en el contexto de la crisis económica de los años setenta y de las salidas a la misma. Cuando las políticas expansivas de demanda, lejos de proporcionar estabilidad y crecimiento, comienzan a ser insuficientes para dar salida al excedente productivo generado y contribuyen, por el contrario, al déficit público y a la desarticulación de la oferta productiva. 129 CAPÍTULO 4: La cultura del trabajo El consenso social resultó igualmente quebrado desde finales de los años sesenta, cuando se produce lo que Bowles, Gordon y Weisskopt (1989) han llamado la "rebelión de los trabajadores en las fábricas". Cuando los precios se elevan y se reduce el poder adquisitivo de los salarios, cuando la pauta de consumo se debilita y cuando las empresas ya no disfrutan de incrementos en la productividad que compensen los mayores costes que deben soportar, no hay razón alguna para que los asalariados respeten el régimen fordista. De hecho, la principal reivindicación de las clases obreras y desencadenante del proceso de luchas sociales acaecido desde finales de los sesenta será la propia organización fordista del trabajo. Los asalariados se quejan de la descualificación y alienación a la que se ven sometidos en los centros de trabajo y apoyados en la creciente fuerza de los sindicatos comenzarán un movimiento generalizado de rechazo al sistema que culminará con el agotamiento del modelo fordista en los años setenta. De esta manera se quebraba uno de los presupuestos básicos necesarios para la rentabilidad de la producción en serie, como es la estabilidad del mercado, puesto que, como señalan Piore y Sabel (1990:33), la condición necesaria para que tenga éxito la producción en serie son los intereses políticamente definidos de los productores y los consumidores y no la lógica de la eficiencia industrial, de forma que cuando éstos divergen, el esquema de regulación fordista se convierte tan sólo en una fuente de conflictos laborales y sociales. El sistema Toyota apuesta por realzar el valor del trabajo de cara a los trabajadores, de manera que éstos puedan combinar las habilidades individuales con el trabajo en equipo, mediante la instauración de sistemas de producción en los que cada trabajador puede asumir las tareas encomendadas a otros miembros, buscando de esta forma una 130 CAPÍTULO 4: La cultura del trabajo polivalencia de los individuos: "En el sistema americano, un operador de torno es siempre un operador de torno y un soldador es siempre un soldador, hasta el final. En el sistema japonés, un operario tiene un amplio abanico de posibilidades. Puede trabajar con un torno, manejar una perforadora y hacer funcionar una fresadora. ¿Quién puede decir qué sistema es mejor?"(Ohno, 1991:41). Este sistema de producción, en lugar de optar por la fabricación en serie de grandes cantidades de pocos productos, se inclina hacia la producción de tipos múltiples pero en pequeñas cantidades, de modo que puedan satisfacer la diversidad de gustos de los consumidores (“reposición en la estantería del supermercado”, según la demanda real); es esta diversidad en el consumo la que insta a perseguir la flexibilidad en el proceso productivo, buscando agilizar la respuesta ante las variaciones en el mercado. Y esta exigencia obliga a buscar la versatilidad de la maquinaria empleada para que pueda ser adaptada a la fabricación de las distintas variantes del producto, así como la polivalencia de los trabajadores en sus puestos. 4.2.- SITUACIÓN ACTUAL DEL TRABAJO ASALARIADO 4.2.1.- DE QUÉ MODELO DE TRABAJO PARTIMOS La concepción del trabajo, hasta no hace mucho, ha sido el producto de las aportaciones realizadas a lo largo de casi 200 años, encontrandose afirmaciones como que el ejercicio de un trabajo es hoy en día la condición principal para pertenecer a la sociedad, el factor de identidad esencial, o que las personas carentes de trabajo se encuentran al mismo 131 CAPÍTULO 4: La cultura del trabajo tiempo desposeídas de todo, o que el trabajo es la única actividad colectiva, ya que el resto pertenece a la esfera privada. La dinámica institucional, por tanto, era asimilar el concepto de bienestar al concepto de seguridad laboral como producto normativo del proyecto moderno. La sociedad moderna, como sociedad del bienestar, se acababa representando como un proyecto colectivo de seguridad económica, en el que el mundo laboral se diseña jurídicamente y actúa por sí mismo como un espacio de identificación de la ausencia de riesgo. La idea de progreso, que se venía arrastrando desde el proyecto ilustrado, se acababa concentrando en la obligación estatal e institucional de generar una ciudadanía segura que armonizase los requerimientos del avance tecnológico -y de la ganancia mercantil- con la posibilidad de reparto de rentas -y de riesgos- de un sistema económico en expansión, pero regulado social y democráticamente (Alonso,L,1999). 4.2.2.- EL CONCEPTO DE TRABAJO DECENTE. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha definido el trabajo decente como trabajo productivo en condiciones de libertad, equidad, seguridad y dignidad, en el cual los derechos son protegidos y que cuenta con remuneración adecuada y protección social16. En este documento del Director General de la OIT de 1999, se reflejan así los conceptos en torno al trabajo decente: 16 OIT. Memoria del Director General sobre el Trabajo Decente, Junio 1999. 132 CAPÍTULO 4: La cultura del trabajo Por trabajo decente se entiende el trabajo que se realiza en condiciones de libertad, equidad, seguridad y dignidad humana. Trabajo productivo en el cual los derechos son respetados, con seguridad y protección y con la posibilidad de participación en las decisiones que afectan a los trabajadores. Lo cierto es que el pasado inmediato es “laborocentrista”. El trabajo constituye el centro de la vida, tiene un significado de seguridad en el éxito personal, de justificación del bienestar que legitima un consumo incesante. El encontrar un trabajo fijo, la vocación profesional, etc., se convierte en algo esencial. En nuestro país, las personas que se incorporaron al mercado laboral a principios de los años sesenta protagonizaron un período de inusitado desarrollo. Ese “milagro” español fue posible gracias al desenvolvimiento de una notable “ética del trabajo” que llevo a acumular esfuerzos educativos, horas de trabajo y una general disposición de emulación y competitividad. Pero esto, en el plazo de unos 20 o 30 años, se modifica, produciéndose un cambio en los valores predominantes (De Miguel, A., 1990: 211). Esa generación ha construido su sentido de ciudadanía en base a la inserción laboral. En una vida laboral caracterizada por largas trayectorias estables, prácticamente en torno a un único empleo y hasta la jubilación, teniendo la antigüedad en el puesto de trabajo un valor promocional. Por lo tanto, las características del trabajo en ese momento eran trabajo continuado, a tiempo completo y de duración indefinida. 133 CAPÍTULO 4: La cultura del trabajo El inicio del Ciclo Laboral empezaba a partir de la finalización de los estudios (fin de la formación), entre los 14 y los 21 años. La promoción estaba ligada a la experiencia (antigüedad en el puesto u oficio). La trayectoria finalizaba con la jubilación obligatoria a una edad fija y prevista con anterioridad. Educación, producción y retiro se sucedían en el tiempo. La juventud y la educación; la adultéz y la producción; finalmente la jubilación o inactividad. El ciclo de la vida estaba organizado en torno al trabajo, como factor de identidad y de reconocimiento social (Meda, D., 1998). En esta trayectoria, la entrada y salida del mercado de trabajo se realiza de una forma armoniosa: Los jóvenes de reciente incorporación se iban formando en el interior de la empresa en puestos de aprendizaje y dentro de un marco contractual asegurado. Los puestos suaves permitían administrar el envejecimiento. En el caso de los empleados mayores, se tenía prevista la protección de los empleos (en caso de despido el último contratado era el primero en salir). Los estereotipos sociales valorados son: unidad, estabilidad y compromiso a largo plazo, tanto en la vida privada (amor, matrimonio, familia) como laboral (contrato, oficio, empresa). Los valores de la vocación profesional, como una manifestación del amor por el tipo de trabajo, la fidelidad a la empresa, como parte de la familia laboral, la unidad y solidaridad entre los compañeros de trabajo, son los prevalentes en esta generación y se trasmite a las siguientes. Este modelo laboral o asalariado se da en un marco de ampliación de las garantías del Estado de Bienestar, donde se regulan el abanico salarial, las prestaciones sociales, el reconocimiento de riesgos sociales (el desempleo, la enfermedad, la vejez,..). 134 CAPÍTULO 4: La cultura del trabajo Esta cultura, que impregna toda la vida, está basada en una seguridad futura, con un sentido de esperanza en el porvenir, en un sentido del tiempo como forma progresiva, normalizada y normatizada, con un orden establecido. Es algo que parece que está controlado y es controlable. Esa concepción se ha mantenido, no sólo en la época del pleno empleo sino incluso en los peores momentos económicos, en los que las empresas han recurrido a realizar determinados ajustes y los trabajadores los han sufrido. 4.2.2.- MODELO ACTUAL DEL TRABAJO Desde los años 1980-1990, se empieza a fraguar una filosofía con tintes catastrofistas, es el fin de casi todo: el fin de las ideologías, el fin del trabajo asalariado, el fin del mundo (que se anunciaba para el año 2000). En España, durante esa década de los noventa se produjeron una serie de modificaciones de la legislación laboral y de protección social. En el ámbito de la contratación, aparece un sin fin de modalidades de contratos que hasta no hacía mucho no existían: a tiempo parcial, por obra o servicios, por acumulación de tareas, por sustitución, etc. Las subvenciones a las empresas para la contratación y para prejubilaciones aumentan en cantidad y en modalidad, según dicen con el objetivo de ayudar a las empresas a que flexibilicen sus plantillas y se 135 CAPÍTULO 4: La cultura del trabajo hagan más competitivas. El recurso a las subcontratas aumentan por parte de las empresas mayores. Se legisla sobre la movilidad funcional y geográfica con una finalidad y se aplica con otra, generando una total inseguridad y ausencia de perspectivas de futuro. Se empieza a hablar con insistencia de competitividad, de productividad y de calidad, muchas veces incluso fuera de contexto. Frecuentemente estos términos son utilizados realmente para reducir salarios, para realizar despidos de los más antiguos, para romper la estructura del salario buscando un mayor poder coactivo, etc. La jornada y el horario laboral se ven alterados, fraccionados en formas diversas, en muchas ocasiones aumentado, desaparece la nítida separación entre tiempo de trabajo y tiempo libre o de ocio. En la protección social se puede hacer referencia (en nuestro país) como botón de muestra al hecho, muy conocido por todos, del famoso decretazo con la intención de implantar el despido libre. Las trabas para conseguir una invalidez aumentan. Igualmente se incrementan los obstáculos y los controles de las bajas por enfermedad. Parecería como que se ha vuelto a la vieja percepción del sistema sanitario como instrumento de control del fraude laboral. Un ejemplo para producir ésta situación la tenemos en la modificación y evolución de las competencias de las Mutuas: 136 CAPÍTULO 4: La cultura del trabajo El R.D. 1993/95, de 7 de diciembre, faculta a las mutuas para cubrir las prestaciones económicas de incapacidad temporal derivadas de enfermedad común y accidente no laboral: No supone coste adicional alguno para la empresa. Se realiza por medio de servicios médicos propios. Colaboran en el seguimiento y control de la enfermedad. La Ley de Acompañamiento de los Presupuestos Generales para 1997 faculta a las mutuas de accidente de trabajo para proponer el alta médica motivada a los médicos de atención primaria. Quedado legitimadas (las mutuas) para promover la iniciación del procedimiento de incapacidad permanente, sin necesidad de agotar el preceptivo periodo de 18 meses. Como esto no era suficiente, posteriormente, se les aumentan sus facultades y se termina por conceder a estas mutuas el poder de decidir directamente sobre las bajas por enfermedad, convirtiéndose en jueces y partes. Son juez y parte porque quien se beneficia de este servicio es la empresa: El R.D. Ley 6/2000, articulo 44, amplía al médico de la Mutua igual proceder para expedir directamente el Alta Médica en los casos de contingencias comunes que gestione la Mutua. De esta forma, el dictamen del médico de Atención Primaria, que se supone neutral en la relación contractual trabajador-empresario, queda relegado. Consecuentemente se sustrae al trabajador una garantía de protección en la contingencia del enfermar y en la recuperación de la salud. 137 CAPÍTULO 4: La cultura del trabajo Por otro lado, se fomentan los planes de jubilación privados (con un fuerte bombardeo publicitario) ante la presunta incertidumbre de la no garantía de una pensión digna por parte del Sistema Público, para lo cual se ha estado cotizando toda la vida laboral. Los presupuestos para ayudas sociales se congelan. Vemos cómo aumenta la proporcionalidad de las contrataciones en precario, temporales, en un mercado laboral cada vez más desregulado y cómo se realizan cada vez menos contratos indefinidos. Resultaría pertinente reflejar algunas reseñas en relación al Informe de la Comisión de Expertos para el Dialogo Social de fecha 31 de Enero de 2005, puesto que puede ser ilustrativo de la realidad actual del contexto laboral: Los contratos indefinidos no son totalmente estables. De los 6,66 millones de contratos firmados entre 1999 y 2004, se estima que sólo había en vigor 3,55 millones cinco años más tarde. Estas cifras coinciden con los estudios de duración de los contratos indefinidos, realizados con los datos de contratos y prestaciones del Servicio Público de Empleo Estatal (antes INEM). El número de despidos ha aumentado de forma notable en los últimos años. En 2003 y 2004, se puede estimar que hubo más de 400 mil despidos en España, cifra que casi duplica la registrada en 1998. Es cierto que la tendencia alcista se inició en 1999, pero claramente se aceleró en 2002 y 2003, lo que debe ponerse en relación con los despidos realizados al amparo de la Ley 45/2002. 138 CAPÍTULO 4: La cultura del trabajo Las políticas de empleo deberían proteger a los trabajadores, no a los puestos de trabajo. La seguridad del empleo se solía concebir como la posesión de un puesto de trabajo de por vida, en el que no se produjeran modificaciones sustanciales de las condiciones de trabajo y qué estuviera adecuadamente remunerado. Sin embargo, la posibilidad de disponer de un flujo permanente de ingresos laborales no tiene por qué articularse necesariamente a través de un único y permanente puesto de trabajo; además, también puede conseguirse recurriendo a diversas medidas de protección social (prestaciones por desempleo, ayudas para períodos sabáticos de formación o ayudas para la atención a menores o a discapacitados, por ilustrar la idea con ejemplos significativos). Es en este contexto en el que las acciones destinadas a potenciar la ocupabilidad de los trabajadores o a mejorar su adaptabilidad adquieren toda su significación como instrumentos al servicio de la seguridad en el empleo. Ante la evolución reflejada, actualmente la experiencia y la antigüedad laboral, ya no son un medio de promoción sino de estigmatización. De algo caduco. Los adultos no son ya los que preparan el camino para los jóvenes, sino los que lo obstaculizan. Las nuevas reglas del juego son que sólo puede mejorar uno a costa de la pérdida correspondiente de otro. Es la ley de la jungla, en donde todo vale, es la anomía, convirtiéndose la competitividad depredadora en el hacer cotidiano y desapareciendo lo que se llamaba solidaridad entre compañeros de trabajo. 139 CAPÍTULO 4: La cultura del trabajo Las titulaciones académicas se fraccionan, se fragmentan, y aparece una serie de nuevas titulaciones que históricamente se concentraban en el hacer profesional de determinadas titulaciones. Normalmente en su inicio, las nuevas son titulaciones de grados inferiores al anterior, pero muchas, y con la finalidad abaratar los costes salariales y generar una bolsa superior de disponibles en el paro. Entre los objetivos fijados por la Estrategia Europea de Empleo (EEE) se encuentra el que los trabajadores de más de 55 años alcancen el 50 %, de ocupación, en 2010. Cosa ésta que parece difícil, cuando la tasa de actividad de este grupo de edad está disminuyendo de continuo. Según estudios realizados, el aumento de la desocupación de los mayores de 50 años se debe mayoritariamente al hecho de las prejubilaciones; según estimaciones realizadas por el Ministerios de Trabajo y por el Consejo Económico y Social, cada año se prejubilan en nuestro país unos 70.000 trabajadores, de los cuales más de 20.000 corresponden a grandes compañías. Con lo cual, podemos llegar a la conclusión de que el empresario no valora la experiencia de los trabajadores y sí los costes económicos que la antigüedad le supone, utilizando este método para deshacerse de los trabajadores que les representan una mayor carga económica. En la línea de Amando de Miguel (1990, primera edición) cabria decir que en los últimos años noventa vemos que la concepción del trabajo expresada se cuartea, permaneciendo en pie la idea de enriquecerse y de consumir. Los valores del trabajo fijo y la vocación profesional pasan a ser sustituidos por la siguiente idea: la vida es larga y móvil, caben en ella varios empleos y dedicaciones. En una selección o búsqueda de empleo ya no sólo se incluyen los méritos académicos o profesionales, la experiencia laboral, sino los gustos, las aficiones. El trabajo se desplaza a 140 CAPÍTULO 4: La cultura del trabajo los márgenes y lo que hace centro es la fruición de la vida. Es un nuevo hedonismo. La pereza deja de ser un vicio. La ética que predomina no sólo es hedonista y consumista, es también pesimista. Ese mismo autor dice que si la afición al trabajo disminuye y no lo hace la del consumo, la salida no puede ser otra que la de la creciente popularidad de nuevas formas de hacer dinero súbito, espectacular, aunque pueda rozar a veces la ilegalidad y hasta la inmoralidad, extremo que preocupa poco (De Miguel, A,1990 primera edición). Nos vemos así ante una sociedad desesperanzada, insegura, que sólo le cabe vivir la inmediatez, poniéndose de moda la filosofía de disfrutar del momento sin cuestionarse el futuro, ya que el futuro es incierto. Robert Castel en “Las Metamorfosis de la Cuestión Social, una crónica del asalariado” (1997), plantea la tesis de que en estos momentos hay una constante para todos los países occidentales -dominados por la mundialización-, que es su respuesta en una triple vertiente: a. Degradación de las garantías del empleo. Antes, la existencia de diferencias sociales no implicaba precarización alguna. Esas diferencias se podían regular mediante acuerdos, por ejemplo la negociación colectiva. Ahora esas diferencias están desreguladas. b. Por otro lado, la precarización hace que la solidaridad y los acuerdos intergrupos sean más difíciles por la heterogeneidad de los mismos. Eso implica un individualismo negativo. c. Finalmente se produce un nuevo descubrimiento para la sociedad: los inútiles-normales, esos sujetos que ya no son integrables. 141 CAPÍTULO 4: La cultura del trabajo En relación a este tema, habría que comenzar por decir que las sociedades democráticas modernas aspiran a la inserción social de todos sus ciudadanos. Es decir, alcanzar un determinado grado de cohesión social producto de la participación de todos sus miembros en un proyecto colectivo. A su vez, se ha de coincidir con Robert Castel en que el sentimiento de inclusividad moderno de las personas, y más precisamente a partir del período de producción que conocemos como fordista, está directamente relacionada con dos dimensiones: por un lado, la participación en la división social del trabajo y, por otro, la participación en redes de seguridad y protección social. Si se sigue con el planteamiento de este autor, hay que decir que de acuerdo a los comportamientos que asuman estas dimensiones encontramos distintas zonas de vida social, así tenemos una zona de personas incluidas, otra de personas vulnerables, y por último una de desafiliados. De este modo, el equilibrio entre estas distintas zonas sirve como indicador para verificar la cohesión social de una sociedad en un momento determinado. Sin embargo es oportuno aclarar, como lo hace Castel, que en la actualidad lo fundamental es la imposibilidad de marcar límites claros entre cada una de estas zonas; además de que existen otras zonas no tan precisas a través de las cuales se mueven los individuos (Castel, R, 1997:14-16). Para Robert Castel, en la actualidad, se asiste al cuestionamiento del valor trabajo como eje central de las sociedades contemporáneas. Se puede afirmar que el trabajo no constituye en la actualidad una garantía suficiente para el acceso a la seguridad social y a una garantía de renta. El desempleo pasa a ser contemplado como un riesgo específico, dejando 142 CAPÍTULO 4: La cultura del trabajo a los individuos en una situación de desprotección en las relaciones sociales particulares con la sociedad como un todo: “una vez más, la existencia de inútiles para el mundo, sujetos y grupos que se han vuelto supernumerarios ante la actualización en curso de las competencias económicas y sociales” (Castel, R, 1997:22). Esta situación de precariedad laboral se traduce en vulnerabilidad social. En términos de Castel, la vulnerabilidad social es el resultado de una creciente yuxtaposición entre la precariedad económica y la inestabilidad social. La imposibilidad de procurarse un lugar estable en las formas de organización del trabajo, torna frágiles los soportes que garantizan la supervivencia individual pero también debilitan los lazos de reconocimiento social que garantizan la pertenencia a una comunidad (Castel, R,1997:109). En este sentido Castel nos interpela, en tanto miembros de una sociedad, cuando dice: "integrados, vulnerables y desafiliados pertenecen a un mismo conjunto, aunque de unidad problemática. Son las condiciones de constitución y mantenimiento de esta unidad problemática lo que habrá que examinar. Si la redefinición de la eficacia económica y de la pericia social tiene que pagarse poniendo fuera de juego a un 10, un 20, un 30 por ciento o más de la población, ¿se puede seguir hablando de pertenencia a un mismo conjunto social? ¿Cuál es el umbral de tolerancia de una sociedad democrática a lo que yo llamaría, más que exclusión, invalidación social? Es a mi juicio la nueva cuestión social. ¿Qué es posible hacer para reintroducir en el juego social a estas poblaciones invalidadas por la coyuntura, y 143 CAPÍTULO 4: La cultura del trabajo poner fin a una hemorragia de desafiliación que amenaza con dejar exangüe a todo el cuerpo social?" (Castel,1997:23). Planteado este gran interrogante y en estos términos, induce a preguntar ¿qué ocurre con el principio de ciudadanía social si el trabajo pierde su centralidad? La figura del trabajador que había adquirido su reconocimiento social bajo el status de ciudadano con derechos civiles, políticos y sociales en el seno del Estado de Bienestar, hoy se vuelve un "ciudadano precario" al no encontrar un techo a su incertidumbre y a su inseguridad. En este sentido, Castel advierte que si bien es cierto que la cuestión social gira en torno al problema de la exclusión, sin embargo no se debe perder de vista el problema de la vulnerabilidad social: De modo que el problema actual no es sólo el que plantea la constitución de una "periferia precaria" sino también el de la "desestabilización de los estables" (Castel, 1997:413). Castel, finaliza afirmando que: “El poder público es la única instancia capaz de construir puentes entre los dos polos del individualismo, e imponer un mínimo de cohesión social. Las coacciones implacables de la economía ejercen una presión centrífuga creciente. Las antiguas formas de solidaridad están demasiado agotadas,” …“no hay cohesión social sin protección social”. Y termina haciendo una aclaración o puntualización: “Pero este Estado debería ajustar al máximo sus intervenciones, siguiendo las nervaduras del proceso de individualización” (Castel,R, 1997:478). 144 CAPÍTULO 4: La cultura del trabajo 4.3.- RELACION ENTRE ACOSO MORAL Y CULTURA DEL TRABAJO En este apartado se ponen en relación algunos aspectos de ese contexto sociocultural del mundo del trabajo con el fenómeno del acoso moral. El trabajo asalariado se refleja en el hecho del contrato. Como decía Weber, en el contrato se estipula el intercambio de trabajo por dinero y se establece una relación de dependencia económica por parte del trabajador, el cual tiene como medio único o principal de ingresos para la subsistencia el salario que percibe por su trabajo. El trabajador se coloca “bajo la dirección y supervisión del empleador”. Tras un largo proceso, para regular este desequilibrio en las relaciones contractuales, se creó una compleja construcción jurídica en la cual se reconocían una serie de derechos colectivos y de garantías al trabajador. Es el Pacto Social, del cual ya hemos hablado en anteriores apartados, que garantizaba la cohesión social. Durkheim en su análisis de las condiciones de la solidaridad orgánica, elemento que asegura la cohesión en las sociedades modernas, presupone la existencia de normas superiores a los contratos que reflejarían los lazos sociales “previos” a la pura vigencia de reglas contractuales que pautan las relaciones sociales. Habla de normas y reglas morales que forman parte de lo que él denomina Conciencia Colectiva (Durkheim) y que posteriormente pasará a ser denominada por otros como el Imaginario Social (Castoriadis,1997). En el proceso de Acoso Moral en el Trabajo se produce un choque entre lo que se está viviendo por el acosado y ese imaginario social. Este 145 CAPÍTULO 4: La cultura del trabajo choque es el que provoca desconcierto en la persona e incredulidad ante lo que le está sucediendo. En el caso de determinadas empresas de nuestro tiempo, como dice Escudero Moratalla (2005:14 y ss.), no les agradan las normas, reglas, leyes; adoran la desregulación, tienden cada vez más a desvincularse del Estado–nación, les gusta la flexibilidad, la posibilidad del libre despido; de cambios de país para no pagar impuestos, se sienten cosmopolitas, prefiriendo no echar raíces. Sólo están interesados por la acumulación de dinero lo más rápidamente posible, instalados en la competitividad, el egoísmo y, como decía Fromm en su libro de ¿Tener o ser?, en el lema de que quien no tiene no es. Con los planteamientos descritos se corre un grave peligro, la ruptura del Pacto Social y con ello el riesgo de romper el equilibrio que se había establecido durante muchos años y que ha durado hasta nuestros días. Pero volviendo al tema central, hay que decir que este contexto empresarial produce una gran carga de agresividad (la competencia desleal, depredadora) que es lo contrario a la solidaridad. Se está instalado en un ambiente de violencia generalizada: violencia doméstica, violencia escolar, violencia laboral, etc. Este es el caldo de cultivo para que se naturalicen y se legitimen una serie de actuaciones cotidianas, que hasta no hace mucho podía producir extrañeza, por las formas en que se manifiestan. Si se profundiza en la organización empresarial aparece que determinadas empresas familiares se han ido sustituyendo por otras formas empresariales como sociedades anónimas, franquicias, multinacionales o, en muchos casos, por trasnacionales. Así, la dirección 146 CAPÍTULO 4: La cultura del trabajo de las mismas se ha ido fragmentando en direcciones varias. Al frente de las empresas aparecen los nuevos directivos o gerentes, que son empleados de la mencionada empresa, son trabajadores de superior categoría dentro del organigrama. El jefe real, el empresario, ya no tiene cara identificable para sus empleados. En algunas ocasiones la gestión de personal incluso se subcontrata con un gabinete privado de Recursos Humanos, sacando la gestión de las relaciones fuera del ámbito de la empresa. Este nuevo tipo de gestión de personal puede propiciar que el acoso quede oculto a efectos del empresario real, éste puede ignorar lo que está ocurriendo. Pero, si además, una de las cualidades más valoradas curricularmente en las selecciones de los directivos o gerentes es el carácter de “ejecutivo agresivo”, con más razón. Cabria preguntarse: ¿Quién controla al controlador? Los principios de Fayol de la buena dirección, parece que ya no están en alza. Así resulta importante retomar, en relación al Acoso Moral en el Trabajo, lo que es asumido mayoritariamente por diversos autores que se han ocupado del tema: el hecho de que el mobbing es un tipo de violencia en el medio laboral. Para profundizar en lo mismo habría que mencionar la aportación realizada por el profesor Galtung (1998:15 y ss.), cuando habla de tres tipos de violencia: Violencia directa (visible e invisible), Violencia estructural y Violencia cultural. 147 CAPÍTULO 4: La cultura del trabajo Violencia directa Violencia visible Violencia invisible Violencia cultural Violencia estructural Triangulo de violencia (Johan Galtung) Sintéticamente, define y diferencia la violencia directa como aquélla en la que hay un actor que comete dicha violencia y denomina como violencia estructural aquélla otra en la que no hay tal actor. La violencia cultural sería cuando se legitiman o naturalizan determinados actos de violencia directa o estructural. Para él, existe una estrecha relación entre estas tres formas de violencia. O sea, que la violencia puede empezar en cualquiera de estas tres variedades y comunicarse a continuación a las siguientes. Si se aplica lo expuesto al tema de la violencia en el trabajo, estaríamos en una violencia directa en el momento del proceso de acoso, pues se tienen unos actores interactuando (acosado y acosador). Pero también existe una violencia estructural que propicia que aquélla se produzca y que podría estar relacionada con la existencia de empleo precario, desregulación de derechos, mercado de trabajo extremadamente competitivo, etc. 148 CAPÍTULO 4: La cultura del trabajo A continuación se tiene que analizar la manifestación de la violencia cultural. Ejemplo de ello podría ser la naturalización y aceptación social de que “es normal” que esta violencia se produzca, incluso con el argumento de que siempre ha sucedido y seguirá sucediendo. Igualmente, se podría poner en interrelación la conciencia colectiva, de la que hablaba Durkheim, con la violencia cultural pudiéndose apreciar una contradicción en el caso estudiado. O quizás sea que los valores predominantes en la actualidad están cambiando. Hay autores que dicen que la sociedad actual ha perdido la brújula que le guiaba (Castoriadis, 1997), hay otros (Escudero Moratalla, 2005:14 y ss.) que dicen que el placer, el dinero, el éxito y el tener, son los cuatro puntos cardinales que constituyen el mapa de referencia, la carta de navegación, que muchos seres humanos contemporáneos toman para dar sentido a su vida. 149 CAPÍTULO 4: La cultura del trabajo 150 SEGUNDA PARTE ESTUDIO EMPIRICO / INVESTIGACION CAPITULO 5: METODOLOGÍA CAPITULO 5: Metodología Siguiendo a Klimovsky (1997), referirse al método científico es referirse a ese conjunto de tácticas empleadas para constituir el conocimiento, sujetas al devenir histórico, y que pueden ser otras en el futuro. Teniendo esto en cuenta, define como método el proceso de conocimiento caracterizado por el uso constante e irrestricto de la capacidad crítica de la razón, que busca establecer la explicación de un fenómeno ateniéndose a lo previamente conocido, resultando una explicación plenamente congruente con los datos de la observación. De esta forma, la metodología utilizada será un conjunto de procedimientos, instrumentos y también una orientación y una actitud hacia el objeto y su tratamiento, que remite a presupuestos teóricos y a formas de explicación concretas. Es una concepción intelectual que articula un conjunto de operaciones o técnicas. Esta investigación es de carácter cualitativo con el objetivo de reconstruir los significados ligados al fenómeno social del Acoso Moral en el Trabajo, la subjetividad de los acosados, las repercusiones cotidianas. Se pretende el no alejamiento entre los conceptos, la teoría y las vivencias de este colectivo (Mercadé, F., 1986:295-319). En síntesis se puede decir que los objetivos de este estudio se podrían concretar en los siguientes: 155 CAPITULO 5: Metodología • Analizar el proceso del acoso y sus causas. • Examinar la influencia de los cambios en el contexto social (la cultura del trabajo) para la manifestación actual de este fenómeno. • Estudiar y analizar la influencia de los valores culturales del acosado en el hecho del sufrimiento de los mismos. La investigación cualitativa, es un tipo de investigación que cuenta con técnicas especializadas para obtener respuestas a fondo acerca de lo que las personas piensan y sienten. Su finalidad es proporcionar una mayor comprensión acerca del significado de las acciones de los hombres, sus actividades, motivaciones, valores y significados subjetivos17. Las hipótesis del estudio se puede decir que son: • El hecho del acoso causa sufrimiento personal en el acosado. • El fin del acoso se produce, mayoritariamente, con la finalización de la relación laboral en la cual éste se ha desarrollado. • Se está produciendo un cambio en los valores dominantes de la cultura del trabajo, que hace emerger este tipo de fenómeno. El análisis se lleva a cabo partiendo de un marco teórico previo y de un conocimiento del contexto social en el cual se produce el fenómeno y es a partir de éstos como se procederá a analizar los datos obtenidos, a través de un proceso de inferencia lógica (Hammersley, M, y Atkinson, P., 1994). 17 OPS/OMS. Análisis de los Datos Cualitativos. División de Sistemas y Servicios de Salud. Washington, (1994). 156 CAPITULO 5: Metodología Las técnicas utilizadas en la recogida de datos han sido: la documental y la entrevista en profundidad. Los datos documentales han sido extraídos de la Historia Clínica de cada paciente, omitiendo su identificación personal, y se han reflejado en los siguientes ítems: -Año en que acude al servicio. -Fecha de nacimiento. -Edad. -Sexo. -Estado civil. -Diagnóstico clínico. -Síntomas. La entrevista es semiestructurada (Anexo II), utilizando un guión de temas como los siguientes: -Antigüedad en la empresa. -Categoría Profesional. -Tipo de Contrato. -Composición familiar. -Hechos previos al acoso. -Proceso de acoso. -Acciones de acoso. -Cómo se siente. -Qué piensa de la situación. Siguiendo las aportaciones de Barón Duque (2001), el proceso de acoso se divide en tres momentos: Inicio, apertura del conflicto y huida. Aquí se centrara en dos momentos, agrupando el cómo se inicia y cómo se desarrolla el mismo, por un lado, y el cómo se cierra, en lugar de hablar 157 CAPITULO 5: Metodología de huida, pues no siempre se tendría que solucionar el conflicto con la huida definitiva del trabajador. Al hablar de cierre se refiere a la finalización de una situación conflictiva y la elaboración de la misma. Por otro lado, hay que aclarar que algunos autores, cuando hablan de huida, se están refiriendo más que al cierre del conflicto, a la situación de baja por enfermedad. Aquí la baja por enfermedad es un medio de distanciarse del conflicto, para tener ocasión de reestructurarse la víctima, recuperar su estabilidad psíquica, y poder analizar la situación de una forma más serena y menos desestructurada. Cada caso ha requerido más de una entrevista, pues en la primera, la persona, en la mayoría de las ocasiones, llega tan desestructurada, tan afectada que hay que hacer un trabajo previo de contención y establecer una relación empática, para posteriormente, en sucesivas entrevistas, poder ir objetivando el problema. Esto significa que la entrevista en profundidad ha requerido tener que ser parcelada, debido a las circunstancias emocionales e implicación afectiva que el tema tiene. No se realiza una exploración biográfica, ni tampoco se pretende realizar una historia social de cada persona, sino que se centra en lo pertinente de cada caso en relación al fenómeno del acoso moral en el trabajo. La población viene dada, no existe una preselección, no es una muestra, sino que consiste en la totalidad de las personas que han acudido a un servicio con unas características determinadas y a través de un conducto prefijado con anterioridad e independientemente a esta investigación. Por ello, la población objeto del estudio, son todos aquellos pacientes de una zona de salud determinada de Alicante. Los cuales después de haber sido tratados y medicados por sus médicos de Atención Primaria y no 158 CAPITULO 5: Metodología haber remitido sus síntomas, son derivados al Equipo de Salud Mental. El psiquiatra de este Equipo multidisciplinar una vez estudiados y diagnosticados los casos como Trastornos de adaptación por causas laborales, los ha derivado a la Trabajadora Social del Equipo al objeto de que esta profundice en el estresante, siendo a partir de ese momento cuando se empieza a trabajar de forma individual con cada uno de ellos. Por tanto, existe un tratamiento individual de los casos y posteriormente se pasara a agruparlos para realizar otro tipo de exploraciones. Debido a la fuente de los datos, hay que aclarar que se ha mantenido el anonimato a fin de garantizar el sigilo administrativo y el secreto profesional. Estos datos se han obtenido de una historia clínica individual, que es interdisciplinar, en la que se registran las intervenciones de todos los profesionales que forman parte del mencionado Equipo de Salud Mental (Psiquiatra, Psicólogo, Enfermería y Trabajador Social). Hay datos que han sido recogidos por el Psiquiatra en la historia clínica, como ya se ha mencionado, en concreto el diagnóstico y los síntomas. Del total de 61 personas (o casos atendidos), se han desestimado dos de ellas por no ser el hecho del acoso moral en el trabajo, el problema desencadenante de su situación. En uno de esos casos se confundió con estrés en el trabajo, y en el otro porque los problemas en el mismo no eran propiamente derivados de acoso, sino de un problema de trastorno de personalidad de la paciente. Así pues, los casos objeto de este estudio son de un total de 59 personas. 159 CAPITULO 5: Metodología El periodo seleccionado es de tres años de duración: anualidades 2003, 2004 y 2005. La distribución del número de personas ha sido la siguiente: En el 2003 de 21 personas, en el 2004 de 17 y en el 2005 de 21. Lo que, como ya se ha dicho, suma un total de 59 casos. Inicialmente se realiza una aproximación individual a los datos obtenidos de cada caso, después se agrupan por años y se efectúa un análisis de cada periodo de forma diferenciada y comparativamente entre ellos. El tratamiento de los datos tendrá dos vertientes: 1.- Cuantitativa, se utiliza para conocer cual es el perfil de los sujetos: Acosados y Acosadores. A ello se destina el capitulo seis de este estudio. 2.- Cualitativa, se realiza al analizar los discursos de los pacientes, extraídos de las historias clínicas y de las entrevistas en profundidad: en los síntomas, el proceso de acoso (inicio y desarrollo) y el cierre, también se analizar el “cómo se sienten” y “qué piensan”. 3.- Se realizará una interrelación de los resultados obtenidos en este estudio, para analizar los aspectos más significativos, con su correspondiente interpretación a la luz del Marco Teórico. Además, para la sistematización de toda la información se ha utilizado una base de datos expresamente elaborada a este efecto (Anexo II). 160 CAPITULO 5: Metodología No se pretende realizar una generalización teórica en base al estudio de un grupo de casos. Ahora bien, sí es posible que se pueda llegar a conocer este fenómeno desde una perspectiva diferente, y de esta forma, aportar información para posteriores formulaciones de hipótesis que formen parte de otros estudios, además de poder desprenderse determinadas aportaciones o sugerencias para afrontar este problema desde la cotidianidad social. Se trata de un estudio sincrónico de un fenómeno social del que, en la actualidad, no se dispone de datos que sean homogéneos y por tanto comparables. Tampoco hay estudios a lo largo de un periodo suficientemente largo que pueda proporcionar una visión diacrónica del mismo. De acuerdo con Ferrarotti (1993:142), “uno de los aspectos más fascinantes del trabajo de investigación mediante los métodos cualitativos, consiste en el hecho de que no existe ninguna metodología probada, ninguna fórmula aplicable según las instrucciones para el uso de todos los casos examinados. El investigador que emplee las historias de vida está obligado a seguir el ejemplo de los clásicos, y a construirse los instrumentos de investigación en la práctica misma de la investigación, en el contacto directo con los problemas de los que ha decidido ocuparse”. Por esta razón el instrumento de sistematización de los datos, ha sufrido una serie de ajustes a lo largo del proceso, ampliando las variables consideradas, por ejemplo, en relación a la parte de características de la empresa, la tipología del acoso, indicio de causas, acciones de acoso que se han producido en los diferentes casos. También se han ajustado aquellos datos que pudiesen poner en peligro la intimidad de las personas 161 CAPITULO 5: Metodología y poder así garantizar el secreto profesional al que se está obligado a respetar. A continuación, se pasará a describir el diseño del instrumento utilizado (Anexo II) y los diferentes campos que se han recogido en la base de datos para la sistematización, ordenación y tratamiento de los mismos. En él existen campos numéricos o cuantitativos y campos de texto, para poder recoger una síntesis de narrativas: 1. CASO: Campo numérico automático, que va enumerando los casos a efectos de identificación y correlación. A cada ficha le corresponde un número diferenciado: 1,2,……..59. 2. AÑO: Anualidad en que el paciente llega a la consulta de Salud Mental y en concreto a la de la Trabajadora Social del Equipo: 2003, 2004 ó 2005. 3. NACIDO: Corresponde a la fecha de nacimiento del paciente. 4. EDAD: La edad está calculada en relación a la fecha de nacimiento y el año en que llega al servicio, son los años que tenían en ese momento (Ejemplo: 60 años en el 2003, que es la anualidad en que llegó). 5. SEXO: Si es hombre o mujer, la acosada/o. 6. E. CIVIL: Las categorías utilizadas han sido: Casada/o, Soltera/o, Divorciada/o, Viuda/o y N/S. 162 CAPITULO 5: Metodología 7. HIJOS: Corresponde al número de hijos/as que tiene el acosado/a (0, 1, 2,3….). 8. U. FAMILIAR: Refleja las personas y lazos familiares (esposo, hijos, padres, etc.) que conviven en el mismo domicilio con el acosado/a. 9. ANTIGÜEDAD: La antigüedad en la empresa se ha clasificado en cuatro tramos (Más de 20 años; de 10 a 19; de 5 a 9 y de 1 a 4 años). 10. CONTRATO: Se refiere a los Tipos de Contrato, las categorías que aparecen son: Fijo, Fijo y Comisión, Temporal y Funcionarios. 11. CATEGORIA PROFESIONAL: El catálogo de categorías que aquí se contempla son las aportadas por los acosados/as, dependiendo de los ámbitos de trabajo (Administración, industria, comercio…..). 12. DIAGNOSTICO: Se ha sistematizado en tres, que a su vez se subdividen en: Trastorno Adaptativo, Depresión, Crisis de Ansiedad y Otros. Para ello se ha tenido en cuenta los registrados por el Psiquiatra del Equipo de Salud Mental. Debido a que algunos de los pacientes podían ser diagnosticados de varios padecimientos es por lo se estructura de esta forma. 13. SINTOMAS: En este campo se registran los datos tal cual aparecen en la historia clínica, recogidos por Enfermería y 163 CAPITULO 5: Metodología Psiquiatra y sistematizados por la Trabajadora Social (suprimiendo repeticiones). 14. PROCESO: Inicio y Desarrollo: En este apartado se intenta recoger de forma sintética los hechos que relata el paciente de cómo empieza y se desarrolla el acoso. Se pretende objetivar las posibles acciones de acoso y los indicios de causa del mismo, para posteriormente poder catalogar y elaborar la información. 15. CÓMO SE SIENTE: Recoge el sentimiento de la victima de acoso, el sufrimiento que experimenta, expresado a través de su propia narrativa. 16. QUÉ PIENSA: Intenta recopilar los valores que subyacen en la narrativa del razonamiento de la victima en relación a lo que le está sucediendo. 17. CIERRE: Cómo se resuelve el conflicto y si existe resarcimiento o no y como lo vive el acosado/a. 18. TIPO DE ACOSO: Se realiza una catalogación del tipo de acoso: Horizontal, cuando se da entre iguales (compañeros de trabajo). Descendente, si se da de un superior a un inferior (jefe a subalterno). Ascendente, en los supuestos de que sea de un inferior a un superior (subalterno a jefe). Indefinido, cuando se desconoce o no se tienen elementos suficientes para realizar la catalogación. Esta clasificación se realiza con los datos obtenidos en el apartado de Proceso, cuando se sistematiza quién es el que le acosa. 164 CAPITULO 5: Metodología 19. ACCIONES DE ACOSO: Se realiza una catalogación utilizando como referencia las aportaciones del profesor Leymann, en su relación de las 45 acciones de acoso y extrayendo los datos del apartado de Proceso. Aquí se han reducido éstas acciones a trece, siendo las siguientes: 1.- Amenazas. 2.- Difamación. 3.- Mofa/Burla. 4.- Aislamiento. 5.- Agresión Ideológica. 6.- Agresión Sexual. 7.- Agresión Física. 8.- Agresión Verbal. 9.- Denigración. 10.- Control Inequitativo. 11.- Correveidile. 12.- Cuestionamiento de decisiones u opiniones. 13.- Persecución. Cada caso puede tener varias acciones de acoso, por lo tanto no son excluyentes. 20. INDICIO DE CAUSA: Con este epígrafe se intenta clasificar las posibles causas del hecho del acoso. Hablamos de indicios, ya que no existen datos suficientes para afirmar que las causas enumeradas son las únicas o las de mayor relevancia, pero se ha pensado que es importante no perder este datos, pues 165 CAPITULO 5: Metodología podría aportar cierta luz a los “por qué” del hecho. La clasificación es la siguiente: 1.- Fusión de Empresas. 2.- Cierre (de la empresa). 3.- Reducir Costes. 4.- Competitividad Interna. 5.- Subyugar al otro. 6.- Ejercer derechos. 7.- Reestructuración. 8.- Cambio de Dirección. 9.- Otros. Esta clasificación se realiza intentando agrupar la información disponible y proporcionada por los pacientes. 21. SECTOR: En este epígrafe se refleja los sectores de producción, de las empresas en las cuales trabajan los acosados/as. Contiene un menú desplegable con los siguientes ítems: Administración pública, Industrial, Construcción (y afines) y Servicios. Finalmente, se ha previsto N/S para cuando se desconoce. El sector servicios, según el INE (Instituto Nacional de Estadística) aglutina al 65% de la población activa. Por ser más enriquecedor y siguiendo su catálogo, hemos desglosado este epígrafe de la siguiente forma: servicios comerciales, servicios a empresas, servicios personales, financieros y de seguros, transportes, seguridad, turismo, y otros. Por otro lado, se ha desechado el sector primario (Agricultura, pesca…), por carecer de significación relevante en este estudio. 166 CAPITULO 5: Metodología 22. TIPO EMPRESA: La clasificación se realiza en base a los datos proporcionados por los pacientes, siendo el resultado el siguiente: Centro Único, Multicentros, Trasnacional y N/S. Esta clasificación ha sido pensada en cuanto que podría ser adecuada para entender las relaciones de control y supervisión del empleador, así como la complejidad de la dinámica organizativa de la empresa. 23. Nº EMPLEADOS: Se ha realizado la siguiente clasificación: Menos de 25 trabajadores, Hasta 50 trabajadores, Más de 51 y N/S. 24. ACOSADOR/A: Se refiere al puesto que ostenta el acosador/a, se ha realizado la siguiente clasificación: Propietario, Gerente, Jefe Inmediato, Iguales, Subalternos y N/S. 25. SEXO ACOSADOR/A: Refleja el sexo del acosador/a, hombre o mujer. 26. ORGANIZACIÓN: Se han clasificado atendiendo al tipo de jerarquía de mando y estructura organizativa. Siendo la siguiente: Integral/unitaria, cuando existe un solo jefe responsable de la empresa. Jerarquizada, cuando existe delegación de mando al tener varios centros o competencias funcionales. Departamentalizada, se refiere a empresas con mayor complejidad organizativa, como pueden ser la Administración, las empresas trasnacionales, etc…existiendo jefaturas por departamentos. Y N/S. 167 CAPITULO 5: Metodología Es importante aclarar que siguiendo a Glaser y Strauss (1967), en la Teoría Fundamentada, esta investigación pretende en su análisis la idea de un continuum: es un proceso, es como un largo camino con numerosas estaciones, al decir de Hammersley y Atkinson (1995), un itinerario que iría desde el estudio que pretenden describir los datos, hasta la búsqueda de su interpretación a partir de proposiciones teóricas. La investigación pretende ser una exploración del fenómeno, como ya se ha mencionado anteriormente, que en principio intenta responder a las preguntas de qué está sucediendo y cómo (Taylor, S.J. y Bogdan, R., 1990). Posteriormente se utilizará el Marco Teórico para proceder a la interpretación de los datos obtenidos. En el tratamiento de los datos hay que señalar que se utilizará el Análisis de Contenidos de tipo semántico (buscando el sentido de las palabras y el análisis de los temas y categorías), sobre todo en los apartados: qué piensa y qué siente el paciente, como anteriormente se ha mencionado. En relación al apartado de los valores de la cultura del trabajo y sus posibles cambios, así como la relación con el hecho del acoso, se realizará una exploración bibliográfica, para poder extraer los mencionados valores en distintos momentos históricos. A continuación se intenta a través de una comparativa, averiguar si se ha producido algún tipo de cambio en los mismos y sí existe algún tipo de relación con la manifestación del fenómeno del acoso. En esta última parte se utilizarán las manifestaciones de los acosados/as en el apartado de qué piensa y qué siente. 168 CAPITULO 6: EL PERFIL DE LOS SUJETOS 6.1.- ACOSADOS Y ACOSADORES Los autores o estudiosos del tema no se ponen de acuerdo en una única definición en cuanto al perfil de los acosados/as y en el de los acosadores/as, pero además a lo largo de los diversos estudios la descripción que se suele realizar es de tipo caracterológico, haciendo hincapié en los aspectos psicológicos de los sujetos. Antes de entrar a conocer a los acosados/as, hay que mencionar algo en lo que todos los autores coinciden: en un momento u otro de la vida profesional, ningún sujeto está libre de ser víctima de mobbing. En los estudios realizados hasta ahora no hay datos de estado civil, unidad familiar, o de las características laborales o el tipo de empresa en las que trabajan los acosados/as, no pudiéndose realizar análisis comparativos al respecto. Sin embargo, en esta investigación se ha considerado importante recoger este tipo de datos, para conocer otra perspectiva del fenómeno del Acoso. Aunque los sujetos de este estudio son los acosados/as, al final de este capitulo se aportarán algunas características sobre los acosadores/as, de forma muy breve. 171 6.2.- LOS ACOSADOS Para conocer las características psicológicas de los Acosados, se pueden mencionar las aportadas por Hirigoyen (1999 y 2001). De forma breve y descriptiva, esta autora define a las víctimas como: - Optimistas, llenas de vitalidad y confiadas. - Escrupulosa con el orden en el trabajo y el deseo de hacer bien las cosas, pudiendo llegar a ser brillantes en su trabajo. - Se sacrifican por los demás y aceptan con dificultad que los demás les ayuden. - Son vulnerables a la crítica y los juicios ajenos. - Son envidiables, pues son transparentes, ingenuas y crédulas. - Tienen gran capacidad de perdonar y falta de rencor, intentando explicarse y comprender las acciones del otro. Hirigoyen se plantea que todas estas virtudes se vuelven en su contra, pues son precisamente las que le hacen vulnerable ante el acosador/a. En este apartado se va a estudiar la edad de los acosados/as según estratos de edad y cómo ésta varía según los años de incorporación al estudio (2003, 2004 y 2005). A continuación se tratará el sexo (hombresmujeres) y se efectuarán los mismos cruces de variables que realizamos con la edad. Se estudiará el estado civil (solteros, casados y divorciados) y se pondrá en relación con el sexo, los tramos de edad y las anualidades. Finalmente, se abordará la Unidad Familiar y se verá de cuántos miembros está compuesta la familia en la que convive el acosado/acosada, haciendo referencia al sexo, al estado civil y a los 172 tramos de edad de los acosados/as, así como a los años de incorporación de los mismos al estudio. 6.2.1.- EDAD Se pasa a estudiar los estratos de edad, dentro de los cuales se clasifican a los acosados/as: Menos de 25, de 26/35, de 36/45, de 46/55 y de más de 55 años. Estos tramos se pondrán en relación con los años en que los diferentes acosados/as sufrieron el hecho del acoso, con la finalidad de averiguar si existe diferencia de una anualidad a otra (Tabla 1). También se intentara ver cuáles son los tramos de edad predominantes entre los acosados. Igualmente se pondrán los estratos de edad mencionados, en relación con la población ocupada (EPA) de los años 2001 y 2006. Tabla 1 ESTRATOS EDAD Menos de 25 26 a 35 36 a 45 46 a 55 Más de 55 TOTAL AÑO DE INICIO 2004 2005 0 1 6 4 13 7 5 2 3 6 0 2 6 1 3 21 17 21 2003 TOTAL 7 24 10 8 10 59 % 12% 40% 17% 14% 17% 100% Fuente: elaboración propia. De menos de 25 años de edad hay 7 personas; de 26 a 35 años son 24, el grupo más numeroso; de 36 a 45 años, 10; de 46 a 55 hay 8 y de más de 55 años son 10 (gráfico 1). 173 Gráfico 1 ESTRATOS DE EDAD 10 8 Menos de 25 26 a 35 24 36 a 45 46 a 55 Mas de 55 10 7 Fuente: elaboración propia. Si se realiza una comparativa de los datos recogidos del total de la población estudiada, con los de otros estudios realizados anteriormente (Leymann, Hirigoyen, Informe Cisneros,….), se puede ver que la población objeto de este estudio mayoritariamente tiene menos de 46 años (69%) (Tabla 1), coincidiendo con los datos de casi todos los otros estudios. Según Leymann las víctimas suelen tener en torno a los 40 años y diversos estudios Europeos nos dicen que los acosados/as se encuentran entre 40 y 49 años de edad. La excepción se produce con el Informe Cisneros II (2002), que dice que el grueso de los acosados se encuentra entre los de menos de 30 años (2 de cada 3 víctimas). 174 Gráfico 2 DEMENOS DE46 AÑOS Y DE46 AÑOS Y MÁS 31% MENOS DE46 AÑOS DE46 AÑOS Y MÁS 69% Fuente: elaboración propia. Si se comparan los datos obtenidos en esta investigación (INV) con los de población ocupada de la Encuesta de Población Activa (EPA), se aprecia que en esta última el 68% se encuentra entre las personas de menos de 46 años (Primer Trimestre 2006); y si se pasa a la EPA de 2001 el mismo grupo supone un 70%. En ambos casos resultan cifras muy similares a la investigación, como puede observarse en la siguiente tabla. Tabla 2 2001 2006 2001 2006 ESTRATOS EDAD EPA EPA INV EPA INV EPA Menos de 25 12% 10% 12% 26 a 35 30% 30% 41% 42% (de 25 a 35) 53% (de 25 a 35) 40% (de 25 a 35) 36 a 45 28% 28% 17% 46 a 55 20% 21% 14% Mas de 55 11% 11% 17% 70% (de 25 a 45) 31% (de 46 ó más) 69% (de 25 a 45) 32% (de 46 ó más) 68% (de 25 a 45) 31% (de 46 ó más) TOTAL 100% 100% 100% Fuente: elaboración propia. 175 Por otro lado, si se mira la Tabla 1, en los tramos de cada año, se puede apreciar que en la primera anualidad (2003) hay más personas entre los estratos de 46/55 y más de 55 años, así como que en los años sucesivos va disminuyendo la cantidad de personas en estos dos tramos de edad. Así mismo, en la otra mitad (de menos de 25 hasta 45 años) van aumentando la cifra de acosados en las anualidades 2004 y 2005 respecto a los del año 2003. Como anteriormente se ha mencionado, en el año 2003 predominaban entre los acosados las personas de más de 45 años, mientras que en los años 2004 y 2005 los grupos de edad que predominan son los más jóvenes, los de menos de 46 años. La misma observación puede obtenerse considerando las Medias de Edad de cada uno de los años (2003, 2004 y 2005) en la siguiente tabla: Tabla 3 Media de edad EDAD -25 Año 2003 Año 2004 Año 2005 0,0 18,0 22,5 26/35 30,3 30,1 31,1 36/45 40,0 40,5 43,3 46/55 50,5 0,0 48,0 56 ò + 57,8 61,0 61,0 Me Edad 46,2 32,4 36,3 Fuente: elaboración propia. 176 Si se observan los datos del estudio respecto a la anualidad 2003, en el que la media de edad se encuentra en 46,2 años (Tabla 3) y se analizan los tramos de edad de ese año, se detecta que los datos sí coinciden con los del resto de estudios. No obstante, se produce una distorsión en los años siguientes 2004 y 2005, con la incorporación de personas de menos de 36 años (la media de edad en el 2004 es de 32,4 años y en el 2005 de 36,3 años), aproximándose por tanto a los datos del Informe Cisneros que se mencionan anteriormente. Otra observación a tener en cuenta es que la media de edad en el estrato de los de 56 años o más va aumentando desde el 2003 (57,8) en comparación con el 2004 y 2005 que es de 61, o sea que los acosados/as de más de 55 años en los años 2004 y 2005 son más en este tramo de edad que los de 2003. Habría que plantearse que los otros estudios se han realizado en momentos cronológicos diferentes: en los años 80 el de Leymann, el de Hirigoyen en los 90 ó el de la Unión Europea en el 2001. Además se tendría que tener en cuenta los contextos de empleo en esos países, aunque en esos estudios no se reflejan datos de relación entre población ocupada y población acosada. Cabría decir que la diferencia se encuentra en que la población ocupada a lo largo de los años ha variado y también la distribución de la misma por tramos de edad, dependiendo de los diferentes países. En España, el mayor porcentaje de población ocupada (EPA) se encuentra en los tramos de edad de menos de 46 años (70% y 68% en los años 2001 y 2006, respectivamente). Sería lógico plantearse que sea en estos tramos de edad donde se dé el mayor porcentaje de acosados. 177 Aunque no puede dejar de preguntarse cuáles pueden haber sido los hechos que propiciaron el cambio en la edad de los acosados/as, en el caso de esta investigación, del año 2003 a los de los años 2004 y 2005, cuando predominaba entre la población ocupada el mismo tramo de edad (menos de 46 años). 6.2.2.- SEXO Se averiguará si existe un sexo que predomina sobre el otro en la población objeto del estudio, y si se ha producido alguna diferencia en el transcurso de los años de incorporación (2003, 2004 y 2005). También se intentará ver las diferencias por tramos de edad, en relación a hombres/mujeres. La tabla siguiente (Tabla 4) muestra la proporción de hombres y mujeres que han sufrido el hecho del acoso, según el estudio de población que nos ocupa. Tabla 4 SEXO Hombres Mujeres %Hombres %Mujeres TOTAL 27 32 46% 54% 59 Fuente: elaboración propia. Como se puede apreciar predominan las mujeres 32 en total, sobre los hombres 27, aunque la diferencia no es muy significativa, ya que sólo son 5, pudiendo decirse que el hecho del acoso en este caso afecta tanto a los hombres como a las mujeres. 178 Gráfico 3 SEXO 27 32 HOMBRES MUJERES Fuente: elaboración propia. A continuación se pasa a ver las diferencias, si las hay, en relación a sexo y año en que los trabajadores sufrieron el acoso (2003, 2004 y 2005). Tabla 5 AÑO 2003 2004 2005 HOMBRES 8 11 8 27 SEXO % 14% 19% 14% 46% MUJERES 13 6 13 32 % 22% 10% 22% 54% Fuente: elaboración propia. Al observar los años de incorporación, salvo el 2004 que hay menos mujeres y más hombres, en las otras dos anualidades 2003 y 2005 existen más mujeres que hombres, pero este dato no es significativo, por lo que ya se ha mencionado en el apartado anterior. 179 Gráfico 4 SEXO POR AÑOS DE INCORPORACIÓN 2003 2004 2005 HOMBRES MUJERES Fuente: elaboración propia. Seguidamente se pasa a estudiar el sexo en relación a los estratos o tramos de edad, para averiguar si existen diferencias (tabla 6). Tabla 6 TRAMOS EDAD SEXO Hombres Mujeres % Hombres Mujeres Menos de 25 3 4 5% 7% 26 a 35 36 a 45 46 a 55 Mas de 55 TOTAL 8 5 3 8 27 16 5 5 2 32 14% 8% 5% 14% 46% 27% 8% 8% 3% 54% Fuente: elaboración propia. Inicialmente no existe gran diferencia en su conjunto entre hombres y mujeres (27 hombres y 32 mujeres). 180 Cuando sí existen diferencias en la presencia de mujeres, es el tramo de 26/35 años (mujeres 16 y hombres 8). En el tramo de más de 55 años predominan los hombres sobre las mujeres (8 hombres y 2 mujeres), aunque no en la proporción del tramo anterior. En los otros tramos (Menos de 25, en el de 36 a 45 y en el de 46 a 55 años) las diferencias son mínimas (1 o 2). El dictamen del Comité Económico y Social francés (2001), considera que la mayoría de las víctimas son mujeres de más de 40 años y el Informe Cisneros II (2002) señala que el segundo grupo en importancia entre los acosados es el de las mujeres de 40 a 50 años de edad (54%). No siendo así en este estudio ya que las mujeres, predominantemente, se encuentran en los tramos de menos de 36 años (20 de 32). Ante esto, se podría afirmar que salvo en las edades entre 26/35 que predominan las mujeres sobre los hombres y en el de más de 55 años que sucede a la inversa, pero en menor cantidad, no se aprecia grandes diferencias. Así mismo, se puede indicar que existe una coincidencia en los parámetros estadísticos con el estudio de Leymann que dice que no hay un sexo que sea más proclive al acoso que otro. Este autor habla de un 45% de hombres y 55% de mujeres y en este estudio da un resultado de 46% de hombres y 54% de mujeres (Tabla 4). El resto de estudios dan una mayor incidencia en las mujeres (Kaus Kniedl, en Australia; Hirigoyen, en Francia y Piñuel y Zabala, en España). Por lo tanto, retomando a Leymann, se podría decir que no existe un sexo que sea más proclive al acoso que otro. 181 6.2.3.- ESTADO CIVIL Al estudiar la población hay que destacar que los estados civiles que aparecen son: casado/a, divorciado/a y soltero/a. No se han detectado viudos/as y es por ello que se ha prescindido de este estado civil al realizar el recuento de datos. Tabla 7 ESTADO CIVIL SEXO HOMBRE MUJER TOTALES % CASADO/A 19 16 35 59% DIVOR 2 4 6 10% SOLTERO/A 6 12 18 31% TOTAL 27 32 59 100% Fuente: elaboración propia. Del Total de la población estudiada, 35 son casados (59%), 18 solteros (31%) y 6 son divorciados (10%). Hay que señalar que en la población de solteros predominan las mujeres (12), sobre los hombres (6). Gráfico 5 ESTADO CIVIL 19 16 12 HOMBRE 6 MUJER 4 2 CASADO/A DIVOR SOLTERA/O Fuente: elaboración propia. En la tabla 8 se puede observar que durante el año 2003 sólo hay un soltero y que es en el 2004 y 2005 cuando se incorporan un mayor 182 número de solteros: 9 en el 2004 y 8 en el 2005 y en ambos años predominan las mujeres sobre los hombres. Tabla 8 ESTADO CIVIL CASADO/A DIVOR SOLTERA/O TOTAL 2003 HOMBRE 7 1 0 8 MUJER 10 2 1 13 2004 HOMBRE 6 1 4 11 2005 MUJER 1 0 5 6 HOMBRE 6 0 2 8 MUJER 5 2 6 13 Fuente: elaboración propia. 6.2.4.- UNIDAD FAMILIAR Con Unidad Familiar se está refiriendo la composición de los hogares. Es decir, a quiénes conviven con el acosado/a. 6.2.4.1.- SOLTEROS/AS Tabla 9 TRAMOS DE EDAD Solteros emancipados Solos Menos de 25 26 a 35 Solteros no emancipados En pareja 5 M. 4 M. 3M 2 1 3 1 2 1 1 5 2 1 4 3 4 5 2M 36 a 45 46 a 55 Más de 55 TOTAL 1 Fuente: elaboración propia. Al observar la Tabla 9 aparece que en el caso de los solteros/as, de un total de 18 personas, 9 viven fuera del núcleo de su familia de origen, o 183 están emancipados y 9 continúan conviviendo con su familia. Entre los emancipados, 4 viven solos y 5 en pareja. De los 9 no emancipados, su núcleo familiar esta compuesto: en 5 casos por una unidad familiar de 4 miembros, normalmente son padres y hermana/o del paciente, en 2 casos es de 3 miembros y estos suelen ser el paciente y los padres, en 1 caso está compuesto de 2 (paciente y madre) y en otro caso por 5 personas (paciente, padres y dos hermanos/as). Todos los solteros tienen menos de 35 años. Los emancipados mayoritariamente tienen más de 26 años de edad, tanto si viven solos o en pareja (solos 4 y en pareja 3). De los de menos de 25 años hay 2 que viven en pareja. De los solteros no emancipados hay 5 que tienen menos de 25 años y cuatro de más de 26 años de edad. Predominando las unidades familiares de 4 miembros. Con la Tabla 10 se intenta averiguar si entre los emancipados o los no emancipados predominan los hombres o las mujeres. Tabla 10 TRAMOS DE EDAD Solteros emancipados Solteros no emancipados HOMBRE MUJER HOMBRE MUJER 1 2 1 5 2 1 3 3 3 6 3 6 Menos de 25 26 a 35 36 a 45 46 a 55 Más de 55 TOTAL Fuente: elaboración propia. 184 En el total de emancipados predominan las mujeres sobre los hombres (6 mujeres, 3 hombres). En los que viven en pareja no hay prácticamente diferencias (3 hombres y 2 mujeres). De los que viven solos, tres son mujeres y sólo uno es hombre (Tabla 9). Entre los solteros no emancipados también predominan las mujeres, 6 de un total de 9 (Tabla 10). La distribución por sexo en este indicador (emancipación), no es significativo, ya que es proporcional a la población estudiada y a su distribución, en la cual predominan las mujeres sobre los hombres 12 mujeres y 9 hombres. Según los datos de INE (2001) el 37% los jóvenes (25-34 años) viven con los padres y de estos el 43,5 son varones y el 31,7% son mujeres. 6.2.4.2.- CASADOS/AS Se pasa a estudiar la unidad familiar del grupo más numeroso, el de los casados/as, 35 personas de un total de 59. 185 Tabla 11 TRAMOS EDAD SEXO TOTAL HOMBRE MUJER Menos de 25 0 0 26 a 35 3 36 a 45 Nº DE MIEMBROS 2M 3M 4M 5M 0 0 0 0 0 7 10 3 6 1 0 5 3 8 0 1 6 1 46 a 55 3 4 7 0 3 4 0 Más de 55 8 2 10 2 2 4 2 TOTAL 19 16 35 5 12 15 3 % 54% 46% 100% 14% 34% 43% 9% Fuente: elaboración propia. Lo primero que se aprecia es que no hay casados de menos de 25 años de edad. Predominan las mujeres de menos de 46 años (10 en esos tramos de edad) y los hombres entre los de más de 46 años (11 en los dos últimos tramos). En cuanto a la composición familiar lo que predomina es la pareja con dos hijos/as (4 miembros), seguida en importancia de la pareja con un solo hijo/a (3 miembros). De los 35 acosados/as casados, 27 son miembros de una familia de 4 ó 3 miembros (15 y 12 respectivamente). Esto supone un 77% de la población de los acosados/as casados y un 45,7% de la población total estudiada. Según las cifras de INE (2001) el tamaño medio del hogar (personas) es de 2,9. Los tipos de hogares más frecuente, según esta misma fuente, son los de pareja y dos hijos (17,7% de total de hogares) y seguido del pareja sin hijos (17,3% del total de hogares). 186 En la Tabla 12 podemos observar las diferencias existentes entre los casados/as durante las anualidades objeto de este estudio. Tabla 12 AÑOS 2003 2004 2005 TOTAL HOMBRE 7 6 6 19 MUJER 10 1 5 16 TOTAL 17 7 11 35 Fuente: elaboración propia. Como ya se vio anteriormente, los casados/as acosados/as se dan en mayor número durante la anualidad 2003 y en ese año predominan las mujeres sobre los hombres. En la Tabla 13, se puede ver que existen diferencias en los perfiles de los acosados, en relación a su edad, estado civil y unidades familiares, dependiendo de los años de incorporación. Tabla 13 2003 EDAD Menos de 25 26 a 35 36 a 45 46 a 55 Más de 55 TOTAL H Nº MIEMB 0 M 2004 Nº MIEMB 0 0 H Nº MIEMB 0 2005 M Nº MIEMB H Nº MIEMB M Nº MIEMB 0 0 0 0 0 0 2 2,3, 3 3,3,2 1 3 0 0 4 2,3,3,4 1 4 3 3,4,4 2 4,4 0 0 1 5 0 0 2 4,5 3 4,3,3 0 0 0 0 2 4,4 1 3 4 2,4,4,3 2 4,4 1 2 0 0 3 5,3,4 0 0 7 10 6 1 6 5 Fuente: elaboración propia. Durante el año 2003 el perfil del acosado/a, en el caso de los hombres es: mayores de 36 años y predominantemente entre 46 y más de 55 años, 187 con unidades familiares de pareja y dos hijos. En el de las mujeres es: mayores de 26 años y predominan de 36 a más de 55 años, con unidades familiares de 4 y 3 miembros (pareja y dos hijos o pareja y un hijo). En el año 2004 cambia la predominancia en los grupos de edad, los hombres casados que se incorporan son de entre 26 y 45 años y la unidad familiar es de pareja y dos hijos o pareja y un hijo. Año 2005, en el caso de los hombres se vuelve a los resultados del año de inicio, predominando los de más de 36 años y con mayor representación los de 46 y más de 55 años. En las mujeres predominan las de 26 a 35 años de edad. En relación con la unidad familiar se mantiene la predominancia de pareja con dos hijos seguida de la de pareja con un hijo. 6.2.4.4.- DIVORCIADOS/AS Hay que destacar que el número es muy pequeño, no siendo significativo en el grueso de la población estudiada, pero resulta necesario mencionarlo como una categoría más. Tabla 14 TRAMOS DE EDAD SEXO Nº DE MIEMBROS HOMBRE MUJER 1M 3M Menos de 25 0 0 26 a 35 2 36 a 45 4M 5M 0 0 0 0 0 1 3 2 1 0 0 0 2 2 0 2 0 0 46 a 55 0 1 1 0 0 1 0 Más de 55 0 0 0 0 0 0 0 TOTAL 2 4 6 2 3 1 0 Fuente: elaboración propia. 188 Sólo hay 6 personas de un total de 59 que están divorciadas y siguiendo la tendencia de las encuestas del INE los hombres divorciados tienen una unidad familiar de un solo miembro, o sea viven solos, y las mujeres son las que se quedan con los hijos y por ello predominan las unidades familiares de ella y dos hijos. CONCLUYENDO se podría decir que, en la población estudiada, los/as acosados/as son personas mayoritariamente de menos de 46 años de edad (69%): 41 personas de un total de 59. Así como que en esta población el acoso afecta tanto a los hombres como a las mujeres (27 hombres y 32 mujeres), aunque existe una diferencia significativa en el tramo de edad de 26 a 35 años en el cual predominan las mujeres sobre los hombres (16 mujeres y 8 hombres). Mayoritariamente son casados 59% (35 en total: 19 hombres y 16 mujeres), seguidos de los solteros 31% (18 en total: 6 hombres y 12 mujeres) y, a distancia, de los divorciados 10% (6 en total: 2 hombres y 4 mujeres). Las unidades familiares predominantemente son de 4 miembros (pareja y dos hijos), seguidos de los de 3 (pareja y un hijo). Un 77% de los casados/as conviven en este tipo de unidades: 43% en unidades de 4 miembros y 34% en unidades de 3. Así pues el perfil tipo o predominante de la población estudiada que ha sufrido el acoso, es el de una persona de menos de 46 años, casada/o y con uno o dos hijos. 189 Resulta interesante tener en cuenta el estado civil y la unidad familiar porque, como veremos más adelante, el hecho del acoso tiene repercusión en el resto de los miembros de estas unidades familiares, además de en los acosados/as. Los acosados/as de este estudio son predominantemente casados/as (59%), con 1 ó 2 hijos (Tabla 11). Si a los casados/as se le suman el de los divorciados (10%), estarán la mayoría de los acosados un 69% (Tabla 7). Así pues, se podría decir que el acosado/a tipo de este estudio son personas con cargas familiares. 6.2.3.- CARACTERISTICAS LABORALES En este apartado se va a tratar de la antigüedad en la empresa, categoría profesional y tipo de contrato. 6.2.3.1.- ANTIGÜEDAD Para estudiar el tiempo que cada uno de los acosados/as llevaba trabajando en la empresa se han establecido los siguientes tramos de antigüedad: Más de 20 años, de 10/19, de 5/9 y de 1/4 años. En la Tabla 15 se combina la edad y la antigüedad, para intentar ver si existe relación de algún tipo. 190 Tabla 15 TRAMOS DE EDAD ANTIGÜEDAD Mas de 20 años 0 0 4 3 4 11 19% Menos de 25 26 a 35 36 a 45 46 a 55 Mas de 55 TOTAL % De 10 a 19 0 3 4 3 3 13 22% De 5 a 9 2 2 1 1 2 8 14% De 1 a 4 5 19 1 1 1 27 46% TOTAL 7 24 10 8 10 59 100% Fuente: elaboración propia. Se podría afirmar que el grupo más numeroso, de la población estudiada, tiene una antigüedad de menos de 5 años en la empresa (de 1 a 4 años), y que suponen el 46%, 27 personas del total de 59. Pero habría que tener en cuenta que si se suman los grupos: de Más de 20 años y los de 10/19, obtenemos que un 41% (24 personas) tiene más de 10 años de permanencia en la empresa. Así pues, en el gráfico siguiente (Gráfico 6) se ve reflejada la proporción de estos dos grupos: los de menos de 5 años de antigüedad (46%) y los de más de 10 años (41%). Gráfico 6 24 Mas de 10 años menos de 5 años 27 Fuente: elaboración propia. 191 Si se observan las edades y se ponen en relación con la antigüedad, se puede apreciar que el grueso de la población con antigüedad de menos de cinco años son menores de 36 años, 24 de un total de 27 (Tabla 15). En la Tabla 16 se pone en relación la antigüedad con las anualidades objeto del estudio, para observar si se producen diferencias. Tabla 16 ANTIGÜEDAD 2003 2004 2005 Más de 20 años 7 1 3 De 10 a 19 7 3 3 De 5 a 9 2 1 5 De 1 a 4 5 12 10 Fuente: elaboración propia. Observándose que es en la anualidad 2003 cuando existe un número mayor de personas con antigüedad de más de 10 años en la empresa y que estos en los años siguientes van disminuyendo. En la tabla 8 se puede ver que durante el año 2003 sólo hay un soltero, siendo en el 2004 y 2005 cuando se incorporan un mayor número de solteros: 9 en el 2004 y 8 en el 2005, predominando en ambos años las mujeres sobre los hombres. Es en la anualidad 2004 cuando aumenta considerablemente el número de personas de 1 a 4 años de antigüedad, reduciéndose las de mayor antigüedad. Esta tónica se mantiene en el año siguiente. 192 Gráfico 7 ANTIGUEDAD 12 2003 10 2004 2005 7 7 5 3 3 5 3 2 1 1 Más de 20 años De 10 a 19 De 5 a 9 De 1 a 4 Fuente: elaboración propia. 6.2.3.2.- CATEGORIA PROFESIONAL Las diferentes categorías profesionales de los acosados/as se han agrupado en cuatro ítems: Personal Directivo, Personal Técnico, Trabajadores Cualificados y Trabajadores no Cualificados. En el gráfico siguiente se puede observar la distribución resultante. Gráfico 8 5 7 PERSONAL DIRECTIVO 20 PERSONAL TECNICO TRABAJADOR CUALIFICADO 27 TRABAJADOR NO CUALIFICADO Fuente: elaboración propia. 193 Como se puede apreciar predominan los trabajadores cualificados, 27 personas, seguidos de los no cualificados con 20, de los técnicos con 7 y finalmente los directivos con 5. A continuación se va a estudiar la relación existente entre la categoría profesional y la antigüedad en la empresa, para ello se utilizará el Gráfico 9 y en la Tabla 17, que a continuación se reflejan. Gráfico 9 CATEGORIA Y ANTIGUEDAD PERSONAL DIRECTIVO PERSONAL TECNICO TRABAJADOR CUALIFICADO TRABAJADOR NO CUALIFICADO Más de 20 años De 10 a 19 De 5 a 9 De 1 a 4 Fuente: elaboración propia. Tabla 17 CATEGORIA PERSONAL DIRECTIVO PERSONAL TECNICO TRABAJADOR CUALIFICADO TRABAJADOR NO CUALIFICADO TOTAL Más de 20 años ANTIGÜEDAD De 10 a De 5 a 9 19 De 1 a 4 TOTAL % 3 2 0 0 5 8% 1 3 2 1 7 12% 6 4 1 16 27 46% 1 4 5 10 20 34% 11 13 8 27 59 100% Fuente: elaboración propia. 194 Como puede observarse el grupo más numeroso son los trabajadores cualificados (27), seguidos de los no cualificados (20). Ambos suman un total de 47 personas, de las 59 que son objeto de este estudio. Lo que supone un 80% de la población estudiada. Si se suma el personal técnico y el cualificado tendríamos un total de 34 personas y supondría un 58%, con lo cual se podría decir que más de la mitad de los acosados/as tienen nivel de cualificación para el desempeño de su trabajo. Entre los trabajadores cualificados predominan los que tienen una antigüedad en la empresa de menos de 5 años, 16 personas de un total de 27. Tónica que se mantiene también entre los no cualificados, aunque aquí habría que hacer una aclaración, en el caso de los cualificados existe un mayor número de personas con antigüedad de más de 10 años, que en la de los no cualificados. No sucede lo mismo con los directivos que todos tienen una antigüedad en la empresa de más de 10 años. En el caso de los técnicos, cuatro tienen más de 10 años de antigüedad y sólo uno tiene menos de 5 años. 195 A continuación se pasa a ver la relación entre categorías profesionales y estratos de edad (Tabla 18). Tabla 18 CATEGORIA ESTRATOS DE EDAD 36 a 46 a 55 Mas de 55 45 Menos de 25 26 a 35 0 1 2 0 2 5 0 3 1 1 2 7 1 14 6 3 3 27 6 6 1 4 3 20 7 24 10 8 10 59 PERSONAL DIRECTIVO PERSONAL TECNICO TRABAJADOR CUALIFICADO TRABAJADOR NO CUALIFICADO TOTAL TOTAL Fuente: elaboración propia. Se observa que el grupo más numeroso se encuentra en el estrato de edad de 26 a 35 años y entre los trabajadores cualificados (14 personas de 24). Los de menos de 25 años se agrupan en la categoría de los no cualificados, mayoritariamente. Gráfico 10 CATEGORIA Y ESTRATOS DE EDAD 16 PERSONAL DIRECTIVO 14 12 10 PERSONAL TECNICO 8 6 TRABAJADOR CUALIFICADO 4 2 0 Menos de 25 26 a 35 36 a 45 46 a 55 Mas de 55 TRABAJADOR NO CUALIFICADO Fuente: elaboración propia. 196 Si se va a la clasificación de las categorías por años de incorporación al estudio, se ve que no es significativo este dato y que sólo continúa la tendencia general que hemos observado en los anteriores apartados de categoría profesional, ver tabla siguiente. Tabla 19 CATEGORIA PERSONAL DIRECTIVO PERSONAL TECNICO TRABAJADOR CUALIFICADO TRABAJADOR NO CUALIFICADO TOTAL 2003 2004 2005 TOTAL 3 0 2 5 3 2 2 7 8 12 7 27 7 3 10 20 21 17 21 59 Fuente: elaboración propia. 6.2.3.3.-TIPO DE CONTRATO Al estudiar el tipo de contrato se ha utilizado las siguientes figuras contractuales y no otras, por considerar que reflejan adecuadamente la relación laboral de los acosados/as. Así pues, en la tabla siguiente (Tabla 20) aparecen como tipo de contrato: Fijo, Temporal y Funcionario. En la tabla se pretende poner en relación los tipos de contratos con las anualidades objeto del estudio. Tabla 20 TIPO DE CONTRATO FIJO TEMPORAL FUNCIONARIO TOTAL 2003 2004 2005 TOTAL % 14 3 4 21 16 0 1 17 18 3 0 21 48 6 5 59 81% 10% 8% 100% Fuente: elaboración propia. 197 Mayoritariamente los acosados/as estudiados son trabajadores fijos, ya que de los 59, hay 48 que tienen contratos por tiempo indefinido. Y si a éstos les añadimos los funcionarios tendremos 53 del total de 59, lo que supone el 89%. Al observar los años de incorporación, no se aprecia variación significativa. Gráfico 11 5 TIPO DE CONTRATO 6 FIJO TEMPORAL FUNCIONARIO 48 Fuente: elaboración propia. CONCLUYENDO, se podría decir que el acoso moral en el trabajo, en la población estudiada, se da en todas las categorías profesionales. Pero que el 58% (34 del total de 59) tienen una cualificación profesional para el desempeño de su trabajo, son técnicos o trabajadores cualificados. En relación a la antigüedad en la empresa hay que decir que mayoritariamente, un 46% (27 personas), tienen menos de 5 años de antigüedad, pero seguidos de un 41% (24 personas), que tiene más de 10 198 años. Cabría destacar que en el año 2003 predominan los de más antigüedad y que en el 2004 y 2005 aumentan los de menos antigüedad en la empresa, en detrimento de los de más. En cuanto al tipo de contrato se observa que un 89% de la población tienen contratos fijos o son funcionarios, lo cual supone una estabilidad en el empleo. Así pues, el tipo predominante es el trabajador de entre 26 años a 35 años, con una cualificación profesional y un contrato fijo de no más de 4 años, seguido del trabajador de más de 36 años de edad con contrato fijo y una antigüedad de más de 10 años y con cualificación profesional. Llegado a este punto se puede decir que los trabajadores/as estudiados que sufren acoso son tanto hombres como mujeres; de edades menores a 46 años; casados, con uno o dos hijos; con contrato fijo y con antigüedad de menos de 5 años (los de 26 a 35 años de edad) y de más de 10 años (los de más de 36 años de edad). Además de poseer cualificación profesional para el desempeño de su trabajo. En el Informe Cisneros II (2002), se dice que predominan los trabajadores de menos de 30 años, con antigüedad media de un año y con contratos temporales. Como decía Leymann y el magistrado Gimeno Lahoz, en su tesis sobre la presión tendenciosa, se precisa de un mínimo de tiempo para establecer la estrategia de acoso y que para ello es necesario tener al acosado/a un tiempo a disposición para proceder al mismo. 199 No obstante, cabría diferir del planteamiento del Magistrado en relación a que el objetivo sea el despido a coste cero, ya que con antigüedades tan bajas es ínfimo el coste de la indemnización por despido. Por lo tanto debe de existir otro tipo de motivación en el ejercicio del acoso, al margen de que puedan haber casos como los que plantea Gimeno Lahoz. También cabría decir que los contratos Fijos o Indefinidos no son una garantía de estabilidad en el empleo, pues su duración real puede ser tan precaria como un contrato Temporal. Como dice el informe de la Comisión de Expertos para el dialogo social de 2005 (Más y Mejor empleo), del total de contratos firmados en 1999, cinco años después se habían reducido a la mitad. Además, con la reforma del año 1997, la bonificación del fomento de los contratos indefinidos y el abaratamiento del despido improcedente en estos contratos, facilitaba que la contratación indefinida fuese más rentable incluso que el contrato temporal, y además garantizaba la posibilidad de poder extinguir la relación contractual con menor coste. Cabría preguntarse si parte de los acosados no son de esos contratos fijos de menos de 5 años de antigüedad. Así pues habría que decir que el contexto sociolaboral ha cambiado en estos últimos años, pudiendo observarse cambios en el perfil de los acosados de unos años a otros. 200 6.2.4.- TIPO DE EMPRESA EN DONDE TRABAJAN Se analizarán las características de las empresas en donde los acosados/as trabajan, ya que una de las causas en la que coinciden varios estudiosos del tema es en señalar a la organización del trabajo, o a la organización defectuosa de la empresa, como responsable de la aparición del hecho del acoso (Leymann y Zapf). Además de resultar necesario el conocimiento del contexto laboral en donde se produce el hecho, para poder entender determinados acontecimientos que en el mismo se dan. 6.2.4.1.- SECTOR ECONÓMICO Tabla 21 SECTOR TOTALES % ADMINISTRACION PUBLICA 6 10% INDUSTRIAL 10 17% CONSTRUCCION 1 2% SERVICIOS 37 63% OTROS 3 5% N/S 2 3% TOTAL 59 100% Fuente: elaboración propia. Mayoritariamente las empresas, en donde trabajan la población estudiada, pertenecen al sector servicios 63% (según el INE: Instituto Nacional de Estadística, el sector servicios aglutina al 65% de la población activa), seguido del sector industrial con un 17% y de la función 201 pública en un 10%. Estos serían los sectores con algún peso de representatividad significativa (ver Gráfico 12). Gráfico 12 SECTORES ECONÓMICOS 5% 3% 10% 17% ADMINISTRACION PUBLICA INDUSTRIAL CONSTRUCCION SERVICIOS 2% OTROS N/S 63% Fuente: elaboración propia. El sector servicios está formado por los siguientes tipos y en cada uno de ellos existen el número determinado de trabajadores, de los de esta investigación, que a continuación se enumera: • SERVICIOS A EMPRESAS: 10 • SERVICIOS A PERSONAS: 9 • SERVICIOS COMERCIALES: 13 • SERVICIOS DE TURISMO: 2 • SERVICIOS FINANCIEROS: 1 • SERVICIOS SEGURIDAD: 1 • SERVICIOS TRANSPORTE: 1 202 Pudiéndose observar que el grupo más numeroso es el de los Servicios Comerciales (13 personas), seguido de el Servicio a Empresas (10 personas), y del Servicio a Personas (9 personas), en el resto de tipos de servicios la presencia es mínima. 6.2.4.2.- NUMERO DE TRABAJADORES Se estudiará el tamaño o tipo de empresa teniendo en cuenta el número de trabajadores empleados en las mismas, para ello se ha realizado la siguiente clasificación: • Menos de 25 trabajadores (empresa pequeña). • Hasta 50 trabajadores (empresa mediana). • Más de 51 trabajadores (empresa grande). En la tabla siguiente se ve como se distribuyen los trabajadores en relación a la clasificación mencionada: Tabla 22 Nº DE EMPLEADOS MENOS 25 TRAB HASTA 50 TRAB MAS DE 51 TRAB TOTAL TOTALES 25 9 25 59 % 42% 15% 42% 100% Fuente: elaboración propia. Mayoritariamente se aprecian dos tipos de empresas con una representación similar, la de menos de 25 trabajadores y las de más de 51 trabajadores. La mediana empresa, los de hasta 50 trabajadores tiene una representación inferior, sólo 9 personas, de un total de 59. 203 Así pues, se podría decir que el acoso, en la población estudiada, se da en la gran empresa y en la pequeña, predominantemente (ver Gráfico 13). Gráfico 13 EMPRESA SEGÚN Nº DE TRABAJADORES EMPLEADOS 25 25 MENOS 25 TRAB HASTA 50 TRAB MAS DE 51 TRAB 9 Fuente: elaboración propia. Si se pone en relación el tipo de empresa según el número de trabajadores y las anualidades del estudio para ver si existen diferencias al respecto, dará lugar a la siguiente tabla: Tabla 23 Nº DE EMPLEADOS MENOS 25 TRAB HASTA 50 TRAB MAS DE 51 TRAB TOTAL 2003 6 0 15 21 2004 10 3 4 17 2005 9 6 6 21 TOTAL 25 9 25 59 Fuente: elaboración propia. 204 Se observa que en el año 2003 los acosados procedían mayoritariamente de empresas grandes (15 personas de un total de 21). Este hecho va disminuyendo en los dos años siguientes (2004 y 2005), pasando a ser más numeroso el de las personas que trabajan en empresas de menos de 25 trabajadores. El total de los trabajadores de empresas medianas son los de estos dos años (2004 y 2005), ya que en el 2003 no había ningún trabajador de empresa de hasta 50 trabajadores. 6.2.5.- CENTROS DE TRABAJO Además de las características del tipo de empresa en relación al número de trabajadores, se ha reflejado si las empresas tienen un centro único de trabajo (Centro Único) o varios (Multicentros) y si son empresas que estos centros los tienen ubicados tanto dentro de nuestro país como fuera de él (Trasnacional), es por ello que se han planteado las siguientes categorías: Centro Único, Multicentro y Trasnacional. En la tabla siguiente se va a reflejar la distribución de los acosados/as dependiendo del tipo de empresa en cuanto a los criterios expuestos en el párrafo anterior. Tabla 24 TIPO EMPRESA CENTRO UNICO MULTICENTROS TRASNACIONAL TOTAL TOTAL 24 30 5 59 % 41% 51% 8% 100% Fuente: elaboración propia. 205 Se puede observar que mayoritariamente son las empresas con varios centros las que predominan, bien en nuestro país (51%) o dentro y fuera de él (8%). Esto supone que un 59% son acosados/as que trabajaban en empresas que tienen varios centros de trabajo. A pesar de lo expuesto, no se puede dejar de darle importancia al 41% de los trabajadores acosados/as que trabajan en empresas con un solo centro de trabajo. Gráfico 14 CENTROS DE TRABAJO 8% 41% CENTRO UNICO MULTICENTROS 51% TRASNACIONAL Fuente: elaboración propia. Es decir que el acoso, en la población estudiada, se distribuye en una proporción apreciable tanto en empresas de centro único como en aquellas que tienen varios centros de trabajo. 206 En la tabla siguiente se va a poner en relación el número de trabajadores de las respectivas empresas con el hecho de si la empresa tiene un centro o más de trabajo. Tabla 25 TIPO EMPRESA MENOS 25 TRAB HASTA 50 TRAB MAS 51 TRAB TOTAL % CENTRO UNICO 18 5 1 24 41% MULTICENTROS 7 4 19 30 51% TRASNACIONAL 0 0 5 5 8% TOTAL 25 9 25 59 100% Fuente: elaboración propia. Normalmente las empresas trasnacionales son grandes, tienen varios centros y más de 51 trabajadores. Igualmente sucede en aquellas de ámbito nacional que tienen varios centros y entre las que también predominan las de más de 51 trabajadores. No obstante se puede observar que hay empresas pequeñas de menos de 25 trabajadores que tienen varios centros (7 de un total de 25), aunque en este tipo de empresas predominan las de centro único (18 sobre 25 del total). 6.2.6.- TIPO DE DIRECCIÓN Se pasara a continuación a estudiar el tipo de estructura organizativa, de complejidad organizativa, de estas empresas: si son departamentalizadas, 207 jerarquizadas, o de dirección integral/unitaria. Obteniéndose el resultado que se refleja en la Tabla 26. Tabla 26 DIRECCIÓN TOTAL % INTEGRAL/UNITARIA 26 44% JERARQUIZADA 19 32% DEPARTAMENTALIZADA 14 24% TOTAL 59 100% Fuente: elaboración propia. En principio predominan las empresas con una dirección Integral/Unitaria (26 casos), seguida de las Jerarquizadas (19 casos) y finalmente están las de una estructura Departamentalizada (14 casos). Si se suman las empresas con estructura Jerarquizada y las Departamentalizadas (es decir, aquellas empresas que tienen las funciones de dirección delegadas en otra/otras personas diferente al dueño de la empresa), se tendrían 33 casos (un 56% de los acosados/as) cuyos acosadores/as son sus jefes inmediatos superiores, no así el empresario o dueño de la misma. Lo anterior estará seguido de un 44% de personas que son acosados/as por la persona que ocupa el papel de jefe inmediato y es a la vez empresario o dueño de la misma. CONCLUYENDO se podría decir que las personas acosadas, objeto de este estudio, proceden de empresas, predominantemente del sector servicios (63%). En relación al tamaño de la empresa se diría que se da tanto en grandes como en pequeñas (25 personas en ambas) y que predominan las personas que trabajan en empresas con varios centros de trabajo (59%) sobre las de centro único (41%). 208 En relación al tipo de dirección, cabría decir que el acoso aquí estudiado se da en cualquier tipo de estructura de dirección, aunque hay más acosados/as procedentes de una empresa de dirección integral/unitaria (44%). Pero si se observa la dirección delegada (Jerarquizadas más Departamentalizadas), se obtiene un 56% de personas que vienen de este último tipo de empresas, o sea aquellas cuyos jefes son empleados también de la empresa y no son los dueños de las mismas. Así pues, se podría afirmar que los acosados/as, trabajan predominantemente en empresas con varios centros de trabajo y con una dirección delegada. Seguidamente se va a continuar estudiando el tipo de dirección y se pondrá en relación con los estratos de edad y a continuación con la antigüedad en la empresa, todo ello se concretizará según el año de la incorporación de los pacientes al estudio. Tabla 27 EDAD/DIRECCION EDAD DEPARTAMENTALIZADAS Por Por Dirección Estrato JERARQUIZADAS Por Por Dirección Estrato INTEGRAL/UNITARIA Por Por Dirección Estrato TOTAL Me Edad Edad Estrato -25 7% 14% 21% 57% 8% 29% 12% 21,9 100% 26/35 7% 4% 47% 38% 54% 58% 40% 30,4 100% 36/45 29% 40% 5% 10% 18% 50% 17% 41,1 100% 46/55 56 ò + 14% 24% 16% 38% 12% 38% 14% 49,9 100% 43% 60% 11% 20% 8% 20% 17% 59,1 100% Suma 100% 100% 100% Total 24% (14) 32%(19) 44%(26) 38,7 100% 100% 100% Fuente: elaboración propia. 209 Del total de los acosados, el estrato de edad más numeroso se encuentra en los de 26/35 años (40%), suponiendo los mismos una media de edad de 30,4 años. De ellos, la mayor concentración se produce en empresas de dinámica de Dirección Integral/Unitaria (58% del estrato de edad), mientras el resto pertenecen a empresas de Dirección Jerarquizada (38%) y sólo el 4% a organizaciones Departamentalizada. En las empresas con Dirección Departamentalizada predomina el estrato de edad de más de 55 años (la media de edad es de 59,1), lo que supone el 43% del total de las personas que trabajan en empresas de este tipo de Dirección (14 personas), como se puede apreciar en el Gráfico 15. Gráfico 15 Organización DEPARTAMENTALIZADA 7% 7% -25 26/35 43% 36/45 29% 46/55 56 ò + 14% Fuente: elaboración propia. En el conjunto de Organizaciones Departamentalizadas en cuanto a edad se tiene que el 57% corresponden a estratos de 46 años o más (entre 49 y 60 años y con un promedio de 55,7 años de edad) y apenas un caso es menor de 25 años (23). 210 Gráfico 16 Organización JERARQUIZADA 11% 21% -25 16% 26/35 36/45 46/55 5% 56 ò + 47% Fuente: elaboración propia. Entre las Organizaciones Jerarquizadas (Gráfico 16), el grupo de edad más numeroso es el de 26/35 años (47% del grupo y con un promedio de 31,9 años de edad), mientras que sólo el 11% son de 56 o más años (de 60/64 años de edad). En todo caso, el promedio de edad de los acosados en el total en empresas de organización Jerarquizada es de 36.5 años. Gráfico 17 Organización INTEGRAL/UNITARIA 8% 8% 12% -25 26/35 36/45 46/55 18% 56 ò + 54% Fuente: elaboración propia. 211 En las Organizaciones de carácter Integral/Unitaria (Gráfico 17) el grupo de edad predominante es de 26/35 años (54% del grupo y el 58% del estrato). Mientras que los más mayores (56 años o más) son apenas el 8%, al igual que el grupo de menor edad (hasta 25 años) que representa el mismo porcentaje. El promedio de edad del total de acosados, en estas organizaciones, es de 35.5 años, mientras en el grupo de 26/35 años supone un promedio de 29.1 años de edad. En conjunto el contraste de esa relación, Estratos de Edad/Estructura de Dirección de la Empresa, se puede apreciar claramente en el siguiente gráfico. Gráfico 18 60% 50% 40% DEPARTAMENTALIZADAS 30% JERARQUIZADAS INTEGRAL 20% 10% 0% -25 26/35 36/45 46/55 56 ò + Fuente: elaboración propia. A continuación se van a estudiar las tablas Edad/Dirección según cada una de las diferentes anualidades. 212 Tabla 28 AÑO 2003: EDAD/DIRECCION (35,6% del Total) DEPARTAMENTALIZADA JERARQUIZADAS INTEGRAL/UNITARIA TOTAL Por Por Por Por Por Por EDAD Dirección Estrato Dirección Estrato Dirección Estrato Edad -25 0% 0% 0% 0% 0% 0% 0% 26/35 19% 8% 25% 0% 0% 50% 75% 36/45 23% 25% 60% 0% 0% 33% 40% 46/55 29% 17% 33% 100% 50% 17% 17% 56 ò + 29% 50% 100% 0% 0% 0% 0% Suma 100% 100% 100% 100% Total 57%(12) 14%(3) 29%(6) 100% Me Edad 0,0 30,3 40,0 50,5 57,8 Estrato 0% 100% 100% 100% 100% 46,2 100% Fuente: elaboración propia. En la correspondiente al año 2003 (Tabla 28) se observa que como ya se había dicho predominan los acosados/as de empresas con una estructura de dirección Departamentalizada (57%) y con una media de edad de 46,2. En cuanto a la edad, el grueso se encuentra en los estratos de 46/55 (29%), con una media de edad de 50,5 años, y en la de 56 y más (29%), con una media de 57,8 años. Tabla 29 AÑO 2004: EDAD/DIRECCION (28,8% del Total) Me DEPARTAMENTALIZADA JERARQUIZADAS INTEGRAL/UNITARIA TOTAL Edad Por Por Por Por Por Por EDAD Dirección Estrato Dirección Estrato Dirección Estrato Edad Estrato -25 6% 18,0 100% 0% 0% 0% 0% 10% 100% 26/35 76% 30,1 100% 0% 0% 83% 38% 80% 62% 36/45 12% 40,5 100% 100% 50% 17% 50% 0% 0% 46/55 0% 0% 0% 0% 0% 0% 0% 0,0 0% 56 ò + 6% 61,0 100% 0% 0% 0% 0% 10% 100% Suma 100% 100% 100% 100% Total 6%(1) 35%(6) 58%(10) 100% 32,4 100% Fuente: elaboración propia. Durante el año 2004 (Tabla 29) el tipo de dirección que predomina es el de Integral/Unitaria (58%), con una media de edad de 32,4. El grupo de 213 edad más numeroso es el de 26/35 años, con una media en este grupo de 30,1 años. En este año prácticamente han desaparecido los trabajadores de empresas Departamentalizadas (sólo 1). En las empresas Jerarquizadas tenemos un 35% (6 personas). Tabla 30 AÑO 2005: EDAD/DIRECCION (35,6% del Total) Me DEPARTAMENTALIZADA JERARQUIZADAS INTEGRAL/UNITARIA TOTAL Edad Por Por Por Por Por Por EDAD Dirección Estrato Estrato Dirección Estrato Dirección Estrato Edad -25 29% 22,5 100% 100% 17% 40% 66% 10% 17% 26/35 33% 31,1 100% 0% 0% 40% 57% 30% 43% 36/45 14% 43,3 100% 0% 0% 0% 0% 30% 100% 46/55 10% 48,0 100% 0% 0% 0% 0% 20% 100% 56 ò + 14% 61,0 100% 0% 0% 20% 67% 10% 33% Suma 100% 100% 100% 100% Total 4%(1) 48%(10) 48%(10) 100% 36,3 100% Fuente: elaboración propia. En la última anualidad, año 2005 (Tabla 30) se ve compartida la representación de manera similar, entre las empresas de dirección Jerarquizada (48%) y las de dirección Integral/Unitaria (48%). Los trabajadores predominantes en relación a los tramos de edad son los de 26/35, con un 33% (la edad media de este grupo esta en 31,1 años), seguidos de los de menos de 25 años, con un 29% (edad media de 22,5 años). La media de edad de los acosados en el conjunto de esta anualidad está en 36,3 años. En cuanto al conjunto de las anualidades y realizando la comparación entre ellas, se puede observar que en la población correspondiente al año 2003 la media de edad es superior a la de los otros dos años. 214 Como puede trabajadores apreciarse, procedentes durante de el año 2003 empresas con predominan una los Dirección Departamentalizada. Tendencia esta que no se mantiene en los años sucesivos, sino que por el contrario se invierte a favor de la Integral/Unitaria, como sucede en el 2004, o de la Jerarquizada e Integral/Unitaria, en el 2005 (Tabla 31). Tabla 31 Años 2003 2004 2005 Total Integral/unitaria 6 10 10 26 % 29% 58% 48% 100% Dirección de empresa Jerarquizada % Departamentalizada 3 14% 12 6 35% 1 10 48% 1 19 100% 14 Total 57% 21 6% 17 4% 21 100% 59 Fuente: elaboración propia. En la siguiente tabla (Tabla 32) se va a estudiar el tema de tipo de dirección de empresa relacionándolo con la antigüedad. Tabla 32 TOTAL: ANTIGÜEDAD/DIRECCION DEPARTAMENTALIZADA JERARQUIZADAS INTEGRAL/UNITARIA Del TOTAL Por Por Por Por Por Por ANTIGU Antigüedad Grupo Dirección Grupo Dirección Grupo Dirección Grupo Más 20 43% 55% 16% 27% 8% 18% 19% 100% años. Entre 36% 38% 26% 38% 11% 24% 22% 100% 10/19 De 5/9 14% 25% 0% 0% 23% 75% 13% 100% años. De 1/4 7% 4% 58% 41% 58% 55% 46% 100% años. Suma 100% 100% 100% 100% Total 24% 32% 44% 100% 100% Fuente: elaboración propia. 215 En el caso de la organización Departamentalizada se tiene que el 93% de los acosados que trabajan en empresas de este tipo de dirección tienen más de 5/9 años de antigüedad en la misma. El grupo más numeroso son los de más de 20 años de antigüedad (43%), seguido del grupo de 10/19 años (36%). Así pues se podría decir que un 79% de este grupo tiene una antigüedad de más de 10 años. Tanto en la organización Jerarquizada como en la Integral/Unitaria, predominan los de antigüedad de 1/4 años (58%) en ambas. En el caso de la Jerarquizada le sigue en importancia el grupo de 10/19 años de antigüedad (26%). En síntesis, se podría decir que a pesar de que predominen las empresas de dirección delegada, Departamentalizadas más Jerarquizadas, también habría que decir que las primeras son representativas en el primer año del estudio y que en los dos posteriores ya no es así, aunque permanece la presencia de las Jerarquizadas y es en éstas donde la antigüedad del grupo de 10/19 años es relativamente importante (26%), aunque continúe predominando el grupo de 1/4 años de antigüedad (58%) y la dirección Integral/Unitaria (58%). En cuanto a los grupos de edad, éstos varían en preponderancia, según los años del estudio y el tipo de dirección de la empresa, como ya se ha visto anteriormente. 216 6.3.- LOS ACOSADORES Una vez que se ha estudiado el perfil de los acosados/as, se plantea la necesidad de conocer cuál es el perfil de los otros sujetos que entran en la relación, para ello se realiza una recogida de aquellos datos de que se disponen en relación al ACOSADOR/A. Éstos son mínimos, ya que el objeto del estudio y nuestros informantes claves son los Acosados/as. Tabla 33 SEXO ACOSADOR/A Sexo Totales % Hombre 52 88% Mujer Totales 7 59 12% 100% Fuente: Elaboración propia, 2007 Mayoritariamente los acosadores son hombres (52 personas de un total de 59). Sólo hay 7 mujeres que son acosadoras, en el gráfico siguiente se aprecia la gran diferencia. Gráfico 19 SEXO DEL ACOSADOR 12% Mujer Hombre 88% Fuente: Elaboración propia, 2007 217 En el conjunto de otros estudios realizados hasta el momento, no se aclara si existe un género determinado que sea más proclive a ejercer el acoso. Leymann plantea que sí existen diferencias de género en la relación sujeto activo–sujeto pasivo, llegando a la conclusión de que el mobbing se materializa con mayor facilidad entre sujetos del mismo sexo. Posiblemente no existan diferencias de género, sino que el acoso lo ejerce aquel que tiene una posición de poder para realizarlo. Si se tienen en cuenta sólo dos premisas de tipo social, una la relativamente reciente incorporación al trabajo por parte de las mujeres y dos, la mentalidad predominante en nuestra sociedad que es de tipo patriarcal, se llegará a la conclusión que son los hombres los que mayoritariamente se encuentran al frente de las jefaturas o son propietarios de las empresas. A continuación se relacionará el cargo que ocupa el acosador/a con el tipo de dirección de la empresa. Tabla 34 TIPO DE DIRECCIÓN CARGO DEL ACOSADOR/A INTEGRAL/UNITARIA JERARQUIZADA DEPARTAMENTALIZADA TOTAL % GERENTE MANDO INTERMEDIO 3 1 2 6 10% 1 17 10 28 47% PROPIETARIO 22 0 0 22 37% 0 1 0 1 2% SUBALTERNOS 0 0 1 1 2% OTROS 0 0 1 1 2% TOTAL 26 19 14 59 100% IGUALES Fuente: Elaboración propia, 2007 218 Como se puede apreciar en la Tabla 34, el cargo que predomina entre los acosadores/as es el de Mando Intermedio (47%) y que pertenecen a una estructura de dirección mayoritariamente Jerarquizada o Departamentalizada, sólo hay un caso que es de Integral/Unitaria. Si a la categoría de Mando Intermedios se le suman la de los Gerentes (10%) se tendría un 57% del total de los casos, aunque en esta última figura los acosadores/as se reparten entre la dirección integral/unitaria (3 casos) y la Jerarquizada más la Departamentalizada (otros 3 casos). En la figura de Propietario hay un 37%, procediendo de las empresas con dirección Integral/Unitaria, casi en la totalidad (22 de un total de 26). El resto de figuras apenas tienen representación, pero además se volverán a tratar cuando se estudie el tipo de Acoso. En síntesis se puede decir que los cargos de los acosadores se distribuyen entre los Gerentes, Mandos Intermedios y los Propietarios de las empresas. Gráfico 20 CARGO DE LOS ACOSADORES 6 22 GERENTE JEFE INMEDIATO PROPIETARIO 28 Fuente: Elaboración propia, 2007 219 Así pues, cabría decir que los acosadores en este estudio son predominantemente hombres, personas que ejercen de Mando Intermedio entre el propietario y los trabajadores, por tanto son también empleados de las empresas, al igual que los trabajadores a los que acosan. Seguidos en importancia por los propietarios de las empresas. Las empresas en las cuales ejercen, en el caso de los Gerentes y Jefes Intermedios, son predominantemente empresas con dirección Jerarquizada o Departamentalizada y en el de los Propietarios son de dirección Integral/Unitaria. Hasta aquí se ha visto que mayoritariamente los acosadores son hombres que ejercen una posición de dirección delegada en las empresas en donde se produce el Acoso y, aunque no se ha estudiado específicamente el carácter de los acosadores, resulta ilustrativa la aportación que realiza J. L. González de Rivera, cuando habla del síndrome MIA (Mediocridad Inoperante Activa), describiendo a estos sujetos como: que tienen grandes deseos de notoriedad, despliegan una gran actividad que no sirve para nada, es decir totalmente inoperante, generando gran cantidad de trabajo inútil que imponen a los demás, destruyendo así su tiempo e intentando introducir todo tipo de controles y obstáculos destinados a dificultar la actividad realmente creativa. Coincide el autor anterior con Hirigoyen cuando describe al sujeto como que es particularmente proclive a la envidia, y sufre ante el bien y el progreso ajenos. Así mismo calla cualquier información que permita valoraciones positivas sobre otros, mientras que amplificará y esparcirá todo rumor o dato equívoco que invite a la desvaloración y desprestigio de esas mismas personas. 220 CAPITULO 7: EL ACOSO LABORAL EN LA POBLACION ESTUDIADA CAPÍTULO 7: En este Capítulo se realizará el análisis cualitativo de las narrativas de los Acosados/as. Para ello se verá el diagnóstico y los síntomas. En el proceso (inicio y desarrollo), se trataran los antecedentes del fenómeno y las acciones del mismo. También se analiza cómo se sienten y qué piensan las personas que han sufrido el Acoso. Finalmente se verá la última fase del proceso, que es el Cierre. 7.1.- DIAGNOSTICO Y SINTOMAS El estudio del Diagnóstico y los Síntomas, tiene como finalidad el conocer cual ha sido el sufrimiento de los Acosados. En cuanto al Diagnostico los datos se extraen de los registros realizados la Historia Clínica por el Médico Psiquiatra. Respecto al apartado de los Síntomas se utilizarán las narraciones de los afectados. 7.1.1.- DIAGNÓSTICO Todos los casos estudiados tienen como diagnóstico común el de Trastorno Adaptativo18 y en el mismo se determina que es por causas 18 Según el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. DSM-IV (Barcelona 1995), define el Trastorno Adaptativo como el desarrollo de síntomas emocionales o comportamentales en respuesta a un estresante psicosocial identificable. 223 CAPÍTULO 7: laborales. Además se han registrado adicionalmente otros diagnósticos: Depresión, Crisis de Ansiedad y Otros. De los 59 casos diagnosticados de Trastorno Adaptativo, hay 54 que además tienen el de Depresión y de ellos hay 42 que tienen también el de Crisis de Ansiedad. Aparte de estos hay 8 diagnosticados adicionalmente de Otros, que normalmente son de tipo somático. De los 5 restantes que no tienen el diagnóstico de Depresión, sí tienen el de Crisis de Ansiedad y uno de ellos el de Otros. Así pues, se podría decir que el diagnóstico común es el de Trastorno Adaptativo, acompañado de Depresión y/o Crisis de Ansiedad. Hay un porcentaje no muy numeroso (15%, 9 personas) que además tiene otras dolencias de tipo físico (hipertensión, glucosa, etc.….). 7.1.2.- SINTOMAS Cada uno de los pacientes comprendidos en este estudio, ha sido diagnosticado por el Psiquiatra del Equipo de Salud Mental y, una vez diagnosticados, han sido remitidos a la Trabajadora Social del mismo Equipo para profundizar en el estresante. Para el estudio de los síntomas, en esta investigación, se ha realizado un vuelco total de los datos de la narrativa de los pacientes, a continuación se han agrupado los ítems que se repiten, ordenando por categorías y temas, contabilizando los casos según esas categorías y temas, dando como resultado lo que a continuación se expone. 224 CAPÍTULO 7: 7.1.2.1. Trastornos del sueño.- Para los síntomas relacionados con los trastornos del sueño, se trascriben seguidamente algunas de las narrativas más significativas: “Hace tiempo que no consigo dormir toda una noche de continuo, cuando me duermo, me despierto asustada por las pesadillas en torno a los problemas en la empresa en donde trabajo, algunas de estas pesadillas no tienen sentido, pero son terroríficas, tengo miedo…” (C.15). En este caso se observa que existe un problema de insomnio, acompañado de interrupciones del sueño y pesadillas, lo que conlleva la ausencia de sueño reparador y las correspondientes consecuencias a la mañana siguiente. Hecho este que además se prolonga en el tiempo, pues la paciente está diciendo que “hace tiempo” que se encuentra así. Normalmente este síntoma ya estaba medicado pero no siempre se ha conseguido que remita con la medicación correspondiente. “Doctor no puedo continuar, así no duermo. Cuando me tomo la medicación y a la media hora me voy a dormir, sólo consigo dormirme durante no más de una hora y a continuación paso toda la noche en blanco, dándole vueltas a lo mismo, los problemas en el trabajo, así no puedo vivir ” (C.11). Al igual que en el anterior existe un problema relacionado con el trastorno del sueño y con los problemas del trabajo, pero en este caso el paciente está verbalizando “así no puedo vivir”, expresando que le está repercutiendo en el desenvolvimiento de su vida cotidiana. “Gracias a las pastillas he conseguido dormir después de mucho tiempo, aunque continúan las pesadillas en relación al trabajo, todo está deteriorado, viejo, derruido, voy huyendo, no veo quien me persigue, me despierto con una angustia que no se la deseo a nadie. Por lo tanto, no se que es peor, si dormir o no, ya que lo paso tan mal” (C.3). 225 CAPÍTULO 7: En este caso, al igual que en los anteriores, el problema ya no es en sí que el paciente consiga dormir o no, sino que además cuando se consigue el sueño, éste no es reparador, pues las pesadillas continúan estando presentes, con las consecuentes angustias y ansiedades. Esto es también catalogado dentro de los trastornos del sueño. “Continúo sin poder dormir durante toda la noche, me duermo después de tomar las pastillas, pero me despierto por las pesadilla en torno al trabajo y ya me cuesta mucho volver a dormirme de nuevo, acabo en el sofá casi todas las noches, con la intención de no molestar a mi mujer” (C13). Una vez más se aprecia a través de esta narrativa que hay un problema de trastorno del sueño, al decir que tiene despertares y pesadillas en relación con el trabajo, cosa esta que es una constante en casi todos los casos estudiados. Aparece también la preocupación de molestar a la mujer y el abandono del lecho conyugal por este motivo. Del estudio de los síntomas habría que destacar que, mayoritariamente, en todos los pacientes estudiados las narrativas se suceden similares a las reproducidas, pudiéndose decir que estos tipos de síntomas que manifiestan están relacionados con algún tipo de trastorno del sueño: insomnio, pesadillas con referencias al trabajo, sueño interrumpido, etc. De los 59 pacientes estudiados, 55 de ellos realizan quejas sobre este tema, o sea el 93,2%. 226 CAPÍTULO 7: 7.1.2.2. Ansiedad.- Otros de los síntomas recogidos en este estudio han sido los relacionados con las manifestaciones de ansiedad y que se presentan de formas diversas, como las siguientes: “No se qué me sucede, pero me levanto todas las mañanas con nauseas, no puedo comer, he perdido cinco kilos en muy poco tiempo, ya me ha visto el medico de digestivo y me dice que no tengo nada, que todo son los nervios, estoy preocupado…. Las nauseas empezaron con los problemas en el trabajo, pero no se me corrigen, sino que van en aumento, a pesar de estar de baja y no estar yendo a trabajar” (C.34). “Igual tengo problemas de corazón, pues esto no es normal, me dan palpitaciones, siento una opresión en el pecho que me ahoga y no me deja respirar, aunque los médicos dicen que todo es de los nervios. Claro que yo nunca he padecido de esto, hasta que empezaron los problemas en el trabajo” (C.4). “Dr. Estoy muy mal, estos temblores en las manos que no controlo, estos sudores, esta sensación de angustia no me deja vivir” (C.3). A través de estas tres narrativas, se aprecian algunas de las manifestaciones de los síntomas de Ansiedad: nauseas, perdida de peso, dificultades para respirar, ahogo, opresión en el pecho, temblores, sudoración y angustia. Son molestias que ponen de manifiesto el sufrimiento de las personas estudiadas. De los 59 casos estudiados, 14 pacientes narran molestias relacionadas con la respiración, la opresión en el pecho o el ahogo. También 18 pacientes hablan de arritmias, taquicardias, palpitaciones y 10 de ellos no solo verbalizan, sino que a través de la observación se constata y registran, temblores, sudoración, además de manifestaciones de estar padeciendo nauseas y angustia. 227 CAPÍTULO 7: 7.1.2.3. Otros síntomas.- “Tengo miedo, es una sensación que no se cómo explicar, no es miedo a algo concreto, pero siento que algo malo me va a suceder, no se qué. No puedo salir solo a la calle, siento una total inseguridad, necesito todo el tiempo a alguien, me he convertido en un inútil, yo que siempre he sido tan autónomo e independiente, no se qué me está sucediendo” (C.41). Este paciente está describiendo lo que es el miedo indefinido, es una sensación de miedo pero no a algo en concreto, sino que no puede identificar aquello que teme. Esta sensación le produce a veces una paralización e inseguridad que le supone tener que depender de otro y sentirse una carga, cuando es alguien que siempre ha sido resolutivo e independiente. El miedo indefinido se produce al no entender qué está sucediendo, al no entender los porqués de lo que le pasa. Es algo inconsciente, que no consigue controlar. Esta sensación le produce sufrimiento y le incapacita para su desenvolvimiento en su vida cotidiana. “Desde que me sucedieron los problemas en el trabajo, no consigo poder entrar en una entidad bancaria, ni en ningún organismo oficial, como puede ser Hacienda, por ejemplo -o cualquier centro de oficinas-, pues me pongo a temblar, me entra la opresión en el pecho, la sensación de ahogo y tengo que salir rápido a la calle. También me sucede que cuando me cruzo por la calle con alguien que lleva traje y corbata me pongo tan nervioso que tengo que cambiar de acera. No se qué me está sucediendo, no se qué me pasa” (C.3). Lo que describe este paciente es una fobia a todo lo relacionado con su anterior lugar de trabajo: él iba con traje y corbata cuando estaba trabajando y lo hacía en una oficina grande con varios empleados. Ahora proyecta sobre todo aquello que le referencia, aunque no lo asocia directa y conscientemente con su trabajo. Las manifestaciones de esta fobia se traducen en temblores incontrolados, en ahogo y también en miedo. Lo 228 CAPÍTULO 7: cual le produce una sensación de incapacidad para poder realizar una serie de gestiones personales que antes realizaba y que ni él ni su entorno entienden por qué no puede hacerlo ahora. Así pues, todo ello le causa una sensación de angustia y muchas veces de soledad ante esta situación. Tanto en el primer caso como en el segundo, estos síntomas de Miedo indefinido, Fobias, Inseguridad para realizar cualquier cosa o tomar decisiones de cualquier tipo, producen un sufrimiento y una merma en los pacientes que les impide llevar una vida normal. Además de los síntomas anteriormente expuestos, existen otros incluidos en este mismo epígrafe: “Ya no puedo salir a la calle solo, el otro día me perdí, en mi propio barrio, hubo un momento en que no sabía donde me encontraba, me entró una angustia y un miedo que no se puede contar, es para vivirlo. Pero eso no es sólo, además todo lo tengo que anotar, pues no me acuerdo de nada de un día para otro” (C.1). Lo que describe el paciente es una perdida de memoria y desorientación espacio-temporal. Hay autores que asimilan estos síntomas con los que sufren los pacientes después de un traumatismo. En cualquier caso lo que está claro es que se produce un déficit, el cual se traduce en que alguien que era una persona autónoma y segura pasa a convertirse en alguien inseguro y dependiente. Hay siete pacientes de la población estudiada que se quejan de estos síntomas de pérdida de memoria y desorientación espacio-temporal. 229 CAPÍTULO 7: Otros de los síntomas registrados desde la narración, han sido los que a continuación se pasan a reproducir desde el discurso de los afectados. Este paciente dice, mientras llora de forma desconsolada: “Usted me ve, no puedo controlar el llanto, por nada me pongo a llorar, no tengo ganas de nada, nada me apetece, me levanto cansada y voy arrastrándome todo el día, no me distrae nada y nada me hace ilusión. No se qué me está pasando, pues usted me ve ahora como estoy pero yo he sido una persona vital, que nunca he entendido a los que decían que se encontraban deprimidos, nunca pensé que a mí me iba a pasar esto” (C.3). “Lloro todo el tiempo, estoy triste, pero a la vez siento una rabia que me hace responder a mi esposa y a mis hijos de malas formas, no controlo mi mal humor y mi mal genio, no se qué me ha pasado para cambiar de esta forma mi carácter, yo he sido una persona de buen humor, alegre y ahora no me aguanto a mí mismo” (C.29). “Ya no aguanto más, esto no tiene solución, no hay salida, cada vez me encuentro peor, la tristeza, mi mal humor, mi impotencia, no sólo es el trabajo, sino que debido a todo esto en casa hay un ambiente insoportable. No sé qué ha sucedido, pero la vida así no vale la pena vivirla” (C13). En los tres relatos aparece la tristeza y el llanto fácil. En el primero también habla de desgana, cansancio y desapetencia. El segundo introduce el tema de la rabia, de los cambios bruscos de humor y del cambio de carácter y el último habla de desaliento y desánimo total. En estas narrativas se puede percibir claramente que se está ante una depresión, como aparece en el apartado de diagnósticos. Todos estos síntomas tienen que ver con alteraciones emocionales. Estas alteraciones pueden desarrollarse o dar lugar a resultados o consecuencias de graduación diferente, que pasan de la tristeza, el 230 CAPÍTULO 7: desánimo y la irritabilidad, a las ideas de muerte o hasta el intento de suicidio. Así pues, se ha realizado la siguiente agrupación: • Tristeza y llanto fácil. • Desánimo, apatía, desgana, desapetencia, cansancio. • Irritabilidad, cambios bruscos de humor, rabia. • Ideas de muerte o de autolisis. • Intentos de suicidio. De estos síntomas los que predominan en la población estudiada son los de los dos primeros tipos, siendo los menos frecuentes los de los dos últimos. No obstante y aunque no se produzcan en la misma magnitud, por su gravedad, resulta importante destacar que en varios casos expresan ideas de muerte o de autolisis, siendo cuatro las personas que las han sufrido, así como el intento de suicidio que han sido dos personas las que lo han realizado. En síntesis, podemos decir que los pacientes estudiados presentan trastornos del sueño, problemas de ansiedad, alteraciones emocionales y otras molestias físicas que con anterioridad al hecho no existían y que les supone un sufrimiento. 7.2.- EL PROCESO DEL ACOSO: INICIO Y DESARROLLO No existe unanimidad entre los diferentes autores en cuanto a las fases del Proceso de Acoso: Leymann habla de cuatro (la aparición de algún incidente crítico, la persecución sistemática, la intervención de los superiores y el abandono del trabajo). Hirigoyen distingue dos fases (la 231 CAPÍTULO 7: seducción perversa y la violencia manifiesta). Barón Duque, tres (inicio del acoso psicológico, apertura del conflicto y huida). Teniendo en cuenta los contenidos propuestos por los autores mencionados e intentando ponerlos en relación con la realidad de los casos estudiados, esta investigación se ha centrado en dos fases: 1.- Inicio y Desarrollo del proceso de acoso. 2.- Cierre del proceso. El tratamiento de los datos ha sido similar al del apartado anterior. A la pregunta de cómo empezó, o a raíz de qué sucedió, o a qué asocia la actitud del jefe/a o acosador, la respuesta mayoritaria de los pacientes es: No sé. Hay quien responde: ¿Igual hice algo incorrecto o que no debía, pero no sé qué fue? 7.2.1.- ANTECEDENTES DEL INICIO DEL PROCESO DE ACOSO Después de varias entrevistas y una vez que los pacientes están menos desestructurados emocionalmente, se les pidió que recordaran lo que había sucedido antes de que se produjese el desencadenamiento del proceso, al objeto de intentar reconstruirlo a través de su propia narrativa, obteniéndose lo siguiente: “No recuerdo bien, pero quizás sí hubo un momento antes en que mi jefe me trataba como si fuera un amigo y el cambio se produjo a raíz de mi vuelta de una baja por enfermedad, estuve muy mal, inmovilizado, él lo sabía. Yo no soy de los que se toman una baja por una gripe. Cuando me incorporé al trabajo, en lugar de continuar en mí puesto me relegó a tareas de limpieza y me ridiculizaba delante de otros compañeros. No entendía qué había sucedido” (C.37). 232 CAPÍTULO 7: “Creo que el inicio de esta pesadilla fue después de la incorporación de mi baja por el accidente de trabajo, estuve muy mal, me rompí varias vértebras, pensaba que me iba a quedar paralítico. Aun hoy continúo sin entender el por qué de esta persecución y de las continuas ridiculizaciones delante de los compañeros o el ponerme en el turno solo, sin ninguna ayuda, además de otras acciones” (C.13). De estas dos manifestaciones se podría deducir que la causa desencadenante en el primer caso es a raíz de una baja por enfermedad y en el segundo después de haber sufrido un accidente de trabajo. En el conjunto de la población estudiada aparecen relatos similares y se procede a registrar este tipo de causas, pudiendo objetivarse que por problemas de enfermedad antes del inicio o desencadenamiento del proceso de acoso hay seis personas que estuvieron de baja por enfermedad, cuatro que sufrieron accidentes de trabajo y uno que tuvo una intervención quirúrgica. Así pues, en once de los pacientes estudiados, los antecedentes al inicio del acoso fueron el hecho de haber estado de baja médica por enfermedad o accidente de trabajo. Continuando con los antecedentes del inicio del proceso de acoso se tienen también relatos que pueden apuntar a otras causas, como los siguientes: “No recuerdo muy bien, pero quizás esto empezó con la fusión de la empresa en una multinacional. Yo era un directivo en la empresa fusionada y estaba muy bien considerado, pero con los nuevos jefes en un principio todo fueron amabilidades y posteriormente se convirtió en un calvario, no entiendo por qué, pues yo intente colaborar y hacer mi trabajo como lo hacía anteriormente” (C.3). “Creo que todo empezó con el cambio de mi jefe inmediato. A raíz de que se incorpora el nuevo empiezan en principio por exigir que realizásemos más horas, las cuales no se nos pagaban ni nos las compensaban. Cuando 233 CAPÍTULO 7: preguntaba, me respondía que si estaba mal que me fuese. Y esto no fue sólo, después vinieron los insultos, las amenazas, el ridiculizarme en publico, etc.” (C.51). De los dos relatos expuestos se desprende que los antecedentes del proceso de acoso han ido acompañados por un cambio en la dirección de la empresa en donde estos pacientes trabajaban. Relatos similares hay registrados de ocho personas de las estudiadas. Para continuar con el tema de los antecedentes al inicio del proceso, se van a reproducir otros relatos. “A mí ya me dijeron que el hecho de presentarme a las elecciones sindicales en esta empresa me iba a ocasionar muchos problemas, pero nunca me imagine que iban a ser de esta magnitud, ni que me afectaría como me está afectando. Así que todo empezó a raíz de salir elegida delegada sindical” (C.35). Parece que el relato es claro y directo, identificando el inicio del proceso con el hecho de las elecciones sindicales. Hay tres casos con discursos similares, entre los pacientes objeto de este estudio. “No sé que sucedió para que mi jefe cambiase de actitud conmigo… A no ser que fuese debido a que pedí una reducción de jornada a raíz del nacimiento de mi hijo, pues creo recordar que le sentó mal y llegó a decirme que me pensase que quería hacer, si dedicarme a trabajar o a estar con el hijo” (C.36). En este caso el inicio se produce al solicitar reducción de jornada para el cuidado de un hijo. Similares a esta narrativa hay las de cuatro pacientes. 234 CAPÍTULO 7: “Todo empezó cuando mi jefe se enteró de que estaba embarazada, fue todo horrible, no se lo deseo a nadie, llegó a decirme que no tenía vergüenza de haberme quedado embarazada, que todas las mujeres somos unas putas. Pero esto solamente era el comienzo” (C.17). Aquí, como bien dice la paciente, el inicio o desencadenante fue el hecho del embarazo. “No sé cómo se me ocurrió presentar el Certificado de Minusvalía en mi empresa, a partir de ese momento se produjo todo lo demás que fue viniendo, la ridiculización, las ironías, los chistes desagradables y esto era sólo el inicio” (C.29). Este paciente asocia su reconocimiento de minusvalía al antecedente o desencadenante del acoso. “Fue después de la firma del contrato indefinido, anteriormente había estado con contratos por tiempo determinado (de tres, de seis meses). Pero continúo sin entender el por qué, pues habría sido más fácil no haber hecho el contrato indefinido y haber prescindido de mi, que dedicarse ha hacerme la vida imposible” (C.50). Esta paciente relaciona la firma del contrato indefinido con el inicio del proceso de acoso, en el mismo caso hay otro paciente que relata un hecho similar. “Esto me parece tan injusto, todo empezó a raíz de que anuncié a la empresa mi deseo de prejubilarme, nunca pensé que esto iba a suceder, pues verá, según nuestro convenio existe el acuerdo de prejubilación a los 64 años con el 100% de la cuantía de la base de cotización, antes otros compañeros se habían jubilado y no les había sucedido lo que a mi. Tengo miedo a tener que incorporarme, me hacen la vida imposible y no me siento seguro, puede suceder algún incidente grave, pues se me está poniendo en servicios peligrosos y sin la suficiente cobertura” (C.40). 235 CAPÍTULO 7: En este caso el inicio del proceso parece que se desencadena con el anuncio de la prejubilación del paciente, pudiéndose considerar ésta otra de las causas de los antecedentes al inicio. “Realmente yo, haciendo memoria, creo que todo esto empezó después del despido de otros compañeros, pero continúo sin entenderlo, por qué no me despidieron a mí también, sino me querían allí, igual es que no se fían de mí, no sé” (C.59). La relación que esta paciente ha conseguido hacer ha sido con el hecho de los despidos de otros compañeros, los cuales se dieron en su empresa en momentos anteriores a que se produjese el inicio del acoso. En resumen, resultan significativos los hechos causantes por motivos de enfermedad o accidente de trabajo y aquellos que se producen después de un cambio de dirección en la empresa, pero también los producidos por el ejercicio de derechos (presentarse a elecciones sindicales, reducción de jornada, prejubilación, minusvalía, etc.). 7.3.- ACCIONES DE ACOSO Una vez se desarrolla el proceso de acoso, aparecen una serie de acciones del acosador/a hacia el acosado/a. Leymann llega a realizar un catálogo de 45 acciones de acoso, las cuales se pueden clasificar en cinco tipos: 1.- Las relacionadas con impedir al acosado/a que se comunique con otros, 2.- Las de evitar que tenga contactos sociales, 3.Las que atentan contra la reputación de la víctima, 4.- Las de intentar reducir la ocupación laboral de la víctima, 5.- Las que afectan a la salud física y psíquica de la víctima. 236 CAPÍTULO 7: La autora Nora Rodríguez propone la siguiente clasificación: acciones contra la reputación o la dignidad, acciones contra el ejercicio de su trabajo, acciones de iniquidad y manipulación de la comunicación o la información. En el caso de este estudio las acciones de acoso -aunque todas ellas se podrían clasificar tanto en cuanto a la primera planteada como a la segunda (en grupo de cinco o de cuatro) que se han mencionado-, se ha considerado más ilustrativo para poder vivenciar esas acciones el utilizar la propia narrativa de los pacientes y después realizar una catalogación, exponiendo que es lo que se incluye en cada uno de ellos. Para efectuar esto se pasará a la narrativa de los acosados. “El rememorar todo lo que allí pasé me vuelve a poner peor, pero entiendo que tenga que hacer el esfuerzo por recordarlo. Hay hechos que se me borraron de la memoria y los he tenido que recuperar a través de otros compañeros que estuvieron presentes en esos momentos. Tenía un puesto de responsabilidad, coordinaba a otros trabajadores, a los cuales fueron despidiendo. Empezaron a cuestionar todas mis decisiones, así como mis gestiones. Seguidamente me pusieron a copiar el listín de teléfonos, me aumentaron el horario, las jornadas se prolongaron hasta altas horas de la noche, ya no tenía los fines de semana libres. Posteriormente, me enviaron al sótano a grapar legajos durante toda la jornada, con una grapadora de mano, hasta que me lesione la muñeca (de esto último me había olvidado, me lo recordó una compañera), tengo una cicatriz en la muñeca derecha que debe de ser de eso. Cuando preguntaba por qué o insinuaba que no era justo ni legal, me amenazaban con sancionarme por incumplimiento y con el despido procedente sin derecho a nada. También me intentaban ridiculizar delante de otros responsables de la empresa. No puedo recordar más incidentes de entonces, lo siento, he perdido todo lo que era” (C.3). En la narrativa de este caso se puede deducir que existe un cuestionamiento del trabajo que realizaba, cuando dice que “empezaron 237 CAPÍTULO 7: a cuestionar mis decisiones y mi gestión”. También se produce una denigración, al ponerle a realizar funciones sin sentido y muy por debajo de las que correspondían a su puesto de trabajo. Pero además existe una agresión física, de manera indirecta, cuando le envían a grapar legajos con un instrumento inadecuado que le ocasiona una lesión. A lo anterior se añade la mofa o burla delante de los responsables de la empresa. Además de amenazas de sanción o de despido procedente. Cabría decir que también se produce una acción de aislamiento, al recluirle en el sótano. En este caso se recogen seis tipos de acciones de acoso, durante un periodo de tiempo que el paciente aún no acierta a saber cuantos meses tuvo de duración. “Realmente no sé como empezó a deteriorarse la relación en la empresa. Me dedicaba a la atención directa con los comerciales y de la noche a la mañana me quitaron de este trabajo, me prohibieron que hablase con ellos, ni con otros compañeros, me destinaron a realizar tareas de oficina. Posteriormente, a las ocho de la mañana cuando llegaba, me enviaron a un sótano y me encerraban allí hasta las tres de la tarde que finalizaba mi jornada. Así estuve mucho tiempo. Me despidieron tres veces, pero las sentencias condenaban a la empresa a la readmisión o indemnización y durante todo el tiempo la empresa optó por la readmisión y yo continuaba en la misma situación. Me decían que no me querían allí y que me marchara” (C.19). A través de esta narrativa se podría decir que existen también varias Acciones de Acoso. Hay agresiones físicas, en el momento en que la encierran durante toda la jornada en el sótano. También se produce un aislamiento de la trabajadora del resto de compañeros y otras personas. Finalmente se aprecia que se produce un trato denigrante, cuando le dicen que no la quieren allí pese a haber optado por la readmisión, añadido a la acción de tenerla encerrarla toda la jornada. 238 CAPÍTULO 7: “Llevo mucho tiempo en la empresa y nunca ninguno de los gerentes que ha habido me trataron de esta forma. Yo era un trabajador que funcionaba con toda libertad, ya que daba resultados. Pero este gerente, me controla todo el tiempo, hasta ha puesto a otra persona para que vaya conmigo durante toda la jornada. Me llama de continuo por teléfono para preguntar con quien estoy y que hago, se enfada si no le cojo el móvil. Llama a mi mujer a contarle que le engaño con otras mujeres, me difama delante de mis hijas. No sé ya qué voy a hacer” (C.4). Aquí aparecen acciones que no se han visto con anterioridad, como la del control inequitativo cuando le ponen a otra persona con él para que le acompañe durante toda la jornada y durante varios días, no pareciendo que hubiera otra intención que la de vigilarle. O cuando le llaman insistentemente por el móvil preguntándole donde está y qué hace. La otra acción de acoso es la de difamación, cuando llama a la esposa a decirle que le está engañando -el marido- con otras mujeres o cuando aprovecha la presencia de las hijas para difamarle. “Me cambiaron de centro de trabajo, en la nueva oficina había un compañero y el jefe. Desde el inicio el jefe tuvo palabras soeces conmigo. Llegó a tirar un folio estrujado al suelo y decirme recoge eso, las mujeres solo servís para eso para recoger la basura, te has enterado, sois todas unas putas. Me enviaba a lugares peligrosos a desempeñar el trabajo de la calle a mí sola. Durante el mes de Agosto se marcharon él y mi compañero y me desconectaron el aire acondicionado llevándose el mando. Otro día me encerró en un armario de la oficina y se fueron. Me seguía con el coche, hacía guardia delante de casa” (C.48). Se podría decir que de esta narrativa se desprenden diferentes Acciones de Acoso, algunas de las cuales no se han visto en las narraciones anteriores y otras sí. Cabría decir que existe una agresión verbal, cuando le trata de puta, generalizando este trato a todas las mujeres. También que existe un trato denigrante cuando le arroja el papel al suelo y le obliga a recogerlo, con un comentario desagradable como el que le 239 CAPÍTULO 7: hace. A continuación se estaría ante una agresión física, tanto por el hecho de exponerla a situaciones de peligro en el ejercicio de su trabajo, como por el de encerrarla en el armario. Finalmente se podría hablar de persecución, cuando le sigue en el coche y monta guardia en la puerta de su casa. “Después de unas elecciones políticas me trasladaron de servicio, sin argumentación de ningún tipo, aunque los rumores eran que me habían castigado por mis creencias ideológicas. Se me asignan tareas superiores a mi cualificación, pero sin repercusión en mayor sueldo. Rehúsan comunicarse conmigo. Se mofan e intentan ridiculizarme utilizando para ello mis creencias y actitudes políticas. Ante este ambiente de trabajo tan insostenible solicito un traslado y se me responde que no, que allí soy útil” (C.15). “A raíz de las elecciones sindicales en las cuales salí elegida delegada todo empezó a ir mal, me cambiaron de puesto de trabajo (fuera de las oficinas principales), me destinaron a trabajar en una nave en donde sólo estaba yo. No me daban tareas a desarrollar. Empezaron a difamarme, les hablaban mal de mí a los trabajadores. Me llaman al despacho los jefes y me amenazan con hacerme la vida imposible si no dimito como delegada. Observo que los trabajadores me evitan y no sabía por qué. Pero esto va en aumento y yo cada vez me siento peor” (C.35). En estos dos casos se está ante una Acción de Acoso, predominantemente de agresión ideológica, en la cual se utiliza el rumor, el correveidile, además de la mofa/burla, en el primero y la difamación en el segundo. La otra acción de acoso común en ambos es la del aislamiento, al negarse a comunicarse con él y al trasladarla a ella a una nave fuera de las oficinas principales. En el segundo también se da la denigración, al no darle tareas a desarrollar. “Después de un contrato de aprendizaje me hacen un contrato fijo y a raíz de la firma del mismo empiezan los insultos y las agresiones por parte de mi jefe, diciéndome que “a ver que me había creído y que ahora era cuando me iba a enterar de lo que era trabajar”. Pero cuando pasó de las 240 CAPÍTULO 7: palabras a los hechos, yo no pude reaccionar, pues realmente no entendía qué sucedía, me pegó una paliza y lo único que conseguí hacer fue salir huyendo e irme a mi casa, cuando llegué mi hermana al verme llamó a la policía y me llevaron al hospital. Cuando conté lo que me había sucedido realizaron un parte de lesiones y se celebró un juicio rápido, los compañeros de trabajo no me acompañaron y me comentaron que tenían miedo a perder el trabajo. El juicio tuvo una sentencia favorable, pero el problema era tener que volver al trabajo. Volví, nadie me hablaba, me negaron hasta el agua, solo duré un día, me puse muy mal” (C.33). Al analizar este caso observamos que, como dicen muchos autores, no es común Acciones de Acoso con agresión física, aunque excepcionalmente se producen. Hasta ahora no se habían referido agresiones de este tipo, en los casos expuestos. Por ello se ha considerado oportuno el reflejarlo aunque no sea lo que más se da. Aquí se produce también denigración, en el trato recibido por el jefe, además de agresiones verbales (insultos) y amenazas. “Yo creo que todo esto empezó hace más de un año, pero me he tenido que poner así de mal para darme cuenta que ya no podía continuar. En un principio el jefe me acosaba sexualmente, realizaba insinuaciones sexuales, las cuales yo rechazaba y a continuación pasó a hacerme la vida imposible en el trabajo, me ridiculizaba, me menospreciaba, me vigilaba, me seguía fuera del trabajo, montaba guardia delante de casa. He llegado a tener pánico de salir de casa, me lo encuentro en todas partes y me entra el terror, me pongo histérica (tiemblo, chillo,..) no me controlo” (C.56). En este caso se aprecia una Acción de Acoso del tipo agresión sexual, que posteriormente deriva en mofa/burla y persecución. No es de los más comunes, pero existen y es por ello se ha considerado pertinente el exponerlo. 241 CAPÍTULO 7: 7.4.- CÓMO SE SIENTEN Y QUÉ PIENSAN DE LO QUE LES SUCEDE Para el estudio de este apartado se utilizarán algunas de la narrativas de los acosados/as. Tanto los sentimientos como lo que piensan los acosados/as se circunscriben al momento en que se desarrollaron las acciones de acoso. “Me siento muy mal física y psíquicamente. Ya no soy yo. No sé que va a ser de mí. La vida se me va, no sirvo para nada, ya no puedo ni valerme por mí mismo…. Soy una carga, no tiene sentido continuar viviendo así. No sé qué me ha sucedido. Yo no me porté mal, para que hiciesen esto conmigo” (C.1). De este caso se podría decir que se desprenden sentimientos de desesperación e impotencia, además de estupor, de no entender qué sucedió, cuando dice que no se porto mal para que hiciesen esto con él. “Muy mal. Siento que nadie entiende lo que me está sucediendo, ni mi mujer. No tengo ánimo para nada. Me siento desesperanzado. Indignado. Me siento inútil. Ya no sirvo para nada… Soy material de desecho. Pensaba que me iba a jubilar a la edad de 65 años y no antes. No sé que va a ser de mí. Tengo problemas de pareja. A veces pienso en vengarme moralmente. Es injusto e indigno lo que han hecho conmigo” (C.2). Los sentimientos que aquí aparecen son de desesperanza, indignación e inutilidad, también de frustración cuando comenta que pensaba que se iba a jubilar a los 65 años y no antes. Termina con la valoración de que es injusto e indigno lo que han hecho con él. 242 CAPÍTULO 7: “No sirvo para nada, el hombre que fui ha muerto. Mi relación de pareja se rompió. Nadie entiende lo que me sucede, preferiría haberme quedado sin piernas eso se ve, pero no lo mal que me siento, la angustia. Es una continua pesadilla y además no recuerdo sucesos de mi vida anterior. Siento que soy un inútil que no sirvo para nada. Nunca pensé que me iba a suceder lo que me paso. Siempre pensé que me iba a jubilar en la empresa. Mi vida estaba organizada en torno al trabajo. No es justo lo que me ha sucedido. Me han machacado mi dignidad, en algo me equivoqué” (C.3). En este caso al igual que en el anterior existe un problema en la relación con su pareja, a raíz del desenlace de ese proceso de acoso y también se da el sentimiento de que nadie le entiende, encontrándose solo en este avatar de su vida. Aquí además lo describe muy gráficamente, ese sentirse no entendido, cuando dice que habría preferido quedarse sin piernas ya que se vería su sufrimiento y sería más fácil que entendiesen lo que le sucedía. También aparecen los sentimientos de inutilidad, la incredulidad o el estupor cuando plantea que nunca pensó que le fuese a suceder lo que le pasó. Piensa que es injusto lo que le ha ocurrido, pero a la vez persiste un sentimiento de culpa, cuando dice que en algo se equivocó. “Me siento insegura, no me atrevo a salir a la calle sola, tengo miedo a encontrarme con mi jefe, miedo a tener que volver al trabajo. Me siento culpable, pues pienso que algo debí de hacer mal, en algo me equivoqué, esto es injusto e indigno. Tengo sentimientos de culpa en relación a mis hijos, siempre estoy mal, no sé si lo entenderán y me pregunto hasta qué punto les repercutirá a ellos. Siento que no puedo volver al trabajo, pero a la vez creo que esto es injusto e indigno” (C.7). Aquí una vez más se aprecia que la paciente siente que su situación y estado de ánimo pudiera repercutir en su relación familiar, con los hijos. Los sentimientos son de inseguridad y de culpa, cuando se plantea que 243 CAPÍTULO 7: igual hizo algo mal o que en algo se equivocó. A la vez piensa que esto es injusto e indigno. “Me siento mal, indignado, con rabia ante la situación, impotente. Me siento maltratado. Creo que no es justo que a mí me despidan y el encargado continúe insultando y maltratando a los trabajadores. Tengo que hacer algo. Es una cuestión de dignidad. Tiene que poderse hacer algo para que esto no continúe sucediendo” (C.26). Aparece el sentimiento de rabia, de impotencia. Considera que es injusto e indigno y siente la necesidad de tener que hacer algo para que no continúe sucediendo este tipo de acoso y maltrato, no sólo hacia él sino hacía el resto de trabajadores. “Angustiada, sola, con sentimientos de culpa por lo que me sucede, insegura ante la situación y a la vez indignada. Me ha cambiado el carácter. No tengo ganas de hacer nada, no tengo fuerzas. Esto no es justo. No sabía qué me estaba sucediendo. No podía contarlo a nadie, pensé que no me entenderían. Es algo tan increíble que no se puede contar de forma racional y creíble” (C.31). Los sentimientos que se desprenden de este relato son de angustia, inseguridad, indignación y de culpa, a la vez piensa que esto no es justo y entra en un cierto estupor, cuando dice que no sabía qué le estaba sucediendo. Al igual que en anteriores casos aquí también aparece la sensación de que nadie le va a entender, cuando dice pensé que no me entenderían, de ahí lo de sentirse sola. “Tristeza y rabia, me gustaba el trabajo que hacía, fue mi primer trabajo. Me siento impotente ante la situación. Me aterroriza pensar en volver al trabajo. Mi novia dice que no soy el mismo. No puedo continuar así. En menos de un año han desaparecido todos los veteranos, cambian de continuo de jefes. Creo que no les importamos los trabajadores, no nos tratan como personas sino como cosas. Es indigno” (C.39). 244 CAPÍTULO 7: La tristeza y la rabia, así como la impotencia y el miedo, pero además se detecta un sentimiento de pérdida cuando dice que le gustaba el trabajo que hacía y que fue su primer trabajo. El paciente intenta explicarse qué le está sucediendo, por qué le está pasando esto y es cuando relata que en menos de un año han desaparecido todos los trabajadores veteranos o cuando narra que cambian de continuo de jefes, por lo tanto cabría plantearse que aquí también se da un cierto estupor ante la situación de no saber qué sucede. Terminando su relato con la conclusión de que esto es indigno. “Me siento muy mal, indignado, con rabia. Tengo miedo a no poderme controlar delante del jefe. Miedo a tener que incorporarme al trabajo. Esto es indigno, nunca pensé que me fuese a suceder esto, al final de mi vida laboral. En 40 años de vida laboral nunca había cogido una baja y ahora mi médico de cabecera pone en duda que me encuentre mal, esto es un insulto, ¿qué piensa, que estoy de baja por escaqueo?, a mis años...” (C.40). El sentirse mal, la indignación, la rabia y el miedo, pero además el sentirse incomprendido incluso por su médico de cabecera (cosa esta que, como ya se ha visto en otros casos, es algo común). También en este caso aparece el estupor, cuando dice que nunca pensó que le fuese a suceder esto. 7.5.- EL CIERRE DEL PROCESO Para finalizar con el Proceso de Acoso se tratará seguidamente la última fase del mismo: el Cierre. Se utilizarán los relatos de los afectados por el 245 CAPÍTULO 7: fenómeno, intentando realizar un análisis de los mismos con la finalidad de conocer los hechos que rodearon al mencionado Cierre. Se entiende por Cierre la elaboración que la persona realiza de todo lo que le ha sucedido a lo largo de este Proceso de Acoso, la incorporación de lo que le ha pasado y las soluciones que ha podido hallar para la resolución del mismo. La valoración que cada uno realiza de si ha habido un buen, mal o regular Cierre y la interpretación que hace del mismo, pasa por el hecho de que haya habido cierto grado de reconocimiento del daño sufrido, resarcimiento del mismo y las renuncias personales o de derechos que hayan tenido que realizar a lo largo de este proceso. Es importante el tipo de Cierre que se realice para que posteriormente se pueda rehacer su vida personal, social y laboral. “Esto ha sido una tortura, por lo largo y por todo lo que he pasado, pero al fin hay un mínimo de justicia y alguien ha reconocido que estoy mal, que no puedo continuar trabajando. Por fin hay quien reconoce que todo lo que he sufrido no ha sido cuento. Para mi es tremendamente importante esta sentencia de Incapacidad Permanente” (C.1). “Realmente no sé que sucedió en el juicio, estaba tan asustado, menos mal que estaban allí el psiquiatra y la psicóloga. Traigo la sentencia para que usted me la explique, pues de usted me fío. Dicen que es buena, que al fin todo se acabo, que reconocen que estoy enfermo y que no puedo volver a trabajar. Pero he leído que pueden volver a revisarme en dos años y eso me asusta. ¿Tendré qué volver a pasar de nuevo por todo lo que he pasado? Ya nada volverá a ser igual, he perdido tanto en estos años” (C.3). “Realmente yo nunca había pretendido dejar de trabajar, pero las circunstancias me obligaron a ello, después de un accidente de trabajo que sufrí y que nunca me reconocieron como tal, me reconocieron una incapacidad parcial para mi trabajo habitual. Cuando pido incorporarme a la empresa, a un puesto compatible con mi incapacidad reconocida, me niegan tal propósito. Pero después de tanto tiempo ya no me quedaban fuerzas para continuar. Esta vida es injusta. Después de 26 años trabajando en la misma empresa, que termine así” (C.13). 246 CAPÍTULO 7: En estos tres relatos se están describiendo el final de la relación laboral de estas personas a raíz de una sentencia o resolución de una Incapacidad Permanente, en el caso de los dos primeros y Parcial en el del último. En el primer relato se aprecia que el paciente siente que ha habido un resarcimiento debido al reconocimiento de su situación, cuando dice: “...al fin hay alguien que reconoce que estoy mal,….que todo lo que he sufrido no ha sido cuento”. Pudiéndose calificar de buen cierre por esta persona. En cuanto al segundo paciente, aunque considera que al fin todo se acabo y es un descanso, también dice que ya nada volverá a ser igual, debido a lo que ha perdido durante el proceso. Así pues el cierre se calificaría de regular. En este último relato aparece como diferencia el ser una incapacidad parcial y además derivada de un accidente laboral, a pesar de no estar reconocido. Con el consiguiente agravamiento del hecho de pedir la incorporación a la empresa en un puesto que pudiese desarrollar y la negativa de ésta. Además del sentimiento del trabajador de haber entregado 26 años de su vida laboral a la mencionada empresa, recibiendo como trato el descrito. Ante esta situación el paciente no vive este cierre como algo positivo, sino totalmente negativo, como un mal cierre. “Lo importante es que al fin se terminó el calvario y la empresa ha tenido que indemnizarme para poder deshacerse de mi. Ha habido momentos en que pensé que no había justicia, que acabaría en la calle sin ningún derecho, después de más de 20 años entregados a la empresa. Pero a 247 CAPÍTULO 7: pesar de esta sentencia, la realidad es que a esta altura de mi trayectoria laboral me ha destrozado la vida. El despido y el paro, sin ninguna expectativa de nuevo trabajo, por la edad que tengo. Esto supone una disminución de ingresos y se han roto todas mis expectativas y esperanzas” (C.2). “No le deseo ni a mi peor enemigo todo lo que he pasado. Sabes que me tuve que incorporar a la empresa y la situación se recrudeció mucho peor que antes. La satisfacción fue que la empresa pasó por una inspección de trabajo y le sancionaron por acoso. A continuación me despidieron, pero me tuvo que indemnizar y ahora estoy en el paro. Al menos no se salió con la suya de pretender que me marchara sin nada y además ultrajada y despreciada, pues según él yo no tenia ningún derecho y debía de estarle agradecida por el hecho de darme trabajo y esto después de 18 años en la empresa, de haberlo dado todo” (C.7). “Finalmente accedieron a negociar la indemnización por despido, puedo entender que estuvieran enfadados por la sanción y sus consecuencias después de la Inspección de Trabajo que pasaron, pero yo no tuve nada que ver con ella para haber tenido que sufrir todas las persecuciones y agravios. Lo que no podía era renunciar a mis derechos, como pretendían. Estoy satisfecha con la finalización, ya que no podía continuar trabajando en ese ambiente de denigración. Es un reconocimiento por parte de la empresa de mis derechos, cosa esta que pretendían sustraerme” (C.9). “A pesar de haber conseguido una sentencia de despido improcedente, no me parece justo, ya que a mi me gustaba mi trabajo y me he tenido que marchar de esta forma. En cambio el encargado continúa en su puesto y sigue insultando y maltratando a los trabajadores que están trabajando en la empresa. Así que he decidido poner una denuncia, para intentar que esto no continué sucediendo. Sentía que tenia que hacer algo, que era cuestión de dignidad” (C.26). Lo común en estos relatos es el cierre a través del despido de la empresa en donde venían trabajando, bien a través de una sentencia de despido improcedente o de una indemnización pactada del mismo. Aunque la valoración, en principio, es de haber conseguido liberarse de la tortura de las acciones de acoso, cada una de estas personas afronta esta situación de diferente forma. 248 CAPÍTULO 7: En el primer caso valora positivamente el hecho del reconocimiento del mal hacer de la empresa al haberle tenido que indemnizar para poderse deshacer de él, aunque a continuación se lamenta de la situación en la cual se encuentra, al haberse roto todas sus expectativas y esperanzas. Por lo tanto no puede considerar que se haya realizado un buen cierre, en todo caso su valoración sería regular. Pues aunque ha existido un reconocimiento y un resarcimiento, se ha visto truncada su vida. Cuando se analiza el segundo relato se aprecia una satisfacción en cómo se ha resuelto la situación. Pues el empresario ha sido castigado por su mal hacer a través de una sanción de la Inspección de Trabajo por el hecho de haber ejercido el acoso contra la trabajadora. Cuando a continuación la despide también se ve en la situación de tenerle que indemnizar por este hecho, cosa que él trataba de evitar. Por todo ello en este caso se podría hablar de un buen cierre. En el tercer relato también se aprecia un reconocimiento y un resarcimiento, al haber conseguido pactar la indemnización por despido, cosa esta que la empresa no quería. La paciente valora positivamente este cierre. En el último de estos relatos se aprecia que a pesar de haber existido una sentencia de despido improcedente, con su correspondiente indemnización, el paciente no ha considerado que fuera justo la resolución del problema al no haber sido castigado el encargado por sus acciones. Es por ello que esta persona ha decidido plantear una denuncia ante la Inspección de Trabajo. Así pues, el cierre no se puede calificar por esta como de un buen cierre, sino sólo regular. 249 CAPÍTULO 7: “Bueno al fin se acabó, finalicé mi contrato temporal y no renové. He pasado al paro, con derecho a desempleo, aunque ahora no encuentro trabajo. Además de pensar que me puede suceder una vez más todo lo que me ha pasado en esta empresa. Estoy angustiada. Ya no soy joven y además soy mujer” (C.5). “Pensé que cuando finalizase el contrato me sentiría mejor, pero no ha sido así. Yo tenía un trabajo que me gustaba y ahora estoy en casa, realizo trabajos esporádicos pero nada más. No es justo que me hayan hecho esto” (C.18). Estos relatos tienen en común que el cierre es a través de la finalización del contrato. En ambos casos tenían la expectativa de que cuando finalizase el contrato se sentirían mejor. De hecho se sienten liberadas del acoso pero lamentándose de lo injusta que es esta situación y con incertidumbre de futuro. El cierre en estos casos se podría calificar de regular, por las expresiones de las personas que narran el mismo. “Después de todo lo que pase, que no se lo deseo a nadie, al fin las circunstancias hicieron que el Jefe quedara en evidencia por una serie de hechos ajenos a mi y eso hizo que prescindiesen de él y volví de nuevo a incorporarme al trabajo. Desde entonces nunca más he tenido problemas con la nueva Jefa” (C. 20). Parece quedar claro que el conflicto se venía generado por el Jefe que había en ese momento, ya que la trabajadora no había tenido problemas antes de ello y además esto se confirma, pues ante un nuevo cambio de Jefe dejan de existir. Este hecho refuerza a la paciente y le devuelve la seguridad en ella y en su quehacer profesional. La resolución del conflicto se vive como un cierre favorable o un buen cierre. “Nunca pensé que esto me pasaría, habían compañeros de trabajo con los que tenía una relación afectiva, les había dado todo. Fue tan horrible que ni puedo contar lo que allí me paso. No podía continuar, se vino abajo 250 CAPÍTULO 7: todo, ya nada tenía sentido. Decidí pedir un traslado a cualquier otro lugar fuera de allí y finalmente me lo concedieron. Me marché a un departamento que no tenía nada que ver con mi profesión, esto me supuso renunciar a ella y empezar una nueva trayectoria profesional. Es algo muy duro, muy doloroso, que creo nunca terminaré de superar” (C.14). En este caso la persona esta narrando que el cierre o final del acoso es a través de la solicitud de traslado a otro departamento de la misma entidad, supone una huida (como menciona Barón Duque en las fases del proceso de acoso). Se podría hablar de que esta decisión trasluce una doble pérdida, la del puesto de trabajo anterior y la renuncia a su profesión. A lo que habría que añadir la gran decepción afectiva de su relación con los compañeros de trabajo. En este caso el acoso es del tipo ascendente (la acosada era la jefa del departamento y el acoso lo sufre por parte de los trabajadores que dependen de ella). Como ya se ha visto, este tipo de acoso no es el más frecuente en el estudio realizado, aunque también existe. Por todo lo descrito es difícil calificar de buen cierre la resolución del acoso, ya que las renuncias han sido muy duras de superar. Así pues esta persona lo califica de un mal cierre, máxime cuando termina la frase diciendo que no cree que pueda llegar a superarlo. “La solución no era continuar de baja por enfermedad, tenía que afrontar la situación, por ello me incorporé a la empresa. Pero es inaguantable. Por ello estoy buscando nuevo empleo, para marcharme. Mientras tanto continúo en tratamiento, aunque así no puedo aguantar mucho tiempo” (C. 25). 251 CAPÍTULO 7: En este caso la persona decide volver a incorporarse a la empresa, para continuar sufriendo el acoso. Se podría deducir que probablemente ha intentado pactar su despido pero no lo ha conseguido y se plantea que no puede continuar de baja por enfermedad. Normalmente en este tipo de casos se producen nuevas recaídas, si el tiempo expuesto al acoso se prolonga. Así pues la solución pasaría por encontrar otro nuevo empleo y marcharse pidiendo la baja voluntaria. En este caso no existe un cierre reparador, pues realmente no se ha producido el mencionado cierre, ya que el volver a incorporarse supone prolongar el proceso de acoso. “Ya no aguantaba más. Nunca pensé que podía ser tan arriesgado el hecho de presentarme a unas elecciones sindicales. Lo he intentado todo, desde que mi abogado pactase el despido, incluso renunciando a la indemnización, pero todo fue imposible. Me incorporé a la empresa, como usted sabe, pero ya vio lo que me paso, que recaí, me puse fatal. No puedo continuar así, he decidido pedir la baja voluntaria y marcharme de la empresa” (C.23). La persona de este relato esta describiendo un cierre del proceso de acoso marchándose voluntariamente de la empresa, renunciando a todos sus derechos. Después de haberlo intentado todo para marcharse de la empresa (negociación del despido, renuncia a la indemnización para poder conseguir la documentación para el desempleo) y que no le prosperara nada de lo intentado, decide incorporarse de nuevo con la consiguiente recaída. Es una situación en la que no encuentra salida, por lo tanto es un mal cierre, no sólo no hay resarcimiento ni reconocimiento del daño causado, sino que hay castigo y ensañamiento. “Nunca pensé que esto me pudiese suceder, me gustaba mi trabajo. Siempre había creído que me jubilaría a la edad estipulada y no antes, 252 CAPÍTULO 7: como me ha sucedido. He sido un funcionario ejemplar y ahora tengo un punto negro en mi expediente, el cual no me merezco. Esto es injusto, no me puedo olvidar, no me dejaron oportunidad para defenderme. Es indigno acabar tu vida laboral así” (C. 12). Aquí se relata un cierre a través de una jubilación anticipada derivada de un proceso de acoso, pues él no tenía previsto el jubilarse anticipadamente, viéndose forzado a ello. Además ha existido, al parecer, una sanción previa. El paciente se siente mal con este cierre. “A raíz de la intervención de los Jefes superiores, llamando la atención a mi Jefe, éste cambio de actitud dejando de perseguirme y hostigarme. Pero lo que me dolió fue que a mí nadie me dio ninguna explicación. Claro que tengo que reconocer que esta situación tan insostenible que venía viviendo, ha dejado de existir” (C.38). En este caso el conflicto se ha solucionado con la intervención de los Jefes superiores sobre el Mando Intermedio. Pese a que esta persona se lamenta de que nadie le dio ninguna explicación, hay que plantearse que sí se realiza un reconocimiento del hecho y se pasa a intervenir por parte de la empresa, por lo tanto cabría hablar de un buen cierre. “Esta sociedad es injusta, el trabajador no tiene ningún derecho. No tengo salida, para qué intentar encontrar trabajo si me pasará lo mismo. Tengo miedo. No se qué hacer. Después de tener el accidente laboral ya todo me ha salido mal, no me han prosperado los juicios. Al resolver el Tribunal Médico que me encontraba apto para el trabajo me incorporé a la empresa y es cuando me hacen la vida imposible” (C.37). En esta narrativa se aprecia el hecho de no haber cerrado el proceso, pues continúa pleiteando y negándose a asumir la situación, no puede cerrar y tampoco iniciar una vida laboral nueva. No se olvida de lo que le 253 CAPÍTULO 7: ha sucedido. Le ha generado inseguridad, está desesperanzado. No hay reconocimiento del hecho del acoso y tampoco resarcimiento. A través de las narrativas se ha podido ver diferentes cierres del proceso de acoso, los cuales pasan, en síntesis. por las siguientes situaciones: incapacidades permanentes, despidos, finalización del contrato, cambio de Jefe, traslado de puesto de trabajo, baja voluntaria, jubilación, intervención del Jefe superior, etc. Estos cierres se ven rodeados de diversas circunstancias que hacen que esta finalización del proceso pueda ser valorado como de bueno, malo o regular, como se ha podido observar. 254 CAPITULO 8: INTERRELACIÓN DE RESULTADOS CAPÍTULO 8: Interrelación de resultados En este Capítulo se procederá a realizar un análisis de interrelación de los resultados derivados de los dos anteriores, así como de su interpretación a la luz del Marco Teórico, con la finalidad de aportar otras formas de visualizar el fenómeno del Acoso. Para ello se centrará en los temas del indicio de causa, las acciones del mismo, el cierre del proceso, las repercusiones personales, los efectos generales del fenómeno y la influencia de los cambios de la cultura del trabajo en el Acoso Laboral. 8.1- INDICIO DE CAUSA No se puede dejar de preguntar cuál pudo haber sido la causa que desencadenó y mantuvo el proceso de acoso. Aquí, en principio, sólo se reflejan algunas posibles causas detectadas pues, como ya se ha dicho anteriormente, en un fenómeno social complejo como este no existe una sola causa, sino que se trata de un entramado multicausal el que da origen al mismo y a su desarrollo. Para elaborar este apartado se han extraído testimonios de las narraciones de los pacientes que se expusieron en el Inicio del proceso y a continuación se han intentado agrupar y categorizar, indicándose qué tipo de información se ha incorporado a cada uno de ellos. El resultado ha supuesto los siguientes ítems: 257 CAPÍTULO 8: Interrelación de resultados -Actividad Sindical: Como ya se vio, existen tres personas que sufrieron el acoso a raíz de unas elecciones sindicales y en las que dos de ellas fueron elegidas delegadas/os. -Ideas Políticas: Hay una persona que fue trasladada de puesto y que las agresiones de acoso fueron dirigidas a ridiculizarle por sus ideas políticas y creencias. -Cambio en la Dirección: Recoge aquellos casos de acoso que se relacionan con el hecho de un cambio en la Dirección de la empresa. -Competitividad Interna: Se refiere al acoso entre iguales (compañeros de trabajo), o cuando es de los subalternos al Jefe y en aquellos otros en donde cuestionan todas las decisiones que adopta el acosado/a, no le pasan información e intentan ridiculizarle delante de otros en el ámbito del desarrollo de su trabajo. -Ejercer Derechos: Cuando el acoso se produce después de haber solicitado una reducción horaria, un cambio de turno, una baja por enfermedad o accidente, etc. -Fusión de Empresas: Hay una persona entre los acosados en el que se asocie el hecho del acoso coincidiendo con cambios de reestructuración de la empresa a raíz de la fusión de esta con otras. -Reducción de Costes: Se refiere a cuando el acoso se produce acompañado del despido de otros compañeros (los más antiguos en la empresa), cuando la empresa se niega a llegar a ningún tipo de acuerdo que suponga algún coste económico para la misma. 258 CAPÍTULO 8: Interrelación de resultados -Reestructuración: Existe un caso en que se asocia el acoso a la nueva reorganización de la empresa, nuevos jefes, nuevas tareas, mayor control, etc. -Subyugar al Otro: Se refiere a aquellos en los que el empresario o jefe inmediato se dedica a cambiarle de turno, aumentar el horario de trabajo, a obligarles a realizar tareas fuera de sus competencias, acciones denigrantes, a amenazarles, etc. El resultado obtenido del conjunto de los casos, se refleja en la siguiente tabla: Tabla 35 INDICIO DE CAUSA ACTIVIDAD SINDICAL IDEAS APOLITICAS CAMBIO DIRECCIÓN COMPETITIVIDAD INTERNA EJERCER DERECHOS FUSIÓN DE EMPRESAS REDUCCIÓN DE COSTES REESTRUCTURACIÓN SUBYUGAR AL OTRO TOTAL TOTAL 3 1 6 6 21 1 7 1 13 59 Fuente: Elaboración propia, 2007 Los ítems de Fusión de empresa y Reestructuración realmente podrían unirse, pues están describiendo un cambio en la organización de la empresa en ambos casos. Las causas más frecuentes son las de Ejercer Derechos (21), seguida de la Subyugación del Otro (13), y que sumarian entre ambas a 44 personas de un total de 59 (un 58% del total de la población estudiada). 259 CAPÍTULO 8: Interrelación de resultados En los casos asociados a un cambio en la Dirección de la empresa, aunque se ha visto en el apartado del inicio del proceso que existían 8 casos, aquí se han depurado, quedando sólo 6: aquellos en que se da una relación directa. Pero tanto la causa de Reducción de Costes (7 personas), como el Cambio de Dirección o la Competitividad Interna (6 personas en ambos), tienen menor importancia que las dos mayoritarias que son la de ejercer derechos y la subyugación del otro. Hirigoyen señala que para “los jefes o jefecillos” el objetivo es acceder al poder o mantenerse en él. Un acosador no soporta la más mínima oposición a su poder. La amenaza del desempleo, la arrogancia y el cinismo se convierten en un método de dirección. Se produce un ambiente en donde la competitividad es encarnizada y donde la frialdad y la dureza es una norma, manipulando al otro con el fin de obtener su sometimiento. Las nuevas formas de dirección que funcionan sólo y exclusivamente en base a los resultados, no importando el factor humano, son campo abonado para que se produzcan este tipo de acciones de acoso que se han estudiado. En los trabajos realizados por algunos autores, ante las preguntas a las víctimas en relación a las causas del acoso, predominantemente han respondido que ha sido por envidia, seguido de superiores débiles y del miedo al desempleo. Pueden existir causas o motivaciones psicológicas, pero es el miedo a no poder subyugar al otro para sus propios fines lo que está presente por 260 CAPÍTULO 8: Interrelación de resultados encima del carácter de la víctima o del acosador. Además el resultado de este estudio arroja que más de la mitad de los casos son derivados por la solicitud de ejercer unos derechos o por negarse a subyugarse al otro. Lo que en definitiva se podría englobar en una causa única: las relaciones de dominación y del ejercicio del poder de forma déspota y rayando el delito. Como se ha expuesto anteriormente, hay diversos autores que coinciden en que el objetivo final del acoso es provocar la autoeliminación del trabajador del medio laboral. No obstante, hay algunos que se han planteado como hipótesis que la causa es el abaratamiento de los despidos, pero si se observan los datos de este estudio se verá que el grupo mayoritario tienen contratos fijos con una antigüedad entre 1 y 4 años (46% del total de la población estudiada), por lo tanto las indemnizaciones por despido resultan irrisorias para proceder a un proceso de acoso tan costoso como el que aquí se ha descrito. Así pues, la razón debe estar en otra causa. Gimeno Lahoz sostiene que realmente se está frente a un castigo, pues la empresa pretende que el trabajador abandone de forma voluntaria y, por lo tanto, no sólo con coste “0” sino con la finalidad de que se convierta en ejemplarizador para el resto de los compañeros. Este autor considera que esto es un fraude de ley. 8.2.- CATEGORÍAS DE ACCIONES DE ACOSO Partiendo de las narrativas de las Acciones de Acoso se ha realizado una agrupación de las mismas, dando como resultado las 13 categorías siguientes: 261 CAPÍTULO 8: Interrelación de resultados • Amenazas. • Difamación. • Mofa/burla. • Aislamiento. • Agresión ideológica. • Agresión sexual. • Agresión física. • Agresión verbal. • Denigración. • Control Inequitativo. • Correveidile. • Cuestionamiento. • Persecución. Se ha intentado sistematizar las diversas acciones agrupándolas de esta forma y, seguidamente, se va a sintetizar qué tipos de acciones de las narradas por los acosados/as estudiados se han incorporado a cada una de estas categorías. Estas acciones se pueden dar varias en cada caso, como ya se ha visto, por lo que no son descartables unas de otras. Amenazas.- Trasladarle a otra población, a otra provincia, a otro extremo del país. - Despido. - Sanción o Expediente. - Cambio de puesto de trabajo, cambio de turno, cambio de horario. - Con reducción de salario. Difamación.- Hacen correr la acusación de ladrón/a. 262 CAPÍTULO 8: Interrelación de resultados - De que no cumple con el trabajo correctamente. - Le llaman a su pareja insinuándole que le estaba engañando con otra persona. - Hacen correr el rumor de que tiene una enfermedad mental. - Insinuaciones de que está pasando información a otra empresa de la competencia. Mofa/burla.- Les ridiculizan, bien utilizando algún tipo de minusvalía o inventándose cualquier incapacidad. - Les hacen parecer entupidos/as. - Se ríen de ellos/as delante de la gente. - Críticas a su vida privada, burla. Aislamiento.- Le envían fuera del centro principal, a una nave de almacenamiento y sola. - No les pasan información, o se la niegan. - Los compañeros les evitan. - Les ignoran. - Les dejan solos en situaciones de peligro físico. Agresión ideológica.- Críticas a sus creencias y actitudes políticas. - Alusiones despectivas a su militancia sindical. Agresión sexual.- Se producen insinuaciones repetitivas de interés de sostener relaciones sexuales que la paciente no desea. 263 CAPÍTULO 8: Interrelación de resultados - Le arrincona fuera de la vista del resto de trabajadores e intentan rozarse con la paciente, con el rechazo de esta. - Se produce insinuaciones en relación a su forma de vestir, así como obscenidades sexuales. Agresión física.- Le pegan, ocasionándole lesiones físicas varias y teniendo que acudir a Urgencias. - Le encierran durante toda la Jornada en el sótano de la empresa, esto se produce durante varios días. - Le destinan al sótano a grapar legajos con una grapadora manual hasta lesionarse la muñeca. - Le encierran en un armario durante toda la jornada. Agresión verbal.- Gritos. - Insultos (idiota, imbecil, guarro/a, estafador/a, ladrón/a, etc.). Denigración.- Les hacen realizar tareas inferiores a su puesto de trabajo. - Les van quitando competencias hasta no tener nada que hacer. - Se les asignan tareas sin sentido. - Les asignan tareas degradantes. - Les dicen que son una carga para la empresa, que no les quieren allí. - Les retiran los utensilios para el desarrollo de su trabajo. Control Inequitativo.- Controlan el tiempo que tarda en ir al baño. - Les ponen una persona para que vigile lo que hace, durante toda la jornada y durante varios días. 264 CAPÍTULO 8: Interrelación de resultados - Control de los ritmos de trabajo de manera exacerbada. Correveidile.- Cuando se utiliza a una tercera persona para hacer llegar determinadas criticas, cuestionamientos, quejas, etc… a la persona acosada. Cuestionamiento.- Cuestionan todas sus decisiones. - Le juzgan de manera ofensiva. - Critican su capacidad profesional. - Críticas permanentes a la forma de desarrollar el trabajo. Persecución.- Les siguen con el coche. - Les esperan en la puerta de su vivienda. - Les llaman por teléfono de continuo, amenazándoles o controlando horarios. - Siguen a la mujer e hijas, las llaman por teléfono. - Le registran el bolso. Las Acciones de Acoso más frecuentes en la población estudiada son las de Denigración y las de Amenazas (36 y 35 casos respectivamente), seguidas de las de Aislamiento, Persecución y las Agresiones Verbales (24 y 23 casos) a continuación están la Mofa/burla, Difamación y Control Inequitativo (18 y 15 casos). Se podría decir que las acciones menos frecuentes son: Agresiones Ideológicas, Agresiones Físicas, el Correveidile y con algo más de importancia pero sin ser muy numerosas las Agresiones Sexuales. 265 CAPÍTULO 8: Interrelación de resultados Gráfico 21 ACCIONES DE ACOSO MÁS FRECUENTES 18 36 23 Denigración. Amenazas. Aislamiento. Agresión verbal. Persecución 23 Mofa/burla. 35 24 Fuente: Elaboración propia, 2007 Hay que aclarar que normalmente tanto las Agresiones sexuales como las físicas no se dan de forma aislada o única, sino que suelen acompañar a otras acciones de acoso. Aunque estrictamente la agresión física no es una de las acciones más comunes en el acoso y en este estudio se confirma (7 personas y de ellas sólo una con contacto físico violento), hay acciones descritas en este apartado que se han encuadrado aquí por considerar que la agresión, aunque indirecta, ha representado secuelas físicas y trato degradante, como son: Le destinan al sótano a grapar legajos con una grapadora manual hasta lesionarse la muñeca. Le encierran (a la fuerza) durante toda la Jornada en el sótano de la empresa, esto se produce durante varios días. Le encierran en un armario durante toda la jornada. 266 CAPÍTULO 8: Interrelación de resultados El Magistrado Gimeno Lahoz, cuando define que entiende por mobbing o “presión tendente (tendenciosa) a la autoeliminación de un trabajador, mediante la denigración laboral”, al explicar qué significa “presión” señala que ésta se suele dar sin contacto físico, pero que puede haberlo. Este mismo autor al hablar de denigración, la define como un ataque a la integridad moral ya que es un ataque a la persona, es un ataque a desarrollarse libremente en sociedad y lo diferencia de trato degradante. El mismo considera que el trato degradante tiene un plus de crueldad sobre la denigración, puesto que si ha habido trato degradante es que ya ha habido daño moral. En los casos estudiados y en relación a las acciones de acoso encuadradas como Agresiones Físicas, se podría decir que existe un trato degradante –un daño moral-, puesto que estas no son acciones aisladas sino que van acompañadas de otras de denigración. En cuanto a las amenazas, mayoritariamente acaban cumpliéndose: cambio de turno, de horario, reducción de salario, traslados, etc. Se podría concluir sobre las acciones de acoso, que éstas se dan en las siguientes condiciones y/o intencionalidad: asimetría de las partes, intención de dañar, producción de daño y con carácter deliberado, complejo, continuado, predeterminado y sistemático. Así pues cabría decir que se ha producido ACOSO, en los casos aquí estudiados, pues se aprecia que se ha dado un “ataque sistemático”, “prolongado en el tiempo”, condiciones estas ya enunciadas por Leymann en la definición de mobbing. Y que es de índole MORAL, pues a la persona que lo padece le ocasiona un sufrimiento, como ya se ha visto. Pero, además, tanto la propuesta de modificación del Código Penal de 267 CAPÍTULO 8: Interrelación de resultados nuestro país, así como la autora Hirigoyen hablan, al referirse al daño moral, de ataques “a la integridad moral y a la dignidad”. Por lo tanto, cabría decir que se está ante un ACOSO MORAL en el lugar de trabajo. Ante esta situación, como apunta Barón Duque: la presión y su deteriorado estado de salud hacen imposible su continuidad en este entorno laboral. Los síntomas, como se vio en el capitulo anterior, ya habían empezado a aparecer: el insomnio, las crisis de ansiedad, las nauseas, los temblores, etc. La baja por enfermedad es la única salida de un contexto laboral de este tipo. Una vez desencadenado el proceso de acoso -el cual suele durar varios meses- se producen una serie de sucesos, los cuales se van a sistematizar y buscar los hechos comunes en ese desarrollo. Como ya se ha dicho, las amenazas descritas anteriormente se llevan a cabo por el acosador/a -por ejemplo en el caso de los traslados a otra población, a otra provincia o a otro extremo del país y también las sanciones o despidos- al margen de las resoluciones judiciales. Los acosados/as aquí estudiados pasan todos por un periodo de Baja por Enfermedad, con duración diferente de tiempo. Existen casos en que se reincorporan a la empresa una vez que se han recuperado mínimamente, en otros no. Entre estos últimos tenemos a los que se les reconoce una Incapacidad Permanente para el trabajo o aquellos que se incorporan un día para firmar el despido pactado con la empresa y su paso al paro. También los que están con contratos temporales y simplemente no renuevan contrato. Finalmente están aquellos que firman la baja 268 CAPÍTULO 8: Interrelación de resultados voluntaria, renunciando a cualquier derecho, por no aguantar más la situación. A los acosados/as que pasan por un proceso de reconocimiento de Incapacidad Permanente les supone un periodo mucho más largo y costoso, debido a que el cierre del conflicto se prolonga en el tiempo. Los pactos de despido tampoco son nada fácil, ya que el acosador/a no está dispuesto a dejar ir a la víctima y no siempre se aviene a negociar. Así pues, una vez que se produce la Baja por Enfermedad, se empieza todo un calvario que pasa por: citas con Médicos de Cabecera y Equipo Especializado, a las cuales hay que añadir las citas al Médico de la Mutua, con los correspondientes Informes y el sufrimiento del cuestionamiento de su estado de salud y las presiones para que proceda a pedir el Alta. A lo anterior hay que añadir las citas con la Inspección Médica y la aportación de Informes. Pero lo peor de todo es el presentar los partes de baja en la empresa para poder seguir percibiendo la prestación, ya que hay casos en que los empleadores se niegan a recogerlos del familiar y exigen la presencia del paciente, con la correspondiente crisis de ansiedad, de pánico, etc., por parte de éste. Mientras tanto continúan las llamadas telefónicas amenazantes y las citas con el Asesor Laboral con la finalidad de encontrar una salida al problema. En el caso de las Incapacidades Permanentes, el proceso es similar, pero se pasa por un Tribunal Médico de Valoración y la crisis se produce cuando la Resolución de éste supone el no reconocimiento y la propuesta de alta e incorporación al trabajo, produciéndose una nueva recaída o 269 CAPÍTULO 8: Interrelación de resultados empeoramiento. A continuación, se pasa a recurrir la resolución, la cual no es considerada, ratificándose la anterior y teniéndose que presentar una demanda judicial contra la misma. Otro momento crítico es el de la celebración del juicio laboral. Barón Duque al hablar del proceso en la fase que denomina de huida, indica que la simple idea de volver al contexto laboral después de una baja médica, de volver a experimentar las presiones que le llevaron a su estado actual, se convierte en terrorífica. 8.3.- CIERRE DEL PROCESO Como ya se ha dicho el Proceso de Acoso pasa por el inicio, el desarrollo y finaliza con el cierre. Seguidamente se va a estudiar las diferentes circunstancias que rodean el cierre de este proceso, se intentará catalogarlas y objetivar los lazos comunes que se dan en ellas, así como las diferenciaciones. Así, con los datos resultantes de la Investigación, se ha efectuado la siguiente Tabla. Tabla 36 CIERRE INCAPACIDAD PERMANENTE DESPIDO FIN CONTRATO CAMBIO DE JEFE TRASLADO INCORPORACIÓN BAJA VOLUNTARIA JUBILACIÓN OTROS N/S TOTAL TOTALES % 7 25 6 3 2 4 2 2 2 6 59 12% 42% 10% 5% 3% 7% 3% 3% 3% 10% 100% Fuente: Elaboración propia, 2007 270 CAPÍTULO 8: Interrelación de resultados En el caso de los procesos de Incapacidad permanente, se tiene que del total de los 7 casos, hay 4 resoluciones favorables y 1 desfavorable (normalmente después de pasar por juicio y obtener sentencia); además de 2 casos que pasaron por el Tribunal Médico de Valoración y cuya resolución en uno de ellos fue la prorroga de la baja por enfermedad y el otro está pendiente de obtener la resolución. Especial atención merece estudiar lo que sucede con el hecho del Despido, pues aglutina al grupo más numeroso (25 personas). Hay 7 personas que han tenido que recurrir a la vía judicial para poder obtener la sentencia de Despido Improcedente, ante la negativa del empleador a llegar a un acuerdo de indemnización en el acto de conciliación y mediación. Entre los Despidos Pactados hay 13 personas, y normalmente ha supuesto una renuncia al total de la indemnización que les pudiese corresponder, pactando una cantidad a la baja, con la finalidad de finiquitar la relación laboral y el acceso a la prestación de desempleo, e iniciando la búsqueda activa de otro empleo. Hay un caso además que renuncia a la totalidad de la indemnización y del finiquito, para poder acceder al derecho de la prestación de desempleo. En el momento del vuelco de los datos de este estudio hay 2 personas que están intentando pactar la finalización de la relación a través de sus respectivos Abogados, pero de los que aún no hay resultados. Y existen otras 2 personas que han sido despedidas, pero que se ignora cuál ha sido la resolución. En los casos de Fin de contrato, hay un total de 6, son los que simplemente cuando finalizó no renovaron por voluntad propia y aquellos 271 CAPÍTULO 8: Interrelación de resultados que tenían derecho al desempleo pasaron a percibir éste y a la búsqueda de empleo alternativo. Hay 3 casos que se incorporaron a su puesto de trabajo, después de producirse un Cambio de Jefe inmediato y nunca más hubieron problemas. En los Traslados hay dos personas, una que solicitó permuta con otro compañero de lugar diferente para continuar realizando el mismo tipo de trabajo y otra que solicitó traslado fuera del departamento en donde trabajaba, renunciando a la Jefatura que ostentaba, se lo concedieron pero no volvió a ejercer su profesión (cambió de profesión). Aquellos que decidieron volver a Incorporarse a la empresa y continuar sufriendo el acoso son 4 personas, de las cuales 3 están buscando nuevo empleo para marcharse cuando lo encuentren. En los 2 casos de Baja Voluntaria, las personas consideraron que no podían aguantar más y que a pesar de perder el derecho al desempleo, renunciaban a continuar con el proceso, cerrando ellas mismas al renunciar a su relación de trabajo. Los que extinguieron su relación laboral con la empresa a través de la Jubilación son 2 personas, una de ellas fue por jubilación anticipada (antes de los 65 años) y la otra por jubilación a los 65 años de edad, a pesar de tener pactado en convenio la posibilidad de jubilarse a los 64 con el 100% de la Base de Cotización. De las 2 personas que se encuentran catalogadas en Otros, una de ellas consiguió que los jefes superiores intervinieran para que el acosador 272 CAPÍTULO 8: Interrelación de resultados dejase de hacerlo, y le funcionó, aunque nunca hablaron con el acosado para darle ningún tipo de explicación. A la otra persona no le prosperaron los pleitos contra la empresa, ni hubo ningún tipo de resarcimiento, quedando en una situación de negación y miedo a volver a iniciar una nueva relación laboral pensando que le sucedería lo mismo. Finalmente están los N/S, que son un total de 6 personas, que desconocemos cual fue el cierre, bien porque se alargó en el tiempo y en el momento del estudio todavía no se había producido, o porque desaparecieron de la atención por el servicio antes de ser dados de alta, desconociéndose cuál fue el cierre. Aparte de lo anterior, todo proceso de nuestra vida depende de cómo se resuelva y cómo se introyecte en nuestro bagaje psíquico. Esto va a tener importancia en la forma de ir afrontando experiencias futuras, es por ello que se ha considerado importante analizar cómo se ha producido esa forma de afrontar la resolución de este problema. Hay que dejar constancia de que únicamente 7 personas han regresado a su empresa, de un total de 59. De aquellas, tres lo hicieron después de haber cambiado el Jefe inmediato, y de las otras cuatro hay tres que están buscando otra alternativa para marcharse. Así que cabría decir que la solución encontrada por los acosados/as para finalizar el acoso es la huida, como mencionaba Barón Duque en las fases del proceso de mobbing. Incluso en los casos de traslados y permutas, dos personas en total, en la que una de ellas ha tenido incluso que renunciar a su profesión para poder mantener el trabajo en otro lugar. 273 CAPÍTULO 8: Interrelación de resultados Sólo hay un caso más en que la intervención del Jefe superior o responsable último, hizo que se resolviera de forma medianamente favorable. Generalmente la resolución pasa por la desaparición de una de las figuras del conflicto: casi siempre la del trabajador/a subordinado. La extinción de la relación laboral, en un número significativo de casos, pasa por el Despido (25 personas). Pero más de la mitad de estas personas tienen que pactar renunciando, en la mayoría de los casos, a más de la mitad de la indemnización y después de todo un suplicio de presiones y gestiones interminables. También hay trabajadores que renuncian a la indemnización a que tienen derecho, a cambio de un documento ficticio para poder tener acceso a la prestación por desempleo. Pero lo más importante es la elaboración que estas personas han tenido que realizar para poder volver a reestructurarse mínimamente, en aquellos casos en que lo han conseguido. Lo que plantean diversos autores (Gimeno Lahoz, Hirigoyen, Leymann, Piñuel y Zabala, Barón Duque, etc.) en relación a que el objetivo del Acoso es la autoeliminación del trabajador, en este estudio se confirma una vez más. A continuación se va a estudiar la valoración que se hace de los diferentes cierres del proceso, los cuales se van a catalogar en: Bueno, Malo, Regular y N/S. Los criterios para ellos son los siguientes: 274 CAPÍTULO 8: Interrelación de resultados - Un Buen cierre, es aquél en que hay un reconocimiento por parte del acosador -o a través de otra entidad o de los Jefes superiores- del daño ocasionado y se produce un resarcimiento a la víctima, bien con una indemnización, mediante una sentencia condenatoria, una sanción de la inspección de trabajo a la empresa, un reconocimiento de enfermedad o de lesiones incapacitantes a causa del proceso, una separación del cargo al jefe inmediato, etc. - Un Mal cierre, es cuando no se produce nada de lo anteriormente mencionado, persistiendo la sensación de abandono y desprotección, el miedo y la fobia a cualquier situación relacionada con el medio laboral, así como la incapacidad para poder volver a rehacer su vida laboral. - Un cierre Regular, es cuando el resarcimiento ha sido parcial y las perdidas a lo largo del proceso han sido muy grandes (profesión, pareja, futuro, etc.). - Con el N/S, se deja constancia de los casos no cerrados o que se ignora su desenlace. Después de aplicar estos criterios obtenemos la siguiente Tabla de resultados: Tabla 37 VALORACIÓN BUENO MALO REGULAR N/S TOTAL TOTALES 25 19 6 9 59 % 42% 32% 10% 15% 100% Fuente: Elaboración propia, 2007 275 CAPÍTULO 8: Interrelación de resultados En un 42% de los casos se ha producido un Buen Cierre, hay 25 personas de un total de 59 que han conseguido un resarcimiento a los agravios sufridos y han podido continuar su vida de una forma más o menos normal. Pero hay el mismo número de personas (25) que no consiguieron obtener ese resarcimiento, bien por que no lo hubo (19) o por que este fue parcial (6), quedando grabada en ellas una muesca, por el hecho del acoso, que arrastran y que les afecta en todos los niveles de su vida. En la categoría de N/S se encuentran 9 personas que no lo han resuelto, bien por estar pendiente de intento de pacto de Despido o de resolución del Tribunal Médico de Valoración y se desconoce por tanto el resultado final para poder hacer una valoración. El autor Rodríguez López, P., en relación a este tema establece la siguiente gradación: - Mobbing de 1º Grado: aquellas personas que consiguen resistir, escapar, y vuelven al mismo puesto de trabajo o similar. Estarían en tal caso aquellas personas que consiguen la permuta o traslado y los que se incorporan nuevamente una vez que los jefes intermedios acosadores se han marchado de la empresa. - Mobbing de 2º Grado: los que no pueden resistir ni escapar y sufren una incapacidad física y psíquica prolongada, teniendo dificultades para incorporarse al trabajo. Entre estas personas se encontrarían los que son despedidos (con despido pactado o por sentencia), los de finalización de contrato, los de baja voluntaria, etc., significando un cierre aceptable. 276 CAPÍTULO 8: Interrelación de resultados - Mobbing de 3º Grado: cuando la persona acosada es incapaz de reincorporarse al trabajo y sus efectos hacen improbable la rehabilitación, a menos que sea sometido a tratamiento especializado. Estarían los de Incapacidad permanente y todos aquellos cuyo cierre no ha sido bueno, como ya se mencionó anteriormente. Se podría afirmar que los casos de este estudio, mayoritariamente, se encontrarían entre los mobbing de 2º y 3º grado. Llegado a este punto cabría decir que en las direcciones de las empresas no existe una cultura de resolución de conflictos y que tampoco en el sistema judicial se trabaja adecuadamente en los temas de la mediación, aunque existe un Instituto de Mediación, Arbitraje y Conciliación pero que cumple esa función cuando las partes tienen, de entrada, intención de pactar. Así pues en el conflicto del Acoso Moral en el Trabajo la solución pasa siempre porque uno pierde y el otro gana, no existiendo realmente la posibilidad de conciliación. Lógicamente el que ostenta el poder es el que más posibilidades tiene de ganar y, como ya se ha dicho, esta es una relación asimétrica. 8.4.- RELACIONES DE ACOSO Como puede apreciarse en la siguiente tabla, en este estudio el tipo de acoso que más se da es el Descendente (57 personas de un total de 59). Únicamente hay un caso de Ascendente y otro Horizontal. 277 CAPÍTULO 8: Interrelación de resultados Tabla 38 TIPO ACOSO Total % Ascendente 1 2% Descendente 57 97% Horizontal 1 2% Total 59 100% Fuente: Elaboración propia, 2007 Si se observan los datos de diferentes estudios realizados, aunque se coincide en que el tipo de Acoso Moral más frecuente es el Descendente, existe una representación de casos de tipo Horizontal considerable que en esta investigación no aparecen. La escasa incidencia de acoso de tipo Horizontal en esta Investigación, puede tener como explicación el que los casos aquí estudiados son de los más graves, los que más daño producen, pues hay que tener en cuenta que el medio en que se efectúa el estudio es en un Equipo de Salud Mental del servicio público, donde llegan derivados por su Médico de Familia y que por las características de su sintomatología no ha sido posible controlar desde la atención primaria. Por lo tanto habría que centrarse en este tipo de acoso, el Descendente, aunque sin negar la existencia del Horizontal y el Ascendente. Una vez llegado a este punto es preciso hablar de las relaciones de poder, pues el Acoso Descendente se produce en un contexto de ejercicio del poder desde la asimetría de la ostentación del mismo. Hay un dicho que resulta bastante descriptivo: “No hace daño el que quiere, sino el que puede”. Weber define el poder como la oportunidad que tiene un hombre de realizar su propia voluntad, incluso frente a la resistencia 278 CAPÍTULO 8: Interrelación de resultados de otro/s que participan en la acción. Lukes, nos habla del ejercicio del poder de forma insidiosa (la víctima no se da cuenta en principio de que está siendo atacada personalmente o a sus intereses). Por otro lado, el ejercicio del poder a través de diversos métodos de influencia para conseguir que las conductas de las personas se adscriban a los parámetros deseados por la organización, ha sido y sigue siendo una práctica legítima en el mundo laboral. Igualmente, los abusos de autoridad realizados por algunos Jefes, siempre han existido a lo largo de la historia del mundo del trabajo. Pero lo que aquí se estudia es algo más que ese tipo de conductas, las acciones mencionadas describen un ejercicio del poder que, como dicen los psicólogos, se pueden catalogar de perversas y, como dicen los juristas, de punibles si se puede demostrar que se han producido. El acosador/a utiliza una serie de elementos –capacidad coercitiva, de premio/castigo, de manipulación simbólica y de acceso a la informaciónque le proporciona su posición de poder, para doblegar al acosado. Hirigoyen dice que el objetivo en esta relación de poder es el de la dominación de uno sobre el otro que se establece a través de un determinado proceso, dando la impresión de qué es comunicativo, en el que realmente el acosador rechaza la comunicación directa. Cuando aparece el reproche hacia el acosado/a, éste es vago e impreciso, lo cual da pie a interpretaciones confusas. Las descalificaciones y agresiones son normalmente indirectas, haciendo mucho más difícil el poder defenderse. La burla, el sarcasmo, hace que el lenguaje se 279 CAPÍTULO 8: Interrelación de resultados pervierta. Finalmente, para desacreditar, sólo hay que sembrar la duda y el desprestigio del otro estará servido. 8.5.- EL CÍRCULO PERVERSO Después del análisis de la narrativa de qué piensan y qué sienten los acosados, se puede apreciar una serie de sentimientos y pensamientos comunes. Se ha realizado un tratamiento de los relatos de todos los pacientes y se ha intentado ordenarlos teniendo en cuenta las repeticiones y el discurso, para a continuación agruparlas por temáticas, dando como resultado el reflejado en el siguiente gráfico. Gráfico 22 Temática 7 ANGUSTIA 9 CULPA 10 INUTIL 14 RACIONALIZACION 19 M AL 22 RABIA 24 M IEDO 26 26 INSEGURIDAD RELACIONES 27 FUSTRACION 33 DESESPERACION 38 IM POTENCIA 40 INDIGNACION 43 INJUSTO 47 ESTUPOR 0 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50 Fuente: Elaboración propia, 2007 280 CAPÍTULO 8: Interrelación de resultados La mitad de las declaraciones de la población estudiada, aluden directamente a que la situación ha afectado a sus relaciones familiares (de pareja, incluso respecto a los hijos). Casi otros tantos manifiestan que han cambiado de carácter y que eso afecta a su relación familiar y social, o que dicen encontrarse irascibles e irritables. También se sienten solos, nadie les entiende (ni siquiera ellos mismos). Están registradas 24 manifestaciones de miedo y otras 7 más de angustia. Lo que todos ellos traslucen es temor a reincorporarse al trabajo, a chocar nuevamente con esa situación. El sentimiento que más abunda entre los acosados/as es de estupor. No entienden lo que ha sucedido, no pueden comprenderlo, ni son capaces de saber qué es lo que les ha pasado o por qué el acosador/a se ensaña con ellos. A los que sienten estupor ante una situación que no comprenden, que no aciertan a explicarse, se podrían agregar los que expresan sentimientos de culpa y que manifiestan algo análogo: “No sabe qué pasa, se siente culpable”, “Igual esto me sucede por mi culpa”, “Siento culpabilidad, algo debí de hacer mal”, “Debo haber hecho algo mal, me siento culpable”, “Me siento un inadaptado”, “Debo haberme equivocado en algo”. La desesperación se refleja en frases como las siguientes: “No puedo continuar así”, “No tengo ganas de vivir”, “Ya no soy joven para empezar de nuevo”, “Ya no sé qué hacer”, “Esto parece una pesadilla que se eterniza”. En un buen número de casos se trasluce frustración respecto a valores propios del mundo del trabajo: “Mi vida estaba organizada en torno al trabajo”, “Siempre pensé que me jubilaría en esta empresa”, “Ya no es 281 CAPÍTULO 8: Interrelación de resultados sólo el jefe, sino la falta de compañerismo”, “El ambiente no es agradable, los compañeros están todos divididos”, “Después de todo lo que he hecho por esta empresa. La levanté yo. Estoy desde el principio”, “Es injusto: Me gustaba el trabajo que hacía”. La impotencia se manifiesta en más de la mitad de los casos y se expresa claramente como la imposibilidad de volver a la empresa por no encontrarse capaz de afrontar de nuevo la situación. Algunos lo dicen de una manera muy gráfica: “Es como si te estuviesen pegando siempre en la cabeza y te fueran a dar más fuerte aún”, “Me hieren por lo sutil de las agresiones”, “Destrozada, sin fuerzas para continuar”. El término indignación es uno de los mas repetidos por los acosados/as, además de citarlo expresamente tres de cada cuatro de los mismos. Algunos se refieren al tema como denigrante: “No debiera permitirse que hayan jefes que denigran a los trabajadores”, “Es denigrante que hayan jefes así”, “No hay derecho a que se tenga que aguantar estas situaciones tan denigrantes, para poder trabajar”, “Me han machacado mi dignidad”. El sentimiento de injusticia es uno de los mas abundantes en las declaraciones de los acosados/as. En casi todas las declaraciones de este grupo se cita en concreto “Es injusto” o “No hay derecho”. Todos traslucen una sensación de desprotección. “Inseguro”, “No sé qué voy a hacer”, “No puedo salir sola a la calle”, “Me siento inútil”, “Siento inseguridad”, “Baja autoestima”, “Ya no soy yo”. Inseguridad e inutilidad son términos que se utilizan por un buen número de acosados/as. Algunos lo expresan más extensamente: “Me siento diferente, desconocido, tengo miedo a no volver a ser el de antes (mermadas sus facultades), estoy insegura, pienso que no puedo asumir tareas de responsabilidad a nivel laboral (desmemoria, problemas de 282 CAPÍTULO 8: Interrelación de resultados concentración)”, “creo que voy a hacer algo mal y me van a expedientar, me siento controlado y eso aumenta mi nerviosismo y mi inseguridad”, “Estoy perdida, ya no soy yo”, “Creo que no sirvo para nada, me veo inútil, fea”, “Soy material de desecho”. Un buen número de casos se sienten mal física y psíquicamente, somatizando el sufrimiento que padecen. Si estos casos se añaden a los que manifiestan angustia o miedo, supondría que la mayoría de los acosados/as (50 de 59) han vivido situaciones de terror que les han repercutido en su salud. En una parte de los casos se detectan sentimientos de rabia que pueden constituir mecanismos de defensa ante la situación que han tenido que sufrir: “Temo no poderme controlar delante del jefe”, “Tengo rabia ante la situación y preocupación por el futuro”, “Estoy rabiosa conmigo misma/o por no haber podido controlarme y haberme puesto tan mal”, “No puedo darme por vencido, tengo que ser fuerte y reponerme para volver al trabajo”, “Temo no poder controlarme y hacer alguna barbaridad”. Hay una serie de casos en los que se manifiestan intentos de racionalización que les ayuden a explicarse la situación por la que han atravesado. En casi todos ellos se relaciona esto con la presión para forzar una renuncia voluntaria y sin indemnización: “Si no me han despedido, es porque no quieren indemnizarme”, “Creo que quieren que me vaya voluntariamente”, “Todo empezó con el cambio de gerente y el despido de otros compañeros”, “En menos de un año han desaparecido de la empresa todos los veteranos”, “La empresa no está bien gestionada y quien da la cara soy yo”, “Si la empresa pretendía cerrar que lo hubiese dicho y no haberme sometido a la presión y angustia en la que he estado”, “Creo que resulto molesto para algunos jefes (jóvenes y que 283 CAPÍTULO 8: Interrelación de resultados entraron después que yo), que tienen menos conocimientos técnicos de la empresa”, “Tengo claro que he de marcharme, esta situación es insostenible y el otro tiene el poder”. De todo lo mencionado se deduce que al agrupar las anteriores categorías por lo común de su significación, se detecta una cierta secuencia que sugiere la posibilidad de un CIRCULO PERVERSO y que se expondrá a continuación. Gráfico 23 CIRCULO PERVERSO 86 110 LES RESULTA INCOMPRENSIBLE BUSQUEDA DE EXPLICACION NO PUEDEN RESOLVER LA SITUACION 70 93 SEENCUENTRAN DESPROTEGIDOS Fuente: Elaboración propia, 2007 En todo caso se trata de un círculo que no parece tener salida y cuyos cuatro tramos se pasará a analizar y estudiar seguidamente: 284 CAPÍTULO 8: Interrelación de resultados Categorías MAL ANGUSTIA MIEDO INSEGURIDAD INUTILIDAD Totales 19 7 24 26 10 Total 86 ESTÁN ATERRORIZADOS Este conjunto parece sugerir que los acosados/as han padecido situaciones de Terror que han repercutido en su salud física y psíquica, han destruido su autoestima y han mermado su capacidad laboral/profesional. Categorías ESTUPOR CULPA RACIONALIZACION Total No entienden lo Totales 47 9 14 70 que ha BUSQUEDA DE EXPLICACION sucedido, no pueden comprender el ensañamiento de que han sido objeto y buscan explicaciones que les permita entender la situación. El asombro ante lo que están viviendo les supone un entorpecimiento de sus propias facultades intelectuales para poder comprender lo que sucede y por qué sucede. Por eso, algunos de ellos se sienten culpables -como reacción-, otros intentan racionalizarlo buscando causas económico/laborales -que no acaban de convencerlesy la mayoría no termina de encontrar una causa clara que les pueda explicar lo que ha sucedido. 285 CAPÍTULO 8: Interrelación de resultados Categoría IMPOTENCIA DESESPERACION RABIA Total Totales 38 33 22 93 NO PUEDEN RESOLVER LA SITUACION No son capaces de resolver una situación que no pueden explicarse y que viven como una pesadilla irreal de la que no terminan de despertar. La perplejidad les produce fuertes sentimientos de impotencia y desesperación. La rabia, manifestada en parte de los casos, supondría una reacción defensiva que, por otro lado, intentan contener. En mayor número de casos la reacción se produce en un sentido de desesperanza insoportable que les bloquea y les conduce a la impotencia para afrontar la situación. Categoría INDIGNACION INJUSTO FRUSTRACION Total Totales 40 43 27 110 SE ENCUENTRAN DESPROTEGIDOS En un alto grado los acosados/as perciben la perversidad de la situación y se rebelan contra ella por lo injusto de la misma y su iniquidad. Frustra sus planteamientos de vida relacionados con el esfuerzo, el trabajo y su identificación social, sintiéndolo como un ataque destructivo e injustificado a su escala de valores y a su dignidad. Un ataque carente de razón, que el otro realiza desde el abuso de poder y contra el que no encuentran forma de defenderse. Como ya se ha visto uno de los sentimientos que más predominan es el de Estupor, expresando no entender lo que les está sucediendo, no 286 CAPÍTULO 8: Interrelación de resultados saben por qué les está pasando, no comprenden por qué se ensañan con ellos. El autor Barón Duque habla de “desorientación” y que la víctima no se explica el “por qué” de la presión y el hostigamiento. Este (el estupor) es un sentimiento significativo a la hora de realizar un diagnostico de Acoso Moral en el Trabajo, para diferenciarlo de otro tipo de conflictos laborales o de patologías psíquicas, como ya se ha visto en el Marco Teórico al tratar el tema del falso mobbing (López García Silva, J. A. y González de Rivera, J .L.). El acosado/a intenta buscar información sobre lo que le está sucediendo, duda y surgen otras dos figuras relacionadas con lo anterior, la del sentimiento de Culpa, cuando empiezan a revisar de continuo sus posibles errores cometidos y analizan todas sus conductas: “algo debo de haber hecho mal”, “debo de haberme equivocado en algo”. La segunda figura es la Racionalización, intentando encontrar una explicación a lo que le sucede: “debe ser que quiere que me vaya sin indemnizarme”, “igual es que la empresa va mal”, etc. A continuación aparece el sentirse Mal, física y psíquicamente, aparece la somatización (dolores de cabeza, nauseas, pérdida de peso, etc.) y la Angustia y el Miedo. Cuando se ha hablado del poder se ha dicho que el poder coercitivo radica en el miedo a que se cumplan una serie de amenazas por parte del acosador/a. Cuando surgen, tanto la Angustia como el Miedo, es que ya ha llegado el momento en que éste se ha convertido en algo irracional, hasta el punto que en determinados casos cuando se pregunta “a qué tienes miedo” el paciente ya no sabe explicar a qué, es un miedo indescriptible -hay autores que hablan de terror- y surgen los estados de ansiedad (ahogo, palpitaciones, sudoración, temblores o crisis de pánico). 287 CAPÍTULO 8: Interrelación de resultados El siguiente sentimiento que aparece es el de la Inseguridad-Inutilidad: Se sienten inseguros, no se atreven a salir solos a la calle, no saben que hacer y a la vez se encuentran inútiles, llegando a decir “ya no sirvo para nada” (baja autoestima). Hay personas que manifiestan que ya nunca volverán a ser las mismas, que no podrán realizar trabajos similares a los que realizaban (“estoy desmemoriado, no puedo concentrarme, he perdido capacidades, estoy perdida, etc.”). Otra de las frases repetidas frecuentemente es “siento que soy material de desecho”, lo que significaría que siente que no sirve para nada. La frase “no sirvo para nada”, tiene unas connotaciones que van más allá del ámbito del propio trabajo. Se recordará que, como ya se decía anteriormente, el trabajo imprime una identidad social a la persona (lo de “¿estudias o trabajas?”) y esa identidad se ve rota. Llegado a este punto de ruptura personal, aparecen los sentimientos de Impotencia, Desesperación y/o Rabia. Es el momento en que ya no se sabe qué hacer, se sienten solos, no se atreven a contar a los demás lo que les pasa, pues piensan que no les van a entender: “Como van ha entender lo que me sucede, si yo que lo he sufrido no termino de entender el por qué de lo que me sucede”. Es la sensación de encontrarse en un callejón sin salida. Ante esos sentimientos, dependiendo del carácter de los acosados/as, surge la desesperanza o la rabia. La desesperanza se verbaliza en frases como: “todo es inútil, nada tiene solución, no puedo hacer nada”. La rabia es un mecanismo defensivo ante esa situación de impotencia, pero que se intenta controlar muchas veces volviéndola contra ellos mismos. Piensan que la situación resulta Indigna, Injusta y se sienten Frustrados. Con Indigno se están refiriendo al trato degradante, la 288 CAPÍTULO 8: Interrelación de resultados persecución, las amenazas: “no hay derecho a que para poder trabajar tenga uno que aguantar todo esto, el que no te traten como una persona”. Y, a la vez, es totalmente injusto: “el que no encuentres apoyo en los compañeros, el que se produzca un total silencio a tu alrededor, ante situaciones tan tremendas”. “Donde están los derecho, los sindicatos, no encuentro una respuesta a esta situación, una defensa de esta denigración”. “Pensaba que los trabajadores teníamos derechos”, “no sé que ha sucedido”. Es el sentimiento de Indefensión, de Desprotección. A continuación viene la frustración ante la sociedad en la cual viven, ante los valores en los que han confiado durante toda su vida laboral e incluso antes de su incorporación a ella. Tal y como se presenta y llegado a este punto, hay que preguntarse que está sucediendo en la sociedad para que exista este nivel de violencia en todos los ámbitos de la vida y en concreto en este que es el del trabajo. No es conveniente para ninguna de las partes que intervienen en las relaciones de poder (laboral) este tipo de acciones, ya que se lleva a la persona a una situación sin salida posible y se le coloca justo al borde del abismo, fuera de la circulación, fuera del sistema de creencias, valores, etc. No puede plantearse en las relaciones de poder, “el todo vale”. Tienen que existir unos límites en el juego de las partes y ese juego debe de tender al equilibrio y no a la eliminación de una de las partes, en este caso normalmente al que no tiene poder. 289 CAPÍTULO 8: Interrelación de resultados 8.6.- EFECTOS DEL ACOSO MORAL Los efectos del acoso moral para los acosados/as, como se ha podido observar tanto en el Capítulo anterior como en los apartados precedentes de este, han repercutido en los siguientes ámbitos: - La salud física y psíquica. - La economía familiar (reducción de ingresos). - Las relaciones sociales y familiares (hay un grupo numeroso de los acosados de este estudio que realizan manifestaciones en torno a este hecho). - Sus perspectivas de futuro (inseguridad e incertidumbre). - Sus valores sociales (pérdida de confianza en diversas instituciones y valores, como el compañerismo, la justicia, la protección social, la vocación, la responsabilidad profesional, etc.). Para las empresas y para la sociedad en general, a medio plazo, cabría decir que no son conscientes del coste social que esto representa. Si la filosofía es que el fin justifica los medios empleados y la importancia está fijada en el abaratamiento de los costes y en el aumento de los beneficios como sea -ya que lo importante está en los resultados finales-, se está en un planteamiento de mera inmediatez. Además de que en esta dinámica de delegación de la dirección (ya se vio que el mayor porcentaje de casos proceden de estructuras de dirección de mando delegado), se podría decir que las empresas no se plantean qué es lo que está sucediendo con sus trabajadores, siempre que la cuenta de resultados sea favorable económicamente. 290 CAPÍTULO 8: Interrelación de resultados Los cálculos de costes económicos realizados en diversos países están hechos en base a las bajas por IT, pero no se puede olvidar que estos costes no repercuten a las empresas directamente, sino sólo en una parte del conjunto de su contribución, luego están las realizadas por todos los trabajadores y finalmente están las mutuas y aseguradoras que gestionan esas contribuciones y prestaciones. Por ello cabría plantearse que esto último sea el por qué de que muchas de estas organizaciones estén presionando a las empresas en ese sentido (organizan Congresos sobre Recursos Humanos, como plataforma de denuncia de estas situaciones), pero también presionan a los trabajadores cuando estos enferman, con la finalidad de reducir la duración del tiempo de baja y los costes que les ocasionan la misma. Finalmente habría que decir que el coste más importante y no medido -ni mencionado en los diversos estudios-, es de índole social. Con esto se quiere hacer referencia a la sustitución de unos valores ya integrados, por otros que tienen una significación opuesta. 8.7.- RESPUESTAS ANTE EL FENÓMENO Ante la realidad del fenómeno, se puede observar que se producen determinadas respuestas desde diversas procedencias: - De los medios de comunicación: lo que no salta a ellos no existe. Y para esto el producto tiene que ser atractivo y vender, la violencia per sé vende y si se le adorna con calificativos como psicoterror, plaga, etc., mejor. Es así como salta a la prensa. Pero esto es un tipo de noticia que tarda en salir -al menos en España 291 CAPÍTULO 8: Interrelación de resultados hasta 2001 apenas existen artículos sobre el tema- y una vez que transcurre un cierto tiempo dejan de ser noticia y desaparecen de los medios. Pero no por que haya dejado de existir, sino por que ya no es noticia. Con esto se estaría frente a dos lecturas: o bien ya no existe el problema, ha desaparecido, o bien se ha naturalizado e incorporado al imaginario social, como algo que es normal que se produzca. Aunque también se corre el riesgo de que al haberse popularizado el tema del denominado “mobbing” se estaría ante una generalización, como dice Gimeno Lahoz, al superar el término al concepto y que cualquier problema de índole laboral acabe denominándosele mobbing. Esto trae como consecuencia una reacción defensiva de negación del fenómeno por parte de juristas, empresarios, académicos, etc. - De la Justicia: La realidad en este caso viene de los propios datos (de las 400 sentencias dictadas por mobbing durante el año 2004, las desestimadas duplican a las estimadas) y, como dice Elena Torres Cabra, es muy difícil conseguir una sentencia favorable por mobbing. Ante ello, los abogados, mayoritariamente, no aconsejan ir a juicio por este tema y, en el supuesto en que se insista, les plantean a los acosados que tienen todas las probabilidades de perder. El otro tema que continúa en discusión, es si es necesaria una legislación especifica para el tratamiento del ACOSO MORAL EN EL TRABAJO o si, por el contrario, con la legislación actual es suficiente. Ante esto se encuentran juristas que defienden una u otra postura. La realidad es que en la propuesta de modificación del Código Penal y su plasmación posterior existe ya la incorporación del hecho del Acoso. Hay un lema bastante ilustrativo “tengas pleitos y los ganes” y otro “más vale un buen acuerdo que un mal juicio”. Son lemas que condicionan a los 292 CAPÍTULO 8: Interrelación de resultados sujetos del acoso, pues están incorporados a nuestro arsenal social. Quizás no es necesario legislar exhaustivamente sobre los hechos de trasgresión y violencia, sino que únicamente hacer cumplir las normas legales existentes que, en muchos de los casos y aunque no tengan los mismos apellidos, si describen trasgresiones similares. Además, no sería necesario judicializar todo tipo de conflicto si existiese otra actitud social ante los mismos. Pero desde el momento en que se comienza por ridiculizar o negar la existencia del hecho, o cuestionarla hasta tales límites que supera el tratamiento que se le da a cualquier otro hecho de trasgresión o conflicto, se podría decir que se están posicionando de una forma totalmente subjetiva. También es cierto que las pruebas de acoso moral reinan por su ausencia, ya que sino fuese así no sería acoso. Esto es en relación a testigos que deberían ser compañeros de trabajo que se arriesgan a perder el trabajo si van a testificar, o a pruebas escritas de las cuales el acosador ya se cuida muy mucho de que no quede constancia. - De los Sindicatos: además del hecho de la denuncia, han elaborado una serie de guías para la detección y prevención de salud laboral, con especial referencia al problema del acoso moral en el trabajo. En los planes de formación, desde hace unos años, los sindicatos han incluido este tema con la finalidad de darlo a conocer a los delegados sindicales y trabajadores en general. También han publicado diversos libros y/o manuales en torno al tema, además de artículos varios. 293 CAPÍTULO 8: Interrelación de resultados - De Otras Organizaciones: El Observatorio Vasco sobre acoso moral en el trabajo y el Observatorio de Alcalá de Henares, se dedican al estudio del tema y a proponer determinadas actuaciones de prevención. Igualmente lo hacen diversas Asociaciones de víctimas de acoso, que existen en toda España, en estos momentos en todas las Comunidades Autónomas. 8.8.- LOS CAMBIOS DE LA CULTURA DEL TRABAJO EN RELACION AL ACOSO LABORAL A lo largo de la Investigación ha surgido la incógnita de que ¿hasta que punto la elaboración del acoso por los sujetos afectados se ha visto influida por la existencia de cambios en los valores del contexto laboral? Para poder encontrar respuestas se ha realizado una comparativa en la que se afrontan modificaciones de la legislación laboral, en determinados aspectos que se han considerado tienen relación con la concepción de la protección social. Posteriormente se han obtenido de las narrativas de los acosados una serie de valores emergentes en las mismas, confrontándolos con valores extraídos de informes de expertos y de la relación laboral actual, dando lugar a un cuadro comparativo. Para el análisis de los datos se ha utilizado las referencias teóricas ya expuestas en el Marco Teórico, en relación a las diferentes formas de organización del trabajo, sus valores subyacentes y finalidades de las mismas. Haciéndose también referencia al contexto socio-cultural actual en el cual se desarrolla este fenómeno del acoso. 294 CAPÍTULO 8: Interrelación de resultados De las narrativas de los afectados se deduce claramente la persistencia de una serie de valores del mundo del trabajo (fidelidad a la empresa, la identificación social, la vocación profesional, etc.) que entroncan en una tradición largamente proyectada en el tiempo y que fue asumida e integrada en el mundo de la empresa tanto por los trabajadores como por los empleadores hasta momentos relativamente recientes. 8.8.1.- ¿CAMBIOS EN LA CULTURA DEL TRABAJO? Se hace necesario preguntarse ¿qué es lo que está sucediendo a nivel del contexto social para que se manifieste este fenómeno del ACOSO MORAL EN EL TRABAJO?, ¿se han producido cambios? y ¿qué tipo de cambios? Es conocida la tendencia a individualizar los problemas y a buscar las causas de los mismos desde esa perspectiva, intentando encontrar la respuesta en el carácter o las conductas individuales, llegando a categorizarlos bien de débiles de carácter (caso de las víctimas) o de perversos (caso de los acosadores). Esto suele llevar a intentar poner en tratamiento a unos u otros y, ante ello, el resto de la sociedad suele continuar caminando tranquilamente sin tener que cuestionarse otras causas que podrían desestabilizar la forma de ver la vida cada uno, hasta que les toque personalmente. El tratamiento individualizado de los casos y su consiguiente reagrupamiento podrían aportar un mayor conocimiento y detalle, aunque no se debe perder de vista que se está hablando de un fenómeno de tipo social. 295 CAPÍTULO 8: Interrelación de resultados Para abordarlo como fenómeno social (complejo, multicausal y dinámico), habrá que comenzar por explicitar qué se entiende por cultura y para ello seguiremos la definición proporcionada por el profesor Johan Galtung, entendiendo que cultura es el conjunto de criterios mediante los cuales un grupo sabe lo que es bueno, correcto, verdadero, válido, hermoso, sagrado, en general lo positivo; lo que es negativo (malo, equívoco, falso, inválido, feo, profano); y lo que es indiferente. Son una serie de valores que el ser humano va introyectando y que le proporcionan una forma de vivir y de ver el mundo. Uno de los medios importantes en que se produce este proceso es en el laboral, ya que supone fuente de satisfacción de necesidades materiales y muchas veces afectivas y motivacionales. Se habla de cultura profunda, de conciencia colectiva, de imaginario social, para referirse a la incorporación de esos valores a la forma de ver la vida y que hace de guía de muchas de las actuaciones del ser humano. La cultura del trabajo se ha ido fraguando y sufriendo cambios a lo largo del tiempo. La noción del trabajo y el valor del mismo se deben a una construcción social, la cual ha ido modificándose en base a las nuevas relaciones de producción de cada momento social. En esta tesis cabría plantearse que se podría estar ante un nuevo cambio de esta cultura del trabajo. Habría que explicitar los tipos de cambios, que se hayan podido producir en las últimas décadas y que se consideren que pueden haber influido en la forma de ver y vivir el mundo del trabajo. 296 CAPÍTULO 8: Interrelación de resultados Si se parte de que a lo largo de la Historia esas modificaciones han tenido su base en las relaciones de producción, inicialmente este análisis se tendría que centrar en aquellos cambios producidos en torno a esas relaciones de producción. En el Marco Teórico se ha estudiado y analizado diferentes formas organizativas de producir y especialmente aquellas que han dejado una importante huella en el mundo actual: desde el Taylorismo, pasando por el Fordismo y el Toyotismo. En cada uno de estos tipos de producción se han pretendido unos objetivos y han existido unos intereses entre las partes. Con el Taylorismo se pretendía reducir los tiempos al máximo posible para obtener, mediante la racionalización, una mayor producción y reducir el precio del producto final. Esto se consiguió pero produjo como consecuencia la reducción de los salarios, ya que los empresarios para estimular la producción de los trabajadores bajaron el precio que pagaban por cada pieza; así como también la perdida del control del tiempo y el ritmo de trabajo, que hasta entonces tenía el artesano-trabajador y no el empresario, sujeto a las necesidades y competencias del mercado. Con el Fordismo el cambio se produce cuando a la producción en masa se incorpora el consumo en masa, cuando al sistema del trabajadorproductor se añade el de cliente-consumidor. De esta forma el propio sistema se autoalimentaría y se podría crecer de forma imparable. Con la cadena de producción fordista se profundiza en la atomización o división de tareas, por lo que cabría decir que se consagra la pérdida de control que el artesano-trabajador tenía sobre lo producido. Los salarios suben, con el objetivo de que el empleado tenga mayor poder adquisitivo para consumir. La producción crece como se pretendía, pero a la vez esta 297 CAPÍTULO 8: Interrelación de resultados producción en masa llegará a convertirse en un problema con la cuestión del stockaje y almacenamiento. Este excedente productivo contribuyó al déficit público y a la desarticulación de la oferta productiva. Subida de precios, reducción del poder adquisitivo de los trabajadores, caída del consumo. Así como la queja de los trabajadores en relación al trato alienante y denigrante al que se ven sometidos en las fábricas a causa de la especialización rutinaria de las tareas. El Toyotismo viene a dar respuesta al principal problema planteado por el fordismo, mantiene el mismo tipo de producción pero no en grandes series, sino con la producción de tipos múltiples en diferentes cantidades, para dar respuesta a la diversidad que se introduce en el consumo. Lo novedoso es la fabricación justo a tiempo, para de esta forma poder eliminar el stockaje. La otra novedad es la flexibilidad de la maquinaria productiva, para ello el trabajador deja de tener una especialización única, se convierte en polivalente e intercambiable, con el argumento del trabajo en equipo y la devolución de las habilidades creativas al trabajador. No obstante la producción pasará, más que nunca, a depender de los avatares de los mercados y del consumo. Esta flexibilidad en la gestión de la producción, llevará consigo el auge de las subcontratas y una flexibilidad en las plantillas y en los despidos. Durante todo ese largo proceso, el protagonismo lo ha tenido el capital industrial y las formas de desarrollo del mismo, pero llega un momento en que parece que ese protagonismo se ha trasladado al capital financiero, lo cual produce también cambios en el capital industrial. Los objetivos de producción industrial, además de obtener beneficios, pretendían dar respuesta a la demanda de productos para atender las necesidades reales que tenía la humanidad. Esto ha cambiado, actualmente el mercado parece estar más preocupado por generar nuevas necesidades 298 CAPÍTULO 8: Interrelación de resultados con el objetivo principal de obtener más dinero. Un ejemplo de ello lo tenemos en los cambios de hábitos de consumo producidos por las nuevas tecnologías, que obliga a sustituir aparatos periódicamente para cubrir la misma necesidad que ya se tenía cubierta con el anterior. La meta final es mover dinero para generar más dinero, la producción industrial se ve relegada a un segundo plano. Con lo cual también aparecen los negocios virtuales, que sólo existen en la red informática, pero que no se materializan en un lugar físico. Como se puede apreciar la irrupción de los avances tecnológicos han supuesto también una serie de cambios que propician la fluidez de la movilidad del dinero y también el que los tiempos se acorten o prácticamente dejen de ser un condicionante para el tráfico del mismo. Como señala el profesor José Antonio Roche Carcel, la concepción clásica del espacio ha cambiado. Pero no se puede olvidar que estas modificaciones en las formas de producción, de los que se ha estado hablando, se dan en un contexto socio político en el que intervienen no sólo las empresas y los trabajadores sino también los Estados. Así pues se está hablando de una triada de intereses que hacen posibles estos cambios y consolidan una serie de formas de convivencia social. Durante los tiempos de la producción taylorista se produjeron una serie de manifestaciones de repulsa y contestación a esa forma de producción, por parte de los trabajadores, dándose numerosas huelgas como respuestas al mismo. En la época del fordismo se produce el Gran Pacto Social tras la II Guerra Mundial con la implantación de las políticas keynesianas, el cual supuso por parte de los trabajadores el abandono de los planteamientos revolucionarios y la trasformación en la práctica hacía planteamientos 299 CAPÍTULO 8: Interrelación de resultados reformistas. Pero también supuso un gran logro en las condiciones de vida como ciudadanos y una seguridad garantista en las relaciones laborales con la inversión del Estado en gastos sociales, así como en la aprobación e implantación de una legislación que regulase las condiciones de trabajo (jornada de trabajo, turnos, descansos, etc.). De esta forma el trabajador se integra como parte del sistema social, dando también al mismo una estabilidad y seguridad de la cual se beneficiaban todos. Este pacto fue fruto del dialogo social entre empresarios y sindicatos y de la intervención del Estado. Durante todo el proceso de conquista de derechos y de reconocimiento de los mismos, el centro sobre el que ha pivotado ha sido el trabajo. Así pues, como dice Amando De Miguel, era una concepción laborocentrista. En la época del auge del toyotismo se incentiva la formación profesional, la cualificación, la carrera profesional, el esfuerzo personal, para poder progresar en la empresa, así como el trabajo en equipo y el apoyo mutuo. El conflicto de intereses contrapuestos, la capacidad de presión de las partes y la necesidad de entenderse mediante el dialogo, generan un equilibrio social y la sensación de conquistas sociales consolidadas en el tiempo que entran a formar parte de la cultura colectiva. De esa forma se va introyectando una serie de valores, de formas de ver la vida y se proyecta una esperanza en el futuro tangible. Así, a lo largo de casi doscientos años de evolución se ha fraguado un constructo social en torno al trabajo y se ha creado una cultura que ha ido pasando de generación en generación. Este constructo social, como dice L. Alonso, se concreta en la obligación estatal e institucional de 300 CAPÍTULO 8: Interrelación de resultados generar una ciudadanía segura, que armonizase los requerimientos del avance tecnológico con la posibilidad del reparto de rentas de un sistema económico en expansión, pero regulado social y democráticamente. Pero durante las últimas décadas se han ido produciendo una serie de acontecimientos que van cambiando el escenario sociolaboral, entre ellos la deslocalización de las empresas en busca de mano de obra barata, de lugares donde la presión fiscal es menor o nula y las garantías o derechos laborales no existen. A lo anterior se podría añadir la inmigración ilegal procedente de países subdesarrollados e incluso con problemas de hambruna, que están dispuestos a trabajar en cualquier condición. Como dice Escudero Moratalla (2005: 14 y ss), a las empresas de nuestro tiempo no les agradan las normas, reglas, leyes; adoran la desregulación, tienden cada vez más a desvincularse del Estado–nación, les gusta la flexibilidad, la posibilidad del libre despido; cambian de país para no pagar impuestos, se sienten cosmopolitas, prefiriendo no echar raíces. Sólo están interesados por la acumulación de dinero lo más rápidamente posible, instalados en la competitividad, el egoísmo o, como decía Fromm en su libro de ¿Tener o ser?, en el lema de que quien no tiene no es. El problema de la desregulación de las condiciones laborales llega a tales niveles que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) se ve en la necesidad de definir y realizar un llamamiento recordando que se entiende por trabajo decente: Por trabajo decente se entiende el trabajo que se realiza en condiciones de libertad, equidad, seguridad y dignidad humana. 301 CAPÍTULO 8: Interrelación de resultados Trabajo productivo en el cual los derechos son respetados, con seguridad y protección y con la posibilidad de participación en las decisiones que afectan a los trabajadores. Llegado a este punto del análisis cabría plantearse que se ha producido una ruptura del equilibrio logrado con el denominado Pacto Social al que se llegó después de la Segunda Guerra Mundial. El intervencionismo estatal ya no es el mismo, el protagonismo lo tienen las empresas financieras, las cuales no sólo no tienen Estado sino que los mismos le suponen un estorbo a sus intereses. El valor del dinero impregna toda la sociedad, se convierte en el centro de todo sentido de vida social, todo circula en torno a él. La globalización ha servido para incentivar este tipo de prácticas y su permeabilización de unos países a otros. Como ya se vio en el Marco Teórico, durante las décadas de los ochenta y noventa aparece una filosofía con tintes catastrofistas, anunciando el fin de casi todo, el fin de las ideologías, el fin del trabajo asalariado, el fin del mundo (anunciado para el año 2000). En España, que forma parte de ese contexto descrito, en los años noventa y dos mil se producen una serie de modificaciones en la legislación laboral y de protección social, que van a afectar a una serie de facetas de la vida del trabajo y cuya trascendencia colectiva apenas se llegan a percibir. A través de las experiencias de los casos estudiados y de la búsqueda de explicaciones se ha realizado una tabla comparativa (Tabla 39), como intento de concretización de algunas de las modificaciones detectadas en 302 CAPÍTULO 8: Interrelación de resultados el medio laboral y que pueden entenderse que están contribuyendo a que se puedan interpretar como cambios en la cultura del trabajo. Tabla 39 SITUACIONES DE PARTIDA ALGUNAS MODIFICACIONES DETECTADAS Sólo el Médico de Cabecera estaba facultado para proponer la BAJA y el ALTA MEDICA., persona esta que se supone neutral en la relación contractual trabajador-empresario. Facultan a las mutuas de accidente de trabajo para proponer el ALTA MÉDICA19. Sustrayéndose al trabajador una garantía de protección en la contingencia del enfermar y en la recuperación de la salud. Trabajo continuado, a tiempo completo y de duración indefinida. Ante la inestabilidad laboral, se establecen medidas y subvenciones a las empresas para el fomento del empleo estable: De los 6,66 millones de contratos indefinidos firmados entre 1999 y 2004, se estima que sólo había en vigor 3,55 millones cinco años más tarde. En 2003 y 2004, se puede estimar que hubo más de 400 mil despidos en España, cifra que casi duplica la registrada en 199820. Las largas trayectorias profesionales en el mismo empleo e, incluso, en la misma empresa. La posibilidad de disponer de un flujo permanente de ingresos laborales no tiene por qué articularse necesariamente a través de un único y permanente puesto de trabajo21. La promoción estaba ligada a la experiencia (antigüedad en el puesto u oficio). Garantía de la protección enfermedad, desempleo...). social (jubilación, Los jóvenes de reciente incorporación se iban formando en el interior de la empresa, en puestos de aprendizaje y dentro de un marco contractual asegurado. Nítida separación entre el tiempo de trabajo y el tiempo libre o de ocio. Las titulaciones académicas obedecían a un hacer profesional determinado y validado a lo largo de su historia. La desocupación de los mayores de 50 años está aumentando, hecho este que se interpreta como la no valoración de su experiencia por parte de los empresarios. Cada año se prejubilan en nuestro país unos 70.000 trabajadores a partir de los 50 años, predominantemente22. La experiencia, la antigüedad laboral, ya no es un medio de promoción sino de estigmatización, de algo caduco. Se fomentan los planes de jubilación privados ante la presunta incertidumbre de la no garantía de una pensión digna por parte del sistema público. Aparece un sin fin de modalidades de contrato que hasta no hacia mucho no existían: a tiempo parcial, por obra o servicios, por acumulación de tareas, por sustitución, etc. Los adultos no son ya los que preparan el camino para los jóvenes, sino los que lo obstaculizan. La jornada y el horario laboral se ven alterados, fraccionados en formas diversas, en muchas ocasiones aumentado. Las titulaciones académicas se fraccionan, se fragmentan, y aparece un montón de nuevas titulaciones, con una importante consecuencia: abaratar los costes salariales y generar una bolsa superior de disponibles en el paro. Fuente: elaboración propia. 19 La Ley de Acompañamiento de los presupuestos Generales para 1997. Informe de la Comisión de Expertos para el Dialogo Social (31/01/2005). 21 Ibíd. 22 Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales y Consejo Económico y Social (2007) 20 303 CAPÍTULO 8: Interrelación de resultados En el primer apartado se compara el tema concreto de la protección ante la contingencia del enfermar y como la decisión de IT (Incapacidad Temporal), ya no es sólo potestad de los Médicos de cabecera del servicio público de salud, sino también de una empresa privada, las Mutuas. Este hecho lleva consigo que como estas mutuas cobran sus servicios del empresario, acaban convirtiéndose en jueces y partes, con las consiguientes presiones hacia el trabajador para que acorte sus tiempos de permanencia en IT. Así pues, se ha sustraído al trabajador de un derecho que estaba consolidado y que era el de la protección ante la enfermedad, pues antes se tenía la atención neutral del Médico de Cabecera. Pero además se ha instalado la idea del trabajador vago, que sólo pretende escaquearse del esfuerzo que supone el trabajo y que por ello hay que dudar de continuo que pueda estar aquejado de algún tipo de dolencia. Si se realiza un esfuerzo para poder entender al Acosado/a dentro del contexto descrito, tendremos que si ya de entrada este tipo de paciente duda de qué les puede estar sucediendo, si sienten que nadie les comprende, el cóctel está servido cuando llega a la consulta de la Mutua y les someten a todo un interrogatorio con insinuaciones de duda sobre sus dolencias. Pero además, acaban planteándoles que lo que deberían hacer es firmar la baja voluntaria en la empresa y marcharse -ya que lo primero es la salud-, o que le van ha proponer el alta médica para que se incorpore a su trabajo. En ambas situaciones la recaída es inevitable. En el siguiente apartado se trata la idea de trabajo continuado a tiempo completo y de duración indefinida, que es la que predominaba en nuestro imaginario como algo posible y alcanzable, pero que en la actualidad se ha convertido en irreal, aunque no por ello ha dejado de formar parte de ese ideal. Pero también es cierto que las nuevas generaciones ven como 304 CAPÍTULO 8: Interrelación de resultados transcurre su tiempo y no logran un trabajo que se ajuste a ese ideal. Las generaciones no tan nuevas, se sorprenden ante los despidos de improviso y la realidad del mercado de trabajo al cual se ven abocados. Ante esta inestabilidad laboral, se establecen medidas incentivadoras del empleo estable para las empresas pero, como se puede apreciar en los datos de este apartado de la tabla, no tienen los resultados que se esperaban. Las largas trayectorias laborales en el mismo empleo e incluso en la misma empresa han sido algo factible y real en otros momentos. Por ello, hay Acosados/as que se sorprenden de que les esté sucediendo esto, pues pensaban que se iban a jubilar en esa empresa. Pero ya se ve que esta realidad ha cambiado y prueba de ello la tenemos en el dictamen de los Expertos para el Dialogo Social que señalan que los ingresos laborales no tienen por que articularse a través de un único y permanente puesto de trabajo. La flexibilidad demandada por las empresas se ve respondida cuando, según el Servicio Público Español de Empleo (SPEE), del total de los contratos realizados durante 2006, un 88,25% son temporales y sólo un 11,75% indefinidos (cifras estas que han mejorado en comparación con años anteriores). Del total de la población ocupada de 2006, en España un 34% son temporales, mientras que en Europa supone un 15,4%. La idea de un trabajo continuado, a tiempo completo y de duración indefinida (incluso cambiando de empresa) no sólo era una pretensión, sino que en determinados momentos ha representado la pauta de la normalidad social, no ha sido una excepción como sucede ahora. 305 CAPÍTULO 8: Interrelación de resultados Uno de los principios de Fayol era el de Estabilidad del empleo. Es decir, un personal competente y motivado es un recurso esencial para la empresa; la cual debe administrar celosamente su plantilla y asegurar la estabilidad del empleo. R. Castel plantea en relación con la estabilidad laboral, que la imposibilidad de procurarse un lugar estable en las formas de organización del trabajo torna frágiles los soportes que garantizan la supervivencia individual, pero también debilitan los lazos de reconocimiento social que garantizan la pertenencia a una comunidad. Pero la realidad actual supone que las largas trayectorias profesionales en un mismo empleo y en una misma empresa, son en estos momentos una excepción. Otra de las cuestiones que aparecen en esta tabla es la promoción en la empresa, la cual estaba ligada a la antigüedad en el puesto u oficio. En la actualidad la antigüedad se vive como una carga para las empresas, es un medio de estigmatización y como algo caduco de lo que hay que desprenderse. Es un hecho recogido por diversas estadísticas lo del aumento de la población parada de más de 50 años y las prejubilaciones, lo cual viene a confirmar que no existe una valoración de esa antigüedad y esa experiencia laboral que sí existía en otros momentos. Las garantías de protección social ante la jubilación, la enfermedad, el desempleo, etc., actualmente también se ven alteradas. En el mismo sentido incide la incentivación de los planes de jubilación privados, con el temor a que llegado ese momento no haya garantía de poder cobrar la pensión del sistema público. 306 CAPÍTULO 8: Interrelación de resultados Los jóvenes de reciente incorporación a las empresas se iban formando en el interior de las mismas, dentro de un marco contractual asegurado, mientras que los mayores preparaban el camino a los jóvenes. Esto hay que decir que también se ha visto modificado al aparecer una gran cantidad de modalidades de contratos que anteriormente no existían y dentro de este ambiente laboral los mayores ya no se viven como aquellos que preparan al joven, sino que se les percibe como un obstáculo para su promoción y estabilidad en la empresa. La nítida separación del tiempo dedicado al trabajo, del tiempo libre o de ocio se ve también alterada. Las jornadas de trabajo se ven fraccionadas, alteradas en un sin fin de modalidades y en muchas ocasiones aumentadas. Ello lleva consigo la supeditación de continuo al tiempo del trabajo (la disponibilidad total), sin tener claro si va a existir tiempo libre para dedicarlo a otras actividades, con los consiguientes problemas. También los estudios, la formación, se ven alterados. Anteriormente las titulaciones académicas obedecían a un hacer profesional determinado y validado a lo largo de su historia, actualmente han surgido gran cantidad de nuevas titulaciones las cuales se han desgajado de las que existían anteriormente, de esta forma se tienen más disponibles en el mercado donde poder elegir y por consiguiente abaratar los costes de personal. Por todo ello, cabría decir que de esta Tabla se desprende que se han producido una serie de cambios en el ámbito laboral próximo, que ha trastocado la idea de la forma de concebir el trabajo y de todo aquello relacionado con el mismo. La población todavía no ha interiorizado esa nueva forma que ha ido emergiendo, produciéndose extrañeza y estupor cuando se enfrentan de forma descarnada con la cruda realidad de este nuevo modelo de relación laboral o asalariada. Por ello resulta 307 CAPÍTULO 8: Interrelación de resultados conveniente efectuar un esfuerzo de clasificación en relación a valores, estereotipos y creencias en torno al medio laboral, realizando un intento de comparativa de una sociedad asalariada o laborocentrista con la actual y que se recoge en la siguiente tabla. Tabla 40 SOCIEDAD ASALARIADA SOCIEDAD ACTUAL El ciclo de la vida estaba organizado en torno al trabajo, como factor de identidad y de reconocimiento social -educación, producción y retiro se sucedían en el tiempo-(Meda: 1998) El ciclo de la vida ya no está organizado en torno al trabajo. Se organiza en torno al consumo y el enriquecimiento rápido. Surgen nuevas formas de hacer dinero súbita y espectacularmente. Los estereotipos sociales valorados son: unidad, estabilidad y compromiso a largo plazo, tanto en la vida privada (amor, matrimonio, familia) como laboral (contrato, oficio, empresa). Los estereotipos actuales son: la vida es larga y móvil y cabe varios empleos y dedicaciones. El centro es la fruición de la vida. El hedonismo y el pesimismo son valores en alza. La pereza ya no está mal vista (De Miguel, A: 1990). Garantía y fiabilidad en la protección social (jubilación, enfermedad, desempleo) Desregulación de las garantías de protección social. Hay que tener dinero para asegurarte esa protección, que no te la garantiza nadie. Solidaridad y compañerismo en el entorno laboral (hoy por ti, mañana por mí). Individualismo y competitividad (quitaté tú, que me pongo yo). La antigüedad, la experiencia es un medio de promoción y reconocimiento. La juventud es un valor y la antigüedad ha caído en desuso, representando una limitación a la hora de mantener el trabajo. Los valores de la vocación profesional, como una manifestación del amor por el tipo de trabajo, y la fidelidad a la empresa, como parte de la familia laboral. El trabajador actual ideal es aquel cuya personalidad es moldeable, modificable según las preferencias del mercado o del Jefe de turno: “Yo soy como tú me deseas”. Desaparece la fidelidad a la empresa y el valor de la vocación profesional. Cualquier cosa es valida si me proporciona dinero. Fuente: elaboración propia. De esta tabla, en principio, se desprende que el ciclo de la vida (como dice D.Meda) estaba organizado en torno al trabajo, y esto ha dejado de ser así siendo sustituido por el consumo y el enriquecimiento rápido. De nuevo a lo largo de toda esta tabla aparece como una constante el dinero: Todo problema obtiene una solución a través de la tenencia de dinero. Como indica Fromm lo importante en esta sociedad no es que se es, que 308 CAPÍTULO 8: Interrelación de resultados se piensa, que valores se tienen, lo importante es tener éxito, tener dinero, por que el éxito lleva consigo el dinero. Tampoco importan los medios para la obtención de ese dinero, aquí se acuña el dicho de que el fin justifica los medios, en este caso el tener dinero. Los estereotipos que hasta no hace mucho eran la guía de nuestro actuar en sociedad (la unidad, la estabilidad y el compromiso a largo plazo tanto en la vida privada como en la laboral) dejan de estar en vigor, para ser sustituidos por los de la vida es larga y móvil, en ella caben diferentes empleos, diferentes parejas, diferentes amigos, etc. Así pues, el sentido de estabilidad desaparece, encontrándonos en una sociedad en que las relaciones personales y las personas en sí son como los klinexs, de usar y tirar. Por el contrario, aparecen como valores en alza el hedonismo y el pesimismo. La desesperanza, el que nada depende de mí, estoy a merced del destino. La persona pasa a convertirse en objeto y de esta forma deja de ser sujeto de su vida. La fiabilidad en la garantía social desaparece, el dicho de que el “Estado me protege”, deja de estar en vigor para ser sustituido por el de que hay que tener dinero para afrontar las situaciones como la enfermedad u otras similares, ya que nadie nos va a proteger en estos avatares de la vida. La competitividad feroz está reñida con el compañerismo y con la solidaridad puesto que lo que prevalece es la ley de la jungla, “el quitate tú, que me pongo yo” y “el todo vale, siempre que sirva para el fin pretendido”, como ya se ha visto en apartados anteriores. La juventud, como ya se vio en la tabla anterior es un valor en alza y la experiencia profesional es un valor a la baja. 309 CAPÍTULO 8: Interrelación de resultados En esa misma línea desaparece la vocación profesional y, claro está, la fidelidad a la empresa. Para aparecer el sentimiento de que cualquier cosa es valida siempre que me proporcione dinero. Después del análisis de estas dos tablas, sólo cabe decir que se observan una serie de modificaciones en las relaciones laborales, para las cuales no se estaba preparado y que chocan con una trayectoria de muchos años y con un imaginario social que no ha sido todavía hoy sustituido por otro. Se podría hablar de que el equilibrio obtenido a través del Pacto Social, que proporcionaba cohesión social y una regulación de los conflictos, se ve alterado y desestabilizado. Las relaciones laborales o asalariadas se encuentran sometidas a un contrato, estipulando un intercambio de trabajo por dinero y bajo las órdenes del empleador, como dice Weber, con una dependencia económica en la que va en ella la subsistencia del trabajador, pues en la mayoría de los casos es su único medio de vida. En esta relación asimétrica y de dependencia, se establecen una serie de obligaciones y derechos por ambas partes a través de las negociaciones colectivas y de los pactos. El problema surge cuando en estas relaciones asimétricas se profundiza y se rompe el equilibrio logrado, inclinándose entonces la balanza en demasía hacia una de las partes. Hay que recordar que entre los indicios de causa de acoso moral en el trabajo, que se han analizado en este estudio, se encuentran: Ejercer Derechos (21 casos) y Subyugación del otro (13 casos). Llegándose a la conclusión de que una de las causas principales del hecho del acoso es el revelarse a ser subyugado por otro y, en sí, a la renuncia de la identidad 310 CAPÍTULO 8: Interrelación de resultados personal del trabajador en este ejercicio del poder. Por lo tanto, se podría afirmar que se está ante una trasgresión del pacto colectivo que garantizaba la paz social en el medio laboral. Los acosados verbalizan que “no entiendo que sucede y donde están mis derechos como trabajador, pensaba que tenía una serie de derechos y ahora parece que no existen”. Algunos de los acosados/as dicen: “lo que más me ha dolido ha sido ver la reacción de mis compañeros ante lo que me estaba sucediendo”. Normalmente los compañeros se convierten en testigos mudos de la situación y evitan al acosado/a. Realmente el mecanismo psíquico que se utiliza es el que “igual el acosado/a, por su personalidad, por su forma de desenvolverse es el causante de su situación”, pues si se pensase que era debido a otras causas se verían en la tesitura de plantearse que mañana el acosado/a podía ser él o ella misma. El gran problema es cuando esta nueva forma de funcionar en el medio laboral se naturaliza, se incorpora al imaginario social, cuando el trabajador se plantea que para trabajar, para subsistir hay que dejarse subyugar y maltratar, considerando que esto es lo normal. Pero además si esta forma violenta de contemplar la relación laboral llega a esos niveles de naturalización, se corre el riesgo de que vaya contaminando diferentes esferas de la vida, surgiendo la violencia en otros ámbitos de la misma: domestico-familiar, escolar, laboral, político, etc. En el caso del Acoso Moral en el Trabajo se podría decir que se está ante una violencia directa, la cual puede ser visible en determinadas ocasiones e invisible en otras, pero que hay un sujeto que ejecuta la misma. Siguiendo al profesor Galtung se llega a la violencia cultural, que 311 CAPÍTULO 8: Interrelación de resultados es cuando ésta se legitima, cuando socialmente se naturaliza, cuando se vive como un hecho normal el que el Jefe amenace, insulte, agreda…, al trabajador. Hay un dicho popular muy descriptivo: “Quien manda, manda, manda bien y nunca se equivoca”. Y otro: “Quien paga manda”. También se dice: “Siempre ha sucedido y seguirá sucediendo”. Pero si además se pretende que el acoso sea un castigo ejemplarizador para el resto de los trabajadores, como decía Gimeno Lahoz, aparece una doble intencionalidad: subyugar no sólo al trabajador acosado sino también al resto de la plantilla. Así, este hecho sociolaboral se convierte en un verdadero problema, ya que legitima una forma de actuar y de relacionarse en el medio laboral, una forma de ejercer la dominación y de anular al trabajador en diferentes aspectos de su quehacer profesional. En un ambiente laboral como el reflejado en este estudio, el trabajador se encuentra totalmente subyugado: “mejor no sobresalir en nada, mejor no decir nada, nunca decir lo que se piensa, cualquiera puede convertirse en tu enemigo, hay que pasar desapercibido…”. Si a todo lo demás se le añade el hecho de la precariedad laboral, los contratos indefinidos que no duran más que de uno a cuatro años, ¿como plantearse reivindicar ningún derecho? Mejor callarse, pues igual puedes mantener un poco más de tiempo el empleo. Lo anterior está propiciado por una estructura violenta (empleos precarios, desregulación de derechos, mercado de trabajo tremendamente competitivo, etc.), como ya se ha visto. En el contexto de la estructura se podría mencionar que las nuevas formas de dirección que funcionan sólo y exclusivamente en base a los 312 CAPÍTULO 8: Interrelación de resultados resultados, no importando el factor humano, son campo abonado para que se produzcan este tipo de acciones de acoso que hemos estudiado. Cabria plantearse que se está ante una sociedad desesperanzada, insegura, que sólo le cabe vivir la inmediatez. Imponiéndose así la filosofía de disfrutar del momento sin cuestionarse el futuro, el futuro es incierto. Siguiendo a Amando De Miguel, en los últimos años noventa se aprecia que la concepción del trabajo expresada hasta entonces se cuartea, aunque permaneciendo en pie la idea de enriquecerse y de consumir. Los valores del trabajo fijo y la vocación profesional pasan a ser sustituidos por la visión pragmática de que la vida es larga y móvil, cabe en ella varios empleos y dedicaciones. El trabajo como medio de realización y de subsistencia, se desplaza a los márgenes y lo que hace centro es la fruición de la vida. En este nuevo hedonismo, la pereza deja de ser un vicio. La ética que ahora predomina, no solo es hedonista y consumista es también pesimista. La idea de esta sociedad y de este comportamiento social se ve amplificada si nos remitimos a otros dos autores, como son: Simmel, que señalaba que una sociedad en la que el dinero se convierte en un fin en sí mismo, cuando no en el fin último, tiene diversos efectos negativos sobre los individuos como son el aumento del cinismo y la apatía. Y Veblen, que apuntaba que los trabajadores de todas clases padecen el dominio de los especuladores y de los financieros. 313 CAPÍTULO 8: Interrelación de resultados De lo analizado hasta el momento se deduce que se trata de un ambiente de violencia que impregna toda la vida. Es peor que la ley de la jungla, pues en ella existen unos límites y unos equilibrios, mientras que en esta sociedad parece que eso se ha rebasado y desestabilizado, se ha roto. Da la sensación de encontrarse en una sociedad en la que predomina la anomia, en la que se han roto lo equilibrios existentes desde el Pacto Social conseguido por los agentes sociales en su momento y el cual se había mantenido hasta épocas recientes. Así pues, se podría afirmar que se está ante un cambio en la cultura del trabajo, con unas características diferentes a las que existían hasta ahora y que una de las consecuencias de ese cambio se manifiesta en el hecho social del ACOSO MORAL EN EL TRABAJO. Cabría decir que este hecho social es una de las consecuencias de la RUPTURA DEL EQUILIBRIO existente hasta no hace mucho. 314 CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES Esta tesis plantea un enfoque desde una perspectiva sociológica con la intención de entreabrir esa puerta; por ello se ha pretendido realizar una serie de aportaciones que hasta el momento no se habían apenas trabajado, como son el perfil del trabajador (su categoría profesional, su antigüedad en la empresa, su compromiso con la misma, sus esperanzas, etc.). Se ha intentado realizar una aproximación al contexto sociolaboral en donde trabajan los acosados (tipo de empresas, tipos de mandos, relaciones en las mismas, etc.), algo también imposible de comparar con otros estudios al no existir datos al respecto. También se ha puesto en relación este fenómeno social, con la situación más global de la hipótesis de la existencia de un cambio en la cultura del trabajo. La pretensión de esta tesis es poder haber aportado algunas respuestas a las tantas preguntas que muchos se vienen haciendo desde hace tiempo, aunque hay que asumir que probablemente queden otras muchas por indagar y responder. Partiendo del término Acoso Moral en el Trabajo (Marco Teórico: Término) y de su definición (apartado: Concepto) se llega a una acotación de lo que se entiende por el Hecho del Acoso, como un fenómeno social, 317 CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES que se produce en el lugar de trabajo, consistente en un ataque sistemático de una persona a otra, a su dignidad e integridad física y/o moral, y con un objetivo: la autoeliminación. En una primera aproximación a los datos recopilados de la población estudiada, 59 casos que se han visto afectados por el fenómeno del Acoso, destaca claramente que previo a desencadenarse éste se han dado en los acosados/as las siguientes circunstancias: Problemas de enfermedad (accidentes de trabajo, enfermedad común, intervenciones quirúrgicas, etc.); cambios en la dirección de la empresa (por fusión de empresas, por reestructuración, por cambios de Jefes inmediatos, etc.); ejercicios de derechos (presentarse a elecciones sindicales, solicitud de reducción de jornada, anuncio de prejubilación, comunicación de reconocimiento de minusvalía, etc.). Una vez iniciado el Acoso en si, se han registrado una serie de Acciones que han sufrido los sujetos de esta investigación y que se catalogan en: Amenazas, Difamación, Mofa/burla, Aislamiento, Agresión ideológica, Agresión sexual, Agresión física, Agresión verbal, Denigración, Control Inequitativo, Correveidile, Cuestionamiento y Persecución. Estas acciones puede sufrirlas el acosado/a varias de ellas a la vez. En los 59 casos las acciones de acoso más frecuentes han sido: Denigración (36), Amenazas (35), Aislamiento (24), Persecución (23), Agresiones Verbales (23), Mofa/burla (18), Difamación (15) y Control Inequitativo (15). Una vez desencadenado el Proceso de Acoso este se prolonga durante varios meses, apareciendo los síntomas y la correspondiente baja por enfermedad a consecuencia del mismo. 318 CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES Cada uno de los 59 casos estudiados tiene como diagnóstico principal el de Trastorno Adaptativo y en el mismo se determina que es por causas laborales. Según el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-IV, Barcelona 1995), se define el Trastorno Adaptativo como el desarrollo de síntomas emocionales o comportamentales en respuesta a un estresante psicosocial identificable. Del estudio de los síntomas se ha obtenido que en la práctica totalidad de los casos (93%) los acosados/as presentan trastornos del sueño: insomnio, pesadillas, despertares varios a lo largo de la noche. Del total de casos estudiados, 49 padecen ahogo, opresión en el pecho, arritmia, taquicardia, angustia, sudoración y temblores (Ansiedad), así como también miedo, fobias e inseguridad. En algunos casos, entre éstos, aparecen incluso pérdidas de memoria o desorientación espaciotemporal. En 44 casos (de los 59) padecen de tristeza, llanto fácil, desánimo, apatía, desgana, cansancio y cambios bruscos de humor. En menor medida, entre estos pacientes además, los hay que manifiestan ideas de muerte o autolisis e incluso intentos de suicidio (esto último, en sólo 2). Aparecen también otro tipo de síntomas de carácter más somático: dolores de cabeza, vómitos, pérdida de peso, etc. Se podría decir que los pacientes estudiados presentan trastornos del sueño, problemas de ansiedad, alteraciones emocionales y otras molestias físicas que con anterioridad al hecho no existían. Así pues cabría decir que el hecho del Acoso causa sufrimiento en la población estudiada. 319 CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES Los Acosados son personas de menos de 46 años (ambos sexos, no predominancia de ninguno de ellos de forma significativa: 46% Hombres y 54% Mujeres, datos estos similares al estudio de Leymann), predominantemente casado/a y con uno o dos hijos. Suelen tener una categoría profesional de trabajadores cualificados (personal técnico y cualificado: 34 del total de 59). Su antigüedad en la empresa está principalmente en los grupos de Menos de 5 años (46%) y de Más de 10 años (41%). En todo caso, tienen estabilidad en el empleo: el 89% de la población estudiada tienen contratos fijos o son funcionarios. Como decían Leymann y Gimeno Lahoz, se precisa de un mínimo de tiempo para establecer la estrategia de acoso y para ello es necesario tener al acosado/a un tiempo a disposición para proceder al mismo. Hay que señalar algo que se ha detectado y analizado a lo largo de este estudio y es el cambio que se produce en el perfil del acosado/a si comparamos el año 2003 con los siguientes (2004 y 2005). En el primer año había más personas mayores de 46 años que en los otros dos y predominaba la antigüedad de más de 10 años. Esto cambia encontrándose en los otros dos años un sensible aumento de personas con antigüedad de Menos de 5 años. El contexto sociolaboral en el que se produce el Acoso en la población estudiada es predominantemente en empresas del Sector Servicios (63%), seguidos del Sector Industrial (17%) y de la Función Pública (10%). En el Sector Servicios los más representativos son los Servicios Comerciales, Servicios a Empresas y por último Servicios a Personas. La población estudiada se distribuye entre empresas grandes (más de 51 trabajadores) y empresas pequeñas (menos de 25 trabajadores), en una 320 CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES proporción de veinticinco personas en cada tipo (o sea, un 42% en cada grupo). En la empresa mediana (de hasta 50 trabajadores) sólo hay nueve personas. Las empresas de más de 51 trabajadores son las que predominantemente tienen varios centros de trabajo. En cuanto al tipo de dirección mayoritariamente existente es Integral/Unitaria (44%), seguida de la Jerarquizada (32%) y finalmente la Departamentalizada (24%). Así pues podemos decir que un 56% de la población estudiada depende de un Mando intermedio y un 44% directamente del Jefe-propietario de la empresa. Los acosados/as de más de 10 años de antigüedad y de más edad, trabajan predominantemente en las empresas Departamentalizadas, seguidas de las Jerarquizadas. En las de dirección Integral/Unitaria es donde se encuentran los acosados más jóvenes y con menos antigüedad. Como consecuencia de las estructuras organizativas de estas empresas, el tipo de acoso que más se da es el Descendente (57 personas de un total de 59), sólo hay un caso de Ascendente y otro de Horizontal. Los Acosadores son predominantemente hombres, un 88%, y sólo en el 12% son mujeres. Los cargos que ostentan en la empresa son mayoritariamente de Mandos Intermedios (47%), en empresas de estructura Jerarquizada o Departamentalizada, seguidos de los Propietarios (37%) de empresas de dirección Integral/Unitaria. Finalmente tenemos aquellos casos en que el acosador es el Gerente (10%). Así pues, hay un 57% de los acosadores que son también trabajadores de las empresas, pero con cargo superior al del acosado/a. 321 CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES Se ha considerado necesario incluir en estas conclusiones la descripción psicológica de los Acosadores que señalan los autores González de Rivera e Hirigoyen, porque aportan de una forma muy sintética el perfil del acosador y aquí también aparece a lo largo de las entrevista con los afectados. Los cual resulta apropiado para, posteriormente, poder retomarlo en las sugerencias y recomendaciones. El primero de ellos habla del síndrome MIA (Mediocridad, Inoperante, Activa), describiendo al sujeto Acosador como aquél que tiene grandes deseos de notoriedad, despliega una gran actividad que no sirve para nada, es decir totalmente inoperante, generando gran cantidad de trabajo inútil que impone a los demás, destruyendo así su tiempo e intentando introducir todo tipo de controles y obstáculos destinados a dificultar la actividad realmente creativa. La segunda autora lo define como un sujeto que es particularmente proclive a la envidia, y sufre ante el bien y el progreso ajeno. Igualmente ha quedado de manifiesto que el hecho del ACOSO se produce en un contexto de asimetría de las partes, con intención de dañar de carácter deliberado, complejo, continuado, predeterminado y sistemático. Se podría decir que es MORAL debido a que ocasiona un sufrimiento en la persona que lo padece (Gimeno Lahoz habla de ataque a la integridad moral), un daño a la integridad moral y a la dignidad (Código Penal de nuestro país). Estos hechos se producen en un contexto laboral, de ahí que se hable de ACOSO MORAL EN EL TRABAJO. Por otro lado, si se observa cuales han sido los resultados de la fase de Cierre del Proceso, aparece que sólo 8 personas del total de las 59 322 CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES regresaron a la misma empresa después de sufrir el Acoso, de los cuales los hay que se reincorporaron después de producirse un cambio de jefe inmediato y nunca más tuvieron problemas; también los hay que se han reincorporado y se están dedicando a la búsqueda activa de empleo y finalmente existe un sólo caso que consiguió que los jefes superiores intervinieran para que el acosador dejase de hacerlo y le funcionó. Aunque nunca hablaron con el acosado para darle ningún tipo de explicación. El grupo más numeroso es el de los que finalizaron el Proceso de cierre mediante el cese de la relación laboral a través de Despido (25 personas de un total de 59). Mayoritariamente pactando la cuantía de la indemnización a la baja, renunciando a parte de la misma que le correspondía por ley. Otros han tenido que recurrir a la vía judicial para obtener la sentencia de despido improcedente. Hay algún acosado que renunció a la totalidad de la indemnización, firmando el finiquito únicamente a cambio de obtener la documentación para poder percibir la prestación por desempleo. También existen aquellos que renunciaron voluntariamente al puesto de trabajo, ya que no podían aguantar más, pese a perder la prestación por desempleo. En cuanto al cierre del Proceso por razones de Invalidez hay un total de 7 casos, de los cuales la mayoría se resolvieron favorablemente por el Tribunal de Valoración Médica y solamente en otro caso hubo resolución desfavorable. Existen 6 casos en los que el cierre se produjo a la finalización del contrato de trabajo. Se trata simplemente de que cuando el mismo llegó a su término, no lo renovaron por voluntad del trabajador. De entre ellos, 323 CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES algunos que tenían derecho al desempleo, pasaron a percibir la prestación y se dedicaron a la búsqueda de un empleo alternativo. En cuanto a extinción de la relación por Jubilación son 2 personas: una de ellas por jubilación anticipada (antes de los 65 años) y la otra por jubilación a los 65 años de edad, a pesar de tener pactado en convenio la posibilidad de jubilarse con el 100% a los 64, por haberse negado la empresa a que ejerciese este derecho. En los Traslados hay dos personas: una que solicitó permuta con otro compañero de lugar diferente para continuar realizando el mismo tipo de trabajo y otra que solicitó traslado fuera del departamento en donde trabajaba, renunciando a la Jefatura que ostentaba, se lo concedieron pero no volvió a ejercer su profesión (cambio de profesión). Por otro lado se encuentra aquel caso en que no le prosperaron los pleitos contra la empresa, ni hubo ningún tipo de resarcimiento, quedando en una situación de negación y miedo a volver a iniciar una nueva relación laboral pensando que le sucedería lo mismo. En este estudio se confirma una vez más que el Acoso finaliza con la marcha del acosado/a del lugar de trabajo (Cierre del proceso), lo cual viene a verificar lo que plantean diversos autores (Gimeno Lahoz, Hirigoyen, Leymann, Piñuel y Zabala, Barón Duque, etc.) en relación a que el objetivo del Acoso es provocar la autoeliminación del trabajador. Así pues, el fin del acoso se produce, mayoritariamente, con la finalización de la relación laboral en la cual éste se ha desarrollado. 324 CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES Pero hay que dejar constancia de cuál es la valoración que de este Cierre realizan los acosados, para hablar de un buen o mal cierre, lo cual parece que pasa por el hecho de la existencia o no de resarcimiento del daño, del reconocimiento en sí del mismo, bien a través de una autoridad o institución (sentencia judicial favorable para el trabajador, sanción de la inspección de trabajo a la empresa), indemnización pactada, intervención de los jefes superiores sobre los mandos intermedios, etc. o cuándo no se da ninguna de estas acciones o circunstancias y el acosado no recibe ningún tipo de resarcimiento del daño sufrido. En la primera situación, buen cierre, la persona tiene mayores posibilidades de recuperar su integridad psíquica e incorporarse de nuevo a la vida activa. En la segunda situación, mal cierre, es mucho más difícil su recuperación e incorporación. Finalmente se encuentran aquellas personas que a pesar de haber realizado un buen cierre, el proceso resultó ser tan penoso que se perdieron tantas cosas en el trayecto que nunca consiguieron recuperar totalmente su integridad personal, valorándose este cierre como regular. Del total de personas estudiadas se podría decir que más de la mitad de las mismas no pudieron realizar un buen cierre. Después del análisis de una serie de frases sobre qué piensan y qué sienten los acosados/as a lo largo del Proceso de Acoso, se detecta que los valores predominantes en la población estudiada se pueden sintetizar en lo siguiente: -La confianza y la seguridad en la protección social en las contingencias de enfermedad, desempleo, jubilación, etc. -El trabajo era concebido de forma continuada, a tiempo completo y de duración indefinida. -Las largas trayectorias profesionales en el mismo empleo e incluso en la misma empresa (estabilidad y seguridad). 325 CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES -La promoción en la empresa estaba ligada a la experiencia (antigüedad en el puesto u oficio). -La solidaridad entre los compañeros de trabajo. -La vocación profesional y la fidelidad a la empresa, como parte de la familia laboral. Todos estos valores, que se podrían encuadrar en los propios de la denominada Sociedad Asalariada, se ven truncados ante el choque con la realidad actual vivida por los sujetos de este estudio. Se podría decir que se produce una confrontación entre los valores descritos y los nuevos valores que se van introduciendo en la nueva cultura del trabajo, como podrían ser los siguientes: -La vida es larga y móvil, caben varios empleos y dedicaciones. -Desregulación de las garantías de protección social. -Competitividad e individualismo. -La juventud es un valor en alza y la experiencia y/o antigüedad han caído en desuso. -Desaparece la vocación profesional y la fidelidad a la empresa. -Cualquier cosa es valida si proporciona dinero. Todo proceso de incorporación de valores supone una introyección personal y social que parece que no se ha producido y que, al parecer, ocasiona una confrontación entre los existentes y los emergentes que a su vez produce como mínimo un cierto estupor que descoloca y deja sin mecanismos de reacción a los acosados. Así se podría entender que en los indicios de causa surjan determinadas acciones, que quizá no se entenderían fuera de este contexto. 326 CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES En los indicios de causa del acoso aparecen los siguientes resultados: Las causas más comunes son las del Ejercer Derechos (36%), seguida de la Subyugación del Otro (22%), lo que entre ambas sumarian a 44 personas de un total de 59 (un 58% del total de la población estudiada). Se estaría ante una manifestación más de abuso de poder, por parte de quien tiene la responsabilidad o está al frente de estas empresas, y de indefensión de los trabajadores, cosa esta última que también queda reflejada en lo que se ha denominado Circulo Perverso, el cual se concretizará seguidamente. El total de respuestas de los acosados/as (59) refleja múltiples sentimientos que se pueden agrupar en las temáticas que se reflejan a continuación: Estupor, Injusticia, Indignación, Impotencia, Desesperación, Frustración, Afecta a sus relaciones, Inseguridad, Miedo, Rabia, Malestar, Racionalización, Inutilidad, Culpabilidad, y Angustia. Al agrupar las anteriores categorías por lo común de su significación, se detecta una cierta secuencia que sugiere la posibilidad de un Circulo Perverso que se refleja y explica de la siguiente manera: ESTAN ATERRORIZADOS Este conjunto -Malestar, Angustia, Miedo, Inseguridad e Inutilidad-, parece sugerir que los acosados/as han padecido situaciones de TERROR que han repercutido en su salud física y psíquica, han destruido su autoestima y han mermado su capacidad laboral/profesional. BUSQUEDA DE EXPLICACIÓN Estupor, Culpabilidad y Racionalización. No entienden lo que ha sucedido, no pueden comprender el ensañamiento de que han sido objeto y buscan explicaciones que les permitan entender la situación. El asombro ante lo 327 CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES que están viviendo les supone un entorpecimiento de sus propias facultades intelectuales para poder comprender lo que sucede y por qué sucede. Por eso, algunos de ellos se sienten culpables -como reacción-, otros intentan racionalizarlo buscando causas económico-laborales -que no acaban de convencerles-, y la mayoría no termina de encontrar una causa clara que les pueda explicar lo que ha sucedido. NO PUEDEN RESOLVER LA SITUACIÓN Impotencia, Desesperación y Rabia. No son capaces de resolver una situación que no pueden explicarse y que viven como una pesadilla irreal de la que no terminan de despertar. La perplejidad les produce fuertes sentimientos de impotencia y desesperación. La rabia manifestada en parte de los casos supondría una reacción defensiva que, por otro lado, intentan contener. En mayor número de casos la reacción se produce en un sentido de desesperanza insoportable que les bloquea y les conduce a la impotencia para afrontar la situación. SE ENCUENTRAN DESPROTEGIDOS Indignación, Injusticia y Frustración. En un alto grado los acosados/as perciben la perversidad de la situación y se rebelan contra ella por lo injusto de la misma y su iniquidad. Frustra sus planteamientos de vida relacionados con el esfuerzo, el trabajo y su identificación social, sintiéndolo como un ataque destructivo e injustificado a su escala de valores y a su dignidad. Un ataque carente de razón que el otro realiza desde el abuso de poder y contra el que no encuentran forma de defenderse. Todo esto lleva a que está claro que ello es consecuencia del ejercicio de una violencia directa, la cual puede ser visible en determinadas ocasiones e invisible en otras, pero que hay un sujeto que ejecuta la 328 CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES misma. Siguiendo al profesor Galtung se llega a la violencia cultural, que es cuando ésta se legitima, cuando socialmente se naturaliza, cuando se vive como un hecho normal el que el Jefe amenace, insulte y agreda al trabajador. Un ejemplo de esto sería el siguiente comentario: “siempre ha sucedido y seguirá sucediendo”. Pero si se pretende que el acoso sea un castigo ejemplarizador para el resto de los trabajadores, como menciona Gimeno Lahoz, encontramos una doble intencionalidad: subyugar no sólo al trabajador acosado sino también al resto de la plantilla. Así, este hecho sociolaboral se convierte en un verdadero problema, ya que legitima una forma de actuar y de relacionarse en el medio laboral, una forma de ejercer la dominación y de anular al trabajador en diferentes aspectos de su quehacer laboral. En un ambiente de relaciones laborales como el descrito, el trabajador se encuentra totalmente anulado, subyugado: “mejor no sobresalir en nada, mejor no decir nada, nunca decir lo que piensas, cualquiera puede convertirse en tu enemigo, hay que pasar desapercibido…”. Si a todo lo demás se le añade el hecho de la precariedad laboral, ¿como plantearse reivindicar ningún derecho? Mejor callarse, pues igual puedes mantener un poco más de tiempo el empleo. Lo anterior está propiciado por una estructura violenta (empleos precarios, desregulación de derechos, mercado de trabajo tremendamente competitivo, etc.). Como se puede apreciar existe una intima relación entre estas tres formas de violencia en el trabajo (directa, cultural y estructural). 329 CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES En el contexto de la estructura, además de lo anteriormente expuesto, se podría añadir que las nuevas formas de dirección que funcionan sólo y exclusivamente en base a los resultados, no importando el factor humano, son campo abonado para que se produzcan este tipo de acciones de acoso que se han estudiado. Y para terminar tendríamos el nuevo tipo de empresas de nuestro tiempo, que Escudero Moratalla (2005: 14 y ss) describe diciendo: a las empresas de nuestro tiempo no les agradan las normas, reglas, leyes; adoran la desregulación, tienden cada vez más a desvincularse del estado-nación, les gusta la flexibilidad, la posibilidad del libre despido; cambian de país para no pagar impuestos, se sienten cosmopolitas, prefiriendo no echar raíces. Sólo están interesados por la acumulación de dinero lo más rápidamente posible, instalados en la competitividad, el egoísmo o, como decía Fromm en su libro de ¿Tener o ser?, en el lema de que quien no tiene, no es. Concluyendo se podría afirmar que se está ante una nueva cultura del trabajo, en la cual se han roto los equilibrios anteriormente existentes conseguidos mediante el Pacto Social. Llegados a este punto podría decirse que se está produciendo un cambio en los valores dominantes de la cultura del trabajo, que hace emerger este tipo de fenómeno. La cultura del trabajo se ha ido fraguando y sufriendo cambios a lo largo del tiempo. La noción del trabajo y el valor del mismo son una construcción social, resultante de la tensión y los equilibrios entre las fuerzas sociales, y que ha ido modificándose en base a las relaciones de producción dominantes en cada momento social. 330 CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES La idea de la empresa como una comunidad de intereses entre la dirección, los accionistas y los empleados -mucho tiempo predominante en el sistema socioeconómico continental europeo- supone la existencia de un conflicto de intereses contrapuestos, en el cual la capacidad de presión de las partes y la necesidad de entenderse mediante el dialogo generaron un equilibrio social y la implantación de conquistas sociales que pasaron a formar parte de la cultura colectiva. Durante todo ese largo proceso el protagonismo lo ha tenido el capital industrial y las formas de desarrollo del mismo. Los objetivos de producción industrial, además de obtener beneficios, pretendían dar respuesta a la demanda de productos para atender las necesidades reales que tenía la humanidad. Por el contrario, parece haberse llegado a un momento en que el protagonismo se ha trasladado al capital financiero, y esto produce también cambios en el capital industrial. Hoy en día la producción de bienes y servicios ha pasado a un plano secundario y depende principalmente de los intereses financieros de los mercados y del consumo. Actualmente el mercado parece estar más preocupado por generar nuevas necesidades con el objetivo principal de obtener más dinero. La meta final es mover dinero para generar más dinero, así la producción industrial se ve relegada a un segundo plano. Lo que se busca es la rentabilidad a corto plazo de la cartera de acciones en el mercado bursátil, de la cual se desprenden en cuanto aparece una opción presuntamente más rentable para lograr grandes ganancias a corto plazo. 331 CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES Los avances tecnológicos han supuesto también una serie de cambios que propician la fluidez de la movilidad del dinero y el que los tiempos se acorten o prácticamente dejen de ser un condicionante para el tráfico de capitales. Con lo cual aparecen los negocios virtuales, que sólo existen en la red informática, pero que no se materializan en algo físico. La simple obtención de beneficio ha sido sustituida por la maximización del beneficio en el mínimo tiempo posible. El cortoplacismo es el tiempo de esta sociedad informacional y se ha abierto un abismo entre la economía real y la economía especulativa. Pero no se puede olvidar que estas modificaciones en las formas de orientar la producción, es también una cuestión política: se dan en un contexto socio político en el que intervienen no sólo las empresas y los trabajadores, sino también los Estados. Así pues se está hablando de una triada de intereses que hacen posibles los cambios y consolidan una serie de formas de convivencia social. Así, a lo largo de doscientos años de evolución se ha fraguado un constructo social en torno al trabajo y se ha creado una cultura que ha ido pasando de generación en generación. Este constructo social se concreta en la obligación estatal e institucional de generar una ciudadanía segura, que se armonizasen los avances tecnológicos y la posibilidad del reparto de rentas de un sistema económico en expansión, pero regulado social y democráticamente. La gravedad de la desregulación de las condiciones laborales impulsa a la Organización Internacional del Trabajo (OIT) a recordar qué se entiende por trabajo decente: el trabajo que se realiza en condiciones de libertad, equidad, seguridad y dignidad humana. Trabajo productivo en el 332 CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES cual los derechos son respetados, con seguridad y protección y con la posibilidad de participación en las decisiones. Llegado a este punto del análisis cabría plantearse que se ha producido una ruptura del equilibrio logrado con el denominado Pacto Social vigente tras de la Segunda Guerra Mundial. El intervencionismo estatal ya no es el mismo, el protagonismo lo tienen las empresas financieras, las cuales no sólo no tienen Estado sino que los mismos le suponen un estorbo a sus intereses. El valor del dinero impregna toda la sociedad, se convierte en el centro de todo sentido de vida social. La globalización ha servido para incentivar este tipo de prácticas y su permeabilización de unos países a otros. Así pues, el sentido de estabilidad desaparece, encontrándonos en una sociedad en que las relaciones personales y las personas en sí son como los klinex, de usar y tirar. En esa misma línea desaparece la vocación profesional y la fidelidad a la empresa. Para aparecer el sentimiento de que cualquier cosa es valida siempre que proporcione dinero. Es la respuesta de los trabajadores individualizados a una ética social que se corresponde con la que la propia empresa está aplicando. El gran problema es cuando esta nueva forma de funcionar en el medio laboral se naturaliza, se incorpora al imaginario social, cuando el trabajador se plantea que para trabajar hay que dejarse subyugar y maltratar, considerando que esto es lo normal. Pero además si esta forma violenta de contemplar la relación laboral llega a esos niveles de naturalización, se corre el riesgo de contamine las diferentes esferas de la vida, surgiendo la violencia en otros ámbitos de la misma: domesticofamiliar, escolar, político, etc. 333 CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES De lo analizado, se puede decir que los valores que predominan en este contexto son la arrogancia y el cinismo que se convierten en un estilo de dirección; y cuando el dinero se constituye en un fin en si mismo bajo el dominio de los especuladores y de los financieros sólo cabe plantearse que estamos ante una sociedad insegura, que sólo vive en la inmediatez sin cuestionarte el futuro. Una sociedad en la que la anomia genera exclusión, desesperanza y sufrimiento y en la que los individuos están condenados a adaptarse para supervivir. Pero no se puede terminar sin realizar determinadas aportaciones para que esto no continúe produciéndose. Hasta el momento los estudiosos del tema se han dedicado a profundizar sobre el fenómeno y a denunciar el hecho. Se han realizado diversas guías sobre cuales son las acciones a llevar a cabo por parte de los acosados/as. En la formación de Recursos Humanos se ha introducido el tema del acoso, para sensibilizar a los nuevos Mandos Intermedios. Están habiendo cursos para Jueces y Magistrados. En determinadas empresas se han constituido comisiones de seguimiento sobre acoso, etc. Todas estás medidas, sin dejar de ser importantes y necesarias, cabría plantearse que sólo actúan sobre la superficie del fenómeno, convirtiéndose en “un como sí” que no entra en el cuestionamiento de los orígenes y de las causas del problema. Sirven para acallar determinadas conciencias, para desplegar una serie de acciones que visualicen la preocupación del problema por diferentes esferas del tejido social. Pero cabe preguntarse hasta que punto conducen las mencionadas medidas a la resolución de este tipo de fenómeno. 334 CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES Se podría plantear que el hecho del acoso es un emergente de otros problemas de nuestra sociedad moderna, como ya se ha mencionado y que impregna toda nuestra estructura social: ver el tema de la violencia (Galtung) o la pertenencia a una comunidad y la cohesión social (R. Castel). Plantear propuestas o aportaciones para la resolución de un fenómeno que tiene que ver con la estructura de la sociedad es tremendamente difícil. No obstante, se realizará seguidamente un intento de ello con la intencionalidad de apuntar algunas sugerencias en la línea de restablecer un equilibrio que se ha perdido. Es necesario recuperar determinados valores para la convivencia y para eso se podría decir que el compañerismo debe de estar por encima de la competitividad a costa de todo. El reconocimiento de la aportación y la experiencia de nuestros mayores es algo que se debería recuperar, en detrimento del descrédito y la ridiculización de estas aportaciones por razones de edad. Para ello, es necesaria la colaboración de entidades públicas y del tejido social; debe de haber un compromiso serio y definido públicamente para esa recuperación. Tienen que producirse manifestaciones en ese sentido, que lleguen a las nuevas generaciones. No se puede desechar a la población de más de 50 años, con el argumento de que están trasnochados y no se adaptan a las nuevas tecnologías. O decir que es la forma de dejar lugar a los jóvenes, ya que son aquellos los que taponan la promoción de estos últimos (cosa que no es cierta y sólo encierra una trampa más para seguir extrayendo beneficios de la bisoñez y de las nulas cargas económicas por antigüedad, así como el más fácil manejo de los más jóvenes). El hecho 335 CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES de la juventud per se no puede ser un valor en sí mismo para seguir defendiendo el “quitaté tú que me pongo yo”. Estos valores están influyendo en la convivencia cotidiana, en la falta de reconocimiento de la autoridad moral, del conocimiento de la experiencia y, en sí, en la perdida de puntos de referencia que imprimen una seguridad a las nuevas generaciones, además de desautorizar a aquellos que pueden plantear limites a una situación de desaforo y del hecho de que todo vale. Con esto no se pretende decir que por el hecho de ser mayor de 50 años se les esté todo permitido y que todas las personas con esa edad tienen que ostentar un poder per se. En sí debemos recuperar la esencia de la Autoridad Moral, en detrimento del autoritarismo, la arrogancia, la prepotencia y el cinismo. Sería recomendable la recuperación del valor del esfuerzo, en confrontación al valor del éxito fácil y rápido; para ello es necesario premiar y reconocer de forma pública y notoria el esfuerzo. Actualmente a través de los medios de comunicación, en especial la TV, los mensajes son de reconocimiento del “listo igual a oportunista”: el que fue a un programa de TV y vive de forma opulenta de ello, aquel que pego un pelotazo y se encuentra entre las mayores fortunas, los políticos que supieron aprovechar el tiempo en que estuvieron en el cargo para provecho propio, etc. Esas cosas son noticia, en cambio las trayectorias de aquellas personas que fueron responsables socialmente, que realizaron a lo largo de su vida aportaciones a la colectividad a través del esfuerzo y del trabajo, salvo algunas de reconocido prestigio científico, no sólo no son noticia en los medios de comunicación sino que ni siquiera tienen reconocimiento en el interior de las asociaciones o entidades sociales en los que hayan participado. El premio al esfuerzo ha caído en 336 CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES desuso y hay que recuperarlo. Las largas trayectorias profesionales, de estudio y trabajo, deben de ser premiadas y reconocidas. Igualmente el valor del dialogo y el consenso en detrimento de la confrontación y la agresión. Es algo fundamental para la convivencia y que tampoco hoy se lleva, ejemplo de ello son los debates televisivos en los que nadie escucha a nadie y todos hablan a la vez. Hay que recuperar el respeto a la Ley. La Ley no es algo que está para saltársela, los acuerdos adoptados no están para trasgredirlos, están para respetarlos, ya que si esto no es así y se premia a aquel que es el más “listo” porque consigue ningunear y zafarse de sus compromisos y obligaciones, se estará ante una situación de inseguridad jurídica y social. Cuando se ve que la sociedad premia a los trasgresores e indirectamente castiga a aquellos que se creyeron y respetaron las normas acordadas o establecidas socialmente, se estará ante una sociedad del pillaje y de la indefensión. Ante una sociedad en la que todo es un “como sí”: una cosa es la instituida y otra la vivida. En el ámbito de la empresa hay que recuperar uno de los principios de Fayol: Estabilidad del empleo. “Un personal competente y motivado es un recurso esencial para la empresa; ésta debe administrar celosamente su plantilla y asegurar la estabilidad del empleo”. La inestabilidad en el empleo, como dice Castel, “torna frágiles los soportes que garantizan la supervivencia individual, pero también debilitan los lazos de reconocimiento social que garantizan la pertenencia a una comunidad”. Otro de los aspectos a destacar es la eliminación de determinados estilos de dirección basados en la arrogancia y el cinismo, que lo único que consiguen es la generación de conflictos en el seno de las empresas. 337 CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES Para ello debe de haber un mayor control de los Mandos Intermedios, que no pasa sólo por los resultados numéricos del final del ejercicio, sino por la gestión de personal con un nuevo talante, más dialogante y motivacional. Habría que luchar contra el síndrome MIA (Mediocridad Inoperante Activa), contraponiendo el valor de la creatividad y la responsabilidad. Para la recuperación de los valores enunciados hay que premiar a aquellos que los ejercen y castigar a aquellos que los transgreden y esto se debe de hacer de una forma pública y notoria, con la finalidad de que pueda ser ejemplarizador. El problema principal para lograr esto es la implicación de los agentes sociales en este Pacto por la recuperación del equilibrio social en los diferentes ámbitos de la vida. Cuando se habla de los cambios culturales y de la recuperación de valores habría que decir que esto no es fácil ni rápido, pero se debería de empezar a tomar medidas respecto a ello. 338 BIBLIOGRAFÍA BIBLIOGRAFÍA -ABBOTT, Andrew (1988): The System of Professions. An Essay on the Division of Expert Labor. Chicago. The University of Chicago Press. -ADAMS, Andrea y CRAWFORD, Neil (1998): Bullying at work. London. Virago Press. -AIZPURU, Mikel y RIVERA, Antonio (1994): Manual de historia social del trabajo. Madrid, Siglo XXI de España. -ALONSO, Luis E. (1999): Trabajo y ciudadanía: estudio sobre la crisis de la sociedad salarial. Madrid. Trotta. -ALONSO, Luis E. (2003): La mirada cualitativa en sociología: Una aproximación interpretativa. Madrid. Fundamentos. -ALONSO, Luis E. 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En el segundo apartado se reflejan otra serie de Sentencias complementaria, que han sido agrupadas atendiendo a su contenido (Anexo 1.2. Otras Sentencias). Las mismas se pueden visualizar en el CD adjunto. 355 ANEXO 1: ESTUDIO DE SENTENCIAS 356 ANEXO II: TRATAMIENTO DE DATOS ANEXO II: TRATAMIENTO DATOS La información de esta Investigación ha sido extraída de la contenida en la Historia Clínica Multidisciplinar de cada uno de los pacientes, por un lado, y de las Entrevistas (múltiples) a los mismos durante su tratamiento individualizado para profundizar en el estresante laboral. Ha efectos de su recogida, ordenación y sistematización se elaboró una Base de Datos adecuada, adjuntándose la ficha con sus campos recogidos en la misma (Anexo 2.1), encontrándose el contenido de las mismas en el CD adjunto. La Guía de la entrevista en profundidad se adjunta en este anexo (Anexo 2.2). 357 ANEXO II: TRATAMIENTO DE DATOS ANEXO 2.1: FICHA DE DATOS 358 ANEXO II: TRATAMIENTO DE DATOS ANEXO 2.1: GUIA DE LA ENTREVISTA 1. Detectar cómo se encuentra el paciente. 2. Desde cuando está así. 3. A qué asocia su estado y situación. 4. Desde cuando trabaja en la empresa. 5. Cuénteme cómo empezó y qué sucedió. 6. Cual es su categoría profesional-laboral. 7. Qué tipo de contrato tiene. 8. A qué se dedica la empresa. 9. Cuantos trabajadores tiene la empresa. 10. Cuántos centros de trabajo existen en la empresa. 11. Hábleme de su jefe/a. 12. Qué piensa de lo que le sucede. 13. Qué siente ante esta situación. 14. Asocia lo sucedido a algún incidente anterior a producirse el problema 15. Hábleme de su familia. 16. De qué forma ha repercutido esta situación en sus relaciones sociales y/o familiares. 17. Cual ha sido la actitud los compañeros/as de trabajo. 359 ANEXO II: TRATAMIENTO DE DATOS 360 ANEXO III: NARRATIVAS MÁS SIGNIFICATIVAS ANEXO III: NARRATIVAS El contenido de las narrativas se encuentra en el CD adjunto. 361 ANEXO III: NARRATIVAS MÁS SIGNIFICATIVAS 362 ANEXOS de la investigación sobre Acoso moral en el trabajo. Una perspectiva sociológica Eutropia Salinas García Tesis de Doctorado ANEXO I: ESTUDIO DE SENTENCIAS ANEXO I: ESTUDIO DE SENTENCIAS Este anexo recoge abreviadas una selección de Sentencias judiciales, de Tribunales españoles, relativa al tema del Acoso Laboral en el Trabajo. Su contenido se ha organizado en dos apartados diferenciados. El primero contiene siete Sentencias que se han seleccionado especialmente por su importancia y pertinencia para esta Investigación (Anexo 1.1. Selección de Sentencias). En el segundo apartado se reflejan otra serie de Sentencias complementaria, las cuales han sido agrupadas atendiendo a su contenido (Anexo 1.2. Otras Sentencias). 1 ANEXO I: ESTUDIO DE SENTENCIAS 2 ANEXO I: ESTUDIO DE SENTENCIAS ANEXO 1.1: SELECCIÓN DE SENTENCIAS 1.- S E N T E N C I A Nº 9352 / 2001 TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA DE CATALUNYA - SALA SOCIAL Barcelona, 28 de noviembre de 2001. HECHOS PROBADOS DECIMO.- Mediante la demanda rectora del presente procedimiento el trabajador postula la extinción de la relación laboral al amparo del artículo 50.1, a y c, por entender que a partir de 1996 se produjo una modificación sustancial de sus condiciones de trabajo, en el sentido de pasar a desempeñar funciones propias de peón, apartándosele de sus compañeros a un rincón de la fábrica al lado de los lavabos y en otra ocasión bajo una gotera, poniendo de manifiesto su disconformidad con esta situación mediante burofax de fecha 15 de junio de 1999 (doc. 14 tramo de prueba del actor) y así mismo y como consecuencia de haber dejado de efectuar las horas extraordinarias en la cantidad que venía realizándolas, se ha producido una situación de menoscabo de su dignidad, siendo recriminado ante sus compañeros por el administrador de la empresa, no permitiéndoles que hablen con él, ni que jueguen con él al fútbol, ni que coman con él, causándole esta situación una baja de incapacidad temporal por depresión". FUNDAMENTOS DE DERECHO OCTAVO.- Tanto el relato fáctico -y en concreto los hechos probados sexto y séptimo del mismo- como las afirmaciones de hecho que se contienen en el cuarto de los fundamentos jurídicos de la sentencia recurrida -pero con valor de hecho probado según reiterada jurisprudencia-, ponen palmariamente de manifiesto, una insistente conducta hostil hacia el trabajador demandante por parte del Administrador y del Encargado General de la empresa demandada. Esta conducta, que se inició en 1996 retirando al demandante las entre cinco y seis personas que tenía bajo su mando (hechos probados primero y tercero) y suprimiéndole las horas extraordinarias (hecho probado cuarto), ha tenido su culminación recientemente al manifestar -en público, ante sus compañeros- que era un mal ejemplo para la empresa, recriminándole una actitud contraria a la misma (hecho probado sexto); y recomendar al resto de trabajadores que no hablasen con él (hecho probado séptimo). Esta serie de actitudes o conductas hostiles: el atentado contra las condiciones de trabajo que supone la pérdida de las funciones de mando, el atentado contra la 3 ANEXO I: ESTUDIO DE SENTENCIAS dignidad que implica la desacreditación ante sus compañeros, y el aislamiento que conlleva la recomendación al resto de los trabajadores para que no hablen con el demandante; configuran una situación de acoso moral (también denominado "mobbing"), que somete al trabajador a un trato degradante, conculcando el derecho a la integridad moral e interdicción de tratos degradantes que protege el artículo 15 de nuestra Constitución, así como el artículo 4.2 e) del Estatuto de los Trabajadores (derecho básico a la consideración debida a su dignidad), constituyendo sin duda causa justa para que el trabajador pueda ejercitar, entre otras, la oportuna acción rescisoria, solicitando la extinción de su contrato de trabajo (artículo 50.1 apartados a) y c) del Estatuto de los trabajadores). 2.- SENTENCIA: 291/2002 - JUTJAT SOCIAL N° 2 DE GIR ONA Girona a 17 de septiembre de 2002. EXTINCION DE CONTRATO. HECHOS PROBADOS DÉCIMOCUARTO.- Con mucha frecuencia el trato del Sr. para con sus empleados, ha sido y es, con tono de voz alto e intimidatorio. (Testimonio prácticamente unánime de todos los testigos, y la propia confesión del Sr. DECIMOQUINTO.- Ha sido práctica constante en la empresa que a la actora no se le deje hablar con nadie durante los minutos del café intervenir en su caso los Sres. O……. Esta situación se mantuvo hasta mayo del presente año. (Testifical Sr. Granados, quien dimitió en mayo 02) DECIMOSEXTO.- La actora ha sido objeto de un hiper control en sus ausencias para ir al lavabo, primero por el Sr. y después por su cuñado el Sr.-- , llegando a esperársele en la puerta del servicio mirando el reloj a este fin. Este control se ha hecho exclusivamente a la trabajadora Sra. y se mantuvo hasta junio 02. (Testificales Sra. Delgado y Sr. Granados) DECIMOSÉPTIMO.- En octubre de 2001, se llevó a cabo una reunión con La empresa en el despacho del sindicato CCOO., para tratar específicamente el trato que recibían algunos trabajadores por parte del Sr. (Confesión de la empresa) DECIMOCTAVO.- Los trabajadores del turno del encargado Sr. -- no tuvieron problema alguno para tomar café o de otra índole, hasta que pasó la Sra. al mismo. A partir de este momento los trabajadores de esta sección pasaron a ser reprendidos como no lo hablan sido antes (en particular los que se acercaban más a la demandante), habiendo cesado este comportamiento tras la marcha (excedencia voluntaria junio02) de la Sra. . (Testifical de la delegada de personal Sra. Rodriguez) VIGESIMOTERCERO.- La actora, que no ha tenido antecedentes psiquiátricos previos o ajenos a la relación laboral, inicia una sucesión de bajas laborales por depresión, que comienza ya en el año 1997 como consecuencia de la crispada relación laboral vivida (testifical de la Sra.Delgado, periciales médicas). El 29 la 4 ANEXO I: ESTUDIO DE SENTENCIAS demandante causó baja laboral por trastorno depresivo de carácter reactivo a conflictividad laboral, situación en la que permaneció hasta 1-10-00 (f. 153 y 159). En fecha 20-9-01 causó nueva baja laboral por crisis de ansiedad reactiva a conflicto laboral, hasta 30-10-01 (f 15.4). Yen mayo de 2002, nueva baja laboral con el diagnóstico de transtorno adaptativo con estado de ánimo mirto y sometida a tratamiento psicofármaco lógico. (Pericias médicas) La actora es una persona dé 27 años, de carácter fuerte, afecta en estos momentos a un sufrimiento psíquico extremo, con fácil lloro, dificultad para dormir, deterioro de las relaciones interpersonales, baja autoestima, crisis de pánico (cuadros fóbicos), con ideación autolítica. (Periciales) Asimismo la Sra. - ha interiorizado la situación de conflicto, desarrollando mecanismos de auto culpabilidad, con una clara alteración psico emocional. (Periciales) FUNDAMENTOS DE DERECHO SEXTO.- Examinado el concepto jurídico de mobbing, es fácil ver ya, que la presente litis constituye un supuesto paradigma de mobbing o presión laboral tendenciosa, a! reunir la totalidad de sus requisitos en el estadio más grave -aquel en el que queda seriamente afectada la salud publica del trabajador-, y que por ende debe ser de aplicación indiscutible el art. 50 del ET, al constituir ello un incumplimiento grave de las obligaciones que tiene el empresario para con sus trabajadores. El art4 del ET, al establecer los derechos de los trabajadores en su relación laboral, dispone expresamente en su apartado d), que los trabajadores tienen derecho a su integridad física y a una adecuada política de seguridad en el trabajo; y en su apartado e), que los trabajadores tienen derecho al respeto de su intimidad y a la consideración debida a su dignidad. Por su parte el art. 19 del ET afirma taxativamente en su párrafo primero que el trabajador, en la prestación de sus servicios tendrá derecho a una protección eficaz en materia de seguridad e higiene, ‘ art. 20-3 ET el exacerbado control de la actividad laboral al decir que el empresario podrá adoptar las medidas que estime más oportunas de (Sta: 291/2002) marchar por decisión propia, y por ende con coste 0 para la empresa. Consecuentemente, debe afirmarse que la demandante ha sido objeto de una presión laboral tendenciosa o mobbing, en el art.50-1-c del ET, lo que legitima la demanda de extinción con indemnización del contrato de trabajo formulada. De esta forma, procede declarar extinguida en el día de hoy la relación laboral que une a la demandante con la demandada, y condenar a ésta última ex art. 50-2 E.T. a pagar a la actora la indemnización de 14.401 EUR por la provocada extinción de la relación laboral. 5 ANEXO I: ESTUDIO DE SENTENCIAS 3.- JUZGADO DE LO SOCIAL Nº 26 DE LOS DE BARCELONA. Procedimiento nº 635/02. Sentencia fecha 21 de mayo de 2003. En el presente supuesto se había planteado por el trabajador demanda de reclamación de cantidad por daños y perjuicios por acoso laboral en el trabajo. La sentencia de instancia (Procedimiento 635/2002) estimó dicha demanda y condenó a la entidad demandada, B, SA, a abonar la cantidad reclamada en concepto de indemnización por perjuicios materiales y morales, así como al cese del comportamiento de acoso moral inferido al actor. Esta decisión fue recurrida por la empresa y resuelta mediante la siguiente que se reproduce a continuación: S E N T E N C I A núm. 2790/2005 - Recurso de suplicación Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña. En Barcelona a 1 de abril de 2005 ANTECEDENTES DE HECHO PRIMERO.-Con fecha 24.7.2002 tuvo entrada en el citado Juzgado de lo Social demanda sobre Indemnización daños y perjuicios, en la que el actor alegando los hechos y fundamentos de derecho que estimó procedentes, terminaba suplicando se dictara sentencia en los términos de la misma. Admitida la demanda a trámite y celebrado el juicio se dictó sentencia con fecha 21.5.2003 que contenía el siguiente Fallo: "Desestimo las excepciones de caducidad y prescripción alegadas por la demandada y estimo la demanda interpuesta por D. Luis Antonio contra XXXXX. y, en consecuencia, condeno a la empresa demandada a abonar al actor la cantidad total de 95.568,15 euros en concepto de daños y perjuicios materiales y morales, así como a que cese en el comportamiento de acoso profesional de que está siendo objeto el actor." SEGUNDO.-En dicha sentencia, como hechos probados, se declaran los siguientes: "Primero.-La parte actora D. Luis Antonio, mayor de edad, con D.N.I. nº NUM000 , viene prestando servicios por cuenta y orden del XXXXX desde julio de 1961, con la categoría profesional de técnico nivel 5. Segundo. El demandante prestó servicios como Director de oficina 1ª (Jefe 1º C) en la oficina nº, sita: en la C/ de Barcelona hasta su cierre; que se produjo el 10-91999. Su retribución estaba integrada por un complemento de puesto de trabajo que ascendía a 3.397,61 euros a percibir en doceavas partes cada mes. Tercero. En fecha 10-6-99 la empresa ofreció al actor una propuesta de prejubilación que fue rechazada por éste. Cuarto. La empresa entregó carta al actor poniendo en su conocimiento que, a propuesta de sus superiores, se había acordado pasarle a la situación de disponible con destino en Barcelona, Urb. y efectos 1-10-1999, como técnico nivel V y 6 ANEXO I: ESTUDIO DE SENTENCIAS conservándole el complemento de puesto de trabajo (dicha carta está fechada en Madrid a 28-1-2000). Quinto. En carta fechada el 28-1-2000 la empresa comunica al actor que el complemento de puesto de trabajo correspondiente al curso de Gestor de clientes en su actual destino es 522-Barcelona Urb., como técnico nivel V y efectos 1-121999 será de 350.853 ptas. (2.1 08,67 euros). Sexto. En fecha 11-4-2000 la empresa ofreció al actor una segunda propuesta de prejubilación que fue rechazada por éste. Séptimo. La demandada entregó al actor carta fechada en Madrid a 28-4-2000 comunicando al actor que había sido designado para la función de Gestor de Ventas que desarrollaría en su actual destino, con efectos a partir del 1-5-2000. Octavo. En fecha 19-3-01 la empresa ofreció una tercera propuesta de prejubilación que fue rechazada por el demandante. Noveno. La carta de la empresa de fecha 31-10-2001 tiene el siguiente tenor literal: "Ponemos en su conocimiento que, a partir del 31 del presente mes, dejará Ud. de realizar las funciones de Gestor de Ventas que viene desempeñando actualmente, para las que fue designado por nuestro escrito de fecha 28-4-2000". Décimo. En escrito de fecha 31-12-01 la empresa pone en conocimiento del actor que se ha acordado asignarle un puesto de Operativo, en -Barcelona Ag donde mantenía tanto su pertenencia al grupo profesional de Técnicos como el sueldo correspondiente al nivel V que en ese momento tenía asignado, teniendo efectos todo ello desde el 1-11-01. En el mismo asunto le comunica la empresa que se suprime el complemento de puesto de trabajo por importe de 350.853 ptas., así como la revocación de los poderes que tenía conferidos por no ser necesarios en su puesto de trabajo. Decimoprimero. La Confederació General de Treball (C.G.T.) Secció Sindical del XXXX presentó denuncia contra esta empresa ante la Inspección de Trabajo y Seguridad Social el 12-12-01 por decisiones unilaterales de la demandada que implicaba discriminaciones desfavorables por razón de edad en materias de empleo, retribuciones, promoción y lugar de trabajo. Su contenido se tiene por reproducido. Decimosegundo. El actor venía siendo beneficiario de la ayuda que la empresa otorga a todo el personal activo que tenga hijos con minusvalías psíquicas o físicas, siendo la minusvalía que presenta el hijo del demandante de carácter físico. En carta de fecha 4-2-2003 la empresa comunica al actor la denegación de este beneficio a pesar de haberlo disfrutado en años anteriores. Decimotercero. La empresa trasladó de centro de trabajo al actor para realizar trabajo como operativo cubriendo bajas por enfermedad o vacaciones en los siguientes períodos: -Del 18 al 23 de febrero 2002: oficina de Barcelona (c.). :-E12 de marzo 2002: oficina de Barcelona (C.). 7 ANEXO I: ESTUDIO DE SENTENCIAS -El 4 y 5 de marzo 2002: oficina de Barcelona (T). -Del 5 al 20 de marzo 2002: oficina de Barcelona (Av. ). -Del 21 de marzo al 2 de abril 2002: oficina de Barcelona (Pº ). -2 y 3 de abril 2002: oficina de Barcelona (Pº ). Decimocuarto. En carta de fecha 14-12-2001 la empresa pone en conocimiento del actor que ha decidido abonar al personal perteneciente al Grupo Profesional de Técnicos al que le sean encomendadas funciones de las atribuídas al Grupo Administrativo el Plus Funcional establecido por este último personal. Decimoquinto. En documento de 30-1-2002 el actor manifiesta su adhesión a dicho sistema retributivo. Decimosexto. A partir de la fusión acaecida en la empresa (xxxxxx), ésta inició ofrecimiento de prejubilaciones a determinados empleados según su edad y en caso de rechazo de dichas ofertas adoptaba como represalias relegarlo a una situación inferior, traslados, cambio a otro puesto de trabajo distinto al desempeñado siempre en la empresa, a los técnicos les atribuían puestos de trabajo sin retribución variable. Decimoséptimo. El último puesto de trabajo en la empresa es el de operativo, que son los que están en caja, en ventanilla y los trabajadores consideran éste y el de suplente en diferentes oficinas con cambios continuos los peores puestos de trabajo. Decimoctavo. Cuando la oficina de la C/ donde prestaba servicios el actor como Director de Oficina la cerró y fue trasladado a la Oficina Urb. , con el cargo de Gestor de Clientes, el Director de esta oficina se jubiló y lo sustituyeron por otra persona. Decimonoveno. La trayectoria laboral del actor en el banco ha sido siempre ascendente. Vigésimo. Según consta en la Memoria Anual de la Unidad de Recursos Humanos de Cataluña de la empresa, en el año 2000 sobre un potencial de empleados entrevistados de 512 trabajadores de edades comprendidas entre 52 y 65 años, 214 aceptaron las condiciones ofertadas, publicándose o prejubilándose en la empresa. En el año 2001 sobre un potencial de 504 empleados, comprendidos entre 52 y 65 años, se jubilaron o prejubilaron 276. Vigesimoprimero. La empresa aporta una relación de la plantilla de empleados en situación de disponibles a fechas 1-10-01 y 1-7-02 que se hallan pendientes de ubicación definitiva. En el mes de julio del corriente la relación de disponibles ascendía a 27 personas y entre ellas no figura el actor porque ya tiene el destino fijo. Vigesimosegundo.-El actor desde enero 2000 hasta octubre 2001 ha percibido 107,41 euros mensuales menos en el complemento de puesto de trabajo. Desde noviembre 2001 a junio 2002, ha percibido 283,13 euros mensuales menos en el mismo concepto. 8 ANEXO I: ESTUDIO DE SENTENCIAS Vigesimotercero. El complemento de puesto de trabajo es pensionable a efectos de jubilación. El interés de capitalización de la TGSS por este concepto asciende al 4%. El actor reclama por este concepto 84.940,14 euros. Vigesimocuarto. Presentada papeleta de conciliación ante la SCI en fecha 30.4.2002, se celebró el acto conciliatorio el día 23.5.02, finalizando sin avenencia entre las partes." TERCERO.-Contra dicha sentencia anunció recurso de suplicación la parte demandada xxxx., que formalizó dentro de plazo, y que la parte actora, a la que se dio traslado impugnó, elevando los autos a este Tribunal dando lugar al presente rollo. FUNDAMENTOS DE DERECHO PRIMERO.-La sentencia de instancia estimó la pretensión del demandante dirigida a que se le indemnice por los daños y perjuicios que alegaba le habían sido causados por la empresa demandada por su conducta de acoso. Contra dicho pronunciamiento recurre en suplicación la empresa invocando los apartados a), b) y c) del art. 191 de la Ley de Procedimiento Laboral, para, en último lugar, solicitar: que se anulen todas las actuaciones practicadas desde el momento anterior al acto del juicio; subsidiariamente, que se desestime íntegramente la demanda o, en defecto de lo anterior, que se reduzca la condena a la suma de 2.932,02 euros. SEGUNDO.-Se inicia el recurso solicitando la nulidad de actuaciones por considerar infringidos los arts. 24 de la Constitución y 97.2 de la Ley de Procedimiento Laboral , al introducirse en la declaración de hechos probados de la sentencia datos que no fueron alegados por la actora ni en su demanda ni en una ampliación posterior de ella, refiriéndose, en concreto, a los ordinales fácticos 11, 12 y 13, de tal modo que impidió a la parte demandada y ahora recurrente elaborar su defensa con respecto a ellos. Conforme al art. 238 de la Ley Orgánica del Poder Judicial (en su redacción anterior a la Ley 19/2003, de 23 de diciembre ; a la sazón, en vigor al tiempo de dictarse la sentencia de autos) "los actos judiciales serán nulos de pleno derecho en los casos siguientes:¿.3º cuando se prescinda total y absolutamente de las normas esenciales de procedimiento establecidas por la Ley o con infracción de los principios de audiencia, asistencia y defensa, siempre que efectivamente se haya producido indefensión". Se trata, pues, de un remedio extremo, de tal modo que no toda infracción o irregularidad procesal es susceptible de su anulación. En el presente caso, precisamente, no cabe apreciar que concurra ese "total y absoluto" descuido de las normas esenciales de procedimiento, ni que la parte recurrente hubiera sido colocada en la situación de indefensión que alega. Si bien es cierto que alguno de los detalles recogidos en los hechos probados de la sentencia no constan expresamente alegados por la parte actora en su demanda, sin embargo, sí se relataron diversas circunstancias que motivaban, a su entender, 9 ANEXO I: ESTUDIO DE SENTENCIAS su derecho o pretensión, la cual estuvo claramente definida desde el escrito de demanda; sin que se observe que la empresa recurrente hubiera quedado imposibilitaba de su defensa, máxime teniendo presente las previsiones del art. 217 de la Ley de Enjuiciamiento Civil en orden a la distribución de la carga de la prueba, aun sin olvidar que no nos encontramos ante un proceso por vulneración de derechos fundamentales. Además ha de tenerse presente que en la argumentación jurídica y en la valoración económica de la indemnización no han sido atendidos los datos que se contienen en los referidos hechos. Por todo lo cual, no procede acceder a la anulación de la sentencia. TERCERO.-La modificación fáctica se dirige a varios ordinales. Se interesa, en principio, la supresión de los ordinales 16º y 17º por considerarlos predeterminantes del fallo. No coincide esta Sala con tal apreciación puesto que son conclusiones extraídas de la prueba testifical -según señala la sentencia en su fundamento jurídico segundo -como convicción transmitida por quienes comparecieron al efecto; y si bien contienen unas valoraciones -"represalias", "los peores puestos de trabajo" se entiende que son las sentidas en el seno de la empresa y transmitidas por aquellos testigos. Para el hecho undécimo se pide que se añada que la denuncia a la que se refiere fue archivada al no haberse constatado por la Inspección de Trabajo la existencia de prácticas discriminatorias por razón de la edad en el Banco. Dato que se funda en documento aportado junto con el recurso pero que no responde a las exigencias procesales de los arts.231 de la Ley de Procedimiento Laboral y 269 a 271 de la Ley de Enjuiciamiento Civil, al haber sido posible su obtención e incluso su designación con anterioridad a esta fase procesal. Para el duodécimo se solicita que conste que la concesión o denegación de la ayuda especial para hijos a la que se refiere es objeto de concesión o denegación por parte de una comisión integrada tanto por una representación de la empresa como de las secciones sindicales; y que no solo se denegó al actor sino también a otros cuatro trabajadores, al no cumplir ninguno de ellos alguno de los requisitos establecidos al efecto. Ello resulta de la certificación emitida por el propio banco demandante y que también se aporta junto al recurso, por lo que carece del preciso valor probatorio, además de que podía haber sido al menos invocado en la oportuna fase probatoria de la instancia ( arts. 231 de la LPL y 269,270 y 271 de la LEC ). Las adiciones que se solicitan para el decimocuarto son de carácter irrelevante a los efectos de motivar un cambio en el signo del fallo, en tanto que consisten en la mención de los preceptos del convenio que fundaron la decisión comunicada en la carta a que se refiere, y que para la formación de tal medida se atendió a las representaciones sindicales firmantes del convenio colectivo. 10 ANEXO I: ESTUDIO DE SENTENCIAS Y, por último en lo relativo a la reforma de los hechos probados, se solicita que se añada al decimoquinto una referencia expresa al contenido de la carta que se menciona, además de reiterar la conformidad del trabajador demandante. Sin embargo, es intrascendente de cara al fallo del pleito puesto que en la redacción de de ese hecho probado por la sentencia ya consta la adhesión o conformidad del demandante, sin que se haga preciso el detalle del contenido de la carta, incontrovertida en las actuaciones. CUARTO.-Bajo la cita del apartado c) del reseñado precepto procesal se formulan varias alegaciones: a) Denuncia de la infracción del art. 39 del Estatuto de los Trabajadores en relación con el art. 5.c) y 20 del mismo texto legal , negando que pueda apreciarse una actuación peyorativa por el cese del actor como director de la sucursal que hubo de ser cerrada, pasando a la situación de disponible, máxime cuando se le asignaron puestos de trabajo en la misma ciudad de Barcelona y todos ellos próximos al de la oficina cerrada; ni estamos ante un acoso o mobbing porque se le hubiera propuesto en varias ocasiones la prejubilación. b) Infracción de los arts. 59.2 del Estatuto de los Trabajadores y 1968 de la Ley de Enjuiciamiento Civil , en tanto que la inversión de la carga de la prueba no se extiende a la determinación de los daños y perjuicios causados, al no haber quedado justificado por la sentencia el cálculo de la cifra indemnizatoria fallada como daño emergente, infringiendo el art. 97.2 de la LPL , además de que este concepto desaparecería desde el momento que la condena incluye la orden de cesar en la conducta de acoso con el correspondiente abono del complemento como director, ni quedar explicado tampoco el origen de la cifra de 6.000 euros como genérica solicitud por daño moral o daños a la imagen y prestigio social; además de que la referencia de la sentencia al lucro cesante comprende parte de conceptos salariales que estarían prescritos. Comenzando por el examen de si la conducta de la empresa respondía a un acoso o mobbing, fundamento de las pretensiones económicas del trabajador, ha de responderse negativamente. No puede calificarse como tal ninguna de las decisiones empresariales que se reflejan en los hechos probados, ya sean consideradas aisladas o conjuntamente. No existe en nuestro ordenamiento jurídico laboral una definición específica de esta conducta. Se trata de una conducta que los últimos años se ha convertido en el centro de atención pública con un notable incremento de los estudios y debates, hasta el punto de que ya son muchas las sentencias que, ante la falta de definición legal, han adoptado la definición establecida por el Psicólogo Heinz Leymann, recogida en la Nota Técnica preventiva 476 del Instituto Nacional de la Seguridad e Higiene en el trabajo, como una situación en la que una persona ejerce una violencia sicológica extrema, de forma sistemática y recurrente y durante un periodo de tiempo prolongado sobre otra persona en el lugar de trabajo, con la finalidad de destruir las redes de comunicación de la víctima, destruir su 11 ANEXO I: ESTUDIO DE SENTENCIAS reputación, perturbar el ejercicio de sus tareas y conseguir que finalmente esta persona acabe por abandonar el puesto de trabajo. También se ha de tomar en consideración que para determinar si se ha producido o no un acoso moral o síquico, es necesario hacer una análisis conjunto de las diversas conductas denunciadas, puesto que normalmente las actuaciones que configuran un acoso si son consideradas de forma independiente o individualizada pueden no evidenciar la conducta de persecución y únicamente una valoración conjunta de las conductas permite determinar si se ha producido o no un incumplimiento contractual y el ataque a la dignidad del trabajador. Por otro lado, la calificación de " mobbing " ha de reservarse para los casos en que hay un acoso sistemático, repetición de determinadas conductas con una cierta duración en el tiempo, dirigidas a minar la autoestima del trabajador y, generalmente, con el propósito de hacerle romper la relación laboral, si bien no significa que la finalidad haya de estar predeterminada, puesto que es bastante que la relación se encauce mediante repetidos ataques, reproches y humillaciones deliberados, que resultan aparentemente inexplicables para el trabajador. Además, para apreciarlo no basta la alegación e incluso constatación de algunas conductas sino que ha estarse al contexto de tiempo y lugar en que ocurren, para poder valorar su requerida sistematicidad y contenido; sin que tampoco sea bastante tampoco el sentimiento de víctima ni aun la acreditación de un trastorno psíquico, en cualquier caso, dependiente de la mayor o menor resistencia mental o psicológica del trabajador. En el presente caso, el cese en el cargo de director de una sucursal respondía al cierre de ésta, además de que se trataba de un cargo de confianza, independiente de su categoría y su "status" profesional, determinante de los derechos económicos que le garantiza el art. 39 del ET , siendo el complemento que se le retiró el asignado a aquel concreto puesto de director; y, por la mismo razón, por ese carácter de puesto de confianza y la libre facultad empresarial para designar a su titular, tampoco el banco tenía obligación de ofrecer al actor el mismo cargo en el posterior centro de trabajo al que se le destina (hecho probado 18º).Y en la misma línea se explican su designación temporal como gestor de clientes (enero de 2000) o como gestor de ventas (mayo de 2000). Por otro lado, el breve periodo de 18 de febrero de 2002 a 3 de abril 2002 el actor cubrió durante algunos días unas bajas por enfermedad o las vacaciones de otros trabajadores en diferentes oficinas en la misma ciudad de Barcelona. Decisión o decisiones que se justifican con arreglo a la facultad de dirección del empresario ( arts. 5.c, 20, 39 y 40 del ET ). Tampoco se aprecia un acoso en las tres ofertas de prejubilación que anualmente (1999, 2000 y 2001) se remitieron al demandante, ya que no fueron únicas en la empresa sino que el hecho vigésimo refleja un alto número de ellas, y una gran aceptación de las mismas. Por último, de los hechos probados resulta la denegación del beneficio por hijo minusválido para el demandante, pero no se 12 ANEXO I: ESTUDIO DE SENTENCIAS recoge que satisficiera los requisitos vigentes en ese momento, sin perjuicio que en anteriores convocatorias las hubiera reunido. QUINTO.-La demanda, como reclamación de cantidad por daños y perjuicios según reza el escrito inicial -y no para la tutela de derechos fundamentales, como erróneamente se alude en la sentencia recurrida -, interesaba una cantidad por daños materiales (89.568,15 euros) y 6.000 euros por el concepto de daño moral, a su imagen personal y profesional. En atención a lo anteriormente razonado, porque no se aprecia que se hubiera producido el citado y pretendido acoso, debe revocarse la sentencia de instancia en lo relativo a la primera suma citada. Ahora bien, debe examinarse separadamente la procedencia de la indemnización por los daños morales, la pretensión de 6.000 euros, que también estimó la sentencia recurrida. En nuestra sentencia de 21 de noviembre de 2002 (rollo nº 5080/2002), decíamos que "el respeto a la dignidad (y dentro de ella el derecho a la propia imagen en los términos que se definen en sentencia de 11-4-1994 del Tribunal Constitucional) es invocable ante todo tipo de movilidad funcional e incluso para aquella que respete los límites funcionales de su ejercicio. El concepto de dignidad es un concepto difuso y subjetivo, que dependerá no sólo de la conciencia social del momento, sino de la apreciación personal del trabajador afectado y de las repercusiones sociales que pueda originar el cambio de puesto y en este sentido la dignidad del trabajador puede no circunscribirse única y exclusivamente a ser un límite frente a un perjuicio profesional, sino que abarcará otras esferas del trabajador, tales como la personal y la social y así será criterio para determinar un posible perjuicio a la dignidad del trabajador el enjuiciamiento de la posición personal y profesional en la que ha quedado el trabajador con las nuevas funciones". Traídas tales consideraciones al asunto de autos tenemos que, según lo dicho en el anterior fundamento jurídico, las decisiones empresariales que afectaron al trabajador, asignándole o retirándole determinados poderes y cargos de confianza, así como cambiándole de puesto de trabajo desde el 18 de febrero al 3 de abril (hecho probado 13º), para la cobertura de las bajas producidas por enfermedad o vacaciones, no excedía el ámbito legal de las facultades de dirección del empleador( art. 20 del ET ) pero ello no asegura ni equivale a la indemnidad del trabajador, quien, sin embargo, puede haber visto afectada su propia imagen tanto personal y social como profesional. Efectivamente así hemos de apreciar que ocurre en el caso del demandante, quien tenía una antigüedad en la empresa que se remontaba a 1961, cuando después de más de 38 años de servicios, se le retira del cargo de director de sucursal para nombrarle gestor de clientes durante tres meses, para cambiarle a gestor de ventas durante 18 meses (abril 2000 a octubre de 2001) y pasar después a su nivel o categoría básico, sin ningún otro cargo o complemento por puesto de trabajo, como técnico nivel V, que siempre vino 13 ANEXO I: ESTUDIO DE SENTENCIAS manteniendo; a lo que hay que unir los traslados de centro de trabajo (seis) durante los meses de febrero a abril de 2002. Tales hechos manifiestan de forma palmaria un notorio cambio en la situación profesional del trabajador demandante; evidenciable dentro de la empresa, ante los clientes y su círculo familiar y social, con el consiguiente deterioro para su imagen y pérdida de consideración profesional, en tanto que reflejan la desatención de la empresa hacia el bagaje y formación profesional acumuladas por el trabajador. Por lo expuesto, esta Sala aprecia que la pretensión del actor relativa a la indemnización por daños morales, en la suma de 6.000 euros, deberá de ser confirmada, como compensación por el quebranto producido a la imagen personal y profesional del trabajador. SEXTO.-Conforme a los arts. 202 y 233 de la LPL, no procede la imposición de las costas ni la pérdida del depósito, si bien, deberá de mantenerse el aseguramiento de la condena hasta la firmeza de esta sentencia. Vistos los preceptos legales citados y los demás de general y pertinente aplicación FALLAMOS Que estimando en parte el recurso de suplicación interpuesto por xxxx contra la sentencia dictada el 21 de mayo de 2003 por el Juzgado de lo Social nº 26 de Barcelona en los autos seguidos con el nº 635/02, a instancia de Luis Antonio contra xxxx. y MINISTERIO FISCAL, debemos revocar y revocamos en parte dicha resolución y, en consecuencia, estimando en parte la pretensión del actor, condenamos a la empresa demandada a abonar al demandante la suma de 6.000 euros, absolviendo a la entidad demandada frente a los restantes pedimentos de aquél. 4.- S E N T E N C I A NÚM. 204. JUZGADO DE LO SOCIAL NÚMERO 4 DE JAÉN. Fecha 10 de mayo de 2002. Declaración de Contingencias por Accidente de Trabajo derivado de “Mobbing” HECHOS PROBADOS DECIMOOCTAVO: En informe emitido por la Inspección de Trabajo y Seguridad Social se constata: "... desde hace algunos años, la situación laboral en que se halla el empleado le esta produciendo efectos perjudiciales para su estabilidad emocional y psicológica, que le han conducido a una situación de baja por I. T., que ha tenido una duración de cerca de un año, y de la que aun dado de alta laboral, no se ha restablecido médicamente. Sentimiento de acoso en su trabajo, de ninguneo por sus superiores, de falta de cometido profesional en su puesto de trabajo, de reducción de responsabilidades laborales, de aislamiento profesional, etc., y ello desde hace varios años, le generan una tensión que le 14 ANEXO I: ESTUDIO DE SENTENCIAS produce una dolencia calificada por los especialistas que le están tratando como ‘trastorno adaptativo mixto ansioso depresivo’ vinculado con su trabajo". FALLO: Que debo estimar y estimo la excepción de falta de legitimación pasiva intentada por el Servicio Andaluz de la Salud, y desestimar las de incompetencia de jurisdicción, defecto formal en el escrito de demanda, e indefensión, esgrimidas por la Universidad de Jaén. y con estimación de la demanda interpuesta por D. Antonio B. contra Universidad de Jaén, Mutua de Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales Fremap, Instituto Nacional de la Seguridad Social, Tesorería General de la Seguridad social, y Servicio Andaluz de la Salud, debo declarar y declaro que el proceso de incapacidad temporal en que ha permanecido el actor desde el 14 de febrero de 2001 hasta el 19 de noviembre de 2001 deriva de accidente de trabajo, con todas las consecuencias legales que sean inherentes a dicha declaración, condenando a la Universidad de Jaén, Mutua de Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales Fremap), Instituto Nacional de la Seguridad Social, Tesorería General de la Seguridad a estar y pasar por esta declaración, y absolviendo al Servicio Andaluz de la Salud de todas las Pretensiones deducidas en su contra. 5.- SENTENCIA 285/03. JUZGADO DE LO SOCIAL Nº 2 DE GERONA DERECHOS FUNDAMENTALES. Girona, a 23 de septiembre de 2003. HECHOS PROBADOS Resumiendo todo lo anterior en una sola frase, esta sería: Mobbing es la presión laboral tendente a la autoeliminación de un trabajador mediante su denigración. FUNDAMENTOS DE DERECHO TERCERO.- La aplicación de la anterior doctrina jurídica al caso de autos, obliga a afirmar que la Sra. Canadell ha sido víctima de una presión laboral tendenciosa o mobbing, y lo ha sido porque en su caso se reúnen la totalidad de los requisitos anteriormente explicitados. Fue objeto de una presión, porque sólo así se puede calificar la batalla que tuvo que afrontar durante los años 1991 a 1995 para ejercitar su derecho a trabajar, batalla que se reproducido desde mediados de 2002, al intentar nuevamente la empresa su expulsión, con el mismo argumento de no haber accedido al Ayuntamiento tras una oferta pública de empleo, sino mediante una decisión judicial. Muestras de esta nueva presión, que se recoge en el hecho probado cuarto, son: a) que a la actora se le vuelve a plantear el mismo problema que ya tuvo que sufrir en un periodo anterior, transmitiéndose con ello, el contencioso no está olvidado. b) que pese al amparo judicial otorgado nuevamente, la empresa mostró una actitud rebelde a la reincorporación de la trabajadora, manteniendo el mismo argumento rechazado judicialmente –la inexistencia de un puesto para ella-. 15 ANEXO I: ESTUDIO DE SENTENCIAS c) que cuando finalmente el Ayuntamiento procedió a reincorporar a la Delegada de personal, lo hizo sin una zona de trabajo adecuada -en el despacho de Secretario primero y en el pequeño cuarto de la fotocopiadora después-, autorreafirmando así la empresa, que la trabajadora no tenía sitio allí. d) que la actora fue readmitida sin ocupación laboral real. e) que a los dos trabajadores del ISSC que se encontraban en la misma situación que la actora (fisioterapeuta y psicólogo), y que no eran Delegados de personal, si se les halló un puesto de trabajo, concretamente en el Hospital de Puigcerdá. Dicha presión ha sido de carácter laboral, pues se ha producido en todo momento dentro de la empresa (Ayuntamiento), y de una forma vinculada a la prestación de servicios. Repárese que a la actora se le llego a ofrecer por parte de Ayuntamiento, los 45 días de indemnización por año de servicio, siendo rechazados a pretenderse por la actora el ejercicio de su derecho a trabajar. Finalmente dicha presión laboral ha sido tendenciosa, y lo ha sido tanto en su vertiente finalista, como en su vertiente de comportamiento abyecto. Muestra de lo primero, de ese comportamiento que corresponde a un plan, reiterado, “tendente a”, es la actitud absolutamente rebelde de la empresa a restituir en su derecho a la trabajadora, y ello pese a la sentencia judicial y los distintos requerimientos efectuados por e Juzgado de lo Social nº 3 de esta ciudad. Pese a todas las advertencias judiciales que se le hizo al Ayuntamiento –en el sentido de que la actora tenía derecho a prestar servicios-, la respuesta del Ayuntamiento fue siempre la misma, hacer ello imposible, con lo que la situación concluyó con el auto de fecha 17-2-03, por el que ya se le liberaba a la actora de su obligación de prestar servicios –mientras durase la tramitación del recurso-, sin perjuicio de su derecho a ser retribuida. Y muestra de la tendenciosidad en su vertiente abyecta, tendente a la autoeliminación del trabajador (abandono laboral o en su defecto baja médica) mediante su denigración, son todos estos indicios: -que la empresa volviera a plantearle el mismo problema que años atrás, reabriendo la misma herida, y recordándole que la cuestión de que estaba trabajando por decisión judicial y no tras de una oferta de empleo, seguía existiendo. - que el Ayuntamiento no acatara nuevamente la sentencia, teniéndolo que reclamar sucesivamente ante el Juzgado. - que a la actora, cuando finalmente fue readmitida, no se le asignara lugar de trabajo adecuado, sino una simple silla junto a una mesa existente en el despacho del señor Secretario del Ayuntamiento, cuyo uso dependía de la gente que atendiera esa persona, pues tenía que estar entrando y saliendo en función de ello; así como que posteriormente se le recolocara en el cuarto de la fotocopiadoramaterial, al margen de los demás compañeros, donde sin trabajo a realizar, era 16 ANEXO I: ESTUDIO DE SENTENCIAS objeto de observación-compasión por parte de todos los funcionarios que iban a hacer fotocopias. - que a la actora no se le asignasen funciones propias de su categoría profesional, ni similares a las llevadas a cabo con anterioridad, sino la apertura de la correspondencia delante del Secretario, la revisión de Boletines Oficiales, o la imposición de la lectura de dos libros sobre administrativos de la Corporaciones Locales. - que a la actora, y sólo a la actora, se le obligara a llamar diariamente al Secretario del Ayuntamiento, a las 8,30 horas de la mañana –hora en la que comenzaba su jornada la Sra. Canadell-, en lo que pasó a denominarse “el despertador del Secretario” y que todo ello, se llevara a cabo delante del resto de compañeros. La conclusión de todo lo anterior es que doña Carme Canadell Llovet fue objeto de una presión laboral tendenciosa o mobbing, y que como tal, por ser un ataque a la integridad moral, constituyó una vulneración del derecho fundamental contenido en el art. 15 C.E. Otra cosa es, si se produjeron daños y la valoración de dichos daños –cuestión que será tratada posteriormente, pero el derecho a la integridad moral, entendido como el derecho de toda persona por el hecho de serlo, a desarrollarse como tal libremente y en sociedad –lo que le protege de comportamientos que transmitan sensación de envilecimiento o humillación (tratos degradantes)- fue conculcado en el caso presente, al ser sometida la Sra. Canadell a una situación denigrante con la finalidad de su autoeliminación laboral (bien abandono voluntario del trabajo, bien baja médica). 6.- SENTENCIA NÚM. 5664/2006 TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA CATALUNYA - SALA SOCIAL Barcelona, 25 de julio de 2006 HECHOS PROBADOS SEXTO.- El Sr. R. ha mantenido, como encargado de la empresa y por tanto como superior jerárquico, una conducta y actitud hacia la Sra. . M. hostil y excesiva en la que ha predominado el tono elevado de voz, la reprimenda reiterada, la vigilancia constante, el control del trabajo realizado y el intento de vacío por parte del personal de limpieza. El Sr. R. leyó en público, delante de todas las trabajadoras del turno de tarde, una sanción de amonestación impuesta a la Sra. M. Al menos en una ocasión en que la Sra. M. fue reprendida en su despacho por el Sr. R., salió con un estado tal de ansiedad y nervios que llegó a vomitar y a orinarse encima. 17 ANEXO I: ESTUDIO DE SENTENCIAS En 10/02 la actora se vio obligada a solicitar de la empresa de transportes P. y P. SL., concesionaria del transporte urbano de Blanes, certificado del horario en que M. pudo alcanzar su parada el día 21/10/02 teniendo en cuenta un retraso provocado por problemas de circulación. SÉPTIMO.- Como consecuencia de la actuación reiterada y continuada en el tiempo del Sr. R. respecto de la Sra. M., ésta ha sufrido desde el año 2.001 crisis de angustia, algunas de las cuales han sido objeto de tratamiento en el propio servicio de Urgencias del Hospital en que aquella prestaba sus servicios. También manifestó otros síntomas que han sido diagnosticados como depresión mayor por la psiquiatra habitual de la actora. (Pericial de las Dras. L. y V. Documental Folios 1048 y ss., 1055,1.110 y 1.112, Confesión de la actora). NOVENO.- La Inspección de Trabajo ha tenido conocimiento desde el año 2.002 de las conductas presuntamente atentatorias contra la dignidad de los trabajadores por parte de los cuadros intermedios de la entidad I. F. S. La Inspectora de Trabajo consideró probado mediante acta redactada al respecto, que "Así, actualmente considera probado que las denunciantes han sufrido ataques de sus inmediatos superiores, puesto que; han juzgado de manera ofensiva su trabajo, han cuestionado las tareas que realizaban, han agredido verbalmente mediante insultos, gritos y críticas permanentes su trabajo, y han provocado su aislamiento social a prohibir o recriminar los contactos con otras trabajadoras". Entre otros de los hechos que considera probados dicha resolución se hace referencia a que en el año 2.001, M. se encontraba limpiando una habitación cuando fue avisada por megafonía de que fuera al despacho del encargado. Allí recibió una reprimenda por el Sr. R., volvió a su trabajo, pero en tal estado de ansiedad y de nervios, que se orinó encima y vomitó. En este, estado la encontró la enfermera P., quien contactó con la entonces coordinadora de tardes, A., Ambas le dijeron que bajara a urgencias, donde fue atendida. (Folio 948 vuelto). FUNDAMENTOS SEXTO.- El dit motiu ha de decaure ates que la mes recent doctrina unificada ha vingut a revisar en part aquest pronunciament. En efecte, la STS UD de 17.05.2006, de Sala General, ha vingut a afirmar que en supósits d'assetjament moral amb danys psíquics en els qué s'invoqui a la demanda vulneracio de drets fonamentals -com és el cas aquí analitzat- "negar, en el presente caso que se ha producido con la conducta empresarial un atentado al derecho fundamental a la dignidad personal del trabajador demandante y una propia y verdadera actuación de acoso laboral, sería desconocer la realidad de la situación enjuiciada e ignorar, asimismo, que, en la misma, no solo deben ser valorados los daños y perjuicios derivados de la extinción contractual ejercitada en la demanda rectora de autos, sino, también, los daños materiales y morales que comporta la enfermedad psíquica que, a consecuencia del comportamiento empresarial, tiene que soportar el trabajador que postula la extinción de su contrato laboral y que, por si mismos, 18 ANEXO I: ESTUDIO DE SENTENCIAS constituyen la violación de un derecho fundamental" Per prosseguir: "En situaciones, como la contemplada en el presente recurso han de valorarse, con separación los daños y perjuicios derivados de la extinción del contrato de trabajo y aquellos otros inherentes a la lesión del derecho fundamental del trabajador que se concretan en el padecimiento psíquico derivado del comportamiento empresarial que genera la extinción contractual. No es lo mismo la contemplación de una extinción contractual de un trabajador que permanece en situación de sanidad física y mental, de aquella otra en la que, el mismo, queda aquejado de un trastorno psíquico a causa de la conducta empresarial determinante de la extinción contractual operada conforme al art. 50.1.a) del Estatuto de los Trabajadores" 7.- SENTENCIA NÚM. 330/06. JUZGADO de lo PENAL N° 1 de JAÉN Fecha 27/09/2006. Primera condena de prisión a un empresario por mobbing. HECHOS PROBADOS PRIMERO: El acusado, en su condición de Administrador de la empresa "M. M. S.L. " dedicada a la fabricación y venta de muebles en Macha Real, partido judicial de Jaén, desde el 02/04/01 tenía contratada con la categoría profesional de encargada de establecimiento a Doña A., Con fecha 1 de marzo de 2004 fue despedida por la empresa interponiendo la trabajador demanda ante el Juzgado de lo Social núm. Uno de Jaén que dio lugar a los autos número 235/04 en los que recayó sentencia en fecha 13 de julio de 2004 declarando el despido nulo y obligando a la empresa a reincorporar a la trabajadora en su puesto de trabajo. El día 25 de octubre de 2004 Doña A. se reincorporó a su puesto de trabajo en la fabrica de muebles M. M. S. L. siéndole asignada por instrucciones del acusado una habitación sin ventilación, sucia, dotada de: Una mesa, una silla, un bolígrafo, y un papel, no siéndole encomendada por el empresario durante toda la jornada laboral tarea alguna y manteniéndola en una situación de aislamiento con respecto a los otros trabajadores. Dicha situación se prolongó desde el día de la incorporación hasta el día 16 de noviembre de 2004 provocando en Doña A. un trastorno depresivo y crisis de ansiedad por presión en el trabajo y conflicto de intereses que le fue diagnosticado por el Médico siendo derivada a Salud Mental y motivando su baja laboral. FUNDAMENTOS Los hechos declarados probados son legalmente constitutivos de delito contra la integridad moral del Art. 173.1 del Código Penal, por lo que dada la conformidad prestada por el acusado y su defensa, y vista la legalidad, naturaleza y duración de la calificación y pena pedida por el Ministerio Fiscal, procede dictar sentencia de estricta conformidad, a salvo de lo que se dirá sobre responsabilidades civiles (Art. 793.3 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal). 19 ANEXO I: ESTUDIO DE SENTENCIAS De dicho delito es responsable en concepto de autor directo del Art. 28 del Código Penal, el acusado, al ejecutar de propia mano, con conocimiento y voluntad la acción típica….” FALLO. DEBO CONDENAR Y CONDENO A D/ÑA. R., como autor de un delito de delito contra la integridad moral del Código Penal a la pena de 6 meses de prisión, inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena. Costas. 20 ANEXO I: ESTUDIO DE SENTENCIAS ANEXO 1.2: OTRAS SENTENCIAS Los resúmenes de la Sentencias que se recogen a continuación han sido agrupados en razón de su contenido, en los siguientes epígrafes: A) INDEMNIZACIÓN POR DAÑOS MORALES DERIVADOS DEL SOMETIMIENTO A MOBBING. B) SENTENCIAS DESESTIMATORIAS DE CASOS DE ACOSO MORAL EN EL TRABAJO C) DISTINCIÓN ENTRE EJERCICIO ARBITRARIO DEL PODER DE DIRECCIÓN Y MOBBING D) RESPONSABILIDAD DE LA EMPRESA POR SU ASENTIMIENTO Y PASIVIDAD ANTE EL HECHO DE ACOSO MORAL EN EL TRABAJO E) DESESTIMACIÓN Y CONDENA DE FALSO MOBBING F) INCAPACIDAD LABORAL PERMANENTE A CAUSA DE HABER SUFRIDO ACOSO LABORAL G) EL MOBBING COMO CAUSA DE DESPIDO DE QUIEN LO EJERCE H) RESPONSABILIDAD PENAL POR MOBBING 21 ANEXO I: ESTUDIO DE SENTENCIAS A) INDEMNIZACIÓN POR DAÑOS MORALES DERIVADOS DEL SOMETIMIENTO A MOBBING A.1.- Tribunal Superior de Justicia de Canarias – Sala de lo Social. Tipo de procedimiento: RECURSO DE SUPLICACIÓN. Materia: TUTELA DERECHOS FUNDAMENTALES. Origen: Juzgado de lo Social n.1 de Las Palmas. DEMANDA 0654/2001. Resolución: 000635/2003. FALLO: Estimamos el recurso interpuesto por Gilberto Días Jiménez, contra la sentencia de fecha 19 de Diciembre 2001, dictada por el JDO. DE LO SOCIAL Nº 1 de Las Palmas de Gran Canaria que, revocamos y con estimación de la demanda declaramos que la conducta observada por D. Leopoldo Cal Fernández, Jefe de Servicios de Ejecución y Coordinación de Programas de la Consejería de Empleo y Asuntos Sociales, respecto del actor es constitutiva de acoso ambiental y vulneradora de los derechos fundamentales a la integridad física y moral y del derecho al honor, por lo que asimismo la declaramos radicalmente nula y ordenamos el cese inmediato de tal comportamiento y la reposición de la situación al momento anterior de producirse el mismo, con cumplimiento del contrato asignándole al actor las funciones propias de su puesto, e igualmente su indemnización en cuantía de 18030,36 euros (3.000.000 Ptas.), y condenamos solidariamente a la Administración demandada y al Sr. Cal Fernández a estar y pasar por estas declaraciones, a arbitrar las medidas oportunas para su efectividad y al abono de la indemnización. A.2.- Sentencia: Juzgado de lo Social Nº 30 Madrid Fecha 18 Marzo 2002. FALLO: Que estimando como estimo en parte la demanda formulada por D. Gerardo M.N. contra Instituto Municipal de Deportes sobre derechos y cantidad, debo condenar y condeno a: Primero: Reintegrar de forma inmediata al demandante en las funciones propias de Jefe del Servicio de Relaciones Exteriores (gestión, dirección y coordinación de las competencias de prensa, publicidad, etc.) dotándole del espacio físico y los medios materiales y humanos para desarrollarlas y cesando en los comportamientos denunciados. Segundo: Condenar al Instituto demandado, en concepto de daños morales, al pago al actor de 18.030,36 euros (3.000.000 Ptas.) 22 ANEXO I: ESTUDIO DE SENTENCIAS A.3.- SENTENCIA en la Villa de Madrid, de 17 de Mayo de 2006 sobre RECURSO DE CASACIÓN para unificación de doctrina, promovido por el Letrado D. LUIS R., en nombre y representación de LA CIUDAD AUTÓNOMA DE CEUTA, contra la sentencia dictada por la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, con sede en Sevilla, de fecha 12-7-2004, en recurso de suplicación nº 1304/04, correspondiente a autos nº 421/03 del Juzgado de lo Social de Ceuta, en los que se dictó sentencia de fecha 30-12-2003, deducidos por D. Ángel, frente a la CIUDAD AUTÓNOMA, sobre RESOLUCIÓN DE CONTRATO. Explicación de los votos particulares: “estimamos que la sentencia debería haber rectificado la anterior doctrina de la Sala, reconociendo que en los supuestos de conductas empresariales vejatorias es posible percibir, junto a la indemnización que pueda corresponder por la resolución del contrato, otra indemnización por los perjuicios morales producidos por esta conducta” A.4.- SENTENCIA del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, de enero de 2004. El FALLO recuerda que, de acuerdo con la doctrina del tribunal Supremo, en supuestos referidos a vulneraciones ilegitimas de derechos fundamentales la determinación de la cantidad indemnizatoria es facultad discrecional que compete a los Tribunales de instancia, facultad que no debe ser revisada cuando se ajuste a los parámetros previstos en cada caso concreto y no se haga con arbitrariedadSentencia de 23-7-1990. Así, en el presente supuesto, la Sala estimó que la trabajadora sufrió un “trastorno adaptativo” sometido a tratamiento y cuantificó el daño tomando como base de calculo el Anexo de la Ley sobre Responsabilidad Civil y Seguro de Circulación de Vehículos de Motor por analogía con el síndrome depresivo postraumático recogido en dicho Anexo, amoldándolo a la circunstancia de que no está acreditado que dicho trastorno tenga, como causa exclusiva el comportamiento reprobable de la empresa demandada. En base a ello, el tribunal concluye que la cantidad de 1.500€ que concede a la empleada como indemnización está motivada y no es producto de la arbitrariedad. A.5.- SENTENCIA núm. 1006/2003 T.S.J Murcia, Sala de lo Social de fecha 2 de septiembre 2003. Recurso de Suplicación núm. 935/2003. DERECHOS FUNDAMENTALES: derecho a la integridad física y moral: vulneración: acoso moral: trato degradante: ofensas verbales y físicas: cambio de funciones laborales: falta de asignación de puesto de trabajo y privación de 23 ANEXO I: ESTUDIO DE SENTENCIAS despacho: asignación de tareas ajenas al ámbito empresarial; indemnización: procedencia: daño moral: compatibilidad con la correspondiente a la extinción contractual legalmente tasada. El 25 de marzo de 2002 se celebró sin avenencia acto de conciliación ante el SMAC; y el fallo fue del tenor literal siguiente: “Que rechazando la excepción de incongruencia de esta conciliación y demanda, y estimando en su integridad la demanda formulada por don Jesús P.T. contra Electrofil Murcia, S.A. debo declarar y declaro extinguida la relación laboral que existía entre las partes con efecto del día de la fecha. En su consecuencia debo condenar y condeno a la empresa demandada a que abone al demandante las siguientes cantidades: 57.254,4 euros en concepto de indemnización por resolución del contrato de trabajo y 90.000 euros en concepto de indemnización por daño moral”. Contra esta sentencia se interpuso recurso de suplicación. El T.S.J. desestima el recurso interpuesto por la empresa demandada contra la sentencia del Juzgado de lo Social núm. 7 de Murcia, de fecha 30-5-2003. Dictada en autos promovidos en reclamación de extinción del contrato. En el contenido de autos se dice: “Se está en presencia, realmente, ante un mobbing “de libro”, en el que el sujeto activo, singular, se escuda en una situación de manifiesta superioridad (o ventaja), como jefe, que lo dota de una dimensión (de “bossing”) –es significativo, conforme refiere la sentencia recurrida, que una testigo calificó la relación entre las partes como de amo-siervo…” A.6.- SENTENCIA del Juzgado de los Social núm. 14 de Madrid Fecha 24 de Marzo de 2004. FALLO: Estimando la demanda formulada por Dª Eulogia L. A., contra Aeropuertos Nacionales y Navegación Aérea debo declarar y declaro vulnerado los derechos fundamentales de la actora a la no discriminación, a la integridad moral y al honor, debiendo cesar por parte de la empresa toda actividad de acoso moral y se le permita el desarrollo de su actividad profesional en las funciones y actividades propias de su categoría profesional de Titulado Superior nivel 1 en el Departamento de RR.HH del Aeropuerto de Barajas: Grupo profesional: III Servicios, Subgrupo profesional: IIIH-Recursos Humanos. IIIH03- Técnico de Recursos Humanos (Especializado)-E1. Condenando a la empresa a estar y pasar por la anterior declaración con todos los efectos inherentes a la misma así como a que abone a la actora una indemnización por daños y perjuicios en cuantía de 6.300 euros por los daños y perjuicios que le han sido causados. 24 ANEXO I: ESTUDIO DE SENTENCIAS B) SENTENCIAS DE EXTINCIÓN DEL CONTRATO POR PARTE DEL TRABAJADOR B.1.- Sentencia 9352/2001 del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, Sala de lo Social. En Barcelona a 28 de noviembre de 2001. En el recurso de suplicación interpuesto por INOXARTE SL frente a la Sentencia del Juzgado de lo Social nº 33 Barcelona de fecha 20 de noviembre de 2000 aclara por Auto de fecha 28 de noviembre de 2000 dictados en el procedimiento nº 318/2000 y siendo recurrido. En el apartado de antecedentes de los hechos se dice: “Que estimando parcialmente la demanda interpuesta por J. G. S.: frente a INOXARTE, S.L., he de declarar y declaro extinguido el contrato de trabajo que unía a las partes con efectos de esta resolución y condeno a la empresa INOXARTE, S.L. demandada a estar y pasar por esta declaración y abonar al actor la indemnización de 14.585.625 pesetas...". En el apartado de Fundamentos de Derecho se expone: “Esta serie de actitudes o conductas hostiles: el atentado contra las condiciones de trabajo que supone la pérdida de las funciones de mando, el atentado contra la dignidad que implica la desacreditación ante sus compañeros, y el aislamiento que conlleva la recomendación al resto de los trabajadores para que no hablen con el demandante; configuran una situación de acoso moral (también denominado "mobbing"), que somete al trabajador a un trato degradante, conculcando el derecho a la integridad moral e interdicción de tratos degradantes que protege el artículo 15 de nuestra Constitución, así como el artículo 4.2 e) del Estatuto de los Trabajadores (derecho básico a la consideración debida a su dignidad), constituyendo sin duda causa justa para que el trabajador pueda ejercitar, entre otras, la oportuna acción rescisoria, solicitando la extinción de su contrato de trabajo (artículo 50.1 apartados a) y c) del Estatuto de los trabajadores)”. FALLO. Que debemos DESESTIMAR Y DESESTIMAMOS el Recurso de Suplicación interpuesto por la empresa "INOXARTE, S.L.", contra la Sentencia dictada por el Juzgado de lo Social Nº 33 de Barcelona, en fecha 20 de noviembre de 2000, aclarada por Auto de fecha 28 de noviembre de 2000, recaídos en los Autos nº 318/2000, en virtud de demanda deducida por Don J. G. S. frente a dicha empresa, en reclamación por extinción de contrato; y en su consecuencia, debemos confirmar y confirmamos íntegramente dicha resolución, con pérdida de los depósitos y consignaciones constituidos para recurrir, imposición de las costas a la recurrente, y fijando en concepto de honorarios de la Letrado del trabajador demandante actuante en el recurso, la cantidad de 70.000,-pesetas, que le deberá ser abonada por la empresa recurrente. 25 ANEXO I: ESTUDIO DE SENTENCIAS C) DESESTIMATORIAS DE CASOS DE ACOSO MORAL EN EL TRABAJO C.1.- SENTENCIA 300/2004. Juzgado de lo Social núm. 1 de la localidad de Oviedo. Fecha diez de junio de 2004. “Analizados los hechos … se concluye: 1º) que no cabe declarar probada la existencia de conductas empresariales que conjunta o aisladamente consideradas se puedan entender como hostiles a los actores, se basen en decisiones arbitrarias o pretendan imposibilitarles el desarrollo de su trabajo con normalidad o atentar a su dignidad y libre personalidad, pues el acoso que se afirma padecer se ampara en dos testificales, que resultan neutralizadas con las practicadas a instancia de la parte contraria. De las secuelas psicológicas presentadas no se concluye que el demandado haya causado, desencadenado o favorecido la dolencia...2º)…que la situación existente más bien parece ser el fruto de los conflictos que se originan a raíz del nombramiento de dos gerentes y del cese del coordinador…” En el apartado de Fundamentos de Derecho se dice: “…la presencia de cualquier conflicto no determina la presencia de un hostigamiento laboral, porque como sostiene la doctrina especifica, los conflictos son inevitables, pero no se está hablando aquí del conflicto, sino de un tipo de situación comunicativa que amenaza influir al individuo perjuicios psíquicos y físicos; el “Mobbing” es un proceso de destrucción, se compone de una serie de actuaciones hostiles que, tomadas de forma aislada, podrían parecer anodinas, pero cuya repetición constante tiene efectos perniciosos. Así pues, el concepto de “Mobbing queda definido por el encuadramiento sobre un periodo de tiempo de intentos o acciones hostiles consumadas, expresadas o manifiestas, por una o varias personas hacia una tercera. El “Mobbing” entendido como hasta ahora se ha expuesto, debe incluirse en la enunciativa relación de causas de extinción del contrato de trabajo contenidas en el Art. 50 del E .T…” C.2.- SENTENCIA de 21 de Diciembre de 2004, Tribunal Superior de Justicia de Cataluña. Resolución recurrida: Sentencia del 19/06/2003. Juzgado de lo Social nº 2 de Tarrasa. En los fundamentos de Derecho, en el apartado quinto, dice: “….De las circunstancias de hecho aludidas no podemos sino señalar que, y siempre a juicio de la Sala, no consta en las actuaciones examinadas y en los términos antes indicados, ningún comportamiento que pueda incardinarse con seguridad en el concepto de acoso moral a la que remite la demanda. Sí se ha acreditado la existencia de un maltrato verbal ocasional que incluye insultos y gritos que, además, se extendieron no sólo al trabajador recurrente sino a otros compañeros de trabajo. Lo que puede permitir, sí, considerar la existencia de un 26 ANEXO I: ESTUDIO DE SENTENCIAS incumplimiento empresarial pero que no alcanza a constituir desde la perspectiva antes eludida el supuesto acoso moral alegado por el recurrente. Y es que no aparece en particular aquel ejercicio de violencia psicológica sistemático y recurrente en el ámbito de la empresa y durante un tiempo mínimamente prolongado antes aludido que tuviera por finalidad la destrucción de las redes de comunicación del actor con otros compañeros de trabajo; ni se han constatado tampoco, y en los mismos términos de actuación sistemática y permanente, acciones dirigidas a destruir la reputación de dicho trabajador. En este punto hemos igualmente de recordar que como tenemos dicho “no puede ser substancial para la definición de la figura citada la circunstancia de que el actor iniciara situación de IT por síndrome ansioso depresivo reactivo” y ello porque una reacción depresiva a dificultades laborales no ha de entenderse necesariamente vinculada a la existencia de acoso…” FALLO: Que DESESTIMADO el recurso de suplicación formulado por D. Luis, contra la sentencia del juzgado de los Social nº 2 de los de Tarrasa en fecha 19 de junio de 2003, dictada en merito de los autos nº 12/03, seguidos a instancias del propio recurrente contra la empresa Aksys Insonit, S.A. y contra D. Domingo. C.3.- SENTENCIA 001102/2003, de la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Autónoma de Murcia Fecha uno de Octubre de 2003. Recurso de suplicación interpuesto por Dña. Alejandra, contra la sentencia del Juzgado de lo Social nº 1 de Cartagena, de fecha 13 de mayo de 2003, dictada en el proceso nº 162/03, sobre contrato de trabajo, y entablado por Dña. Alejandra frente a la Cruz Roja Española. En el tercer Fundamento de Derecho, se dice : “…Por lo que, en tales condiciones, la Sala no encuentra mérito ni fundamento para estimar el recurso, pues una mera discrepancia, contrariedad o tensión generada en el trabajo o por el trabajo no puede calificarse como mobbing, que es, más bien, o consiste en la creación de un ambiente hostil, hasta hacerlo insoportable para el trabajador, lo que se manifestará de forma nociva para él, y caracterizado (el ambiente o entorno de bajeza) por la transferencia de diversas proyecciones negativas tendentes al menosprecio o desprecio, al que el sujeto activo (singular, plural o colectivo) desearía enlazar la pérdida de autoestima, el derrumbamiento psicológico, la flojedad o debilitamiento espiritual, la humillación o cualquier otra consecuencia negativa, en una extensa manifestación, como sufrimiento o castigo caprichoso y arbitrario para la victima. Lo anteriormente razonado, ya que no se acredita ninguno de los requisitos del mobbing en ninguna de sus posibles variadas manifestaciones, unido a que una crisis de ansiedad secundaría a su trastorno adaptativo no necesariamente deriva 27 ANEXO I: ESTUDIO DE SENTENCIAS de un acoso moral o psicológico, determina que el recurso no puede prosperar, por lo que se desestima. Pues bien en el caso actual, la Sala no aprecia ninguno de los requisitos del mobbing en ninguna de sus posibles variadas manifestaciones, unido a que una crisis depresiva, no necesariamente deriva de un acoso moral o psicológico; máxime, cuando no se advierte un ánimo de “victimización” por parte de la empresa, según resulta de los hechos declarados probados, pues las funciones encomendadas no se advierte que sean impropias o que impliquen una connotación peyorativa y, en cuanto al salario, aparte de que la actora lo percibe en cuantía no inferior a lo que le corresponde de los datos anteriores no se puede extraer la existencia de mobbing…” FALLO: La Sala de lo Social ha decidido Desestimar el recurso de suplicación… D) DISTINCIÓN ENTRE EJERCICIO ARBITRARIO DEL PODER DE DIRECCIÓN Y MOBBING D.1.- Juzgado de lo Social núm. 1 Bilbao. Sentencia de 30 de Mayo de 2002. Atendiendo al caso concreto ----- director de oficina bancaria que es objeto de una modificación sustancial de las condiciones de trabajo y que causa baja por incapacidad temporal como consecuencia de un cuadro depresivo de ansiedad derivado de su actividad profesional – es posible distinguir ambas figuras y concluir que la conducta empresarial evidencia una forma abusiva de un poder de dirección con un estilo y modelo jerarquizado, cuyo interés organizativo bancario soterra un clima laboral ambiguo, pero no puede hablarse de un hostigamiento hacia una persona del denunciante, por más que las conductas puedan ser del todo desterrable. En suma, no se trata de perjudicar la integridad del trabajador, ni de causarle serios daños psíquicos, buscados de propósito que puedan demostrarse clínicamente y que se cercioren con una voluntad ineludible e inexcusable en la figura de un determinado superior, o compañero, tenido por acosador. Con todo, los medios desarticuladotes utilizados por la empresa consiguen un resultado no buscado pero aparentemente tolerado por ésta y que no tiene obligación de resistir el trabajador, que a su vez debe ser compensado por tan desmesurado actuar. E) RESPONSABILIDAD DE LA EMPRESA POR SU ASENTIMIENTO Y PASIVIDAD ANTE EL HECHO DE ACOSO MORAL EN EL TRABAJO E.1.- Sentencia del Juzgado de lo Social núm. 1 de Navarra Fecha 24 de septiembre de 2002. 28 ANEXO I: ESTUDIO DE SENTENCIAS Condena a la empresa ha indemnizar con 29.000 € a un trabajador que fue objeto de acoso moral en el trabajo, es decir, que sufrió el llamado mobbing. Para el Tribunal, esta causa justifica que la victima tenga derecho a extinguir su relación laboral y a ser resarcido por los malos tratos padecidos de palabra y obra. De acuerdo con el fallo, en el caso que nos ocupa, tras un cambio de Jefe de personal en la empresa demandada en abril de 2001, el nuevo responsable modificó la estrategia de la compañía para con sus empleados, tratándolos abusivamente y con malos modos, lo que ocasionó una denuncia ante la Inspección de Trabajo, así como la renuncia voluntaria de tres trabajadores. No obstante, a pesar de estos hechos, la empresa no impidió entonces que el Jefe de personal designado continuara comportándose con “brusquedad” con sus empleados, desoyendo los mínimos laborales, sociales y personales, lo que según el Tribunal supone la “figura prototípica del acoso psico-laboral y moral”. En base a todo ello, el fallo estima que la empresa en cuestión, debido a su “asentimiento y pasividad” ante estos hechos, ha menoscabado los derechos básicos de los trabajadores, por lo que la condena a indemnizar a su empleado con la cantidad citada, determinando, a su vez, que existe causa suficiente para poner fin a la relación laboral. E.2.- Sentencia del Juzgado de lo Social núm. 29 de Madrid Fecha 30 de septiembre de 2005. Condena solidaria, obligando bien a la empresa o bien a la acosadora a indemnizar al trabajador la cantidad de 30.000€. En la sentencia consta que la acosadora “vino manteniendo con el afectado una actitud de hostigamiento, gritándole con asiduidad, mofándose de él con imitación de algunos de sus gestos, machacándole y puteándole para ver si así se lo quitaba de en medio”. Dicha sentencia fue recurrida por los inculpados. E.3.- Juzgado de lo Social núm. 14 de Madrid Condena a la empresa SM al pago de una indemnización de 25.396,58 € a una trabajadora que fue objeto de acoso moral en el trabajo. El Juzgado argumenta la condena asegurando que “pese a la denuncia expresa de la demandante” no es hasta septiembre de 2002 “cuando la empresa realiza un primer acercamiento e intenta solucionar el conflicto”, por lo que “no hay gesto alguno de comprensión o averiguación sobre las denuncias de la demandante”. La sentencia añade que la empresa no tuvo intención de atender a la demanda de la mujer y por ello “tuvo una actitud omisiva frente a una situación de la que era conocedora, y que se ha configurado como una vulneradora de la integridad moral de la trabajadora”. 29 ANEXO I: ESTUDIO DE SENTENCIAS Por ello, el juzgado estima parcialmente la demanda de la trabajadora y declara “la existencia de una situación de acoso moral que vulneró sus derechos fundamentales en el periodo comprendido entre marzo de 2001 y junio de 2003, y condena a la empresa a abonar la cantidad anteriormente mencionada en concepto de daños y perjuicios. F) DESESTIMACIÓN Y CONDENA DE FALSO MOBBING F.1.- Juzgado de lo Penal núm. 1 de Toledo Absuelve a la médico forense de Talavera de la Reina de los delitos de injurias y calumnias hacia el que fuera titular del Juzgado de Instrucción núm. 4 de esa ciudad y exime la responsabilidad civil subsidiaria a los medios de comunicación en los que relató en 1999 que el juez la acosaba. La sentencia indica en su fallo que absuelve a la acusada, “como criminal y civilmente responsable, de los delitos de calumnias e injurias de los que se la acusa”. En los hechos probados de la sentencia señala que no queda acreditado que “la acusada actuara con conocimiento de su falsedad ni con temerario desprecio a la verdad en todo lo que manifestó” a los medios de comunicación. En los fundamentos de derecho de la Sentencia que emitió el Juzgado de lo Penal de Toledo se dice que cuando la forense relató a un periodista de la revista ECOS, a la emisora de la COPE en Talavera, a un periodista de RTVE y a la televisión local Tele 7 sus denuncias contra el juez “no se aprecia que concurra un “ánimo de temerario desprecio a la verdad” o que actuara “a sabiendas de la falsedad de lo relatado”. F.2.- Sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña. Fecha 14 de Noviembre de 2003. El TSJ de Cataluña ha absuelto a una empresa cuyo titular fue acusado de acosar moralmente a una trabajadora y condena a ésta a una multa de 272,94€ en atención a la mala fe con la que había obrado para conseguir una indemnización. La empleada, que había cesado en la empresa en julio de 2002, simuló ser victima de mobbing o acoso moral en el trabajo alegando que había sido reducida su retribución mensual, así como por la actitud vejatoria del representante legal de la empresa hacia su persona que menoscababa su dignidad. En el juicio se demostró que todo había sido un montaje y que, incluso, había presionado a algunas compañeras para que la apoyaran. 30 ANEXO I: ESTUDIO DE SENTENCIAS G) INCAPACIDAD LABORAL PERMANENTE A CAUSA DE HABER SUFRIDO ACOSO LABORAL G.1.- Sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria Fecha 19/03/2007 El Tribunal Superior de Justicia de Cantabria (TSJC) ha concedido la incapacidad laboral permanente y absoluta a una mujer de 29 años debido a las secuelas del acoso sexual que dice haber padecido por parte de su jefe, a pesar de que los juzgados de lo penal no creen probado que tal acoso existiera. La mujer, que trabajaba en una clínica veterinaria, denunció su caso por dos vías: la penal, para acusar a su jefe de haberla sometido a acoso sexual y laboral, y la social, para que se reconociera que las secuelas psíquicas que padece por causa de esa situación la incapacitan para desempeñar cualquier tipo de trabajo. Los dos órdenes jurisdiccionales han dictado ya resoluciones firmes. Primero lo hizo la Audiencia de Cantabria, que el año pasado confirmó la sentencia que absolvió al acusado por existir dudas de que fueran ciertas las vejaciones que se imputaban. La Sala de lo Social del TSJC, ratifica la sentencia que reconoce a la mujer la incapacidad por secuelas de acoso y le concede una pensión vitalicia por el 100% de su base reguladora. El TSJC dedica parte de sus argumentos a explicar la aparente contradicción, ya que la mutualidad del empresario enfatizaba que para los jueces de lo penal "concurren dudas más que razonables que puedan permitir tener por acreditados los hechos enjuiciados y que de los mismos se derive el estado residual de la trabajadora". La Sala de lo Social le contesta que, en el derecho laboral, la perspectiva es distinta de la que rige en el proceso penal, donde impera el principio de presunción de inocencia y corresponde a quien acusa probar la existencia del delito. En cambio, subraya, en la justicia laboral a la víctima de este tipo de supuestos "le basta con aportar un principio de prueba que demuestre la existencia de un clima discriminatorio, de tal manera que, una vez que se ha generado la sospecha, la apariencia o presunción de atentado, es la empresa quien asume la carga de aportar al proceso los datos que desnaturalicen aquella denuncia". Porque, añade la Sala, el Estatuto de los Trabajadores hace responsable a la empresa del ilícito laboral "incluso en el supuesto de que no haya conocido su existencia, pues en tal caso responderá por la negligencia que supone desconocer la existencia de un ilícito que se está cometiendo dentro de su ámbito de control". En este caso, el TSJC considera que se ha probado suficientemente que la mujer padece una enfermedad mental "respecto de la cual sucesivos informes periciales 31 ANEXO I: ESTUDIO DE SENTENCIAS no dudan en atribuir su etiología al ambiente laboral hostil y degradante sufrido por la trabajadora". Su sentencia concluye que esas dolencias no la incapacitan sólo para seguir desempeñando su anterior puesto de trabajo, "sino cualquier otra actividad diferente (...) hasta el punto de que la Unidad de Salud Mental (del Hospital Marqués de Valdecilla, donde fue atendida) no duda en señalar que precisa la ayuda y tutela de otras personas en aspectos básicos de la vida cotidiana". H) EL MOBBING COMO CAUSA DE DESPIDO DE QUIEN LO EJERCE H.1.- Sentencia del Juzgado de lo Social núm. 1 de Cartagena, de 5 de enero de 2006, en la que se cuestiona la procedencia o improcedencia del despido de una trabajadora, basado en un presunto acoso o mobbing que ésta ejercía sobre sus subordinados. Partiendo del concepto conocido de mobbing como conducta abusiva o de violencia psicológica que se realice de forma sistemática sobre una persona en el ámbito laboral, manifestada especialmente a través de reiterados comportamientos, palabras o actitudes que lesionen la dignidad o integridad psíquica del trabajador y que pongan en peligro o degraden sus condiciones de trabajo, la sentencia que nos ocupa llega a la conclusión de que, efectivamente, el despido disciplinario estuvo justificado porque la despedida ejercía mobbing sobre dos de sus empleadas y su gravedad justifica por sí misma la decisión de despedir a la actora. El convencimiento por parte del órgano judicial se basa en tres elementos probatorios: en primer lugar, las declaraciones en el acto del juicio de las propias trabajadoras que denunciaron la situación de acoso que resultaron sumamente significativas al relatar como fueron acosadas y maltratadas durante más de un año por la demandante, al imponerles tareas que no les correspondían, les exigía salir más tarde de la hora de finalización de la jornada, nunca valoraba su trabajo, y les imputaba fallos de los que no eran responsables. En segundo lugar, las acusaciones tuvieron su respaldo absoluto y rotundo en el testimonio de otras dos compañeras de trabajo que declararon como testigos, que relataron cómo la demandante sometía a una enorme tensión a sus dos subordinadas, que siempre salían alteradas y llorosas de su despacho después de hablar con ella y que se plantearon abandonar la empresa por esta causa. Asimismo, ambas testigos fueron tajantes al rechazar que se tratara de una situación de tensión provocada por un ejercicio estricto del poder de dirección o un elevado nivel de exigencia. Por último, la sentencia basa su fallo en los estudios de factores psicosociales realizados por el servicio de prevención de 32 ANEXO I: ESTUDIO DE SENTENCIAS riesgos laborales que detectaron que las dos trabajadoras estaban siendo sometidas a situación de acoso moral. Dado todo lo anterior, la sentencia concluye que han quedado acreditados los hechos imputados a la demandante en la carta de despido y que los mismos han sido correctamente calificados por la empresa como constitutivos de falta muy grave, por lo que procede la desestimación de la demanda, declarando procedente el despido de la actora. I) RESPONSABILIDAD PENAL POR MOBBING I.1.- Auto de la Audiencia Provincial de Barcelona Fecha 17 de septiembre de 2004. El querellado dejó sin trabajo efectivo al recurrente, poniéndole la mesa en medio de la sala en zona de paso, desconecto la terminal de su ordenador y le quitó el uso de teléfono móvil y del aparcamiento, sólo por solicitar su inclusión en el convenio colectivo para tener derecho a la actualización anual del IPC. La audiencia afirma que el mobbing no sólo puede ser debatido en la jurisdicción laboral. También debe ser perseguido por la jurisdicción penal cuando las conductas constituyan tipos penales. Se estimo el recurso de apelación presentado, procediéndose a abrir juicio oral contra el gerente de telefónica SAU y contra la propia empresa, por supuesto delito de lesiones, contra los derechos de los trabajadores o alternativamente por delito de coacciones del Art. 172 del Código penal. 33 ANEXO I: ESTUDIO DE SENTENCIAS 34 ANEXO II: TRATAMIENTO DE DATOS ANEXO II: TRATAMIENTO DATOS La información de esta Investigación ha sido extraída de la contenida en la Historia Clínica Multidisciplinar de cada uno de los pacientes, por un lado, y de las Entrevistas (múltiples) a los mismos durante su tratamiento individualizado por la investigadora para profundizar en el estresante laboral. Ha efectos de su recogida, ordenación y sistematización se elaboró una Base de Datos adecuada, adjuntándose en este Anexo la información registrada en las fichas individualizadas. 35 ANEXO II: TRATAMIENTO DE DATOS 36 ANEXO II: TRATAMIENTO DE DATOS 37 ANEXO II: TRATAMIENTO DE DATOS 38 ANEXO II: TRATAMIENTO DE DATOS 39 ANEXO II: TRATAMIENTO DE DATOS 40 ANEXO II: TRATAMIENTO DE DATOS 41 ANEXO II: TRATAMIENTO DE DATOS 42 ANEXO II: TRATAMIENTO DE DATOS 43 ANEXO II: TRATAMIENTO DE DATOS 44 ANEXO II: TRATAMIENTO DE DATOS 45 ANEXO II: TRATAMIENTO DE DATOS 46 ANEXO II: TRATAMIENTO DE DATOS 47 ANEXO II: TRATAMIENTO DE DATOS 48 ANEXO II: TRATAMIENTO DE DATOS 49 ANEXO II: TRATAMIENTO DE DATOS 50 ANEXO II: TRATAMIENTO DE DATOS 51 ANEXO II: TRATAMIENTO DE DATOS 52 ANEXO II: TRATAMIENTO DE DATOS 53 ANEXO II: TRATAMIENTO DE DATOS 54 ANEXO II: TRATAMIENTO DE DATOS 55 ANEXO II: TRATAMIENTO DE DATOS 56 ANEXO II: TRATAMIENTO DE DATOS 57 ANEXO II: TRATAMIENTO DE DATOS 58 ANEXO II: TRATAMIENTO DE DATOS 59 ANEXO II: TRATAMIENTO DE DATOS 60 ANEXO II: TRATAMIENTO DE DATOS 61 ANEXO II: TRATAMIENTO DE DATOS 62 ANEXO II: TRATAMIENTO DE DATOS 63 ANEXO II: TRATAMIENTO DE DATOS 64 ANEXO II: TRATAMIENTO DE DATOS 65 ANEXO II: TRATAMIENTO DE DATOS 66 ANEXO II: TRATAMIENTO DE DATOS 67 ANEXO II: TRATAMIENTO DE DATOS 68 ANEXO II: TRATAMIENTO DE DATOS 69 ANEXO II: TRATAMIENTO DE DATOS 70 ANEXO II: TRATAMIENTO DE DATOS 71 ANEXO II: TRATAMIENTO DE DATOS 72 ANEXO II: TRATAMIENTO DE DATOS 73 ANEXO II: TRATAMIENTO DE DATOS 74 ANEXO II: TRATAMIENTO DE DATOS 75 ANEXO II: TRATAMIENTO DE DATOS 76 ANEXO II: TRATAMIENTO DE DATOS 77 ANEXO II: TRATAMIENTO DE DATOS 78 ANEXO II: TRATAMIENTO DE DATOS 79 ANEXO II: TRATAMIENTO DE DATOS 80 ANEXO II: TRATAMIENTO DE DATOS 81 ANEXO II: TRATAMIENTO DE DATOS 82 ANEXO II: TRATAMIENTO DE DATOS 83 ANEXO II: TRATAMIENTO DE DATOS 84 ANEXO II: TRATAMIENTO DE DATOS 85 ANEXO II: TRATAMIENTO DE DATOS 86 ANEXO II: TRATAMIENTO DE DATOS 87 ANEXO II: TRATAMIENTO DE DATOS 88 ANEXO II: TRATAMIENTO DE DATOS 89 ANEXO II: TRATAMIENTO DE DATOS 90 ANEXO II: TRATAMIENTO DE DATOS 91 ANEXO II: TRATAMIENTO DE DATOS 92 ANEXO II: TRATAMIENTO DE DATOS 93 ANEXO II: TRATAMIENTO DE DATOS 94 ANEXO III: NARRATIVAS ANEXO III: NARRATIVAS Este anexo contiene una selección de las narrativas más significativas de la totalidad de la población objeto del Estudio, extraídas de la Historia Clínica y obtenidas de la Entrevistas en profundidad realizadas por la investigadora. 95 ANEXO III: NARRATIVAS 96 ANEXO III: NARRATIVAS CASO 1.“Me encuentro muy mal física y psíquicamente, ya no soy yo. No se que va a ser mi, siento que se me va la vida. Ya no puedo valerme por mi mismo, me pierdo por la calle, necesito ayuda para todo”. “Soy una carga. No tiene sentido continuar viviendo. No se que me ha sucedido. Yo no me porte mal para que hiciesen esto conmigo” “Todo empezó cuando me despidieron estando de baja por enfermedad. Condenaron a la empresa a que me readmitieran. Al incorporarme empiezan a controlarme las ventas, me amenazan con trasladarme a otra población, finalmente lo hacen. Me pongo muy mal, me dan la baja por enfermedad. Al pasar por el tribunal médico me dictaminan que estoy apto para el trabajo. Me incorporo al trabajo pero yo ya no era capaz de poder hacer nada, no se lo puede imaginar lo mal que lo he pasado” “Esto ha sido una tortura, por lo largo y por todo lo que he pasado, pero al fin hay un mínimo de justicia y alguien ha reconocido que estoy mal, que no puedo continuar trabajando. Por fin hay quien reconoce que todo lo que he sufrido no ha sido cuento. Para mi es tremendamente importante esta sentencia de Incapacidad Permanente”. CASO 2. “Muy mal. Siento que nadie entiende lo que me está sucediendo, ni mi mujer. No tengo ánimo para nada. Me siento desesperanzado. Indignado. Me siento inútil. Ya no sirvo para nada, soy material de desecho. Pensaba que me iba a jubilar a la edad de 65 años y no antes. No sé que va a ser de mí. Tengo problemas de pareja. A veces pienso en vengarme moralmente. Es injusto e indigno lo que han hecho conmigo”. “Lo importante es que al fin se terminó el calvario y la empresa ha tenido que indemnizarme para poder deshacerse de mi. Ha habido momentos en que pensé que no había justicia, que acabaría en la calle sin ningún derecho, después de más de 20 años entregados a la empresa. Pero a pesar de esta sentencia, la realidad es que a esta altura de mi trayectoria laboral me ha destrozado la vida. El despido y el paro, sin ninguna expectativa de nuevo trabajo, por la edad que tengo. Esto supone una disminución de ingresos y se han roto todas mis expectativas y esperanzas”. CASO 3.“Gracias a las pastillas he conseguido dormir después de mucho tiempo, aunque continúan las pesadillas en relación al trabajo, todo está deteriorado, viejo derruido, voy huyendo, no veo quien me persigue, me despierto con una angustia que no se la deseo a nadie. 97 ANEXO III: NARRATIVAS Por lo tanto, no se que es peor si dormir o no, ya que lo paso tan mal”. “Dr. Estoy muy mal, estos temblores en las manos que no controlo, estos sudores, esta sensación de angustia no me deja vivir” “Desde que me sucedieron los problemas en el trabajo que no consigo poder entrar en una entidad bancaria, ni en ningún organismo oficial, como puede ser Hacienda, por ejemplo -o cualquier centro de oficinas-, pues me pongo a temblar, me entra la opresión en el pecho, la sensación de ahogo y tengo que salir rápido a la calle. También me sucede que cuando me cruzo por la calle con alguien que lleva traje y corbata me pongo tan nervioso que tengo que cambiar de acera. No se qué me está sucediendo, no se qué me pasa”. “Usted me ve, no puedo controlar el llanto, por nada me pongo a llorar, no tengo ganas de nada, nada me apetece, me levanto cansada y voy arrastrándome todo el día, no me distrae nada y nada me hace ilusión. No se que me está pasando, pues usted me ve ahora como estoy pero yo he sido una persona vital, que nunca he entendido a los que decían que se encontraban deprimidos, nunca pensé que a mí me iba a pasar esto”. “No recuerdo muy bien, pero quizás esto empezó con la fusión de la empresa en una multinacional. Yo era un directivo en la empresa fusionada y estaba muy bien considerado, pero con los nuevos jefes en un principio todo fueron amabilidades y posteriormente se convirtió en un calvario, no entiendo por qué, pues yo intente colaborar y hacer mi trabajo como lo hacía anteriormente”. “El rememorar todo lo que allí pasé me vuelve a poner peor, pero entiendo que tenga que hacer el esfuerzo por recordarlo. Hay hechos que se me borraron de la memoria y los he tenido que recuperar a través de otros compañeros que estuvieron presentes en esos momentos. Tenía un puesto de responsabilidad, coordinaba a otros trabajadores, a los cuales fueron despidiendo. Empezaron a cuestionar todas mis decisiones, así como mis gestiones. Seguidamente me pusieron a copiar el listín de teléfonos, me aumentaron el horario, las jornadas se prolongaron hasta altas horas de la noche, ya no tenía los fines de semana libres. Posteriormente, me enviaron al sótano a grapar legajos durante toda la jornada, con una grapadora de mano, hasta que me lesione la muñeca (de esto último me había olvidado, me lo recordó una compañera), tengo una cicatriz en la muñeca derecha que debe de ser de eso. Cuando preguntaba por qué o insinuaba que no era justo ni legal, me amenazaban con sancionarme por incumplimiento y con el despido procedente sin derecho a nada. También me intentaban ridiculizar delante de otros responsables de la empresa. No puedo recordar más incidentes de entonces, lo siento, he perdido todo lo que era”. 98 ANEXO III: NARRATIVAS “No sirvo para nada, el hombre que fui ha muerto. Mi relación de pareja se rompió. Nadie entiende lo que me sucede, preferiría haberme quedado sin piernas eso se ve, pero no lo mal que me siento, la angustia. Es una continua pesadilla y además no recuerdo sucesos de mi vida anterior. Siento que soy un inútil que no sirvo para nada. Nunca pensé que me iba a suceder lo que me paso. Siempre pensé que me iba a jubilar en la empresa. Mi vida estaba organizada en torno al trabajo. No es justo lo que me ha sucedido. Me han machacado mi dignidad, en algo me equivoqué”. “Realmente no sé que sucedió en el juicio, estaba tan asustado, menos mal que estaban allí el psiquiatra y la psicóloga. Traigo la sentencia para que usted me la explique, pues de usted me fío. Dicen que es buena, que al fin todo se acabo, que reconocen que estoy enfermo y que no puedo volver a trabajar. Pero he leído que pueden volver a revisarme en dos años y eso me asusta. ¿Tendré qué volver a pasar de nuevo por todo lo que he pasado? Ya nada volverá a ser igual, he perdido tanto en estos años”. CASO 4.“Igual tengo problemas de corazón, pues esto no es normal, me dan palpitaciones, siento una opresión en el pecho que me ahoga y no me deja respirar, aunque los médicos dicen que todo es de los nervios. Claro que yo nunca he padecido de esto, hasta que empezaron los problemas en el trabajo”. “Llevo mucho tiempo en la empresa y nunca ninguno de los gerentes que han habido me trataron de esta forma. Yo era un trabajador que funcionaba con toda libertad, ya que daba resultados. Pero este gerente, me controla todo el tiempo, hasta ha puesto a otra persona para que vaya conmigo durante toda la jornada. Me llama de continuo por teléfono para preguntar con quien estoy y que hago, se enfada si no le cojo el móvil. Llama a mi mujer a contarle que le engaño con otras mujeres, me difama delante de mis hijas. No sé ya que voy a hacer”. “Me siento indignado. No entiendo que está sucediendo. Tengo miedo a incorporarme al trabajo, no se si me podré controlar, pero a la vez me siento mal sin trabajar. Siento incertidumbre ante esta situación que no entiendo”. “No puedo creer que esto me este sucediendo. Si lo que pretenden es despedirme que lo hagan, pero que no continúen así. Esto es indigno, no hay derecho a que me este sucediendo esto”. 99 ANEXO III: NARRATIVAS CASO 5.“Hace tiempo que no consigo dormir toda una noche de continuo, cuando me duermo me despierto asustada por las pesadillas en torno a los problemas en la empresa en donde trabajo, algunas de estas pesadillas no tienen sentido, pero son terroríficas, tengo miedo…”. “Trabajo 12 horas y sólo me pagan 8, que son las que figuran en nomina. Me insultan, me amenazan, me hacen realizar tareas que no son las de mi categoría profesional, esto es inaguantable”. “Esta vida es injusta. No hay derechos. Ya no se que hacer, debo de haber hecho algo mal para que me traten así. Necesito trabajar para poder subsistir y mantener a mi familia” “Bueno al fin se acabó, finalicé mi contrato temporal y no renové. He pasado al paro, con derecho a desempleo, aunque ahora no encuentro trabajo. Además de pensar que me puede suceder una vez más todo lo que me ha pasado en esta empresa. Estoy angustiada. Ya no soy joven y además soy mujer”. CASO 6.“Creo que todo empezó a raíz de mi intervención quirúrgica en la mano y mi perdida de fuerza. Cuando me incorporo al trabajo la encargada me cambia de puesto y al no poder realizar el trabajo que me pide dice que si no puedo trabajar que me marche. Me ponen una persona para que me ayude, pero realmente lo que hace es vigilarme. Me amenazan, me controlan los ritmos de trabajo”. “Para mi el trabajo ha sido todo. Se me ha modificado el carácter. Yo que he dado tanto a la empresa, no hay derecho a que se me trate como material de desecho”. “Tengo la sensación de que no sirvo para nada. No se que me pasa, no tengo ganas de vivir”. CASO 7.“Me siento insegura, no me atrevo a salir a la calle sola, tengo miedo a encontrarme con mi jefe, miedo a tener que volver al trabajo. Me siento culpable, pues pienso que algo debí de hacer mal, en algo me equivoqué, esto es injusto e indigno. Tengo sentimientos de culpa en relación a mis hijos, siempre estoy mal, no sé si lo entenderán y me pregunto hasta que punto les repercutirá a ellos. Siento que no puedo volver al trabajo, pero a la vez creo que esto es injusto e indigno”. “No le deseo ni a mi peor enemigo todo lo que he pasado. Sabes que me tuve que incorporar a la empresa y la situación se recrudeció mucho peor que antes. La satisfacción fue que la empresa pasó por una inspección de trabajo y le sancionaron por acoso. A continuación me 100 ANEXO III: NARRATIVAS despidieron, pero me tuvo que indemnizar y ahora estoy en el paro. Al menos no se salió con la suya de pretender que me marchara sin nada y además ultrajada y despreciada, pues según él yo no tenia ningún derecho y debía de estarle agradecida por el hecho de darme trabajo y esto después de 18 años en la empresa, de haberlo dado todo”. CASO 8.“Me siento mal, tengo dificultades para respirar, tengo miedo (un miedo indefinido, no es a algo concreto, no se a que, es una sensación). No duermo bien, tengo pesadillas con el trabajo”. Llora durante toda la entrevista. “En un principio mi Jefe era muy amable, me ensalzaba, me valoraba mucho. Cuando empieza todo esto se trasforma y empieza a descalificarme y amenazarme, me ha llegado a acusar de ladrona. Me acosa sexualmente”. “No hay derecho después de 15 años en la empresa y que pretendan que me marche sin ningún derecho. Esto parece una pesadilla que se eterniza, no tiene fin”. CASO 9.“Me encuentro muy mal, no puedo dormir, pero si al fin por agotamiento lo consigo aparecen las pesadillas en torno al trabajo. Del trayecto de casa al trabajo lo paso fatal, empiezan las nauseas y la ansiedad”. “Me vigilan de continuo (han puesto una persona para ello), me amenazan con sancionarme. Me han pedido que firme el finiquito y que me marche voluntariamente”. “Finalmente accedieron a negociar la indemnización por despido, puedo entender que estuvieran enfadados por la sanción y sus consecuencias después de la Inspección de Trabajo que pasaron, pero yo no tuve nada que ver con ella para haber tenido que sufrir todas las persecuciones y agravios. Lo que no podía era renunciar a mis derechos, como pretendían. Estoy satisfecha con la finalización, ya que no podía continuar trabajando en ese ambiente de denigración. Es un reconocimiento por parte de la empresa de mis derechos, cosa esta que pretendían sustraerme”. CASO 10.“Creo que todo empezó a raíz de mi incorporación después de una baja por enfermedad. La encargada me dijo que ya no era rentable para la empresa. Empieza a vigilarme, me controlan las ventas, me persiguen, me difaman”. “No tengo seguridad para salir de casa. He perdido la paciencia, estoy 101 ANEXO III: NARRATIVAS agresiva con mi familia, siento que no me entienden. Me siento indignada”. “Esto no es justo, pero igual hice algo mal. Ya no se puede poner uno enfermo. No existen los derechos para el trabajador, la empresa parece que puede hacer lo que quiera”. CASO 11.“Doctor no puedo continuar, así no duermo. Cuando me tomo la medicación y a la media hora me voy a dormir, sólo consigo dormirme durante no más de una hora y a continuación paso toda la noche en blanco, dándole vueltas a lo mismo, los problemas en el trabajo, así no puedo vivir ”. “Siento que en algo me equivoque. Dicen que soy mala y que me tienen que castigar. Estoy perdida, ya no soy yo, he perdido la alegría. Ya no se que hacer, no puedo trabajar. Tengo ganas de terminar, tengo ganas de morirme, ya no me quedan fuerzas para continuar”. “Esto es injusto. No se que hice mal para que me traten de esta manera. Pero tiene que haber justicia. Alguien tiene que poder hacer algo para que esto termine. Es indigno”. CASO 12.“Ha sido horrible, me asignaban tareas por debajo de mis capacidades, llegaron a dejar de proporcionarme trabajo, me negaban la información, me trasladaron de servicio. Se me abre un expediente, se me expulsa, pero no se encuentra causa justificada para ello”. “Me encuentro muy mal, sin ganas de nada, dolido e indignado. Siento que este mundo es muy injusto”. “Nunca pensé que esto me pudiese suceder, me gustaba mi trabajo. Siempre había creído que me jubilaría a la edad estipulada y no antes, como me ha sucedido. He sido un funcionario ejemplar y ahora tengo un punto negro en mi expediente, el cual no me merezco. Esto es injusto, no me puedo olvidar, no me dejaron oportunidad para defenderme. Es indigno acabar tu vida laboral así”. CASO 13.“Continuo sin poder dormir durante toda la noche, me duermo después de tomar las pastillas, pero me despierto por las pesadilla en torno al trabajo y ya me cuesta mucho volver a dormirme de nuevo, acabo en el sofá casi todas las noches, con la intención de no molestar a mi mujer”. “Ya no aguanto más, esto no tiene solución, no hay salida, cada vez me encuentro peor, la tristeza, mi mal humor, mi impotencia, no sólo es 102 ANEXO III: NARRATIVAS el trabajo, sino que debido a todo esto en casa hay un ambiente insoportable. No sé que ha sucedido pero la vida así no vale la pena vivirla”. “Creo que el inicio de esta pesadilla fue después de la incorporación de mi baja por el accidente de trabajo, estuve muy mal, me rompí varias vértebras, pensaba que me iba a quedar paralítico. Aun hoy continúo sin entender el por qué de esta persecución y de las continuas ridiculizaciones delante de los compañeros o el ponerme en el turno solo, sin ninguna ayuda, además de otras acciones”. “Realmente yo nunca había pretendido dejar de trabajar, pero las circunstancias me obligaron a ello, después de un accidente de trabajo que sufrí y que nunca me reconocieron como tal, me reconocieron una incapacidad parcial para mi trabajo habitual. Cuando pido incorporarme a la empresa, a un puesto compatible con mi incapacidad reconocida, me niegan tal propósito. Pero después de tanto tiempo ya no me quedaban fuerzas para continuar. Esta vida es injusta. Después de 26 años trabajando en la misma empresa, que termine así”. CASO 14.“Los compañeros de trabajo cuestionan mis decisiones, me juzgan de manera ofensiva, no me dirigen la palabra, critican mi capacidad profesional. Finalmente ya no podía aguantar más y dimiti del cargo de Responsable del servicio”. “Debo de haberme equivocado en algo. Igual tienen razón en sus críticas. No sirvo para casi nada. Me siento dolida, angustiada “Nunca pensé que esto me pasaría, habían compañeros de trabajo con los que tenía una relación afectiva, les había dado todo. Fue tan horrible que ni puedo contar lo que allí me paso. No podía continuar, se vino abajo todo, ya nada tenía sentido. Decidí pedir un traslado a cualquier otro lugar fuera de allí y finalmente me lo concedieron. Me marché a un departamento que no tenía nada que ver con mi profesión, esto me supuso renunciar a ella y empezar una nueva trayectoria profesional. Es algo muy duro, muy doloroso, que creo nunca terminaré de superar”. CASO 15.“Después de unas elecciones políticas me trasladaron de servicio, sin argumentación de ningún tipo, aunque los rumores eran que me habían castigado por mis creencias ideológicas. Se me asignan tareas superiores a mi cualificación, pero sin repercusión en mayor sueldo. Rehúsan comunicarse conmigo. Se mofan e intentan ridiculizarme utilizando para ello mis creencias y actitudes políticas. Ante este ambiente de trabajo tan insostenible solicito un traslado y se me responde que no, que allí soy útil”. 103 ANEXO III: NARRATIVAS “Siento rabia e impotencia. Quizás la culpa la tengo yo de todo lo que me sucede. Me hiere por lo sutil de las agresiones. Me siento solo y desprotegido. Soy un inadaptado, esto es muy injusto y es como si los derechos no existieran”. CASO 16.“Cuestionan mis decisiones, no se me proporciona los medios para desarrollar mi trabajo. La empresa no va bien y me culpan a mí. Los empleados llevan nueve meses sin cobrar, quien da la cara soy yo y quien decide es la Central”. “Ya no puedo más, no se que hacer, tengo palpitaciones, opresión en el pecho, no duermo. Me encuentro muy mal”. CASO 17.“Todo empezó cuando mi jefe se enteró de que estaba embarazada, fue todo horrible, no se lo deseo a nadie, llegó a decirme que no tenía vergüenza de haberme quedado embarazada, que todas las mujeres somos unas putas. Pero esto solamente era el comienzo”. “Es indigno además de injusto. Ese tipo de personas deberían de tener un escarmiento para que no volviesen a comportarse así”. “Es una sensación como si te estuvieran pegan siempre en la cabeza y te fueran a dar más fuerte aun”. CASO 18.“Me gritan, critica permanente a mi trabajo, me hacen parecer entupida. Utilizan a compañeros de correveidile. Cuestionan todo lo que hago. Me juzgan de manera ofensiva”. “Siento que me ha cambiado el carácter, soy más agresiva, es como si quisiera hacer pagar lo que me han hecho, no controlo mis sentimientos”. “Pensé que cuando finalizase el contrato me sentiría mejor, pero no ha sido así. Yo tenía un trabajo que me gustaba y ahora estoy en casa, realizo trabajos esporádicos pero nada más. No es justo que me hayan hecho esto”. CASO 19.“Realmente no sé como empezó a deteriorarse la relación en la empresa. Me dedicaba a la atención directa con los comerciales y de la noche a la mañana me quitaron de este trabajo, me prohibieron que hablase con ellos, ni con otros compañeros, me destinaron a realizar tareas de oficina. Posteriormente, a las ocho de la mañana cuando llegaba, me enviaron a un sótano y me encerraban allí hasta las tres de la tarde que finalizaba mi jornada. Así estuve mucho tiempo. Me 104 ANEXO III: NARRATIVAS despidieron tres veces, pero las sentencias condenaban a la empresa a la readmisión o indemnización y durante todo el tiempo la empresa optó por la readmisión y yo continuaba en la misma situación. Me decían que no me querían allí y que me marchara”. “Me encuentro destrozada, sin fuerzas para continuar. Cada incorporación al puesto de trabajo es más duro, el Jefe es cada vez más perverso en sus medidas”. “Creo que me voy a marchar voluntariamente, ya no aguanto más. Me han ofrecido trabajo en otra empresa que me valoran y me consideran y me voy a ir”. CASO 20.“Me amenaza a través de una segunda persona, se me asignan tareas sin sentido. Me juzgan de manera ofensiva. Hacen críticas permanentes a mi trabajo. Hacen correr el rumor de que soy una enferma mental”. “Hay gente muy mala, capaz de todo. No es justo. Quizás debería luchar por mantenerme en mi trabajo, pero ya no tengo fuerzas para continuar”. “Después de todo lo que pase, que no se lo deseo a nadie, al fin las circunstancias hicieron que el Jefe quedara en evidencia por una serie de hechos ajenos a mi y eso hizo que prescindiesen de él y volví de nuevo a incorporarme al trabajo. Desde entonces nunca más he tenido problemas con la nueva Jefa”. CASO 21.“La supervisora utiliza a los compañeros de correveidile. Me hace parecer estúpida, critica permanentemente a mi trabajo y a su vida privada. Se me restringen las posibilidades de poder hablar con los superiores. “Esto es injusto, no se que hacer, todo me sale mal”. CASO 22.“Me siento muy mal, no duermo, tengo angustia, una sensación de ahogo que no me deja respirar y lloro por nada”. “Me han ampliado la jornada, cambiándome de horario. Están utilizando a los compañeros de correveidile y a la vez me hacen el vacío. La dirección me está intentando enfrentar a los compañeros. Esto es lo que peor llevo, la actitud de mis compañeros de trabajo. Nunca hubiese pensado que esto me iba a suceder. No entiendo por qué me sucede esto”. CASO 23.- 105 ANEXO III: NARRATIVAS “Me insultan, me amenazan, siento miedo a ver a mi Jefe. Ya no soy la misma, me ha cambiado el carácter. No se que me sucede”. “Ya no aguantaba más. Nunca pensé que podía ser tan arriesgado el hecho de presentarme a unas elecciones sindicales. Lo he intentado todo, desde que mi abogado pactase el despido, incluso renunciando a la indemnización, pero todo fue imposible. Me incorporé a la empresa, como usted sabe, pero ya vio lo que me paso, que recaí, me puse fatal. No puedo continuar así, he decidido pedir la baja voluntaria y marcharme de la empresa”. CASO 24.“Todo empezó con el cambio de Jefe, reducción de dietas, no me pagan los gastos de desplazamiento, etc. Los pedidos no se sirven a tiempo. El jefe me bronquea día si y día también. Esta situación es insostenible, estoy agobiado, esta situación me está afectando a mi relación de pareja y a mi vida, ya no duermo, no como, he perdido el apetito. No se que hacer. Igual quieren que me marche voluntariamente”. CASO 25.“La empresa ya no es la misma a raíz del cambio de Jefe, han cambiado las condiciones de trabajo. Los compañeros están todos divididos. A mi me ignoran, me evitan. Les han subido el sueldo a todos menos a mí. No se que pretende”. “Me siento mal, tengo pesadillas, estoy muy cansado y muy irritable. Así no puedo aguantar mucho tiempo”. “La solución no era continuar de baja por enfermedad, tenía que afrontar la situación, por ello me incorporé a la empresa. Pero es inaguantable. Por ello estoy buscando nuevo empleo, para marcharme. Mientras tanto continúo en tratamiento, aunque así no puedo aguantar mucho tiempo”. CASO 26.“Me siento mal, indignado, con rabia ante la situación, impotente. Me siento maltratado. Creo que no es justo que a mí me despidan y el encargado continúe insultando y maltratando a los trabajadores. Tengo que hacer algo. Es una cuestión de dignidad. Tiene que poderse hacer algo para que esto no continúe sucediendo”. “A pesar de haber conseguido una sentencia de despido improcedente, no me parece justo, ya que a mi me gustaba mi trabajo y me he tenido que marchar de esta forma. En cambio el encargado continúa en su puesto y sigue insultando y maltratando a los trabajadores que están trabajando en la empresa. Así que he decidido poner una denuncia, para intentar que esto no continué sucediendo. Sentía que tenia que 106 ANEXO III: NARRATIVAS hacer algo, que era cuestión de dignidad”. CASO 27.“Me encuentro mal, tengo un dolor fuerte en el pecho, no duermo, he perdido un montón de peso, no se que me pasa”. “La encargada me insulta, me amenaza, me ridiculiza delante de los estudiantes, de los ordenanzas. Me siento aislada de los compañeros de trabajo”. “Siento rabia, impotencia y desesperanza ante esta situación. Tengo miedo a perder el trabajo y miedo a incorporarme al mismo lugar. Me siento sola. Esta situación está repercutiendo en mis relaciones familiares, donde las discusiones son continuadas”. “No se por qué me sucede esto, no es justo y es indigno. Después de tantos años de trabajo es la primera vez que me sucede esto”. CASO 28.“Estoy muy irritable, por nada salto. No duermo, tengo pesadillas en relación con el trabajo. Tengo nauseas, he perdido el apetito. Lloro por todo. No se que me está pasando”. “Cuando me incorpore de mi baja por enfermedad, el Jefe me planteo que firmase la baja voluntaria, yo me negué. A continuación me acusa de negligencia, de ladrona, me persigue, me controla el tiempo que tardo en el aseo”. “Considero que no es justo lo que está haciendo conmigo, yo siempre me he portado muy bien con él, le he hecho un montón de favores y ahora me hace esto”. CASO 29.“No sé cómo se me ocurrió presentar el Certificado de Minusvalía en mi empresa, a partir de ese momento se produjo todo lo demás que fue viniendo, la ridiculización, las ironías, los chistes desagradables y esto era sólo el inicio”. “Lloro todo el tiempo, estoy triste, pero a la vez siento una rabia que me hace responder a mi esposa y a mis hijos de malas formas, no controlo mi mal humor y mi mal genio, no se que me ha pasado para cambiar de esta forma mi carácter, yo he sido una persona de buen humor, alegre y ahora no me aguanto a mí mismo”. CASO 30.“Me amenazan con expedientarme, me aíslan, me dejan solo en situaciones de peligro, no me pasan la información, me insultan”. 107 ANEXO III: NARRATIVAS “Tengo miedo, no puedo dormir, me ahogo, no puedo continuar así” “Pienso que esto es in justo, me tengo que marchar, esta situación es insostenible y él tiene el poder. Pero no hay derecho a que esto suceda”. CASO 31.“Estoy muy mal, he sufrido desmayos, tengo arritmia, me siento muy cansada, tengo pesadillas con el trabajo”. “Angustiada, sola, con sentimientos de culpa por lo que me sucede, insegura ante la situación y a la vez indignada. Me ha cambiado el carácter. No tengo ganas de hacer nada, no tengo fuerzas. Esto no es justo. No sabía que me estaba sucediendo. No podía contarlo a nadie, pensé que no me entenderían. Es algo tan increíble que no se puede contar de forma racional y creíble”. CAO 32.Me encuentro mal, no duermo, tengo cambios bruscos de humor y me vienen pensamientos en torno a la muerte, de forma continuada”. “Me han dejado solo en atención al publico. Me han insultan. Han dejado de abonarme el salario”. “Me siento culpable por estar de baja y a la vez me agobia pensar en volver al trabajo”. “Yo creo que sino me han despedido es por que no quieren indemnizarme. Pensaba que en España había una mayor cobertura de los derechos del trabajador. Realmente no se que me está sucediendo” (el paciente es de Canadá) CASO 33.“Después de un contrato de aprendizaje me hacen un contrato fijo y a raíz de la firma del mismo empiezan los insultos y las agresiones por parte de mi jefe, diciéndome que a ver que me había creído y que ahora era cuando me iba a enterar de lo que era trabajar. Pero cuando pasó de las palabras a los hechos, yo no pude reaccionar, pues realmente no entendía que sucedía, me pegó una paliza y lo único que conseguí hacer fue salir huyendo e irme a mi casa, cuando llegué mi hermana al verme llamó a la policía y me llevaron al hospital. Cuando conté lo que me había sucedido realizaron un parte de lesiones y se celebró un juicio rápido, los compañeros de trabajo no me acompañaron y me comentaron que tenían miedo a perder el trabajo. El juicio tuvo una sentencia favorable, pero el problema era tener que volver al trabajo. Volví, nadie me hablaba, me negaron hasta el agua, solo duré un día, me puse muy mal”. 108 ANEXO III: NARRATIVAS “No hay derecho a que me suceda esto. No puedo permitir que me maltrate física y psíquicamente para poder trabajar. Creo que tengo derechos como persona, es mi dignidad”. CASO 34.“No se que me sucede, pero me levanto todas las mañanas con nauseas, no puedo comer he perdido cinco kilos en muy poco tiempo, ya me ha visto el medico de digestivo y me dice que no tengo nada, que todo son los nervios, estoy preocupado…. Las nauseas empezaron con los problemas en el trabajo, pero no se me corrigen, sino que van en aumento, a pesar de estar de baja y no estar yendo a trabajar”. “Me amenazan con reducirme el salario, me ridiculizan delante de la gente. Me están presionando para que firme la baja voluntaria”. “Esta empresa (Alemana), en mi país (Alemania) no le habrían permitido hacer lo que está haciendo, ya que está cometiendo una serie de ilegalidades. Lo que hace es atentar contra la dignidad de la persona. Es indigno aguantar este maltrato”. CASO 35.“A mí ya me dijeron que el hecho de presentarme a las elecciones sindicales en esta empresa me iba a ocasionar muchos problemas, pero nunca me imagine que iban a ser de esta magnitud, ni que me afectaría como me está afectando. Así que todo empezó a raíz de salir elegida delegada sindical”. “A raíz de las elecciones sindicales en las cuales salí elegida delegada todo empezó a ir mal, me cambiaron de puesto de trabajo (fuera de las oficinas principales), me destinaron a trabajar en una nave en donde sólo estaba yo. No me daban tareas a desarrollar. Empezaron a difamarme, les hablaban mal de mí a los trabajadores. Me llaman al despacho los jefes y me amenazan con hacerme la vida imposible si no dimito como delegada. Observo que los trabajadores me evitan y no sabía por qué. Pero esto va en aumento y yo cada vez me siento peor”. CASO 36.“No sé que sucedió para que mi jefe cambiase de actitud conmigo… A no ser que fuese debido a que pedí una reducción de jornada a raíz del nacimiento de mi hijo, pues creo recordar que le sentó mal y llegó a decirme que me pensase que quería hacer, si dedicarme a trabajar o a estar con el hijo”. “Lo que más me ha dolido es que el Jefe era un amigo, hasta el momento en que le plantee la negativa a realizar horas extraordinarias. No me esperaba esto de él”. “He tenido la sensación de que no tenía ningún derecho. Esta 109 ANEXO III: NARRATIVAS experiencia me ha marcado, me ha cambiado el carácter y la forma de relacionarme con la gente, ya no soy tan inocente”. CASO 37.“No recuerdo bien, pero quizás sí hubo un momento antes en que mi jefe me trataba como si fuera un amigo y el cambio se produjo a raíz de mi vuelta de una baja por enfermedad, estuve muy mal, inmovilizado, él lo sabía. Yo no soy de los que se toman una baja por una gripe. Cuando me incorporé al trabajo, en lugar de continuar en mí puesto me relegó a tareas de limpieza y me ridiculizaba delante de otros compañeros. No entendía que había sucedido”. “Esta sociedad es injusta, el trabajador no tiene ningún derecho. No tengo salida, para que intentar encontrar trabajo si me pasará lo mismo. Tengo miedo. No se que hacer. Después de tener el accidente laboral ya todo me ha salido mal, no me han prosperado los juicios. Al resolver el Tribunal Médico que me encontraba apto para el trabajo me incorpore a la empresa y es cuando me hacen la vida imposible”. CASO 38.“A raíz de la intervención de los Jefes superiores, llamando la atención a mi Jefe, este cambio de actitud dejando de perseguirme y hostigarme. Pero lo que me dolió fue que a mí nadie me dio ninguna explicación. Claro que tengo que reconocer que esta situación tan insostenible que venía viviendo, ha dejado de existir”. CASO 39.“Tristeza y rabia, me gustaba el trabajo que hacía, fue mi primer trabajo. Me siento impotente ante la situación. Me aterroriza pensar en volver al trabajo. Mi novia dice que no soy el mismo. No puedo continuar así. En menos de un año han desaparecido todos los veteranos, cambian de continuo de jefes. Creo que no les importamos los trabajadores, no nos tratan como personas sino como cosas. Es indigno”. CASO 40.“Esto me parece tan injusto, todo empezó a raíz de que anuncié a la empresa mi deseo de prejubilarme, nunca pensé que esto iba a suceder, pues verá, según nuestro convenio existe el acuerdo de prejubilación a los 64 años con el 100% de la cuantía de la base de cotización, antes otros compañeros se habían jubilado y no les había sucedido lo que a mi. Tengo miedo a tener que incorporarme, me hacen la vida imposible y no me siento seguro, puede suceder algún incidente grave, pues se me está poniendo en servicios peligrosos y sin la suficiente cobertura”. “Me siento muy mal, indignado, con rabia. Tengo miedo a no poderme controlar delante del jefe. Miedo a tener que incorporarme al trabajo. Esto es indigno, nunca pensé que me fuese a suceder esto, al final de mi 110 ANEXO III: NARRATIVAS vida laboral. En 40 años de vida laboral nunca había cogido una baja y ahora mi médico de cabecera pone en duda que me encuentre mal, esto es un insulto, ¡que piensa que estoy de baja por escaqueo¡,¡a mis años!” CASO 41.“Tengo miedo, es una sensación que no se cómo explicar, no es miedo a algo concreto, pero siento que algo malo me va a suceder, no se qué. No puedo salir solo a la calle, siento una total inseguridad, necesito todo el tiempo a alguien, me he convertido en un inútil, yo que siempre he sido tan autónomo e independiente, no se que me está sucediendo”. CASO 42.“Todo empezó, creo recordar a raíz del cambio de Jefe y de empezar a pedir que se cumpliera el convenio. Me cambiaron de turno, de horario y se negaron a darme los días de descanso que me correspondían. Me obligan a realizar tareas denigrantes”. “Estoy rabiosa, tengo miedo a incorporarme al trabajo de nuevo, cuando lo pienso me dan las taquicardias. Creo que le he tomado fobia al trabajo. Tengo miedo a que me despidan y a la vez no puedo seguir trabajando allí, estoy angustiada”. CASO 43.“A raíz del cambio de Jefe y de solicitar no hacer turno de noche, me hacen realizar este turno durante 15 días seguidos. Me controlan el ritmo de trabajo, me registran el bolso y mis objetos personales. Me vigilan y me aíslan del resto de los trabajadores”. “No puedo continuar trabajando así, mi estado de animo le está repercutiendo a mi hijo, me siento ausente y mal. No hay derecho a que me suceda esto, siempre fui muy buena trabajadora”. CASO 44.“Me puse de baja por una lesión de espalda y empecé a recibir llamadas de la Jefa amenazándome con sancionarme, diciéndome que era una estafadora, que no servia para nada, que era sustituible, que no iba a tener derecho a nada cuando me despidiera”. “Creo que no sirvo para nada, me veo inútil, fea, no tengo ganas de nada. No puedo salir a la calle. He empezado a tener problemas con mi pareja”. “No se que me ha pasado, creo que no hay derecho a que me insulten y amenacen, por el hecho de haberme puesto mal”. CASO 45.“Mi jefe me insulta delante de los pacientes, me hace sentir inútil. Me 111 ANEXO III: NARRATIVAS llama idiota…” “Me encuentro mal, tengo taquicardias, sudoraciones en las manos, sensación de mareo, crisis de pánico, miedo a salir sola a la calle. No se que hacer”. “Parece que es la forma que tiene de tratar a las empleadas, de hecho tiene varias denuncias puestas por maltrato, pero yo no puedo seguir así. Prefiero perder el trabajo y los derechos”. CASO 46.“A raíz de que entraron a robar a la tienda, me descontaron de la nomina lo que robaron de la caja. Me ponen obstáculos para cogerme las vacaciones, para librar una tarde. Me amenaza, me insulta”. “No merezco esto, después de todo lo que he hecho por la empresa durante estos años y que me traten así. Tengo que ser fuerte y reponerme para volver a trabajar, no me puedo dar por vencida. Yo soy fuerte, lo que me ha sucedido es indigno”. CASO 47.“Me ordenan tareas que no puedo realizar, me ridiculiza, se ríe de mi. Me hace hacer más horas que a los demás”. “Siento que no sirvo para nada, tengo miedo a salir a la calle solo, cada vez estoy más desmemoriado, me pierdo en mi propio barrrio”. CASO 48.“Me cambiaron de centro de trabajo, en la nueva oficina había un compañero y el jefe. Desde el inicio el jefe tuvo palabras soeces conmigo. Llegó a tirar un folio estrujado al suelo y decirme recoge eso, las mujeres solo servís para eso para recoger la basura, te has enterado, sois todas unas putas. Me enviaba a lugares peligrosos a desempeñar el trabajo de la calle a mí sola. Durante el mes de Agosto se marcharon él y mi compañero y me desconectaron el aire acondicionado llevándose el mando. Otro día me encerró en un armario de la oficina y se fueron. Me seguía con el coche, hacía guardia delante de casa”. CASO 49.“Me encuentro muy mal, no se que me está pasando, el otro día tuve que acudir a urgencias dicen que era una crisis de ansiedad. Tengo taquicardias, sensación de ahogo, no duermo bien, tengo pesadillas”. “Estuve de baja por un esguince cervical, cuando me incorpore, empezaron las amenazas de despido, me controlaban el tiempo que tardaba en realizar las tareas, me insultan”. 112 ANEXO III: NARRATIVAS “Siento que ya no puedo continuar en esa empresa, ya no es solo el Jefe, sino la falta de compañerismo. Creo que no hay derecho a que me traten de esta forma”. CASO 50.“Fue después de la firma del contrato indefinido, anteriormente había estado con contratos por tiempo determinado (de tres, de seis meses). Pero continúo sin entender el por qué, pues habría sido más fácil no haber hecho el contrato indefinido y haber prescindido de mi, que dedicarse ha hacerme la vida imposible”. CASO 51.“Creo que todo empezó con el cambio de mi jefe inmediato. A raíz de que se incorpora el nuevo empiezan en principio por exigir que realizásemos más horas, las cuales no se nos pagaban ni nos las compensaban. Cuando preguntaba, me respondía que si estaba mal que me fuese. Y esto no fue sólo, después vinieron los insultos, las amenazas, el ridiculizarme en publico, etc.” CASO 52.“Me han cambiado de puesto de trabajo, me difama, dice mentiras sobre mi, me amenaza. Llama a mi esposa y le habla mal de mí, le dice que soy malo. Los compañeros no me hablan”. “El empresario era como un hermano para mí, ¿Cómo me está haciendo esto? No entiendo que me ha pasado. Me siento herido y defraudado por él. Tengo mucha rabia y miedo a no poderme controlar y hacer alguna barbaridad, ya no puedo fiarme de nadie”. CASO 53.“Me acusan de robo, le dicen a mi mujer que le engaño con otras. Me han quitado el despacho. Me han reducido el sueldo. Me han quitado la llave de la fabrica”. “Siento rabia ante la situación, preocupación por el futuro, llevo mucho tiempo en la misma empresa, ya no soy joven, pero así ya no puedo continuar, me va en ello mi salud”. “No hay derecho a que me haga esto, yo que hice tanto por el y ahora me paga así. Nunca me lo hubiese imaginado, pensé que me jubilaría en esta empresa”. CASO 54.“Mi Jefe es el encargado de varia tiendas, me acosa sexualmente, me amenaza, a continuación me niega permisos, cambios de turno. Me vigila y me persigue”. “No puedo volver a trabajar, el jefe no va a cambiar. Tengo fobia a los 113 ANEXO III: NARRATIVAS centros comerciales, no se que voy a hacer, esto está repercutiendo en mi relación de pareja, tengo miedo a decirle lo que me está sucediendo a mi pareja, no se si lo va a entender, pero además temo por su reacción”. CASO 55.“Mi Jefe inmediato ha empezado a pedirme partes de todos los trabajos que realizo, tengo la sensación de que pretende hacerme un expediente y despedirme”. “Me siento inseguro, creo que voy a hacer algo mal y me van a expedientar, me siento controlado y eso aumenta mi nerviosismo y mi inseguridad. Siento que soy molesto para algunos Jefes que entraron después que yo y tienen menos conocimientos técnicos”. “No puedo dormir, me siento desorientado, lentitud en las reacciones. Dolor de cabeza. Estoy nervioso” CASO 56.“Yo creo que todo esto empezó hace más de un año, pero me he tenido que poner así de mal para darme cuenta que ya no podía continuar. En un principio el jefe me acosaba sexualmente, realizaba insinuaciones sexuales, las cuales yo rechazaba y a continuación pasó a hacerme la vida imposible en el trabajo, me ridiculizaba, me menospreciaba, me vigilaba, me seguía fuera del trabajo, montaba guardia delante de casa. He llegado a tener pánico de salir de casa, me lo encuentro en todas partes y me entra el terror, me pongo histérica (tiemblo, chillo,..) no me controlo”. CASO 57.“Me encuentro sobrecargada, he realizado diversos partes para demostrarle que no puedo con el trabajo, pero me ignora, me niega la información que necesito para el trabajo, me ridiculiza, es insoportable esta situación”. “Tengo miedo por las noches de pensar en que al día siguiente tengo que volver a trabajar. No entiendo por que me trata así. En mi país (Canadá), los empresarios se preocupan por la salud de sus trabajadores, aquí te maltratan”. CASO 58.“Me cambian de puesto de trabajo, me acusan de ladrona. Después de las vacaciones me incorpore y no me permitieron trabajar, durante cuatro días seguidos me presente al trabajo y no me permitieron trabajar, pedí hablar con el Jefe pero no me recibió”. “Lloro por nada, estoy triste, tengo pesadillas referentes al trabajo. 114 ANEXO III: NARRATIVAS Tengo ideas de muerte, no tengo ganas de nada. Siento que mi familia no me entiende, que no saben cómo me siento y eso me hace daño”. CASO 59.“Realmente yo, haciendo memoria, creo que todo esto empezó después del despido de otros compañeros, pero continúo sin entenderlo, por qué no me despidieron a mí también, sino me querían allí, igual es que no se fían de mí, no sé”. “Me encuentro mal, el otro día iba conduciendo y de momento no supe donde me encontraba, me dio miedo, no tengo ganas de nada, no duermo, lloro por nada. No se que hacer” 115 ANEXO III: NARRATIVAS 116