49-COM-2014 CORTE SUPREMA DE JUSTICIA: San Salvador, a las nuevehoras treinta y seis minutos del ocho de enero de dos mil quince. VISTOS en competencia negativa suscitada entre el Juez Cuarto de lo Civil y Mercantil de esta ciudad y el Juez Segundo de lo Civil y Mercantil de San Miguel, para conocer del Proceso Común de Indemnización por Daños y Perjuicios, promovido por los licenciados JOSÉ TRINIDAD C. R., AIDA ROSSETY C. F. y OSCAR DAVID C. V., los dos primeros en su carácter de Apoderados Generales Judiciales con Cláusula Especial de los señores NICOLASA CONCEPCIÓN Q. VIUDA DE S., EXCELSO ADRIAN R., RAFAEL C., FIDELINA P. VIUDA DE C. conocida por FIDELINA P. DE C., MAURICIA S. DE C. conocida por MAURA S. C. DE C. P., CARLA EVELYN C. S., EVANGELINA S. VIUDA DE A., CARLOS V. F. R., BETTY Z. DE G., MAURICIO ELEUTERIO Z. C., JOSÉ CARLOS V. B., MILAGRO DEL CARMEN C. DE V., MAURICIO B. Z. conocido por MAURICIO Z. B., MIRTALA A. DE A., MARÍA ISABEL A. DE A., ISAÍAS NAPOLEÓN M. B., FREDI EFRAÍN B., FLORA AMADA Z. DE R., AURORA ELENA G. DE C., SANDRA AZUCENA C., ROSA EMILIA G. F. DE P., ISRAEL P. M., FREDDY MAURICIO F. M., R. A., ROBERTO ENRIQUE G., ROSA LIDIA M. DE G., MARÍA ELIDA O. DE S., ELIDA ESPERANZA R. G., AMADEO J. D., DIGNA DEL CARMEN P. DE J., DIGNA ARACELY J. DE H., JOSÉ FREDIS P. S., JOSÉ ATILIO P., ROSAURA DEL CARMEN A. DE V., CARLOS ANTONIO Z. N., MARÍA CRISTINA O. VIUDA DE S., JOSÉ DIRLO P. H., GREGORIA E. A. DE P., JOSÉ HUMBERTO F. L., MARÍA ANTONIA U. DE O., MARÍA DEL CARMEN H. DE C., SALVADOR P. C., NAPOLEÓN A., LUIS ELMER H. C., JUDITH DEL C. H. DE H., BARTOLO ESTEBAN O. R., JOSÉ JAIME C., MARÍA BERTHA A. C., BLANCA ESTHER V. DE A., JULIO EZEQUIEL M. G., ANA LETICIA V. DE M., JOSÉ ENRIQUE G., JIUVER ALEXANDER V. A., MIGUEL OSMAR V. A., SONIA DEL CARMEN C., POLIDECTO G. R., FIDEL ANTONIO G. H., RICARDO B. C., JOSÉ ISRAEL V. B., MARTA B. DE B., FRANCISCO ARNELGE B. B. NELLY AMPARO B. L., MARTA MARGARITA S. C., MARINA C. DE T., MARÍA B. S. DE F., MARÍA ATANACIA A. DE S., JORGE ALBERTO S. C., JUANA DE DIOS F. B., LILIANA MARGARITA P. DE A. conocida por LILIANA MARGARITA A. y por LILIANA MARGARITA P. F., denominados primeros demandantes litisconsortes; el licenciado OSCAR DAVID C. V. en su carácter de Apoderado General Judicial con Cláusula Especial del señor OSCAR GEOFREDO C. P. conocido por OSCAR GEOFREDO C. P. y de las Sociedades INVERSIONES CARRANZA, S.A. DE C.V. y VACARRA, S.A. DE C.V., representadas legalmente por el señor OSCAR GEOFREDO C. P. conocido por OSCAR GEOFREDO C. P., denominados segundos demandantes litisconsortes; contra los señores LUIS ARMANDO M. M., PEDRO FAUSTO A. V., FRANCISCO JOSÉ M. E., JOSÉ E. R., quienes fungieron como Directores Propietarios de los Consejos Directivos de la Superintendencia del Sistema Financiero, también demandan subsidiariamente a la SUPERINTENDENCIA DEL SISTEMA FINANCIERO a través del Superintendente del Sistema Financiero licenciado VICTOR ANTONIO R. N., asimismo demandan por acción u omisión directa a la señora JUEZ SEGUNDO DE LO CIVIL DE SAN MIGUEL hoy JUEZA CUARTO DE FAMILIA DE SAN MIGUEL doctora MARÍA ESTHER FERRUFINO VIUDA DE PARADA y al licenciado ALEX MAURICIO L. R. como empleado de la Superintendencia del Sistema Financiero. VISTOS LOS AUTOS; Y, CONSIDERANDO: I. Los licenciados JOSÉ TRINIDAD C. R., AIDA ROSSETY C. F. y OSCAR DAVID C. V., en la calidad mencionada, presentaron demanda de Proceso Común de Indemnización por Daños y Perjuicios,la que fue asignada al Juzgado Cuarto de lo Civil y Mercantil de esta ciudad en la que MANIFESTÓ: Que el cinco de diciembre del año dos mil uno, la Superintendencia del Sistema Financiero a través del Licenciado Guillermo A. A., en ese entonces Superintendente del Sistema Financiero, en base a que supuestamente habían indicios de una captación ilegal de fondos y con el objeto de garantizar y darseguridada las víctimas de dicha captación de fondos, inició en el Juzgado Segundo de lo Civil de la ciudad de San Miguel, Diligencias Mercantiles Precautorias, las cuales tienen la referencia 301-DMP-2001,en contra de los Licenciados Oscar Geofredo C. P., Oscar David C. V. y de las sociedades “Bufete Carranza Posada S.A. de C.V.”, “Inversiones Carranza S.A. de C.V.”, y “Vásquez Carranza S.A. de C.V.”, pidiendo el congelamiento de todos los fondos que los presuntos infractores tengan depositados en las instituciones integrantes del Sistema Financiero, así como el secuestro de todos sus bienes. La solicitud fue admitida y se tuvo por parte al Superintendente del sistema financiero y se ordenó el secuestro preventivo de bienes y el congelamiento de fondos. Posteriormente en vista que no se solicitó la prorroga respectiva, el Juzgado Segundo de lo Civil de la ciudad de San Miguel, ordena levantar el embargo el secuestro de bienes y congelamiento de fondos y libra los oficios al Centro Nacional de Registros y a los Bancos del Sistema Financiero, haciendo la salvedad de que antes de la fecha del cinco de junio de dos mil dos, no se había librado oficio al Centro Nacional de Registros para que secuestrara preventivamente los bienes de los segundos demandantes litisconsortes.Ante tal situación la Superintendencia del Sistema Financiero a través del Superintendente Interino, solicitó la prórroga del plazo del congelamiento de fondos y del Secuestro de Bienes, el día cinco de junio de dos mil dos,resolviendo el Juzgado Segundo de lo Civil de la ciudad de San Miguel entre otras cosas, que se prorroga el plazo del congelamiento y el secuestro y se libran nuevos oficios a los bancos del Sistema Financiero, así como al Director del Centro Nacional de Registros a fin de que proceda a Secuestrar los bienes de las personas mencionadas,en los diferentes pasajes de las Diligencias Mercantiles Precautorias a partir del escrito de prórroga de fechados de diciembre de dos mil dosse sigue la misma mecánica antes señalada es decir que se admite la prórroga y se extienden los oficios a las Instituciones Bancarias y al Director del Centro Nacional de Registros y son entregados a la Superintendencia del Sistema Financiero a través del susodicho señor L. R., quien solamente presenta los oficios dirigidos a las Instituciones Bancarias, los cuales son contestados y remitidos por estas al Juzgado mencionado, pero no sucede lo mismo con los oficios dirigidos al Director del Centro Nacional de Registros ya que a pesar de que la Superintendencia del Sistema Financiero los recibe, nunca los presenta por lo que no se ejecuta materialmente el Secuestro de Bienes en contra del Licenciado Oscar Geofredo C. P. y las sociedades que representa, pasando dichos bienes sin congelarse durante más de SIETE AÑOS, ocasionándoles a sus mandantes, graves daños y perjuicios. El fin de que la Superintendencia del Sistema Financiero iniciara las Diligencias Mercantiles Precautorias era el CONGELAMIENTO DE FONDOS Y EL SECUESTRO DE BIENES, para salvaguardar los intereses de todas las personas que se sentían afectadas por las actuaciones del señor Carranza Posadas y otros, con el objeto de que estos no hicieran ningún tipo de enajenación y transferencia de los bienes que serian congelados, el primero es decir el congelamiento de fondos sí se hizo efectivo a través de los diferentes oficios dirigidos a las Instituciones Bancarias, PERO EL SEGUNDO, es decir el Secuestro de bienes, NUNCA se hizo efectivo sino hasta el día cinco de junio de dos mil nueve, es decir MAS DESIETE AÑOSdespués que fue emitidoel primer oficio de fecha veintiuno de junio de dos mil dos, cuando los bienes de mayor valor habían sido extraídos a través de diversos procesos incoados en contra del Licenciado Oscar Geofredo C. P. y las sociedades que representa. Continúa manifestando el actor, que la Superintendencia del Sistema Financiero incumplió deliberadamente su obligación de acatar la orden emitida por el Juzgado Segundo de lo Civil de la ciudad de San Miguel ocasionando esta omisión, cuantiosos y claramente cuantificables daños y perjuicios a nuestros mandantes y en forma especial a los primeros demandantes litisconsortes ya que con la omisión de la Superintendencia no se cumplió el fin primordial de las Diligencias Mercantiles Precautorias que era salvaguardar los intereses de todos aquellos que se sentían afectados por las actuaciones de los segundos demandantes litisconsortes. Concluye la parte actora, que se iniciaron por parte de la Superintendencia del Sistema Financiero; en primer lugar Proceso Administrativo y luego Diligencias Mercantiles Precautorias en el Juzgado Segundo de lo Civil de la ciudad de San Miguel; además en el mismo Juzgado en mención se iniciaron Juicios Ejecutivos debido a que existían deudas por parte de los segundos demandantes litisconsortes con diferentes personas las cuales habían sido garantizadas con Mutuos Hipotecarios a favor de ellos, los cuales sirvieron de base para tales juicios, y debido a que el valor real de los inmuebles era superior a las deudas contraídas, es que era necesario el secuestro preventivo de bienes, el cual como se determinó se dio pero solamente en contra de los segundos demandantes litisconsortes, pues estos no podían disponer libremente de sus bienes, ni negociar, ni vender, ni hipotecar, ni realizar ninguna operación para cancelar deudas contraídas, violándose claramente derechos consagrados en la Constitución y por el contrario los acreedores hipotecarios por la negligencia u omisión de la Superintendencia del Sistema Financiero y de la señora Juez del Juzgado Segundo de lo Civil sí pudieron adjudicarse en pago dichos inmuebles mediante procedimientos al menos sospechosos, y violándose asimismo el principio de igualdad de las partes y otros derechos consagrados en la Constitución pues para los segundos demandantes litisconsortes estaban secuestrados preventivamente, pero para el resto del mundo no, por lo que el supuesto congelamiento nunca operó “erga omnes”, pues para ello debía haberse inscrito los oficios en los registros competentes, oficios que fueron retenidos deliberada y sistemáticamente por más de siete años por parte de las instituciones del estado, que omitieron cumplir con su debe de evitar la enajenación de los bienes de los segundos demandantes litisconsortes. En razón de lo expuesto PIDEN: que en sentencia definitiva se les condene al pago de la correspondiente Indemnización de daños y perjuicios ocasionados a los primeros demandantes litisconsortes y segundos demandantes litisconsortes calculada para los primeros en la suma total de DOS MILLONES CIENTO SESENTA Y SIETE MIL CIENTO SESENTA Y CUATRO DOLARES CON VEINTE CENTAVOS DE DÓLAR DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMERICA y para los segundos la suma total de TRES MILLONES TRESCIENTOS VEINTICUATRO MIL QUINIENTOS CUARENTA Y SIETE DOLARES DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMERICA, más el Daño Lucro Cesante Futuro mientras dure el proceso . II.El Juez Cuarto de lo Civil y Mercantil de esta ciudad, por auto de las nueve horas veinte minutos del diez de enerode dos mil catorce, agregado a fs. 792 y 793 en lo esencial EXPUSO: que al analizar el contenido de la demanda presentada, la parte actora estableció dos pretensiones que son: 1) La declaratoria de la existencia y responsabilidad de los demandados por incumplimiento de sus obligaciones y 2) La indemnización de daños y perjuicios ocasionados; y en vista de tratarse de dos pretensiones, para establecer el criterio aplicable con respecto a la competencia territorial regulado en el Art. 36 inciso 1° CPCM, habrá que determinar cuál de las pretensiones es fundamento de la otra, por lo que argumenta el referido funcionario que la pretensión identificada como número uno es las que sirve de base o fundamento de la segunda, en virtud que el supuesto incumplimiento de los demandados ha motivado la exigencia de la indemnización de daños y perjuicios; en ese sentido, al encontrarse dirigida la pretensión de la declaración de responsabilidad contra la doctora María Esther Ferrufino viuda de Parada, quien es del domicilio de San Miguel, manifiesta el juzgador que carece de competencia en razón del territorio para conocer del presente proceso. III. El Juez Segundo de lo Civil y Mercantil de San Miguel, por auto de las quince horas cincuenta minutos del cuatro de febrero de dos mil catorce, agregado de fs. 806 al 809 en lo medular de su resolución MANIFESTÓ:que el Juez remitente basó su incompetencia territorial en que los demandantes han planteado dos pretensiones que son 1) la declaratoria de existencia y responsabilidad de los demandados por incumplimiento de sus obligaciones y 2) la indemnización de daños y perjuicios ocasionados, aduciendo que la primera es el fundamento de la segunda, en virtud de ello y por sostener que la primera de las pretensiones está dirigida en contra de la demandada María Esther Ferrufino Viuda de Parada quien es del domicilio de San Miguel, dicho juzgador se declara incompetente y remite el proceso al Juez Segundo de lo Civil y Mercantil de San Miguel; por otro lado, dicho funcionario manifiesta que de existir acumulación de pretensiones, como es el supuesto que se analiza, es necesario observar en cada una de las mismas, todos los elementos subjetivos, objetivos y fundamentación o causa, es decir, que en cada una de las pretensiones acumuladas se debe poder distinguir la concurrencia de los tres elementos dichos, pues de no ser así, no habrían varias pretensiones que se hayan acumulado, sino que solamente existiría una pretensión. Asimismo, menciona que en caso de existir unidad de pretensión en relación a varias personas demandadas de distintos domicilios, como es el caso que nos ocupa, la parte demandante puede elegir a su arbitrio entre los diversos jueces igualmente competentes en razón del territorio; en virtud de ello, considera que el Juez Cuarto de lo Civil y Mercantil de esa ciudad es plenamente competente en razón del territorio para conocer del caso en estudio, por lo que no debió declararse incompetente. Por otro lado, manifiesta el juzgador que existen las dos pretensiones aducidas por el Juez remitente, debido a que la declaratoria de la existencia y responsabilidad de los demandados por incumplimiento de sus obligaciones lo cual el referido funcionario considera fundamento de la pretensión, únicamente es el fundamento fáctico es decir la causa de pedir de la única pretensión planteada que es el reclamo de indemnización de daños y perjuicios, es decir, constituye la plataforma fáctica que sirve de fundamento a la única pretensión de indemnización de daños y perjuicios, sin llegar a constituir una pretensión diferente. Al existir una sola pretensión, advierte el Juez Segundo de lo Civil y Mercantil de San Miguel, que debió aplicarse lo establecido en el Art. 36 inciso final CPCM, por lo que existiendo demandados del domicilio de San Salvador y por haberse presentado la demanda en dicha jurisdicción, el Juez remitente es territorialmente competente. En vista de lo anterior, el referido juzgador se declara incompetente en razón del territorio para conocer del proceso de mérito. IV. Los autos se encuentran en esta Corte para dirimir el conflicto de competencia suscitado entre el Juez Cuarto de lo Civil y Mercantil de esta ciudad y el Juez Segundo de lo Civil y Mercantil de San Miguel. Analizados los argumentos planteados por ambos funcionarios se hacen las siguientes CONSIDERACIONES: En el caso de mérito, nos encontramos frente a un conflicto de competencia por razón del territorio. La parte actora claramente ha establecido en la demanda, que los domicilios de los demandados son: Santa Tecla, San Miguel y San Salvador respectivamente, lo anterior conlleva a que los Jueces de cualquiera de dichos domicilios sean competentes por razón del territorio. El Art. 36 inciso 2° CPCM establece lo siguiente: “[…] Cuando se plantee una única pretensión a personas de distinto domicilio, la demanda podrá presentarse ante el tribunal competente para cualquiera de ellas.”; en ese sentido será competente el tribunal de cualquiera de dichas localidades. Aunado a tal situación, elArt. 33 Inciso 1° CPCM, establece la regla general para determinar la competencia territorial, señalando que es competente por razón del territorio, el tribunal del domicilio del demandado; asimismo, consideramos que el artículo citado, nos recuerda que en el derecho, así como en la vida misma, el lugar determina la realización de los hechos o si se quiere con más precisión, de los actos jurídicos, en este caso, que el lugar entendido como domicilio de los demandados condiciona la presentación de la demanda por parte del actor y el conocimiento del Juez, previa calificación de éste sobre su competencia territorial. Si la parte actora manifiesta que sus demandados son de determinado domicilio, lo hace en cumplimiento del Art. 276 ordinal 3° CPCM, contribuyendo con ello a determinar el elemento pasivo de la pretensión, luego a la parte demandada corresponderá controvertir tal situación y no al Juez, quien no es parte en el proceso. En consecuencia, la manifestación del domicilio de la parte demandada constituye un asunto de hecho y no de derecho, por cuyo motivo a la parte actora corresponde manifestarlo; y el Juez, no debe colegir inquisitivamente un domicilio basándose en otras circunstancias, cuando la parte actora denuncia claramente en su demanda el domicilio de sus demandados y además es clara su intención con respecto ante cual de los Jueces competentes quiere incoar su pretensión, como es el caso de autos, en el cual la parte actora ha sido clara al manifestar su decisión de demandar ante el Juez natural de los demandados del domicilio de esta ciudad, como bien lo argumenta el Juez Segundo de lo Civil y Mercantil de San Miguel al declinar su competencia. De esta manera, la regla de competencia aplicable para el caso en examen, es la establecida en el Art. 36 inciso 2° CPCM como ya se comentó con anterioridad; en consecuencia confiriéndosela al Juez que tiene competencia objetiva y que debió conocer, se busca asegurar que todo juzgador cumpla con su deber de sustanciar los casos y que evite provocar la tramitación de un conflicto de competencia innecesario y se atente contra el derecho a gozar del trámite del proceso sin dilaciones indebidas; es decir, de esa manera la Corte busca cumplir con su deber de vigilar que se administre una pronta y cumplida justicia de conformidad a lo establecido en el Art. 182 at. 5ª Cn. Es menester señalar que de la demanda claramente se colige que la pretensión principal del actor es la indemnización por daños y perjuicios ocasionados a los demandantes, en razón de ello deviene la naturaleza de la vía procesal que se tramita, es decir un proceso declarativo común, el cual tiene por objeto la determinación de la obligación jurídica de indemnizar los daños y perjuicios, la necesidad de obtener la declaración de esta obligación y cuantificar dichos daños, que es lo que legitima la forma en que el legislador ha regulado la situación para potenciar la satisfacción correspondiente, dicho proceso se encuentra regulado en el Art. 239 CPCM, en virtud de ello, es necesario advertir al Juez Cuarto de lo Civil y Mercantil de esta ciudad que debe examinar cuidadosamente su competencia y no declinarla en razones no ajustadas a derecho puesto que para el caso en análisis, la pretensión reclamada es una, de la cual se derivan una serie de consecuencias jurídicas posteriores, no siendo estas otras pretensiones distintas a la principal. En vista de lo anteriormente expuesto se concluye que el competente para conocer y decidir del caso de autos es el Juez Cuarto de lo Civil y Mercantil de esta ciudad y así se determinará. POR TANTO: de acuerdo a las razones expuestas, disposiciones legales citadas y Arts. 182 at. 2ª y 5ª Cn y 47 inciso 2° CPCM a nombre de la República, esta Corte RESUELVE: A) Declárase que es competente para sustanciar y decidir el caso de mérito, el Juez Cuarto de lo Civil y Mercantil de esta ciudad (3); B) Remítanse los autos a dicho funcionario, con certificación de esta sentencia, a fin de que disponga el llamamiento a las partes para que comparezcan a hacer uso de sus derechos dentro del término legal correspondiente; y C) Comuníquese esta providencia al Juez Segundo de lo Civil y Mercantil de San Miguel (1), para los efectos de Ley. HÁGASE SABER. A. PINEDA.------------J. B. JAIME.-----------E. S. BLANCO R.------M. REGALADO.-----------O. BON F.-------D. L. R. GALINDO.------R. M. FORTIN H.-----------L. C. DE AYALA G.-----J. R. ARGUETA.---------DUEÑAS.------RICARDO IGLESIAS.------PRONUNCIADO POR LOS MAGISTRADOS Y MAGISTRADAS QUE LO SUSCRIBEN.------------S. RIVAS AVENDAÑO.-------SRIA.------RUBRICADAS.