Apuntes sobre el Evangelio de Juan por Roberto Johnson Ost Versión 2 mayo 2011 Introducción Autor El autor no se identifica directamente, pero se menciona en varios textos. 21.24 “Este es el discípulo que da testimonio de estas cosas, y escribió estas cosas”. Así que, era uno de los 12 apóstoles, y uno de los seis apóstoles que fueron con Pedro a pescar (21.2). Al decir “este”, se refiere al versículo 20--el discípulo a quien amaba Jesús (vea13.23-25; 19.26; 20.2; 21.7). En el 19.35, dice, “Y el que lo vio da testimonio, y su testimonio es verdadero”. 1.14-“Vimos su gloria”. Así que, el autor era testigo de lo que escribe en el evangelio. La tradición predominante es que el apóstol Juan era el autor. Lectores El autor no especifica quiénes son los lectores. Fecha y lugar El autor no menciona directamente sus circunstancias. La única referencia indirecta a alguna fecha, es cuando menciona la muerte de Pedro (21.19). Si Pedro ya había muerto para cuando se escribió este evangelio, fue entonces después del año 66 o 67 d.C., cuando Pedro probablemente fue martirizado. La tradición de la iglesia dice que fue escrito a fines del primer siglo desde Asia Menor. Propósito (y versículos claves) El autor declara su propósito claramente en 20.30-31. El escribió acerca de estas señales para que los lectores creyeran que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y así tuvieran vida en su nombre. No es una biografía de Jesús. Es un libro con relatos históricos seleccionados, con el fin de producir fe en Jesús. Es un libro evangelístico. [Compara el propósito de Lucas (Lucas 1.1-4), “para que conozcas bien la verdad” acerca de Jesús.] Las palabras claves del libro se encuentran aquí: > señales--la revelación o manifestación de la deidad de Jesús > creer--(se usa 98 veces) que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios--la reacción que producen las señales > vida eterna--el resultado en la vida del creyente Juan y los evangelios sinópticos Los primeros tres evangelios se llaman “sinópticos” porque presentan un panorama común de la vida y ministerio de Jesús. Hay muchos paralelos en sus narrativas. Juan es único en su contenido. De los 7 milagros que él relata, 5 no se encuentran en los sinópticos. Casi no hay parábolas en Juan. Los relatos de Juan 1.19 - 5.47, no se encuentran en los sinópticos. Juan omite mucho del ministerio de Jesús en Galilea (Mateo 4.13 - 14.21; Marcos 1.21 - 6.44; Lucas 4.15 - 9.10). El material de Juan 7 - 11 también es único, y también casi todo lo de Juan 14 - 17. Juan, entonces, nos presenta un panorama diferente del mismo Jesús. Su evangelio es muy valioso en complementar lo que los sinópticos nos relatan. 1 Bosquejo (letras en negrilla--señales de Jesús) Introducción (1.1-18) I. Señales y enseñanza (1.19 - 11.57) A. Los primeros discípulos (1.19 - 1.51) B. Jesús cambia el agua en vino (2.1-12) C. Jesús limpia el templo (2.13-25) D. Jesús habla con Nicodemo (3.1-21) E. Juan testifica de Jesús (3.22-36) F. Jesús habla con la samaritana (4.1-42) G. Jesús sana al hijo del oficial del rey (4.43-54) H. Jesús sana al paralítico en Betesda (5.1-47) I. Jesús alimenta a 5,000 y anda sobre el mar (6.1-71) J. Jesús asiste a la fiesta de los tabernáculos (7.1-52) K. Jesús perdona a la adúltera (8.1-11) L. Jesús enseña a y discute con la gente (8.12-59) M. Jesús sana al ciego (9.1-41) N. Jesús se declara el buen pastor (10.1-42) O. Jesús levanta a Lázaro de la muerte (11.1-57) II. Preparación para el fin (12 - 17) A. Jesús es ungido por María (12.1-11) B. Jesús se declara Rey--la entrada triunfal (12.12-19) C. Jesús habla de su muerte: el grano de trigo, la luz del mundo (12.20-50) D. Jesús ministra a sus discípulos (13 - 17) 1. Lava sus pies (13) 2. Les enseña (14 - 16) 3. Ora por ellos (17) III. La muerte de Jesús (18 - 19) A. Arrestado (18.1-11) B. Juzgado (18.12-19.16) 1. Juicio religioso (18.12-27) 2. Juicio civil (18.28-19.16) C. Crucificado (19.17-37) D. Sepultado (19.38-42) IV. La resurrección de Jesús (20 - 21) A. Jesús se aparece a María Magdalena (20.1-18) B. Jesús se aparece a 10 discípulos (20.19-23) C. Jesús se aparece a 11 discípulos (Tomás) (20.24-31) D. Jesús se aparece a 7 discípulos (21.1-23)--la pesca milagrosa Conclusión (21.24-25) 2 Introducción (1.1-18) 1. Jesús es el Verbo (1.1-5). Esta sección habla de su eternidad y deidad. a. Su relación con Dios-3 verdades Verbo=Palabra. Las palabras se usan para comunicar algo. Jesús es la comunicación, la revelación, la expresión de Dios a nosotros. 1) “En el principio era el Verbo”--En el principio del tiempo y espacio, (vea Génesis 1.1), Jesús ya era. El existía antes de la creación. No llegó a ser; siempre existía con Dios. El no tuvo principio; es eterno, como el Padre. 2) “El Verbo era con Dios”-- O “delante de Dios”. Como una persona con otra persona. Comunión. Dos Personas. Dos Seres. (P.e., en el Salmo 110.1, Jehová habla con Adonai. El Padre habla con el Hijo.) 3) “El Verbo era Dios”--tenía la naturaleza divina. Una esencia divina. Esto es un misterio que con nuestras mentes finitas no podemos plenamente captar--que Jesús y el Padre son dos Personas distintas, pero en una esencia divina. Hay un solo Dios, que existe en tres Personas (incluyendo también el Espíritu Santo, no mencionado aquí). El hecho de que no lo podemos entender, no significa que no pueda ser. Dios nos lo ha revelado, y lo aceptamos por fe. 2. b. Su relación con el mundo Jesús es el Creador de todo (vea Hebreos 1.2). c. Su relación con los hombres La vida estaba en él (vea 1 Juan 5.11-12). La luz está en él. La luz resplandece continuamente, revelando las cosas como son, en medio del pecado e ignorancia. Las tinieblas no prevalecieron contra (o no comprendieron) la luz. Jesús es la luz del mundo (1.6-13). a. El testimonio de Juan Su propósito--que todos creyeran en Jesús. Es un mensaje universal. b. 3. Reacciones a Jesús El mundo--no le conoció Los suyos--no le recibieron Algunos creen en él, le reciben--y Dios da a ellos la autoridad, el derecho de ser hechos hijos de Dios. Ellos llegan a ser hijos de Dios porque nacen de Dios. No es una obra del hombre, sino de Dios. Jesús el Verbo--su encarnación (1.14-18) 3 El Verbo eterno y divino se hizo carne, se hizo hombre. Jesús siempre era Dios. Antes de la encarnación, no tenía cuerpo. Desde su encarnación, es el Dios hombre, con cuerpo humano. 100% Dios y 100% hombre--una Persona con dos naturalezas. El vivió entre los hombres. Como vivió entre los hombres, los hombres lo vieron, lo pudieron observar. Al verlo, vieron la gloria de Dios. >Gloria--una manifestación visible o audible del carácter invisible de Dios. Dios es invisible, pero lo podemos conocer a través de Cristo, porque él manifestó completamente los atributos de Dios en una forma visible, en su propio cuerpo. No con un resplandor (solo en el Monte de Transfiguración), sino con sus palabras y sus hechos. De estos atributos, Cristo demostró dos en particular, y en su plenitud. Jesús estaba lleno de estas dos cosas: >Gracia--lo que Dios hace por nosotros o en nosotros sin ningún mérito nuestro >Verdad--la realidad, la luz, las cosas como son Juan dio testimonio de la pre-existencia de Jesús. Juan era mayor que Jesús humanamente, pero Jesús existía antes de Juan. Vea Juan 1.27, 30. Juan dice que no solamente podemos ver a Jesús, sino también recibir de su plenitud. ¡Qué hermoso! No nos da gotitas, pedacitos, migajas, sino de su plenitud. Podemos no solo observar la gracia de Jesús sino recibir “gracia sobre gracia”--un río que fluye continuamente, misericordias nuevas cada día. Moisés dio la ley. La ley dice lo que el hombre debe hacer, exige lo correcto. Pero como el hombre desobedece, la ley lo condena. La ley revela nuestro pecado, pero no tiene remedio. La ley es como un espejo que nos muestra que estamos sucios. Pero no nos puede limpiar. La ley nos deja condenados. Pero Cristo ofrece gracia--lo que Dios hace por nosotros, sin merecerlo. La gracia perdona, porque Cristo pagó el precio de nuestro pecado en la cruz. La gracia cambia el corazón. La gracia sí nos limpia, como el jabón. Cristo también trajo la verdad. El nos da la perspectiva de Dios. Arroja luz sobre toda nuestra vida. No tenemos que escondernos en la oscuridad. Podemos caminar en la luz, confesar nuestros pecados, porque la sangre de Cristo nos limpia. Cristo nos trae verdad que nos hace libres. Lo que Jesús enseña no son fábulas, “ideas bonitas”, ideales irrealistas. Es la realidad sólida, confiable, divina. Jesús es el “unigénito”--él es único. Nosotros somos hijos de Dios, pero solo Cristo es el unigénito--el Hijo eterno. 4 Señales y enseñanza (1.19 - 11.57) Los primeros discípulos (1.19 - 51) Este pasaje abarca 4 días: Primer día (19-28) Segundo día (29-34) Tercer día (35-42) Cuarto día (43-51) El testimonio de Juan (19-34). 1. Acerca de sí mismo (19-28). Día 1. ¿Quién eres? Negativo--Cristo, Elías (Malaquías 4.5), el Profeta Positivo--una voz, para preparar el camino del Señor. [Nota: En Juan 1.23, Juan cita Isaías 40.3. Preparar el camino para el Señor (Jesús), es lo mismo que preparar el camino para Jehová. En otras palabras, Jesús es Jehová.] ¿Por qué bautizas? Hay uno en medio de Uds. a quien no conocen. El es antes de mí, y no soy digno de desatar la correa de su sandalias. 2. Acerca de Jesús (29-34). Día 2. Quién es y qué hace El Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo--el sacrificio por nuestros pecados. El cumplimiento de los tipos (símbolos) del Antiguo Testamento. Un Salvador universal. Existía antes de Juan (aunque Juan era mayor humanamente), vea 1.15, 27 Bautiza con el Espíritu Santo El Hijo de Dios Cómo Juan lo reconoció Dios le dio una señal--la paloma, y la vio sobre Jesús. 5 Cuatro Testigos (1.35-51). Días 3-4 Versículos 35-39 40-42 43-44 45-51 El testigo Juan Andrés Jesús Felipe A quién testificó 2 discípulos (Andrés) Simón (Pedro) Felipe Natanael El inicio ¡Mira! El Cordero de Dios lo “halló”--41 lo “halló”--43 lo “halló”--45 La conversación Jesús: ¿Qué buscan? Discípulos: ¿Dónde moras? Hemos hallado al Mesías La invitación Jesús: Vengan y vean. Jesús: Serás llamado Cefas Jesús: Sígueme La respuesta Siguieron [Siguió] [Siguió] F: Hemos hallado al que cumple las profecías del AT N: Pregunta F: Ven y ve Jesús: Te vi debajo de la higuera Tú eres el Hijo de Dios, el Rey de Israel ¿Qué aprendemos aquí acerca de cómo testificar? 6 Jesús cambia el agua en vino (2.1-12). 1. Conversación con María (2.1-5) María le menciona que el vino se había acabado--una pena en una boda. Ella esperaba algo de él, no sabemos qué era. Pero Jesús le contesta con una palabra de separación--no con aspereza, ni falta de respeto (vea Juan 19.26, cuando con ternura le dice, “Mujer”). Su relación con su Padre celestial tiene primer lugar (vea Mateo 12.46-50; Lucas 2.49). María se somete a la respuesta de Jesús--y con confianza les dice a los siervos, que también hagan todo lo que él dice. 2. El milagro (2.6-12) “rito de purificación” (6)--Los judíos se lavaban las manos antes y después de comer, y también lavaban los utensilios. Era muy importante para ellos (vea Marcos 7.3-4). Una purificación ceremonial. “2 o 3 cántaros”--jarrones grandes El significado del milagro: Era la primera señal de Jesús (11). Una señal apunta hacia algo--señala. Las señales demostraban que Jesús era el Mesías, el Hijo de Dios. El propósito del milagro: manifestar su gloria--manifestar visiblemente su naturaleza divina invisible, interna. En este caso, su poder sobre la naturaleza. El resultado del milagro: Sus discípulos (vea capítulo 1) creyeron en él (vea Juan 20.3031). Jesús limpia el templo (2.13-25). 1. La limpieza (13-16) Primero--Mira el “mercado” que habían hecho de la casa de su Padre (el pecado de ellos). Segundo--Radicalmente, violentamente, físicamente, saca el pecado, lo sucio. Tercero--Verbalmente reprende este pecado, y declara que Dios es “mi Padre”. 2. La reacción (17-22) Los discípulos--se acuerdan de la profecía mesiánica (Salmo 69.9). Los judíos (líderes)--no tienen el valor de arrestarlo, ni detenerlo ni reprenderlo, pero le hacen una pregunta acerca de su autoridad, pidiendo una señal para comprobarla. La única señal que él da a estos líderes con corazones duros, es la de la resurrección (vea Mateo 12.38-40--la señal de Jonás). Jesús es invencible. Aun cuando lo matan, resucitará. 7 “En cuarenta y seis años fue edificado este templo” (2.20). Herodes el Grande engrandeció y remodeló el segundo templo (que se construyó después del cautiverio). Cuando Jesús lo limpió, Herodes ya tenía 46 años en esta labor. 3. Los milagros (23-25) Aunque Jesús a los líderes no les da señal, sí hace señales entre la gente durante la fiesta, y muchos creen. Pero su fe es muy superficial, pasajera, no genuina como la de los discípulos. Jesús no se entrega a ellos, porque los conoce. Jesús sabe perfectamente bien lo que hay en el corazón del hombre. Jesús habla con Nicodemo (3.1-21). Juan relata el diálogo acerca del reino de Dios y el nuevo nacimiento. Nicodemo era fariseo--los “apartados”--que guardaban estrictamente la ley y las tradiciones. El reconoce a Jesús como un hombre de Dios por las señales que hizo. 1. La necesidad de nacer de nuevo (1-8) El nuevo nacimiento se menciona 5 veces: > “el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.” (3) > “el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.” (5) > “lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.” (6) > “Os es necesario nacer de nuevo.” (7) > “así es todo aquel que es nacido del Espíritu” (8) El nuevo nacimiento es el requisito divino para ver y entrar al reino de Dios. Aún un hombre religioso como Nicodemo tenía que nacer de nuevo. El nuevo nacimiento es una obra del Espíritu Santo. Nuestro primer nacimiento es físico (de la carne). Por medio de él, tenemos vida física. El segundo nacimiento es espiritual. Por medio de él, tenemos vida espiritual. Antes de nacer de nuevo, no somos hijos de Dios, y estamos muertos espiritualmente. 2. La necesidad de que Jesús sea crucificado y de la fe en él (9-21) Jesús hace una comparación con la ocasión cuando Moisés hizo la serpiente de bronce y la puso en un palo, para que los que miraran fueran sanados (Números 21.1-9). Así Cristo será levantado en una cruz (vea 8.28; 12.33-34), para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. El motivo de Dios: amor La acción de Dios: enviar a su Hijo 8 La parte del hombre: creer en Jesús El propósito de Dios: dar vida eterna al hombre en vez de perdición salvar al hombre en vez de condenarlo La respuesta del hombre: El resultado de su reacción (18): 1. El creyente no está condenado (vea Romanos 8.1). 2. El incrédulo ya está condenado por su falta de fe en Jesús. La explicación de la condenación (19-21): La luz vino al mundo--Jesús revela las cosas como son. Muestra la verdad acerca de nuestra vida, y la verdad acerca de la solución para nuestro pecado. 1. Los incrédulos-Aman las tinieblas. Sus obras son malas. Aborrecen la luz. No vienen a la luz. 2. Los creyentes-Practican la verdad. La verdad no solo se cree, sino también se vive. Vienen a la luz (cp 1 Juan 1.7). Sus obras son hechas en Dios. Juan testifica de Jesús (3.22-36). 1. El trasfondo (22-24)--dos maestros y sus discípulos ¿Dónde? Judea Enón ¿Quiénes? Jesús y sus discípulos Juan ¿Qué hacían? Pasaban tiempo juntos. Bautizaban. Bautizaba. ¿Cuándo? Antes del encarcelamiento de Juan Un posible conflicto entre dos maestros. 2. El “comentario” y la respuesta (25-36) Le comentan a Juan: Tú apoyaste a Jesús, pero ahora todos van con él (26). Juan (27-30): Dios honra a las personas. 9 Mi misión es de preparar el camino para el Mesías. Así que, yo me gozo ahora que él haya llegado. El tiene que crecer y yo tengo que disminuir. Jesús se describe a sí mismo El que viene de arriba, del cielo (31) El que es sobre todos (31) Lo que vio y oyó, esto testifica (32) El que Dios envió (34) El habla las palabras de Dios, porque Dios le da el Espíritu Santo sin límite, sin restricción, continuamente (34). El Hijo (35) En el último versículo (36), hay una referencia más a nuestra respuesta a Jesús: El que cree en Jesús tiene vida eterna (vea 15, 16). El que no cree en Jesús. . . no verá la vida la ira de Dios está sobre él. Jesús habla con la samaritana (4.1-42). Este es un ejemplo magnífico de cómo Jesús evangelizó. Podemos aprender muchas lecciones de él. 1. Trasfondo (1-6) Jesús hacía y bautizaba discípulos--mas que Juan. “hacer discípulos”--vea Mateo 28.19; Hechos 14.1. Es la meta del evangelismo--hacer seguidores de Jesús. Y empieza un proceso--porque seguir a Jesús es lo que hacemos toda la vida. El bautismo es el primer paso público después de hacer la decisión de seguir a Jesús. Jesús va de Judea (sur) a Galilea (norte) y pasa por Samaria (en el centro de Israel). 2. Conversación (7-26) Inicio--Jesús toma la iniciativa. Le pide agua. Pedir un favor es una manera de iniciar una plática acerca de Dios. La mujer está sorprendida, porque los judíos odiaban a los samaritanos (una raza mixta con sangre judaica y gentil). A veces tenemos que romper con las costumbres para testificar. Jesús pica su curiosidad--diciendo que él podría darle agua viva. Habla de algo natural para comunicar algo espiritual. Ella le pregunta si él es mayor que Jacob--que había hecho el pozo donde estaban sentados. 10 Jesús dice que el que toma el agua que él da--nunca tendrá sed. Solo Jesús sacia la sed del ser humano permanentemente. Ella tiene deseos de esa agua, aunque todavía no entiende que es espiritual. Jesús saca a la luz su pecado. Ha tenido 5 maridos, y vive en unión libre con otro hombre. Ella reconoce la verdad de lo que Jesús dijo acerca de sus esposos (tú eres profeta), y cambia el tema a la “religión”--diferencias entre los judíos y los samaritanos. Jesús le habla acerca de la verdadera adoración. No tiene que ver con lugares, sino con la verdad y el espíritu. Es necesario adorar a Dios según la verdad: no todas la religiones son iguales. También tiene que ser en espíritu--no ritos y ceremonias externos. Dios no necesita nuestra adoración, pero la busca. “adorar”--20, 21, 22, 23, 24. Se usa 11 veces en estos versículos. La salvación viene de los judíos porque Jesús es judío. En el versículo 26, Jesús declara claramente que él es el Mesías. 3. Resultados iniciales (27-30) La mujer va y cuenta a la gente de Jesús. No tenemos que esperar para decir lo que Jesús ha hecho en nuestra vida. La gente sale para ver a Jesús. 4 5. La motivación (31-38) a. Comida Lo que le saciaba a Jesús era hacer la voluntad de Dios y terminar su obra (vea Pablo--Hechos 20.24). Aquí expresa el deseo, en Juan 17.4, el cumplimiento. b. Cosecha Los campos están listos para segar. No hay que esperar. c. Recompensa A algunos les toca sembrar, y a otros cosechar. Todos trabajamos juntos. Todos nos gozamos en la cosecha. Y cada uno recibe recompensa. Más resultados (39-42) Muchos creen por el testimonio de la mujer. Muchos más creen por la palabra directa de Jesús, que él es el Salvador del mundo. 11 Jesús sana al hijo del oficial de rey (4.43-54). Jesús ahora llega a Galilea (vea 4.3), quizás para evitar las multitudes. En su propia tierra, no tendría tanta honra. Los galileos sí le reciben, porque habían visto los milagros que hizo Jesús en Jerusalén durante la fiesta (2.23). Este pasaje nos habla de diferentes tipos de fe. 1. Fe por haber visto Un oficial del rey (Herodes) viene a Jesús y pide que vaya a sanar a su hijo, que está a punto de morir. Hay fe basada en ver milagros (48). Se fundamenta en lo que uno ha experimentado o visto del poder de Dios. 2. Fe en la Palabra de Jesús Jesús no acepta ir con él. El quiere que el hombre tenga fe en su pura palabra, aun sin ir. Le dice sencillamente: Vé, tu hijo vive. El hombre cree y se va. Ya no pide que Jesús vaya. La fe y la obediencia no se pueden separar. 3. Fe en la Persona de Jesús Primero se da cuenta del milagro que Jesús había hecho “a distancia”, precisamente a la hora cuando Jesús dijo. Eso produce en él una fe en Jesús mismo--en su Persona. Juan llama esto la segunda señal de Jesús, porque es la segunda que él relata que Jesús hizo en Galilea. Jesús sana al paralítico en Betesda (5.1-47). 1. Introducción (1-5) El tiempo--una fiesta El lugar--Jerusalén, un estanque llamado Bestesda (“casa de misericordia”) Las personas--enfermos El hombre--tiene 38 años de estar enfermo. 2. La sanidad (6-9) Jesús le pregunta si quiere ser sanado, pero él no ve ninguna posibilidad. Jesús le manda que se levante y camine. El hombre obedece (la obediencia de la fe) y es sanado. 12 3. La controversia acerca del sábado (10-18) Le acusan al hombre de “trabajar” en el sábado, porque lleva su lecho. El apela a su sanador anónimo. Jesús busca al hombre sanado, y le dice que ya no peque más (vea 8.11), para que nada peor le pase. Los judíos persiguen a Jesús por haber sanado en el sábado (16). Jesús dice que tanto él como su Padre1 están trabajando. Los judíos entienden que Jesús está haciéndose igual a Dios, y buscan matarlo por blasfemia. 4. Jesús afirma que él es el Hijo de Dios (19-47). a. Su unidad con el Padre (19-29) El Hijo hace solo lo que mira hacer al Padre (19). El Padre ama al Hijo y le muestra todo lo que hace (20). El Padre da vida y el Hijo también (21). El Padre ha dado todo el juicio al Hijo (22). Vea Hechos 17.31. Todos deben honrar al Hijo como honran al Padre (23). Por ejemplo, en Apocalipsis 5.13, el Padre y el Hijo reciben la misma alabanza. El que cree en el Padre . . . no vendrá a condenación (5.24; 3.18). ha pasado de muerte a vida. La vida está disponible en Jesús, si lo escuchamos. Todos un día serán resucitados, para juicio o para vida (vea Hechos 24.15). Juan usa la palabra griega krisis en los versículos 22, 24, 27, 29 y 30 de este capítulo. Se refiere al proceso legal de juicio (Danker 569), en este caso el juicio de Dios. Este juicio resultará en la condenación de los que no creen en Jesús (5.24 y 29). b. Testigos de Jesús (30-47) 1) El Padre (32, 37-38) Tenemos ejemplos del testimonio del Padre el Lucas 3.22 y 9.35. 1 Jesús usa la frase “mi Padre” en el versículo 17. Esta frase se usa 25 veces en el Evangelio de Juan. Jesús está bien conciente de que Dios es su Padre. 13 2) Juan el Bautista (33-35) 3) Las obras de Jesús (36) 4) Las Escrituras (39-40)-- 5) Moisés (45-47)--El los acusará en el juicio. Jesús también habla de la condición de los judíos. >Se regocijaron por un tiempo en la luz de Juan. >Nunca habían oído la voz del Padre, ni le habían visto. >No tenían su palabra en ellos. >No creían en Jesús. >Pensaban que en las Escrituras tenían vida. >No querían llegar con Jesús. >No tenían el amor de Dios en ellos. >No recibieron a Jesús. >Sí recibirían a otro. >Recibían gloria unos de otros. >No buscaban la gloria que viene de Dios. >Tenían su esperanza en Moisés. La fe en Jesús es imposible cuando uno busca gloria de los hombres (44), y cuando no cree en las Escrituras (47). Jesús alimenta a 5,000 y camina sobre el mar (6.1-71) 1. Introducción (1-4) Jesús está otra vez en Galilea. Hay una gran multitud--por las sanidades. La Pascua está cerca. 2. Jesús alimenta a los 5,000 (5-15). Jesús hace preguntas para probarnos, no porque ignore la respuesta. Una prueba revela algo acerca de la persona. Felipe: “Es imposible.” Andrés--encuentra lo que hay. Jesús da un mandamiento, y los discípulos obedecen. Jesús les alimenta--completa satisfacción. Aún sobra. No suple “apenas”. ¡Qué hermoso! De cinco panes sobran doce cestas. Las matemáticas de Dios. 14 La gente--piensa que Jesús es “el Profeta” (vea 1.25; 7.40), y quieren hacerlo rey. Pero Jesús no vino (la primera vez) para establecer su reino terrenal y político, sino su reino espiritual. El se aparta. 3. Jesús camina sobre el agua (16-21). Oscuridad y tempestad. (Después de un milagro--un problema. Los milagros no nos hacen exentos de otros problemas.) Jesús les asegura con su presencia-- “Yo soy; no teman.” Su presencia es suficiente para no tener miedo. Un estadio = 180 metros. 4. La multitud busca comida (22-29). Jesús sabe que la gente lo busca por el pan, no porque el milagro haya producido fe en ellos. Les dice que trabajen por el pan eterno que él mismo da. El aclara que la obra que busca Dios en nosotros es de creer en Jesús. 5. La multitud busca una señal (30-40). Increíblemente, la gente pide una señal (vea 2.18)--aunque Jesús acaba de alimentar a 5,000 personas. Jesús aclara que él es el pan de vida. Tenemos que ir a él y creer en él. Su promesa es que jamás tendremos sed ni hambre. Jesús dice que él ha venido para hacer la voluntad de Dios, y la voluntad de Dios es 1) que él no pierda nada de lo que el Padre le da, y que lo resucite en el día postrero (6.39, 40, 44, 54). 2) 6. que toda persona que cree en Jesús tenga vida eterna (40). Los judíos rechazan el origen de Jesús (41-51). Ellos dicen: Jesús es el hijo de José--no ha venido del cielo. Jesús responde que nadie puede ir con él si el Padre no lo lleva (44, 45). El repite que él es el pan de vida, que viene del cielo. El que cree en él, tiene vida eterna (vea 3.36). No dice “tendrá” sino tiene. Al creer, tenemos ahora vida eterna. 7. Los judíos rehúsan comer la carne de Jesús (52-59). Judíos: es absurdo “comer su carne”. Jesús enfatiza que para tener vida eterna, uno tiene que comer su carne y beber su sangre. “carne”--51, 52, 53, 54, 55, 56, 63 15 8. Muchos discípulos dejan a Jesús, pero los 12 se quedan (60-71). Jesús aclara que él no está hablando literalmente, de un canibalismo. Es el espíritu (o Espíritu) que da vida. Comer su carne y beber su sangre es una identificación completa con Jesús. Significa “apropiarse” de Jesús por la fe. Su cuerpo (carne) y su sangre fueron dados “por la vida del mundo” (vs. 51). Muchos de sus discípulos lo dejan, porque no están dispuestos a identificarse totalmente con él. Jesús da a los doce también la oportunidad para dejarlo, pero Pedro dice: ¿A quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. Hemos creído y conocemos que tú eres el Mesías, el Hijo del Dios vivo. Ellos están seguros de la identidad de Jesús. Pedro habla en nombre de todos (“nosotros”). Pero Jesús les dice que uno de ellos mismos lo va a entregar (vea 6.64). El ser parte de un grupo de personas cercanas a Jesús, no asegura nuestro propio estado espiritual. Jesús asiste a la fiesta de los tabernáculos (7.1-53). 1. Jesús y sus hermanos (1-10) Los judíos siguen con su deseo de matar a Jesús (vea 5.18; 7.1, 19, 20, 25; 8.37, 40; 11.53). Por eso, Jesús está en Galilea. Está cerca la fiesta de tabernáculos--una de las tres fiestas anuales de los judíos a que debían asistir en Jerusalén. Duraba una semana. Esta fiesta celebraba el fin de la cosecha, y el tiempo cuando el pueblo de Israel vivía en tiendas en el desierto por cuarenta años, después de su liberación de Egipto. Los hermanos de Jesús (vea 2.12), que no creen en él (aunque después sí creyeron, Hechos 1.14), le animan (¿con sarcasmo?) a subir a la fiesta. El dice que todavía no es su tiempo. Explica que el mundo le odia porque él testifica del mundo que sus obras son malas. Después, Jesús sube secretamente a la fiesta. 2. Opiniones en la fiesta (11-13) (vea 7.40-52) La gente murmura acerca de Jesús (7.12, 32). Unos: Jesús es bueno. Otros: El engaña a la gente. La frase “por miedo de los judíos” se encuentra varias veces en el Evangelio de Juan: 7.13; 9.22; 19.38; 20.19. (La frase “los judíos” en este contexto se refiere a los líderes de los judíos.) El miedo nos paraliza. 3. El origen de las palabras y obras de Jesús (14-24) Jesús, a la mitad de la fiesta, habla abiertamente, en voz alta. 16 Las autoridades preguntan cómo Jesús puede hablar así sin ninguna preparación formal de los rabinos. Jesús explica que la fuente de su enseñanza es Dios mismo. La prueba para saber si sus palabras son de Dios: si alguno está dispuesto a obedecer a Dios, esa persona sabrá si la doctrina de Jesús es de Dios o si Jesús habla por su propia cuenta. Si uno habla por su propia cuenta--busca su propia gloria (orgullo). Yo busco la gloria del Padre--por eso digo la verdad y no hay pecado en mí. Vss. 19-24. Entonces, Jesús hace referencia a Juan 5.16--que los judíos buscan matarle, porque sanó al paralítico en el día de reposo (el sábado). Algunos aun le acusan de estar endemoniado (7.20; 8.48, 52; 10.20). El dice que ellos aún circuncidan a los niños en el día de reposo. ¿Qué mal hay en sanar a alguien en un sábado? Jesús les exhorta a no juzgar por la vista simplemente, sino con juicio justo. 4. El origen de Jesús mismo, y su destino (25-36) a. Su origen (25-30) Algunos están sorprendidos de que los líderes no arrestan a Jesús. Preguntan que si los líderes habrán cambiado de opinión acerca de Jesús, para pensar que él es el Mesías. Pero, dicen, sabemos que Jesús viene de Nazaret--y cuando el Mesías viene, nadie sabrá de dónde sea. (Algunos tenían la creencia que el Mesías aparecería repentinamente.) Jesús aclara que él viene del cielo--del Padre. Reacciones: 1) Algunos tratan de agarrarlo, pero no pueden. 2) Muchos creen en Jesús por los milagros que hace. b. Su destino (31-36) Los fariseos mandan alguaciles para prenderlo. Jesús dice que va a regresar con su Padre, causando más preguntas entre la gente. 5. La gran invitación de Jesús (37-39) En el último día de la fiesta, Jesús habla con una voz muy fuerte. a. La necesidad Si alguno tiene sed. . . . b. La invitación 1) Ven a mí y sigue viniendo--Cristo mismo tiene la solución. 17 2) Toma y sigue tomando-La forma de llegar con Jesús es de creer en él. Es por fe en Jesús (vea 39). c. El resultado--una promesa Ríos (cantidades grandes) de agua viva fluirán de su hombre interior (literalmente, vientre). No nos da “muy apenas”, sino en cantidad. No solo nos llenarán estas aguas, sino fluirán para fuera. Primero uno recibe de Jesús, y después otros reciben bendición. (Vea Juan 4.14) d. La explicación Estas aguas son el Espíritu Santo. Los que creen en Jesús reciben el Espíritu Santo. “Habían de”--vs. 39--habla de algo que seguramente tiene que suceder, porque Dios lo ha decretado. Los creyentes en Jesús sí reciben el Espíritu Santo. Pero, el Espíritu Santo no había sido derramado sobre todos (cuando Jesús habló estas palabras), porque Jesús todavía no había sido glorificado. Cristo fue glorificado cuando resucitó y ascendió al cielo y fue exaltado a la mano derecha del Padre--y entonces derramó el Espíritu Santo sobre todos los creyentes (Hechos 2.33, 17). Esto comenzó en el Día de Pentecostés. Lea Hechos 2. 6. Reacciones de la gente a Jesús (40-52) a. La multitud >Es el profeta. >Es el Mesías. >No puede ser el Mesías, porque el Mesías nace en Belén y es del linaje de David. (Ellos desconocían que Jesús cumplía estos requisitos.) b. Los alguaciles Nadie habla como él. c. Los fariseos Enojados con los alguaciles. Desprecian la multitud. Se enojan con Nicodemo. d. Nicodemo El apela a los demás del concilio (sanedrín) que la ley dice que deben escuchar al acusado y saber lo que ha hecho antes de condenarlo. El pide un juicio racional, justo. Jesús perdona a la adúltera (8.1-11). 18 Jesús está enseñando en el templo (vs. 2). Los escribas y fariseos (vss. 3-6a) La situación--la mujer sorprendida en adulterio. La pregunta--¿Qué dices tú? Su propósito-Tentar a Jesús, hallar la forma de acusarle. No son sinceros. No les importa la ley-porque no traen al hombre. Según la ley, el hombre también debía ser apedreado (Deuteronomio 22.22-24). Jesús (6b-8) Escribe en la tierra. Insisten en preguntarle, y él dice: El que no tiene pecado, que eche la primera piedra. Escribas y fariseos (9) Salen, uno por uno. Condenados por dentro. Jesús a la mujer (10) Una palabra de perdón--No te condeno. Un mandamiento, que se arrepienta--No peques más (vea 5.14). Jesús enseña y discute con la gente (8.12-59). 1. “Yo soy la luz del mundo” (12-20): Tenemos que seguirle. Yo soy la luz del mundo (8.12; vea 9.5). Los seguidores de Jesús caminan en la luz. Jesús--Yo sé mi origen (de dónde vengo)--el cielo. Yo sé mi destino (a dónde voy)--el cielo. Los fariseos juzgan según la carne--humanamente (vea Juan 7.24). Es imposible separar al Hijo del Padre. Los dos dan testimonio acerca de Jesús (18). Conocer a Jesús es conocer al Padre (19). Protección divina--porque “no había llegado su hora” (20). 2. “Yo soy de arriba” (21-30): Tenemos que creerle. Jesús anuncia que se va. El dice: Yo soy de arriba. Es imperativo creer que Jesús es el “Yo soy” (Jehová), o moriremos en nuestros pecados (21, 24), sin perdón. 19 Jesús dice que cuando le hayan levantado (vea 3.14; 8.28; 12.32, 34), conocerán que 1) “yo soy”. 2) Jesús habla de parte del Padre, no por su propia cuenta. Jesús sabe que el Padre no le ha dejado, porque “yo hago siempre lo que le agrada”. 3. “Yo soy el Dios eterno” (31-59): Tenemos que permanecer en sus palabras. Jesús habla con los que habían creído en él. La condición--permanecer en su palabra (vea 15.4-7). Es necesario continuar, morar, vivir en la palabra de Jesús, no tener una creencia superficial ni pasajera. Permanecer implica cercanía y constancia. El resultado-ser verdaderamente sus discípulos conocer la verdad ser liberados del pecado Cómo ser librados Por la verdad--32 Por el Hijo--36 No hay otro camino a la libertad. Es a través de la verdad de la Palabra de Dios aplicada a la verdad acerca de nosotros, la realidad de nuestra vida. Es a través del poder del mismo Hijo de Dios. Muchos creen que son libres, y son esclavos del pecado. El que comete pecado, es esclavo del pecado. En esta sección (8.33-58), Abraham es mencionado 11 veces. Los judíos se jactaban de ser hijos de Abraham--el padre de todos los judíos. Pero Jesús aclara que no son hijos (espiritualmente) de Abraham, aunque lo son físicamente. Porque Abraham aceptó la verdad, mientras ellos la rechazan (40). No solo no son hijos de Abraham, sino que son hijos del diablo (44). “vuestro padre”--8.38, 41, 42, 44 Dos errores de los judíos de aquel entonces: --Se creen libres, pero son esclavos. --Se creen hijos de Abraham, pero son hijos del diablo. Estaban auto engañados. 2 características del diablo (44) 20 1) homicida (vea 10.10)--desde el principio, buscaba matar. Aunque dijo lo contrario, ese era su propósito con Adán y Eva también, que murieran. Y el primer hijo de ellos resultó homicida. 2) mentiroso--es su método siempre. P.ej., en Edén, él dijo: “No moriréis” (Génesis 3.4). Otro ejemplo--Hechos 5.3. Una forma para saber quién es de Dios: él que escucha las palabras de Dios (47). Jesús promete que el que guarda su palabra, “nunca verá muerte” (51). Los judíos dicen que aún Abraham y los profetas murieron. ¿Eres mayor que Abraham? (53; vea 4.12, la pregunta de la samaritana). Jesús dice que Dios es su Padre (54). Después hace la declaración gigantesca: “Antes Abraham fuese, yo soy”(58), así declarándose una vez mas Jehová, el que es eterno. Esta declaración produce coraje en los judíos, e intentan matar a Jesús, pero se escapa (vea 10.39). Jesús sana al ciego (9.1-41). 1. La sanidad (1-7) Un hombre ciego de nacimiento. Jesús aclara que no toda enfermedad es el resultado de pecado en la vida de alguien. Esta enfermedad era para que “las obras de Dios se manifiesten en él”. (3; vea 11.4-- “para la gloria de Dios”). Jesús se declara una vez mas la luz del mundo (5; vea 8.12). En seguida, da la vista al ciego. 2. Los vecinos (8-12) Establecen su identidad-- “Yo soy.” Preguntan cómo sucedió. Preguntan dónde está Jesús. 3. Los fariseos (13-17) Clave: Jesús lo sanó el día sábado. Esto era pecado para ellos. Vea 5.8-10. Pero el ex ciego declara que Jesús es profeta (17). 4. Los padres (18-23) 21 Establecen su identidad, pero tienen miedo de ser expulsados, y no contestan ni cómo ni quién lo hizo. 5. Los fariseos (24-34) “Sabemos que ese hombre es pecador” (24). Ex ciego: Una cosa sé: yo era ciego y ahora veo (25). Se aferra a la verdad. Después se arma de valor y les dice que Jesús tiene que ser de Dios, porque Dios no escucha a los pecadores. Los fariseos lo expulsan del templo. 6. Jesús (35-41) Habla con el ex ciego. Jesús se declara el Hijo de Dios, y el ex ciego cree en él. (Jesús se reveló a la samaritana como el Mesías, Juan 4.25-26.) Su luz va en aumento. Habla con los fariseos. Ellos dicen que no son ciegos. Pero Jesús dice que se están auto condenando. Siguen en sus pecados (vea 8.21). Ellos entran en una oscuridad cada vez más profunda. Jesús se declara el buen pastor (10.1-42). 1. El Buen Pastor (10.1-18) Declaraciones de Jesús: --Yo soy la puerta (7, 9). --Yo soy el buen pastor (11, 14). Vea la promesa de Dios en Ezequiel 34.23. Cuatro personas: El ladrón y salteador (“bandido”--Nueva Versión Internacional) (1, 10)--no entra por la puerta; roba, mata, destruye. El asalariado (12-13)--huye al venir el lobo. No le importan las ovejas. El extraño (5) Las ovejas no le siguen, porque no conocen su voz (5). El buen pastor (11, 14) Entra por la puerta (2). 22 Llama por nombre a sus ovejas (3). Saca sus ovejas del redil (3-4). Va delante de las ovejas (4). Da su vida por las ovejas (12, 15, 17). Nadie se la quita. La da voluntariamente. resurrección. Conoce sus ovejas (14, 27). Trae otras ovejas (16)--los gentiles. Da vida eterna a sus ovejas (28). Y la volverá a tomar--la Sus ovejas Oyen su voz (3, 16, 27). Le siguen (4, 27). Conocen su voz (4). No siguen al extraño (5). No oyen a otros (8). Le conocen (14). Promesas para las ovejas Serán salvas (9). Entrarán y saldrán (9). Hallarán pastos (9). Tendrán vida en abundancia (10). Habrá unidad (16). Tendrán vida eterna (28). No perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano (28-29). 2. Los judíos--opinión dividida acerca de Jesús (10.19-21), vea 7.12 Unos-- “Tiene demonio”--vea 7.20; 8.48 Otros-No habla como un endemoniado. Un endemoniado no sana a los ciegos. 3. Contraste entre los que son y no son las ovejas de Jesús (10.22-31) La fiesta de la dedicación no era una fiesta de la ley de Moisés. Fue instituida por Judas Macabeo en 164 a.C., cuando el templo, el cual había sido profanado por Antíoco Epífanes (colocando en el altar una imagen de Zeus, y diez días mas tarde sacrificándole un cerdo), fue purificado y dedicado nuevamente al servicio de Dios. Es la fiesta de las luces. Se celebra hoy en día como Chanukah--en diciembre. Jesús declara claramente: Yo y el Padre uno somos (30). 4. La prueba que Jesús es el Mesías (las obras) (10.32-39) 23 “vosotros sois dioses”--vss. 34-35. Esta frase es una cita del Salmo 82.6. En este Salmo, Dios está hablando con los jueces de Israel, sus líderes. El les dice que hagan verdadera justicia. Dios les llama “dioses” porque él los ha puesto en su lugar, para juzgar. Ellos juzgan en el lugar de Dios. El les ha delegado esta responsabilidad. En ese sentido eran “dioses”, no porque fueran divinos. Los judíos quieren matar a Jesús porque él se declara Dios, y para ellos era blasfemia. Hay solo tres opciones acerca de Jesús: 1) Era un loco, fuera de sí. Pero no manifestó ninguna evidencia de locura. 2) Era un blasfemo, un falso. 3) O era el Hijo de Dios. El, y la gente de su tiempo, entendían que no había otra opción. Jesús les dice que aunque no crean sus palabras, que crean por sus obras. Son una prueba de que él es el Mesías. 5. Postludio (10.40-42) Jesús se va al otro lado del Jordán. Jesús levanta a Lázaro de la muerte (11.1-57). 1. Introducción (1-3) Jesús informado de la enfermedad de Lázaro. 2. Jesús se queda (4-6). “Esta enfermedad” No es para muerte. Es para la gloria de Dios. [Aunque también podemos glorificar a Dios en la muerte (vea 21.19).] Vea 9.3 “para que las obras de Dios se manifiesten en él.” Para que el Hijo de Dios sea glorificado Jesús no hace las cosas según nuestra lógica. El espera para que Lázaro muera. 3. Jesús se va (7-16). Los discípulos tienen miedo de volver a Judea, porque los líderes buscan matar a Jesús. Pero, Jesús no tiene miedo. El propósito de Jesús es para que su fe crezca (11.15). 24 4. Jesús habla con Marta (17-27). Jesús le dice: Yo soy la resurrección y la vida. Habla de su poder absoluta sobre la muerte. En el versículo 27, tenemos una declaración clara de la identidad de Jesús. 5. Jesús habla con María (28-37). Aquí vemos el lado humano, compasivo de Jesús. “se estremeció en espíritu” (33) “se conmovió” (33) “lloró” (35) “profundamente conmovido” (38) 6. Jesús resucita a Lázaro (38-44). Jesús tiene poder aun sobre la muerte. Su propósito: para que la gente crea que Dios le envió (42). 7. Las reacciones de la gente (45-53) Los testigos-Algunos creen. Otros lo cuentan a los fariseos. Las autoridades-Quieren parar a Jesús. Acuerdan matar a Jesús. 8. Conclusión--preludio a la última semana (54-57) Jesús--se retira a Efraín (al noreste). Los judíos--buscan a Jesús. Los fariseos--quieren saber dónde está Jesús. 25 Preparación para el fin (12-17) Juan, como los otros evangelistas, enfatiza la muerte y la resurrección de Cristo. Los primeros tres años del ministerio de Jesús ocupan 11 capítulos. La última semana de su ministerio terrenal ocupa 9 capítulos (del 12 al 20). Jesús es ungido por María (12.1-11; Marcos 14.1-9; Mateo 26.6-13). 1. La ocasión--una cena para honrar a Jesús 2. Los personajes Marta--servicio Lázaro--comunión María--devoción Judas--avaricia Simón--hospitalidad 3. La unción María trae el perfume (nardo)--muy costoso, las ganancias de 300 días de trabajo de un campesino. Quiebra el vaso de alabastro. Unge la cabeza y los pies de Jesús. Los enjuaga con su cabello. Ella honra a Jesús, y se humilla a sí misma. La casa se llena del olor. Judas y los demás la reprenden. Los otros discípulos quizás lo hacen en ignorancia y sinceridad, pero Judas lo dice porque es ladrón. Aquí vemos algo que había en su corazón--avaricia. Jesús--la defiende. El dice que su acto era profético--para ungir su cuerpo para la sepultura. La multitud se da cuenta que Jesús está allí, y lo buscan. Los líderes--deciden matar también a Lázaro. Muchos creen en Jesús por la resurrección de Lázaro. Jesús se declara Rey--la entrada triunfal (12.12-19). La multitud aclama a Jesús--le llaman Rey—Salmo 118.26. El acepta lo que dicen. Natanael ya lo había reconocido como rey de Israel al principio de su ministerio (1.49) y después de la alimentación de los 5,000, le gente quería hacerle rey (6.15). En el juicio de Jesús delante de Pilato, este es un tema clave (18.33, 37, 39; 19.3, 12, 14, 15, 19, 21). 26 El entra a Jerusalén montado en un asnillo--para cumplir la profecía de Zacarías 9.9. Jesús se está declarando abiertamente el Rey. Pero, él no era un rey como los judíos esperaban. Jesús nunca buscó el poder político ni militar durante su ministerio terrenal. Jesús habla de su muerte: el grano de trigo, la luz del mundo (12.20-50). Unos gentiles (en el Nuevo Testamento, a veces la palabra “griegos” significa “gentiles”) quieren ver a Jesús. Ellos, como el eunuco (Hechos 8.27), habían llegado a Jerusalén para adorar al Dios verdadero. Jesús responde hablando del grano de trigo. Si no cae a la tierra y muere, se queda solo. Si muere, lleva mucho fruto (vea 15.5). Jesús va a morir, pero su muerte traerá vida para judíos y gentiles en todo el mundo. Este principio se aplica a nosotros también. Si amamos nuestra vida--la perderemos. Si aborrecemos nuestra vida--la entregamos 100% en las manos de Dios--la guardaremos para vida eterna. Servir a Jesús es seguirle--no lo podemos hacer según nuestro propio criterio. Para ser un siervo de Jesús, tenemos que ser seguidores de él. Si le seguimos, estaremos con él. Y tenemos la promesa que si le servimos a Jesús, Dios nos honrará. Jesús tiene un alma así como cualquier otro hombre (12.27). Humanamente, su alma se turba ahora, pensando en la cruz. (La misma palabra se usa en Juan 5.7; 11.33; 13.21; 14.1, 27. Significa literalmente agitar--como agua.) El expresa lo que siente. Pero, Jesús no se deja guiar por estas emociones. El sabe que ha venido al mundo para morir en la cruz. El pide que Dios glorifique su propio nombre. Dios le responde desde el cielo en voz audible: Lo he glorificado, y lo glorificaré otra vez. (Dios también habló en voz audible en el bautismo de Jesús--Lucas 3.22, y en la transfiguración--Lucas 9.35.) Esto es un testimonio para la gente, pero no entienden. Jesús dice, “Ahora es el juicio de este mundo.” El mundo es juzgado por la forma en que trata a Jesús (vea 3.18-19). También el diablo “el príncipe de este mundo” (vea 14.30; 16.11) el líder de todo lo que está en contra de Jesús, es echado fuera--derrotado. La cruz fue la derrota del enemigo (vea Hebreos 2.14). Su aparente victoria, fue su destrucción. Por el otro lado, Jesús, que iba a ser levantado en una cruz (vea Juan 3.14; 8.28), una aparente derrota, al contrario, por medio de la cruz, atrae a todos a sí mismo. Su amor por nosotros, demostrado en la cruz cuando el justo murió por los injustos, es el imán que nos lleva a Jesús. Ellos no entienden que es necesario que el Mesías muera. Jesús contesta que él (la luz) va a estar con ellos muy poco tiempo, y que deben creer en él. 27 Pero la gran mayoría no cree, a pesar de la evidencia de los milagros. Esto también, explica Juan, es el cumplimiento de la profecía--Isaías 53.1; 6.10. Sin embargo, muchos aun de los líderes de los judíos creen (Juan 12.42), pero no lo confiesan abiertamente. Tienen miedo de ser expulsados del templo. Quieren la estima de los hombres, más que la estima de Dios. Creer en Jesús = creer en Dios el Padre (12.44). Ver a Jesús = ver a Dios el Padre (12.45). Jesús repite que él es la luz del mundo, que vino al mundo para salvarlo. El no vino para juzgar al mundo (3.17). Lo que juzgará a los que rechazan a Jesús son las palabras de Jesús, porque sus palabras no eran de él, sino de Dios. Jesús ministra a sus discípulos (capítulos 13-17)--la última noche de Jesús con sus discípulos. 1. Lava sus pies (13.1-38). a. Servicio el uno al otro (13.1-17) Ahora, Jesús sabe que su hora ha llegado (para su muerte, resurrección y ascensión). Sabiendo esto, su amor continúa hasta el fin por sus discípulos. El diablo ya ha puesto en el corazón de Judas la idea de traicionar a Jesús (13.2). (Lo había decidido días antes.) Así trabaja el diablo. El pone pensamientos en el corazón, o intenta hacerlo. Tenemos que resistir estos pensamientos que vienen de él. En el 13.27, dice que el Satanás “entró en él”--al final, lo posesionó. Jesús también sabe (vea vs. 1) que --el Padre le ha dado todas las cosas --ha salido de Dios --a Dios va. Por esta seguridad de su autoridad, origen (identidad) y destino, Jesús puede humillarse para servir a sus discípulos. No lo hace porque lo merecen. No es un premio por su buena conducta. En la misma cena habían discutido sobre quién de ellos era el mayor. Todos lo van a abandonar dentro de poco. Pero, Jesús les da el ejemplo de hacer este trabajo de los esclavos, y les dice que ellos también deben tratarse de la misma manera. “lebrillo” (13.5)--una vasija mas ancha por el borde que por el fondo 28 No hay ninguna bendición en saber estas cosas, solo para la persona que las hace (13.15, 17). Esto se trata de práctica, no teoría. “bienaventurados” (13.17)=dichosos b. Profecía de la traición de Judas (13.18-30) Jesús, como lo había dicho antes, repite que uno de los 12 apóstoles le va a traicionar. Lo dice, para que, cuando se cumpla, ellos crean que Jesús es el “yo soy”--Jehová (vea 8.58). La profecía cumplida es una base sólida para la fe. Vea Salmo 41.9. “calcañar” (13.18)=talón Los discípulos no tienen la menor idea cuál de ellos lo va a traicionar. Judas sale. c. Amor el uno al otro (13.31-35) Ahora--en la cruz y la resurrección--el Padre y el Hijo serán glorificados. Jesús les dice que se va. Entonces, les deja un nuevo mandamiento: De amarse como él los había amado. Lo nuevo no es amarse. Lo nuevo es amarse como Jesús había amado. (P.e., abandonando sus derechos a favor de ellos, teniendo paciencia con ellos, buscando su bienestar, diciéndoles la verdad, ayudándoles en sus problemas.) El amor es lo que nos identifica como discípulos de Jesús, más que cualquier otra cosa. Debe ser algo mutuo--unos a otros. “Por sus frutos los conoceréis” se aplica no solo a los falsos profetas, sino también a los seguidores genuinos de Jesús. Nunca nos olvidemos que “el mayor de ellos [la fe, la esperanza, y el amor] es el amor” (1 Corintios 13.13). d. 2. Profecía de la negación de Pedro (13.36-38) Pedro, confiado en sí mismo, en su amor por Jesús, dice que está dispuesto aun a morir por Jesús, pero Jesús dice que lejos de eso, le va a negar tres veces. Les enseña (capítulos 14-16). a. Unión de Cristo y el Padre (14.1-14) Jesús dice que no se turbe (no se angustie, vea 12.27; 14.27) el corazón de ellos-que confíen en él. 1) Hay muchas moradas (habitaciones) en la casa del Padre. Aquí se refiere al cielo. En 2.16, “la casa de mi Padre” se refiere al templo en Jerusalén. 29 2) Voy a preparar lugar para Uds. 3) Volveré y los llevaré conmigo (vea 1 Tes 4.17). ¿Cómo se llega allá? Jesús mismo es el camino. No hay otro--vea Hechos 4.12. El es el único mediador--1 Timoteo 2.5. Conocer a Jesús = conocer al Padre. Jesús y el Padre son exactamente iguales en su carácter. Jesús les anima a creer que el Padre está en él. Y si no creen sus palabras, que crean por sus obras (vea 5.36; 10.38). Jesús dice que el que cree en él, hará las obras que él hace, y aun mayores, porque él va al Padre. Esto será a través de la oración. Todo lo que pedimos al Padre en el nombre de Jesús (con su autorización, de acuerdo con sus propósitos), Jesús hará, para que Dios sea glorificado en él. El repite esta promesa dos veces. b. Obediencia a los mandamientos de Cristo y la promesa del Espíritu Santo (14.1531) Hay dos temas que sobresalen en estos versículos: la importancia de la obediencia a la palabra de Jesús, y la promesa del Espíritu Santo. Obediencia Si amamos a Jesús, debemos obedecer sus mandamientos (15). La señal de nuestro amor para Jesús es nuestra obediencia (21). Jesús promete su amor y el amor del Padre a la persona que le ama, y promete que se manifestará a él (21). El que ama a Jesús, obedecerá su palabra (23). Jesús promete que el Padre le amará, y que él y el Padre vendrán a vivir en él (23). La promesa del Espíritu Santo Jesús pedirá al Padre, y él nos dará otro Consolador (14.16, 26; 15.26; 16.7; 1 Juan 2.1). Originalmente, esta palabra significaba “uno llamado para ayudar a otro”. El es nuestro Ayudador. (En la Nueva Versión Internacional, esta palabra se traduce “Consejero”.) El Espíritu Santo es “otro” Ayudador, porque Jesús, mientras estaba en la tierra, era el que ayudaba a los discípulos. (Jesús también habla del Espíritu Santo en Juan 15.26-27; 16.7-15.) 30 El estará con nosotros para siempre (16). Es el Espíritu de verdad (17). El mundo no lo puede recibir (17). Mora con nosotros, y estará en nosotros (17). Es el Espíritu Santo (26). Nos enseñará todas las cosas (26). Nos recordará todo lo que Jesús dijo (26). Quizás esta promesa se refiere especialmente a los apóstoles para que escribieran fielmente los evangelios. Jesús también repite que volverá con ellos (18, 28). No nos dejará huérfanos. Y nos da la paz, su propia paz--su tranquilidad en todo tiempo. No como el mundo da. Una paz que no depende de las circunstancias. Entonces, les anima a no turbarse (vea 14.1), ni tener miedo. c. Cristo la vid--permanecer en él (15.1-17) Hay dos palabras claves en esta sección--”fruto” (que se usa 8 veces) y “permanecer” (que se usa 11 veces). Jesús habla de la vida cristiana con una ilustración: La vid = Cristo mismo Dios = el labrador (“viñador”, Nueva Versión Internacional) Los pámpanos (ramas) = nosotros, sus discípulos Hay dos clases de ramas: Las que no llevan fruto--son quitadas, se echan fuera, se secan y son quemadas. Las que llevan fruto--Dios las limpia, las poda. El nos corrige, nos disciplina, para que llevemos más fruto. El instrumento que Dios usa para limpiarnos es su palabra (vea 2 Timoteo 3.16-17). Fruto tiene varios significados. Es el resultado natural y esperado en una vid, llevar uvas. Así, fruto puede ser conducta cambiada (Mateo 3.8), almas salvas para Jesús (Juan 4.36), ofrendas (Romanos 15.28), el carácter de Jesús (Gálatas 31 5.22-23), o alabanza (Hebreos 13.15). Llevar fruto glorifica al Padre (15.8) y es una marca del discípulo (Juan 15.8). Nuestra parte es permanecer en Jesús. Permanecer significa seguir o quedarse en el mismo lugar. La misma palabra en el griego se traduce “posar” (Mateo 10.11) y “quedarse” (Mateo 26.38; Lucas 1.56; Juan 4.40). Se trata de permanencia, una duración larga. Es reconocer nuestra dependencia completa en él. Lo contrario sería salir o irse--estar separados. “En mí”--habla de íntima comunión con Jesús, estar cerca de él, en contacto directo con él, así como la rama y el tronco, para que la sabia pueda fluir. Unidos a él. Esto incluye también seguir en las palabras de Jesús (15.7), meditándolas y obedeciéndolas (15.10), y en el amor de Jesús (15.9-10). Así que, debemos andar constantemente en una relación cercana con Jesús. Si hacemos esto, tenemos la promesa de la oración contestada (15.7, 16). También tendremos gozo completo (15.11). En Juan 15.12-17, Jesús enfatiza nuevamente la importancia de amarnos, especialmente sus siervos. Y el amor más grande es el de dar la vida por los amigos. Jesús habla de dos aspectos de la amistad con él. 1) La condición de amistad con Jesús es obediencia a él. 2) Como los discípulos son amigos de Jesús--les ha comunicado todo lo que oyó del Padre. Jesús dice que él escogió a los discípulos, no ellos a él. El tomó la iniciativa. Su propósito--que lleven fruto, y fruto que permanezca, fruto para la eternidad. Fruto en Juan 15: --Llevar fruto (2) --Llevar más fruto (2) --Llevar mucho fruto (5, 8) --Llevar fruto que permanezca (16) d. Persecución vendrá (15.18-16.4a) 32 Jesús prepara a los discípulos para el sufrimiento a manos de los inconversos. El no quiere que tropiecen, ni que abandonen su fe. Cómo será: Odio (15.18-19) Persecución (15.20) Expulsión de las sinagogas (16.2) Muerte (16.2) Las razones: Porque maltrataron a Jesús. Recibimos el mismo trato que él (15.18-20). Porque no conocen a Dios ni a Jesús (15.21; 16.3). Pero, en medio de esta persecución, Jesús enviará el Espíritu Santo, y él dará testimonio de Jesús, y los apóstoles también. Testificar de Jesús es colaborar con el Espíritu Santo en su obra. e. El Espíritu Santo (16.4b-15) Jesús les aclara que aunque se sienten tristes, porque él se va, es mejor así, porque el Espíritu Santo no puede venir mientras Jesús esté en la tierra (vea 7.39). El Espíritu Santo convence al mundo. Este es su trabajo con el pecador. Le convence que está mal. Esta misma palabra (convencer) en el griego, a veces se traduce “reprender” (p.e., Mateo 18.15; Lucas 3.19; Juan 3.20). La Nueva Versión Internacional traduce la frase así: “convencerá al mundo de su error,” o como traducción alterna, “pondrá en evidencia la culpa del mundo.” Incluye las ideas de aclarar, sacar a la luz lo que se ha dicho, o hecho, o pensado, y convencer a la persona que está mal, y que Dios tiene la razón. Habla de las consecuencias del pecado--el juicio de Dios; y que creer en Jesús es el único remedio para el pecado. Convence al mundo de: 1) pecado--por cuanto no creen en Jesús. Este es el pecado que los deja condenados (Juan 3.18-19). 2) justicia--por cuanto Jesús va al Padre, y no lo verán más. 3) juicio--por cuanto Satanás ya ha sido juzgado. (Y si él ha sido juzgado, también todo pecador será juzgado.) 33 Jesús por tercera vez llama al Espíritu Santo el Espíritu de verdad (14.17; 15.26; 16.13). El menciona tres aspectos más de su obra: 1) Guía a toda la verdad (16.13). f. 2) Les hará conocer las cosas venideras (16.13). 3) Glorificará a Jesús (16.14). El gozo después de la resurrección (16.16-24) Jesús les dice que al morir él, ellos estarán muy tristes, pero cuando él resucite, su tristeza se cambiará en gozo, un gozo que nadie les podrá quitar. También les repite la promesa de la oración contestada (16.23-24). Pedir en el nombre de Jesús (23, 24, 26), no es una fórmula de palabras que incluimos en nuestras oraciones, sino es pedir con su autorización. Lo que él autoriza, podemos pedir. La oración contestada resulta en mucho gozo. g. Jesús vence al mundo y regresa al Padre (16.25-33). Jesús dice, como muchas veces antes, que él vino del Padre al mundo, y ahora va del mundo al Padre. Los discípulos le aseguran que ahora entienden lo que Jesús dice, y creen en él. Jesús les anuncia que ellos le van a abandonar, pero que Dios no le va a dejar. Lo que tenemos: En Cristo--paz (vea 14.27). Sus palabras nos dan paz. En el mundo--aflicción (tribulación, presión). Podemos confiar (vea Mateo 9.2, 22; 14.27; Hechos 23.11, donde la misma palabra griega se traduce “Ten ánimo”) porque Cristo ha vencido al mundo (vea Apocalipsis 3.21; 5.5; 17.14). 3. Ora por ellos (17.1-26). Jesús ahora intercede por sus discípulos. El actualmente intercede por nosotros en el cielo (Romanos 8.34). a. Cristo y el Padre (16.1-5) Jesús sabe que “su hora” ha llegado. (Otros versículos que mencionan “la hora”: 2.4; 7.30; 8.20 12.27.) El pide que Dios le glorifique, para que él también glorifique al Padre. 34 Dios le ha dado autoridad sobre todos los hombres (vea Mateo 28.18), con el fin de dar vida eterna a los que Dios dio a Jesús. Vida eterna = conocer a Dios y a Jesús. Por medio de una relación personal con Dios, tenemos vida eterna. Jesús ha glorificado al Padre (17.4). Jesús ha terminado la obra que Dios le encargó (17.4; vea 4.34). Jesús ha manifestado el nombre de Dios a sus discípulos (17.6). Jesús ha dado la palabra de Dios a sus discípulos (17.8). Jesús tenía gloria con el Padre antes de la creación del mundo (17.5). [También Dios había amado a Jesús desde antes de la fundación del mundo (17.24).] b. Cristo y los doce (17.6-19) Los discípulos han guardado la Palabra de Dios (17.6). Han conocido que lo que Jesús tiene, es de parte de Dios (17.7). Han conocido que Jesús salió de Dios y han creído que Dios lo envió (17.8). Tres peticiones por ellos: -- “Guárdalos en tu nombre, para que sean uno” (17.11). El pide protección por ellos, para su unidad. El sabe que el enemigo querrá causar división entre ellos. -- “Guárdalos (protégelos) del mal” (17.15). Esta petición también se puede traducir: “Guárdalos del malo (o del maligno).” Jesús no pide que Dios los saque del mundo, sino que en medio del mundo, que no entren en el pecado. -- “Santifícalos en tu verdad” (17.17). Santificar es apartar del pecado para Dios. El instrumento que Dios usa para esto es su Palabra. c. Cristo y los creyentes futuros (17.20-26) “Que sean uno” (17.21), como Jesús y el Padre son uno. El propósito de esta unidad, es para que el mundo crea que Dios envió a Jesús. Por eso, la unidad de la iglesia es importante aun para la evangelización del mundo. Si estamos unidos, el mundo conocerá que Dios envió a Jesús, y que nos ha amado. Jesús pide que sus discípulos estén con él en el cielo (17.24). También él desea que el amor de Dios esté en ellos, y él mismo esté en ellos (17.26). 35 La muerte de Jesús (18-19) Arrestado (18.1-11) Jesús ahora sale con sus discípulos al oriente de Jerusalén, al huerto de Getsemaní, donde muchas veces se había juntado con ellos. Judas también lo sabe, y lleva a los soldados romanos, y los líderes judíos para allá. Vs. 1 “torrente”. Esta palabra griega significa un “arroyo. . . que fluye abundantemente en el invierno. . . . arroyo invernal, barranca” (Danker 1028) Jesús sabe todo lo que le va a pasar (18.4). Nada es una sorpresa para él. El lo enfrenta con valor y confianza. El se entrega voluntariamente, pero busca la libertad para sus discípulos. Pedro le quiere defender, pero Jesús dice que él está decidido tomar la copa que el Padre le había dado. Jesús no se considera víctima, sino un Hijo obediente a su Padre. Juzgado (18.12-19.16) El juicio de Jesús tuvo dos etapas. Primero el juicio religioso, delante de Anás, Caifás y el sinedrio o concilio. Después, el civil, delante de Pilato, Herodes, y al último Pilato una vez más. 1. El juicio religioso (18.12-27) Atan a Jesús y lo llevan primero al palacio de Anás. En este tiempo, Caifás es el sumo sacerdote, pero Anás, su suegro, es el “poder detrás del trono”. No se dice lo que sucedió allí. Juan, igual que los otros evangelistas relata la triste negación de Jesús de parte de Pedro, que hace pocas horas había proclamado su disposición de morir por Jesús. Por lo menos tuvo el valor de acercarse, pero su confianza en sí mismo no aguantó la prueba. El sumo sacerdote le a Jesús pregunta acerca de sus discípulos y doctrina. Jesús responde que él ha hablado siempre en público, y que mejor pregunte a los que le habían oído. Anás le envía a Caifás. 2. El juicio civil (18.28-19.16) Los judíos no entran en el pretorio--la casa del gobernador--porque al entrar en la casa de un gentil, un judío se hacía impuro (ceremonialmente). Esta era una hipocresía descarada--porque en ese momento quieren condenar a un hombre inocente a la muerte. a. La acusación (18.28-32) Los judíos dicen a Pilato algo muy generalizado, que Jesús es un “malhechor” (criminal) (18.30). Pilato quiere deshacerse del caso, y les dice que ellos mismos lo juzguen. Pero, ellos quieren la muerte de Jesús (no buscan justicia), y ellos saben que no tienen esa facultad (18.31). 36 b. Entrevista: Pilato con Jesús (18.33-38a) Pilato pregunta a Jesús que si él es un rey. Jesús dice que su reino no es de este mundo (18.36). En su primera venida, Jesús no tenía el propósito de establecer un reino terrenal, sino el reino de Dios en los corazones. Jesús sí es un Rey. Esto es uno de los temas sobresalientes de esta sección. La palabra “rey” se encuentra 11 veces: 18.33, 37 (2 veces), 39; 19.3, 12, 14, 15, 19, 21 (2 veces). Jesús le dice que él vino para dar testimonio a la verdad. c. La gente pide la liberación de Barrabás (18.38b-40). Pilato sale y dice que no halla ningún crimen en Jesús (18.38). El repite esto dos veces mas durante el juicio (19.4, 6). Pilato dice claramente que Jesús es inocente. El dice que existe una tradición de soltar un preso en la pascua, pero ellos piden que suelte a Barrabás (“hijo del padre”)--un ladrón (un malhechor o un insurgente, “bandido”—Nueva Versión Internacional). Lucas es más explícito. El dice que Barrabás estaba en la cárcel por “sedición en la ciudad, y por un homicidio” (23.19). d. Los sufrimientos--a manos de los soldados (19.1-3) Lo azotan. Le ponen en la cabeza una corona de espinas. Se burlan de él. Le golpean con sus manos. e. Conversación--Pilato y la gente (4-7) Pilato saca a Jesús en esta condición, quizás esperando que la gente tenga compasión de él, y repite que no halla ningún delito en él. Pero los líderes gritan: “¡Crucifícale!” Dicen que Jesús debe morir porque se declaró el Hijo de Dios. f. Conversación--Pilato y Jesús (8-11) A Pilato le da miedo esto, y vuelve a hablar con Jesús a solas. Le pregunta de dónde es, pero Jesús no responde. Pilato se admira de su silencio, y le dice que él tiene la facultad de crucificarlo o de soltarlo. Pero Jesús dice que él solo tiene la autoridad que Dios le ha dado. g. La condenación (12-16) Pilato por última vez intenta soltarlo, pero la gente dice que si lo hace, no es amigo de César, porque todo aquel que se declara rey, es enemigo de César. Pilato se dobla y entrega a Jesús para ser crucificado. Pero lo hace burlándose de los judíos, llamando a Jesús su rey. 37 Crucificado (17-37) 1. La crucifixión (17-18) Jesús carga su cruz. Lo crucifican entre dos. 2. La inscripción sobre la cruz (19-22) Pilato pone un título sobre la cruz: JESUS NAZARENO, REY DE LOS JUDIOS. Se ofenden los líderes, y piden a Pilato que lo cambie a “El dijo, soy rey de los judíos”, pero Pilato no acepta. 3. Repartimiento de su ropa (23-24) Los cuatro soldados reparten su ropa, y echan suertes por su túnica. Esto cumple la profecía de Salmo 22.18. 4. Tres palabras de la cruz (25-30) a. Encarga a su madre a Juan (26-27). Jesús muestra su amor por su madre aun en medio de su propia agonía. b. “Tengo sed”--la quinta palabra (28). Esto es un cumplimiento de Salmo 69.21. Un soldado empapa una esponja con un vino agrio (por eso “vinagre”), más barato que vino, que tomaban las clases más bajas de la sociedad, y lo da a Jesús. (El hisopo era una planta. El soldado probablemente usó el tallo de la planta para elevarlo a la boca de Jesús.) c. “Consumado es”--la sexta palabra (30). Esta es la declaración mas gloriosa de la cruz. La obra redentora de Jesús está completa. Ya ha pagado nuestros pecados. La palabra traducida “consumado” significa acabado, terminado. Está en el tiempo perfecto, que significa un acto completo cuyos resultados siguen. Nosotros no tenemos que agregar nada al sacrificio de Jesús. Todo lo hizo él. Jesús entrega su espíritu (al Padre), voluntariamente. 5. Comprobación de su muerte (31-37) Jesús ya está muerto cuando los soldados vienen para apresurar la muerte de los tres crucificados. Por eso, no quiebran sus piernas. Esto cumple otra profecía de Salmo 34.20 (y también el símbolo de Exodo 12.46). Pero, un soldado comoquiera abre su costado con una lanza. Esto es un cumplimiento de Zacarías 12.10. Sepultado (38-42) José de Arimatea y Nicodemo sepultan a Jesús, después de envolverle en lienzos con mirra (una goma aromática) y áloes (la sabia aromática de cierto árbol, que se seca pronto). 38 19.39 “cien libras”= 34 kilos (Nueva Versión Internacional) José era un discípulo secreto “por miedo de los judíos” (19.38) (los líderes religiosos). Esta frase aparece 4 veces en el Evangelio de Juan. Aquí, y también en el 7.13 (la gente); 9.22 (los padres del ciego) y 20.19 (los discípulos). Jesús es sepultado en un sepulcro nuevo en un huerto cerca de Gólgota. 39 La resurrección de Jesús (20 - 21) Jesús se aparece a María Magdalena (20.1-18). En la mañana del día de resurrección. María llega a la tumba (con otras dos) el domingo en la mañana, y encuentra la piedra quitada. Corre para avisar a los discípulos. Pedro y Juan corren a la tumba y descubren los lienzos y el sudario (para la cabeza, enrollado en un lugar aparte), pero el cuerpo de Jesús no está. María se queda llorando, y Jesús se aparece a ella. Después, ella va para decir esto a los discípulos. Jesús se aparece a los discípulos (20.19-23). En la noche del día de resurrección. Los discípulos están en un lugar con las puertas cerradas por miedo de las autoridades. Jesús se pone en medio y dice: Paz a ustedes. Les muestra sus manos y pies, y los discípulos se gozan (16.20). Jesús ahora les dice cuatro cosas: 1) Les bendice: “Paz a vosotros.” 2) Les da una comisión: “Como me envió el Padre, así también y os envío.” Ellos (y nosotros) tenían la misma misión que tenía Jesús. 3) Les da el poder que necesitan: “Recibid el Espíritu Santo.” Quizás esta fue una palabra profética, porque en Hechos 1, los discípulos todavía no habían recibido el Espíritu Santo. 4) Les da autoridad: “A quienes remitiereis los pecados, les son remitidos; y a quienes se los retuviereis, les son retenidos.” En el libro de los Hechos, vemos que los apóstoles predicaban el arrepentimiento y el perdón de los pecados (2.38; 3.19; 8.22). Los que recibieron su mensaje, recibían el perdón. Los que rechazaron su mensaje, se quedaban en sus pecados. Jesús se aparece a sus discípulos (con Tomás) (20.24-29). Después de una semana. Jesús llega otra vez cuando las puertas están cerradas, y les bendice con paz. Luego invita a Tomás a convencerse de su resurrección tocando sus manos y su costado. Tomás exclama: “¡Señor mío y Dios mío!” Jesús declara una bendición sobre los que creen sin ver. El propósito del libro (20.30-31) 40 Hay muchos otros milagros que Jesús hizo, que no relató Juan. El relató estas para que los lectores crean que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y creyendo tengan vida en su nombre. Jesús se aparece a 7 discípulos (21.1-23). Un énfasis en este capítulo es la relación de Pedro con Jesús. Pedro se menciona por nombre nueve veces. Varios de los discípulos están en Galilea, y Pedro decide ir a pescar. Otros 6 discípulos van con el. Pero no pescan nada. En la mañana, Jesús les pregunta desde la playa, que si tienen algo para comer. Ellos responden que no. El les dice que tiren la red a la derecha de la barca. Lo hacen y se llena la red de peces. Jesús les da de desayunar. Esta es la tercera manifestación (en grupo) de Jesús a los discípulos (vea 20.19-23 y 20.24-29). Después del desayuno, Jesús pregunta tres veces a Pedro si le ama. Así como Pedro le negó tres veces, ahora tres veces le pide afirmar su amor. Las tres veces Jesús responde: Apacienta mis corderos y pastorea mis ovejas. Nuestro amor para Cristo se tiene que demostrar en nuestro amor y cuidado por sus hijos. Ministramos a los creyentes porque amamos a Jesús. También Jesús le dice a Pedro que será mártir. Pero aun su muerte será para la gloria de Dios (vea Filipenses 1.20). Cuando Jesús fue arrestado, Pedro negó a Jesús para escapar posible sufrimiento. Al final, Pedro será una piedra, fiel hasta la muerte. Pedro pregunta a Jesús acerca del otro discípulo, pero Jesús dice a Pedro que no le toca saber los planes de Jesús para otro. Lo importante es que Pedro le siga. Así termina el libro, con un llamado a un discipulado a cualquier costo. Sigamos a Jesús, pase lo que pase con otros. Conclusión del libro (21.24-25) 41 Obra Citada Danker, Frederick W., ed. 2000. A Greek-English lexicon of the New Testament and other early Christian literature. 3rd ed. Chicago: The University of Chicago Press. 42