Cuentos - Codehupy

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Pide segundas opiniones. Podés leer tu cuento a alguna persona (o personas) de tu confianza para que opine(n) sobre él y
te dé(n) alguna sugerencia. Incorpora las sugerencias que consideras válidas. Tu cuento será mucho mejor si consideras
cuidadosamente las críticas, lo que no significa que tengas que seguir todos los consejos que te den. Algunas de las sugerencias
puede que no sean buenas. Al final, es tu historia y eres tú quien hará los retoques finales.
AJA
E
ERRAMIENTAS
ARA
SCRIBIR
UENTOS
Asegúrate de no sobrecargar tu mente demasiado por mucho tiempo. Si tienes problemas para generar ideas,
simplemente dedícate a hacer otra cosa por un momento. Vuelve a tu historia después de unas horas o de una noche de buen
sueño. Después de eso seguramente te sorprenderás de la cantidad de ideas que aparecerán mágicamente.
Más de una vez querrás descartar una historia. Asegúrate de tener una buena razón para ello, no una excusa. Si
simplemente estás atascado, intenta sobreponerte utilizando un poco de imaginación. Es posible que te surja una idea muy
buena y luego otra, mejor que la anterior. Si esto te ocurre frecuentemente puede convertirse en un problema. Así, podrías
empezar muchas historias y no terminar ningún cuento en sí.
Piensa que si lees muchos libros, podrás adquirir vocabulario y también aprenderás ortografía y gramática, porque te
familiarizarás con las palabras y así serás menos propenso a cometer ciertos errores.
Ahhh…y el título?
La idea del título del cuento te puede surgir en diferentes momentos: al inicio, hacia la mitad o al final, pero básicamente es
importante que tengas en cuenta cuatro cuestiones acerca del título.
El título debe ser memorable.
Uno puede encontrarse con títulos como: "El Perro", "Mi barrio" y "Mi juguete"; y no tiene por qué ser así ya que la
experiencia indica que detrás de títulos así y similares difícilmente se encuentre un buen texto. La principal función de un buen
título es provocar en el lector el deseo de leer todo lo que le sigue. Por ejemplo: 'El niño invisible', 'De eso no se habla', 'Gato
que aparece en la noche', 'Los angeles bailan cumbia', son títulos que llaman la atención.
El título debe tener relación con el cuento.
Un buen título debe generar expectativas en relación al contenido del texto, debe incitar a conocerlo. Pero si el tono del título
poco tiene que ver con el relato, el lector se sentirá defraudado más allá de la calidad. Si vamos a leer un cuento titulado "Don
Calixto, el arriero", esperamos leer una historia de hombres de campo. Pero, si nos encontramos adentro con un relato de
ciencia ficción o un policial negro clásico, el autor debe esmerarse demasiado para que el lector no se sienta impulsado a
enviarle una carta de protesta, reclamando la devolución de su dinero.
Que fantástico!! Decidirte a participar de este Concurso a través de la elaboración de un
cuento corto sobre testimonios de personas que sufrieron la dictadura Stronista en nuestro
país.
A continuación queremos compartir contigo algunas herramientas para elaborar un
cuento.
Te pedimos que leas detenidamente este Manual de elaboración de cuentos cortos,
porque te ayudará y facilitará tu tarea de realización.
Suerte, que fluya la creatividad y muy buen trabajo.
El título no debe explicar el texto.
En el camino nos encontramos con infinidad de cuentos titulados con proverbios o con moralejas del tipo de "El que mal anda
mal acaba", o "Al mal tiempo buena cara". Por un lado, estos títulos son hartos trillados y aburridos. Pero, lo que es aún peor,
nos cuentan ya el final de la historia: ¿qué interés puede tener el lector de leer una historia que, de entrada, ya sabe cómo
terminará? Un buen título debe generar expectativa y jamás contar el desenlace de la narración.
No hay como una buena metáfora.
¿Qué tienen en común tan buenos títulos como "Suave es la noche", "El Corazón es un cazador solitario", "La Guerra del
Cerdo" y "El guardián en el centeno"?...Que todos estos títulos son metáforas, es decir, unen cosas que nunca antes han estado
juntas. Son intrigantes sin ser obvios, incitan a la imaginación y son difíciles de olvidar.
Por último, bien vale dejar aquí las palabras de Ernest Hemingway, otro gran escritor que supo ser protagonista de
muchas pesadillas de sus editores, por su escaso talento para crear buenos títulos para sus maravillosas obras. Él mismo lo
reconoce con esta cita:
"Después de terminar un cuento o un libro, escribo una gran lista de títulos tentativos. He llegado a escribir hasta cien de ellos.
Luego, comienzo a eliminar los que no me gustan, uno por uno. Y la mayoría de las veces, lamentablemente, los descarto a
todos.".
concurso
nacional
de cuentos
videos &
disfusión
Y estas son las herramientas que esperamos te puedan acompañar en esos días en que estarás creando tu cuento. Te
deseamos mucha suerte y que disfrutes de la experiencia.
Elaboración: Ramón Corvalan
Diseño: Nelson Caballero y Jorge Martinez|Play Produce
Diagramación: Natalia González Rahi
Edición: SERPAJ-Py /Setiembre 2010
Cantidad: 2150.-
CAJA DE HERRAMIENTAS PARA ESCRIBIR CUENTOS
Bienvenido…bienvenida
Estamos más que entusiasmados contigo por participar de este concurso de Cuentos Cortos y para eso te presentamos
esta pequeña Caja de Herramientas.
Esta Caja no puede hacer algo: enseñarte a escribir cuentos…pero si está preparada para que cuando la abras,
encuentres dentro algunas cosas que pueden servirte en el momento en que te decidas trabajar en el cuento que presentarás al
concurso. La Caja no puede enseñarte a escribir cuentos porque son tantas las razones por las que una persona puede elegir
escribir cuentos…además de participar en un concurso, que no existen recetas precisas. Además escribir, ese gesto tan especial
de rasgar con el lápiz, birome la superficie del papel, o de teclear mientras desfilan ante los ojos las palabras en el monitor de la
compu, es una forma que tenemos los seres humanos de pensar/sentir lo que nos pasa, lo que le pasa al mundo que nos rodea,
de compartir con otros todas estas cosas.
Es por eso, porque escribir cuentos puede ser una de las tantas maneras que tenemos las personas de vivir en este
mundo, esta Caja sólo quiere mostrarte algunas herramientas que pueden acompañarte en la aventura de escribir cuentos…Y
es así que ya entramos en tema. Abrimos la Caja para encontrarnos inicialmente con cuestiones bien básicas como, por
ejemplo:
¿Qué es un cuento?
Básicamente es una narración breve que cuenta hechos imaginarios o reales…o la combinación de ambos y que es
protagonizada por un grupo reducido de personajes. Se conocen dos tipos de cuentos:
El cuento popular que es una narración tradicional breve de hechos imaginarios que puede presentarse en forma de
diferentes versiones pero manteniendo una estructura común. Por ejemplo, tenemos los cuentos sobre las diferentes
aventuras del Ka'i.
El cuento literario que se origina y se transmite mediante la escritura.
Hablando de formas…¿el cuento literario tiene partes?
Si, y las partes componen un conocido trío:
Introducción
Nudo
Desenlace
Veamos ahora qué encontramos en cada una de estas partes.
Introducción o planteamiento: Esta es la parte inicial de la historia que vas a contar. En los cuentos clásicos esto se marcaba
con el “Había una vez”. Aquí es donde se presentan el escenario (el lugar donde van a suceder los hechos), el o los personajes y
sus propósitos. Pero fundamentalmente, donde se presenta la normalidad de la historia. Es importante tener en cuenta que la
normalidad puede ser algo completamente anormal, terrible o fuera de lo común; pero, presentado como introducción, pasa
a ser la normalidad de ESA historia. La introducción sirve también para llevar al lector hacia el conflicto porque justamente lo
que se presenta en la introducción es lo que se va a cambiar o alterar en el nudo. En la introducción se dejan las bases para que
el nudo tenga sentido. Por ejemplo, el cuento titulado De eso no se habla, comienza así: “Cuando la niña cumplió los cinco
años, doña Leonor Bacigalupo comprendió que la luminaria de sus ojos, la alegría de su vida, el orgullo de su vientre, la razón
de su substancia, era enana”.
Nudo: El nudo comienza cuando aparece un elemento de tensión que rompe con la normalidad planteada en la
introducción. Aquí es donde surge el conflicto, la historia toma forma y suceden los hechos más importantes. El nudo surge a
partir de un quiebre o alteración de lo planteado en la introducción: algo le va a suceder al personaje o a los personajes que va
a cambiar sus vidas, la forma normal en que se presentaron en la introducción. Se podría representar con el “Pero un buen día”
de los cuentos tradicionales. La alteración, el cambio genera consecuencias, que pueden a su vez producir otros puntos de
tensión y de ruptura, con sus respectivas consecuencias, etcétera. Esta sucesión de conflictos encadenados va generando lo
que se conoce como trama y que es lo que mantiene a la persona que lee el cuento entusiasmada con la lectura porque desea
saber cómo terminará la historia. Por ejemplo, en un cuento titulado La sirena que se inicia una noche en que conversan dos
pescadores amigos acerca de los misterios del mar, se llega a un momento del diálogo en que uno de los personajes dice: “Ya
llevas aquí tres meses, Johnny, y es hora de que lo sepas. En esta época del año – dijo McDunn, estudiando la oscuridad y la
niebla-, algo viene a visitar el faro”. Este 'algo que viene a visitar el faro' es el elemento de tensión: qué será ese algo?, qué
pasará con los personajes cuando aparezca 'ese algo'?, para qué viene a visitar el faro?. Estas son algunas preguntas posibles que
pueden surgir ante la situación generada por el nudo.
En este sitio podes consultar el Informe completo elaborado por la Comisión de Verdad y Justicia,
haciendo clik en la siguiente dirección:
http://www.verdadyjusticia-dp.gov.py/documentos.html
Otro sitio que consiste en un blog relacionado con la misma Comisión es:
http://verdadyjusticia-paraguay.blogspot.com/
Para contar con mayor información sobre el Concurso Nacional de cuentos, videos y difusión del
Informe de la Comisión Verdad y Justicia del Paraguay, podes entrar a este sitio:
http://www.codehupy.org/dictadurasnuncamas/base_concursos
Y luego, qué?
Con la información que recogiste acerca de la Comisión de Verdad y Justicia (consultando en Internet, conversando con
profesores/as acerca de lo que pasaba en el país en el tiempo abarcado por el informe – 1954/2003 -, entrevistando en tu
comunidad a alguien que fue víctima de las represiones, o a familiares de los mismos), podés concentrarte en avanzar hacia
los siguientes pasos para juntar elementos que pueden servirte en el momento en que vas a escribir el cuento:
Busca y reúne ideas para tu cuento. La inspiración te puede llegar en cualquier momento, así que sería recomendable
contar siempre con un cuaderno de notas, de modo que puedas escribir tus ideas a medida que aparezcan. La mayor parte
del tiempo solamente te surgirán retazos de historias o frases sueltas: algo que encontraste leyendo el Informe de la
Comisión, algún pedazo del testimonio que compartió contigo una persona que pasó por la experiencia de la represión,
pueden contener ideas para tu cuento.
Escoge una idea y desarrolla sus detalles. En el mejor de los casos, una historia debe tener una introducción (la parte
de la historia que lleva al centro de la historia), el centro de la historia (un momento decisivo dentro de la historia en el
que existe un conflicto entre varios personajes o uno solo) y el desenlace (un final satisfactorio en el que el conflicto de la
parte central es resuelto). Podés moverte de atrás hacia delante desde tu idea principal (ésta puede o no ser el principio de
tu historia) para preguntarte: "¿Qué ocurre luego?", o "¿Qué ha pasado antes de esto?".
Conoce a tus personajes. Para que una historia sea creíble, los personajes tienen que serlo y sus acciones tienen que parecer
inevitablemente guiadas por su forma de ser. En otras palabras, debes saber todo lo que puedas acerca de tus personajes, de
dónde vienen, sus motivaciones, sus miedos, sus gustos. Para esto te pueden ayudar la entrevista o el testimonio de personas que
pasaron por la experiencia de la represión: con ellas podés averiguar cómo eran cuando tenían tu edad, si tuvieron miedo en las
situaciones que pasaron, qué les motivaba a seguir con sus luchas. De hecho que no vas a incluir toda esta información en tu
historia, pero cuanto más sepas acerca de ellos, más reales serán tus personajes, tanto para ti como para el lector. Recuerda
siempre que estás por escribir un cuento donde es clave tu imaginación que puede apoyarse en hechos reales pero que no se
reduce a contar sólo eso.
Determina la extensión de tu historia. En una novela pueden transcurrir millones de años, puede incluir una multitud de
historias que se entrecruzan, tener variedad de escenarios y un grupo numeroso de caracteres secundarios. Pero los eventos
principales en un cuento deben ocurrir en un período corto de tiempo (días o incluso minutos) y típicamente no será posible
desarrollar más de un argumento, de dos a tres caracteres principales y un escenario.
En una historia en primera persona, el personaje principal es quien cuenta la historia. Por ejemplo: “Vivíamos con los abuelos, en
la antigua casa que ellos habían inaugurado”; en una historia en segunda persona, el lector es convertido en parte de la historia.
Ejemplo: “Usted es muy curioso y por eso va a poder escucharme mientras le cuento esta historia”, y en una historia en tercera
persona, es un narrador quien cuenta la historia. Ejemplo: “Los caballos fueron deteniéndose lentamente, y el hombre y la
mujer miraron allá abajo el valle seco y arenoso”. La narración en segunda persona es raramente utilizada. Debes tener en cuenta
que un narrador en primera persona solo puede decir lo que sabe. Esto se limita a lo que ha visto en persona o lo que otras
personas le han dicho. En cambio, el narrador de una historia contada en tercera persona puede saberlo todo, explorar los
pensamientos de cada personaje o limitarse a lo que puede ser observado.
Empieza a escribir. Si has ideado profundamente los detalles de tu argumento y de tus personajes, el proceso de escribir el
cuento consistirá simplemente en elegir las palabras adecuadas. Generalmente, escribir es una tarea ardua. Es probable que
descubras que no conoces bien a tus personajes, pero no importa. El resumen o perfil no es la historia en sí y la única forma de
completar la historia es escribiéndola. Y para empezar a escribir, podés apoyarte ensayando respuestas a una serie de supuestas
preguntas ordenadas en tres partes: introducción, desarrollo o nudo y desenlace. Por ejemplo, para el principio de la narración,
las preguntas pueden ser:
-¿Quién es el personaje principal?
-¿Cuáles son sus cualidades o características más importantes?
-¿En qué tiempo tiene lugar lo que se cuenta?
-¿Cuál es la situación de las cosas en el momento en que empieza la historia?
-¿Qué se propone hacer el protagonista?
-¿Por qué quiere hacerlo?
Por su parte, el desarrollo del cuento puede estar formado por las respuestas a las siguientes preguntas:
-¿Qué hace el protagonista?
-¿Qué problemas encuentra para alcanzar su objetivo?
-¿Le sorprende algún peligro?
-¿Tiene que superar alguna prueba difícil?
-¿Encuentra alguna situación misteriosa a la que se tiene que enfrentar?
-¿Tiene que resolver algún enigma?
Y el final del cuento nos lo pueden facilitar las siguientes preguntas:
-¿Cómo resuelve el protagonista los problemas planteados?
-¿De qué modo supera los peligros que encuentra?
-¿De qué manera modificará su mala conducta a causa de la desagradable experiencia vivida?
-¿Ocurrirá algo al final del relato que cambie el significado de todo lo anterior o que introduzca algún elemento sorpresivo?
Este sistema de preguntas implícitas y respuestas explícitas pueden seguir un orden lógico dispuesto por tu manera de imaginarte
el cuento, pero también podés escribir las preguntas en fichas independientes y mezclarlas entre sí para que sea el azar quien fije
el punto de partida, la dirección del recorrido y el final del argumento. En este caso, podrás elegir parte de las fichas, según tu
idea inicial, prescindiendo de las que consideres innecesarias para lograr tu propósito.
Impresiona al público. La primera página —algunos dirían la primera oración— de cualquier obra escrita debe atrapar al
lector y dejarle con ganas de más. Un comienzo rápido es especialmente importante cuando se escribe un cuento porque no se
dispone de mucho espacio para contar la historia. No te entretengas con largas introducciones de tus personajes o descripciones
innecesarias del escenario. Es conveniente que puedas ir directo al centro de la historia y mostrar detalles acerca de los
personajes como si estuvieras mostrando las piezas de un rompecabezas. “Un muro se derrumba, seguido por otro y otro; con un
trueno apagado, una ciudad se transforma en un montón de ruinas”: este es un ejemplo de un primer párrafo de un cuento que
ya nos atrapa porque nos motiva a querer saber de qué ciudad está hablando y por qué se transformó en ruinas.
Sigue escribiendo. Es casi seguro que encontrarás baches en tu camino, como es cierto que tienes que saber sobrellevarlos.
Dedica un poco de tiempo a escribir cada día y trázate un objetivo. Una página por día o dos puede ser un buen objetivo. Aun si
tiras a la basura lo que escribiste un día, las cosas no están perdidas. Esto solo significa que has estado escribiendo y pensando
acerca de tu cuento, lo cual te mantendrá en el camino.
Otras características del cuento literario.
El cuento presenta varias características.
Ficción: aunque puede inspirarse en hechos reales, un cuento debe, para funcionar como tal, recortarse de la realidad. Para
esto es clave la imaginación del escritor o escritora.
Argumental: el cuento, como vimos anteriormente, tiene una estructura de hechos entrelazados (acción – consecuencias)
en un formato de: introducción – nudo – desenlace.
Única línea argumental: a diferencia de lo que sucede en la novela, en el cuento todos los hechos se encadenan en una
sola sucesión de hechos.
Personaje principal: aunque puede haber otros personajes, la historia habla de uno en particular, a quien le ocurren los
hechos que se relatan.
Unidad de efecto: comparte esta característica con la poesía. El cuento está escrito para ser leído de principio a fin. Si uno
corta la lectura, es muy probable que se pierda el efecto narrativo.
Prosa: el formato de los cuentos modernos (a partir de la aparición de la escritura) suele ser la prosa que consiste en la forma
natural en que nos expresamos en nuestras conversaciones cotidianas.
Todo lo anterior tenía que ver con la parte más formal del Cuento literario, sus partes, sus características principales. Es
como el plato que más allá de colores, tamaños tiene básicamente una forma conocida. Ahora que ya conocemos un poco
sobre cómo es el plato, es tiempo de llenar el plato con algo que en nuestro caso es la historia que vas a contar.
¿Por dónde comenzar? Pueden ser varios los caminos posibles a elegir. Uno de ellos podría ser la misma intención del
concurso. La convocatoria tiene que ver con la difusión del Informe Final que la Comisión de Verdad y Justicia elaboró sobre las
violaciones de derechos humanos ocurridas en el Paraguay desde 1954 al 2003. La invitación es que escribas un Cuento en el
que relates algo relacionado con el tema del que se ocupa el Informe de la Comisión de Verdad y Justicia.
Sería interesante que averigües acerca de esta Comisión. Si podes conectarte a la Internet, las siguientes direcciones te
facilitarán informaciones sobre el tema: Dirección de la página de la Dirección General de Verdad, Justicia y Reparación de la
Defensoría del Pueblo: http://www.verdadyjusticia-dp.gov.py/
primera persona ("yo"),
segunda persona ("tú") y
tercera persona ("él" o "ella").
-¿Qué hace para alcanzar su objetivo?
Desenlace o final: Esta es la parte donde se suele dar lo que se conoce como el clímax, es decir, la solución a la historia y
finaliza la narración. Incluso en los textos con final abierto, hay un desenlace. En el desenlace se llega a un punto de tensión
determinado, ocurre algún hecho que reordena estos elementos y establece una nueva normalidad. Por ejemplo, sabemos
qué pasó con la hija de doña Leonor que era enana, o nos enteramos de qué se trata 'ese algo' que viene a visitar el faro y lo
que sucedió luego con los personajes.
A trabajar en el contenido
Escoge quién contará la historia. Para esto es importante que sepas que existen tres puntos principales de vista desde los
cuales podés contar una historia:
Deja que el cuento siga su propio curso. A medida que escribes un cuento, es posible que sientas la tentación de cambiar
la dirección de tu argumento o tal vez cambiar y hasta eliminar a un personaje. Tendrás que poner atención a si es que tus
personajes te dicen que hagas algo diferente y no te preocupes si tienes que reordenar y cambiar todo, si con este cambio crees
que mejorará el cuento.
Revisa y corrige. Una vez que hayas terminado tu historia, vuelve a leerla, corrige los errores que encuentres y observa que no
haya errores semánticos. Haz una revisión general, asegúrate de que la historia sea fluída, de que los problemas de cada
personaje sean resueltos de manera natural y de que cada personaje en sí tenga una introducción apropiada. Si tienes tiempo,
deja la historia descansar por unos días o semanas antes de revisarla. El que te distancies un poco del cuento te ayudará a ver las
cosas más claramente cuando decidas revisarlo.
Deja que tu capacidad intuitiva te guie.
Cuando hayas trabajado arduamente en tu cuento, alejate y no pienses. Para descansar de tus
pensamientos puedes mirar por unos minutos el centro de este patrón universal llamado La
Flor de la Vida.
Luego vuelve a concentrarte en el cuento, y deja que tu creatividad fluya.
Algunas cosas que podrías evitar
No te desanimes. Es bueno que sepas que en la vida del escritor, el rechazo es algo que muchas veces está garantizado y otras
no. Lo importante es que te sientas orgulloso por haber completado tu historia —esto no es sencillo en absoluto— y si es que
disfrutaste escribiendo, podés mantener tus habilidades en práctica.
¡Cuida la gramática y la ortografía! Muestra a tus lectores que sabes escribir dándoles un cuento libre de errores.
Por más que digas que no puedes, no te rindas; tú puedes hacerlo. Casi todos podemos ser buenos escritores con práctica,
estudio (lectura crítica) y constancia.
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