La Escuela Superior en un transcurso de su Historia

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LA ESCUELA SUPERIOR DE GUERRA NAVAL EN UN
TRANSCURSO DE SU HISTORIA
Fernando Casaretto Alvarado
Contralmirante
En primera instancia agradezco al Señor Contralmirante Director de la
Escuela Superior de Guerra Naval la invitación que me hace en circunstancias
de los actos conmemorativos por el 85 aniversario de creación de esta
Institución. Me corresponde referirme al periodo temporal entre los años 1930 a
1990. No obstante si bien debo iniciar mis palabras con la baliza 1930, va a ser
necesario que me refiera al contexto histórico en que la fundación tuvo lugar,
ello por las circunstancias que la antecedieron, pues fue una época de
acaecimientos violentos en el país, también sucesos de carácter internacional
que marcaron la historia mundial.
La Escuela Superior de Guerra Naval se funda en virtud del Decreto
Supremo número 19 del 17 de setiembre 1930, documento emitido por el
Presidente de la Junta de Gobierno Luis M. Sánchez Cerro siendo Ministro de
Marina y Aviación Carlos Rotalde.
Cabe pues antes de referirnos a la propia organización de la Escuela, a
los antecedentes de su creación, destacar que el 22 de agosto es decir un mes
antes del 17 de setiembre se había producido en Arequipa un golpe de estado
del mencionado Sánchez Cerro contra el Presidente en ejercicio Augusto B.
Leguía el cual había iniciado un nuevo mandato el 13 de octubre de 1929.
Se establece una Junta de Gobierno que estuvo a cargo inicialmente del
General Manuel María Ponce (1930) lo continúa Luis M. Sánchez Cerro (1930),
después la preside Ricardo Elías (1931) como Junta Provisoria, luego el Coronel
Gustavo Jiménez (1931) quien es Presidente de la Junta Transitoria de Gobierno,
lo continúa David Samanez Ocampo (1931) cuyo nombramiento es Presidente
de la Junta de Gobierno. Finalmente el propio Sánchez Cerro sería Presidente
de la República el 8 de diciembre de 1931. El periodo es sin duda políticamente
confuso.
Se explica entonces la fundación de la Escuela bajo firma del Jefe de la
Junta de Gobierno General Sánchez Cerro en 1930. Lo que debe explicarse más
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bien es que tal fundación es producto de un proceso y mérito del Presidente
Augusto B. Leguía quien gobernó el país entre los años 1919 a 1930 y antes en un
periodo que va de 1908 a 1912. En todos los casos, Leguía tuvo especial
preocupación por la Marina de Guerra, visión de estadista que sabe decidir en
qué personas, de qué Institución, confía.
Arriesgo una opinión, el Presidente de la República más importante de
nuestro país en el siglo XX es Leguía, su gestión queda en azul a pesar de graves
rojos en el balance final.
Y si es cierto que las gestiones para el arribo de los primeros cruceros BAP.
“Grau” y BAP. “Bolognesi” son mérito de José Pardo Presidente que antecedió a
Leguía, estos buques representan el nuevo aliento de la institución después de la
Guerra de 1879. Pardo (1904-1908) es testigo de la llegada al Callao de tales
unidades el 10 de agosto de 1907, construidas en astilleros de Vickers Son Maxim
de Inglaterra (mi generación vio y pisó las cubiertas de estos buques) fruto de la
gestión de la Junta Patriótica Nacional presidida por el señor Santiago Figueredo
(hoy el malecón Cantolao de la Punta lleva su nombre).
1960 es el año de la sucesión de ambos cruceros, “Grau” y “Bolognesi”
que mi generación presentó a lo largo de todo el litoral, puerto a puerto. Trece
años después en 1973 el tercero B.A.P. “Almirante Grau” arriba al Callao, lo
acompaña el destructor B.A.P. “Palacios” y su novedosa arma el misil Exocet en
8 contenedores exige a las promociones de la época manejar juegos de guerra
con esta arma que consolida cuando, el mismo año 1973 arriba el B.A.P. “Ferré”
gemelo del “Palacios”. El año 1979 centenario de la Guerra del Guano y el
Salitre o Guerra del Pacífico, la primera fragata misilera B.A.P. “Carvajal” FM-51
introduce el misil Otomat de mayor alcance que el Exocet, la Teleguía 2 y el
elemento aéreo embarcado. La Armada Peruana es pues pionera en esta
arma.
Retornando a Leguía, es cierto que gobernó con mano férrea y que es
considerado generalmente – Luis Alberto Sánchez tiene un libro intitulado
“Leguía el dictador”- sin duda lo fue en determinados tramos de su mandato,
pero transformó el Perú. Hizo de Lima pueblo, Lima ciudad. La primera
urbanización como tal fue Jesús María (Santa Beatriz), antes no existía un orden
urbano, después de Leguía sí. El actual Campo de Marte fue antes el hipódromo
de Santa Beatriz inaugurado el año 1903, nos alcanza esto porque sucede al
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hipódromo de Jesús María, el de San Felipe que se inauguró en 1938 y tuvo vida
útil hasta 1960 en que la Marina de Guerra, lo recibió con sus edificaciones de
origen, áreas libres y tribunas para ser el llamado por muchos años, Ministerio de
Marina de Salaverry, todo un capítulo de gran importancia en la historia naval.
La Estación Naval La Perla heredaría posteriormente la responsabilidad en las
instalaciones que actualmente ocupa como Cuartel General.
He mencionado el hipódromo de Santa Beatriz porque allí, en
circunstancias en que el entonces Presidente Luis M. Sánchez Cerro, por lo
demás ya General, pasaba revista a los movilizables, 30, 000 hombres que
estaban destinados a intervenir en el conflicto con Colombia, fue asesinado el
30 de abril de 1933, presumiblemente por Abelardo Mendoza un sectario aprista
que fue muerto en el lugar.
Tal mención deviene porque el conflicto con Colombia es cercano al año
de inauguración de nuestra Escuela de Guerra, se trató de la ocupación por la
fuerza de la ya ciudad colombiana de Leticia por los loretanos, ocurrencia que
tuvo lugar el 1 de setiembre de 1932 cuando ellos expulsaron a las autoridades
colombianas asentadas allí legalmente según el tratado Salomón Lozano del 24
de mayo de 1922 (gobierno de Leguía), el tema propiciaría que buques
peruanos viajaran a Iquitos entre ellos los llamados destructores estonianos
“Villar” y “Guisse” (sic), se conoce también este acaecimiento como la
concesión del “Trapecio Amazónico”, lo cierto es que Leguía hizo tal concesión
a Colombia con mediación de Estados Unidos que había intervenido en la
secesión de Panamá lo que permitió el reinicio de la construcción del Canal de
Panamá, donde había fracasado Fernando Leseps. Podemos afirmar que la
aspiración de Colombia de acceder al río Amazonas fue satisfecha por el Perú,
Leticia – que fue concedida – era una ciudad habitada por más de 10,000
peruanos que de la noche a la mañana eran colombianos. El Congreso del Perú
no fue consultado en la ocasión, es decir, no intervino aunque el tratado se
firmó, este es un grave hecho dictatorial de Leguía, aunque la circunstancia con
los vecinos en todas las fronteras era crítica. Las tratativas colombianas llevaban
de antiguo y todos aquí sabemos del Combate de la Pedrera del 11 al 12 de
julio 1912 y el héroe naval Manuel Clavero Muga (Promoción 1901 de la Escuela
Naval).
Cuatro años después de 1907, el 19 de agosto de 1911 se recepciona en
los astilleros franceses Scheneider du Chalons, Sur Saone los sumergibles “Ferré”
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y “Palacios”, hecho que tiene lugar durante el primer gobierno de Leguía y es
mérito de la Misión Naval Francesa. Debe destacarse la asesoría de esta Misión
cuya concepción estratégica fue brillante, no teníamos buques sobre el mar o
los había de poco valor militar, pero si se contaba con sumergibles, arma por
entonces inexistente en América del Sur, bien podíamos hablar de una ventaja
que el otro debía temer.
Se contaba también con un buque de superficie de fabricación francesa
el cazatorpedero “Rodríguez” que fue el primer buque de guerra que cruzó el
Canal de Panamá inaugurado el 15 de agosto de 1914, lo cual dio la potestad
a este buque de utilizar el canal sin costo durante su vida. Los destructores de
origen estoniano “Villar” y “Guisse” (así está escrito Guise en el espejo) fueron
adquiridos con motivo del conflicto con Colombia. Acudió también a Iquitos el
crucero “Lima” que quedó allí sepultado por obra de la naturaleza tras cumplir
meritorio servicios a la Marina.
Detrás de 1930 hay pues un bagaje histórico muy importante y ya que
hablamos de los sumergibles en abril de 1926 se daba la continuidad con los
submarinos R1 (BAP. “Casma”) y R2 (BAP. “Islay”) construidos en astilleros de
Estados Unidos de América por The Electric Boat C.O the Groton, Conneccticut,
a ello sucedieron el R3 (BAP. “Pacocha”) y R4 (BAP. “Arica”).
Muy próximo el año 1929 es el del jubiloso retorno de la provincia cautiva
de Tacna al seno de la Patria el 28 de agosto. Cinco años antes (1924) el
centenario de Ayacucho y en 1921 cien años de independencia.
Retornando a la creación de la Escuela Superior de Guerra Naval es
importante destacar que el Jefe de la Misión Naval Americana quedó
encargado de la organización de la Escuela, el dictado y desarrollo de los
cursos de instrucción, siendo miembros de la misión parte del profesorado.
Se dispuso que el entonces Ministerio de Marina y Aviación determine el
número de Oficiales Superiores de Marina y de Aviación que debían seguir los
cursos. Paralelamente se dieron facilidades a Oficiales Superiores navales no
cursantes, a tiempo completo digamos, para que pudieran concurrir a las
“conferencias prácticas” con obligatoriedad de asistencia una vez por semana.
Los Oficiales Superiores del Ejército también fueron incorporados a este
sistema de conferencias, bajo norma dispuesta por la Escuela.
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¿Dónde inició funciones la Escuela Superior de Guerra Naval?
Las instalaciones del flamante edificio “San Martín” de la Escuela Naval,
también llamado “Edificio 2”, inaugurado el año 1928 (gestión Leguía) fueron
testigo de los primeros actos académicos de la Escuela Superior de Guerra
Naval tras la ceremonia de inauguración el 8 de octubre de 1930, en la ocasión
el Ministro de Guerra y Aviación expresó: “El 8 de octubre de la Historia Naval del
Perú se hallará así íntimamente vinculado al pasado y al porvenir. Al pasado
porque desde él nos viene una tradición de gloria y heroísmo inigualados que
constituye el ideal de nuestra moralidad profesional, porque el funcionamiento
de esta Escuela irradiará sus luces para hacer cada vez más amplia y luminosa
la ruta de nuestro futuro desarrollo”.
El Ministro Rotalde expresa aquel 8 de octubre de 1930 la íntima
vinculación del pasado con el porvenir y a la letra: “El funcionamiento de esta
escuela irradiará sus luces” en demanda de una ruta de futuro desarrollo.
Sin duda es así pero del mismo modo en que nos hemos detenido en
destacar las circunstancias en que se funda la Escuela y los años en que ella se
basa y desenvuelve también podemos hoy mencionar con pleno conocimiento
lo que el Ministro sólo podía considerar un futuro institucional, en el entorno de
otro, indesligable, el del mundo en movimiento.
Y es que los acaecimientos tras aquel 1930 tanto al interior del Perú como
fuera del país han sido en su circunstancia motivo de estudio, de análisis e
investigación por las generaciones que han transcurrido importantes etapas de
su vida profesional en las aulas de la Escuela Superior de Guerra Naval.
Había transcurrido la Primera Guerra Mundial también llamada “La gran
Guerra” (1914-1918) con el terrible factor de 8’ 500 000 muertos. Se consideraba
que el Tratado de Versalles del 28 de junio 1919 cauterizaba todo intento de
guerra por parte del vencido. No obstante mientras en el Perú se habían
producido los sucesos antes narrados que afectaron a nuestra Marina, tan sólo
pocos años habrían de transcurrir cuando entre 1939 a 1945 una segunda
conflagración hiciera saltar el mundo: La Segunda Guerra Mundial, ¿su motivo?
Justamente el Tratado de Versalles tiene relación por las fortísimas condiciones
que los vencedores impusieron a los vencidos. Y si la Primera Guerra Mundial
tuvo casi nueve millones de víctimas (no existía la penicilina) ésta tendrá 70
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millones de víctimas cuando ya existía la penicilina y las armas nucleares
también.
Se estudian pues y se analizan estos hechos que alcanzan al mundo y los
nuestros, el conflicto con Ecuador de 1941, guerra en la cual tuvo notable
participación nuestra Marina con sus operaciones en el oriente amazónico,
muchos nombres de Oficiales que conocimos cuando Cadetes, algunos en
actividad, otros como instructores jugaron importante rol en esta guerra donde
se releva mucho al Ejército – que tuvo por supuesto sus propios méritos- no
obstante considero que se minimiza el accionar de la Marina que fue uno de los
actores principales en la Campaña Fluvial 1941, el después Director de la
Escuela Naval en 1958, Contralmirante Florencia Teixeira Vela fue uno de los
protagonistas principales en esta guerra como Comandante de la cañonera
“Amazonas” cuando él era Capitán de Corbeta.
El estudio de dos guerras con intervención de los Estados Unidos de
América la Guerra de Corea (1950-1953) que significó 36, 574 soldados
norteamericanos muertos en apoyo a Corea del Sur, fue claro ejemplo de la
lucha de dos mundos, occidente capitalista y el comunismo representado por
Corea del Norte y el apoyo que recibió de naciones amigas rojas.
¿Es la guerra un hecho fortuito?
¿Está en la naturaleza del hombre el conflicto?
Analizamos pues la Guerra de Corea, después sobrevendría Viet Nam, la
larga guerra de Viet Nam bajo características de carácter político semejante a
la guerra de la década del 50, interviene Estados Unidos de América y ello
cuesta a la gran nación del Norte 57, 685 soldados muertos entre 1964 a 1973 en
que el factor geográfico jugó papel preponderante en la primera ocasión en
que Estados Unidos debe ceder.
El Perú transcurría por entonces desde 1968 el gobierno militar del
Presidente General Juan Velasco Alvarado. Durante su mandato se dio el
llamado Conflicto del Cóndor en realidad una Guerra con Ecuador, donde la
Marina – 1981- tuvo destacada participación al enviar una Fuerza de Tarea al
Norte y otra Fuerza de Tarea al Sur. Esta experiencia personalmente la viví como
Segundo Comandante de un destroyer integrando la Fuerza de Tarea Norte con
base en Paita, tres meses transcurrimos en misión de patrullaje, las operaciones
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concluyeron tras el
bombardeo en la Cordillera del Cóndor y el Presidente
Fernando Belaunde dispuso la paralización de las acciones. Un nuevo hecho de
armas llamado el Conflicto del Alto Cenepa tuvo lugar el año 1994. Es innegable
destacar
que
año
a
año,
con
diversos
matices,
se
producían
esos
enfrentamientos. Finalmente el 26 de octubre de 1998 en el Palacio de Itamaray
en Brasilia se firmó un acuerdo de paz entre Perú y Ecuador llamado el Acta de
Brasilia que desde entonces ha puesto fin a un problema que no tuvo solución
cuando en Río de Janeiro, en el local del mismo nombre se firmó el Protocolo de
Paz, Amistad y Límites que halló pues finalmente en 1998 solución final.
Tema de permanente análisis en tanto la seguridad nacional es éste de
fronteras, territoriales y también marítimas. Recientemente con Ecuador y
después con Chile han quedado establecidas nuestras fronteras marítimas.
Personalmente considero que difícilmente se encuentra mayor similitud en
América del Sur que entre las características del pueblo peruano y el pueblo
ecuatoriano, identificación que nos llega desde los albores de la república y
que nos conducen en el clima que vivimos a logros de interés común que hace
bien a ambas naciones.
1981 fue también motivo de especial expectativa y de fascinante labor
por parte de la Escuela Superior de Guerra Naval. El 2 de abril de ese año
Argentina por decisión del Presidente Leopoldo Galtieri invadió las islas Malvinas,
Georgias del Sur y Sandwich del Sur. El hecho fue importante tema para quienes
transcurrían estudios en esta Escuela y asunto de gran trascendencia
internacional. Los países Sudamericanos – con excepción de Chile – debimos
sentirnos solidarios con Argentina. Se confiaba en una solución de carácter
diplomático donde intervino el Presidente del Perú Fernando Belaunde Terry. Las
opiniones respecto a la reacción del Reino Unido era asunto donde se dieron
discrepancias. Personalmente nunca dudé que la tradición histórica de los
británicos iría por la respuesta bélica.
Hasta el año 1981 las guerras se habían desenvuelto bajo una tecnología
más o menos convencional, ello incluyendo la Segunda Guerra Mundial. En 1981
se da pues la primera guerra, podríamos decirlo así, de nueva tecnología, de
computadoras, de sistemas de armas de gran alcance que son capaces de
decidir por sí mismos una vez lanzada el arma por el incursor.
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Cuando el viernes 2 de abril de 1981Argentina toma las islas Malvinas o
islas Falkland, las Georgias del Sur y Sandwich del Sur entonces se da una
situación de conflicto que conllevó en su circunstancia enfoques y opiniones, sin
duda autorizadas, que colisionaban como lo acabo de mencionar unas con
otras y llamaban a reflexión. Así, inicialmente la Armada de los Estados Unidos
consideraba que la reconquista de las Falkland era una imposibilidad militar. El
Ministerio de Defensa en Whitehall opinaba que la idea de enviar al Sur una
Fuerza de Tarea era más que arriesgado. El propio ejército británico aducía que
se carecía de una adecuada ventaja en relación a las fuerzas de tierra allí
existentes. El Secretario de Estado de Defensa John Nott también argumentaba
en contrario a la reconquista de las islas.
La primera ministra Margaret Thatcher, recibe estos criterios y decide
llamar al Primer Lord Almirante Leach. Afirma el Almirante Sandy Woodward
quien estuvo finalmente al mando de la Fuerza de Tarea en rumbo al Atlántico
Sur que el Almirante Leach le responde a la señora Thatcher lo siguiente: “Puedo
preparar una Fuerza de Tarea formada por fragatas, destructores, buques de
desembarco y naves de apoyo. Sería encabezada por los portaviones ‘Hermes’
e ‘Invincible’. Puede estar lista dentro de 48 horas”.
Así pues a 8,000 millas de distancia, esta Fuerza de Tarea debió navegar
21 días a una velocidad media de 16 nudos. El enfrentamiento dura como dice
Woodward 100 días, él zarpó en el portaviones Hermes y el desembarco en la
bahía San Carlos se dio el 21 de mayo. Hoy se habla de la Guerra de las
Galaxias en tanto una utopía. Aquella guerra fue la primera guerra de las
galaxias real. Escenario en que tanto la Royal Navy, como, especialmente la
Fuerza Aérea Argentina y la Aviación Naval Argentina desarrollaron con los
recursos disponibles un capítulo de la guerra que es de imprescindible presencia
en los cursos de las escuelas de guerra del mundo.
Cuando finalizó este conflicto Woodward tuvo que aceptar que había
perdido seis buques: Sheffield, Coventry, Ardent, Antelope, Atlantic Conveyor y
el Sir Galahad ello como consecuencia de la heroica realmente inesperada
actuación de los aviadores argentinos que atacaron y hundieron estos buques,
es del caso recordar que no detonaron bombas de 250 kilos que alcanzaron a
otros cinco buques británicos: Antrim, Plymouth, Argonaut, Broadsword y
Glasgow. También fueron averiados el Glamorgan y el Brilliant.
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La fragata Sheffield fue la primera baja británica y no hay como negar
que los misiles Exocet hicieron un estreno exitoso. No deja de llamar la atención
que en el preámbulo de sus memorias, Woodward las inicie con el episodio del
exitoso ataque a la fragata Sheffield.
Las razones, sin duda políticas en mucho, de esta guerra gatillada por el
Presidente Leopoldo Galtieri, no son de mi incumbencia, pero es un hecho que
el comportamiento de las fuerzas beligerantes hace honor a ambas patrias. Más
me permito insistir en la actuación, debo repetirlo, heroica al extremo de los
aviadores argentinos.
En los acaecimientos de esta guerra que duró algo más de tres meses,
hay un episodio de gran importancia, si cabe la expresión, en lo que respecta a
justamente la guerra en el mar. Dos portaviones británicos intervienen, aunque el
Hermes como centro de operaciones cerca de la costa de África; el segundo es
el Invincible que fue atacado con un misil Exocet AM-39 lanzado por un Super
Etendard que navegó con su compañero como guía y radar de complemento.
El operativo se inicia con la intervención también de cuatro (4) aviones Skyhawk
cada uno con dos bombas de 250 kilos. Se abastecieron de combustible en el
aire y luego emprendieron la parte final de su misión. En el área se encontraban
el Cardiff, el Exeter y Avenger, también auxiliares de la flota y los portaviones. En
el trayecto uno de los Skyhawk fue abatido, los otros de este tipo alcanzaron su
objetivo en el área y el Super Etendard lanzó el AM-39, el segundo Skyhawk ha
sido también abatido, puede afirmarse que el objetivo se cumplió al ser
impactado el Invincible.
La Royal Navy niega este ataque al Invincible – como afirma otros – en
todo caso al término de la guerra este portaviones no volvió con la flota, lo hizo
dos meses y medio después en que volvió ¿reparado?
Un hecho singular, del que fui uno de los protagonistas, se dio seis años
antes, en 1975. El General Velasco había ofendido gravemente a la Marina de
Guerra
cuando
prácticamente
exigió
su
baja
al
Ministro
de
Marina
Vicealmirante Ernesto Vargas Caballero quien pasó al retiro y con él los
Almirantes Ramón Arróspide Mejía y Alberto Indacochea Queirolo. Tras ello
ocurrieron otros sucesos y la baja de un gran número de Almirantes. Se decidió
entonces, con el compromiso de Oficiales entre los grados Capitán de Fragata y
Capitán de Corbeta no aceptar el nombramiento de un Comandante General
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impuesto por Velasco. Los buques se hicieron a la mar y en las dependencias
quedó acantonado el personal. La historia es larga pero la puedo abreviar al
expresar que se logró el objetivo después de un largo día en que, por ejemplo
en los buques, los únicos comprometidos: el Comandante y el Segundo
Comandante nos preguntábamos en que iríamos a trabajar después si
fracasaba el movimiento. Es importante destacar que el 28 de agosto de ese
año 1975
Velasco fue defenestrado y tomó el poder el General Francisco
Morales Bermúdez.
Hemos vivido nosotros en la propia entraña de la patria la guerra contra
Sendero Luminoso, el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru y sus cómplices
de fuera y dentro del país cuando en 1980 se da el episodio de la destrucción
de la urnas de Chusqui el 17 de mayo de 1980 lo cual constituía en el plan de
Sendero Luminoso el inicio de la lucha armada que constituye en la historia del
Perú un capítulo de especiales contornos. Los sucesos de Ayacucho y la larga
historia de décadas tiene desde los primeros instantes de esta guerra a los
marinos luchando y muriendo frente a los delincuentes subversivos en un
escenario ajeno a sus actividades. Después, la paz nacional llegó y continuamos
defendiéndola, ahora en el Valle de los Ríos Apurímac Ene y Mantaro (VRAEM).
No obstante es innegable que organismos de fachada y personajes de saco,
corbata y chequera abultada han logrado –y continúan en ello- propósitos que
afectan a las Fuerzas Armadas y a sus héroes de ayer, hoy y siempre.
En Lima el anuncio se da con el episodio de perros muertos colgados de
postes de alumbrado público con el cartel Deng Xiao Ping hijo de perra. No es
del caso tratar el tema de la subversión pero si puedo afirmar que ésta se
desarrolló, larvada y en su ideología cuando se reabre la Universidad San
Cristóbal de Huamanga el año 1958 y egresan profesores ideologizados,
personajes que tuvieron un largo periodo de adoctrinar a juventudes. Pero
¿Quién es Deng Xiao Ping? ¿Por qué es calificado así por Abimael Guzmán
Reinoso?. Se inició él con Mao cuando en 1949 se funda la República Popular
China, llegó a ser Secretario General. En 1960 la hambruna en China ocasiona la
muerte de 30 millones de personas. En 1966 se produce la Revolución Cultural y
Mao se desase de Deng. Cuando muere Mao en 1976 asume en 1977 Deng Xiao
Ping quien mantiene el régimen comunista en China pero desde antiguo sus
ideas colisionaban con las de Mao. A partir de este año (1977) China inicia una
transformación muy alejada de lo que en el aspecto de la economía es el
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comunismo. Conclusión: el gran cambio económico de China y su auge de hoy
es el capitalismo, manejándose en un país comunista. ¿Deng Xiao Ping hijo de
perra?
Los Oficiales alumnos de la primera promoción nombrados el 2 de
octubre de 1930 fueron los siguientes: Capitán de Navío Tomás Pizarro, Capitán
de Fragata Federico C. Taboada, Capitán de Fragata Víctor S. Barrios, Capitán
de Fragata Aurelio de La Guerra, Comandante de Aviación Carlos Gilardi y
Comandante de Aviación Carlos Washburn. El año 1931 la segunda promoción
tiene cinco (5) oficiales participantes foráneos los cuales son los siguientes:
Capitán FAP. Carlos Flores, Capitán FAP. José San Martín, Capitán FAP. Carlos De
La Jara, Mayor EP. Manuel Odría y Mayor EP. Leonardo Contreras.
Puede considerarse de gran simbolismo que estos Oficiales de la Marina
de Guerra y de la Aviación hayan constituido los primeros en una continuidad
de 85 años. Los que hemos transcurrido parte importante de nuestra vida
profesional en esta Escuela Superior de Guerra Naval, debemos gratitud a
quienes
con
generosidad
nos
formaron
e
instruyeron
en
nuevas
responsabilidades. El Manual de Planeamiento Operativo, ejercicios de guerra
en la carta, conferencias, grupos de trabajo, seminarios en la época de la
máquina de escribir y el transporte en tranvía, sabemos que crecimos
profesionalmente
y
con
las
nuevas
aptitudes,
asumimos
nuevas
responsabilidades.
Al primer Director Contralmirante USN. William S. Pye (1930-1931) sucedió
el Contralmirante USN. William O. Spears (1932-1933) y a éste el primer Director
de la Marina de Guerra del Perú Contralmirante Enrique A. Labarthe Durant
(1944-1945), su sucesor fue el Capitán de Navío Víctor Carcelén (1946-1948) al
que continuó el Capitán de Navío USN. Jack Roudebush (1949).
Con el Contralmirante USN. William S. Pye intervinieron en el impulso inicial
de la Escuela Superior de Guerra Naval el propio Contralmirante Spears quien
desempeñaba por entonces el grado de Capitán de Navío y después como
Contralmirante sucedería al Almirante Pye. Con ellos participó en esta alborada
el entonces Capitán de Corbeta Roque A. Saldías, la intervención del
Comandante Saldías en esta circunstancia, podríamos afirmarlo, marca un
proceso profesional, en quien, en años siguientes interviene con evidente espíritu
naval en el proceso de desarrollo institucional de la Marina de Guerra. La
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relación de Saldías con los Oficiales de la Misión Naval Americana, debe
afirmarse una y otra vez, deviene en hechos fundamentales que pueden
considerarse etapa de contornos relevantes en lo que hoy es nuestra institución,
incidiendo en la formación del Oficial de Marina, del Personal Subalterno, del
Personal Civil, en la organización. Varias generaciones – me incluyo – estudiamos
en libros de la Academia Naval de Annapolis, en idioma inglés, y no sólo de
carácter científico, también conceptual en lo que es la estructura moral y
profesional de un hombre formado y preparado para defender a su patria,
defenderla en sus convicciones, en su soberanía, a sus conciudadanos. Al
mencionar la Academia Naval de Annapolis considero indispensable referirme
al Capitán de Fragata USN Charles Gordon Davy, quien condujo la Escuela
Naval durante 10 años entre 1920 a 1930, él mismo había egresado de la
Academia el año 1906, su gestión es histórica al frente de nuestra institución que
lleva el nombre Escuela Naval del Perú cuando a sugerencia de él queda así
establecido el 30 de mayo de 1921. El año 1943 siendo Ministro de Marina el
Almirante Roque A. Saldías se abre la Academia Naval de Annapolis para el
primer becario peruano el Cadete Alberto Jiménez de Lucio.
Permítanme un recuerdo personal, el año 1980 al cumplirse 50 años de la
Escuela Superior de Guerra era Director el Contralmirante Víctor Ramírez Isola,
notable jefe. Participé en la ceremonia y fueron invitados de la Escuela el
Director de la Escuela de Guerra Naval Argentina Contralmirante Rodolfo
Antonio Remotti, El Director de la Escuela de Guerra Naval del Brasil Mucio
Piragihe Ribeiro De Bakker, El Director de la Escuela Superior de Guerra Naval de
Venezuela Contralmirante Tulio Antonio Marquez y el Presidente del Naval War
College de Newport Contralmirante Edward F. Welch.
En el contexto de las conferencias realizadas en aquella ocasión
intervinieron el Vicealmirante Alberto Indacochea Queirolo, el Contralmirante
José Carcelén Basurto, el Vicealmirante, por entonces ya retirado Luis Ernesto
Vargas Caballero y el Vicealmirante Ricardo Zevallos Newton todos ellos
espléndidos oficiales de quienes recibimos siempre enseñanzas de su vida y de
su obra. Intervino también con dos conferencias el Almirante USN (R) Thomas H.
Moorer sobre temas relacionados con una visión estratégica de América del Sur
en el Pacífico y la Armada del Perú.
Corresponde pues a la Escuela Superior de Guerra Naval, a su Dirección,
a su Planta Docente en continuidad, cumplir la misión que significa aportar en la
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formación de líderes en una etapa de su carrera naval que es fundamental,
porque
ellos
en
adelante
han
de
desempeñar
paulatinamente
responsabilidades mayores. Consecuentemente esta Escuela a lo largo de su
fructífera labor, entrega año a año, nivel a nivel, curso a curso, señalado
esfuerzo que la Marina de Guerra merece y reconoce.
Los acontecimientos en el mundo, entorno dinámico, apabullante
tecnología que siempre se adelanta al flamante sistema o equipo del momento
nos exige administrar con sapiencia los recursos que la Institución proporciona.
Hombres y mujeres en el servicio de la Marina de Guerra, somos
protagonistas –cada cual en lo suyo- desenvolviéndose con solvencia
profesional en esta carrera fascinante, donde empezamos siendo el Oficial de
Maniobra atento al fondeo del ancla o a levarla, responsables en aquellos
primeros instantes de la profesión –porque el tiempo navega a instantes- del
comportamiento de esa máquina que es el buque, integrando la Flota en un
Grupo de Tarea, una Fuerza de Tarea, en el proceso de una profesión que es
absolutamente distinta a carreras liberales, que son por supuesto respetables,
pero diferentes a la nuestra, porque en el cumplimiento de la misión nos va el
aval de la propia vida.
Y es que esta Fuerza de Tarea que es la Marina de Guerra, incontrastable
número 1 en el concepto de todos los peruanos, tiene eslabón de férreo acero,
espiritualidad que se nutre de su historia, de sus héroes de ayer hoy y siempre, de
sus mayores y de sus jóvenes, eslabón de vital confiabilidad es esta Escuela
Superior de Guerra Naval que lleva ya 85 años de navegación lo que la hace
antiguo navío de guerra, confiada hoy a su dirección, a su dotación, a los
diversos grilletes de su planta docente y cursantes.
Y con nosotros a bordo en todo tiempo y lugar nuestro Gran Almirante
Grau con quien podemos exclamar orgullosos que somos como él lo dijo en
plena Campaña Naval de 1879, “Yo sólo soy un pobre marinero que trata de
servir a su patria”. Y como él, lo hacemos y lo hacemos bien.
Muchas Gracias.
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