Efectos de diferentes tratamientos de manejo de vegetación y de

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TRABAJO FIN DE GRADO
Título
Efectos de diferentes tratamientos de manejo de vegetación y de
reguladores de crecimiento sobre el cuajado de la variedad
Tempranillo blanco (Vitis vinifera L)
Autor/es
Diego Sufrategui Sicilia
Director/es
Fernando Martínez de Toda Fernández
Facultad
Facultad de Ciencias, Estudios Agroalimentarios e Informática
Titulación
Grado en Enología
Departamento
Curso Académico
2014-2015
Efectos de diferentes tratamientos de manejo de vegetación y de
reguladores de crecimiento sobre el cuajado de la variedad Tempranillo
blanco (Vitis vinifera L), trabajo fin de grado
de Diego Sufrategui Sicilia, dirigido por Fernando Martínez de Toda Fernández (publicado
por la Universidad de La Rioja), se difunde bajo una Licencia
Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported.
Permisos que vayan más allá de lo cubierto por esta licencia pueden solicitarse a los
titulares del copyright.
©
©
El autor
Universidad de La Rioja, Servicio de Publicaciones, 2015
publicaciones.unirioja.es
E-mail: [email protected]
Diego Sufrategui Sicilia.
Grado en Enología.
Índice
Resumen
Abstract
1.- Introducción
1.1.- Problemática
1.2- Antecedentes de la variedad Tempranillo Blanco
1.3- Transformación de la flor en fruto: cuajado
1.4- Corrimiento y “millerandage”
2.- Material y Métodos
2.1- Material vegetal
2.2- Diseño experimental
2.3- Cuantificación del número medio de flores por inflorescencia
2.4- Tratamientos
2.4.1.- Despunte severo
2.4.2.- Deshojado
2.4.3.- Desnietado y despunte ligero
2.4.4.- Abonado de boro foliar
2.4.5.- Tratamiento con Giberelinas
2.4.6.- Tratamiento con Paclobutrazol
2.5.- Análisis estadístico
3.- Resultados y discusión
4.- Conclusiones
Bibliografía
Agradecimientos
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Diego Sufrategui Sicilia.
Grado en Enología.
Resumen
La variedad Tempranillo Blanco comienza su andadura en la viticultura como una
mutación de Tempranillo Tinto en 1988 y, dada su juventud, aún queda mucho por
aprender de ella. Se conocen bastante bien sus excelentes características para la
elaboración de vino pero presenta, también, algún defecto como es el de la discreta
producción de uva. Por ello, y para profundizar en este aspecto, se plantea este trabajo
en el que de estudian los efectos de diferentes tratamientos de manejo de vegetación,
reguladores de crecimiento y abonado foliar sobre la transformación de la flor en
fruto, uno de los procesos más determinantes de la producción de uva del viñedo.
Los resultados indican que la tasa de cuajado es del orden del 50% para todos los
tratamientos, es decir, que ninguno de los tratamientos estudiados tiene ningún efecto
sobre la transformación de la flor en fruto, lo que demuestra que la discreta
producción de esta variedad no se debe a ningún desequilibrio de la planta en la
relación entre fuentes y sumideros, ni a nivel hormonal, ni a nivel nutricional.
Con esta tasa de cuajado relativamente alta, se puede concluir que la baja producción
de la variedad Tempranillo Blanco se debe al pequeño número de flores que presentan
sus inflorescencias y no a una falta de transformación de la flor en fruto.
Por otro lado, y también sin diferencias significativas entre tratamientos, se ha
detectado una elevadísima proporción de “millerandage”, del orden del 45%, lo que
también contribuye a reducir la producción de la variedad. Esta elevada y constante
tasa de “millerandage” hace pensar que se debe a algún problema, también fijo y
estable, de fecundación y, más específicamente, a una baja fertilidad del polen de la
variedad Tempranillo Blanco.
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Diego Sufrategui Sicilia.
Grado en Enología.
Abstract
Tempranillo Blanco made its way in viticulture as a mutation of Tempranillo Tinto in
1988 and, due to his youth, there is still much to learn about it. Its outstanding
properties are known quite well for winemaking but it also presents a defect, such as
low grape production. Thus, and to deepen in this aspect, this work studies the effects
of different processes used in the treatment of vegetation, growth regulators and
foliar fertilization on the transformation of the flower into fruit, one of the most
determining processes of vineyard grape production.
The results show that the rate of the fruit-setting is of 50% for all treatments, meaning,
none of the treatments have any effect on the transformation of the flower into fruit,
which demonstrate that the low production of this varietal is not due to any imbalance
in the relationship between plant sources and sinks, neither hormonally nor
nutritionally levels.
With this relatively high rate of fruit-setting, it can be assumed that the low production
of Tempranillo Blanco is related to the small number of flowers that have its
inflorescences, and not to a lack of transformation of the flower into fruit.
On the other hand, and also without meaningful differences between treatments, it
has been detected a high amount of “millerandage, 45%, which also contributes to
reducing the production of the varietal. This high and fixed rate of “millerandage”
suggests that it is linked to a fixed and stable fertilization problem and, specifically, to a
low pollen fertility of Tempranillo Blanco.
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Diego Sufrategui Sicilia.
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1.- Introducción
1.1- Problemática
En el año 2010 nos decidimos a plantar una parcela de la variedad de vid Tempranillo
Blanco en una explotación vitícola familiar, obteniendo hasta la fecha dos cosechas
(2013, 2014) de uva de buena calidad y muy cotizada en el mercado pero escasa en
producción. Esta baja producción, en principio, parece deberse al mal cuajado de los
frutos, problema que pudo generarse en el proceso de la mutación de la variedad tinta
(Tempranillo Tinto) a la variedad blanca (Tempranillo Blanco).
También conviene añadir que en estos dos años de cosechas precedentes coincidieron
abundantes lluvias en la época de floración, por lo que se pudo incrementar el
problema de cuajado.
La parcela se plantó en 2010, comprando derechos de plantación en un momento en el
que los vinos blancos estaban en auge y había demanda en el mercado. En los dos años
de cosecha, aunque la producción fue baja, los precios de la uva se mantuvieron altos,
siendo un cultivo rentable. Esta rentabilidad puede desaparecer cuando entren en
producción las 1700 ha de derechos de plantación de variedades blancas que la
administración repartió en el año 2012 y que puede desequilibrar la oferta respecto a
la demanda de uva. Ante este reparto, la variedad Tempranillo Blanco es la principal
perjudicada ya que, mientras hay variedades que producen con facilidad los 9.900
kg/ha permitidos por la D.O.Ca. Rioja en la cosecha 2014, la variedad Tempranillo
Blanco no consigue producir, en condiciones normales, más de 6.000-7.000 kg/ha.
La variedad ha demostrado en el mercado que es muy buena para la elaboración de
grandes vinos y si los precios pagados al viticultor se mantuvieses como están (0,90-1,0
€/kg) el problema de la baja producción no sería grave; sin embargo si los precios caen
y las bodegas no priman el valor singular de la variedad, dicho cultivo dejará de ser
rentable. Por ello me parece importante abordar el estudio del cuajado de esta
variedad ya que es uno de sus principales problemas para poder alcanzar la producción
permitida por la D.O.Ca Rioja de 9.000 Kg/ha.
1.2- Antecedentes de la variedad Tempranillo Blanco
En la actualidad hay miles de variedades de uva, de las cuales tan sólo unas decenas
ocupan el 99% del viñedo mundial. La influencia del hombre, tras un largo proceso de
evolución y selección ha ido reduciendo este número de variedades cultivadas,
siempre tendiendo a utilizar cultivares de elevada calidad y buena producción.
A lo largo de la historia, las enfermedades y plagas como el oidio, filoxera y mildiu,
además de las adversidades climatológicas como heladas y en los últimos años un
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aumento de la temperatura, tendencias de mercado y otros factores que seguramente
se me pasen han ido erosionando y disminuyendo la variabilidad vitícola.
En la Denominación de Origen Calificada Rioja, las variedades blancas autorizadas
hasta hace poco tiempo han sido Viura, Garnacha Blanca y Malvasía. Únicamente la
Viura ha ocupado una superficie de cultivo importante, pero en los últimos años se ha
reducido de forma drástica, mientras que las otras dos variedades apenas aparecen
representadas en el viñedo. Viura es una variedad de origen español, que no siempre
aporta características varietales muy acusadas a los vinos. Por ello, en enero de 2007,
el Consejo Regulador de la DOCa Rioja aprobó la incorporación de seis nuevas
variedades blancas: Verdejo, Chardonnay, Sauvignon Blanc, Tempranillo Blanco,
Maturana Blanca y Turruntés, con el fin de mejorar la competitividad de los vinos
blancos y adaptarlos a las demandas del mercado.
Los primeros trabajos sobre recuperación de variedades de vid minoritarias en La Rioja
comienzan en 1988 y fueron realizados por Martínez de Toda y Sancha (1995), creando
un banco de germoplasma para la preservación de los cultivares recuperados.
Paralelamente, en el año 1988, en la localidad de Murillo de Rio Leza (La Rioja) aparece
la variedad Tempranillo Blanco, que surgió por mutación natural en una cepa de
Tempranillo Tinto. A partir de ese momento los trabajos desarrollados en el CIDA de La
Rioja se centraron en la multiplicación del material vegetal y en la observación de la
estabilidad de los caracteres de la nueva variedad. En 1.995 se inició el estudio de su
comportamiento vitícola y enológico (Martínez et al., 2007 y 2006; Vicente et al.,
2001).
Teniendo en cuenta los favorables resultados obtenidos durante los primeros años, y
ante las expectativas en cuanto a calidad y personalidad que esta variedad puede
aportar a los vinos blancos de Rioja, en el año 1999 se iniciaron los trámites legales
para su inscripción en el Registro de Variedades Comerciales de España, quedando
finalmente registrada en 2005 (Orden APA/4401/2004 publicada en el BOE nº6 de 7 de
enero de 2005).
Posteriormente, fue publicada la Orden APA/1819/2007 de 13 de junio, por la que se
modificó la clasificación de variedades de vid vigente hasta el momento, y más
recientemente se modificó el Reglamento de la Denominación (Orden APA/689/2008
de 8 de marzo) para autorizarla como variedad cultivada en la Denominación.
La variedad Tempranillo Blanco comienza a ser estudiada, junto con el resto de
variedades minoritarias recuperadas, en el trabajo ya citado de Martínez de Toda y
Sancha (1995). Una de las prioridades de este trabajo fue la caracterización del
material vegetal recuperado, para ello se utilizaron medidas ampelográficas, que
posteriormente se complementaron con medidas ampelométricas (Blanco et al., 2003;
Martínez de Toda et al., 2002).
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Diego Sufrategui Sicilia.
Grado en Enología.
Los trabajos citados tuvieron continuidad en el Proyecto “Variedades de vid
minoritarias en la D.O.Ca. Rioja: posibilidades de cultivo y elaboración”, desarrollado
conjuntamente durante los años 1999-2002 por el C.I.D.A. y la Universidad de La Rioja,
bajo la dirección del Profesor Martínez de Toda y financiado por el Consejo Regulador
de la D.O.Ca. Rioja. En este proyecto, además de proseguir con la recuperación del
material vegetal, los objetivos principales se centraron la identificación por técnicas
clásicas (ampelografía y ampelometría) y por métodos de biología molecular
(microsatélites) de todas las accesiones de vid recuperadas, su caracterización
agronómica y el estudio enológico de las consideradas más interesantes, en base a los
trabajos anteriores y la bibliografía consultada (Martínez de Toda et al., 2004 a y b)
Se concluyó que entre las variedades blancas, Tempranillo Blanco presentaba un gran
interés por la composición de sus vinos.
Tempranillo blanco es una variedad de ciclo corto, por lo que puede adaptarse a
cualquiera de las subzonas de la D.O.Ca. Rioja, ya que podría completar correctamente
su ciclo de maduración incluso en las zonas más tardías (Martínez et al., 2006 y 2007;
Vicente et al., 2001).
Figura 1. Racimos típicos de Tempranillo tinto y blanco
El racimo es de tamaño mediano y suelto, con la baya también mediana y de forma
ligeramente aplastada. La brotación es tardía y el envero y la maduración precoces. La
acidez total se mantiene elevada, destacando en el alto contenido en ácido málico. Sus
vinos presentan una concentración elevada en compuestos volátiles con aromas
afrutados. En el análisis organoléptico presenta una excelente calidad, como la
Tempranillo tinta de la que procede. De color amarillo verdoso, el aroma se describe
como varietal característico, afrutado intenso a plátano, cítricos y frutas tropicales, y
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también floral y terpénico. Su paladar es equilibrado, con estructura y persistencia
media-larga. No existe en ningún lugar del mundo (Martínez de Toda et al., 2004 a y b).
1.3- Transformación de la flor en fruto: cuajado
La formación y distinción de las diferentes partes de la flor comienza tras la brotación,
en el segundo año del ciclo reproductor. La floración suele comenzar en las
inflorescencias basales del pámpano, y progresa verticalmente hacia arriba, aunque
dependiendo del genotipo dicho progreso puede manifestar diferencias (Castelli y
Pisani, 1985). Al igual que en los procesos de inducción, iniciación y diferenciación del
primer año, la luz, la temperatura y la disponibilidad de carbohidratos son
fundamentales en la floración, y se considera que el inicio de la misma está
desencadenado por la disponibilidad de carbohidratos. La combinación de excesiva
temperatura y humedad baja (inferior al 45 %) se considera negativa para el desarrollo
de la floración, y puede resultar en una polinización pobre, seguida de un cuajado
deficiente. El cuajado sufre una importante reducción cuando la temperatura es
inferior a 18,3º C o superior a 37,8º C (Dokoozlian, 2000). Temperaturas frías están
asociadas a una incompleta y defectuosa caida de las caliptras, mientras que ambas
temperaturas cálidas o frías pueden reducir el cuajado impidiendo el crecimiento del
tubo polínico y el desarrollo del óvulo. La lluvia antes y durante la floración puede
entorpecer la dehiscencia, provocando la caída de las flores antes de su apertura
(Koblet 1966).
Cuando todo el proceso de floración se lleva a cabo de forma adecuada y en las
mejores condiciones de medio, la falta de cuajado o “corrimiento” se debe a una
deficiente alimentación de la flor y del fruto recién formado; no se dispone de
suficientes azúcares o productos fotoasimilados para garantizar el correcto desarrollo
del fruto (Coombe,1959; Kliewer y Antcliff, 1970; Martínez de Toda, 1991; May, 2004).
Cualquier problema o técnica de cultivo que disminuya esa disponibilidad de azúcares,
en ese período, aumentará el corrimiento o disminuirá el índice de cuajado (Martínez
de Toda, 2008). Los carbohidratos necesarios para la floración pueden provenir de las
reservas de las partes perennes y de la fotosíntesis de las hojas. Sin embargo, existe
unanimidad entre los diferentes investigadores en afirmar que la hoja es la principal
fuente de carbohidratos de la inflorescencia en desarrollo durante la floración (Lebon
et al. 2005). Así, algunos estudios han mostrado que la defoliación alrededor de la
floración puede provocar el aborto de algunas flores y disminuir el cuajado (Candolfi‐
Vasconcelos y Koblet, 1990). Según Caspari et al. (1998), la eliminación de superficie
foliar tiene que alcanzar el 90% para que la fotosíntesis se vea tan reducida que la
movilización de reservas adicionales no pueda compensar la carencia de generación de
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Diego Sufrategui Sicilia.
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asimilados. Por otro lado, un desequilibrio de los macro o micronutrientes puede tener
efectos negativos en la floración y cuajado (Alexander y Woodham, 1964; Ewart y
Kliewer, 1977; Longbottom et al. 2004; Amiri y Fallahi, 2007). El cuajado,
transformación de la flor en fruto, es muy variable en función de la variedad, el clon y
la añada.
También depende de la concentración de reguladores de crecimiento tales como
auxinas, citoquinas, giberelinas, etileno, y poliaminas. De estas, son las poliaminas las
que tienen un especial interés debido a las relaciones entre azúcares y floración (May,
2004).
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1.4- Corrimiento y “millerandage”
Cuando la etapa de floración tiene lugar en condiciones normales, la falta de cuajado
(denominada “corrimiento”) se deberá a una deficiente alimentación de la flor y del
fruto recién formado, que no dispone de suficientes azúcares que garanticen su
correcto desarrollo (Kliewer y Antcliff, 1970; Martínez de Toda, 1991; May 2004). De
este modo, cualquier incidencia o técnica de cultivo que conduzca a una disminución
de la disponibilidad de azúcares en este período, potenciará el corrimiento,
disminuyendo, por tanto, la tasa de cuajado, o lo que es igual el porcentaje de flores
que se transforman en fruto.
Se manifiesta a los diez o doce días siguientes a la floración, un número importante de
bayas jóvenes no engruesan y caen. La intensidad de esta caída depende de la
variedad, de las condiciones climáticas del año y de la dimensión de las inflorescencias.
El “millerandage” corresponde al desarrollo de bayas que quedan pequeñas mientras
que las otras engruesan normalmente. En la madurez, estas bayas más pequeñas son
apirenas, más azucaradas y menos acidas. Su presencia es un inconveniente para la
presentación de la uva de mesa y afecta al rendimiento de la cosecha, cuando este
«millerandage» es importante. Este fenómeno es debido frecuentemente a la
fecundación imperfecta de los óvulos, que genera flores no fecundadas o con una
fecundación incompleta, donde los racimos siguen su desarrollo pero presentando
bayas sin semillas, con una marcada diferencia en el tamaño.
Además del tamaño de los frutos afectados el color de esas pequeñas bayas en el
momento de vendimia puede generar dos tipos de “millerandage”: a) uno donde las
bayas pequeñas permanecen de color verde hasta el final, cuya estructura parece
fijada a la condición de bayas recién cuajadas y b) el caso en que las bayas pequeñas
logran madurar normalmente.
En la vid el número final de bayas cuajadas es altamente dependiente de la variedad,
lo que supone una condición genética específica para cada una de ellas y de reacción a
las condiciones del medio.
Para un buen cuajado se requiere que el grano de polen que llegue al estigma emita el
tubo polínico que penetra por el estilo hasta llegar al óvulo y se produzca la
fecundación. Este proceso que parece muy sencillo se ve afectado por diferentes
variables, tales como la humedad ambiental, la presencia de lluvia y la temperatura.
Es importante una adecuada humedad ambiental para que se produzca la hidratación
del grano de polen; sin embargo, el exceso de agua libre, como la lluvia, afecta
negativamente a este proceso ya que podría diluir el líquido estigmático o provocar la
aglomeración de los granos de polen. Finalmente, la temperatura jugaría un papel
fundamental en la tasa de crecimiento del tubo polínico, ya que a 15°C se podría tardar
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una semana en llegar al óvulo y solamente unas horas a 27°C (Martínez de Toda,
1991).
1.5.- Objetivos
El primer objetivo de este trabajo es el de estudiar el proceso de transformación de la
flor en fruto y, especialmente, la tasa de cuajado para la variedad Tempranillo Blanco
en unas condiciones de cultivo concretas.
El segundo objetivo es el de estudiar la influencia, sobre ese mismo proceso de
cuajado, de diferentes tratamientos de manejo de vegetación, reguladores de
crecimiento y aplicación de microelementos.
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2.- Material y Métodos
2.1- Material vegetal
La parcela se encuentra en el polígono 13 de Albelda de Iregua (La Rioja), paraje La Rad
(Figura 1), abarca una extensión de 2,5 ha y fue plantada en el 2010 con planta injerto
de la variedad Tempranillo Blanco sobre portainjerto Richter 110.
Tiene un marco de plantación de 2,80 x 1,10 m con una densidad de plantación de
3.247 cepas/ha.
La orientación de las filas es Norte-Sur y el sistema de conducción es en espaldera con
doble cordón horizontal. La carga es de 14 yemas por cepa distribuida en siete
pulgares.
Todas las técnicas de cultivo (abonado, tratamientos fitosanitarios, mantenimiento del
suelo mediante laboreo, etc.) han sido aplicadas por igual en toda la parcela
experimental y siempre atendiendo a un correcto cultivo del viñedo.
Dispone de riego por goteo, procediendo el agua de una balsa de riego particular sita a
1 km de distancia y que proporciona 20 mca de presión gracias al desnivel del terreno.
S
N
Figura 2. Parcela de estudio en el término de la Rad en Albelda de Iregua
(Fuente: Sigpac)
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2.2- Diseño experimental
El trabajo comenzó en el campo, donde se eligió una zona homogénea de la parcela a
simple vista, la cual abarcaba siete filas (6 tratamientos + testigo) por 36 cepas de
longitud en cada una.
Se hizo un diseño en bloques al azar, con tres repeticiones y la parcela experimental
constaba de diez cepas consecutivas. En la Figura 2 se muestra un esquema del diseño
experimental.
Boro
Desnietado
Despuntado
Testigo
Boro
Giberelinas
Paclobutrazol
Giberelinas
Desnietado
Despuntado
Deshojado
Despunte
severo
Fila 7
Testigo
Paclobutrazol
Fila 6
Paclobutrazol
Deshojado
Fila 5
Testigo
Desnietado
Despuntado
Fila 4
Deshojado
Giberelinas
Fila 3
Despunte
severo
Repetición 2
Fila 2
Despunte
severo
Repetición 1
Fila 1
Boro
Diseño experimental
Repetición 3
Figura 3. Diseño experimental
Para el estudio siempre se eligieron las inflorescencias o racimos de rango 1, las
inferiores en el caso de que elpámpano tuviese más de una inflorescencia o racimo
(Figura 3).
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Inflorescencia de rango 1.
Figura 4. Pámpano con dos racimos.
La Figura 4 muestra un pámpano característico, en este caso con dos
inflorescencias/racimos, para ver claramente cuál es la que siempre se utilizó, puesto
que siempre va a ser de mayor tamaño y fertilidad que las de posiciones superiores.
2.3- Cuantificación del número medio de flores por inflorescencia
Antes de floración lo primero que se hizo fue estimar el número medio de flores por
inflorescencia que tenía el área estudiada, para ello el 26 de Mayo de 2015, unos días
antes de floración, se recogieron 20 inflorescencias, de cepas cercanas pero no
incluidas en el estudio, y se procedió al conteo de sus botones florales.
Figura 5. Inflorescencias contadas en el estudio. (Fuente propia)
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Esta operación se realizó de dos formas:
1)
Desgranando la inflorescencia y contando cada uno de los botones
florales(Fig.6).
Figura 6. Inflorescencia desgranada y preparada para su conteo. (Fuente propia)
2)
Utilizando la aplicación “vitisFlower”, desarrollada por el Grupo
Televitis para Smartphone y que permite la estimación del número de
flores por inflorescencia de forma automática. La app permite realizar
esta estimación mediante un algoritmo de visión artificial aplicado a
una imagen de la inflorescencia tomada en el viñedo, de forma no
destructiva. Esta es una de las primeras Apps creadas en viticultura en
el mundo, y ha sido desarrollada por la Universidad de la Rioja en
colaboración con cuatro empresas riojanas dentro del proyecto del
I+D+i “Vinetics”. (Fig. 7 y 8.)
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Figuras 7 y 8. Inflorescencia de Tempranillo Blanco sobre la cual estima la app
vitisFlower el número de botones florales. (Fuente propia)
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2.4-Tratamientos
Se realizaron los seis tratamientos que se describen a continuación. Se eligieron estos
tratamientos porque existen antecedentes muy abundantes de su posible influencia
sobre la tasa o índice de cuajado. Todos se realizaron el día 3 de Junio de 2015, cuando
se observó el inicio de la floración y se estimó en un 5 % de flores abiertas. Como
excepción, la aplicación de paclobutrazol se realizó unos dias antes, el 27 de Mayo de
2015.
2.4.1.- Despunte severo
Este despunte consistió en eliminar la parte superior de los pámpanos desde el
entrenudo siguiente del último racimo. Durante la floración, las hojas de la mitad
superior del pámpano exportan los productos de la fotosíntesis al ápice del pámpano
principal en crecimiento (Quinland y Weaver, 1970). La eliminación del ápice produce
una parada en el crecimiento vegetativo de los pámpanos, frenando, así, la demanda
de productos de la fotosíntesis por éstos y modificando el sentido de traslocación de
acrópeto a basípeto (Quinland y Weaver, 1970), hacia los racimos en floración,
favoreciendo de esta forma el cuajado. Esta operación es muy severa y puede afectar,
en uno u otro sentido, al proceso de cuajado.
Figura 9.Detalle del tratamiento de despunte severo. (Fuente propia)
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2.4.2.- Deshojado
El cuajado se ve afectado por la superficie foliar o competición entre los órganos
vegetativos y productivos. La reducción de la superficie foliar, mediante deshojados,
en el período de floración disminuye la cantidad de nutrientes para el desarrollo de los
órganos reproductivos (Candolfi-Vasconcelos and Koblet, 1991). Según Caspari et al.
(1998), la eliminación de superficie foliar tiene que alcanzar el 90% para que la
fotosíntesis se vea tan reducida que la movilización de reservas adicionales no pueda
compensar la carencia de generación de asimilados. Con esta operación se eliminaron
las hojas basales, dejando las inflorescencias muy expuestas, además de producir un
desequilibrio muy importante en la planta puesto que son la fuente principal de
fotosíntesis en este momento. Lo que se buscó con esto es ver más diferencias en el
estudio ya que es una operación que, en general, influye negativamente en el cuajado
(Martínez de Toda, 2011).
Figura 10. Detalle del tratamiento de deshojado. (Fuente propia)
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2.4.3.- Desnietado y despunte ligero
Con esta acción se eliminaron las partes en crecimiento de la planta, lo que provoca
que aumente el flujo de savia hacia las inflorescencias. Cuando todo el proceso de
floración se lleva a cabo de forma adecuada y en las mejores condiciones del medio, la
falta de cuajado o “corrimiento” se debe a una deficiente alimentación de la flor y del
fruto recién formado; no se dispone de suficientes azúcares o productos
fotoasimilados para garantizar el correcto desarrollo del fruto (Coombe,1959; Kliewer
y Antcliff, 1970; Martínez de Toda, 1991; May, 2004). Cualquier problema o técnica de
cultivo que aumente esa disponibilidad de azúcares, en ese período, disminuirá el
corrimiento o aumentará el índice de cuajado (Martínez de Toda, 2011).
Figura 11.Detalle de las partes eliminadas en el tratamiento de deshojado y desnietado
(Fuente propia)
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2.4.4.- Aplicación de Boro por vía foliar
El boro juega un importante papel en la fertilización de las plantas, teniendo
necesidades particularmente elevadas cuando el crecimiento de las hojas es más alto y
durante la floración y cuajado de frutos. El boro también tiene un importante efecto
positivo en el proceso de formación de semillas e interviene en el transporte de
azúcares. El contenido en boro de los órganos reproductivos (anteras, estilos,
estigmas, ovarios) es especialmente alto.
Los efectos de la deficiencia de boro sobre los rendimientos y la calidad de las
cosechas, es un hecho conocido desde hace mucho tiempo.
Los principales factores susceptibles de influir sobre la aparición de la carencia de boro
son: escasez de reservas en el suelo, pH y humedad del suelo, interacciones con otros
elementos nutritivos y demanda excesiva de la planta por exceso de temperatura y
humedad ambiental.
En viña los síntomas típicos de deficiencia de boro son una clorosis intervenal en forma
de mosaico desarrollada a partir del margen de la hoja, con posterior secado y caída de
ésta. Las clorosis suelen tomar una coloración pardo rojiza, llegando los nervios a
adquirir la misma tonalidad, abarquillándose la hoja. Las puntas de los zarcillos
mueren. Los entrenudos son cortos, con entrenudos engrosados y a veces con lesiones
necróticas, muerte de yemas apicales y desarrollo de brotes axilares.
Los racimos presentan un reducido número de bayas debido a la pérdida de flores, con
formación de elevado número de granos muy desiguales. Los granos son pequeños, sin
semillas a causa de una defectuosa polinización. El cuajado es muy deficiente y a
menudo los granos muestran lesiones interiores acorchadas.
Se utilizó Labifol Boro 15%, un abono foliar líquido, a base de boro, miscible en agua y
totalmente asimilable por las raíces y por las hojas.
El boro se usó en forma complejada y las propias materias complejantes, así como el
resto de los componentes, le facilitan su absorción y traslocación en la planta.
(www.Labin.net)
La dosis que se empleó fue de 300 cc/100 l, alta dentro de los criterios indicados por la
empresa.
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2.4.5.- Tratamiento con Giberelinas
El contenido de giberelinas (GA) es una característica varietal y es más elevado al
principio del desarrollo de las bayas, es decir, en el período herbáceo de éstas,
disminuyendo gradualmente de forma natural al ir avanzando la maduración.
Las GA se sintetizan en las cepas en los ápices de las raíces, en las hojas jóvenes y en
los frutos inmaduros. Son fitorreguladores que influyen mucho en el crecimiento de las
bayas, pero también inhiben la iniciación floral actuando en unos momentos del ciclo
reproductor de las cepas como aclarantes de los racimos al inducir alargamiento de
raquis y de los pedicelos de las bayas, facilitando también al mismo tiempo el cuajado
de los frutos y estimulando el desarrollo del pistilo, induciendo precocidad y
favoreciendo la acumulación de azúcares en los frutos pero haciendo disminuir la
acidez del mosto.
Para ver su posible influencia en el cuajado se utilizó Perlan, un regulador del
crecimiento que induce el proceso de ramificación y alargamiento en plantones de
manzano, así como el aumento de peso de los frutos en manzanos de variedades rojas
(Red) y amarillas (Golden). El producto también reduce la aparición de “russeting” en
las manzanas. (www.massoagro.com)
PERLAN actúa también como inductor del cuajado de los frutos en peral con un
resultado muy satisfactorio, según mi experiencia en dicho cultivo las dosis
aconsejadas aumentan tanto el cuajado que provocan mucho gasto en mano de obra
en un aclareo posterior. Por ello se decidió utilizar Perlan para ver si influye de forma
satisfactoria en el cuajado de la vid.
La dosis que se empleó fue de 25cc/100l.
20
Figura 12. Imagen del producto utilizado. (Fuente propia)
Diego Sufrategui Sicilia.
Grado en Enología.
2.4.6.- Tratamiento con Paclobutrazol
El paclobutrazol es un regulador de crecimiento vegetal que llega al xilema a través de
las hojas, tallos o raíces y se transloca en meristemos subapicales crecientes. Produce
plantas más compactas y mejora la floración y fructificación. Es un regulador de
crecimiento que actúa inhibiendo la síntesis de giberelinas. La acción es a través de las
raíces en las aplicaciones al suelo y a través de las hojas y brotes en aplicaciones
foliares. El efecto principal de PACLOT® (el producto que se utilizó) es la reducción del
crecimiento vegetativo, lo que puede influir en las producciones, color, calibres y
adelanto en la maduración de los frutos, reducción de podas, etc. Se utiliza en vid de
vinificación para evitar el "corrimiento" de las flores y reducir el tamaño de los brotes.
(http://www.proplanppc.es/).
La dosis empleada fue de 50 cc/100 l.
2.5- Análisis estadísitico
Se hizo un análisis de correlación entre las flores contadas y las flores estimadas, a
través del coeficiente de correlación de Pearson.
El efecto de los diferentes tratamientos fue sometido a un análisis de varianza y, al no
existir diferencias significativas, no se hizo comparación de medias. Se usó el paquete
estadístico SPSS 15.0 para Windows.
21
Diego Sufrategui Sicilia.
Grado en Enología.
3.- Resultados y discusión
3.1- Cuantificación del número medio de flores por inflorescencia
En la Tabla 1 se muestran los resultados del conteo real de flores en veinte
inflorescencias y, para doce de esas mismas inflorescencias, la estimación a través de
VitisFlower.
Tabla 1. Número de flores reales por inflorescencia y número de flores
estimadas a través de VitisFlower
Racimo
Reales
Estimadas con
vitisFlower
1
440
498
2
299
371
3
217
232
4
364
424
5
279
420
6
386
553
7
343
488
8
230
257
9
216
257
10
475
511
11
445
576
12
266
291
13
342
14
374
15
401
16
238
17
219
18
377
19
339
20
215
El número medio de flores por inflorescencia es de 323 y el número medio de las
estimadas a través de VitisFlower es de 406 flores por inflorescencia.
22
Diego Sufrategui Sicilia.
Grado en Enología.
Para este trabajo, y para conocer la tasa media de cuajado, se tomó el dato de 323
flores ya que son las flores exactas puesto que fueron contadas una a una y no
estimadas como hace la app.
La estimación del número de flores, a través de VitisFlower, produce un error medio
del 26% por exceso en el número de flores.
En la Figura 13 se representa la correlación entre las flores reales y las flores estimadas
a través del dispositivo VitisFlower para doce inflorescencias distintas; el coeficiiente
de correlación es bastante bajo teniendo en cuenta que son las mismas inflorescencias
en ambos casos.
500
y = 0,685x + 51,24
R² = 0,830
450
Flores reales
400
350
300
250
200
150
200
250
300
350
400
450
500
550
600
Flores estimadas
Figura 13. Correlación entre el conteo de flores real y la estimación a través de
VitisFlower.
3.2- Efectos de los diferentes tratamientos sobre el cuajado
A la hora de comenzar con el conteo de bayas por racimo la plantación ya había sufrido
un fuerte “millerandage” así que se decidió diferenciar entre bayas buenas (con un
tamaño adecuado para el momento de conteo, en estado guisante) y bayas pequeñas
(tamaño arroz), además se eliminar un número muy pequeño de bayas minúsculas que
terminan cayéndose.
23
Diego Sufrategui Sicilia.
Grado en Enología.
A continuación se muestran unas fotografías de distintos racimos de Tempranillo Tinto
y Blanco donde se aprecia claramente la diferencia de bayas entre una y otra variedad.
Las fotografías están tomadas el mismo día (7 de Julio de 2015) y en plantaciones con
los mismos cuidados.
Figuras 14 y 15. Fotografías de racimos de Tempranillo Tinto en el término de La
Raposa en Albelda de Iregua. (Fuente propia)
24
Diego Sufrategui Sicilia.
Grado en Enología.
Figuras 16 y 17. Fotografías de racimos de Tempranillo Blanco en el término de La Rad
en Albelda de Iregua. (Fuente propia)
25
Diego Sufrategui Sicilia.
Grado en Enología.
Figura 18. Detalle de racimo de Tempranillo Blanco desgranado para proceder al
conteo de los diferentes tipos de bayas (Fuente propia)
La figura 18 muestra un racimo característico de la plantación de Tempranillo Blanco
desgranado en el momento del conteo. Como se ve claramente hay gran diferencia
entre bayas bien cuajadas, bayas con “millerandage” y otras peor cuajadas que
terminan por desprenderse.
Figura 19. Detalle de bayas de Tempranillo Blanco con y sin “millerandage”. (Fuente
propia)
26
Diego Sufrategui Sicilia.
Grado en Enología.
Cortando por la mitad las bayas (Fig.19) se observó que las bayas pequeñas no tenían
semillas, a diferencia de las bayas normales, confirmando que se trata de un
“millerandage” y que el desarrollo del fruto se ralentiza por la falta de semillas.
En la Tabla 2 se presenta el número de bayas normales, bayas pequeñas y bayas
totales para los diferentes tratamientos y en las diferentes repeticiones ensayadas.
Tabla 2. Número de bayas normales, pequeñas y totales para los diferentes
tratamientos y repeticiones ensayadas
Tratamiento
Deshojado
Repetición
R1
R2
R3
Despunte severo
R1
R2
R3
Despunte
Desnietado
+ R1
Nº Bayas buenas
136
109
131
43
140
115
154
94
152
168
108
180
121
99
86
111
60
170
112
131
134
171
156
167
126
107
70
137
157
103
137
107
Nº Bayas pequeñas
56
74
25
12
77
68
76
74
33
57
59
49
113
94
80
96
66
41
77
140
67
53
38
56
33
23
77
130
89
52
90
49
Nº total
192
183
156
55
217
183
230
168
185
225
167
229
234
193
166
207
126
211
189
271
201
224
194
223
159
130
147
267
246
155
227
156
27
Diego Sufrategui Sicilia.
Grado en Enología.
R2
R3
Boro foliar
R1
R2
R3
Paclobutrazol
R1
R2
R3
Giberelinas
R1
111
83
77
112
112
208
157
75
83
85
96
143
147
160
98
155
119
96
106
165
139
134
153
144
88
75
135
144
172
146
96
90
109
42
137
86
96
114
105
115
88
115
89
122
138
84
66
83
82
120
46
56
44
121
80
133
75
48
45
41
43
106
79
120
115
69
8
107
109
104
107
115
60
86
23
115
115
77
51
52
69
100
71
50
95
77
82
110
82
124
195
149
160
194
232
254
213
119
204
165
229
218
195
205
139
198
225
175
226
280
208
142
260
253
192
182
250
204
258
169
211
205
186
93
189
155
196
185
155
210
165
197
199
204
262
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Diego Sufrategui Sicilia.
Grado en Enología.
R2
R3
R1
Testigo
R2
R3
86
76
108
93
221
157
97
128
88
168
130
117
96
132
107
91
97
176
114
88
89
135
33
78
71
114
33
62
50
25
126
65
100
90
109
28
121
128
19
44
132
74
96
123
119
154
179
207
254
219
147
153
214
233
230
207
205
160
228
219
116
220
246
162
185
258
103
80
131
68
79
97
53
84
79
87
114
31
156
164
210
155
193
128
29
Diego Sufrategui Sicilia.
Grado en Enología.
Tabla 3.- Índice de cuajado y proporción de millerandage para los diferentes
tratamientos
Tratamiento
Índice
de Millerandage
Cuajado (%)
(%)
Deshojado
57,40
34,03
Despunte severo
58,65
38,36
Despunte + Desnietado
63,29
38,77
Boro foliar
60,39
42,83
Paclobutrazol
58,24
38,46
Giberelinas
62,68
43,04
Testigo
53,81
45,09
En la Tabla 3 se muestran los datos medios del índice de cuajado (número de
bayas/número de flores x 100) y el % de millerandage (bayas pequeñas/bayas totales x
100) para los diferentes tratamientos estudiados.
De la observación de estos datos se desprende que los resultados son muy parecidos
para los distintos tratamientos. El testigo presenta un índice de cuajado más bajo y un
% de millerandage más alto que el resto de tratamientos, aunque con valores no muy
alejados de ellos.
La tasa o ínidece de cuajado varía entre el 54 % y el 63 % para los diferentes
tratamientos, lo que representa unas tasas bastante altas de transformación de la flor
en fruto. El % de millerandage, o proporción de bayas pequeñas frente a bayas totales,
varía entre el 34 % y el 45 %, lo que supone una elevadísima tasa de millerandage para
el conjunto de los tratamientos y sin diferencias claras entre ellos.
Esta elevada y constante tasa de “millerandage” hace pensar que se debe a algún
problema, también fijo y estable, de fecundación y, más específicamente, a una baja
fertilidad del polen de la variedad Tempranillo Blanco.
En la Tabla 4 se presentan los valores medios de los distintos tipos de baya para los
distintos tratamientos y los resultados del análisis de varianza. Los resultados
muestran que no existen diferencias significativas entre tratamientos para el número
total de bayas, ni para el número de bayas normales, ni para el número de bayas
pequeñas.
30
Diego Sufrategui Sicilia.
Grado en Enología.
Tabla 4.- Valores medios de los distintos tipos de bayas para los diferentes
tratamientos y resultados del análisis de varianza
Tratamiento
Número total de Número
de Número
de
bayas por racimo bayas pequeñas bayas normales
por racimo
por racimo
Testigo
173,96
78,43
95,52
Deshojado
185,53
63,13
122,40
Despunte
severo
189,60
72,73
116,87
+ 204,60
79,33
125,27
Boro
195,20
83,60
111,60
Paclobutrazol
188,27
72,40
115,87
Giberelinas
202,60
87,20
115,40
Significación*
ns
ns
ns
Despunte
Desnietado
*(ns) sin diferencias significativas entre tratamientos según el Análisis de Varianza
Los resultados indican que no existen diferencias significativas entre tratamientos para
ningún tipo de baya, es decir, que ninguno de los tratamientos estudiados tiene ningún
efecto sobre la transformación de la flor en fruto, lo que demuestra que la discreta
producción de esta variedad no se debe a ningún desequilibrio de la planta en la
relación entre fuentes y sumideros, ni a nivel hormonal, ni a nivel nutricional.
Con esta tasa de cuajado relativamente alta, se puede concluir que el pequeño número
de bayas y la baja producción de la variedad Tempranillo Blanco se debe al pequeño
número de flores que presentan sus inflorescencias y no a una falta de transformación
de la flor en fruto.
La variedad presenta un número bajo de flores por inflorescencia, con una media de
323 flores/inflorescencia, por lo que el número de bayas final es pequeño aunque la
tasa de cuajado sea relativamente alta.
El número medio de bayas totales por racimo en el testigo fue de 174 bayas, de las que
78 bayas sufrieron “millerandage”, una proporción muy alta.
31
Diego Sufrategui Sicilia.
Grado en Enología.
Dado que el problema de la, a veces, baja producción no es el cuajado sino el pequeño
número de flores y también el “millerandage”, se abren otras líneas de estudio para
intentar elevar el número de bayas normales en el racimo y, por lo tanto, la
producción, como pueden ser:
-
Estudio y mejora de la fertilidad del polen y del óvulo.
Estudio y mejora de la inducción floral para conseguir inflorescencias de mayor
tamaño
Por otro lado, entre las herramientas que posee el viticultor para reducir el problema
de la baja producción, además de intentar aumentar la fertilidad de las inflorescencias,
destaca la de aumentar la carga en la poda y, como consecuencia, el numero de
racimos por cepa.
Para ello hay distintas posibilidades como:
-Aumentar el número de pulgares.
-Aumentar el número de yemas por pulgar, por ejemplo con una poda en
pulgares de tres yemas.
-Sustituir la poda corta por una poda larga, en vara, para aprovechar la mayor
fertilidad de las yemas de mayor rango.
-Utilizar, como estructura de poda complementaria en la cepa, además de los
pulgares, un “botavino” o vara con un número variable de yemas.
32
Diego Sufrategui Sicilia.
Grado en Enología.
4.- Conclusiones
1.- La estimación del número de flores a través del dispositivo VitisFlower supone un
error, por exceso, del 26 %.
2- La variedad Tempranillo Blanco presenta una pequeña fertilidad floral, con un
número medio de flores por inflorescencia de 323 flores/inflorescencia.
3.- El índice de cuajado es alto, en torno al 50 %, por lo que no supone ningún
problema para obtener una mayor producción.
4.- Al partir de un número tan bajo de flores por inflorescencia, el número final de
bayas por racimo es bajo aún teniendo un índice de cuajado suficientemente elevado.
5.- El número medio de bayas por racimo en el testigo es de 174 bayas totales, de las
que 78 sufrieron “millerandage”, lo que supone una proporción de “millerandage” muy
elevada.
6.- No hubo diferencias significativas, en el número de los diferentes tipos de baya,
entre los siete tratamientos realizados, lo que demuestra que la discreta producción
de esta variedad no se debe a ningún desequilibrio de la planta en la relación entre
fuentes y sumideros, ni a nivel hormonal, ni a nivel nutricional.
7.- También sin diferencias significativas entre tratamientos, existe una elevadísima
proporción de “millerandage”, del orden del 45%, lo que también contribuye a reducir
la producción de la variedad. Esta elevada y constante tasa de “millerandage” hace
pensar que se debe a algún problema, también fijo y estable, de fecundación y, más
específicamente, a una baja fertilidad del polen de la variedad Tempranillo Blanco.
33
Diego Sufrategui Sicilia.
Grado en Enología.
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Webs.
Agradecimientos
El presente Trabajo Fin de Grado se ha realizado en la Universidad de la Rioja, bajo la
dirección del Dr. Fernando Martínez de Toda Fernández, Catedrático de Viticultura en
dicha Universidad, a quien muestro mi especial agradecimiento por la ayuda y
conocimientos prestados.
También agradezco a las personas que me han ayudado en la recogida de datos y a
Jesús García Martín por su ayuda con el análisis estadístico.
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