1. Interacción gravitatoria. Ley de la gravitación universal Hasta el siglo XVI se consideraba que la Tierra era el centro del Universo, y que todos los demás planetas, incluido el Sol, giraban alrededor de ella (teoría geocéntrica de Ptolomeo). En 1548, Copérnico concibió la teoría heliocéntrica, según la cual es el Sol el que está inmóvil y todos los demás planetas, incluida la Tierra, giran alrededor de él. Esta teoría fue defendida por Galileo. En 1609, como resultado de una serie de observaciones, Kepler enunció las siguientes leyes empíricas que confirmaban las ideas de Copérnico: • Ley de las órbitas: Los planetas giran alrededor del Sol describiendo órbitas elípticas en uno de cuyos focos se encuentra el Sol. • Ley de las áreas: Las áreas barridas por el radio vector que une el Sol con un planeta son directamente proporcionales a los tiempos empleados en barrerlas, es decir, la velocidad areolar es constante. • Ley de los periodos: Los cuadrados de los periodos son directamente proporcionales a los cubos de los semiejes mayores de las respectivas órbitas. A partir de las leyes de Kepler, Newton dedujo la ley de la gravitación universal suponiendo que las órbitas son circulares: Dos cuerpos cualesquiera del Universo se atraen mutuamente con una fuerza que es directamente proporcional al producto de sus masas, e inversamente proporcional al cuadrado de las distancias que existe entre sus centros, 1