ACTUACIÓN DE ENFERMERÍA ANTE PACIENTES CON LUMBALGIA AGUADA Francisco Javier Nieto Galeano. Enfermero Servicio Urgencias Hospitalarias INTRODUCCIÓN La lumbalgia es un síndrome que se define por la presencia de dolor en la región vertebral o paravertebral lumbar y que se acompaña, frecuentemente, de dolor irradiado o referido. Hay que tener presente que la lumbalgia no es un diagnostico ni una enfermedad sino que se trata de un síntoma y que, por lo tanto, puede ser debido a múltiples enfermedades de diferente gravedad y repercusión. La lumbalgia es un padecimiento frecuente y universalmente extendido, de forma que alrededor del 80% de la población experimentará dolor lumbar en algún momento de su vida, afectando a todas las edades, con un pico de incidencia alrededor de los 45 años para ambos sexos. El 90% de las lumbalgias responden a una lumbalgia mecánica que tiene su origen en las estructuras vertebrales o paravertebrales de la columna lumbar. La mayoría de los episodios de dolor lumbar son benignos, no incapacitantes y autolimitados. Ello ha provocado que, actualmente, el dolor lumbar sea una de las primeras causas de baja laboral en España y en todo el mundo occidental, siendo también un motivo muy frecuente de incapacidad y de enfermedad dolorosa crónica llegando a producir graves trastornos personales, sociales y psicológicos al individuo que los padece. CLASIFICACIÓN Las lumbalgias las podemos clasificar dependiendo de: 1. Etiología: Se pueden clasificar en dos grandes grupos en función de las características del dolor: q Lumbalgia mecánica: el dolor se relaciona con el movimiento, mejora con el reposo, no existe dolor nocturno espontáneo. Puede ser debido a: ♦ Alteraciones estructurales ♦ Sobrecarga funcional Ambas causas referidas a los elementos que forman parte de la columna vertebral: cuerpo vertebral, ligamentos, discos vertebrales, musculatura paravertebral. q Lumbalgia no mecánica: el dolor es diurno y/o nocturno, no cede con el reposo, puede alterar el sueño. Su origen puede ser: ♦ Aneurisma aórtico abdominal ♦ Patología ginecológica ♦ Patología pancreática ♦ Patología urológica ♦ Patología digestiva 2. Evolución: Este parámetro ayuda a orientar y definir más el cuadro y es de especial interés en las lumbalgias mecánicas ya que su tratamiento cambia según el tipo de evolución. q q q Lumbalgia aguda: se denomina así a la que dura menos de seis semanas. Lumbalgia subaguda: cuando la duración se sitúa entre seis semanas y tres meses. Lumbalgia crónica: aquella que el tiempo de evolución es mayor de tres meses. RECEPCIÓN Los pacientes aquejados de lumbalgia aguda nos van a llegar a la unidad de urgencias normalmente acompañados de un familiar y en menor número traídos por los servicios de ambulancias. Una vez el paciente en la unidad se le ubicara en una consulta de exploración, colocándole en la posición que él este más cómodo, ya que van a ser los propios enfermos quien nos indique la postura que les alivia más el dolor. VALORACIÓN La recogida de datos desde el punto de vista de la enfermería irá encaminado a orientarnos en el tipo de lumbalgia, mecánica o no mecánica, que presenta el paciente, por lo tanto nuestro interrogatorio tendrá que ir enfocado: q q Sobe el dolor: Dentro de este apartado debemos hacer hincapié sobre: ♦ Forma y comienzo: Súbito (esguinces, fracturas, hernia discal, aneurisma de aorta) o insidioso (degenerativo, infeccioso, tumoral). ♦ Localización: Dentro de la región lumbar puede ser central, unilateral o bilateral. ♦ Tipo de dolor: Mecánico (97%) siendo los más frecuentes: contractura lumbar (70%), degeneración discal o articular (10%), hernia discal (4%), fractura osteoporótica (4%). Inflamatorio (3%) destacando: los viscerales (2%): aneurisma de aorta, pancreatitis, colecistopatias, litiasis renal, y los neoplásicos (0,7%): mieloma múltiple, carcinoma metastásico, linfoma, etc. ♦ Síntomas acompañantes: Fiebre, hipotensión, cuadro constitucional, déficit neurológico (no control de esfínteres, debilidad de miembros inferiores). Sobre el paciente: ♦ Antecedentes personales: Enfermedades conocidas, intervenciones quirúrgicas de la columna lumbar, hábitos posturales y de ejercicio físico, alteraciones del estado de ánimo. ♦ Antecedentes familiares: Sobre todo enfermedades reumáticas. ACTUACIÓN DE ENFERMERÍA a) Una vez realizada la valoración de enfermería, debemos informar al paciente de todas y cada una de las técnicas y cuidados así como del proceso que va a llevar su estancia en nuestra unidad. b) Respecto a las pruebas complementarias, el 95% de los pacientes con lumbalgia aguda, no van a necesitar salvo que se sospeche de una enfermedad sistémica en cuyo caso se realizará: Ø Analítica: Hemograma, VSG, bioquímica general que incluya: calcio, fósforo, fosfatasa alcalina. Ø Radiografías de columna lumbar, que sólo deben realizarse en caso de sospecha de enfermedad sistémica, si existe afectación neurológica o edad superior a 50 años. c) d) Aplicación del tratamiento médico, que va a depender del tipo de lumbalgia: Ø Lumbalgia aguda: • Relajantes musculares: diazepan (Valium), comprimidos de 5 y 10 mg a dosis de 5-10 mg / 8-12 horas. Tetrazepam (Myolastan), comprimidos de 50 mg a dosis de 25 mg / 8 horas. • Antiinflamatorios: diclofenaco sódico (Voltaren), ampollas de 75 mg a dosis de 75 mg / 24 horas IM, comprimidos de 50 mg a dosis de 50mg/8horas y supositorios de 100 mg a dosis de 100mg/12 horas. Indometacina (Inacid), cápsulas de 25 mg a dosis de 25-50 mg/8 horas y supositorios de 50-100 mg a dosis de 100 mg / 12 horas. • Analgesicos: metanidazol magnésico (Nolotil), cápsulas de 500mg a dosis de 0,5-1g/8 horas, ampollas de 2g a dosis de 2g/8 horas IM y supositorios de 1g a dosis de 0,5-1g/8 horas. Ketorolaco trometanol (Toradol), comprimidos de 10 mg y ampollas de 10-30 mg a dosis inicial de 10 mg/8 horas por VO o IM. Tramadol (Adolonta), cápsulas de 50mg, supositorios y ampollas de 100mg a dosis inicial de 100mg/8 horas por vía rectal, oral o IM. Ø Lumbalgia crónica: El tratamiento inicial es conservador (médico y ortopédico) y según la evolución se realizará tratamiento quirúrgico o se enviará a la unidad de dolor. Aplicación de medidas generales: Ø Reposo absoluto en cama dura 4-5 días, con las rodillas y caderas flexionadas. Ø Calor húmedo local para disminuir el espasmo muscular. Ø Disminución de peso en caso de obesidad. Ø Ejercicios para desarrollar la musculatura lumbar. Estos ejercicios deben realizarse atendiendo a una serie de recomendaciones: • Deben realizarse cuando no exista dolor. • La importancia es la calidad del movimiento, no tanto el número de veces que se realice. Es preferible menos veces con el ejercicio bien hecho, que no muchas veces haciéndolo incorrectamente. • Los ejercicios no deben producir dolor, mareo, ni hormigueo; ni en la misma zona ni hacia las piernas. Si aparecen, no forzar y dejar de hacer el ejercicio. • Descansar entre movimiento y movimiento. • Los ejercicios irán aumentando progresivamente en número y frecuencia. Ejercicios lumbares 1.- Estirado/a con las rodillas dobladas, inspirar por la nariz profundamente dirigiendo el aire hacia el abdomen y soplar por la boca, a la vez que la zona lumbar queda más impactada en el suelo. 2.- Con la ayuda de los brazos, y partiendo de la misma posición que el ejercicio “1”, inspirar y llevar la rodilla derecha hacia el pecho, al mismo tiempo que se expulsa el aire. Luego, repetir con la izquierda. 3.- Subir la pierna derecha, manteniendo la rodilla estirada y el pie a 90º, hasta que la planta del pie mire paralelamente al techo. Repetir con la izquierda 4.- Partiendo del ejercicio anterior, realizar el mismo movimiento pero favoreciéndolo con una toalla en el planta del pie, cogida con las manos, sin forzar las cervicales. 5.- Con la ayuda de los brazos acercar las dos rodillas a la vez al tórax. 6.- Mantener la misma postura de las piernas, elevar la cabeza mirando hacia el techo, despegando suavemente los hombros del suelo; aguantar y volver lentamente a la posición inicial. Reposar andes de iniciar de nuevo el ejercicio. 7.- Llevar las manos hacia las rodillas y éstas hacia el tórax. Las manos y los brazos deben impedir que las rodillas toquen el pecho. Ø Actitudes posturales adecuadas, encaminadas a mejorar los malos hábitos en las actividades de la vida diaria: • Al levantar pesos: ü Se debe doblar las rodillas y no flexionar la espalda ni tensionarla bruscamente. ü Levantar el peso con las piernas y sujetar el peso cerca del cuerpo. Distribuyendo el peso entre los dos brazos. ü No elevar el peso por encima de la altura del hombro y si fuera necesario usar un taburete para elevarlo. ü Solicitar ayuda para levantar o desplazar un peso y “planear” cualquier movimiento antes de hacerlo. ü Siempre se ha de intentar una contracción simultánea de glúteos y abdominales para mantener corregida la región lumbar. • De pie - al caminar: ü Cambiar de posición a menudo. ü Mantener un pie más arriba que el otro para hacer actividades prolongadas (plancha, fregar, etc.) ü Doblar las rodillas al realizar el aseo personal o cualquier otra actividad, si es necesario arrodillarse para hacer las camas. ü Ayudarnos de mangos largos para escobas y fregonas. ü Como en cualquier otra posición mantener las tres curvaturas de la espalda con una buena contracción abdominal y equilibrio muscular adecuado. ü Al caminar usar zapatos cómodos, de tacón bajo, con la cabeza erguida, el mentón contraído y la pelvis hacia delante. ü Distribuir el peso del bolso con una postura equlibrada de la espalda. ü Evitar la postura “perezosa” tanto como la “militar” porque ambas aumentan las curvaturas; esto se comprueba examinando la postura de espaldas a la pared y comprobando si hay un espacio entre espalda y parad, si la hay habrá una buena contracción muscular y glútea. • Al conducir: ü Tomar el volante con ambas manos. ü Usar apoyo lumbar con una toalla anclada a la zona lumbar. ü Adelantar el asiento para mantener una flexión de rodillas alineada con las caderas. • Al Sentarse: ü Usar sillas bajas para mantener los pies en el suelo y las rodillas alineadas con las caderas. ü Apoyo lumbar protegiendo el peso inferior de la espalda. • Al dormir: ü Utilizar un colchón firme. ü Dormir en postura fetal (de lado) que descarga la zona lumbar o si se hace boca arriba con una almohada bajo las rodillas. BIBLIOGRAFÍA ü Medicina de Urgencias: Guía diagnóstica y protocolos de actuación, 2ª edición. L. Jiménez Murillo, F. J. Montero Pérez. Edt. Harcourt. ü Manual de protocolos y actuación en urgencias. Coordinador: Agustín Julián Jiménez. Edt. Junta de Comunidades de Castilla la Mancha. ü Guías de actuación en urgencias, 2ª edición. M. S. Moya Mir. Edt. Andrómaco. ü Dolor lumbar. Algorritmo de dolor lumbar. Sociedad española de Cirugía Ortopédica y Traumatología. Copyright, 2001. SECOT, Medical & Marketing Communications y Pharmacia.