EL ASADOR, LA REVOLUCIÓN, Y EL EVANGELIO DEL ASADO SEGÚN WEBER Por Mike Kempster* A su regreso de la Segunda Guerra Mundial, los soldados norteamericanos pedían muy poco a cambio de su servicio: una casa pequeña con un jardín, y un poco de paz y tranquilidad. Así nacieron los suburbios, y el jardín de la gente se convirtió en un espacio casi sagrado. Las fiestas y reuniones en el exterior se volvieron comunes, parte de “la buena vida”. Las parrillas y braseros simples sustituyeron los pits de BBQ y el enfoque cambió de técnicas de asado lento a las parrilladas, donde se cocina carne a fuego alto. El humo saliendo de los jardines y patios se volvió parte del paisaje norteamericano. En 1951, estos aparatos para cocinar en exteriores estaban aún muy mal diseñados. Nadie estaba más consciente de sus deficiencias que George Stephen, un soldador de Chicago. Como un padre de familia, George estaba acostumbrado al sacrificio personal, pero pues un corte decente asado en una parrilla no le hubiera caído mal ocasionalmente. Había batallado con su parrilla abierta por suficiente tiempo, con resultados frustrantes. Si no te llovía, cualquier viento hacía que tu creación parrillera terminara cubierta en ceniza. Si, como dicen, la necesidad es la madre del ingenio, entonces el hambre es su madrina. En aquellos tiempos, George trabajaba a las afueras de Chicago en Weber Brothers Metal Works, soldando esferas de metal para construir boyas para servicio de guardacostas. Fue justamente con estas esferas que su idea se materializó. Se dio cuenta que un tazón de cocción redondo era la clave del éxito. Agregó tres patas al fondo, una manija en la parte superior, y se llevó su invento a casa. Los vecinos le llamaban “Sputnik”; se rieron un poco de él, pero también disfrutaron de un corte asado delicioso. De repente, la peculiar creación de George tenía tanta demanda que no podía producir suficientes, así que se independizó y se dedicó tiempo completo a su producción. Hoy en día estamos muy familiarizados con asadores de forma redonda tipo “kettle” (o tetera), pero en aquel entonces los vendedores de Weber tuvieron que darla a conocer compartiendo el “Evangelio del Asado Según Weber”, con demostraciones en vivo, de casa en casa, una tras otra. Tristemente, hoy George no está con nosotros, pero su legado vive cada que la gente se reúne a disfrutar de un excelente asado. En realidad, lo único que hizo el Equipo Weber fue proporcionar el equipo y avivar las llamas. La verdadera pasión por el asado está presente en cualquiera que disfruta e la buena comida y de los buenos tiempos con familia y amigos, y que odia desperdiciar esos momentos tallando ollas y sartenes. ---000--- * Michael Kempster Executive Vice President - CMO at Weber-Stephen Products Co. Chicago y alrededores, Estados Unidos Weber PR Conexión Global México Líder PR Claudia Espíndola [email protected] (044) 55 3564 4809 Ejecutivo Alejandro Gamboa (044) 5532521240