7 posos fuertes, id. id. ^'' -.i En Jas derans Américañ fijan el precio ios Srey, Agentes, lectores la rendición de CarLit^cna, único punto donde aun alienta, la insurrección. El general Martínez Campos, establecido en la Palma j Pacheco, pueblos íiituados en las inmediaciones do Cartagena, dirige desde allí las operaciones del sitio, on combinación con el general Lobo, qne con los buqnes de la escuadra trata do bloquear á Cartagena. Los tiublovados se disponen á oponer una resistencia desesperada : con este propósito han hecho gran acopio do pi'ovisioncs y parece que han dado libertad á los penados , armándoles para la defensa de la plaza, medida que ha causado profunda impresión en la conciencia pública, SUMARIO. TíiTO.—Rovisfa gnipral, por D. P e r r g n : i Gurcla Caclcn».— Niiostioa grftbndos, por D. EiiHoWo Martillos de Veliipco. — Ejiiaoilios y paiíiajca I El Veredero (continuación', por/«níi Odirlii. — Es Eiomo y no del CniíO, por D. Antonio do Trueba.— Uiin expedición ¡I IJsboa j Oporto icontiniiacioui, iwr D. Modesto í e n i a n d e z y Goii;ialez,—Corroo de Viena, por F. Eioa«'«,—Los concíei'tos en el Retiro, por don Antonio Peña y Gofíi.—Contrastes, soneto, por D, Antonio F. Grilo.—¡Todavi^! poesis, por D. Adolfo Llanos.— L Í novela de lili iüvcii rico (contiunacioü), por (ion Cirios Fronlftura,—(Jorreo de la moda de TorlB,—Tijilcos.—Anjncios. Gn^'J.toos, — Retrato ¿.al gcneuU González, ioiiiitttro de la G u e r r a ; do fotogrsfia, por los Srea. Bala y Capiví.— Grnniida ; P u e r t a morisca de Blb-l[om¡j|A, mandada (Jerrlbnr por In junta dül cantón ; eróiinis remitido do D. B, Mora, por el Sr. Ciirrotero.—Rotrnlo del Sr. Hidalgo y Caballero, gobernador civil do Madrid; do fotografía, por el Er. París,— CMuchilIa ; Dispersión de los InaiLrreetos de Cai'lagciia, por las tropas del gcuera! Salcedo, por los Srcs. Bíilnca y Capuz.—Insurrección cadistí»; Emigi'aelon do veclnoíi de los puolilos do Gnipúzt'OH á la espito!, liojeiido de las partidas; coiH|josiclon y dibujo del Sr. Ferrant, por il Sr. Capuz,—Bellas artes r linoRoii y J a cliimo, escena del drama Cjimtieline , do Shakspcaro ; cartón do Mr, A. X-iezen-Mayor, por X, — Jivaeuaeloii del tenitorio france.s por \m tropas alemanas: composición qne representa esceurta de la luisiüa, por los Sres. Perca y Rico.—líeciiordoa do tm paseo por Lisboa r Exterior del palacio de Bciem, por loa Srcs. Pradilla y Bico,— Patio principal del niianio; fotogi'afia del Cr. L a n i c n t , por el Sr, Rico.—Madrid: El Binieftro de la CÜIIO de Toledo cu la tardo de! ao del actmil, crúquía del Sr. Sanahuja, por el Sr. Bico. HEVISTA GENERAL. SUMARIO. Estado del movimiento KCparatists, — líl fiitio do Cartagena, — La insurrección carlista,—Ultimas leyes votadas por la Cámara.—Aeuerdos importantes.—La cuestión artülern.—líe unión do los marinos de la Carraca.—Francia.— Le{;itimiat9S y orleaniaías.—Nota del Sr. Nigra. .—Noticias Htcvarias. — La novela histórica contemporánea y su tendencia popular.—El Sr. Pérez Caldos.—Tr ai al gar.—Ztt corte dv íárlos /F.—Oltíinas noticias, El movimiento separatista fiarece tocaí' á su téruiino, si bien no podemoa anunciar á nuestros El general Gongalez Iscar, Ministi'ij de la Guerra^ Sin embargo, debemos decir que algunas cartas recibidas de Cartagena desmienten e^iíe hecho. Todo hace presumir, por consiguiente, que ¡os generales Lobo y Martinez Campos no conseguirán ol líltimo triunfo sobre el movimiento que ha ensangrentado las callos de Sevilla y Valencia, sin renovar las tristes y sangrientas escenas que precedieron á la rendición do aquella capital. La situación de Barcelona es otra de las causas de inquietud en los momentos actuales. Noticias graves, comunicadas, según se ha dicho, á diputados catalanes, y que hasta ahora no han recibido confirmación, anunciaban estos dias el propósito de proclamar en aquella capital y otras localidades importantes, con ol apoyo de los batallones de voluntar! os, juntas do guerra independientes , destinadas á asumir en absioluiu la dirección de 514 U los asuntos civiles y militares. E s t e r u m o r , como ya h e mos dicho, n o se ha confirmado; pero es indudahlc qiiG el estado d e los ánimos en C a t a l u ñ a inspira t e m o res m u y fundados de q u e el movimiento ahogado en otras capitales se recrudezca allí eu proporciones m u y alarmantes. E s t a s son las graves preocupaciones del m o m e a t o , en lo q u e se rcliere iV u n o de los dos motivos de perturbación que afectan t a n hond:iniente en E s p a ñ a á ia causa del orden. E n t a n t o q u e llega á su término ¡a paciftcacion d e las ciudades s u b l e v a d a s , 6 se agrava con nuevas complicaciones , l a insurrección carlista t o m a de dia en d i a m á s g r a v e carácter. L o s sucesos ocurridos d u r a n t e l a s e m a n a anterior son de u n a índole muy poco á p r o p ó sito para infundir la esperanza de u n a p r ó x i m a t e r m i nación de l a g u e r r a civil. E l bloqueo d e Jjilbao, la s i tuación de B e r g a , p r ó x i m a á caer en poder de los c a r listas , y la amenaza q u e pesa sobre S a n Sebastian, ofrecen u n cuadro m u y poco lisonjero, y vienen á fortalecer en los ánimos el convencimiento de q u e l a l u cha e n t r a ahora en u n período de m a y o r gravedad. ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA Y AMERICANA. que p r o p o n g a la línea d e conducta ij^ue la m a r i n a debe seguir en l a s actuales difíciles circunstancias. ¡ U n periódico que tiene relaciones muy estrechas con ¡ jefes i m p o r t a n t e s d e m a r i n a , al d a r cuenta de haber I llegado ayer , 2 1 , á esta capital cierto jefe de A d m i n i s - ; tracion de l a a r m a d a , procedente de C á d i z , con u n ' interesante mensaje p a r a el Gobierno {hecho <pie p u e de estar ridacionado con la reunión de lo.-i miirinos de la C a r r a c a ) , añade que y la actitud de los jefiís y oliciales de los cuerpos de la a r m a d a sobre la m a n e r a de m a n t e n e r l a disciplina y aplicarse la o r d e n a n z a es t a n enérgica como decidida.." * E n F r a n c i a se aeentiia cada dia m á s en los consejos del país l a firme resolución de c o n t r a r e s t a r los p r o p ó sitos d e hi demagogia. E u u n a reunión celebrada p o r la comisión permanente de la A s a m b l e a , los r e p r e s e n t a n t e s de hi izqiiierda interpelaron al Marqués de B r o glie por el discurso que había pronunciado en la P r e fectura de Lyon declarando g u e r r a á m u e r t e al radicalismo , y aiumciaudo (j_ue se presentarian leyes más s e veras si las actuales no bastan p a r a e x t e r m i n a r l o . N." XXXII m i s m a índole publicados p o r el Sr. Pérez Galdós, á i n t e r e s a r á las clases poco ilustradas en la marcha de los acontecimientos , q u e son el origen de nuestro presente estado político y social , y á servir á todos de a g r a d a b l e lectura. E l S r , P é r e z Galdós nari'a con viveza y pinta con colores de verdad. S u s r e t r a t o s están inspirados ea aquella fantasía que daba u n sello t a n especial á las creaciones de Goya , y el conjunto de sus novelas ofrece aquel carácter i n t i m a m e n t e nacional que asegura lii poimiaridad de este género de trabajos. A s í lo ha mostrado el }HÍb]ieo apresurándose á leer los libros de que venimos h a b l a n d o , y así lo h a j u z g a d o también la crítica recibiéndolos con aplauso unánime. P o r lo yuu hace á n u e s t r a s impresiones p e r s o n a l e s , diremos que cada novela que da á l a e s t a m p a el Sr. Pérez Galdós es p a r a nosotros u n a novedad literaria muy agradable, seguros como estamos de encontrar siempre en ellas ingenio l o z a n o , estilo c o r r e c t o , y colorido brillante y natura!. .* * '#Ú L T I M A S XOTTCIAS. Se da por s e g u r a la llegada il A l paso q u e e s t a s declaraciones, concebidas en t é r - Madrid del general en jefe del ejército de Andalucía, minos s i n g u l a r m e n t e explícitos y enérgicos, se repiten Sr. l'avia, que será nombrado general en jefe del ejérE l proyecto de ley llamando 80.000 hombres de l a con singulaifrecuencia, parece y a un hecho q u e entre cito del N o r t e en reemplazo del Sr. Sánchez Bregua. r e s e r v a , proyecto que en l a p r i m e r a votación no pudo E l Sr. Castelar h a conferenciado con algunos dipuaprobarse p o r falta de suficiente mímero de diputados, legitimistas y orleanistas se h a llegado á u n acuerdo p o n d r á al Gobierno en situación de d a r g r a n desarrollo sobre el color de la bandera francesa, y el telégrafo h a tados i m p o r t a n t e s de la izquierda y del centro de la anunciado que el embajador de Italia en P a r í s , Sr. N i - C á m a r a p a r a t r a t a r d e u n a avenencia entre todos los á las operaciones. g r a , h a dirigido á su gobierno u n a n o t a , en la cual, elementos republicanos. L a conferencia no ha dado reCon esta ley se h a n aprobado otras no menos i m hablando de las probabilidades d e u n a m o n a r q u í a en s u l t a d o s . p o r t a n t e s , tales como l a que autoriza ai P o d e r ejecuL o s c a r l i s t a s , que atacaron segunda vez á Estella, Fj'ancia, dice que A u s t r i a , Inglaterra, y l í u s i a son fativo p a r a n o m b r a r delegados especiales en las provinparece q u e n o se h a n r e t i r a d o , según dice un telegrama vorables á esta solución. c i a s , y la que concede indulto A los prófugos del ejerI recibido, pero no h a n logrado aún la rendición de los cito y matricxilas de m a r . • bravos soldados y voluntarios que se hablan encerrado O t r o de los sucesos i m p o r t a n t e s de la sem.tna es el Tales son eu resumen los acontecimientos más capi- en los fuertes, resueltos á morir antes que á entregarse consejo d e ministros celebrado el día 17. E u esta r e - tales que h a n señalado la semana q u e acaba de t r a s - al enemigo. unión el Gobierno acordó someter á l a consulta del currir, dentro y fuera de iiuestro jiais , mencionados con I L a s 2">artidas a u m e n t a n d e dia en d i a , y es ya basT r i b u n a l supremo de G u e r r a , dntes de ser enviacias la brevedad que exige nuestro proposito de d a r á estas I t a n t e considerable el n ú m e r o de facciosos armados que a l a s C o r t e s , las sentencias de m u e r t e que se dicten crónicas un carácter ameno y de general interés. Si los : recorren el M a e s t r a z g o , la Mancha y algunas provinp o r los consejos ordinarios de g u e r r a con motivo de la múltiples é i m p o r t a n t e s sucesos políticos de que h a sido ! cías de Galicia. insurrección s e p a r a t i s t a ; sentencias q u e , s e g ú n el t e a t r o n u e s t r o país en estos líltimos tiempos h a n distraí- ¡ L a p a r t i d a d e Valles h a e n t r a d o en Scgorbe, la nuacuerdo do la A s a m b l e a , no p o d r á n s o ' ejecutadas sin do m o m e n t á n e a m e n t e n u e s t r a atención de otros objetos i morosa d e Cucala amenaza á Castellón, y otra, tamel consentimiento do ésta. más a g r a d a b l e s , no por eso hemos echado en olvido que \ bien i m p o r t a n t e , parece q u e h a j u r a d o entrar en Tortosa. P a r a t e r m i n a r estas breves noticias acerca del e s t a - tenemos o t r a s deudas que cumplir. do de n u e s t r a política i n t e r i o r , añadiremos que la cuesE u e] m i n i s t e r i o , los Sres. Salmerón y Palanca N a d a hemos d i c h o , poi' ejenq.-ilo, de :dgunos libros tión artillera , sujeta á t a n t a s a l t e r n a t i v a s , y á la que de amena lectui'a que h a n dado cierta inqjortancia al no ci'cen o p o r t u n a en estos momentos la política de el vacío que se h a observado en l a s operaciones milita- escaso movimiento literario de estos últimos n u ' s e s , v . energía y severidad que proponen sus conipañeroa de res contra la insurrección h a vuelto á d a r i m p o r t a n - que bien merecen u n a palabra de j u s t o elogio. I G a b i n e t e ; pero los amigos del Gobierno creen que la cia do a c t u a l i d a d , está siendo objeto de laboriosas n e L a novela h i s t ó r i c a , la novela destinada á ponei' en ¡ crisis no pasará a d e l a n t e , y que todas las diferencias gociaciones. L o s ministros d e M a r i n a , G u e r r a y G o - acción y á n.'ferir desde el puiito de vista del senti- se resolverán saTisfactoriamente. bernación opinan p o r que los a n t i g u o s oficiales de a r t i - miento p o p u l a r l o s personajes y los sucesos q u e h a n 22 di Áijoslú. llería vuelvan á ocupar s u s p u e s t o s en las filas del venido presidiendo y desarrollando el movimiento p o P E U E Ü I Í Í N G A R C Í A CADICNA. e j é r c i t o ; la mayoría de éstos se niega á admitir m á s lítico social de nuestro pais desde los últimos tüas del «--=^-e-0»CÍ-íK:; a r r e g l o n i transacción q u e l a d e qiie l a s cosas vuelvan pasado siglo, h a encontrado en E s p a i í a ini jjropagador NUESTROS GRABADOS. al estado q u e tenían a n t e s de la reorganización del de m u c h o ingenio , y cuyas facultades se adaptan por c u e r p o , y mientras algunos se ofrecen al Gobierno p a - e x t r e m o á este género de trabajos. W a l t e r Scott es el KT, G E N E R A L O O N Z A L E Z , M I N I S T R O BIS LA GUElilíA, r a ir á San Sebastian á defender aquella población d e más ilnsti'e de los escritores modernos que him sabido Cumpliendo n u e s t r o propósito de ofrecer en las piilos ataques del c a r l i s m o , otros permanecen en el r e - recoger en l a tradición y en l a rica y idutoresca f a n t a ¡ g i n a s d e L A II.ÜSTEAOION E S P A S ' O L A Y AMEHICANA ¡OS t r a i m i e n t o m á s absoluto , sin definir su actitud. 1 sía d e las masas los colores con que bnn vivificado los ¡ r e t r a t o s de aquellas personas que figuren en primera ' cuadros inimitables de sus novelas históricas. Con for- • línea en sucesos de a c t u a l i d a d , ya pertenezcan éstos á 1 m a s artísticas menos esmeradas , con genio menos pi'o- la esfera del arte ó de la ciencia, ya á la de la política, damos h o y , en l a p á g i n a p r i m e r a de este miuioro, el M i e n t r a s que el Gobierno se m u e s t r a indeciso eu la ; f u n d o , pero con aquella viveza en la narración y eu la I del mariscal d e campo D . E u l o g i o González Iscar, acg r a v e cuestión suscitada con motivo de las sentencias i p i n t u r a de caracteres y aquel interés do actualidad que , tual ministro do la G u e r r a . que i m p o n g a n los consejos de g u e r r a á los prisioneros I son á propósito para fijar la atención del p u e b l o , a l g u J o v e n a ú n , habiendo ascendido paso á paso hasta el s e p a r a t i s t a s , las ciudades andaluzas claman p o r q u e ! nos escritores contcmpoi'áneos h a n tenido la buena idea i empleo de coronel de ejército desde los puestos iiifese aplique con todo rigor la ordeuünza, si no se quiere de t r a t a r , bajo este punto de v i s t a , la h i s t o r i a c o n t e m - I rioi'es de l a milicia, p r e s t a n d o penosos servicios, fué ! nombrado ú l t i m a m e n t e b r i g a d i e r , y en el año próximo ver d e n t r o d e poco l a reproducción d e l a s vandálicas poránea en u n a serie do n o v e l a s , con el pro2"'i')sito d e i pasado mariscal d e c a m p o , recibiendo en seguida el impropagarla en todas las clases. escenas q u e h a n presenciado A l c o y , Sevilla y Cádiz. p o r t a n t e cargo de capitán g e n e r a l de las Provincias E s t o mismo dice implícitamente el general Sr. P a A este género pertenecen algunos libros de m u c h o I Vascongadas y N a v a r r a , cuando empezaba á organiv í a , cuando al p r e s e n t a r su dimisión afirma (juo A n d a - mérito que h a publicado el autor español á que nos r e - : zarse la actual insurrección carlista. E n dicho puesto cooperó eficazmente, aunque eu lucía está v e n c i d a , p e r o no pacificada. ferimos, y cuyo nouibre h a b r á n adivinado y a n u e s t r o s vano, con los generales Sres. Morlones y NouvÜas, lectores. La fontana t/e oiv y Un, radical Je aníaño, n o Lispirados en el mismo sentiraientOj los jefes y ofipara oponerse al crecimiento de las filas carlistas, y ciales de marina qna residen en Cádiz y la Carraca h a n velas j u s t a m e n t e celebradas , habían puesto ya de m a - sabido es que fué herido de g r a v e d a d , á causa de un celebrado una i m p o r t a n t e reunión, con asistencia de 150, nifiesto las facultades d e l Sr. P é r e z Galdós y revelado acto de temerario a r r o j o , en uno de los combates más en Ja cual se h a reflejado el disgusto con que el benemé- la tendencia que después se h a n manifestado más p a t e n - s a n g r i e n t o s . rito Cuerpo de Marina ve la impunidad en que se deja t e m e n t e en J^a batalla de Trafa.hjar y La carie de CarDespués del viaje que realizó á las Provincias el acá los autores de los últimos acontecimientos en A n d a - los IV. E s t o s dos libros, en que el autor p r e s e n t a cua- t u a l presidente del P o d e r ejecutivo, por entonces midros m u y animados d e la sociedad española de p r i n c i - nistro d e Gracia y J u s t i c i a , para conferenciar con los lucia. pios del s i g l o , y desarrolla el d r a m a glorioso de n u e s - jefes del ejército de operaciones, y habiendo salido del Con objeto do hacerlo asi presente al Gobierno y á ministerio de la G u e r r a el S r . D , Nicolás Estévanez, las C o r t e s , se nombró u n a comisión compuesta d e t r a independencia , h a n obtenido u n a acogida satisfac- que lo d e s e m p e ñ a b a , fué llamado á Madrid el Sr, Gonquince individuos de los asistentes á la reunión, y p a r a toria , y están destinados , con los demás libros de la zález para encargarse d e u n puesto t a n importante, y N.* XXXIi LA ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA Y AMERICANA. en él permanece todavía, ¿ p e s a r de lii crísi« íninisteria! qne díí^ por resuítüdo la modificación del Oabiiiety en lii forma (pie hoy existe. i'jl iSr. González !ia dado p r u e b a s d e inteligencia y energía en circunstancias bien difícilcH: cuando el ejéreito ee hallaba, por lo g e n e r a l , en lastimoso estado de indisciplina, estalló la insurrección c a n t o n a l - s e p a r a t i s ta con fuerzas poderosaa, y on brevo tiempo quedaron reunido.s, al mundo de los gcuprales 8rcs. P a v í a y M a r tínez C a m p o s , esos dos brillantes cuerpos de ejército que han vencido á los insurrecto^; en Sevilla, Cádiz, Granada y Valencia. H o y , llamados al servicio militar 80.000 hombres de la primera reserva, el ministro de la G u e r r a se o c u pa con preferencia de la organización de este nncv<i ejército, bajo la base salvadora de la. buena disciplina "N'iielto ji la P e n í n s u l a , tomó parte en el movimiento de 1854, y fué nombrado miembro de la j u n t a revolucionaria do Sevilla; mas se ajiartó por completo de aquella situación al observar el giro (jue t o m a b a la po~ iítií^a, dirigida por el general O ' D o n n e l l , y se alisti'i en (.d |)artido democrático, al lado de los Sres. L a l í o r b o Ha, líubio, Carras(;o, Quintero y otros republicanos. Consumada la revolución de 1868, también el iSr. H i dalgo y Caballero fué miembro de la j u n t a de Sevilla, y en tas Coustituyentes de 1869 representó al distrito de Morón, que le eligió diputado por gran mayoría de votos, del mismo modo que en las Cortes de 1 8 7 1 , s i e n do senador en Í 8 7 2 . Sn n o m b r a m i e n t o d e gobernador civil de Madrid i'iié algún t a n t o contrariado por los intrausigentiis , que veían en dicho nombramiento el triunfo de los benévolos, porque el 8r. H i d a l g o y Caballero ha pedido el orden d e n t r o de la república; y aunque los elementos más exaltados d é l a federación le consideren como reaccionario, los republicanos templados ven en él al a n t i g u o soldado de la libertad, que por su historia y h o n rosos antecedentes es digno de! alto cargo que ejí^rce. 5i5 herían ser bastante p a r a que todos los españoles l l e g a sen á unirse en u n a aspií'aeion común y salvadora. ! Í I ; L I , A S AR'j'iís: « I J ( O U ) : N Y . I A C [ [ I M O ) ) , E S C E N A X X V I I DEL ACTO I I D E « C Y M Ü E L I N E ? ' , D ü A í r A VV. s n A l í l l S i ' E A R i . : : CAHTO^• ]>;•: Í J K . A . I U E ^ ^ I C N - J I A V E R . Tenía el rey Cymbeline u n a hermosa hija, llaurntla I m o g e n , que debía casarse con el j o v e n E l o t e n ; pero la niña se r e s i s t e , y contrae matrimonio con P o s t b u m u s , noble británico , contra la voluntad de su p a d r e . Cymbeline se venga desterrando á PostJiunuis y s e parándole para siempre de su mujer, y estos dos e s p o sos, ;intes líe apartarse, entréganse m u t u a m e n t e , como prendas de amor, un anillo y u n a pulsera. militar. P o s t h u m u s , expatriado en R o m a , elogia con e n t u siasmo, en casa de su amigo P h i l a r i o , la angelical belleza de Tmogen y su virtud a d m i r a b l e ; pero lo oye el rUIÍKTA Di'; m i S - R A M l l L A l í S OKANADA. caballero J a c h i m o , y exclama : No tenemos el ¡oeo propósito de encerrar la h i s t o r i a — O esa dama no vive y a , ó v u e s t r a fe en su virtud y la descripción artística y arqueológica d e la íamosa debe h a b e r s e debilitado d^espues de u n a l a r g a ausencia. puerta de Í!ib-Uambla, llamada vulgarmente A r c o de — i J a m a s ! contesta P o s t h u m u s . las Orejas, en los angostos límites de esta sección. Y ent()nces daehinio apuesta 10.000 ducados con•lOiiXADA DIO ^ ^ ^ ^ ' C l í l i - L A , Por otra p a r t e , (.¡ranada, como Toledo j el E s c o tra el anillo que tiene P o s t h u m u s , regalo de Iniogcn, rial, ha tenido y tiene historiadores p r o p i o s , digámoslo á ({ue consigue vencer á la casta beldad. E n el número anterior hemos hecho una exacta r e así, y espontáneamente se nos vienen á la memoria Ciérrase rl ti-ato : dachimo llega á la ciírte de C y m aquellos versos que escribió el Ajiosto á g u i s a de a l - s e ñ a del suceso que menciona e! epígrafe de este beline , ve á I n m g e n , la hace el amor, emplea todas las tivo moto, debajo de hts bien templadas armas de O r - suelto, y á elhi debemos referirnos, para evitar repe- artes de la seducción más refinada : pero la v i r t u d de la ticiones, al p r e s e n t a r á miestros aprccía.bles abonados lando : casta esposa sale t r i u u l a n t e de todas las p r u e b a s . el segundo grabado de la p á g . 517, que figura la d i s Desesperado J a c h i m o , recurre á u u t o r p e artificio p a ((Nadie las mueva persión de los insurrectos al mando de los S r e s . C o n Que tstar ijo pucMiíi ra perder la reputación de J m o g e n , ya (pie no puí;de t r e r a s , Galvez y otros jefes separatistas-federales, por t,'on Oilaudu á prueba, n realizar sns diabólicos planes. las t r o p a s del general Salcedo, en las eereaiiias de iJn día la ruega que g u a r d e en l u g a r seguro un g r a n Mas como ofrecemos á, nuestros lectores en la p á g i n a Chinchilla. cajea que contenia espléndidos regalos destinados al 51Guu heliograbado, croquis remitido de D . B . M o r a , Al decir de varios periódicos, aquéllos, en numero qae retrata ¡iipicl histórico monumtinto, debemos de 3.000 h o m b r e s , con respetables fuerzas de artille- enqicrador de l i o r n a ; Imogen c o n s i e n t e , y hace colorecordar qnc la j u n t a del cantón g r a n a d i n o , ó el ría, salieron de C a r t a g e n a animados p o r la ide-a de ir car cl cajón , })ara mayor s e g u r i d a d , en su propio dorconuté de salvación püliHca formado en la ciudad de á Valencia en socorro de los sitiados, ó como decían mitorio ; pero en aquel cajón estaba oculto el pérfido líoahdil durante lo.s últimos acontecimientos cunto/uiíes, otros, d e acercarse á M a d r i d y ofrecer combate (h;ei- -lachimo, que sale de él cuando la dama se halla e n t r e dispuso cierto dia, sin pararse en ¡lequeñeees, que la sivo á las escasas fuerzas que por entonces podía p r e - g a d a á un profundo sueño. Entonces se aceii-a á e l l a , le quita la p u l s e r a , r e p a piqueta demoledora derribase el célebre A r c o de las sentarles el G o b i e r n o ; pero ía división que maiidal>a Orejas, que había tenido la audacia de conservarse sano el general Sr, Salcedo cayó tan á tiempo y con tal de- ra con minucfosi(hid en todos los objetos que adornan y salvo, á través de los siglos y de! a b a n d o n o , h a s t a cisión sobre sus desorganizados batallones, que r e - el dormitorio p a r a referírselo á P o s t h u m u s , y <.( t a m nuestros teÜces tiempos de ilustración y do progreso. sultó desde los primeros disparos una completa d i s - bién d e s c u b r e — dice cl poeta — que sobre el costado izquierdo de la bella I m o g e n h a y u n a señal de cinco Teniendo en cuenta un acuerdo s e m e j a n t e , desde persión y derrota. pcípieñas manchas coloradas, como las rojas gotas que luego se puede sospechar que algo estorbaba a l l í , y ese M á s de 400 prisioneros quedaron en poder de las algo era, para ciertos (.Y(/ífe«!,'íías g r a n a d i n o s , l a p u e r t a t r o p a s leales, y huyej-ou á la desbandada los r e s t a n t e s , ost(;nta el blanco cáliz de la p r í m u l a . » E s t e es el m o m e n t o elegido por eJ a r t i s t a Mr. A . de Bib-lí;nnbla, [)0rqiie lo positivo es q u e , derribada para encerrarse en ]\lureia alg-nnos y no parar biista L i e z c n - M a y e r para trazar e! cartón que copia, de fotoésta, his viejas casuchas que la ro(ícau t e n d r í a n m á s C a r t a g e n a ci m a y o r n ú m e r o . grafía, nuestro excelente gi'abado de la p á g . 5 2 1 , l u z , más aire y más superficie á disposición de sus Ú l t i m a m e n t e , el Gobierno h a dispuesto qui.' los p r i Tal es la escena x x v i i , acto i i , del d r a m a Cyinheliae respectivos dueños. sioneros sean t r a s p o r t a d o s á Cuba p a r a defender la Pero la j u n t a del ciurton granadino no dííbii': de t o - i n t e g r i d a d de la patria c o n t r a los sublevados dt la del inmortal Shakespeare. marse el trabajo de examinar este p r o b l e m a : si a l g o maiiiguii, y parece q u e y a h a n llegado á Cádiz varios estorba allí, ¿quij es lo que estorba; la p u e r t a de l í i b - pelotones de los mismos, que serán embarcados ¡Tinieií»mbhi á las c a s a s , ó las casas á la p u e r t a d(^ líib- diatañiente. i:VAOLfA<'niV III'-, F l i A N C I A S'OH I . A S T U O f A S A L E M A N A S , Bambla? Nosotros, resolviendo el problema de u n a m a n e r a enteramente opuesta, hubiéramos mandado dcrribaí' las viejas casuehas que a h o g a n entre sus paredes el Areo de las Orejas , para dar á éste más l u z , m á s aire y nuls superficie. Creemos que del mismo modo lo hubieran resuelto todas las personas amantes del a r t e . lié ahí un proyecto de reforma de localidad que ofrecemos á la deliberación del nuevo municipio g r a nadino, y a q u e , á pesar de tal acuerdo de la j u n t a cantonal, parece que no lia sido derribada la p u e r t a de Bib-Uamhla. I). JOAN HIDALGO Y C A L A L L E l l O , flOBEUXAJJOH D E M A D I Í I D . El actual jefe civil de esta provincia es uno de los demócratas españoles más antiguos. Nació en h"uenteheri(ios ( H u e l v a ) , en Mayo de 1815, siendo hijo del distinguido lunnanista y poeta D . F é l i x JI. Hidalgo, que dejó escritas varias obras muy cí^lebradas en su tiempo, y cuando el j o v e n H i d a l g o c u r s a ba ¡as asignaturas de la facultad de Derecho en la u n i versidad de íl'evilla, vio morir al autor de sus dias, víctima de los disgustos que le ocasionaron las convulsiones políticas de su época. Hidalgo se alistó desde luego en las filas de los liberales más exaltados, y tomó p a r t e , cuando apenas contaba veinte años, (>n la columna de sevillanos que salieron á batir al jefe carlista Gómez. Kn 1835 obtuvo un modesto empleo en la j u n t a de armamento y defensa de Sevilla; más tarde iiié n o m brado secretario de la dipníacíou provincial; en 1838 se recibió de abogado en la universidad sevillana; en 181(t fué uno de los más decididos liberales que coadyuvaron al movimiento revolucionario, y en 1843, caído ya ei Duque de la A^ictoría, e! )Sr. Hidalgo fué p r e so en el cuartel de San Francisco, y luego tuvo que emigrar á Méjico, donde residió largos años. I;MI(;UA('[OM D E FAMILIAS LIIÍKBALES JÍN LAS THOVINCIAS VASCOKOADAS. 8 i la g u e r r a civil produce en las naeiones trasti.iMios sin cuento, y es causa de que so derrame a b u n d a n t e m e n t e s a n g r e de unos mismos compatriotas en los campos de batalla, y de que se disipen tesoros que est á n reclamando la agricultura, la i n d u s t r i a y el comercio, fuentes inagotables de la prosperidad y bienandanza de un p u e b l o , también ocasiona á las familias otros t r a s t o r n o s y sacrificios no menos deplorables. Con frecuencia refieren los periódicos políticos que las familias liberales de tal pueblo han tenido que emig r a r á la capital d e la provincia al acercarse al misnuj las partidas carlistas, y también al contrarío, para l i brarse del encono y (le las exacciones que suelen sidiseguir ai triunfo de los vencedores. F n estos últimos dias, y á consecuencia del aumento que h a tenido en las Provincias Vascongadas la insurrección carlista, habiendo sido desguarnecidas por las t r o p a s del Gobierno poblaciones tan importantes como Elgoibar, V e r g a r a , E i b a r y otras, las familias liberales de dichos puntos se h a n v i s t e e n la triste n e cesidad de abandonar sns h o g a r e s , de h u i r léjo^ del sitio donde está la iglesia en tj^ue fueron bautizados y el solitario cementerio en cuyas fosas díiscansan los huesos de sus progenitores. F I dibujo d(d Sr. F e r r a n t , que damos en la p á g . 5i'0, conmemora estas dolorosas escenas: las familias liberales de un pueblo de la marina de Uuip>úzcoa h u y e n hacia la capital Lie la provincia, ante la aproximación de las partidas carlistas, trasportando al mismo tiempo los modestos ajuares de sns casas respectivas. T.a g u e r r a civil es ]ag]'an desgracia de las naciones, y por desventura parece ser un mal endémico en n u e s t r a desdichada patria, aunque espectáculos de este género, que llenan el corazón ác mortal angu.sti¡i. dc- Inmensos sacrificios se h a impuesto la F r a n c i a p a r a pagar cuanto antes la enorme contribución de g u e r r a que le impuso, por la p;tz de V e r s a l l e s , el afortunado vencedor de Sedan ; pero nada es imposible cuando el amor á la patria impulsa á todos los hijos de u n g r a n ]iueblo. y los franceses, á pesar de t a n t o s desastres como sufrieron en la g u e r r a , y luego bajo el período de la Crm/Mine, han logrado satisfacer á A l e m a n i a loa cincü millares (lemillones (A;/rcmco.-''que i m p o r t a b a aquella. F a l t a atin la entrega de 250 ndllones de francos, que tal vez se estará realizando en estos dias, y en su consecuencia, denti'o de poco tiempo el territorio francés (aio t e m b l a r á d e i r a — c o m o dice un diario parisiense—ni se enrojecerá de \-ergüenza soportando el peso de los batallones alemanes.» Las guarniciones de Belfort, Nancy y otras salieron ya p a r a Alennmia, llevando consigo todo el enorme material de g u e r r a que en ellas se habia a c u m u l a d o , y el dia 15 del pi'óximo S e t i e m b r e , si q u e d a completo el pago de la contribución d(í gucn-a, comenzará á salir la guarnición de V e r d u n , liltima ¡da;^a IVaucesa tpie ocupan los alemanes. E l 17 de J u l i o próximo p a s a d o , los 50.000 soldados alemanes que constituían el ejército de ocupación empezaron á evacuar k n d e p a r t a m e n t o s , y el ?i del a c tual pasaba la frontera el üitimo p r u s i a n o , p r e s c i n diendo Av. los ([ue (piedardn eii Verdun h a s t a S e t i e m bre próximo. La evacuiíeion principió jior \\x>. ciudades y phiziis fuertes de líethel, IVfezií'res, Charleville y Sedan. Después de Sedan llegf'i el t u r n o á 'J'oul, ciudad bombardeada y una de las (pie nni.s sufrieron d u r a n t e la g u e r r a franco-alemana, F u Xancy la evacuación tenía cierta importancia, á causa de las muchas familias de Alsaeia y de L o r e n a que allí se han refugiado p a r a conservar su nacionalidad francesa; pero a f o r t u n a d a m e n t e no llegó á alterarlo el ó r d e u : á las seis de la mañana del ] . " de A g o s t o , 516 LA ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA Y AMERICANA. N ; XXXI! GRANADA.—Puerta moriHCíi de Bib-E:inibla maiif.ladíi derribar por la Junta del Cantón. las tropas alemana», que se habian reunido en la plaza Stanislas, después de haber sido revistadas por el g e neral Mantcnffcl, salieron por l a p a e r t a llamada de los Voluntarios. E n el mismo momento , las calles de la ciudad, que estaban desiertas , llenáronse do u n a m u c h e d u m b r e entusiasmada y contenta, y las casas aparecieron adornadas con banderas y flámulas. Después de Nancy, la ciudad i n d u s t r i a l , tocó la evacuación á IBelfort, la ciudad heroica. El citado genoral Manteuffel llegó ¡i líelfort el 4 de J u l i o , por la noche , y desde aquel día empezó realm e n t e la eyacuacion , puesto que los alemanes no cesaron de trabajar en el trasporte del inmenso material de g u e r r a que poseían, á la estación del f e r r o - c a r - ril, pava dirigirlo en numerosos trenes á la frontera. L a fortaleza de la Miotte fue destruida en la noche del 12 de .Inlio: había sufrido mucho d u r a n t e el sitio, á causa de un horroroso b o m b a r d e o , pero todavía se levantaba imponente y altiva s ó b r e l a cima de u n a m o n t a ñ a , ostentando, sin embargo, las brechas. F i n a l m e n t e , los prusianos salieron de Bclfort ])or la p u e r t a de B r i s a c h , n o sin expresar su sentimiento por dejar nna plaza que pensaban haber conservado. E x c u s a d o es decir que las tropas francesas p r e p a r a das de antemano en puntos próximos á las ciudades que debian ser evacuadas , entraron en éstas inmediatamente después de la marcha de los prusianos. E n la pág. 524 damos varios grabados alusivos á la evacuación del ten'itorio francés por las tropas alemanas. Et. PAr.ACtO D J : nELIíM EN r.lSllOA. E n el aristoci'ático barrio de lielcm , en la capital ilol vecino reino p o r t u g u é s , es la hermosa pla/.ii de iSüii F e r n a n d o uno de los sitios m á s célebres en la Iñ^toriíi lusitana. Allí fneron decapitados los magnates que aíeuiíívon contra la vida del rey D . José I I , el Daipie de Avoiro, el Marqués de Jovosa y los Condes de Albóndiga; en el muelle inmediato sobre el Tajo se cuibarcaruii pava Italia, en 1759, los jesuítas que vesidian en Lisboa K" XXXli LA ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA Y AMERICANA, cuando la orden de Loyola fué e x tinguida en Purtii,ííii]; allí taitibieii se t'nibiircó para el JSvayil, en 1807, la familia real lusitana al ¡icercai-so las tropas invasoras do Napoleón I . Formando uno de los lados do dielia plaza está id innro del jardiii del pal.'icio de lÍLdeni , y este jíígniitexi'u edilicio i^e li^vantu sobre iiu t-levadi.1 promontorio. Hu fncliíida del Mediodía tiene cinco euerport, ¡a del Xoi'te está incompleta, y eu general td ¡iiilacio no presenta lungtin esfjio {'speeial a r (piiteetónií'o, porijue IÜN reformáis eieentada.s eti él biijo diferentes reinados , no se .sujetaron á un plan nnifoi'me y metiniieo. Sus jardines son deliciof^os y abundan en tlelicadas plantas e x ó ticas, llamando la atención do los artistas alf^nnaw luu'nas oscultnraíí quo adornan váiias fnontes nionunientales del mi.snio, entre otras nna Carithul roiniina, do í.uiiovici, y la Cleofiatru, de dosé Mazzuold, No li'joR de allí f^e encuentra el sitio denominado Jíaftfdh , dtí donde salió Vasco do (Jama, el 8 de dulio de 1-11)7, Con cinco buques ile mediano ]iorte, eu busca ile un n u e vo derrotero ¡lara la India, y cuando volvió ti Iiisboa el insigne naveg a n t e , después de liaber doblailo id ealio Tci-mi'iilon'i', eouio fué liainadú «n un principio por los europeo.'^ (deabode líiiena Esperanza, el i d a doso rey i), Manuel mandó construir en el mismo sitio el suntuoso monasterio de lielem, que aun existe, aunque trasfoiinado en ('asa de iícneíieencia. Nuestros dos grabados de la página 520 son vistas , copia de fotografía, de dicho palacio: una r e - 517 p r e s e n t a la fachada principal y otrí? el elegante p a t i o interior, LA CATÁSTROFE TOLTÍDO, DR EN LA C A L L E D E MADIUD. Eu la tarde díd 20 did iiciiinl ocurrió cu esí.¡i jjobUit'ion iiu t r i s t í simo acontecimiento. Partice que un dependiente de u n a feí-retería situada en la casa miniero í);j de la calle de Toledo enceudi<> un fósforo en la cueva de a q u é l l a , por Iiaberse apagado la luz con que se a l u m b r a b a , y lo arrojó oncoiidido sobre u n a cantidad de pólvora allí depositada p a r a la e x p e n dicion. J \ Juan Hidalgo y í';,Lailcro, íjoiíjniador civil do Miv.lriii, Cl-ilSCHILLA.—Dispersión de los iusurrectos de Caitiígeiia por ]¡\s tn.paí tlel general Salces L a explosión fué instantánea, y tan violenta, que ocasionó e! b u n d i miento del interior do la casa citada y de otras inmediatas enlazadas emi e l l a , declarándose al mismo tiempo u n incendio considerable. L a escena que siguió á este d o loroso suceso fué una escena de confasion y de t e r r o r : muchos vecinos lograron salir á la ealie sin lesión a l g u n a ; pero no pocas fueron las personas que quedaron sc])ultadas en los escombros, de entre los cuales se han extraido varios cadáveres y b a s t a n t e s heridos. Las autoridades so presentaron á los pocos momentos cu el l u g a r del s i n i e s t r o , asi como u n a sección de ]a Guardia civil, el batallón de v o luntarios de la L a t i n a , g u a r d i a s de orden público, fuerza de caballería, etc., y , merced á las buenas disposiciones adoptadas i n m e d i a t a m e n t e , se consiguió al poco r a t o dominar el incendio y p r e s t a r ¡os convenientes auxilios á los cpie los reclamaban lasíinxeramente. 5^8 U Haííta el dia en que tr.n/.ainos este suelto se ignora á punto ñjo el número de las v i c t i m a s , pnes aun p a r e ee que existen m á s cadáveres debajo de las ruinas, Mucbaíj veccK lia clamado ia prensa periódica por que se prohiba almacenar dentro de ia población ciert a s sustancias inflamables y explosibles , como pólvor a , p e t r ó l e o , g a s - m i l l e y otras , á lin de evitar las funestas consecuencias que puede ocasionar el más leve descuido, y la reciente catástrofe de la calle de Toledo prueba la justicia de tales reclamaciones, Kn la p á g . 528 damos un g r a b a d o que señala exact a m e n t e el aspecto que ofrecia, en la m a ñ a n a del 2 1 , la c.a^ííi d o n d e tuvo l u g a r la explosión, ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA Y AMERICANA. N." XXXlí m e n t e recibida en Posajo, la cual era u n a carta inocen- prole, posaba desesperada sus moribundas caricias sot e de monja , t i m b r a d a con cruces , y decía a s í : bre la frente soberbia de los m o n t e s . ((Sobrina mía C l a r a : Tirando satisfacción tuvo con A c o s t ú m b r a s e el hombre á vivir entre las esplendila visita de ín hijo J u a n , y no fué pjoea la de estas s e - deces y armonías incomparables de la naturaleza, como Boras en conocerle, ^'a corrían acá noticias de la g u e r - entre el regalo y blandura de la opulencia, y ni denuiis ra con F r a n c i a ; yo celebro mucho que asista enella ni de otras hace mayor aprecio, habiéndolas como en u n oficial de niie-";trft c a s a , y doy gracias á Dios por pertenencia y derecho suyo, y no como rico don y faveí' esta nueva merced. A l fin el Rey nuestro señor se r e - escogido de la Providencia. Cada día asisten juiestrow ísolvió á llevar sus arjuüs c o n t r a aquellos malvados h e - campesinos en sus valles á la ilundnacion solemne de rejes y homicidas do su lícy, y como con ellas van la sus niontañas por el diario ocaso del sol, sin que su j u s t i c i a , la ri'ligion y la v e r d a d , no hay que dudar de alma empeñada en los afanes y menesteres de trabasu victoria. E s t a m o s en ro^i^ativa j^ara pedir que la D i - jf)s,a vida se deje llevar de propósito al düloite j convina g r a c i a ai"ii¡)íire ¡Í ]ÜS realos eici'citos. t>tro taiilo templación dii t a n t a h e r m o s u r a , mas; no por eso evitan • harán las comunidades religiosas en todos los dominios el poderoso influjo, Kn su s a n g r e lo llevan, en la soleENSEBIO M A H T I N E Z DK VfíLASOO. ! de S. M., y no ha de liacerse cspei'iir mucho ol fruto dad de su pensamiento que se llama esquivez y caute; de t a n t a s oraciones. Lucido oficial está vuestro J u a n ; la, en la g r a v e compostura de su frente taciturna, cu =s>íD«ca-^= guapo nruzo y respetaosi> y atento con au t í a , cuanto la inquieta mirada de sus ojos que parecen recelar do EPISODIOS Y PAISAJES. I se p u e d e pedir. Vino con él á visitarnos el señor eoro- la luz como (]uien de la luz sabe los engañosos vislum¡ n(íl del regimiento. Mucho bueno se decía eii la ciudad b r e s , la duración breve, los súbitos ocasos y aposE:L V E R E D E R O . de este caballero, de su jiiedad y cortesía; pero l o d o s o t asías. (CoiiLüumoiriu.) ! lo tiene nxerccido, 'Cuando duan se presentó por p r i m e Don .loaquin de A l v a r a d o y Solórzano y el tio 8e! ra vez, me dijo de parte de su coronel tpie, sabedor de bastiau venían paseando por la mies de San Felices, XI. I que u n oficial de los suyns tenia en esta comunidad t a n departiendo m a n o á m a n o como dos buenos amigos que Imitemos á los indiscri^to.-. hábiles y reflexivos que ; cercana parienta como yo, solicitaba licencia de visitar- eran y tales como los hemos visto retratados en la mino se dejan a r r a s t r a r por su indiscreción uiás allá de. lo me. Dísela gustosa y no me pesó de ello, como llevo nuciosa epístola del clérigo francés. Tieso, atildado y dicho. Pídi(') asimismo perniiso para saludar á la señora g r a v e el liida.lgo; j o v i a l , comedido y llano el mernecesario. De las cartas que Benito llevaba consigo, y eran a b a d e s a , y S. l i m a , se la concedió en el acto. P o r cier- cader. ávidamente esperadas en P o s a j o , una sola i m p o r t a , ó to que , haciendo conversación de las respectivas fami^'a llevaban agotado e! cuotidiano caudal de siis más bien basta á nuestro asunto. I m p o r t a r , todas i m - lias , r'csulíó el coronel pariente nuestro. ; Xo ha de deanibulados coloquios. H a b l a n hablado del tiempo, de p o r t a n , si es que los personajes de este bosquejo acer- s e r l o ! ¡ Figiu'ate que viene jior su abuela, de los Oeba- la siembra, del ganado, de la más fresca discordia ent a r o n á vestir una apariencia, siquiera remota, de ia vida ! líos de las Presillas ! tre vecinos á propósito de u n h i t o , del más reciente que sus originales tuvieron, ¡ N o habia de i m p o r t a r un , ) i \ erecti\"amcnte , yo h a g o memoria de haber oído á ¡licito entre mayorazgos á causa de tina ejecutoria, de! pliego del hijo á la m a d r e , la cuítl, en sii impaciencia ; mi ¡ladre que en los pa]ieles de casa consta la historia último vecino fallecido, do la reñida jugada de bolos a m o r o s a , salia á esperarlo fuera de la portalada de sn I del casamiento de una doncella de nuestro apellido con del pasado d o m i n g o , notándose q u e , contra su bifiu [)alaeio, donde antes lo d e s g a r r a b a que lo a b r i a , y d e - : un caballero de Galicia, á disgusto y contra la volun- sentada c o s t u m b r e , el mercader dejaba languidecer y j a n d o volar el sobre por el césped, lo i-ecogia después y tad de toda la familia, y de este matrimonio h a de v e - apagarse la conversación, y era el hidalgo quien tenía ponia en el s e n o , como si en cuanto del hijo venia no nir el coronel del infante , que se llama D, Gonzalo de que sostenerla y avivarla pasando de uno áotro asiuiío. hubiera desperdicio p a r a su t e r n u r a ! ¡ X o hablan de . I''igucroa, Tal novedad parecía indicio de algnn suceso extrai n q i o r t a r u n a s hojas de apretada l e t r a , donde sin orden, ¡)]'arece que su regimiento se llamó regimiento de ordinario en la mente ilel mercero, al cual efectivamensin artificio ni concierto, el g u a r d i a detallaba lus por- las órdenes militarías, y según las cláusulas de su crea- t e traía desasosegado el deseo de hacer un par de premenores de sus j o r n a d a s m i l i t a r e s , la no^'edad de los ción debia estar mandado por un coronel del hábito de g u n t a s á D, .Joaquín, sin haber hallado coyuntura de l u g a r e s , la doméstica p i n t u r a de los alojamientos, los Calatrava, de Santiago, de Alcántara ó de .Montcsa. Y encajarlas y satisfacerse. P l e n a m e n t e poseído del decaracteres y usos de los c a m a r a d a s , las comparaciones á pesar de la m u d a n z a de nombre todavía se conserva nmnio de la c u r i o s i d a d , el taimado montañés gastaba y recuerdos de la patria y a m i g o s , las esperanzas g!<i- el uso, porque el Sr. de F i g u e r o a lleva n u e s t r a cruz de su astucia, que no era poca, y sus m a ñ a s , que no eran r i o s a s , los ensueños juveniles, y otras confidencias que Calatrava sobre el uniforme. menos, en disimular y esconder t a n t a flaqueza. las cartas filiales a p u n t a n sólo y en son de b r o m a y ))La comunidad le ha obsequiado, p u e s , como á h e r A l cabo la Providencia vino en su ayuda poniendo con mañosa c o m p o s t u r a , pero que no se excusan de mano de orden, l i e m o s ofrecido u n a solomnisiraa misa, la conversación en el ¡lunto de la empresa contra Franapuntar, porque sienjpre es dulce y lisonjero á la m a - á la cual ha asistido el estandarte con su escolta y ofi- cia. E l hidalgo discurría en abstracto con su acostumdre saber que allí donde le lleva su voluntad ó su s u e r - ciales ; y concluida, nuestro reverendo Vicario h a ben- b r a d a compostura y experiencia acerca de la guerra, t e , el liijo de sus entrañas uo encuentra esquivos el co- decido las espadas de los militares sobre el sepulcro de de la cual (u'a enemigo ciego, como suelen seriólos que razón y los ojos femeriinos ! nuestro glorioso fundador, Xo se cabia en la iglesia, ni la h a n hecho por pmito de honra y exigencia de estado A d e m a s de que una carta i m p o r t a siempre. X o hay en los coros abiertos, ni en el c l a u s t r o ; todo Burgos 11 de apellido m á s que por vocación militar; y llegando i'bjeto de fábrica h u m a n a que tan v i v a y i>odorosamcnte quiso asistí]' y h a habido no pocas señoras ¡.)r¡ncipales á la aplicación do sus argumentos al caso inmediato y t i é n t e l a curiosidad y despierte los deseos. E l m a n u s - qnejosas de haberles faltado comodidad para ver la ce- ¡iresente de donde se habían originado, •ofreció al tío crito confidencial é i n t i m o nos parece acaso la revela- remonia. Xo se hacen cuenta de que la mejor voluntad Sebastian la ocasión apetecida. ción más fiel del alma y sus misterios ; parece que en no alcanza á t o d o , aunque r e g u l a r m e n t e levantan m á s •—Y á propósito de la guerra—dijo éstií—¿qué o¡iiél no caben, como en la aceiou-y el lenguaje , los disi- el grito aquídlas que men(U' derecho tienen á especiales na su merced, Sr. D . J o a q u í n , de la resolución del semulos y cautelas de que el interés personal y las p r o - miramientos. ñor don d u a n de m a n d a r allá á su hijo? pias pasiones hacen entre nosotros constante y necesa)>Ayer marchó la íroj¡a. Dios les dé las victorias que P a r ó s e el hidalgo, y mirando cara á cara á su interrio uso. X o t a n t o las gentes inexpertas y vulgares, obe- todos les deseamos. Amén. locutor, contesti'i: dientes á todo p r i m e r impulso y cautivas irredimibles »Cadá soldado lleva sn escapulario. Las C l a r a s , que — X o le envía su padre, Sebastian; quien le envía es del instinto, sino las doctas y avezadas al estudio y estaban en deuda de agradeciunento con nosotras por el rey. comunicación de sus semej antes,caen en tamaño e r r o r , y u n a s fanegas de trigo que les envió S. Ilnna. poco há, — C i e r t a m e n t e , repuso el mercero sorteando la miolvídanse de que el t i e m p o nniterial que la escritura nos ayudaron con buena porción de ellos. N u e s t r a p r e - r a d a de D , J o a q u í n , poniendo la suya en el suelo, amexige es ya do suyo fácil ocasión brindada á la refle- lada se los |.iuso ]ior su mano al coi-oiu'l, á -iuan y á los bas manos en los bolsillos de su chupa y adelantando xión y á los segundos propósitos que se engendran de demás oficiales. el paso como si no advirtiera la parada de su compañeella. Divídanse de q u e , al componer la frase, se a d e ¡)Ahora es preciso no afligirse porque J u a n i t o esté ro 6 quisiera abreviarla,^—Pues ci'ea su merced que se reza y ¡míe, y acaso se disfi'a/^a involuntariamente el en la g u e r r a , sino alegrarsi' y dar gracias á D ¡ o s , que habla mucho de ello; vamos, no se acomodan las genpensamiento ; olvidanse d e que t a n t a falsía pueden en- en su infinlla sabiduría lo dispone todo s e g ú n mejor t e s á que un p a d r e vea con buenos ojos á un hijo suyo volver las letras de irn amador que busca los caminos nos conviene. Hay que ayudar al Rey nuestro señor único, bien acomodado y tan consentido como lo estuvo de un c o r a z ó n , como las del estadista que se e n t r a por con oraciones y con obras, cada cual según sus jiosibles siempre J u a n i t o , en medio de los azares de una guerra las vias de una eonspiracion ó de u n a conciencia.—De y circunstancias. Xosotros h; nfrecemos .")0.0(1(1 rs. en y á riesgo de que una bala ó una calentura m a n e r a q u e , en rigor de j u s t i c i a , lejos de fiarse del cada año de los que dure la g u e r r a ; tú le ofreces tu •—Amigo S e b a s t i a n , interrumpió el hidalgo, cada t e x t o d e u n a c a r t a , el deseoso de verdades debiera hijo , que es m u c h o más, cual habla como mejor l e parece, y hartas veces, por t r a t a r de traslucir lo que el t e x t o encubre. j)Saluda á tu marido y á los parientes rpic de mí se d e s g r a c i a , sin pedir licencia al entendimiento. Pero Y o n o sé quién de los innumerables liumoristas m o - acuerden y cuenta siempre con el vei-dadero afecto de sobre todo y m á s á menudo caemos en la tentación de dernos ó antiguos h a dicho ya que t o d a c a r t a siiponu dos t u t i a , — S o r A n a P r i e t o i!e Ceballos, comend.iidora en invadir la casa del vecino y j u z g a r de sus acciones, olfines, u n a cosa que se expresa y otra que se calla. Si Santa María la. Real do B u r g o s . vidándonos ó sin olvidarnos del proverbio de Sancho: dijo b i e n , los que en nuestros dias so ocupan de historia J ' P . D . I''alleci(i nuestra paisana la de A g ü e r o , y « m á s sabe el loco en su casa que el cuerdo en lit y dau t a n señalada preferencia á u n jirón autógrafo de quedo yo sula montañesa, en ia comunidad. Dicen que ajena.» pajiel, r a r a s veces conservado por azares del tiempo, ocupará su vacante cierta señora de \ ' e l a r d o ; t ú sabrás — Razón ííene sn m e r c e d , dijo Sebastian riéndose, y nuiehas por previsión é intento anterior de quien si es de los Velardes de S a n t i l l a n a , parientes lejanos pero también la t e n i a , á su m o d o , D. t^uijote cuando lo escribiera, ó de quien en su conservación servia á nuestros. Pocos días hace comimos las últimas nueces, contestaba á Sancho que (lel loco ni en su casa ni en determinado objeto, tendrian sobrado en que entender regalo t u y o ; la borona es r i q u í s i m a , pero no h a g a s la ajena sabe ni ejecuta cosa d e provecho», ú otras pasi habían de p e n e t r a r la doble cifra del misterio : y se • nueva remesa mientras yo no te avise. >' labras parecidas; que y o , aun cuando todas las noches comprende y disculpa que en tal de ello, y á merced y do invierno se leen en la tienda algunas hojas del Don ! ' X I I . [Ku- tiranía de la necesidad del momento, apliquen á las Qmjote, no ¡luedo tener al dedillo sus ocurrencias como pruebas de sus afirmaciones ó doctrinas alternadamenL a tarde era melancólica y tibia. E l sol caminaba á las tiene su merced, te uno y otro a r g u m e n t o , cuándo aceptando e! t e x t o ponerse con su ordinaria indiferencia, majestad de todo — Sea lo que fuere, continuó D, -íoaquhi, la resolu¡latente, cuándo imaginando el clandestino, — Yo en- ' lo supremo, único y sublime, AciueiUihíz admirable <pie ción de los de Posajo, si fué obra de ellos, más es para tieinlo, lectora m í a , y á ti sola te lo digo, que no hay con igual tristeza soberana alumbra los campos de ba- p u e s t a como ejemplo que para mordida y deletreada en c a r t a , por íntima y reservada y espontánea que p a r e z - talla cuyo vapoi- de sangre bebí', y las pacíficas fiestas corrillos y tertulias de murmuradores. ¿ Desde cuándo c a , al escribir la cual no haya pensado su autor que de la aldea cuya alegría absorbe y se lleva en su p o s - parece e x t r a ñ o á montañeses que los señores de la jineden pasar por ella los ojos de tercera persona. I trer destollo, agonizaba y palidecía, Y semejante á la m o n t a ñ a manden sus hijos á servir al rey? ¿Hicieron X a d a d e lo dicho tiene que ver con la c a r t a ú l t i m a - antigtni Xiobe, testigo de la muerte de su c a s t i g a d a nunca otra cosa nuestros abuelos ? ; Xo hemos ido á ia N." XXXII U guerra totios en Tines^tra m o c e d a d , por obligaciones de nacimiento untes que poi' vocación ó giiüto propio? Pnes vaya .Tiianito, que ni cabo es militar por elección Huya. A d e m a s , qxic no hay tan sana escuela para los mozos como la milicia y sus fatigas y peligros. Creyó el presnmido mercero que con m o s t r a r s e t a n puntual y enterado en el t e x t o de Cervantes liabia p i cado la einubicion del hidalgo, obligándole á ^üdir de sn probada teuqdanza, y d i j o : — Sabido tiene su m e r c e d , Sr. 1.). J o a q u í n , c u á n t a es nii lealtad á ¡ow señores del Palacio, y qne no be de consíüitir yo en mi tienda y e.n nii presencia palabra en contra suya. ¡ Quién sabrá mejor de «ns prendas que el ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA Y AMERICANA. Dios que trae n n a n d a r e x t r a ñ o . N o s h a v i s t o , se d e t i e n e , y ciiabjuiera imaginaria que r e p u g n a e! encontrarnos. Así e r a , en efecto; al cabo de un t r a m o recto de senda por cima de los nuevos maíces, que apenas apuntaban entro los terrones, venía Chíspete, p á l i d o , encendidos los p á r p a d o s , vaga la m i r a d a , inciertos los p i e s ; t a l , en s u m a , como solía ponerle su desmedida afición á beber. N o había perdido , sin e m b a r g o , la noción de su lastimoso e s t a d o , y a v e r g o n z a d o , sin d n d a , á vista de ¡os p a s e a n t e s , cebóse fuera do la senda, y so dejó caer al otro lado de u n v e r d e y r o z a g a n t e s e t o . — S e bastian le miró con ese gesto p a s i v o , envidioso é i r a que tiene ocasión (ic apreciarliis todos; los dias, gra- I emulo , q u e nos pono en el r o s t r o la presencia ó la m e cias ni lugar que h- dan en hi casa, inny por encima ¡ moria del lioinbro proferido por la mujer que amamos. de lo que él merece, como pasa á este servidor de J O A N (jAncÍA. su merced y do la de ellos ? líien es verdad que aceri:a de los señores de Posajo no hay m á s que un p a recer en la provincia, y de su bondad y de su caridad ::^-í3í9Cf<S= so hacen lenguas cuantos los conocen, naturales y e x traños. ES ELCAtíO, Y NO DEL GANO. Hubo una pansa, durante la cual caminaban silencioeos hidalgo y tendero, h a s t a que ésto continuó : —-Así que á nadie sorprendió que se dirigiera allá E l Sr. Soraluce, ipie nunca se r e s i g n a en sus dispude los iirimeros eí l i m o . 8 r . Obispo, cuando se t r a t ó d e t a s á ser el último q u e b a b l e , no h a querido variar de hospedar á los emigrados franceses. P o r cierto que el conducta en esta ocasión, á pesar do que yo apenas d e s clérigo no tiene poca mano en las cosas de la casa. pegué los labios para replicarle. V e r á u ios lectores de ¡ QIKÍ fino es 1 Y sabe de todo. A h o r a se pone á j a r d i - L A ILUSTRAOIOX cómo no consiente que estos renglonero, h a desempedrado el zaguán y lo p l a n t a do flores. nes sean la última palabra en n u e s t r a disputa. Yo esL a señora está contentísima, mas yo la digo, tt v e n d r á n toy resuelto á que por mi parte lo s e a n , p o r la sencilla las aguas y verá su merced que se le pone esto hecho razón de que necesito el tiempo p a r a cosas más útiles un corral.« Los jardines en los patios serán b u e n o s , quo d i s p u t a r con el S r . Soraluce. allá en Francia, en otras tierras más s e c a s , pero acá V e a n este señor y el ilustre Académico de lü H i s t o nada hay seco más que la piedra. Cierto estoy d e que cI ria á quien h a llamado en su auxilio, sin p o r qué n i jardín va á ser un barrizal que no se enjugue desde S e - ! p a r a q u é , v e a n , digo, las razones que t e n g o para setiembre hasta Mayo. Luego no entran los caballos por j g u i r creyendo que el Sr. Soraluce hízo nmy mal en temor de que no huellen los plantíos, y mi iSr, D . J u a n corregir la plana al difimto Sr, N a v a r r e t e ; que el p r i tiene que montar en la cuadra i'i salir á buscar el caba- | mer círcunnavegador del mundo era lüleano y no dei lio fuera de la portalada. i ('ano, y que su apellido era oriundo do Guipúzcoa, y no Calló dtMiucvo el locuaz Sebastian; D. .foaquin lo de Galicia ni de Castilla; pero Antes de exponerlos acompañaba, mirando al suelo, cruzadas ambas m a - t e n g o que decir al S r . Soraluce que si no conservo conos á ](\ esp;ilda y sin msinifestar en el gesto si escu- pia de los escritos que dirijo á los periódicos, y mucho chaba sus propios j escondidos pensamientos ó la o r a - menos la envío, como él h a c e , á la A c a d e m i a , es p o r ción del mercero. que creo que se pierdo poco con que mis escritos se pierdan, y no me parecen dignos de que la Academia Cobn'i éste tercera vez la p a l a b r a , diciendo : — ¡ O h ! de las caridades y buenas obras de D . J u a n los lea y conserve, como ai Sr. Soraluce le parecen los y doña C l a r a , la postrera es siempre la m á s señalada. suyos. Vea su merced la que se cuenta que van á hacerle á esc H é aquí el resumen de estas razones : desventurado Chíspete, por mal nombre. Sacarle de ] . " E l Sr. ISÍavarrete llamó Eicano, y no dei (".'ano, al pobre y de p e n l i d o , dándole h a c i e n d a , casa y u n a m u - insigne círcunnavegador, asi en la p o r t a d a como en el jer q u e , sin rebajar á nadie, vale cuanto la más p i n t a - cner]io de su l i b r o , y el e d i t o r , prologuizador y a n o t a da de la montaña. dor, S r . Soraluce, n o debió meterse á corregirle la p l a — S í , Teresa, 'la de la castañera , <lijo J). -loaquin na, y nmcho menos en el título de la obra. P u d o s u s levantando !a vista y saliendo siibitamente de su silen- t e n t a r su opinión contraria al a u t o r en los escolios, cio.—Por cierto, Sebastian, que no .diré yo si en eso pero no en m a n e r a a l g u n a alterar en la portada del l i no h a llevado su hiK.'u corafion á doña Clara más lejos de b r o el t e x t o del Sr. N a v a r r e t e . E s t e malogrado y d>clo que la prudencia consiente. to escritor condenó en su precioso Bosquejo histór.'co - - ¿ Q i i ó dice su merced? —replicó Sebastian p a - sobre la Novda española la audacia de un editor que rándose y fijando sus ojillos alegres é i n v e s t i g a d o - corrigió la plana á Cervantes haciéndole decir Viaje A;. res en los del hidalgo , el cual siguió s u p a s o y sn d i s - Parnaso en vez de Viage DEL Parnaso, como Cervantes b a h í a e s c r i t o , y s e g u r a m e n t e estaría entonces nuiy l e curso. — D i g o , que tal vez ha sido temeraria caridad la j o s de pensar que apenas él m u r i e s e , se la había de de fiar en la enmienda siibita de ese desdichado, y en- corregir de modo nnichisimo m á s g r a v e , n o ya u n e d i tregarle una muchacha, sin poner antes á prueba la t o r como D. A n t o n i o de S a n c h a , sino un historiador y verdad de su dichosa mudanza. ¿ Quién a s e g u r a que hablista como el Sr. Soraluce. Al fin la adulteración viéndose holgado y feliz no le tomen con nuevo vigor hecha por Sancha era p u r a m e n t e de trascendencia g r a sus vicios , y antes do mucho dé en holgazán , hacien- m a t i c a l , pero la hecha poi' el Sr. Soraluce es de t r a s do (le su mujer criada y echándola encima el peso de cendencia g r a m a t i c a l , l i n g ü í s t i c a , genealógica é h i s todos los afanes domésticos? ¿Quién dice que de h o l - tórica. Va que el 8 r . Soraluce se tomó la libertad de gazán no parará en áspero y violento y n o la m a l t r a t e , corregir l a plana al S r . N a v a r r e t e , debió corregírmela y tengamos que la soñada felicidad de 'rcresa se trocó de modo que la g r a m á t i c a (que _ el Sr, N a v a r r e t e r e s en martirio y penitencia perpetua y en p e r p e t u o r e m o r - p e t a b a m u c h o ) no «piedára mal p a r a d a , es decij-, h a ciendo que el título del libro fuese Vida de Juan Se' dimiento de los engañados autores de ella? — A h í voy y o , Sr. 1). Joaquín,-—dijo a n i m á n d o s e hastian Cano, y n o DEL Cano, pues si omitir la preposiel tendero;—ahí voy yo : á que htibiéranle sobrado á ción en los apellidos solariegos , como el del Sr. S o r a Teresa buenos partidos en el valle sin dársela á C h í s - luce, es un solecismo, no lo es menos el colgársela á los pete, y con su buen qué para tomarla sin necesitar las p e r s o n a l e s , como el de los Cano. ventajas que los señores de Posajo le hacen. 2." !/a razón madre y suprema que el Sr. Soraluce — P e r o , ¿huhiéralos ella aceptado tales p a r t i d o s , S e - da p a r a sostener que el ilustro hijo de G u e t a r i a era bastian? Dicen que está encalabrinada por el veredei-o, del Gano, y no Elcauo , es que éste firmaba del primer y ¡as pasiones de las mujeres suelen ju-obar t a n t o m á s modo. P a r a m í sobre esta r a z ó n están las que y a t e n g o tenaces é invencibles cuanto el sujeto do ellas menos aducidas en contrario. Como dicen los Sres. A l d a m a r liierecimientos t i e n e , contestó D , J o a q u í n . y N a v a r r e t e , en la época de "Fuan Sebastian de E i c a n o - Calle su m e r c e d , resi>ondió el t e n d e r o ; — q u o no no se c u i d a b a , como en la n u e s t r a , de la buena o r t o hay mujer á quien con ¡¡acieneia y m a ñ a no se h a g a g r a f í a , pues h a s t a Cervantes y Garcilaso escribían sin mudar de pensamiento. Tanto m á s , cuanto que entre ella sus apellidos, y no es e x t r a ñ o quo u n a familia ililoíi pretendientes de Teresa no hubiese faltado alguno t e r a t a incurriese en el mismo defecto. E n los archivos de buen entendimiento y experiencia bastante ¡lara del señorío de Vizcaya existe un testimonio auténtico persuadirla. de haber celebrado j u n t a general el mismo señorío so—¿Tú acaso? ¿no es verdad? dijo con sorna el hidalgo, bre el árbol de Cuernica. Kazones análogas á l a s de i Ay, Sebastian! asi se j u z g a á nuestra edad; pero á sentido común , que tengo para creer que el escribano los veinte años tiene mayor hechizo u n a m i r a d a fogosa que dio este testimonio se equivocó , son las que t e n g o y un cantar sazonado y á t i e m p o , que todo consejo m a - para creer que Eicano y su familia se equivocaron al duro, y á i m q u e e l mismo son de los doblones.—X^ero, firniarse del Cano, KÍ üo me engañan mis ojos, allí llega el n o v i o , y p o r 3 / C e r c a d o donde nació J u a n Sebastian de Eicano 519 h a y un l u g a r de este nombi'e; en otras comarcas de la tierra vascongada h a y o t r o s ; so sabe qne estos n o m bres existían antes que n i n g ú n Cano ni E i c a n o se h i ciera célebre en el m u n d o y casi antes que se g e n e r a l i zasen los apellidos como sobrenombre p e r s o n a l ; no cabe duda que el nombre local Eicano es palabra vascong a d a cuya significación corresponde tópicamente á los sitios que le llevan, pues es la de «elevación escarpada)), y por ú l t i m o , si el apellido del p r i m e r círcunnavegador no fuese solariego, y si personal y gallego 6 castellano, no cabía el del ííntre el nombre y el apellido, como opinaban A l o n s o C a n o , Melchor Cano y t o d o s los Canos del mundo. 4." K o tiene el menor asomo de fundamento la a s e r ción de que á los lugares vascongados que llevan el nombro de E i c a n o se diera este n o m b r e en h o n r a del insigne círcunnavegador del siglo xvi : en p r i m e r l u g a r porque estos nombres ya existían siglos antes, y en segundo porque en la t i e r r a vascongada los hombres tomaban apellido de los l u g a r e s , y no los lugares n o m bres de los hombres, sino do sus condiciones tópicas, como resulta de la significación de estos n o m b r e s , inclusa la de E i c a n o . 6.^ E l que una m u c h e d u m b r e de individuos ó familias del apellido C a n o h á y a n p r e t e n d i d o e n sus alegatos é informaciones de nobleza contar entre sus p r o g e n i t o r e s al p r i m e r cireundador del n m n d o , no prueba en m a n e ra a l g u n a que su pretensión fuese fundada. Todos s a bemos lo que pasaba en estas informaciones: no haypersonaje i l u s t r e , ni a u n fabuloso, que no h a y a sido traído por los cabellos á estos alegatos. Sirva de ejemplo u n a solemnísima información d e nobleza de los del apellido H e r o s , que t e n g o á la vista. E s t e apellido es sencilla y m o d e s t a m e n t e solariego del lugar de los H e r o s , en el valle de C a r r a n z a , y en la información se dice con la mayor seriedad que proviene de H e r o - V e r o , pretor romano , h e r m a n o de A r r í o - V e r o , hijos ambos de A r r i o - V e r o , cónsul dos v e c e s , descendiente de Is'nma P o m p i l i o , segundo r e y de .Roma, y de Marco Curcio y Cómodo A n t o n i n o . Si los Canos de Castilla, que pretendieron contar e n t r e sus ascendientes á E i c a n o , le contaran en efecto, no se h u b i e r a n l i m i t a d o á d e c i r l o , lo hubieran p r o b a d o p o r m e d i o del á r bol g e n e a l ó g i c o , cuya formación era fácil estando t a n próximo el tiempo en que íloreeió el p r i m e r circunvalador del m u n d o . E n la parte oriental de Vizcaya h a liabido, y h a y , el apellido personal C a n o ; pero los d e este apellido probablemente no proceden allí de C a s t i lla, ni mucho menos de Galicia, sino que le b a n tomado de u n a cualidad p e r s o n a l de uno de sus antecesores, E u aquella comarca equivale la calificación de cano á la de rubio ó h e r m o s o , y no habiendo apenas quien d e n i ñ o no se h a y a oído llamar a s í , miicbos conservan toda la vida este sobrenombre familiar y v u l g a r , y h a s t a p u diera citar a l g ú n sujeto que le ha .idojiitado como a p e llido , abandonando por él el patronímico que dos g e n e raciones antes llevaba su linaje. fi." y última. Si en Castilla hubiese u n l u g a r cuyo nombre tuviese significación ¡jura y c l a r a m e n t e c a s t e llana y allí se observase c o n s t a n t e m e n t e , como se o b serva en la t i e r r a v a s c o n g a d a , que los n o m b r e s son descriptivos de los l u g a r e s , y aquella significación d e s cribiese el l u g a r , y en é s t e ó sns cercanías hubiese u n a familia que llevase aquel n o m b r e por apellido, ¿no s e ría ridículo y fuera d e t o d a razón el suponer que aquel apellido procedía de la tierra v a s c o n g a d a , aunque en su f(_rmacion entrase algún diptongo c o m ú n , aunque en distinta acepción, á ambas lenguas castellana y v a s c o n g a d a ? P u e s si e s t o s e r í a absurdo y fuera de toda razón , en el mismo caso se h a l l a el STiponer que el a p e llido del insigne hijo de G u e t a r i a procedo de Galicia ó Castilla, L a verdad es q u e en la t i e r r a v a s c o n g a d a , donde nunca fué lengua v u l g a r la c a s t e l l a n a , h a y , no u n o , sino varios l u g a r e s , que desde t i e m p o a n t i q u í s i mo llevan el nombre de E i c a n o ; qne e&te nombre s i g nifica « elevaeioncílla d e subida escarpada ó difícil», d e el cosa escarpada ó de difícil s u b i d a , ga7i ó can (p;ies la ff y la c se usan indiferentemente), elevación de d e t e r m i n a d a f o r m a , y 7io , terminación d i m i n u t i v a ; que la significación de este nombre corresponde e x a c t a m e n t e á las condiciones tópicas de los l u g a r e s que le l l e v a n ; que en las cercanías de uno de estos lugares h a y u n linaje que lleva por apellido e s t e n o m b r e , y que es contrario á toda lógica y á todo buen sentido suponer que este linaje no procede d e aquel l u g a r y de él t o m ó su apellido. El que algún individuo ó a l g u n a generación de este linaje incurriese en un pequeñísimo error g r á fico ( q u e no alteraba la eufonía) al escribir su apellido solariego , es razón trivialísima ó i n d i g n a de escritores, y m u c h o m á s de académicos t a n sabios ¡ j u i c i o s o s , h o n rados y beneméritos como el Sr. D. F e r m í n Caballero, q u e sin aducir (al menos q u e yo sepa) razón a l g u n a fundada en la filología e u s k á r a , que e s , si no la tínica, l a m a s competente p a r a resolver e s t a cuestión, ni cu datos hístórico-genealógicos a u t é n t i c o s , falls de p l a n o X X X o 2Í h—t CC5 -sí O % W 8 (X! 3 t—H O ;-0 INSUERE'JCION CABLISTA,—Emigración de vecinos de los pueblos de Guipúzcoa á !a capital, Iiiiyendo de las partidaS.—CGomposicion de D. A. Fcrrant.) N.' XXXII LA ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA Y AMERICANA. BELLAS AllTEtí ; Iiiior/cn y Jachlvw, escena del drama C'ijriihilnc, dofehakspcaro.(Cnrton de Mr. A. Liezen-Mayer,) 521 522 N.** XXXII LA ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA Y AMERICANA. que os una q u i m e r a ci atribuir íi Elcano oriundez v a s c o n g a d a , porqne la tiene gallega. Insisto eu decir qiie- faltantio datofí genealógicos auténticos para averiguar la oriundez del apellido E l cano, es imposible desdeñar la luz que la lengua e u s k á r a da p a r a esta averiguación. Mis escasos conocimientos en esta l e n g u a me hicieron vacilar en mi p r i m e r artículo al averiguar la significación de aquel a p e llido ; pero de resultas de la publicación de mi escrito, personas m u y entendidas en la misma l e n g u a , j tasita a l g u n a s que si ivo la conocen filosóficamente la tienen por m a t e r n a y casi no hablan o t r a , se apresuraron á disipar mis d u d a s , convenciéndome de que no puede haberlas en que la traducción de Elcano es la que hoy h e dado sin vacilación a l g u n a . Concluyo repitiendo al Sr, Soraluce que éstas son mis últimas y definitivas palabras en esta cuestión, aunque estoy persuadido de que tan estimable s e ñ o r e e a p r e s u r a r á á pedirla para darse el consuelo de hablar el último. ANTONIO DE TIUIREA, Bilbao. ONA EXPEDICIÓN Á LISBOA Y OPORTO (DIARIO D E UN C A M I N A N T E ) . (CONTINUACIÓN.) L a iglesia tiene dos p u e r t a s , la u n a que sirvo de ingreso al público, la otra que comunica con el M o n a s terio. L a primera es l a t e r a l , la segiiuda se halla al e x tremo del templo. A l p e n e t r a r en ol santuario se observan t r e s naves, la c e n t r a l , m u y a n c h a ; las l a t e r a l e s , más e s t r e c h a s ; pero separada la u n a de las otras por columnas t a n e r guidas, t a n d e l g a d a s , t a n graciosamente esbeltas, que duda la inteligencia si pueden sostener aquel inmenso peso, y si los pilares son bastante resistentes p a r a t e chos de sillería. Bien dice un escritor que las ramificaciones de la bóveda se parecen á un maravilloso h a z de nervios, y que las columnas scmíyan los bastones do un palio, Sin o s t e n t a r aquella arquitectura los caracteres de pureza y las condiciones de u n i d a d , es lo cierto q u e el creyente, al verse en el templo y al contemplar t a n t a g r a n d e z a , p o r sólo el esfuerzo del ingenio h u m a n o , hinca la rodilla en t i e r r a y admira en las obras de los hombres la sabiduría de Dios. E l exterior del templo y del convento es magnifico, L a piedra labrada á la perfección, las-figuras que e x i s t e n desde el zócalo h a s t a la cornisa primorosamente h e c h a s , los adornos del mejor g u s t o , las labores de u n a delicadeza sin igual y las torres modelos de g a llardía. E l claustro y la galería interior son verdaileramente a r t í s t i c o s , sorprenden por el trabajo y por la magnificencia, si bien se nota cierta pesadez en los m u r o s . L a s a r c a d a s , los dibujos, los detalles de aquella obra h o n ran sobremanera al maestro B u t a c a , que era originalísimo en sus concepciones y aspiraba á crear escuela propia. L o s discípulos, p o r d e s g r a c i a , faltos de i n s p i ración, no siguieron las huellas de su maestro. Se observa en el monasterio de los J e r ó n i m o s la confusión de estilos y de escuelas, así como las atrevidas originalidades de su a u t o r . U n escritor moderno dice que si se hubiese construido un siglo a n t e s , no se h u b i e r a n mezclado en la fábrica las formas degeneradas del estilo ojival con los cincelados clásicos de la ornamentación p a g a n a , restablecidos p o r el R e n a c i miento. Y sin embargo, aquella iglesia y aquel patio son un maravilloso m o n u m e n t o del arte, p o r su valentía , su riqueza y la felicidad de su ejecución ; son joyas con q u e j u s t a m e n t e se enorgullece el pueblo lusitano, y que h o n r a n sobremanera á la ciudad que las posee. ,La Iglesia signe consagrada al culto católico. E l convento está destinado á asilo de beneficencia. Doscientos acogidos cuenta el establecimiento, y para sostenerlos disfruta de una renta equivalente á t r e i n t a mil reales diarios. L o s donativos particulares, las h e r e n c i a s , las mandas y las limosnas h a n colocado el hospicio á tal altura y con tal desahogo que es d u doso exista otro superior en E u r o p a . L a alimentación es v a r i a d a , higiénica y abundante. L o s platos de que consta y l a calidad de ellos aparecen en u n a lista mensual que se fija á la p u e r t a del comedor , para que el público se entero por sí propio de la manera cómo se cuida á los acogidos. L a mayoría do los estudiantes de la Universidad de M a d r i d que satisfacen dos ó tres pesetas do pensión con todo género de incomodidades y sufriendo todas las molestias de las personas y de las cosas, envidiarían á buen seguro la c o m i d a , cena y desayuno suculento de estos pobrecitos huérfanos , que no conocen á los autores de sus dias, y l a dulce t r a n q u i l i d a d q u e en esta casa se disfruta. E l aseo es proverbial en los establecimientos de b e neficencia de esta nación. P o r t u g a l cuenta por millares los asilos , distribuidos en todo el r e i n o , y en t o dos ellos se observa idéntico t r a t o y el mismo esmero, i Bendito sea el país en que se p r o t e g e la caridad! Sólo en Lisboa existen el hospital de San J o s é , a d m i n i s t r a d o con. verdadera diligencia; el de Biihafoles ( d e m e n t e s ) m u y parecido en s u buen serYlcio á los e s pañoles do Valíadolid y L c g a n é s ; el de ¡a Estrella, que g u a r d a analogía con el militar de Madrid : el de la Marina , que es exclusivamente pan* esta clase; el del D e s t i e r r o , t a n bueno como el de San J u a n de Dios de la capital de E s p a ñ a ; el Asilo de m e n d i c i d a d , que recuerda el de incurables de la calle de A t o c h a ; el do María P í a , cuyo edificio l á m e l a s márgenes del Tajo, destinado para viejos, c i e g o s , tullidos ó Juancos , es d e c i r , p a r a los inválidos del trabajo; la S a n i a Casa de Misericordia, que evita los infanticidios y da lecciones de m a t e r n i d a d á las m a d r e s sin conciencia que a b a n donan á los hijos de sus e n t r a ñ a s , como sucede en la inclusa de M a d r i d ; el asilo de S a n t a Catalina y los de la infancia desvalida p a r a huérfanos de ambos sexos sin ocupación; ol de D . P e d r o V , para enfermedades especiales; el de los hijos de los s o l d a d o s , como lo i n dica su propio título , que se lialla en el monasterio de Mafra ; el de San J u a n , para la M a s o n e r í a , y h a s t a los pobres animalitos tienen su hospital veterinario, frente al m a t a d e r o , como en n u e s t r o país sucede en las clínicas de las escuelas especiales do M a d r i d , Córdoba y IJCOII , donde se hallan establecidas. H a y q u e convenir que la beneficencia en P o r t u g a l , ya jjública, ya p r i v a d a , tiene mejor organización y m á s recursos que en E s p a ñ a . Verdad es que el «yeraplo lo h a n tomado de los i n g l e s e s , pero sea lo q u e fuere, nos llevan la delantera en la filantropía y en la caridad pública. A d e m a s , en los establecimientos consagrados á la infancia d e s v a l i d a , y son muchos en todos los b a r rios dé la c a p i t a l , se alimenta y viste al Iruérfauo , se le educa y se le enseña u n a r t e ú oficio. Tales instituciones , aumentaíias de dia en d í a , <'.onst i t u y e n por sí solas nu titulo de honor para este p u e blo y para esta nación. E x i s t e n también hospitales para Ingleses, para franceses , p a r a alemanes, Y á ¡Jt^sar de sor mayor que el de n i n g ú n otro país el contingente de españoles que r e side en Tdsboa, n o t e n í a m o s ni casa de curación , ni establecimiento de enseñanza. P o r fortuna la iniciativa de algunos compatriotas acudió á esta necesidad, y hoy n o será obligatorio llevar á los españoles enfermos, faltos de recursos y de salud , al liosjíital nacional de San 'l'osi?. Gracias á Dios que hemos hecho por propio esfuerzo y sin ajena ingerencia algo bueno y algo útil. E l sent i m i e n t o de h u m a n i d a d asi lo exigía. Y a q u e se encuentra t a n c e r c a , a p r o v e c h é m o s l a ocasión p a r a ver y admirar la torre de Sím Vicente de B e l é n , m o n u m e n t o inmortal de las glorias marítimas de! pnelilo lusitano. Pedido permiso p a r a el ingreso al general gobernador de la fortaleza, le concedió en el acto con todas las muestras de deferencia, n a t u r a l e s en n u e s t r o s vecinos. ¿ E s u n a fortaleza g u e r r e r a la torre de B e l é n , ó un monumento arquitectónico? p r e g u n t a n m u c h o s . E n algún tiempo fué lo uno y lo o t r o . H o y sólo es lo último. Reinando D . .luán 11 se proyectó elevar dos torres ó fortalezas en ambas orillas del Tajo p a r a p r o t e g e r la entrada del p u e r t o , en caso de a t a q u e m a r í t i m o . A s í se hizo , colocándose la u n a en el mismo sitio q u e ocupa actualmente el l a z a r e t o , y la otra enfrente para que se c r u z a r a n los fuegos é impidiesen toda agresión por aquella p a r t e . L a t o r r e de Belén se constituyó en medio del rio para hacer más fácil y m á s eficaz la defensa, pero las arenas encontraron allí p u n t o de a p o y o , y de banco en i s l a , de isla en p e n í n s u l a , llega h a s t a nosotros, formando la m a r g e n derecha del Tajo. L a construcción es p r i m o r o s a , y responde fielmente á los pianos de García de Rosendo, E l material empleado en la t o r r e , en las murallas y en la base de las baterías reúne todas las condiciones de solidez. H a y quien sostenga que la t o r r e do Belén se construyó para p r o t e g e r el monasterio de los Jerónimos de ataques frecuentes do l a p i r a t e r í a , pero este parecer no está fundado ni en la época de su o r i g e n , ni en el h e cho de lii constrncclon. Corresponden ambos m o n u m e n tos á distintos reinados, p o r más que un solo soberano llegase á impulsar el comienzo de u n a obra y el t é r mino d e la o t r a . Desde la plataforma de la torre se ven Lisboa y sus a l r e d e d o r e s , el p u e r t o , las n a v e s , los castillos y el Océanf). El m a r se estrella al pié de la fortaleza, y si u n buque de g u e r r a acierta á pasar saludando , al cont e s t a r el castillo se siente un estremecimiento q u e s o - brecoge el ánimo m á s esforzado; pues parece que la t o r r e va á sepultarse en el m a r , como dice gráficamente el Sr. M o n t e r o . Satisfecha la curiosidad con la vista délos doegrandes modelos artísticos q u e t e m a m o s delante, recorrimos el barrio de B e l é n , adyacente al de San Pedni Alcántai'a, que se desarrolla fuera del recinto murado de la capital. E l b a r r i o de Belén lo constituye por un lado el T a j o , p o r el otro hoteles particulares, rodeados de j a r d i n e s . La línea derecha es ima prolongaila serio de edificios, elegantemente construidos y heclioíf _ á propósito para la vida de familia. Al solo golpe de vista se advierte que la aristocracia de la sangre y del dinero tienen allí su asiento y su representación. Los palacios de los R e y e s , y en el barrio están enclavados d o s , el de xVjuda y el de Belén, llaman siempre á la fortuna do los poderosos y á los recuerdos de la hidalguía ó de la nobleza. L a s viviendas de estas clases de la sociedad son sunt u o s a s , poro n i n g u n a p a s a , p o r regla general, de un solo piso. Sin duda el temor á un terremoto ó la lección del siglo pasado les lia hecho ser previsores para lo venidero. A u n extremo del barrio se encuentra la plaza de Don E e r n a n d o , que casi t o c a con e) r i o , enfrente de aquélla el palacio do Picadeiro, á un lado las antiguas carrozas, y m u y cerca el palacio de Belén, lleno do jard i n e s , f u e n t e s , e s t a t u a s , m a c o t a s , y cubierto materia! mente de camelias de todas clases y colores. E n este palacio suelen alojarse los monarcas extranjeros cuando devuelven la visita á los soberanos portugueses ó cuando regresan á su país. Allí estuvieron doña Isabel I I de Borbon y D . Amadeo I de Sahoya. L o s m u e b l e s , los a d o r n o s , las p i n t u r a s , corresponden á la mansión del soberano. U n a memoria m u y t r i s t e se liga á este palacio, eomu acertadamente indica el Sr, Catalina. E n él pasarou sus últimos momentos el Duque de A v e i r o , el Marqués y M a r q u e s a do T a v o r a , el Conde de Athonguia y los demás reos ([utí fueron atormentados y muertos ea la m a ñ a n a del 30 de dunio de 1759 por el atentado cont r a la vida del rey D , J o s é en -"í de Setiembre de 1758. E l largo y estrecho corredor que hoy pone en comunicación el palacio de Belén con el del Picadero , ee dice que fué cárcel donde estuvieron encerrados aquellos infelices y de donde salieron para la m u e r t e , si bien otros opinan qno la t o r r e de San Vicente y el monasterio das Grillas sirvieron de alojamiento á los reos h a s t a el último i u s t a n t e . L a plaza de Belén y el muelle del mismo nombre, obras ambas do mediados del siglo a n t e r i o r , recuerdan hechos históricos de señalada importancia. Allí se despidieron y embarcaron los j e s u í t a s , después del decreto de expulsión, en 1 7 5 9 ; allí también se embarcó la familia lleal para Rio J a n e i r o , en 27 de Noviembre de 1807 , dejando liuérfano al país ; p o r último, allí desembarcó el infante D . M i g u e l , en 22 de Febrero de 1822 , cuando vino como r e g e n t e del reino á imponer el absolutismo de los reyes. Siendo ya cerca del anochecer, me volví al centro tlu la población por la vía t e r r e s t r e , encargándose un ómnibus de conducirme á la plaza del Pelourinho. La noche la enqtleé en visitar el Club Lisbonense, sociedad de recreo , que sobre ofrecer amenísima lectura, proporciona reuniones, bailes y s a r a o s , favorecidos por una iinnensa y distinguida concurrencia. La cualidad de socio es necesaria para disfrutar de las honestas distracciones y para poder asistir á la biblioteca de la c a s a , una de las buenas entre las buenas de Lisboa. MODESTO FKI!NA\'I)P;Z Y GONZÁLEZ. {SI' üonthiMurá.) CORREO DE VÍENA. IX. 1 Hurra por Hungría! E l cronista q u e blasone de ser «eco imparcial de la opinión y de la p r e n s a » debe empezar noces ariamente la narración de los sucesos de la semana repitiendo la frase que se escapa del pecho de los J u r a d o s de todas las n a c i o n e s , agradecidos á la magnífica hospitalidad recibida en el país de los M a g y a r e s . L a semana pertenece á H u n g r í a , que después de m o s t r a r en el palacio del P r á t o r lo que sabe hacer un pueblo que h a empezado p o r api'endcr á gobernarse, lia querido r e u n i r en su capital á !os hombros do la ciencia , de la i n d u s t r i a , del comercio, elegidtjs por los respectivos gobiernos p a r a l a repj'osentacion de sus int(?reses m a t e r i a l e s , conquistar la simpatía general, y dar t a l vez una lección á quien no haya visto en esos hombres m á s que una asamblea de obreros , siquiera operen con la inteligencia. L a comisión h ú n g a r a de la Exposición invitó á m- K" XXXIl LA ILUSTRACIÓN ESPAÑOU Y AMERICAiNA. CfibirsB i'.n RH oñciiia á ]as miembros (iel J u r a d o i n t e r iiaciouaí y do las ComÍBarías oxtraujeras quo con Mu^í respectivas faniitias desearan lionrar con su visita ó. la ciudad d(^ B a d a - P e s t , á cuyo efocio tonia organizada una expedición q«c liahria de dnrar los dias 2 ( í , ^7 y 28 de .Iiilio, ndvirtiendo que los viajeros no t e n d r í a n que ocuparse de otra cosa que de aciulir e x a c t a m e n t e al muelle de la aduana do V i e n a , con su respectivo equipaje, á las íieis y media de la m a ñ a n a del primero de dichos dias. Hé aquí el p r o g r a m a previamente circulado. I. 2(! dfi Julio.—La comisión de la cimliid de B u d a Pest recibe en el muelle A IOK miembros deí J u r a d o . Embarque de «ístos en nn vapoi' especial á las siete. A bordo desayuno. Almuerzo á las diez. Comida Á las dos, A las siete, Hefíada á B u d a - P e s t . Alocución del p r e sidente de la comisión á. la cabeiía del Consejo municipal. Designación de alojamiento á los huéspedes en los hoteles. A his nueve, noirée eu e! gran salou ríe conciertos. Jl. 27 de Julio.—lícunion á las ocho de la maiíana en el pa-fco de la Jtedoute. Visita (en carruaje) al establecinúento de baños termales de i í á e z - f i i r d o , al palacio real, á la calzada A l b r e c h t , lí la fundición de Ganz , ;i los baños del Csaszar, y de éstos, en vapor, á la isla Jliti'garita. A las doce , almuerzo en la isla, A las dos, embarque en el vapor. Visita á los ti'abajoa liol luiente de la isla, á los de regularización del curso del Danubio, desembarque y visita, en carruaje, al matadero. A las seis, comida en el hotel Huiigaria. A las nueve, retreta de los bomberos. A las diez, soirée en casa de! Ministro presidente. Iti. 2« de Julio.—líeunion á las ocho eu el paseo de la Redovte. Visita á j a Academia de Ciencias, á la galería de pinturas", ¡ti Museo nacional y al bosque de la ciudad. A las doce, alnmerzo en ol jardin zooIi'>gico. .V las d o s , excursión en carruaje á K o b á n y a . A las seis, comida en el hotel de Europa, A las once, omharque en la estación del teiTo-earrii de Viena. Cnatroeieiitas sesenta persoinis, algo nnís del doble de las que estaban inscritas , acudieron al muelle de los vapores el primer d i a , sin coger de improviso á Ja eoiiiision, aunque oeíjsionaron media hora de retraso con su lenta instalación en los cuatro vapores que las condujeron desde el canal hasta el Danubio , á otros dos herniosos buques empavesados y dispuestos p a r a la navegación di' 20 leguas que hay entre ambas c a p i tales. E l calor se dejaba sentir con i n t e n s i d a d , reuniendo bajo ol toldo de la cubierta aquella heterogénea y alegre reunión, que hablaba en todas las l e n g u a s , encantada Cüi! la variedad deí paisajií y con la novedad de los ¡lires nacionales do H u n g r í a , que interpretah;i una or((uesta de iustrunieníos de cuerda, Al llegar á la frontera dispararon los va2>ores la a r tillería, contestándoles desde las orillas, adonde a c u día la gente de las poblaciones con nuisicas y banderas, solemnizando e! paso del J u r a d o como u n a de sus g r a n des fiestas. E n Frcsshargo, hi ciudad querida de los soberanos de H u n g r í a , donde los mngnates pronunciaron la o r a ción quü nos ha trasmitido la h i s t o r i a : Muramos por nuestro ny Jíaria '/'fresa, tuvieron que detenerse los buques para responder á la salutación de la m u c h e ilinnhre que cubría los nuiellcíi y el hej'nioso p u e n t e de !>arcas , entonces abierto para dejar á aquéllos paso. Lo nnsmo ocurrió en A'omorn, plaza fuerte q u e t a n iiiiportaiite papel hizo durante la insurrección h ú n g a r a de 1848; en Grazt, la ciudad de 8 a n E s t e b a n , c u y a hermosa catedral, construida en una eminencia, se ha cunchiido hace pocos a ñ o s , y en Wai/z^n, donde e s p e raba otro vapor que se unió á la comitiva con varías coüiisioneíí do P e s t . ha entrada en esta ciudad no se veriOcó h a s t a d e s ¡Kiert de anochecer, por causa de t a n t a s detenciones, perdiéndose una jiarte de! efecto que produciría la v i s ta de la multituíi que cubría ambas orillas, llenando también los balcones do las casas. E n c a m b i o , la i l u miiiflcion general do los edifici'>s y los buques , reliejada por las aguas tramiuilas del D a n u b i o , y las m ú s i cas,, que repetían el himno h ú n g a r o , lucían dobieinente. Desde el euibarcitdero, en que el burgomaestre dio la bienvenida á los viajeros, h a s t a los hoteles H u n - g a r i a y E u r o p a , donde los jnás habiau de alojar-io, e s t a b a cubierta la c a r r e r a por los g u a r d i a s de la ciudad, á pié y á caballo, conteniendo la m u c h e d u m b r e que se agolpaba dando vivas á la legión internacional. E s t a , después do dos h o r a s concedidas p a r a cambiar de t r a j e , se t r a s l a d ó e n m a s a al Redontengehaeutle. gran edificio e x p r e s a m e n t e construido p a r a conciertos y bailes , y brillantemente decorado al estilo árabe en el int e r i o r , con no pocas reniinisceDcias de la A í h a m b r a . Desdo este momento puede decirse que la fiesta no t u v o más interrupción que la del tiempo apenas necesario p a r a el descanso. A todo atendian las comisiones n o m b r a d a s por el nmnicipio , mientras que é s t e ampliaba m á s y m;is las ofertas del p r o g r a m a . La disposición de los dos banquetes diai-ios, p r e p a r a d o s , unas veces eu los deliciosos jardinf;s de la isla M a r g a r i t a , remedo de! l ' a r a í s o fabricailo á g r a n costo en el D a n u b i o , otras en los hermosos salones de FEungaria y E u r o p a , la organización del sei'vicio de carruajes de m a n e r a que e s t u v i e r a n siempre y en el número necesario á disposición de los \'iajerotí, el orden con que éstos eran conducidos á visitar lo más notable, y la previsión con que se h a bían calculado sus necesidades, llevaron á tul punto la alegría y el e n t u s i a s m o , que haciendo explosión al tercer d í a , produjeron escenas qiic r a r a vez se h a n p r e senciado. H u b o brindis en todos i d i o m a s , incluso el j a p o n é s , en que se ensalzó cual merecía la hospit;didad de !a ciudad de B u d a - P e s t , la prosperidad de que goza, la ilustración de su gobierno y de su consejo municipal, abrazando á l o s ministros y al b u r g o m a e s t r e , que llor a b a de júbilo. Todas las agrupaciones quisieron d a r testimonio de reconocimiento y de simpatía en nombre d e las nacionalidades que represent.'íban, significáiubise la española y la brasileña por la expresión oaloroia de los sentimientos, A D . Emilio S a n t o s , que llovó la voz de la p r i m e r a , dando gracias en un sentido discurso y haciéndose intérprete de las damas presentes , lo llevaron en volandas b a s t a la presidencia, p a r a alirazarlo y llenarle de llores, siendo desde el i n s t a n t e uno de los héroes de la fiesta. F á c i l m e n t e se habla de obsequios hechos á 500 p e r sonas , sin descender á lo que exige semejante c o n c u r rencia; e n t r a n d o en el terreno de los n ú m e r o s , b u s c a n d o las cifras de lo que comen y beben cuando á ello van d i s p u e s t a s , siguiendo con más minuciosidad á i n vestig-ar lo que representan 300 habitaciones cuando m e n o s , 2 0 0 carruajes de á dos caballos, l u c e s , críad o s , e t c . , es como únicamente se llega á comprender t o d a la extensión del convite de la ciudad de B u d a pest. A s í y todo n o but>o un solo m o m e n t o de confusión, no faltó asiento eu los t r e n e s , en los vapores ni en la mesa para n i n g ú n r e z a g a d o ; los que no qnísieroi'. seg u i r la comitiva, y paseando sueltos por cualquier lado e n t r a r o n en nn café ó tomaron coche de alquiler, ?iip i e r o n , después de servidos, que estaba de a n t e m a n o satisfeclio el importe , ó lo que es lo m i s m o , qiie el mu.nicipio h a b í a onlenado que ni aun gratificación se a d mitiese de sus h u é s p e d e s , orden que fué exactamente, c u m p l i d a , h a s t a en los p u e n t e s , p o r t a z g o s , ferro-carriles del i n t e i i o r , vapores, baños y cualesquiera otros establecimientos , llegando la galantería al extremo de que las señoras recibieran el ramillete ó honqnct para asistir á las comidas y reuniones. Dicen los nmrmuradore:: qiie la ciudad de V i e n a , que no ha mostrado indicios de apercibirse de que hubieran acudido á su llamamiento las entidades que componen el J u r a d o i n t e r n a c i o n a l , h a recibido una lección m e r e c i d a ; y aunque defendiendo su proceder se alegue que h a s t a la distribución de los premios no es oportunidad de los g r a n d e s festejos , es cosa notoria que en el ánimo de aquellos señores no ha salido bien librada la capital de A u s t r i a , viniendo esta impresión á a u m e n t a r el n ú mero de las que pesan sobre la Exposición do 187.'5. E s público, porque de ello se h a ocupado la crítica periodística, que se t r a t ó de ofrecer un banquete á los j u r a d o s , sin realizarlo por no encontrar medios para vencer las diíicultades que ofrecía su número. E l ejempio de H u n g r í a parece que h a enseñado á resoh cr el p r o b l e m a , toda vez que se vuelve á anunciar que el iriunicipio se ocupa en estos dias en discutir el modo de seguir la iniciativa de B u d a - P e s t ; pero cualquiera que sea el acuerdo, vendrá de toilas maneras demasiado t a r de : u n a g r a n parte de los j u r a d o s han marchado, y m a r charán casi en totalidad los que quedan antes de mediar Agosto, Ofrécese, sin e m b a r g o , ocasiou de acucvr á los r e cursos extraordinarios, si Viena h a de m o s t r a r s e á los ojos del rey d e los i-eyes, cual lo h a n hecho L o n d r e s y P a r í s ; porque el sucesor de Xerjes y de D a r í o , el hijo del s o l , X a s r - e d - D i n , shah de P e r s i a , t r a s las n o t i cias mil contradictorias de su viaje, se encuentra al fin en la ciudad del Danubio. E s t e suceso fenomenal me obliga á aplazar para otra c a r t a lo que de !a expedicioii á B u d a - P e s t debiera d e - 525 cir en la presente, V'ÁI estos Uionientos seria criminal posponer lo que se cuenta del personaje de la moda, que ofrece sabrosa juateria á las publicaciones do todi» Europa. A.quí le calumniaron suponiendo que el cólera morbo modificaba el itinerario fijado en nn p r i n c i p i o , como sí tal epidemia no tuviera carta de naturale>ia en los paísos orientales de sus dominios, 8o dijo también que se veía obligado á r e g r e s a r ajiresuradamente á su país , donde ántos de la salida sin ejemplar del s o b e r a n o , se comían mutuamente sus s u b d i t o s , á falta de otro a l i m e n t o , por disturbios s u p u e s t o s ; pero á medida que el paso por las capitales de E u r o p a va ofreciendo el conocimiento de los rasgos característicos del g r a n p e r s a , se !e hace justicia, comprendiendo qiu; no es h o m b r e N ; i s r - e d - l ) i n que se preocupe de frioleras. P a r e c e que no es amigo de p r o g r a m a s que fijan a n ticipadamente llora por h o r a lo que h a y a de hacerse al dia s i g u i e n t e : hace lo que le ocurre en el m o m e n t o , con desesperación de los chambelanes y maestros de ceremonias, que se ven obligados á perder au g r a v e d a d comunicando á cada paso órdenes y avisos contradictorios. El de la corte de V i e n a h a comunicado cuatro veces la hora precisa de la llegada á la estación del ferro-carril de la majestad o r i e n t a l , ospecilicando las personas que debían concurrir al acto de recibimiento , la formación de la escolta y el orden de los carruajes. Cuando todo estaba á p u n t o , un t e l e g r a m a avisaba que el regio v i a j e r o había mandado desenganchar el wagón , q u e d á n d o se á dormir en él en u n a estación de segundo orden. Buen ejenq>Io es lo sucedido en L i n s b r u k , donde se habían quitado las b a n d e r a s , colgaduras y g u i r n a l d a s do, llores ajadas por la prolongada espera del Shah , y se repusieron con precipitación al llegar eí p a r t e de su salida de Milán. F o r m a d a s las t r o p a s , las autoridades en el andén con el discurso y la comida p r e p a r a d a s , el pueblo agolpándose en todos los sitios desde donde p u diera descubrirse la garzota del birrete de a s t r a c á n : llegó en efecto el t r e n á la población fronteriza de A u s tria , que saludaba con salvas al rey de los reyes. ¿ Qué hizo éste? A s o m a r l a cabeza por la ventanilla y decir que no se encontraba de h u m o r de detenerse p a r a recibir el saludo de aquellas g e n t e s . El 31 de J u l i o se convencieron los vieneses de que serian nuls afortunados que los de I n n s b r u c l í , cuando n o podía dudarse de h a b e r descendido del carruaje el monarca persa. El E m p e r a d o r no tuvo que esperarle m á s que media h o r a , que se compensó con la brevedad de la p r i m e r a entrevista, A los cinco minutos de e m p e zada, p r e g u n t ó p o r su alojamiento el viajero, y fué c o n ducido al palacio de L u x e n d m r g o . tSea que las relaciones de la prensa h a y a n d i s m i n u i do el atractivo de ía novedad, 6 bien que las excentricidades del Shah produzcan n a t u r a l efecto , la actitud de la población de Viena no ha correspondido á la i m p a ciencia con que esperaba al huésped. E n la Exposición no se h a notado mayor concurrencia, en las calles a p e nas la curiosidad reúne los g r u p o s , t a n compactos cuando la visita del Czar de Rusia. E s posible que afluyan cuando se sepa anticipadamente que es fácil ver el s e m blante de N a s r - e d - D í n y los brillantes d e su traje, aunque minuciosamente sean ya conocidos por la r e l a ción de los periódicos , como lo son los n o m b r e s , cometidos y figuras de los personajes de su comitiva. Excentricidades son pocas las que se h a y a n comentado en los tres dias trascurridos desde la ¡legada. E n el primero no se dejó ver el hijo del s o l : en el s e g u n d o , contestando al alto empleado que p r e g u n t a b a ¿ q u é hora deseaba ser presentado á la E m p e r a t r i z , dijo que no le oorria p r i s a , y habiendo prometido p o r a ñ a d i d u ra que asistiría á la Exposición á las nueve de la m a ñ a n a , donde lo esperaban el E m p e r a d o r , los A r c h i d u ques y las Comisarías extranjeras , pareció á la una y media de la tarde. E s probable que por no repetir la experiencia se decidiera S. M. F r a n c i s c o J o s é á l l e varlo en su propio carruaje a y e r , como lo h i z o , para d a r un paseo p o r el palacio del P r á t e r , donde n a d a Ilami'> la atención del abrillantado soberano. L a s damas de la córfce n o h a n encontrado de buen g u s t o que degüelle por su real mano, sobre la alfombra de la cámara, los corderos y gallinas que h a de comer, ni se avienen á aceptar por moda el sistema que él practica de prescindir del uso de cucharas y teimdores. Supongo que en el invierno p r ó x i m o participará t a m bién el pueblo de M a d r i d d e la satisfacción de ver al Shah en el recinto de la villa: m u c h o me engaño si Offenbaclí y A r d e r í u s , en c o m a n d i t a , no consiguen llevarlo á la calle de Jovellanos con todo el aparato do su séquito. P a r a el capítulo de las desdichas de la Exposición ha ofrecido la semana ocurrencias sensibles, aunque más pudieran haberlo sido. E n la sección italiana se 524 LA ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA Y AMERICANA. EVACUACIÓN "DEL TEIÍRITOEIO I^RAKCES POR LAS TROPAS ALEMANAS. I. La oración de la tarde.—2, Salida de J^ellort ilel osl-ado mayor pnisiaiui.—3. I-hilrada de las tropas francesas en Naney después do la ovacuacLoii. 4, Afipecto de las calles de Nancy momentos ántcí y 5, momentos despiiCr.—6, fímbarqiie del material do ^nn_Traen IJolíort. N." XXXIÍ N." Xl\\\ LA ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA Y AMERICANA. RECUERDOS EJE U N PAtoEO POR 1 •ítiD pimcipal del palacio de BUeni LI-DBOA 5:25 526 LA ILUSTRACIÓN ESPAÑOU Y AMERICANA. desprendió del techo u n a inmensa araña de c r i s t a l , magnííico trabajo veneciano, que perdió la lieclmra con el golpe, en mumento feliií en que nadie pasaba por debajo. E n la sección inglesa h a desaparecido una copa de plata de g r a n precio, sin que la casa expositora t e n ga el eonsiielo de haberse quedado, como la a n t e r i o r , con los materiales. Más g r a v e accidente ha sido el incendio de la alquería r e s t a u r a n t e que describí en la carta I V como punto de reuniou de latí personas de buen t o n o . E n la noche del 1." de A g o s t o prendió el fuego, por descuido de los m o z o s , consumiéndose t a n lindo editicio j u n t a m e n t e con el local de la exposición de Alsacia y de Lorena. So temió que el fuego comunicara al pabellón inmediato del Ministerio de Agriciiltura de A u s t r i a , á pesar de la presteza con que los bombero^ y los ingenieros acudieron á impedirlo á costa de tres hombres heridos. A n o haberlo dominado t a n pronto, la fnriosa t o r m e n t a que descargó á las dos de la noche desprendiendo varias chispas eléctricas y alzando u n h u r a c á n que h a causado por sí d e s t r o z o s , hubiera podido dar á la h i s toria la fecha de uno de los siniestros más grandes que resíistreii sus anales. admirablemente traduce la orquesta de Monasterio. E n los j a r d i n e s del R e t i r o , la decoración cambia por completo. Y a no m á s división de a s i e n t o s ; más cerca ó más lejos de la orqiiesla, todos son igualefi. Columnas n a t u r a l e s de verdes arbustos proyectan i;na tupida somb r a sobre el arenoso pavimento de los jardines , y r o dean como centinelas avanzados al kiosco central, d o n de se halla colocada la orquesta. U n cielo a z u l , inmenso anillo en el que resplandecen como brillantes e n g a r zados al aire m u l t i t u d de cstreHas, reemplaza á las cariátides de clowns y arrogantes amazonas que decoran la techumbre del teatro de Iiivas. Aquella confusión a n i m a d a , aquel estrecho haz de espectadores, aquellos gritos de frenesí, aqnel conjunto de silencio y de raido , todo eso h a desaparecido. Y es que allí se oye la miisica y aquí se t r a t a de oir el fresc o , es que allí se desafía la inclemencia de la estación p o r s a t u r a r s e de m ú s i c a , y aquí se desafía l a iuclemencia do la música con tal <le respirar al aire libre siquiera dos h o r a s ; es que allí se sufre el calor en la seguridad de disfrutar luego de una agradable t e m p e r a t u r a , y aqní se halla el esjiectador bajo el poder tiránico de una a t mósfera de cuarenta grados sobre cero ; es , en fin , qiic allí la música es un objeto jiriucipal, y aquí no es ni Yiena, 'ó do A g o s t o 1 8 7 3 . 23uede sor más que un protexto. F . EuosECA. y í ; m a l que les pese á las dos docenas de puritanos que so colocan en p r i m e r a fila al rededor del kiosco, ;3SHO»aímal que les pese á estos musicómanos sedientos, que quisieran tener bajo su dominación toilas las orquestas LOS CONCIERTOS EN EL RETIRO. del mundo para doblegarlas l u e g o al peso de sus absurBien puede decirse que la miisica constituye en M a - das exigencias ; la música en los j a r d i n e s del Retiro es drid el remedio de todos los males. No bien los aires u n p r e t e x t o , un p r e t e x t o agradable , ú t i l , sustancioso, del otoño h a n iniciado sus helados conciertos, cuando convenimos eu ello, pero p r e t e x t o al fin, que sirve do los g r a n d e s cavtelones do los teatros de Oriente y J o - delicioso entretenimiento á las conversaciones, de íinívellanos anuncian urbí et orbi la llegada de la ópera y sima pantalla á más de un beso perdido , y que eu foruja la zarzuela. E l diletantismo prepara sus cuarteles de de abigarrado abanico , comunica al espíritu de los i n v i e r n o , todo es júbilo y placer en la e x - c o r t e de oyentes grato solaz , (piietud atemperante y frescura i n E s p a ñ a , y la m ú s i c a , la mú^iica s e l e c t a , la música telectual. elevada á cierta categoría, apodérase de todos los á n i Recordamos u n a noche en que la orquesta ejecutó mos , alimenta muchas e s p e r a n z a s , presta pábulo á sucesivamente la overtura de llíeuzi, de \Va.gner , y una las conversaciones de artistas y aficionados, y crea n u e - preciosa fantasía sobre motivos ile .Lo:< Puritanos, de va vida á las imaginaciones a r d i e n t e s , cuya abrasadora Bellini , arreglada por el maestro Barhieri. Parecía que .sed apenas b a s t a n á mitigar las obras incomparables de u n a mano infiel habia colocado en p a r a n g ó n la evanM o z a r t , R o s s i n i , Üonizzeti y Meyerbeer. gélica dulzura del pasado con la absoluta l i b e r t a d , la T e r m i n a el invierno su periódico viaje, y apenas loe indomable energía y los dcsbordainicntoí; airados del tibios rayos del HOI de A b r i l , heraldos de ia brisa e s t i - porvenir. v a l , anuncian la venida de la p r i m a v e r a , ya se halla i Con qué p o t e n c i a , con i]_ué vigor se destacaban enMonasterio al frente de su admirable cohorte de m ú s i - tóneos los alaridos del metal glosando el caído de g u e r cos , ensayando las sinfonías , o v e r t u r a s , a n d a n t e s y r a del i'dtimo tribuno ! ¡Sania spirlto cavcdieri! P a r e c í a ficherzos que h a n de convertir el Circo de Kivns en a l - en aquel momento que al influjo de armónico huracán, borozada mansión donde el entusiasmo se entrega á sus los vetustos olmos doblaban la anciana cabeza y c h o más alegres y locas manifestaciones. caban entre sí sus verdes r a m a s como qiieriendo p a r o H u y ó la p r i m a v e r a y desvaneciéronse con ella la ani- d i a r , poseídos de bélico a r d o r , las sangrientas luchas mación y la algazara. M a d r i d , caldeado por los r c s - de los Orsinis y los Colonnas, jdandores de u n sol inverosímil, se complace en licuar Breves momentos después oíanse los brillantes y á sus pobres h a b i t a n t e s , que soportan con mayor ó m e - cortados acordes de la iuti-oduccion do 'Ln.s FiiritMuos, nor resignación u n a vida llena de asperezas , abrasados y desjirendíase del cornetín del Sr. Boneta una inefalde siempre y aspirando trabajosamejite los efluvios del melodía , tierna como el amor , triste como un eco lejaasfalto ó de la arena, más á pi'opósito p a r a formar u n a no , d e s g a r r a d o r laruento arrancado del alma de Ai'turo tuberculosis que para calmar las a.i ^edades del apara- eu el momento de su p a r t i d a : to respiratorio. Q u e d a , sin e m b a r g o , un consuelo en medio de t a n t a .yon parlar di li:i. clu: adoro, desdicha; queda u n a t a b l a de salvación p a r a el mísero Di ralo/- niin mi yjor/Uar. n a v e g a n t e , y á esta tabla se a g a r r a n con el ansia de la desesperación los infelices náufragos que notan p e r d i ¡ O h ! á los sublimes acentos de esta duJcisíma i n s dos entre las olas de fuego del verano en Madrid. L a piración, ¡)arecíanos asjjírar con ella el alnuí inmortal música, que solícita y cariñosa vela por sus numerosos del malogrado ]iellini, parecíanos que aquel canto i n p r o s é l i t o s , se encarga de proporcionar u n ligero alivio comparable se evaporaba lentamente h a s t a perderse ená los males de éstos. U n cambio de traje es suficiente á t r e las elevadas cimas de los árboles, que muellemente la noble m a t r o n a para conseguir el objeto que se p r o - inclinados ofrecíanle amoroso refugio en el verde regazo pone. Despréndese del lujoso tocado , de la deslumbran- de sus ¡lojas. t e pedrería , de la gravedad y parsimonia que en el Circo O t r a noche tocó su t u r n o á la fantasía sobre motivos de Rivas o s t e n t a r a ; cubre sus formas esbeltas con u n a de Xo,s' Ilugonotes, arreglada por el Sr. E s p i n o . ¡ H e r túnica de céfiro, adórnase con tenue ropaje de g a s a , y mosa f a n t a s í a ! E n ella se recuerda la l'renética orgía u n a vez libre del terciopelo y gruesas cadenas de bri- de N e v e r s , la graciosa gavota del quinto acto eu el p a llantes que embarazan ahora su m a r c h a , dirígese e s - lacio de E n r i q u e de N a v a r r a , g a v o t a i n t e r r u m p i d a por b e l t a , graciosa y ligera á los j a r d i n e s del R e t i r o , en el fúnebre tañido de í^ahit Germain 1'Auxerrois, que cuyo centro se coloca desembarazadamente , d e r r a m a n - sijena lúgubre y aterrador sobre u n elevado trino de do alegría sus ojos, bienestar su airosa presencia y violines ; el ritornello incompleto, ¿ por qué incompleto ? calma y frescura sus graciosos movimientos. d e la e n t r a d a de la corte , el dúo sin rival de R a ú l y Una vez en su nueva m o r a d a , sabe perfectamente Valentina y la bendición de los p u ñ a l e s , la ].iieza más que á las condiciones de ésta deben ajustarse sus m a - d r a m á t i c a , la concepción nuisical más asombrosa que nifestaciones , sos proyectos , sus ideas , toda su futura produjo inteligencia h u m a n a . conducta, en u n a p a l a b r a ; porque está convencida de ¿Quién sabe si al fragor de aquellos sangrientos la notable y notoria diferencia que existe entre su n u e - aullidos , quién sabe si parodiando aqu(d monstruoso va estancia y la que d u r a n t e la primavera en el teatro Dim ¡evi'Kt, algún Baint-Bris de callejuela, fruncido de iiivas ocupa. el entrecejo y t o r v a la m i r a d a , m a d u r a en su i m a g i n a En el lujoso coliseo de Jíecoletos la mrisica es el ción algún plan caiflonal de destrucción? principal objetivo de los d i l e t a n t e s , allí se va á oir las E s t o s son los conciertos del R e t i r o ; cuando la org r a n d e s obras y á g o z a r con sus efectos; allí no se t o - q u e s t a ejecuta alguna fantasía, la mayor p a r t e del p ú lera el menor ruido qne pueda d i s t r a e r la atención; allí blico a g u z a el oido y escucha con atención, gozando el fluido musical se esparce en armoniosas o n d a s , p e r - más por los recuerdos del t e a t r o de la Ópera que dichas cibe el oido los menores detalles y prodúcense esos fantasías traen á l a m e n t e , que por las fantasías m i s grandiosos momentos de entusiasmo , tributo de admi- m a s . También se repiten por lo general ciertos andanración á los grandes g e n i o s , cuyos sentimieatos t a n tes de las sinfonías clásicas, andantes cuya repetición N.' XXXIi sistematizó la moda en el t e a t r o de Rivas , y que áini hoy i m p e r a n en el ánimo del público. P o r lo d e m á s , y en p u n t o á ejecución, eu el Retiro pasa t o d o , y no es raro que algunos instrumentos se entreguen á los más pintorescos excesos sin protestas de i d n g n n a especie. Los concurrentes, dando pruebas de un sano criterio, tienen en cuenta que el sofocanti; calor se dobla do intensidad con los indispensables movimientos físicos de los ejecutantes , y en tal concepto m u é s t r a n s e benévolos y contentadizos. F u e r a del género de obras que antes hemos citado, las demás ejercen poca ó n i n g u n a influencia en el público ; así es c o m o , sin e x t r a ñ e z a ninguna por nuestra p a r t e , h e m o s visto pasar desapercibidas las magníficas overturas de la Atulia y la Grata de Fiíigal, de Mend e l s s o h n , y alcanzar escasísimos aplausos la sinfonía del St)'ue.nsée, de Meyerbeer, cuyo final alborota siemp r e al público en los conciertos del teatro de Kivas, Y no se vaya á creer que el entusiasmo adquiere en el Retiro g r a n d e s dimensiones, aun en aquellas piezas que más a g r a d a n á los oyentes. Nada de eso; como el local es vastísimo y el público se halla muy disemin a d o , bastan pocos aplausos para obtener la repetición de una fantasía ó de un andante. Concluyamos : hemos afirmado que en los jardines del R e t i r o la música es wn pretexto para tomar el fresco , hablando lisa y llanamente. Si no hemos llegado á dar razones convincentes en apoyo de nuestra opinión , creemos que ésta se halla en la couciencia de la inmensa mayoría de los aficionados á la música, sin contar con la de los diminutos artistas en agraz que, alegres y contentos , saltan , chillan y corren al rededor del kiosco. E u cuanto al sufragio de estos chiquitinoa q u e , con las piernas al aire y sus sombreritos de paja, frescos, rollizos, vendiendo salud y alegría, logran Av. vez en cuando i m p o r t u n a r á los puritanos de priuiera fila; en cuanto al sufragio de estos chiquitines, creemos tenerlo a s e g u r a d o . A falla de otro consuelo, satisfácenos completamente é s t o , que bien pudiéramot l l a m a r del porvenir. Loor á la música, loor al a r t e de las artes, que, en los calorosos dias del e s t í o , ofrece á los habitantes de Madrid solaz y consuelo. Ella es hoy el cebo de que so valen todos los empresarios para atraer al público; elU, la música , llama un numeroso gentío á los jardines dol R e t i r o , ya resuenen allí los acordes de la Sociedad de Conciertos, ya se oigan los alegres bailables del l'roce.so del Gaii-can; ella reúne numerosa concurrencia bajo el llorido café del t e a t r o d e l I*]-ado; ella hace más digestible el polvo que respira la ¡nultitud agrupada al pié de las baiidas de I n g e n i e r o s y Artillería; ella, en fin , ahuyenta las penas y tiende u n a mano generosa, lo mismo á los que la quieren objeto de especulación , como á los que la adoramos manifestación la más naúu-al y elocuente del sentimiento h u m a n o . i Y"" decir que la Academia de Bellas Artes la ha recibido en su seno con el despego más grande, con el más soberano desprecio ! ¡ Y decir que ni una voz se levantó de aquel recinto p a r a protestar contra aquella falta de consideración, contra aquella falta incalificable, que eonsistia en hacer del arte de la música un üistnimento de v e n g a n z a de bastardas rencillas ! Abandonemos este t e r r e n o . A bien que el arte de lii música necesita poco, muy poco, para probar á la Aundemia cuan g r a n d e es y h a sido s i e m p r e , y cuan pocu puede importarle el despecho y el desmesurado orgullo de unos cuantos artistas ó .wi disaiit artistas. ¿Puede serlo, puede conceptuarse t a l aquel que trata á la música como la Academia de Bellas Artes la ha tratado? R e s p o n d a quien quiera. .VNTOXIO P E Ñ A V GOSI. Berlanga lie Duero (Soria), 5 de Agosto de 1873. CONTRASTES. SONKTO. H a y música en la fuente rumorosa Y estrépito en el mar que ronco suena, Hay amor on la virgen azucena Y espinas hay en la inocente rosa. Híiy perlas en el alba esplendorosa, H a y en la tumba lágrimas de pena, H a y una vida de ilusionen llena Al lado de una cruz y de una losa. Dora el so! ia mañana sin enojos, Y del ocaso en la desierta calma Sombras Irabrán de ser sus rayos rojos ; Asi, de nuestro amor bajo la palma, H a y luces en la tardo de tus ojos ¡ Y sombras en la, noche de mi alma I ANTONIO P . GÜILO. -=,=3-í3í9a-S:s U N.** XXXll ¡TODAVÍA! ii) para ouliiiar mi martirio Dijintt! qup mo qiieria.s: ¡Y tt: adoré CUJÍ cU'Hrio! Después que im afio paMíí, Fué dueño de tu alma pura Un hombre que no era yo r ¡ Y te quise con locura! Pagaudo lo que sufrí Con hondo aliorrecimiento, To fuisto lejos do aquí: ¡ Y mi alma y mi pensíimicn'.u Se fueron detraw de t í ! Ausento ya do tu lado, J'aní aumentar mi agonía Sé que es (Jíehowo Lu catado, Sé qup es grande tu alegría, Y nc que mo lias olvidado ¡ Y to quiero todavía! Auui-'iro LLANOS. Habana, 10 de J u ü o . LA NOVELA DE UK JOVEN RICO. (CoTiimü ACIÓN.) — Y o no. Y (le todos m o d o s , doña .Mercedes luí h e cho yt\ todo ei sacriíicio quo podia hacer ; ha estado auticiite de su hijo totlo el tiempo qni- podía rosistii- este martirio, porque pai-a c)la, no lo dude V . , h a sido e s ta separación un martirio h o r r i b l e , y yu no lo puede HutVir márf, Hucunihiria si tardase mucho en ver á su hijo. — M e alarma V. sohremanera. — Quedamos en que V. no.s acompaña. — lái se t r a t a do la salud do nuestra amiga, iré iuioude V. me llevfi. L a misma tarde, I). Martin decia á la madre de .foaquin: — S e ñ o r a , es preciso que sea V . obediente. Yo t e n go un remedio para V., que es preciso, absolutamente precÍHO emplearlo ; pero ese reuiedio no está aquí y t i o iiü V, que ir ¡I buscarlo. —¿ Adonde? —¿Adonde? ¿ U«tcd tiene coniianza en mí.' —Absoluta. — Pues entonces dísponj^a V. su vinjc; i>. Diego y yo acompañaremos á V . ~ ¿ I^ero adonde? —¿Doníie cree V, que puede recobrar u n a nuidre la tranquilidad, la alegría, la salud? —i Olí 1 al lado de su hijo. — Pues precisamente al lado de su liijo q u e r e m o s llevar á V . , amiga mia, — ¡ Oh I no me atreveré nunca. — ¿Cómo? — Mi hijo creerá que desconíio de él, que Jie ido á Borprenderlc — Su hijo de V. experimentará grandísiuui, alegría con esa venturosa sorpresa. — Déjeme V. pensarlo — Como amigo de V. tendría mucho g u s t o en c o m placerla; corno encargado do cuidar de la Siüud de usted le concedo solamente dos días p a r a disponer su TÍaje. Intere.sa dema:íiado la vida de V . á su hijo, á nosotros y á los pobres, para que yo la comprometa. Usted vendrá con nosotros á recobrar su salud y su tranquilidad — ¿Y' si no fuera? — Si no viniera V . y pasara más tiempo ausente d e su hijo, moriría V . , señora porque ya se está V . murieiuio do pena de no ver á su hijo. Y es en vano que quiera V. dísíinular, es en vano ya que h a g a V . esfuerzos sobrehumanos para dominar esa pena, p a r a convencerse a sí mi.'íma do que no la tiene esapena la mataría á V. si yo no tuviese empeño en que V . viva, tan feliz como merece, largos años. Todavía ae resistía la amantísima y tierna m a d r e , pero llegó oportunamente el reverendo p a d r e , quien teniendo fo ciega en la ciencia de su amigo D . M a r t i n , estaba grandemente alarmado desdo que éste le ma- (1) El autor de eata poesía, D. Adolto Llanos Alcaráz, ¡¡a marchtido á Mójico, con objeto de contribuir á la rcalizaciou de un tratado literario entre España y aquella república, para !u cual espera oDteiier el apoyo de todos ¡os escritoras españoles, puesto que en su nombre y para bien délos misinoH, va á (lar á conocer sus obras y sus aspiraciones, así cnmo también dará A conocer en Espaíía las obras de los escritores mejicanos, alRunoa de ellos muy apreciables y compietameata dcsconocidoB en nuestra patria, 527 ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA Y AMERICAM. nifestó el peligro en que se hallaba doña Merc(ides. — Señora, le dijo el bondadoso sacerdote, ¿oree V . que p o r otro ¡notivo (¡iie no í'nera la salud de V . baria yo un viaje á esa l^Vancía que detesto y abomino porque de allí nos h a n venido todos los males? líe h a blado con d o n M a r t í n , con quien sabe V . que s i e m p r e estoy en desacuerdo, p o r q u e él es liberal, Dios los conliiiida, menos á él, ó mejor dicho, .Dios les abra los o j o s , y esta vez soy de su ]nismo dictamen, y h o y pido licencia á mi venerable P r e l a d o p a r a hacer ese viaje acompañando á V . ¿ Cómo hemos de permitir que V. se consuma a q u í de t r i s t e z a ? — ¡Oh I es verdad, exclamó al fin doña Mercedes, es v e r d a d , si no veo á mi hijo me muero Tiene r a z ó n D . M a r t i n , siento q u e me falta La vida, ¿ y no m e h a do faltar, si mi v¡<la es mi h i j o ? XV. bienestar que s e n t í a l a s dos horas que pasaba en a q u e - ^ lia apacible y encantadora m a n s i ó n . D o n .Facundo fué á casa del M a r q u é s , v , ¡trofundo observador que e r a , notó que Soledad estuvo c o n t r a r i a d a no viendo á J o a q u í n a c o m p a ñ a r l e conu) las n o ches a n t e r i o r e s , p e r o no p r e g u n t ó . E l M a r q u é s sí que p r e g u n t ó con g r a n iní.eres, y manifestó cuánto scntia n a verle, Don .7^'acundo dijo que J o a q u í n se liahia sentido algo i n d i s p u e s t o , y al oír esto palideció Soledad, y el M a r q u é s quiso ir al hotel , y costó g r a n trabajo á D . F a c u n d o disuadirle do este e m p e ñ o , lográndolo a] cabo con a s e g u r a r que la indisposición era l í g e r í s i m a , pues tampoco él le h a b r í a abandonado si fuese cosa de a l g ú n cuidado. P e r o la velada fué t r i s t e ; n i Soledad se p u s o al p i a n o como acostumbraba , Tií el Marqués habló t a n t o como solía de los acontecimientos de E s p a ñ a . D o n .Pacundo se retiró t e m p r a n o , y por el camino iba d i c i e n d o ; — P u e s s e ñ o r , no solamente la hija se h a enamorado del m u c h a c h o , sino taiubien el p a d r e . Y al volver al hotel encontró á su compañero de v i a j e muy disgustado y con un h u m o r que no e r a propio de su carácter apacible y bondadoso. r — ¿ Qué tiene V ? . . . le p r e g u n t ó . — N o sé... n a d a ; mal h u m o r . — Creí que habría dicho la verdad en casa del M a r qués diciendo que estaba V . algo i n d i s p u e s t o . — ¿ E s o ha dicho V . ? . . . — S í ; ¿qué había do decir?... También allí estaban de m a l h u m o r . —-¿Quién?... ¿ S o l e d a d ? . . . — Y su p a d r e . Soledad no ha tocado el p i a n o . Me parece á m í que si V . hubiera ido allí esta n o c h e , como t o d a s , ni estaría V. ahora de mal h u m o r , ni Soledad h a b r í a dejado de t o c a r el p i a n o . — ¿ C r e e V... - - C r e o la v e r d a d , y no h a y por qué no decirlo. U s ted ama á S o l e d a d , y Soledad le ama á V, — i (.)h ! n i u n a cosa ni o t r a . — B u e n o ; pues al tiempo. E n efecto , la hija del Marqués amaba á J o a q u í n . Y el Marqués , h a s t a e n t o n c e s , no h a b í a conocido ningún hombro á quien pudiera j u z g a r digno de su hija; pensaba que, si alguno h a b í a , era J o a q u í n . J o a q u í n estaba h o n d a m e n t e preocupado desde que vio en la m a n o d e la bellísima Soledad el misterioso ¡millo de su dama desconocida. Todas las señas de ésta coincidian con las de Soled a d ; h a s t a la m a n o }iarecia la m i s m a , pero la voz era otra. P a s a r o n diez ó doce d í a s , en los que J o a q u í n hubo de manifestar t a l preocupación, que I ) . F a c u n d o no p u d o menos de advertirla y alarmarse. — ¿ Qué le pasa á V . , amigo mío? le p r e g i m t ó . — Que esa mujer me vuelve loco. — ¿Cuál? • — Mí desconocida. — Pero ¿está aquí? — N o s e ñ o r ; pero la hija del M a r q u e s se le p a r e c e tanto — ¿ E n qué? — E n todo. — P e r o sí V . no vio nunca la cara á su desconocida, ¿cómo sabe V . q u e se le parece la hija del M a r qués 7 — N o sé no me e.\;plico pero estoy s e g u r o de que se parece. —• ¿ Quiere V. que le diga yo ia verdad ? — ¡ Oh I sí señor. — P u e s amigo , V , estará todo lo p r e n d a d o que q u i e ra de su desconocida, pero á quien V. ama es á la hija del Marípiés — ¡ A h ! ¿ s a b e V. que es ella? — ¿ Quién ? — Mi desconocida. — P l o m b r e , no hablemos <le su desconocida m á s : u s íííd ama á Soledad. — A la que no he visto n u n c a , sí señor. — N o señor, á la que h a visto V . hace t r e s dia^. — ¡ O h ! no, — Kutóüces no t e n d r á V. inconveniente en que cont i n u e m o s n u e s t r o viaje h a s t a Burdeos ó m á s allá, p u e s to que aquí nada tiene V. que lo ¡lame la atención. — E s p e r e m o s unos dias. — Como V . quiera. .Debo decir á V . que la hija del jMarquós es una mujer i n c o m p a r a b l e ; su alma es t a n bolla como su r o s t r o , mucho más bella, porque la b e lleza de su alma es d u r a d e r a é invariable; y el h o m bro m á s feliz del mundo será el que logre ser amado de t a n angelical criatura. — N o lo dudo, p e r o n o es ella la que hizo en m i alma t a n profunda impresión , la que me dijo t a n díscreta^^ palabras en el t e a t r o l^cal, l a q u e me hablaba con a q u e lla voz que á u u resuena en m i oído, voz de inefable t e r n u r a , voz llena de melancolía y dulzura , voz que no olvidaré n u n c a , por muchos años que Dios me conceda de vida. ¿ Q u i é n será esa mujer?..... —Pero la hija del Marqués — Confieso, amigo mío, que la hija del M a r q u é s causó en mí profunda impresión , y que la amaria si n o hubiese hablado nunca con mi desconocida. ¡ Oh ! ojalá fuese e l l a ; pero no, no es Y estando en esta conversación e n t r ó el criado del h o t e l con una carta para J o a q u í n . — ¡ A h ! e x c l a m ó , míraiulo el sobre. ¡ Carta do ella!,,. P e r o es de Madrid... — V e a m o s ; ábrala V. y salga de cuidado. -—Dice solamente : « P r o n t o nos veremos,i> — L o c e l e b r o ; á \ e r si quiere D i o s que se a c l a r e el misterio y recobre V , su tranquilidad. — I O h ! Dios lo quiera. — E s t a n o c h e , ¿iremos también á casa del M a r q u é s como anoche? — N o , ya no debo ir. — C o m o V . quiera. I r é yo solo. J o a q u í n no fué, en efecto, aquella noche á casa del M a r q u é s , pero luego sintió no haber i d o , y echó m u ciio de menos la. discreta conversación de Soledad y la tacita de t é q u e las noches anteriores le había servido con e x q u i s i t a delicadeza y gracia s i n g u l a r , y el g r a n CíÍRLOS PilONTAüKA. (Se continuará.) CORREO DE LA MODA DE PARÍS, N o dudamos que obtendrán buen é x i t o cu la Ex]iO-sicion de V i e n a los escogidos p r o d u c t o s d e l a casa Cíuerlam ( P a r í s , calle de la P a z , 1 5 ) , p o r q u e s u s j a b o n e s , ag-uas de íoz'/i'íííi y p a r a l o c i o n e s , cremas frías, pastas para las m a n o s , e x t r a c t o s de olores deliciosos y demás artículos que se fabrican en la citada c a s a , son de r a r a perfección. E l KíSavon'Sajjoccti al blanco de ballena)), s a t u r a d o de fino perfume, blanquea y suaviza la p i e l , y tís u n a p a s t a delicada y untuosa. E n t r e sus mejores preparaciones p a r a loilette se c u e n t a n : e! A g u a do la r e i n a , E s p í r i t u de flores de cidra, A g u a de J u d c a , A g u a de toilette, de G u e r l a i n , á la violeta y á la v e r b e n a , las cuales son muy buscadas por las d a m a s elegantes. E l A g u a d e Colonia l í e a l , p e r f e c t a , os también u s a d a con preferencia p o r las g e n tes del Oeai'. mun-k-, en v i r t u d de su p r o p i e d a d refrescante. E n composiciones para dar blancura a¡ r o s t r o y s u a vidad aterciopelada al c u t i s , la Loción do G u e r l a i n , la L e c h e de a l m e n d r a s , el E x t r a c t o de b e n j u í , la L e c h e de rosas, y otros productos s e m e j a n t e s , p r o d u c e n en el r o s t r o los mejores resultados higiénicos. L a Crema de c a r a c o l e s , de fresas y de cohombro embellecen la faz, la p u r i f i c a n , la suavizan y la d a n perfume a g r a d a b l e . Sí-oecí-s: TÓNICOS. L o s tónicos convienen á los t e m p e r a m e n t o s débiles, enfermizos, linfáticos y con especialidad á los convalecientes. E n t r e los mejores tónicos figuran sin disputa las preparaciones de h i e r r o y las do q u i n a . Conm f e r r u g i n o s o , debe d a r s e ¡a preferencia á las Pildoras de Vallet, las cuales constituyen un medicamento irreprochable, que no ofrece n i n g u n o de JOB i n - LA ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA Y AMERICANA. 52^ convenientea q u e do ordinario u M a d a m e Micliel, c h a c i n e r a , de ediid d e c i n c u e n t a a ñ o s , ' a l t a y roljnstaiiieiito c o n s t i t u i d a , p a d e c í a desde Iiacia dos aflos l a s p e r t u r b a e i o n c B p r o p i a s d e l a cdatí c r í t i c a , t a l e s c o m o c e f a l a l g i a , palpitacion e s , d i s p e p s i a , i n s o m n i o y nebro contin u a . K n v a n o t o m ó cí sulfato do Qiií.ia e n d o s i s p r o l o n g a d a s ; esto niedicainoiit o n o e j e r c i ó n i n g u n a influencia sobrtí l a fiebre, n i h i z o o t r a cosa quo provocar i n s o p o r t a b l e s d o l o r e s d e eetómago. Al e s t a d o d e r o b u s t e z y s a l u d sucedió una h o r r i b l e flaqueza. ti(men los fcvrnginosoy, y q u e l i a m e r e c i d o l a aprobación de la Academia imperial de Medicina, q u e tan varamente se con- cede. Respecto á las preparaciones de quin a , n i n g u n a p u e d e r i v a í i í ^ a r c o n e l Qui7iü-m Laharj'nqup, aprobado también p o r ].i A c a d e m i a i m p e r i a l d e M e d i c i n a . Kwt c v i n o ofrece l a v e n t a j a d e c o n t e n e r e n proporción considerable, y siempre en d o s i s fijas, l o s p r i n c i p i o s activos d e l a « E n t ó n e o s l e p r e s c r i b í q u e tomara tod o s los d í a s t r e s c o p a s d e Vino de Quinimn. D o s s e m a n a s d e s p u é s v i n o á da.'me las g r a c i a s ; l a o p r e s i o n y l a fiebre habían desa p a r e c i d o y s e h a l l a b a completamente cur a d a . L a p o b r e ]io p u d o m e n o s de deeiniic, e s t r e c h á n d o m e l a m a n o c o n efusión : isMo D h a b e i s d a d o u n r e m e d i o t a n enérgico (lue 1) h a c e v e r d a d e r o s m i l a g r o s , n q u i n a , lo q u e n o sucede e n l a m a y o r parte de las preparaciones E l Clninium Laharraque análogas. presta gran- des servicios en l a s e n f e r m e d a d e s gas, cuya convalecencia es lenta y difí- cii. Adminístrasele también lar- con e x - traordinario éxito á lasjóvenes de constitución raquítica trabajosamente, q u e se desarrollan á l a s sefíoras N.*' XXXII durante D l í . lÍKGNAULD.n el p e r í o d o d e s o b r e p a r t o y á l a s j ^ e r s o lias e n d e b l e s ó d e b i l i t a d a s . E n los casos de clorosis, anemia ó colores (1 D e s d o h a c e a l g u n o s aüos amto áloB o b r e r o s d e l a f á b r i c a Mazeline y Compañ í a , e m p l e a n d o s i e m p r e c o n éxito const a n t e el v i n o d e Qtñnium Laharraquc^vam o f e b r í f u g o y t ó n i c o e n todos los casoB en q u e l o s o p e r a r i o s , e n número de 800 á 1.000, s e d e b i l i t a n p o r l o s miasmas que e x h . a J a n ios t e r r e n o s p a n t a n o s o s del Etire. pálidos es u n p o d e r o s o a u x i l i a r d e l a s p r e p a raciones ferruginosas, y en estos p r o d u c e efectos s o r p r e n d e n t e s á l a s Pildoras de casos asociado Vallet. H é aquí a l g u n o s testimonio.s : »KI m i s m o M r . M a z e l i n e , q u e había lleg a d o á u n e s t a d o d e languidcK y de agot a m i e n t o d o f u e r z a s b a s t a n t e grave, á c a u s a d e s u s t r a b a j o s excesivos, do su p e n n a n e n e í a e n u n a localidad en que tan f r e c u e n t e s s o n l a s c a l e n t u r a s , aeregeneró c o n el u s o d e l Vino de Quinium, tomando á d o s i s d e u n a c o p a p o r t a r d e y mañiica, y su s a l u d q u e d ó r e s t a b l e c i d a . " l í e a c o n s e j a d o el u s o d e l QuiniumLaharraque á u n g r a n n ú m e r o d e e n f e r m o s , t a n t o e n m i c a s a d o s a l u d c o m o e n ]ni clientela do la c i u d a d , y siempre con r e sultados satisfactorios. Durante largo tiempo h a b í a buscado nii tónico poderoso p a r a el t r a t a m i e n t o e s p e c i a l d e l a s a f e c c i o n e s c a n c e r o s a s , y a l fin l e e n c o n t r é cu el Quinium, el c u a l c o n s i d e r o c o m o r e p a rador por excelencia d e las constituciones débiles y e x t e n u a d a s , Dlí. CAHARKT.)) ANUNCIOS. umCO PREMIO en ia Ex|>os." Havre 1868. ONICA ADMITIDA i:ii la Expos." Taris 1867. (Agua de ias Hadas). Kíl.:i agua es la primera y la mas cDraz para teñir proKttEÍvaraenii; o.\ cubollo y la barba.—^lngun peligro olrec(í ci empleo de esta agua müaBiosa. POMADA DE LAS HADAS ^ecesa^ia para entretener la eficacia de la lintuia y volver al cabello toda su suavidad. MÁDAME SARÁH FÉLIX, «NICA PROPIETARU. DEPÓSITO GENERÍL. Uve Hicher, 45, PMUS. Voí mayor en Madrid .Agencia Iranco-cspafiula, Sordo, 31. Drp'^siloparlifíiilaTer\ todas las perfumerlasy peluquerías de provincia y del extranjeiii. Precio ; pesetas 7,50, So llalla (5c v e n t a en la. Administración do L A MODA EI.IÍGANTE It.UíTRADA, C a r r c t a s , V¿, principa!. o r e c o m i e n d a n , p o r su e x c e l e n t e é x i t o , l a s o r i ficaciones y D E N T A D U R A S artificiales d e l Dr. F r a n k l i n , h á b i l operador.—(18 años d e ejercicio.) S PAlds, CALLE DE LA PAÍS, 1(¡, 7aAI;0N SAlirFH. DR. B E L L E Í ' U E . 1) M A D R I D . — K l siniestro de l a calle d e Toledo en el 20 d e l actuiíl. n E H A N RECIBIDO BII j l l e t e s d e l a lotei-ía p r ó x i m a á j u g a r s e e n la H a bana, cuyo premio mayor e s d e p e s o s f u e r t e s 100.000, al p r e c i o d e p e s o s f u e r t e s 20 c a d a b i l l e t e e n t e r o y p e sos fuertes 1 p o r cada v i gésimo, en !a Administ r a c i ó n d e TJA MonA líi.EGA.\TF iLUSTEtADA, C a r r e tas, 12, principai, Madrid. A p r o v i n c i a s so r e n u t c n bajo certificado, por lo cual ¡os q u o h a g a n el p o dido deben a c o m p a ñ a r 2 r e a l e s niáa. 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L a b r e v e d a d c o n q u e c u r a l a t o s s e c a y húraeda, la c o q u e l u c h e , l a r o n q u e r a s e c a ó c o n e x t i n c i ó n casi comp l e t a d o l a v o z , e l m a l d e g a r g a n t a y d e m á s afeccion e s d e l o s ó r g a n o s r e s p i r a t o r i o s , le h a hecho alcanzar un renombre merecido. L o s o r a d o r e s l a u s a n a n t e s d o t o m a r l a palabra, ó asi q u e c a n s a d o s d e p e r o r a r s e l e s d e b i l i t a l a voz.—Una caja 4 reales. B A R C E L O N A . — F a r m a c i a d e U viuda del Dr. Padrú. MADIÍID.—En todas las farmacias. V E R M O U T H D E SAÚLES. P r e m i a d o p o r el ilustre Colegio d e f a r m a c é u t i c o s c o n m e d a l l a de p l a t a ; en l a E x p o s i c i ó n m a r í t i m a españ o l a d e 1872 con m e d a l l a d e b r o n c e . A p r o b a d o y recom e n d a d o p o r l a m u y ilustre Academia de Medicina de Barcelona, Instit-uto Médico j o t r a s corporaciones cientiíieas, como t ó n i c o , h i giénico, e s t o m á q n i c o y corroborante, Con el uso de este vino se curan radicalmente todas las afecciones d e l e s t ó m a go.—Depósitos e n M a d r i d : P r a s t , A r e n a l S; Kegalado, Mayor 39; Bestcyro, Imper i a l 3; A r a n a , P r e c i a d o s 9; Dos Siglos, Sevilla 15; SanÍ a u m e , ; H o r n o d e l a M a t a 15, — P e d i d o s al poi'niEiyor, ¡Salvado}- Salles, p o r Barcelona, Bans, MAS TINTÜBAS PBOGHESlVAs i.OB CABfir.T.ris ni.Avcii'' 5 K 16'''S B o u l e v a r d d e S e b a s t o p o l , 16'» PARÍS Depósitos en toñn las Ciudades del Mundo, Con esta T i n t u r a nol:iay ^^^^^' idad de l a v a r l a cabexa m * ^^^, ni después, au aplicación ^ ^ ^ t i l l a y p r o n t o el tesultadO' m a n c h a l a piel n i d a ñ a l a s¿ La caja iiúmpletu 1 r - ,^ pn 0.?L. AIVTI-MITES. COMPOSICIÓN DE VEGETALES, AROMÁTICOS {contra la polilla). P E E S E l l V A T I V O CIEIITO d e Pieles, Cachemires, L a n a s , Tapicerías, — É X I T O G A R A N T I D O . — S e e n c u e n t r a e n c a s a d e V I I Í I C E L - F I L L I A T , p l a z a vdes Terreaux)), 2, e n L Y O N , y e n t o d a s ¡ a s p e r f u m e r í a s . E N F R A N C I A : C n j a s d o 2 francos 2 5 cení., 4 fr. y 7 fr. E N E L E X T R A K J K E O : C a j a s d e 2 f r a n c o s 5 0 cent., 4 f r . 5 < > c e n t , y H fr.. LEGRANO.PfC^'^^o.e- P a n s , y en las pnncniai"^ I tii^^" ^ rías de Amórici- P r e c i o ' peseta» 7 , 5 0 . M A D E I D , - Ia¡prenta, Estereotipia y Galvanoplastia de ArapAU Í C , ' , BucEBOte? de llivAiiENKYnA,