La emisión con leyenda Florentia y el tesoro del Albaicín

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"La emisión con leyenda Florentia y el tesoro del Albaicín"
Margarita ORFI L A PON S y Pere P. RIPO L LE S
Universidad de Granada
Universitat de Valencia
Resumen
·
La aparición de un conjunto de monedas con leyenda latina FLORENTIA, durante los
trabajos de excavación en un solar ubicado en el Albaicin (Granada), en 1993, ha permitido un
análisis más detallado de esta rara emisión. El estudio de estas piezas y de las que ya se
conocían con anterioridad ha defmido mejor su descripción y el estándar metro lógico con el que
se acuñ.aron, deduciéndose que se emitieron en un momento posterior al que generalmente se
creía. 'f,ambién ha desvelado que parte de las monedas que se conocen de esta emisión,
conservadas en colecciones públicas y privadas, son falsas o han sido retocadas.
Abstrae!
The appearance of a set of coins with the Latin inscription FLORENTIA, during
excavations in an archaeological site in the Albaicin (Granada) in 1993, has enabled us to make
a more detailed analysis ofthis rare issue. The study of these pieces and ofthe coins previously
known has better defined their description and the metrological standard to which they were
minted, indicating that they were issued at a Iater date than was generally believed. lt has also
been revealed that sorne of the coins of this issue, kept in public and private collections, are
false or have been retouched.
Palabras clave : Acuñ.aciones monetarias, metrología, tesoro, Albaicin, Granada,
cronología.
Flor. 11., 15 (2004), pp. 367-388.
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Introducción
En el año 1997 se publicó1 un pe queño tesoro de monedas con leyenda latina
FLORENTIA, que apareció en el transcurso de unas excavaciones ar queológicas
realizadas en la Plaza de San José, en el Albaicín ( Granada) (fig. 1 ), en 1993. En esta
publicación el tesoro no recibió la atención que merecía, pues no se extrajo toda la
valiosa información que este excepcional lote de monedas proporciona. Del tesoro se
ocupó, posteriormente, T. Fuentes en su monografía sobre las monedas de esta ceca2,
valorando de forma más conveniente el hallazgo y resaltando la excepcionalidad del
conjunto, dada la rareza de este tipo de monedas.
En ambas publicaciones no se detectaron dos cuestiones muy importantes
relacionadas con la tipología y con su metrología, ya que todo parece indicar que una
mayor atención y cautela sobre estos aspectos hubiese permitido catalogar mejor esta
escasa emisión y reordenar de forma más idónea la seriación de la producción de la
ceca, ubicándola con mayor certidumbre en una posición tardía, lo cual podría explicar
mejor la obtención del cognomen Florentia en un momento más moderno del que
normalmente se ha propuesto.
La escasa valoración y repercusión de la información que proporciona el
tesoro, por haberse publicado integrado en una memoria de excavación y sin darle
protagonismo, y el hecho de que la descripción de las características de estas monedas
l . A. BURGOS, M• A. MORENO, D. PUERTA, M" R. PREGIGUEIRO, A. FERNÁNDEZ,
y G. GUERRERO, "Excavación arqueológica de urgencia en el solar no 2 de la Placeta de San
José del Albaycín", Granada, Anuario Arqueológico de Andalucía (1993), vol. III, p. 228-234.
Sevilla, 1997, p. 229. Previamente, el estudio de este tesoro se encomendó a la prof. A. Arévalo
y a uno de nosotros (P.P.R.A.), pero abandonamos el intento ante el hecho de su públicación
por los autores anteriormente citados y, posteriormente, por T. Fuentes, La ceca ibero-romana
de 1/iberri, Granada, Granada, 2002, pp. 173-174. Las imágenes que publicamos se han
obtenido a partir de los vaciados de las monedas que en su día realizó la prof. A. Arévalo, a
quien deseamos reconocer los esfuerzos dedicados en un proyectado estudio que no llegó a
materializarse.
2. T. FUENTES, La ceca ibero-romana ..., op. cit., pp. 173-174.
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no encaje con la que ha sido ofrecida por casi.todos los investigadores hasta ahora3 nos
mueve a retomar su estudio. A ello se añade el que la mayor parte de las monedas con
leyenda FLORENTIA que hemos visto en los diversos monetarios nos haya producido,
en unas ocasiones, una mala impresión sobre su autenticidad y, en otras, que hayamos
tenido la certeza que se trataba de piezas falsas y, además, retocadas4•
La historiografia sobre la emisión
La primera persona que publicó una moneda de este tipo fue Lorichs5 en su
libro sobre las acuñaciones antiguas de la península Ibérica (lám. 1, 1 ) ; se trató de una
moneda de su colección, conservada hoy en día en el Royal Coin Cabinet de
Estocolmo6• Como leyenda del reverso propuso LOPENTIA y la atribuyó a la ciudad
de Pollentia, sobre la base de creer que los tres primeros signos fueron grabados de
forma retrógrada7, a partir de lo cual la restituyó como POLENTIA. A favor de esta
adscripción adujo que la palma era el tipo parlante de la capital de la isla de Mallorca8.
3. Sólo A. ARÉV ALO, "Las acuñaciones ibéricas meridionales, turdetanas y de Salacia en
la Hispania Ulterior", en C. ALFARO ET ALII, Historia monetaria de Hispania Antigua,
Madrid, 1998, p. 171, porque conocía a fondo el tesoro del Albaicín, ha defmido correctamente
este tipo monetario, pero ha sido ignorado en los estudios posteriores. En Sylloge Nummorum
Graecorum, Sweden 11, The Collection of the Royal Coin Cabinet. National Museum of
Economy, Stockholm. Part 6, The G. D. Lorichs collection, Stockholm, 2003, n° 347, también
nosotros hemos descrito la emisión sin palma.
4. En las dos referencia bibliográficas anteriores se hacen comentarios sobre la existencia de
piezas falsas.
5. G.D. LORICHS, Recherches Numismatiques concernant principalment les medailles
celtiberienes, París, 1852, lám. 67, núm. 1; esta pieza la consideró acuñada en Pollentia,
mientras que las restantes, con leyenda ibérica ilturir, en Palma, cf pp. 126, 147-148 y 159.
6. P.P. RIPOLLE S, Sylloge Nummorum Graecorum, Sweden Il, The Collection ofthe Royal
Coin Cabinet. National Museum of Economy, Stockholm. Part 6, The G. D. Lorichs collection,
Stockholm, 2003, n° 347.
7. G. D. LORICHS, op. cit., p. 148.
8. G. D. LORICHS, op. cit., pp. 148 y 159.
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AñOs más tarde, en 1857, Delgado9, cuando redactó el catalogó de la colección
Lorichs para su venta, en su descripción del reverso advirtió de la existencia de una
leyenda latina, pero no se atrevió a leer nada ("... lég. latine peu lisible."), y la colocó
bajo la cabecera de inciertas, pero señaló la similitud con las monedas de Iliberis.
En el estudio de Heiss10 tampoco se llegó a una identificación correcta, pues
atribuyó estas piezas a la ciudad de Ebura Cerealis, proponiendo que su leyenda, que
ofrecía todavía algunos problemas de lectura, se completara como [EB]ORENTI[N}
(lám. 1, 2). Con ello Heiss puso en duda la lectura de Lorichs, en parte apoyándose en
una mala interpretación de las palabras de Delgado11 cuando describió las monedas de
la colección Lorichs, pues, cuando Delgado señaló que la moneda había sido
sensiblemente alterada, se refirió a un divisor con reverso Victoria, no a las monedas
con leyenda latina FLORENTIA, que además no era de la colección Lorichs. Heiss
tomó la ilustración de esta moneda de la lámina de Lorichs, pero le borró la L que éste
había identificado. Tampoco Heiss dio crédito a las afirmaciones de A. Fernández
Guerra12, quien propuso completar la leyenda como [FL]ORENTI[A].
Muy poco tiempo después de la publicación de Heiss, Delgado comenzó a
publicar su obra Nuevo método . . . 13, en la que propuso la lectura de la leyenda como
FLORENTIA e incluyó la pieza dentro de la producción de Iliberri (lám. 1, 3 y 4). Para
ello se basó en la procedencia granadina de varios ejemplares, en la posibilidad de
realizar lecturas más seguras de la leyenda y en la existencia de inscripciones latinas
9.
A. DELGADO, Catalogue des monnaies et des médailles antiques du moyen age et des
temps modernes en or, en argent et en bronze compasan! le cabinet numismatique de feu Mr.
Gustave Daniel de Lorichs,
Madrid, 1857, p. 58, núm. 1031.
A. HEISS, Description génerale des monnaies antiques de l'Espagne, París, 1870, p. 324.
11. A. DELGADO, op. cit., p. 15, n. l . /dem, Nuevo método de clasificación de las medallas
autónomas de España, vol. 11, Sevilla, 1873, p. 93, puso en evidencia el error de Heiss.
12. A. FERNÁNDEZ GUERRA, Revista de Bellas Artes y Arquelogía 31, agosto, 1867, se­
gún A. HEISS, op. cit., p. 324.
13. A. DELGADO, Nuevo método de clasificación de las medallas autónomas de E�paña,
vol. Il, Sevilla 1873, pp. 82- 100, lám. XXXVI, 13 y 14, la primera continúa siendo la moneda
de la colección Lorichs y el reverso de la segunda (reproducida completa en la portada del
volumen) a la del Sr. S. de Pineda, Granada. Esta última pieza debió ser también retocada o
falsa, pues en el anverso muestra la palma delante de la cara.
1O.
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en Granada en las que se menciona un Municipium Florentinum Iliberritanum.
Consideró que la secuencia más lógica de la producción de la ceca fue la acuñación
de las piezas con leyenda ibérica primero y las que usaron el latín después. En su
ordenación las situó al final de la producción de la ciudad, dentro del grupo de
monedas con leyenda latina, considerando más antiguas las piezas con leyenda
FLORENTIA que las que llevan ILIBERI.
Un distinto concepto sobre la ordenación de las emisiones de la ceca fue el
que tuvo A. Vives14• No dudó en incluir la emisión con leyenda FLORENTIA dentro
de la producción de Iliberi y, aunque no hizo ningún comentario específico sobre ella,
del orden de exposición de la producción de la ciudad se deduce que no compartió el
planteamiento de Delgado. Su ordenación de la ceca comenzó con la serie de monedas
con triskeles, dentro de la cual colocó en primer lugar la emisión con leyenda
FLORENTIA, de lo que se deduce que la consideró la más antigua de todas. Después
de la serie con triskeles se acuñó, en su opinión, la serie con esfinge.
' Ninguna variación sustancial sobre emisión con leyenda FLORENTIA aportó,
la obra de Untermanil15, pues mantuvo la ordenación propuesta por Vives, y seguida
más tarde por Villaronga, al considerar que la serie con reverso triskeles, con la
emisión FLORENTIA a la cabeza, se acuñó primero (en una fecha anterior a 133 a.C.)
y después la de la esfinge.
En el catálogo de las acuñaciones antiguas de Hispania publicado por
Villaronga 16, en 1994, apenas si se introdujeron cambios en la ordenaeión de la
producción de lliberi con respecto al catálogo de Vives. Villaronga también consideró
la emisión con leyenda FLORENTIA la más antigua de todas, datándola a fines del
siglo III a.C. sobre la base de su elevado peso
Una ordenación relativa similar a las que recientemente se habían propuesto
es la que podemos ver en la monografía de esta ceca publicada por T. Fuentes. En ella
se colocan primero las monedas con reverso tri quetra y después las que muestran una
esfinge. Sin embargo introduce una sustancial variación con respecto a todo lo
14.
15.
332.
A. VIVES, La moneda hispánica, Madrid, vol. 11, 1924, pp. 178- 180.
J. UNTERMANN, Monumenta Linguarum Hispanicarum, Wiesbaden, 1975, pp. 330-
16. L. VILLARONGA, Corpus Nummorum Hispaniae ante Augusti Aetatem, Madrid, 1994,
p. 357, núm. l.
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anteriormente visto, pues fecha el inicio de la producción del taller en época de
Augusto17•
Una ordenación similar a la de Vives y Villaronga es la que se propone en el
libro de García-Bellido y Bláz quez18; en él la ordenación se mantiene sin cambios y
se sugiere, con reservas, una fecha de fines del siglo III a. C. para la emisión que
comentamos, al considerar que por su estándar de peso podría pertenecer al sistema
sextantal; no obstante, muestran su extrañeza por el uso tan temprano del nombre de
lugar Florentia. También nosotros hemos participado de estas opiniones hasta fechas
muy recientes, dejándonos llevar por el elevado peso de las monedas19•
El tesoro del Albaicín
Este reducido lote de monedas tiene la virtud de desvelar un engaño que se ha
transmitido de generación en generación, en buena medida, por la inexistencia de
materiales sobre los que se tuviera la certeza absoluta de su genuinidad. Todos los
autores a los que nos hemos referido han descrito incorrectamente las monedas de la
emisión con leyenda latina "FLORENTIA", pues siempre han mencionado la
existencia de una palma delante del retrato, cuando en realidad ninguna de ellas la
posee. Lo más grave de ello no estriba en un detalle de la descripción del tipo, sino
que estas piezas, como pone de relieve el tesoro, son falsas y 1 o retocadas, fundidas
con un grosor (y peso) que excede ampliamente el que tuvieron las piezas originales,
lo cual implica que las consideraciones metrológicas carecen de toda utilidad para
datar esta emisión. El tesoro, pues, es el elemento clave para descubrir un engaño
histórico.
FUENTES, La ceca ibero-romana de 1/iberri, Granada, Gr anada, 2002, pp. 247-257.
P. GARCÍA-BELLIDO y C. BLÁZQUEZ, Diccionario de cecas y pueblos hispánicos,
vol. 11, Ma dr id 2001, pp. 177-179.
19. P. P. RIPOLLES, SNG, Sweden 11, The Collection ofthe Royal Coin Cabinet. National
Museum ofEconomy, Stockholm. Part 6, The G. D. Lorichs col/ection, Stockholm, 2003, n°
17. T.
18. M.
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Circunstancias del hallazgo
Como ya se ha indicado, este conjunto de monedas se recuperó en el marco
de una excavación ar queológica de urgencia en la placeta de San José del barrio
granadino del Albaicín, dirigida por Antonio Burgos, dentro de las intervenciones
programadas desde el Proyecto de Investigación " La ciudad Iberorromana y Medieval
de Granada".
En el momento de inicio de la intervención ar queológica una pala excavadora
ya había profundizado en el solar hasta dejarlo en una cota que los ar queólogos
señalan de a 11,6 5 m. de profundidad en el corte n° 1 respecto al nivel de ese momento
de la calle. La primera unidad estratigráfica identificada fue de tipo sedimentaria
(U. S.1) corresponde a unas tierras grisáceas20. En esta unidad, en parte pisoteada por
el paso de ma quinaria y camiones, destaca la aparición de una lucerna, numerosos
fragmentos de cerámica iberorromana pintada, sigillata junto a cerámica medieval y
moderna.
La siguiente unidad estratigráfica ( U. S.2), por debajo de la 1, y en la es quina
S E, apareció una tierra rojiza que se fue generalizando hacia el SW y el NW, con
material básicamente iberorromano fechado en época ibérica. En el contacto entre
ambas unidades ( U.S.l y 2) apareció un grupo de monedas, las siete que corresponden
al tesoro que a quí se estudia21. La descripción del hallazgo que se hizo en ese
momento es la siguiente:
" Hay que hacer mención dentro de estos materiales intrusivos a una serie de
monedas ibéricas, siete en total, que aparecen en el estrato de esta fase
moderna [período moderno, Fase VI, estrato irregular con materiales
modernos e intrusiones de época anteriores], en contacto con el estrato de la
fase ibérica 11 [con restos ar queológicos cerámicos como cerámica pintada,
gris, con estructuras de paredes y pavimentos a base de cantos rodados, y con
un momento de abandono asociado a materiales cerámicos importados
20. A. BURGOS, M• A. MORENO, D. PUERTA, M• R. PREGIGUEIRO, A. F ERNÁNDEZ
y G. GUERRERO, "Excavación arqueológica de urgencia en el solar no 2 de la Placeta de San
José del Albaycín", Granada, Anuario Arqueológico de Andalucía (1993), vol. Ill, p. 228-234.
Sevilla, 1997, p. 229.
21. A. BURGOS ET ALJJ, op. cit., p. 230.
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(campaniense), que corresponde con los siglos II-I a.C.]. Se trata de un
pe queño tesorillo; presumiblemente estas monedas estarían en el interior de
un contenedor orgánico, que ha desaparecido, ya que aparecen juntas, incluso
unas sobre otras. Este grupo de siete monedas, de la ceca de Iliberri, pueden
ser fechadas entre, los siglos II-1 a.C., presentan en el anverso una cabeza de
figura humana con casco (figura de guerrero) y reverso con triskele con cara
humana y una leyenda con el nombre de FLORENTIA'm.
El lugar concreto del hallazgo de las monedas está señalado en el plano (X4,67, Y-2,08), muy cercanas a la es quina de un estructura de época moderna, lo que
lleva a plantear a Antonio Burgos, el excavador de este sola�3, que ese punto en donde
aparecieron las monedas fue afectado en el momento de construcción de estas paredes
modernas. La cota en la que apareció este conjunto maneta! es de 11,95 m. de
profundidad, es decir, a 3 0 cm. por debajo del nivel que había quedado como
superficial en el momento que se inició la excavación, justo la profundidad señalada
como de inicio de un nuevo nivel, que va desde esa profundidad (11,95) a 12,1 0 m.,
caracterizado por la presencia de materiales revueltos y por estar afectado por obra
moderna. Por debajo de éste, ya a 12,1 O m. de profundidad desde el nivel de la calle,
y hasta llegar a la cota 12.25, corresponde a la unidad con materiales ibéricos, la U. S.
2, conectada a un pavimento y paredes ibéricas.
Por debajo del nivel ibero-romano se identificó otra unidad, la U.S.3,
caracterizada por los ar queólogos como una mancha anaranjada y sin materiales.
Contexto arqueológico
Para introducimos en el contexto ar queológico de este hallazgo consideramos
importante incluir unas líneas dedicadas al inicio de la historia de Granada. El origen
de esta ciudad debe ubicarse en el actual barrio del Albaicín, remontándose al Bronce
22. A. BURGOS ET ALII, op. cit., p. 232.
23. Persona a la que desde aquí agradecemos toda la información proporcionada sobre el
proceso del hallazgo de estas siete monedas.
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Final Reciente, entre el siglo IX e inicios del VIII a.C.24. Pero no fue hasta la época
ibérica cuando realmente tuvo este enclave un desarrollo urbanístico. De este período
destaca especialmente la serie de fragmentos del lienzo de su muralla que permiten
conocer el espacio que ocupaba ese centro urbano fortificado desde época
Protoibérica25.
Este poblado ibérico tenía como hábitat la cumbre del actual Albaicín, y en
sus alrededores necrópolis, abarcando unas seis o siete hectáreas26• Juntando estos
datos a la envergadura y complejidad constructiva de la edificación defensiva, se
demuestra la importancia de este asentamiento ibérico, Iliberri, desde época muy
temprana.No es extraño, por tanto, que se le concediese el calificativo de oppidum por
parte de los autores clásicos27• Su topografía estaba muy determinada por su propia
. ubicación, sobre una colina, lo que hace que hipote que de por vida su propia
fisonomía, adaptándose el hombre al terreno en base a la creación de terrazas
artificiales según necesidades28•
Este poblado ibérico, como es habitual en muchos otros casos, fue
,
transformándose paulatinamente en una ciudad romana a posteriori de la con quista
romana, que debe situarse a inicios del siglo 11 a.C.
24. M. ROCA, M• A. MORENO y R. LIZCANO, El Albaicín y los orígenes de la ciudad de
Universidad de Granada, Granada, 1988, 41-42. A. ADROHER, A., LÓ PEZ, F.J.
BARTUREN, J. SALVADOR y A. CABALLERO, "Discusión", en A. ADROHER y A.
LÓ PEZ, (Eds.), Excavaciones arqueológicas en el Albaicín (Granada). J. El Callejón del
Gallo, p. 183-213, Fundación Patrimonio Albaicín, Granada, 2001.
25. P. CASADO, C. PÉREZ, M. ORFILA, A. MORENO, A.J. HOCES, F. PÉREZ DE
BALDOMERO, M. MORENO y M. LI É BANA, "Nuevos aportes para el conocimiento del
asentamiento ibérico de Iliberri (Granada)", en Actas del Congreso Internacional Los Iberos
Príncipes de Occidente, Fundación la Caixa, Barcelona, 1999, pp. 139-140. M. ROCA ET AL//,
El Albaicín ... , op. cit., pp. 34-37. A. ADROHER y A. L Ó PEZ, op. cit., p. 450. M., Orfila Pons,
La arqueología en Granada hoy: análisis de los datos de época romana. Discurso en su
recepción en la Real Academia de Bellas Artes de Granada, Granada, 2002, pp. 12-13.
26. Otros autores llegan a considerar que ocupó hasta dieciseis o diecisiete hectáreas: A.
ADROHER ET ALIJ, op. cit., p. 1 97.
27. P. CASADO ET AIJI, op. cit., p.142.
28. M. ORFILA PONS, op. cit., p.30.
Granada,
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A la hora de analizar el período de época romana en Granada, debe tenerse en
cuenta que el espacio abarcado no debió variar en demasía del ocupado en su época
predecesora, y, además, no debe olvidarse que se está frente a una transformación de
un núcleo preexistente, lo que quiere decir que en parte se remodelaron las estructuras
ya existentes, creándose a la par edificios en donde albergar las instituciones
inherentes a las nuevas necesidades como consecuencia de la integración en la
administración romana. Las excavaciones en diversos solares en Granada documentan
ese hecho, de ahí que no sea extraño que durante esta transformación se vea citado ese
período como "Época Ibero-Romana".
Hay que tener presente que, desde el punto de vista administrativo, en un
primer momento Granada perteneció a la provincia Ulterior hasta que Augusto creó
la Bética. Dada su ubicación geográfica quedó en la línea fronteriza con la Citerior o
Tarraconense. Al crear Vespasiano la figura de los conventus en Hispania, Iliberri fue
incluida dentro del Conventus Astigitanus29.
Debe pensarse que el proceso de transformación urbana mencionado debió
acelerarse en el momento en que Iliberri accedió a la categoría de municipium, que se
suele ubicar temporalmente como una más de las concesiones cesarianas. Para ello los
investigadores han utilizado como elemento sustentador el asociar el nombre de
1/iberri al cognomen Florentia, basándose principalmente en la cita de Plinio Iliberri
quod Florentinum (Naturalis Historia III 1 0)30• Pero cabe también la posibilidad de
plantearse que sea augustea, con otros datos significativos sobre este tema, como
pueden ser las tribus a las cuales pertenecieron las familias de la élite local. Las
29. F. MOLINA y J. M. ROLDAN, Historia de Granada, l. De las primeras culturas al Islam.
Granada, 1983, p. 121.
30. Plinio enumeró a unas ciudades a las que les añadió los términos de Latini veteres, oppida
antiquita, Latio antiquitus donata o sólo Latini, expresando que dichas ciudades ya tenían su
derecho latino antes de la promoción vespasiana del ius Latii. Las fuentes utilizadas por él
fueron las listas de mediados del reinado de Augusto. Habitualmente al nombre de estos núcleos
urbanos se les acompaño de una serie de epítetos honoríficos característicos, como señala B.
GALSTERER-KROLL, "Zu den spanischen stadtelisten des Plinius", en Archivo Español de
Arqueología 48 ( 1975), p. 44. M.l. HENDERSON, "lulius Caesar and Latin in Spain", en
Journal Roman Studies 32 ( 1942), p. 1-13, realizó una lista de las ciudades que habrían
obtenido esa categoría de ser latinas por Cesar, entre las que sitúa a l/iberri Florentini.
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consideradas ligadas a concesiones dadas por César o por Augusto son las tribus
Sergia y Galería, respectivamente. En Granada, según los datos aportados por las
inscripciones, la mayoría de las familias pertenecieron a la Galerid1, tribu a la que se
relaciona con el colectivo de veteranos que obtuvo en época de Augusto privilegios
o concesiones, de manera que allí en donde se documenta la presencia de individuos
pertenecientes a ésta última hay que suponer la intervención y actividad legisladora
augustea32. ¿Va a ser augustea la municipalización de Iliberri?33.
De la ciudad en época romana pueden deducirse toda una serie de datos
procedentes de las referencias que desde las inscripciones se tienen, de los que
destacamos la cita del foro y la basílica, CIL 11 2 08434, procedente de las cercanías del
Aljibe del Rey, cuya transcripción es la siguiente: (..FORJ ET BASILICAE 1
...BAECLIS ET POST/B US. Más explícita es ésta segunda, CIL 11 2 08335, pues en ella
se hace referencia a una acción evergeta de Perseus, un liberto de la tribu Sergia, que
costeó de su dinero las exedras del foro y de la basílica36.
A esto hay que sumar, además de innumerables bienes muebles, la serie de
bienes inmuebles recuperados desde hace siglos, como por ejemplo la parte del
enlosado y una serie de elementos de decoración ar quitectónica hallados del foro en
el siglo XVIII, conocidos especialmente a través de los dibujos de Diego Sánchez
31. M. PASTOR y A. MENDOZA, Inscripciones latinas de la provincia de Granada.
Universidad de Granada, Granada, 1988. M. Pastor, Corpus de Inscripciones Latinas de
Andalucía. Volumen IV: Granada. Consejería de Cultura. Sevilla, 2002.
32. Wiegels especifica que con toda seguridad los privilegios concedidos a Granada no
pueden ser más tardíos que de época augustea. R. WIEGELS, Die Tribusinschriften des
rómlschen Hispanien. Ein katalog, Madrider Forschungen 13, Berlín, 1985, p. 38.
33. M. ORFILA, op. cit., pp. 28-29.
34. Como recogen Pastor y Mendoza, en su momento, y como el mismo Bermúdez de Pedraza
indicó, se utilizó de escalón en una casa inmediata al aljibe del Rey (M. PASTOR y A.
MENDOZA, Inscripciones latinas . . . , op. cit., pp. 107-108).
35. Ya citada en 1608 por Bermúdez de Pedraza, fue reutilizada en la Alhambra como dintel
de una puerta de la Torre del Agua de la Alhambra, actualmente depositada en su museo.
36. M. PASTOR y A. MENDOZA, op. cit., p. 106, n° 46. M.G. SCHMIDT y M. PASTOR,
"Inschriften aus der Provinz Granada -eine Nachlese", Chiron, 19 (1989), p. 367. A. CANTO,
"Dintel de Perseus", Arte islámico en Granada. Propuesta para un Museo de la Alhambra,
Granada, 1995, p. 350. M. PASTOR, Corpus de . . . , op. cit., pp. 48-51.
Flor. Il., 15 (2004), pp. 367-388.
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M. ORFILA y P.P. RIPOLLÉS �LA EMISIÓN CON LA LEYENDA. ..
Sarabia que Gómez Moreno publicó, confirmados por el hallazgo una serie de esas
piezas molduradas halladas en el 2003 al desmontar parte de una casa sita en la calle
María La Miel n° 11, ubicada en la zona elevada del Albaicín37. Pero son especial­
mente interesantes la serie de restos romanos aparecidos en esta zona desde la década
de los años ochenta del siglo XX y que ya han sido analizados en diversas obras, de
los que destacamos los añadidos romanos a los fragmentos de lienzos de muralla
ibérica ya mencionados, los hornos del Carmen de la Muralla, el atrio de la calle de
los Negros, los depósitos hidráulicos de la plaza de Santa Isabel la Real, o del callejón
del Gallo, o el muro y empedrado de la plaza de San Nicolás, por citar los hallazgos
más recientes38, además de toda la serie de inscripciones honoríficas y funerarias que
desde el siglo XVI se han ido recuperando en toda esta zona39•
Las monedas del tesoro del Albaicín
Anv. Cabeza viril a der., con casco redondo; gráfila de puntos.
Rev. Triskeles: tres piernas dobladas por la rodilla, en posición estrellada, y en el
centro una cabeza de frente; entre las piernas leyenda latina FLORENTIA. Gráfila de
puntos.
Ref. bibl.40: Vives, lám. 72-1. NAH 26 1. CNH, p. 357, n° l . Fuentes, serie I, 1-2 1.
37. M. SOTOMA YOR y M. ORFILA, "Un paso adelante en el conocimiento de la Granada
Romana (Municipium Florentinum Iliberritanum)", AEspA, en prensa.
38. M. SOTOMA YOR, A. SOLA y C. CHOCLAN, Los mas antiguos vestigios de la Gra­
nada ibero-romana y árabe, Granada, 1984. M. ROCA ET ALII, op. cit., A. LÓ PEZ, (ed.),
Excavaciones arqueológicas en el Albaicín (Granada). JI. Plaza de Santa Isabel la Real.
Fundación Patrimonio Albaicín. Granada 200 l . A. ADROHER ET ALII, op. cit. M. ORFILA,
op. cit.
39. M. PASTOR y A. MENDOZA, op. cit.; M. PASTOR, op. cit.
40. Dado que todos describen la existencia de una palma, obviamos seftalar que nuestra des­
cripción corrige la suya. Las abreviaturas utilizadas aquí y en el Anexo corresponden a A.
VIVES, La moneda hispánica, Madrid, 1926 ( VIVES); L. VILLARONGA, Numismática
Antigua de Hispania, Barcelona, 1979 (= NAH); L. VILLARONGA, Corpus Nummum
Hispaniae ante Augusti Aetatem, Madrid, 1994 (= CNH); T. FUENTES, op. cit.(= FUENTES).
=
Flor. JI., 15 (2004),
W 367-388.
M. ORFILA y P.P. RIPOLLÉS- LA EMISIÓN CON LA LEYENDA. . .
379
Las monedas se conservan en el Museo Ar queológico y Etnológico de Granada (citado
en el texto como M.A.E.G). Se ilustran en la lámina 2.
l . A. 1
R. 1
a Granada, M.A.E.G., D J 328 (=Fuentes41, n° 1 0), 3 0,88 gr., 12 h.
b Granada, M.A.E.G., D J 327 (= Arévalo42, p. 2 04, n° 171 = Fuentes, n° 9),
2 5,2 0 gr., 11 h.
e Granada, M.A.E.G., D J 32 5 (= Fuentes, n° 7), 28,89 gr., 12 h.
d Granada, M.A.E.G., D J 329 (=Fuentes, n° 11), 22,24 gr., 1 h.
e Granada, M.A.E.G., D J 323 (= Fuentes, n° 5), 21,69 gr., 1 0 h.
f Granada, M.A.E.G., D J 324 (=Fuentes, n° 6), 18,13 gr., 1 h.
2. A. 1
R. 2
a Granada, M.A.E.G., D J 326 (=Fuentes, 2 0 02, n° 8), 21,21 gr., 3 h.
Tal y como se ha señalado anteriormente, la importancia del tesoro radica en
el hecho de que permite documentar mejor esta rara emisión, por ser un conjunto
numeroso (suponen un tercio de todas las monedas documentadas hasta ahora) y un
testimonio directo, sin riesgo de que hayan sido manipuladas y retocadas. La mayor
parte de las monedas de esta emisión que se conocían hasta la aparición del tesoro
daban una rara impresión. Algunas de ellas tienen toda la apariencia de ser
falsificaciones realizadas mediante fundición, pues los flanes son muy gruesos, con
un espesor muy irregular desde un extremo al otro, y tienen la superficie porosa y sin
la nitidez que distingue a las monedas acuñadas; otras, además de estas características,
muestran que han sido objeto de reto ques con buril ( e.g. Calicó 18-19/61 1979, n° 813
= CNH, p. 3 57, no 1).
La aparición del tesoro ha puesto en tela de juicio dos aspectos importantes,
uno de carácter tipológico y otro metrológico. Por lo que al primer aspecto se refiere,
las monedas del tesoro ponen en evidencia que las monedas con leyenda FLORENTIA
carecen en el anverso de una palma, contrariamente a la forma como había sido
41. En -esta y en las siguientes monedas la referencia a Fuentes corresponde al libro T.
FUENTES, op. cit.
42. A. ARÉVALO, op. cit.
Flor. Il., 15 (2004), pp. 367-388.
380
M. ORFILA y P.P. RIPOLLÉS- LA EMISIÓN CON LA LEYENDA.. .
descrita hasta ahora43, la cual en los ejemplares que la muestran se aprecia que fue
grabada con buril (e.g. Calicó 18-19/6/1979, n° 813 CNH, p. 3 57, n° 1). La creencia
en la existencia de una palma en estas monedas fue debido a que, por su rareza, no se
conocían buenos ejemplares que permitieran definir los posibles elementos integrantes
de la tipología del anverso, por lo que guiados por las monedas con reverso triketra y
leyenda ibérica ilturir, que muestran en anverso una cabeza galeada y delante una
palma, pensaron que las piezas con leyenda FLORENTIA también la debió llevar.
En cuanto a la metrología de esta emisión también el tesoro aporta
información valiosa. Hasta su aparición, esta emisión era tenida como sextantal44, pues
los ejemplares.conocidos daban un peso medio de 41,8 5 gr. (deducida a partir de seis
piezas). Después, cuando Fuentes estudió esta emisión, incorporó las piezas del tesoro
al grupo de las ya conocidas, con el resultado de una sensible reducción de su peso
medio, que pasó a 33,8 gr. En su estudio, Fuentes45 se percató de que los pesos
mostraban una distribución irregular, ya que formaban dos grupos, uno con pesos
comprendidos entre 18 y 3 5 g y otro entre 48 y 6 0 gr., lo que le llevó a decir que la
muestra no era apropiada para hacer un estudio estadístico. Esta anomalía metrológica,
o peculiar distribución de pesós si se prefiere, fue atribuida por Villaronga46 en la
recensión del libro de Fuentes a que correspondían a dos emisiones distintas, una
sextantal, con pesos comprendidos entre 59 y 54 gr., y otra uncia!, con pesos en tomo
a 29-24 gr. La explicación podría ser satisfactoria, si no fuera por que la mayor parte,
si no todas, las monedas de peso alto son, a nuestro juicio, falsas.
Si en la muestra de monedas con leyenda FLORENTIA discriminamos las que
juzgamos falsas y dudosas y se calcula el peso medio únicamente a partir de las nueve
piezas que pensamos que son genuinas47, entonces éste se reduce a 2 5,34 gr. Este peso
medio queda muy lejos del sextantal que se le ha estado atribuyendo, lo cual sin
ninguna duda tiene consecuencias importantes a la hora de su cronología, pues la
=
43. Con las excepciones seftaladas en nota 3.
44. Datos de CNH, p. 357, no l .
45. T. FUENTES, op. cit., p. 233.
46. L. VILLARONGA, recensión del libro de T. FUENTES, en Acta Numismatica 32 (2002),
pp. 243-246.
47. Contabilizamos las piezas del tesoro y las monedas conservadas en la ANS y el IVDJ, que
son las únicas de las que se han publicado que con seguridad creemos que son auténticas.
Flor. Il., 15 (2004), pp. 367-388.
M. ORFILA y P.P. RIPOLLÉS- LA EMISIÓN CON LA LEYENDA...
381
antigüedad que le han atribuido muchos investigadores, sobre la base del estándar de
peso con el que se acuñaron, pierde ahora su principal argumento48. Estando así las
cosas, no sólo no existe ning ún inconveniente en datar esta emisión en un momento
más tardío, sino que además es necesario hacerlo. Un peso medio de unos 2 5 gr.
permite comparaciones con otras cecas que también lo usaron en los siglos 11-1 a.C.,
incluso con alguna emisión provincial de dupondios de la Bética49.
La cronología de la emisión
Como punto de partida hemos de señalar que no existen argumentos para
establecer con absoluta seguridad su fecha de emisión. No obstante, sí que es posible
proponer una cronología más moderna que la que hasta ahora ha sido sugerida. En
primer lugar, la drástica reducción del peso medio de las monedas de esta emisión deja
sin validez toda la argumentación relacionada cc:1n la antigüedad de la emisión,
sustentada sobre la base del supuesto peso sextantal, pues un peso medio de 2 5,34 gr.
y una leyenda latina mencionando uno de los nombres que tendrá la ciudad, cuando
en la segunda mitad del siglo 1 a.C. obtuvo el estatuto jurídico de municipio, son
factores que no encajan ni con los últimos años del siglo III a.C. ni a lo largo del 11
a.C.
Las reacuñaciones proporcionan escasa información para datar estas piezas50.
La de Florentia sobre Carmo, no existe, ya que es fruto de una mala interpretación del
documento con improntas del archivo del Instituto Gómez Moreno o de una
e quivocación al pegarlas en las láminas. La moneda que se dice perteneciente a la col.
En todo caso, el peso medio que proporciona la muestra de T. FUENTES, La ceca ibero­
p. 234 y 283, en la que no se discriminan las piezas que nosotros juzgamos
falsas, aleja la posibilidad de que sea una emisión de peso sextantal, pues 33,8 g quedan muy
lejos de los 54 g de promedio teórico.
49. RPC, pp. 64-65.
5 0. La posible reacuñación de Castulo sobre una supuesta moneda de Ilturir, conservada en
el monetario de la Universidad de Sevilla, no tiene identificada la emisión a la que pudo
pertenecer el soporte; además, no acabamos de ver que realmente corresponda a una moneda
de Ilturir, por lo que no la vamos a tener en cuenta; sobre esta moneda véase, F. CHAVES, La
colección numismática de la Universidad de Sevilla, Sevilla, 1994, n° 117.
48.
romana ... , op. cit.,
Flor. 11., 15 (2004), pp. 367-388.
382
M. ORFILA y P.P. RIPOLLÉS- LA EMISIÓN CON LA LEYENDA .. .
Bourá51 ha sido creada a partir de dos monedas distintas, pues el anverso corresponde
a la misma moneda que ilustra Fuentes como perteneciente a la col. Escudero52, pues
ambos anversos muestran la misma melladura en la parte derecha y los mismos
detalles. Por su parte, las reacuñaciones de Ilturir (del tipo CNH, n° 12) sobre Gades
(del tipo Alfaro VI C) y sobre Obulco (CNH, n° 44)53 sugieren que estas monedas, con
leyenda ibérica, deben datarse a partir de fines del siglo 11 o comienzos del I a.C., lo
cual no resulta de gran ayuda, pero apunta una tendencia.
La composición del tesoro de Guadix, proporciona algo más de información.
Estaba formado por 2 5 piezas, muy consumidas, en palabras de Gómez Moreno, a
quien se debe la noticia de su hallazgo y composició54; de ellas pudo reconocer las
siguientes:
1 de Ilturir con triskeles (17 gr.).
7, por lo menos, de lliberri con esfinge y leyenda ibérica (17 a 13 gr.)
3 ó 4 de Iliberri con esfinge y leyenda latina (24 a 2 0 gr.)
2 unidades de Castulo (una con símbolo mano)
1 posible de Tamusia
1 as de CN MAG (RRC 471, 46-4 5 a.C.)
La presencia de un as de CN MAG nos permite asegurar que todas estas
monedas estaban en circulación en la segunda mitad del siglo I a.C. Esta composición,
con presencia de monedas con leyendas latinas, aunque ninguna de ellas perteneciente
a la emisión con leyenda latina FLORENTIA, sirvió a Crawford55 de base para
proponer una cronología tardía para la acuñación de las piezas con leyenda latina: los
51 . T. FUENTES, op. cit., p. 182.
52. T. FUENTES, op. cit., en p. 1 88. Se trata de una moneda que en algún momento fue de
la col. Sánchez de la Cotera; en la actualidad se conserva en el IVDJ.
53. T. FUENTES, "Consideraciones sobre la cronología de las monedas de Iliberri (Grana­
da)", Numisma, 1997, pp. 17-18; Eadem, La ceca ibero-romana . . . , op. cit., pp. 212-220.
54. M. GÓMEZ-MORENO, Misceláneas. Primera Serie. La Antigüedad, Madrid, 1 949, p.
395; las anotaciones y manuscritos de este hallazgo los reproduce T. FUENTES, op. cit.,
pp.
1 89-1 94.
55. M.H. CRA WFORD, Coinage and Money under the Roman Republic: Ita/y and the
Mediterranean Economy, Londres, 1985, p. 341.
Flor. Il. , 15 (2004), pp. 367-388.
M. ORFILA y P.P. RIPOLLÉS- LA EMISIÓN CON LA LEYENDA...
·
383
años sesenta-cincuenta a.C. Crawford asumió que las acuñaciones de Iliberris evolu­
cionaron desde el uso de leyendas ibéricas a las latinas.
El tesoro del Albaicín no aporta tampoco datos concluyentes, aun que también
inclina la balanza hacia una época avanzada. Se señala que "apareció en el estrato.de
la fase moderna en contacto con la fase ibérica 11", ésta última los excavadores56 la
fechan en los siglos 11-1 a.C. De ello se deduce que su ocultación se produjo en un
momento posterior a la formación de la fase ibérica, es decir a partir del siglo 1 a.C.
De todo lo anteriormente expuesto, a saber, de las informaciones de los
tesoros de Guadix y de Albaicín y de la presunta secuencia de uso de la escritura
monetal, primero la ibérica y después la latina, se puede deducir que las monedas con
leyenda FLORENTIA debieron emitirse a partir de la segunda mitad del siglo 1 a.C.,
lo cual las relacionaría con el momento de obtención del estatuto jurídico de municipio
a partir de la época cesariana, quizás durante el reinado de Augusto57•
'Anexo
Otras monedas con leyenda FLORENTIA (genuinas y falsas)
A. Genuinas
e. I V DJ16 14 (= Sánchez de la Cotera 441 =Fuentes, p. 188, atribuida a la col.
Escudero = Fuentes, pp. 182 y 221, reverso de una inexistente reacuñación sobre
Carmo), 18,74 gr.
b. H S A, A N S 23974 (=Fuentes, no 1), 32,34 gr.
B. Falsas o muy dudosas
A partir de las monedas que consideramos falsas se aprecia que se fabricaron
con más de un molde; en algúnas piezas se reconoce el mismo molde o la utilización
56. A.
BURGOS ET ALII,
W cit., p. 232.
5 7. T. FUENTES, op. cit. , pp. 25 0 y ss., también propuso una cronología similar, creyendo
que no era coherente el uso del latín en los años finales del siglo III o comienzos del II a. C.,
aunque disentimos profundamente sobre la organización de las emisiones y en la datación de
todas las restantes emisiones, que ella considera emitidas en su totalidad a partir del reinado de
Augusto.
Flor. Il., 15 (2004), pp. 367-388.
384
M. ORFILA y P.P. RIPOLLÉS- LA EMISIÓN CON LA LEYENDA...
de la misma moneda para su elaboración, como es el caso de las piezas que llevan las
letras latinas VR en el anverso (monedas e y d).
Sobre la falsificación de estas monedas parece claro que fue debido a su
rareza, pero también queda de manifiesto que quienes las fabricaron disponían de
piezas genuinas, aunque no tan bien conservadas como para ver sin dificultad los
elementos integrantes del anverso, pues, como ya hemos señalado, la palma fue
añadida por influencia de la emisión con triskeles y leyenda ibérica 1/turir.
La falsificación más antigua detectada es la moneda de la colección Lorichs,
lo cual coincide con la primera vez que se publicó una pieza de este tipo. La existencia
de una moneda de este tipo en la col. Lorichs, que la formó en el segundo cuarto del
siglo XIX, sugiere los inicios de ese siglo como un momento posible. No sabemos
dónde se llevó a cabo la falsificación y reto que de estas monedas, pero pudo
producirse en la misma Granada, lugar donde los hallazgos debieron facilitar el
conocimiento de este tipo de moneda. Sin que queramos establecer una relación
directa con las falsificaciones que tratamos, es interesante señalar que Delgado58
menciona la existencia de falsificaciones durante los siglos XVI y XVIII y un proceso
por falsificación de antigüedades a Miguel de Luna. Por consiguiente, no sería nada
extraño que las monedas falsas de Florentia se incriban en este contexto, que contaba
ya con precedentes, como fue el famoso proceso a Flores59.
a. París 1143 (= Vives, lám. 72, 1), 59,87 g, 7 h. Es una pieza falsa, fundida.
El flan es muy grueso y de sección irregular. En el reverso existe en la parte superior
un segmento de la superficie sobreelevada, con un borde muy lineal, que parece debida
a una fractura de cuño en la pieza que sirvió de modelo. La leyenda ha sido retocada
y dice FLORENTOA.
b. Estocolmo, ( = Delgado60, núm. 1 031 SNG Sweden 11, Part 6, The G. D.
Lorichs col/ection, n° 347), 57,74, 6 h. Es una pieza de características bastante
similares a la de París. El flan es muy grueso. Unos trazos situados delante de la cara
han sido interpretados como una palma, es posible que hayan sido grabados con buril.
=
58. A. DELGADO en vol. Il,
p. 87.
,
Véase también sobre este tema CIL II,
pp. 286-287.
59. Para más in formaci ón , véase M. SOTOMA YOR, Cultura y Picaresca en la Granada de
la Ilustración. Don Juan de Flores y Oddouz. Universidad de Granada. Centro de Estudios
Históricos de Granada
y
su Rein o Gran ada 1988.
,
,
60. A. DELGADO, Catalogue des monnaies . . . , op. cit.
Flor. Il., 15 (2004), pp. 367-388.
M. ORFILA y P.P. RIPOLLÉS- LA EMISIÓN CON LA LEYENDA...
385
NAH n° 26 1 ( = Bolsa Cultural 11 196 8, n° 52 (= Fuentes, n° 13), 54 gr. Es
una moneda fundida. En el anverso, en la parte superior, casi tocando la parte
delantera del casco, aparecen las letras VR.
d. GabinetNumismatic de Catalunya, n° 23 54 0 (=Fuentes, no 4), 56 ,98 gr. Es
una moneda fundida. Como en la moneda anterior, en el anverso y en la parte superior,
casi tocando la parte delantera del casco, aparecen las letras VR.
e. Calicó 18-19/6 1 1979, n° 813 (= CNH, p. 3 57, n° 1), 23. 5 0 gr. Parece una
moneda fundida, pues la grietas no son auténticas al estar rellenas de metal. La palma
está trazada a buril (posiblemente tomó como modelo el dibujo de la moneda de
Lorichs) y también las letras del reverso han sido realzadas mediante reto que.
c.
·
Flor. Il., 15 (2004), pp. 367-388.
386
M. ORFILA y P.P. RIPOLLÉS- LA EMISIÓN CON LA LEYENDA. ..
Figura l. Plano de situación del tesoro del Albaicín
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l. Lorichs
2. Heiss
3. Delgado, 13
4. Delgado, 14
Lámina l Monedas Florentia
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la
lb
ld
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2a
Lámina JI. Monedas Albaicín
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