Los héroes escasos ¿Quién formó un dios, o quien fundó una estatua que para nada es provecho? ISAÍAS, 44, 10. Tu leyenda me amilana hunde mis pies profundamente en el barro de los que te miran atorticolados vanidoso bronce. Nadie puede ser como la leyenda. Hay que morir para eso y haber hecho algo estúpido o grandioso. ¿Qué has hecho tú? Paradigma. ¿Cuánto hay de cierto en tu leyenda cuánto de pasión nación obligación? Nadie se atreve a cantar contra un bronce de tantos años.