Introducción. En las profundidades de la tierra, en el corazón ardiente de sus entrañas, existe el inframundo(1), un lugar de criaturas demoníacas, maldad oscura ilimitada, donde todo esta bajo la órdenes del más fuerte. Aquí yacen las almas oscuras que no tienen paz, almas desterradas obligadas a vagar por toda la eternidad, dentro de poco algo terrible los va a transformar a causa de una guerra sin igual por la supremacía. La maldad contra la maldad en un terror que hará temblar la tierra y nadie estará a salvo de esta contienda. El desafío entre los clanes que habitan en el inframundo querrán reclamar el poder de Belial, el aura que todo lo controla. La batalla aún no termina y un guerrero de la superficie tendrá que regresar para salvar al mundo… (1)-Ver anexo. EL MURMURO DEL ERRANTE En la fosa del olvido, un lugar siniestro, aterrador, donde las almas malvadas son enviadas a un olvido sin fin y donde pronto serán liberadas para un objetivo, un propósito que enmaraña un plan en beneficio de unos pocos. La figura vestida de túnicas tan grises y oscuras como su propia alma vigila las mazmorras de los olvidados. -“Aquí yacen mis hermanos, aquellos que alguna vez lucharon a mi lado hoy yacen en el olvido, pronto aquellos que los han enviado aquí serán destruidos para que volvamos a gobernar”-. Dice la voz siniestra oculta detrás de la capucha. -“Después de diez años de aquella confrontación contra el humano que venció a los trece príncipes y que por castigo fueron enviados al olvido, pronto tendrán su oportunidad de revindicarse y vengarse”-. Agrega con clamor y repudio. Así el alma errante que evoca a sus hermanos se levita acercándose cuidadosamente hacia la entrada principal de la fosa, un error y la misma lo absorberá como una bolsa de aire y jamás podrá escapar de sus oscuras mazmorras. Un aura maligna lo envuelve a medida que medita un conjuro secreto, pero aún es muy débil para poder romper la barrera que bloquea la entrada de la fosa, las almas de sus hermanos deberán esperar para ser libres. -“Aún no tengo fuerzas suficiente, tranquilos hermanos la hora de su libertad está cerca”-. Dice la figura mientras se aleja frustrado por no poder romper el bloqueo. -“Tendré que buscar el cáliz negro para poder conjurar el hechizo anti-barrera, el concilio del inframundo hizo muy bien su trabajo, pronto la corona vacía será mía”-. Agrega con furia enérgica. En cuestión de segundos la figura desaparece en las sombras, el aura maligna se desvanece y todo es silencio profundo y escalofriante. Desde que los príncipes fueron derrotados no hubo nadie que pudiera ocupar el trono del inframundo, todas los demás clanes sin un guía luchan por ser el más fuerte, todo se convierte en un caos que nadie puede detener. Los seres malignos que habitan en estos lugares quieren ocupar el trono y eso es lo que la figura encapuchada desea conseguir, solo liberando el poder de sus hermanos puede lograrlo. La lucha continúa, los clanes se atacan unos a otros, destrucción, sangre, un colapso generalizado que si no es detenido a tiempo repercutirá más allá de las fronteras de este mundo. El errante vuelve a su escondite desde donde prepara su plan de erradicación. -“Te estaba esperando Valdock, debemos apresurar nuestros planes deberás buscar el cáliz negro para poder liberar a nuestros hermanos; te encomiendo la misión y lo quiero lo antes posible, sin demoras ni errores”-. Ordena con mucha furia. -“Así será maestro, no le fallaré solo indíqueme su escondite y se lo traeré”-. -“Esta oculto en algún lugar de las catacumbas del clan de los dioses oscuros del Nilo, en este momento hay gente indeseada que lo está rastreando, cuando lo encuentren asegúrate de que no lleguen a sus manos”-. -“Sí maestro”-. Dice Valdock y se desvanece en cuestión de segundos. La figura encapuchada medita su plan junto a una figura de piedra que se halla junto a un altar, allí le ofrece ofrendas con un sacrificio usando un esclavo capturado en una de las batallas. -“Aquí te ofrezco este sacrificio, para que la sangre de este infiel que ha profanado tu nombre alimente tu ira y nos des el poder para que limpiemos este mundo lleno de impuros, los trece te serviremos gran maestro”-. Dice y continúa con el sacrificio sacando el corazón del esclavo lanzándolo al fuego de la redención. Las llamas alimentadas por este acto se lanzan con irradiante fervor hacia las alturas con una energía maligna, la cual viaja hacia todos los confines del inframundo donde cada criatura o ser viviente lo presintió quedando atemorizados. -“Presintieron eso, ese aura tiene un inmenso poder que hace muchos años que no se percibía; desde que…”-. Dice con temor el jefe de uno de los clanes reconociendo esa aura. En la zona de los Dioses Negros del Nilo, residencia de los dioses oscuros, un grupo de esclavos excavan una zona rocosa donde una vez los sacerdotes oscuros escondieron el cáliz negro; el mismo permite desde desbloquear todo tipo de barreras mágicas hasta conceder fuerzas inimaginables al que puede manipularlo. Desde un túmulo de fuego, un corpulento ser vigila a sus presas; Valdock se prepara para atacar ni bien vea lo que viene a buscar. Sus ojos con un intenso brillo rojo no pierde de vista al objetivo, sus músculos se tensan quiere acción, sangre, destrucción. Sabe bien que se encuentra en un terreno peligroso, los dioses oscuros del Nilo son poderosos aún desde sus tumbas pueden emanar grandes poderes si un sacerdote oscuro los invoca. Los poderes desde Anubis, el chacal, hasta Sokar, cuyo templo llamado “Portal de los corredores”, es la entrada al submundo egipcio. Es precisamente donde se encuentran los dioses oscuros. Entre el y su objetivo corre un torrente del Nilo, donde un vapor incandescente hace perder un poco de visibilidad pero no se deja vencer; allí queda firme esperando el momento. Cerca de la excavación se encuentran varios monumentos que representan a los distintos dioses oscuros, cada cual con sus altares de ofrendas que son usados por los sacerdotes para invocar a estos dioses, sobre todo en estos tiempos de batallas de clanes. Por algún motivo los sacerdotes decidieron desenterrar el cáliz negro, algo grande deben tener en manos para realizar tan peligrosa tarea, eso no importa a Valdock ya que están haciendo el trabajo duro por el. Uno de los sacerdotes hace una señal indicando que algo encontraron y pronto uno de ellos sale con la reliquia que se halla guardado dentro de un cofre de cobre con muchas inscripciones en un egipcio antiguo que no muchos pueden traducir. Su momento ha llegado, cuando el cofre es abierto y su contenido verificado es la señal que necesitaba para entrar en acción. Con astucia y sin desesperarse se acerca al altar de Anubis, el cual se encuentra a espaldas de los sacerdotes que no se percatan del visitante. Ya que se encuentran realizando un ritual colocándose en círculo sobre el cáliz y éste empieza a tomar un brillo lleno de maldad. Sabe que debe apurarse antes de que terminen de concretar el ritual o será tarde. En un ataque frenesí ahuyenta a los indefensos sacerdotes que no prestan resistencia, no están a la altura de combatir a la furia de Valdock por lo que le resulta muy fácil robar la reliquia. Una vez que lo tiene en su poder desaparece en las sombras antes el desconcierto de los sacerdotes. Pronto llega ante su maestro… -“Maestro la misión fue un éxito”.- dice Valdock poniéndose de rodillas a la vez que entrega el Cádiz a su maestro. -“Bien hecho discípulo, tu eficiencia será recompensada, ahora ve a preparar el altar para comenzar con el ritual; junto a la fosa de los olvidos serás testigo de algo que nunca en tu vida has visto. Solo los antiguos conocen este poder que será liberado para restaurar el orden y el trono de estas tierras de nadie”-. Dice el errante a la vez que toma el cáliz con una ansiedad feroz. Mientras los clanes siguen luchando entre sí en cruentas batallas sangrientas, el errante prepara su mayor golpe que lo ayudará a reconquistar el trono que los antiguos perdieron hace diez años cuando fueron derrotados por un simple mortal. Lo que el errante planea es liberar el poder de los trece antiguos que lo ayudarán a obtener el máximo de sus poderes, con eso lograr intimidar al resto de los clanes enemigos o destruirlos si es necesario. Una vez que esto concluya lo siguiente es dominarlos y guiarlos a un ataque total sobre la tierra vengándose así de la humanidad por la derrota provocada anteriormente. Solo es cuestión de tiempo, todo esta listo para iniciar el ritual que ayude a liberar los espíritus de los trece, la fe en la victoria esta cerca y no la dejará escapar con facilidad. LA IRA DE LOS ESPIRITUS Todo esta listo y el altar esta preparado; incienso, sangre de sacrificios, utensilios de rituales puestos en lugares estratégicos de la sala, dibujos de cruces, etc. Allí esta el errante con su túnica de rituales listo para dar comienzo, sus hermanos pronto serán liberados. -“Fuerzas de la oscuridad, siervos de la maldad, yo aquí los convoco a través de este ritual, aquí esta su servidor, ¡escúchenme!”-. Con gran clamor inicia su ritual a los oscuros a la vez que mezcla los ingredientes en las cantidades exactas. En cuestión de segundos una nube negra rodea el cáliz formando un círculo de energía pura en un rojo incandescente. -“Aquí los convoco para que nuestros hermanos de sangre sean liberados de su prisión, que sus almas sean libres para ocupar el lugar que les corresponde, vengan a mí señores de la oscuridad, los convoco, obedeced mi llamado”-. Agrega con una fuerza que hace vibrar sus venas. Todo el inframundo parece temblar, los clanes sorprendidos por lo sucedido se retiran de sus respectivas batallas hacia sus dominios o se pierden en las sombras como animales asustados. La mayoría de sus jefes conocen este aura poderosa que invaden todos los rincones de las cavernas del submundo y saben que ahora el peligro no son sus propia gente, sino una maldad que va más allá de su imaginación. -“Den el mensaje a todos los clanes, debemos dejar esta lucha de rencores y debemos prepararnos para una amenaza mayor, rápido mis alados no hay tiempo que perder avisad que la reunión será en el círculo de los antiguos, todos deben asistir sin excepción”-. Fue la orden del jefe de una de las tribus. Así se dispersan las criaturas haladas encomendados a la misión de mensajeros para las demás tribus, lo que los desunían como enemigos ahora deberán unirse en pos de una amenaza mayor. Todos los clanes son alertados de la amenaza que se esta gestando en el corazón de su mundo y después de dudas deciden dirigirse hacia el circulo de los antiguos. La oscuridad densa, fría, mezclada con una maldad que hasta el mismo demonio se asusta de sí mismo; agazapada en lo profundo esconde un plan de destrucción. -“Venid hermanos, yo les devuelvo la libertad para que vuestra venganza devore a los impuros que los aprisionaron, salgan de sus mazmorras hijos verdaderos de la oscuridad”-. Sigue con el ritual el errante. -“Escucha ahora las palabras de tu siervo. Los secretos que escondimos en la noche. Los dioses más antiguos son invocados aquí. El gran trabajo de la magia es buscado Esta noche y a esta hora. Invocamos al ancestral poder. Tráenos tus poderes. Queremos el poder. Danos el poder para que tus hijos sean liberados”. El errante convoca los poderes de los ancestros para que el ritual se complete y un torbellino de energía rodea el altar. En cuestión de segundo el bloqueo de la fosa de los olvidos deja escapar las almas de los antiguos príncipes. Los mismos se detienen al ver al errante, al ser misterioso que los liberó y los convoco. -“Habla, ¿quién eres?, ¿quién osa convocar a los antiguos en este mundo vertido de maldad y caos?”-. Pregunta una de las almas. -“Yo los he liberado hermanos, para que sus almas sean revindicadas y vuelvan a ocupar el lugar que les corresponde como señores de los trece clanes, hoy se hayan en lucha en un caos en busca de usurpar el antiguo trono”-. Contesta el errante. -“A nosotros que nos interesa la destrucción de sus almas, mas de diez años hemos sido encerrado en el olvido a causa de su avaricia, después de dominar estos mundos a quién les interesaría nuestro regreso”-. Agrega con desconfianza otra voz. -“Todo el inframundo está sujeto a un caos, pronto colapsará si estas luchas persisten y por lo tanto todos seremos animas vagabundas, no seremos nada”-. Insiste el errante. -“Nosotros ya lo somos, que nos hará cambiar de parecer”-. Se aferra a su ideal las ánimas. Ya no muy contento, el errante hace una pequeña introducción… -“…Hace diez años todos ustedes encauzaron un lucha para dominar la superficie, que a causa de una venganza propia de un sirviente que desobedeció nuestros ideales, nos llevaron a luchar contra un humano insignificante y con ayuda de un manto sagrado todos fueron derrotados. Eso produjo que fueran encerrado en estas mazmorras…”-. Narra el errante. -“¿Como es que estas al tanto de estos hechos después de tantos años?”-. Pregunta con desconcierto otras de las ánimas. -“Es que no reconocen a su antiguo maestro”-. Dice el errante al dar a conocer su rostro a los antiguos. -“¡Maestro!, ¿usted?”-. Repiten con asombro las ánimas al reconocer a su maestro. -“Pero usted pereció en manos del impuro”-. Se sorprende otras de las ánimas. -Mi fiel Trtey no todo lo que parece es, tuve que mostrar mi propia muerte transportándome a la cueva de los nigromantes, ellos curaron mis heridas y regeneraron mis poderes. Hace poco pude valerme por mi mismo pero mis poderes aún no estaban completos hasta que pudiera liberarlos; ahora nos tomaremos venganza de todos estos años de destierro, primero debemos limpiar este caos antes que el colapso entre los clanes nos lleven al olvido eterno,”-. Dice el errante. -“Cuente con nosotros, maestro”.- Dice Trtey, el primer príncipe, todos contestan con una reverencia. -“Por el momento pondremos marcha a nuestra ola de terror, detendremos este colapso de los impuros, aquellos que osan detenernos serán destruidos”-. Afirma con devoción. -“Así se hará maestro”- asisten todos. -“Aquí nuestro hermano Valdock nos estará informando de los acontecimientos”-. Señala el maestro a su discípulo para que informe de lo que ha estado espiando en el submundo. -“Maestro, he visto como todos los clanes han cedido en su lucha y se reagrupan; por lo que he visto se dirigen al círculo de los antiguos”-. Finaliza con una reverencia. -“Bueno mis discípulo, será nuestra presentación, nuestro resurgir, que la oscuridad los ilumine”-. Dice el maestro haciendo una señal para que se dirijan al lugar indicado. En el circulo de los antiguos… -“Los he reunido aquí para dar la noticia de algo terrible para todos nosotros, nuestras guerras internas deben concluir para unir fuerzas contra el mal que nos amenaza”-. Dice uno de los líderes. -“Que puede ser tan amenazante para nosotros, hace años luchamos entre nosotros por algo que no podrá ser nuestro jamás, nos debilitamos por algo sin sentido solo mostrar quien es el más fuerte”-. Gruñe otro. -“Por eso es que debemos hacer un alto, estrechar un lapso de hermandad y unirnos contra este mal”-. Contesta nuevamente. -“¿Qué mal es ese que tanto temes?, Sacron del clan de los guerreros oscuros”-. Pregunta otro de los líderes. -“Es que, ¿no lo has percibido aún, Torak?; ellos han despertado, fueron liberados y vendrán pronto a tomar venganza por haberlos encerrado en la fosa de los olvidos”-. Da una pista Sacron. -“Estas diciendo que ellos escaparon de las mazmorras místicas, ¡cómo es posible!”-. Dice con susto Torak. -“Así es, alguien a quien desconozco logro liberarlos usando el cáliz negro”-. Agrega Sacron. Todos quedaron en silencio, saben lo que esto significa y la lucha por la supervivencia comienza, nadie queda exceptuado. -“Todos aquellos que estén a favor de esta hermandad que se de a conocer y de su repuesta”-. Agrega Sacron observando a todos de reojo estudiando su reacción. Todos se presentan dando un paso adelante para mostrar su rostro con orgullo. -“Torak, del clan de los guerreros de fuego del Hades, estamos a favor”. -“Beliak, del clan de los hechiceros místicos de la región de Arcadia, los complace”. -“Arnat, de los dioses oscuros del Nilo, aceptamos”. -“Olnaf, de los Elfos de las profundidades del Oponte, estamos de acuerdo”. -“Obsidian, señor del los goblins de la región de las penurias, estamos a favor”. -“Hadar, señor de las nigromancias del oeste, aceptamos”. -“Aporia, los guerreros del alba, señor de la región de los pantanos de fuego, estamos a favor”. -“Greiger, de los gigantes de piedra, señores de las catacumbas del Tártaro, presentes”. -“Dragan, de los paladines negros de la región del tercer nivel del submundo, aceptamos”. -“Jakob, señor de los inmortales, de la región Este, estamos listos”. -“Halldor, del clan de los hombres alados, del mundo de los marginados, presentes en la lucha”. -“Devack, jefe de los antiguos emisarios, de la región de los puertos de lava, aceptamos”. -“Todos han aceptado esta hermandad, yo Sacron, señor de los guerreros oscuros de la región de los difuntos cierra este pacto con un sacrificio”-. Dice cortando una de sus muñecas en presencia de todos. El silencio se presenta en toda la habitación, un murmullo de desconfianza se transmite en la oscura sala esperando el siguiente paso a seguir. A pesar del pacto nadie confía en nadie, ante el clamor de lo que se avecina deben ceder en sus ambiciones para enfrentar una nueva amenaza que años yacían en las profundidades del olvido. -“Deben prepararse para la batalla, ya presiento el aura maligna acercándose estén listos”-. Ordena Sacron. -“Yo preparare un hechizo de bloqueo para tratar de detenerlos”-. Agrega Beliak mientras prepara su conjuro. -“Gran Gliantek, nombrado Dador por los dioses, hoy eres reverenciado como un Dios de la Guerra después de tu muerte, aquí te convoco para que nos protejas del mal que nos amenaza, ven gran señor, ven alimentar tu alma con quienes osan atacarnos”-. Convoca el hechicero Arcadio y un remolino vendaval que mueve montañas hace aparecer la figura enana del convocado. -“Quién osa interrumpir mi descanso, mi ira no tendrá reparo”-. Dice con enojo el recién llegado. -“Belial el señor de Arcadia necesita tu poder para detener la horda de destrucción que nos amenaza, espera un instante y lo verás por ti mismo; un gran poder que puede vencer incluso a un Dios viene a nosotros”-. -“Pues eso esta por verse, tomare mi maza mística de los elfos oscuros y verán quién es el Señor de la Guerra”-. Agrega Dador con una furia sin igual delatado por el brillo maligno de sus ojos. Un gran chillido agudo se escucha haciendo ecos por toda la caverna donde se hallan reunido el concilio, un temor generalizado los apiada a todos menos al señor de la guerra que golpea su maza contra el suelo y este tiembla dejando escapar una fuerza magnética a gran escala. Una fría brisa se percibe por una de las entradas a la caverna y todos tienen la misma sensación de quienes aparecerán por la oscura y aterradora puerta. En unos segundos los espectros entran enloquecidos rodeando a todos los presentes sin dejarles la más mínima chance de reaccionar. Pronto la figura encapuchada entra en la sala con un carisma de victoria anticipada sobre los presentes. -“Veo que todos estamos reunidos aquí quizás llegamos en un buen momento para charlar un poco”-. Dice burlón el antiguo Monarca. -“Como es posible que hayas vivido después de tantos años; te vimos morir”-. Reprocha el líder del concilio. -“Mi querido Sacron, siempre envidiando mi lugar, si usaras un poquito mas tu poco cerebro te hubieras dado cuenta que es imposible ser derrotado, fue apenas un retiro estratégico para volver a reclamar lo que me pertenece”-. Contesta con una sonrisa malvada y tenebrosa. -“No se como te las ingeniaste para esconderte sin que te percibiéramos, pero ahora no vacilaremos en destruirte por completo”-. Contesta gruñón Sacron. -“Que lastima, a pesar de que he vuelto al lugar que alguna vez domine con pie de plomo, donde los gusanos como vos eran aplastados con un cerrar de ojos, aún y así osan desafiarnos”-. Agrega dirigiéndose a todos los presentes. -“Les doy un ultimátum, una opción para que nadie termine destruidos por mis fieles seguidores”-. Ríe desafiante mientras sus discípulos revuelan el lugar de un lado a otro mostrando su ira y esperando una señal de su maestro. -“Que quieres aquí”.- grita con enfado Torak. -“Primero que todos los clanes vuelvan a mostrarse ante mi como su soberano absoluto y luego unirnos para atacar y dominar la superficie tomando a la humanidad como nuestros esclavos, repartiéndonos los despojos de estos infieles entre todos nosotros”- Contesta con ironía el maestro. -“Que ironía presentarte en este lugar con tan vanas palabras, porque no vuelves al agujero donde estuviste escondido como una cucaracha asustada ya que deberías haber acompañado a estos títeres tuyos”-. Dice con enfado Devack mostrando su puño lleno de furia. Sacron le envía una señal de aprobación al gran Dios de la Guerra y este no demora en actuar. -“De las profundidades de lo desconocido, yo te convoco gran diosa egipcia Sejmet y a ti gran diosa Tefnut para que su hambre voraz sedienta de sangre y destrucción lleguen a mi para destruir a mi enemigo. Por la potestad que me confiere como Dios de la Guerra te convoco gran Erebo, Dios Primordial de la oscuridad y las sombras para que tu enemigo sea devorado por tu ira. Vengan a mi os ordeno en este instante”.- Gliantek convoca estos poderes a la vez que revolea su poderosa masa. En cuestión de segundos un remolino de oscuridad da paso a un agujero negro, de donde salen las almas de estos dioses encubriendo a las ánimas y estos desaparecen tragados por la misma maldad que los creo alguna vez. Todos los presentes miran victorioso este primer encuentro. “-Bueno parece que ya conozco su repuesta, bien, entonces así será; tienen hasta la eclipse lunar dentro de tres lunas para cambiar de parecer. Luego no tendré misericordia de ningún clan”-. Agrega el monarca y desaparece en la nada. -“¿Qué haremos ahora Sacron?”-. Pregunta Olnaf con duda. -“No nos dejaremos intimidar, tenemos todo a nuestro favor y no le daré el gusto de arrastrarme como un gusano otra vez”.- Contesta con euforia el señor de los difuntos. Con disgusto mira a todos de reojo y por la expresión en los rostros de los presentes comprueba que todos aprueban la contienda contra el monarca. Vuelven a sus respectivos clanes para preparar a los ejércitos, miles de almas manejadas como títeres se arman, se camuflan con una ira desmedida que hacen pelearse entre sí. ERRADICACION Una densa atmósfera de terror, muerte y desesperación recorren las miles de cavernas que subsisten en el inframundo, el olor a sangre, discordia y codicia sin fin, hacen que estas almas perdidas vaguen sin conciencia y en un desorden que cualquier clan más fuerte puede dominarlos sin pestañar. La furia del combate se percibe en todos los confines de este submundo, los ejércitos se predisponen para la contienda y avanzan a gran velocidad hasta los límites de sus dominios y esperan agazapados en las penumbras esperando a su presa. -“Aquí esperaremos, tenemos la ventaja del terreno, seremos fuertes”-. Dice Obsidian, señor de las penurias y tristeza eterna, sus bestias camufladas esperan con gran ansiedad a su enemigo. Así en todas las regiones de los submundos los ejércitos esperan, cada región protegida por un espíritu o Dios convocados por los poderes de los jefes más poderosos, ¿será suficiente ante tanta maldad?. Mientras tanto el monarca y sus ánimas preparan su avanzada de conquista, una codicia sin fin los envuelve en lograr lo que nadie más puede conseguir…El poder ancestral del Belial. “…Cuenta la leyenda, que Belial fue el primer antiguo Monarca dominador de todo el submundo o inframundo, su gran poder no conocía limite, miles de ejércitos fueron aplastados solo con el brillo encandecente de su mirada, ciudades enteras fueron destruidas con solo pensarlo durante los primeros tiempos de la humanidad; ni el Dios más poderoso, ni el guerrero más audaz pudieron derrocar su maldad. Hasta que un día, una Señora de la luz eterna, protectora del Cosmos, la Creación de todo lo que existe se apiado del mundo corrompido por tanta maldad y encerró a Belial en un cristal. Aún así quién posee el centro de la discordia, donde descansa este poder maligno, será dominado por el poder del mismo teniendo a su alcance dicho poder. Desde entonces todos los monarcas que han existido han manipulado dicho cetro, hoy el poder esta vacante hasta que sea desafiado y reclamado por derecho propio”. Así el poder del antiguo descansa a la espera del próximo portador, los poderes ocultos del gran Belial yacen en un letargo que lleva diez años en el olvido. Ningún clan pudo predominar sobre el resto como para poder reclamar el trono del oscuro, el ocaso se acerca y ahora deben unirse para enfrentar un poder mayor, la subsistencia de todos dependen de vencer al monarca y sus ánimas. -“Bien mis discípulos, por donde creen que deberíamos empezar, quienes serán nuestras primeras víctimas en el camino hacia el poder absoluto del gran Belial, que les parece si empezamos con nuestro amigo Obsidian del mundo de las penurias, será un buen trofeo de inicio en nuestra cacería”-. Dice con una sonrisa burlona. Todos asistieron afirmativamente y no perdieron tiempo, todos se dirigen a su objetivo desapareciendo en las penumbras sin dejar rastro. -“Hoy comenzaremos con la erradicación de los impuros, una vez que terminemos construiremos un poder que nunca nadie más podrá vencernos”-. Dice con orgullo e ira. Así las sombras sedientas de sangre hacen su aparición en el mundo de las penurias donde una batalla va a empezar, la erradicación apenas comienza. -“Obsidian, es tu última oportunidad de revindicarte y luchar a nuestro lado, todos ustedes saben que no tienen oportunidad contra el poder de los trece ni menos con el poder de Hades reencarnado en mi persona”-. Le ordena a su enemigo con una seguridad aterradora. -“No te daré dicho placer, no seremos mas tus ratas dominadas”-. Contesta con odio lanzando rayos de fuego hacia los atacantes. El monarca usa el gran poder de Hades reencarnado en su ser maligno y contraataca con todas sus energías. Su terrible poder casi derrumba por completo todo el lugar y los goblins corren despavoridos en todas direcciones, ya que son seres con una escasa inteligencia y muy cobardes. En esta acción quedo demostrado. -“¡Rarezas inmundas, carne de cloaca inservibles vuelvan a las filas se los ordeno!”-. Dice con furia Obsidian a la vez que ataca a sus propias filas tenebrosas y no obtiene repuesta alguna. -“Lo ves Obsidian, te lo advertí, tu sacrificio será un ejemplo para todos aquellos que quieran resistirse en el camino, ¡Thallrt!”-. Llama con impaciencia el monarca. -“¿Maestro ha llamado?”-. Se presenta el ánima ante su maestro. -“En este momento la región de las penurias es tuya desde este momento, con el sacrificio de Obsidian tu alma tomara su cuerpo, volverás a ser un ser de carne y hueso. Que los espíritus de los antiguos, vengan a nosotros para fusionar esta alma perdida con este cuerpo donado en voluntad, que el poder de las sombras y las penumbras eternas concedan al gran Thallrt volver a al vida en este cuerpo bajo el nombre de Randor el purificador”-. Fue el pedido del monarca a los antiguos. Un remolino de energía oscura envuelve a los seres a fusionar y en cuestión de segundos una nueva figura renacida, fortalecida, con una fuerza formidable y con una contextura física sorprendente, el renacido Randor festeja con ansiedad y asombro su nuevo cambio. -“Gracias maestro, no puedo creer que después de tantos años pudiera volver a sentir la brisa en mi piel, la furia de la maldad en mis propias venas, había olvidado como se sentía”-. Dice con felicidad y asombro. -“Esa es tu recompensa a tu fidelidad, ahora continuemos, hay muchas animas que necesitan volver a la vida, ahora que tenemos voluntarios por doquier no perdamos tiempo”-. Dice con burla el monarca. De esta manera los erradicadores del inframundo siguen su paso por sus antiguos dominios para conseguir recuperar su hegemonía, sus propias vidas perdidas hace año, fortaleza, poder; pronto el ciclo estará completo para seguir adelante con su conquista. -“Próxima parada los pantanos de fuego, su clan es la siguiente, prepárate Trtewe, Aporia será tu nuevo anfitrión. Su poder es minúsculo, otro sacrificio fácil para dar el ejemplo al resto”-. Dice a la vez que da la señal para dirigirse al próxima paso a través de un portal tridimensional que el mismo abre para dirigirse al otro extremo del submundo. Los espías de Aporia llegan con las novedades de lo sucedido en el primer enfrentamiento contra el monarca y sus ánimas. Sus noticias no son las que precisamente esperaban escuchar… -“Señora del fuego eterno de la maldad, las fuerzas de Osidian fueron aplastada sin miramientos, sacrificaron a Obisidian para que una de las ánimas usaran su cuerpo como anfitrión, los están volviendo a la vida usando los cuerpos de los jefes del clan”.- Dice el mensajero halado a la princesa de los guerreros del alba. -“Esto no lo esperaba, no es lo que teníamos en mente, nos van atacar desde el más débil, ¡mensajero!, avisa a todos los demás que será inútil esperarlos de esta manera; todos debemos estar juntos en el campo de batallas, que se dirijan a los manantiales de Hecate, con ayuda de la gran hechicera los enfrentaremos desde ahí”-. Le ordena con furia. -“Nosotros desde aquí les daremos tiempo a que puedan reunirse, no les será fácil enfrentar la furia de un guerrero del alba; ¡sacerdote!, utiliza tu poder para convocar a Hispión el del arco oscuro”-. Ordena nuevamente a otros de sus fieles. El gran sacerdote utiliza su bastón, con un giro en el aire golpea el fango de lava; en cuestión de segundo una fuerza sale disparada de su interior y la forma de un guerrero fornido con un arco que lanza flechas que irradian una fuerza tan poderosa que puede abrir agujeros negros sin pestañar. Al primer indicio de ataque, el arquero prepara su primera defensa lanzando varias flechas a la velocidad de la luz, las mismas se pierden en la oscura maldad del mundo de los pantanos de fuego. Relámpagos, derrumbes, vientos huracanados, hacen que varios agujeros negros se abran en el momento justo que el monarca y sus ánimas hacían su entrada. Randor el Purificador logra escabullirse impulsándose hacia uno de los cráteres mientras las fuerzas negativas de los agujeros se tragaban a las ánimas como si fueran simples insectos. Una felicidad maligna de victoria se reflejaba en Arpia y sus guerreros, una victoria tan simple y maravillosa que bajaron la guardia; eso es imperdonable. El monarca hace su aparición con una sonrisa desafiante, aterradora y burlona. -“Creen que me pueden derrotan con un truco tan vulgar”-. Con un simple soplido el monarca hace desaparecer los agujeros y las ánimas reaparecen en la retaguardia destruyendo todo a un paso arrollador y sin dejar a nadie con vida. Aporia observa sin entender y ordena a su guardia atacar junto al arquero, si no puede vencerlos será el fin. Con locura atroz la guardia de elite se lanza a las ánimas atacando con todo lo que tienen, látigos de fuego, hechizos anti-energía, espadas forjadas por los heraldos de Marte cortan el aire dejando un silbido ensordecedor. Las ánimas fueron derrotadas y encerradas en una burbuja de cristal que absorbe energía, debilitando a sus ocupantes sin dejarles reacción alguna. En ese momento un destello de fuego aparece desde las profundidades del lago de lava, la misma choca contra la esfera partiendo el cristal y libera a las ánimas. -“Cuando entenderán que no existe poder en este mundo que pueda ser superior a mí, conozco cada rincón, cada criatura que habita en sus entrañas, soy uno solo con este mundo donde toda su maldad es mi alma viviente, mi pensamiento convive con cada arteria de ustedes. Con tan solo pensarlo es solo cuestión de segundos para que ocurra, ahí tiene a Kalig, el guerrero místico de las profundidades infinitas, solo basta en invocarlo con el pensamiento para que su alma regrese a derrotar a mi enemigo”-. Dice el monarca mientras su prisionera espera su sentencia. Una flama infernal envuelve al guerrero que se presenta ante su enemigo, con una mirada desafiante irradia miedo, tanto temor que un shock generalizo hace paralizar hasta al más valiente. El tenebroso Kalig, Dios-Guerrero de las profundidades infinitas, hábitat de todos aquellos guardianes de la oscuridad que luchan y son fieles solamente a aquel que porte el poder de Belial. Son almas independientes que solo obedecen al poder del antiguo, quién los creo con gotas de su propia sangre y maldad, por esa razón es que solo responden al llamado del cetro. Con poderes ilimitados estos Dioses-Guerreros son capaces de absorber toda materia viviente o transformarla en auras de maldad para formar sus propios ejércitos en los combates. Teniendo todo este arsenal de probabilidades, el monarca sigue su paso triunfal logrando recuperar parte de los territorios perdidos desde su ausencia. La gran guerrera Aporia, del clan de los guerreros del alba esta condenada a sufrir el mismo destino que Obisidian. Siguiendo el mismo ritual, el monarca concede el cuerpo de esta valiente guerrera para albergar el ánima de Trewey. -“Desde este momento serás nombrado Tora, la protectora de los portales ocultos”-. Dice el monarca concediendo el cuerpo a otros de sus fieles discípulo. -“Gracias maestro, otra vez a la vida aunque en este cuerpo me siento raro y aún así nuestros enemigos sentirán nuestra ira, que la erradicación sea total”-. Festeja con ira el nuevo guerrero. -“Pronto mis fieles discípulos el ciclo estará completo y nuestro poder del antiguo volverá a nosotros”-. Dice con confianza el monarca. -“¿Cuál será nuestro próximo paso, maestro?”-. Pregunta Randor. -“En estos momentos nuestros enemigos deben estar escondidos, ya sabrán de nuestras victorias y deben estar esperándonos, pues le daremos el gusto; por lo que mi esencia me indica, nos están esperando en los manantiales de Hécate”-. Les informa el monarca a sus discípulos. Mientras tanto en los manantiales de Hécate, diosa de la magia, de la necromancia, junto a su fiel perro Cerbero son los guardianes del inframundo; desde allí prestarán la última batalla por mantener el dominio de sus clanes o perecer y servir como esclavos otra vez. -“Dos de nuestro jefes han caído y las fuerzas enemigas vienen hacia aquí, estaremos listos y preparados bajo la protección de la gran diosa estaremos a salvo”-. Dice Sacron. -“Aún no estaría seguro, aplastaron a Obsidian y Aporia como si fueran gusanos, que te hace pensar que podremos con ellos”-. Dice con enojo Torak. -“Esos cerebros eran débiles, aquí aún quedamos los once clanes más fuertes les será imposible que puedan con todos a la vez”-. Contesta con sarcasmo. -“Nuestros poderes combinados bastará para detenerlos, eso es seguro”.- Agrega con frialdad Beliak. -“Entonces estén listos, su presencia está cerca”-. Agrega Hadar, señor de la necromancia a la vez que prepara un hechizo para llamar la protección de la gran diosa, Beliak ayuda a combinar sus conjuros para darle más poder a Hadar. Amat y Olnaf contribuyen con sus poderes místicos y en cuestión de segundos la gran diosa hace su presentación. -“¿Quién osa despertar mi sueño?-. Reprocha la figura infernal de tres cabezas. -“Gran diosa defensora y protectora del inframundo, tus siervos te convocan para defender tu mundo de nuestro enemigo, el poder del antiguo amenaza con destruirlo todo y están aquí”.- Se acerca Sacron al manantial para peticionar su ayuda. El resto de los clanes se arrodillan ante la Diosa sin musitar una palabra. -“El gran poder de Belial se acerca, la personificación de Hades viene a desafiar a la gran hechicera que todo controla, aquí lo estaré esperando”-. Dice con una maldad inmensurable. En un pestañar, la gran hechicera recita un conjuro y en unos instantes un gran ejército de monjes oscuros aparece de la nada, formando un círculo hacen que su magia forme un gran torrente de energía negativa que hace que todo lo que toca se transforme en nada. -“¡Es increíble!”-. Se sorprende Torak. -“Eso es solo el comienzo, no hay magia alguna en el mundo oscuro que ella no pueda realizar”-. Agrega Beliak. -“Monjes de la oscuridad, cuyo poder es infinito, su maldad es grande y su ira es voraz, hagan su trabajo destruyan a su enemigo, beban de su alma para seguir alimentando su esencia”-. Ordena la gran Hécate. Un gran aura destructiva rodea el gran manantial, una onda infernal envuelve a los presentes y espera la llegada de su enemigo. Pronto el enemigo surca el portal y son rechazados con la onda expansiva del aura maligna de Hécate, el primer intento defensivo fue contundente. Los guerreros protectores de los clanes saltan enloquecidos con un hambre voraz sobre los recién llegados, las ánimas no se dejan intimidar a causa de su aspecto abstracto pero Randor y Tora quedan con sendas lesiones. -“¡Terminemos de una vez con estos despreciables!” -. Grita con un gran odio Sacron. El monarca se pone a la defensiva usando poderes de terremotos, huracanes, rayos de fuego, hechizos en la que da vida a zombis y hasta a los ejércitos chacales de Anubis. El combate carmesí es desafiante y destructivo, nadie se escapa a las fuerzas malignas de esta lucha con un poder tan grande que la tierra parece a punto de explotar. El poder de las ánimas es infinito nada los puede detener, detrás de ellos los siguen los dos príncipes reincorporándose después del golpe que recibieron en sus nuevos cuerpos. Muchos caen, otros tantos resucitan en una batalla eterna y sin descanso. Gritos, muerte, penurias, sangre, todo es despilfarrado alimentando todo el mal que en el inframundo existe. Caos y destrucción conmueve cada espacio vacío de este submundo, pero en el mundo de los exiliados, en el tercer nivel, un clan permanece neutro, vigilante y atento a los hechos. “-¿Qué es lo esta sucediendo en el inframundo superior?”-. Pregunta un observador. “Lo que tanto se ha temido, Mouron, las fuerzas de los antiguos han vuelto a despertar y han regresado a reclamar lo que han perdido, la amenaza es grande pero el desenlace será la destrucción de todos, debemos comunicarnos con el Elegido, es el único que puede detener lo inevitable”-. Contesta el guía del inframundo inferior. “¿Cómo hemos de proceder a todo esto, señor?”-. Vuelve a preguntar. “Debemos estar listos para lo que viene, seguiremos observando hasta ver que desenlace se nos avecina, mientras tanto prepararemos todo para que el Elegido vuelva a nosotros”-. Contesta con nerviosismo. Todos en la sala salen en un silencio frío, donde solo se escucha la brisa caliente del ambiente. La figura sin rostro, el cual se encuentra cubierto por túnicas de lino y seda toma una postura de yoga y se concentra, se focaliza psíquicamente proyectando un mensaje al que nombran el Elegido. En un abrir y cerrar de ojos el guía del inframundo inferior lograr enlazar su mente con la persona que buscaba. -“Escucha Peter, te necesitamos nuevamente en los confines del mundo; en las entraña de la misma tierra. El lugar que habitas está en peligro, la maldad que hace años combatiste han sido liberadas y su venganza nos lleva luchar contra ellos, si no son detenidos el fin de la humanidad es inevitable, ven hijo de la luz tu presencia es requerida, viejo guardián”-. Fueron las palabras que hacen resonar la mente de Peter. Con gran sobresalto Peter salta de la cama con un susto que nunca sintió, esas palabras que resuenan en su cabeza lo atemorizaron sin poder creer la sensación extraña que corre por su cuerpo. La misma sensación que sintió hace diez años, no puede creer que esto estaría pasando nuevamente y después de tantos años. Otra lucha contra el mal, ya con poco espíritu, el físico militar que poseía ya lo ha abandonado, no lo puede creer ni entender. EL RETORNO La lucha continúa, el monarca sigue con su plan de erradicación contra todos los clanes sin piedad, la furia que irradia no tiene límite y los grandes caen. Los ejércitos convocados por el poder de los antiguos arrasan a su oponente, las ánimas envuelven a sus victimas absorbiendo las esencias de los caídos. Abatidos, sin fuerzas, los poderes de los grandes jefes disminuyen a causa de que los mismos son absorbidos por el poder del cetro del monarca, solo es cuestión de tiempo para que ocurra lo inevitable. -“¡No se rindan, no podemos ser derrotados!”-. Enloquece de furia Sacron. -“¡Que mueran estos malditos de una vez!”-. Reacciona Jakob, señor de los inmortales. Se defienden con todo lo que tienen, los hombres gigantes de piedra lanzan miles de rocas sobre los ejércitos de Anubis. Los nigromantes resucitan a sus muertos para unirse a los vampiros, en una defensa incansable sobre los ejércitos ocultos de Set. Nadie deja de luchar, una resistencia atroz pero agotadora. El enemigo cae pero otros se levantan sin dar respiro a la defensa a recuperarse. Gracias al poder de la hechicera pueden resistir, Hécate alimenta esa furia incansable en los guerreros. -“Es cuestión de tiempo de que caigan otra vez, su derrota alimentara mi poder y el mundo conocerá nuestra maldad”-. Victorea el monarca. Las animas y los ejércitos negros siguen su ataque, sin piedad, son masacrados y lanzados a los fosos negros de la discordia donde sus almas no conocerán mas que oscuridad y olvido. Otros dos jefes han caído, Halldor señor de los alados y Dragan de los paladines negros serán los siguientes voluntarios para las ánimas de Gorgori y Kasn. Resucitando con los nombres de Goliat el devorador y Raven el oscuro, la fuerza de sus almas oscuras no tiene rival posible. -“Bueno, otra vez a la vida, la destrucción de los impuros será total y sus almas alimentaran eternamente nuestros santuarios”-. Dice con euforia Goliat. La desconcentración en los clanes hace que sus fuerzas de voluntad disminuyan, dos de sus compañeros de armas han caído y no pueden ni siquiera dañarlos con nada. -“Ahora el poder de la oscuridad transformara la voluntad de los usurpadores, serán transformados en materia oscura que usaremos para encender la llama de la erradicación”-. Agrega Raven a la vez que utiliza redes de energía para atrapar a su enemigo. Absorben sus esencias y sus cuerpos se rejuvenecen en unos segundos, así sigue con cada esclavo que captura en su avance. -“Señores del olvido, amos de la incertidumbre y la agonía, yo convoco en su nombre al gran Leviatán guardián de las profundidades, te convocamos poderosa criatura para resguardar tus aposentos de tus enemigos que osan devorarlo”-. Convoca Beliak. -“Yo convoco a las fuerzas de las profundidades de las arenas, cuyo poder reside en lo más incógnito del desierto, donde yace el gran templo del dios Ra señor que todo lo puede, junto al poder del dios Amón unidos en un aura colosal les imploramos su presencia”-. Convoca Arnat. -“Convoco a la vez al gran Marte, Señor de la muerte y de la destrucción, Dios de la Guerra, te aclamamos para que tu fuerza de voluntad ilumine la sangre de estos guerreros en contra de nuestro enemigo”-. Convoca Hadar señora de la nigromancia. -“Yo os doy poder a los convocados, para que su fuerza sin limites, su hambre voraz y su esencia oscura se unan en un solo ser, los convoco señores de los tres mundos para fusionar su poder y dar vida al ser llamado Hur; no habrá terror que los pueda vencer”-. Dice la gran hechicera Hécate. Luego un poder en forma de una masa incolora se convierte en una nube negra, poco a poco envuelve todo el manantial y una forma gigantesca aparece en su interior dando alaridos de guerra, odio, clamor e ira desmesurada que hasta al más poderoso dios dejaría sin aliento. -“Aquí he venido a acallar las suplicas de los débiles, mi poder irradia clamor de sangre de aquellos más fuertes que ayudarán a alimentar mi inmortalidad”-. Clama el poderoso Hur formando un vendaval de energía dejando a todos por el suelo a la vez que se desintegran. Los ejércitos del monarca desaparecen y un clamor de júbilo se apiada por el momento en los jefes de los clanes. Con toda su ira y maldad el poderoso Hur se lanza contra el monarca; un choque de poder desafiante inicia una gran batalla. Ninguno cesa, grandes poderes se entrelazan, desatan un enojo irracional que ninguno de los dos puede controlar. Temblores, lluvia de rocas, fuego y terror se mezclan dejando sin reacción a los espectadores, que no hacen más que esconderse como pueden para no tener que recibir semejantes golpes de energía. Mientras tanto en el inframundo inferior, todos se preparan aprovechando estos segundos en el que el monarca se concentra en su batalla personal contra Hur. -“Es el momento, ve a realizar tu misión, ese mensaje debe llegar”-. Ordena el guía a uno de sus mensajeros. -“Si maestro, délo por hecho”-. Contesta el mensajero y desaparece en las sombras. En los suburbios de la ciudad de Boston, donde los callejones están aún infestados de pandilleros de toda índole, guerras entre grupos por la supremacía del comercio ilegal en las calles. -“¿Qué te preocupa, padre?”-. Dice un joven. -“Tuve una visión, un mensaje desde el inframundo donde el mal que alguna vez vencí volvió a escapar y estamos amenazados; por lo que tendré que volver y luchar una vez más”-. Contesta Peter. -“¿Cómo es eso posible?, con lo que te costó aquella vez y donde casi perdiste la vida, al igual que mamá estuvieron en peligro”-. Dice desconcertado su hijo. -“Lo sé, pensé que todo estaría terminado aún así esto no acabó”-. Dice con disgusto Peter. En ese instante llega Karen, esposa de Peter, sin darse cuenta de la situación saluda y solo un silencio en lo que recibe de su familia. -“¿Qué sucede?”-. Pregunta angustiada. -“Lo peor”-. Contesta Peter sin saber como darle la noticia, ya que el shock sería muy grande. -“¡Me asustas!”-. Expresa Karen. -“Tuve una visión anoche, un mensaje…”-. Corta Peter sus palabras sin poder expresar el temor. -“Tranquilo padre”-. Da aliento su hijo. -“¡Que está pasando”-. Agrega nuevamente Karen con desaliento a la vez que se deja caer en uno de los sofá de la sala. -“Recibí un mensaje de un ser del inframundo inferior no muy claro, nos alertan que el mal ha regresado, el monarca regresó y busca venganza”-. Termina con disgusto Peter. -“¡Escuche bien!, como es eso de que han regresado si estaban bien enterrados”-. Se disgusta Karen con angustia y llanto. -“Fue solo una visión, no quiere decir nada”-. Trata de despejar sus dudas Peter, aunque sus dudas serán disipadas. -“Escucha mortal, soy el mensajero del inframundo inferior, un caos devastador asola los mundos, el monarca ha regresado y dio vida a los antiguos discípulos; ha desafiado a los clanes reinantes y estos están siendo vencidos. Tu ayuda es inminente, debes volver y desafiar nuevamente a los antiguos; la luz que te ilumina es necesario a nuestros fines no a los del monarca”-. Dice el mensajero y luego desaparece. -“Bueno parece que las dudas son claras, estamos en una situación en la que no podemos negarnos. Si fallamos la humanidad será exterminada”-. Dice con desilusión Peter. Un silencio reina en la habitación, no están a la altura de otra batalla con seres malignos; la experiencia vivida de aquella vez aún no lo pueden digerir. La noche los envuelve y un sueño los tranquiliza a la espera de los pasos a seguir al día siguiente. Pesadillas, visiones de las luchas vividas durante la primera confrontación contra los trece, eventos y sucesos, dolores físicos y psíquicos a causa de los esfuerzos sobrehumanos que les provocó; todo esto inquieta a nuestro héroe. Revivir todo otra vez, pero su valor, entrenamiento y dedicación militar lo obligan aceptar el desafió. Decide dormir lo mas que pueda para despertar y comenzar con el plan de acción, llamadas a contactos, los viajes a realizar, encontrarse con viejos amigos y sobre todo volver al Tibet. El amanecer de un nuevo día comienza, Peter ya está listo para empezar a empacar; su mujer aún duerme y la mira con desaliento por tener que enfrentar al mal otra vez. Toma su teléfono y realiza un par de llamadas a colegas que le deben favores, consiguiendo así un vuelo charter hacia China, otras a la embajada para conseguir equipamiento de primer nivel; sobre todo localizar a su viejo compañero Laos para que lo ayude en esta nueva aventura. Suspira y en silencio sale con su equipaje para evitar una triste despedida, un taxi lo espera fuera del edificio que lo conducirá hacia el aeropuerto. -“No creas que te irás solo”-. Irrumpe el silencio tanto su mujer como su hijo. -“Creíste que te íbamos a dejar ir solo como has hecho siempre, cada vez que te llamaban te ibas a hurtadillas para no despedirte, en esta estas loco si pensabas irte sin nosotros”-. Ríe su hijo Michel. Peter solo sonríe con nerviosismo sin más remedio que aceptar la compañía. El viaje al aeropuerto se realizo en completo silencio; nadie dio su opinión al respecto, solo aceptar su destino. Llegan a tiempo al aeropuerto donde un pequeño avión los esperaba, su salida hacia China debe ser sigilosa y sin que se sepa por nadie. Un piloto joven les da la bienvenida al aeroplano y sin más demoras cada uno ocupa su lugar, guardan el equipaje y en cuestión de minutos el avión se halla en pleno vuelo pasando por todos los niveles de seguridad por parte de la torre de comunicaciones del aeropuerto. -“Estamos seguros, no tendremos problemas en viajar a destino, los códigos de autorización ya fueron verificados”-. Informa el piloto del aeroplano. El viaje fue largo y cansador, un silencio agobiante es interrumpido solo por el ruido que genera las turbinas del avión. Viajaron casi un día entero con una escala rápida en el aeropuerto de Lübeck (Hamburgo-Ale). Un respiro, carga de combustible, un almuerzo y todo listo para continuar hacia Beijing, donde lo estará esperando su viejo amigo Laos. Peter está en calma, acostumbrado a realizar misiones de alto grado hacen que este viaje solo sea eso, una misión más; lo preocupante es que esta vez va acompañado de su hijo. Michel, su hijo, es un joven militar experto en municiones, francotirador excelente en su clase, boina verde con alta clasificación, un logro inmenso a pesar de su corta edad dentro de la milicia; será un buen aliado en esta misión. El avión pronto llega a destino, Beijing, la ciudad más poblada en esta región asiática,; luego de un rápido descenso no tuvieron inconvenientes en encontrarse con Laos. Los viejos camaradas se encuentran después de diez años, saludos, abrazos, anécdotas, después los guía a una vieja furgoneta que usarán en su viaje hasta el Tibet. Previo paso por uno de los mejores hoteles del lugar, un baño satisfactorio, buena comida de cena y a descansar. No hay tiempo ni margen de error, antes del amanecer deben partir sin demoras hacia el Tibet donde ya lo espera el gran guía espiritual el Dalai Lama del monasterio. EL REGRESO DE LOS ANTIGUOS TRECE Sin más reparo, nuestros héroes ya se encuentran camino al monasterio donde se reunirán con su líder espiritual. Es quién le concederá el objeto sagrado capaz de derrotar al mal, Peter ya lo conoce de su primer enfrentamiento contra estos seres del inframundo. El hermoso paisaje que muestra esta sorprendente cultura asiática, queda contrastado con el peligro que se avecina, saben que esto no es un viaje de placer como les hubiera gustado que sea. Mientras tanto en las profundidades, todo continúa en una férrea confrontación, el monarca y Hur siguen en su inagotable lucha personal por el ser el más fuerte. -“Un digno rival para el poder del gran Hares, aunque tu aura es hasta más poderosa que la mía puedo sentir una inestabilidad; te aseguro que serás mío en cualquier momento”-. Ríe burlón. -“No te daré dicho gusto, la gran fortuna hará que tu equivocación sea devorada por mi ira, tú y tus vasallos arrogantes formarán parte de mis trofeos”-. Contesta con gran afirmación y sin miedo utiliza el poder de su hacha de doble filo. Puede manipular cualquier tipo de energía, hasta absorber toda la misma maldad que existe en el inframundo. Poco a poco empieza a surtir efecto, el poder del cetro parece jugarle una mala pasada a su poseedor. “¡Esto es imposible!, ningún poder que exista puede neutralizar el poder del gran Belial”.- Dice con asombro al ver como su cetro se opaca poco a poco. El temor en el rostro del monarca no se compara con nada, un terror lo invade, el miedo a volver a perder su gran poder le hace perder el control. Esto provoca que sus ejércitos empiecen a desintegrarse para volver a sus lugares de origen, el aura que protege a sus espectros desaparezcan poco a poco. El miedo es generalizado y esto es aprovechado por su enemigo. -“¡Es nuestro momento!”-. Ordena con ira Sacron. En una estampida sin igual, los poderosos clanes se lanzan contra su oponente a la vez que Hur sigue golpeando sin misericordia a su contrincante para que nunca vuelva a levantarse. -“Usaremos tu alma para alimentar la eterna oscuridad, ningún ser en este mundo volver a desafiarnos”-. Dice con una fuerza descontrolada Devack dando un fuerte golpe a Raven. Los poderes de Hadar fusionados con los de Hécate fortalecen a los nigromantes, el poder de los muertos elevan su ira contra los antiguos. El monarca aún no puede contrarrestar los golpes de Hur, pierde el control hasta de sus propios actos, aún así se mantiene en pie. Todo venia muy bien para las fuerzas de los clanes hasta que un acontecimiento inesperado hará que la derrota sea inevitable. Un aura oscura proveniente de las oscuras mazmorras del olvido se desprende de su cautiverio, la misma se desliza sin ser detectado impulsada por el mal que el cetro aún emana. -“Algo pasa, estoy presintiendo un aura extraño”-. Dice uno de los guía del inframundo inferior. -“Esta siendo guiado hacia el poder del cetro”-. Dice con duda otro de los guías. -“Me es familiar, muy familiar, casi diría que no te gustará saber de quién, Golat”-. -“Yo también puedo reconocerlo, pero es imposible, hace siglos que su alma duerme. ¿Cómo pudo ser posible?”-. Se pregunta sorprendido Dalmat. -“La gran lucha entre el monarca y Hur debió ser el detonante para que ese poder volviera a despertar, las fuerzas negativas de ambos fue tan poderoso que despertó a la bestia”-. Saca sus conclusiones Golat. -“No lo creo, mis lecturas indican que una gran fuerza psíquica lo convoco; pero nadie en el universo mismo tiene poder semejante para hacerlo, no podría creer que haya sido la encarnación del gran Hades que lo haya liberado”-. Sigue en su sorpresa Dalmat. -“Eso estaría fuera de toda lógica, ni el mismo Belial podría haberlo hecho”-. Dice con convicción Golat. -“¿Qué fuerza psíquica tan poderosa pudo despertar la maldad de Morlok, el destructor de mundos?”-. Se pregunta Dalmat. Tratan de encontrar todas las repuestas posibles, todo es inútil, saben que la única esperanza viene en camino. Una gran debilidad hace temblar al gran Hur, siente que su fuerza decae, las aguas del manantial se evaporan, la protección de la diosa Hécate desaparece. El aura que llena el poder del cetro está terminando con el poder oscuro que ayudaba a los clanes. Ya nada protege a los jefes, sus propias debilidades los hacen caer en el campo de batalla siendo paralizados como el efecto de la picadura del escorpión. -“¡No es posible!”-. Enloquece de furia Sacron. -“¡Nuestros poderes han desaparecido!-. Salta de ira Beliak. -“¡¿Cómo es posible?!-. Pregunta con desesperación Jakob. -“Simple mis queridas almas condenadas”-. Contesta el monarca recuperando sus fuerzas. Ante la mirada atónica de los presentes, hasta sus mismos discípulos quieren saber el por qué. -“El poder oscuro del antiguo monarca tiene una particularidad, cuando su fuente de poder se ve amenazado por cualquier energía negativa superior, en este caso proveniente de la fuente de Hécate; como mecanismo de defensa natural puede convocar el poder de Morlok, que es la fuente natural de donde proviene la maldad de Belial”-. Ríe mientras se acerca sigilosamente a sus victimas. -“Esto es increíble”-. Dice con desgano ante la derrota Sacron. -“Nuestra esclavitud es inevitable”-. Asiste Devack. -“Tu lo has dicho”-. Se burla el ánima de sheik. -“Apresúrese maestro, estoy ansioso por ocupar uno de esos cuerpos de una vez”-. Se desespera Taks. -“Sin más protocolos daremos final a nuestro ritual, sus almas volverán a la vida y juntos tomaremos el control de estos infieles y luego la del mundo entero”-. Agrega el monarca. Los grandes jefes de los clanes son colocados de rodillas y en fila uno al lado del otro, con sus rostros de miedo, angustia, sabiendo que sus almas condenadas serán ocupadas por la maldad de los trece. -“El fin de nuestra tranquilidad ha llegado, nuestros mundos colapsaran en una agonía infinita y destructiva, el desgarro de la muerte sacudirá estos muros hasta que no quede un alma viva”-. Se lamenta Golat. -“Mientras eso pasa deberemos confiar en los mortales para que el equilibrio se mantenga”-. Agrega en un suspiro Dalmat. -“Estas en lo correcto, a causa de nuestro antiguo pacto se nos prohíbe confrontar el poder del monarca, solo estamos para vigilar y mantener el equilibrio; nuestros mentores habían aceptado la propuesta del monarca para exiliarnos en este mundo inferior a causa de sus diferencias. Aquí seriamos respetados si nos manteníamos al margen de los sucesos en el inframundo, no estamos de acuerdo con la maldad infligida pero aquí vigilamos y esperamos hasta que se nos de la oportunidad de ocupar nuestro lugar”-. Agrega Golat. -“Si los mortales lo logran sería nuestra oportunidad de recuperar nuestro lugar”-. Agrega con alivio Dalmat. Todo continúa su curso junto a los manantiales ya inexistentes de Hécate, los verdugos se preparan para tomar los cuerpos de los jefes y volver a la vida. Bajo un ritual de fusión, las ánimas una a una ocupan sus respectivos lugares en este orden; Trtey ocupa el cuerpo del poderoso Beliak naciendo bajo el nombre de Hundar el monje místico de la oscuridad. El colosal Reww toma el cuerpo de Olnaf y renace con el nombre de Arnold, el faraón oscuro. Le sigue Kiliy encarnado en el cuerpo de Devack bajo el nombre de Taurus el guerrero hacha. El oscuro Sheik renace del cuerpo de Arnat con el nombre Amun-ra la oscuridad infinita. El excéntrico Lautaro revive en el cuerpo de Greiger bajo el nombre de Hammer, el martillo thebano. El traicionero Lo, ocupa el cuerpo de Jakob, renaciendo bajo el nombre de Locky, el marginado. El poder de Hadar es para Kingo, renombrado Nicrofius el señor de las catacumbas. La fuerza incontrolable de Taks renace en el cuerpo de Torak con el nombre de Casius, el coloso negro. El mortifero Taurot renace en el cuerpo de Sacron bajo el nombrede Ilio, el navegante de las penumbras. -“Todo ha culminado, mis fieles discípulo han vuelto a la vida y el ciclo místico ha finalizo. Ahora mis guerreros debemos tomar nuestro lugar en la sala de los antiguos, marchad a nuestro antiguo lugar que hemos recuperado”-. Agrega triunfante el gran maestro. En el inframundo todo es un caos, la mano de los antiguos empieza a dar su golpe; muerte, destrucción, destierro, desolación sin fin. Los infieles son exterminados, aquellos más fuertes son esclavizados y enviados a las mazmorras de fuego para forjar el acero, el resto son usados como carne de carroña para que no se olviden que es enfrentarse al poder del monarca. Un hambre voraz se cierne en todos los rincones, la venganza, la indignación de aquellos que una vez lo tenían todo no tienen límites, grupos enteros fueron exterminados. Aquellas razas que alguna vez eran dominantes ya no existen, otros renacen para tomar su lugar. Con el renacimiento de los antiguos príncipes conlleva, al mismo tiempo, el nacimiento de otras razas que formaran parte del nuevo inframundo ya colapsado. Los Orgons, seres de fuerza bruta, agilidades psíquicas, expertos en armas ligeras. Los Kilubines, una especie de monjes oscuros, expertos en nigromancias, magia sin limites, que se pueden teletransportar con solo pestañar, quienes serán los que tomen control del manantial de Hecate. Nos encontramos también con los seres amorfos, quienes pueden tomar forma de cualquier cosa que tocan o piensan, de cosas muertas a cosas vivas. Así decenas de nuevas vidas dan paso al nuevo inframundo formado por el poder de los antiguos trece. Bajo la atenta mirada del inframundo inferior, observan, analizan, canalizan la nueva maldad que este colapso creo, pasos a seguir, planes que no deben ni pueden fallar. -“Debemos actuar ahora que todos están ocupados en su nueva forma de vida, prepara un nuevo mensaje para el mortal”-. Ordena Dalmat. -“Enseguida”-. Asiste Golat y desaparece en las penumbras de la sala. Nada esta a salvo de esta nueva resurrección, el colapso que provocó esta batalla dejó un río de sangre, cuerpos mutilados que sirven de alimento a los demonios carroñeros, un terror nunca visto llena de satisfacción a la nueva orden. -“Aquí nos encontramos, todos juntos en nuestra nueva morada desde donde seremos nuevamente los amos de este mundo. Desde aquí mis discípulos recuperaremos nuestro poder avasallante y nadie podrá quitarnos lo que nos pertenece”-. Dice con un eco dominador. Todos atentos siguen la palabrada su líder. -“Nuestra nueva orden del caos tendrá un impulso que irá más allá de estas catacumbas, dominaremos cada rincón de estos mundos y luego seremos amos de la superficie, las almas de los mortales alimentarán nuestra maldad”-. Agrega alzando su puño con gran fuerza. Así pasan los días mientras se organiza la nueva orden, con una limpieza atroz las nuevas razas ocupan un lugar privilegiado bajo el mando de los antiguos príncipes. Todos aquellos que fueron capturados fueron llevados a los pozos de los olvidos, a las mazmorras del no retorno, a los grandes talleres de hierro para la construcción de armas y armaduras, los más fuertes fueron organizados para la reconstrucción de las nuevas ciudades. -“Todo depende del mortal”-. Fueron las palabras de lamento de Dalmat. Nuestro vigilante del inframundo inferior se retira de la sala perdiéndose entre las oscuras paredes, quizás esperando que el monarca no se le ocurra romper su pacto. EL PODER DE LA LUZ Nuestros amigos se preparan, el amanecer da sus primeros pasos y ya están listos; el Tíbet los espera. Peter vuelve a recibir el mensaje, no hay tiempo para más, tiene que llegar sin retrasos antes de que los demonios decidan hacerse un festín con la humanidad. Montado todo el equipo en la furgoneta, Laos los lleva directo por el camino más corto y rápido posible. El silencio los envuelve mientras sus pensamientos vagan, saben que van directo a una batalla infernal donde puede ser seguro que no pueden volver. El nerviosismo reflejado en sus ojos lo dice todo, la paz y la tranquilidad le son esquivoca, ¿hasta cuando?; luchas tras luchas, misiones secretas, viajes interminables, la incertidumbre de que si volvería a casa; los interrogantes de siempre que aún no terminan. Esto es lo que Karen sufre, tener a su esposo e hijo en la milicia durante tanto tiempo y ahora que tenía la posibilidad de encontrar esa tranquilidad ahora esto otra vez. -“No te preocupes, hemos salido y podremos volver hacerlo, no olvides que esta vez traje un muy buen respaldo”-. Dice Peter mientras observa de reojo a su hijo Michel. -“Esto no es una simple misión de rutina, esto es algo que va mas allá de la vida real”-. Contesta con frustración Karen. -“Esta vez dejaremos a esas ratas en esas cuevas de por vida, no le dejaré ninguna chance de existencia”-. Contesta mientras la abraza para tranquilizarla. -“Haremos una pequeña parada en esa aldea”-. Interrumpe Laos. Todos en la aldea miran con entusiasmo y curiosidad la llegada de los extraños que provienen del occidente. Con recelo son recibidos, los chiquillos corren rodeando la furgoneta y se amontonan para saludar a lo recién llegados. Un anciano se apresura a despejarles el camino y lo recibe con un calido saludo invitándolos a dirigirse a su casa. Los recién llegados aceptan gustoso, después de un largo viaje de varias horas no les vendría mal un buen descaso, algo de comer y reponer un poco las energías para continuar. Manjares con quesos de cabra, frutas secas, licores vegetales, risas y charlas de historias antiguas sobres hechos ancestrales que rodean a la aldea. Sin darse cuenta pasan las horas y pronto anochece, el cansancio los inducen a descansar y a dormir. Solo el pensamiento de Peter lo mantiene despierto hasta muy tarde, esta a unos pasos de volver al mundo subterráneo donde no la paso muy bien, donde casi pierden la vida, aunque gracias al poder de la luz resucito en un par de ocasiones. Se encuentra desganado, las fisuras de viejas batallas, aún la última le dejó mucho dolor y agonía; el espíritu de lucha, el rigor de salvar al prójimo y estar acompañado de su hijo, le dan lo que necesita para dar sus últimas gotas de valentía. El canto de un gallo lejano despierta a los visitantes y en cuestión de minutos la furgoneta se pierde en el horizonte a toda velocidad, atrás quedan los saludos y la amabilidad de los aldeanos que los despiden. Peter mira una vez más que todo el equipo este correctamente, lo que van a enfrentar va más allá de cualquier inteligencia humana, la ayuda que le puedan otorgar los monjes será lo que le brinden la victoria o la perdición eterna. Antes del mediodía se encuentran frente a las grandes puertas del monasterio, allí lentamente son abiertas para permitirles la entrada a lo recién llegados. Son recibidos, no son muy sociales con gente del exterior pero están al tanto de lo sucedido y lo llevan frente a su guía y maestro. Entre saludos religiosos, bendiciones de bienvenida, los recién llegados son presentados ante el Dalai Lama, un viejo conocido para nuestro héroe, el gran monje que lo ayudo durante el primer encuentro contra el mal. -“Bienvenidos mis amigos, veo que no han cambiado mucho desde nuestro último encuentro”-. Ríe el monje. -“Te felicito por tu nombramiento, eres un gran merecedor de esta túnica”-. Agrega Peter. -“Buen cumplido, lástima que nuestro nuevo encuentro no es solo cortesía, acérquense por aquí señores que le daré los detalles respectivos”-. Le indica para que pasen a su santuario. Luego de un detalle minucioso de los acontecimientos recientes, de explicar las causas que provocarían que estos demonios lograran abrir nuevamente la entrada y su posible conquista del mundo que conocemos, a demás de los increíbles poderes con los que cuentan esta vez; no habrá manto de luz que los pueda vencer. -“A todo esto, porque soy el elegido para enfrentar a estos gusanos”-. Pregunta sin entender todo esta explicación. -“Te contaré una pequeña historia que no fue confirmada por nuestros guías hasta que no se concluyo la primera confrontación, tendrás que escuchar muy atentamente”-. Le contesta el monje mientras le acerca una taza de té chino. Los visitantes se sientan en los almohadones sobre el parquet dispuestos a escuchar. “Nuestra historia se remonta a los primeros inicios de la humanidad, un pueblo de fieles a sus creencias y culturas sin igual, prospera, llena de luz, vivían en plena armonía. Sus orígenes eran semitas, se dedicaban a la agricultura y caza, vivían en paz con sus vecinos y no existía la corrupción”-. Relata el monje bajo la atenta mirada de su pequeño público concentrado en la narración. El silencio, el trance que ofrece el relato deja sin reacciones a nuestros héroes. -“Toda esa armonía un día se corrompió por la envidia de un joven por la disputa de una doncella que ambos pretendían, con el tiempo los llevo a enfrentarse entre sí dividiendo el pueblo en dos bandos; una gran ola de muerte innecesaria se produjo y el divino los castigo. Usando poderes del oscuro logro liberar a los demonios para cumplir sus fines, esto llevo a que el divino tomara represalias, encerró al mal nuevamente y al responsable lo maldijo. Obligó al joven a llevar la pesada carga de combatir al propio mal cada vez que fuera liberado por cualquier motivo, ese legado de milenios fue engendrado a toda su descendencia, por lo tanto tu eres parte de ese legado y es por eso que eres convocado en estas situaciones”-. Cierra su relato el monje. Peter no lo puede creer, ser la reencarnación de un antepasado de miles de años obligado a pelear contra el mal por la corrupción de aquel, es increíble. -“Sorprendente, eso si que es una historia clásica”-. Se burla Peter por lo relatado. Pero a su esposa Karen y a su hijo Michel no le gustaron mucho todo lo que han escuchado. El monje no se irrita antes las burlas, mantiene su calma y fe. Una sombra aparece en la sala, y el guía del submundo inferior hace su presencia a través de un nexo psíquico. “-Toda la historia que acaban de escuchar es cierta, nada puede ponerse en tela de juicio. Nosotros estuvimos en lo remoto de los tiempos y fuimos marginados a causa de estas disputas, aún hoy estamos en el exilio porque no tenemos los medios necesarios para enfrentar al poder del antiguo, solo con la ayuda del elegido podremos volver a nuestro lugar. Desde nuestro lugar daremos todo lo que este a nuestro alcance para ayudar en este propósito de limpieza del mal”-. Agrega la voz de Dalmat el guía del submundo inferior. A pesar de todas las dudas, las historias de antepasados portadores de una maldición, los presentes discuten en un sin fin de conclusiones aún mas inconclusas. El monje trata de tranquilizarlos con un poco de ayuda. -“Ahora deberán continuar su viaje, deben ir al submundo nuevamente antes de que la maldad sea liberada, el portador de la luz tendrá un pesado trabajo por delante y no habrá arma convencional de este mundo que pueda ayudar, solo el poder de la luz será todo lo que necesiten”.- agrega el monje a la vez que se acerca a un viejo bibliotecario de donde extrae un polvoriento libro de tapa dura. -“Este es el libro de la Gracia Divina, en él encontraras todo lo que necesitarás en tu cruzada, hechizos, encantamientos, lo que necesites está aquí, úsalo con sabiduría y serás el vencedor”. Peter lo toma con desconfianza, aún no puede digerir todo lo que acaba de escuchar. En un rincón Michael pensativo, trata de armar el rompecabezas que determinan todas estas inconclusiones misteriosas. Un silencio invade el ambiente, la inquietud de lo que se avecina, el temor de lo inevitable, la guerra es un hecho y todos deberán estar al frente. El bien y el mal, la luz y la oscuridad, los portales que comunican uno de otros se abren una vez mas y nadie esta al margen de esta lucha. Ya todo esta listo, el amanecer de un nuevo día da comienzo a la gran travesía por la supervivencia; un alboroto entre los aldeanos se manifiesta en las cercanías del templo dando inicio a las antiguas creencias de la decadencia humana y el fin de la civilización. Peter tiene todo listo, un arsenal de armas previstas, equipos de alta tecnología, el libro de la Gracia Divina al cual mira con desconfianza y burla dejándolo en un rincón de su equipaje. Es asistido por su hijo Michel, su rostro no refleja sensibilidad ni expresión alguna; en cuestión de minutos tiene todo su equipaje tecnológico armado y listo, luego de probar que estén en orden. Laos ayuda en la contienda junto al joven Michel, todo esta condicionado y listo, cargado con la adrenalina del combate los tres amigos inician el camino hacia la entrada del inframundo. Peter se despide de su esposa tan solo con un abrazo quedando al cuidado de los aldeanos; con un gesto de manos y un grito de júbilo por parte de los presentes, inician la marcha hacia la liberación del mundo, de la humanidad. Son guiados por el Dalai Lama a la vez que recita y medita cantos de protección. Llegan al interior de la montaña donde se asienta la sala de los lamentos, desde allí por uno corredores oscuros y abandonados bajan un par de escaleras en forma de caracol hasta llegar a una puerta de hierro. La misma se abre con una llave especial y son ayuda de varios de los presentes por su gran peso. Detrás, se encuentra sellados por montículos de piedra provocado por el derrumbe que permitió obstaculizar de alguna manera la entrada. Con un exhausto trabajo de obrero, son quitadas las piedras una por una hasta lograr un espacio suficiente para poder entrar. El guía espiritual le da un saludo de despedida y vuelve a bloquear la puerta a espaldas de los héroes que solo prestan a mirar. Prenden antorchas y comienzan el descenso muy lentamente, el camino es muy pedregoso y difícil de mantener pie. El camino cada vez se hace mas angosto y el aire mezclado con el azufre que proviene del inframundo se hace difícil de respirar. Así comienza el camino hacia la batalla final, con la protección de la luz los héroes marchan sin temor. CHOQUES DE FUERZAS. Mientras nuestros héroes avanzan, en las profundidades el mal espera agazapado a su presa para darle caza sin fin. El fuego de la maldad espera como una fiera a sus visitantes, las alimañas salen de sus escondrijos olfateando la tibia sangre humana y se les acerca con temor, decenas de tabernas se abren en todas direcciones desorientando a los aventureros en su cruzada. -“Esto si que es un encrucijada”- Rompe al fin el silencio Michel. -“Aún no has visto nada, pero desde aquí tendremos que usar nuestros instintos y percepción, tengan los sentidos bien alertas”- contesta Peter. Bajo la protección de la luz y el libro de los hechizos pueden sobrellevar la primera parte de este laberinto; una encrucijada de horrores inimaginables, la sensación de muerte es visible en todas partes, la incidencia de los combates que se han producido han dejado testimonio de la crueldad, de lo diabólico que hasta a nuestros héroes los hace temer. -“¡Que demonios es todo esto!”- Se sorprende Michael. -“Esto es el infierno mismo, hijo, acostúmbrate ya que estaremos un largo período en este lugar”-Agrega Peter. Laos los sigue detenidamente llevando las antorchas y vigilando las espaldas evitando de algún modo que las alimañas se acerquen usando el mismo fuego de las antorchas. -“Estas comadrejas nos soplan el pellejo, pensar que solo dormía con simples cucarachas e insectos en mi choza, ahora lidiar con estos chupa sangre”-. Ríe Laos. -“Te acostumbrarás o ellos lo harán contigo a través de un gran banquete”-. Se burla Peter. El miedo que emana desde las profundidades es inmenso, el calor de su interior pronto se hace sofocante, el chillido y susurro de las bestias se hacen sentir en espera de sus presas. El ojo de la maldad observa, su presencia es percibida antes de lo previsto; el bien y el mal pronto verán las caras nuevamente. Ellos están listos. El camino se torna cada vez más abrumador, empinados, saltos de rocas que obstaculizan tanto el trayecto como la visión, oscuros pasadizos angostos de difícil acceso, un sin fin de impedimentos que no asustan a los visitantes. Las antorchas pronto comienzan a perder fuerza y la visibilidad se transforma en una espesa niebla ocultando todo el mal que hace estremecer a cualquiera, resisten, no se dejan vencer a sus temores y siguen adelante. Pronto Michel comienza a remover su bolso en busca de algo que lo ayude con la visión, pronto encuentra las gafas infrarrojas y le entrega uno a cada uno de sus compañeros. -Ahora si me gusta esto-. Ríe burlón Peter.- Hacia mucho tiempo que no usaba uno de estas. Laos tarda un poco en acostumbrarse a los aparatos tecnológicos militares pero logra asimilar su nueva visión nocturna. -¡Esto se ve genial!-. Exclama mientras termina de acomodarse las gafas. -Esto es tecnología de primera, ahora estén atentos porque tengo el presentimiento de que no estaremos solos por mucho tiempo-. Agrega Michel mientras mira a su alrededor percibiendo que alguien lo vigila. -Yo presiento lo mismo, la verdad no esperaba que nos descubrieran tan pronto-. Agrega Peter.- Aunque tengo una idea-. Agrega a la vez que toma el libro de hechizos que le habían entregado en el monasterio. Empieza a buscar entre sus páginas con una rápida lectura hasta que encuentra lo que estaba buscando. Lo lee detenidamente ya que esta escrito en un idioma antiguo, un arameo arcaico. Logra traducirlo y lo recita en voz alta. -“Señor de la Eternidad, del principio y de la luz, Dame la sensibilidad y la facultad de ser invisible a los ojos del mal, Escucha nuestro pedido, protege nuestra presencia de la oscuridad”-. Al decir estas palabras una gran fuente de energía los cubre, un manto de invisibilidad los cubres y pueden caminar entre la maldad que los vigila dando resultado. Las criaturas dejaron de seguirlos y pudieron desplazarse en cualquier sentido. El camino sigue su curso por unos desfiladeros con destino incierto, solo la percepción y el instinto lo guía, un par de kilómetros es el tramo que termina en un pequeño lago cristalino anaranjado; una especie de amatista, una variedad de cuarzo resistente. En estado de ebullición, 500ºC, su aspecto anaranjado indica que es cuarzo quemado a causa de los cambios en el número de oxidación de hierro. Estos aspectos de química fueron esbozados por Peter, a la vez que sus acompañantes realizaban un pequeño descanso. -“¿Como sigue todo esto?”-. Pregunta con entusiasmo Laos. -“Esto recién es el principio, nos encontramos lejos de nuestro objetivo así que les aconsejo que continuemos camino lo antes posible”. Escuchando esto, el equipo inicia nuevamente la marcha colocándose las mochilas con dificultad y a paso ligero retoma el camino adyacente al que venían. Al mismo tiempo en la cámara de reuniones del palacio oscuro… -“Algo ha sucedido señor”-. Informa Casius a su Monarca con una reverencia. -“Lo sé, el aura ha desaparecido y también lo presentí, preparencen los quiero a todos en el campo de batalla. El aura humana que nos visita debe estar protegida por un campo de invisibilidad y esta vez no le daré ventaja, no por segunda vez”-. Agrega con rabia el Monarca a la vez que golpea con todo su enojo el bastón contra el suelo conociendo al intruso de sus dominios. Dicho esto el mensajero desaparece de inmediato para dar aviso al resto de sus compañeros. La euforia de la batalla no se deja estar y todos están listos con sus uniformes correspondientes, armas en manos, furia incesante recordando la anterior derrota que los dejarán encerrados por casi diez años en el olvido. Hares fortalece su ira incondicional a la oscuridad, las fuerzas del mal forman un inmenso ejército alimentados por el deseo de conquista y venganza. Los ejércitos nigromantes son revividos, miles de grandes gladiadores que han caído en el Hades a causa de las mutiladas muertes en las arenas romanas se ubican al frente; los fornidos guerreros aqueos, atenienses, las grandes espadas persas de Dario y Léonidas a sus retaguardias, los jinetes babilónicos de Carlos Magno en los laterales. Todos están listos en espera de la señal. El líder Casius en su corcel negro con una mirada es terror los guiará en esta cruzada. En las filas el silencio los envuelve, esperan la señal, una mueca de afirmación de su monarca para ir a la caza de su presa. El espectro del gran señor Belial aparece en medio de la oscura explanada de las mazmorras… -“Aquí estamos mis fieles guerreros, juntos hemos vuelto a tomar el poder que nos arrebataron, ahora la venganza es nuestra y el enemigo se nos adelantó, están aquí en nuestras tierras y quiero que los cacen sin piedad y me traigan sus almas, adelante hijos míos corran por su sangre”-. Fueron las palabras que influyeron en sus vasallos y su furia es incontrolable. Como perros rabiosos salen disparados hacia sus victimas, a paso tosco desaparecen en las oscuras catacumbas. Desde el inframundo inferior se preparan para responder al ataque, ya no tienen que esperar más; deben entrar en acción, detener la primera estampida y dar así oportunidad a nuestros héroes de poder resguardarse del mal. Deben avanzar y llegar hasta los manantiales de Hécate, una vez allí todo le será más fácil, desde los Tátaros hasta los Campos Eliseos, desde Minos hacia la mansión de Hades, por toda la Estigia surgen los desterrados, y en cuestión de minutos llegan a los pantanos del Caronte. Todos los grandes señores del inframundo inferior están llegando, los que provienen del Averno Romano se unen a esta defensa. Una gran movilidad de fuerzas llega sin cesar a destino influenciados por el llamado del guía Dalmat. Gracias a todo este movimiento pudieron llegar sin ser percibidos hasta los bosques prohibidos, ocultos entre la vegetación pudieron ver a los inmensos ejércitos cuya visión no tiene límites. -“¡Increíble!, jamás he visto semejante movilización de tropas, ningún país en el mundo tendría chances”-. Dice sorprendido Michel. -“Pues créelo, aún no has visto el poder que hace todo esto posible y a eso es a lo que deberías temerle en realidad. Delante puede verse una gran fuerza de choque con escudos puntiagudos, armas largas y afiladas, armaduras de cuero y algunos con apariencia salvaje, gigantes de un solo ojo, a los flancos iba la caballería en la que los jinetes van montando distintos tipos de animales oscuros. En la retaguardia los arqueros negros, elfos oscuros de muy buena puntería, además varios grupos auxiliares de gladiadores, guardia imperial de Jerjes, infantería egipcia y orcos. -“Sorprendente, con esta fuerza serías un verdadero amo del mundo”-. Agrega Laos. -“Vamos por lo nuestro, dejemos a la caballería que se encarguen de estos, tenemos que llegar al manantial y vernos las caras con el verdadero poder”.- Contesta Michel iniciando la marcha con rapidez y mucha habilidad. Hacen una pausa en donde Peter revisa con detenimiento el libro para observar que hechizo poder conjurar en el siguiente movimiento, sin percatarse que alguien los está vigilando desde las sombras de los árboles. Una lectura rápida, concentración, meditación del conjuro en silencio, eligiendo hechizos sobre protección, destreza, agilidad, visión entre la neblina, además de intentar realizar una teletransportación del cual puede tener un resultado incierto. Antes de pestañar llegan a un lugar rocoso, árido desde donde se lo ve, donde cientos de animales alados le siguen el rastro, el aire es asfixiante y el camino intransitable. -“Por lo que veo estamos perdidos”-. Dice Michel observando el nuevo paisaje. -“Mis lecturas muestran que estamos a unos cuantos kilómetros de nuestro objetivo principal”-. Agrega Peter observando que el viaje los desvió de su rumbo, ahora deberán encontrar la forma de salir de este lugar. Toman nueva lectura y levantan viaje por un pequeño sendero empinado sin conocimiento de su destino. El calor es sofocante, las cantimploras están en sus últimas gotas y no hay vista de agua en kilómetros a la redonda, nada los detiene. El Monarca observa todo desde sus aposentos, estudia a su enemigo y perdió el rastro a su mayor peligro poniéndolo nervioso. -“¡Casius!”-. Ordena con furia y su guardián aparece entre las sombras. -“Ordene mi amo”-. Contesta su siervo colocándose de rodillas muy nervioso. -“Mi enemigo ha desaparecido de mi campo de visión, no podemos perderlos de vistas; deben estar bien protegidos por una mano protectora y eso no me gusta nada, encuéntralos, vigilados pero solo quiero su posición”-. Le ordena el Monarca. -“Entendido amo, los localizare enseguida”-. Contesta su guardián y desaparece. -“Esos gusanos de la luz deben haberles dado todo para evitar que los atrape, pero no les daré ventajas y los voy a seguir paso a paso hasta que los aplaste como bichos”. Casius y sus sabuesos salen disparados en misión de búsqueda y rastreo, deben localizar a su enemigo. Los ejércitos del inframundo inferior están listos agazapados en los pantanos del Caronte, desde allí iniciarán la avanzada en defensa de nuestros héroes. -“Desde hoy comenzará el camino hacia la libertad, nuestro mundo será libre del tirano nuestros aliados de la superficie lo harán posible y debemos ayudar a que eso sea posible”-. Dice Galmat a su gente que lo escucha con atención. Todos saltaron de júbilo y alabanzas hacia su líder, se encuentran listos para el siguiente paso. -“El amanecer de un nuevo ciclo se avecina y recuperaremos el lugar que nuestros ancestros han perdido en el exilio, somos pocos los que tuvimos la humillación de ceder ante el usurpador pero eso se ha acabado y volveremos a ocupar nuestro lugar como señores de la oscuridad”-. Agrega el guía con un gran fervor. El gran Galmat se regocija ante tanta algarabía, su gente se entusiasma por esta nueva oportunidad de volver al lugar que una vez gobernaban, antes de que el Monarca tomara control de una tiranía sin fin donde todo beneficio alimentaba su ego. El momento de una nueva orden de oscuridad se inicia, no hay marcha atrás y todas las fichas están jugadas. El gran líder se retira con su guardia personal para ocupar su lugar frente a su basto ejército, pronto tendrán la posibilidad de saciar su hambre de venganza. Ambos bandos concentran sus fuerzas de choque, el Monarca está listo liderando a sus huestes después de darle la orden a su fiel guardián para que encuentre al enemigo, se fía de su gran poder y pronto lo hará saber a los que lo desafían. -“Veo que has aprovecho la movida, Galmat, saliste de tu escondrijo para desafiar algo que es invencible, no debiste cruzarte en mi camino y tu destrucción será total”-. Le dice el Monarca a si rival. -“La orden va a cambiar de rumbo y tu no estarás en el”-. Agrega desafiante Galmat. Los desafíos van y vienen donde ninguno se esconde nada hacia el otro. Una gran fuente de maldad los envuelve, una bruma densa y tenebrosa que hace temblar el Caronte. Los ejércitos oscuros del Monarca comienzan a desplegar todo su poderío, las decenas de gigantes lanzan piedras de inmenso tamaño contra las fuerzas de Galmat, pesadamente caen sobre los flancos siendo aplastado un buen numero de buenos guerreros. -“¡Atacad!”-. Fue el gripo de su líder y todos comienzas con su avanzada en un frenesí de locura pero en forma ordenada. Los arqueros esqueletos lanzas miles de flechas y lanzas sobre el grupo de gladiadores, los gigantes de cuatro brazos lanzan piedras a las huestes romanas, espectros voladores se lanzan sobre los aqueos y persas, encapuchados negros saltan desde todas partes sobre los elfos oscuros, así la batalla comienza sin dar resultado alguno todavía. Un combate parejo con mucho poder de ambos lados, los príncipes destrozan a su oponente con solo mirarlos, el Monarca los devora sin piedad saciando aún más su ira. Peter y sus compañeros llegan a un risco empinado, un vacío profundo los separa hacia el otro lado donde se haya un viejo puente que esta a medio camino entre ambas orillas, la otra parte se haya derrumbada por lo que no pierden tiempo y sacan una soga de entre su equipo para lograr usarlo para llegar al otro lado. Sin perder tiempo logran llegar al otro lado colgados de las sogas, descansan un poco mientras consumen alimentos resguardados entre las ruinas que rodean el puente. -“¿Alguna idea de donde estamos?”-. Pregunta Laos mirando a todo su alrededor. -“Por lo que tengo entendido esta es la zona fantasma, un desierto sin fin en el cual deambulan almas sin retorno y las cuales se alimentan de los espíritus que caen en estos paramos sentenciados a no volver a salir, o sea nosotros”-. Contesta con un poco de ironía. -“Que alentador”-. Sonríe burlón Michel. -“Pero esto no será nuestro destino, no hay marine en la historia que haya huido de una batalla”-. Agrega con enojo Peter y se pone de pie continuando camino usando su instinto. Detrás de las ruinas hay varios senderos que llevan al interior de unas cuevas y sin pensarlo se introducen por la entrada de la izquierda, un estrecho pasaje oculto entre unos restos de madera prolijamente acomodados da la sospecha de que marca la salida. Un reciento oscuro y húmedo apenas puede verse con la luz de las antorchas, uno junto al otro no se pierden pisada realizando el avance con temor y sumo cuidado. Sin saber la relación del tiempo, quizás horas de recorrido de pasajes, desvíos, estrechos sin límites se esconden a sus espaldas agotadas por el equipaje que deben llevar; pero sea como sea deben llegan al manantial de Hécate antes de que sea tarde. -“Esto se esta poniendo difícil”-. Alega con cansancio Laos, pero no se rinde, los callos de sus pies lo desaniman un poco aún así no afloja, un poco de agua y vendaje que le realiza Michel y el camino continúa. Peter pega una ojeada al libro de la luz y encuentra algunos hechizos de buena salud que los ayudará a contrarrestar por un par de horas la baja moral que conlleva el intenso calor de esta región árida que los envuelve. Rodean un acantilado por un camino pedregoso empinado de unos cuantos kilómetros hasta llegar a un pequeño lago azulado. Sin perder tiempo preparan un bote de goma y se lanzan corriente arriba siguiendo su intuición luego de un largo viaje llegan a un viejo puerto en ruinas donde paran y descansan mientras estudian los pasos a seguir. -“¿Qué piensas hacer ahora, padre?”-. Pregunta algo aturdido Michel. Duda un momento y luego contesta luego de observar un viejo mapa que halló en el interior del libro. -“Por lo que puedo observar en este mapa estamos a unos cuantos kilómetros del manantial río arriba siguiendo esa dirección”-. Contesta Peter mientras indica la dirección del río que deben seguir. Un poco más tranquilo después de reponer energías y comer algunos bocadillos levantan campamento y continúan. Gracias al hechizo de invisibilidad pueden continuar sin ser detectados ni vistos por ninguna criatura por el momento; al menos se fían. La figura despiadada de Casius los tiene en la mira observándolos con una sonrisa burlona, luego de encontrar su posición desaparece para informar a su maestro. -“Tengo un mal presentimiento”-. Dice Michel muy nervioso y mirando a todo su alrededor presintiendo que alguien los está vigilando. -“También tengo un raro presentimiento, no me gusta nada todo esto, apresuremos el paso antes de que nos atrapen”-. Agrega Peter y el equipo aceleran su paso y poder llegar al manantial antes de ser atrapados por las sombras. El camino que tomaron es muy complicado, pendientes, desfiladeros, fosos oscuros, en todos los casos gracias a sus equipos de alpinismo, sogas, picas de mano, arnés, cinturones de seguridad, linternas y algunos maderos que son usados para fabricar pequeños puentes, logran sortear con esfuerzos los grandes escollos que las sombras imponen a su paso. -“Esto si que es difícil”-. Dice con alivio Laos al caer sentado en un lugar seguro que encuentran para poder resguardarse un poco del intenso calor que esa zona árida los envuelve. El tiempo transcurrió y después de un largo transitar logran llegar al manantial de Hécate donde no pierden tiempo y empiezan los preparativos para eliminar al usurpador. -“Estén pendientes, voy a comenzar el ritual”-. Dice Michel mientras saca el libro de los Hechizos para lograr contrarrestar los poderes del Monarca y así poder enfrentarlo con igualdad de condiciones. -“Estaremos a tus espaldas”-. Le confirma Michael a la vez que saca todo tipo de arsenal y bien cargadas listas para dispararle al primer intruso que aparezca por cualquiera de los lados. EL ENIGMA DE LOS VIENTOS Susurros, aliento de muerte, escalofríos de maldad, oscuridad sin fin, el gran manantial encierra todo lo mal que el mundo ni siquiera se imagina. Solo hay que estar parados unos segundos en estas orillas para conocerlos y lograr salir con vida. Ahí están ellos, los tres compañeros de puro coraje a pesar de que el fuego del miedo invade sus venas, nada los perturba creen en los milagros y este no será una excepción. Con la ayuda mística del libro, voluntad y esperanza, no podrán renunciar a su libertad o morir en el intento. -“Espero que sea algo rápido antes de que nos descubran, sigo con el mal presentimiento”-. Dice Laos con algo de miedo en sus palabras. Sus compañeros solo se apresuran en hacer su trabajo lo antes posible. Michel tiene sus armas de alta tecnología cargadas y listas para disparar a la primera sombra que aparezca de la nada, no se deja inmutar por el escalofrío que los rodea. -“Ya encontré los hechizos respectivos, es cuestión de tiempo lograr conjurarlos en el orden correcto”-. Rompe el silencio Peter mientras trata de ordenar las páginas correctas para no fracasar. Casius llega con las novedades a su maestro sin perder ni un segundo y lo pone al tanto de la incursión de su enemigo en el Hécate. -“Buena jugada mortal, no te ayudará en nada, ponte al frente de esta batalla sin piedad y sin misericordia”-. Le ordena a Hundar y éste asiste satisfactoriamente con gran alborozo. -“Casius ven conmigo”-. Llama su fiel escudero para que lo acompañe. Sin ninguna negativa Casius sigue a su amo. En unos instantes un gran viento huracanado irrumpe en el silencio del manantial, tan fuerte que no pueden mantener el equilibrio. Por unos de los pórticos una gran bestia hace su aparición, Casius el minotauro, con su gran fuerza y hacha en mano desafía a los valientes con los ojos llenos de furia y fuego. -“Prepárate mortal, me comeré tus entrañas y mi venganza será satisfecha”-. Dice con enojo y satisfacción. -“Déjame intentarlo”-. Dice Michel usando toda la artillería pesada posible sobre su adversario. Ambos desaparecen dentro de la inmensa nube de polvo y fuego que se produce durante el combate, derrumbes, golpes, tambaleos, ambos luchan su propia batalla, Casius con su gran porte y habilidad, Michel con su astucia y habilidad como infante de marina para mantenerse lejos del alcance de su contrincante. Esto deja a Peter solo con Laos, si Casius está aquí es factible que su mayor enemigo este cerca y al tanto de lo que están planeando, por lo que no tiene margen de error. Aprovecha todo el tiempo posible que su hijo Michel le da mientras entretiene a la bestia, ya tiene el rompecabezas armado, todas las paginas están en su lugar y solo tiene que recitarlo lo mas rápido posible. -“…Espíritu de la luz, espíritu de la sabiduría, cuyo soplo concede y toma la forma de todas las cosas. Tú para quien la vida de los seres es sombra mudable y niebla que se desvanece. Tu que levantas las nubes y vuelas sobre las alas de los vientos. Tu que aspiras y pueblas los espacios sin fin. Tu que aspiras y cada cosa creada por ti a ti retorna, motor eterno en la eterna quietud, se por siempre bendito. Nosotros te alabamos y te bendecimos en el reino cambiante de la luz creada, de las sombras, de los reflejos de las imágenes; aspiramos férvidamente a y tu mudable y eterno esplendor. Deja que penetre hasta nosotros el brillo de tu inteligencia y el calor de tu amor: entonces lo que es movible se detendrá, la sombra se convertirá e cuerpo, el espíritu del aire en un alma, el sueño en un pensamiento. Y no seremos ya arrastrados por la tempestad sino que sostendremos solidamente por la bridas los caballos alados de la mañana, y dirigiremos el curso de los vientos para volar delante de ti ¡Oh espíritu de todos los Espíritus, eterna alma de las almas, soplo inmortal de vida, aliento creador , boca que aspiras y respiras la existencia de todos lo seres en el fluir y refluir de tu eterna palabra, que es el divino océano del movimiento y de la verdad...”-. Fueron las palabras que utilizo Peter para invocar a los espíritus de la luz y la sabiduría. Una gran masa uniforme renace en forma de remolino huracanado, formando un ser con un terrible poder, con energía y rayos que salen de sus manos. Tarda unos instantes en adecuarse al lugar y observar su alrededor buscando, estudiando el entorno, saber quién embocó su poder. En ese mismo momento otro portal se abre y el monarca hace su entrada, atónico por lo que acaba de presenciar. -“Veo que has aprendido muy rápido, lograste tu objetivo, pero los espíritus del Hécate no impedirán que realice mi coronación final sobre todos ustedes, tus ejércitos son muy inferiores y pronto caerán a los pies de mis fuerzas oscuras, mientras yo detendré todo esto antes que cierres tus ojos, mortal insignificante”-. Le advierte el monarca a la vez que revolea su cetro preparando su ataque. En un movimiento suculento y rápido como un rayo, el monarca hace su primera jugada atacando al ser que emergió del manantial, rayos negros salen disparados con todo su poder rodeando al ser de los vientos, la energía negativa que lo rodea lo deja sin movilidad. -“La energía negativa que acabo de crear sobre tu amigo lo tendrá ocupado por mucho tiempo”-. Ríe con maldad el monarca mientras centra su mirada furiosa sobre Peter. –“Ahora es hora de ocuparme de ustedes antes de que me saquen de mis casillas”-. Agrega mientras focaliza un hechizo de teletransportación. Una esfera negra envuelve a los héroes desapareciendo de nuestro mundo siendo enviados a otra dimensión. Con una risa victoriosa, el monarca no deja cabos y desaparece volviendo a su batalla contra los señores del inframundo inferior. Con ironía y burla se dirige a su enemigo… -“Atentos mis bizarros, tengo una mala noticia para los que insisten con lo imposible, acabo de volver del manantial del Hécate y acabo de enviar a la dimensión del olvido a sus salvadores; ya no existe obstáculo para que mi reinado sea eterno”-. Dice con gozo a todos los presentes en la batalla quienes quedan sin palabras y sin repuestas. Dalmat se percata de la cruel realidad y no hace más que pensar en las opciones… -“Mis grandes guerreros, yo os doy la libertad de decidir ante esta realidad que ahora nos amenaza, seguir luchando por la libertad y morir o rendirnos y ser esclavos por toda la eternidad”-. La repuesta fue unánime, la batalla terminará con la muerte, no hay marcha atrás ni rendición. Con más fuerza que antes todos se lanzan al ataque con determinación sin mirar atrás. -“¿Qué haremos ahora señor?”-. Pregunta Golat. -“Resistir hasta el final y esperar algún milagro, confío que al final nuestros amigos regresen”-. Contesta con angustia Dalmat. -“Cada vez son más numerosos y se hace difícil avanzar”-. Agrega Mouron. -“Mantengan las defensas firmes en la entrada del portal a la otra dimensión, yo trataré de encontrar a nuestros salvadores lo más rápido posible”-. Ordena Dalmat dirigiéndose al portal. Las órdenes son dadas con firmeza y determinación mientras las fuerzas se retiran con dificultad hacia el portal, muchos caen en la retirada pero no pierden la fe en su sed de libertad. Derrumbes, golpes de espadas, rayos de luz por doquier, lucha cuerpo a cuerpo en algunos lugares, la defensa por su libertad tendrá su precio al final del camino; aunque nada los intimida. -“No pierdan su tiempo, ríndanse y seré piadoso con sus almas”-. Dice el monarca triunfante, su regocijo victorioso invade sus entrañas, su conquista final esta cada vez más cerca. -“No cantes victoria alimaña, mientras nuestras esperanzas estén firmes caeremos dignamente si es necesario”-. Contesta con ira Mouron mientras corta un par de cabezas a su alrededor. -“Sus deseos serán cumplidos”-. Agrega el monarca mientras utiliza todo su poder para eliminar una cuadrilla de gladiadores y una caballería fantasma que intentaban darle alcance. Dalmat desaparece al entrar al portal intentado rescatar a nuestros héroes que vagan en la otra dimensión. Debe rescatarlo a tiempo y volver al manantial de Hécate y libera al dios de los vientos. La otra dimensión, un lugar frío, tenebroso, totalmente oscuro, es como encontrar una aguja en un pajar. Solo la visión y la astucia de los seres del inframundo tienen la capacidad para viajar de una dimensión a otra sin dificultad, pero encontrar otros seres perdidos es todo un tema. -“Debo hallarlos antes de que sea tarde, son los únicos que nos puede salvar de esta maldad y lograr el equilibrio final entre la luz y la oscuridad”-. Dice con nerviosismo. Usa todos sus sentidos, sus habilidades encuentran una tenue pulsación no muy lejos desde su posición y sin más demora se dirige a toda velocidad hacia el lugar. El aire se opaca, se torna difícil respirar en estos lugares inhóspitos sin vida, sin almas ni estrellas que guíen a los condenados; todo es punto muerto, árido, frío y olvidado. En algún rincón de toda esta oscuridad se hallan nuestros héroes deambulando sin sentido hacia una muerte segura, sin aliento y con desesperación, poco a poco empiezan a sentir los efectos y hacen lo imposible para no desmayarse. Pronto dejan de resistir dejándose caer en un sueño profundo mientras sus cuerpos flotan en el vacío infinito de la dimensión oscura. El pulso cada vez es más débil, la mente se nubla sin dejarlos pensar con claridad, la muerte es inevitable, Peter solo piensa en su amada esposa de la cual no pudo despedirse dejándola sola pero sabe que la verá algún día en el más allá. En un último suspiro se esfuerza para mantener los ojos abiertos y poder ver por última vez el rostro de su hijo Michel, se miran una vez más para luego cerrar sus ojos definitivamente esperando el final. Su fiel amigo Laos parece ya no tener signos y su cuerpo flota de un lado a otro sin rumbo, todo ha terminado y la oscuridad ha ganado. En ese instante de desconcierto la esperanza llega, un haz de luz los alcanza, los envuelve, los cubre como un cálido manto hasta que el destello desaparece llevándose consigo a las tres personas ya casi sin vida. El destello pronto llega a su destino luego de cruzar por uno de los portales, ha conducido nuevamente a nuestros héroes de regreso al inframundo a un lugar apartado pero seguro. Los cuerpos quedan tendidos en el suelo rocoso por un largo tiempo mientras son atendidos por el mismo Dalmat. Con los poderes ocultos que posee, el gran hechicero logra reanimarlos aunque aún están inconciente, la fuerza vital de los humanos estaban en las últimas por lo que les llevará un buen rato recuperarse, allí se quedará hasta que despierten. Peter es el primero en despertar y tarda un poco en darse cuenta donde se encuentran, esta vez acompañados. -“Tranquilo, estoy aquí para ayudarte, te he rescatado de tu corto exilio por la otra dimensión”-. Le dice Dalmat mientras lo ayuda a reincorporarse. Un poco aturdido se pone de pie recuperando todos sus sentidos al igual que el resto del equipo. -“¿Qué sigue ahora?”-. Pregunta Peter. -“Debemos lograr liberar al poder del Señor de los vientos, es el único que podrá contra los ejércitos del usurpador, una vez que estés mano a mano con el oscuro debes debilitar sus poderes a través del manantial del Hécate, primero tiene que desprenderse de su cetro y luego tienes que lanzarlo al manantial, el poder de Belial es vulnerable en el fondo del mismo”-. Le contesta Galmat mientras desaparece por las sombras para volver a dirigir la contienda. -“¿Están todos bien?”-. Pregunta Peter al resto de sus compañeros. -“Todo perfectamente bien, un viaje bastante agotador”-. Contestan en un tono de burla. -“¿Qué haremos ahora?”-. Agrega Michel. -“Ustedes mantengas mis espaldas libres tengo que liberar a esa cosa y después lograr lo imposible”-. Contesta Peter a su hijo mientras se apresura a buscar en el libro la forma de liberar al Señor de los vientos. -“Esto se esta poniendo muy fastidioso para mi gusto”-. Se queja Laos. -“Toma esto y mantente cerca de mí, se va a poner muy divertido”-.contesta Michel mientras le pasa un par de armas automáticas. Una vez armados y listos encuentran posición detrás de unas rocas desde donde pueden ver todo lo que entra o sale sin dificultad. Peter pronto logra encontrar los hechizos correctos y se da prisa para lograr liberar a la criatura, no tiene tiempo que perder ya que un portal se abre y cientos de criaturas con la forma del dios Anubis, el chacal, listos para saltar sobre ellos. -“Bueno empezó la acción así que solo cierra los ojos y aprieta el gatillo”-. Le indica Michel a su compañero y una ráfaga de balas son lanzadas hacia el enemigo recién llegado. Cientos de cuerpos caen con facilidad pero otros tantos ocupan su lugar, no dejan de llegar contingentes, momias, orcos, hombres lobos, vienen desde el portal. -“Hay que cerrar ese portal de alguna forma o estaremos en problemas”-. Grita Michel mientras apunta con un arma de alta tecnología y derriba parte del techo sobre el porta, al menos logra detener por un tiempo a los contingentes. Los guerreros de Anubis poco a poco logran rodear el lugar, los hombres lobos se lanzan como fieras sobre sus presas pero son repelidos fácilmente por Laos, los orcos se dirigen directamente hacia Peter quién logra ponerse al resguardo justo a tiempo mientras pronuncia el hechizo para liberar a la criatura. Una ráfaga de luz y viento invade todo el lugar haciendo desintegrar a las ciento de criaturas de la oscuridad en cuestión de segundos. -“la bestia ha sido liberada”-. Dice con alivio y sonriendo Peter. -“Vayamos por ellos”-. Agrega Laos. Sin más, el equipo se prepara para un enfrentamiento en los dos frentes, Michel y Laos se filtran por uno de los portales para guiar al señor de los vientos hacia la batalla y ayudar a Dalmat mientras Peter se prepara para detener a Monarca. Se concentra tratando de descifrar los distintos hechizos, es una maraña de rompecabezas y el tiempo es su mayor enemigo en este momento. Sigue su instinto con el llamado de la sangre, nunca imagino esta situación ni menos que sería un antecesor de los grandes protectores de la luz. Ríe burlándose a si mismo para ocultar su nerviosismo y continúa con el ritual, debe hallar los conjuros que le permita luchar contra el Monarca bajo las mismas condiciones de igualdad. Sea igualando su poder o que su enemigo lo pierda, la segunda opción es la más fiable y posible en este momento. Es difícil asimilar tantos hechizos y conocimientos al mismo tiempo, palabras y signos desconocidos que debe encontrar sus significados correctos, nada lo detiene. Piensa en estos momentos en su esposa, en lo preocupada que debe estar en esta encrucijada luchando entre demonios, si antes sufría en esas largas ausencias de meses o años mientras estaba en la milicia y ahora todo este trastorno. En estos momentos Karen se encuentra en su habitación mirando hacia las montañas a través de la ventana, nerviosa tomando una bebida fresca sentada en el sofá con la vista fija hacia donde se encuentra su esposo e hijo, expectante sin tener noticias ahí tiene que estar sin poder hacer nada al respecto. Una criada entra a la habitación trayendo mantas y ropa de cama para la noche, el frío en esos lugares es normal y en lo posible estar adentro de los hogares y salir solo en caso de necesidad. El pueblo de Lhasa (2); la gran capital, pintoresca desde su apogeo a pesar de que desde épocas del imperio mongol siempre fueron usurpados, hoy o por hoy es una región autónoma dentro del dominio chino. El sufrimiento de tantos años de dominio extranjero han obligo hasta exiliarse a los grandes dalái lamas para gobernar o seguir con sus ideales de independencia desde lugares que no son sus hogares. Sin fin de luchas y derramamiento de sangre de gente pacifistas que se sacrifican por lo que creen, por ser de su lugar de origen un mundo consagrado a su fe. (2) Lhasa es la capital del Tíbet, en la República Popular China situada en la meseta tibetana rodeada por las montañas del Himalaya. Cuenta con una población de alrededor de 250.000 habitantes. La ciudad es la sede tradicional de los lamas y lugar donde se encuentran los palacios de Potala, Norbulingka y el Templo de Jokhang, incluidos en el Patrimonio de la Humanidad y es considerado por el budismo tibetano como el centro más sagrado en el Tíbet. Lhasa quiere decir "lugar de los Dioses", aunque antiguos documentos tibetanos e inscripciones han demostrado que hasta principios del siglo VII el lugar se llamaba Rasa, que significa "lugar de cabra". Karen se entristece al recordar los hechos históricos que ha estado aprendiendo en estos días de soledad en su habitación y visitando los distintos lugares religiosos con sus colosales estatuas budistas. No dejo nada si anotar, sin fotografiar, pretende realizar un libro con la historia del Tíbet si logra volver a casa. No solo un simple libro histórico sino también todo lo relacionado a sus vidas sociales, forma de vivir en estos tiempos de luchas, quienes intentan aparar su legado, un sinfín de situaciones que no va a dejar nada sin detallar. Al menos ocupa su tiempo y mente en otra cosa para no tener que afligirse por lo que esté sucediendo con su esposo e hijo en esa batalla infernal, aunque cree en ellos la angustia siempre esta. La batalla cada vez es más complicada, muchas bajas en ambos lados pero parece que no tiene fin, cada vez son más y más guerreros los que aparecen por doquier. Galmat y sus fuerzas hacen bien su papel de defender el portal resistiendo los embistes del enemigo; pronto ese esfuerzo será recompensado. Un gran rugido sale disparado desde el interior del portal dejando a todos ensordecidos y sin entender lo que pasa. En unos segundo una gran bola de aire se forma en la espesa oscuridad, rayos de energía, fuertes vientos que hace temblar todo el inframundo rodea al enemigo que es desintegrado sin vacilar, el poder de la luz hizo su trabajo y luego desaparece en la nada, igual como llego. -“Parece que te has quedado solo, Monarca”-. Ríe con agrado Galmat. -“Aún no cantes victoria, cuando me deshaga de esa alimaña humana volveré por ustedes”-. Dice con furia al ver su derrota inminente sobre su gran rival y desaparece en las sombras. Los primeros festejos se hacen oír, el inicio del equilibrio se gesta con una enorme victoria sobre el poderoso ejército oscuro pero aún así no hay que distraerse el tiempo apremia y el golpe final no debe esperar. Galmat se infiltra por el portal luego de dejar órdenes precisas de que vigilen la entrada, sin más espera se dirige al manantial de Hécate para dar la noticia al elegido y termine lo antes posible su misión antes de que el monarca decida aparecer de improviso e intente detenerlo. -“Debes apresurarte mortal, hemos derrotado a los ejércitos oscuros del monarca pero él está cerca y no podemos perder tiempo, ¿estás listo?”-. Dice el líder del inframundo inferior a Peter. -“Ya lo tengo, tengo algunos problemas con la traducción”-. Contesta Peter. -“Déjame ver”-. Agrega mientras le pide que le indique las frases a traducir. Tarda unos segundos ver los símbolos y logra traducirlos sin problemas transmitiéndole a Peter las palabras necesarias. -“Gracias”-. Fue su repuesta a la vez que comienza a recitar los conjuros para bloquear los poderes de Belial y así debilitar al monarca, la reencarnación de Hades. -“Continua que cuidaré tus espaldas de cualquier ataque”. Peter solo asiste con la mirada mientras se concentra y medita los conjuros con toda la exactitud posible. Poco a poco una bola de energía esmeralda empieza aparecer y agrandarse lentamente levitándose hacia el manantial y una poderosa aura positiva llena toda la zona con gran potencia. El proceso ha comenzado y es cuestión de tiempo que los conjuros hagan su efecto en todo el inframundo oscuro, todo aquello que se alimente del manantial caerá. Por lo que el único poder existente es lo que quedaría en el cetro del monarca o lo que pueda durar, una vez que el poder del manantial quede neutralizado poco a poco el cetro perderá su poder. Un efecto en cadena colapso en todos los reinos del inframundo, la oscuridad absoluta desapareció, todo aquello creado o destruido por voluntad del monarca fue eliminado o restaurado, las antiguas tradiciones serás organizadas a través de un nuevo orden. En esos instantes hace su aparición el monarca con toda su furia y maldad, maldiciendo y lanzando su inmenso ataque con rayos rojos incandescentes sobre Peter y Galmat. Los poderes de Galmat logran detener el ataque pero queda algo aturdido por el intenso impacto, aún así no se deja caer y se levanta rápidamente para no sufrir otro ataque. -“Aún no me han vencido ¡malditas ratas!, así me quede una gota de poder en este cetro lo usare para eliminarlos de la faz de la tierra”-. Dice con ira el monarca mientras concentra su ataque sobre Peter. En un choque frenético de poder, Galmat se interpone justo en el instante en que un rayo negro se dirigía hacia Peter siendo fatal; Galmat se desintegra ante la vista de Peter pero al mismo tiempo el alma del monarca también desaparece. Peter exhausto cae inconsciente ya sin poder hacer más nada, solo esperar el desenlace final de esta travesía infernal. La noticia llega a todos los confines del inframundo, el monarca ha sido eliminado junto a Galmat, los ejércitos cesan en su lucha sin saber que determinación tomar sin sus guías que les den iniciativa. Mouron fue el primero en reaccionar… -“¡La victoria es nuestra!”-. Vitorea a su gente mientras se lanza a la carga contra su enemigo. El enemigo sin reacción dispone las armas, hasta los príncipes se rinden ante la falta de su líder pero desaparecen en la oscuridad antes de que sean atrapados. El resto de los ejércitos oscuros son conducidos encadenados a las mazmorras a la espera de la decisión que se tome en relación a su lealtad hacia monarca. -“Hemos vencido pero nuestro enemigo aún se oculta, encierren a estos traidores y nos veremos más tarde en el circulo de la discordia, atiendan las heridas de nuestros héroes”-. Ordena Mouron mientras ayuda a atender a Peter y a sus compañeros. EL ULTIMO BASTION Las fuerzas del mal esconden su derrota, más allá de las catacumbas del rey oscuro deciden reagrupar sus fuerzas y continuar la batalla hasta las últimas consecuencias. -“Esto es inaudito, han derrotado al monarca y hemos sido humillados”-. Se enfurece Randor. -“¿Qué continua ahora?, sin nuestro amado líder estamos solos”-. Agrega con nerviosismo Arnold. El silencio invade las aterradoras catacumbas llenas de cuerpos putrefactos y esqueletos por todos lados. -“Primero debemos recuperarnos y pasar al siguiente plan de acción, por lo cual no nos rendiremos”-. Contesta con furia Casius. -“¿Qué harás, nuestro poder es escaso sin la presencia del monarca?”-. Pregunta Randor. -“Aún hay una posibilidad de salir victorioso sin la presencia de nuestro maestro”-. Contesta encerrando un misterio en su malvada sonrisa, todos los presentes quedaron en silencio sorprendidos sin poder entender a su compañero. -“Todo a su tiempo, todo a su tiempo”-. Fueron solo sus palabras. Que plan es lo que encierra a estas fuerzas oscuras, no fue suficiente ser humillados y derrotados, su gran maestro fue eliminado, su poder es mínimo ante el poder de la luz que envuelve a su enemigo. Pero sus marañas y secretos parecen no tener límites, un oscuro secreto esconde en sus entrañas y harán hasta lo imposible por sacarlos a la luz. Los antiguos trece se repliegan a sus respectivos dominios antes de que sus vencedores quieran usurpar nuevamente sus palacios, no dejarán que sus territorios y riquezas vuelvan a sus legítimos dueños sin pelear. El último bastión se está gestando desde sus entrañas cada príncipe debe traer de sus respectivas mazmorras lo que está oculto desde los inicios, el secreto que nunca debió ser revelado tendrá que ser liberado si quieren conservar sus estatutos. Antes del anochecer cada príncipe trajo su secreto a las catacumbas del rey oscuro, cada uno trae un cofre de oro sellado y son colocados sobre un altar de piedra adornado y preparado para un ritual que liberará el gran secreto de lo oscuro. -“Listo Casius, hemos traído nuestros cofres cuyo contenido desconocemos, solo eran nuestra responsabilidad, ¿ahora qué?”-. Pregunta Amunra. -“Es tu turno Beliak, eres el iniciador del ritual como precursor del maestro”-. Le sede el lugar al primer príncipe. -“Estamos aquí para iniciar el ritual, conmemoraremos el acto final del sacrificio”-. Agrega mientras eleva una plegaria al oscuro. Beliak se acerca a la cripta del rey oscuro para iniciar una serie de canticos mientras el resto de los príncipes rodean la misma en estado de trance. El murmullo hace eco en todas las catacumbas y poco a poco silbidos extraños resuenan, pequeños temblores provocan algunos derrumbes pero ninguno pestañea ni pierde su postura. Una onda de maldad, una neblina gris tenebrosa cubre las catacumbas y pronto varios seres empiezan a salir de sus criptas, vestidas de harapos y collares con signos del oscuro se acercar lentamente hacia la cripta del rey. Pueden continuar con paciencia y tranquilidad ninguna amenaza podrá impedir que detengan su poder, el monarca muerto, sus enemigos festejan su victoria, nadie se percata de lo que están realizando que es despertar el poder del rey oscuro. El rey oscuro fue un antiguo mortal que vendió su alma al monarca con el afán de obtener el poder de avasallar a todos sus enemigos, su sed de sangre y destrucción lo transformaron en un ser despiadado y maligno que comía a sus enemigos en grandes banquetes y esto lo llevo a que todo los reinos se unieran para darle caza y quemarlo en la hoguera. Su alma oscura fue devorada por el fuego transformándose en un nigromante vampiro y fue encerrado en estas catacumbas por desafiar a la misma maldad, el monarca en persona tuvo que actuar o su poder se vería amenazado. Es un ser fuerte, con fuerza ilimitada hasta puede vencer a los trece con solo levantar un dedo, lo llaman el alimentador de almas ya que absorbe las almas de los condenados. Miles de guerreros y súper demonios padecieron a sus pies absorbidos tanto sus almas como sus poderes y fuerzas. Ahora buscan despertar su poder, por lo que deben mantenerse en trance y sacrificar sus almas para que el rey oscuro tenga la habilidad, la fuerza y la maldad de los trece. Este será el final para sus condenas almas pero una nueva creación maligna renacerá para gobernar definitivamente a este condenado mundo de infieles, de corrupción, de egoísmo y destrucción. El poder comienza a desvanecerse, la fuerza disminuye, los seres recién liberados son los soldados oscuros fieles al rey, ellos tomaran el control y el poder en esta nueva era de oscuridad, el inframundo aún está en peligro y la humanidad no será la excepción. Si nadie en todo este submundo descubre este nuevo mal será muy tarde para que sean salvados, un descuido y todas las almas estarán condenadas. El poder del rey oscuro crece ya que los trece poco a poco empiezan de desintegrarse como si una fuerza los estuviera subsionando, absorbiéndolos lentamente hasta que no tienen más fuerzas para mantenerse en pie y caen al suelo disecados. Segundos después la tapa de la cripta se abre con ayuda de los soldados oscuros y una figura deforme con una corona se levanta de su eterno letargo. -“He vuelto”-. Fueron sus palabras a la vez que mira a su guardia personal y aquellos que sacrificaron sus almas para revivir la suya. -“bienvenido oh gran señor, su guardia se pone a sus pies”-. Dice el capitán mientras se ponen de rodilla frente a su rey. -“Bueno mis fieles vasallos, hemos aquí renacido después de milenios en el olvido oscuro ahora mostrareis vuestras espadas y cortad cabezas”-. Fueron las órdenes del oscuro. Sin palabras los cientos de seres oscuros vestidos con la ropa de caballeros, algunos con armaduras, salen en busca de sus víctimas con el afán de conquista. El rey oscuro los sigue de cerca montado en un caballo alado negro, su gran poder oscuro ilumina todo a su paso transformando un ambiente gris, tenebroso, sin más vida que la nada. Su energía vital se incrementa paso a paso a medida que va absorbiendo la fuerza negativa que consume de las sombras. Las fuerzas oscuras llegan a la cascada de sangre donde se detienen a la espera de nuevas directivas. -“Mis fieles aquí construiremos nuestra fortaleza sin demoras levantad los cimientos de nuestra nueva era de poder oscuro”-. Les ordena su rey. Sus sabuesos obedecen y comienzan la construcción de la gran fortaleza oscura, en cuestión de una semana los cimientos fueron construidos, ahora solo les restan levantar las murallas, mazmorras y algunas torres. -“Eso es mis vasallos pronto nuestro nueva fuerza será indestructible”-. Agrega con ira. Sin descanso, con las fuerzas al límite, con una maldad magistral llevan y traen grandes rocas que son usadas para la construcción, otros con cincel en mano le dan forma y pronto se suman otros voluntariamente para formar parte de la nueva orden, otros son capturados transformados en esclavos. En la mansión gris, residencia de la nueva orden instaurada después de derrotar al monarca… -“Presiento un desequilibrio negativo”-. Dice sorprendido Golmat. -“También lo presiento pero es imposible que haya regresado”-. Contesta sin entender Mouron. -“Mis sentidos dicen que es un nuevo mal, un mal más poderoso que al del monarca y que crece a pasos agigantados, un poder que estuvo durmiendo desde épocas milenarias y que se necesita el sacrificio mutuo de los trece para que pueda renacer”-. Agrega Golmat. -“¡Me estás diciendo que esos perdedores despertaron el poder del rey oscuro!, esta vez estamos perdidos”-. Dice con nerviosismo Mouron a la vez que sale de la sala hacia la fosa de los hechiceros. Allí se encuentra con la hechicera roja para verificar lo que está pasando. -“Te he estado esperando Mouron, porque tardaste en aparecen”-. Se le burla la hechicera. -“Deja los comentarios sarcásticos de lado y dime lo que quiero saber”-. Le contesta con bronca. -“Mis conjuros ven lo que ya te has enterado, los trece príncipes oscuros al verse vencidos y sin opciones por la pérdida de su maestro decidieron lo incorrecto, despertar al rey oscuro sacrificando sus vidas, el mal negro esta otra vez amenazando el equilibrio y debéis actuar de inmediato antes de que todo sea absorbido”-. Fueron las palabras de la hechicera mientras predice todo lo dicho a través de su olla de hechizos. -“¿Qué me aconsejas, hechicera?”-. Pregunta preocupado. Ella mira el interior de su olla y una nube se levita lentamente mientras le muestra la clave de la victoria. -“Esto será tu victoria”-. Le muestra a su visitante el cual no sale de su sorpresa. Un silencio helado lo deja paralizado y perplejo, la clave de la victoria final es un sacrificio del cual nadie estará de acuerdo. -“¿Seguro no hay otra forma?”-.Pregunta con una voz dificultosa. -“Mira, te contaré una historia muy antigua, más allá de la existencia diríamos más de miles de milenios que puedas imaginar”-. Comienza la hechicera a la vez que le pide a su visitante que tome asiento y se ponga cómodo. –“¿No conoces la historia del rey oscuro?”-. Vuelve a preguntar en un tono burlón. El gran guía del equilibrio solo niega con un gesto y se pone cómodo a la espera del relato. -“…En los inicios inmemoriales del universo nacieron la maldad y la luz al mismo tiempo, uno no puede existir sin el otro es su esencia natural, en tiempos de equilibrios la luz reina en la humanidad y la oscuridad reina en las sombras, escondidos, latentes esperando su oportunidad de dominar al otro. Uno de los primeros cultos oscuros en salir a la luz se hacía llamar la flor del iris, actuaban en las sombras dirigidos por un noble de la realeza que se transformo en un falso rey, usando las artes oscuras para su propio beneficio accedió al trono, la maldad profano su alma oscura llena de odio. Estas eran las oportunidades que tenia la maldad para mezclar su ponzoña sobre las almas humanas y ganaban terreno con facilidad…”. Hizo una pausa mientras miraba de reojo la actitud pasiva de su audiencia y le ofrecía algo refrescante… -“…Como decía, esta maldad ganaba terreno con este oscuro ser que usaba su gran poder militar para conquistar desde una simple aldea de granjeros hasta grandes potencias con la ayuda mística que le otorgan los oscuros, quienes aprovechaban la ocasión para propagarse. Su afán de poder y conquista lo enceguecían sin darse cuenta de las consecuencias de sus actos, aldeas quemadas, pueblos masacrados, riquezas saqueadas, no tenia limite hasta su propia guardia veían con malos ojos estos actos pero no le importaba, todo aquel que se ponía en contra eran empalados en la plaza mayor a la vista de todos. Una ola de terror en todo su reino se había gestado y tenían que hacer algo para romper este hechizo maligno que los estaba forjando a vivir en la más oscura y dolorosa vida…”. -“¿Te aburres con mi relato?”-. Le pregunta con una sonrisa. -“Estoy sorprendido con este relato, nunca lo habíamos conocido a este hecho, no tenemos información”-. Le contesta abrumado. -“Estos relatos fueron borrados de la historia después de que fue erradicado para que nadie vuelva a realizar tan atroz acto, pero parece que alguien si lo tenía muy presente ya que lo han vuelto a despertar”-. Contesta sin entender la hechicera pero sigue con su relato. “…Se corrió la voz por todo los reinos, se trataba de localizar a los mejores hechiceros capaces re revertir esta situación, después de años de búsquedas e intentos fallidos pronto encontraron lo que buscaban; en los rincones místicos de los mares helados del sur, hallaron a los inmortales elfos de la luz, después de varios intentos fallidos pudieron contar con su ayuda. La fuerza místicas que estos seres poseen es invencible, su mundo, su perfección hacia las artes de la naturaleza lo hacen incorruptibles, ellos alimentan su poder desde las entrañas mismas de la tierra, nada ni nadie pueden entrar o salir de su mundo sin que ellos lo permitan. De esa forma usaron sus poderes para erradicar al rey oscuro. Para poder evocar a Setn amintl(3) un gran sacrificio de sangre debieron realizar para contra restar a la maldad ejercida por este ser oscuro y los humanos ofrecieron a la hija de un gran noble de corazón puro y sin maldad, era lo único que podía salvarlos y mandar nuevamente al oscuro a su encierro eterno y es exactamente lo que deberán hacer en este caso, sacrificar un ser puro para poder desterrar nuevamente a este nuevo mal…”-. Termina la hechicera su relato y la nube de humo que mostraba los acontecimientos de la misma se desvanece. (3) del élfico: “Rey Dragón”. El gran guía queda sin palabras por estos acontecimientos de los cuales nunca tuvo conocimiento alguno, una información tan crucial que solo un par de necios conocían a la perfección y que en un último acto de locura se sacrifican para despertar un mito milenario. Ahora tendrán que hacer un sacrificio místico para enviar nuevamente a esta amenaza otra vez a su limbo. -“Por lo que escucho y puedo observar, no hay poder convencional o fuerzas que puedan vencerlo en una pelea cara a cara, el sacrificio de un alma pura es la clave de la victoria”. Se repite una y otra vez Mouron mientras vuelve a la mansión del Hades. Una gran reunión con los principales hechiceros, brujos, todos aquellos seres que puedan aportar alguna solución posible sin necesidad de llegar al sacrificio fueron convocados. Varios días duraron las reuniones, idas y vueltas, hechizos y contra hechizos se implementaron pero todas sin éxitos. El tiempo apremia, las fuerzas del rey oscuro se encuentran a poca distancia de las fronteras del Hades, son cada vez más numerosos y más fuertes; avanzando a paso devorador destruyen todo sin vacilar. Las conclusiones que han resurgido es que es imposible evitar el sacrificio, deben sacrificar un alma pura para contrarrestar el poder de un alma impura. Ahora el tema es quién será el elegido que voluntariamente se sacrifique por los demás. -“Colegas, hechiceros, grandes héroes de todos los tiempos, la maldad del rey oscuro se acerca y no habrá batalla que podamos ganar abiertamente, no podremos vencer esta amenaza con el filo de nuestras espadas ya que esto va más allá de cualquier poder místico, solo el sacrificio de un alma pura es la llave de nuestra victoria y no tenemos tiempo que perder”-. Le informa Mouron al resto de los presentes. Todos se miran perplejos, hasta los guerreros más fuertes se inmutan al saber que su valentía solo lo llevará a una muerte segura. Mouron envía un mensajero a la superficie para contactarse con Peter para darles la noticia del nuevo mal que se avecina antes de que retomen su regreso a casa, por lo que tendrán que postergarlo por un tiempo más. EL SACRIFICIO El mensajero se escabulle por las sombras que cubren la noche de Lhasa, el silencio abruma la soledad de las calles y callejones sin vida, la luna ilumina algunas vías principales del pueblo dejando a la vista roedores que salen en busca de comida. Sin problema llegan hasta el hotel donde descansa Peter y su familia con toda la tranquilidad que tantas noches se le negó a causa de la amenaza oscura sin saber que pronto tendrá una nueva a la vuelta de la esquina. Sutilmente el mensajero se escabulle por la ventana, como el avance de una serpiente hacia su presa sin que su presencia sea percibida. Pero los instintos de ex – marine no escapan ni al silencio mismo y se percata de la presencia y con un salto acrobático pronto lo tiene acorralado entre sus brazos sin dejarle ningún intento de escape. -“Tranquilo, soy un mensajero del gran señor Mouron”-. Dice enseguida para que lo deje libre mientras el resto de la familia se despierta desconcertada por el acto que acaban de ver, igual Michel entra con armas en mano al escuchar el revuelo desde su habitación. -“Tranquilos”-. Intercede enseguida Peter para tranquilizarlos. -“¿Qué sucede y que hace esta persona a estas horas de la noche aquí?”-. Dice con susto Karen. Una vez que todos se tranquilizaron y se acomodaron en el living, el mensajero relata los nuevos acontecimientos que se avecinan en el inframundo. Peter examina pensativo cada palabra que escucha del relato bajo la mirada triste de Karen al saber que nuevamente deben enfrentar, esta vez, un mal mayor con el agregado del sacrificio; algo aún más monstruoso. -“Eso es todo lo sabemos, los trece demonios se sacrificaron para que un mito milenario renaciera y el sacrificio de un puro es lo único que puede revertir esta maldad”-. Concluye el mensajero -“Vuelve tranquilo y dile a tu señor que nos ocuparemos, mañana temprano iremos al Monasterio a ver si ellos tiene repuestas sobre este caso y luego nos encontraremos en la Mansión del Hades”-. Fue la repuesta de Peter asistiendo al resto con un movimiento de cabeza para que conozcan su repuesta a pesar de que no sería del todo agradable. -“Parece que esto nunca nos dejará tranquilo, ¿verdad?”-. Dice preocupada Karen mientras se aferra a su esposo. -“Es cuestión de tiempo y fe” -. Fue lo único que se le ocurrió contestar. El sueño pronto los envolvió y quedaron dormidos con la idea de que el amanecer nunca apareciera. Los primeros rayos de sol se asoman en el horizonte, el amanecer de un nuevo día se anuncia desde lo alto del Himalaya y sin perder tiempo y luego de un fuerte desayuno salen hacia el templo en busca de repuestas. El gran guía los recibe gustosos y los invita a pasar al gran templo donde se lleva a cabo una ceremonia en honor a los dioses. Al ver la preocupación en el rostro de sus invitados deja a un lado la ceremonia en manos de su fiel concejero y los guía a una habitación que da al otro lado de la sala iluminado solo con antorchas. -“Veo su preocupación, siéntensen”-. Le dice el Dalai Lama. -“No se ha enterado aún de lo que está pasando en el inframundo en este momento”-. Dice Peter un poco dubitativo. -“Lo sabemos, el rey oscuro ha renacido y tu vienes a buscar repuesta de si solo el sacrificio de un puro eliminará este mal”-. Se adelanta a decir el gran guía. En esos instantes Laos hace su aparición trayendo un par de té a los invitados y no pudo evitar escuchar las nuevas noticias. -“Siéntate con nosotros Laos, tu eres parte de esto”-. Le ordena el Dalai Lama. El joven obedece una vez que terminara de servir a sus compañeros de varias aventuras y alegrándose desde su interior de que pronto habrá más. -“Conocemos la historia y todo lo que han escuchado es verdad”-. Le dice el guía tibetano mientras busca un gran libro polvoriento escondido en un oscuro rincón de la sala y seguro dentro de una caja que solo él lleva la llave y puede tener acceso. Bajo un rápido ojeo de las páginas, pronto encuentra lo que estaba buscando y le pasa el libro a Peter para que lea sobre el tema. Los presentes leen atentamente las paginas manchadas por el tiempo, palabras tan antiguas que no es fácil llevar una lectura fluida y rápida. Al finalizar Peter y sus compañeros no pueden creer lo que han leído, una encrucijada de sentimientos los envuelven ya que si esto es la única solución quién será el elegido para el sacrificio. -“Todo indica que un sacrificio tendremos que hacer, no hay dudas”-. Dice al fin Peter con tristeza. -“El sacrificio de un alma pura es lo más seguro, pero…”-. Dice el guía con un suspiro de alivio. -“Continua, que quieres decirnos gran guía”-. Se altera Michel a causa de su ansiedad. -“Existe una posibilidad, pero el tiempo no será suficiente para lograrlo, tienen que hacer la prueba del sendero que los lleva hasta la montaña del embrión”-. Comienza a contar el Guía. -“¡No pierdas tiempo y suelta todo de una vez!”-. Agrega con ira e impaciencia Peter. El Dalai Lama lo hace tranquilizar con un gesto, en el templo de la luz no se permiten este tipo de reacciones y Peter lo entiende sentándose para mantener la calma. -“La prueba del sendero de la montaña del embrión es un ritual que solo los puros pueden llevar a cabo, por una causa noble y no por una corrupta o egoísta, es un paso muy engorroso lleno de peligros y pruebas místicas que llevará tiempo y energía en el intento y el tiempo que tenemos antes de que nos atrape el rey oscuro es muy ínfimo, no podrán llevarlos a cabo aunque los ayudemos”-. Termina el Dalai Lama. -“Pues lo haremos”-. Dice con firmeza y determinación Peter. -“No podrán”-. Insiste el monje. -“Yo mismo lo llevaré a cabo, si fracasamos seré yo el voluntario del sacrificio”-. Desafía Peter. -“Tú inténtalo, lo del sacrificio déjamelo a mí”-. Interrumpe Laos mientras lo toma del hombro para que se tranquilice. “Yo estaré listo si no llegas a tiempo con el ritual”. Todos quedaron helados por la decisión de su amigo de ser voluntario para el sacrificio si Peter no llega a tiempo. Un suspiro de pena sale del resto a la vez que el Dalai Lama llama a parte a Laos guiándolo hacia otra habitación. Luego de unos minutos de espera el Guía regresa para darle las indicaciones pertinentes a Peter, solamente una persona puede llevar a cabo el ritual y cuál es el desenlace una vez que logre llegar a la montaña del embrión; el resto debe mantenerse al margen de la situación y esperar. Peter debe llegar a la montaña del embrión a través de una serie de caminos muy complicados, empinados, ríos incandescentes, desfiladeros de lavas, luchar contra cada bestia que lo desafiarán en el camino, todo lo que el destino le cruce en el camino; a todo esto llevar el exilir del alma el cual debe verter en el recipiente sagrado que se halla en su interior. Este exilir contrarresta el efecto oscuro que trajo a la vida al rey, es la fuente de su poder, de toda su maldad. Su interior es el alma de toda la maldad viviente, tan oscura y terrible que es más fuerte y poderosa que la fuerza del mismo monarca. Ellos mismo le han temido, por siempre lo han mantenido encerrado, controlado y oculto por milenios hasta que fue liberado. Una vez que los guías espirituales terminan de dar las indicaciones de todo lo que debe realizar en el camino, Peter se pone en marcha con todo lo necesario para esta operación y llevando cuidadosamente el exilir. Una cálida y rápida despedida con su gente y comienza su viaje perdiéndose en cuestión de segundos por los desfiladeros de Mork, camino que lo llevará hacia su primera parada. Desde el inicio puede percibir el olor a una maldad temible, el olor nauseabundo que casi lo hace desmayar de lo fuerte y penetrante que es, alimañas muertas por todo el estrecho del camino pronostica lo que se viene y no tiene tiempo que perder. Continua a paso firme y sin mirar atrás, concentra sus esfuerzos estudiando cada parte de lo que le indicaron hasta el mas mínimo detalle. Ojea el libro de los canticos para memorizar rápidamente los distintos encantamientos que tendrá que efectuar con cada peligro que se le presente y no perder tiempo. Su primer escollo lo está esperando en la bajada del centauro, un grupo de sacerdotes de Osiris no muy amables le harán la primera prueba infernal. -“¡Alto ahí mortal!”-. Lo detiene con brusquedad uno de ellos. -“Somos los guardianes de este sendero y no puedes cruzar”-. Agrega otro con tono burlón y amenazante mientras lleva su mano hacia su espada. Peter no piensa perder tiempo y contesta con un conjuro de hielo congelando a sus oponentes sin darle chaces de actuar, sin esperar el desenlace se escabulle lo más rápido posible por la bajada del centauro, mira de reojo y ve que nadie lo persigue. Una vez que llega al final del camino, coloca una de las piedras oscuras en el pedestal indicado y continuo su camino. Estas piedras le permiten realizar un círculo una vez que todas estén en su lugar dejando encerrado el mal y todo lo que lo posea. Se da un respiro para ver el mapa para ver el camino que debe retomar, su siguiente parada la posada de los Serapis (4). Hace una mirada a su entorno, el paisaje rustico y encontrar la ruta indicada por el cual deberá llegar a la posada; localiza el ancho pasaje entre unos acantilados empinados cubiertos de azufre y pencas espinosas, respira hondo y se lanza con rapidez antes de que algo empañe su camino. Cubre su cara con un pañuelo humedecido para evitar que el polvo amarillo llegue a sus pulmones y entra con mucha cautela. -“El mal continua acercándose, pronto estará llegando al valle de los no-muertos será cuestión de unos días que lleguen hasta la fortaleza señor”-. Le indica uno de los mensajeros a Mouron. -“Lo sé, presiento su fuerza creciendo a cada segundo y también se que nuestro amigo ya instaló la primera esfera, pronto tendrá todo listo para que el mal sea controlado”-. Agrega con nerviosismo. -“Ese deseo es mutuo mi señor”. Un silencio invade la sala mientras cada uno se retira a sus actividades a esperar de que no se llegue al extremo de realizar el sacrificio. Seguidores del antiguo dios de la ciudad de Racotis antes de que Alejandro Magno absorbiera su cultura y pasara a formar parte como capital de Alejandría. (4) LA POSADA DE LOS SERAPIS Peter pronto llega a su siguiente objetivo, sin perder tiempo explora todo el lugar en busca al siguiente tarima donde debe colocar la segunda esfera oscura. El silencio, la oscuridad, el calor penetra hasta sus venas, todo tan extraño que una gran inquietud lo invade por unos instantes. Un lugar polvoriento, cubierto de arenas candentes, un ambiente siniestro donde el presentimiento lo tiene alerta. Camina cuidadosamente como un roedor presintiendo una trampa, no deja rincón sin vigilar recorriendo paso a paso con mucha cautela usando una pequeña linterna para alumbrar tanta oscuridad. Decenas de ojos iluminados se esconden al no soportar la luz por lo tanto no está solo, saca algunas armas pesadas listas para disparar, al más mínimo movimiento y los manda directamente a la oscuridad eterna. Apuntando hacia todas las direcciones no deja de avanzar, pasillos derrumbados, pasos ocultos, yendo de derecha a izquierda sorteando obstáculos no logra encontrar la ruta hacia la tarima y el tiempo apremia. Se da cuenta que vuelve al mismo lugar de la entrada, por lo que estuvo caminando en circulo pero no se deja atemorizar y recorre otra vez los pasajes muy atentamente sobre todo por algún camino oculto que paso por alto. Así fue, cerca de una de las estatuas al Dios Racotis observa una pequeña brisa saliente desde atrás de la misma y por lo tanto una entrada secreta. Sin perder tiempo logra correr la pesada estatua y encontrar una pequeña brecha por donde pudo pasar con dificultad; llega a una pequeña sala donde se encuentra la tarima coloca la esfera y corre a la salida para seguir al siguiente objetivo. Aunque el desenlace no va a ser fácil, un grupo de Serapis está bloqueando la entrada y por lo visto no tienen intenciones de dejarlo ir. Peter no se deja intimidar y comienza a disparar sus armas derribando a sus oponentes, aunque los mismos vuelven a levantarse como si nada, son demonios inmortales a los cuales sus armas no le surten efecto. Intenta por todos los medios pero nada, una y otra vez se levantan corriendo hacia él como animales hambrientos y trata de huir antes de que le den alcance. Con destreza y habilidad esquiva cada ataque tratando de llegar a la entrada la cual está bloqueada por un grupo de sacerdotes. Con un salto atlético sube por una pendiente de escombros llegando al otro lado donde es interceptado y capturado sin darles opciones a defenderse. Es amarrado con fuerza y llevado por una entrada oculta en la oscuridad en unos de los rincones que ni él se hubiera imaginado. Recorren un largo pasillo donde un olor nauseabundo casi lo deja inconsciente pero no deja de estudiar cada paso por donde es guiado para cuando tenga la posibilidad de escapar. Dos sacerdotes lo llevan con brusquedad mientras un tercero lleva sus pertenencias, por suerte aún no se les ocurrió revisar la mochila. Llegan a la sala principal donde la escasa iluminación no deja fijar su visión en la persona que lo estaba esperando sentado en una especie de trono. -“Eres duro mortal, he estado observando tus movimientos desde que derrotaste a los 13; desde mi letargo hasta que esos idiotas se sacrificaron para convocarme he observado tu vida”- dice el rey oscuro mientras se pone de pie y hace una seña para que traigan al humano frente a él. Con fuerza y sin escrúpulos es guiado y lanzado a los pies del oscuro; Peter aguanta la humillación mientras estudia a su adversario. -“No te resistas no tienes oportunidad, puedo leer tu mente y el tiempo se te acaba serás mi invitado de honor para ver mi conquista, cuando la oscuridad se adueñe de tu mundo”-. Termina de hablar y hace un ademan para que se lleven al prisionero a su encierro. Con brusquedad es tomado y llevado a rastras por los pasillos y cuando observó que todo estuviera sin problemas utiliza todo su entrenamiento para liberarse de sus opresores, recuperar la mochila y hallar la salida. Corre sin detenerse ni mirar atrás, cierra sus ojos y se introduce en la oscuridad infinita por donde habían ingresado escapando de sus perseguidores. Un gran escalofrío maligno correo por sus venas, una maldad que casi no lo deja avanzar pero resiste y logra llegar hacia la luz gracias a la protección de sus ancestros. Su espíritu indomable, la luz de su alma de descendencia divina, la voluntad de miles de guerreros que lo precedieron, hacen que sus fuerzas no lo abandonen y logra desprenderse de tanta maldad y oscuridad. Corre por los pasillos hacia la salida principal de la posada y se dirige hacia su último objetivo antes de que la oscuridad lo controle todo; se ha olvidado de sus captores por unos instantes y solo recuerda a su familia y amigos que confían en él, no los decepcionará. Desde la torre de los sacrificios todo se lleva a cabo con lo establecido, el tiempo corre y no pueden confiarse solo con la esperanza a pesar que desde el fondo de sus almas la fe está intacta el sacrificio debe proceder si la voluntad de los dioses lo requieren. Las fuerzas del caballero oscuro están cerca de los valles de los errantes y estarían a solo a un día de conquistar todo el reino y el sacrificio debe llevarse a cabo antes de que lleguen al bastión de los místicos a medio día de distancia. La valentía de Laos es admirable ya que sin pestañar se coloca en la cripta de rituales sobre la piedra iluminati, allí el mal será erradicado si Peter no logra colocar la última piedra en su talismán. Karen no puede entender la calma que tiene Laos estando a pasos de perder la vida por la seguridad del mundo entero, es admirable su fortaleza. -“Tranquila mujer, tengo mucha fe en tu esposo sé que no fallará y eso me tranquiliza”-. Le sonríe a Karen con mucha seguridad. -“Agradezco tanta confianza y yo admiro tu valentía aún más, no dudaste en ser voluntario desde un principio y eso es lo grandioso en ti, él estará haciendo lo imposible por llegar a tiempo pero lo hará”-. El Dalai Lama se les acerca llevando la daga que usará para el sacrificio, lo deposita con cautela sobre una mesa de piedra a la vez que recita las plegarias necesarias como bendición, lo limpia con una tela de lino untado en aceites especiales que parece que le daría vida. Laos solo ve y sonríe, no le teme a la muerte; un alma pura bendecida por su propia voluntad. Cierra sus ojos y se imagina un espacio verde infinito rodeado de bellas mujeres correteando en todas direcciones, su propio paraíso terrenal. Todo sigue su curso en la torre de los sacrificios, el resto de los sacerdotes organizan los utencillos, recipientes, las distintas piedras multicolores, rubíes, amatistas, objetos de plata, muñecos con forma de los antiguos dioses colocados cuidadosamente en su lugar. Preparan al voluntario colocándolo en una tina de agua y sales especiales, protegiéndolo con conjuros de la luz y todo lo necesario para la purificación de su sangre. Solo resta mediodía para que todo termine sea cual sea el desenlace al final de esta aventura, Peter se apresura a llegar al último punto esperando que no sea tarde para salvar la vida de su compañero. No fue fácil encontrar la última ubicación del talismán, una cascada de gran altura es el camino hacia el oasis de los perdidos, un lugar siniestro donde nadie escapa a sus trampas malignas, de ahí su nombre. Esto no impide que se lance contra la última batalla contra las fuerzas del mal, saca las sogas y se equipa con todo lo necesario para escalar, recitando un conjuro de protección de nivel cuatro se prepara para doblegar la gran figura de piedra. El oasis de los perdidos El ascenso es largo y desgastante sintiendo que sus fuerzas lo abandonan, su pulso se acelera, la vista se nubla, aunque su espíritu indomable lo fortalece y sus pensamientos en su familia y amigos no dejan que su voluntad se quiebre y sigue avanzando. Pronto logra ver el borde del desfiladero mientras buitres y todos animales de las sombras lo rondan con gran ambición de comérselo apenas caiga al vacio. Las nubes negras del mal pasan por encima de su cabeza avisando que ya no le queda mucho tiempo y sus músculos parecen desgarrarse a causa del esfuerzo por llegar a la cima. Logra llegar pero lo espera un nuevo desafío, alguien lo aguarda… -“Hola mortal”-. Dice una de las voces. -“Te estábamos esperando, ven con nosotras”-. Llama otra voz. -“Eres el humano que las estrellas nos habían indicado que llegaría”-. Agrega una tercera mientras levitaba junto a la luz de una fogata a la entrada de un bosque verde como la esmeralda. Vestidas con simples vestidos y capuchas oscuras, una belleza sin igual que dejaría hechizado el corazón a cualquier hombre, esto parece surtir efecto sobre Peter. Como hipnotizado se acerca lentamente hacia la fogata cayendo rendido de rodillas a los pies de las hechiceras del oasis. -“¿Quiénes son ustedes?”-. Pregunta confundido. -“Somos las guardianas de las almas perdidas, todos los bienaventurados o almas cercanas a la muerte son protegidas en este oasis, miles de almas o seres perdidos son resguardados aquí en un lugar armonioso para aquellos que ya no tienen futuros, tu estarás entre ellos si lo deseas”. -“Tú has sido elegido para formar parte de nuestros lujuriosos aposentos, eres un espécimen fuerte con quien deseamos engendrar y satisfacer nuestros deseos, ¿somos deseables para ti?”-. Agrega otra de las hechiceras. -“Somos Alana, Kinda y Shaera”-. Se presenta la tercera. -“Acércate y bebe, te hará sentir muy bien”-. Dice Alana mientras le acerca una copa de plata. Peter no puede liberarse del peligro que corre, el hechizo de la belleza lo tiene atrapado y es más fuerte que sus hechizos de protección, tiene que liberarse o estará perdido para siempre haciendo honor al nombre del oasis. Su fuerza psicológica trata de liberarse del hechizo pero el cansancio lo hace frágil e indefenso, no puede detener sus movimientos y cada musculo de su cuerpo obedece a la voz de las hechiceras sin vacilar. -“Acércate valiente guerrero déjate llevar por nuestra hermosa voz, nuestros cuerpos desean tu hombría, déjate llevar por tus deseos inimaginables y nuestro lecho cumplirá esas fantasías”-. Dicen a coro las tres hechiceras mientras rodean y tratan de desvestirlo lentamente, él se niega con todas sus fuerzas logrando zafar por un momento corriendo hacia el oasis. -“No huyas valiente, nuestros brazos te darán paz y tranquilidad eterna”-. Le implora Kinda. Tratan de tomarlo por la fuerza pero gracias a su habilidad logra deshacerse con facilidad escondiéndose entre los verdes árboles del oasis. Una vez dentro del oasis logra disipar el shock que produjeron las hechiceras y se pone en búsqueda del último talismán, ya perdió tiempo de oro por culpa de las hechiceras. -“¿Alguna novedad de nuestro héroe?”-. Pregunta el líder espiritual muy nervioso. -“Hemos captado su presencia en el oasis de los perdidos, señor, aún hay esperanzas”-. Contesta uno de sus fieles servidores. -Muy bien, le daremos una hora máximo, de lo contrario…”-. Corta sus palabras mientras mira de reojo a Laos. -“Entendido”-. Fueron sus palabras sabiendo el desenlace de esa frase. Karen en un rincón solo reza por la salvación de todos, sus lágrimas corren sus mejillas deseando que su esposo llegue sano y salvo a sus brazos. Su hijo Micha está sentado en uno de los sillones tratándose una herida que lo tiene al maltraer desde hace un tiempo y aprovecha las curaciones de los monjes. La tensión llega hasta los umbrales del horizonte, los sacerdotes realizan sus cantos milagrosos, la sala de sacrificio está lista para recibir al voluntario en cualquier momento. El consejero del gran sacerdote realiza las mediciones pertinentes y solo restan menos de dos horas para realizar el sacrificio. La noticia recorre todos los rincones de la mansión del Hades y el nerviosismo crece, corridas por los pasillos, civiles que comienzan a ocultarse en las mazmorras otros enfrentarán lo peor con valentía, toda posesión es ocultada ante los ojos del mal. Mouron hace un gesto a Laos indicándole que ya es la hora de prepararse, con una sonrisa nerviosa asiste despidiéndose de todos sus amigos, Karen y Michel no se dan por vencidos tratando de convencerlo de lo contrario, pero solo reciben una negativa. Ambos se pierden por los oscuros pasillos rumbo hacia la sala de los sacrificios, solo los sacerdotes y el voluntario pueden rondar por esos lugares por los que el resto deben quedarse a esperar en sus habitaciones y rezar por el milagro. Los pasillos dan una sensación tenebrosa, húmedos con goteras en algunos tramos, algunas antorchas con una tenue luz iluminan con torpeza los pasos de sus visitantes, parte de mampostería se encuentra deteriorada por el correr de tiempo. Nada los asusta al andar, luego de doblar un par de corredores llegan a la sala principal, allí el voluntario es preparado en una segunda instancia, es vestido con trajes de lino perfumados cubren todo el cuerpo y con cuidado es colocado sobre el altar. Se prenden algunas velas, se colocan los cáliz de oro sobre un monolito con la figura de los dioses antiguos mientras tanto otros servidores realizan canticos en extrañas lenguas desconocidas en este mundo, usan un arpa muy refinado como instrumental. Este ritual da tranquilidad y relajación a la persona para que el alma ilumine toda su luz y bondad contra las fuerzas oscuras. Para que esta transacción pueda tener éxito el voluntario tiene que tener su mente en blanco, sin temores, solo paz y armonía de lo contrario solo será un alma absorbida por la misma maldad. El cuerpo está en su lugar y listo para esperar el final de su vida... En el oasis de los perdidos Peter sigue su carrera contrarreloj, la vegetación es tan densa que no puede focalizar los lugares o desvíos ocultos, solo su intuición ayuda. A sus espaldas observa la inmensa masa de oscuridad que esta pronto en llegar a la mansión de Hades, si él no logra su gran amigo Laos apagara su vida para salvarlos a todos, no lo permitirá. Se da cuenta que está corriendo en circulo y eso lo está poniendo inquieto, no tiene tiempo para estas tonterías mágicas y se detiene sobre un viejo roble en busca de algún contra hechizo en su libro, se percata de una estrofas en un idioma antiguo que no puede traducir y se deja caer al suelo frustrado. -“¡Maldición!”-. Fue su enojo. Luego de unos segundos una voz en su mente lo altera, una voz dulce en forma de melodía lo envuelve levantándose con desesperación mirando a todas partes para localizar la misma. Se tranquiliza por un momento y solo atina a concentrarse en la dirección de la melodía, camina unos metros y se detiene frente a un viejo sauce gigante mirándolo detenidamente, allí escucha en su interior, se desespera revisando el árbol y luego de la nada una misteriosa puerta se abre dejando escapar un brillo incandescente. Peter se asoma lentamente y allí estaba, “¡el último talismán!”, fue su sorpresa, sin demorar coloca el rubí en su lugar con mucha cautela. Se retira a la vez que el árbol vuelve a cerrarse, queda quieto hipnotizado por un instante esperando el milagro final. Ve como las sombras siguen su curso y esta a unos paso de la entrada principal de la mansión del Hades, sus inmensas puertas no pueden contener su avance y es devorada sin vacilar, Peter observa pensando que su misión fracaso y su fiel amigo debe estar en estos momentos por morir. Cae de rodillas a la vez que su mirada sigue el lento pero letal avance de las sombras, como todo se muere o marchita a cada centímetro que avanza sin poder hacer mas nada. A pesar de su fortaleza no pudo contener algunas lágrimas que caen por su mejillas empapando el verde césped del oasis, se aferra con bronca al piso sacando su vista de la destrucción que se avecina, más aún que no puede estar al lado de su familia para esperar el final. Las lágrimas que mojan el césped caen con un brillo que se eleva y se dirige hacia el interior de árbol, Peter se sorprende por lo que está viendo, el ingrediente que hacía falta para activar el hechizo de la luz, la bondad de un corazón puro transformado en una gota de lágrima. Peter se ríe burlándose de sí mismo, el alma vuelve a su cuerpo y espera a que no haya sido demasiado tarde. Una ráfaga cálida, sintiendo una sensación de cansancio, hace que pierda el conocimiento dejándose caer sobre el césped, un manto de tranquilidad vence a sus instintos dejando que sus pensamientos vaguen por los más bellos recuerdos olvidándose de la realidad. Después de un instante decenas de finas raíces salen a la superficie envolviéndolo y llevándolo al interior mismo del árbol. -“No temas elegido, estarás a salvo entre nosotros tu alma aún vive y salvará al mundo, tu sacrificio final será la resurrección de la vida y la perdición de las sombras, pronto estarás con tus seres queridos, ven a nosotras”-. Fueron las palabras de las guardianas de las almas perdidas mientras llevan el cuerpo hacia el interior de la luz que emana del corazón del árbol. En la torre de los sacrificios el sumo sacerdote da comienzo a la ceremonia final, una fila de sacerdotes auxiliares vestidos con túnicas doradas caminan hacia el altar donde Laos está esperando, ellos rodean el altar y esperan en silencio la presencia del sacerdote principal. Está prohibido que el acto sea presenciado por quienes no está autorizado por lo tanto sus amigos se hallan en sus habitaciones rezando para que un milagro lo salve. Una vez que todos ocuparon sus respectivos lugares, el sumo sacerdote elige la daga con la que hará el sacrificio, una daga de plata con mango de oro y adornado con diamantes y rubíes. Alza en lo alto con sus dos manos el arma para luego acertar el golpe con todas las fuerzas para que la muerte sea rápida. La daga cae a toda velocidad sobre el pecho de Laos pero lo inesperado ocurre, la daga golpea sobre un campo de fuerza y sale disparada para incrustarse contra la pared ante la atónica mirada de los presentes. Luego de unos segundo un portal se abre en la sala y de el sale Peter junto Alana, una de las guardianas del bosque. Una rafa de viento intenso deja a los presentes casi por el suelo a pura sorpresa, con dificultad se levantan con gran sorpresa al ver a la visitante. -“Que sorpresa vieja amiga”-. Saluda con cordialidad y reverencia el gran sacerdote. -“Buenos augurios a todos”-. Asiste la recién llegada mientras Peter corre junto a Laos para darle las buenas. Con gran entusiasmo su gran amigo lo abraza como una criatura indefensa abraza a su madre con mucha calidez. -“Todo ha llegado a su fin, el Arbol del Destino ha aceptado la fortaleza y dedicación del portador, el mal ha sido erradicado”-. Fueron las palabras de la hechicera a los presentes y las caras de todos irradiaban el alivio y liberación de todas las tenciones. Peter y Laos no dejaban de recitar palabras de halagos uno al otro, no sabían si reír o llorar, una fraternidad mutua más grande que la de hermanos se puede reflejar en ambos compañeros, sin perder tiempo salen con prisa por las largas escaleras de caracol que lo llevan nuevamente a las salas de la mansión del Hades en busca de Karen y su hijo. En la habitación principal, una sala de gran dimensión adornada con estatuillas de oro que representan a todos los seres ocultos que alguna vez gobernaron el inframundo desde su creación, dan testimonio de la hazaña realizada por estos seres mortales. Desde sus ventanas pudieron ver como la gran masa oscura que amenazaba devorarlos había desaparecido sin dejar rastros, las lágrimas de Karen adivinando lo ocurrido no se pudieron ocultar, la gran felicidad no se oculto y corrió hacia los brazos de su hijo. Después de unos segundos ambos corren escalera abajo para reunirse con el resto sin saber si el milagro fue a causa de que su esposo lo consiguió o Laos fue sacrificado. Sin darse tiempo a sacar conclusiones siguieron sin descanso hacia la sala de los sacrificios, una escalera caracol interminable iluminada por antorchas y mecheros de velas terminan en una puerta de hierro gigante y pesada, Michel ayuda abrirla y llegan a la entrada principal de la sala donde observan la gran felicidad de los presentes, sobre todo la de Peter y Laos que salta de alegría por toda la sala. Karen y Michael corren hacia Peter quién los abraza y saluda con gran felicidad sabiendo que todos están a salvo y el mal fue erradicado. El sumo sacerdote toma la palabra cortando tanta algarabía… -“Damos la gracias aquellos seres que hicieron posible este milagro”-. Dice mientras señala a los presentes con una cálida reverencia – “En primer lugar a estos mortales que durante estos últimos años han estado en constante lucha contra los usurpadores, a este valiente joven que sin meditarlo se propuso como voluntario al sacrificio, y a nuestras amigas místicas de los bosques perdidos por guiar sabiamente a nuestro héroe”. Todos aplauden de alegría, descargan lágrimas de alegría a la vez que dirigen toda su atención al grupo de héroes. Unas largas horas de festejos desmedido comienzas con deliciosos manjares, aves asadas de todo tipo, carneros finamente cocidos a las hierbas, bebidas extrañas agridulces, licores de frutos áridos, e infinidad de bocadillos fueron expuestos en largas mesas para todos los presentes venidos desde todos los puntos del inframundo con los atuendos típicos de cada sector. EL NUEVO ORDEN La batalla ha terminado, las fuerzas se restablecen en su equilibrio correspondiente, las auras perdidas ya no reclaman sino que agradecen su eterno descanso, todos aquellos líderes negros son presentados a elegir su castigo o ser absueltos por arrepentimiento si aceptan el nuevo orden. Por decisión cada uno de los antiguos príncipes aceptan el nuevo orden a muy a su pesar ya que pierden todos los atributos que poseían. La nueva orden establecida se denominará La Roca de Jade y será el círculo de la discordia el lugar elegido como nueva sede de futuras reuniones. Las miles de criaturas que viven en el inframundo, aquellos de los subniveles así como aquellos exiliados prestaron juramento al nuevo orden. Peter, Michel y Laos observan desde lo lejos como los nuevos líderes reciben a todas las comunidades, la presentación de las nuevas jerarquías que estarán a cargo de defender los nuevos ideales, solo la tristeza de la pérdida de un autentico líder como Galmat empaña esta victoria. Su fiel compañero Mouron hace uso de la palabra y toma el lugar como líder de la nueva orden. -“¡Atención!, os me dirijo a ustedes en nombre de nuestro gran líder Galmat, desde este momento nos haremos cargo de la nueva orden establecida, en su honor, su fe y para que su muerte no fuese en vano respetaremos todo lo que él nos enseño para que esta oscuridad que tantos años nos tuvo en el exilio no vuelva a repetirse”-. Dice y hace una pausa para mirar a su alrededor y viendo a todos los presentes como mucha atención. -“Todos seremos iguales y ningún ser será superior a otro, este es nuestro mundo, es nuestro hogar y por lo tanto todos tenemos el derecho de vivir y convivir de lo contrario serán castigados con el exilio eterno”-. Termina su discurso bajo una lluvia de elogios y alegrías por la paz conseguida. Los distintos mundos que forman parte del inframundo fueron divididos disminuyendo a diez los principados, divididos a la vez en dos regiones cada uno dependiendo una de la otra pero con liderados por dos príncipes que deberán respetarse mutuamente. Un código de convivencia fue creado, otro de castigo extremo según los casos, se organizan las nuevas fuerzas armadas quedando en manos de los elfos oscuros dicha tarea. Después de unos días se conmemora un gran festín en agasajo por la gran victoria, allí Mouron toma la palabra nuevamente. -“Atención, atención por favor, quiero dar las gracias a las personas que hicieron posible que hoy estemos aquí en el lugar que nos corresponde, por favor demos un gran brindis a nuestros amigos de la superficie”-. Dice mientras levanta su copa en dirección a sus invitados de honor donde también se halla Karen junto a su esposo e hijo. Un gran eco ensordecedor hace temblar las rocas del lugar, la alegría es inmensa y todos alaban a sus héroes de honor. Peter se levanta para saludar a sus seguidores y solo hace una reverencia, luego lo siguen el resto de su comitiva saludando sin cesar a cada criatura que estaba presente. Mouron se les acerca para obsequiarle un collar con la nueva insignia de la Orden. -“Con este collar los nombro huéspedes de honor de esta orden por toda la eternidad”-. Le dice con todo agradecimiento. -“Que con este acto el equilibrio entre la luz y la oscuridad estén en paz”-. Agrega Laos dando un abrazo al líder de la Orden. -“Así será, tú serás nombrado diplomático embajador entre los dos mundos”-. Dice Mouron obsequiándole una llave de oro con las inscripciones correspondientes a su nuevo cargo. Laos sin palabras acepta la llave con gran nerviosismo y alegría mostrándola a los presentes y a sus compañeros. La fiesta continua a todo honor, alegría por doquier dan comienzo al nuevo mundo que gobernará el inframundo. Varios días duraron los festejos, pronto Peter y su comitiva tuvieron que tomar el camino de regreso a casa luego de despedirse de todos los líderes de la nueva orden. -“Vayan en paz ya que desde que este como líder de esta nueva orden no habrá ningún tipo de ataque sobre ningún ser de la superficie, mi gratitud será eterna”-. Le dice Mouron antes de despedirse. -“Que así sea”-. Estrecha su mano Peter y el resto repitió el saludo. Varios obsequios le fueron entregados por cada uno de los nuevos príncipes en agradecimiento, simples obsequios pero con un gran valor para los que se despiden, luego fueron guiados hacia el portal de salida. Allí Mouron les da un último saludo y los viajeros se pierden por el portal de regreso. En pocos minutos salen por la entrada del monasterio donde los aguarda el gran Dalai Lama con todos sus fieles colmándolos de todo tipo de honores y agradecimiento por esta terrible batalla contra el mal. -“Gracias gran amigo, nuestra gratitud será eterna”-. Dice mientras coloca collares de flores alrededor de su cuello, aparte de obsequiarle el gran talismán que tantas veces les ha salvado la vida. Peter solo lo mira en señal de agradecimiento y pronto vuelven al hotel en busca de su equipaje. -“¿Crees en realidad que todo esto haya llegado a su fin?”-. Pregunta con algo de angustia en sus palabras Karen. -“No sabría decirte solo el tiempo lo dirá”-. Contesta. -“Son seres de la oscuridad y la maldad, la mentira, la traición son sus fuertes”-. Sigue dudando Karen. -“Pero el honor es algo que se respeta, incluso en seres oscuros y de gran inteligencia como los que integran la nueva orden deben respetar”-. Trata de tranquilizarla a pesar que lo que dice es verdad. Michel entra en la habitación informando que el equipaje está listo y que es hora de marchar. Ambos asisten y tomando sus abrigos inician su viaje de regreso a casa. ANEXO DEFINICIÓN: En el estudio de la mitología y la religión, el inframundo es un término genérico aproximadamente equivalente al término laico "más allá", haciendo referencia a cualquier lugar al que vayan las almas de los muertos *Inframundos: según algunas mitologías. Mitología Mitología babilónica Mitología celta Inframundos Kurnugia Annwn Mag Mell Habitantes* Erra Nergal Ninlil Sursunabu Ur-shanabi Utnapishtim Arawn Bean Sidhe Cernunnos Cwn Annwn Gwyn ap Nudd Latiaran Manannan mac Lir Midir Morrigan Niamh Pwyll Sluagh Religión cristiana Mitología egipcia Cielo Infierno Purgatorio She'ol Aaru Duat o o Am enti Nec herJert et Tethra Ángeles Demonios Difuntos / Almas Aker Am-heh Ament Ammit Andyety Anubis Apep Apis Ha Har-nedy-itef Imiut Isdes Isis Jenti-amentiu Jerti Mitología griega Religión hindú Elíseo Érebo Hades Tártaro — Hidrografía — Aqueronte Cocito Estigia (Estix) Piriflegetón Amaravati Patala Loka o Naraka (los infiernos) Pitri Loka (el planeta de los antepasados) Svarga, los planetas Maat Mehen Naunet Nehebkau Neftis Nuit Nun Osiris Sokaris Seth Thot Cerbero Caronte Hades Keres Perséfone Serapis Tánatos Balí Chitragupta Durgá Iama Nagas Rudra Soma Váruna Vívasvat paradisíacos Mitología nórdica Mitología romana Mitología sumeria Helheim Niflheim Garm Hel Holler Ran Hades Cerbero Dea Tacita Dis Pater Egestes Fames Inferii Dii Larenta Lete Libitina Mors Plutón Proserpina Viduus Edimmu Ekimmu Endukugga Enmesarra Ereshkigal Gidim Gula Irkalla Kur Namtar Nergal Neti Nindukugga Dilmun Ninlil Urshanabi Ziusudra Aquí podemos citar algunas definiciones o características que las distintas culturas le dan al inframundo, divisiones y criaturas que habitan en el mismo.