Rogelio Sinán en el recuerdo : Entrevista con él Claves temáticas y

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Rogelio Sinán en el
recuerdo :
Entrevista conél
Claves temáticas y
formales en su
cuentística
El humor en uno de
sus cuentos
Acta de cierre del
Premio «Rogelio
Sinán» 1996
Escritores de Querétaro:
Muestra en prosa y
verso de la literatura
de este estado
mexicano
Siete poemas de
Tobías Díaz Blaitry
La literatura
contemporánea en
Nicaragua
Fallo del Premio
Nacional de Cuento
«José María
Sánchez» 1996
REVISTA PANAMEÑA DE CULTURA
TERCERA EPOCA/N° 30
ENERO-ABRIL 1997 • B/ .3.00
ISSN 1018-1563
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ..
UN ESFUERZO EDITORIAL SIN FINES DE LUCRO
UNA COEDICIÓN CON LA
UNIVERSIDAD
TECNOLÓGICA
DE PANAMA (UTP)
Contenido
2 EDITORIAL
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ROGELIO SINAN EN EL RECUERDO
4 Entrevista con Rogelio Sinán • A . Camacho-Gingerich y W. Gingerich
1 0 Poemas • Rogelio Sinán
1 2 Vigencia vanguardista, intertextualidades e identidad latinoamericana en la poesía de Rogelio Sinán • Ana María Camargo
1 5 Claves temáticas y formales en la cuentística de Rogelio Sinán
Enrique Jaramillo Levi
18 El humor en uno de los cuentos de Rogelio Sinán • Margarita Vásquez de Pérez
20 Tres relatos poco conocidos • Rogelio Sinán
22 Acta de cierre del Premio Centroamericano de Literatura «Ro-
gelio Sinán» 1996
... . . .. . . . .. . . . .. . . .... . .. . . . .. . . . .. . . ... . . ... . . .. . . . .... . .... .... . .. .. . .... . .... . .... .... . .... . .. .. . .... . .... . . .. . . . .... . . ... . . .. . . . .. . . . .... . . .. . . . .. . . . ... . ..... .... . .... . .. . .
ESCRITORES DE QUERÉTARO
DIRECTOR
ENRIQUE JARAMILLO LEVI
a
CONSEJO EDITORIAL
Juan Antonio Gómez
Ricardo Segura J.
Alberto Gil Picota
Fernando Navas
CORRESPONSALES INTERNACIONALES
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DISEÑO GRÁFICO : Pablo Menacho
n
PORTADA: Rogelio Sinán (1902-1994)
Prohibida la reproducción total o parcial del material impreso sin autorización escrita de los editores . Se reciben cola
boraciones no solicitadas con firmas responsables y número de cédula . No se devolverá material . El Consejo Editorial
se reserva el derecho de seleccionar los textos y material
gráfico que habrá de publicarse . Los autores de los textos
son Ios únicos responsables de las ideas que expresen.
23 Dos poemas •AntonioVilanova de Allende
24 Ni siquiera por amor • Roberto Cuevas
26 Dijiste • Dionicio Munguía
27 Quiromancia • Román Luján
29 Dos poemas • José Luis Sierra
30 Dos poemas • María Teresa Azuara
30 De sucesos sucedidos y lo demás • Carlos Batista
32 Viento de Getsemaní • Rafael Blengio
32 Entre palabras • Ulises Avendaño López
33 Cuestión de fe • Lupina Calzada
34 Dos poemas • Ricardo Mazatán Páramo
35 El dragón irremediable • Manuel Cruz
36 Señal de fe • Eduardo Garay Vega
36 Dos poemas • Maricarmen Pitol
37 Trayectos • Martha Favila
37 Réquiem • Eulalio Gómez
38 Dos poemas • Miguel Ángel Torres Vega
"""". .. ... .. .. . .. .. . .. .. . .... . . .. . . . .. . . . .. . . ... . . ... . . .. . . . .. . . . .. . . ... . . ... . . .. . . . .. . . . .. . . ... . . .... . .... . . ... . . ... . . .... . .... . . ... . . .. .. . .. .. . .... .... . ... . . .. . . . .. .. . . .
TEXTOS VARIOS
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43
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52
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56
Las humanidades en la formación del ingeniero • Johannio Marulanda
Siete poemas •Tobías Díaz Blaitry
Literatura contemporánea de Nicaragua • Ricardo Llopesa
Fallo del Premio Nacional de Cuento «José María Sánchez 1996
Entrevista al escritor Rogelio Guerra Ávila • Enrique Jaramillo Levi
Mentira • Rogelio Guerra Ávila
La trayectoria metafísica de los sentimientos en la obra poética
de
Enrique Jaramillo Levi • Clementina
R. Adams
61 Reflejos • MelanieTaylor
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TALLER
63 Misterios del corazón • Julieta de Diego de Fábrega
EDITORIAL
C
on este número Maga
arriba a su trigésima edición.
Asimismo, en esta su tercera época nuestra revista se consolida, pues ahora cuenta con el apoyo desinteresado de la Universidad Tecnológica de Panamá, entidad con la que se coedita
desde el número 27.Además, pese a las interrupciones, debidas siempre a razones económicas, resulta evidente que 30
números «no se fuman en pipa» ; lo cual nos llena de lógica
satisfacción. Sobre todo tratándose de un foro
exigente, abierto al talento literario nuevo, búsqueda y difusión que no ha
cejado desde aquel primer número de enero-marzo de 1984.
Celebramos este aniversario con nuestros lectores, y con
todos los escritores de Panamá, seguros de cumplir una labor
indispensable y, por tanto importante, a favor de la divulgación en nuestro medio de la poesía, la narrativa y la crítica
literaria nacional e internacional de excelencia . No discriminamos tendencias ni actitudes estéticas, ideológicas ni
generacionales ; sólo se impulsa la creatividad, incluso la que
apenas se asoma, incipiente . Porque consideramos fundamental brindarle este espacio no únicamente a escritores consagrados, sino a quienes apuntan hacia posibilidades de perfeccionamiento y eventual consolidación artística, ya que la primera oportunidad de ser leído y criticado permite la sana
autocrítica y ayuda a deslindar del brote casual el verdor
fecundo y permanente, que al abonarse con estudio, disciplina y tenacidad permiten aflorar el auténtico talento.
Hemos querido hacer coincidir este número especial de
aniversario con el Acto de Premiación organizado por la Universidad Tecnológica de Panamá el 25 de abril del presente
año —natalicio de Rogelio Sinán (1902-1994)— en relación
con el PREMIO CENTROAMERICANO DE LITERATURA que
lleva su ilustre nombre, creado por la UTP en 1996 para honrar su memoria y para exaltar la creación literaria al más alto
grado de excelencia en todo el istmo centroamericano.
Cuando este número de
494. se presente como parte de dicho evento cultural, lógicamente ya se sabrá qué escritor obtuvo el Premio y si hubo Menciones Honoríficas . Es
de esperar que el Jurado Calificador—integrado por Alondra
Badano (profesora de Español en la Universidad de Panamá,
actriz, crítico literario) ; ltzel Velásquez (periodista, socióloga,
escritora) ; y la Dra. Alina Camacho-Gingerich (Directora del
Comité de Estudios Latinoamericanos y del Caribe de la St.
John's University en Nueva York, Profesora de Literatura Hispanoamericana y crítico literario)— haya tomado la decisión
más acertada, y que para principios de 1998 ya esté circulando la novela triunfadora, publicada por la UTP.
Por todo lo anterior, dedicamos parte importante de este
número a la obra de Sinán (textos suyos y sobre él), al igual
que lo hicimos hace doce años, en el número 5-6 de enerojunio de 1985, dedicado en buena medida al autor de La isla
mágica.
Otra sección singular de esta edición ofrece materiales
de escritores que residen en la hermosa ciudad colonial de
Querétaro, México. Se patentiza así nuestro interés por afianzar también, en cada número de Maga,
la dimensión internacional a la que siempre aspira la buena literatura . En este
sentido, son diecisiete los autores de quienes hemos escogido textos queretanos.
También hay materiales diversos, de variada autoría, y la
ya habitual sección TALLER, en donde se da a conocer nuevos talentos nacionales . Publicamos, asimismo, el Fallo del
PREMIO NACIONAL DE CUENTO «José María Sánchez»
1996 para escritores menores de 35 años, creado igualmente
por la Universidad Tecnológica de Panamá, cuyo ganador fue
Rogelio Guerra Ávila, a quien entrevistamos.
Bienvenidos, pues, a Maga
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REVISTA PANAMEÑA DE CULTURA
N° 30.
REVISTA PANAMEÑA DE CULTURA
Entrevista con
ROGELIO
SINÁN*
Alina Camacho-Gingerich, PhD
St . John's University
Willard P . Gingerich, PhD
St . John's University
A : ¿Por qué no empezamos explicando la razón
de ser del seudónimo, por qué Rogelio Sinán y no
Bernardo Domínguez Alba?
S . La idea era tener un nombre que fuera único.
Hay cientos y cientos de Domínguez . Yo quería
estar solo en el diccionario . Las raíces de mi nuevo nombre las fui a buscar en las teogonías antiguas . El héroe es siempre hijo de la piedra . Estoy
pensando especialmente en Ante() ; cada vez que el
poderoso Hércules lo tira a la tierra, él gana fuerza, pues la fuerza le viene de la tierra . El escritor,
como el héroe, el hombre que quiera realmente
hacer un arte, tiene que meter sus raíces en la tierra, en sus mitos y folklore, en todo lo que sea la
tierra suya . Mientras más profundo esté metido en
la tierra, más universal será su obra.
W. : Watt Whitman dijo algo muy parecido . Para él
toda literatura de valor tiene que tener sus raíces
culturales en la nación.
S . : Según los agrónomos, la copa es tan grande
como las raíces mismas . Es la misma equivalencia . Entonces, como yo nací de mi padre, cojo el
nombre de mi padre, Rogelio. La madre es la tierra, Taboga, la isla . El último monte de Taboga,
con una cruz en su cima, se llama Sinaí, como el
monte Sinaí de la Biblia, y en aquel entonces yo
leía a Renán . Entonces, Sinaí y Renán hacen Sinán : Rogelio Sinán.
A . : Mucho antes de publicarse La isla mágica, tu
obra maestra, eras más bien conocido como el autor de Plenilunio y de numerosos cuentos y obras
de teatro, especialmente como el autor de ese delicioso cuento «La boina roja» que aparece en numerosas antologías, incluyendo la muy conocida
de Seymour Menton . ¿Cómo y cuándo surgió, entonces, la idea de esta última novela?
* Entrevista publicada en Revista Iberoamericana
N° 137, Pittsburg, Pennsylvania, octubre-diciembre, 1986 . (Se omite introducción biográfica).
REVISTA PANAMEÑA DE CULTURA
S . : Soy, como ya dije anteriormente, de Taboga.
Todo ese mundo, las tradiciones y el contacto de
mi familia con la Iglesia, venía formándose en mí
desde hace mucho tiempo . Y con motivo de un
concurso «Miró», en el año 43, comencé a escribir
la novela, que para entonces todavía no tenía nombre . Cuando iba por la página setenta y pico me di
cuenta de que la novela iba a resultar muy amplia.
Ahora la novela tiene tres niveles ; en aquel entonces la novela iba a tener nada más una semana : la
Semana Santa . En esa semana iba a ocurrir todo.
Cuando llegué a la página setenta no había terminado el primer día . Esta novela, me dije, va a tener
por seguro setecientas páginas, pues todavía no he
terminado el primer día, y son siete días . . . No era
posible, pues sólo faltaba un mes para el concurso
«Miró»' . Entonces busqué a la carrera en mis numerosos archivos, que son proyectos para cuentos
y novelas, y encontré un tema que había escrito un
día en Calcuta . Acababa de estar cinco años en Italia y conocía muy bien a Pirandello . Decidí desarrollar este tema de Pirandello . Comencé a meter
página tras página, y así, de un solo golpe, salió
Plenilunio . Cogí el mismo borrador y mandé una
copia . Cuando corrijo con tiras, en la fotostática
no se notan las correcciones.
A . : Y esa novela, Plenilunio, ganó premio . Entonces empezaste en 1943 la novela que más tarde
titularías La isla mágica y, sin haberla terminado,
escribiste Plenilunio.
S . : Así es . Me acuerdo que iba a ser una Semana
Santa . Y ya los temas de la trilogía negra, abuelo,
padre e hijo, estaban . La rama italiana todavía no
había salido . Pero después de Plenilunio guardé
todo ese material treinta años . No quería ni siquiera leerlo, pero yo no descuidaba ningún detalle:
cosas que salían en los periódicos, la Guerra de los
Mil Días, cualquier detalle o historia sobre los negros, yo lo recortaba e iba guardando . Guardaba,
guardaba . Se me ocurrían a veces secuencias, y yo
apuntaba y apuntaba . No fue hasta después de jupoderAnulf bilarme, en el año 68, cuando sube al
Arias, que me dedico de lleno a la novela. La revolución de Omar Torrijos me aprecia más que los
gobernantes anteriores . Así fue posible terminarla. La fui escribiendo por secuencias, no en el orden que está. La secuencia negra venía sola ; la italiana venía sola y lo mismo la española . Guardaba
esas secuencias en diferentes sobres y añadía información a cada secuencia según se me ocurría.
La parte teórica del último capítulo es de las primeras cosas . Hay capítulos o escenas que están
escritas desde la época en que yo estaba en Italia.
Esa escena en que la niña está comulgando estaba
escrita en Italia ; la niña sale de la iglesia y ahí están los tres borrachos . Lo que añadí después, y lo
que embellece este pasaje, es el contrapunto con
la Iglesia, y así yo me lavo las manos cuando digo
que Felipe perdió la fe . No es culpa mía . Es de los
borrachos.
A . : Al mezclar finalmente las secuencias, como
llegaste a hacer, ¿fue tu intención que cada capítulo se leyera como un cuento?
S . : Lo que quería lograr era destruir el tiempo . El
tiempo no pedía ser el lógico, lineal . Tenía que ser
un tiempo cíclico o un tiempo irreal.
A . : Mítico.
S . : Tenía que ser un tiempo mítico . El mito influye
mucho en mí. Yo he sido un gran estudioso de la
mitología griega y además he enseñado como profesor de mitología.
A. : Háblanos de la relación que existe entre la división de la novela en decálogos y tus lecturas de
Dante y Boccaccio . Porque, sin duda alguna, sus
obras han ejercido gran . influencia en ti.
S . : En el asunto, aparentemente, la influencia es
de Boccaccio; pero, indirectamente, la influencia
es de Dante . La Divina Comedia es una obra que
yo he estudiado y vuelto a estudiar con gran detenimiento . Esta obra tiene tres cantigas, como sa-
bemos: el Infierno, el Purgatorio y el Paraíso . Y
las cantigas se subdividen en treinta y tres cantos.
Entonces, La Divina Comedia tiene, en total, noventa y nueve cantos, y el primer canto es un prólogo, un canto ; luego son cien cantos. Pero en esta
obra cada canto es una cosa independiente . Dante
lleva y le pregunta a Francisca de Rímini : «¿Y por
qué estás aquí? Nosotros leíamos un día . . .», y le
hace allí el cuento . Cada uno ha contando su historia —son cien historias— . Pero hay un hilo que
los une, que es Virgilio, la razón que guía a Dante.
De manera que La Divina Comedia es una sola
obra, pero cada capítulo es distinto, no existe ninguna relación entre ellos . En Boccaccio tampoco
se relacionan . Eso es lo que yo quería hacer. Una
novela que estuviera hecha a base de cuentos entremezclados. Algo que no se había hecho todavía.
A . : También obtuviste la idea de la pintura
renacentista y de los mosaicos.
S . : El pintor renacentista tenía interés en que todo
fuera una obra de arte. De manera que en Botticelli,
una mano es una obra de arte . Para la pintura actual no es así, la totalidad es más importante que el
detalle . Por esta razón Valle-Inclán siempre me
fascinó. Quizás Valle-Inclán sea lo mejor que ha
tenido España como escritor. En su obra, cada capítulo es una obra de arte . Cada detalle, cada página, es una obra de arte. Esa es la gran maravilla de
Valle-Inclán . Yo lo leía muchísimo . Valle-Inclán
es magnífico tanto en la prosa como en el teatro.
No se ha logrado montar su teatro como es debido.
Valle-Inclán es, por el gran número de escenas que
tienen sus obras, para el cine del futuro.
A . : La isla mágica es una novela cíclica, que no
sólo permite, sino que pide varias lecturas.
S . : Es cíclica, sí, pero más todavía . Yo tuve que
leerla como seis veces para entenderla . (Risas .) En
La isla mágica yo quería que cada detalle de por
sí fuera una obra redonda, y la única forma de hacerla redonda es haciendo la historia redonda, y
entonces resulta un cuento . Poco a poco fue saliendo esta idea de una novela que esté hecha a
base de cuentos, pero que sean cuentos que se leen
individualmente completos, redondos, y que sea a
la vez, en el hilo total, una novela . La novela ofrece diferentes posibilidades de lectura . Se puede leer
por cualquier lado aunque para coger la gracia y la
ambigüedad en su totalidad debe leerse la primera
vez desde el principio hasta el final.
W. : La novela hace una crítica a la sociedad panameña, ¿es para ti esa crítica un tema central o la
consideras un aspecto periférico de la novela?
S . : Es periférico. La crítica mía, además, es satírica,
irónica. Inclusive, cuando hablo del norteamericano, lo hago en plan irónico, de manera que el embajador Moss2 leyó el libro y quedó encantado,
porque no hay ataque directo ni a la oligarquía ni a
los norteamericanos . Es una forma de decir las
cosas como Quevedo, con una sonrisa.
A . : Pero no sólo con humor, claro está, sino con
cariño hacia la madre patria . La isla mágica no
pudo haber sido escrita por un extranjero . Tuvo
que haber sido un panameño, alguien que conociera a fondo la sociedad panameña . El lenguaje es
un lenguaje coloquial, vernacular, muy panameño.
S . : Así es, porque el lenguaje en Plenilunio es otro
lenguaje, el idioma que requiere esa novela . En
La isla mágica tengo un propósito deliberado de
usar expresiones panameñas . Recurro a los recuerdos de cuando yo estaba en la Isla, las palabras
que se usaban, busco todos los posibles diccionarios de modismos para encontrar o recordar lo que
ya he olvidado . Cada vez que puedo usar un
modismo lo uso, pero naturalmente que yo me doy
cuenta, si lo hago ex profeso, que en la frase el
lector entienda más o menos.
Plenilunio está hecho con técnica teatral ; ocurre
todo, como saben, en un solo estudio en el que estoy yo hablando con la lectora . El libro comienza
con : «Lectora, hoy vamos a jugar un juego . . .» Yo
comienzo a hablar con la lectora que me está leyendo, y entonces sigo ya hablando con ella como
si ya no fuera la lectora que me está leyendo, sino
que fuera un personaje que está conmigo . Entonces, después, hay un momento en que comienzo a
insinuarle cosas que la pueden ruborizar sin decirle nada sexual . Le digo : «Pero usted póngase cómoda, por ejemplo, póngase en pijama, acuéstese
en la cama . No tenga usted preocupación, ahora
está usted ya desnuda, se está mirando en el espejo, parece la Venus, pero tiene los brazos, le molestan, porque para ser Venus hace falta estar sin
brazos . Usted se está mirando en el espejo, ya no
en el espejo, ya es el río, está usted en el bosque,
mire los árboles», es decir, comienzo a hablar en
esa forma : surrealismo, un poco, son los cuadros
surrealistas que están en una sala y de repente había un árbol y esas cosas, ¿no? Entonces sigo hablando con ella y, de repente, tocan a la puerta y le
digo : «¿Quién será a esta hora?» Le digo a ella
que se pase a otro departamento, a otro cuarto donde hay una radio y allí usted lo puede poner como
sea para distraerse» . Yo recibo a tres personajes:
una mujer, un viejo y un hombre del pueblo, un
chivero, un maleante . Entonces éstos comienzan
atropelladamente a contarme sus problemas . Cada
uno quiere que yo lo oiga. Se oye la radio que está
oyendo ella y le digo : «Oiga, lectora, baje la radio
un poco que estoy atendiendo este asunto .» Cuando ellos me explican, al principio creo que ellos
quieren un abogado o a lo mejor quieren un psiquiatra, porque ya veo que los tres son entes total-
mente locos, ¿no?, y entonces comienzan a hablar,
y de lo que van hablando ellos yo me voy enterando del drama.
A. : Háblanos de la Semana Santa en Taboga . Y de
esas procesiones que tan bien describes en La isla
mágica.
S . : En las procesiones, las «andas» las cargan gente que ha pedido algo a la Virgen, por ejemplo,
hay un personaje en la novela que se llama Goyo
Gancho, que ofrece a Jesucristo cargar el sepulcro
durante diez años por haberlo sacado libre de la
cárcel . En la procesión se observan los contrastes
que ofrece esta procesión en una isla tradicional
desde la época de la Colonia con un aguaje moderno que no puede evitar . Pero este aguaje moderno constituye, en cierta forma, la vida de la isla;
es decir, la isla está viviendo ahora de estos barcos
del atún y toda la juventud está trabajando para
estos barcos y está ganando, y entonces el pueblo
está viviendo de este turismo . ..
Indudablemente que es un mundo nuevo, pero el
mismo pueblo no ha avanzado . Lo mismo ocurre
en Sevilla : la procesión es la misma . En Sevilla,
los hombres están en la cantina tomando, y el borracho sale y le canta a la Virgen y le dice : «Tú sí
eres virgen, pero no aquella puta . . .» (aquélla no
es virgen, pero tú sí), pero el padre va y no se inmuta, él sigue igual . . . Es cosa folklórica. Pero en
Sevilla es una cosa de locura y en Taboga hay un
contraste entre esta avalancha nueva que va a la
procesión y las viejas vestidas de luto que forman
el coro griego antiguo.
Ayer estaba yo hablando con este editor español y
yo le decía : «Yo establezco los contrastes ; por
ejemplo, una escena escatológica, terriblemente
escatológica, y la balanceo con una escena de la
tragedia griega. Bueno, ahí, no sé si ustedes recuerdan cuando Hipólito acaba de llegar, está bello, con su rubio nazareno, se viste con una gran
sencillez, con sandalias; en ninguna forma él da la
impresión de nada que no sea hombría, todas las
muchachas están entusiasmadas con él, enamoradas de él . Lo llevan a la playa, donde la gente está
paseando bajo la luna, cantando con guitarras, una
cosa muy romántica y de mi época . Bueno, entonces lo llevan para que él vea lo que es la juventud,
las muchachas cantando canciones y, entonces,
entonan canciones de la época más romántica . La
época de la «Guerra de los Mil Días» . Se cantan
canciones que decían : «Adiós, no llores alma mía,
que volveré mañana»---el soldado que se va y después se muere y el fantasma que todavía sigue cantando, ¿no?—. Entonces cantaban un vals norteamericano, que lo cantaban también las muchachas, y en inglés dice: «After the Ball is Over»;
eso lo cantaban también, pero lo cantaban en esREVISTA PANAMEÑA DE CULTURA
pañol : «Las luces se apagaron, el billete se acabó», y entonces lo digo realmente : «las luces se
apagaron, el baile terminó» . Es cuando tocan el
pito, ¿no? Entonces bajan unas líneas de mujeres
negras, enlutadas, con unas vasijas blancas que con
la luna brillan, ¿verdad? Una cosa impresionante,
esas finas mujeres enlutadas y entonces el hombre
culto, Hipólito, pregunta : «¿Quiénes son ésas? ¿Las
coéforas?», y don Plácido, en broma, le contesta:
«No, Las copróforas .» Entonces Felipe dice que
no es nada de eso, que son las viejas del pueblo
que bajan con los cubos llenos de mierda para volcarlos allí' . (Risas .) Como combino una escena de
mierda con una tragedia griega, balanceo . Pero en
ese tiempo esas cosas de la isla, esas noches románticas, eran una cosa realmente estupenda, inolvidable.
W. : ¿Y la gente venía de Panamá para esta noche,
o solamente la gente del pueblo?
5 . : Si yo hablo de la Semana Santa es porque nosotros íbamos solamente en el verano, en las vacaciones ; entonces, para mí, Taboga era riada más el
verano y la Semana Santa, eso porque yo nací en
Taboga, pero a los cinco años me vine para acá, a
Panamá.
A. : Eso es muy importante en la novela, porque
entonces tu visión de Taboga es una visión de Semana Santa.
S . : Es la época en que no hay lluvia, entonces allí
presento, por ejemplo, allí hay fechas : cuando vuelan la cometa dice Felipe una frase que es muy de
Taboga, dice: «Las brisas soplan inmediatamente
después de la Semana Santa», comienzan las brisas, porque las cometas éstas, sin brisas no pueden
volar. Hay otra frase que dice : «Los cangrejos comienzan a bajar con la primera lluvia de mayo .»
Esa frase es muy vívida y allí se aplica : los cangrejos bajan de la montaña con la primera lluvia
de mayo, ellos bajan simplemente a lavar los huevos, porque es necesario desovar en el agua . Pero
el cangrejo hay que cogerlo a media colina, antes
de que baje, porque a medida que los cangrejos
(las hembras) bajan, son como un coro griego que
va bajando, ¿no? Bueno, entonces los huevos que
traen dentro, como dos pulmones, y eso es lo que
es más sabroso que el caviar, esos dos pulmones,
pero entonces cuando van bajando se van abriendo y cuando llegan al mar están fuera y ya no sirven, ya no sirven porque ya es otro sabor distinto,
es como si tú tomaras un huevo empollado ya ; en
Rusia lo comen, pero acá no va a gustar . Nos gusta
el huevo fresco. El huevo viene fresco, y a medida
que va bajando ya se sale, se sale y se abre . Ya
cerca del mar está abierto.
W. : ¿Y cuánto tiempo tardan en bajar?
S . : En la noche es cuando van bajando .
6
REVISTA PANAMEÑA DE CULTURA
A . : ¿Se les tiene que buscar de noche?
ción entre el autor, el narrador y los personajes en
S . : De noche, con lámparas . Esa era una fiesta, una La isla mágica . Serafín del Carmen, por ejemplo,
fiesta que era un festival con las muchachas, con es una especie de alter ego de Rogelio Sinán . Inlas lámparas y su saco cogiendo cangrejos, y los
dudablemente, te identificas con él.
cangrejos muerden, entonces las muchachas gritaS . : Primero, la aventura de Serafín del Carmen en
ban y los hombres se aprovechaban ; era toda una Roma es mía, ésa es totalmente tal como está allí,
aventura, una aventura completa . Pero tenía que esa aventura está preparada para un cuento.
ser en el monte arriba, irlos cogiendo . Al final (de A . : ¿Y tú lo escogiste a él específicamente de anla novela), este hombre que fuera Fin Lay oye un temano para que hablara por el autor, es decir, fue
ruido y no sabe qué es el ruido éste y le dicen:
él el personaje con quien te identificaste desde un
«Son los cangrejos que van bajando con la prime- principio?
ra lluvia .»
S . : Salió de repente, porque hay un cuento que se
W . : Cuando Felipe sufre la primera catalepsia, él llama «El sueño de Serafín del Carmen» . Como
tiene un sueño . Sueña con las mujeres negras y ustedes saben, es un cuento totalmente de vanguardia ; ese es el primer cuento de cuando yo vengo ya
que tiene un hijo y sacan a su hijo en pedazos . ..
S . : Fíjate, en ese sueño él va detrás de la mujer que de Roma . Ese cuento, que es el primero que hago,
va como loca y él la va siguiendo : está empecinada es totalmente surrealista . Bueno, no totalmente
en sacarse el hijo porque dice que va a ser negro, surrealista sino de vanguardia, ya con influencia
entonces él sabe que ella no quiere tener un hijo del monólogo de Joyce. Serafín ya está allí desde
negro ; él corre detrás de ella, pero el barco se ha un principio.
ido . Ella le pide a Dios y, efectivamente, viene un
A. : Serafín explica muy bien, en La isla mágica
barco, ¿verdad? Allí tú vas a ver influencias de La su teoría de la novela que, obviamente, es también
Divina Comedia : el barco que llega es el de la tuya, Rogelio, ¿Por qué no nos lees ese pasaje'?
Caronte, ¿verdad? Ese barco que viene con muje- S . : Serafín del Carmen, al final de la novela, quieres negras, y él dice : «No quiero carne negra, pre- re explicar su teoría de la novela, entonces dice
fiero las gringas», y entonces le dicen : «Fuimos que: «Torturado por su constante duda, de ser o de
tuyas y el infierno nos quemó» . Entonces él le ha no ser, el hombre inventa su propia circunstancia.
La vacuidad y el pánico a la nada lo obligan a conpagado a Caronte.
vencerse a sí mismo de que la muerte sólo puede
Esa escena está tomada de Baudelaire, «Don Juan
en el infierno», que Baudelaire ha tomado de eludirse mediante auténticas actitudes creadoras.
Dante ; pero entonces yo la cambio : están negras Así surgió en su mente la idea de Dios, y deseando
porque se han quemado en las llamas del infierno. imitar tal entelequia, recurr ió a sucedáneos . Es esa
En toda la obra yo tengo el detalle de todos los la razón por la cual el escritor de ficciones ha decilibros sobre Don Juan y en cada momento yo es- dido pasarse al bando de los brujos . Por eso ha
toy acordándome de los temas . Cuando él está con
vuelto al fáustico truco del milagro . Para la magia
la tía, cuando pasan el cadáver y los féretros, la de su alquimia le bastan ingredientes que extrae
osamenta, digamos, del familiar, que sería un bisde sus recuerdos o tal vez de sus glándulas . Lo
abuelo, que lo llevan al cementerio, está llovien- indispensable es que consigue mezclarlos en una
do, y entonces el alcalde y todo el Inundo se va
licuadora de sueños» (p . 651) . Entonces Fin Lay,
huyendo. No les importa nada . Le dicen al obrero:
bromeando, le dice : «En ese caso la obra será una
«sigue allí; los obreros también se van» . La tía si- pesadilla . Cada uno de los seres que la lea y la
gue rezando y en el sitio donde está ella rezando comprenda se hará acreedor al título de egregio
no está lloviendo, pero ella ha guardado la calavelector oniris causa .» Cuando la gente lee esto cree
ra y entonces cuando Felipe la ve, grita : «La cala- que es honoris causa, pero es realmente oniris cauvera se ha salido», y ella dice : «¡Qué pendejo eres!,
sa, doy a entender que está graduado en la literatuesa calavera la escondí yo para llevármela porque ra de los sueños, que nadie capta.
es mía, no?» La calavera tiene algunas gotas en las A . : Es que es muy importante la presencia de lo
órbitas que le hacen ver como que está guiñándole onírico en tu obra.
el ojo, le brilla algo, y él, que tiene miedo, le da S . : Así es . Este asunto tiene una repercusión en
una patada . En la leyenda de Don Juan y en los Plenilunio.
romances está ese detalle. Hay un romance anti- A. : Plenilunio termina en ese pasaje tan conocido:
guo en que este mancebo viene de parranda, se «Por eso, frente a un mundo que insiste en destroencuentra una calavera, cree que le guiñó el ojo y zarse contradictoriamente, creyendo que su lucha
le da una patada. Ella se lleva la calavera y es allí ha de llevarlo a la conquista del bien, creo que dedonde ya ella le obliga a comer.
bemos decir casi rezando: "Bienaventurados los que
A. : Me gustaría que hablaras un poco de la rela- ."»creaión sueñan, porque de ellos será el reino de la
S . : Sí, allí termina yen el fondo, es la misma doctrina de Serafín del Carmen, la actitud de los sueños.
W. : Entonces, ¿tú crees que hay una relación especial entre el sueño y la ficción?
S . : Sí, ¡cómo no! Hay el creador que, desde el
momento que está creando, está creando un sueño . Digamos, una cosa del sueño mismo, ¿no? Tú
coges el sueño y es una creación, entonces en el
momento que está creando él está creando una realidad como la realidad normal que tú puedes encontrar en un mercado público.
A . : Que no deja de ser menos mal que la «realidad».
S . : Efectivamente . Es que esta realidad de la creación es más real que la común, la normal, porque
esta realidad es la que va a sobrevivirte, es la que
va a ser eterna, la realidad de la creación . La realidad otra del mercado, no . Tú coges la grabadora y
la llevas al mercado, puedes coger los diálogos y
todo, pero es la síntesis que haces de eso lo que es
la auténtica realidad artística y entonces eso es lo
que te va a servir y eso es lo eterno . ..
W. : Entonces, ¿«El sueño de Serafín del Carmen»
es un sueño completamente inventado'? ¿Qué significa este cuento para ti?, ¿por qué Serafín del
Carmen? Porque él no aparece en el cuento,
S . : No . El título es para darle cierto sentido real al
cuento que yo sabía que iba a ser . . . Era la época
surrealista, cuando hacían locuras, en pintura, todo
eso.
W . : Sí, pura inspiración . ..
S . : Ira el automatismo ése, ¿verdad'? Era tal como
venía, ¿no? Ese encuentro de automatismo, ponía
yo el papel en la máquina y comenzaba a escribir_ . Iba saliendo todo lo que sabía . En esa misma
forma los llevé a la imprenta y salieron en un periódico exactamente . El cuento «A la orilla de las
estatuas maduras» yo se lo contaba a mis amigos,
les contaba la esencia del cuento : «El cuento que
voy a escribir ahora es : esto y esto y este detalle .»
Entonces, en París, yo se lo contaba a Alejo
Carpentier y a otros escritores . Me decían : «¿Por
Alina Camacho-Gingerich,Willard P. Gingerich y Rogelio Sinán.
qué no lo escribes?» 'todos los días Alejo me de.. ...... . . . . . . . .. .. .. .. . . . . . . ... . . ... . . . . . . . .. .. .. .. . . . . . . ..... .. . . . . . . .. .. .. . . . . . . . .. .... .. . . . . . . . .... .. .. . . . . . . . .. .. .. .. .. . . . . . . . . . . . . . . .. . . . ...... .. . . . . .. .... . . . . . . . .. .. .. . .
cía : «¿Por qué no escribes el cuento ése y lo man- S . : Oralmente, si . Entonces, allá yo lo conté en París es realmente un . . . ¿cómo les pudiera decir? Ya es
do yo a Cuba?» Entonces ocurrió este detalle cua varios y llegó un momento en que había que crearel exceso del barroco allí, siempre utilizando imárioso, que fue lo mismo que pasó con «El sueño de
lo, yo no lo contaba como está creado:. está creado genes . En los demás cuentos míos generalmente
Serafín del Carmen», puse el papel, con el papel así en barroco, con mucha metáfora, mucha metá- no he utilizado imágenes ; sólo ese cuento está hecarbón con copias y todo, en seguida el cuento fue fora . . . Entonces ya allí salió de un solo golpe, con cho todo a base de imágenes poéticas, porque el
saliendo, ese cuento no fue tocado ; tal como salió, varias copias y todo, pero completo . Fíjate, yo ha- tema es en sí de lo más sencillo.
así : de un solo golpe . Y con papel carbón y todo,
cía una frase, escribía otra frase, me paraba . . ., daba W. : En La isla mágica, a Serafín a veces lo tratas
yo se lo llevé a Alejo Carpentier.
unas vueltas, pensaba otra frase, porque tenía que
como a un bufón . Obviamente tú juegas con este
W. : Pero ese no fue un cuento realmente automáti- quedar así, ponía otra frase, me paraba, daba otra personaje también, porque siempre todo el mundo
co.
vuelta, ponía otra . . . Hasta que acabé todo el cuen- habla pestes de este tipo que está con su grabadora.
S . : No . Este cuento había sido imaginado, contado to . El cuento es una verdadera proeza . Ese cuento S : Lo hago especialmente, lo hago especialmente . ..
a mucha gente que se reía cuando yo lo contaba.
lo han publicado todos los periódicos de América, A . : Refleja cierta actitud de la sociedad latinoaW. : Trabajado oralmente .
ha salido en un montón de antologías . Ese cuento mericana hacia el escritor.
REVISTA PANAMEÑA DE CULTURA
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S . : Claro. Hay un momento en que Serafín está
buscando avisos para su revista . Y entra a una cantina donde hay borrachos, gente rica borracha ; él
se está muriendo de hambre y necesita avisos comerciales, ¿no?, entonces todos quieren que él
cuente cuentos de sueños, que él cuente cuentos, y
le dicen : «Tómate un trago .» Entonces él les dice:
«Yo quiero comer algo .» «No, no, tómate un trago», le contestan . «Pero que yo quiero comer .»
«No, no, tómate un trago.» Entonces él cuenta un
cuento . Esa es la tragedia de aquí, en Panamá . Al
intelectual lo tratan como un bufón. Exactamente
como un bufón . No vale nada el intelectual . Déjate de pendejadas y versos, déjate de ver eso.
A . : Ese triángulo amoroso que forman Cándida,
Felipe y Danilo, ¿cómo entiendes tú ese triángulo? Es muy importante en la novela.
S . : Es un proverbio antiguo de eterna historia de
amor, la que natura instituye . Es un refrán que ha
hecho poesía colombiana clásica : «Eterna historia
de amor la que natura instituye . La mujer siguiendo al que huye y huyendo al perseguidor» . Aquí,
Felipe sigue a Cándida . Cándida sigue a Danilo y
Danilo sigue a Felipe . Y ése es el triángulo.
A . : Según Platón, el triángulo equilátero es el más
perfecto.
S . : Sí, es más perfecto, y que no logran entenderse . Y hay otro detalle curioso de la psicología de
Danilo . Ayer un argentino me dijo que ha encontrado que el hombre, el personaje que tiene la psicología más profunda es Danilo . Y es lógico, porque es el que tiene la educación más profunda . Y
tiene, además, educación religiosa, que posiblemente puede considerarse, en cierta forma, más
seria . Porque él ha hecho toda la educación en
Roma, en la Gregoriana, que es muy seria.
W . : Pero ¿no es también el más engañado, en cierto sentido, el que menos logra entenderse?
5 . : Sí, él no se entiende por la educación que ha
tenido, pero la misma educación es la que lo hace
ser lo que el otro le dice . «Mas serio y no parecerlo
que parecerlo y no serlo .» Nadie se imagina que él
es homosexual, pero Betín, que no lo es, la gente
cree que lo cs . Betín es totalmente un macho ; lo
que pasa con Betín cuando está con Milagros es
que es la muchacha la que no quiere, porque ya se
está acostando con el cura.
A . : Danilo y Chompipe (o Felipe) son ambos víctimas del medio ambiente . Sin embargo, Chompipe
no se considera víctima, pues es un personaje
animalístico.
S . : Claro . Él vive de sus instintos, es la naturaleza
misma.
A . : Danilo vive domeñando sus instintos, echando
en contra de los elementos, y Chompipe, al revés,
lo contrario . Entonces son dos víctimas que fun-
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REVISTA PANAMEÑA DE CULTURA
cionan en modos muy diferentes en la sociedad:
uno domeñándose, controlándose, y el otro dejándose, a su libre albedrío, completamente.
S . : Polos opuestos se balancean.
W. : Pero Chompipe es más que solamente el instinto, porque es exagerado también, ¿no?, en cierto sentido, es el instinto llevado a . ..
A . : Es pura energía sexual.
S . : Sí, pura energía sexual . Hay que aclarar : hay
una fama de los negros que viene desde Heródoto.
Él se refiere a los negros en ese sentido sexual, y
ellos lo han hecho ya religión . Realmente lo han
hecho religión y allí en África los grandes falos y
todo, allí le dan mucha importancia a esa parte
sexual . Desde los griegos, los negros tienen su gran
potencia, indudablemente . Y el blanco, menos.
Chompipe es África, la libertad africana . Es el tipo
africano que nace de una transmisión totalmente
africana.
A . : Obviamente, la figura de Chompipe tiene algún parecido con Don Juan, y hay escenas, como
esa cena con la calavera en la mesa, que nos hacen
pensar en Don Juan . Pero en muchos aspectos estos dos tipos son muy diferentes . Tú has dicho que
para ti Felipe es un cierto contrapunto de Don Juan.
¿Quieres explicarnos eso?
S . : Contrapunto en cuanto a que Don Juan es blanco y Felipe es negro ; Don Juan es noble, Felipe es
de lo más bajo, lo más sencillo, y Don Juan es rico,
Felipe es pobre . El contrapunto en ese sentido, Pero
Don Juan es un arquetipo y Felipe es un anti-héroe, totalmente anti-héroe . En eso es distinto : este
es héroe, arquetipo, y Felipe es totalmente antihéroe . Es decir, ¿lo imaginas a él enamorando a
una de las oligarcas que tenía Taboga? No . ¿Enamorando a la gringa? Tampoco . El no enamora a
la gringa . Es la gringa borracha que lo busca, y él
la aprovecha . Ese asunto era muy corriente en Taboga, sobre todo . Estaban los pangueros allí esperando a estas gaviotas que bajaban borrachas, las
llevaban a pasear, y eso era muy corriente, muy
corriente.
W. : ¿Y esto era común, deporte normal para los
jóvenes de Taboga entonces?
S . : Los pangueros, los pangueros . Ya no es como
antes . En la época mía era la profesión, la profesión de los jóvenes sobre todo, la panga . Ya no hay
tanto porque hay un muelle, y la gente va al muelle . Hay algunos pangueros por allí para la gente
que quiera dar un paseo, pero antes no había muelle, no había nada . Entonces, rodeaban y eran de
una habilidad enorme para agarrarse a la lancha
desde afuera. Entonces tenían que tener una gran
habilidad. Eran muy fuertes, muy . . . es decir, eran
jóvenes . Los viejos hacían la agricultura, y los jóvenes hacían esto. Ahora, los jóvenes están meti-
a»!
dos en el asunto del pescado ; allí están los portugueses con el salmón y los jóvenes hacen ese trabajo de descargar y ganan B/.3 .50 la hora, así es
que ellos están despreocupados . No hay casi
pangueros ; antes había una cantidad enorme de
pangueros.
A . : ¿Hay alguna persona en particular que le sirvió de modelo para Felipe, o es un compuesto de
varias personas?
S . : Es más bien un compuesto.
A. : En Semana Santa en la niebla hay un poema,
«Cuaresma de terrores», que comienza así: «Cuaresma de las metamorfosis, / ¡oh! suicidio asombrado de peces y de frutas / cuando crecen escamas al vientre de la noche . .» ¿Sabes por qué me
interesa? No solamente porque el poema me parece muy bueno, sino porque le veo algún parecido
con «La boina roja .»
S . : Sí, y también el libro entero con La isla mágica. El poema recuerda los temores del adolescente
debido a los tabúes de la isla —la isla es religiosa
y entonces hay una serie de tabúes que los niños
reciben y algunos guardan, obedecen . El asunto
de no bañarse en el mar el Viernes Santo eso es un
tabú, en la isla es un tabú : no se puede bañar la
gente . Ahora, como la isla es de turismo, la gente
que va de acá se baña y no le importa nada, pero la
gente del pueblo no se está bañando allí y tú ves
un montón de gente, pero no hay gente del pueblo
allí bañándose . Pero los muchachos teníamos el
afán de bañarnos, de manera que era en la época
mejor. La Semana Santa es siempre en verano . Entonces había que irse a bañar, sin que lo supieran
las tías, sobre todo la familia, uno iba y se bañaba
en el mar. También uno robaba frutas trepándose
al árbol con el peligro de caerse; para robar mangos y toda clase de fechorías se hacían durante el
día. Por la noche, el cuarto queda a oscuras, enton-
ces comienzan a salir las brujas, entonces ya estás
tú en el sueño, metido en el vientre de la ballena,
como Jonás, y entonces viene todo lo fantástico . ..
A . : Encuentro en el poema elementos surrealistas,
veo también ciertas supersticiones y tabúes que
aparecen en La isla mágica y en «La boina roja»,
el proceso de la metamorfosis, por ejemplo, de la
sirena, la sirena que aparece también en el cuento.
S . : Bueno, la sirena . . . Prohibido bañarse en el mar
el Viernes Santo, el niño se baña de todos modos.
Está viviendo el complejo de culpa que se va a
producir durante el sueño . Durante el sueño hay
muchas cosas que ocurren, entre esas cosas ocurre
el terror de convertirse en tritón, digamos, pero
además ese tabú de la sirena hace que el niño que
va hacia la adolescencia piense que en un recodo
entre las piedras, de repente, va a encontrarse una
sirena, de la cual se va a enamorar, ¿verdad? Ese
es el punto, digamos, lógico de la adolescencia que
está buscando un amor, pero el amor es romántico
como de una sirena ; entonces, así, de las rocas, va
a aparecer de repente una sirena . El cuento comienza primero con lo que primero se me ocurre ; es
una sirenita que yo trato de agarrar en el mar y se
me escapa . Es lo primero que pienso.
W. : De esta semilla salió el cuento.
S . : De allí, de esa semilla . ..
A . : Hay una mezcla de elementos muy interesantes, porque yo veo allí, como también en La isla
mágica yen «La boina roja», por un lado, el peso
del pecado original, el catolicismo, el cristianismo; por el otro, las supersticiones y los tabúes populares, las creencias populares . Tenemos esos dos
elementos allí en contraste y a la misma vez una
especie de síntesis de los diferentes elementos de
la isla. En Taboga, como en Panamá, encontramos
una mezcla de paganismo y cristianismo.
S .: Ah, sí, ¡como no!
W. : El último capítulo del Decálogo Décimo se
llama «Una isla mágica para un pueblo mesiánico».
El título obviamente viene de una frase de Fin Lay.
¿Quién es exactamente Fin Lay?
S . : Delfín es el nombre, pero le dicen «Fin» . Lay
es un apellido del Darién, es un apellido chino muy
conocido . En Taboga, a los que se llaman Delfín
les dicen «Fin».
W : Es una especie de straight man para Ladera; él
siempre hace preguntas y Ladera responde.
S . : A él lo nombran director de la escuela en vez
de a la maestra Cándida, que es a la que le corresponde.
A. : ¿Por qué es el pueblo panameño un pueblo
mesiánico?
S . : El pueblo de Panamá no hace más que comprar
loterías, porque está esperando al Mesías todo el
tiempo, ¿tú no ves los sábados? Es una cosa de
locura. Está esperando la lotería, es un pueblo
mesiánico . Está esperando que la suerte le llegue
de cualquier modo . Si los Leones hacen una rifa
de un edificio y el boleto cuesta $40.00 (dólares),
pues tú ves que se acaban en seguida . Todo el
mundo compra para tener ese gran edificio . Si las
damas católicas hacen una rifa : en seguida todo el
mundo va a comprar . . . Esto es un pueblo
mesiánico . Y tú tienes que pasearte por la Avenida
Central un sábado para que veas antes de la lotería
e ir después a donde juegan, es una cosa de locura:
la gente se da a la desesperación ; entonces, cuando no ganan, la angustia . . . ¡Ah! y después tienen
que ir a ver las carreras también . ¡El deseo de ganar! Taboga es una isla adecuada a la psicología
de este pueblo mesiánico . Es una isla mágica, embrujada, que está muy de acuerdo con este pueblo,
que es pueblo mesiánico, un pueblo que está pensando en musarañas siempre . Todo el tiempo la
gente está pensando en castillos en el aire : «Si yo
fuera rico . . .» «Si yo pudiera comprar un carro . . .»
«Si yo pudiera comprar . . .» Todavía la gente está
siempre en eso, y cuando uno encuentra a un amigo en la calle : «¿Cómo te va?» «Aquí luchando,
aquí luchando, tratando de hacer plata .» Es una
cosa increíble . Hay una crónica de José Santos
Chocano, de cuando él pasó por aquí una primera
vez ; cuando describe la ciudad dice que da la impresión de que cada uno va con el ataúd a cuestas,
va luchando, luchando, con el ataúd a cuestas . ..
W. : Hace algunos días mencionaste que piensas
hacer unos cambios en el orden de los capítulos de
La isla mágica cuando la vuelvan a editar" . ¿Nos
puedes indicar exactamente lo que piensas cambiar, y por qué'?
S . : Sí, la nueva edición seguirá la siguiente secuencia en los decálogos 4 y 5:
Decálogo 4
1. La encuerada del . siglo
2. El hombre de la barba nazarena
3. Triunfal entrada de Jesús en Jerusalén
4. Pipe, el mero y el tiburón
5. ¡Pobre Fifí.!
6. Pompas fúnebres
7. marinismo
La quintaesencia del
8. Músico preso por desfalco
9. ¡Soberbio, Majestad! ¡Tiro certero!
10. Galleta de jengibre .
Decálogo 5
1 . Incesto y satiriasis
2 . No se sentía del todo responsable
3 . Sólo eran luces de Bengala
4 . Martingalas de un místico
5 . El leviatán llegó a la isla
6. La devota lectura de libros orientales
7. Marino abanderado del carnaval
8. Funeral de las burlas
9. El tesoro escondido
10. ¡No hay perdón!
Ese cambio hace desaparecer un bache . Es decir,
la lectura que es leída como 6, 7 y 10 veces, tiene
un bache en que de repente te quedas un poco en
el aire, ¿verdad? Por ejemplo, en el decálogo 4,
capítulo 2, «La encuerada del siglo», ellos están
en la playa con los presos, que están desnudos;
entonces Felipe y sus amigos, con Mogo Tin y
Serafín del Carmen, están conversando y Felipe
está desnudo y dice: «¿Por qué ese fulano de la
barba nazarena me mira tanto?», y le dice Serafín
del Carmen : «Es natural : estás desnudo y tú tienes
un porte grande .» Estar mirando es una cosa lógica, ¿no?, nada grave . Lo que pasa es que Felipe le
hace pensar a Danilo en Paul Durgel, a quien había matado ; está mirándolo porque le recuerda al
otro . Entonces esa escena queda así, y después
Serafín del Carmen le dice: «¿Te acuerdas de cuando aparecí en la posa desnudo frente a las mujeres?» Bueno, esa escena requiere en seguida, inmediatamente casi, el recuerdo de la posa.
A . : Para concluir esta entrevista, Rogelio, me gustaría que leyeras ese pasaje de La isla mágica, ya
al final de la novela, en el que Serafín del Carmen
expone su cosmovisión poética, que es también la
de su creador.
S . : Con mucho gusto . Leo : «Según mi pánica cosmovisión erótica, la tragedia del Gólgota se ha
conservado en la isla, no en su prístina pureza mística, sino como una mágica amalgama de cristianismo y paganismo . Para la Iglesia, el Amor o es
sagrado o es profano, pero aquí se entretejen ambos amores en una báquica rapsodia más apta a un
aquelarre de brujas que a una evangélica pasión
sacramental, y, desde luego, la isla, por ser maravillosa, casi parece irreal . Por eso mismo necesito
recrearla para que pueda parecer verosímil . Surgirá de improviso, y, tras cumplir su objetivo, se volverá a sumir en la infinita vastedad de las aguas .»
(p . 652).
NOTAS
1 Concurso anual de literatura en Panamá.
2 Ambler Moss, Embajador de Estados Unidos en
Panamá en la época de la entrevista.
3 La isla mágica (Panamá : Ediciones INAC, 1979),
p . 457 . Las citas subsecuentes estarán tomadas de
esta edición.
4 La segunda edición (corregida) de La isla mágica
apareció en Casa de las Américas, La Habana (Cuba), 1985.
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n
Poemas de Onda
(1929)
AMANECER
¡Enloquecidos de júbilo
—gotas de tinta inestables—
pájaros innumerables
suenan sus locas trompetas ..
¡Saludo
a la bandera,
del Alba . . .!
MANCHA DEL SOL
Campo traviesa, cansada,
con el hijo en el cuadril
la moza va hacia el lejano
cuchitril.
El sol coloca en los árboles
sus moneditas de oro.
Y el niño suelta la fuente
de su lloro . ..
La rapaza saca el seno
rozagante a se lo dar . ..
El niño bebe . Ella ríe.
Y echa a andar . ..
¡Me miró asustada!
Cubrió . . . lo que pudo
y . . . ¡huyó! . . . ¿Qué robaba?
¡Su seno desnudo!
Lejana . . . lejana . ..
me envió su saludo.
(Yo seguía mirando
su seno desnudo).
Perfume silvestre
de mangos maduros,
¿por qué me recuerdas
su seno desnudo? . ..
NOCTURNO I
Ceja alba —trazo audaz— sobre un embozo
de noche rembranesca, alza y empuja
la luna su arcoidal —doblada aguja—
pirueta de Charlot —"Circo"— en reposo.
Fantasmas —arboledas— trazo y trozo,
más bien decoración —antro de bruja—
proyecta su gentil silueta esdruja
la parte de jardín que, viendo, gozo.
Tal suave conjunción de fronda y cielo
con ansia mi ojo —en dos— sorbe rampante.
BALADA DEL SENO
DESNUDO
¡Mangos! . . . ¡Mira! . . . ¡Tantos!
¡Oh! . . . ¡Uno maduro . . .!
(Dio un salto . . . ¡y salióse
su seno, desnudo!).
¡Yo salté del árbol!
¡Upa! . . . ¡Tan! . . . (¡Qué rudo!)
¡Por mirar de cerca
su seno desnudo!
10
REVISTA PANAMEÑA DE CULTURA
Y mientras se infinita sin recelo
mi sombra sin compás —recuerdo dórico-y sigo en actitud de cinefante
rumiando mi silencio pitagórico.
Poemas de Semana
Santa en la niebla
Poemas de Saloma
sin salomar
(1949)
(1969)
CUARESMA DE TERRORES
JARIFA
Marítima cuaresma de las metamorfosis
—¡oh suicidio asombrado de peces y de frutas!—
cuando crecen escamas al vientre de la noche
mutilado de estrellas y preñado de brujas.
¡Pueril forma dolida del sueño cancelado
braceando a la deriva de la inútil sirena!
¡Cuánta cera desnuda buceaba candelabros
y Cristos, anegados en oceános de niebla!
Jarifa enloquecida y pesarosa,
mi musa, en la manigua sofocante
del trópico, se afana por que cante
la angustia que la oprime, dolorosa.
PECADOS CAPITALES
¡Qué bien cuando la lírica campana
de mi palabra ondule banderolas
hacia barcos y soles del mañana!
Velámenes soberbios, deshilachando brisas
despiertan la avaricia de la marina suma.
Pereza en las merluzas, orgullo en las corvinas;
y, en pulpos, tiburones y pelícanos, gula.
De la onda opalescente surge la curva dócil
que en senos tenebrosos oculta la lujuria
¡Satán, Satán, aleja la glauca mariposa!
¡Venciste, helada forma! ¡Delfines, aleluya!
LA MUERTE DEL PROFETA
Profético de pájaros, remece tempestades
el árbol, dominado por mística soberbia,
mas, subrepticiamente, sofoca sus ramajes,
en fatales volutas, airosa madreselva.
Titán sobrecogido, va quedándose exangüe
bajo el nudo lascivo . Roído vena a vena,
deshecho finalmente, desplómase cobarde,
caída la soberbia cual truncada cabeza.
Si del anhelo en lucha surge airosa
la renovada forma edificante
daré por historiado todo instante
de estéril vanagloria candorosa.
Serán, para mis últimas cabriolas,
gloriosa exaltación y aurora sana
los próximos virajes ya sin olas.
LOS OJOS EN LA CALLE
BAJO LA LLUVIA
Huele a pared lamida por ubres y mugidos
este mapa ilusorio salpicado de estrellas,
y la calle, inundada de pupilas de niños,
va nutriendo de polvo sus mejores culebras.
Pasaporte de patios para la mar, el fango
deshilvana pronósticos en plenitud de fábulas
y los aros del miedo precipitan, aullando,
funerales de citas y blasfemias mojadas.
SU FORMA SOBRE EL AGUA
A la hora equidistante del pez amanecido
con la primera espuma de la mañana, flota,
como un presentimiento de bostezo sahíno,
su forma sin aristas, deshilachada, fofa.
Flota, digo, la niebla, crispada de ladridos,
amarrando en las jarcias elásticas gaviotas.
Y, al recoger el hombre su red, semidormido,
quizá tema al espectro que va sobre las olas .
Trota, oceánico, el eco vaporoso del grito;
brilla, angélico, el halo de las olas elásticas,
y un redoble de circos humedece el anillo
de los faros desnudos, ateridos de lágrimas.
La faena, ahuyentada, desaloja cabriolas
derramando luciérnagas y paraguas al charco;
y el carbón apagado de alguna voz, pregona
cuatro senos maduros por dos o tres centavos.
REVISTA PANAMEÑA DE CULTURA
Vigencia vanguardista,
intertextualidades e identidad latinoamericana
en la poesía de
Rogelio Sinán
nade las razones que ha hecho de Rogelio Sinán (1902-1994) un poeta que sigue colocándose a la vanguardia de la
poesía actual de Panamá es la modernidad de su lenguaje metafórico y la condensación
que hace de la tradición literaria latina, y su herencia americana, con la necesidad de encontrar su propia identidad como poeta . En esta lectura se verá la relación poética que logra entre
materia y espíritu, encarnados, en formas y contenidos tales como el mar y el sueño, que el propio Sinán definió como sus constantes fantasmales y que no se quedan encerradas en la concepción que del sueño tenían los surrealistas, sino
que al adoptar ritmos internos que emanan de su
tropicalismo convienen esas relaciones metafóricas en una cosmovisión latinoamericana.
Se pueden señalar dos intertextualidades importantes en tal cosmovisión, una con Vicente
Huidobro, y otra con José Gorostiza . Con el primero, se conecta tal relación intertextual con la
teoría creacionista, y con el segundo, se establece a través de su común concepto de fusión
de forma y contenido en la metáfora del agua.
Y una tercera intertextualidad, con Dante, a quien
el poeta no sólo menciona, sino que al estructurar su poema Incendio, Sinán utiliza epígrafes
de la Divina Comedia antes de cada uno de los
tres tiempos de que se compone el poema.
U
INTERTEXTUALIDAD
CON VICENTE HUIDOBRO
Una exégesis cuidadosa de la obra poética
de Sinán confirma la intertextualidad que existe con la de Huidobro, específicamente desde
su visión cosmogónica que ubica al poeta como
ente creador y transformador de la realidad.
Huidobro afirma que "la esencia del espíritu de
un hombre sigue siendo la misma, aunque varíen los materiales de su presentación . . . el poeta coge sus materiales de la vida y los transfor-
12
REVISTA PANAMEÑA DE CULTURA
ma hasta crear una nueva En una entrevista que le hizo el escritor panameño Enrique Jaramillo Levi, Sinán coincide con Huidobro al afirmar que:
A veces basta sólo un chispazo, un recuer-
do, un perfume, una frase, un dibujo. Supongo que la imaginación es la encargada de elaborar, amasar, estructurar, dar
forma al magma. Todo ello es parte del
proceso creador durante el cual la masa
se transforma en expresión, en lenguaje.
El.artis2 arte es vida creada por el
Rompiendo con lo establecido, ambos poetas manifiestan esa inconformidad con los parámetros existentes, iniciándose la verdadera trayectoria de su respectiva creación poética . Con
su habitual inclinación a romper las normas,
Sinán sostiene:
Yo he querido rebelarme contra las formas tradicionales de la poesía existente,
aún –desgraciadamente– en Panamá,
pero no sé si lo he conseguido . . . algunos
versos míos parecerán ingenuos, demasiado sencillos ; otros, algo confusos;
pero así estaban ellos en mi alma y los
he expresado sinceramente . . . Sé, pues,
perfectamente, que mi libro por esos aires de rebeldía de que va lleno, no ha de
gustar
en
.Pan3má
Su concepción poética la deja plasmada Sinán en su Principio romántico contenido en Onda ; poema que parecería estar dedicado a Vicente Huidobro por su contenido metaliterario,
que conecta su alma rebelde con su arte poética
también rebelde, y en donde no sólo se muestra
como un inconforme, sino que alienta el espíritu de rebeldía en su interlocutor, conminándolo
Ana María Camargo
(University of Florida)
para que tenga el valor de «lanzarse» hacia lo
nuevo y lo desconocido que él mismo ha creado:
Yo era un ave sin alas
y tú fuiste mis alas.
Entonces yo alcé el vuelo
contigo, al Infinito
en busca de verdad
y en busca de la esencia
de las cosas. Tú viste
desde la altura otra ave
perdida, sin sus alas
y bajaste a ayudarla.
Yo quedé ave sin
alas— en el espacio. Y ruedo
todavía hacia el abismo.
Mis versos tienen mucho
de nuestro loco vuelo.
Cuando los leas recuérdame
y lánzate al abismo
porque salves a esta ave
que
tú precipitaste . . . (
7-8)5
La visión poético-creadora tanto de Sinán
como de Huidobro amalgama forma y sustancia, ritmos internos y fluidez de imágenes.
Específicamente, en Sinán, la liquidez de sus metáforas acuáticas se funde con la incorporeidad
onírica que llena esa liquidez . Y como rasgo diferencial, Sinán infunde a su poesía una constante erótica que se manifiesta a través de una
continuada relación entre la naturaleza tropical
y el cuerpo femenino:
—¡MANGOS! . . . ¡Mira! . . . ¡Tántos! . ..
¡Oh! . . . ¡Uno maduro . . .!
(¡Dio
un salto . . .! ¡
Y salióse
su seno, desnudo!) (12)
La estética creacionista que inventó Huidobro y siguió Sinán se va a basar en esa libertad
que promulgan las vanguardias literarias americanas, libertad para actuar lúdicamente, creando las nuevas formas y ampliando diversos horizontes, tal como lo expresa cuando dice que:
. . .el poema creacionista se compone de
imágenes creadas, de situaciones creadas,
de conceptos creados; no escatima ningún elemento de la poesía tradicional, salvo que en él dichos elementos son íntegramente inventados, sin preocuparse en
absoluto en la realidad ni de la veracidad
anteriores
al acto de realización . ..
6
Esta concepción del creacionismo es con la
que coincide intertextualmente Sinán, y no con
la de las jitanjáforas, que han sido muchas veces entendidas como lo esencial del creacionismo de Huidobro.
INTERTEXTUALIDAD CON
JOSÉ GOROSTIZA
Puede relacionarse a Sinán, con las corrientes de pensamiento que circulaban por los años
veinte, cuando la preocupación por la forma y
la sustancia, conllevaba una búsqueda de la naturaleza de diferente índole a la que había predominado en el romanticismo . Gorostiza expresa
en su poema Muerte sin fin la indagación metafísica que contrapone el concepto idealista de
la Creación Universal —partiendo de una divinidad creadora— con el concepto materialista de
la teoría de la evolución, a través de la metáfora
del vaso, como forma, y el agua como sustancia
que toma la forma del vaso ; esto es, el vaso como
materia divina, y del agua como sustancia espiritual, en eslabones que se retroalimentan, como
lo asienta Marcela del Río al explicar que : "a
través de una cadena de eslabones formales se
realiza la fusión entre la Forma del poema y su
Contenido en eslabones filosóficos . " ' Pero si en
Gorostiza, el vaso es la forma que es llenada por
el agua, y que al tomar la forma del vaso adquiere su propia forma, en Sinán, en cambio, el mar,
como elemento líquido es la forma del sueño, que
da al agua su contenido mágico-onírico.
Y volcar toda el alma dentro nosotros mismos
dejando que desborde como tromba de mar.
Luego echarse a la orilla despreocupadamente
viendo pasar el agua torrentosa del Mundo
y así esperar estoicos que silenciosamente
se acerque a convidarnos la del sueño
[profundo. (17)
ANÁLISIS DE
«ONDA» E «INCENDIO»
Al irrumpir Sinán en la literatura panameña
como poeta de vanguardia, con Onda, el poeta
estaba respondiendo a un clima histórico universal, al cual Panamá se resistía a entrar, y es
tal vez por ello que marca una frontera entre lo
anterior y lo posterior en la literatura panameña . Este primer libro de Sinán recoge dos períodos distintos de la sensibilidad del autor . La primera parte corresponde a una etapa juvenil ; la
segunda a otra más profunda y reflexiva . En los
poemas iniciales el poeta se siente solo y abandonado, canta a su soledad:
Miro
tu estrella que corre loca
y las que apenas rutilan.
Mi pensamiento echa a andar. ..
¿detrás de cuál? ¡Tras ninguna!..
No se puede negar el influjo que debió tener
en él la cercanía del mar y la naturaleza tropical, al ver cómo su voz lírica adquiere cierto
aire panteista, divinizando los elementos : mar,
agua, cielo, frutos, fuego, tierra, así como sus
criaturas, siempre relacionándolos, como lo hicieron tantas veces Huidobro y Gorostiza, con
el acto de la escritura . Tal ensamble entre
divinización y escritura se puede advertir cuando hace que el sonar de las trompetas anunciadoras, en lugar de ser los ángeles quienes las
tocan, sean los pájaros, tal como se aprecia en
el poema Amanecer:
¡Enloquecidos de júbilo
—gotas de tinta inestables—
pájaros innumerables
suenan sus locas trompetas!
¡Saludo
a la bandera
del Alba! . ..
Como se advierte, los pájaros se vuelven el
enlace entre lo divino, lo natural y el poeta, siendo a la vez "ángel" de la divinidad, criatura de
la Naturaleza y "tinta " del escritor.
Foto: ® Carlos Guardia . 1985.
lírica . Su poema Incendio nace a raíz de un incendio que tuvo lugar cerca de su residencia y
que le causó tal impresión que se vio obligado a
expulsar sus emociones a través del poema para
liberarse de una "culpa" , como lo expresa en su
artículo «Mi poesía: una ojeada retrospectiva»:
Sirenas sin gemidos ni palabras
mudo canto que sólo oyó la muerte
clavaron agonías en la noche.
Eran las tres de la mañana . Puse una
hoja de papel en la máquina y escribí estos tres versos . Al leerlos, me sentí más
tranquilo, menos culpable.
Me di cuenta de que necesitaba sacar de
mí la culpa líricamente, crear el poema
para que se efectuase la catarsis, la purificación Fue entonces cuando escribí el
poema de un solo golpe . Al terminarlo me
tendí de través en la cama y me quedé profundamente dormido . (Lotería, 110-I1)
Como ya se anotó, la intertextualidad de In-
INTERTEXTUALIDAD
CON DANTE ALIGHIERI
Así como el trópico influye en sus ritmos y
temas, es posible advertir cómo también los sucesos que rodean al poeta y las vivencias que
en él provocan tales sucesos, influyen en su voz
cendio con La Divina Comedia se establece al
analizar la estructura misma del poema, que Sinán divide en tres tiempos, introducidos por tres
epígrafes respectivamente, del Inferno, el Purgatorio y el Paradiso:
En el primer tiempo, «La voz del pánico»,
REVISTA PANAMEÑA DE CULTURA
13
podría decirse que la llamarada poética del infierno de Dante se reproduce en la experiencia
de llamas reales vivida por Sinán, que a su vez
van a producir a través de la voz del poeta, una
nueva llamarada poética . En este primer tiempo, el poeta hace una descripción del incendio,
relacionado con el Infierno:
Enloquecidos quedaron los relojes,
y un aullido de sol mordió el espacio
precipitando sangre y ar reboles.
¡Incandescentes garfios dolorosos
sacaron de su sueño almas a flote
va
en
alas
!
del infierno (33)
En el segundo tiempo, «La voz de la agonía»,
se escuchan los alaridos de las víctimas que corren desesperadamente, tratando de encontrar
aire, pero sólo encuentran humo de muerte:
sobre todas las almas! ¡Miserere!
¡Miserere, Señor!
Compárese el tono y el tema del agua, con
el final del parágrafo IX de Muerte sin fin en
donde el agonizante es Dios mismo:
flota el Espíritu de Dios que gime
con un llanto más llanto aún que el llanto,
como si herido —Ay, él también por un cabello,
por el ojo en almendra de esa muerte
que emana de su boca,
hubiese al fin ahogado su palabra sangrienta.
¡Aleluya, Aleluya! (141)
8
La relación contextual que hace el poeta del
incendio visto por sus propios ojos, es casi tan
: impresionante como el propio poema
empezaban a bajar los bomberos
que conducían en sábanas, los diversos
cadáveres. Totalmente carbonizados, tenían los brazos extendidos como en triste gesto de plegaria . Los dedos de las manos dejaban ver la desesperación de la
muerte . Yo, que vestía de blanco, me hice
a un lado mientras pasaba el fúnebre cortejo . Las manos chamuscadas de las víctimas me rozaban la cara y el vestido.
Sus caricias quemadas dejaron una
huella dolorosa en mi espíritu . (Lotería 110)
Vi que
¡Una gotita de aire puro, Señor!
¡Una gotita!.,.
¡Mi palabra se vuelve tos quemada!
Ya en el tercer tiempo, «La voz de la plegaria», cuando al fin llega el agua, se forma un
remolino que merece, como ningún otro adjetivo, el calificativo de dantesco . Las almas protestan por el ultraje que a través del agua se hace
a sus cuerpos yertos:
; Ya para qué tanta agua? ¡Señor, detén el agua!
¡Que respeten por lo menos la muerte!
nadie nos oye. ¡Nuestros cuerpos
siguen girando mudos en el gran
torbellino!—¡Se entrechocan, se cruzan y vuelven a girar!
--Pero
—¿Ninguna mano podrá cerrar las fuentes de
/este aguaje?
¿Giraremos acaso eternamente?
—¡Nuestro grito seguirá suspendido y desgarrado
sobre todos los niños v las madres
A
Para concluir puede decirse que en Rogelio
Sinán se da el caso de un poeta que después de
tomar la herencia universal latina, a través de la
lectura de Dante, busca esencialmente su identidad latinoamericana, a través tanto de los conceptos filosóficos y metafísicos, que enriquecen su lenguaje metafórico, como de los creacionistas que lo enlazan con las preocupaciones de
otros poetas de su generación en América y de
la influencia en su escritura del paisaje tropical,
del mar, de los ritmos y raíces negroides, que
habrá de influir paralelamente a otros poetas latinoamericanos como Nicolás Guillén . Esta
condensación de elementos da a su poesía una
modernidad que sigue colocándolo a la vanguardia de la poesía panameña.
NOTAS
1 Costa, René de. Vicente Huidobro y el creacionismo. Madrid:
Taurus. 1975 . (P)
2 Sinán, Rogelio . <<Nuestras polillas son altamente intelectuales,.
Enrique Jaramillo Levi entrevista a Rogelio Sinán . Maga 5-6
(Enero-Junio, 1985):117.
3 Méndez
LoteríaPereira . Octavio . <<El poeta Rogelio Sinán».
370 (Enero-Febrero, 1988) : 149.
4' La Revista Lotería, ya citada, recogió completos sus dos poemarios.
titulados. Onda e Incendio. El primero publicado en Roma: s/e, 1929,
y el segundo en Panamá : s/e . 1944.
5 Todos los números de página de los poemas de Sinán citados.
corresponden al número 370 de la revista Lotería (EneroFe-brero. 1988).
6 Schwartz Jorge. «Las vanguardias latinoamericanas (Textos
pragmáticos y críticos)» . Madrid : Cátedra . 1991 .76.
7 Del
fin Río . Marcela . Muerte o metamorfosis en Muerte sin
de José Gorostiza . México : Univers idad Nacional Autónoma
de México . Tesis . 1987, 86.
8 Gorostiza. José. ,Muerte sin fin . Poesía . México: fondo de
Cultura Económica . 1964.
BIBLIOGRAFÍA
Cabrales Arteaga . José M . Literatura hispanoamericana: siglo XX.
Playor. España, 1982.
Costa, René de . Vicente Huidobro y el creacionismo. Madrid : Taurus. 1975.
Del Río, Marcela . Muerte o metamorfosis en Muerte sin fin de
José Gorostiza . México . Universidad Nacional Autónoma de
México, Tesis, 1987.
Ducrot Oswald Tzvetan . Todorov Diccionario enciclopédico de las
ciencias del lenguaje . Siglo XXI . Argentina . 1994.
Garcia S.. Ismael- Historia de la literatura panameña. Panamá.
Manfer. 1986.
Gorusuza . José . a Muerte sin fina . Poesía . México : Fondo de Cultura Económica . 1964.
Mayoral . Marina . Análisis de textos . Gráficas Condor - España . 1982
(Segunda edición ampliada).
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(Enero-Febrero 1988) : 149.
Schuartz
(Textos Jorge Las vanguardias latinoamericanas
prácticos y críticos). Madrid: Cátedra, 1991.
Sinán, Rogelio- <<Nuestras polillas son altamente intelectuales».
Enrique Jaramillo Levi entrevista a Rogelio Sinán . Maga 5.6
(Enero-Junio, 1985) : 117.
fer Vergara Díaz Humberto. 70 autores de Latinoamérica. Man
Ediciones, S . A . Panamá, 1982.
cademia
y Josefina
de (Danza
Nicoletti
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14 REVISTA PANAMEÑA DE CULTURA
l autor hace a sus lectores, tal como hace a sus protagonistas», dijo
\\
alguna vez el escritor Henry James.
Pero resulta que en Panamá los «senderos
retorcidos» a los que alude nuestro poeta
Ricardo Miró no sólo conducen a la recuperación de la infancia y, de paso, a un cierto concepto nostálgico de la Patria, sino
que, en el caso de los libros, hay otros senderos que precisamente por retorcidos dificultan el paso expedito hacia el interés
de la gente por la lectura . Sobre todo la de
obras literarias.
En este sentido, si bien Rogelio Sinán
tenía sin duda fieles lectores, su obrase fue
dosificando tanto al ser más bien esporádica su publicación, que pasando el tiempo
sólo fueron leídos en cursos de literatura
panameña de nuestros colegios secundarios
ciertos cuentos —sobre todo «La boina roja»— y ocasionalmente su novela Plenilunio. La dificultad en el esclarecimiento
metafórico de buena parte de su poesía, la
dispersión lamentable de sus excelentes
cuentos y la complejidad estructural de su
gran novela La isla mágica, no facilitan,
hasta hoy, las cosas.
Lo primero y lo último lo resuelve en clase un buen profesor, pues el análisis serio y
la discusión son necesarios retos de la interpretación para descubrir aciertos y llegar al
goce estético . Pero visto desde la perspectiva del presente el problema de la dificultad
de conseguir muchos de los cuentos, y aún
La isla mágica, que hace años está agotada
en sus ediciones panameña y cubana, ha llegado el momento de recopilar los Cuentos
completos de Rogelio Sinán con un buen
estudio crítico que los preceda . y de reeditar
La isla mágica . Sólo el INAC y la Universidad de Panamá estarían en capacidad de
acometer semejante necesaria labor . Corno
es sabido, Sinán murió en octubre de 1994 a
los 92 años . Ya va siendo hora de rescatar su
obra, reevaluarla y reinsertarla en los diversos momentos históricos que entraña cada
texto, para entonces descodificar sus escenarios, sus anécdotas, sus personajes . Sin
duda todo escritor aporta a su país y al luan-
E
* Conferencia leída el 25 de abril de 1996, en la Biblioteca de la Universidad Tecnológica de Panamá, durante la Mesa Redonda titulada : Rogelio Sinán en la literatura panameña : el poeta, el cuentista, el novelista, con la participación de los profesores : Elsie Alvarado de Ricord, Ricardo J . Segura
y Margarita de Pérez .
rrogativas de cualquier escuela teórica o
combinación de ellas, permite al lector nuevas lecturas ; o lo que es lo mismo, formas
diferentes de aproximarse al mundo del autor haciéndolo suyo . Porque sucede que, a
no ser por una especial habilidad del crítico
para establecer nexos entre realidad y ficción (la cual genera, por supuesto, su propia
realidad), para atar cabos sueltos argumentales, para explicar formas de ser o de reaccionar de los personajes, para descifrar recursos estructurales y claves retóricas insertas en el lenguaje ; y a no ser por su capacidad de comunicar todo esto de manera comprensible al lector, más allá de terminologías y conceptualizaciones complicadas, éste
a menudo no tendrá el entrenamiento y los
conocimientos necesarios para no estancarse en las anécdotas que, formando una o múltiples secuencias y planos, integran toda historia; sobre todo tratándose de novelas y
cuentos de difícil composición o de temática compleja . Porque entonces resulta poco
menos que imposible que este tipo de lectores (la mayoría, por cierto) avance en la descodificación de los significados sin perderse en una maraña de símbolos que terminan
no diciéndoles nada.
Enrique Jaramillo Levi
Aquí es importante destacar que si bien
Sinán expresa en sus cuentos la inexorable
complejidad de ciertas parcelas de vida que
este género aborda (contrario a lo que hace
do una visión particular de la vida, una interpretación de sus conflictos, un estilo, y la novela, que por su naturaleza y extensión
por supuesto un lenguaje . En la medida en engloba vidas completas) , lo hace de forma
que esa obra —poesía, cuento, novela, tea- sencilla y relativamente transparente las más
tro, ensayo— sea capaz de crear una reali- de las veces ; en ellos privilegia precisamendad autónoma y, por tanto, autosuficiente te la anécdota por encima de los demás as(los escritores inventaron con palabras sa- pectos configuradores del texto . Aparentebias sugerentemente combinadas lo que hoy mente la historia domina, pues, la lectura, y
se formula en imágenes y llaman «realidad
por tanto posibilita un interés continuado en
virtual»), y lo haga sin desconectarse del la trama que se va tejiendo . Esto no quiere
todo de sus necesarios soportes, referentes
decir, por supuesto, que Sinán no domine
o asideros del mundo cotidiano, habrá con- sutilezas formales, o que sus estructuras sean
de una sola pieza . Significa, en cambio —y
quistado el derecho a ser considerado como
parte del corpus cultural de un país, pues su esto lo convierte en un verdadero Maestro—
existencia social, vía la sensibilidad artísti, que sabe fundir a la perfección, sin que se
ca o el intelecto, le conferirá vida virtual cada
note, las dos caras que son inseparables en
vez que sea leída . Por supuesto es el caso de la moneda del texto : fondo y forma ; y que
la obra toda de Sinán.
cuando leemos sus cuentos solemos aprePero hay, entonces, que leerla . . . Y es ahí ciar una sola de esas caras porque la otra
donde los críticos —poquísimos hay en Paestá tan virtuosamente penetrada de aquélla
namá que ejercen, aunque sólo sea ocasio(o aquélla de ésta) que parece existir por sí
nalmente, su ingrato apostolado— resultan
sola, en sí misma, prescindiendo de la otra.
de gran importancia . El análisis e interpre- Es el caso de «A la orilla de las estatuas
tación de un texto literario, desde las pre-- maduras», «Bobby», «Hechizo», «Sin noo
Claves temáticas
y formales
en la cuentística
de
Rogelio Sinán*
REVISTA PANAMEÑA DE CULTURA
vedad en Shanghai», «Todo un conflicto de
sangre», «La voz decapitada», «La única
víctima de la revolución» o «Mosquita
muerta» entre otros, cuentos tan magistralmente escritos que bien harían en estudiarlos detenidamente las nuevas generaciones
de cuentistas panameños, algunos de los
cuales, si perseveran, están destinados a
convertirse en notables escritores.
Dice el famoso escritor norteamericano
Henry Miller que " el escribir, como la vida
misma, es un viaje de descubrimiento . La
aventura es de carácter metafísico : es una
manera de aproximación indirecta a la vida,
de adquisición de una visión total del universo, no parcial . " Esto es teóricamente
cierto, sólo que, como ya se ha dicho, nada
más es posible esta visión globalizadora en
la novela, por su multiplicidad de personajes, situaciones, voces narrativas y estructuras ; y aún así, la visión nunca resulta ser
completamente total ; obvio es que la complejidad de la vida, ni siquiera de una sola,
no se agota en un texto, por más extenso
que sea, e independientemente de su densidad y matices . En todo caso, como lo señala el escritor argentino Ernesto Sábalo:
` . . .una de las características de las grandes obras de ficción es que son ambiguas y
polivalentes, admitiendo diversas y hasta
contradictorias interpretaciones " .(1)
Dos cuentos de Sinán sobresalen por esa
ambigüedad (aunque algo hay de ella en
casi toda su narrativa), que rebasa entonces la aparente sencillez de la historia : «La
boina roja», escrito en México en 1953 ; y
«Eva, la sierpe y el árbol», que se publica
por primera vez en 1976 y se recoge en el
libro El candelabro de los malos ofidios
y otros cuentos, que como editor marginal
le publiqué a Sinán en Panamá en 1982.
Si bien es innegable que, en general, el
flujo narrativo de los cuentos de Sinán es
desenfadado, mezcla de lenguaje cotidiano —a ratos popular, de tono sabroso— con
expresiones más elaboradas que oscilan entre la figura poética inesperada y la frase o
alusión culta usados con la mayor naturalidad, en esos dos textos es la estrategia narrativa la que determina la ambigüedad : ésta
nos viene tanto de las diversas voces narrativas que se funden y confunden o simplemente se intercalan yuxtaponiéndose,
como del cambiante orden en que se van
presentando las escenas . En ambos cuen16 REVISTA PANAMEÑA DE CULTURA
tos, la fragmentación contribuye a la ambigüedad, lo cual propicia una estructura
porosa permeable y, a la vez, parecida a un
rompecabezas que el lector debe armar.
El crítico Wayne C . Booth, en su extraordinario libro La retórica de la ficción (2),
reflexiona que " . . .una obra debería proporcionar al lector dudas más que respuestas, y
éste debería estar preparado a aceptar que
no sea concluyente ; debería aceptar las ambigüedades de la vida y rechazar una perspectiva basada en la simplificación de lo
blanco y lo negro . Debería usar su mente,
su inteligencia crítica, por igual que sus
emociones" . Esto significa, obviamente, que
el lector debe aprender a leer : el intelecto, la
fantasía, la intuición, la capacidad de análisis deben ser, pues, instrumentos dosificados
e intercambiables de una sensibilidad siempre a flor de piel si el texto literario que ostenta la ambigüedad como recurso ha de ser
disfrutado además de comprendido.
El Sinán malicioso que mueve los hilos
tras bastidores, que dibuja perfiles, que juega con lo literal y lo virtual pasando de la
realidad al mito y de éste a aquélla en «La
boina roja» y en «Eva, la sierpe y el árbol», es el mismo que había de publicar finalmente La isla mágica en 1979, novela
compuesta por 100 cuentos entrelazados
que mucho le deben a Las mil y una noches, al Decamerón, al Quijote, a la Divina Comedia y a los " esperpentos " de Valle Inclán, pero que también mucho acreditan al ingenio y al oficio de este gran escritor nacional : un magno tapiz construido
paciente, meticulosamente con viñetas que
al irse sumando perfilan un complejo diseño de personajes y situaciones ; de técnicas
y juegos lingüísticos ; de mitos y
cotidianidad ; de dogma y profanación, de
sexualidad "normal " y lujuria aberrante.
La isla mágica debe, pues, su aprendizaje a los dos cuentos antes señalados, pero
no sólo en los aspectos formales. ' También
en temas como la presencia del negro como
recipiente de una virilidad excepcional que
la mujer blanca de manera encubierta busca y, a la vez, como víctima del racismo
(este tema es fundamental en «La boina
roja» y en «Todo un conflicto de sangre»,
sobre todo) ; la inevitable profanación de
los dogmas católicos y su incumplimiento
a menudo por quienes los proclaman y deben respetar ; la interacción de grupos o clases sociales, en lugares públicos, así como
de parcelas de un mismo individuo en la
intimidad de su conciencia, a veces vía el
remordimiento y la angustia existencial . ..
Me atrevo a señalar que La isla mágica
es a los países de estirpe caribeña lo que
Cien años de soledad representa para
América Latina toda: un hito, clara demarcación de un antes y un después en la literatura narrativa de una región, porque rebasa al país que le da origen . Pero también
afirmo que esta gran novela de Sinán —
labor de toda una vida— no sería posible
sin la labor artesanal del cuentista que precede al novelista sin en absoluto desmerecer. Ese fabulador de mundos limitados
que, sin embargo, son la "tela de donde
cortar" un mundo mucho más abarcador y
complejo porque éste no es más que un
magno mosaico hecho con retazos de aquéllos . Tal vez esto explique por qué este autor no produjo más que una treintena de
cuentos y relatos, excelentes casi todos, en
sus 92 años de vida . ¿Para qué más?
Dice Sábato que "en la obra de arte lo
formal es ya contenido" (3) . Y en no pocos
de los cuentos de Sinán, lo onírico es tan
real como lo real se torna onírico a través
de la injerencia permanente del subcons--
ciente (Sinán está muy influido por Freud
y su interpretación de los sueños, así como
por su teoría de la libido). Pero también hay
a menudo una oscilación en el personaje
—sobre todo cuando él mismo es el narrador de la historia—, quien se mueve entre
la acción reconocible, física, y el pensamiento que fluye ; y dentro de éste, los fragmentos del recuerdo y la proyección hacia
el mundo de las especulaciones causadas
por la inseguridad o la vergüenza, hacen
difícil separar memoria de imaginación;
tampoco importa, pues todo es una sola
manera de estar en el mundo, en la realidad,
que siendo "virtual" en la lectura se hace
real porque así lo sienten protagonista y lector, amalgamados por la magia del texto.
Cuando en febrero de 1985, caminando
por las veredas del Parque Omar y luego
en su estudio, entrevisté a Rogelio Sinán
para la revista Maga que le dedicó un número doble (4), en respuesta a una de mis
preguntas comentó lo siguiente : " . . .nuestras polillas son altamente intelectuales, se
dan sus atracones de libros y papeles, cartas y documentos valiosos " . Hablaba del
mal estado de sus archivos personales, pero
de paso hacía alusión a que las publicaciones en Panamá tienen como destinatarios a
las polillas, más que a lectores, porque desgraciadamente de éstos hay pocos.
Desde entonces han pasado once años y
la situación de la lectura probablemente sigue empeorando en esta acelerada época
de competividad tecnológica . No obstante,
los que amamos la literatura tenemos la
obligación de rescatar a figuras como Sinán . Una manera de hacerlo es releyendo
sus obras . Y por el momento, reuniéndonos, como esta noche, en un aniversario
más de su nacimiento, para poner sobre el
tapete de las consideraciones la hermosa
nuez de su talento.
Panamá, 25 de abril de 1996.
NOTAS
1 Ernesto Sábato . El escritor y sus fantasmas.
2 Wayne C . Booth. La retórica de la ficción, Antoni
Bosch Editor, Barcelona, 1974.
3 Sábalo, op . cit.
4 Enrique Jaramillo Levi : «Nuestras polillas son altamente intelectuales», entrevista a Rogelio Sinán ; en
revista Maga, 5-6, Panamá, enero-junio de 1985,
págs . 116-123.
REVISTA PANAMEÑA DE CULTURA
17
HUMOR
en uno de los cuentos,
DE ROGELIO SINAN
a
Margarita
Vásquez de Pérez
or los años cincuenta, en el Conservatorio de Música y Declamación,
que dirigía el violinista panameño
Alfredo de Saint Malo, se dictaba una cátedra de Literatura Universal . El titular era nada
más y nada menos que Rogelio Sinán y el
lugar asignado a las clases era un humilde
salón de la Escuela Nicolás Pacheco ubicada
frente al Parque Herrera . Allí se hablaba con
la mayor sencillez de literatura a
.;losjvencitymarud más importante aún, se
les enseñaba a hacer literatura sin afectaciones, con una visión alegre y desenfada de la
vida y con gran sentido del humor.
Transcurridos los años . aquellos jovencitos . que no pasaron de ser lectores de las obras
de su maestro, armados con la teoría literaria
contemporánea, filtraron en su memoria los
recuerdos para aprovecharlos en la percepción de la perspectiva desde la cual fue recreando cuidadosamente la palabra el dramaturgo, el novelista, el cuentista o el poeta.
¿Cuál es esa perspectiva? ¿En qué otero
se situaba el maestro para escudriñar sus
mundos inventados? Veamos de qué manera podemos ir armando impresiones que
quedaron dispersas de las clases de Sinán
para sumarlas a la lectura de sus cuentos y
darles una respuesta a estas preguntas . En
aquel lugar se le daba una extraordina r ia
importancia a la producción de lo dramático . de lo dialógico como juego o como nervio eminentemente popular . Sinán quería
que sus muchachos escribieran un obrita
de teatro de la que debían ser no creadores
y menos aún narradores . Él no quería sino
P
* Conferencia leída el 25 de abril de 1996, en la Biblioteca de la Universidad Tecnológica de Panamá, durante la Mesa Redonda titulada : Rogelio
Sinán en la literatura panameña : el poeta, el
cuentista, el novelista .
18 REVISTA PANAMEÑA DE CULTURA
participantes del hecho dramático en todo
el sentido de la palabra, que fueran capaces de escoger elementos de la vida diaria,
tal vez caricaturescos pero significativos,
para hacerlos dialogar entre sí y con un
público que debía asombrarse y reír y participar de lo que estuviera allí presente . El
tema no importaba . Podían basarse en un
cuento tan común como el de La Cenicienta . Pero, para lograrlo, debían desembarazarse de las ideas de autoridad, de norma y
hasta de ley social . Debían atreverse . Así
surgió, por ejemplo, una Cenicienta que
masticaba "chiclets" , con rollos en la cabeza, y que se le insinuaba al Príncipe en su
momento . Además, el lenguaje utilizado no
se caracterizaría por ser eminentemente lógico . Éste tenía que ser como es el lenguaje
oral : discontinuo, con repeticiones, con oposiciones, con disyuntivas . En otras palabras,
hoy lo entiendo, debía resultar en lo que
Kristeva llama un discurso subversivo.
Y . . . pensándolo bien, ¿no es así el discurso de los cuentos de Sinán? Lulú ante
los tribunales, escrito en 1939 en Calcuta,
hace entrar directamente al lector en la narración, sin introducciones, como un miembro más del auditorio que ha logrado captar el fiscal Chan Solé aquella tarde en la
Plaza . Un narrador omnisciente reconstruye ese discurso discontinuo ya mencionado, y el mismo Chan Solé lo concluye:
Y ahora, señores, tabla rasa. Nuevo Gobierno . Nuevos métodos . ¡Afuera el enemigo y paso a la juventud! ¡Oh, Democracia! ¡Bendita Democracia a cuya sombra eran posibles los cambios violentos!
¿Que no? Pues ahí estaba la prensa . ¡Los
nuevos decretos! Infelices empleados de
ayer, periodistas, maestritos, eran hoy
gente bien, gente de Cadillac propio, chalet en las afueras y otras cosas.
—Yo mismo, hasta hace poco, ¿quién era?
Un infeliz empleado de tres al cuarto . ¿Y
ahora? ¿Quién soy? ¿Quién soy? ¡Ah!'
El lector, conmocionado al ser introducido así tan de pronto dentro de un discurso
narrativo, tiene que hacer un esfuerzo para
darse cuenta de la magnitud de lo que está
"escuchando " . Esto se dice : si hay un nuevo
gobierno hay que hacer tabla rasa y comenzarlo todo otra vez. . Es decir, los proyectos
del gobierno anterior (por haber caído) se
desechan . Hay que lanzar afuera de los puestos a los enemigos políticos y . . . ¡a los viejos! (Creo que eso lo estuvieron comentando los universitarios la semana pasada) . Y,
el colmo : se bendice a la democracia porque
ella permite los cambios violentos . ¿No nos
parece ésta una convicción de los
politiqueros criollos, y además, harto conocida? Pero, ¡qué ocurrencia la del Maestro
Sinán! Todo está dicho en el primer párrafo
de un cuento que pasará a situar a la bella (la
perrita Lulú) y la bestia (el perrazo Karonte)
en la categoría de protagonistas de una historia de amor que se desarrolla a partir del
impuesto que se ha establecido para los perros en soltura . En efecto, el Alcalde ha dado
esta orden : perro que no tenga su respectiva
plaquita de cobre (por la que, por supuesto,
hay que pagar) deberá ser atrapado y puesto
a buen recaudo " porque lo que hay , ya no se
llama democracia, sino relajo" . Y allí está
juzgada otra vez la democracia.
La narración de la manera como se llevan los empleados municipales a los perros está salpicada de humor irónico con
pintas negras : Los perros son bichos caninos y si merodean son puestos en chirona.
Tres divisiones de la zahúrda (y al conjuro
de ese nombre la exclamación es ¡ay Señor, qué hedentina!) han sido destinadas
para cárcel de perros . Cerca del mar, aspirando aroma de perros y puercos (y el narrador se excusa por no pedir perdón por llamarlos así, pues ese es el nombre que les
corresponde), están los pobres animalitos
tras las rejas, y los dueños acuden a escuchar los gemidos (y aquí el narrador deja el
chiste y se enternece) y a mirarlos menear
sus colitas sin poder acariciarlos siquiera.
Como podemos darnos cuenta, allí está
el Sinán capaz de establecer un diálogo
entre lo que es chistosamente cruel y la ternura ; entre el desamparo y el amor ; entre
la historia de nuestras cárceles y la narra-
ción ; entre "la mugrienta y enorme red" para cazar perros y las redes para cazar mariposas ; entre el maloliente y orgulloso empleado municipal, a quien no le importa un
bledo lo que digan, y las vecinas piadosas
que espantan al inocente perrillo para que
sandugerojliyú no lo atrapen ; entre el
que cantan los jamaicanos cazacanes, y el
lamento plañidero de los perros.
Pero este diálogo va más allá : se establece (en el corto espacio de un cuento humorístico) entre la vida manifestada de mil
formas (pero sobre todo por la atracción
sexual) y la muerte . La dueña de Lulú es
doña Aldina, llamada también la mulata
Adelaide, que es una viudita . El dueño de
Karonte (llamado Kagonte por su dueño)
es el Belga Loy, quien " había intentado conquistar a la viuda al abordaje " , pero que de
pronto había hecho mutis porque " el muerto
había dejado más deudas que pecunia".
Mientras tanto, Lulú y Karonte mantienen
un idilio canino . Un buen día, escapa Lulú
por la puerta abierta y el perrero está a punto
de atraparla cuando Karonte actúa en defensa de su perrita amada:
Fue una maniobra rápida, instantánea.
Los que oyeron el grito aterrador del mulato, corrieron, pero nadie se atrevió a interceder . ;Ni pensarlo! Y aunque el belga salió casi enseguida, ya fue tarde. A
un lado de la calle estaba el cuerpo del
enorme antillano, boca arriba, con la garganta deshecha a dentelladas . Un gran
chorro de sangre empurpuraba la acera'
Ni este discurso ni lo que se cuenta tienen ya nada de humorístico . Ante este
encontrón con la muerte en una narración
tan aparentemente insustancial, el lector se
siente aturdido . Y sentirá un extravío mayor al leer el párrafo siguiente, en el que se
dice con la mayor tranquilidad lo que hacen la perrita y el perro bestial.
Asustada por el crimen —¡qué horror!—
Lulú se había subido al balcón . Y, como
si tal cosa, Karonte estaba ya muy sentadito frente a la tienda limpiándose
elhocinsagrtd
.
'
El cuento continuará haciendo gala de
humor negro : se aprovechará la confusión
de un público delirante que va tras la bús--
queda de sucesos truculentos ; la condición
de negro de la autoridad que fue asesinada;
el material escogido por la prensa para ser
publicado ; y la tendencia a no tomar en serio ni aun las situaciones más atroces . Mediante el juego, el relajo y la risa se van conformando dos bandos, entre los cuales termina siendo el de Karonte parte de "las huestes caídas en la última campaña electoral" .
Se llegan a proponer arreglos amigables
mediante la sumita de diez mil pesos para
que el caso no llegue a los tribunales (y así
sale a relucir la corrupción), pero el Belga
se niega a pagar ; y la narración remata con
el encuentro amoroso de la bella y la bestia,
entre el desorden infernal de un público que
sube y que baja, que grita y que enmudece,
que, en fin, lo que hace es lanzar una sonora
carcajada cuando percibe lo que hacen los
perros.
Después del rápido análisis de un cuento
solamente, pienso que en aquel saloncito de
la escuela Nicolás Pacheco se intentaba introducir a aquellos casi niños, ni más ni menos (sin decírselo), en el manejo literario de
lo que Kristeva va a denominar en 1966
como "estructura carnavalesca" , definida
con sus propias palabras así: "el carnaval
saca a la luz inevitablemente el inconsUna
ciente que subyace a
colección
esa estructura : el sexo,
literaria
la muerte . Se organicreada
za entre ellos un diálogo, de donde proviepor la
nen las diadas estrucUniversidad
turales del carnaval : lo
Tecnológica
alto y lo bajo, el nacide Panamá.
miento y la agonía, el
alimento y el excremento, la alabanza y la
maldición, la risa y las
lágrimas ."'
La lectura del ensayo La palabra, el
diálogo y la novela
me ha resultado muy
CUENTO
esclarecedora . Lo leí
en busca de una teoPOESÍA
ría de lo humorístico
sobre la cual basar esENSAYO
te trabajo, y me encontré con un plan-
teamiento que va muchísimo más allá : en
realidad, se intenta explicar la estructura intelectual de nuestra época . Pienso que Sinán, hombre de mundo (solamente hay que
pensar que este cuento fue escrito en
Calcuta), aprendió a nadar, a bucear y a bracear en las aguas borrascosas de la literatura del siglo XX, basándose en el estatuto
de la palabra (como dice Bajtin) y en la posibilidad ilimitada del diálogo posible entre lenguaje y espacio o entre lenguaje y
hombre en todo el sentido de la palabra.
Panamá, 25 de abril de 1996.
CITAS
1 Rogelio Sinán . «Lulú ante los tribunales», en Cuentos de Rogelio Sinán . (San José : 1971) Pág . 57.
2 Ibid . Pág . 65.
3 Ideal.
4 Julia Kristeva . «La palabra, el diálogo y la novela», en Semiótica 1, (Madrid : 1978) pág . 209.
BIBLIOGRAFÍA
Ktisteva, Julia . «La palabra, el diálogo y la novelan,
en Semiótica 1 y II . Traducción de José Martín
Arancibia . Madrid : Editorial Fundamentos, 1978.
Sinán, Rogelio . Cuentos de Rogelio Sinán . San losé,
Costa Rica : EDUCA, 1971.
COLEIÓN
CUADERNOS
MARGINALE S
La ciudad calla
(cuento)
Félix Armando Quirós Tejeira
Guitarra de fe
(poesía)
Porfirio Salazar
Duplicaciones y Tocar
fondo, inventario crítico
(ensayo)
Margarita Vásquez de Pérez
. . .y
otros títulos más.
REVISTA PANAMEÑA DE CULTURA l9
RELATOS
POCO CONOCIDOS (1945)
EL HOMBRE QUE VENDIA
EMPANADAS
que vendía empanadas
E l hombre
1 tenía una voz ronca, destemplada, chillona . Era como si el engranaje
de su aparato bucal tuviese flojos los
tornillos . Y no había forma de que cambiara el tono ni la forma ni el golpe de
su grito.
Era el mismo de siempre.
— ¡Empanadas, a medio cada una!
Aquel hombre, sin duda, estaba enfermo.
Nadie lo conocía . Nadie quería mirarlo . Sólo se oía su grito, diariamente
a las diez, cuando pasaba por la calle.
— ¡Empanadas, a medio cada una!
Aquella voz gruñona, reseca, de
hombre enfermo y rabioso ponía el terror en cada casa . Nadie quería escucharlo . Aquel grito enfermaba . Y si los
niños se comportaban mal, ya las madres sabían cómo enmendarlos.
Si no te portas bien, te lleva el hombre que vende empanadas.
—¡No, no!— decían los niños, horrorizados, como si el invocado hubiese sido el demonio.
Y el pobre hombre seguía gritando
siempre, con su voz de conjuro:
— ¡Empanadas, a medio cada una!
Pero nadie quería comprarle nada.
Y el grito se fue haciendo cada vez más
opaco ; más cortante . Era como una voz
hecha piltrafas por dientes rabiosos.
Cada letra salía disparada como las
balas de una ametralladora.
—¡Empanadas, a medio cada una!
Y los niños huían llenos de pánico a
esconderse en obscuros rincones.
REVISTA PANAMEÑA DE CULTURA
¡Qué horror! Cada mañana, el grito
de aquel hombre era más trágico . Era
la voz del hambre, porque el hombre
que vendía empanadas ganaba comisión por sus ventas . Más vendía, más
ganaba. Y como no vendía, no comía.
El pobre diablo ya estaba muerto de
hambre . Ya el grito le salía de las entrañas como estertor agónico.
—¡Empanadas, a medio cada una!
Hasta que ya no pudo más con esa
vida de perro que llevaba, todo crimen
podía ser lícito . Se detuvo un momento ; miró hacia todos lados, y entró a un
zaguán . . . Aseguróse de que nadie bajaba y se sentó en uno de los peldaños . . . Sacó de su bolsillo una navaja y
degolló (¡qué horror!) sus empanadas,
que devoró una a una .
SÍNTESIS
DE UN REGRESO
QUE SALVA
quel mensaje preñado de tormenta provocó una descarga ; se
hizo densa la niebla; brillaron los relámpagos ; y los cielos aullaron . . . De repente (se escuchó desde lejos) un viento
huracanado pasó ultrajando heridas y
arrastrando fantasmas . . . La tierra, atormentada, desgarró su alarido de plenitud indómita . . . Las torres de marfil se
diluyeron sobre lagos de arena . . . La
cosecha, madura, precipitó al abismo . ..
Y la hecatombe hizo pensar que el claro mundo del sueño veníase abajo . ..
Pero fuerzas de imán, contradictorias,
debatiéndose en el espacio y el tiempo, consiguieron desviar, a golpe de
alas, las corrientes malignas . . . Y el cielo de la injuria abrió ventanas (paso libre a la lluvia) . . . ¡Fue un gran precipitar de estrellas locas y de cantos benignos! . . . Caían manos de niño, hielo seco
y estatuas trituradas . . . La tormenta se
echó su capa al hombro y escapó cabalgando . . . Se despejó la tierra, y, ya
tranquila, recibió la llovizna . . . ¡Qué sed
en sus desiertos! . . . ¡Qué angustia en
sus colinas! . . . Al fin, muda de gritos,
regresaba a sus venas la saloma sanguínea . . . Volvió el ritmo a su puesto, y
los naranjos saludaron al alba . . Un coro
inmenso de palmeras maduras enarboló canciones y saboreó campanas . . . La
calma alzó pañuelos y saludó al futuro . . . Cada torre se adornó de plegarias . . . Y las palabras, cogidas de las
manos, susurraron alegres : ¡Seguiremos andando!
A
GALATEA REDIVIVA
rente a la estatua grácil que sus
dedos labraron, Pigmalión quedó
en éxtasis . No había mujer más bella
en toda la Grecia ¡Era un milagro de
su arte! La miraba desde diversos puntos y variadas distancias sin dar fe del
prodigio convencido de que el sagrado fuego ardía en su espíritu . ¡Jamás
se había sentido más escultor! Allí, radiante frente a él, muda e inmóvil, lo
miraba su estatua . Era la efigie de una
ninfa desnuda sorprendida a la salida
del baño . Él la miraba y se sumía en
vaguedades, imaginándose que la sutil doncella dejaba el pedestal con pasos ágiles y se echaba en sus brazos.
No había duda posible, aquella estatua tenía origen divino . Presintiéndolo,
Pigmalión dio en pensar que a lo mejor era un castigo de Venus por su odio
a las mujeres . Él las odiaba por la falsía
que encubren y porque había querido
darse entero a su arte . Tal vez ese
egoísmo había ofendido a la diosa y
habíalo castigado iluminándolo con la
divina flama a cuyo influjo surgió como
la forma nívea de Galatea . Sólo al pensarlo, Pigmalión se aterraba, pues había sido casto y había olvidado goces
sólo a cambio de que pasión alguna lo
distrajese . Pero, he aquí que ahora ya
no hallaba quietud . A cada instante interrumpía su faena para mirar a la estatua . Creía verla moverse . Pero, ¡qué
tormento! Habría jurado que Galatea
hacía gestos . . . Preocupado, se acercaba a la estatua ; deslizaba sus dedos
sobre la helada carne, y lamentaba no
sentirla vibrar y escalofriarse como si
fuera cierta . ¡Daría toda su vida por la
de Galatea! ¿Por qué negarlo? Ya no
existía para él otra pasión que la de
ella . Y comenzó a cortejarla como a una
amada frígida y hierática . Le hizo ricos
presentes . Le echó sobre los hombros
la túnica más fina y la adornó con alhajas y collares de perlas . Galatea, ya
vestida, le pareció más bella, más viva
y excitante . Ya resuelto, la levantó en
sus brazos y la llevó a su lecho —suave cojín de plumas— con la esperan-
F
za de que al tibio contacto se animaran los miembros de la estatua . Tendido al lado de ella, la acarició, obsedido,
susurrándole palabras de amor . ¡Inútil
lucha! Galatea era insensible a aquel
torrente de encendida pasión . ¡Oh, insatisfecho deseo! Pigmalión ya presentía enloquecer. Y al celebrarse los festejos de Venus, fue al templo de la diosa . Se llegó hasta su altar, desesperado, y oró tímidamente . «Nívea diosa,
tú que todo lo puedes, dame, te lo suplico, como esposa a una virgen tan
bella y tan perfecta cual mi estatua de
Galatea» . Desde su cielo, Venus sonrió triunfante, y, conociendo el pensamiento del joven, le dejó comprender
por un presagio (de la pira se elevaron
tres llamas) que su ruego había sido
oído . Con dudosa esperanza voló a su
casa Pigmalión . Sobre su lecho yacía,
dura e inmóvil, Galatea, como siempre
y sin vestigios de vida . Sintió una rabia
sorda y en su primer impulso la habría
vuelto fragmentos . Pero frenó su cólera ; se acostó cerca de ella y, esperanzado, le dio un beso en la boca . ¿Qué
tenía aquella boca? ¿De qué fuego palpitaban sus labios? ¡El milagro parecía realizarse! (¡Nívea diosa, que florezca su risa!) Nuevamente le presionó los labios . Galatea suspiraba . La estrechó entre sus brazos . Galatea hizo
un esguince . Su carne cedía ahora a
la presión de sus manos como si fuera
plástica . Pigmalión anhelaba . ¿No sería todo un sueño? Y, receloso, la estrechaba otra vez y otra vez en sus brazos con amoroso ardor . ¡Galatea estaba viva! Por sus venas circulaba la sangre y ya su carne se encendía de pasión . Abrió los ojos y le sonrió mimosa,
pero al verse desnuda, sintió sonrojo y
se cubrió presurosa los senos túrgidos.
Sin embargo, Pigmalión la asediaba . ..
Y era tal su locura y tan sabrosos sus
besos que la púdica ninfa se le entregó gozosa y palpitante de vida.
Al despertar, sintió a su lado un cuerpo frío, helado, yerto . Era la estatua de
su adorada Galatea .
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REVISTA PANAMEÑA DE CULTURA
ACTA DE CIERRE
del Premio Centroamericano de Literatura
«Rogelio Sinán» 1996
NOTARIA PÚBLICA DUODÉCIMA
(LIC. MARISELA BERNAL DE RUIZ)
ACTA NOTARIAL
En la Ciudad de Panamá, Capital de la República y cabecera
del Circuito Notarial del mismo nombre, a los veintinueve (29)
días del mes de noviembre de mil novecientos noventa y seis
(1996), siendo las seis de la tarde (6 :00 p .m .) Yo, MARISELA
BERNAL DE RUIZ, mujer, panameña, casada en la actual vigencia, NOTARIA PÚBLICA DUODÉCIMA DEL CIRCUITO NOTARIAL DE PANAMÁ, con cédula de identidad personal número cuatro-ciento veintiséis-mil seiscientos seis (4126-1606) y a solicitud de la UNIVERSIDAD TECNÓLOGICA DE PANAMÁ, nos apersonamos a las instalaciones de la
citada Universidad con el fin de dar fe del cierre del PREMIO
CENTROAMERICANO DE LITERATURA «ROGELIO SINÁN» 1996, en el cual se recibieron por triplicado diecisiete
(17) novelas firmadas con seudónimos, y acompañadas de sus
respectivas "plicas" cerradas, en las cuales se consignan los
datos de identidad de los autores de las novelas participantes
del concurso.
Las obras recibidas fueren las siguientes :
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
10 .
11 .
12 .
13 .
14 .
15 .
16 .
17 .
SEUDÓNIMO
18 Conejo
Crónica de fin de siglo
Fulano de Tal
La viuda del héroe
Bachiller
La clave de la Timoya
Errante
David Antonio Escobar
El enigma de Afrodita
Orphanus
Spendius de Galla
Con cada gota de sangre de la herida Otel Roe
Azul maligno
Ayax de la Higuera
Nunca entres por Miami
El equilibrista
Plaza Central
Antítesis
Tequina
El Gran Queví
Sobreviviente
La estrella y la cruz
El estudiante
Jonatán
El jardín de los dóberman
Trashumante
Fin de fiesta
Vida]
María Fernanda Soler
De rosas y manzanillas
Tín
Marín
Pantalones cortos
22
REVISTA PANAMEÑA DE CULTURA
OBRA
1 . Monólogo de la profecía de Capán
Las plicas recibidas, fueron verificadas por la suscrita, Notaria
Pública Duodécima del Circuito de Panamá, las cuales se introdujeron en un sobre color amarillo, para que reposen en las
oficinas de la Notaría Duodécima, hasta el próximo veintidós
(22) de abril de mil novecientos noventa y siete (1997), fecha
en la cual serán llevadas a la Universidad Tecnológica por la
Notaria Pública Duodécima del Circuito de Panamá para que
sea abierto el sobre contentivo de las diecisiete (17) plicas, del
cual será leído el nombre del autor de la novela ganadora, y se
hará la mención honorífica del premio.
Presentes en esta diligencia se encontraban el Profesor Enrique Jaramillo Levi, con cédula de identidad personal número
tres-cuarenta y cuatro-trescientos setenta y dos (3-44-372) y el
Vicerrector Académico Ingeniero RODOLFO CARDOZE,
con cédula de identidad personal número ocho-ciento veinteochocientos noventa y nueve (8-120- 899), los cuales estuvieron presentes al momento de introducir las plicas al sobre amarillo, su posterior cierre con sellos de lacre y de la Notaría,
firmando la suscrita, en todos los lugares donde se estamparon
los sellos.
Para constancia se firma la presente Diligencia Notarial, en la
Ciudad de Panamá, a las seis y treinta minutos de la tarde (6 :30
p .m .) del día de hoy, veintinueve (29) de noviembre de mil
novecientos noventa y seis (1996), en la presencia de los que
en ella han intervenido.
Profesor ENRIQUE JARAMILLO LEVI
Coordinador General
Ciencias Sociales e Idiomas
Ingeniero RODOLFO CARDOZE
Vicerrector Académico
Licda . MARISELA BERNAL DE RUIZ
Notaría Pública Duodécima
ESCRITORES
Q U E R E T A R O`
DE
Dos poemas Antonio Vilanova de Allende
El horror es un ángel
Con tu garra persignas
la oración Detienes la ceguera
Barbitúricos
Olvidé tu sombra
en un peldaño del infierno
quise escalar los miedos
y perdí tu nombre
Cenamos la luz y el pasillo a la ciudad
Vulnerables ensayamos pantomima
cual reptil que reconoce un árbol y abraza
el nido de la historia
El mundo se rompió
en el polvo fársico
del tiempo
El honor es un ángel
que espía en tu nombre la
luz del asesino Yo
Ángel de carbón
tiniebla enmascarada de
plegarias descansa en otro tiempo
en un espacio nublado de poemas
La voz de mis caricias y su silencio
armaron el rompecabezas taciturno
con malices de felino exorcizado
en las espaldas
Cabizbajo y meditabundo un cristo en la pared
presenció el génesis el gozo las lágrimas
los disfraces
punto y aparte.
entre las llagas de los libros
en un rincón nublado sobre todo
por el espanto en que te observas sin mirar
en el espejo y cubres tus oídos
para no verte llorar
Tu poesía es sangre
de ángel perfumada
de miedos congregados
en el limbo de tu sien
El HORROR Es un ángel
que entró en mis poemas
ungiendo de muerte el ademán
y la palabra azul con sus
alas me conserva mientras mi
verso lame los muslos
de una mujer en celo .
REVISTA PANAMEÑA DE CULTURA
E S C R I T O R E S D E
QUERÉTARO
Ni siquiera por amor
Roberto Cuevas
E
l capitán Ausencio miraba a las cabras saltar entre los derruidos muros de
piedra . Ya no recordaba
cuándo se había sentado en esas
escalinatas carcomidas al cobijo de
la sombra retorcida de un pirul . Las
cabras brincaban con una destreza tan acomodada a la forma incompleta de las paredes, que al capitán se le figuraba que toda la vida
habían estado ahí, llenando con sus
retozos y balidos las horas muertas de esa casa a la que, de tan vieja, ya sólo le quedaban los puros
pensamientos tristes . Era como si
ellas la hubieran levantado en medio de aquella soledad, dándole la
forma de ruinas desde el principio.
Se las imaginaba poniendo el musgo sobre las piedras y plantando la
maleza entre las grietas.
Ausencio Peralta llevaba mucho
tiempo sin cambiar de postura.
Nada le incomodaba el alma y nada
le mortificaba el cuerpo, ni las aristas irregulares de las piedras, ni la
sed, ni el hambre, ni nada . A lo mejor él mismo había sido siempre
parte de aquella pura cáscara de
algo olvidado . Hacía rato que el
viento arreciaba en el caserón solitario . En semejante anchura y
abandono hasta cabía el silencio
que no pudo acomodar en ninguna
otra parte en tanto tiempo de acarrearlo por todos lados.
Mientras miraba retozar a las cabras contaba los días transcurridos
desde el día en que, una vez más,
abandonó su pueblo, su gente y su
sosiego para ir a combatir a los
mesiés.
Se acordaba de su mujer, aferrada con todas las uñas del alma a
los cuatro costados de la puerta
para no dejarlo salir.
—Mira estas lágrimas —le había
24
REVISTA PANAMEÑA DE CULTURA
dicho con el fuego del desafio en el
fondo húmedo de los ojos—, son las
últimas que derramaré por ti . Si te
matan, no voy a ser yo quien te llore .
Luego cambiaría de actitud un
par de veces más . Se hundió en el
lodo de la súplica, se empapó en la
espuma del encono . Pero a él ya
nada podía atenazarlo, no había
cosa capaz de detenerlo.
—No te vayas, Chencho —insistió Soledad—, no te me vayas . Ya
otras veces te fuiste de revoltoso,
que dizque por el Plan de Ayutla,
que dizque por las Leyes de Reforma, ahora por la República . ¿Qué
le hice yo al señor Juárez para que
te aparte de mí? No quiero otra vez
la tortura de no saber si estás vivo
o muerto . No sabes tú qué es preguntar por alguien y tener que conformarte con la respuesta de los
miedos de la noche.
— Pero, Cholita, es mi deber . ¿O
qué? ¿Quieres que nuestros hijos
y nuestros nietos vivan su vida sometidos a los franceses?
—¿Cuáles hijos? Si tanto alzamiento no nos ha dejado ni tiempo
para tenerlos . Fíjate, yo ya estoy
ajada, ya soy nada más un pellejo
viejo y seco de tantos años y te me
vuelves a ir.
—Bueno, es que soy hombre y
los hombres no somos nada si no
defendemos el honor de la Patria.
Me debo a ella, comprende.
—fintes que a tu mujer? ¿Te debes a la Patria antes que . . .?
Antes, sí . . . porque nuestra mujer es parte de la Patria.
—Entonces voy a ir a buscar a
Areopagita la yerbera . Voy a enseñarme con ella a destripar los sueños, a enredar y desenredar las
madejas y los nervios del destino.
Y voy a pedirle, ya no a Dios sino a
la muerte que te devuelva aunque
sea en un cajón.
—Haz lo que creas conveniente.
A mí déjame cumplir . No se puede
rehuir el deber ni siquiera por amor.
Algo crujió en su interior, pero se
marchó sin mirar atrás, porque empezó a sentir que se le ablandaba el
coraje con las lágrimas de soledad.
El capitán Peralta veía cómo el
viento levantaba torres de polvo a
lo lejos, cómo mecía las ramas jorobadas del pirul . Y se entristecía
porque todo pasaba en silencio.
Sus oídos vacíos se prendían de
los sonidos sin poder escucharlos.
Se agarraba de ellos para no perderse en la tolvanera de los otros
sentidos, para no extraviarse en el
matorral de visiones que sus ojos
veían o entre la pelmaza de olores
que su nariz, sin buscar, iba encontrando . Su sordera se
empecinaba en oír cosas que en
realidad sólo estaban en la memoria de sus orejas.
Veía volar un pájaro pero sólo
volvía a oír el aleteo de otro pájaro,
uno que pasó hacia muchos años
cerca de su cabeza . Si miraba el
paso de una carreta en su mente
rebotaban los quejidos de la madera al rodar, los de otras ruedas en
otra calle empedrada de otro pueblo y otro tiempo.
Cuando comenzó a vislumbrar
su futura sordera, después del cañonazo en la barranca de Atenquique, empeñó el poco oído que le
quedaba en grabarse muy bien en
la memoria cada uno de los sonidos que escuchaba . No se resignaba a la idea de no volverlos a oír.
Por eso los fue almacenando, guardándolos para cuando el ayuno de
ruidos fuera definitivo.
Veía correr entre los pedazos de
pared esas cabras asoleadas y en
ESCRITORESDEQUERÉTARO
su mente repercutían los balidos de
otras cabras . A veces jugaba a poner sonidos distintos a las cosas y
Se divertía con los pájaros que ladraban o las vacas que mugían con
los mugidos de los barcos de vapor. Una vez vio pasar, rozando las
crestas de las lomas, un aeroplano
y como no tuvo sonido para él porque era el primero que veía, se lo
imaginó como un gavilán metálico
y giganteseo . Ahí comenzó su juego, poniéndole voz de gavilán a los
aviones.
Al principio atribuyó a sil sordera y al aturdimiento que le trajo la
explosión la indiferencia de los
otros soldados . Nadie lo miraba, nadie le hablaba . Pasaban a su lado
como fantasmas y entonces él tampoco los miraba ni les hablaba . Y
es que además su propia voz le
molestaba con su sonido como de
río viejo y gastado arrastrando muchas piedras, con su reverberación
de catacumba . Por eso se acostumbró pronto a no hablar con nadie.
En las operaciones militares, sus
funciones de mando las asumía el
sargento Lupe Ordónez, sin pedirle
nunca parecer. Hubo tiempos en los
que como era su deber de hombre,
de patriota y de soldado republicano, lo hubiera mandado a Corte
Marcial y, en un apuro, hasta lo hubiera fusilado sin mediar consideraciones . Pero Ausencio Peralta se
sentía tan cansado de todo y tan
abrumado por la apuración de completar su sarta de sonidos para los
tiempos de silencio que ni siquiera
protestó.
Un día decidió que no tenía caso
permanecer en un batallón en el
que nadie escuchaba sus órdenes.
A él mismo no le interesaba andar
siguiéndolo como una sombra,
como el aire cargado de pólvora y
sangre de la guerra . Se repitió en el
silencio de su soledad las palabras
República e Imperio y le parecieron
tan vacías tan sordas tan irremediablemente perdidas como todos
los demás ruidos . A final de cuen-
tas, tanto en
los imperios
como en las
repúblicas la
gente se moría de hambre . Además,
qué clase de
guerra era
aquélla en la
que se enfrentaban
mexicanos
contra mexicanos apoyados por franceses y africanos para defender a un
emperador de
México nacido en Austria.
Para reyes,
'los de la baraja! Y para
mañosos, ¡los
presidentes!
¿Qué caso tenía entonces
andarse desmadrando para mantener en pie
tanto desmadre?
Se sintió igual que las palabras
que se había dicho, vacío, extravia do en un mundo incomprensible.
Y comprendió el atroz sin sentido de
esa guerra a la que había dedicado
tanto tiempo . Recordó las palabras
que entre lágrimas le había dicho
Soledad, su mujer, para convencerlo de que se quedara a su lado:
«Deja el mundo como está» . Ahora
le concedía razón a las razones de
su mujer.
«Chole, Chole, Soledad», pensó.
«Soledad» y supo que era lo único
que había tenido en el mundo, lo
único por lo que habría valido la
pena, no sólo vivir, sino también luchar. Y otro crujido, algo que se le
tronchaba allá en el fondo, le revivió el arrepentimiento por no haberse despedido de ella como Dios
manda .
Rubén Maya (Querétaro, 1964):
Nostalgia abismal,
pastel s/amate, 1995.
Por la noche tomó las cosas más
necesarias, abandonó el campamento y se perdió entre las sombras del mundo, como una sombra
más.
Al paso de los años, no dejaba
de sorprenderle que, por más terreno que recorriera, no lograra dar ni
con su pueblo ni con su mujer.
Cuando llegaba a un lugar habitado, fuera rancho, villa o caserío,
permanecía unos días, sin atreverse a preguntar el nombre de la localidad por temor a que se burlaran de su voz de río . Pero andaba
pendiente de las personas reunidas
en los tendajones y en las plazas
para ver si podía leer en sus labios
que nombraban a su tierra . Se daba
cuenta de que había pasado muREVISTA PANAMEÑA DE CULTURA
ESCRITORESDEQUERÉTARO
—Pero es que ya no sé cómo recho tiempo trasponiendo cerros, rras y, después, de tanto palabrear
cruzando arroyos y ríos, buscando con difuntos para preguntarles si te gresar contigo.
—No sabías porque te creías vivo,
las cúpulas y campanarios de las han visto . Ya me empaché de todos
iglesias de su pueblo y . al no divi- los conjuros para hacerte venir, me déjate guiar por tu muerte . Ella te
sarlas por ningún lado, suponía que 1 harté de leer en las vísceras de los traerá.
quizá la guerra había cambiado animales lo que no debía saber, de
El capitán Peralta se incorporó
todo de lugar.
tanto paño con tu sudor enterrado por fin y le sorprendió sentirse tan
Aquel dia cuando estaba senta- con luna nueva y desenterrado con ligero, como si empezara a flotar sodo en las escalinatas, bajo el árbol, j luna llena . No es bueno andar sa- bre las piedras de las murallas carmirando y fingiendo que oía tara- l cándole la vuelta a la muerte, ni si- comidas, por encima de las cabras,
rear como clarín de asalto a las ca- i quiera por amor. Ya déjame que me por encima de todos los sonidos y
bras . reparó en otro árbol . allá en- muera también, pero cerca de ti.
todas las sombras del mundo.
frente . Lo estuvo mirando : agitarse
en el viento . A veces, para apaciguar su añoranza . le ponia a los árboles la voz de Chola . Pero esta vez
no lo había hecho . Por eso se sobresalto cuando la voz de su esposa lo llamo por su nombre desde
Dionicio Munguía J.
las ramas inquietas
Ausencio preguntó a aquella voz
de mujer sin cuerpo de mujer
«Siento tanto amor que me duele ..
- ¿Te moriste . vieja"
¿Y qué vamos a hacer?
—No . Ausencio . el muerto eres tú.
Tú en tu casa? , Yo en la mía :'
—¡Que voy a estar muerto! SorDe vez en cuando encuentros fugaces,
do si . pero . . . ¿muerto dices?
atardeceres vistos desde los arcos,
— ¿.Entonces por qué me oyes si
caminatas nocturnas, llamadas a mediodía.
estas sordo? Te mató un cañonaUn beso rápido en la esquina de tu casa y después nada.
zo . nace sesenta años . Ni siquiera
Sin lugares públicos (tu marido puede enterarse),
te dejaron tiempo para enterarte de
sin abrazos premeditados, caricias necesarias
que tu guerra ya terminó . Ya fusienmedio de una calle que nos revienta los tímpanos.
laron al güerito y hasta se murió
No . Ya no estos dispuesto a seguir jugando
también la emperatriz loca.
a las escondidas, como cuando éramos niños
—Con razona.
y nos ocultábamos para miramos a los ojos,
—Ya hubo otras dos guerras,
tocarnos las puntas de los dedos tímidamente
Ausencio . una todavía sigue . Tenía
y salir, sonriendo, porque tu madre
miedo . o la esperanza, ya no sé . de
gritaba tu nombre . Todo cambió.
que anduvieras metido en ella . ¡Qué
Me pregunto de la premonición cuando te vi,
vuelo se hubieran dado tú y tus
una tarde, dos niños a los lados v ese hombre serio
ateos persiguiendo a los curitas!
que te tomaba del brazo.
—No, mujer. Ahora sí yo no esDebí no detenerme a saludar,
toy para esas pendencias.
no decir de los recuerdos, no hablar.
—Te he buscado todo este tiemDebí quedarme en el reducto de mi coraza
po y al fin te encontré . Ya vente a
y olvidar ese algo ingenuo que alguna vez existió.
descansar a tu pueblo conmigo . Ya
Puedo decir ahora que creo en el destino.
no puedo esperarte más . Le di a mi
Lo más fácil hubiera sido no buscarte, no hallar
cuerpo la oportunidad de esperarte
tu soledad junto a la mía . Pero somos necios.
cincuenta años más de los que me
Ahora me miras desde las lágrimas
tocaban . Aprendí a usar los jugos
y tratas de buscar en los aparadores
de las plantas para no marchitarme
el momento justo, el tiempo exacto para terminar.
tan pronto . Yo también estoy fastiYo regresaré a mi mesa en el café,
diada de tanto buscarte, de tanto
pondré una moneda en mi mano y jugando,
preguntar por ti, primero a los solesperaré a que la lluvia cese.
dados que regresaban de las gue-
Dijiste
REVISTA PANAMEÑA DE CULTURA
E S C R I T O R E S
D E Q U E R É TA R O
Quiromancia
Román Luján
(Escuela de Escritores de Querétaro, SOGEM)
a Vero Franco
a Enrique Jaramillo Levi
espués de mucha insistencia, Rosalba acercó su
mano blanca y menudita
al rostro de Mandrágora,
quien hizo aparecer entre arrugas
las tachuelas que tenía por ojos, para descifrar aquella información.
Claudia yacía abierta de piernas
sobre un diván, destilando alcohol
y ondeando una sonrisa estúpida.
Contemplaba divertida la intranquilidad de su amiga . Aunque habían
crecido juntas no le conocía ese
pudor arrebatado en la mirada.
—Tranquilíiíta, corazón ; no intentes ocultarme algo, todo está en
la mano . Relájate . Las líneas siempre dicen la verdad ; no te engañes—
alardeaba la medium, rozando con
el dedo una canaleta sudorosa en
la palma de Rosalba . A fuerza de
repetir salmodias y conjuros, había llegado a convencerse sus especulaciones ; la miseria había refinado su persuasión.
De una ojeada, Rosalba memorizó el contenido del cuarto . Ardillas disecadas enseñando los colmillos . Cirios morados que escurrían cascadas por todas partes . Un
Diccionario de sueños, el I-Ching y
el Sidartha de Hesse, sobre una repisa . Aunque sentía cierta curiosidad por el dictamen esotérico, el
cansancio acumulado de una semana de exámenes aplastaba sus
párpados . En la duermevela, recordó el bar al que horas atrás Claudia
la llevara para ahuyentarle, por una
vez siquiera, la depresión.
Habían llegado temprano al antro para ganar mesa de pista. Un
mesero brazudo les llevó una bandeja perruna con chicharrones, previa botella de Jack Daniel's. Claudia
D
miraba a través del vaso las facciones distorsionadas de su amiga, haciendo girar los hielos en el líquido
ámbar. Rosalba pensaba en la similitud de las imágenes de un video
con cierto poema que no recordaba
si era de Rimbaud o de Verlaine,
mientras escarmenaba sus rizos
negros . Claudia de nuevo interrumpía las cavilaciones de su ínfima,
hablándole del maravilloso tinte que
la había transformado en pelirroja.
Rosalba apenas retiró la botella,
antes de que su acompañante subiera a bailar sobre la mesita redonda . Alucinó que las piernas de
la rubiapelirroja eran de bronce
flexible . De improviso, un sujeto
trepó al reducido espacio para
acompasarse a las trepidaciones de
Claudia, repegándose a sus nalgas
sin restricción alguna.
—¿Dónde andabas?— reclamó
Rosalba al encontrarla vomitando
en el baño, media hora después.
—Cálmate, mamita neurótica—
tosió Claudia, inclinada sobre el excusado —Estaba con Julio . . . Tomamos vodka . . . en su carrazo, y luego . . . Fue medio incómodo, pero . ..
¿Por qué no lo saludaste? ¿No te
acuerdas que a veces me visitaba
en el internado?
— Estás loca.
— Lo que digas, pero no me acongojo como tú que no has quitado
esa pinche carota desde que llegamos . Andale, vamos a la pista.
—Ya sabes que yo/
—Sí, ya sé que no sabes bailar
porque tú nomás Vivaldi y esas madres, pero esto puede bailarlo cualquiera.
—Mejor ya/
—Mira nomás qué cinturita, tus
ojazos y el trasero que te cargas, y
todo de nacimiento, sin matarte en
el gimnasio ni operarte las tetas . Ay
ricura, sólo porque soy mujer, si
no . . . Órale, vamos a bailar.
Avanzaron hacia el centro de la
pista, aspirando perfumes caros
mezclados con hielo seco . Los primeros acordes de Principies of Lust
de Enigma, imprimieron en el
cuerpo de Claudia una cachondez
inusitada para ella misma.
Como lo esperaban, pronto salieron al acecho dos fulanos con intenciones de llevar el ligue a feliz
término . Claudia, advirtiendo la
proximidad de los depredadores,
susurró al oído de la trigueña «Muévete más», sacudiéndola de los
hombros con tal cadencia que le
bambolearon los senos . Bastó el
roce de esos dedos para que Rosalba sintiera cómo una serpiente eléctrica irrigaba cada una de sus vértebras, hasta concentrarse en una
masa tibia entre sus muslos . Desde ese instante, quedó impregnada
de la euforia de su amiga del alma
que sí sabía divertirse, la del montón de enamorados que terminaban
masturbándose, la de preocupaciones metafísicas que trazaba su destino a machetazo limpio ; y comenzó a emular sus movimientos,
abandonándose al compás marcado por Depeche Mode en I feel you,
anticipándose con gracia instintiva a sus peticiones más sutiles.
«Eso, así, así», aprobaba Claudia,
entreabriendo la vagina en llamas
disfrazada de labios, mientras a distancia los ligadores admiraban sedientos el intercambio de gotitas de
sudor que sostenían los pares de
muslos, cuando por algún empujón las amigas llegaban a rozarse;
tenían las pupilas atornilladas en
las cinturas húmedas, en el arete
prendido como sonaja al ombligo de
Claudia, en las sendas minifaldas
al ras de la cadera, en los senos inREVISTA PANAMEÑA DE CULTURA
27
ESCRITORESDEQUERÉTARO
verosímilmente sólidos de tan reboCerca de las dos de la mañana,
santes con pezones a punto de em- estacionaron el Malibú frente a un
bestirse bajo las ombligueras . El portón apolillado . Claudia llamó a
parpadeo del estroboscopio trans- monedazos, porque no se atrevía a
formaba en espejismos las siluetas golpear con la aldaba, hocico de
ocasionales, pero no las de Claudia monstruo, que parecía mirarla con
y Rosalba, entrañables vecinas de desconfianza ; y que poco después
pupitre que ya no concebían bailar fuera suplantada por el rostro blansin complacerse ; y los malos ratos cuzco de la anciana.
y el llanto por esa única noche eran
—Buenas noches,
incinerados por el beat espasmódi- Mandrágora titubeó Claudia —Qué pena por la
co y contundente que emergía de hora . Le estaba platicando a mí amilas bocinas, como el golpeteo de un ga de ti, y . . . no pudo esperar hasta
ariete masculino al perforar el flexi- mañana para que leyeras su mano.
ble muro del honor.
—Señora, lo que pasó fue que/
Accedieron a bailar con ellos, pero
—Pásenle, muchachas —bosteya les daba igual porque habían lo- zó la adivina— Me aburría de lo lingrado establecer un lenguaje de su- do . Llegaron para alegrarme el indores, un código inquebrantable. somnio —contestó, frotándose el
Los galanes calenturientos se esfor- rostro con el dorso de la mano, cozaban en concretar la oportunidad: mo si tratara de alisarlo.
—¿Cómo te llamas?
Adentro, Claudia prendió una
varita de incienso ; suspiró ; aventó
— Oye ¿cómo te/
sus botas por ahí y se acurrucó en
— ¿Queeé?
el viejo diván, con miras a reponerDespués fueron a la mesa de los se de la pachanga. Se le notaba un
casanovas, donde remataron con fastidio gastado, como si hubiera
un par de Margaritas . Recuperaron presenciado muchas veces lo que
el aliento, pidieron una botella de ocurriría.
Cazadores para desfalcarlos, y se
— La quiromancia es un don que
tiene doble filo —explicó la pitonisa
despidieron lanzándoles besitos.
— Conste que me salí por la mira- a su nueva clienta, ante la mesa de
dota de ya vámonos que me echa- cervecería con mantel de terciopelo
bas—aclaró Claudia.
y ribetes dorados— . No desconfies,
—Ni me alegues . Esos idiotas chula . No es muy agradable que se
pensaron que por sus caritas de yo- metan en tus asuntos, pero una reno fui íbamos a caer . Pero se jodie- comendación nunca está de más.
ron . Más vale solas/
Rosalba bostezó, tratando de di— Lo que gustes, pero debimos simular el agotamiento de esa noterminar con ellos como Dios manda : horizontalmente.
che insulsa; pero la profeta interpretó el ademán como la peor mues—Ay, ya ; hoy no quiero discutir. tra de incredulidad, así que trans— No la hicimos porque dizque no formó su lengua en la enredadera
era tu ambiente . He llegado a la parlante que avanzaba por los pasiconclusión de que tienes broncas llos de la infancia de su dienta, que
existenciales, y de que sólo mi adi- abría con impudicia los cerrojos de
vina puede echarte la mano, tú sa- sus Diarios, que descubría confesiobes, ayudarte a conseguir galán. nes en su cajón de doble fondo, que
Hace conjuros y lee el tarot, pero la encontraba en numerosas habisu especialidad es la quiromancia. taciones del internado ecuménico
Ván a caerse de lujo . Ya verás.
donde había pasado toda su vida y
—
esta hora? Ni loca . Eso es en la recámara de su última psicópura superstición.
loga y en el clóset donde solía ocul—Ni modo, chulita . Me la debes . tarse con su prima Berta, la que olía
28
REVISTA PANAMEÑA DE CULTURA
a magnolia en la entrepierna, la de
ojos esmeralda como los de Claudia,
los ojos que ahora le imploraban a
Mandrágora que se callara, que era
demasiado tormento para c u a lq u i e r a, que dijera el nombre
del galán en el futuro de su amiga,
y punto . Pero la adivina, en trance,
continuó describiendo los túneles
que Rosalba recorría a ciegas, los
peldaños que desaparecían al pisarlos, las torres levantadas mediante
pequeños triunfos, desmoronadas
por la ventolera de palabras con la
que una maldita desconocida hacía
trizas el futuro de una muchacha
decente y la dejaba vulnerable, sin
misterio, ante Claudia. Como nunca, Rosalba deseó cubrir su desnudez con un guante, o que el oscuro
ácido del lagrimal borrara la
cartografía de su palma, de la memoria de su amiga.
—No es posible . No en una chava
como tú --sentenció la vieja, con
espasmo de pánico en la mirada.
Rosalba intentó retirar su mano,
pero la de Mandrágora la apresaba
desde antes, le cortaba la circulación como una ratonera, la dejaba
pálida e inerte a medida que la sangre circulaba hacia el otro lado,
arrastrando huesos líquidos, hacia
la otra mano, la virginal diestra cuyas venas del dorso empezaron a
inflamarse hasta alcanzar el púrpura más traicionero, convirtiendo
ese manojo de apéndices en una alimaña libre de culpa, que fue deslizándose con extrema lentitud hacia el interior del bolso, colgado en
el respaldo de la silla desde el inicio de la sesión.
—¿Qué ves ahora? —dijo Claudia,
excitadísima, arrepintiéndose inmediatamente de su pregunta.
Mandrágora hizo una pausa luctuosa.
—Aquí hay mierda ; algo sobre un
amor y dos muertes, pero no logro
identificar a nadie .— No . pudo continuar. La navaja de resorte (que
Rosalba reservaba para defenderse
del asalto que ya nunca ocurriría)
ESCRITORES
se enamoró a primera vista de aquel
cuello arrugado y tembloroso, penetrándolo una y otra vez . Luego, a
pesar del forcejeo, las súplicas y los
gritos atrofiados, la hoja de metal
anidó sin dificultad —casi tiernamente— entre los senos altaneros,
amados, imposibles de
Claudia, quien, abriendo mucho los
ojos, todavía alcanzó a contemplar
un río cálido escurriendo hacia su
vientre, antes de cicatrizar su pubis
florido.
—Decías que no había tiempo
para arrepentirse, que la vida se evaporaba, que debía usar y tirar, experimentar, olvidar. Olvidar. Tenías
razón . Gracias . No sirvió de nada,
pero gracias —susurró la trigueña
a Claudia, retirándole con dedos
temblorosos un mechón desteñido
de la frente ; y dejó a un lado de su
cuerpo un par de billetes, por aquello del karma.— No me mires tan
asustada ; sé coherente contigo misma ; no me desilusiones ahora . No
hay por qué arrepentirse ¿o sí? Yo
te hice caso . Había que tener ideas
propias . . . Pero estoy segura de que
nunca lo hubieras aceptado, ni siquiera comprendido, a pesar de tu
supuesto amplio criterio —dijo
Rosalba muy quedito, al tiempo que
unía sus labios con los del cadáver
y los humedecía, saboreando aquel
vacío de incomparable frescura por
primera y única vez.
Antes de salir, Rosalba juró amar
de vez en cuando su recuerdo .
D E
Q U E R É TA R O
A la sombra los ojos negros
de Menchita
&)
Bajo las mantas blancas las frutas y verduras
Se tienden, se ofrecen a la marchantería;
Los juegos que se apremian con el trueque
Y los hilos verbales que aparecen en justa
Competencia por el precio.
El comercio y el ritual reverdecen los frutos,
Los utensilios son mejores, las grandes ollas
Y su atractiva redondez para la cocina
De semillas.
Son tiendas de la más lúcida campaña.
Es el campo abonado y fértil de la conversación
. . .Se le toma el pulso al ombligo del melón,
Se le quitan a la lechuga las primeras hojas,
Aquéllas con más filos negruscos ; cortan ésos el rabo
A las cebollas; que el aguacate no esté pasado ; que luzca
La naranja su color al lado de los nopales . ..
A la sombra los ojos negros de Menchita
Y su canasto con pan . Por la tarde se llegará
Por la calle de Allende tocando puertas, vendiendo
Los dulzores para la merienda de la casa.
Allende 21 sur
Yo nací en el cuarto más grande de la vecindad —el primero,
El que daba a la calle, con la ventana al poniente, por donde
Entraban los ladridos de los perros de cantera de la casa de enfrente,
Desde donde veíamos danzar allá muy arriba en la cúpula de San
Agustín a los músicos angelicales—, el de los techos más altos
Y las vigas más viejas.
Gracias a que eran los días de la luna tuvimos un pleno alumbramiento
El mundo y yo.
REVISTA PANAMEÑA DE CULTURA
E S C R I T O R E S D E Q U E R É T A R O
De sucesos
sucedidos y lo
demás
Carlos Batista
Dos poemas
María Teresa Azuara
(«La Buhardilla»)
Atardecer
Miré tu viaje vertical hasta que tocaste
con tu redondez el filo de vidrio resplandeciente,
abrasaste el universo con tu color de fuego
perdiéndote en el fondo del tiempo,
escondiéndote de la ansiosa mirada de quien
al abrigo de-la noche te busca
y sólo se encuentra
con su azulado reflejo .
Querétaro, 1996.
Encuentro en naranja
Mirarte es abrazarme al sol
en un juego de niños;
sueño en naranja,
me pierdo en conjeturas
y las últimas brasas
de la noche
me vuelven incendio,
lluvia de luz,
hendidura, huella abierta
al encuentro .
Querétaro, 1996 .
30
REVISTA PANAMEÑA DE CULTURA
Ya estoy empezando a entender porqué pasan las
cosas . Uno nunca sabe por qué suceden, pero suceden, y si se fija uno bien, entonces puede ser que sí se
sepan antes de que sucedan.
Eso lo aprendí con la cosa horrible que pasó con
Crisanto el día que lo mataron . Si lo estoy viendo
clarito . Y no sé por qué él no lo vio, si no, ahorita
todavía estuviera vivo, y yo no me hubiera fijado en lo
que me fijé.
Crisanto casi siempre andaba borracho, y ya borracho, era muy alborotado . Siempre con ese chico
cuchillote metido en el cinturón . Había que verlo . Como
que echaba chispas por los ojos cuando se enojaba
por algo . Yo por eso cuando lo veía venir bor racho,
nomás pensaba : «ya viene otra vez borracho ese
Crisanto», y ni le hacía caso ; y si él me empezaba a
hablar pues yo le contestaba, pero sin estarle haciendo caso, y entonces él se iba . Lo raro es que ese día
venía borracho y no se le veía ; ni siquiera en la voz,
pero eso sí, con su chico cuchillote en la cintura . Como
no lo vi borracho, esa vez sí le hice caso cuando me
dijo que si no había visto al Carlón, y yo le dije : «no
Crisanto, no he visto al Carian», y era mentira, porque hacía un rato yo había visto al Carlón y él también me había preguntado por el Crisanto.
«Pues donde lo veas —me dijo—, le dices que lo anda
buscando Crisanto» . Y se fue.
Yo no sé por qué le eché la mentira, pero de todos
modos no me creyó . Eso lo vi, porque cuando me dijo
lo que me dijo, ya los ojos le estaban brillando.
Al rato pasó la Delia, y venía como espantada . Yo le
dije : «pos . . . ¿qué se tráin éstos?», y ella se hizo como
que no me oyó, y se siguió de largo . Yo pensé : «algo se
tráin éstos», porque la Delia andaba como espantada.
La Furia del Mar está para allá, y para allá se fue
Crisanto . La Delia no, ella se fue para acá . El Carlón
estaba en La Conga, que está de este otro lado, antes
de llegar al muelle, del lado de acá . Yo supe que iba
para allá, desde que lo vi venir renqueando, «ya vas a
La Conga» —le dije—, y es que todos sabemos que en
La Conga hacen mejor los remedios que en la botica.
E S C R I T O R E S D E Q U E R E T A R O
Sí —me contestó—, voy para allá», y fue cuando
me preguntó por Crisanto . Yo le dije que no sabía, y me invitó a irme a tomar un remedio con él.
«No Carlón —le dije riéndome—, yo no estoy malo.
Mejor se lo invitas al Crisanto» . Eso le dije, y se
fue renqueando . Fue lo único que vi, y es que todavía no empezaba a fijarme en lo que luego me
fijé.
•ETIQUETAS
Fue después que se fue el Carlón, cuando vi al
AUTO ADHESIVAS
Crisanto, que me di cuenta . Lo vi venir y pensé:
•PLUMAS SHEAFFER
«Qué bueno que viene Crisanto . Le voy a decir
que lo anda buscando el Carlón, y que lo espera
•UTILES Y MUEBLES
en La Conga. Eso pensé . Y también pensé que a
DE OFICINA
lo mejor sí me gustaría tomarme un remedio aun-•CINTAS ADHESIVAS
que no estuviera malo, pero llegó Crisanto y ya
•PRODUCTOS
no terminé de pensar.
Venía un poco raro, pero no parecía borracho.
PARA ARTISTAS
Lo que sí parecía, era que venía enojado . Tan lueY ARQUITECTOS
go llegó junto a mí, me preguntó que si no había
visto al Carlón, y ahí me empecé a fijar . Ahora ya
sé que por eso le eché la mentira ; porque vi que
algo malo iba a suceder. Pero si hubiera sabido la
cosa horrible que iba a pasar cuando lo mataran,
le hubiera dicho que el Carlón estaba en La ConDesde 1949...
ga esperándolo, pero no se lo dije . Sólo le dije que
Las mejores marcas
no lo había visto, y entonces Crisanto se fue para
. sprecio
alosmejr
La Furia del Mar.
CASA MATRIZ Vía Ricardo J . Alfaro.
Así empecé a fijarme por qué pasan las cosas,
Después de la fuente de piedra.
Tel . : 236-0066 Fax : 2360044
cuando vi a Crisanto . Pero creo que cuando las
cosas van a pasar, pasan aunque uno no quiera
que pasen.
Cuando llegó la Delia, entonces supe que ella era el
Cuando ya uno se empieza a fijar en las cosas que
problema del Carlón y del Crisanto . Eso lo vi, cuando pueden pasar, ya es más fácil que uno se fije en las
la vi venir con su cara de espantada, y pensé : «Mira cosas que se debe uno fijar, y yo me fijé en los ojos de
nomás lo que andas haciendo Delia, por andar de Crisanto ; y yo creo que él pensó mal, porque el primer
puta» ; y le pregunté que qué traían éstos, nada más brillo de sus ojos me lo echó a mí, cuando puso la
por preguntar, porque ya nomás de verla, supe que
mano en su cuchillote, y yo pensé : «mejor me hago a
ella era la del enredo.
un lado, porque esto es problema de ellos, y alguien
La Delia es mujer de Crisanto . Bueno, era. Antes va a salir mal» ; y esto lo pensé, en el mismo momento
no, antes ella trabajaba en La Furia del Mar, de en que el Carlón sacó también su metal, y ya estaban
encuerarse y esas cosas . Si me parece que la estoy los dos tirando tarascadas junto a mí . Todo eso lo vi,
viendo, así sin nada. Era como un globo, hecho de igual que lo vio la viuda Delia, que estaba por allá y
muchos globos, que parecía que se iban a reventar.
abrazada con Carpio, nomás viendo cómo se mataba
Así era la Delia, pero un día se la llevó Crisanto.
Crisanto con el Carlón . Y yo pensé : «Sí, yo sabía que
Bueno, y para qué tengo que andar pensando en todo esto iba a pasar», y es que me había estado fiando
esto —pensé—, si esto es problema de Carlón y de en lo que me tenía que fijar. Pero ya no sirvió de nada,
Crisanto . Y en esto pensaba, cuando vi que ya venía porque ya estaba matado el Crisanto, y el Carlón se
el Carlón, y me dije : «estuvo bueno el remedio, porque estaba desangrando.
el Carlón ya no viene renqueando», y llegó y me preTodo lo vi . Así como se los cuento porque yo estaba
guntó otra vez que si no había visto al Crisanto ; y yo ahí, mirando lo que sucedía, y que yo ya sabía que iba
le iba a decir que sí, pero allá del otro lado ya venía a suceder. Lo único que yo no pude ver, fue la cosa
Crisanto, y venía borracho . Por eso ya no le dije nada horrible que pasó ese día que mataron a Crisanto y
al Carlón, porque él también lo vio venir.
fue que, ese día, también, me mataron a mí.
REVISTA PANAMEÑA DE CULTURA
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E S C R I T O R E S D E Q U E R É T A R O
Viento
de Getsemaní
Entre palabras
Ulises Avendaño López
Rafael Blengio
Ardiente es el engaño, carcoma,
salitre que aflora en el muro,
garra que se apodera del falaz territorio de la carne.
Creados y en cruel desgaste
terminamos en el exacto inicio : arcilla, polvo,
mientras dibujamos con el dedo una señal celeste
que derribará el rayo.
Y así somos:
guijarros llevados por un río milenario e impávido,
simulacros, espectros en las sombras.
Tu mano que remueve horas idas
traza los signos de afrentoso presente, mudo sueño
en mi aliento, en mis ojos.
No son tus ojos un lugar
para habitarse
he recorrido el sueño
acariciando sus vulnerables imágenes.
Las cosas tropiezan
vuelven a levantarse y permanecen
escucho pasos detrás de las palabras
pero nadie responde
y el almanaque se agiganta
como un grabado de rebeldía
en las arterias
Es tu lenguaje que no entiendo
o es justamente la daga que se clava
en el abismo de la noche.
Entre la noche y el olvido
nadie
ni el silbo de tu nombre.
Palabras que fueron lanzadas desde la noche de la tierra,
remedo de una melodía ciega
para nadie, para nada.
No retrocedes, como ellas,
eres flecha sin retorno.
Un caos te consume y avasalla,
desidia indomeñable que se adueña de abandonada casa
y la vuelve sólo vientos y polvo insustanciado.
Atrás quedó la luz, antes réplica del tiempo.
No toques la inocencia infinita de las cosas,
dispendio necesario para conservar la especie,
apenas barcas para alejar el olvido,
llámense oblación, vergel, rizo de ola.
Una sola palabra basta para vulnerarlas (¿Luzbel, dijiste?)
y así te vuelves pieza de un destino
en su giro ignominioso,
demoledor,
fiero,
calculado .
REVISTA PANAMEÑA DE CULTURA
El Licenciado
Jorge Fábrega,
asiduo lector de la
Revista Maga,
Felicita a los editores
de tan importante
esfuerzo editorial
por su reaparición
y los insta a continuar
con tenacidad en esta lucha
por la cultura nacional .
E S C R I T O R E S D E Q U E R É T A R O
Cuestión de fe
Lupina Calzada
(Escuela de Escritores de Querétaro, SOGEM)
uchos habíamos oído
hablar de las ceremonias de sanación y de
los hechos asombrosos
que se realizaban por medio de la
oración que Fray Jerónimo practicaba sobre los enfermos.
Esa tarde, el cielo se desplomaba gris sobre la ciudad, como queriendo aplastar nuestra esperanza.
Hacía rato estábamos ahí, tú y yo,
sentados frente a una mesa en el
café de siempre . Esta vez, esforzándonos por aturdir la angustia con
la agitación que había en la plaza,
en el ir y venir de la gente . De vez
en cuando nos mirábamos, tratando de esbozar una sonrisa que al
transformarse en mueca nos obligaba a clavar los ojos en los asientos de nuestra enésima taza de café.
El tiempo arrastraba las manecillas del reloj, aún faltaban unos
minutos para las ocho ; a esa hora
debíamos ir en busca de Fray Jerónimo y del milagro que alejaría de
ti la fatalidad.
Aquel olor a nube estaba por todas partes, pegado a las paredes,
sobre el césped, oculto en los macizos de flores y entre las copas de
los laureles que chocaban entre sí.
Desde entonces solían recortarlas
simétricamente para formar las hileras de dados verdes que rodean
la fuente.
De improviso, al levantarse y señalando los nubarrones que rasgaban sus vientres en la torre dijiste:
—Angela, intentemos llegar a
San Francisco antes que se desate
el aguacero.
Enseguida inclinaste el cuerpo
poderoso . Al retirar mi silla —en ese
roce fugitivo— en tus ojos vislumbré tu alma . Me pareció insoporta-
M
ble la posibilidad de tu ausencia.
Traspusimos el pórtico empapados . Para llegar a la sacristía nos
abrimos paso entre el tumulto —
era un día festivo— . Amor, me tomaste de la mano para cruzar la
nave, la aferraste con tan inconsciente intensidad que me dolió.
—Angela, cariño, perdona, no me
sueltes.
La gente se apretujaba en los altares y nos hacía difícil el paso, los
más concurridos eran el de las Ánimas y el de la Divina Infantita . Sobre ellos en formas y tamaños diversos la milagreria se desgranaba
en el terciopelo carmesí que enmarcaba el fervor popular . Enjambres
de veladoras parpadeaban entre los
floreros que contenían atados de
nardos ; su fragancia se fundía con
el olor de la cera . Ahíto de incienso
se tambaleaba el altar principal.
Parecía imposible respirar.
--Queremos hablar con Fray Jerónimo, ¿es usted?— Había ansiedad en tu voz cuando interrogaste
al anciano.
—No ; Fray Jerónimo salió, ignoro a qué hora regresa.
—Pero nos dijeron que a esta
hora siempre se encuentra . ¿Está
fuera de la ciudad?
—No, señorita ; se le presentó un
imprevisto.
—Podríamos esperarlo —insistí.
—El Templo se cierra después del
oficio, dudo que el hermano regrese antes de las diez . ¿Es una emergencia?
—Diría yo que sí, Padre, gracias.
—afirmaste y nos retiramos.
Ya fuera de la Iglesia caminamos
con desaliento, aún lloviznaba y se
escuchó esa campana . Tañía leve,
casi con humildad, como discul--
pándose de profanar el silencio;
supuse que llamaba a unos cuantos, acaso a nosotros.
—Vayamos allá, a esta hora en el
Santuario hay poca gente—aseguré.
Entramos en el solitario recinto;
cerca del altar, con una súplica nos
postramos.
Sobre la izquierda, a unos pasos
del confesionario se oyó que alguien
ojeaba un libro, parecía que rezaban .
—Tal vez el Padre quiera oír mis
pecados .— Con gesto firme que disipaba cualquier vacilación interrumpiste el murmullo.
Esperé un rato hasta que te levantaste absuelto, vi que charlabas
con el Padre y me acerqué . . ., quizá
presentía tu pregunta.
—¿Padre, podría usted impartirme la bendición del Espíritu Santo?
—¿, La bendición del Espíritu
Santo?
—Sí, Padre, mañana me interno,
voy a someterme a una intervención quirúrgica . Estoy casi ciego . Es
un tumor en el cerebro se desconoce su naturaleza pero se desarrolla con rapidez.
Después aclaraste:
—Padre, antes de venir aquí, estuvimos en San Francisco, ahí esperábamos encontrar a Fray Jerónimo, pero no estaba . Nos han dicho que bendice a los enfermos con
una plegaria especial que invoca al
Espíritu Santo . En mi caso hablarle representaba una esperanza.
Quería decirle que no soy muy religioso, pero tampoco un escéptico:
quería decirle que creo en la Providencia Divina.
El silencio y el sacerdote fueron
una misma cosa hasta que el confesor abandonó la penumbra . No
REVISTA PANAMEÑA DE CULTURA
E S C R I T O R E S D E Q U E R É T A R O
era alto, aún joven, en su rostro moreno destacaban como precipicios
interminables sus ojos : cuando te
observó había en ellos el brillo de
la emoción contenida . Recuerdo
claramente su voz pausada.
—Soy Fray Jerónimo, hijo ; ¡alahado sea Dios! El que todo lo puede está contigo . Hagamos oración.
Mis lágrimas no pudieron borrar
tu estremecimiento . Te vi asentir
con una sonrisa que no conocía.
Después, el ritual fue breve . ..
En la calle respiré hondo hasta
atragantarme con el aire recién lavado . Enseguida emprendimos el
camino de regreso sorteando los
charcos de mercurio donde se acumulaba la luz . Apoyada en tu serenidad intuí nuestra dicha de todos
estos años y supe que podría hablar sin amargura de una cuestión
de fe .
Dos poemas
Ricardo Mazatán Páramo
El llanto es una coincidencia trágica.
Un día era tarde
y nos pusimos a llorar.
El mundo se llenó de gente:
el nacimiento del mundo
fue un rumor tan poderoso
que hoy todos existimos.
Nos tallamos los ojos y
preguntamos ¿por qué?
y el mundo se reía .
U REVISTA PANAMEÑA DE CULTURA
Los días siguientes
Podré tomarte de la mano
Y girar mi cabeza
Tántas veces
Que los libros
Y la gente y las muecas
Y todo lo demás
Será circular
Y no tendrá principio
Ni tendrá fin
E S C R I T O R E S D E Q U E R É T A R O
El dragón irremediable
Manuel Cruz
1
La imagen
Este animal se alimenta de nostalgia
sabe que lo que busca está
en la propia ausencia y es esta la razón que lo lleva a contemplarse
a buscar el destello que marcará su fin y su principio.
Mientras lentamente se recorre alimenta su memoria sus actos
nacen ya recuerdos y su giro interminable crea la imagen de un
trazo fugaz que deja su huella en la serena superficie de este lago.
La impaciencia por atestiguar el propio desvanecimiento le ha
otorgado la apariencia de animal aletargado de resignado
habitante de la superficie que en ocasiones sumerge la cabeza en
las aguas de la imagen
en el intento de acercar la posibilidad de
aquel encuentro .
viento
un sonido que construye su nido en el silencio de mi
cuerpo Todo es vano al haber escuchado el tenue roce de tu
aliento
La luna es negra y este lugar se ha vuelto inhabitable.
Las certezas ya no importan Ami lado
observo la huella de
tu paso
sé que tu presente es la inminencia y estas palabras una
parte de tu cuerpo.
Es la plenitud de una gota de lluvia al caer y multiplicarse sobre
un charco la pureza de una lágrima secretada sin sentido la
falsedad de la memoria que a sí misma se consume y alimenta a la
blanca verdad de lo olvidado
El mirar
sólo el mirar es la
dulzura
estar en sí
habitarse
Este es el sitio
detrás de
un cristal
encima de una barda
observar cómo permanece
el débil color de la nostalgia sin la más leve intención que lo perturbe
Mirar
sólo mirar esta lluvia de palabras.
II
El espejo de agua
Es tu ausencia el pertinaz augurio
el alimento encendido del
melancólico dragón irremediable que recorre la playa de la
evocación
del eterno asedio.
Es la memoria de lo que no existe el territorio en que se afana el
continuo país de lo olvidado
viento sucesivo la crepuscular
certeza que lo conduce a derramar su liquidez
para inundar de
resinas su memoria.
esta la ofrenda del quiróptero el amoroso canto ante las olas
donde el dragón espera cada luna a tu figura.
Es
111
Bajo el agua
Es el
deseo ferviente la promesa que voz alguna nunca pronunciara
la intensidad del presentimiento que me permite conocer la
verdad de tu presencia
el eco de un lenguaje moribundo en el
REVISTA PANAMEÑA DE CULTURA
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Señal de fe
Eduardo Garay
Vega
a tomas por el brazo mientras pienas y observas los aparadores llen os de grandes y costosos regalos
que jamás podrás obsequiarle porque tu pinche salario sólo alcanza para mal
comer y mal vivir en esa pobre vecindad que
se encuentra al final de la calle sobre la que
caminas en sentido contrario al resto de las
personas que desesperadas se dirigen a tomar el camión que también tomabas antes
de casarte con la chava que en estos momentos se cuelga más fuerte de tu brazo
mientras anhela el día en que podrá entrar
a las tiendas y saldrá con todos los objetos
que entre los dos habrán elegido para adornar su casa de las afueras de esta ciudad
que ya no aguantan por tantas y tantas cosas que parecen acumularse los días en que
menos dinero tienen y terminan huyendo
despavoridos a ese maldito cuarto en donde
la abrazas y tratas de infundirle valor mientras ella te inyecta esperanzas de que todo
va a cambiar algún día porque ya lo dice el
dicho ese de que no hay mal que dure cien
años aunque los años parezcan eternos y
tú no veas un cabrón centavo porque tu trabajo es tan mediocre y tan mal pagado que
no sólo han tenido que renunciar a la ilusión de una casa sino incluso han sido invadidos por el miedo de hacer el amor y descubrir un embarazo que echaría a perder
sus ya de por sí jodidas vidas en las que se
tienen que conformar con caminar todos los
días por esta triste y estúpida calle llena de
regalos incrustados en aparadores luminosos que sonríen y se burlan de todos los que
pasan enfrente de ellos secándose el sudor
de las manos que sólo tienen dinero para lo
más indispensable y finalizan las noches
amarrados al sueño ese de la mañana afortunada en la que todo sale bien y solamente
es necesaria una muestra de amor como la
que ahora tiene la chava que se recarga en
tu hombro en señal de fe .
36
REVISTA PANAMEÑA DE CULTURA
Dos poemas
Maricarmen Pitol
Fueron sus miradas
las palabras
que el tiempo tibiamente convirtió en ternura
El tacto suave de sus manos
se empeñó en sanarme
Poseedores del secreto
acunaron mi verdad
en un nicho
Nunca cesó su voz
Nunca venció el silencio.
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ..
Bailen los druidas
que se aquieten los malos espíritus
que las brujas no invadan los cielos
que los duendes no coman cerebros
que los gatos no hechicen el alma
Bailan los druidas
que los santos descansan en paz
que el horror ha dormido de pronto
que el saber ha habitado a los hombres
que tu luz ha encendido mi hoguera .
E S C R I T O R E S D E Q U E R É T A R O
Trayectos
(Fragmentos)
Martha Favila
Habito la frialdad
de una caricia
Tenue el sol
atrapa mi reflejo
en su tiebieza
Esperaba la flor
una brisa cálida
posándose en los pétalos
Viajar
por caminos sin nombre
veredas que la yerba cubre
ocultando su trayecto
Quise aclarar la turbiedad
del agua que arrastra
en su cauce la cordu ra
viajo con el cansancio del que
no ha dormido por mil noches
en busca del castillo memorable
Luz y sombra en las pupilas
palabras de agua el cielo
en la lengua el gusto del rocío
sobre una hoja
Hablo de la tierra
en donde esculpo sobre el viento
la libertad de la roca
del silencio de la estatua
mutilada a golpe de preguntas
de la santa mordedura de la víbora
en mitad de la memoria
del oficio diario de segar las flores muertas
bajo el manto de la luna
Dos
poemas
Miguel Ángel Torres Vera
Esta ciudad /cagada de palomas
sedienta de verbo
alzada sobre la sombra
sembrada de traidores
Tiembla a ratos
cuando llegas
y tus nalgas poderosas
arrastran el tiempo
Hice mío el camino por instantes
la sombra hechizó mi alma
como quien bebe
el último suspiro de una rosa
Cien veces quise
encontrar el camino de regreso
logré que la nostalgia y la tristeza
fueran rima agridulce
como el níspero
acá
las casas /las cosas
sin nadie expectante
Con vista vaga
esperan la lluvia
una humilde desesperanza al hombro
REVISTA PANAMEÑA DE CULTURA
37
E S C R I T O R E S D E Q U E R É T A R O
Requiem
Eulalio Gómez
(<<La Buhardilla»)
En Querétaro se dice que, en conventos como ése,
hay túneles subterráneos que comunican
con el Cerro de las Campanas, el de los fusildados;
que a ciertas horas se aparecen fantasmas sin cabeza;
que de algunas baldosas salen, por las noches.
voces quejumbrosas que van doliéndose por los rincones.
hí vive él . Es su casa . Como otros días, llega de sus
actividades y entra a esos
siglos acumulados en alacenas y que se anidan subrepticiamente en la argamasa de los muros . Son las ocho de la noche . En el
templo contiguo, un coro canta . el
«Requiem» de Mozart por ser el
«Viernes de Dolores» . En el refectorio, del que se han ido los demás,
encuentra sobre la mesa un poco
de pan y el termo con té de manzanilla para preparar un sueño relajado . A sorbos esporádicos va consumiendo esa frugalidad mientras
aprovecha la quietud para leer.
Cuando termina, las horas se han
convertido en casi media noche, eh
grillos y en una profunda soledad.
El silencio, ya sin mezcla de ruidos, le inaugura pensamientos de
los que se rumian consigo mismo y
a solas . Reflexivo, decide irse a dormir . En la oscuridad se escucha,
muy hueca, la reverberación de sus
pasos que suben los escalones de
cantera vieja . En el claustro superior deambula un rato por el cuadrado de arcos de medio punto que
los tiestos pueblan casi disueltos en
aquellas sombras . Recorre con la
reflexión su día y su conciencia:
comprueba fallas, como humano
que es, mas predomina la satisfacción por lo hecho en la jornada.
De pronto, junto con un leve sobresalto en el pecho, sus ojos se encuentran con otros que lo miran con
penetrante fijeza . Súbitamente lo
atrapan las resonancias del
«Requiem» que aún vagan por entre
la arcada . ¡Sí, ahí está!, otra vez, el
borrón del visitante nocturno que
Rubén Maya (Querétaro, 1964): Saudíes A, pastel y acrílico s/amare, 1995.
38
REVISTA PANAMEÑA DE CULTURA
nadie sabe de dónde llega para acomodar su bulto de misterio detras
de una de las columnas, como al
acecho de algo . El lo ve, pero sigue
caminando con pisadas tenues,
como para no espantarle . Termina
la caminata y entra a su habitación.
Ya en cama, su espíritu alienta unas
últimas plegarias y su mano desalienta la luz en la lámpara de buró.
A poco de quedarse a oscuras,
casi como adrede, aquella presencia parda empieza a salir con sigilo
de su pedazo de sombra y va llenando los pasillos del convento con
una erizada desesperación persecutoria y escalofriantes alaridos, como
de angustia lastimera de estrangulados que claman por una ayuda
que nunca les llega.
De repente y en seco : un silencio más denso . . . Él, imperturbable,
escucha todo desde su lecho como
si nada ocurriera y se va quedando
dormido como los frailes.
Pero, fuera de su celda, vuelven
a dispararse recurrentemente aquellas estridencias en ráfaga, como
ánimas en pena que se persiguen
para descuartizarse unas a otras.
Los silencios, más largos aún y
abismales en medio de la tiniebla,
también retornan.
Acostumbrado a ver y oír esto en
ciertas noches, el religioso se abandona al descanso del sueño, seguro
de que, porque no existen, aquellos
espectros no podrán ser atrapados
ni rasguñados siquiera por ese gato
inofensivo que viene todas las noches, quién sabe de dónde, a correr
y aullar por los corredores . El claustro entero se hace también sereno
requiem y profundidad.
Marzo 29, 1996.
Textos
..
..
varios
. ..
Las humanidades
en la formación del ingeniero
Johannio Marulanda, Ph .D.
Ingeniero Civil, Profesor Titular,
Departamento de Mecánica de Sólidos
Universidad del Valle.
Calí, Colombia.
E
s posible acercarse a este asunto desde la racionalidad instrumental
del técnico, desde la especulativa del
filósofo o desde la del administrador
académico.
Las humanidades son importantes
porque humanizan —que dice mucho
de la percepción que se tiene de nosotros—, infunden sensibilidad y responsabilidad social limando las asperezas
de un quehacer árido . Por esa vía se
introducen cursos de historia, español
o relaciones humanas, filosofía de la
ciencia y estética . Son actividades des-
hilvanadas, sin rigor ni pasión, en un
currículo profesionalizado . Se supone
que estos créditos permiten decidir
mejor sobre tecnologías que deterioran el ambiente y construyen un mundo artificial a costa del natural . Se ensayan nuevos contenidos y estrategias
metodológicas, se consultan a los estudiantes y a expertos, cambian los
docentes, aumentan los créditos y los
reclamos permanecen . Mientras las
prem i sas no varíen las respuestas
gira-rán alrededor de lo mismo, porque el
problema no es visible o no deseamos
acercarnos al nudo. En el momento de
enunciar la pregunta hay una premisa
que la deslegitima. Interrogar acerca de
la importancia de las humanidades en
la ingeniería supone una diferencia
ontológica: las humanidades están al
otro lado de las tecnologías como la
ingeniería o la medicina . La pregunta
sobre la importancia de la matemática
o de la física modernas también puede
ser aceptada como legítima y
pertinente, pero el interrogante lleva la impronta de la externalidad y el pragmatismo.
Se supone que las humanidades e inclusive las ciencias básicas están en un
campo y las tecnologías en otro . Este
supuesto admite la pregunta sobre la
relación, otro supuesto no la admitiría.
La ingeniería y las humanidades
como teorías en sentido restringido,
son humanidades en sentido amplio.
Las tecnologías nos atañen como humanos . Están separadas de otros campos por el imperativo del oficio, por la
especialización y la división social y también por la naturaleza de los objetos
sobre los que versan . Sin embargo, esta
REVISTA PANAMEÑA DE CULTURA
39
separación es salvada por el momento
de retornar al humano y a lo social,
donde todo se encuentra integrado.
Un argumento para justificar la separación, reside en la diferencia que
existe entre los objetos de cada teoría, pero aceptar las diferencias
epistemológicas no significa imponer
distancias existenciales . No se trata de
unificar las teorías y métodos sino de
explorar las diferentes lógicas y de superar los obstáculos al pensamiento,
impuestos por el interés particular.
Somos expertos en procesos de
transformación, conocemos las leyes y
los vericuetos de la máquina, de la edificación, de la semilla, del procesador.
Transformamos pensando en la cosa,
pero sin pensarla . Otros han expresado sus deseos e intereses y formulado
un mandato para que los hagamos realidad, a través de una sorprendente
tecnología . Otros han decidido con
antelación lo que debemos hacer y
sobre el destino de nuestras obras.
Transformamos el objeto pensando
en él, pero no tenemos su dominio.
Otros especulan y teorizan sobre nuestro quehacer, estamos en su discurso,
somos su objeto de reflexión . Desde
allí somos valorados y juzgados como
chamanes con maravillosos poderes,
pero, irresponsables, depredadores,
contaminadores, como máquinas eficientes pero ciegas que no miden las
consecuencias de sus actos ; sin capacidad para pensar más allá de lo que
manipulan, que piensan en lo que hacen, pero no sobre lo que hacen : no
saben lo que hacen.
No hay aquí nada específico de la
condición de ingeniero, igual sucede
con otras actividades cuando se impone la lógica de la separación y la oposición.
Podría decirse que un asunto es ejercer el oficio y otro pensarlo . Que somos libres de pensar, allá nosotros si
no lo hacemos, pues nadie nos cohibe.
Además, para un desempeño competente basta el conocimiento de la tecnología, lo demás corre por cuenta de
cada quien . En forma menos burda, esta
idea impera en nuestras casas académicas y rige las decisiones curriculares .
40 REVISTA PANAMEÑA DE CULTURA
En la academia se aprende un oficio y
se barniza la fachada del ingeniero con
un brochazo especulativo y deshilado
de humanidades o cultura general, en
adelante lo demás corre por su cuenta. Somos libres.
En ¿Cómo orientarse en el pensamiento?, Kant sugiere : " . . .se puede decir bien que el poder externo que
priva a los hombres de la libertad de
comunicar públicamente sus pensamientos los priva también de su libertad de pensar, y éste es el único tesoro que todavía nos queda en medio de
todas las cargas civiles y también lo único que puede aportar un remedio contra todos los males inherentes a esa
condición?' Separar campos cruciales
de conocimiento es una manera de incomunicar y una coartación a la libertad de pensamiento. Sostener la segregación de los saberes es una limitación
al pensamiento. Aunque la argumentación sea académica y respaldada por
científicos de ambos bandos, es una
restricción al pensamiento, una barrera a la libertad, legitimada y aceptada
como obvia y natural, necesaria y conveniente, incluso como expresión misma de libertad . Como con frecuencia
ocurre, una limitación impuesta de manera imperceptible o inconsciente a la
libertad, es entendida como prueba y
expresión de la Iibertad. Al escoger una
ingeniería, también se escogió la opción que esquiva el conocimiento de
las humanidades y viceversa . Esta es una
decision libre.
El currículo separa y opone, establece límites al pensamiento y a la acción . Ofrece opciones profesionales
vacunadas contra problemas que no
son de interés . Una vez en el ejercicio
profesional somos responsables por el
manejo y la tutela de riquezas y personas . Tomamos decisiones en ámbitos
de cuya racionalidad nada sabemos,
contra cuyo conocimiento hemos sido
inmunizados . Otros deciden y cuando
asumimos la responsabilidad por una
decisión, lo hacemos desde una estricta racionalidad tecnológica o desde un
interés particular. Pocas veces atinamos . Pasamos de máquinas ilustradas
producidas en serie, a ser ciudadanos
irresponsables por ignorancia o indiferencia.
Basta ver los desatinos : Guavios,
apagones, barcazas, redes ferroviarias
desmanteladas, conflictos sociales en
los que la tecnología es crucial, despilfarros, obras abandonadas. Productos
de la ingeniería, colmados de racionalidad hacia dentro y de sinrazón hacia
afuera . Hay una responsabilidad ineludible en quien diseña programas académicos y en la política que los fomenta, pues generan procesos de formación de personas atadas a una racionalidad insuficiente, insufladas por una supuesta competencia profesional, limitadas en su libertad para ser y pensar,
para hablar de hechos y valores, de la
razón y la sinrazón.
Tenemos, como ingenieros, una muy
firme y equivocada convicción . Creemos ciegamente en la razón, que así
como realizamos la máquina y el cultivo, diferenciamos lo bueno de lo malo,
lo justo de lo injusto, lo bello de lo feo.
Se trata de una extensión gratuita de
la racionalidad instrumental a un campo en donde es impropia . Herederos
del iluminismo, racionalistas optimistas
y empedernidos, suponemos que con
el adecuado uso de la razón pueden
resolverse todos los asuntos.
Aplicamos la inducción a destajo, suponemos que todo lo que ha sido según una ley, continuará siendo, bajo la
premisa de que hay leyes infalibles y
universales inferibles de sucesos particulares . Creemos en axiomas, en la
deducibilidad, en la permanencia y en
la lógica formal . Hacemos uso extensivo de la razón instrumental para formular proposiciones normativas que
implican valores y prefiguran un deber
ser, bajo el supuesto de que esta racionalidad es suficiente . Pero, es bien
sabido que la racionalidad nos puede
conducir a respuestas acerca de cómo
lograr algo, a la selección de los medios eficaces y a los mejores procedimientos, pero no dice mucho sobre los
fines y los deseos.
La razón no dice hacia dónde dirigirnos, aunque nos ilustra sobre los
procedimientos para llegar. Estos temas nos atañen, están vinculados con
la guerra y a la paz, con la tolerancia y
la intolerancia, con el desprecio por la
vida y el culto a lo vanal . Estos asuntos
incumben a los ingenieros, o al menos
a ciudadanos que han escogido una
rama de la ingeniería como oficio, a
quienes se les ha coartado la libertad
de pensar en el sentido
.kVaenmotsidc a) Existe en nuestra
:
cultura una dicotomía clasificadora de
las gentes : los NOSOTROS y los ENEMIGOS DE NOSOTROS . Europa es
especialista en esta segregación . En
ambos grupos se colocan etiquetas
sutiles que dependen del interés y de
la circunstancia . De acuerdo con esa
clasificación se formulan metas para la
nación que son sólo las de los NOSOTROS.
En el primer saco caben los ciudadanos obedientes, que no hacen paros
ni muestran sus nalgas en público, que
acosan damas en privado, que no se
casan antes del reinado ni protestan
más allá de lo que un inspector considera decente, que no ven discriminaciones por ningún lugar, pagan sus impuestos y los sindicatos a los que pertenecen son de los buenos, que viven
el desempleo como una oportunidad
y la violencia oficial como una bendición higienizadora, están convencidos
de que todos los problemas pueden ser
resueltos por la vía cordial de un diálogo con el Estado, aceptando la norma y la voluntad del poderoso.
En el otro saco están los demás . El
caso b) : ¿Qué pueden decirme, si,
como colombiano, después de estudiar
el asunto, con rigor de ingeniero, he
llegado a la conclusión de que San Andrés y Providencia pertenecen a Nicaragua? ¿Qué me dicen si la racionalidad de geómetra me convence de la
necesidad de suspender las reclamaciones sobre Los Monjes que son, en justicia, venezolanos?
Hay en estas caricaturas un conflicto de valores, una idea operante acerca de lo bueno y de lo malo, en la que
lo relativo a NOSOTROS es bueno y
lo demás sospechoso . No hay una lógica que dé cuenta de raciocinios de
esta naturaleza . Es un campo vedado
para la razón instrumental, sólo caben
las creencias, los
valores, las emociones, que no deseamos conocer.
Debido a que estos asuntos no le
incumben a la ingeniería pueden
dejarse de lado en
la formación académica, que cada
Impresora * Editora * Diseño
uno los asuma
como individuo.
Sellos de goma * Afiches
Allá cada quien se
Memorias * Libros * Revistas
instruya en cultura general o huBrochure * Volantes * Facturas
manidades, que
decida y piense lo
Habladores . . .y mucho más
que le parezca.
Levantado de textos * Arte Creativo.
En una ideología de liberalismo
Calle 29 entre Ave . Méjico y Justo Arosemena
radical puede caber esta idea,
pero, no somos
partículas autosuficientes . Los valores, las posibilidades de una u otra
PUBLIPASA apoya
decisión, los juicios y el sentido
de nuestros actos, dependen de los de- cionales pasó sin dejar mayores logros.
más . No es ésta una filosofía de la cien- Pero es posible ensayar en pequeño,
cia ni de la técnica que aceptaríamos explorar opciones en espacios reducicomo campo legítimo para la reflexión dos con gran autonomía, sobre la base
del ingeniero . Es política, sociología, an- de dos tesis : primero, se trata de jóvetropología de los nuevos tiempos, psi- nes soñadores, ansiosos de respuestas
cología, estética ; es la vida cotidiana sin existenciales, de hallarse a sí mismos;
etiquetas ni diplomas, la de nosotros segundo, son ingenieros calificados.
No se trata de identificar los servique, por alguna circunstancia, somos
cios que a la ingeniería le prestan las
ingenieros.
Sobre las posibilidades de actuar con humanidades sino cómo la ingeniería
originalidad en este campo, pocas son
se sumerge en las Humanidades, lanlas opciones . Las propuestas se redu- zando la pregunta al contrario y a otro
cen a una nueva lista de cursos, dise- contexto.
ñada con rigor, que plasma los ideales
de la institución, pero que, al momento de ejecutar, cae en lo tradicional . Se
supone que es posible aprender sus
contenidos como una regla de tres . Si
la docencia universitaria ha dado muestras de agotamiento y caducidad en una
ciencia y una técnica que avanzan más
Tomado de la revista Energía y Computación, Volumen IV, N° 2 . Segundo Semestre
allá de lo imaginable, en las humanidade 1995, Edición N° 10, Departamento de
des ni se diga . ¿Qué hacer y cómo? El
Electricidad, Universidad del Valle, Cali,
momento de las revoluciones instituColombia.
PUBLICACIONES LIBRES DE PANAMA, S .A.
Confíe
su impresión
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Tobías Díaz Blaitry
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ..
La amada perdida
Programa
¡Oh, cuánto quiero ahora tu pálida sonrisa,
tu delgadez de cierva que odiaba inútilmente,
tus gestos y canciones tan llenos de tristeza,
tus locas ansiedades girando hacia la muerte!
Cantar al amor y a la vida.
En esta tierra multiplicarse.
Sembrar en el alma un ritmo alegre.
Soñar canciones en los laberintos del sueño.
¡Oh, cuán lejana estás ahora que te quiero! . ..
Lejana como estrella que brilla levemente
en el oscuro fondo de las cosas perdidas,
perdidas para siempre . . .
Vivir como si todo tuviese sentido.
Decapitar esfinges.
Vivir como si todo fuesen flores
y cristales de fuego.
(La luna en la mano, 1947.)
XIII
Este animal que se encastilla
en el boscaje donde mora un brujo
se me parece un poco a la corriente
helada del espejo, en su reflujo.
Vivir intensamente
y escuchar el eco
de nuestros pasos nocturnos.
Ocultar el veneno.
Las ojeras esconder.
Lanzar los brazos fuertes contra el agua.
Empujar la vida más allá de sí misma
hasta el límite mismo.
Yo lo he visto, remero de la nada,
comerse toda la alegría
y toda la azucena en una pura,
verdosa letanía . ..
(Poemas del camino, 1947 .)
Llenar las cámaras de obras e instintos.
Dar la mano al caído,
abandonado
de Dios en la interperie
del invierno triste.
XVII
Y te llamo animal porque tus ojos
son ojos de animal, con ese tinte
que tienen los plomizos aguaceros . ..
Jugar en la ribera
de la madurez sensible.
No desear más que la vida
y soñar a veces que somos eternos .
Tú esperas que la sombra me desnuque,
para, con pasos sigilosos,
robarte esta locura
por mi sangre ardorosa cultivada.
(Imágenes del tiempo, 1968.)
Pasó octubre
¡Has de regarla con la sangre tuya . . .!
¡Has de cubrir sus rnaceradas carnes
con ese melancólico sonido
que se oye en mi alma cuando está en silencio!
Pasó octubre, un mes como cualquiera.
Las olas siguen fabricando turquesas,
esmeraldas,
grises indescriptibles.
REVISTA PANAMEÑA DE CULTURA
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Las nubes continúan su camino
hacia el mar abierto.
Abren la vieja ruta de las aves marinas.
Las gaviotas gritan,
enajenadas,
sobre los mástiles bamboleantes.
Entre tumbo y tumbo
pasa el ardor de las horas
y el viento vuelve por sus antiguos trofeos:
hojas, polvo, gotas de agua, microscópicos seres
que continuarán girando,
locos,
debajo de las estrellas parpadeantes.
Llegó noviembre.
Mi corazón se deleita en el olvido
pero de pronto salta,
quizá pensando en diciembre y la quietud definitiva
que nos aguarda un próximo mes cualquiera
cuando el viento torne por sus antiguos trofeos
que continuarán girando,
locos,
debajo de las estrellas parpadeantes.
huéspedes silenciosos y perennes
de la vida .
(Poemas para el polvo y para el viento, 1975.)
(Catálogo de sombras, 1977.)
Sola está la noche
Frente al mar
Frente al mar
van saliendo los pájaros
en cada aurora,
en cada estación del alma,
en cada tarde de plomo lento . ..
Primero salen los pájaros azules,
son los pájaros tempranos, los que vuelan con ilusión.
Temprano
estallan sus pechos
mojados.
Luego desfilan los pájaros violetas,
los que dialogan con las nubes
y picotean los ojos de los sábalos.
Pero nunca saben hacia donde van . Son pájaros fugaces.
No soportan el combate con la espuma de las olas.
Y entonces llegan ciertos pájaros grises . Son nocturnos.
Vuelan con alas como dudas.
Son los pájaros enigmas,
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REVISTA PANAMEÑA DE CULTURA
Sola está la noche.
Desde lejos se siente un murmullo de olas
que se acunan lentamente.
Un pájaro escondido tiembla de frío en una rama
[cualquiera.
Y, tú, ¿no recoges sedienta
esta pequeña luz nocturna;
no sientes, tal vez,
que la palabra soledad se pronuncia despacio?
Tú ignoras acaso
hacia dónde se dirige el viento,
hacia dónde se encaminan nuestros pasos,
por qué hace frío en la rama temblorosa,
o qué significa sentirse solo
cuando suena la ocarina en medio de la noche
y no hay eco que devuelva
las vibraciones del corazón .
(La ventana alucinada, 1984 .)
Poemas tomados de: Tobías Díaz Blaitry, Poesía selecta (1943-1989) . Acade-
mia Panameña de la Lengua, Panamá, 1996.
Literatura
contemporánea
de Nicaragua
Ricardo Llopesa
1
ESPLENDOR Y GRANDEZA
DE LA POESÍA
icaragua, con algo más de cuatro millones de habitantes, es
tierra de volcanes y poetas . A
la llegada de los primeros españoles
existía una poesía indígena, que más tarde cultivaron criollos y mestizos . El primer libro de autor criollo, Relación verdadera de la reducción de los indios
infieles de la provincia de la Taguzgalpa . . ., del franciscano Fernando Espino,
apareció en 1674, y el primero de literatura de autor nicaragüense, Poesías,
en 1828, de Francisco Quiñones Sunsín
(1782-1860) . En 1876 se formó el primer
grupo literario, La montaña, en Granada . Dos años después se publicó la primera antología, Lira nicaragüense . Por
esos años nacía Rubén Darío, en 1867,
y los eclipsaría a todos porque él solo
hizo temblar los cimientos de la lengua
al renovar los ritmos de la poesía, que
es algo así como revolucionar el sistema musical del lenguaje poético.
Desde entonces, la poesía es el género literario por excelencia, y ha
opacado el interés por los demás . Se
puede, por tanto, decir que con Darío
nace la poesía nicaragüense . Un origen
que no puede ser mejor, porque quien
lo representa terminó por convertirse
en uno de los pocos genios innovadores
de la lengua, y su poesía alcanza una
importancia de significación universal.
A la muerte de Darío, guiados los
poetas por la audacia de su antecesor,
en lugar de continuar la tradición modernista optaron por la ruptura . Una
N
ruptura que no se dio plenamente en
Azaría H . Pallais (1884-1954) ni en Alfonso Cortés (1893-1969), a pesar de su
valor indiscutible . El primero, sacerdote, defensor de los pobres, es muy conocido por su libro Caminos (1921),
entre otros. En cambio, Cortés, que se
volvió loco en su juventud en la misma
casa donde vivió Darío, en León, alcanzó popularidad con un poema metafísico, «Ventana», y su producción fue reunida en Poesías (1931), Tardes de oro
(1934) y Poemas eleusianos (1935).
LA VOZ NUEVA
DE SALOMÓN DE LA SELVA
Sin embargo, la figura de Salomón de
la Selva (1893-1959) surge con ímpetu
reformista, a raíz de vivir en Nueva
York, y luego en Inglaterra, donde participa en la primera guerra mundial al
servicio británico. Fruto de esa experiencia son sus libros en inglés Tropical
town and other poems (1918) y Soldiers
sing (1919) . Una vez traducido éste último, El soldado desconocido (1922),
resultó una novedad el coloquialismo,
propio del realismo británico.
LA VANGUARDIA:
JOSÉ CORONEL URTECHO Y PABLO
ANTONIO CUADRA
La influencia renovadora más importante—como el caso de Salomón de
la Selva— llegaría a través de la estética extranjera . Primero, regresa de Francia Luis Alberto Cabrales (1901-1974)
y publica el poema vanguardista «El
sueño de la locomotora», (1926) ; des-
pués lo hace José Coronel Urtecho
(1906-1994) de los Estados Unidos y publica la «Oda a Rubén Darío» (1927) que
trae la esencia de la modernidad . Más
tarde, este poema queda como punto
de partida del cambio que ha de producirse . El cambio llega de la mano de
Pablo Antonio Cuadra (1912), la figura
indiscutible que elabora el nuevo lenguaje que marca la línea a seguir; porque toma lo esencial en su encuentro
hacia la identidad de lo nacional, donde participa el léxico y la temática . Su
primer libro Poemas nicaragüenses
(1934) resume el programa de la Vanguardia que años antes, en 1931, había
fundado un grupo de amigos al lanzar
el manifiesto la «Anti-Academia de la
Lengua», entre los que estaban Coronel Urtecho como principal cabecilla,
autor de un único libro, Pol-la D'Ananta Katanta Paranta (1970) ; Cabrales; Joaquín Pasos (1914-1947), «poeta
y escolar», sorprendente en su dramático poema «Canto de guerra de las
cosas» que figura en su obra póstuma
Poemas de un joven ( 1962) que le aseguró una admiración internacional;
Pablo Antonio Cuadra, «poeta y estudiante», y Manolo Cuadra (1907-1957),
«poeta y agricultor», que alcanzó popularidad con los poemas «Perfil» y
«La palabra que no te dije», reunidos
en Tres amores (1955).
Pablo Antonio Cuadra ha desarrollado una actividad intensa como poeta y narrador; ensayista y dramaturgo,
director de publicaciones, director de
la Academia Nicaragüense de la Lengua y Rector de la Universidad Católica de Centroamérica. Su poesía nos inREVISTA PANAMEÑA DE CULTURA
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Rubén Darío
Alfonso Cortés
Salomón de la Selva
troduce en el lenguaje moderno del siglo XX, y todo él en poesía es el siglo.
Su gran logro, que era el deseo de los
vanguardistas, lo cuenta él mismo:
«Nosotros no queríamos, ni
"regionalismo", ni "dialectismo" . . . ya
Rubén —y sobre todo Lugones— habían abierto en castellano la puerta de
la poesía al lenguaje coloquial. Nosotros iniciamos algo más : la "oralización" de la poesía : devolverle "el habla", desatar la invención de palabras».
Sus libros de poemas tocan una temática concreta : el conflicto interior en
Canto temporal (1943), la religiosidad
en Libro de horas (1964), la miseria
humana en Poemas con un crepúsculo a cuestas (1949), la mitología nahuatl
prehispana en El jaguar y la luna
(1959), la vida del marinero en Cantos
de Cifar y del Mar Dulce (1969), el espejo del rostro humano en Esos rostros
que asoman en la multitud (1976), la
cólera contra las dictaduras en Siete árboles contra el atardecer (1982), y la
interpretación de los meses del año en
La ronda del año. Poemas para un calendario (1988) . Pero en todos ellos está
vivo el amor a su pueblo —por encima
de cualquier ideología—, lo que ha venido configurando su extraordinaria
personalidad humana y solidaria con
los más sufridos . Cuadra es el poeta
que resume en versos el espíritu de angustia y esperanza que late en su pueblo. Pasado este momento sorprendente aparecen otros poetas como Francisco Pérez Estrada (1917-1982), poeta de
temas indígenas en Chiznate (1960);
Enrique Fernández Morales (19181992), religioso en Canto al corazón de
Cristo (1948) y pagano en La música
extremada (1955), y Julio Ycaza Tijerino
(1919), terrestre y espacial en Poemas
del campo y de la muerte (1959) y esencial en La libertad y el amor (1963).
dor de este género nuevo que luego tendría muchos seguidores . Merecen citarse La carne contigua (1948) que cuenta
el incesto de Thamar y Amnón ; la limpia perfección de los versos de La impureza (1950), y sus Contemplaciones
europeas (1957) —que para Rafael Gutiérrez Girardot, compendian su erudición y la visión de su poesía—. Su último libro, Poemas dialectales (1980) es
una magnífica incursión en el lenguaje.
Carlos Martínez Rivas (1924) es el
poeta del ritmo moderno que hace danzar las ideas, mediante giros y rupturas . Su primer libro El paraíso recobrado (1948) fue una revelación, pero la
publicación de La insurrección solitaria (1953) le situó en una primerísima
línea de la literatura contemporánea,
que le valió el reconocimiento internacional. Desde entonces no ha dado a la
luz ningún libro completo, a excepción
de unos poemas publicados en 1989,
que siguen la misma línea experimental, titulado Allegro Trato.
Ernesto Cardenal (1923) es el poeta
del versículo y la oralidad, es quien lleva la poesía a la expresión más sencilla, incorporando la mirada objetiva,
que es lo que él llama «exteriorismo»,
contra el subjetivismo de la poesía lírica . Esta manera de ver la poesía ha tenido muchos seguidores, y le ha vali-
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REVISTA PANAMEÑA DE CULTURA
MEJÍA SÁNCHEZ, MARTÍNEZ RIVAS
Y CARDENAL
Tres grandes poetas pertenecientes
a una misma generación surgen en la
década del cuarenta, por esa razón se
denomina «Generación del 40», pero
bien podría llamarse generación del lenguaje, porque con ellos la poesía alcanza un alto grado de experimentación,
partiendo de la poesía de Cuadra, para
llegar a la individualidad.
Ernesto Mejía Sánchez (1923-1985) es
el poeta de la palabra precisa . Se inició
con Ensalmos y conjuros (1947), pero
poco después empezó a cultivar una especie de poema en prosa, entre la poesía y el relato, que Pablo Antonio Cuadra definió como «prosema» . Fue inicia-
José Coronel Urtecho
Pablo Antonio Cuadra
Ernesto Cardenal
do el reconocimiento internacional, sobre todo por la temática de su poesía
en lucha contra la dictadura de su país
que duró cuatro décadas . Llamó también la atención su postura de sacerdote comunista, que llevó a la práctica
fundando la Comunidad de Solentiname, en un archipiélago del Gran Lago.
Su obra es extensa . Se inició con La
ciudad deshabitada (1946), son conocidos sus poemas políticos de Hora 0
(1960), los religiosos que evocan a Dios
en Los salmos (1964), la protesta contra el consumismo norteamericano en
Oración por Marylin Monroe y otros
poemas (1965), la recreación de la historia en El estrecho dudoso (1966), la
reflexión cristiana ante la tragedia en
Coplas a la muerte de Merton (1970),
el conflicto social en el Canto nacional
(1972) que inicia una poesía de dispersión, al introducir elementos extrapoéticos, que continúa en el tema del terremoto de 1972, en Oráculo sobre Managua (1973), y avanza en su apocalíptico
y disperso Canto cósmico (1989).
ellos como grupo . Guillermo Rothschuh Tablada (1926) es el poeta de la
tierra y la naturaleza en Poemas
chontaleños (1960), Cita con un árbol
(1965) y Veinte elegías al cedro (1973),
entre otros . Fernando Silva (1927) sigue
la línea de lo popular y nacional, con
lenguaje oral, en Barro en la sangre
(1952), Agua arriba (1968) . Ernesto
Gutiérrez (1929-1988) es el poeta frío de
lenguaje sobrio en Yo conocía algo hace
tiempo (1953), Años bajo el sol (1963)
y Terrestre y celeste (1971), más tarde
escribió Poemas políticos (1971) y
asuntos griegos en Temas de la Hélade
(1973) . Mario Cajina-Vega (1929-1993)
es el poeta iluminado por lo nacional
bajo la mirada objetiva en Tribu (1962),
su único libro . Finalmente, Eduardo
Zepeda-Henríquez (1930) es poeta de
ritmo, con obra vasta y continua, que
inicia en El principio del canto (1951),
Mástiles (1952), Poema campal del
prójimo (1956), Como llanuras (1958),
A mano alzada (1964), En el nombre
del mundo (1980), Horizonte que nunca cicatriza ( 1988) y su último libro de
madurez Al aire de la vida y otras señales de tránsito (1992) .
DÉCADA DEL 60
GENERACIÓN DEL 50
Esta mal llamada generación del 50
supone el último aliento de esperanza
y el descenso de la calidad poética, quizás porque no existió relación entre
Esta década está marcada por el triunfo de la Revolución cubana (1960), y
los grupos nicaragüenses unos toman
partido por la vía política, otros no . Son
años convulsivos, de reajuste ideológico y estético, pero de abundancia poética.
El grupo Ventana, de tendencia marxista, surge en el seno mismo de la
Universidad Nacional de León, en
1960, y lo encabezan Fernando Gordillo
(1940-1967), que no publicó libro por
dedicarse al movimiento estudiantil, y
Sergio Ramírez (1942), que destacó en
la narrativa . Sin alinearse surge un grupo de poetas independientes en la misma Universidad, entre los que están
Octavio Robleto (1935) con una poesía
aguda y personal a través de varios libros, donde destaca Noches de Oluma
(1972) . Horacio Peña (1936), sorprendió
con su libro Ars moriendi y otros poemas (1967), donde late la filosofía de la
vida, como en La soledad y el desierto
(1970) . Francisco Valle (1942), autor de
libros que inician la experimentación
surrealista en Casi al amanecer (1964),
hasta el último Mañana sin paraíso
(1996), aunque prefiere el prosema, género nuevo del que es su mejor representante . Luis Rocha (1942) publicó un
REVISTA PANAMEÑA DE CULTURA
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libro de compromiso social en Treinta
veces treinta (1963), hasta llegar a la
pureza de Domus áurea (1968) . Julio
Cabrales (1944) autor de Omnibus
(1975) . Beltrán Morales (1945-1986), el
más brillante de todos por su capacidad de síntesis e ironía que se refleja
en Algún sol (1969), Agua regia (1972)
y Juicio final/andante (1976), y finalmente, Fanor Téllez (1945), autor de La
vida hurtada (1974), Los bienes del
peregrino (1975) y El sitial de la vigilia (1976). Otros brotes literarios surgen
por todo el país, como la Generación traicionada de Managua, el grupo más importante, se rebeló contra la mala poesía, encabezado por Roberto Cuadra
(1940) y Edwin Yllescas (1941), autor
de Lecturas y otros poemas (1968) ; Iván
Uriarte (1942) claro exponente de la
poesía visual en sus dos únicos libros:
7 poemas atlánticos (1968) y Este que
habla (1969). El grupo U de Boaco, con
preocupaciones sociales, encabezado
por Flavio Tijerino y Armando Incer
(1930), se postula contra la mala poesía. Los Bandoleros de Granada, más tradicionalistas, lo integran Francisco de
Asís Fernández (1945), autor de A principio de cuentas (1968), La sangre
constante (1974), En el cambio de estaciones (1978) y Pasión de la memoria (1986) ; Jorge Eduardo Arellano
(1946), reconocido investigador de alcance internacional es el más prolífico
de todos por haber incursionado con
igual éxito en varios géneros, como
poeta es autor de La estrella perdida
(1969), Patria y liberación (1977), De
la dispersión y el olvido (1978), La entrega de los dones (1978), Canto a Nicaragua libre (1981), Visiones y devociones (1986), Darío en la gran
cosmópolis, La pluma del águila y Re.e Inventario contra la
tornos (1987)
muerte (1996), y Raúl Xavier García
(1931), autor de Poemas (1977) y No
podemos detenernos (1987) . En la costa Atlántica surge el poeta Alí Alah
(1953-1979), exponente de la poesía
negra en 5 poemas costeños (1977).
Otros movimientos menores que surgen arrastrados por esta ola de cambios
culturales son : Grupo M de Managua,
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REVISTA PANAMEÑA DE CULTURA
integrado por Félix Navarrete, Luis
Vega, Ciro Molina y Jacobo Marcos, y
el grupo Presencia de Diriamba, en torno a José Esteban González, Alvaro Gutiérrez y Leonel Calderón.
DÉCADA DEL
70
Se confirman voces nuevas como la
de Jorge Eliécer Rothschuh (1950), autor de Influencias y confluencias
(1970) y Aproximaciones a Guillermo
Cenicero (1993), también ha conseguido afirmar su escritura del prosema en
dos libros ; Erick Blandón (1951) con su
poesía íntima de Aladrarivo (1975),
Juegos prohibidos (1982) y Misterios
gozosos (1994) ; Julio Valle-Castillo
(1953), destacado crítico y dariano, es
autor de Las primeras notas del laúd
(1977), Formas migratorias (1979),
Materia jubilosa (1986), Ronda tribal
para el nacimiento de Sandino (1981);
Jorge Eduardo Argüello (1940), autor
de Marbeck (1977) —«el único libro de
poesía fantacientífica de la literatura nicaragüense», según Jorge Eduardo Arellano— y Poemas de 1983-1985 (1986).
Poemas del éxodo (1992); Manuel Martínez (1956), también narrador, es autor de Tiempos, lugares y sueños (1987)
y Engranajes del tiempo (1996) ; Ariel
Montoya (1964), también editor, se inició con Silueta en fuga (1989) . Algunos no han publicado libro, como
Alvaro Rivas (1952), autor de Guardando la palabra, y Silvio Páez (1962).
DÉCADA DEL
90
Poco a poco el lenguaje ha caminado hacia cauces normales de la expresión y en esta década no se observan
grandes sobresaltos . Algunos poetas
que publican sus primeros libros son:
Erwin Silva : Exedra (1990) ; Juan Carlos Vílchez (1952) : Viaje y círculo
(1992); Ricardo Llopesa (1948) : Vida
breve (1994), Paraíso terrenal (1995),
Hospital provincial (1996) y Homenajes (1996) y Eric Aguirre : Pasado meridiano (1995).
LA POESÍA FEMENINA
No se trata de poesía feminista sino
de poesía escrita por mujeres, porque
DÉCADA DEL 80
su participación es muy reducida y empieza a ser significativa a partir de la
Durante la década del sandinismo década de los sesenta, cuando aparesurgen los Talleres de Poesía que pre- cen obras fundamentales para la litetenden establecer un modelo de poe- ratura nicaragüense.
Las primeras en destacar son María
sía uniforme, caracterizado por el
exteriorismo que propugnaba Carde- Teresa Sánchez (1918-1994), editora,
nal, que terminó por frenar el impulso ensayista y antóloga, autora de Somcreador. El mejor poeta de esta expe- bras (1939), su primer libro, y Poemas
riencia es Carlos Calero, que no ha pu- agradeciendo a Dios (1964), el último,
blicado libro . Los poetas que publican y Mariana Sansón (1918), también pinsus primeros libros en esta década son: tora, se inició con Poemas (1959) y el
Juan Chow (1956), Los falsos (1981) y último se titula Zoo fantástico (1994).
La relevancia poética surge con un
Oficio del caos (1986) ; Pablo CentenoGómez (1945), autor de un solo libro coro de voces de muy diversas tendenTrascender los límites (1983) ; Alvaro cias y matices, pero cargadas de seducUrtecho (1951), uno de los más prome- tora originalidad . Empiezan a publicar
tedores, ha publicado Cantata estupe- en la década del 60-70, la más conflictifacta (1986), Esplendor de Caín (1994) va para la política por la insurgencia
y Cuaderno de provincia (1995) ; Pedro popular. Destacan Ligia Guillén (1939)
Xavier Solís (1963), director de La Pren- con su primer libro, He dado a luz mi
muerte (1975); Michel Najlis (1945), la
sa Literaria, posee una extraordinaria
capacidad creadora, ha sido traducido primera en destacar por su militancia
a otras lenguas, y confirmó su talento política y el compromiso de su primer
con Oyanca el nuevo camino (1986) y libro El viento armado (1969) qué le dio
Gioconda Belli
popularidad; Ana Ilce (1945), autora de
un único libro sobrio y preciso, Las ceremonias del silencio (1975); Vidaluz
Meneses (1945) se dio a conocer con
Llama guardada (1975) y El aire que
me llama (1982) ; Gioconda Belli (1948),
destacada novelista, es la voz femenina de dimensión internacional por su
poesía de militancia en Línea de fuego
(1978), Premio Casa de las Américas, o
la temática femenina e intimista en La
costilla de Eva (1987) y El ojo de la
mujer (1991) . Daisy Zamora (1950) ha
reunido su obra en La violenta espuma. Poemas : 1968-1978 (1991) y A cada
quien la vida (1989-1993) (1994) ; Rosario Murillo (1951) es autora de libros
cargados de intimismo y comprometidos con la causa social en Gualtayán
(1975), Sube a renacer conmigo (1977),
En las espléndidas ciudades (1982) y
Las esperanzas misteriosas ( 1990);
Yolanda Blanco (1954), también de obra
amplia, autora de libros donde está
presente el lirismo y lo social en Así
cuando la lluvia (1974), Cerámica sol
(1977), Penqueo en Nicaragua (1981),
Aposentos (1984) y El hilo de la luna
(1992) ; Blanca Castellón, autora de
Ama el espíritu (1995); Carola Branto-
me (1964) ha publicado Más serio que
un semáforo (1995), y Ninfa Farach
(1958) .
MISERIA
Y
2
FULGOR DE LA NOVELA
Nicaragua tierra de poetas no lo es
de grandes novelistas, en comparación
a Guatemala, donde se cultiva el género narrativo desde la época colonial . En
Nicaragua el primer intento frustrado
de novela lo hizo Rubén Darío, primero en Emelina (1886), y luego en El
hombre de oro (1897) y Oro de Mallorca (1913) . Sin embargo, como dice Jorge Eduardo Arellano : «Autores de "novelas" abundan desde los finales del siglo XIX hasta el presente».
El primer intento de escribir una
novela se produce en Amor y constancia (1878) de José Dolores Gámez (18511918), pero hay que esperar la entrada
del siglo para que se den los primeros
frutos aceptables . Los viejos temas históricos o sentimentales sólo desplazados por un realismo más próximo a la
veracidad, como ocurre en Sangre en
el trópico (1930) de Hernán Robleto
(1892-1968), donde se describe la intervención norteamericana, con la cual
Robleto obtuvo una resonancia a nivel
continental . El silencio (1935) de Juan
Felipe Toruño (1898-1980) tuvo el reconocimiento internacional por su calidad
literaria todavía costumbrista . En Sangre santa (1940) de Adolfo Calero
Orozco (1899-1980) el tema es la guerra
civil nicaragüense, y puede decirse que
esta novela supera en calidad literaria a
la anterior. En 1944 aparece Cosmapa
de José Román (1906-1993), basada en
el tema de la explotación bananera de
los años cuarenta, que produjo novelas
similares, como el caso de Mamita Yunai (1941) del costarricense Carlos Luis
Fallas . Es una novela ambiciosa, pero su
esquema es tradicional . Un nuevo intento realiza José Román en Los conquistadores (1967), novela más ambiciosa
que la anterior, sobre un acontecimiento histórico que se excedía en páginas
para convertirse en novelón.
El comandante (1969) de Fernando
Silva (1927) reconstruye un mundo selvático todavía costumbrista . Con la novela Trágame tierra (1969) de Lizandro
Chávez Alfaro (1923), finalista en el
Premio Biblioteca Breve de Barcelona,
en 1963, Nicaragua se incorpora a la
nueva narrativa hispanoamericana . El
argumento plantea el antagonismo generacional, dando una imagen de la
realidad nicaragüense . Un año después, en 1970, Sergio Ramírez (1942)
publica Tiempo de fulgor, basada en
la vida del siglo XIX, ofrecida de modo
fragmentado, logrando un excelente
aporte a la nueva narrativa . También
es importante la contribución de Rosario Aguilar (1938) con Aquel mar sin
fondo ni playa (1970) que crea juegos
de desdoblamiento narrativo . El periodista y político Pedro Joaquín Chamorro (1924-1978), asesinado por la dictadura somicista, publica las novelas
Juan Marchena (1975) y Ritcher 7
(1976), donde relata la vida de antes y
después de los terremotos que han destruido Managua . El poeta Jorge Eduardo Arellano es autor de la novela histórica Timbucos y calandracas (1982),
una de las mejores del género.
REVISTA PANAMEÑA DE CULTURA
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Chávez ha publicado luego Balsa de
serpientes (1976), y Ramírez, más prolífico en sus novelas urbanas, ¿Te dio
miedo la sangre? (1977) de tema político, y Castigo divino (1988), donde
asume una visión menos solemne de
la realidad . La aparición de la destacada poeta Gioconda Belli con dos novelas que pronto obtuvieron reconocimiento internacional : La mujer habitada (1988) y Sofía de presagios (1990).
Otro novelista, Carlos Alemán Ocampo
(1941) es autor de Vida y amores de
Alonso Palomino (1994), que sigue el
proceso de renovación de la novela,
manejando un lenguaje digno y un
buen tono narrativo . Finalmente, El
candidato ( 1996) segunda novela de
Roger Mendieta Alfaro (1930) incorpora el humor y la ironía a tanta tragedia
novelística .
3
LOGROS DEL CUENTO
Más que la novela el cuento ha sido,
después de la poesía, el género preferido por los escritores, hasta el punto de
que la mayoría de los poetas han
incursionado en él . El primer caso es el
de Rubén Darío . Sus magníficos cuentos de Azul . . . (1888) revolucionaron y
renovaron la prosa en lengua castellana . Después de él cayó en el reducto
del costumbrismo, y había que esperar,
como en el caso de la novela, para que
surgieran los narradores que dieran al
cuento dimensión internacional.
Uno de los primeros es el novelista
peros Hernán Robleto con Cuentos de
(1943) ; otro novelista, Adolfo Calero
Orozco, con Cuentos pinoleros (1944)
y Cuentos nicaragüenses (1957) de carácter popular; De dos tierras (1947) de
Juan Felipe Toruño (1896-1980), y El
hombre feliz y otros cuentos de la poeta María Teresa Sánchez . Son dignos de
mención los libros Horizonte quebrado (1959) de Mariano Fiallos Gil (19071964); La tierra no tiene dueño (1960)
y La cerca y otros cuentos (1962) de Fernando Centeno Zapata (1921).
Pero, el cuento moderno nace nue50
REVISTA PANAMEÑA DE CULTURA
vamente de la mano de Lizandro
Chávez Alfaro con Los monos de San
Telmo (1963), autor también de Trece
veces nunca (1977), por su técnica y temática ; el tema nacional y lenguaje
popular en De tierra y agua (1965) de
Fernando Silva ; son importantes las
Narraciones (1969) de barrios marginales de Managua, la ficción en El
convivio (1972) y la marginalidad de
Se alquilan cuartos (1975) de Juan
Aburto (1918-1988) ; Mario Cajina-Vega,
poeta, trascendió con Familia de cuentos (1969), relatos provincianos, donde
el lenguaje es fundamental, publicado
en Buenos Aires ; las estampas urbanas
de Jorge Eduardo Arellano en Histoñas nicaragüenses (1974) ; Sergio Ramírez, uno de los más cualificados y reconocido internacionalmente, se inició
con Cuentos (1963), le siguieron Nuevos cuentos (19fi9), De tropeles y tropelías (1972), donde ya alcanza la brillantez y novedad, y Charles Atlas
también muere (1976) ; Mario Santos
(1948) es autor de Los madrugadores
(1975) ; Alejandro Bravo (1953) creador
de ironías en El mambo es universal
(1982) y Reina de corazones (1983);
Mercedes Gordillo (1940) brillante en
El cometa del fin del mundo y otros
cuentos (1993), que le valió el Premio
Nacional Rubén Darío, y Luna que se
quiebra . . . (1995), su último libro . Estos son sólo algunos, sin contar muchos
poetas y escritores que no han publicado libro . Lo que demuestra la vigencia
y el cultivo del cuento.
4
TRIUNFO DEL PROSEMA
El prosema es un género híbrido entre la poesía y el relato, diferente a la
técnica del poema en prosa, con características propias, como el ritmo del lenguaje, la capacidad descriptiva que
atenta contra la sensibilidad de los sentidos, dispuesto a introducir alteraciones semánticas, sintácticas o lingüísticas, donde la palabra —que admite
neologismos, barbarismos y
regionalismos— es la gran protagonista que construye el tejido del discurso,
desde la oscuridad o desde la transparencia, con el fin de provocar en el lector una sorpresa o sensación insospechada.
Su origen está en las descripciones
francesas de finales del siglo XIX . En la
descripción de los hermanos Concourt,
pero sobre todo en La maison d'un
artiste (1881) de Edmond, que marca
el inicio . Se trata de la descripción detallada de objetos de arte . Muy pronto
este modelo pasa a la literatura, pero
omite la trama y los personajes, a fin
de revelar únicamente la atmósfera . A
esta nueva manera de contar escuetamente se le llamó «cuadro», y cuando
Rubén Darío publica Azul . . . (1888)
aparece su cuento «En Chile» dividido
en doce «cuadros», como él llama.
Con el paso del tiempo este discurso breve fue ganando sitio a la frialdad
del relato, y surgen los primeros
«prosemas» de Ernesto Mejía Sánchez
(1923-1985) —tal como los definió acertadamente el poeta Pablo Antonio Cuadra— . Este proceso de transformación
lo inicia Mejía Sánchez en Poemas familiares (1955-73), Disposición de viaje (1956-72), Poemas temporales (195273), Historia natural (1968-75), Estelas/
Homenajes (1947-79) y Poemas
dialectales (1977-80), con que concluye su obra . En todos estos libros el
prosema predomina, a veces, sobre la
poesía. Su influencia en Nicaragua se
deja sentir, a pesar de vivir exiliado en
México, y sus prosemas se publican en
La Prensa Literaria, que dirigió el poeta
Cuadra.
En medio de esta proliferación
prosemática surge la figura del poeta
Francisco Valle (1942), que es quien con
más rigor y constancia ha elaborado
toda una obra en torno a este género,
que en él tiene la característica de fragmentar el discurso, producir giros que
alteran el valor semántico, y describir
con exactitud sinestesias o juegos de
contrarios . Sus libros, como los de Mejía Sánchez, se han enriquecido desde
la publicación de Laberinto de espadas (1974), seguido de La puerta secreta (1979), Luna entre ramas (1980),
Sonata para la soledad, Estrofas de cor-
tesía al marfil —Ocho textos eróticos—,
Las aventuras de la verdad y Lluvias
para cubrir el sueño, reunidos
recientemente en un solo volumen, titulado
Laberinto de espadas. Prosemas 19621992 (1996).
Otro nombre a tener en cuenta es el
de Jorge Eliécer Rothschuh (1950), poeta, autor de Otras después de Eva (1991)
y Hospedaje de la pirámide (1992).
5
POBREZA DEL TEATRO
Entre los géneros literarios el teatro
ha sido el gran marginado, porque el
escritor y los editores se arriesgan al publicar un libro que no encuentra lectores ni teatros dispuestos a poner las
obras en escenas. A pesar de que Nicaragua fue el último país centroamericano en construir, en la década del 70,
el grandioso Teatro Rubén Darío de
Managua.
Durante la colonia surgió una obra
teatral, con música y danza, El Güegüense, personaje que encarnaba al
pueblo y satirizaba al español poniéndolo en ridículo.
La primera obra de autor nicaragüense es El sitio de la Rochela, basada en un episodio de la Revolución
Francesa, del ya citado Francisco
Quiñones Sunsín hacia mediados del
siglo XIX . Décadas después Rubén Darío intentó el teatro con el sainete Cada
oveja (1886), antes de salir a Chile . Pero,
no es sino hasta entrado el siglo veinte
cuando tendrá mejores cultivadores . El
poeta Anselmo Fletes Bolaños escribe
la comedia política La rifa (1909) . El
novelista y escritor Hernán Robleto es
fundador del teatro costumbrista con
la obra El vendaval (1918) y La rosa del
paraíso (1920) . El cuentista Adolfo Calero Orozco es autor de la obra feminista La falda pantalón (1922).
Los poetas vanguardistas fueron los
primeros en mirar el teatro como un
intento de cambio dentro de la sociedad. Los poetas Joaquín Pasos y Coronel Urtecho escriben juntos Chinfonía
burguesa, en 1931, una sátira social,
con humor, que hace uso de expresio--
nes coloquiales. Luego Coronel Urtecho escribe la
obra cómica en un acto La
petenera (1938) ; Alberto
Ordóñez (1914-1991) la mejor comedia nacional en La
novia de Tola (1939), y Pablo Antonio Cuadra el drama de mayor importancia,
Por los caminos van los
campesinos (1942), considerada una de las obras
más significativas del teatro hispanoamericano.
Luego Cuadra escribirá
una obra menor, Bailete
del oso burgués (1942). Enrique Fernández Morales
es autor de tres obras de carácter local : El milagro de
Granada (1956), La niña
del río (1960) y El vengador de la Concha (1962), y
un magnífico monólogo,
Judas (1970), el primero
que se escribe en Nicaragua.
La personalidad dedicada en exclusiva al teatro fue
Rolando Steiner (19151985), quien por primera
vez viaja con sus obras a los escenarios
internacionales . Es autor del drama
Judit (1957), y las tragedias Antígona
en el infierno (1958) y Pasión de
Helena (1963) . Pero, sus obras fundamentales, por las que fue reconocido en
el extranjero son, Un drama corriente
(1963) y La puerta (1966), junto con
Judit . Otro dramaturgo importante es
Alberto Icaza (1945), autor de
Ancestral 66 (1967), Escaleras para embrujar
siglos (1970) y Aquí siempre hace calor (1975), entre otras . El poeta Horacio Peña es autor de El sepulturero
(1969), El hombre (1970) y El cazador
(1974) . Octavio Robleto publica Por
aquí pasó un soldado (1975) y Doña
Ana no está aquí (1977) . Y para concluir, hay que citar a Alfredo Valessi
(1925), hombre de prestigio dedicado
al teatro, autor de El cepillo y la pelota (1992), La casa blanqueada (1993) y
Teatro de la ira (1996), que se presenta
Joaquín Pasos
en la década del noventa como una alternativa de esperanza, porque la década del 80 en que gobernó el sandinismo fue empobrecedora para el teatro
de creación.
N
O
T
A
1 Para la confección de este ensayo ha sido fundamental el Panorama de la literatura nicaragüense de Jorge Eduardo Arellano (Managua, Editorial Nueva Nicaragua, 4' ed ., 1982).
Otras publicaciones importantes : VV. AA.,
Encuentro de poesía actual en Nicaragua.
Managua, 1994 ; José Carlos Rovira, «Nicaragua : la destrucción de "La sagrada selva"», en
La poesía nueva en el mundo hispánico . Madrid, Visor, 1994, y María Victoria Reyzábal,
«Nicaragua o la pasión por la lírica», Zurgai,
Bilbao, junio de 1994.
(Tomado de la revista Debats, Edicions Alfons el
Magnánim (Especial Nicaragua), Valencia, España, otoño-invierno, 1996 .)
REVISTA PANAMEÑA DE CULTURA
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ROGELIO
GUERRA ÁVILA
gana Premio
Nacional
de Cuento
«José María
Sánchez» 1996
El joven escritor Rogelio Guerra Ávila
ganó el PREMIO NACIONAL DE
CUENTO «José María Sánchez» 1996,
creado por la Universidad Tecnológica
de Panamá, bajo la responsabilidad de la
Coordinación General de Ciencias Sociales e Idiomas . La obra premiada se titula
La tumba sin sosiego y consta de dos
cuentos . Guerra Ávila obtuvo en 1990 el
Premio Literario «Ricardo Miró» con su
novela Cuando perecen las ruinas, publicada al año siguiente.
En el certamen, en el que participaron autores menores de 35 años, obtuvieron Mención Honorífica los escritores : Rafael De León-Jones, con su obra
Cocktail de rarezas ; y Bolívar Aparicio, con El elefante blanco.
El jurado estuvo formado por las profesoras de Español,Tilcia de Arosemena y Emma Gómez de Blanco, y por el
escritor Venezolano Cipriano Fuentes.
Este Premio consta de B/.500 .00, más
la publicación de la obra ganadora en la
Colección «Cuadernos Marginales»,
que lanzará mensualmente la Universidad Tecnológica de Panamá a partir del
presente año en los géneros cuento, poesía y ensayo . La UTP también medita
la revista cultural «MAGA» cuatrimestralmente ; y creó en 1996 el Premio Centroamericano de Literatura «Rogelio
Sinán», al cual llegaron 17 novelas y
cuyos resultados se darán en abril.
La entrega del Premio Nacional de
Cuento «José María Sánchez» 1996 a
Rogelio Guerra Ávila se realizó el 20
de febrero de la Galería Arteconsult
(Ave . Samuel Lewis), junto con la presentación de esta revista MAGA N° 29.
Este premio será convocado nuevamente en abril de 1997 .
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REVISTA PANAMEÑA DE CULTURA
FALLO DEL PREMIO
NACIONAL DE CUENTO
«José María Sánchez» 1996
Reunidos en la Coordinación de
Ciencias Sociales e Idiomas de la
Universidad Tecnológica de Panamá, el día 13 de diciembre de 1996,
a las 3 :00 p .m ., con el fin de deliberar en tomo al Fallo del Premio Nacional de Cuento «José María Sánchez» 1996, certamen instituido
por dicha institución de educación
superior, nosotros, miembros del
Jurado calificador, hemos arribado a las siguientes conclusiones y
decisiones:
Nosotros, Tilcia de Arosemena,
Emma Gómez de Blanco y Cipriano Fuentes, profesoras universitarias panameñas, las primeras, y escritor venezolano, el último, integrantes del jurado del Premio Nacional de Cuentos «José María Sánchez» 1996, convocados por la Universidad Tecnológica de Panamá,
después de haber leído y debatido
suficientemente hemos decidido
por unanimidad, otorgar el primer
premio a la obra La tumba sin sosiego, identificada con el seudónimo Chepillo.
La eficacia narrativa está presente en estos textos, ricos en resultados sobre el hombre y su medio . Queda suficientemente explícita la calidad, desde la descripción
de la «realidad real» hasta el elemento fantástico . Fuerza expresiva, buen dominio del punto de vista y del tiempo narrativo.
Se ha decidido otorgar dos menciones honoríficas, a las obras tituladas Cocktail de rarezas y el
Elefante blanco, identificadas
con los seudónimos Martino M.
Moreno y Circe, respectivamente.
El primero por sus relatos «Con-
centración», «Tacones altos», «Una
vez más» y «Espíritu rabioso» . La
segunda obra, por sus cuentos «El
fumador», «La mujer de plumas» y
«El noctámbulo».
El jurado reconoce el loable esfuerzo e iniciativa de la Universidad
Tecnológica de Panamá, a través de
la Coordinación General de Ciencias
Sociales e Idiomas, en favor de la
promoción y estímulo de los nuevos
autores nacionales, al crear este certamen para honrar la memoria del
ilustre narrador panameño José
María Sánchez . Así mismo se recomienda la institucionalización del
Premio, por cuanto contribuye a la
difusión del hecho literario y proyecta a la Universidad en la comunidad nacional . Se recomienda además, que el punto dos de las bases
se amplíe para dar oportunidad a
extranjeros residentes en el país.
Este permitirá que el concurso como
tal logre mayor trascendencia.
Abiertas las plicas correspondientes, certificamos que los autores de las obras seleccionadas corresponden a:
1. La tumba sin sosiego, Rogelio Guerra Ávila.
2. Cocktail de rarezas, Rafael
de León-Jones.
3. El elefante blanco, Bolívar
R . Aparicio.
En la ciudad de Panamá, a los
13 días del mes de diciembre de
1996.
TILCIA DE AROSEMENA
CIPRIANO FUENTES
EMMA GÓMEZ DE BLANCO
Entrevista a Rogelio Guerra Ávila,
ganador del PREMIO NACIONAL DE CUENTO
«José María Sánchez» 1996
Enrique Jaramillo Levi
1. ¿Qué significa para ti haber ganado el
Premio Nacional «José María Sánchez»,
creado en 1996 por la Universidad Tecnológica de Panamá, sobre todo tratándose
de la primera vez que se convoca?
R. : Definitivamente es motivo de gran satisfacción, no sólo por tratarse de un nuevo galardón, sino también porque representa la culminación de una etapa de producción literaria muy
intensa a la cual le he dedicado más de seis años.
El hecho de que se trate de una primera convocatoria al premio hace que tenga un valor especial que vuelvo a experimentar, ya que el Premio de Cuento «Darío Herrera» organizado por
la Universidad de Panamá también lo gané en
su primera versión en 1992.
2. ¿Conoces la obra cuentística del bocatoreño José María Sánchez?
R . : Por supuesto. De hecho, con motivo de
mi participación en el Premio que lleva su nombre me interesé especialmente en leer sus cuentos, los cuales me parecen de gran valor literario.
3. En 1990 ganas el Concurso Literario «Ricardo Miró» con tu novela Cuando perecen
las ruinas. Entiendo que desde esa época
has escrito una cantidad apreciable de cuentos, así como ganado diversos premios como
cuentista . Háblanos de ese proceso creativo, de la alternancia entre los dos géneros.
R . : Como mencioné anteriormente, después
del Premio Miró del 90 me he entusiasmado trabajando en la creación de cuentos para mejorar
mi estilo en la prosa corta, aunque no me ha sido
fácil porque manejo mejor el género de la novela. Afortunadamente, creo haber logrado mis objetivos, pues he escrito un gran número de historias breves que me han dado gratas satisfacciones en distintos concursos nacionales . Ahora vuelvo a la novela, pero eso no quiere decir que abandonaré el cuento porque pienso trabajar en ambos géneros alternadamente. Tengo en mente
muchas historias ansiosas de ver la luz .
4. ¿Con cuál de estos géneros te sientes más
a gusto? ¿Por qué?
R . : En cada uno encuentro algo mágico que
me impide inclinarme por uno en especial . En
el cuento puedo ser conciso mientras que en la
novela puedo entrar en detalles, darle rienda
suelta a la pluma y jugar mejor con mis personajes . Uno es satisfacción inmediata; el otro es
un proceso creativo a largo plazo . Pero ambos
me permiten en una u otra forma satisfacer mi
necesidad de escribir.
5. Aunque esta pregunta ya te la han hecho
antes, ¿cuáles fueron tus principales motivaciones al escribir aquella novela?
R. : Mi intención, como la de cualquier escritor, fue la de crear un mundo para mis personajes y sus historias, sus situaciones y vivencias . Deseaba escribir una novela histórica
ambientada a principios de siglo donde expusiera la lucha del panameño por la defensa de
su nacionalidad, de su territorio y sus raíces, y
que a la vez sirviera como voz de protesta por los
abusos que ha padecido nuestro país a lo largo
de su historia por parte de los Estados Unidos.
6. Háblanos de tus lecturas literarias y no
literarias, de los autores u obras que más
te han impresionado o influido en tu propio quehacer literario.
R . : Trato de leer mucho en el tiempo que
logro escamotearle a mis ocupaciones habituales . Por supuesto que mis lecturas son especialmente de cuentos y novelas de autores latinoamericanos, aunque no rehuyo otros temas de
interés general como la historia y la psicología.
No podría negar la influencia que desde mi adolescencia he recibido de Gabriel García Márquez, aunque también tengo especial preferencia por otros autores como Ernesto Sábato, Franz
Kafka, Ernest Hemingway y Jorge Luis Borges.
7. Sin duda existe en Panamá una nueva
generación de escritores, sobre todo de
cuentistas . Si estás de acuerdo, menciona
a los autores que te parecen más prometedores.
R . : Claro que estoy de acuerdo, y definitivamente le veo un futuro promisorio a las letras
nacionales en las manos de Félix Armando
Quirós Tejeira, Ramón Fonseca Mora, David
Robinson, Juan Gómez, Porfirio Ricardo Salazar y otros muchos que se me escapan de la memoria en este momento . Son excelentes escritores que ya han demostrado sus cualidades y su
ingenio para mantener viva nuestra literatura.
8. ¿Por qué crees que la literatura no ocupa en
nuestro país el sitio de importancia que tiene
en otros? ¿Qué podría hacerse al respecto?
R . : El problema es simple: al panameño no
le gusta leer, pues encuentra más gratificante
ocupar su tiempo con otros medios como la televisión y el cine, que si bien pueden ser mecanismos de difusión cultural, jamás podrían igualarse en riqueza a la que poseen los libros. Y no
lo digo para restarle méritos a estos medios, aunque es evidente que no se preocupan mucho por
las cosas que transmiten a la población, salvo
honrosas excepciones . ¿Qué podría hacerse? La
solución también es simplé: crearle a nuestros
jóvenes desde temprana edad el hábito de la lecREVISTA PANAMEÑA DE CULTURA
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tura, pues sólo de esa forma desarrollarán un
verdadero interés hacia la literatura.
9 . ¿Está cumpliendo el INAC actual con las
responsabilidades y expectativas que una
entidad como ésta debe realizar en un país
como el nuestro, en pleno auge del
neoliberalismo salvaje?
R. : Lamentablemente pienso que no está cumpliendo a cabalidad con su misión, pues en este
momento está sumergido en un letargo
institucional, sin horizontes definidos, sin planes
ni programas de trabajo claros y con una estructura interna deficiente, pues la institución sólo ha
servido como un botín político para pagar favores eleccionarios del gobierno de turno . Definitivamente, en su pasado reciente, el INAC ha estado en mejores manos que han hecho un loable
esfuerzo por sacarlo de los tremedales y mantenerlo a flote . Todos recordamos la atinada dirección de la profesora Julia Regales de Wolfschoon
y su equipo de trabajo . De su incansable trabajo
es muy poco lo que hoy conservan sus sucesores.
10. En este sentido, ¿qué función deben cumplir las Universidades, la Academia Panameña de la Lengua y otras instituciones
como alternativas a la incentivación, promoción y difusión de la cultura en Panamá?
R . : Estoy de acuerdo que la tarea no debe
dejarse totalmente en manos del INAC . Las instituciones afines deben aportar su grano de arena a fin de llenar el vacío cultural en que está
inmerso nuestro país . Las Universidades hacen
su parte hasta donde les es posible con sus presupuestos limitados, creando y promoviendo
certámenes literarios, encuentros, recitales y
otras actividades similares . Pero falta más apoyo por parte del Estado y del sector privado.
11. ¿Cómo podría mejorarse el Concurso Miró
para que sirva más efectivamente los intereses de los buenos escritores nacionales?
R . : Pienso que hay que revisar sus bases, su
organización y la difusión de sus obras premiadas . También mejorar la partida presupuestaria
a él asignado y hacer de la semana del Premio
Ricardo Miró una verdadera celebración de las
letras panameñas y un homenaje a este recordado escritor nacional.
12. La Universidad de Panamá auspicia los
concursos Demetrio Herrera Sevillano, de
poesía, y el Darío Herrera, de cuento ; el
INAC, el Premio de Poesía «Gustavo Batista Cedeño», para autores jóvenes ; están también el Concurso de Cuento «César A. Candanedo», de Chiriquí ; el Concurso «León A . Soto», del Municipio de
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REVISTA PANAMEÑA DE CULTURA
Panama ; y el concurso que promueve el
IPEL en varios géneros. Recientemente la
revista «Maga» volvió a organizar el Concurso «Maga» de Cuento Breve ; y la Universidad Tecnológica de Panamá ha creado dos certámenes : el Premio Nacional de
Cuento «José María Sánchez» y el Premio Centroamericano de Literatura «Rogelio Sinán», que esta primera vez fue de
Novela, pero que posteriormente debe
convocarse en otros géneros . . . No sé si se
me queda algún concurso en el tintero. Es
decir, hay al menos este tipo de incentivos
literarios en nuestro país . Hemos avanzado mucho, pues, en este aspecto . Y sin
embargo se siente como un vacío, continúa
la falta de interés del público y las publicaciones que se realizan son lentísimas, caras y mínimas. A tu juicio, ¿qué es lo que
sigue fallando? ¿cómo remediarlo?
R . : A todo lo que mencioné anteriormente
puedo agregar que hay apatía y desidia por parte
de las instituciones que tienen a su cargo la difusión cultural en Panamá (y no me refiero sólo al
INAC) . También está la poca promoción que reciben nuestros escritores, cualquiera que sea el
género que manejen, el poco apego a la buena
literatura y lo peor de todo: la desunión que existe entre nosotros los escritores . Aún no hemos
podido superar los celos profesionales, las diferencias políticas y hasta la envidia, en algunos
casos . ¿Qué hacer? Promover lo poco o lo mucho
que salga al mercado en materia literaria, crear
más certámenes que promuevan la producción literaria, en especial los valores jóvenes . Estimular
la inversión privada y con todo esto darle a las
letras panameñas el lugar que se merecen.
13. ¿Qué opinión te merecen los talleres literarios?
R . : Antes de ganar el Premio Miró en 1990
no había tenido la oportunidad de participar en
talleres literarios por una u otra causa . Pero a
partir de entonces me he preocupado por buscar el reforzamiento de mi estilo en talleres dictados por el Grupo Umbral y la Universidad Tecnológica de Panamá . Me parece una actividad
positiva que ayuda a pulir a los escritores jóvenes y estimula la creación literaria. Otra alternativa excelente en la que últimamente he participado es en los círculos de lectores organizados en la Universidad Santa María la Antigua,
cuyo fin primordial es el reunir a los amantes
de la buena lectura para compartir sus experiencias y comentar los libros leídos . El CLEC es
dirigido por el profesor Ricardo Arturo Ríos To--
tres, respaldado por un grupo de jóvenes muy
entusiastas en los cuales veo un porvenir muy
alentador para nuestras letras, pues en sus reuniones se estimula el amor por los libros, el compañerismo y el interés por la cultura nacional.
14. ¿Podrían las nuevas generaciones de escritores organizar el gremio que no han querido o podido echar a andar sus mayores?
¿Vale la pena intentarlo una vez más como
una forma de tratar de solucionar algunos
de los problemas que tienen en común todos los escritores panameños?
R . Con optimismo pienso que sí, y sería yo
uno de los primeros en respaldarlo y unirme;
eso sí, sólo lo haría si veo que nos hemos despojado de los intereses particulares, de los
idealismos egoístas y que los motivos más nobles que han de movilizar al gremio son el interés de elevar el nivel cultural de la población y
la promoción literaria de todos sus géneros y
niveles, como ocurre en otros países . ¿O es que
no somos capaces de algo tan simple? De lograrlo, todos los escritores ganaremos mucho.
Lo digo por aquello de que la unión hace la fuerza . Sería una satisfacción incomparable.
15. Por último, Rogelio, ¿qué piensas de la
revista «Maga»?
R. : Son muy escasos los medios de difusión
cultural que existen en Panamá . Salvo algunas
columnas que aparecen publicadas en los diarios locales, no existen otros medios que llenen
esa necesidad de informar las actualidades literarias y de otros campos de la cultura . Maga es
una de ellas. Soy testigo de los ingentes esfuerzos que se hacen para que salgan publicadas cada
una de sus entregas . En sus tres épocas, Maga
ha sabido satisfacer a cabalidad esa hambruna
por la buena literatura, ha servido de tarima de
lanzamiento a las nuevas generaciones de escritores, ha honrado a quienes sobrados méritos
tienen para ello, ha sabido mantenerse a flote
en medio de la mar tenebrosa pese a los altos
costos de impresión, la falta de patrocinio y otros
obstáculos que quizás para otras causas hubieran sido nefastos y terminantes . Para Maga cada
talanquera es un reto que se supera con orgullo
y dignidad, y muy contento me siento al saber
que en esta, su tercera época, continúa con su
apostolado cultural, dentro de la misma línea
objetiva, sin más afán que llenar ese vacío cultural en el cual nos mantenemos los casi tres
millones de desesperanzados de este país . Yo,
en lo particular, seguiré apoyando la labor editorial de Maga en lo que esté ami alcance, durante
esta y todas las épocas que estén por venir.
a
n
L
e
Rogelio
Guerra Ávila
legamos con las primeras luces a
San Sebastián de los Linderos, un
pueblito de quimeras errantes asentado entre las heladas crestas de la provincia chiricana . Viajaba yo como asistente del
doctor Elías Pastor, funcionario de la medicatura forense de David, quien me pidió que
lo acompañara a atender un imprevisto que
desde muy temprano había estremecido a
aquella encantadora gente : doña Quelita
Barahona, ilustre dama de la comunidad,
amada y respetada por todos, había amanecido muerta en su cama de soltera a la
sorprendente edad de noventa años . Yo, que
hacía mi pasantía de medicina en una clínica rural de Potrerillos, vi en su invitación
una buena oportunidad para estudiar el
efecto devastador de los años en el cuerpo
humano . Pero olvidé mi interés científico
cuando el doctor Elías Pastor me habló con
una pasión irresistible de aquella incomparable mujer . Durante el viaje, que con
buen tiempo toma casi dos horas de ascenso por una carretera de curvas sinuosas, me
contó que la había conocido bien y se sentía con la suficiente autoridad para evocar
su vida. Doña Quelita había llegado a estas
tierras siendo una adolescente floral, y era
tan hermosa que su sola respiración trastornaba hasta los corazones más reacios, y
sus admiradores, en cuyas filas figuraban
desde tímidos labriegos hasta terratenientes de largos apellidos, suspiraban de amor
con el brillo de sus ojos alemanes y el ondular de su cabellera de anémona marina.
Fue, durante dieciséis años, la indestronable
reina de la belleza de cuantas fiestas
pueblerinas se realizaran, y hasta hubo intenciones serias de nombrarla novia del
mundo . A los veintiún años se comprometió con un joven de buena familia cuyos
aires de príncipe eran la envidia de no pocos, pero la desgracia les empañó la dicha
cuando éste murió abatido a tiros en un
duelo de honor en un billar la noche antes
de la boda . Herida de dolor por la pérdida,
doña Quelita renunció al amor y se entregó en cuerpo y alma a servir a los menos
afortunados . Con el esmero de una santa
dividió su tiempo enseñando a los niños de
la escuela de Los Montes y atendiendo
mendigos y enfermos en la iglesia de la
Sagrada Gloria. Con el paso del tiempo no
hubo en el pueblo mayor autoridad que su
voz, y ni los gobernantes se atrevían a tomar decisiones sin contar con su parecer.
Sin embargo, lo que mayor gloria le otorgó
fue su indiscutible olor a santidad, pues era
claro que ella estaba dispuesta a repartirse
en pedazos entre los más pobres, si así fuera necesario. Estas y otras muchas cosas
que el doctor me refirió conmoviéronme
hasta las lágrimas porque me pareció hermoso pensar que Dios, en su infinita misericordia, aún nos regala personas especiales para compartir la vida . Por eso, al terminar la autopsia de rigor, hemos preferido guardar el gran secreto que doña Quelita
se llevó a la sepultura, pues no está en mis
manos ni es mi intención acabar con el grato
recuerdo que tan insigne mujer dejó en este
pueblo, no porque no lo fuese en verdad,
sino porque sería indigno revelar a todos
que ella, la más amada por todos, la luz en
las tinieblas, el aliento de los tristes, la esperanza de los pobres, había sido bautizada en la Gracia de Dios con el nombre de
José de Todos los Reyes Varón.
REVISTA PANAMEÑA DE CULTURA
55
Libro de cuentos de Jaramillo Levi
se publica en Estados Unidos
Acaba de publicarse en Estados
Unidos un nuevo libro de cuentos del
escritor panameño Enrique Jaramillo Levi . Se trata de The Shadow,
traducción al inglés de Samuel A . Zimmerrnan (Southern Methodist University, Dallas, Texas) del libro originalmente titulado Ahora que soy él,
publicado en 1985 por Editorial Costa
Rica, en San José, Costa Rica.
La editorial que ahora publica
como The Shadow aquel libro
(nombre de uno de los cuentos
que lo integran : «La sombra»), es la Latin
56
REVISTA PANAMEÑA DE CULTURA
American Literary Review Press, de
Pittsburgh, Pennsylvania, empresa
que ya en 1994 había publicado en inglés su libro de cuentos Duplicaciones con el título de Duplications
And Other Stories, así como, en
1991, la traducción de su antología
(aún inédita en español) When
New Flowers Bloomed:
Short Stories by Woman
Writers from Costa Rica
and Panama.
A Enrique Jaramillo Levi se le han
traducido y publicado dos libros de cuentos
en Estados Unidos, así
como un libro de cuentos —
género de difícil aceptación editorial— en España : Duplicaciones (Editorial Orígenes, Madrid, 1990,
tercera edición.
Existen otras
dos ediciones
mexicanas
de este libro : en
Editorial
Joaquín Mortiz, 1973, y en
1982 en Editorial
Katún).
En 1996 apareció
en Ediciones Universal, de Miami (Florida), un libro que
analiza la obra narrativa y poética de
Jaramillo Levi : Critical Perspectives in Enrique Jaramillo Levi's
Works . A Collection of Critical
Essays, selección e introducción de
la Dra . Elba D . Birmingham Pokorny.
El libro ofrece seis ensayos y la introducción en inglés, y otros tres ensayos
en español ; cada trabajo analiza algún aspecto temático, estilístico o
ideológico de sus libros : Extravíos
(1989), Duplicaciones (1990), y El
fabricante de máscaras (1992).
Existen otros dos libros que recopilan ensayos sobre la obra de Jaramillo Levi : Puertas y ventanas
(EDUCA, Costa Rica, 1990) y Mar de
fondo (INAC, Panamá, 1992).
En 1996 se publicó en Panamá el
último libro de cuentos de este autor
colonense, titulado Tocar fondo.
LA TRAYECTORIA
METAFÍSICA
DE LOS
SENTIMIENTOS
Clementina R . Adams
Clemson University (Carolina del Sur)
A unque la poesía de Enrique Jaramillo Levi es sencilla en
su forma debe destacarse su profundo contenido sentimental,
el cual se eleva al mundo de lo metafísico . Los sentimientos
humanos tales como el amor, la añoranza, la soledad, la nostalgia, la frustración y el espíritu de lucha se plasman en palabras
de una asombrosa profundidad y de una espiritualidad que se
adentran en el mundo de lo extra sensorial.
La tendencia metafísica de la poesía de Jaramillo Levi se
observa en su manejo extraordinario de las metáforas y símiles
que según Frances Austen, autor de The Language of the Metaphysical Poets (El lenguaje de los poetas metafísicos), son aspectos básicos de la poesía metafísica (18).
Austen también identifica el uso de un vocabulario directo
y realista como otro elemento importante en la poesía metafísica . « . . .a simple native-based vocabulary that is essentially
concrete» (un vocabulario nativo que es esencialmente concreto)
(169) . La poesía de Jaramillo Levi —a pesar de no ser contemplativa o religiosa— comparte algunas de las características de
la poesía metafísica, tales como la naturalidad, el realismo sensorial y el alto grado de proyección espiritual.
En este trabajo se analiza la obra poética de Jaramillo Levi
de 1989 a 1992 tal como se presenta en «Siluetas y clamores:
hibridario poético de momentos disímiles» publicada en la antología titulada Recuperar la voz . Poesía selecta : 1970-1993.
Las tres secciones de poemas de este período están unificadas
por sentimientos humanos tales como la nostalgia, la frustración, la desesperación, el erotismo y el amor. Cada sección,
además, expresa la filosofía del destino y la memoria colectiva.
El tiempo, como destructor permanente de lo físico aparece
impotente ante la eternidad de lo espiritual y de los recuerdos
queridos . La lucha contra el destino, el paralelismo existencial,
la frustración, la impotencia y el rechazo a la invasión y a la
enajenación de la patria, son aspectos constantes en su poesía.
En la primera sección de poemas de este período, Jaramillo
Levi describe el amor como un sentimiento sublime tan cercano —y al mismo tiempo— tan inalcanzable . También, en esta
sección, queda de manifiesto su frustración e impotencia ante
las leyes implacables del destino que separan al individuo de
sus seres queridos, en ocasiones, en forma permanente . Como
antítesis el poeta parece reconfortarse con los recuerdos y vivencias del pasado . Ejemplos de estos poemas son : «El amor
EN LA OBRA
POÉTICA DE
ENRIQUE
JARAMILLO LEVI
es esta cosa hermosa y terrible» y «Sin ti y a malditos borbotones» . En «El amor es esta cosa hermosa y terrible», Jaramillo
Levi analiza la dicotomía que genera el amor como un algo
perceptible y físico pero al mismo tiempo etéreo e intangible.
El amor es lenta emanación o es volcán incontenible.
También la suavidad de la paciencia y el punzón
de los súbitos arrebatos y la cadencia con arritmias
que una mirada o un roce o el pensamiento
que se vuelve uno con el latido del otro
consiguen balbucear o decir a gritos . (255)
En esta poesía, Jaramillo Levi transmite al lector el sabor
amargo y doloroso del amor insatisfecho a causa de la distancia . La intensidad y los matices del dolor y del deseo de lo
inalcanzable provocan en el autor una sublimación del deseo
por lo imposible que transciende al dolor físico : «El amor es
esta cosa hermosa y terrible/ que cada día que pasa/ se desgarra las costras por ti» (255).
En esta misma poesía, Jaramillo Levi también describe la
faceta moldeable del destino, aquélla que el ser humano puede
cambiar a su manera . «Somos artífices de nuestro destino/ si
sabemos cincelar/ el rostro de los diversos gestos/ de quien puede hacernos perdurables .» Sin embargo, en «Sin ti y a malditos
borbotones», Jaramillo Levi le da una interpretación más fatalista al destino. El ser humano se siente agobiado e impotente ante
la fuerza de las pautas que el destino le tiene ya trazadas.
No es posible con sólo desearlo salirnos del contexto.
Cómo quisiera, amor, gritarle al inflexible tiempo
que todo está bien, que lo comprendo todo,
y que si no tampoco importa, cómo quisiera . (256)
En estas poesías también nos deleitan sus pensamientos concretos y a la vez sublimes presentados a través de metáforas como
«Somos savia predispuesta en su inocencia» . (257) Esto queda
de manifiesto cuando compara el amor con un volcán, con la
suavidad de la paciencia y con el punzón de los arrebatos.
En «Sin ti y a malditos borbotones», lo mismo que en los
poemas «Convertir en realidad el sueño», «En otros laberintos» y «La última ilusión», Jaramillo Levi expresa sus sentimientos de angustia, frustación y nostalgia . Las palabras se
convierten en recuerdos eternos, en recuerdos colectivos, y en
sueños reales de su patria y de su gente.
REVISTA PANAMEÑA DE CULTURA
57
Meterme a fuego lento y ser paisaje ajeno y recobrados besos.
Hacerme artista en la memoria colectiva.
Paralizar el tiempo. Quedarme sin palabras.
Convertir en realidad el sueño.
¡Estar de vuelta en Panamá! (259)
¿Cómo expresarte esta tristeza que me agobia
y que quisiera exorcizar en tus brazos a toda hora
para convertir en hoguera de crepitaciones permanentes?
¿Cómo gritar que te necesito tanto, tanto, tanto, amor,
que si te necesitara más me mataría el miedo de no alcanzarte? (261)
En «Sin ti y a malditos borbotones», Jaramillo Levi continúa
con un canto melancólico a nuestra capacidad para disfrutar el
amor y sufrir el dolor en un cosmos donde el orden establecido se cumple en forma inmutable:
El amor por la patria es una fuente constante de inspiración
para Jaramillo Levi . Su poesía parece advertir al lector del peligro de la aculturación total, tentación en la cual es muy fácil
sucumbir. Al mismo tiempo, lo alerta sobre la importancia de
la lucha por la propia identidad . En «Lo nuevo» y en «¿Salir o
entrar?» Jaramillo Levi expresa un amor especial por la patria
y por las tradiciones familiares . El autor considera la adaptación a una patria y cultura diferentes como el comienzo de la
muerte de la identidad del individuo.
. . .Esta distancia y este dolor nos queman la esperanza.
Qué más hacer, qué más decir, decirnos,
si todo está dicho ya cuando nacemos . (256)
. . .Somos savia predispuesta en su inocencia.
Esa que nos sostiene a toda hora y reconforta
por más que la quieran disfrazar de culpa.
Predispuesta siempre al agrio sabor de uvas
que a veces nos deleitan porque son tan dulces,
esas las horas de los tantos días desgranados
que se esfuman cuando cesa el gusto de la esperanza . (257)
Jaramillo Levi parte de una idea concreta y la eleva al ramo
espiritual de los sueños hechos vivencias y tiempo estático . Este
partir de lo concreto y lo real para elevarlo a los niveles de lo
abstracto y lo ultrasensorial es también característico de la poesía metafísico-religiosa de los siglos dieciséis y diecisiete . Austen,
refiriéndose a los poetas metafísicos de esa época (tales como
Donne, Herbert, Crashaw, Vaughan y Traherne) afirma:
In different ways each of these five poets uses the concrete
to explore and coveys his understanding of the spiritual or
divine . This necessitates a basis of concrete vocabulary and
imagery. It is the variations played on these that produce
poetry of such individual kinds* (171).
Tanto la soledad como el deseo por el ser amado se deslizan
en el poema «En otros laberintos», aparentemente accesibles,
pero en realidad impenetrables . Los seres queridos aparecen
tan cercanos pero al tratar de entrar a su mundo, los laberintos
de la distancia, cual murallas transparentes e invisibles, bloquean el paso.
Aunque esta angustia te escoge a ti
para construir sus treguas y cataplasmas,
los oasis en donde beber una gota de ilusión,
te siento lejana, perdida en otros laberintos
en los que no me invitas jamás a internarme. (260)
La agonía y el desespero en la «La última ilusión» se manifiestan en el deseo por el ser amado, un ser sublime, pero al
mismo tiempo angustioso . La realidad parece cubrir con su
manto gris de desesperanza y frustación los deseos sedientos
del autor:
58
REVISTA PANAMEÑA DE CULTURA
Empieza a ceder la sensación de extrañamiento.
Nos dejamos envolver lentamente por la novedad . ..
. . .En seguida somos uno con el mundo;/ ámbito que nos
nutre ahora y nos sustenta,/ sin memoria ya, sin nostalgia
en los ojos, felices . . ./ Sólo entonces empezamos a morir». (262)
Jaramillo Levi, en otro verso, describe la agonía de sentirse
atrapado entre dos mundos : «Me sé partido en brasas/ que
agonizan por gritar/ sin tregua los reclamos/ de mis dos fronteras» (263) . En su poema, «Del tiempo y la memoria», el tiempo y su marcha infinita suscitan un grito agónico y un sentimiento de impotencia y frustración ante su constante marcha,
cuyo único sobreviviente es el recuerdo . «Porque la memoria
también es tiempo cuando ya no estamos ./ Única luz que queda siempre sin tiempo y sin medida» (268) . Jaramillo Levi también ve transcurrir el tiempo con indiferencia en «¿A salvo un
rato más?» Se contagia el lector con la apatía del autor ante los
vaivenes del tiempo y sus continuos deja vu.
Otra vez un aeropuerto cualquiera.
Su encanto, cualquiera.
Su encanto y el comienzo de la pesadilla.
Denver, Chicago, Miami.
Tal vez Los Angeles o Nueva York.
México o el lejano Panamá de mis amores.
Y yo esperando, mirándome
irme lentamente, llegar preocupado . (269)
El poema «La invasión», contiene una descripción precisa,
breve y realista de los horrores de la invasión y destrucción en
Panamá a nombre de «la causa justa» y en pro de la llamada
«liberación».
De una manera diferente, cada uno de estos poetas usa lo concreto para
explorar y expresar su comprensión de lo espiritual o divino . Esto requiere una base de vocabulario e imágenes concretas . Son las distintas variaciones usadas las que producen poesía de tanta diversidad individual .
país ya desgarrado por la prepotencia,
la represión interna y la incontrolable rapiña,
en un país al que se le habían agotado las alternativas,
los perennes engendradores de la violencia,
los maestros de los eficientes aprendices,
destruyeron a mansalva sus engendros
y mucho más
posando como oficiantes de la necesaria redención . (271)
En un
En la sección «Otros poemas», Jaramillo Levi le dedica su
primera poesía a su madre . La sensibilidad de este poema
muestra un desespero por adelantársele al tiempo para comunicarle a la madre el aprecio y el cariño que le tiene, antes de
que el destino y el tiempo inexorable le arrebaten esa oportunidad . En el poema se produce un retorno a los recuerdos de la
infancia, una búsqueda del calor y el consuelo materno para
aliviar los problemas de su adulta realidad.
Retoma en estos versos tu canción de cuna
y sus secuelas, porque vuelvo a ser el niño
que temblando de miedo te implora
un poco de luz en la oscuridad del cuarto,
en la soledad del alma desgajada,
un poco de ti, un poco más en esta hora nuestra, madre,
antes de que llegue el viento de la madrugada
y se lleve para siempre las palabras . (276)
Jaramillo Levi dedica su segundo poema en esta sección a
sus hijas Tatiana, Arabelle y Ornella . Aquí, el autor se propone
encontrar una justificación y un indulto sublime a su ausencia
y lejanía impuestas entre él y su familia . Jaramillo Levi busca
eternizarse en el amor de sus hijas, « . . .Mis hijas son rosas que
no saben deshojarse/ porque aún desapareciendo quien las engendró con amor/ ellas habrán de revitalizarse en su pureza/
para sobrevivirme y rescatarme del olvido» . (277)
Su hijo es también evocado en el poema «Mirando a mi hijo
ser feliz con su madre en Boquete .» Este poema describe la belleza del amor filial en un cuadro que Jaramillo Levi hace estático y perdurable. -EI cuadro describe el amor que irradia entre
la madre y su hijo, enmarcados en la brisa de la mañana y el
aroma del jardín . Jaramillo Levi no se atreve a perturbar la belleza de ese instante, ni siquiera musitando una palabra de amor
al hijo amado.
Los percibo así, tan inseparables,
tan hechos el uno a la medida del otro
en cada gesto que sin saberlo comparten,
en las sonrisas nuevas que los llenan de gozo,
que prefiero mantenerme a distancia.
. . .No vayan a acordarse de pronto que existo,
no vayan a ver furtivas lágrimas deslizarse
una vez más por mi rostro . (280)
En la poética de Jaramillo Levi, el tiempo parece estar total-
mente atado a los recuerdos, y éstos —a su vez— parecen igualmente atados a su patria, Panamá . En «Poema del invierno que
agoniza a un poema de verano», Jaramillo Levi trata de acortar la distancia que lo separa de su patria creando un paralelismo existencial que le permite observar, al igual que palpar, los
dos mundos en que se mueve su vida.
Aquí muere el invierno, allá late el verano.
Eso dice con letra melodiosa el verso de alguien
que me trae el correo de la tarde.
Eso dice y acierta cuando habla del tiempo
y sus misterios, de su ritmo diferente, de sus frutos
y del polvo agreste en caminos paralelos.
. . .Hace calor, sí, en todos los rincones de mi Patria,
pero acá brota un largo vaho irreverente
de los resquicioss más secretos
de cada cuerpo insomne que amanece . (278)
A pesar de su identificación con el amor y el poder de los
recuerdos, Jaramillo Levi no titubea en desterrar al amor cuando
—al hacerlo— libera al ser querido hacia su propio destino . En
«Soneto del adiós a Sadia en su cumpleaños», Jaramillo Levi le
dice «Renuncio por siempre a tu amor, Sadia ;/ para siempre te
regalo mi ausencia/ en este cumpleaños que hoy te irradia» . (282)
La cuarta y última sección de «Siluetas y clamores» presenta una poesía de tipo testimonial . Jaramillo Levi describe en su
poema, «En la noche» los horrores de los militares quienes bajo
la protección de la noche, logran penetrar en las viviendas violentando a sus moradores, y creando un caos total . Como ladrones, ellos se movilizan y desaparecen, siendo detectados
solamente por el color de sus uniformes y el sonido de sus botas . Este poema también denuncia los horrores de la opresión
militar que forzó a muchos ciudadanos al exilio, dejando —en
muchos casos— deshechos sus hogares.
Jaramillo Levi describe sentimientos de ira, desprecio y frustración que palpitan en el alma de los testigos presenciales, cuyas voces han estado silenciadas : « . . .Un odio duro que crece ./
Un odio más denso que el miedo y el silencio de tanto tiempo ./
Un odio que algún día, Dios me perdone, explotará .» (288)
En una entrevista con Juana Arancibia, el autor expresa su
comprensión por los ciudadanos que han acallado sus voces
contra los abusos militares . Su ira va dirigida a los que sólo por
favores personales se han sometido al enemigo.
A menudo, sobre todo cuando se tiene familia y el empleo
depende de un juicio expresado o de una simple actitud, el
silencio se vuelve el más amargo compañero . La conciencia
estalla mil veces y se reconstruye lenta en una larga y dolorosa agonía. Pero una cosa es callar por necesidad, y otra muy
distinta —imperdonable, profundamente inmoral— el entregarse como una prostituta a los apátridas en el Poder. (365)
María Teresa Azuara, en una entrevista con el autor aparecida en el periódico El Diario de Querétaro, describe la opiREVISTA PANAMEÑA DE CULTURA
59
nión de Jaramillo Levi con relación a la similitud entre la situacion política en México y la que el autor describe en «Siluetas y
clamores
«Pero ya en estos poemas es el patriota el que llora, es el
patriota el que grita, es el patriota el que se queja amargamente» . (113)
Lo que pasa es que es una misma situación, la explotación
es una misma, y muy particularmente en nuestra América
Hispana . ¿Cuántas variantes le puedes encontrar a la explotación, a la rapiña, a la corrupción, a la marginación de enormes sectores de la población ; a la represión política que se
vuelve represión tísica violenta en un momento dado cuando te pasas del límite que otros han establecido por ti? (1)
Elba Birmingham-Pokorny en la introducción de su entrevista con el autor, describe el énfasis que éste pone en la existencia humana, su realidad y la universalidad de los problemas políticos en Latinoamérica a pesar de las barreras geográficas:
En «Crónica de la luz cuando se vuelve sombras», Jaramillo
Levi encuentra lo positivo de la belleza geográfica de Panamá
como un elixir de paz v de sosiego en una sociedad donde la
oscuridad es la aliada del abuso, de la cobardía v de la confabulación . La luz del día le da al ciudadano la oportunidad de
respirar el aire fresco v tropical de la patria, un receso temporal a los abusos v a la complicidad negativa de las sombras de
la noche
Porque el país tiene un sexto sentido, una
ancestral intuición, una sapiencia/
que le permite presentir entre las sombras/a otras sombras de
sombras
maquinando nuevas formas de oscuridad, intrigas más perfectas,
intimidaciones
fraudes- sagaces artilugios . toda suerte de estrategias para la
represion:
asi sancionada con absoluta
impunidad
Y todo porque el temor a la noche fue más fecundo que la
voluntad de Patria.
La continuidad del oprobio quedara
Porque contagiada por las tinieblas de las noches tantas veces
presentidas,
la luz solar también dejó de ser nuestra, dejó de ser luz cada
nuevo dia
y se ha convertido, como la dictadura, en espesa costra negra
sobre la herida . (290)
El poema también incluye una amonestación a la sociedad
panameña para que no se dejen dominar por el temor, tengan
voluntad de lucha y se atrevan a desenmascarar a los conspiradores y a hacer algo por la patria . Con relación a este tipo
poesía comprometida, Jaramillo Levi dice en una entrevista con
Bélgica Quirós-Winemiller:
«Personalmente mi literatura está comprometida con el ser
humano, v con la literatura misma . Siempre hay algo que
denunciar, algo que anda mal en la sociedad, en el ser humano mismo» . (89)
En otra entrevista, con Oscar Somoza, Jaramillo Levi dice
con relación a estos poemas políticos:
60
REVISTA PANAMEÑA DE CULTURA
Su prodigioso dominio de las más variadas técnicas del relato, del lenguaje, del espacio, de los símbolos, de las imágenes, de la realidad v de la existencia humana, claramente
revelan, por un lado, el aporte renovador del quehacer literario de este autor a las letras panameñas, en particular, y a
las latinoamericanas, en general y, por el otro, el
universalismo de un mensaje literario que va más allá de las
fronteras nacionales . (185)
En conclusión, Jaramillo Levi se destaca como un poeta de
sentimientos profundos . Su representación de estos sentimientos lo lleva a traspasar los niveles de lo tangible y a penetrar el
mundo de las imágenes y de las sensaciones extra-sensoriales
El amor a la patria, la familia, los amigos y la existencia humana son temas importantes en su obra poética . Así mismo, el
destino, el tiempo y los recuerdos son elementos recurrentes
en ella.
Su poesía se asemeja a la poesía metafísica —tanto en aspectos de fondo como también de forma. Parte de lo concreto y
tangible para luego elevarse al mundo metafísico, donde el
dolor, el amor, la angustia, la frustración y el desespero alcanzan su mayor grado de intensidad.
REFERENCIAS
Arancibia, Juana . «Entrevista con Enrique Jaramillo Levi: Reflexiones sumarias en torno al rescate de la
dignidad nacional panameña» . Westminster,
California : Alba de América, vol. V1, N" 1415, Julio de 1990 : 361-372.
Austin, Francas .
The Language of the Metaphysical Poets.
New York : St . Martin is Press, 1992.
Azuara, María Teresa . «Entrevista con el escritor panameño Enrique
Jaramillo Levi . En «Magapalabra .» Querétaro, México : Diario de Querétaro N" 11,
[México] abril 15 de 1995.
Birmingham-Pokorny Elba «Las realidades de Enrique Jaramillo Levi:
Una entrevista» . University of Northern Colorado, Greeley, Colorado . Confluencia, vols.
8 and 9, Nos . 1 and 2 (1993) : 185-198.
Jaramillo Levi, Enrique .
Recuperar la voz: Poesía selecta 1970-1993.
Querétaro, México : Ediciones Voz Crítica,
1994.
Quirós-Winemiller, Bélgica . «Enrique Jaramillo Levi : un autor que cuenta .» Chasqui, revista de literatura latinoamericana . vol XIX, N" 2 . Brigham Young
Universi-ty, 1990, 85-91.
Somoza U ., Oscar. «Entre la espada y la pared : La honestidad
inteletual y el patriotismo no son monedas
de cambio . University of Northern Colorado,
Confluencia vol . 6, Nº 1 (1990) : 105-118 .
REFLEJOS
Melanie Taylor
—¿Me vas a dar el número de teléfono hoy o cuándo?
La voz de Nena suena dura . Más
que una pregunta es una orden.
Está sentada allí, delineándose los
ojos, bordeándoselos con líneas
negras muy finas como si dibujase
un delicado anagrama, símbolo de
sus veleidades . Siempre adornándose ; llenándose de abalorios y perfumes ; cultivándose como a una
rara variedad de flor ; ocultando la
acrimonia que reviste secretamente su carácter ; buscando atraer, fascinar retar, atrapar las almas elegidas para ser vaciadas, lentamente, suavemente, con la misma fuerza con la cual se arranca el ala de
una mariposa . El negro le hace ver
sus ojos más almendrados, más
misteriosos . Unos ojos que cuentan historias, que dicen que ha vivido mucho, odiado mucho, hurgado en sus sentidos, sufrido.
Y en realidad ha vivido viajando,
sin preocuparse de su edad, de un
oficio, ha ido de un lado a otro como
una trashumante de ciudades : un
invierno lo pasa en una y en verano la abandona, dejando migajas
de un alma consumida y llevándose consigo el producto de su influencia.
—Me juzgas, crees que tienes
más moral que yo— dice mientras
empieza a pintarse las uñas de los
pies de un rojo intenso . Una a una,
con calma, con placer. —El amor
al arte nos ha dañado a ambas . En
realidad no eres mejor que yo, sólo
crees que eres mejor.
Estoy acostada en la cama con mi
vestido todo ajado . Frente a mí, Nena
está de espaldas al tocador y su cabello se refleja en el enorme espejo .
Nos hicimos tanto daño buscando en vano nuestros talentos . Talentos que no florecieron, que no
germinaron y quedaron truncados
en muñones de desasosiego y acritud . Con reverencia ridícula poníamos los viejos discos del abuelo. Ah,
esas voces potentes, estridentes, hablándonos en un idioma que no entendíamos, pero insinuando sentimientos que intuíamos . Yo quería
ser soprano . ¿Las sopranos son ángeles, no? Ella, contralto, la voz misteriosa y profunda . Pero de nuestras
gargantas sólo salen frases, gritos,
gemidos, toses, susurros, hola, buenos días, buena suerte . Los cantos
dulces y cadencias virtuosas quedaron incorpóreas envueltas en las
gasas del deseo.
Mis dedos torpes y lentos se encaramaban arrítmicos en las teclas
negras cuando debían hacerlo en
las blancas y caían en las blancas
cuando debían subirse a las negras.
¡Cómo sufría la maestral Quería parecer atenta, aunque en secreto se
preguntaba cuándo acabaría su
tortura, cuándo dejaría yo de insistir. La dejé ir gustosa y creo que me
lo agradeció siempre . Pero Nena . ..
Ella no deja ir a la gente cuando se
debe, sino cuando ella quiere . Trató con la pintura y sólo obtuvo garabatos y distorsiones de dibujos.
Lienzos de blancura resplandeciente que emborronó con sus trazos.
Su maestro la dejaba hacer, porque se entretenía haciendo bosquejos de ella . En realidad la deseaba
y ella lo sabía . Su maestro de la
escuela, de la escuela de monjas.
— ¿Te acuerdas,Nena, cuando
embadurnaste el piso con tus pinturas?
Deja de pintarse las uñas por un
momento y suelta una carcajada.
— ¡Ah, sí! Ningún cuadro me salía bien .— Se queda un rato en silencio y luego agrega : —Pero ahora
me pintan a mí.
Una tarde lluviosa llegó sonriendo mientras la abuela iba detrás
con la cara seria y angustiada . Se
tiró en esta misma cama sin quitarse los zapatos y sosteniendo un
cuadro entre sus manos . ¿ Qué sucede?, pregunté, pues aquel día yo
no había ido a la escuela a causa
de la gripe . Ella lo contó todo risueña, sin darse cuenta de cuánta
crueldad había en cada palabra,
cada suspiro, cada risotada . ¡Su
maestro la había pintado desnuda!
Rememoró cada encuentro furtivo, cada beso apasionado, sus frases entrecortadas . . . Y cuando terminó la pintura lo acusó de seducirla y las monjas lo echaron . —¡Por
qué hiciste eso! —le grité .— Nadie
podrá pintarte tan hermosa . Sólo
él, habiendo descubierto la maldad
que hay al final de tus ojos, te ha
amado.
Me miró y dijo, mientras sosteREVISTA PANAMEÑA DE CULTURA
61
fía el cuadro con la punta de su
dedo índice : —¿Lo quieres o no?
—Fue el primero de mi colección.
Después vendrían los libros, las
canciones, los poemas y más cuadros . ¿Soy acaso cómplice de su
maldad? Pero si no guardase yo
cada obra, de seguro las rompería
o las tiraría.
—¿Por qué no pones esa canción
de Piaf que tanto me gusta?— dice
mientras se prueba unos zarcillos.
—A mí también me gusta esa canción . Tarareamos un rato juntas.
—Mejor pon algo de piano —interrumpe— . El disco ese de la portada azul . Si, ése . Me recuerda al
pianista.
Me lo recuerda . Guardo la pieza
que le compuso a Nena en mi cajón
bajo llave . Es una pieza sublime.
Algún día le pediré a Edgardo que
la toque . Quizás se la regale, pero
tengo que esperar un poco más . Me
duele desprenderme de ella.
El pianista era un hombre her--
moso . Pocas veces se dice que un
hombre es hermoso . La gente dice
que un hombre es guapo o que es
atractivo . Interesante, también.
Pero, ¿hermoso? Con cuarenta
años recorridos, no entiendo cómo
no olió la fatalidad al conocer a
Nena . Al leer sus cartas y ver las
fotos la envidié tanto . ¿Lo harían
en el piso al lado del piano, en la
mesa luego del almuerzo, en la noche entre cobijas? ¿ Cómo tocarían
sus manos, cómo prodigaría sus
besos, cómo se sentiría su cuerpo?
Entonces sobrevino su dureza . Sutilmente lo fue envolviendo en sus
peligrosos juegos: combinando pastillas de colores y los ebúrneos polvos que prometen quimeras : haciéndolo alejarse de sus amigos, perder
contratos . Embriagadora y lúdica
maldad . Ni siquiera su belleza la
detuvo . ¿Cómo puede ser tan . . .?
—Bueno, estoy lista —anuncia
contenta .— ¿Estos rizos no resultarán muy exagerados?
C7
I :.
—¡Te ves hermosa!
—Entonces, dame el número.
—Yo no sé, es que eres tan mala
a veces . ..
—Es un fotógrafo profesional.
Sus fotos salen en las revistas . ¡Por
Dios! Tengo que conocerlo.
No tengo ninguna foto en mi colección . Nena debe resultar fascinante en fotos, como una diosa.
Quizás la próxima vez me niegue,
puede que incluso le advierta al
hombre sobre Nena . Pero una foto . ..
una foto de un artista . ..
—Estoy esperando, se me hace
tarde.
—Ah ,sí . El número es . . . Mejor
te doy la dirección : Hotel Caribe,
habitación cuarenta y tres.
Nena gira, quedando así frente
al espejo, y yo me coloco detrás de
ella . Por un rato nos contemplamos
ambas, reflejos una de la otra, espejos reflejados en espejo . Puede
que Nena tenga razón y no soy tan
buena como a veces pienso.
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Si su hijo ha demostrado inclinación hacia alguna de las áreas del arte, ésta es la mayor
oportunidad de ayudarle a cultivar ese talento innato y permmitirle ser un triunfador.
Por primera vez en Panamá, GANEXA presenta programas de estudio para un
BACHILLERATO EN ARTE, Científicamente elaborados y con la experiencia de 18 años
formando jóvenes en el campo del arte.
MATRICULAS ABIERTAS PARA 1997
Créditos reconocidos por el Ministerio de Educación
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REVISTA PANAMEÑA DE CULTURA
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Un taller literario es, en primera instancia, un sitio de reunión para el ejercicio de la creación y la crítica literarias, para la producción de textos y su posterior valoración colectiva . En él no se hacen escritores, sólo se forman aquéllos que ya tienen en su ser los
genuinos ingredientes del talento . El éxito de un taller depende de muchos factores : el profesor debe ser un buen escritor, con
capacidad critica y una metodología didáctica apropiadas a la capacidad autocrítica, a la disciplina de trabajo y al deseo de superación personal de los participantes . Si bien riguroso en sus juicios, quien dirija un taller literario debe ser capaz de motivar a los
alumnos y de desarrollar en ellos sus mejores aptitudes, respetando el estilo y la ideología de cada autor . En algunos casos, quienes
creían tener "madera" de escritores, descubren que más les valdría dedicarse a otros oficios ; pero también se descubren méritos
susceptibles de convertirse en verdaderos hallazgos, a menudo minoritarios con respecto a la cantidad de participantes . De ahí que
se pueda producir tanto frustración como nuevos y contagiosos brios para la creación.
La sección «Taller» presenta cuentos o poemas de calidad de nuevos escritores (de cualquier edad), quienes por su talento merecen el
estímulo, siempre edificante, de la difusión . En algunos casos los textos serán realmente el producto de un taller literario existente en
Panamá ; en otros, provendrán simplemente de un envío personal y confiado, de parte del escritor, a las páginas de esta revista.
Misterios
del corazón
Julieta
de Diego de Fábrega
Cuando el médico de turno llegó a
visitar a don Joaquín lo encontró solo
como siempre . Le tomó la presión, la
temperatura y procedió a hacerle las
preguntas de rigor.
El joven no cesaba de preguntarse
por qué aquel señor tan amable jamás
había recibido una visita . Tenía un mes
ya de estar hospitalizado y jamás se
había encontrado a nadie junto a su
cama . Ese día se armó de valor y entre
una cosa y otra le preguntó.
—Dígame, don Joaquín, ¿tiene usted hijos?
La respuesta del viejo fue inmediata
y enérgica.
—Por supuesto, tengo una hija preciosa, Anabella . No sale mucho —continuó—, pero se la voy a presentar un día.
—Mire, don Joaquín— procedió el
médico—, todavía no hemos encontrado un corazón para usted pero no se
preocupe, su condición es estable así
es que estoy seguro que el transplante
se hará sin mayores dificultades una
vez aparezca un órgano.
El médico se despidió y dejó a don
Joaquín pensativo. Cómo extrañaba a su
Fue en honor a esas manos excepcioAnabella, hacía un mes que no la veía.
nales que se negó a realizar cualquier
Anabella siempre fue una persona tipo de labor que pudiese convertirlas en
confundida. Desde que nació, su pa- unas más del montón. Así fue como redre le hizo creer que era una mujer husó aprender a cocinar, se indispuso
bella, pero tan pronto tuvo uso de ra- cuando las monjas intentaron enseñarzón y pudo interpretar la imagen que le a escribir a máquina y jamás puso
tan gentilmente devolvía a diario su atención a su madre cuando trató de iniespejo, algo en su interior se transfor- ciarla en las labores manuales a las que
mó . Empezó a dudar sobre la infalibili- se dedicaban las mujeres de la época.
dad de su padre : al fin y al cabo, según
Sin embargo, para leer siempre esel reflejo en la pared, ella era a todas tuvo presta . Se encerraba por horas en
luces una mujer fea . Qué desilusión su cuarto y visitaba remotas ciudades
comprobar a los nueve años que su haciendo amistad con príncipes y menpadre era incompetente.
digos . Una vez hubo leído la biblioteca
De pequeña, Anabella adornaba sus familiar varias veces, dedicó su tiempo
escasos atributos físicos con lazos y de ocio —que era mucho— a leer dicciovestidos de encaje, los cuales pronto narios con el mismo cuidado y atención
fueron dando paso a una gruesa capa que prestaba a su maquillaje diario.
de maquillaje de donde a duras penas
Desde ese momento hablar con la
lograban sobresalir unas enormes chica se convirtió en un ejercicio de
pestañas falsas que achicaban aún más paciencia . Llegaba hasta la cocina y
sus ya diminutos ojos.
expresaba ante los ojos desorbitados de
Pero, si bien a simple vista Anabella la negrita que se encargaba de cocinar:
no tenía un Dios te salve, quien tuviera «Estoy famélica, ¿a qué hora engullirela paciencia de recorrer su cuerpo con mos el sustento?» . Al jardinero ordenala mirada no tardaría mucho en des- ba : «Prepare el suelo junto al jaguey
cubrir que esta jovencita tenía las ma- para sementar», y a todo aquel que osanos más preciosas que ojos humanos ba observarla con detenimiento cuanhubiesen visto jamás . No eran peque- do caminaba pausadamente por la cañas las manos de Anabella pero sí deli- lle con su enorme boca roja y sus
cadas . Al hablar, sus dedos se conver- amenazantes pestañas falsas, se limitían en alas de mariposas que revolo- «iCoprófag!» taba a decirle entre dientes:
teaban incesantes alrededor de su cara.
Está de más decir que Anabella jaNo había venas en las manos de más tuvo un pretendiente, aunque su
Anabella, ni nada que indicase que per- padre no escatimó esfuerzos para que
tenecían a un ser humano .
todo el barrio se enterara de que estaREVISTA PANAMEÑA DE CULTURA
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ba dispuesto a dar la mitad de su tienda de abarrotes a su futuro yerno . Semanalmente invitaba a un joven en
edad aparente a cenar a la casa y no
paraba de hablar hasta quedar satisfecho de que el muchacho había entendido que él era un hombre rico, con una
hermosa hija soltera.
Anabella, por su parte, ya no confiaba en el juicio de su padre . Había
que entender que quien le andaba buscando marido era el mismísimo hombre que por diecinueve años le venía
diciendo que era bella . ¿Qué podía saber él de buenos partidos, si no podía
darse cuenta de que su hija era soberanamente fea?
A su madre nunca la quiso, por qué
habría de hacerlo si esa mujer dedicó
su vida a perseguirla y atormentarla.
—Anabella, ven para que aprendas
una puntada nueva.
—¿Con mis manos perfectas? ¡Jamás!
—Anabella, no te pongas tanto maquillaje, no se te ve bien.
¿Qué sabrá ella de maquillaje si en
su época no existían ni los lápices de
colores?, pensaba.
—Anabella : ¿Por qué hablas tan
raro? Nadie te entiende.
—Los ignorantes serán los que no
me entienden.
Observar el comportamiento de
Anabella era desconcertante . Ella sabía
que era fea, pero su actitud era similar
a la que había observado en las famosas divas del cinematógrafo . Miraba a
todo el mundo por encima del hombro.
Escasamente saludaba a las muchachas
que por diez años habían estado con ella
en el salón de clases y era incapaz de
decir «por favor» o «gracias».
Cada vez que su padre la abrazaba
y le decía : —¿Cómo está mi reina bella?—, la muchacha sentía ganas de
gritarle a ese viejo chocho : «¿Pero es que
no ves que soy fea, fea, feísima?»
Lástima que Anabella no hubiese
heredado la capacidad que tenía su
padre de ver a través del pellejo. El podía saber siempre ; con muy pequeño
margen de error, de qué tamaño era el
corazón de las personas. Cuando nació Anabella tenía uno muy grande.
Quizás cegado por su amor incondicio64
REVISTA PANAMEÑA DE CULTURA
nal, su padre no podía aceptar que se
le había ido achicando con el tiempo.
El día que murió su madre, la joven
no derramó ni una lágrima. Acompañó
el cortejo fúnebre hasta el cementerio
con rostro impasible y la mirada perdida. Mentalmente repasaba lo que había aprendido ese día . Locro : guisado
de carne, maíz, etc . Petiso: bajo; caballo pequeño.
Cinco años había cumplido su madre de muerta cuando Anabella regresó a casa con una extraña pulserita.
Su padre no le dio mayor importancia,
ya se había acostumbrado a las rarezas de su hija.
En el hospital de repente todo fue
conmoción . A la sala de urgencia entraba una joven que acababa de ser
atropellada por un bus . Su condición
no era buena. Los internos atacaron el
cuerpo magullado con ímpetu incontrolable . La entubaron, canalizaron su
mejor vena, determinaron cuántos huesos rotos tenía, estaba viva pero no lograban causar en ella reacción alguna.
Sus pupilas estaban dilatadas y su
cuerpo no mostraba señales de vida,
pero su corazón latía . Un par de horas
después la tomografia computarizada
reveló que su cerebro estaba muerto.
No llevaba ninguna identificación y
por más que trataron de averiguar sobre su procedencia, tres días después la
búsqueda había sido inútil . Lo único que
llevaba puesto era una pulserita que la
identificaba como donante de órganos .
Dos semanas llevaba ya la joven en
el hospital cuando la junta de médicos
decidió que era el momento de
desconectarla . El doctor Subía dio órdenes inmediatas de preparar al paciente de la cama 25 : habían encontrado un corazón.
Don Joaquín entró al quirófano casi
dormido . Los enfermeros levantaron el
cuerpo con todo y sábana y lo transfirieron a la mesa de operaciones. A su
lado había otra camilla y otro cuerpo.
El equipo de cirujanos entró al salón y
cada uno fue tomando su posición . El
doctor Subía se acercó a don Joaquín,
murmuró algo a su oído y luego le dijo:
—A ver, empiece a contar regresivamente desde cien.
Don Joaquín balbuceó noventa y nueve, noventa y ocho y enmudeció . El médico encendió la sierra eléctrica y procedió a abrir el pecho de su paciente . Colocó pinzas, empezó a cortar y a los pocos
minutos ya tenía el corazón débil y agotado de don Joaquín en una bandeja.
En la mesa de al lado el otro grupo
de médicos empezaba a desesperarse.
Por más que se esmeraban en buscar
en la cavidad del cuerpo inerte de la joven no lograban encontrar su corazón.
El doctor Subía les increpó impaciente:
—Bueno, esto es para hoy.
Uno de sus compañeros le respondió:
—Pero doctor, aquí no hay nada.
—¿Cómo que no hay nada? Por favor dejen el desorden y apresúrense.
—Marcos, que no es relajo que no
encontramos el corazón.
Marcos Subía se acercó impaciente a
la otra camilla y metió las manos en el
pecho de la joven . Removió gasas, movió
masas de carne y finalmente logró atisbar un pequeñísimo órgano que se asemejaba más bien a un corazón de pollo.
Subía palideció . Allí estaba don Joaquín
con d pecho abierto de par en par, su
corazón tirado en una bandeja y en sus
manos un corazón que no hubiese podido dar vida ni a un. niño recién nacido.
Lástima que don Joaquín no pudiera ver las manos de la joven en la camilla junto a él . Le hubiese podido avisar al doctor que en ese pecho no había corazón . n
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