Comunidad definitiva - Diócesis de Salamanca

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Diócesis de Salamanca · Rosario, 18 · Salamanca 37001 · Tel. 923 12 89 00 · [email protected] · www.diocesisdesalamanca.com
6
Mayo
2012
S
an Juan de Ávila: nombrado
patrono del clero secular de
España en 1946 por Pío XII y
canonizado por Pablo VI en 1970,
pronto será declarado Doctor de la
Iglesia, el trigésimo cuarto de entre
ellos, el cuarto de los españoles:
San Isidoro de Sevilla, San Juan
de la Cruz, Santa Teresa de Jesús
y él mismo. Como nos pasa a
nosotros, él también vivió tiempos
convulsos, entre el desgarramiento
de la antigua Cristiandad en
Europa, sacudida por la reforma
protestante y la urgencia de anunciar a Cristo allende los mares, en
las Indias poco ha descubiertas y
en trance de evangelización acelerada. Quiso participar de esa gran
aventura, pero le hicieron quedarse
aquí, en el reino de Castilla, donde
había una gran necesidad de nueva evangelización. Tanto habían
luchado por la fe nuestros antepasados, que el alma se les había
secado un tanto y andaban ayunos de la Palabra de Dios, eran
poco conscientes del amor que
Dios les tenía y ajenos al Espíritu
que les impulsaba a vivir la vocación bautismal. Así que se dedicó a
llevar en el corazón y en la memoria la Palabra de Dios, a estar al día
de las obras de los grandes teólogos, enfrascados en inspirar y en
aplicar el Concilio de Trento.
Vivió todo eso en la oración para
prepararse a mejor transmitirlo en
su predicación, convencido como
estaba de la llamada a la santidad
de todos los fieles, fueran estos
convocados a la vocación laical, a
la vida consagrada o al sacerdocio.
Lo mucho que dejó escrito, o las
tradiciones vivas que perduraron
en sus discípulos son importantes,
pero más importante fue su actitud
personal, su vivencia eclesial y su
método para llevar a cabo la nueva
evangelización, aunque entonces
no se llamara así.
Enhorabuena a los sacerdotes
que cumplen 25 y 50 años de
ministerio.
02
¡
g ESTO ES LO QUE OS MANDO:
QUE OS AMÉIS UNOS A OTROS
No puede ser más sencillo. Éste es su
mandamiento: que nos amemos los
unos a los otros. Nuestro Dios no nos
trata como un señor a sus siervos, no
nos agobia con miles de normas y preceptos que cumplir. Él establece con
nosotros relaciones basadas en la libertad y en la confianza y, porque confía,
se atreve a llamarnos amigos, nos elige.
Permanecer en esa amistad es el reto.
Nosotros somos hábiles para complicar
lo sencillo, para distorsionar el mensaje.
Olvidamos a veces que sólo el amor es
el que da valor a todas las cosas, que
sólo el que ama cumple el mandato del
Señor y habla de Dios con su vida y de
la forma más elocuente, con ese lenguaje universal del amor que todos
entendemos.
El que ama es quien permanece en la
amistad del Señor porque prolonga y
hace palpable su presencia, porque deja
moverse al Espíritu, que da fecundidad
y hace brotar y crecer la vida desde y
hasta lo insospechado.
Es lo único que se nos pide para ser
amigos de Dios: amar. Nos hemos
hecho muy hábiles para clasificar, para
agrupar, para decir quién sí y quién no
es de los nuestros, cuando resulta que
nuestro Dios sólo pone una condición,
sólo pide un distintivo. El Dios que mostramos a los demás cuando etiquetamos así es pequeño y mezquino, hecho
a nuestra imagen y semejanza. La llamada es más bien la contraria, consiste en
ir dejando que el amor nos haga cada
vez más a imagen y semejanza suya, en
amar como Él nos ha amado.
La comunidad de sus amigos es la
que hace lo mismo que el Maestro:
abrir puertas, romper fronteras de
lugares y de formas, tender puentes,
incluir, superar ideologías. Es la que
nos permite pensar distinto y ser hermanos, amigos en el Señor, que dio su
vida por todos. Es la que nos permite
encontrarnos tanto desde nuestras ilusiones y esperanzas como desde nuestros límites, nuestro pecado y nuestra
pobreza, sin temor a ser juzgados, con
4 PRIMERA LECTURA:
Lectura del libro de los
Hechos de los apóstoles 10,
25-26. 34-35. 44-48
El don del Espíritu Santo se ha
derramado también sobre los
gentiles.
4 SALMO RESPONSORIAL:
Sal 97, 1. 2-3ab. 3cd-4 c£ 2b)
R. El Señor revela a las naciones
su salvación.
4 SEGUNDA LECTURA:
Lectura de la primera carta
del apóstol san Juan 4, 710
EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN 15, 9-17
Nadie tiene amor más grande
que el que da la vida por sus amigos
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
- «Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en mi amor.
Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he
guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.
Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría
llegue a plenitud.
Éste es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado.
Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos.
Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando.
Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor: a vosotros
os llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer.
No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido y os he
destinado para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto dure.
De modo que lo que pidáis el Padre en mi nombre os lo dé.
Esto os mando: que os améis unos a otros».
Dios es amor.
Palabra de Dios.
la certeza de ser acogidos y amados
con gratuidad e incondicionalidad,
porque en ella se mueve, libre, el
Espíritu del Resucitado, del que se dejó
clavar en la cruz por amor a todos.
No es una comunidad de personas
perfectas. Es una comunidad de discípulos que aprenden cada día a amar
como su Maestro, que toman conciencia a diario de su necesidad de aprender a amar, que hacen memoria frecuente del amor recibido y lo actualizan. Necesitamos hacernos más
discípulos, mejores discípulos, hacernos más conscientes de nuestra necesidad de aprender amar y dejar que la
Palabra y la suave pedagogía del
Maestro saque a la luz nuestros egoísmos, las búsquedas estériles de nosotros mismos que oscurecen y hacen
pequeña y mezquina su casa. Nos hace
falta escuchar su vida para comprender que nos llama a tirar muros y a
construir puentes, permitir que la luz
de su entrega por amor rasgue nuestras tinieblas y ponga al descubierto lo
que en nosotros hay de verdadero y de
«Somos iglesia de Jesús
cuando elegimos la
misericordia en lugar de la
intolerancia, cuando nos
hacemos casa abierta y
mesa compartida, cuando
en verdad hacemos sitio
para todos y permitimos
encontrar a los demás, junto
a nosotros, motivos para
seguir esperando».
falso, lo que dura y lo que se acaba, lo
que de verdad importa frente a lo
superficial y nos encienda en el corazón ilusión renovada por hacer presente el Reino desde la comunión.
Hacernos realmente discípulos del que
entregó su vida amando a todos nos
hace sentir parte de esta humanidad,
que busca y tiene sed, que sufre y se
ilusiona. Sentirnos así sólo puede llevarnos a ensanchar nuestra casa y a
amar más universalmente.
Nos acercamos a la Iglesia que soñó
Jesús cuando nos empeñamos con
humildad en este aprendizaje y abrimos
nuestras manos para dar y recibir, nuestros brazos para abrazar, nuestros ojos
para percibir el brillo y la belleza de lo
diverso, nuestros labios para besar y
bendecir y nuestros oídos para escuchar
cantos y gritos; los cantos de los que, en
cualquier parte del mundo y sea cual
sea su credo, están haciendo brotar la
vida; los gritos de los no amados, de los
que no cuentan, de los excluidos y de
los alejados.
Somos iglesia de Jesús cuando elegimos la misericordia en lugar de la intolerancia, cuando nos hacemos casa
abierta y mesa compartida, cuando en
verdad hacemos sitio para todos y permitimos encontrar a los demás, junto a
nosotros, motivos para seguir esperando. Esto es lo que hizo Él.
v Mariola Iglesias Díaz, stj
03
¡
El drama del desempleo
E
n el Día del Trabajo de este año
2012 es obligado dirigir la mirada
a la dramática situación que
padecen los cinco millones seiscientos
mil desempleados y el millón setecientas mil familias que tienen a todos sus
miembros en el paro.
Son cifras con rostros personales, que
no deben dejarnos indiferentes. Son
millones de historias humanas afectadas por la insuficiencia o, incluso,
carencia total de medios para satisfacer las necesidades más básicas de la
vida diaria personal y familiar, que
reclaman nuestra cercanía afectiva y
04
¡
nuestra solidaridad. Son proyectos de
vida instalados de forma imprevista y
obligada en la inseguridad, en la falta
de reconocimiento social, en la dependencia económica y en una relativa
exclusión social, con el grave peligro de
sentirse frustrados en su autoestima y
defraudados en sus esperanzas.
Se trata de personas que tienen reconocido en la ley un deber de trabajar,
que no tienen posibilidad real de cumplir
para su satisfacción personal, y un derecho al trabajo, que no pueden reclamar directa e inmediatamente ante
alguien que estuviera obligado a
proporcionárselo. Este derecho al trabajo, como otros semejantes, es un
derecho formal, sin contenido determinado, cuyo ejercicio carece de garantía.
Y en este carácter del derecho al trabajo
radica la gran cuestión social que representa el drama del desempleo.
La Constitución española incluye entre
los principios rectores de la política
social y económica la obligación de los
poderes públicos de promover las condiciones para el progreso social y económico y, de manera especial, el deber de
realizar una política orientada al pleno
empleo. La plena ocupación, por tanto,
es un objetivo obligado para todo ordenamiento económico orientado a la justicia y al bien común. Pero con este
objetivo queda todavía si resolver la
cuestión principal y concreta: ¿A quién
corresponde la obligación de proporcionar los puestos de trabajo?
La Doctrina Social de la Iglesia
enseña que una sociedad donde las
medidas de política económica no permitan a los trabajadores alcanzar niveles aceptables de ocupación no puede
conseguir su legitimación ética ni la
justa paz social. El desempleo es una
verdadera calamidad social, sobre todo
en relación con las generaciones jóvenes Por ello, es deber del Estado promover políticas que activen el
empleo. Pero su función es la de los
llamados “empresarios indirectos”,
es decir, aquellas personas o instituciones que son capaces de orientar, a
nivel nacional o internacional, la política del trabajo y de la economía.
El deber del Estado consiste no tanto
en asegurar directamente el derecho de
todos al trabajo, limitando la vida económica y la libre iniciativa, cuanto crear
condiciones y oportunidades de trabajo,
estimulándolas donde sea insuficiente
o sosteniéndolas en momentos de crisis.
La tarea fundamental del Estado es
definir un marco jurídico apto para
el desarrollo de la actividad económica, respetando el principio de subsidiaridad y la libertad de iniciativa económica; debe también inspirarse en el
principio de solidaridad y establecer los
límites a la autonomía de las partes para
defender a la más débil. Aparte de estas
tareas de dirección y armonización del
desarrollo económico, el Estado puede
ejercer funciones de suplencia en
«Tenemos la obligación
moral de hacernos
cargo de las
necesidades de las
personas y familias que
padecen las
consecuencias de la
falta de trabajo».
situaciones excepcionales.
Para la promoción del derecho al trabajo es importante que el Estado
garantice la existencia real de un libre
proceso de auto-organización de la
actividad laboral que surge de las iniciativas privadas y sociales, no sólo en
los sectores de la agricultura y la industria, sino también en los ámbitos de la
educación, la salud, los servicios sociales, la cultura y la tecnología. El hombre debe ser el verdadero protagonista
en el trabajo, también haciéndose cargo de forma creativa y responsable de
nuevas formas de organización del trabajo que contribuyan al crecimiento de
la persona, de la familia, de la sociedad
y de toda la familia humana.
La Doctrina Social de la Iglesia considera la libertad de la persona en el
campo económico como un valor
fundamental y un derecho inalienable
que hay que promover y tutelar: cada
uno tiene derecho de iniciativa económica. La iniciativa económica debe
gozar de un amplio espacio y el
Estado tiene la obligación de imponer
restricciones sólo en orden a hacerla
compatible con el logro del bien común.
Teniendo en cuenta la dimensión global de las relaciones económicas y
financieras y el mercado de trabajo, es
necesaria la colaboración internacional
entre los Estados que salvaguarde el
derecho al trabajo a nivel nacional e
internacional y asegure una conveniente retribución y nuevas formas de solidaridad entre los hombres del trabajo.
En los nuevos escenarios globales del
trabajo es especialmente necesario y
urgente el desarrollo de una auténtica solidaridad universal que lleve
consigo la posibilidad concreta de
creación de nuevos puestos de trabajo,
respetando la jerarquía de valores y
colocando en primer lugar la dignidad
de la persona que trabaja.
En las actuales circunstancias, todos y
cada uno de nosotros tenemos la responsabilidad moral de asumir con
generosidad la parte que equitativamente nos corresponda en los ajustes
necesarios para hacer posible la salida
de la crisis económica y la creación de
puestos de trabajo. Mientras tanto,
tenemos además la obligación moral,
según nuestras posibilidades, de
hacernos cargo de las necesidades
de las personas y familias que padecen las consecuencias de la falta de
trabajo. La fortaleza que todavía mantiene la familia en España, le está permitiendo asumir la carga que sufren
sus miembros en paro. Pero todos
debemos colaborar a levantar esas cargas con auténtica caridad fraterna, por
ejemplo, a través de Cáritas, con aportaciones ocasionales o con un porcentaje de nuestros ingresos. De esta
manera el drama del desempleo se
convertirá en ocasión de crecimiento
en humanidad y de auténtico progreso
social en la verdad de la caridad.
v Mons. Carlos López,
Obispo de Salamanca.
Emilio GonzálEz Rivas
“Emilio, has sido
alcanzado por la
Pascua de Jesús”
E
milio: el último trecho de tu vida ha coincidido con el tiempo de Pascua. Tú nos decías que nunca el misterio Pascual
lo habías vivido como este año. La Pascua del año 2012 ha
sido una gran experiencia existencial que la has predicado con tu
ejemplo, la has celebrado con esperanza y la has vivido con la
pasión de tu sufrimiento corredentor, unido al de Jesús.
La gran Noticia de este tiempo y de todos los tiempos es:
“Jesucristo, crucificado y sepultado, ha resucitado”. Solo la resurrección de Jesús crucificado manifiesta que el vivir para Dios y
para los otros tiene un sentido indestructible, que la comunión
con Dios y con los semejantes y con todas las criaturas es el objetivo primero y último de Dios en el universo y, por tanto constituye el sentido de la vida.
Amigo Emilio, éste ha sido el sentido de tu vida cristiana y
sacerdotal, éste ha sido tu programa. El cirio pascual que nos
preside en este tiempo recuerda el misterio pascual. Se gasta y se
consume dando luz, vida y calor; tú te sabías depositario de la
luz de Cristo. Nunca quisiste brillar con luz propia, nunca quisiste sustituir la luz de Cristo. Tu vida ministerial de pastor humilde
por los pueblos de Cabezabellosa, Villaverde, Horcajo,
Chagarcía, Aldealengua, y por último, los muchos años en la
parroquia del Nombre de María ha dejado una estela de bondad, de sencillez y de mucho silencio.
En este último tramo de tu vida hemos visto la mano del Señor
sobre ti. Nos has legado una gran lección de disponibilidad
como la de los criados que esperan el retorno de su Señor. No
te hemos oído ni una queja ni un lamento ni una pregunta del
porqué de tu enfermedad. Te has puesto serenamente en las
manos del Señor. Más aún, nunca como en estos días, percibí tu
sensibilidad y tu solicitud por los demás. Al hablarte de un colega que habían operado, inmediatamente le llamaste para interesarte por él. Dos días antes de morir te dije que había muerto la
madre de un sacerdote y me recomendaste que le manifestara su
comunión con él. Nos has regalado tu hondura evangélica. En
lugar de concentrarte en tu crítica situación, te descentraste para
centrarte en los demás. El Señor te ha asistido, te ha fortalecido,
diría, se ha manifestado. La comunidad del Nombre de María ha
orado insistentemente por ti y ha estado muy cerca de ti. Tus hermanos presbíteros han vivido contigo la verdadera fraternidad.
Nuestro Obispo te ha acompañado con solicitud paternal. Tus
hermanos de sangre se han desvivido por ti.
Gracias, Señor, por explicarnos que el dolor nunca puede amordazar el alma y que cuando sufrimos estamos también resucitando.
Emilio, ¡Feliz Pascua de Resurrección! ¡ALELUYA!
v Javier Simón, párroco del Nombre de María.
06
¡
Emilio González Rivas, presbítero diocesano.
“La gente insensata pensaba que morían
consideraba su tránsito como una desgracia”
Sab 3,2.
A
sí se expresa el hombre sabio frente al insensato. Ha
muerto Emilio, nuestro amigo, ha muerto a este mundo, pero vive y vive para Dios. ¡Qué más puede desear un hombre de fe como la que él poseía y demostró en la
gran prueba de la enfermedad grave y muerte inminente!
La grandeza de un hombre no se mide sólo por grandes cualidades que muy pocos poseen, sino por el valor con que
afrontan los grandes retos de la vida y fundamentalmente al
último y más importante: la muerte.
Éste es el caso de D. Emilio González Rivas, párroco del
Nombre de María. Durante los dos últimos meses de su vida
ha dejado una estela de su vivir cristiano y sacerdotal que ha
impresionado a cuantos le han tratado y visitado y en primer
lugar a sus hermanos y familiares, que como manifestó Mary
Paz, su hermana, al final del funeral ha sido el mejor ejemplo y herencia que les ha dejado.
Así mismo se expresó Don Carlos, nuestro Obispo, quien dijo
en su homilía cómo en sus visitas a D. Emilio, constató el valor
y la fe con que aceptó la voluntad de Dios, repitiendo: “Hágase tu
voluntad”.
Cuando muchos, incluso creyentes, no asumen fácilmente recibir los
Sacramentos; D. Javier Simón, párroco y D. Javier Herrero, sacerdote amigo le administraron los mismos, acompañados por su familia y
que él mismo había solicitado, dando un ejemplo y manifestando una
gran paz.
El día 29 de marzo escribí en mis notas personales: “Fui con
D. Gabino, D. Justo y D. Constantino a las parroquias del primero en
confesiones cuaresmales; se habló de la enfermedad de D. Emilio, que
hace hoy cuarenta y cinco años fue ordenado sacerdote el 29-3-1964,
lo celebró con sus compañeros de ordenación en la cama del hospital
“Virgen de la Vega” de los cuales se despidió de la forma más emotiva”, lo contaba D. Constantino, condiscípulo de curso y ordenado
sacerdote el mismo día que D. Emilio.
Desconozco otros encuentros con sacerdotes y amigos que le visitaron; hablaré de los dos que tuve la suerte de tener con él.
El día 4 de Abril-Miércoles Santo, día sacerdotal por antonomasia,
pues todo el presbiterio de la Diócesis, sacerdotes y religiosos renovamos nuestros compromisos sacerdotales ante el Obispo diocesano,
ceremonia a la que D. Emilio por primera vez no pudo asistir; en ese
mismo día y por la tarde le fui a ver y el encuentro fue para mí inolvidable, me recibió levantado, muy sereno y nos despedimos con un
abrazo de hermano, pues no en vano trabajamos juntos en el Nombre
de María durante 14 años. En ese día escribí en mi cuaderno: “Visité a
Emilio, le fui encomendando a la Virgen, el encuentro resultó sincero.
¡Deo gratias!
La segunda ocasión fue el día 15 de Abril, en esa ocasión sólo anoté:
“He visitado a Emilio. ¡Deo gratias!”. Tan buena impresión me causó
que volví a casa contento, por eso escribí ¡Deo gratias! ¿No es mucho?
Lo que antecede me lleva a Rm. 8, 28-30 y que invito a quienes esto
leáis que lo grabéis en vuestro corazón, pues os hará mucho bien especialmente cuando las cosas no os salgan conforme a vuestros deseos.
Las palabras del Apóstol son éstas: “Sabemos que Dios dispone todas
las cosas para bien de los que le aman, a los que Él ha llamado según
su voluntad. A los que de antemano conoció, también los predestinó a
reproducir la imagen de su Hijo”.
¿Hay algo más grande que ser imagen del Hijo de Dios?
Hoy en todas partes y para cualquier trabajo nos piden el “Curriculum
vitae”. Los que conocimos de cerca a D. Emilio nos basta saber que fue
un sacerdote al servicio de la Diócesis 45 años, de los cuales 32 compartió su trabajo en el Nombre de María. Con anterioridad a su venida
a Salamanca en 1980, ejerció su ministerio en Cabezabellosa de la
Calzada y Villaverde de Guareña de 1964 a 1970; en Horcajo Medianero,
Chagarcía y Revalbos de 1970 a 1980; Cabezabellosa de la Calzada (de
nuevo) y Pitiegua de 1980 a 1983 y Aldealengua de 1983 a 1985.
No ha sido mi intención caer en el alago o alabanzas “post mortem”,
fácil en estas ocasiones, Dios es el juez y en Él se juntan “la justicia y la
paz, pues se besan” o como diría el apóstol Pablo “sé de quién me he
fiado”; pero sí he querido sacar a la luz lo que ha sido su durísima
enfermedad y muerte, ejemplarizantes para todos. Creo haber cumplido así el encargo recibido del Director de Comunidad y deseo que crezca en todos la certeza de la Resurrección de Jesús que celebramos y
anhelamos.
Termino con gracias a D. Carlos por el amor expresado a sus sacerdotes, a éstos por su asistencia masiva y a los feligreses del Nombre de
María por su cariño.
v Dionisio Parra Sánchez, Juez diocesano.
Foto: GABRIEL ALONSO.
13 DE MAYO, PASCUA DEL ENFERMO
P. Francisco Álvarez, Superior provincial de los Religiosos Camilos, junto a varios
ponentes del curso: “La atención integral al enfermo al final de la vida”.
g El 13 de mayo, sexto Domingo de Pascua, es el punto
culminante de la Campaña del Enfermo. Celebramos la
Pascua del Enfermo. Con este motivo la Delegación diocesana de Pastoral de la Salud ha preparado una celebración
diocesana el sábado 12 de mayo, a las 19.30 h. en la
parroquia de San Mateo. Y al día siguiente, se celebrará en
cada parroquia, hospital y residencia,... En ellas se recordará a los enfermos, a las familias y profesionales de la salud,
celebrando con gozo su entrega y el compromiso de servicio a la salud y a la evangelización del mundo sanitario.
DEDICACIÓN DEL NUEVO ALTAR DE LA
CATEDRAL DE SALAMANCA
g En la celebración
anual
de
la
Dedicación del templo Catedral de
nuestra Diócesis salmantina, el día 13
de mayo, nos disponemos a celebrar
Foto: H
O
.
este aniversario con
el gozoso acontecimiento de la Dedicación de un nuevo altar según las indicaciones de la Constitución sobre la Sagrada Liturgia y
otros documentos litúrgicos.
En la dedicación de un nuevo altar, mucho más si es del
templo donde el Obispo sucesor de los Apóstoles tiene su
sede ha de hacerse en un día festivo para toda la Diócesis,
animando a todos los fieles para que se unan a Cristo
Sumo Sacerdote Víctima y Altar y como discípulos suyos,
sean ellos mismos piedras vivas con las que el Señor edifica el altar de la Iglesia. Os esperamos a todos a la celebración de la Eucaristía con la dedicación del altar el
domingo 13 de Mayo, a las 6 de la tarde, en la S.I.B.
Catedral Nueva de Salamanca.
El día antes, sábado 12 de mayo, a las 8 de la tarde, en
la Catedral Vieja D. Fernando Gutiérrez Santamaría,
deán de la S.A.I. Catedral de Ávila, impartirá una conferencia que lleva por lema: “Significado de la Catedral”. A su
término los coros Tomás Luis de Victoria y Francisco
Salinas ofrecerán un concierto en la Catedral Vieja.
ELIDORO
RDÁS
v Jesús Terradillos, Canónigo.
07
¡
Foto: GABRIEL ALONSO.
COMIENZA EL NOVENARIO AL
CRISTO DE LOS MILAGROS
g La céntrica parroquia de Sancti
Spiritus acogerá del 11 al 20 de mayo el
solemne novenario al Cristo de los
Milagros. La novena se celebrará tras
las misas de 9.30 de la mañana y 20.30
de la tarde. Durante esos días la iglesia
permanecerá abierta en horario de
8.30 a 13.30 y de 16.00 a 23.00 horas.
e le atribuye al famoso P. Rahner el consejo que todo predicador
debería sostener con una mano la Biblia y con la otra el periódico (de
la Palabra de la vida o de la vida a la Palabra). Vivimos en una sociedad mediática, por el tiempo que dedicamos a los medios como información y opinión, entretenimiento y espectáculo, por la mentalidad que crean
y hasta por el uso o abuso que con ellos se pueden cometer.
Nos referimos a la prensa escrita, a la transmitida por radio o televisión y
en general a los medios técnicos que facilitan o entorpecen la verdadera
comunicación.
En el documento de la Constitución del Consejo para la Nueva
Evangelización, en su nº 4, se dice que “es tarea específica estudiar y favorecer el uso de las modernas formas de comunicación como instrumentos
para la Nueva Evangelización”. El tema ha de estudiarse pues no se trata de
un uso indiscriminado, ni de medios neutros en sí mismos, cuando tienen
sus estructura y su filosofía envolvente en la modalidad de la prensa escrita, radiada o televisada.
Estos medios son servidores fieles de los centros de poder político y económico, están inclucando una forma de cultura y mentalidad, facilitan un adoctrinamiento continuado, donde el ser personal queda anulado por el hombre
masa, ya que promueven y consolidan un nuevo estilo de vida y una sociedad
laicista, permisiva que en algunos casos llega a lo decadente y degradante.
Esta visión un tanto “apocalíptica” acaba siendo un verdadero “masaje”,
ya que si el mensaje era el medio, ahora se puede decir que el mensaje es
un masaje (M. Mluhan). Sartori dirá que el “homo videns” de nuestros días
es un hombre banal que se presta a la manipulación especialmente en política y por el uso de la televisión. Si todo lo que toca la televisión es banalidad, la utilización de tnato “ruido” como provocan estos medios, no favorece mucho la seriedad del mensaje cristiano (el mismo P. Rahner tenía
muchas reservas al uso de la televisión y la liturgia de la Iglesia).
Si le añadimos el factor publicitario que entra en juego, fortalece el círculo económico y deja en entredicho poniendo límites a la información y a la
opinión. A pesar de estas reservas graves el mundo de la imagen debe completar la visión del sujeto a evangelizar y el propio testimonio de la vida de
las comunidades cristianas es objeto de información y aunque los tiempos
no son buenos para la prensa escrita, un diario es un espacio moral de responsabilidad y compromiso que ayuda a entender el mundo y mirarlo de
modo atento y crítico. Los cristianos debemos estar presentes con nuestro
criterio de protagonistas que hacen y consumen estos medios al servicio de
la humanización.
S
Por otro lado, el día 18 de mayo tendrá
lugar la ceremonia de admisión de nuevos
cofrades.
Y el día 20, fiesta del Santo Cristo de los
Milagros, a las 7.00 de la mañana tendrá
lugar la procesión con el Cristo por el itinerario habitual: Cuesta de Sancti Spiritus,
Gran Vía, Calle Rosario, Pso. Canalejas,
Cuesta de Sancti Spiritus. Al finalizar se
celebrará una eucaristía en la parroquia. El
párroco de Sancti Spiritus, D. Manuel
Hernández, ha hecho un llamamiento a
los fieles para que protejan las velas con las
que acompañan al Cristo durante la procesión, para evitar ensuciar la calzada.
La Misa solemne se celebrará, a las 12.30
horas en el atrio de la iglesia, si el tiempo
lo permite. En esta ocasión la predicación
correrá a cargo de Albán Arroyo Vega y
contará con la participación del Coro
Voces Blancas.
PEÑARANDA CELEBRA EL
MES DE MARÍA
g La parroquia San Miguel Arcángel, de
Peñaranda de Bracamonte, organiza una
serie de celebraciones con motivo del mes
dedicado a la Virgen María. Los actos
comenzaron el día 2 de mayo con una
oración de alabanza y una Eucaristía. El
día 11 tendrá lugar el Rosario de la
Aurora seguido de la Misa, a las 8.00 de
la mañana. Además, durante todo el mes
de mayo, a las 19.30 h. habrá rezo del
Rosario y Eucaristía. Y el día 31 tendrá
lugar una procesión con la Virgen a las
19.45 horas.
Foto: GABRIEL ALONSO.
M
as un día, también sentimos en nuestro interior una
voz, una llamada, un deseo insuflado por Dios y, tras
meditar si hacerle caso o no, nos dejamos llevar por
el Amor; Amor quizás más limitado en nosotros, pues nos amábamos como pareja y, por eso, decidimos un buen día unirnos
eternamente ante Dios: “Hacer de dos uno y servir uno a
otro en mutua comunión”.
Y quizás... además, nosotros podríamos imaginar igualmente
que el sacerdote recibe la llamada de El Señor en su alma
“casándose” con su vocación, con su sagrado ministerio de servicio a Dios: “Y sirviendo al Padre, servir a los demás siendo apóstol de la Palabra de Dios”. En cierta manera... ¿no
nos llama a todos mediante su Divino Amor?
No somos sacerdotes... pero por apoyarles, por socorrerles en
lo poco que podríamos hacer nosotros, los laicos, les rodeamos
y ayudamos; incluso, debido a la actual crisis de vocaciones,
algunos van más allá en ese deseo de asistencia al servicio de
los “Ministros de la Palabra de Dios”: desde parroquias, asociaciones, movimientos... pues al cada vez más escaso número de
sacerdotes se une el aumento del número de parroquias e iglesias y capillas que atender con su interminable dedicación, junto a unos fieles cada vez más envejecidos y muy necesitados de
consuelo o apoyo espiritual.
No somos sacerdotes... pero buscamos ser cristianos cada vez
más comprometidos defendiendo nuestra Iglesia; compromiso
que se renueva cada vez que uno de nosotros “valientemente”
da un paso al frente para dar testimonio auténtico de Fe como
en aquellos primeros cristianos que eligieron su camino:
“Porque los que son movidos por el Espíritu de Dios, estos son
hijos de Dios” (Romanos 8,14). La llamada hoy “Nueva
Evangelización” nace de la inquietud de renovarse y oír atentamente en nuestra alma el “Verbum Dei”; mas para ello, ante
todo, deberíamos de intentar recuperar la pureza primigenia
de nuestro espíritu: debemos volver, en cierta forma, a ser tan
inocentes como niños.
No somos sacerdotes... pero tenemos una verdadera “ansía”
de escucharle, de recibir su llamada desde un Cristianismo formado y responsable, atentos siempre a la advertencia de San
Mateo: “Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestiduras de ovejas, mas por dentro son lobos rapaces . Por sus frutos los conoceréis”. Huyamos de falsas promesas y estemos vigilantes ante los “cantos de sirena” en estos
tiempos a veces tan confusos y difíciles, pues seguir a Cristo
siempre cuesta: “El que quiera venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame” (Mateo 16,24 parc.).
No somos sacerdotes... aunque les tenemos muy presentes:
a los que conocimos, a los que conocemos, y a los que conoceremos; pues siempre en ellos, pese a las consecuentes diferencias humanas, veremos un ejemplo de Amor y servicio al
prójimo: por eso... , damos ¡ Gracias a Dios por tenerlos¡
v Marisa Beltrán Lurueña
y Francisco José Jaspe y Anido,
Parroquia de “S. Martín y de San Julián y Santa Basilisa”.
09
¡
C
ada 10 de mayo con motivo de la
celebración de San Juan de Ávila,
patrón del Clero español, la
Diócesis de Salamanca rinde un cálido
homenaje a los sacerdotes que cumplen
25 y 50 años de ministerio sacerdotal.
La fiesta dará comienzo a las 11.30 de
la mañana en el auditorio Calatrava con
la conferencia que impartirá el sacerdote Antonio Martín Olivera, sobre La
Espiritualidad sacerdotal en San Juan
de Ávila. A las 13.00 h., los sacerdotes
se trasladarán a la Capilla Mayor de la
Casa de la Iglesia para celebrar una
eucaristía de acción de gracias por la
vida sacerdotal de los hermanos que
este año celebran las Bodas de Oro y
Plata sacerdotales, que será presidida
por nuestro Obispo Mons. Carlos
López. La jornada concluirá con la
comida de hermandad en el comedor de la Casa de la Iglesia.
BODAS DE PLATA
Juan Francisco Buitrago Pérez,
Gonzalo Escamilla Romero,
Miguel Ángel García Sánchez,
Pedro Andrés Antón Bravo
(Adsis) y Jesús Manuel
Monforte Vidarte.
BODAS DE ORO
+Francisco Sánchez Madrid,
José Andrés Mato,
Juan Díez Miguel,
José Miguel Isidro,
Santos Clemencio Pinto
Lozano,
Jesús Vicente Sánchez
y Miguel Díaz Sada,
ss.cc.
¡¡Felicidades a
todos ellos!
10
¡
«Hay un tiempo para
aprender a desaparecer»
A
nte efemérides tan importante,
como es el 50 aniversario de
mi ordenación sacerdotal, he
dedicado, estos últimos días, espacios
de tiempo a la oración y a la reflexión.
Desde la moviola, aunque mi memoria ya no tiene la frescura de otros
tiempos, he recordado y revivido
acontecimientos, encuentros, perS A NT O S C. P
sonas que entraron profundamenIN T O L O Z A NO
te en contacto con mi vida y me
marcaron de verdad.
He hecho un ejercicio consciente de regresar a las raíces de mi existencia
para encontrarme con tres hermosas realidades: familia, escuela, parroquia.
Tres columnas que han sostenido el edificio de mi fe y educación, lo que ha
sido motivo para dar muchas gracias a Dios.
En mis múltiples y variadas experiencias de todo tipo he procurado abrir mi
espíritu para dejarme siempre enriquecer por los ejemplos de los demás, convencido de que la eficacia de la labor pastoral depende, en gran parte, de
tener el corazón abierto a los nuevos tiempos, a los múltiples modos de pensar, a las diversas culturas, aprendiendo a ver la presencia de Dios en todas esas
realidades, siempre valorando la actitud del diálogo y de la escucha.
He sentido, delante de Dios y de los hombres, la grave responsabilidad de la
misión que el Señor me confió. Fundamentado siempre en Jesús y en la Iglesia
he tenido la convicción de sentirme seguro y alentado por su fuerza.
Toda esta historia comenzó un 1 de Noviembre de 1936 en el pueblo de El
Campo de Peñaranda, y en una familia numerosa compuesta por 10 hermanos
de la que hice el número siete. Quiso el Señor servirse de mis padres, del sacerdote del pueblo y de los maestros. Siento el deber de dar las gracias y bendecir a quienes fueron para mí transmisores de la vida que el Señor me ha concedido. Con ellos
a mis hermanas y hermanos. Y gracias a los que me han educado, rodeado de buenos ejemplos, confianza y amistad.
Si para F. Dostoievski su testamento fue: “En el dolor busca la felicidad”, para mí
ha sido: “Hacer sencillamente lo que hay que hacer desde Él”, y creo que me ha dado
resultado, dentro de mis limitaciones y pobrezas.
En la vida lo mismo que hay un tiempo para comenzar a aparecer, hay otro para aprender a desaparecer. No con un billete hacia la nada, sino con un pasaje a la Vida. Algo así
como empezar a ser como niños… para seguir trabajando por el Reino.
Agradezco al Señor que mi ministerio se haya desarrollado casi siempre, de un modo privilegiado, al servicio de los sencillos y de los pobres desde las lejanas tierras de Villarrica
del Espíritu Santo (Paraguay, 10 años) hasta éstas de la Parroquia de San Mateo (Barrio
Garrido de Salamanca, casi 40)
Mis más sentidas gracias a Dios por mis 50 años de sacerdote.
Acción Pastoral de D. José Andrés Mato
Y
a en septiembre de 1962 fue enviado como coadjutor a Macotera
donde estuvo un año. Desde allí a la diócesis de Avellaneda en el
sur del gran Buenos Aires. En Argentina fue coadjutor, primero y
profesor de religión. Creada la diócesis de Quilmes fue párroco de la catedral, Vicario de Acción Social y Vicario General.
En una etapa de casi dos años en Salamanca inició y puso en marcha la
parroquia de La Anunciación del Señor, en la zona de la plaza de
Barcelona.
Vuelto a la Argentina continuó en la diócesis de Quilmes y acompañó la
marcha de las Siervas de María de Anglet al Paraguay y a la provincia de
Misiones en el norte argentino. Continúa todavía acompañando desde
aquí la Pastoral Social de la diócesis de Misiones y A Pastoral das
crianças en las que se centra ahora el trabajo de las Siervas de María de
Anglet. Además es el Párroco de
San Martín y San Julián y
Santa Basilisa.
JO S É A ND R É
S M AT O
«Vivir para los demás en servicio»
D
urante estos cincuenta años, tres ideas han estado siempre presentes: fidelidad en la respuesta a la llamada. Comunión, fraternidad y amor para con
todos, desde el Obispo, compañeros sacerdotes y personas con las que me
he relacionado. Servicio a los demás: los que forman parte de las comunidades,
objeto de la misión, y todos los que, directa o indirectamente, habitual o esporádicamente, entran en relación, por el motivo que sea.
Siempre he entendido y he intentado vivir el sacerdocio desde estos parámeO
tros,
con lo que ello comporta: desde la fidelidad al Dios siempre fiel, desde la
R
ID
IS
L
JO S É M IGUE
identificación y la configuración con Jesucristo, desde la permanencia en Él. Y
con Él, en Él y desde Él, vivir para los demás en servicio, en entrega, en disponibilidad. Seguramente ha habido fallos, vacíos y lagunas.
Pero a lo largo de estos años he intentado servir a todos, sin regatear tiempo, fuerzas, paciencia y disponibilidad: desde los niños, con los que se aprende mucho; los adolescentes, tan cambiantes; los jóvenes, con su actitud siempre generosa y colaborante (muchos con una actitud constante y permanente). ¡Qué grandes personas, qué sacrificadas, qué
generosas a la hora de ayudar, servir y trabajar por y con los más pequeños!, tantos grupos de adultos, tantas personas
responsables en distintos ámbitos y tareas parroquiales, enfermos, etc.
Son inmensas las alegrías compartidas, los gestos de cercanía, ofrecidos y recibidos; también los momentos de dificultades solucionados con la ayuda, la gracia, la fuerza de Dios y con el acompañamiento de tantas personas que, con su
consejo y cooperación, han facilitado el camino a recorrer y han ayudado a centrar lo desajustado o descolocado.
En cincuenta años ocurren muchas cosas. Al final de este recorrido y, al mirar para atrás, por todo lo vivido y compartido, un recuerdo agradecido: ¡Gracias a Dios y gracias a todos!
11
¡
«Ha dado pleno sentido a mi vida»
T
odos los que este año celebramos las bodas de oro de presbíteros, fuimos ordenados el año de gracia en que se inauguraba el Concilio Vaticano II. Como estudiante en la Gregoriana,
tuve la suerte de ser testigo en la Plaza de San Pedro de su solemne inauguración.
50 años de sacerdote son motivo de profundo agradecimiento al
Señor y de espera serena y confiada de los años que el Señor tenga a bien concederme. Como religioso, he dedicado bastantes
años de mi vida a trabajos de gobierno en la Congregación
Sagrados Corazones. Los últimos 16 años de ministerio pastoral
en parroquias han sido especialmente gratificantes para mí.
Hablar de Jesús como Buena Noticia, presidir la eucaristía y
.
C
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SS
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A
D
estar cercano a todos, especialmente a los que más sufren en
SA
M IGU EL D ÍA Z
el cuerpo o en el corazón, ha dado pleno sentido a mi vida de
religioso y de sacerdote.
Doy gracias a Dios por estos 50 años y por haber sido enviado a esta pequeña parcela de la Iglesia de
Salamanca en la parroquia de “Nuestra Señora de la Encina” (El Encinar) donde me encuentro los últimos tres años.
La vida continúa. Con la ayuda del Señor, espero seguir creciendo en experiencia de Dios y en entrega gratuita y
generosa a los demás, en mi comunidad de religiosos de los Sagrados Corazones y en mi trabajo como presbítero.
«¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho?»
N
ací en 1938 en Mata de Ledesma en una familia numerosa de siete hermanos.
En esos tiempos en los pueblos, y si eran pequeños mucho más, al llegar la edad
de la Primera Comunión y casi como rito obligado, todos los niños pasábamos a
formar parte del grupo de monaguillos. Fue en ese pequeño grupo a la sombra del
sacerdote, apoyado por los maestros y el aire que se respira en una familia creyente
donde pudo brotar la semilla de la vocación.
No creo que la vocación sea ningún aviso especial ni extraña llamada, al menos yo no
lo he experimentado, todo ha sido tan normal y rutinario como tratar de responder a
lo que te va surgiendo cada día y que se parece más a una insinuación y sugerencia
que Dios hace sin forzar esperando y respetando la respuesta.
Hermosa y gratificante la vida y la experiencia con los amigos y compañeros en la
etapa del Seminario, con las inseguridades y dudas y con los sueños y proyectos propios de la juventud.
Anunciado ya el Concilio Vaticano II, pero sin haber inaugurado la primera sesión,
JU AN D ÍE Z M
IGU E L
llegó el día de la ordenación y unos meses más tarde el destino a la parroquia del
Carmen como segundo o tercer coadjutor. En el 1962 no había la escasez de sacerdotes que hoy tenemos y era normal ser destinado a una parroquia acompañando a un venerable párroco
hasta que te consideraban suficientemente maduro, decía nuestro rector, para responsabilizarte de una parroquia rural. No
sé si por olvido, por falta de madurez aún, o por qué motivo, después de veinte años con mi párroco tutor, mi querido D.
Jesús Pérez de Dios, a su jubilación y dejar la parroquia, fuimos nombrados con la nueva figura canónica de Vicarios responsables Argimiro García y yo. Unos años más tarde a la muerte de Don Marciano Recio nos hicimos cargo también de
la parroquia de Parada de Arriba, que atendemos en la actualidad.
No es fácil traducir en palabras y resumir en unas líneas sentimientos y vivencias de 50 años de sacerdocio, sólo me atrevo a
repetir con el salmista: ¿cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho? Es el Señor quien lo ha hecho, ha sido un milagro patente.
12
¡
«Quería ser sacerdote diocesano»
S
iempre lo tuve claro. Yo quería ser sacerdote diocesano. Con 11 años, un sacerdote salesiano prestigioso, me llevó a un colegio suyo en la Bética. Yo quería servir al Seminario
de Salamanca: en el mes de agosto de 1950, con 12 años cumplidos, y en compañía de
otros 45 muchachos participé en el primer “Cursillo introductorio al Seminario”. En el mes
de octubre de ese mismo año inicié la singladura de formación camino del sacerdocio. El día
22 de abril de 1962 el P. Barbado Viejo, Obispo de Salamanca y en la Catedral Nueva, me
ordenó de presbítero para el servicio de la Iglesia diocesana. Éramos varios compañeros.
Y en eso he estado estos 50 años, y en eso estoy. 50 años
JE S Ú S V ICE N
celebrando cada día el misterio de nuestra fe. 50 años
T E S ÁN CH E Z
tratando de ser fiel al Señor que me llamó, del que me
he fiado y me sigo fiando. 50 Navidades vividas, con gozo y alegrías, comunitariamente acogiendo al “Niño que nos ha nacido, al Niño que se nos ha dado”.
50 años viviendo luego de haber celebrado también comunitariamente el paso salvador de
Dios en la Pascua. “Éste es el día en que actúo el Señor, ¡Aleluya!”.
50 años tratando de imitar “al Buen Pastor” allí donde el Señor ha querido que alguna porción de su rebaño haya sido encomendada a mi torpe pastoreo.
Los últimos 14 años de estos 50 han tenido una intensidad mayor. Don Braulio me encomienda plantar la iglesia en la parroquia de Nuestra de Lourdes, hacía falta ilusión, imaginación, dinamismo pastoral. Respuesta generosa del personal que llegaba al barrio y que
sería, es ya, la comunidad cristiana.
Desde la visión de fe de la vida: todo es gracia. Gracias, Señor, por estos 50 años de vida
sacerdotal, gracias.
Espero, y deseo, que terminada la peregrinación de la vida sea una realidad gozar las últimas frases del Credo: “Espero la resurrección de los muertos y la vida futura. Amén”.
el
esbítero por
pr
Fui ordenado
arbado Viejo
B
P.
o
sp
Obi
«Confío en su misericordia»
C
amino junto a Alfonso mi amigo y compañero de Adsis. Apenas queda una
hora para la ordenación en la parroquia de San Vicente. Siento los nervios, el
susto, la ilusión... qué sé cuantas cosas más. Los sentimientos se agolpan,
pero uno parece sobresalir: confianza. Se me hace difícil esperar de mí fuerzas, el
aguante necesario para llevar adelante este ministerio que se me confía. Se me
P E D R O A NT Ó
hace poco menos que impensable que vaya a ser capaz de vivir en mi todo aqueN B R AVO , A
d si s
llo que veo en los demás.
Apenas una hora después postrado en el suelo junto a Alfonso, orando con toda
la Iglesia me abandono: sea, Tú sabrás. Me duelen las rodillas posadas en la escalera delante del Obispo y prometo obediencia y sé que yo sólo no soy capaz. La Iglesia ora conmigo...
Y la Iglesia y mi comunidad me hacen cura, y los jóvenes y los pobres me hacen cura. Un día y otro, un año y otro
y sigo teniendo el mismo sentimiento: confianza; pero a éste se le ha añadido algo más: confianza en su Misericordia.
Sólo por eso permanezco, sólo por eso seguiré permaneciendo. Y la Iglesia ora conmigo y yo oro con la Iglesia...
13
¡
«No me habéis elegido vosotros a mí,
sino que yo os he elegido a vosotros» Jn 15, 16
E
E
E L M O N FO R T
JE S ÚS M A NU
sta frase puede resumir perfectamente estos 25 años de sacerdocio, desde 1987. Ese día
13 de junio, víspera de la festividad de la Santísima Trinidad en la que recibí la Ordenación
Sacerdotal y los años que ejercí como miembro de la Orden de los Carmelitas Descalzos
hasta que en el 2001 pedí incardinarme en esta diócesis de Salamanca. He comprobado cómo
mi vida como sacerdote ha sido un instrumento para que Dios realizara su obra en mí y por
medio mío. Cómo he sido un mero instrumento de su gracia y he asistido, a veces con temor,
otras con asombro y siempre con agradecimiento, a la historia de la salvación que Dios ha
ido escribiendo con mi propia vida y persona. Intentando, como diría San Pablo, no echar
en saco roto el derroche de gracia recibido. Y al llegar esta fecha de los 25 años no puedo
dejar de agradecer a la diócesis, a los distintos obispos y a los compañeros en el sacerdocio el poder compartir esta experiencia y esta vida a cada momento.
25 Años de la Ordenación de Juan Francisco Buitrago,
Miguel Ángel García y Gonzalo Escamilla
Este año se cumplen 25 años de nuestra ordenación presbiteral. El 7 de noviembre de 1987 la tarde apareció lluviosa pero la Catedral Vieja de Salamanca se llenó de hermanos presbíteros, de religiosos y religiosas y de muchos laicos procedentes de las diversas comunidades en las que estábamos o habíamos desarrollado la etapa pastoral que tuvieron la oportunidad de expresar su alegría,
su oración y su apoyo cercano. Tres presbíteros en una única celebración y en la Catedral, algo que
hacía varios años que no sucedía.
Nuestra invitación estaba encabezada por el texto de Mt 6,33 “Buscad primero el Reino de Dios y
su justicia y lo demás se os dará por añadidura”. Queríamos que la Palabra de Dios presidiese toda
nuestra vida. Junto a la invitación mandamos el texto de P.O. 8, en la que reconocíamos y pedíamos la presencia de los hermanos presbíteros, con el gesto de la
imposición de las manos nos sentimos incorporados a esta íntima
J. FR A NCIS CO
B UI T R AGO
fraternidad sacramental.
Los textos que fueron proclamados en la Eucaristía han seguido siendo luz y guía para nuestras vidas, nuestro ser y tarea pastoral:
Cristo es quien elige, llama, ama y nos invita a permanecer junto a Él, en amistad y cercanía para dar
frutos (Jn 15,9-17). Ser apóstol del Señor y en el Señor es un tesoro que llevamos en vasijas de barro,
y en Él todo lo podemos pues su gracia nos conforta (2Cor 4,7-15). Estar junto al Señor para recibir
su espíritu y acoger, con agradecimiento, temor y temblor la misión de llevar el Evangelio a los pobres,
vendar corazones rotos, liberar y cambiar ceniza de luto por diadema de gozo (Is 61,1-3).
Año tras año nos hemos vuelto a encontrar para recordar y renovar ese momento de gracia y, a la luz
de estos textos, revisar la vida, compartir experiencias y animarnos de
cara al futuro para permanecer en el Señor, como Iglesia Diocesana al
servicio de los hermanos.
Don Mauro, Obispo, siempre nos acompañó como Padre,
Pastor, Hermano y Amigo (CD. 16), en el proceso formativo, en la
celebración, después, como sacerdotes nuevos mostrando su
preocupación entrañable hasta su humilde retiro.
Recordamos con cariño y agradecimiento a nuestros formaA R CÍA
M IGU E L Á. G
dores que como verdaderos hermanos mayores facilitaron el
crecimiento espiritual, humano y pastoral.
Fueron y son los hermanos presbíteros de la misma hora, con los que nos encontramos para orar,
compartir experiencias y contrastar y discernir caminos de futuro, muy importantes para nosotros.
Miramos estos 25 años con profundo agradecimiento a Dios por tanto don recibido, de forma
inmerecida. Dios ha permanecido siempre fiel, “porque es eterna su misericordia” y, humildemente, acogemos cada día el maravilloso “lote de su heredad”, en el Hijo y Señor, Jesús.
Afrontamos el futuro con mayor entusiasmo, alegría y disponibilidad que el primer día. Es el
Señor lo único que verdaderamente nos importa, su Reino, todo lo demás lo estamos recibiendo por añadidura. De todo corazón queremos seguir sirviendo a nuestro Iglesia Diocesana de
GO N ZA LO E
Salamanca en este nuevo momento de la historia, de la nueva evangelización.
SCA M IL LA
Gracias, de corazón, a todos.
14
¡
III ABRAZO SOLIDARIO A LA
PLAZA MAYOR DEL MUNDO
nace la Fundación de
Religiosos para la salud
g Los religiosos siguen desafiando las
dificultades y obstáculos de la crisis económica y mantienen su empeño en la promoción de obras que ayuden al desarrollo
de aquellos países más necesitados.
En concreto, en el campo de la salud,
contarán a partir de ahora con una nueva organización que trabajará con las
congregaciones y les servirá de apoyo y
enlace para llevar a cabo todos sus proyectos. Se trata de la Fundación de
Religiosos de la Salud (FRS), que nace
tras la extinción en 2007 de la
Federación Española de Religiosos Sociosanitarios (FERS), y de la imposibilidad de
la organización que la asumió, la CONFER, de hacerse cargo de los proyectos
de cooperación internacional.
De este modo, la FRS dará continuidad a la ingente labor que los religiosos sanitarios venían haciendo y
Fotos: ÓSCAR GARCÍA.
Javier Poveda, de la Fundación de Religiosos para la Salud.
hacen por el mundo a favor de la inclusión social en los ámbitos de la salud y la
promoción integral de niños jóvenes y
adultos en situaciones de enfermedad,
pobreza o marginación. Se trata de una
fundación de carácter civil calificada por
la Agencia Española de Cooperación
Internacional para el Desarrollo (AECID),
con la que también trabaja muy de cerca.
v F. Otero, Vida Nueva nº 2.797.
libro conmemorativo en el 7º aniversario
del pontificado de Benedicto Xvi
g ”Benedicto XVI, teólogo y pontífice” es el título del libro con el
cual los periódicos L'Osservatore Romano e Il Sole 24 Ore rinden
homenaje al Papa con motivo del séptimo aniversario del inicio de su
pontificado (24 de abril de 2005). El volumen está disponible en versión digital en la web de ese diario (www.ilsore24ore.com), enriquecido con contenidos multimedia, también en inglés y en castellano. El pasado 26 de
abril, el periódico español “La Razón” lo incluyó también en su sitio web.
En el prólogo, el director de L'Osservatore Romano, Giovanni Maria Vian, explica
que en ocasión del 85 cumpleaños del Papa y del comienzo del octavo año de su pontificado, nació la idea de reunir en un libro textos poco conocidos sobre la figura de
Benedicto XVI. Entre ellos, un diálogo sobre laicidad y religión entre el filósofo
Armando Massarenti y el periodista Giuliano Ferrara; una propuesta de lectura de
las obras de Joseph Ratzinger por parte de la
historiadora Lucetta Scaraffia y, en fin, una
síntesis cronológica de la vida “del teólogo
que llegó a ser pontífice”.
La iniciativa, agrega Vian, “se propone, sobre
todo, contribuir al conocimiento de la figura y
las obras de un intelectual que ha dedicado y
dedica su vida a la búsqueda incansable de la
verdad, en un diálogo continuo entre fe y razón,
con un lenguaje accesible a todos”.
El Papa Benedicto XVI junto a su secretario.
g El sábado 19 de mayo,
a las 12.00 del mediodía,
el ágora salmantina acogerá por tercer año consecutivo el Abrazo solidario a la Plaza
Mayor del mundo, una iniciativa promovida desde Manos Unidas. “Es una
acción sencilla pero llena de humanidad,
que nos recuerda a todos que formamos
parte de un mundo que podemos hacerlo mejor”, señala Loli Hontiveros,
Delegada de Manos Unidas Salamanca
en su invitación a participar.
88 Grupos, 88 pancartas, 600 personas rodeando la Plaza Mayor para
expresar la necesidad de abrazar al
mundo, con el sentido de acoger, comprender, ayudar, compartir. Cualquier
persona puede sumarse ese día a esa
hora. Si estás interesado en portar alguna de las pancantas, pásate por la sede
de Manos Unidas (C/ Rector Lucena, 20
5ºA) y rellena la ficha de participación.
Información: 923 261 547.
AULA FE CULTURA DE
PASTORAL UNIVERSITARIA
El profesor Fernando R. Garrapucho.
g “El Espíritu Santo en la vida de la
Iglesia”, es el título de la última conferencia del Aula Fe Cultura de Pastoral
Universitaria que pronunciará el profesor de Eclesiología de la UPSA,
Fernando Rodríguez Garrapucho. El
acto tendrá lugar el 9 de mayo, 20.00
horas en el Aula de Grados de la
Universidad Pontificia de Salamanca.
15
¡
ACONTECIMIENTO HISTÓRICO
El día 1 de noviembre del año 1982 fue
un día memorable para nuestra diócesis
de Salamanca. Por primera vez un Papa,
Juan Pablo II, nos visitaba. El motivo de
tan feliz encuentro fue la clausura del IV
Centenario de la Muerte de Santa
Teresa de Jesús que aconteció en la villa
teresiana de Alba de Tormes el 4 de octubre de 1582.
No fue un viaje improvisado. Durante
largo tiempo se hizo una preparación
catequética y espiritual en parroquias y
comunidades. La logística también tuvo
su importancia. Había que acudir a Alba
de Tormes donde se celebraría el encuentro diocesano en una gran explanada junto al río Tormes. Había que prever los
medios de trasporte, la alimentación y
bebidas, las atenciones sanitarias precisas.
Una gran multitud de diocesanos salmantinos y otras personas de provincias limítrofes y hasta de Portugal, anunciaban su
visita a la villa. Una sencilla invitación de
nuestro obispo Don Mauro Rubio marcó
el ritmo de nuestra espera y esperanza.
Recuerdo sus palabras:
“Nos preparamos con inmensa alegría y gratitud a recibir al Papa Juan
Pablo II. Este acontecimiento de gracia,
que es la visita pastoral del Sucesor de
Pedro a nuestra Iglesia local, es hecho
difícilmente repetible. Ante ello, os
invito a reflexionar -sobre los siguientes puntos que pueden disponemos a
acoger -con corazón abierto al Vicario
de Cristo:
1. La visita apostólica del Papa Juan
Pablo II es importante sí misma. El Papa
crea unidad, testimonia esperanza,
alienta tarea apostólica. La manifestación de nuestro gozo por la cercanía
física a su persona debe ser expresión
de nuestra fe. Sin reticencias, afirmamos nuestra comunión con el Papa,
que tiene el supremo servicio de caridad en la Iglesia.
2. El Papa viene a nuestra Diócesis
para clausurar el IV Centenario de la
muerte de Santa Teresa. Pisará nuestra tierra, tantas veces y en tantos lugares hollada por Teresa de Jesús.
Pequeños y ancianos, hombres y mujeres, sacerdotes, religiosos, religiosas y
laicos, en multitud compacta, debemos
acercarnos a Alba de Tormes, ilusionados por ver al Papa, por escuchar su
palabra, por recibir su bendición.
16
¡
3. Que el paso de Juan Pablo II por
Alba de Tormes y por calles y plazas de
nuestra ciudad de Salamanca contribuya rejuvenecer nuestra fe eclesial, a ser
más coherentes con ella en la vida, a
hacer más viva nuestra esperanza,
superando desalientos y rutinas, a crecer en la caridad, en el respeto, comprensión y tolerancia con los demás, y
a construir entre todos una Iglesia más
evangélica en servicio a todos los hombres y en su actitud misionera.
+ MAURO, Obispo de Salamanca
MEDIO MILLÓN DE PERSONAS
El día de Todos los Santos del año 1982
amaneció en Alba nublado. El arbolado
de la Dehesa albense tenía un color amarillento. Desde muy temprano cientos,
miles de personas tomaban posiciones
para ver al Papa. Un buen grupo de
albenses nos acercábamos al convento
de las Madres Carmelitas porque, de
modo extraordinario, iba a salir de clausura la imagen de Santa Teresa para
bajarla en procesión hasta su lugar de
presidencia ante la multitud.
Algunos medios de comunicación
hablaron de medio millón de personas
concentradas en la Dehesa albense. Las
carreteras de la villa, marcadas con una
sola dirección, fueron destinadas para
entrar o salir de la villa. Hasta de Portugal
vinieron trenes y autocares. En la gran
explanada, junto al Tormes, bajo un creciente sol otoñal, brotaron como por
encanto multitud de banderas entre cánticos de fiesta.
Después de una misa de acción de gracias a Dios por la visita del Pontífice, y siendo ya la hora prevista, toda la multitud
miraba el cielo con el deseo ardiente de ver
el helicóptero que traía al Papa desde Ávila. A la hora señalada apareció la visión
esperada. Juan Pablo II ya estaba tomando
tierra en el campo de deportes de un colegio que más tarde llevaría su nombre.
RADIOGRAFÍA DE LA DIÓCESIS
Cuando aparece Juan Pablo II en el
papamóvil en medio de la multitud, los
gritos emocionados repiten una y otra vez
“Tú eres Pedro”, “Juan Pablo II, te quiere
todo el mundo”. En el estrado principal,
diseñado por el arquitecto salmantino
Emilio Sánchez Gil, presidía la imagen de
Santa Teresa con el birrete que le impuso
ansiedad religiosa, de la gozosa posesión de su fe del humilde poeta rural”.
El segundo párrafo que recuerdo, por
su sinceridad y búsqueda de equilibrio,
es el que dedica a la aventura espiritual
de la diócesis:
“Una Iglesia, como todas, con sus
luces y sus sombras. Que vive plenamente esta coyuntura histórica en que
está inmersa la vieja Europa Occidental.
Orgullosa de tener la más alta tasa de
monasterios contemplativos en relación
con el número de habitantes, pero triste
el pensar que la falta de vocaciones
pone en peligro le subsistencia misma
el rey Alfonso XIII al ser nombrada
Doctora Honoris Causa por la universidad
de Salamanca en el año 1922. Mas abajo,
en una pequeña peana, se hallaba la reliquia del Santo Brazo. Otros dos estrados
estaban ocupados por los cardenales y
obispos y por los medios de comunicación. Con toda la multitud de peregrinos
estaban en primera fila las autoridades
locales, provinciales y regionales.
Juan Pablo II bajó del papamóvil
delante de una alfombra de flores junto
a la escalinata del estrado principal. Al
subir a su sede, primero se dirigió a la
imagen de la Santa y la saludó con las
manos. Se volvió para saludar a los peregrinos y fue tanta la emoción que no
había manera de calmar los ánimos con
los cantos, los aplausos y las banderas.
El primero en tomar la palabra para
saludar al Pontífice fue nuestro obispo D.
Mauro Rubio Repullés. Creo oportuno
recordar dos párrafos de su magnífica
intervención.
El primero resume la peripecia histórica
y social de nuestra diócesis salmantina:
“Somos una Iglesia de vieja cristiandad (…) Historia que está hecha de virtudes humildísimas de gentes sencillas,
que en la pobreza de estas tierras (de
fuerte emigración y castigadas por el
paro) vivieron su fe con intensidad y
dieron testimonio de su trabajo y de su
caridad. Y de realizaciones extraordinarias, de las que podemos sentirnos no
menos orgullosos. El arte, Santidad,
produjo aquí algunos de los monumentos más bellos de España, como pronto
comprobaréis. Y la inteligencia, sometida a la fe, escribió páginas imborrables.
De todo, de nuestros cristianos humildes e ignorantes y de nuestros grandes
teólogos y pensadores nos sentimos
orgullosos. Dos doctores de la Iglesia
universal, que os son familiares, San
Juan de la Cruz y Santa Teresa de
Jesús, anduvieron por las calles que
pronto recorreréis. Pero aquí cantó
también la fe sencilla del pueblo y las
virtudes de la familia cristiana, un sencillo maestro rural, José María
Gabriel y Galán, unido en amistad
sincera con el inquieto Don Miguel
de Unamuno, contrapunto, en su
de muchos de esos monasterios.
Gozosa de ver la profunda fe de los
padres, pero con la honda preocupación de apreciar la frialdad y el despego religioso de muchos de los hijos.
Alegre de ver la capacidad de entrega
de sus sacerdotes y religiosos de vida
activa, pero no insensible a la desilusión de algunos y a la falta de renovación en las filas de todos. Gozosa con
el cristianismo popular, cargado de
hermosas tradiciones, que gran parte
del pueblo vive pero alarmada al ver
que la descristianización avanza, y
empiezan a hacerse habituales formas
de secularización del matrimonio y la
vida familiar que hace bien pocos
años eran sólo excepcionales”.
v Florentino Gutiérrez,
Vicario General.
Saludo a
la llegada
del Santo
Padre
a Alba de
Tormes
< Si has vivido o participado en un acontecimiento diocesano, envíanos tu testimonio
al e-mail: [email protected] y lo publicaremos en esta sección.
17
¡
agradecimiento a Don santos
en sus 50 años de presbítero
g Apóstol de Andalucía,
patrono del clero español,
sabio director espiritual,
predicador
incansable,
Maestro…
y
próximamente, doctor de
la Iglesia. Así lo anunció
Benedicto XVI el pasado
mes de agosto, en
Madrid, mientras la
Iglesia española se
prepara para el acontecimiento.
Pero, ¿quién era Juan de Ávila? ¿Cuáles
fueron las fuentes de su espiritualidad? ¿Qué
queda del Maestro en el siglo XXI?
En Juan de Ávila. Un apóstol en camino
(San Pablo, 2010), el sacerdote jiennense
Juan Rubio, director de Vida Nueva, le
presenta como un Maestro, “porque antes
aprendió a ser un fiel discípulo de Jesucristo”,
y le sitúa entre los grandes evangelizadores de
la histotira de la Iglesia española.
Ahora, la Editorial San Pablo acaba de
presentar la edición de bolsillo de esta obra,
fundamental para conocer la personalidad de
Juan de Ávila. “Juan Rubio Fernández se ha
acercado al maestro Ávila con la reverencia de
un creyente admirado ante la acción
transformadora que el Espíritu realiza en cada
uno -escribe el cardenal Carlos Amigo en el
prólogo-. Estudia la personalidad del Santo
con la objetividad del historiador, que busca
en el documento la huella que identifica el
acontecer de los tiempos con la vida de una
persona”.
“Y con una visión cargada de actualidad,
nuestro autor nos eleva, más allá de los días
que pasaron, hasta la figura de san Juan de
Ávila y nos lo presenta como un notable
ejemplo de evangelizador para el siglo XXI”,
añade el cardenal.
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g Quiero agradecer al Consejo Pastoral
Parroquial, la oportunidad que me da el
poderme dirigir a ti Santos, este detalle
de dejarme libertad para manifestarte
mis sentimientos. No estuve aquel 22 de
abril de 1962, Domingo de Pascua, pero
estoy seguro de la importancia que tuvo
este evento en tu familia, viendo a tus
padres Clemencio y Faustina y a tus
hermanos, como ocupabas y ocupas el
centro familiar.
Yo estuve allí, yo lo viví, aquel 19 de
mayo de 1973, sábado, cuando te presentaste a los catequistas de la parroquia.
Me viene a la memoria las veces que me
repetías aquí, en este lugar: “Lo nuestro Santos Pinto, Párroco de San Mateo.
es sembrar, lo nuestro es sembrar, no nos
toca el regar o recoger, lo nuestro es sembrar”. Esto ha sido para mí un permanente pensamiento, que ha marcado mi
norte. Dios nos ha querido tanto a esta comunidad de San Mateo, que en
nombre de su Hijo, al que tú siempre nos has indicado a seguir, fue Él, quien te
trajo hasta nosotros. Quiero manifestarte lo mucho que estoy agradecido a ti y
mis sentimientos de gratitud han crecido más con el tiempo.
Santos, voy hacia ti en este marco que es el altar, donde tantas veces has
celebrado la eucaristía, llevo en mi abrazo, sí en este mi abrazo, a tantos coordinadores, catequistas, Escuela de catequistas, animación juvenil, coordinadora de jóvenes, acción social, Pascua joven, coro de jóvenes y coro de niños.
Niños, adolescentes y jóvenes, mucho me han pedido que te dé un abrazo en
su nombre.
v Miguel Ángel R. Sánchez, parroquia San Mateo.
¡ Agenda4
BREVES
4 ENCUENTRO DE FORMACIÓN
SOBRE VIDA RELIGIOSA: sábado 12 de
mayo, a las 10.30 h. en el Centro de
Espiritualidad “San Ignacio” (Jesuitas).
Dirige el P. Aquilino Boscos, cmf. Organiza
CONFER Salamanca.
4 ENCUENTRO DIOCESANO DE
NIÑOS: sábado 19 de mayo, de 10.30 a
16.30 horas, en la Casa de la Iglesia.
Dirigido a niños de 8 a 13 años. Es necesario traer bocata. Inf.: 923 128 900.
4CHARLA EN LA FRATER: Almudena
Domínguez, Lic. en Lengua y Literatura
Hispánica, impartirá la ponencia: “Lectura
y comprensión”. Será el 13 de mayo, a las
17.30 h. en su sede (C/ P. Báñez, 2-bajo).
4RETIRO PARA LAICOS: Sábado 19
de mayo, de 11.00 a 18.00 h., en la Casa
de la Iglesia. Organiza la Delegación diocesana de Apostolado Seglar.
4ORACIÓN JOVEN EN SANTA TERESA: la parroquia salmantina ofrece todos
los miércoles, a las 20.30 h., en la capilla
de la iglesia, un espacio de oración y recogimiento para “volver la mirada a Dios”.
4EXCURSIÓN A LA SIERRA DE FRANCIA: Organizada por la parroquia de La
Anunciación como actividad de fin de curso, tendrá lugar el 13 de mayo. Salida a las
10.00 h. Información: despacho parroquial.
ENCUENTRO NACIONAL NTRA.
SRA. DE TODOS LOS PUEBLOS
g El sábado día 12 de mayo
se va a celebrar en Valladolid
el II Encuentro Nacional de
Oración en honor a
Nuestra Señora de Todos
los Pueblos. La jornada
dará comienzo a las 20.30
horas, en la capilla de la
Congregación del Centro de Espiritualidad
del Corazón de Jesús.
El encuentro responde a la petición que
la Santísima Virgen María hizo en sus
revelaciones de Amsterdam de 1945 a
1959 y aprobadas por la Iglesia.
Información:
650 154 541 (Fernando Morán).
www.diocesisdesalamanca.com
NOVENA A NTRA. SRA. DEL
ROSARIO DE FÁTIMA
JORNADA DEBATE CON EL
FILÓSOFO R. SWINBURNE
<La iglesia de San Esteban
(Dominicos) acoge del 5 al
12 de mayo, la novena en
honor a Ntra. Sra. del
Rosario de Fátima. Habrá
rezo del Santo Rosario a
las 19.30 y a las 20.00 h. Eucaristía. El
día 13, se celebrará la eucaristía a las
20.00 h. con procesión por el claustro.
g Para el 5 de mayo las
editoriales San Esteban y
Sígueme organizan una
jornada-debate
con
Richard Swinburne,
profesor emérito de filosofía de la religión cristiana de Oxford.
La amplitud e importancia de su obra le
han convertido en un pensador imprescindible sobre filosofía de la religión.
La jornada tendrá lugar, de 10.00 a
19.00 h., en la Facultad de Teología
San Esteban. La entrada es libre.
El prof. Sixto J. Castro será el encargado de inaugurar el encuentro con
su presentación, en R. Swinburne
impartirá la conferencia: “¿Por qué
Hume y Kant se equivocan en el
rechazo a la teología natural?” y presentará tres de sus obras más relevantes: “La existencia de Dios”, “Fe y
razón”, “¿Hay un Dios?”.
ENCUENTRO DIOCESANO DE
CURAS JÓVENES
g
El próximo
encuentro de curas
jóvenes de la diócesis de Salamanca
tendrá lugar el
lunes 7 de mayo. En
él se va a abordar, principalmente, el
último capítulo del libro Ser sacerdote
en la cultura actual, escrito por el jesuita José María Fernández-Marto. Por
la tarde, después de comer, está prevista la celebración de una mesa redonda
sobre la situación de la Iglesia Católica
en China. La mesa redonda contará
con la participación de un sacerdote,
una religiosa y un laico de nacionalidad
china. La celebración de la eucaristía
tendrá lugar en la Parroquia de San
Juan de Mata, de los Padres Trinitarios,
ante el sepulcro del fundador de esta
orden, como ya ocurriera en encuentros anteriores ante la tumba de Santa
Bonifacia y Santa Cándida.
VIA LUCIS JOVEN
< El próximo sábado
12 de mayo toda la
comunidad diocesana
está convocada en la
Catedral Vieja, a las
22.00 h., para recorrer el camino de la
Cruz a la Luz. Un Via Lucis por las
calles salmantinas que están preparando jóvenes de las distintas cofradías, hermandades y congregaciones.
LAS FRANCISCAS CELEBRAN EL 50º ANIVERSARIO DEL CONVENTO
< Con fecha 9 de mayo de 1962, abandonando con pena y nostalgia el antiguo monasterio ubicado en la calle Azafranal, las 21 hermanas que formaban la comunidad se trasladaron al actual monasterio, construido en el Alto del Rollo por el arquitecto Fernández
Alba, rico en líneas arquitectónicas, sólido y bien orientado. Y aquí,
donde ya han pasado 50 años, continúan fomentando aquella vitalidad espiritual de sus antepasadas, que ellas bebieron a raudales en
el carisma de San Francisco y Santa Clara.
Con motivo de estos 50 años en el nuevo Monasterio, la comunidad de Franciscas Descalzas nos invitan a participar en la solemne Eucaristía de
acción de gracias, presidida por el P. Manuel Pombo, que tendrá lugar en la
Iglesia del Monasterio (C/ Ponferrada), el próximo día 9 de mayo, a las 19:00 h.
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Foto: Cartel de la película: DIARIO DE UN CURA RURAl, de Robert Brenson.
Edita:
Delegación Dioc. de Medios de Comunicación
Dirección, redacción y administración:
C/ Rosario, 18. 37001 Salamanca.
Tel.: 923 128 900.
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Maquetación y Diseño:
Roberto Ruano, Carmen Vaquero y María Criado.
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DELEGACIÓN DIOCESANA DE MCS · Publicación quincenal · D.L.: S. 59-1971.
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