La Iglesia es un pueblo enviado a evangelizar: Se siente llamada a anunciar en el mundo la Buena Noticia de Jesús. Todos sus miembros han de ser testigos del Dios vivo donde la vocación CATEQUESIS PREPARATORIA PARA LA VISITA PASTORAL los haya llevado en medio del mundo. Su tarea tiene como destinatarios a todos los hombres y a todas las estructuras, hasta llegar a crear la unidad del Nuevo Pueblo de Dios. La Iglesia es una comunidad corresponsable y por ello, organizada: - La unidad tiene su fundamento en Cristo, que quiso visibilizarla en la presencia y la misión de los Apóstoles y sus sucesores, que son los Obispos. La vocación de ellos, a los que se llama Jerarquía, es la de servir al Pueblo de Dios como Pastores (Papa, Obispos, Sacerdotes). Ellos están al servicio de toda la Iglesia y de las Iglesias particulares, para velar por la fe, proclamar la Palabra e impulsar la caridad. - Los laicos o seglares, que tienen el don del `sacerdocio común', son los encargados de hacer presente en el mundo y en sus instituciones el Reino de Dios. En la Visita Pastoral, el Obispo, vicario de Cristo en la Diócesis y sucesor de los Apóstoles, Padre, Pastor y Hermano mayor en la fe: Debemos recibirle con amor y escuchar su palabra. Debemos comunicarle nuestros problemas como Iglesia local. Debemos fortalecer a su lado la comunión de la Diócesis y reavivar la solicitud universal por la misión de la Iglesia. MATERIALES PARA LA REFLEXIÓN OBJETIVO La Iglesia es un pueblo de hermanos, una familia: Descubrir la identidad de la Iglesia como comunidad de los discípulos de Jesús, por encima de equívocos y errores. Visiones imperfectas del ser de la Iglesia: No es un colectivo dirigido por unas normas jurídicas. No es un grupo que pone en ejecución unos ritos. No es un conjunto de personas que tienen como misión ejercer la caridad asistencial. No es un edificio que funciona como sede social de una clientela No es un poder fáctico dentro de la sociedad. El Plan de Dios, que se revela como Padre, es que seamos hermanos y formemos la gran familia de los hijos de Dios. Esa fraternidad se ha de vivir en la Iglesia, comunidad que es signo de hermandad universal. En la Comunidad eclesial no hay rechazados ni privilegiados: todos, como hermanos, tienen los mismos derechos y obligaciones. La vida comunitaria implica el vivir la fraternidad con todas las consecuencias (amor, comprensión, perdón, trabajo, comunicación de bienes, esperanza...). La Iglesia es un pueblo de sacerdotes: El verdadero ser La su Pueblo: iglesia, por iniciativa de Dios, es en el Bautismo. * En la plenitud de los tiempos, Dios envía a su Elijo, Jesucristo, quien comunica a los hombres, con palabras y gestos, que es la hora de instaurar el Reino de Dios. Para ella se rodea de unas personas, sus discípulos, a los que encarga ser continuadores de su misión: así nace la Iglesia, impulsada por el Espíritu, como nuevo Pueblo de Dios. A la Iglesia se le entrega: * Una herencia: la dignidad y la libertad de los Hijos de Dios por la presencia del espíritu en sus corazones. * Una ley: amarse como Cristo nos amó. – Todos los miembros están llamados por igual a la santidad. * Dios establece un plan de salvación, para lo que elige un pueblo, Israel, como depositario y testigo de la promesa; ese pueblo va experimentando la presencia y la acción salvadora de Dios, a lo que responde con la fe en El y en su plan. A la Iglesia se pertenece por la fe en Jesús, celebrada - Todos gozan de la misión de ser pontífices, sacerdotes, que ejercen: Por la oración y alabanza de Dios. Por la celebración de los Sacramentos y especialmente de la Eucaristía. Por el ofrecimiento de sí mismos y para la construcción del Reino. Por la consagración del orden temporal o testimonio activo dentro de las instituciones humanas (familia, escuela, trabajo, política, etc.).