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Boletín Antropológico
Título:
1325-2610
ISSN:
enero - abril, 2005
Fecha:
Vol 2 - Num 64
Numeración:
Páginas/Colación: 101-255
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TABLA DE CONTENIDO
●
Papas negras, papas de páramo.
Black potatoes, high altitude variety.
Romero, Liccia y Monasterio, Maximina
●
Plantas útiles empleadas por los campesinos de la región de Bailadores, Venezuela.
Useful plants cultivated by peasants in the Bailadores region of Venezuela.
Aranguren B., Anairamiz
●
Determinación del tipo de cara del hombre andino merideño: estudio
morfoantropométrico del macizo facial.
Male facial types in the andean region of Venezuela: a study of the morphic structures
and their measurement.
Díaz de Villabona, Nancy; García Sivoli, Carlos; Palacios S., María F.; Solórzano N., Eduvigis y Jarpa, Patricio
●
Los personajes del mito: aproximación al lenguaje de un microuniverso mágicoreligioso.
Mythical characters: an approach to the language of a magicalreligious micro
universe.
Alvarez Muro, María Alexandra
●
Pedro Durant: evolución y relevancia de la educación ambiental en el estado Mérida,
Venezuela a partir de su praxis pedagógica.
Pedro Durant: evolution and relevance of environment conservation in the state of
Merida, Venezuela from the viewpoint of academic practice.
Camacho A., Carlos R.
●
Recensión.
Review.
Portillo, Alfredo
●
●
Boletín informativo.
Informative bulletin.
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Centro de Investigación: Centro de Investigaciones Etnológicas (CIET) Dependencia: Museo
Arqueológico "Gonzalo Rincón Gutiérrez" Publicación Electrónica: Boletín Antropológico
Bolso con cinto para colgar (Menuri Wane)
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estado Zulia
Registro: Nº E-127
Colección del Museo Arqueológico
“Gonzalo Rincón Gutiérrez”
Boletín Antropológico
Comité Editorial:
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Jacqueline Clarac de Briceño (GRIAL-CIET-ULA)
Lino Meneses P. (Museo Arqueológico-ULA)
Omar González Ñáñez (Maestría en Etnología-ULA)
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Miguel Ángel Rodríguez Lorenzo (Universidad de Los Andes)
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Morelva Leal (Universidad del Zulia)
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(GRIAL). Consejo de Desarrollo Científico, Humanístico y Tecnológico de la Universidad
de Los Andes (CDCHT). Fondo Nacional de Ciencias y Tecnologías (FONACIT).
Consejo Nacional de la Cultura (CONAC).
Indización
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Traducción de resúmenes al inglés:
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Distribución y Canje
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Dirección de la Revista:
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Hecho el Depósito de Ley:
Depósito Legal pp.198203ME91
ISSN: 1325-2610
Versión Electrónica:
www.saber.ula.ve/boletin_antropologico
Título:
Papas negras, papas de páramo.
Black potatoes, high altitude variety.
Un pasivo socioambiental de la modernización agrícola en Los
Andes de Venezuela. ¿Es posible recuperarlas?.
Romero, Liccia
; Monasterio, Maximina
Autor:
Páginas/Colación: 107-138
En: / Boletín Antropológico Vol 2 - Num 64 enero - abril, 2005
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Papas negras, papas de páramo
Romero, Liccia y Monasterio, Maximina
Resumen
En este trabajo se presenta el problema de la desaparición de las semillas indígenas o nativas, en el sistema papero de
Los Andes de Mérida. Estas semillas, cuyas variedades son conocidas bajo el nombre popular de "papas Negras", se
encuentran en una situación de ausencia total dentro de los sistemas productivos intensivos empresariales, y de presencia
puntual en huertas de familias campesinas y de pequeños productores. Con base a la interpretación de datos tomados
mediante entrevistas abiertas en cuatro comunidades campesinas, se señalan los factores determinantes de la
desaparición de las Papas Negras en el contexto de la difusión del paquete modernizador de la agricultura altoandina: por
una parte la muerte biológica debida a la contaminación con las plagas y enfermedades introducidas con las papas
importadas, y simultáneamente, la muerte cultural: por la pérdida de las prácticas tradicionales de cultivo y por su exclusión
de la mesa y del paladar de los venezolanos. Se plantean argumentos en favor de un trabajo de recuperación de estas
semillas, las ventajas de la reintroducción de las papas Negras y se proponen dos escenarios en los que sería posible la
reinserción del cultivo de papas Negras: en parcelas pequeñas de autoconsumo y en parcelas comerciales de mayor
extensión.
Black potatoes, high altitude variety
Romero, Liccia y Monasterio, Maximina
Abstract
Potato seed stock for the variety known as the Black potato which is native to the high Andes is disappearing as it is no
longer used by high tech agriculture nor by home growers. Data taken from 4 communities shows that modernization has
introduced new varieties carrying diseases which attack the native variety. Foreign varieties have replaced the native which
is no longer in demand nor cultivated. Arguments in favor of re-establishing the Black potato as a commercial venture and
as a home grown product are set forth.
Boletín Antropológico. Año 23, Nº 64, Mayo-Agosto, 2005. ISSN:1325-2610. Universidad
de Los Andes. Mérida. Liccia Romero y Maximina Monasterio. Papas Negras... pp. 107-138
Papas Negras, papas de páramo
áramo**
Un pasiv
o socioambiental de la modernización agrícola
pasivo
en Los Andes de Vene
zuela. ¿Es posible rrecuperarlas?
ecuperarlas?1
enezuela.
LICCIA ROMERO Y MAXIMINA MONASTERIO
Instituto de Ciencias Ambientales y Ecológicas (ICAE)
Universidad de Los Andes
RESUMEN
En este trabajo se presenta el problema de la desaparición de las semillas
indígenas o nativas, en el sistema papero de Los Andes de Mérida. Estas semillas, cuyas
variedades son conocidas bajo el nombre popular de “papas Negras”, se encuentran en una
situación de ausencia total dentro de los sistemas productivos intensivos empresariales, y
de presencia puntual en huertas de familias campesinas y de pequeños productores. Con
base a la interpretación de datos tomados mediante entrevistas abiertas en cuatro comunidades
campesinas, se señalan los factores determinantes de la desaparición de las Papas Negras
en el contexto de la difusión del paquete modernizador de la agricultura altoandina: por una
parte la muerte biológica debida a la contaminación con las plagas y enfermedades
introducidas con las papas importadas, y simultáneamente, la muerte cultural: por la pérdida
de las prácticas tradicionales de cultivo y por su exclusión de la mesa y del paladar de los
venezolanos. Se plantean argumentos en favor de un trabajo de recuperación de estas
semillas, las ventajas de la reintroducción de las papas Negras y se proponen dos escenarios
en los que sería posible la reinserción del cultivo de papas Negras: en parcelas pequeñas de
autoconsumo y en parcelas comerciales de mayor extensión.
Palabras clave: papa nativa, recuperación de patrimonio genético, diversidad agrícola
autóctona
Black Potatoes, High Altitude Variety
ABSTRACT
Potato seed stock for the variety known as the Black potato which is native to the
high Andes is disappearing as it is no longer used by high tech agriculture nor by home
growers. Data taken from 4 communities shows that modernization has introduced new
varieties carrying diseases which attack the native variety. Foreign varieties have replaced
the native which is no longer in demand nor cultivated. Arguments in favor of re-establishing
the Black potato as a commercial venture and as a home grown product are set forth.
Key words: native potato, re-introduction of native seed stock, diversity in native
agriculture
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de Los Andes. Mérida. Liccia Romero y Maximina Monasterio. Papas Negras... pp. 107-138
Introducción
Dentro del complejo multidiverso de los tubérculos andinos,
la papa constituye el legado de la civilización Andina al patrimonio
de la biodiversidad agrícola y alimentaria de la humanidad que ha
alcanzado mayor importancia económica y adaptación intercultural.
La papa es el cuarto cultivo alimenticio en orden de importancia a
escala mundial, luego del trigo, el arroz y el maíz. Se cultiva en 130
de los 167 países del mundo, llegando a más de mil millones de
personas en todo el mundo, de los cuales, aproximadamente 500
millones pertenecen a los llamados países en vías de desarrollo
(Masson, 1991; FAO-CIP, 1995). Se concretan así a escala global
dos paradigmas indígenas andinos: el primero de ellos, la reciprocidad o ayni: el “gusto de dar y dejarse criar con cariño” y el segundo: un circuito de la semilla ampliado a escala mundial; las semillas
de papa “caminan” hoy por todo el mundo.
Y no otra cosa parece haber hecho la papa desde hace unos
7000 años cuando comenzó a florecer en las chacras de sus
domesticadoras, caminar y hacer camino al andar, desde su nicho
de amplia diversificación de especies y variedades en la meseta del
Collao1 a 3850 m snm. Desde allí se extendió como cultivo a otras
regiones de mayor y menor altitud, colonizando luego,
latitudinalmente, la gran diversidad de nichos naturales y culturales
del mundo andino, desde Los Andes del Norte en Venezuela y
Colombia, pasando por Los Andes subtropicales en Noroeste de
Argentina, hasta llegar a los Andes templados en la isla de Chiloe
en Chile. Este amplio rango de expansión latitudinal y altitudinal
creó así lo que puede llamarse el corredor papero andino, que sin
duda debió constituirse sobre la base de un camino continental
andino de la semilla, siguiendo el “modelo andino” de manejo territorial, es decir la constitución de grandes unidades socioculturales y
territoriales para el manejo del múltiples recursos y ambientes disponibles a lo largo y ancho de la Cordillera andina (Monasterio,
1994). Bajo el influjo de distintas condiciones ecológico-ambienta-
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les y con la administración selectiva de las poblaciones indígenas
andinas, en las distintas unidades territoriales se dio un proceso de
coevolución que resultó en la formación de poblaciones locales de
este cultivo (formación de razas y especies politípicas) que se denominan papas nativas2 (Ochoa, 1990; Terrazas y Valdivia, 1999). Los
Andes del Norte, insertos en lo que hoy son los territorios de Venezuela y Colombia, parecen constituir, respecto a los procesos de diversificación de la papa, una unidad con fuertes rasgos comunes3.
En Los Andes de Venezuela, estas poblaciones o variedades locales formaron parte de los complejos agroalimentarios indígenas basados en el cultivo de tubérculos y coexistieron luego en el
sistema agrícola mestizado de cereales-tubérculos de la etapa colonial, el cual fue heredado, ya en una etapa de decaimiento, por la
República post-Independencia (Monasterio, 1980). Este sistema de
papa-trigo, que hoy está circunscrito a relictos, permaneció sin mayores variaciones hasta las primeras tres décadas del siglo XX, cuando se inició un cambio en el sistema de cultivo, particularmente en
el origen de la semilla y en las regiones dedicadas al cultivo de la
papa en Venezuela.
A partir de 1929, comienzan a registrarse las primeras importaciones de semilla de papa “mejoradas”, que no provenían de
un ambiente andino, como en el antiguo corredor indígena, sino
que luego de un periplo de selección y adaptación en latitudes templadas, regresaban a casa, “enseñoriadas” por la tecnología de
fitomejoramiento desarrollada en los países, que durante este siglo,
han dominado el sistema agroalimentario mundializado de la papa
(Canadá, Holanda, Alemania y EEUU). Se inicia así el ingreso de
Venezuela como país dependiente del circuito global de la
agrodiversidad de la papa.
Estas primeras importaciones o más bien “reintroducciones”
de papa fueron asumidas por un número muy reducido de productores, quienes tenían acceso a información técnica y económica internacional y se arriesgaron a adoptarlas bajo el estímulo de los resul-
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tados de mayor rendimiento de estas variedades en los Estados Unidos y Europa (Moreno, 1968). El interés por estas variedades
“mejoradas” también contagió la gestión oficial y en 1939, se inicia
la investigación sobre papa en Venezuela con la creación de la Estación Experimental de Sartenejas, estado Miranda (en el Centro-Norte
de Venezuela). Los esfuerzos investigativos de entonces se concentraron en ensayos para probar la adaptabilidad de 400 variedades
importadas, con resultados negativos (CORPOANDES, 1973).
La difusión y adopción a mayor escala de las variedades
importadas fueron procesos lentos, por lo cual las papas de disponibilidad masiva durante los siguientes 20 años continuaron siendo
las locales andinas. En 1946 se registró una colecta en el Municipio
Piñango y en las localidades de Timotes, Pueblo Llano y San Rafael (localidades de la Cordillera de Mérida por encima de los 2000
m), la cual arrojó un total de doce variedades, cuyos nombres comunes eran: arbolona blanca, arbolona negra, asema, carraca,
criolla tempranera, curuba, chibacú, china, griteña, laga,
panche negra, panche blanca, pigua, plancheta, reinosa, rosada, tuñamera y viyorra (Moreno, 1968). Estas variedades, que
fueron identificadas dentro de la especie Solanum andigena, hoy
en día sólo pueden encontrarse en los relatos y en la memoria de los
campesinos abuelos, quienes las valoran y rememoran por su alta
calidad. Sin embargo, existen algunas evidencias de que la papa
nativa cultivada en los páramos de Mérida podría incluir también a
la especie S. curtilobum4. La presencia de esta especie con menor
distancia genética de los materiales silvestres antecesores, considerada la “madre de todas las papas”, implicaría la posibilidad de que
en Los Andes de Venezuela también ocurrieron procesos secundarios de diversificación de papas cultivadas y que no todas llegaron
necesariamente por el camino continental indígena de las semillas.
Las primeras importaciones de variedades de papas mejoradas
en suelo venezolano fueron traídas con la intención de extender las
áreas de cultivo hacia zonas de menor altitud en el radio andino y
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otras regiones del Centro-Norte de Venezuela (Moreno, 1968). De
hecho, estas primeras variedades importadas presentaron en general problemas de adaptabilidad, que se evidenciaron especialmente
en condiciones altitudinales mayores a los 2500 m snm (Linares y
Miettelholzer, 1960). Para el cultivo de papa en los altos Andes, la
alternativa para la mayoría de los productores andinos, hasta la década de los 60, continuó siendo las variedades locales de “Papa
Negra”, “Papa de Año” o Papa Paramera, las cuales eran la base de
un sistema de secano, con ciclo de 8 a 11 meses (Mittelholzer y
Toro, 1964).
Con la llegada e instalación durante fines de los 50 e inicio
de los 60, de un grupo de productores originarios de las Islas Canarias, se inicia una nueva era para la producción agrícola en Los
Andes de Venezuela. Progresivamente, los productores canarios
comienzan a liderar la producción de papa y la diversificación
hortícola en los valles altos andinos de Trujillo y Mérida, mediante
el arriendo de tierras y la introducción de un nuevo paquete tecnológico que incluía semillas importadas mejoradas con ciclo de 90
días (Solanum tuberosum, o Papa Blanca), riego por aspersión, fertilizantes minerales y biocidas (Moreno, 1968, Rojas, 1985). Este
patrón se fue generalizando entre los productores locales, en la
medida en que demostró éxito económico por la demanda creciente
en las áreas urbanas del país de papa y hortalizas y gracias a que los
mismos inmigrantes canarios difundieron el nuevo paquete tecnológico al actuar directamente como comerciantes de los insumos
agrícolas y de los materiales para la fabricación de los sistemas de
riego (Velásquez, 2004). El éxito de la papa Blanca importada y su
paquete tecnológico de alta productividad marcó el desplazamiento
y reducción a su mínima expresión de la papa Negra local.
Esta es un apretado resumen, la historia de cómo en Los
Andes de Venezuela se perdó la cultura de la semilla y los nexos
con su camino ancestral para quedar en la situación de atadura y
dependencia de los sistemas empresariales de mejoramiento mo-
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derno. El fenómeno tiene un nombre bien ganado en la literatura
como “erosión genética en la agricultura”, el cual revestía un carácter de destino fatal en vista de que se preveía la desaparición paulatina de todos los sistemas campesinos e indígenas frente al también
destino manifiesto de las inevitables transformaciones que promueve la agricultura de mercado y su tecnología de alta productividad
(Brush, 1995)5. Afortunadamente, esta previsión no se cumplió sino
muy parcialmente pues a estos destinos se opusieron otros fijados
por “la barrera de Los Andes” (Ledezma, 2002), que no es otra
cosa que una herencia de diversidad extraordinaria en especies y
variedades, unas condiciones agroecológicas que impiden a las
Waycha´s6 adaptarse y la posibilidad de un control político territorial
indígena, que en las humildes Aynoqas bolivianas han demostrado no
sólo que pueden conservar y diversificar las variedades papas, sino que
pueden derribar un todopoderoso gobierno nacional. Sin embargo, el
caso de Venezuela es otro. No heredamos esa diversidad de variedades y especies y mucho menos tenemos Aynoqas que armen barreras
ni tranquen caminos. Por el contrario en nuestras condiciones ecológicas
y socioculturales las variedades mejoradas sí se adaptan y con divisas
petroleras disponibles para pagar por su importación, la tecnología y el
mercado de la semilla mejorada terminaron sacando de los cultivos
parameros (suponemos que no intencionalmente) a la mayoría de nuestras papas nativas.
Métodos y sitios de trabajo
a. Indagación regional
Se realizaron entrevistas abiertas a un conjunto de productores paperos que conservan papa Negra o que conocieron y cultivaron dicha papa, en cuatro localidades de la Cordillera de Mérida:
Gavidia, en el Municipio Rangel, La Ranchería y Cañada de
Chinó, en el Municipio Pueblo Llano del Estado Mérida (Figura 1)
y una localidad en Tuñame, Estado Trujillo.
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Gavidia ocupa una pequeña cuenca tributaria del río Chama
de aproximadamente 5000 ha. Ecológicamente corresponde con un
Páramo bajo uso agrícola, que se extiende entre los 3000 y 3600 m
de altitud, dentro del área del Parque Nacional Sierra Nevada de
Mérida. La actividad agrícola se realiza sobre conos y terrazas estrechas formados por depósitos aluviales y coluviales, así como en
laderas, limitadas altitudinalmente por la cota de los 3700 m, a partir de la cual no existen períodos libres de heladas durante un año
(Monasterio y Reyes, 1980). La forma de organización social para
la producción agrícola es tradicional familiar, en proceso de transición, debido a la entrada reciente de cultivos disrruptivos y de gran
capital de inversión como el ajo.
La Ranchería es un caserío ubicado en el piso de Páramo,
bajo uso agrícola intensivo (2700 msnsm), en el sector superior de
la cuenca del río Pueblo Llano. Corresponde con el área socialmente menos favorecida de este Municipio, en el que aceleradas transformaciones tecnológicas durante las décadas de los 70 y 80, convirtieron a sus pobladores en pequeños, medianos y grandes empresarios de la papa para el mercado nacional.
Por su parte, la Quebarada de Chinó (2680 m snm) es una
zona agrícola sobre laderas, de difícil acceso, ubicada en el sector
medio del río Pueblo Llano, sobre la vertiente de su margen izquierda, en la cual un número reducido de familias realiza agricultura comercial de papa y zanahoria y una ganadería lechera
para el autoconsumo.
En Gavidia se realizaron seis entrevistas, seleccionándose a
las personas de acuerdo con las informaciones obtenidas gracias a
experiencia de trabajo iniciada desde 1985 en esta comunidad campesina (Sarmiento y Monasterio, 1993), mientras que en Pueblo
Llano se realizaron cuatro entrevistas, con base en una selección de
informaciones obtenidas en el trabajo de campo realizado durante
el 2002. Finalmente, en el estado Trujillo, en el Páramo del Pajarito, que es el piso superior de cultivo de la producción intensiva de
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papas y hortalizas en la región de Tuñame, se realizó una entrevista
en el año 2003.
Las personas que aportaron la información fueron previamente informadas verbalmente y por escrito, sobre el propósito del
trabajo y consultadas sobre su disposición a permitir la filmación y
grabación de sus testimonios. Sólo aquellos que dieron su aprobación expresa y clara disposición a colaborar fueron entrevistados.
Las preguntas realizadas a los entrevistados giraron en torno
a si podían recordar los nombres de las papas Negras, la época en
que las cultivaban y las consumían, cómo se realizaba su cultivo, el
almacenamiento y la comercialización, por qué dejaron de sembrarlas, cuáles variedades aún se mantienen y si estarían dispuestos a
sembrar nuevamente estas variedades.
Las respuestas fueron registradas en video y cinta de grabación para su posterior edición de un material fílmico documental
(Romero y Monasterio, 2002)
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Figura 1. Ubicación de los sitios de estudio en el Estado Mérida
b. Indagación internacional
En Julio de 2002 se realizó una breve visita de trabajo al
Centro Internacional de la Papa, ubicado en Lima, Perú, con la finalidad de conocer el Banco de Germoplasma de esta institución y
tomar datos respecto a los materiales de papas cultivadas que se
mantienen en dicho Banco. Se realizaron dos entrevistas personales e intercambio de información con funcionarios investigadores y
administradores del Banco de Germoplasma quienes aportaron una
serie de datos acerca del número Lago de Maracaibo de accesiones,
viabilidad y estatus de clasificación de las papas nativas venezolanas. Así mismo se realizó una reunión interdisciplinaria con varios
investigadores donde se discutió el tema de la repatriación del
germoplasma y las condiciones para poder realizarla.
A partir de lo discutido en este intercambio internacional se
plantearon una serie de aspectos mínimos que deben ser abordados
como condiciones de contexto de un posible proceso de repatriación del germoplasma nativo a Los Andes de Venezuela.
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Resultados
a. Indagación regional
La información recabada en las entrevistas da cuenta de una
prolongada lista de nombres que presumimos, corresponderían con
variedades que formaban parte del patrimonio agrícola y socio cultural de las comunidades incluidas en el estudio y muy probablemente de lo que comprendía todo el piso papero de la Cordillera de
Mérida hasta hace unos 30 años. En la Tabla 1 se resumen los datos
aportados por los campesinos entrevistados en cuanto a los nombres de las papas y algunas de sus características.
De esta lista con 31 nombres que aportaron las personas
entrevistadas, aparentemente sólo permanece cultivada en forma
significativa en Gavidia, en Pueblo Llano y en el Páramo del
Pajarito, la papa Arbolona Negra, mientras que Reinosa, Cucuba
y Guadalupe sólo están presentes con escasa presencia en dos
huertos de Gavidia. Por su parte, la papa Brava o de Indios, se
puede encontrar como planta silvestre en puntos aislados del
Páramo no pastoreado por el ganado. Las restantes variedades
ya dejaron de cultivarse entre 10 y 60 años atrás. En Pueblo
Llano es donde se indicaron los mayores períodos desde la desaparición: entre 40 y 60 años, mientras que en Gavidia, recuerdan muchas de estas variedades hace 10 y 15 años. Todas estas
papas tomaban entre 7 y 9 meses para madurar y cosecharse y sus
principales cualidades frecuentemente señaladas, eran, aparte de
ofrecer alta calidad y diversidad en los sabores y texturas, su capacidad para permanecer en los terrenos (“Tinopós7”) y en almacenamiento, durante largos períodos sin dañarse o “ponerse suche”, así
como también su baja tasa de degeneración o permanencia a lo largo de los años “sin avejentarse”.
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Tabla 1
“Papas Negras” en tres localidades de la Cordillera de Mérida
NOMBRE
1.Arbolona Negra
LOCALIDAD
Gavidia, Pueblo Llano
CARACTERÍSTICA
Corteza de color oscuro, pinta la uña al
pincharla. Muy rendidora y aguantadora de
hielos. Planta de gran tamaño en la tierra alta y
más chaparra en la tierra baja. Flor morado
intenso. Aun se siembra
2.Arbolona Blanca
Gavidia, Pueblo Llano
Corteza de color claro
3.Papa Brava,
Papa de Indios
o Cundinga
Gavidia, Pueblo Llano
Papa silvestre, que aun permanece donde no
llega el ganado. Tubérculo pequeño, sabor
picante y concha pintadita. Es la papa que
sembraban "los antiguos". Florea en agosto
4.Plancheta
Gavidia, Pueblo Llano
Papa grande alargada y sin ojos
5.Reinosa
Gavidia, Pueblo Llano
Corteza y pulpa amarilla, aun se siembra
6.Marcialera
Gavidia, Pueblo Llano
7.Arepita
Gavidia
Redondita
8.Colorada
9.Cucuba
Gavidia
Gavidia
Tubérculo de corteza roja
Corteza oscura, tubérculo redondo, presente en 1
huerto
Corteza negra, con ojos claros
¤
10.China
Gavidia
11.Guadalupe
Gavidia
Tubérculo grande, corteza clara, pulpa blanca,
presente en un huerto
12.Huevo 'e puerco
Gavidia
Tubérculo pequeño de color amarillo intenso
13.Martinera
Gavidia
Tubérculo rosado
14.Morada
15.Ojos catires
Gavidia
Gavidia
¤
Tubérculo redondo, corteza blanca de ojos rojos
muy rendidora
16.Peonía
17.Petacona
Gavidia
Gavidia
Muy rendidora, se daba donde quiera
Muy rendidora, se daba donde quiera
18.Pigua
Gavidia
Tubérculo grande, alargado en forma de un
dedo. Parecían unos perritos
19.Rusia
20.Sangre Toro
21.Tiniruca
Gavidia
Gavidia
Gavidia
22.Tocana
23.Griteña
Gavidia
Pueblo Llano
Concha gris, tubérculo aplanado
Excelente para comer
Concha negra, pulpa blanca con manchitas
moradas
Tubérculo rojo, aplanado
Tubérculo grande, se cree que vino de “La
Grita” (Edo. Táchira)
24.Timotera
Pueblo Llano
25.Granadina
Pueblo Llano
¤
Tubérculo rojo
¤
No se obtuvo una descripción particular
– 117
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de Los Andes. Mérida. Liccia Romero y Maximina Monasterio. Papas Negras... pp. 107-138
En cuanto la forma de manejo del cultivo de las papas Negras, “estas se daban donde quiera” y existían algunas “muy duras
para el hielo”. Destaca la ausencia de todo tipo de tratamiento o
“curas” para plagas o enfermedades, ya que la papa “se criaba muy
sana” y “no había que arrancarla verde como la de ahora”. Se mejoraba el rendimiento abonando con estiercol de ganado, aunque siempre rendía mayor cosecha en las tierras más descansadas.
El almacenamiento se realizaba en el campo, o bien en cuevas naturales distantes y a gran altura, o bien en sitios subterráneos
empedrados especialmente construidos para este fin; pero también
se almacenaban en los patios de las casas en pequeñas habitaciones
empedradas y techadas.
La cosecha se trasladaba a “lomo de mula” hasta aquellos
centros poblados de mayor dinamismo económico, que resultaban
más cercanos: hasta Mucuchíes, en el caso de Gavidia y hasta Barinas
en el caso de Pueblo Llano, donde se comercializaba por precios
ahora considerados muy baratos, pero suficientes para las necesidades que tenían los productores para aquel momento.
Los procesos mediante las cuales las papas Negras se fueron ausentando de los campos de cultivo hasta agotarse la mayoría
de ellas, están encadenados con la introducción de las papas Blancas o de crecimiento rápido, que “fueron llegando”. En un principio, los productores comenzaron a preferir las papas mejoradas importadas por su período de maduración más corto (120 días) y los
altos rendimientos que aportaban los primeros años, sobre todo en
las tierras descansadas o nuevas. Estas variedades, además experimentaron un aumento en su “preferencia en los mercados”, por lo
cual resultaban cada vez más fáciles de vender y en ocasiones con
mejores precios. No obstante, junto con estas variedades importadas también ingresaron una serie de plagas y enfermedades, que
comenzaron a mermar no sólo los rendimientos de las papas importadas, sino literalmente a devorar a las papas Negras, tanto en el
campo como en los sitios de almacenamiento. Los más agresivos y
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letales de estas plagas parecen haber sido los “gusanos”, probablemente la polilla o gusano guatemalteco Tecia solanivora y el gusano blanco Premnotrypes vorax, que ocasionan daños directos, ya
que en el estado de larva se alimentan del tubérculo. Frente a esta
situación, el descalabro de las variedades locales fue inevitable, ya
que los campesinos no contaban con capacidad adquisitiva para
acceder a tecnologías que le permitiesen combatir un ataque de plagas y enfermedades en la escala a la cual se presentó y con la rapidez con la que se propagó.
Sin posibilidad de asumir el costo de los agroquímicos, ni de
otros métodos de combate apropiados para protegerse de las plagas, se hizo también imposible guardar las semillas de papas Negras, que entonces fueron desapareciendo paulatinamente, hasta llegar a ser la mayoría de estas, un grato recuerdo para quienes hoy
lamentan haberlas perdido.
b. Indagación Internacional:
Condiciones marco para evaluar un posible programa
de repatriación de papas nativas en Los Andes de Mérida
1. El marco jurídico
El marco jurídico que norma el acceso a los recursos biológicos y genéticos en Venezuela tiene como componentes jerárquicos internacionales al Convenio de Diversidad Biológica, ratificado en Venezuela con carácter de ley nacional el 12-09-04, la decisión 345 de la Comunidad Andina de Naciones “Régimen común
de protección de obtentores de variedades vegetales del 29-10-93,
la decisión 391 de la Comunidad Andina de Naciones “Régimen
común sobre acceso a los recursos genéticos” del 17-07-96. En el
plano de las leyes nacionales, están los nuevos derechos ambientales estipulados en la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela de 1999, donde además se aprobó el reconocimiento de
los derechos indígenas sobre sus territorios ancestrales, así como la
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Ley de Diversidad Biológica del 24-06-2000. Todo este marco
normativo es coherente en cuanto a la idea de que los Estados tienen soberanía sobre la administración, aprovechamiento y conservación de los recursos biológicos y genéticos que se encuentran en
el territorio de las respectivas naciones. Así mismo se encuentra
explícita, aunque no especificado en su forma de aplicación concreta, el reconocimiento de los derechos indígenas y poblaciones
locales sobre los recursos y hábitats y conocimientos que permiten
la conservación de la diversidad biológica en sus distintas escalas
de expresión (Aguilar, 2002).
Dentro de este marco normativo, también existe coherencia
en lo que algunos autores denominan una “posición andina” que
reivindica la soberanía de los países de origen sobre los recursos
que fueron sacados de los respectivos territorios e ingresaron a colecciones ex situ antes de la entrada en vigencia del Convenio de
Diversidad Biológica y demás normativas posteriores (Febres, 2002).
Esta posición andina es planteada en la decisión 391 que considera
una definición ampliada de país de origen como:
“País que posee los recursos genéticos en condiciones in situ, incluyendo aquellos que habiendo estado en dichas condiciones, se encuentran en condiciones ex situ”
Así mismo la decisión 391 de la Comunidad Andina estableció que quienes detenten con fines de acceso recursos genéticos de
estos países deben gestionar el acceso ante la Autoridad Nacional
Competente, que en Venezuela es el Ministerio del Ambiente y los
Recursos Naturales Renovables. Por lo tanto lo que debería ocurrir
en un futuro, a instancias de Venezuela y sus autoridades, es que los
centros de Conservación ex situ deben, “ponerse a derecho”, en cuanto
a regularizar su autorización para poseer y acceder a los recursos que
sacaron de nuestro territorio antes de la promulgación de las mencionadas leyes internacionales y nacionales. En este marco legal vigente, el germoplasma de las papas nativas sacadas de Venezuela no
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podría utilizarse ni siquiera para fines científicos, sin la autorización
expresa de las autoridades nacionales.
Lo que se discute y analiza en la literatura sobre este tema,
tiene que ver con el acceso por parte de un tercero, pero no del caso
de “repatriación”, donde el solicitante es el propio país de origen.
Sin embargo, en base a lo expresado anteriormente, es factible suponer que si Venezuela tiene soberanía sobre los recursos genéticos
que se encuentran ex situ en instituciones extranjeras y puede autorizar su acceso a terceros, con mayor peso y razón debería poder
solicitar la repatriación de un germoplasma que se encuentra extinto o de difícil localización in situ en nuestro territorio. Tal sería el
caso de las papas nativas de Mérida depositadas en el Centro Internacional de la Papa (CIP) en Perú.
2. El mercado
Desde el punto de vista de la demanda, existe una población
local y regional que es consumidora regular de estas papas. Existen
tradiciones familiares en torno a la preparación de platos acompañados por estas papas, cuya delicia hace “que también se pueden
comer solas”. Cuando decimos mercado local nos referimos al entorno inmediato de las áreas donde se cultivan, concretamente los
habitantes de las poblaciones de Pueblo Llano, Santo Domingo,
Mucuchíes y Tuñame: que corresponde con municipios en crecimiento desde el punto de vista poblacional (Tabla 2). El consumo
de estas papas es altamente apreciado por esta población local como
“las mejores papas para comer”, pero por supuesto en este momento no son las mejores “para vender” en la escala comercial de
las papas mejoradas. Entre otras características, las papas negras se
prefieren por su sabor, su contextura arenosa y porque son más
sanas, “sin tanto químico”. En el caso de la productora de papa
Negra Arbolona de Pueblo Llano, expresa muy bien la situación
local: “todos los años siembro y faltan papas para vender”.En el
plano regional, los mercados de la ciudad de Mérida y la ciudad de
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Valera (en el estado Trujillo) dan cabida a un pequeño volumen de
papas negras, en los períodos en que “las traen”. En una pequeña
encuesta con 6 vendedores con tradición en la oferta de “verduras”
(con más de 15 años en el negocio) en el mercado principal de la
ciudad de Mérida, se confirmó que la oferta de papas negras en los
últimos años ha bajado, por lo cual deben buscar buenos proveedores que las busquen y se las traigan del páramo. Cuando logran
ofrecerla, la papa negra se vende rápidamente generalmente a un
precio igual o superior a la papa comercial, siendo los principales
compradores, aquellos visitantes en temporada vacacional que son
originarios del estado Mérida, pero que han migrado a otras regiones del país.
3. Necesidad local
En las entrevistas realizadas a las campesinas y campesinos
de las áreas donde se mantienen papas negras se recogió una necesidad sentida de que las papas negras vuelvan a estar disponibles y
todos reconocieron como un error el haberlas dejado perder, en favor de “la rinda” de las papas nuevas que fueron llegando. Esta
necesidad de recuperarlas se expresa en tres argumentos expuestos
por los entrevistados: uno de tipo agroecológico, pues estas papas
se “daban donde quiera” sin necesidad de tanto abono; otro de identidad cultural, pues “con esas papas se criaron los abuelos sanos y
felices y nuestros hijos ahora no las tienen” y otra relacionado con
la seguridad alimentaria local, pues las papas mejoradas no se pueden guardar y en cambio las papas negras resisten cosecha tras cosecha y siempre hay semilla.
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Tabla 2
Superficie y densidad poblacional en los municipios de estudio
Fuente: Anuario Estadístico del Estado Mérida. Instituto Nacional de Estadística (INE, 2002)
3. La cultura andina en el contexto del país
En el contexto de la historia social reciente de Venezuela,
en la cual se dibujó un país reorganizado en función de la
monoexportación
petrolera
y del crecimiento concentrado en urbes
Superficie
Densidad
(Km
)
(Hab/
del Centro Norte costero, el aspecto que se destaca en estos Andes
Km )
agrícolas, es su perseverancia
y más aun sus logros como sociedad,
al mantenerse y prácticamente imponerse contra la corriente de un
país que durante
años1999
cultivó la
de sus espaAbsoluta muchos
%
2000subestimación
2001
cios rurales,
por
la súbita
11.300 encandilado
100
64,83
65,93riqueza
67,00petrolera y a la vez
espantado
agrícola
lleno
en las tierras
89 por su pasado
0,79
98,13
99,43de paludismo,
100,64
bajas, y de
injusticias
en
todas
las
altitudes;
empeñado
a su vez en
517
4,58
32,71
33,22
33,70
intentar la reivindicación de sus habitantes con la adopción de nuevos estilos de vida, urbanizados y consumidores de un número cada
vez mayor de bienes importados y dependientes de la renta petrolera que sabemos cada vez con más certeza, tiene un alcance finito.
En este contexto el crecimiento y éxito de un conjunto de comunidades agrícolas de los altos Andes estuvo rodeada de costos y beneficios, cuyo balance podría haber resultado muy dispar en perjuicio de éstas, de no haber sido por el esfuerzo creador y la fuerte
vocación agrícola de sus habitantes (Romero, 2003). En una prime2
2
Estado Mérida
Pueblo Llano
Rangel
– 123
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ra etapa, el petróleo costó a estas sociedades andinas la relegación
cultural y una pérdida de sus propias capacidades vitales que sustentaban la autosuficiencia en la alimentación, en el vestido, en la
vivienda y el despojo de las manos y las mentes para todo este trabajo físico y de creación espiritual. Un contingente importante de
individuos y de familias enteras dejaron sus casas de tapia, sus huertos de papa, arveja y maíz para bajar hasta los campos lacustres
petroleros y luego a las urbes de Maracaibo, Caracas, Valencia y
Maracay buscando un beneficio directo del país que crecía en mejoras dadas por la modernización. Las tierras y la gente que permanecieron en las altas montañas andinas entraron en un período de
receso regenerativo, que sirvió luego como base para aprovechar la
otra cara positiva de la moneda petrolera.
Gracias a esa dialéctica del petróleo, que ha sido para Venezuela “excremento del diablo” y “oro negro” a la vez, fue posible
recrear y reconstruir toda una capacidad productiva y comercial
agrícola perdida en Los Andes desde que el trigo introducido por la
colonia, entró en decadencia paulatina, hasta su expresión relictual
en el presente. En Los Andes la bonanza petrolera de los 70 permitió la acción estatal para una efectiva construcción de vías de comunicación y la instalación del riego por aspersión, Fueron éstos dos
elementos básicos para la transformación productiva de los altos
Andes, desde donde se pudo satisfacer una demanda creciente de
productos agrícolas que respondían al patrón alimentario urbano
que se estructuró en el país. Por esto se justifica que la papa y en
segundo lugar las hortalizas, emergieran como las nuevas protagonistas de la moderna producción agrícola de esta región. Desde que
conquistaron este espacio en el marco nacional y regional, el conjunto papa-hortaliza es el emblema productivo y cultural de los altos Andes venezolanos y es defendido en forma extraordinaria por
los actores de esta producción, contra toda contingencia macro y
macroeconómica (Romero, 2003).
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5. Interés de la sociedad venezolana en recuperar
y valorar sus recursos genéticos
A partir de 1999, el país está viviendo un tenso proceso de
redefiniciones políticas, en el que temas y paradigmas novedosos
se han revalorizado en el discurso político de vanguardia y se han
concretado en el marco del nuevo proyecto de país. Este proyecto
tiene su expresión en el contenido de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, la cual fue discutida por una delegación elegida en comicios nacionales y finalmente sometida a
referendo nacional en 1999. En el texto de dicha constitución se
han incluido como derechos expresos, los derechos ambientales y
de los pueblos indígenas, donde se contempla lo relativo a la protección de los procesos ecológicos, recursos genéticos y la cultura y
conocimientos indígenas. Concretamente en el Capítulo VIII, artículo 124, se dice: “Se garantiza y protege la propiedad intelectual
colectiva de los conocimientos, tecnologías e innovaciones de los
pueblos indígenas. Toda actividad relacionada con los recursos
genéticos y los conocimientos asociados a los mismos perseguirán
beneficios colectivos. Se prohíbe el registro de patentes sobre estos
recursos y conocimientos ancestrales”. Así mismo en el Capítulo
IX, artículo 127 se contempla que: … “El Estado protegerá el ambiente, la diversidad biológica, los procesos ecológicos, los parques nacionales, monumentos naturales y demás áreas de especial
importancia ecológica”.
6. El papel de la agroindustria
La agroindustria papera se desempeña en la importación, el
cultivo local, procesamiento y comercialización para papas fritas en
hojuelas (“chips”). Este tipo de producto está reñido con las características de la única variedad de papa nativa que aún se cultiva, e
incluso con las papas comerciales de altura, debido a su alto contenido de azúcares reductores. Por tanto su interés en este momento
se vuelca hacia las papas con “aptitud” para la agroindustria orien-
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tada a los chips, y en consecuencia forman parte de la cadena de
importación tanto de papa consumo como de papa semilla. El manejo del otorgamiento de las licencias de importación y su vinculación con la entrada de papa consumo para hacer “dumping” y participar en los llamados procesos de “triangulación” de la papa importada, han creado relaciones muy tensas entre la principal
agroindustria de hojuela de papa y los agricultores paperos de la
región, que han llegado hasta enfrentamientos con quema de camiones de papa consumo sin registro y una demanda legal de la
empresa contra los dirigentes paperos en el año 2001. La crisis de la
semilla y las medidas de control de cambio vigentes desde el año
2003 han obligado a la agroindustria a una mayor dependencia de
la producción en suelo nacional, por lo que durante los últimos dos
años han tratando de suavizar estas relaciones tensas y aparentemente existe un acercamiento de cooperación en la búsqueda de un
punto común a través de la promoción de condiciones para hacer
convenios con “semilleristas” para papa agroindustrial (Romero y
Monasterio, 2005). Algunos de estos convenios ya se han concretado tanto para la producción de semilla, como para generar cantidades significativas de papa destinada al procesamiento.
7. La actualización del inventario de agrobiodiversidad
de papas cultivadas y silvestres
Es necesario emprender un verdadero inventario de papa
nativa cultivada y profundizar el inventario de los parientes silvestres en Los Andes de Venezuela, una actividad que en realidad no
se ha abordado con un esfuerzo sistemático y continuado, sino a
través de colectas puntuales. La intervención de investigadores e
instituciones extranjeras debe por supuesto adaptarse al marco jurídico vigente internacional y nacional que sin duda regula este tipo
de intervención en función de la protección de la soberanía de los
Estados nacionales sobre los recursos biológicos y genéticos.
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Discusión
Mediante este acercamiento testimonial a las papas Negras
de los páramos de la Cordillera de Mérida, se comienzan a reconstruir algunos aspectos importantes para comprender su actual presencia relictual y para idear cualquier propuesta o posibilidad de
recuperación de las mismas con posibilidad de éxito.
Por una parte, se evidencia que se manejaba una diversidad
importante de variedades distinguiéndolas con nombres relacionados con la morfología y con el color de las plantas y de los tubérculos, así como con sus posibles sitios de procedencia. Esta manera
de diferenciar variedades es común con la utilizada por campesinos
e indígenas de otras comunidades de países andinos como Perú
(Brush et al, 1981), donde se ha encontrado un nivel de correlación
alto entre la nomenclatura local y los patrones moleculares con los
que se identifica la diversidad genética de las papas, así como alto
índice de similaridad genética entre muestras de papas nativas y las
colecciones del banco de germoplasma del CIP (Arnes et al, 2002).
Dentro de los nombres asignados a las papas en las localidades estudiadas, algunos son coincidentes y otros no. Aunque con la información recabada aun no es posible discernir cuáles de estos nombres corresponden con variedades estrictamente diferentes entre sí,
por el momento es posible suponer que existían al menos dos categorías: variedades de distribución amplia como la Arbolona Negra,
Reinosa, Arbolona Blanca, Plancheta y Marcialera, mientras que
las otras variedades tal vez estaban más circunscritas a localidades
y condiciones específicas. En todo caso, esta primera aproximación
al problema permite afirmar que las papas Negras constituían un
patrimonio agroecológico del campesinado andino venezolano con
diversidad suficiente para producir en todo el espectro de condiciones ambientales que ocurren tanto en el piso papero inferior (sin
riesgos de heladas), como en el piso superior (con mayores probabilidades de heladas).
Por otra parte, se comienza a interpretar el proceso de desaparición de estas variedades y cómo éste estuvo mediado por las
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condiciones cambiantes de mercado (precios y preferencias de la
demanda urbana), así como también por severos problemas
agroecológicos, que tuvieron como fuerza conductora las plagas
introducidas por las variedades importadas. A pesar de que los campesinos aceptaron las variedades importadas por su ventaja de un
crecimiento más rápido, en las entrevistas es claro y expreso el interés de los agricultores campesinos por conservar las papas Negras,
dado que las consideran papas de alta calidad y excelente sabor,
con fines de intercambio local de baja intensidad dedicado al
autoconsumo familiar. Evidentemente sus esfuerzos fueron desbordados por la invasión de las plagas y desalentados por los altos
costos que implican el combate convencional de las mismas mediante los agroquímicos, que formaban parte e del paquete tecnológico que se diseminó junto con las variedades importadas.
Así mismo se evidencian algunas consecuencias negativas
directas sobre los campesinos del Páramo, que tuvo la desaparición
de las Papas Negras. Por una parte se debilitó el patrimonio genético,
culinario y cultural de las comunidades, quedando la producción
comercial y de autoconsumo por cuenta de un reducido número de
variedades importadas, llamadas mejoradas, pero debilitadas por su
homogeneidad en sabores y por su baja plasticidad culinaria. La
introducción de estas variedades no sólo los empobreció, en términos agroecológicos y culturales, sin que en términos económicos se
incorporó un fuerte elemento que presiona la descapitalización campesina, debido a que las nuevas variedades, si bien crecen más rápido, también se degeneran muy rápido. Esto implica que cada dos o
tres años el agricultor debe renovar su stock de semilla, la cual debe
comprar en pocas cantidades y por muy altos precios, si se trata de
semilla certificada o registrada, ó comprarla por un precio menor, si
se trata de semilla hija de importada o de la pasilla, pero con altos
riesgos de incentivar la contaminación con más plagas en sus campos de cultivo. En el pasado, con las papas Negras, el escenario de
la semilla era el de una tasa muy baja de degeneración y una oferta
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permanente de semilla, aplicando métodos de selección desarrollados por los mismos campesinos. Bajo este esquema, aun permanece la papa Negra Arbolona, que de acuerdo con los datos obtenidos, lleva un record de 25 años de cultivo ininterrumpido, en la
Cañada de Chinó en Pueblo Llano (Foto 2), a pesar de que está
rodeada por la papa Granola, con todas sus plagas y enfermedades
asociadas (Romero, 2005).
En cuanto a la posibilidad de promover un proceso de rescate de estas variedades, localmente, existen condiciones favorables y
desfavorables para ensayar esta vía. A favor se encuentra la disposición de los campesinos, incluyendo tanto a las anteriores y nuevas
generaciones. En manos de los mayores está aun parte del conocimiento y la capacidad de reconocer estas variedades hoy ausentes.
Por el contrario, como factor desfavorable se cuenta la muy ardua
tarea de su recuperación con los materiales locales disponibles, puesto
que aparentemente existe muy poca presencia in situ. Parece necesario una búsqueda minuciosa en los antiguos sitios y campos de
almacenamiento, así como una exploración en comunidades más
aisladas, donde probablemente la introducción de variedades importadas y los problemas de plagas hayan tenido menor incidencia.
Asímismo la posibilidad de una “repatriación de
germoplasma” a partir de los materiales colectados en décadas pasadas y guardados por el Centro Internacional de la Papa (CIP),
constituye la otra opción dentro de un potencial proyecto de recuperación. La repatriación es un proceso que el CIP ya ha ensayado
con éxito con algunas comunidades del Perú. De acuerdo con la
información tomada directamente de los administradores del Banco
de Germoplasma del CIP, allí se mantienen depositados 35
morfotipos de papas nativas provenientes de Venezuela, de los cuales
se encuentran en condiciones de ser repatriadas (limpios de virus y
activos biológicamente) un total de 22 (Gómez, R. 2002, Com. Per).
La reintroducción sostenible de estas papas Negras, una vez
recuperado el insumo genético por distintas vías, debe tomar en
– 129
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cuenta el proceso descrito por los campesinos, respecto al manejo
de las plagas y las semillas importadas como vehículo de introducción de las mismas. Por lo tanto son previsibles tres escenarios que
pueden promoverse paralelamente y en los que sería posible recuperar el cultivo de las papas Negras:
1. “Parcelas de autoconsumo”, de pequeñas extensiones,
aledañas a las casas de habitación, donde es posible un cuidado
permanente, incluyendo en el manejo, el uso de técnicas de Manejo
Integrado de Plagas (MIP), que impliquen bajos costos de insumos
y dosis controladas de agroquímicos, con bajos riesgos para la salud humana y del agroecosistema. Estas parcelas fortalecerían la
autosuficiencia alimentaria familiar y la identidad socio-cultural de
las comunidades involucradas.
2. “Parcelas comerciales” para el mercado local, más extensas y ubicadas en áreas de mayor altitud y relativamente aisladas,
sometidas a un manejo con descansos largos o baja intensidad de
uso agrícola. El largo ciclo de crecimiento y maduración, hace económicamente imposible su coexistencia con el sistema de altos
insumos y agroquímicos con el que funciona la producción intensiva actual. Manejadas en condiciones de relativo aislamiento y con
baja intensidad de uso de insumos, estas parcelas de orientación
comercial contarían con el incentivo económico de un precio relativo mayor, debido al desbalance actual entre una demanda en
los mercados locales, con relación a una muy baja oferta. Para el
manejo de este sistema comercial sería necesario rescatar los procesos de selección y almacenamiento desarrollados por los campesinos, que no implican el traslado de la semilla hasta sitios de
almacenamiento comercial, donde existen probados riesgos de
contaminación. Otra alternativa para este escenario de rescate comercial, con miras a mercados de mayor escala, sería el uso de la
semilla botánica, como mecanismo auxiliar de provisión de semilla, para tratar de solventar los problemas de contaminación en
condiciones de almacenamiento.
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La comercialización de semilla nativa en mercados locales,
regionales e internacionales es una posibilidad que se ha concretado en otros países andinos, específicamente en Perú y Bolivia, donde se ha acuñado el término de “papa nativa comercial”, para variedades cosmopolitas que se venden en ferias regionales e internacionales y que se cotiza a mejores precios que las variedades convencionales. Estas variedades nativas comerciales se consideran una
base para usar estrategias de mercado favorables a la conservación
in situ y el eje para estructurar un programa de fitomejoramiento
participativo que busque el impulso del cultivo papa, la conservación de agrobiodiversidad y la seguridad alimentaria local
(Zimmerer, 2003).
3. “Parcelas tinopó”. El tinopó es un sistema que promueve
la dinámica evolutiva del cultivo. Por tanto en áreas aisladas semi
silvestres ó en aquellas de antiguos tinopós, se debe promover la
reintroducción de los materiales rescatados y repatriados para tratar
de retomar el camino evolutivo que se interrumpió hace varias décadas y del cual habrá un beneficio de mejoramiento y diversificación de indudable valor biológico para propósitos de investigación
agroecológica y así mismo de valor estratégico dentro del inequitativo
mercado de los recursos genéticos.
Proposición final
Este acercamiento, casi testimonial a las papas Negras, aporta
algunas respuestas a las preguntas planteadas, pero a su vez revela
nuevas y mayores preguntas, acerca de la posibilidad de reinsertarlas
en la dinámica actual de la producción agrícola en la región de los
altos Andes de Mérida.
Cualquier esfuerzo en este sentido, cuenta con una base de
conocimientos que aun se conservan y con la elocuente disposición
de los campesinos, quienes han respondido afirmativamente a la
proposición de promover un Encuentro de productores del páramo
por la Conservación y Recuperación de las Papas Nativas. Dicho
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encuentro es un compromiso que esperamos impulsar con un doble
propósito: como una instancia más de investigación para confrontar
distintas versiones y datos de los asistentes, que nos permitan profundizar en los elementos aquí esbozados; y asimismo como un
medio para impulsar una posible Red o movimiento de carácter más
permanente que vincule a los productores que mantienen papas
nativas, promoviendo entre ellos relaciones de intercambio y
realimentación con las semillas que cada uno mantiene.
En este trabajo se han expuesto una serie de factores que
favorecen y otros que dificultan un eventual proyecto de rescate de
las papas Negras en los Páramos de Mérida. Pero más allá de toda
esta argumentación, durante los recorridos de campo, las risas y la
belleza de los niños salen a nuestro encuentro y abogan por otro
argumento de mucho peso. El derecho de las generaciones actuales
y futuras a disfrutar y continuar en el camino de recrear una diversidad tan rica y largamente cultivada, ya pareciera ser argumento suficiente en favor de la apuesta por este rescate.
Notas
*
1
2
3
4
Este fue entregado en marzo de 2005 evaluado y arbitrado en mayo
del mismo año (nota del Comité Editorial).
Dedicado a la Sra. Candida Rosa Torres, quien en la comunidad
de Gavidia conservó y permitió heredar buena parte de las
semillas, datos y conocimientos que presentamos en este artículo (Pág. 138).
Región que bordea el lago Titicaca en el altiplano peruano-boliviano, donde se concentra el mayor número de variedades y especies cultivadas de la papa, por lo que se considera una fuerte
evidencia en favor de considerársele el área de domesticación
y diversificación (Bukasov, 1981; Correl, 1962; Masson, 1991).
Se considera papa nativa a toda variedad que se cultive tradicionalmente en una localidad y que no haya sido objeto del
mejoramiento moderno.
La permanencia de nombres comunes para las papas nativas entre
regiones de Colombia y Venezuela refuerza esta idea del co-
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5
6
7
8
rredor papero, tal como el nombre de Arbolona Negra, utilizado tanto en regiones de Boyacá (Salaman, 1985) como en
Mérida y Tujillo.
En 1976 se realizó la última colecta de papas silvestres y cultivadas
por parte del CIP en Venezuela. Durante dicha colecta se reconocieron papas cultivadas de la especie S. curtilobum, además
de S. andigena y S. tuberosum (Salas A. 2002, Com. Per. CIP)
Bajo este argumento de la erosión genética en los cultivos campesinos e indígenas transformados por la modernización de la
revolución verde, se promovió como solución la conservación ex situ, de los materiales colectados en las huertas campesinas y áreas vecinas, llevándolos hasta los bancos de
germoplasma de la Red Internacional de Centros de Recursos Genéticos (Brush, 1995). Este material, de libre acceso a
escala mundial, terminó siendo la materia prima gratuita con
la que se realizó el mejoramiento genético de las variedades
comerciales que se administran bajo sistema comercial de
patentes y derechos de obtentores de variedades vegetales
que adjudica la exclusividad de la explotación, producción
y/o comercialización, mientras que los conocimientos y variedades indígenas quedan sin ningún resguardo ni derecho
a retribución por su uso (Ponce y Aguilar, 2002). Este intercambio desigual plantea un reto ético respecto al acceso a las
semillas nativas vs las semillas mejoradas, que está dentro
del debate político internacional por sus implicaciones para
la seguridad alimentaria y el desarrollo con equidad de las
naciones pobres (Monasterio, 1997).
Las Waycha´s son las papas mejoradas en idioma Quechua. Poca
agua disponible, heladas y bajos inputs de fertilización son
las condiciones menos favorables para su éxito y son estas
las condiciones que con distintos niveles de incidencia, rodean a la producción indígena y campesina de Los Andes de
Perú y Bolivia.
Tinopó: Antes de la introducción de las variedades modernas con
su carga de plagas y enfermedades, el tinopó fue una estrategia de almacenamiento y conservación de papas en el terre-
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de Los Andes. Mérida. Liccia Romero y Maximina Monasterio. Papas Negras... pp. 107-138
no, generalmente en una parcela pequeña aislada del centro
de cultivos más intensivos y rodeada de vegetación natural
(páramo). La parcela cultivada se cosecha parcialmente y los
tubérculos que quedan en el terreno se van cosechando posteriormente, en distintos momentos, según las necesidades. En estas circunstancias, el tinopó es el sistema ideal para
los cruces o introgresión del germoplasma silvestre en el cultivo. En Perú existe un sistema indígena aparentemente sinónimo denominado como Kipa, Siya o Wacha (Brush, 1981;
Gómez René, 2002 Com. Per. CIP). Bajo las actuales condiciones de fuerte incidencia de plagas y enfermedades ,la práctica del tinopó se considera contraproducente, por lo que se
ha ido abandonando al identificársele como un mecanismo
de multiplicación y permanencia de los ciclos de las plagas
en el suelo.
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de Los Andes. Mérida. Liccia Romero y Maximina Monasterio. Papas Negras... pp. 107-138
Sra. Cándida Rosa Torres, cuando narraba su experiencia como
cultivadora de papas Negras, Las Piñuelas, Gavidia, Estado
Mérida, año 2002.
Sra. Carmen Santiago, cultiva y comercializa papa Arbolona
Negra, Cañada de Chinó, Pueblo Llano, Estado Mérida.
138 –
Título:
Plantas útiles empleadas por los campesinos de la región de
Bailadores, Venezuela.
Useful plants cultivated by peasants in the Bailadores region of
Venezuela.
Aranguren B., Anairamiz
Autor:
Páginas/Colación: 139-165
En: / Boletín Antropológico Vol 2 - Num 64 enero - abril, 2005
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Plantas útiles empleadas por los campesinos de la región de Bailadores, Venezuela
Aranguren B., Anairamiz
Resumen
Se presentan los resultados de una evaluación del conocimiento tradicional en el uso de plantas por parte de los
campesinos de un municipio agrícola de la Cordillera de los Andes, quienes tradicionalmente las emplean como medicina,
alimentos, extracción de recursos maderables y en la elaboración de artesanías (que incluye tallas de madera y cestería).
Esta evaluación se realizó a través de entrevistas estructuradas y de la técnica de enlistado libre. Los resultados arrojan
287 plantas útiles de las cuales la mayor cantidad corresponden a las medicinales, seguidas por las maderables,
comestibles y de artesanía. Los listados obtenidos por cada informante tienen un bajo nivel de coincidencia entre ellos.
Estos últimos resaltan la pérdida de este tipo de conocimiento debido a las transformaciones que ha sufrido este valle
agrícola y a todo un proceso de modernización. Además se concluye que la mayor parte de las especies útiles que son
cultivadas provienen de América y de Europa; las especies silvestres provienen principalmente de la unidad ecológica
selva nublada y existen especies asilvestradas o naturalizadas que son "reconocidas" por los habitantes como especies
silvestres aunque provengan de otros ecosistemas tropicales y extratropicales.
Useful plants cultivated by peasants in the Bailadores region of Venezuela
Aranguren B., Anairamiz
Abstract
An evaluation of traditional knowledge possessed by peasants of the mountain regions in respect to plants used for
medicine, foods and structural materials in woodwork and basketry. Data was secured through interviews and showed the
use of 287 different plant species, most of which are medicinal, as well as structural use, food use and handicraft use.
Knowledge concerning the use of these plants is not general and is falling out of currency due to modernization. Many
plants are imported from other regions in the Americas and from Europe. Native species originate from the rain forest and
imported species "recognized" as wild from various ecosystems both tropical and extra-tropical are cultivated.
Centro de Investigación: Centro de Investigaciones Etnológicas (CIET) Dependencia: Museo
Arqueológico "Gonzalo Rincón Gutiérrez" Key Words: Ethnobotanic , Ethnoecology ,
Peasants Publicación Electrónica: Boletín Antropológico Descriptor Temático: Etnobotánica
, Etnoecología , Campesinos
Boletín Antropológico. Año 23, Nº 64, Mayo-Agosto, 2005. ISSN:1325-2610. Universidad
de Los Andes. Mérida. Anairamiz Aranguren B. Plantas útiles empleadas... pp. 139-165
Plantas útiles empleadas
por los campesinos de la rregión
egión
de B
ailador
es, Vene
zuela*
Bailador
ailadores,
enezuela*
ANAIRAMIZ ARANGUREN B.
Instituto de Ciencias Ambientales y Ecológicas
Facultad de Ciencias. Universidad de Los Andes
RESUMEN
Se presentan los resultados de una evaluación del conocimiento tradicional en
el uso de plantas por parte de los campesinos de un municipio agrícola de la Cordillera de
los Andes, quienes tradicionalmente las emplean como medicina, alimentos, extracción
de recursos maderables y en la elaboración de artesanías (que incluye tallas de madera y
cestería). Esta evaluación se realizó a través de entrevistas estructuradas y de la técnica de
enlistado libre. Los resultados arrojan 287 plantas útiles de las cuales la mayor cantidad
corresponden a las medicinales, seguidas por las maderables, comestibles y de artesanía.
Los listados obtenidos por cada informante tienen un bajo nivel de coincidencia entre
ellos. Estos últimos resaltan la pérdida de este tipo de conocimiento debido a las
transformaciones que ha sufrido este valle agrícola y a todo un proceso de modernización.
Además se concluye que la mayor parte de las especies útiles que son cultivadas provienen
de América y de Europa; las especies silvestres provienen principalmente de la unidad
ecológica selva nublada y existen especies asilvestradas o naturalizadas que son
“reconocidas” por los habitantes como especies silvestres aunque provengan de otros
ecosistemas tropicales y extratropicales.
Palabras claves: etnobotánica, etnoecología, campesinos.
Useful plants cultivated by peasants in the Bailadores
region of Venezuela
ABSTRACT
An evaluation of traditional knowledge possessed by peasants of the mountain
regions in respect to plants used for medicine, foods and structural materials in woodwork
and basketry. Data was secured through interviews and showed the use of 287 different
plant species, most of which are medicinal, as well as structural use, food use and handicraft
use. Knowledge concerning the use of these plants is not general and is falling out of
currency due to modernization. Many plants are imported from other regions in the Americas
and from Europe. Native species originate from the rain forest and imported species
“recognized” as wild from various ecosystems both tropical and extra-tropical are cultivated.
Key words: ethno-botany, ethno-ecology, peasants..
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de Los Andes. Mérida. Anairamiz Aranguren B. Plantas útiles empleadas... pp. 139-165
Introducción
Diferentes autores, entre los cuales destaca Toledo (1992)
han manifestado que la ciencia contemporánea ha avanzado muy
poco en la comprensión y el análisis de la manera como los grupos
indígenas, y los campesinos manejan y utilizan los recursos naturales. Una aproximación a este conocimiento proviene de las
etnociencias, las cuales se acercan a este conocimiento usando las
herramientas del método científico y los conocimientos tradicionales de los grupos indígenas y de los campesinos. Dentro de estas
etnociencias se encuentran la etnohistoria, etnolingüística, la
etnobotánica, etnozoología, entre otras.
Con relación al universo de las ciencias naturales, existen
algunas que consideran una parte de este conocimiento, ya sea en
lo que se ha llamado etnobiología (Berlín, 1992) o en algunas
subdisciplinas de la biología como la etnobotánica (Bye, 1993; Caballero, J. 1994; López del Pozo, 1990; Martín y Hoare, 1998; Martin,
1995; Prance, 1991; Tran Van On et al., 2001); la etnozoología, y de
otras ciencias como la etnopedología, y la etnomedicina (Clarac de
Briceño, 1985, 2004; Delascio, 1985). Dentro de estas ciencias en
una etapa inicial se pueden obtener listados de plantas, animales, tipos de suelo y usos medicinales o rituales, etc., ya sea en comunidades indígenas hasta comunidades campesinas o rurales (Aranguren
1994; Aranguren et al., 1996; Ladio, 2001; Wong, 2000). O bien
aplicar métodos cuantitativos para evaluar la coincidencia en el conocimiento de nombres y usos entre grupos humanos (Donovan y Pury,
2004; Phillips y Gentry, 1993) y verificar algunas hipótesis y proponer pautas de conservación.
En una visión un poco más amplia de las etnociencias, Toledo
(1992) propone el concepto de etnoecología como la disciplina encargada de estudiar las concepciones, percepciones y conocimientos de la naturaleza que permiten a las sociedades rurales producir y
reproducir las condiciones materiales y espirituales de su existencia
a través de un adecuado uso de los recursos naturales más que una
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de Los Andes. Mérida. Anairamiz Aranguren B. Plantas útiles empleadas... pp. 139-165
simple evaluación de usos medicinales. Desde este punto de vista la
etnoecología es una nueva disciplina que aborda el estudio de las
concepciones, percepciones y conocimientos de los sistemas
ecológicos por parte de la sociedad, que podrían conducir a un uso
sustentable de los recursos naturales en estrecha relación con las
necesidades materiales y espirituales del hombre. Este concepto nos
permite incluir elementos propios de la ecología (estructura y funcionamiento de los sistemas ecológicos, sucesión ecológica) para
plantear un nuevo modelo de conservación y desarrollo.
Por otra parte, diferentes autores hay enfatizado el hecho de
que la pérdida del conocimiento sobre la naturaleza es parte de la
pérdida de la biodiversidad, e incluso se ha hablado de la erosión
del conocimiento (Martín y Hoare, 1998) como una de las preocupaciones de la biología y especialmente de la ecología (Bye, 1993).
Bates (1985) resalta este hecho afirmando que los cambios en los
patrones de uso de la tierra pueden significar la pérdida de especies
y de la diversidad genética especialmente de la biota tropical y de
las razas cultivadas por los indígenas.
En este estudio se aplicó el concepto de etnoecología dentro
de un municipio del estado Mérida en los Andes Venezolanos. Rivas
Dávila, es un municipio campesino que a partir de la década de los
cincuenta sufrió un cambio notable en sus actividades productivas
y cambió su relación con la naturaleza ya que experimento un proceso de transformación agrícola pasando desde pequeñas áreas con
pocos cultivos hacia una agricultura comercial bastante tecnificada
y completamente dedicada a la exportación (Rojas López, 1985,
FARMER, 1977). Es evidente que las condiciones climáticas favorables, aunadas al aporte de los conocimientos y la experiencia agrícolas de algunos productores locales e inmigrantes de otros países
andinos y europeos, y al aumento de la demanda agroalimentaria
dentro del estado Mérida y del país ayudaron a que ocurriera este
proceso de cambios en todo el valle. Sin embargo, en lo que respecta al conocimiento tradicional sobre las plantas silvestres podría es-
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tar ocurriendo un proceso de pérdida u olvido de técnicas de uso y
apropiación de la naturaleza debido a este proceso de transformación acelerado.
Área de estudio
El municipio Rivas Dávila en el año 2000 estaba habitado
por 16.001 personas, distribuidas en la parroquia Rivas Dávila (13.028
hab.) y la parroquia Gerónimo Maldonado (2.973 habitantes) (INE,
2001). De acuerdo a la información reportada por la alcaldía del municipio para el censo de 1991 la población estaba agrupada en aldeas
con núcleos urbanos relativamente pequeños ya que la aldea más
grande, Bodoque, apenas tenía 2.250 habitantes y la más pequeña,
Las Tapias, tiene 686 habitantes (Tabla 1). En este municipio se reportó la presencia de grupos indígenas en el momento de la conquista
llamados Bailadores, que pertenecen a la lengua Muku-Chama (Clarac
de Briceño, 1998 y González Ñañez, 2000) pero actualmente sólo
hay campesinos o habitantes rurales que viven de las actividades agrícolas (Guerrero, et al., 2001, Parada, 2001) pero que siguen viviendo
en una estrecha relación con su ambiente y que utilizan parte de las
tradiciones indígenas del aprovechamiento de las plantas y animales
mezclada con el conocimiento actual.
Tabla 1. Número de habitantes del municipio Rivas Dávila.
Nombre de la aldea
Bailadores
Bodoque
Las Tapias
Las Playitas
Mariño
La Otrabanda
San Pablo
Población*
5.117
2.250
686
1.956
1.006
1.309
949
13.273
*datos tomados de la Alcaldía del Municipio Rivas Dávila, 1992.
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de Los Andes. Mérida. Anairamiz Aranguren B. Plantas útiles empleadas... pp. 139-165
La población se distribuye a lo largo de pequeñas
microcuencas afluentes del río Mocotíes, en terrazas aluviales que
se encuentran enmarcadas en la Cordillera de los Andes en un
gradiente altitudinal que va desde 1200 hasta 3.400 msnm., atravesando al menos tres tipos de unidades litológicas, con características climáticas diferentes (Ferrer et al., 1976). La forma de este estrecho valle permite delimitar dos tipos de vertientes: la seca y la
húmeda que claramente muestran tipos de vegetación diferente.
Como resultante de estos factores ambientales se presentan
cuatro de las unidades ecológicas descritas por Ataroff y Sarmiento
(2003) para el estado Mérida, que son el bosque siempre verde seco,
selva subcaducifolia montana, la selva nublada y el páramo andino.
El bosque siempreverde seco crece en las vertientes secas entre 1600
a 2700 msnm, en donde se registran temperaturas entre 11 a 15°C.
La característica principal es que durante 3 a 5 meses del año hay
sequía y que la precipitación total es de 500 a 900 mm. Son bosques con un dosel entre 10 y 15 metros de altura formado por especies arbóreas como Roupala aff. pseudocordata, Escallonia
floribunda, Psidium caudatum, Psidium guianense, Myrsine
ferruginea, Clusia multiflora, Weinmannia glabra, Dodonea viscosa Clusia aff. minor, Toxicodendron striatum, Viburnum tinoides,
Roupala aff. pseudocordata, Escallonia floribunda. En el
sotobosque encontramos Myrsine coriacea, Cassia aff. mutisiana,
Stevia lucida, Baccharis nitida, Cassia jhanii, Berberis discolor,
Myrsine coriacea, Cassia aff. mutisiana, Croton rhamnifolius,
Croton meridensis, Croton turimiquirensis, Trachypogon plumosus,
Stevia rhombifolia.
La selva subcaducifolia montana, ocupa alturas entre 800 a
1700 m, en vertientes húmedas o márgenes de ríos en vertientes
secas, allí la temperatura promedio oscila entre 17 a 22°C y la precipitación esta distribuida entre 9 a 11 meses (1200 a 1900 mm) El
dosel es muy irregular entre 20 y 35 m, con árboles emergentes de
40 m. Las especies importantes son Tabebuia guayacam, Tabebuia
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ochracea, Cedrela sp, Heliocarpus popayanensis, Erythrina
poeppigiana, Erythrina glauca, Inga oerstediana, Inga edulis,
Spondias mombim, Ficus maitin, Solanum arboreum. Y en el estrato menor a 12 metros encontramos Vismia baccifera, Miconia
lonchophylla, Piper prunifolium, Solanum leucocarpon, Urera
caracasana. Las lianas y epifitas son escasas en comparación con
las otras selvas andinas (Ataroff y Sarmiento, 2003).
La selva nublada se encuentra entre 1700 a 3000 msnm, en
las vertientes húmedas, con temperaturas entre 9 a 17°C. La precipitación es de 1000 a 3000 mm, y no hay meses secos. La característica resaltante de esta unidad ecológica es la alta nubosidad, la
alta humedad relativa y la baja insolación todo el año. Es una selva
siempreverde, con más de 150 especies de árboles formada por un
dosel muy irregular, de 20 a 30 metros. Encontramos árboles como
Podocarpus oleifolius, Oreopanax moritzii, Hedyosmum
brasiliense, Havetia laurifolia, Ocotea calophylla, Billia
columbiana, Brunellia acutangula, Persea mutisii, Weinmannia
jahnii, Clusia multiflor, Decussocarpus rospigliosii, Montanoa
quadrangularis, Alchornea grandiflora, Cecropia santanderensis,
Billia columbiana, Ilex laurina, Protium tovarense, Guettarda
steyermarkii, Brunellia integrifolia, Weinmannia balbisiana. El
sotobosque esta formado por Palicourea demissa, P. venezuelensis,
Psychotria aubletiana, Solanum meridense, Monochaetum
meridense, Fuchsia venusta, Begonia mariae, Dodonea viscosa,
Miconia meridensis, Piper diffamatum, Psychotria meridensis,
Chusquea fendleri, Solanum perfidum. Las trepadoras son Anthurium
gehrigeri, A. julianii, A. subsagittatum, Passiflora mollissima,
Mikania spp., Bomarea multiflora, Philodendron karstenianum,
Bomarea purpurea. Las epifitas son muy importantes como
Tillandsia tetrantha, T. biflora, T. usneoides, Epidendrum dendrobii,
Oncidium falcipetalum, Pleurothallis roseo-punctata, Peperomia
microphylla, T. denudata, Odontoglossum odoratum, Oncidium
zebrinum, Peperomia aquilae (Ataroff y Sarmiento, 2003).
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El páramo andino se puede encontrar tanto en las vertientes
secas (2700 a 4000 msnm) como en las vertientes húmedas (3000 a
4300 msnm), la temperatura esta entre 7-10 a 3 °C. La característica
ecológica es la presencia de bajas temperaturas. La vegetación es
un mosaico de comunidades arbustivas y herbáceas, la más común
tiene un estrato superior entre 50 y 150 cm., con rosetas y arbustos,
un estrato intermedio de arbustos y hierbas entre 20 y 50 cm. y un
estrato inferior formado por cojines y hierbas menores de 10 cm.
Allí encontramos especies que crecen en forma arrosetada como
Espeletia schultzii, Espeletia batata, formas arbustivas como
Hypericum laricifolium, Baccharis prunifolia, Stevia lucida, y hierbas como Sisyrinchium micranthum, Lachemilla moritziana,
Geranium multiceps, Agrostis trichodes (Ataroff y Sarmiento, 2003).
Objetivos
Evaluar con criterios etnoecológicos la relación existente entre
la población campesina del municipio Rivas Dávila y los recursos
naturales de los ecosistemas naturales de la región.
1. Obtener una lista de plantas útiles y una valoración de la
importancia relativa de estas especies para los habitantes del municipio Rivas Dávila.
2. Determinar la presencia de estas especies dentro de las
unidades ecológicas y dentro de los agroecosistemas del municipio.
Metodología
Una primera aproximación al conocimiento tradicional se
puede hacer siguiendo para ello diferentes métodos como son el
Inventario de Biodiversidad y Etnobotánico (Martín, 1997, Wong,
2000). Esta última autora citando a Stork y Davies (1996) menciona que un inventario de biodiversidad es una lista de entidades biológicas de un sitio particular o un área dada. La recopilación de este
inventario se puede hacer con entrevistas no estructuradas y la técnica de enlistado libre (free listing) (Weller y Romney, 1988) como
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técnicas en las que el investigador puede tener un acercamiento al
conocimiento tradicional.
En este trabajo se realizaron entrevistas estructuradas a 20
informantes y 10 enlistados libres para evaluar el conocimiento tradicional de los habitantes del municipio, durante el período comprendido desde enero 2001 hasta agosto del 2002. Los informantes
fueron hombres y mujeres mayores de 35 años y se seleccionaron
por ser personas reconocidas por el resto de la comunidad por tener
mayor conocimiento del mundo vegetal. Este trabajo se realizó conjuntamente con el Bachiller Freddy Parada, un habitante de la capital del municipio, quien realizó algunas de las entrevistas. Además
se contó con el apoyo de la Bióloga Irama Sodja Vela quien colectó, determinó y depósito el material botánico de ochenta números a
los herbarios MER y MERC de la Facultad de Ciencias Forestales
y Ambientales y del Jardín Botánico de la Universidad de los Andes respectivamente.
En la primera prospección etnoecológica realizada en Febrero 2001 se pudo evidenciar que los habitantes del municipio Rivas
Dávila realizan al menos dos tipos de actividades extractivas basadas en el uso de los recursos naturales de la zona, estas actividades
incluyen el uso de recursos maderables y recursos no maderables
(Tabla 2).
Tabla 2
Tipo de productos utilizados por la comunidad
campesina en sus diferentes actividades
Tipo de Producto
Productos maderables
Productos no maderables
Actividades
Tallas de madera, leña para combustión, cercas, materia para
la construcción.
Medicina natural, alimentación humana y animal, cestería,
extracto de aceites, flores, material para adornos navideños y
actividades religiosas.
Esta información permitió diseñar, y elaborar la entrevista
estructurada siguiendo un formato y dirigir las preguntas sobre cuatro categorías de utilización y del conocimiento de las plantas sil146 –
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vestres, que fueron: medicinales, comestibles, maderables y
artesanías. Esta prospección muestra evidencias de que las poblaciones campesinas de la región tuvieron y siguen teniendo a la vegetación natural como una “proveedora de recursos” como ha sido
referido por Jones (1964).
Tanto en las entrevistas como en los enlistados libres se realizaron listados de plantas (nombre común, nombre científico) para
todas las plantas mencionadas por cada informante. Se compararon
estos listados entre los 20 informante elaborando una categorización
de la importancia de mención de acuerdo al número de veces que
cada especie fue mencionada (muy importantes, importantes y raras). La categoría muy importante se consideró cuando una especie
era mencionada por más de 10 personas (50 % de las personas entrevistadas), es decir más de 10 personas. La categoría importante
se empleó cuando la planta era mencionada por 3 hasta 9 personas
diferentes. Y la categoría rara se utilizó para las especies que fueron mencionadas por dos o menos personas.
Finalmente, para determinar la procedencia del material utilizado y tener una estimación relativa del impacto que la actividad extractiva
tiene en los ecosistemas naturales de la región todas las especies determinadas fueron clasificadas bajo el siguiente sistema (modificado de
Caballero, 1987). Estas clases contienen especies que son:
1. Cultivadas o fomentadas a nivel doméstico
2. Silvestre distribuidas en las unidades ecológicas
3. Introducidas que se encuentran en un proceso de
asilvestramiento y naturalización y que están asociada a sitios intervenidos y/o secundarios
La clasificación se hizo empleando la información proporcionada por algunos informantes, la revisión bibliográfica de fuentes documentales (Bono, 1996; Mabberley, 1997), la revisión de la
bases electrónicas de consulta pública como el Indice Kewensis, el
Kew Garden, y el Missouri Botanical Garden (Index Kewensis, http:/
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/mobot.mobot.org/W3T/Search/vast.html y http://www.ipni.org/ipni/
query_ipni.html) y se realizaron algunos recorridos de campo con
informantes claves para verificar la procedencia de las especies.
V. Resultados y discusión
Las personas a quienes se entrevistó en este estudio y que
facilitaron información sobre plantas útiles fueron 20, todas mayores de 30 años de edad y menores de 90 años (tabla 3) y que habitan
en las diferentes aldeas de municipio.
Tabla 3
Nombre, edad de las personas entrevistadas
y ubicación de sus viviendas
Nombre
Edad
Aldea
Eduardo Rojas Ovalles 78 Bodoque
Josefa de Pereira
70 Bodoque
Alfonzo Morales
73 La Otrabanda
Ramón Devia
78 La Otrabanda
Santiago Hernández
80 La Otrabanda
Camilo Rosales
70 La Villa
Carmen Jaimes
53 La Villa
Guillermina Molina
56 La Villa
Gustavo Ramírez
60 La Villa
Isolina de Medina
70 La Villa
José Pereira
64 La Villa
Juan Carrero
35 La Villa
Julio Benavides
40 La Villa
Luís Varón
60 La Villa
Rafael Contreras
57 La Villa
Benjamín Ovallos
62 Las Playitas
Claudio Morales
71 Las Playitas
Arcángel Belandría
47 Las Tapias
Pablo Belandría
56 Las Tapias
Antonio Medina
76 Mariño
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Los resultados de las 20 entrevistas permiten diferenciar al
menos 287 nombres diferentes de plantas dentro de los cuatro usos
definidos en este estudio: medicinales, comestibles, maderables y
artesanales. Algunas de estas plantas permiten evidenciar una estrategia de uso múltiple de recursos por parte de los campesinos, ya
que una planta es usada para al menos tres actividades diferentes.
Por ejemplo, fueron mencionadas como medicinales, comestibles y
maderables. Pocas especies eran usadas con un solo propósito.
Esto parece indicar una estrategia de uso múltiple de los recursos la cual ya fue definida por Toledo y colaboradores (2005) en
México, como una forma de manejo sustentable de los bosques tropicales de México por parte de comunidades indígenas que usan
cada recurso natural de muchas formas diferentes y usan más de
una especie para un mismo fin. Esta forma de manejo adaptativo
permite que sean utilizados uno de los ecosistemas tropicales más
diversos y al mismo tiempo más vulnerable como son los bosques
tropicales húmedos sin deteriorar sensiblemente el ambiente.
Nuestros resultados muestran que el mayor porcentaje corresponde las plantas medicinales (101 nombres diferentes) seguidas por las maderables (82), las comestibles (57) y las empleadas en
la elaboración de artesanía (47) (Fig. 1).
287 nombres diferentes
Artesanía
Comestible
Maderable
Medicinal
0
10
20
30
40
Porcentaje
Fig. 1. Porcentaje de plantas mencionadas en cada una de las categorías
de uso definidas
– 149
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Este resultado coincide con los referidos por Kappelle et al.,
(2000) en una comunidad campesina similar en Costa Rica y con
los resultados de Caballero (1994) y Padoch (1990) para grupos
indígenas en México y Brasil respectivamente, en donde las mayor
cantidad de especies vegetales son empleadas como medicina seguida de los usos maderables, comestibles y artesanales. En todos
estos casos (Costa Rica, México y Brasil) las comunidades campesinas e indígenas estaban asentadas en zonas boscosas y en donde
la fitoterapia es una alternativa usada (Aranguren, 2004, Delascio,
1985, 2003) en contraposición con la medicina alopática de altos
costos y disponible en áreas más pobladas en donde hay farmacias
y boticas que las venden.
Las categorías de uso fueron cuatro, medicinales, maderables,
comestibles y artesanales:
Medicinales: Las 101 plantas diferentes que son usadas como
medicinales son empleadas para un gran número de dolencias que
van desde el dolor de cabeza hasta cáncer y otras enfermedades.
Al observar el número de personas que coincidieron con la
misma planta vemos que ninguna fue mencionada por más del 50%
de los informantes (Tabla 4) por lo que no existen plantas con el
valor relativo de muy importante. Por otra parte, las plantas importantes fueron veinte, las que corresponden a una frecuencia de mención entre nueve y tres informantes, estas fueron: el diente de león,
el paico, la viravira, bledo colorado, cardosanto, dictamo real,
frailejón, hinojo, limoncillo, saúco, vinagrera, zen, cadillo de perro,
cidrón, geranio, hierba mora, salvia, llantén, toronjil, verbena.
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Tabla 4
Número de plantas medicinales, nombres
y valor relativo de uso empleado
No. Plantas
Nombre común
0
Ninguna
20
Diente de león
Paico
Viravira
Bledo colorado
Cardosanto
Dictamo real
Frailejón
Hinojo
Limoncillo
Saúco
Zen
Vinagrera
Cadillo de perro
Cidrón
Geranio
Hierba Mora
Jarilla
Llantén
Toronjil
Verbena
81
Nombre científico
Sonchus asper
Chenopodium ambrosioides
Gnaphalium moritzianum)
Amaranthus dubius
Argemone mexicana
No determinada
Diferentes especies de la
Subtribu Espelitinae
Foeniculum vulgare
Cymbopogon citratus
Sambucus peruviana
Dodonea viscosa
Trifolium repens
Bidens bipinnata
Lippia alba
Geranium sp.
Solanum americanum
Aristeguietia glutinosa
Plantago major
Melissa officinalis
Verbena litorales
Valor relativo
Muy importante
Importante
Raras
Finalmente, las especies raras, es decir aquellas plantas medicinales que fueron mencionadas por menos de dos informantes
son 81 especies diferentes. Esta gran cantidad de plantas parece
indicar un gran “arsenal” de especies útiles en fitoterapia, que sería
importante estudiar en futuros proyectos y que constituyen un almacén de alternativas.
Maderables: Del inventario de plantas maderables (Tabla
5) encontramos que dos especies de árboles aparecen como muy
importantes. Estas fueron el fresno y el cedro. Trece especies de
árboles fueron mencionados por entre nueve y tres informantes, estas
fueron cochinito, pino, guayabo, sauce, guamo, eucalipto, dividive,
saisai, peralejo, cinare, anime, uvochipio y orumo. Finalmente se
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encontraron sesenta y siete especies que apenas fueron mencionadas por menos de dos informantes.
Tabla 5
Número de plantas maderables,
nombres y valor relativo de uso empleado
No. Plantas Nombre común
2
Fresno
Cedro
13
Cochinito
Pino
Guayabo
Sauce
Guamo
Eucalipto
Dividive
Saisai
Peralejo
Cinare
Anime
Uvo chipio
Orumo
67
Nombre científico
Fraxinus chinensis
Cedrella montana
Escallonia floribundia
Diferentes especies
Psidium dubium
Salix chilensis
Inga edulis
Eucaliptus spp.
Caesalpinia coriaria
Weinmania fagaroides
sin determinar
Psidium caudatum
Montanoa cuadrangulares
Ficus sp.
sin determinar
Valor relativo
Muy Importante
Importante
Rara
En general, las especies maderables en zonas boscosas suelen
ser importantes como proveedoras de recursos ya que se emplean no
sólo como material para la construcción de casas (vigas, “madrinas”,
etc.), construcción de cercas perimetrales, puentes, leña para los fogones caseros, leña para los hornos tradicionales de tejas y pan, herramientas para la agricultura (“cabos de hacha”, regletas, bordones),
extracción de tintas y pigmentos y un sinnúmero de usos.
Comestibles: En relación a las plantas comestibles (Tabla
6) los resultados muestran tres categorías de mención, las muy importantes mencionadas por más del 50% de los informantes, fueron
el surure, mortiño, cinare. Las especies importantes fueron trece
especies: Mora, chirimoya, guayaba, la uva de oso, la quemadera,
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la curuba, el níspero, el camarero, la fresa paramera, la guarca, la
lengua de vaca, la palchagua y la pumarosa.
Tabla 6
Número de plantas comestibles,
nombres y valor relativo de uso empleado
No. Plantas
3
13
41
Nombre común
Surure
Mortiño
Cinare
Mora
Chirimoya
Guayabo
Uva de oso
Quemadera
Curaba
Níspero
Camarero
Fresa paramera
Guarca
Lengua de vaca
Palchagua
Pumarosa
Nombre científico
Myrcia acuminata
Hesperomeles glabrata
Psidium caudatum
Rubus floribundus
Annona cherimolia
Psidium dubium
Sin determinar
Sin determinar
Passiflora mixta
Manikara achras
Sin determinar
Geranium sp.
Mikania sp.
Rumex sp.
Passiflora sp.
Jambosa vulgaris
Valor relativo
Muy importante
Importante
Rara
Por otra parte, se reportan 41 especies como raras. Al igual
que las plantas utilizadas como medicina casera esta gran cantidad de
plantas comestibles parece indicar un gran potencial de frutas silvestres que son y fueron usadas por la población para cubrir sus necesidades alimenticias. En futuros estudios de prospección alimenticia
estas plantas podrían ser estudiadas con más detalle ya que representan un material promisorio para la garantizar la seguridad alimentaría.
Artesanías: Las plantas utilizadas en la región como materia prima para la elaboración de artesanías (Tabla 7) fueron cuarenta y siete, de las cuáles la más importante es la enea. En la categoría
de especies importantes se encontraron diez especies que fueron el
cañuto, el anime, el bejuco carrero, junco, bejuco, gaita, palma, cañuto de trigo, cucharo, lata. De la mayor parte de estas especies se
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extrae una fibra vegetal con la cuál se elaboran cestas o “canastos”
de uso doméstico y para la recolección de café aunque también se
obtiene el anime que es el material parecido al corcho y con el cual
se elaboran adornos navideños, específicamente ovejas para el pesebre. Esta tradición se ha ido perdiendo en toda la región y en el
municipio Rivas Dávila. En la categoría de las especies pocos mencionadas se encuentran 36. Entre las que vale la pena resaltar algunas especies utilizadas para la elaboración de instrumentos musicales como violines y cuatros, que también se está olvidando.
Tabla 7
Número de plantas usadas como artesanía,
nombres y valor relativo de uso empleado
No. Plantas
1
10
36
Nombres común
Enea
Cañuto
Anime
Junco
Bejuco carrero
Bejuco
Gaita
Palma
Cañuto de trigo
Cucharo
Lata
Nombre científico
Cyperus articulatus
Grupo Bambucea
Montanoa cuadrangularis
Familia cyperaceae
Smilax sp.
Sin determinar
Rhipidocladum sp.
Sin determinar
Triticum spp.
Myrsine ferruginea
Chusquea spencei
Valor relativo
Muy importante
Importante
Raras
En las encuestas resultó evidente que el 60 % de los entrevistados coincidieron en que ahora se usan menos las plantas que
en el pasado (Tabla 8) y que esa disminución puede explicarse como
consecuencia de la introducción de la medicina moderna o alopática,
a los cambios relacionados con el modernismo, a la pérdida del
conocimiento y a la pérdida de la vegetación natural por el cambio
de uso del suelo. Sin embargo, un 30% no contestó la pregunta
sobre la pérdida de la tradición de uso de las especies y de los
ecosistemas naturales. Y solo una persona contestó que ahora se
usan más las plantas en la región, pero particularmente se refería al
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uso de las plantas medicinales y un surgimiento de las terapias alternativas debido a que este señor comercializa y vende plantas dentro
de la región.
Tabla 8
Nombre de los informantes, ubicación de sus viviendas y razón
argumentada por la que han dejado de usar la fitoterapia
Nombre
Eduardo Rojas Ovalles
Juan Carrero
Luís Varón
Alfonso Morales
Antonio Medina
Santiago Hernández
Pablo Belandría
Camilo Rosales
Guillermina Molina
Carmen Jaimes
Rafael Contreras
Ramón Devia
Gustavo Ramírez
Julio Benavides
Claudio Morales
José Pereira
Arcángel Belandría
Benjamín Ovallos
Isolina de Medina
Josefa de Pereira
Tipo de área en donde vive
Zona agrícola
Zona urbana
Zona agrícola
Zona agrícola
Zona pecuaria
Bosque siempreverde seco
Zona pecuaria
Zona urbana
Zona urbana
Zona urbana
Bosque siempreverde seco
Selva nublada
Bosque siempreverde seco
Zona urbana
Zona agrícola
Zona urbana
Bosque siempreverde seco
Selva nublada
Bosque siempreverde seco
Zona agrícola
¿Por qué se ha dejado de usar las plantas?
Cambio a la medicina moderna
Modernismo
Modernismo
Modernismo
¿
¿
¿
¿
Pérdida de conocimientos
¿
Pérdida de la vegetación
Pérdida del conocimientos
Pérdida de la vegetación
¿
Cambio a la medicina moderna
Cambio a la medicina moderna
Pérdida de conocimientos
Se usan más que antes
¿
Modernismo
Los informantes aparecen en el orden en que fueron entrevistados
Finalmente, para la evaluación de la procedencia de las especies se clasificaron todas las especies de acuerdo al sitio en donde
crecían de manera natural o están naturalizadas o cuando eran
cultivadas y requerían de cuidados agrícolas. Se hicieron tres grupos: Las cultivadas y fomentadas a nivel domestico; las especies
silvestres que crecen solas y que provienen de los ecosistemas
naturales de la región; y un tercer grupo de las especies introducidas que parecieran estar dentro de un proceso de asilvestramiento y
domesticación.
Grupo I. Cultivadas y fomentadas a nivel doméstico: dentro de este grupo se encuentran 50 especies empleadas, de éstas se
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usan en medicina (52%), comestibles (28%), maderables (14%),
y artesanales (6%) (Fig. 2). Es decir, el mayor porcentaje corresponde a las plantas medicinales muchas de las cuáles son sembradas en las cercanías de las viviendas, en los patios, en las áreas
cercanas a los cultivares y que ameritan pequeños cuidados como
siembra, deshierbe, y cosecha. Estas forman parte de la farmacia
familiar al alcance de cualquier emergencia y que no hay que pagar por ellas.
% de mención
60
52
40
28
14
20
6
0
Medicinal
Comestible
Maderable
Artesanal
Usos
Fig. 2. Principales usos de las especies útiles que fueron mencionadas
por los informantes
Analizando la procedencia biogeográfica de estas especies
cultivadas podemos concluir que un 31 % son especies nativas de
América, un 31% son especies introducidas desde Europa, y seguramente son parte de la herencia cultural que trajo consigo la
colonia y la conquista. Un 29 % proviene de Asía, un 6 % provienen de Afríca y un 2 % provienen de Oceanía (Fig. 3). Es decir,
se cultivan plantas de origen americano, europeo y asiático casi
en la misma proporción y una pequeña cantidad que provienen de
Afríca y de Oceanía.
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Fig. 3. Centros de origen biogeográficos de las especies cultivadas
Dentro de este grupo de plantas introducidas de otros continentes encontramos especies como la albahaca, la artemisa, el ajenjo, la calendula, el capacho, la cayena, el cidrón, el durazno, el orégano, el sauce, el zapallo, por mencionar algunos.
40
% Relativo
31
30
20
10
0
31
Grupo II.29
Silvestre distribuidas en las unidades ecológicas:
se obtuvieron 135 especies diferentes que provienen de la vegetación natural del área, estas especies son usadas como medicina
(41%), maderable (24%), comestible
(18%) y artesanía (17%) (Fig.
6
2
4). Este resultado muestra que 55 especies
usadas como medicina
natural son extraídas de la vegetación natural.
América
Europa
Africa
Oceanía
Dentro deAsia
este grupo
encontramos
las albricias, el anime, el
Continentes
araguaney, el cucharo, el damocre, el coral, el dictamo real, el
frailejón, el guardarocio, el yagrumo, por mencionar algunos.
Estas plantas forman parte de las siguientes unidades
ecológicas (Fig. 5): páramo (21%), selva nublada (44 %), bosque
siempreverde seco (10%), selva subcaducifolia (13%) y el ecotono
entre estas (12%). Se observó que muchas de las especies usadas se
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Porcentaje
% de mención
Fig. 4. Principales usos dados a las especies silvestres
50
60
41
40
30
40
20
10
21
20
0
Medicina
0
Páramo
Fig. 5. Unidad ecológica de donde proviene las especies útiles
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encuentran en la selva nublada y que el páramo provee veintiocho
especies utilizadas por los campesinos de la región. Por otra parte,
las unidades ecológicas de bosques siempreverde seco, selva
subcaducifolia montana, el ecotono entre ambas y aquellas especies que tienen un rango distribución amplio ya que tienen 14, 17 y
16 especies respectivamente.
Esta observación permite llamar la atención sobre un
ecosistema tan rico y diverso como las selvas nubladas en donde se
encuentran un gran porcentaje de especies útiles para los campesinos de Rivas Dávila, quienes normalmente sólo tienen que colectar
estas plantas para suplir sus necesidades medicinales, alimenticias,
maderables o de materiales para artesanía sin necesidad de pagar
nada. Estas plantas son parte de los servicios ecosistemicos que los
sistemas naturales proveen a las sociedades humanas y forman parte de su bienestar y calidad de vida (Aranguren, 2005; http://
www.maweb.org/en/index.aspx).
Grupo III. Especies introducidas que se encuentran en un
proceso de asilvestramiento y naturalización y que están asociadas
a sitios intervenidos y/o secundarios. En este grupo encontramos
aquellas especies provenientes del primer grupo pero que han sufrido un proceso de asilvestramiento notable, de tal manera que
las personas entrevistadas las reconocen como parte de la vegetación natural. Tal es el caso del cardosanto, el llantén, el paico, el
fresno, la árnica y el tártaro; especies que crecen sin ningún cuidado en las áreas perturbadas aunque provengan de otro tipo de
condiciones ambientales y otros ecosistemas extratropicales. Estas especies compiten con las especies nativas y ha generado conceptos como el de Bosques Bioculturales en donde la biodiversidad
es la resultante de las alteraciones causadas por el hombre además
de la dinámica natural.
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Conclusiones
Este estudio revela la presencia de 287 especies vasculares
útiles que son usadas por los campesinos del municipio Rivas Dávila
del Estado Mérida. Un total de 101 que son empleadas con fines
medicinales, 82 maderables, 57 comestibles, y 47 que se usan y se
usaran para la elaboración de artesanía. Dentro de la alta
fitodiversidad que existe en las unidades ecológicas del valle este
puede considerarse un porcentaje alto de especies útiles.
Sin embargo, hay un bajo nivel de coincidencia entres los
informantes que parece revelar que las plantas muy importantes e
importantes para la comunidad no son mencionadas por todos los
informantes mientras que hay un gran pool de plantas raras que
seguramente se usan con baja frecuencia o cuyo uso se esta perdiendo por diferentes razones. Este aspecto deberá ser objeto de
estudio de trabajos posteriores ya que entran dentro de la categoría
de erosión del conocimiento y erosión cultural.
En lo que se refiere a esfuerzos de conservación todas las
especies consideradas como muy importantes deberán ser objeto de
estudios autoecológicos y posterior reintroducción en las áreas ó
unidades ecológicas en donde crecen de manera natural. Este puede ser el caso del cedro, el surure, el mortiño, el cinaro, la enea y el
dividive; especies que antes eran frecuentes en las unidades
ecológicas pero que ahora son escasas debido a la extracción selectiva. Algunas de las especie útiles podrían estar en la lista de especies de la flora del libro rojo (en peligro crítico, en peligro, vulnerables, de menor riesgo o insuficientemente conocidas (Llamosas et
al., 2003) aunque aun no sepamos que crecen en el municipio o que
se sigan extrayendo sin ningún cuidado.
Se actualizaron los nombres comunes y científicos de las
plantas útiles en el municipio Rivas Dávila, las cuáles ya habían
sido inventariadas a mitad de la década de los sesenta (Jones, 1964)
y que mostraban que los pobladores del municipio como el Rivas
Dávila vivían en una tierra de riqueza natural con alta diversidad de
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plantas útiles y que tenían un legado de técnicas y conocimientos
que en los últimos años han tendido a perderse por los diferentes
procesos de transformación del uso del suelo y de todo el medio
rural venezolano.
Se muestra que hay una estrategia de uso múltiple de los recursos ya sea por que se extraen recursos de varias unidades ecológicas
dentro de este valle, que van desde páramos, selvas nubladas, bosques siempre verde seco y por que además cada planta puede ser
utilizada con varios fines dependiendo de la parte empleada..
Finalmente este trabajo evidenció que el impacto de la
deforestación y de los cambios de uso del suelo puede tener sobre
la tradición de uso de las plantas y sobre todo sobre la disponibilidad inmediata de recursos que puede hacer a los campesinos más
dependientes de insumos o recursos manufacturados o importados
de otras regiones.
Nota
*
Este fue entregado en febrero de 2005 evaluado y arbitrado en
marzo del mismo año (nota del Comité Editorial)
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Título:
Determinación del tipo de cara del hombre andino merideño:
estudio morfoantropométrico del macizo facial.
Male facial types in the andean region of Venezuela: a study of
the morphic structures and their measurement.
Autor:
Díaz de Villabona, Nancy
; García Sivoli, Carlos
;
Palacios S., María F.; Solórzano N., Eduvigis; Jarpa, Patricio
Páginas/Colación: 167-180
En: / Boletín Antropológico Vol 2 - Num 64 enero - abril, 2005
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Determinación del tipo de cara del hombre andino merideño: estudio morfoantropométrico
del macizo facial
Díaz de Villabona, Nancy; García Sivoli, Carlos; Palacios S., María F.; Solórzano N., Eduvigis y
Jarpa, Patricio
Resumen
Los factores epigenéticos y genéticos juegan un papel fundamental en la configuración del cráneo y de la cara,
determinando así los rasgos característicos del individuo y, por tanto, del grupo étnico. La necesidad de conocer la
tipología facial así como los índices faciales predominantes en nuestro medio obedece a la carencia de estudios en esta
área del conocimiento que permitan identificar las características faciales del hombre andino merideño. La condición étnica,
caracterizada fundamentalmente por el mestizaje, hace pensar que esta población debería presentar una variabilidad
morfológica con características propias, diferentes a las tipologías faciales hasta ahora establecidas. En el presente trabajo
se estudia una muestra de 60 individuos, 30 del sexo femenino y 30 del sexo masculino, estudiantes de la Facultad de
Odontología, con edades comprendidas entre los 18 y 25 años, oriundos del Estado Mérida y que no han sido sometidos a
ningún tratamiento ortodóntico. Para las mediciones antropométricas, se empleó la metodología propuesta por Comas
(1966); utilizando para ello un compás de brazos curvos con puntas en forma de bolilla y un vernier, calibrados en
milímetros. Los promedios de las medidas faciales para el índice facial (morfológico y superior) tanto en el sexo femenino
como el masculino, determinaron como tipo de cara más común la euriprosopa o cara ancha.
Male facial types in the andean region of Venezuela: a study of the morphic structures and
their measurement
Díaz de Villabona, Nancy; García Sivoli, Carlos; Palacios S., María F.; Solórzano N., Eduvigis y
Jarpa, Patricio
Abstract
Genetic factors in respect to craniology and facial structure determine individual characteristics and indicate ethnic
grouping. Knowledge of facial types and their distribution is sparse. Racial types, basically mestizo, would in theory present
a variation in morphology with its own characteristics which are different from the original types. 60 individuals were studied,
30 males and 30 females who were students at the Faculty of Dentistry at the University of the Andes with ages between 18
and 25 who originate from the area around Merida, Venezuela and who have recieved no dental treatment. Measurements
were made according to methods proposed by Comas (1966), and were calibrated in millimeters. The average
measurements of the face and cranium in females and males indicated the categories (euriprosopa or wide-face) into which
the physiognomy would fall.
Boletín Antropológico. Año 23, Nº 64, Mayo-Agosto, 2005. ISSN:1325-2610. Universidad
de Los Andes. Mérida. Díaz, García, Palacios, Solórzano, Jarpa. Determinación... pp. 167-180
Determinación del tipo de cara
del hombr
hombree andino merideño:
estudio morfoantropométrico del macizo facial*
NANCY DÍAZ G.1,2, CARLOS GARCÍA S.1, 2,
MARÍA F. PALACIOS S.3 EDUVIGIS SOLÓRZANO N. 1, 2,
PATRICIO JARPA R., 1,4
1
2
Universidad de Los Andes, Mérida-Venezuela
Universidad Autónoma de Barcelona. España.
3
Universidad de Barcelona. España.
4
Universidad de Iowa. Estados Unidos.
RESUMEN
Los factores epigenéticos y genéticos juegan un papel fundamental en la
configuración del cráneo y de la cara, determinando así los rasgos característicos del
individuo y, por tanto, del grupo étnico. La necesidad de conocer la tipología facial así
como los índices faciales predominantes en nuestro medio obedece a la carencia de
estudios en esta área del conocimiento que permitan identificar las características faciales
del hombre andino merideño. La condición étnica, caracterizada fundamentalmente por el
mestizaje, hace pensar que esta población debería presentar una variabilidad morfológica
con características propias, diferentes a las tipologías faciales hasta ahora establecidas.
En el presente trabajo se estudia una muestra de 60 individuos, 30 del sexo femenino y
30 del sexo masculino, estudiantes de la Facultad de Odontología, con edades
comprendidas entre los 18 y 25 años, oriundos del Estado Mérida y que no han sido
sometidos a ningún tratamiento ortodóntico. Para las mediciones antropométricas, se
empleó la metodología propuesta por Comas (1966); utilizando para ello un compás de
brazos curvos con puntas en forma de bolilla y un vernier, calibrados en milímetros. Los
promedios de las medidas faciales para el índice facial (morfológico y superior) tanto en
el sexo femenino como el masculino, determinaron como tipo de cara más común la
euriprosopa o cara ancha.
Palabras claves: tipología facial – factores epigenéticos – cordillera andina – factores
genéticos – medidas antropométricas.
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de Los Andes. Mérida. Díaz, García, Palacios, Solórzano, Jarpa. Determinación... pp. 167-180
Male facial types in the andean region of Venezuela:
a study of the morphic structures and their measurement
ABSTRACT
Genetic factors in respect to craniology and facial structure determine individual
characteristics and indicate ethnic grouping. Knowledge of facial types and their
distribution is sparse. Racial types, basically mestizo, would in theory present a variation
in morphology with its own characteristics which are different from the original types.
60 individuals were studied, 30 males and 30 females who were students at the Faculty
of Dentistry at the University of the Andes with ages between 18 and 25 who originate
from the area around Merida, Venezuela and who have recieved no dental treatment.
Measurements were made according to methods proposed by Comas (1966), and were
calibrated in millimeters. The average measurements of the face and cranium in females
and males indicated the categories (euriprosopa or wide-face) into which the physiognomy
would fall.
Key words: facial typology, genetic characteristics, Andean region, genetic factors,
anthropometric averages.
Introducción
Los seres humanos se diferencian en muchos aspectos. En
cualquier grupo de personas hay variación de estatura, peso, color
del cabello, de los ojos, etc. La gente, dependiendo de su origen,
también es diferente. Por ejemplo, la mayoría de la gente del norte
de Europa tiene el pelo rubio y piel pálida, mientras que la mayoría
de la gente del sur de Asia tiene el pelo y la piel oscuros. La gente
del Ártico es generalmente más baja y robusta que la gente que vive
en la sabana del este de africano. Esta variación es debida a diferencias genéticas, que supone la ejecución de un programa codificado
siguiendo una pautas jerarquizadas y ordenadas (Bermúdez de Castro, 2002), y ambientales, que supone la plasticidad y/o flexibilidad
de ciertas estructuras óseas siguiendo pautas de presión ambiental,
entre los individuos (Boyd y Silk, 2001). El azar es otro factor importante en la diversidad morfológica entre individuos (Arsuaga et
al., 2001). El tiempo también ayuda a incrementar la diversidad
morfológica, así como los cambios graduales (anagenesis) de una
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especie (Foote, 1997; Ricklefs, 2004). En este sentido, la antropología física, ayuda a entender el proceso evolutivo del hombre y la
incidencia de factores genético y ambientales (Nanda, 1999). Por
largas décadas, la antropología física ha aportado bases sólidas para
el estudio de la anatomía humana y por ende para el estudio de la
variabilidad morfológica del cuerpo humano. Para valorar este último aspecto, se usan métodos que sirven para estimar la variación
de ciertos caracteres morfológicos, los cuales nos ayudan a determinar con mayor precisión: distancias, diámetros, índices y medidas, entre otros (Rouvière, 1987).
En las investigaciones antropológicas, los diámetros faciales son de gran ayuda ya que permiten determinar dimensiones de
la cara tanto en sentido vertical como horizontal y que al ser conjugados a través de los índices faciales, contribuyen a establecer los
tipos de cara permitiendo así establecer una clasificación de los individuos y las etnias. Una de las formas de estudiar la cara o macizo
facial en su conjunto, es conociendo su forma y dimensiones. Así,
la anatomía se apoya en la antropología física para el establecimiento de medidas, aplicación de índices y en fin para lograr la clasificación adecuada según los rasgos físicos y características étnicas. Es
por esto, que la antropología como ciencias le sirve de base al
ortodoncista (Guardo, 1953).Al respecto, autores como Kohn de
Brief (1972), acotan que “la apariencia facial de un individuo resulta no solamente de las características cuantitativas, sino de un conjunto muy sutil de elementos difícilmente delimitables en forma
objetiva”. Es decir, que tanto los factores epigenéticos o discretos
(genes funcionales) y genéticos (genes estructurales) juegan un papel fundamental en la configuración del cráneo y de la cara, determinando así, los rasgos morfológicos característicos del individuo
y, por lo tanto, del grupo étnico (Reyes, 1997).
La Morfología nos ayuda en la descripción y estudio de los
diferentes elementos anatómicos que estructuran el organismo humano. En especial, la anatomía humana constituye la piedra angu-
– 169
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lar para comprender las estructuras que conforman la cabeza ósea
como lo son el cráneo y la cara (Pansky, 1998). La región cráneo
facial, por poseer diversos detalles individuales y variaciones significativas, representa la región del ser humano más compleja y complicada para su estudio, no solo por su constitución ósea sino también por contener elementos viscerales importantes tanto en su origen como en su función como lo son los órganos sensoriales, el
sistema nervioso central (masa encefálica) y los órganos iniciales
de los sistemas respiratorio y digestivo. (Guando, 1953)
Desde el punto de vista descriptivo, el macizo facial es una
entidad anatómica que forma parte de la cabeza ósea, ocupando la
porción ventral o anterior de la misma. Está constituida por un conjunto de huesos 14 en total: 2 nasales, 2 lagrimales o unguis, 2
malares, 2 palatinos, 2 maxilares, 2 conchas o cornetes inferiores, 1
vómer y 1 mandíbula.
Desde el punto de vista embriológico, la mayoría de los cambios más importantes que tienen relación con el desarrollo del macizo cráneo facial ocurren entre la quinta y séptima semana de vida
prenatal. En este sentido, el proceso fronto nasal, el arco mandibular,
y el arco hioideo, contribuyen en la formación de las estructuras
faciales. El proceso fronto nasal da origen a la frente y a los procesos naso medial y naso laterales. El proceso naso medial participa
en la formación del dorso y punta de la nariz, el septum nasal, la
porción central del labio superior, y el paladar primario. Los procesos naso laterales forman las alas de la nariz. El arco mandibular da
origen a los procesos que forman el maxilar superior y la mandíbula. El proceso maxilar forma las partes laterales del maxilar superior, el paladar secundario, la parte superior de las mejillas y las
partes laterales del labio superior (Sadler, 1996).
De igual manera, el arco mandibular también contribuye con
la formación de la porción inferior de la cara y el cuerpo de la lengua. El arco hioideo contribuye a la formación del oído y da origen
a los músculos de la expresión facial. El paladar se desarrolla a
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de Los Andes. Mérida. Díaz, García, Palacios, Solórzano, Jarpa. Determinación... pp. 167-180
partir de los procesos naso medial y procesos palatinos del maxilar
superior (paladar primario y secundario). El paladar primario constituye el piso de las fosas nasales y se desarrolla durante la sexta
semana de vida intrauterina. El paladar secundario se desarrolla
posteriormente a partir de los procesos palatinos del maxilar superior y que se proyectan hacia la línea media palatina. Estos procesos
palatinos adquieren una posición horizontal y crecen hasta fusionarse entre si y con el paladar primario y el septum nasal, trayendo
como consecuencia la separación definitiva de la cavidad bucal de
las fosas nasales (Sadler, 1996).
Para el estudio de la cabeza ósea y específicamente en lo
que se refiere al esqueleto facial, se emplean puntos precisos de
ubicación anatómica, que dependiendo si son empleados sobre cráneos secos se denominarán puntos craneométricos, pero si son ubicados en seres vivos empleando como medio las radiografías, toman el nombre de puntos cefalométricos. Estos últimos son los
que básicamente se utilizan en la clínica odontológica (Enlow,
1984). Para tener un conocimiento exacto de las dimensiones y
forma de la cara, las investigaciones deben basarse en los estudios
que sobre el macizo facial y el cráneo, establece la antropometría,
de forma tal que se puedan obtener mediciones y que más tarde
sirvan de base a la ortodoncia. Razón por la cual, se hace necesario establecer la verdadera relación que existe entre los puntos
antropométricos y la cefalometría.
Basado en lo anteriormente expuesto, se propuso realizar la
siguiente investigación, para determinar si existen diferencias entre
los índices faciales establecidos y los índices reales obtenidos entre
los estudiantes de Odontología de la Universidad de Los Andes y
nativos del estado Mérida, de tal manera que estos datos nos permitan determinar la tipología facial que predomina en la región andina
merideña. Permitiendo, además, ampliar los conocimientos entre
las diferentes poblaciones y, en consecuencia, conocer la variabilidad morfológica del hombre que puebla nuestro país, especialmen-
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te al hombre de la zona andina merideña (García, 1997). No cabe
duda que debido a nuestra diversidad étnica, caracterizada fundamentalmente por el mestizaje, debería esperarse una variabilidad
morfológica con características propias diferentes a la tipología facial hasta ahora, establecida.
Materiales y métodos
La muestra la conforma 60 individuos, 30 del sexo femenino y 30 del sexo masculino, estudiantes de la Facultad de Odontología en edades comprendidas entre los 18 y 25 años, oriundos del
Estado Mérida y que no han sido sometidos a ningún tratamiento
ortodóntico. Para las mediciones clínicas antropométricas, se empleó la metodología propuesta por Juan Comas, (1966). Se utilizó
un compás de brazos curvos con puntas en forma de bolilla, marca
Gneupel® y un vernier. Ambos instrumentos están calibrados en
milímetros. Las mediciones se realizaron en horas de la mañana,
para aprovechar la luz natural y fueron recopiladas en la ficha que
se elaboró para tal fin. Una vez obtenidas estas mediciones, se emplearon los índices facial morfológico y facial superior, que ayudan
a determinar la tipología facial.
Resultados
Los resultados obtenidos de las mediciones realizadas en la
muestra seleccionada, se presentaron tomando en cuenta las medidas promedios de los índices faciales (morfológico y superior), edad
y sexo. En total se estudiaron los índices de 60 personas: 30 del
sexo masculino (50%) y 30 del sexo femenino (50%) con una edad
promedio de 20. 1 años (tabla 1)
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Tabla 1
Distribución de la muestra estudiada por edad y sexo
EDAD
SEXO
SEXO
MASCULINO
FEMENINO
18 años
07
06
19 años
05
10
20 años
08
05
21 años
02
02
22 años
05
03
23 años
02
02
24 años
01
-
25 años
-
02
X= 20.1
30
30
Índice facial morfológico: los valores obtenidos para el sexo
femenino, se encuentran en un rango comprendido entre 57.1 mm
y 91.6 mm con un valor promedio de73.2.mm. Para el sexo Masculino, los valores obtenidos arrojan resultados cuyos rangos están
comprendidos entre 68.4 mm y 85.8 mm con un valor promedio de
78.82 mm (tabla 2).
– 173
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Tabla 2
Índice facial superior (mm). Sexo femenino y masculino
SEXO
SEXO
FEMENINO
MASCULIN
O
MEDIDA
Nº DE
CASOS
%
MEDIDA
Nº DE
CASOS
%
57.1 mm
01
3.3
68.4 mm
02
6.6
60.7 mm
01
3.3
69.2 mm
01
3.3
61.5 mm
01
3.3
72.2 mm
03
10
64.2 mm
01
3.3
73.3 mm
01
3.3
64.5 mm
01
3.3
73.6 mm
01
3.3
69.2 mm
04
13.3
77.7 mm
08
26.6
71.4 mm
05
16.6
78.5 mm
01
3.3
75.0 mm
02
6.6
78.9 mm
01
3.3
76.9 mm
07
23.3
82.3 mm
02
6.6
77.0 mm
01
3.3
83.3 mm
04
13.3
78.5 mm
03
10
84.6 mm
01
3.3
79.0 mm
01
3.3
88.8 mm
02
6.6
83.3 mm
01
3.3
85.8 mm
03
10
91.6 mm
01
3.3
-
-
X= 73.2 mm
30
100 %
X= 78.83 mm
30
100%
Índice facial superior: En los datos arrojados, se observa,
que en el sexo femenino, los resultados se ubican en rangos comprendidos entre 28.5 mm y 53.8 mm con un valor promedio de 39
8mm mientras que en el sexo masculino, los resultados se ubican en
rangos comprendidos entre los 30.7 mm y 50.0 mm con un valor
promedio de 36.52 (tabla 3).
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Tabla 3
Índice facial superior (mm). Sexo femenino y masculino.
SEXO
FEMENINO
MEDIDA
SEXO
MASCULIN
O
Nº DE
CASOS
%
MEDIDA
Nº DE
CASOS
%
28.5 mm
02
6.6
30.7 mm
01
3.3
30.7 mm
03
10
31.2 mm
02
6.6
32.1 mm
01
3.3
32.2 mm
01
3.3
33.3 mm
01
3.3
33.3 mm
04
13.3
35.7 mm
06
20
35.7 mm
09
30
38.0 mm
01
3.3
38.4 mm
03
10
38.4 mm
03
10
40.0 mm
02
6.6
41.6 mm
01
3.3
42.8 mm
03
10
42.8 mm
03
10
46.1 mm
02
6.6
43.0 mm
01
3.3
50.0 mm
03
10
46.1 mm
03
10
-
-
-
50.0 mm
02
6.6
-
-
-
53.8 mm
03
10
-
-
-
X= 39.8 mm
30
100%
X= 36.52 mm
30
100%
Los valores promedios de estos índices faciales se expresan
en la tabla 4:
– 175
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Tabla 4
Valores promedios obtenidos (m.m.). Sexo femenino y masculino
INDICE
SEXO FEMENINO
SEXO MASCULINO
FACIAL MORFOLÓGICO
73.2 mm
78.83 mm
FACIAL SUPERIOR
39.8 mm
36.52 mm
Análisis y discusión de los resultados
Una vez obtenido los resultados, se procedió a realizar el
análisis de los mismos, tomando en cuenta los parámetros de clasificación de Comas, J. (1966), Konh de Brief (1972), Sicher, H.
(1978) y Silva (1989).
Índice facial morfológico. Los resultados de la medición de
este índice, expresados en la tabla II, demuestran que para el sexo
femenino, existen valores bimodales en cuanto a la mayor frecuencia ya que la misma fue para los rangos de 76.9 mm y 71.4 mm, en
7 y 4 casos respectivamente. Si se toma en cuenta el valor promedio
obtenido (73.2 mm) podemos observar que, según Juan Comas
(1966), corresponde a caras del tipo cameprosopas o euriprosopas
(tabla 5), encontrando similitud entre la moda y el promedio con
respecto al rango facial. Paralelamente, al ser comparado dicho promedio con el de Silva (1989) el cual es de 83.33 mm encontramos
que los valores difieren e igualmente si se compara con los valores
de Sicher (1978) y de Rodríguez (1987), se observa que el tipo de
cara es Hipereuriprosopa o cara muy baja o ancha.
Con respecto al sexo masculino, los datos reportados para este
índice, demuestran que la mayor frecuencia se observa en 8 casos
(32%) con un valor de 77.7mm. El valor promedio obtenido (78.83
mm).correspondiendo según la clasificación de Comas (1966) y Silva (1989) al tipo de cara cameprosopa (Ver tabla 5), encontrándose a
su vez, similitud entre la moda y el promedio obtenido. Sicher (1978)
y Konh de Brief (1972) clasifican las caras como hipercameprosopas,
cuyo índice facial morfológico tiene este promedio.
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de Los Andes. Mérida. Díaz, García, Palacios, Solórzano, Jarpa. Determinación... pp. 167-180
Tabla 5
Índice facial morfológico. Sexo femenino y masculino
Nº DE
TIPO DE
PROMEDIO
CARA
CASOS
OBTENI
DOS
Obtenido
SEXO
SEXO
FEMENI
MASCULI
NO
NO
Sexo
Femenino
Sexo
Masculino
29
24
73.2mm
78.83mm
0
06
01
0
Patrón de
en la
clasificación
investigac
ión
EURIPROSOPA
MESOPROSOP
A
LEPTEPROSOP
A
x- 83.9
84 – 87.9
88 – x
Índice facial superior: para el sexo femenino, este índice,
reporta un valor promedio de 39.8 mm, ubicándolo dentro de la
clasificación de comas (1966) como caras anchas o eurienos. Tanto
la moda como el promedio obtenido son coincidentes con el patrón
de clasificación (tabla 6).
En lo que respecta al sexo masculino, considerando el patrón de clasificación, el valor promedio (36.52 mm) se corresponde
con el tipo de cara ancha o eurieno (Ver tabla 6). Los datos reportados indican que la mayor frecuencia se aprecia en 9 casos (36%)
con un valor 35.7 mm (tabla 6).
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de Los Andes. Mérida. Díaz, García, Palacios, Solórzano, Jarpa. Determinación... pp. 167-180
Tabla 6
Índice facial superior. Sexo femenino y masculino
PROMEDIO
Nº DE
TIPO DE
CASOS
CARA
OBTENI
DOS
Patrón de
Obtenido
clasificación
en la
investigac
SEXO
SEXO
FEMENI
MASCULI
NO
NO
ión
EURIENOS
X- 47.9
MESENOS
48 – 52.9
LEPTENOS
53 – X
Sexo
Femenino
Sexo
Masculino
39.8 mm
36.52mm
25
27
02
03
03
0
Conclusiones
Basados en la interpretación de los datos obtenidos del presente estudio antropométrico, se concluye lo siguiente:
1. El índice facial morfológico, presenta un valor promedio
mayor para el sexo masculino, mientras que para el índice facial
superior, este valor es mayor para el sexo femenino.
2. Los promedios de las medidas faciales para el índice facial morfológico tanto en el sexo femenino como el masculino, para
la altura facial (nasión- gnatión) y ancho facial (diámetro
bicigomático) al conjugarse determinan como tipo de cara
euriprosopa o cara ancha.
3. A pesar de las limitaciones en el análisis estadístico, los
resultados nos hacen pensar en la posibilidad de observar, en la
población merideña, una variabilidad morfológica con características propias, diferentes a las tipologías faciales hasta ahora establecidas. Lo anterior podría apoyarse en la condición étnica de nuestros pueblos, caracterizada fundamentalmente por el mestizaje.
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de Los Andes. Mérida. Díaz, García, Palacios, Solórzano, Jarpa. Determinación... pp. 167-180
4. Estamos conscientes que los resultados del presente trabajo no son tan contundentes desde el punto de vista estadístico,
sino que más bien deben contemplarse como una primera aproximación al estudio de la variabilidad morfológica del tipo de cara del
hombre andino merideño.
Nota
*
Este fue entregado en marzo de 2005 evaluado y arbitrado en abril
del mismo año (nota del Comité Editorial)
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180 –
Título:
Los personajes del mito: aproximación al lenguaje de un
microuniverso mágico-religioso.
Mythical characters: an approach to the language of a
magicalreligious micro universe
Alvarez Muro, María Alexandra
Autor:
Páginas/Colación: 181-205
En: / Boletín Antropológico Vol 2 - Num 64 enero - abril, 2005
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Los personajes del mito: aproximación al lenguaje de un microuniverso mágico-religioso
Alvarez Muro, María Alexandra
Resumen
El presente trabajo estudia las creencias expresadas en textos extraídos de un corpus de lengua hablada (Domínguez y
Mora 1998). Tanto a partir de lo dicho por los hablantes, de marcas lingüísticas tales como repeticiones, y de los
marcadores de consenso y de enganche, se infiere la actitud de los entrevistados frente a las creencias que reportan. Se
estudia la cohesión y la coherencia discursivas y se analiza la posición de las figuras objeto de culto en el micro universo
mítico religioso. Según sus funciones, éstas se aparejan de la manera siguiente: el Divino Niño y el encanto, y el muerto
milagroso y el espanto. Se establece luego un cuadrado lógico para reunir a todos los elementos analizados. Este estudio
contribuye al conocimiento de la identidad y la ideología regionales a partir del lenguaje.
Mythical characters: an approach to the language of a magicalreligious micro universe
Alvarez Muro, María Alexandra
Abstract
Beliefs expressed in texts taken directly from spoken language (Domingo y Mora 1998) are studied. Besides oral
communication, linguistic phenomena such as repetition, as well as such parameters as the consensus of belief and
concepts of engagement come under consideration. Comprehension and coherency of discourse are discussed along with
cult figures pertinent to the magical religious realm. In accordance with their particular function figures such as the Sacred
Child and concepts of enchantment, as well as miraculous death and apparition are discussed. A logical framework which
includes the above mentioned elements and their analysis is put forward. The paper contributes to the understanding of
ethnic identity and regional ideology which is transmitted by means of language.
Boletín Antropológico. Año 23, Nº 64, Mayo-Agosto, 2005. ISSN:1325-2610. Universidad
de Los Andes. Mérida. Alexandra Álvarez. Los personajes del mito... pp. 181-205
Los personajes del mito:
aproximación al lenguaje
de un micr
ouniv
erso mágico-r
eligioso*
microuniv
ouniverso
mágico-religioso*
ALEXANDRA ÁLVAREZ
Universidad de Los Andes
RESUMEN
El presente trabajo estudia las creencias expresadas en textos extraídos de un
corpus de lengua hablada (Domínguez y Mora 1998). Tanto a partir de lo dicho por los
hablantes, de marcas lingüísticas tales como repeticiones, y de los marcadores de consenso
y de enganche, se infiere la actitud de los entrevistados frente a las creencias que reportan.
Se estudia la cohesión y la coherencia discursivas y se analiza la posición de las figuras
objeto de culto en el micro universo mítico religioso. Según sus funciones, éstas se
aparejan de la manera siguiente: el Divino Niño y el encanto, y el muerto milagroso y el
espanto. Se establece luego un cuadrado lógico para reunir a todos los elementos analizados.
Este estudio contribuye al conocimiento de la identidad y la ideología regionales a partir
del lenguaje.
Palabras clave: análisis del discurso, ideología, micro universo mítico religioso.
Mythical characters: an approach to the language
of a magical-religious micro universe
ABSTRACT
Beliefs expressed in texts taken directly from spoken language (Domingo y
Mora 1998) are studied. Besides oral communication, linguistic phenomena such as
repetition, as well as such parameters as the consensus of belief and concepts of
engagement come under consideration. Comprehension and coherency of discourse are
discussed along with cult figures pertinent to the magical religious realm. In accordance
with their particular function figures such as the Sacred Child and concepts of enchantment,
as well as miraculous death and apparition are discussed. A logical framework which
includes the above mentioned elements and their analysis is put forward. The paper
contributes to the understanding of ethnic identity and regional ideology which is
transmitted by means of language.
Key words: discourse analysis, ideology, micro universe, mythical-religious.
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Introducción
Además de las creencias católicas tradicionales que se encuentran en la población merideña, el visitante que llega a tierras
andinas percibe inmediatamente un clima sobrenatural. Aquí habitan encantos en las lagunas, las cosas no son lo que parecen y, además, el tiempo religioso parece marcarse más que en otras regiones
del país: hay rituales que no se conocen en el resto de Venezuela,
como es el caso de las paraduras, y prácticas medicinales que revelan una concepción diferente del cuerpo humano, de las enfermedades y de las formas de aliviarlas.
En lo relativo al mundo espiritual, ya en otra oportunidad
(Álvarez, en prensa) nos hemos referido a los rituales que acercan
al ser humano a los espacios divinos. Aquí estudiaremos, a partir de
textos de la oralidad, las creencias que los hablantes merideños tienen sobre lo mágico-religioso, refiriéndonos más específicamente a
los objetos de culto, esto es, a las “personas” que forman parte del
mundo sobrenatural. Entendemos como figuras mágico religiosas a
aquellas que son objeto de veneración, respeto, culto, o simplemente miedo, que pueblan los relatos merideños. Nos valemos, para
ello, de lo dicho por los hablantes de un corpus de materiales grabados para otros fines. El estudio de las creencias y valores que
subyacen el discurso contribuye al conocimiento de la cultura regional y nacional. De ahí la importancia de la aplicación de la lingüística a estos temas.
Problema
Los estudios antropológicos realizados en Mérida conducen
al conocimiento de que, en esta zona, lo mágico religioso organiza
el tiempo y el espacio de los andinos. En su paradigmático estudio,
Clarac (2003) muestra cómo las familias se distribuyen el espacio
de las localidades urbanas, por ejemplo en La Pedregosa, que es el
centro de su interés, siguiendo la dualidad que la autora atribuye a
la cultura regional.1
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La autora describe, además, el tiempo religioso que dura casi
la mitad del año: “Del primero de octubre al tres de febrero encontramos los tiempos fuertes, mientras que los tiempos débiles van del
cuatro de febrero al treinta de septiembre, con sólo un paréntesis
entre el quince y el veintidós de mayo (p. 223). En efecto, Clarac
encuentra un “hilo conductor” desde las fiestas de San Rafael, en
octubre, que desembocan en los bailes de San Benito, de diciembre
a enero, los cuales están “estrechamente asociadas” a las paraduras
de enero que, a su vez, culminan en la fiesta de la Candelaria, el 2 y
3 de febrero (p. 223).2
Otros trabajos hacen análisis del significado de elementos
del área andina, como el de Molina Molina (1992) sobre encantos
en la zona rural, de la coexistencia en ellos de la esfera de lo real y
de lo irreal; la aventura del héroe que transgrede el límite de lo cotidiano para buscar el trofeo (el buey que había perdido) en el mundo
prohibido de las lagunas. Muy interesante es también el análisis
sociológico y semiótico que de los muertos milagrosos hace Franco
(2003), un culto muy arraigado en todo el país.
El presente estudio pretende sistematizar el micro universo
de los personajes de estas creencias basándonos, claro está, en los
conocimientos sobre la ideología de la zona que nos confieren los
anteriores citados, pero partiendo de lo que dicen los hablantes de
nuestro corpus, merideños de la zona urbana.
Metodología
El estudio se hizo a partir de fragmentos del corpus
sociolingüístico de Mérida, recogido en Domínguez y Mora (1998).
Se trata de grabaciones y transcripciones de entrevistas semi-dirigidas, conducidas por hablantes también merideños. Para la elección
de los textos, tomamos aquellos en que se hacía mención de elementos mágico-religiosos y que, además, nos parecieron representativos del discurso de las creencias que se plasma en el conjunto de
materiales arriba mencionados. Tomaremos en cuenta la religión y
el mito que, según Clarac (2003), son respectivamente:
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Toda actividad que implica: a) La creencia en seres sobrenaturales capaces de favorecer o desfavorecer al hombre, b) ceremonias (rituales) en honor a tales seres a fin de aplicarlos y de atraer
sus favores. Tales ceremonias incluyen: actos de ofrenda, sacrificios, bailes, cantos, música, rezos, oraciones, utilización de “contras” (es decir, de objetos o palabras de protección), lenguaje sagrado. (Clarac 2003: 29)
Llamaré “mito”, no sólo al mito relatado [...] sino también
“todas las creencias que implican una práctica simbólica muy viva
y relacionada de algún modo con el mito de origen. Tales creencias
constituyen lo que llamo “mito vivido”. (Clarac 2003: 29)
En el análisis, no distinguimos entre lo dicho por entrevistados y entrevistadores dado que ambos pertenecen a la misma comunidad de habla, por lo cual suponemos que comparten la cultura
andina y, a la vez, su ideología religiosa, esto es, el conjunto de
representaciones y prácticas del grupo relativas, en este caso, a la
religión que, a su vez, puede definirse como un sistema de creencias. Las ideologías se distinguen de las culturas, según van Dijk
(1998) entre otras cosas porque las primeras son globales y agrupan
a un conjunto mayor de personas y las segundas son distintivas de
un grupo particular.3 Por otra parte, porque los entrevistadores hicieron su trabajo buscando particularidades lingüísticas, por lo cual
no pusieron atención a los temas, que les servían más bien de instrumento para elicitar habla espontánea. Ellos les explicaron a los
hablantes que buscaban rescatar la tradición merideña, por lo cual
les preguntaban cómo era la ciudad antiguamente y qué sabían de
sus costumbres y tradiciones; el estudio buscaba temas que hicieran
hablar a los entrevistados, suponiendo que mientras más se interesaran en los tópicos, menos atención pondrían al estilo.
Empleamos, en el análisis, los siguientes conceptos: cultura, como el conjunto de esquemas mentales y prácticas sociales de
una comunidad; ideologías, como sistemas de creencias de un grupo, creencias, como unidades de información o proposiciones (van
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Dijk, 1998). Buscamos elementos del significado, y nos basamos
para ello en los rasgos textuales, procediendo más o menos en el
siguiente orden:
1. Revisamos las cadenas cohesivas formadas por elementos léxicos repetidos textualmente, o como sinónimos que conferían unidad al texto pero que, además, nos permitían observar el
énfasis que hacían los hablantes en ciertos temas.
2. Estudiamos la cohesión para determinar cuáles eran las
relaciones establecidas por los hablantes y, por lo tanto, qué elementos se integraban en los diferentes discursos, en otras palabras,
con la finalidad de observar los elementos con los cuales se formaba un mundo coherente
3. Describimos las modalidades epistémicas (saber),
deónticas (deber), aléticas (verdad) que caracterizan los textos; ello
nos permitió conocer cuál era la posición del sujeto de la enunciación con respecto a los objetos que presentaba.
4. Hicimos un esbozo de los semas que integraban cada uno
de los lexemas que denotan los personajes del mundo mágico-religioso, tal y como se presentaban en los textos estudiados;
5. A partir de elementos que aparentemente constituían la
isotopía de las creencias, intentamos la construcción de hipótesis
sobre el micro universo de las creencias mágico religiosas en Mérida.
6. Se procedió finalmente a elaborar un cuadrado lógico que
permitiera situar los elementos del mundo mágico religioso en un
todo significante, a partir de las relaciones que estos elementos parecen tener entre sí.
Análisis
Esta sección estará dedicada a la descripción y análisis de
los personajes más relevantes del mundo mágico religioso de los
hablantes merideños, según aparecen en los textos estudiados. Nos
referiremos, en primer lugar, al Divino Niño y a los encantos y,
luego, a los espantos y muertos milagrosos.
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1. El divino niño
Cuando nos referimos al niño, estamos hablando del niño
del pesebre al cual, desde el 2 de enero hasta el 2 de febrero, día de
la Virgen de la Candelaria, se le hacen “paraduras”. Ellas consisten
en rituales, más o menos complicados, en el sentido de que pueden
o no constar de varias etapas sucesivas y que tienen como finalidad
poner al niño de pie en el pesebre, por entenderse que se trata de un
niño mayorcito, que puede caminar y que ya está lleno de sabiduría.4 Las paraduras varían, no solo en cuanto a los tiempos realizados, sino también a la pompa con que se celebran y van desde las
rezadas hasta las cantadas, ofreciéndose en ellas respectivamente
bizcochuelo y vino o, además de esto, grandes comilonas. Obsérvese el siguiente texto (1):
(1) Enc.: ¿Y cómo eran las paraduras?
Hab.: ¿Las paraduras de niño? También... eso...
Enc.: ¿Cómo hacían... cómo es la fiesta de la paradura?
Hab.: Ah, la fiesta era... bueno, hay gente que acostumbran, al niño,
a hacerle... su rosario cantado... cantado y rezado, por ejemplo, donde un hermano mío que... que... él ya tiene acostumbrado el... así,
entonces allá le rezan que si... para el niño, que si otro para San
Benito, que si otro para las ánimas, y así... le cantan, le rezan y...
tocan, pero, como se dice el dicho, hubo un año que... no fueron los
músicos allá, no lo pudieron hacer, entonces hicieron el rosario
ahí... rezado y eso es muy malo, cuando acostumbran al niño a
hacerle su fiesta... cantado, que le tienen su fiesta de... cantado, con
sus veladoras, con sus... músicas, con su paseo... y tiene... entonces
ya después que se acostumbra le dicen que le cae una... como se
dice... como una pava la... a la casa, o sea, se empava la gente, o sea,
ya como que no ve una, porque tienen a ese niño ya acostumbrado
a... hacerle su... fiesta, ya de ahí... no es como a uno, por ejemplo yo
aquí no lo tengo acostumbrado ni e... se reza su rosario, e... se limita
una a... a rezar, se reza su rosario, se da su bizcochuelo y eso... y lo
paseo por aquí mismo... de paradura... (18)
Como puede observarse, la hablante –que seguramente hará
paradura, como es habitual en todas las casas de Mérida– se separa
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de aquellos que le hacen el rosario cantado y rezado, como su hermano y quienes, en la misma fiesta, aprovechan para rezarle a San
Benito y a las Ánimas, abarcando entonces todos estos rosarios la
misma situación comunicativa (Hymes 1974); esto revelaría la idea
sostenida por Clarac (2003) de que hay un hilo conductor entre
todo lo que aquí se celebra. Textualmente afirma después que “se
limita” a rezar el rosario, a dar bizcochuelo y pasear al niño por aquí
mismo, de paradura. Se da una cadena cohesiva en la idea de: fiesta
–que se repite varias veces; rosario cantado... cantado y rezado, le
cantan, le rezan y... tocan, fiesta de... cantado, con sus veladoras,
con sus... músicas; con su paseo... y otra en la idea del “límite” esto
es rezar, rezar el rosario, bizcochuelo, y paseo por aquí mismo, de
paradura. Los discursos subyacentes a ambas cadenas se oponen
entre sí.
Los rituales más elaborados parecen corresponder a la “promesa” y por lo tanto conllevan una obligación: de repetir el ritual
siempre de la misma manera. Por el contrario, el incumplimiento de
la misma acarrea una sanción negativa –no es que el niño castigue,
sino que a la gente le cae una... como se dice...como una pava
la...a la casa, o sea, se empava la gente... Sin embargo, a pesar de
lo dicho, esa figura de niño tiene características humanas y es que
es ese niño particular el que se acostumbra a la fiesta. En otras palabras, el niño celebrado en la paradura tendría cierto carácter totémico,
puesto que viene a representar a la familia a la cual pertenece, en
vez de tratarse de una imagen del Niño Dios que está en el cielo. De
ahí también la disyunción del sujeto de la celebración, puesto que la
aceptación del mandamiento acarrea una obligación, por parte del
celebrante, de continuar la celebración a partir de ese momento. La
hablante anterior se niega a la celebración del contrato con el Niño,
al igual que el hablante del texto (2) que cito a continuación, que ni
va a paraduras, ni sabe los versos, ni tampoco sabe hacer bizcochuelo, alimento principal del conjunto de dones repartidos entre
los asistentes en estas celebraciones. El tercero de los textos de
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paraduras (3) refiere a los mismos discursos, del mandamiento de la
fiesta de donde la obligación de celebrarla, y de aquellas paraduras
que se eximen de ese contrato: digo yo que es como promesa que
ofrece la gente.
(2) Enc.: ¿Usted sabe algún versito de esos?
Hab.: No, nada, de eso sí no sé yo...
Enc.: Ande, cánteme uno de eso...
Hab.: No... no sé...
Enc.: ... de cuando va a las paraduras...
Hab.: ... no... no voy, yo no voy... y entonces ahí viene el brindis...
el brindis, y le dan... vino y este... el bizcochuelo.
Enc.: ¿Usted sabe hacer bizcochuelo?
Hab.: No, no, tampoco sé hacer bizcochuelo. Y ahorita está muy
caro eso [...] (11)
(3) Enc.: Dicen que es malo ¿no? si uno no hace la paradura, o sea
que no se debe...
Hab.: ¿Sí?... sí, bueno nosotros a la... hacemos es rezar el rosario
y... el bizcochuelo y el vino que se brinda, pero así fiesta digo yo
que es como promesa que ofrece la gente...
Este Niño, que en principio es divino, adquiere algunos rasgos humanos: se encapricha, de alguna forma, por la fiesta. Sin
embargo, también acepta dones, como divinidad que es, que forman parte del ritual positivo de la fiesta (Durkheim 2001). Recuérdese que, en los pesebres más tradicionales, se le ofrecen frutos al
niño que se van renovando para que no se dañen, además de los
dones que se reparten el día de la paradura. El Niño va a favorecer a los celebrantes, a su vez, con bienestar a lo largo del año:
con el beso del Niño, se pide un deseo. No entraremos en detalle
sobre los orígenes de esta celebración (para ello, consúltese Clarac
2003). Sin embargo, puede decirse que la celebración de la
Paradura está oficializada, y es aceptada por la iglesia como un
ritual católico de la zona.
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Queda por mencionar un detalle que parece importante por
ser la esencia de la celebración como es el hecho de la elevación del
niño hacia el cielo. Así lo corroboran algunos de sus versos:
Paren ese Niño
párenlo ligero
que llegó el momento
de subirlo al cielo.
Al Niño Jesús
váyanlo subiendo
San José y la Virgen
lo están recibiendo.
(Clarac 2003: 251)
2. Encantos
No hemos encontrado, en los antecedentes, ninguna definición de “encanto”. Limitémonos a decir que son divinidades acuáticas de las lagunas andinas y a repetir aquel texto rescatado por
Molina Molina (1992).
Encanto es como que en el páramo han tantas lagunas, hay
tantas cosas. Y en el páramo hay un viejo, y no serán uno sino dos,
que son los legítimos dueños del páramo, y esos son los que mandan en las lagunas [...] pero el que está para encantarse por lo menos va uno a un páramo désos y puede haber un lagunón del tamaño del centro de Mucunután, y uno si está para irse a encantar, no
permita Dios, uno no ve laguna sino un caserío de teja [...] (p.36).5
Se observa la relación necesaria existente entre los encantos
y las lagunas, lo que explica las numerosas alusiones que hace el
texto que analizaremos al agua, las acequias y los manantiales o
“manas”; por otra parte también a los juncos –el junco aquél– que
crece a orillas de la laguna de Lagunillas. Todos ellos forman una
cadena cohesiva que remite a una isotopía donde el encanto se nombra apenas: lo que se nombra son los elementos unidos a él. Esta
agua baja, como lo dice la hablante: las calles eran, bueno pues,
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empedradas y por la mitad era una acequia que bajaba. Porque el
agua mítica de las lagunas baja, siempre. Franco (1999:123) sugiere que algunos espíritus encantados parecen representar a las fuerzas de la naturaleza. Queremos aquí hacer una diferencia entre los
“encantos”, seres sobrenaturales, y los “encantados” o personas
desaparecidas por la acción de los encantos. En la cita de Franco
entendemos que esos seres que representan las fuerzas de la naturaleza son los encantos. Sobre los segundos, ha dicho: Los encantados son personas que “parecen haber sorteado la muerte por ‘encantamiento’ (Franco 1999:122).
El texto se caracteriza por el rapport que se establece entre
entrevistadora y hablante, puesto que aquella, desde un principio,
afirma que Mérida es muy mística. Marcas del habla del grupo, como
es el uso del usted de solidaridad (Álvarez y Carrera, en prensa), así
como los marcadores de interlocución ¿no? (Domínguez 2005), de
consenso (tradiciones así) (cf. Álvarez 2002) y las marcas de asentimiento (mjm) señalan un conocimiento compartido y un acuerdo de
veracidad sobre el tema. Con ello se manifiesta la modalidad epistémica
(saber/no saber). (Casamiglia y Tusón 2000: 177)
Contrario a los textos anteriores sobre el Niño, ésta es habla
reportada, en la cual el hablante no asume la responsabilidad de lo
dicho: se basa en la autoridad, la de la suegra mía, o la de las
gentecitas de antes. Sin embargo, es pertinente observar el cambio
de tiempo, que sugiere la actualidad de esta creencia: si bien la referencia a los manantiales remontan al tiempo mítico, que se reporta
generalmente en pretérito imperfecto, aquí se emplea el presente:
Mérida está sobre agua, nosotros estamos flotando, aquí hay mucha agua debajo. Ello implica que esta es una verdad que todo el
mundo conoce, puesto se presenta como un problema para la ingeniería del lugar: para construir hay que drenar y hay que hacer un
trabajo especial para drenar aquello.
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(4) Enc 1: [...] Mire y... y aparte, así, de las tradiciones, cosa que a mí
me interesa una... siempre me echan muchos cuentos que de aquí
en... que Mérida es muy mística, muy... muy que pasan cosas muy
extrañas ¿usted qué sabe?
Hab.: ¡Ay¡ eso a mí también me... me hablaban, sobre todo la suegra
mía...
Enc. A: Mjm.
Hab.: ...me hablaba muchísimo de... tantas cosas que acontecían
aquí, de que en... tiempos de antes ¿no? las calles eran, bueno pues,
empedradas y por la mitad era una acequia que bajaba...
Enc. A: Mjm.
Hab.: Por eso era que aquí en Mérida habían muchos manantiales,
la gente les decía manas... las gentecitas de antes “ay, hay una mana
y otra mana, y otra mana”, y claro, usted sabe lo lo que son manantiales ¿no?...
Enc. A: Mjm.
Hab.: ...esos los taparon, por eso... Mérida está sobre agua, nosotros
estamos flotando, aquí hay mucha agua debajo, en todas partes
ustedes habrán oído nombrar... a los edificios, a los principales edificios que han hecho aquí, que han tenido que secar, hacer un trabajo especial para que esa agua se... e... para drenar aquello ¿no?...
Enc. B: Sí.
Hab.: Porque hay mucha agua debajo de... de Mérida. Y... este... y
asunto de... e... en cuanto a eso ¿no?, a situación, y... a tradiciones
así... habían encantados, los cuentos, ¿no?... (22)
Otro texto, del mismo corpus (5), refiere al hecho –una cosa
rara– de que la gente se ahoga en la laguna de Lagunillas. El detalle
verosímil –más abajito del Liceo Libertador–, el hecho de que no
se haya podido construir en ese terreno, de la existencia del junco
aquel, habla nuevamente de la veracidad del mito. El tiempo empleado no es el pretérito imperfecto de la irrealidad, sino el perfecto
de la realidad, y el presente –nada han podido construir ahí, es
hondo, es una ciénaga completa...es lo mismo que sale en la laguna de Lagunillas. Aquí hay una evaluación por acción paralela
(Labov 1983) y a la vez un argumento por analogía: si el pasto es el
mismo que en Lagunillas, se trata del mismo fenómeno sobrenatu-
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ral. La hablante considera esto como una “prueba” de que hay agua,
eso es una prueba más que Mérida tiene mucha agua... además del
hecho de que, en los sótanos de la misma Catedral, se haya encontrado agua, lo cual reúne el mundo mítico con el mundo religioso.
La isotopía del agua es cercana a la isotopía del peligro latente, en esa unión subterránea y misteriosa con la Laguna de
Lagunillas; de modo que el agua, lo húmedo representa una amenaza permanente, –muy peligroso, sí sí sí sí sí ¿da miedo no?–. Con
ello se cierra la idea de verdad, de cosa rara, pero real; la evidencia
de los desaparecidos y el hecho de que bajo la catedral haya agua
constituyen pruebas de la existencia de los encantos. Pero además,
de la continuidad del hecho, lo durativo: así como eran antes los
manantiales, todavía está Mérida sobre agua y lo seguirá estando:
las lagunas y sus encantos representan un peligro para la población
que no tiene remedio, más que a través de la prohibición de acercarse a ellas, así como de no intentar rescatar a los niños que en ellas
desaparecen porque, según Clarac (2003), ellos reaparecerían más
tarde convertidos en mohanes).
(5) Enc. A: Y Lagunillas también, ¿usted no conoce Lag...
Hab.: Sí, ¿cómo no?
Enc. A: ¿Sí?
Hab.: Sí, allá lo tradicional es... la gente que se ahoga en la laguna,
¿no?
Enc. A: ¡Ah... [[risas]]
Hab.: ¡Ay!... y... y una cosa rara que hay aquí, por ejemplo, más
abajito del Liceo Libertador... hay una esquina que no han construido ¿no?, más al... más abajito de la cancha [...]
Hab.: ...del Libertador, una cuadra abajo, hay una esquina... donde
no han construido y hay pura... puro pasto y esas es... ese pasto que
hay ahí es el mismo que hay en la laguna de Lagunillas... y no han
podido construir porque aquello el agua es abundante... y muy profundo, total de que eso tiene una comunicación... con la laguna de
Lagunillas.
Enc. A: Con la laguna de Urao.
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Hab.: Ajá, yo recuerdo que había una prefectura, una quinta muy
bonita... y la tumbaron que para hacer un edificio y resulta que nada
han podido construir ahí, es hondo, aquello es una ciénaga [ciénega]
completa, muy peligroso, y ya les digo que la... lo... lo que se produce ahí... es lo mismo que sale en la laguna de Lagunillas, el junco
aquel...
Enc. A: Mjm.
Hab.: ... la enea, matas propias, características de allá de la laguna.
Sí, eso es una prueba más que en Mérida tiene mucha agua...
Enc. A: Mucha agua.
Hab.: ...subterránea.
Enc. B: Bueno, se dice que e... por el... en la catedral uno incluso
llega a bajar a los sótanos y llega al agua.
Hab.: Está húmedo, sí sí sí sí sí ¿da miedo no?
Enc. B: Sí. ¿Y cómo harían para armar el tremendo edificio ese que
hicieron donde estaba el mercado?
Enc. A: Ah, verdad, el...
Hab.: De ahí no se ha oído nada.
Enc. A: No, de ahí sí han... yo he oído que han tenido que sacar
agua...
Hab.: ¿Del edificio ese?
Enc. A: Sí, porque tiene una especie como de sótano...
Hab.: Ajá.
Enc. A: ...y han... y tienen que... que drenar...
Hab.: Bueno, lo mismo que han utilizado en otros... una especie
de... un método... una técnica, pues, en ingeniería ¿no?, que... tratan
de... drenar el lugar y van tapando, yo no sé; y en realidad ¿quién
viera eso, no?
Enc. A: Ay, sí. (22)
Hasta aquí hemos descrito a dos personajes del micro universo mítico religioso merideño: el Divino Niño y el encanto, este
último confundido con el agua en sus diversas formas. Además de
la asociación del subir y del bajar, o de arriba y abajo con lo eufórico y lo disfórico (Greimás 1987:212), ambos personajes parecen
aparejarse en virtud de sus funciones, protectora del primero y amenazante del segundo.6 Ambos personajes comparten el ser sobrenaturales, pero se oponen por su duratividad en su contacto con éstos:
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el Niño, porque protege a lo largo de todo el año, en un tiempo
circular que recomienza el día de Navidad todos los diciembres; el
segundo, porque sale reiterada pero puntualmente de las lagunas,
charcos y pozos para robarse a la gente. Es interesante observar
como la aparición del encanto es puntual, mientras que la presencia
del agua es permanente; de ahí que consideramos al encanto como
–durativo en el Cuadro 1.
Hay otras oposiciones, además de éstas, como hemos visto:
el mandamiento que emana del contrato con el Niño –de celebrar
las paraduras– y la prohibición del contrato con la laguna, que veda,
para los humanos, acercarse a ella so pena de una sanción negativa.
Además, está la protección y desprotección que representan, respectivamente, ambas figuras que se refleja en la relación eufórica
con el Niño y disfórica con el encanto. También hay una oposición
que podría considerarse como social: el primero está oficializado, el
segundo no pertenece a la iglesia católica.
Cuadro 1. La pareja del Divino Niño y el encanto
Divino Niño
Encanto
-humano
+durativo
+oficial
Mandamiento
Subir
Eufórico
-humano
-durativo
-oficial
Prohibición
Bajar
Disfórico
3. Espantos
Los espantos habitan también el espacio mítico merideño.
Sin embargo se trata de manifestaciones ocasionales y súbitas, o
puntuales, o tensas7 (Comrie 1989; Barros 2001, citando a Zilberberg
1981 respectivamente), que aterrorizan a quienes se enfrentan a ellas:
“espantados” llama Clarac (2003) al que “recibió un susto por un
espanto”, pudiendo ser tal espanto una especie de fantasma, algún
muerto, o un mal espíritu del aire” (p.399).
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Para Franco (2001), los espantos son visiones aterradoras de
difuntos que todavía deambulan por lugares donde estuvieron y consideran propios y que, de alguna manera, los defienden contra la invasión de los vivos. Son almas atormentadas de personas que en vida,
o bien cometieron crímenes, o bien murieron violentamente.
Lo que llama más atención de los relatos de espantos en
el corpus merideño es la actitud que asumen los hablantes ante
ellos. La mayoría no “sabe” realmente sobre los espantos (6,7,8);
solo una hablante dice haber sido espantada cuando niña (9). Su
conocimiento se debe a los relatos de otros, y a los indicios que
otros perciben.
(6) Hab.: No sé, no sé si será o no verdad... que aquí espantan. No sé.
Enc.: Y a usted hasta ahorita...
Hab.: No a mí no me han espantado. (12)
(7) Hab.: Sí, pero... pero no... no tengo nada de cierto.
Enc.: Hasta ahorita usted..
Hab.: No, yo no... (12)
(8) Hab.: [...] Pero... los que han estado aquí... bueno han dicho que
los... que los han espantado, que han escuchado bulla y eso.
Enc.: ¿Verdad?
Hab.: No sé... que será de cierto eso. (12)
La narración es evaluada por la acción paralela, esto es, una
acción que señala lo terrible que fue el hecho ocurrido, el miedo
que se siente, la carrera que se da: “porque eso le dio pánico”, “ese
día se fue y no volvió más del miedo que le dio”: corra, corra, y
aquellas piernas no le daban, Dios mío, y mirando para atrás.O
bien: y salí en carrera, más nunca me les volví a acercar ... (9, 10).
(9) Hab.: No, yo no...
Enc.: No ha escuchado nada... ¿Y qué... y qué le dicen que escuchan, qué...?
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Hab.: Bueno, e... de un muchacho que hasta, por cierto, se fue, y no
volvió a trabajar más aquí...
Enc.: ¿Sí?
Hab.: ... porque eso le dio pánico.
[...]
Hab.: Ese día se fue y no volvió más, del miedo que le dio. (12)
(10) [...] aprendí el reloj en esta forma: me paraban a decir qué... qué
aguja estaba en el dos, la aguja grande, la aguja pequeña, qué número y tal... hasta que una vez... me espantaron... me... me sonaron
un fósforo así... había un cimiento en el pa... sí, lo que antes usaban
mucho, cimientos así en el rededor de la cocina, y me paro yo a ver...
lo tenían así en el comedor, un reloj de... de esos que... suenan...
Enc.: Ajá.
Hab.: ... que dan las campanadas... y yo estaba mirando, yo así en
qué... número estaba la aguja grande, en qué número, así fue que yo
me aprendí el reloj, y me pararon, con esa... eran la una de la mañana8... Ay, cuando sentí yo que me rasparon un fósforo... así, en esa
casa... y digo yo “¡ay!, me espantaron, me espantaron” y salí en
carrera, más nunca me les volví a acercar ... (18)
Los espantos se conocen por los indicios que producen, ruido, golpes, gritos, bulla, son algunos de los elementos léxicos que
refieren a un sonido molesto (11); otra es el frío, típicamente relacionado con la muerte y que forma, en el texto citado, una cadena cohesiva
por repeticiones idénticas pero que, sin embargo, son utilizadas
metonímicamente: por una parte el frío “que hace aquí”, que “siempre se ha sentido” y, por la otra, el frío de los muertos (12). Tanto el
ruido como el frío son elementos que producen disforia en los
hablantes y no los dejan dormir. Estos seres no descansan porque
están fuera de la religión: curioso es ver cómo una hablante describe
a los evangélicos de la misma manera que a los espantos (13).
(11) Hab.: Me... me cuenta él y que... y que él escuchó que golpeaban ahí, en esa habitación, y que... que oyó gritos... y que subieron
las escaleras y todas esas cuestiones. (12)
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(12) Enc.: Porque más que sea... no, y frío que hace aquí...
Hab.: Sí... bueno aquí siempre ha sido... eso como... bastante frío.
Enc.: Debe ser porque... era antes la PTJ aquí.
Hab.: Ah sí...
Enc.: Se mantiene ¿verdad?
Hab.: Sí, se mantiene el frío de los muertos que dejaron ahí. (12)
(13) Enc.: Bueno yo no... yo no estaba ¿no? pero cuando llegaba a las
siete estaban en esa gritadera todavía.
Enc.: Sí eso desde a las cinco de la mañana, que empezaban.
Hab.: Sí, eso decía R. que... que es el recepcionista en la... en la noche,
que amanece, pues él dice que no lo habían dejado dormir. (12)
Cabe resaltar el hecho de que se trata, salvo en un caso,
sistemáticamente de habla reportada; la tercera persona relata los
cuentos de espantos; resaltan las oraciones relativas “que él y que
escuchó”9, asimismo hay que hacer ver los paralelismos sintácticos
que se dan, como habían llegado, y lo habían tocado, y él había
sentido; me espantaron, me espantaron; me sonaron un fósforo o
bien, y la seguía y la seguía, y la mujer caminaba y caminaba: la
afectividad expresada en estas construcciones sinónimas contribuye a convencer al oyente de la “verdad” de estos hechos. El marcador “ay”, característico del habla merideña trasmite un estado de
ánimo, un sentimiento disfórico (cf. Agelvis 2001-2002: 21) y establece una comunión entre los hablantes, “un alto grado de intimidad” (p. 26) También la repetición del marcador ay, connota el enganche (cf. Domínguez 2005) entre las dos hablantes y enfatiza su
identidad regional (15)
(14) Hab.: Sí, el duerme ahí, entonces... y que habían llegado, y lo
habían tocado, y él había sentido bien que... que a... escuchó pasos
pues... (12)
(15) Hab.: ¡Ay, los espantos! no...
Enc.: Ay, écheme cuentos...
Hab.: ... los espantos, y en realidad existen. (22)
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Nótese también el uso del pretérito simple para el tiempo de
la narración y el presente histórico para lo súbito, la aparición del
espanto. La sorpresa es puntual: rompe la continuidad, la duratividad
del tiempo repentinamente, cuando menos se lo espera el espantado. Otros espantos botan candela, o pelan esos dientes tan horribles, sorpresivamente. Mujeres lindas, muchachas simpáticas, se
convierten repentinamente en monstruos de ultratumba (16,17)
(16) Hab.: [...] y entonces lo... lo sorprendió... una... muchacha muy
simpática, y él la siguió, y es tarde, eran las doce de la noche, “no,
esto puede ser una cosa muy importante, esta muchacha”, y la seguía y la seguía, y la mujer caminaba y caminaba, y nunca la podía
alcanzar, al fin, cuando él se dio cuenta... era que... lo estaba internando en esas matas, y voltea y lo mira y le pela esos dientes tan
horribles...
Enc. A: [[aspiración]]
Hab.: Y...
Enc. B: ¡Diablo! (22)
(17) Hab.: ...aquello botó... candela, y eso y... y eso fue... y eso fue
cierto, porque... ese... señor me lo contó a mí, el susto de él tan
grande que pasó, corra, corra, y aquellas piernas no le daban, Dios
mío, y mirando para atrás, pero no, el espanto se quedó en...
Enc. B: Se quedó en...
Hab.: ...en en la Plaza de... de los Piscos, que la llamaban. (22)
4. Muertos milagrosos
Para Franco (1999, 2001), el culto a los muertos milagrosos
garantiza la continuidad entre el mundo de los vivos y el de los
muertos, la posibilidad de reencuentros entre estos mundos y el transcurso cíclico del alma, con la superación ayudada por la intercesión
de los vivos a través del recuerdo mismo o de rituales (2001: 123).
Los muertos milagrosos serían expresión de la solidaridad de los
miembros de la comunidad con el difunto menospreciado socialmente (2001: 112). Esto está expresado en la narración que nos
ocupa en la atenuación de la hablante, una mujer así de vida... más
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o menos... no correcta, para referirse al personaje. En lo que concierne a los muertos milagrosos, la comunidad y Dios parecen estar
de un lado distinto del de la iglesia10, que impone normas estrictas e
impopulares. Así lo expresa el autor:
Para los devotos el no reconocimiento de la santidad de sus
muertos milagrosos por parte de la Iglesia católica no es algo decisivo para el culto que ellos le profesan; sin embargo, para ellos el
reconocimiento eclesiástico confirmaría la elevación, el poder, la
purificación, la “mucha luz” que han alcanzado sus muertos, su
cercanía a dios, etc.(2001: 113)
En (18) lo afectivo confiere interés al relato, cuando la hablante lo evalúa positivamente y busca, con el marcador de
interlocución, el consenso de la encuestadora: muy bonito aquello,
¿no? La autenticidad de los hechos, la veracidad, está fundamentada en la autoridad de los destinadores, el mismo obispo –porque
¿quién más podría haberlo contado, si estaba solo?– y la suegra,
una persona de respeto; el habla es, obviamente, reportada. El pretérito imperfecto y el pluscuamperfecto constituyen el tiempo de la
narración, tiempos de lo irreal y del mito.
(18)
Hab.: ... y aquello que... ¿no han oído ustedes hablar de... de una...
una mujer así de vida... más o menos... no correcta ¿no?...
Enc. A: Mjm.
Hab.: ...que la llamaban... ¿cómo era que la llamaban? Pata de clavo...
Enc. A: ¿Pata de clavo?
Hab.: Ajá, y que la llamaban así, era... mundana, pobrecita ¿no? bueno, y dicen que cuando murió, a que la de... la de... la gente la despreciaba porque... por el estado...
Enc. B: Por la vida que llevaba.
Hab.: Sí, claro, y... al tiempo, donde la enterraron... salió una mata de
rosa, y se le apareció a un obispo S., Mon... un obispo, Monseñor S. ...
Enc. A: Ajá.
Hab.: ...se le apareció a él, él iba a decir la misa al Espejo, muy de
mañanita, como a las cinco de la mañana, se le apareció y le dijo...
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que ella estaba... a ella la enterraron, no en el cementerio, sino... a las
afueras, porque la consideraban no digna del cementerio...
Enc. A: Ajá.
Hab.: ...total de que entonces el el sa... el sacerdote, el obispo, habló
con ella, y... donde le dijo que ella estaba sana y salva, que todos los
desprecios y la vida que ella ya había llevado... Dios la había perdonado, y que para prueba fuera al lugar donde la habían enterrado, y
que donde había una mata de rosa, la podían arrancar... y que salía de
la boca, las raíces...
Enc. A: Ay...
Hab.: ...la mata de rosa salía de ella, del cuerpo de ella; muy bonito
aquello ¿verdad?
Enc. B: Sí...
Hab.: Sí.
Enc. A: Nunca había oído...
Hab.: Sí.
Enc. B: Eso sí no lo había escuchado yo. ¿Y ésa quién la echaba, el
mismo Arzobispo, supongo?
Hab.: Sí, eso me lo contaba a mí la... la suegra, que había sucedido... (22)
Mircea Eliade (1978) sostiene la veracidad de este tipo de
historias: “se considera absolutamente verdadera (porque se refiere
a realidades) y sagrada (porque es obra de seres sobrenaturales”)
(p.25 en Franco 2001: 113). Según Franco, en el culto a los muertos milagrosos hay un sentimiento de solidaridad social hacia quienes no fueron valorados en vida, lo cual implica la valoración del
difunto como un símbolo de la comunidad, su elevación social y
también –en esto se basa en Clarac de Briceño (1992)– una
eufemización o inversión de los valores que lo caracterizaban en
vida. Esto sirve, según el mismo autor y entre otras cosas, a la formación de una memoria colectiva distinta a la historia culta u oficial, la negación de los valores más caros de la sociedad (p.35).
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Cuadro 2. La pareja del espanto y el muerto milagroso
Espanto
Muerto Milagroso
+ humano
-durativo
-oficial
Investigación (Indicios: frío,
ruido)
Disfórico
+ humano
+ durativo
+oficializado
Demostración (Pruebas:
rosas)
Eufórico
Nuevamente podemos aparejar dos personajes, los muertos
milagrosos y los espantos, por las similitudes que presentan pero, a
la vez, por la distinción de las funciones que cumplen en el espacio
mítico religioso. El concepto de muerto milagroso se caracteriza, al
igual que el del espanto, por la presencia del clasema +humano, por
ser simplemente almas de personas fallecidas. La aparición del espanto es súbita e interrumpida, lo cual le confiere el sema –durativo
o puntual, mientras que la del muerto milagroso, que ha alcanzado
la vida eterna, es durativa, porque es un santo –si bien popular– a
quien siempre se puede acudir. Los diferencia la aceptación oficial
de la iglesia católica– el muerto milagroso experimenta una
oficialización en el relato; nótese que el personaje de Pata de Clavo
se le aparece al obispo de Mérida –autoridad de la iglesia católica–
al alba –símbolo de vida y resurrección–. Su redención –no se había podido enterrar en el cementerio por la vida que llevaba, y sufría el desprecio de la comunidad por ambas cosas– se da por un
acontecimiento paralelo, que produce en el relato una evaluación,
esto es, el nacimiento de una mata de rosas en el lugar donde yacía.
Lo más curioso es que la planta se alimenta de su cuerpo –antes
impuro–... y que salía de la boca, las raíces... la mata de rosa salía
de ella, del cuerpo de ella, hecho que se interpreta como una prueba del perdón divino. La iglesia, en la persona del obispo, no tenía
sino que ir al lugar donde estaba enterrada y arrancarla.
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Conclusión
En un intento por comprender la forma cómo se distribuyen
los personajes estudiados en el espacio comprendido por el micro
universo de lo mágico religioso en Mérida, hemos reunido estos
cuatro personajes en el Cuadro 3.
Cuadro 3. Los personajes del mito
Divino Niño
Espanto
Muerto Milagroso
Encanto
Relación de contrariedad
Relación de contradicción
Relación de complementariedad
Lo que aquí nos interesa es observar la relación en que viven hoy en día estos personajes en el pensamiento de los merideños.
Podemos considerar al Divino Niño y al encanto como opuestos,
dado que ambos son personajes sobrenaturales, humanizados, con
apariencia de niños, o jóvenes lindos, frecuentemente rubios y de
ojos azules; el primero pertenece a la iglesia católica y el segundo
es de la mitología regional11. A partir del encanto se crea el elemento complementario que sería, en este caso, el espanto: este es de
origen humano y no ha logrado el descanso de la muerte. El muerto
milagroso, contrario del espanto, es contradictorio del encanto. Es un
personaje de origen humano, que transciende el umbral de la muerte
en el fervor de los creyentes, pero no es aceptado como santo por la
iglesia católica. Es también complementario del Divino Niño.
Dos de estos personajes son en nuestra opinión de aspecto
durativo en su relación con los creyentes: el Divino Niño y el muerto milagroso, porque ellos están siempre presentes para favorecer a
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sus fieles. Los otros dos aparecen repentinamente para desfavorecer a los humanos, el espanto y el encanto, por lo que los consideramos como no durativos o puntuales.12 Así mismo, con el Niño y el
muerto milagroso, se produce un deseo de conjunción de los fieles:
se les ofrecen dones y se espera protección, son bellos; en cambio,
con el espanto y el encanto hay un deseo de disyunción: nadie quiere verlos, ni tenerlos cerca; se temen sus indicios: el frío o la bulla,
el agua o la humedad constituyen amenazas, por ello hemos considerado eufóricos a los primeros y disfóricos a los segundos.
Queda, obviamente mucho que decir en este terreno. Este
trabajo ha sido una aproximación al tema del mundo mágico religioso a partir de la oralidad. El lenguaje es una fuente inagotable de
información y, en temas de identidad e ideología ha sido, todavía,
poco explorado.
Nota
*
Este fue entregado en abril de 2005 evaluado y arbitrado en mayo
del mismo año (nota del Comité Editorial)
Referencias bibliográficas
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de Mérida, en: Domínguez, Pietrosemoli y Alvarez (eds).
Homenaje a Paola Bentivoglio. Estudios Lingüísticos. Mérida:
Cuadernos de Lengua y Habla. Universidad de Los Andes:
19-28.
ÁLVAREZ, Alexandra. 1995. El habla rural de la Cordillera de
Mérida Estrategias discursivas: más sobre la función poética.
Boletín Antropológico, 33: 105-133. Mérida: Universidad de
Los Andes.
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Título:
Pedro Durant: evolución y relevancia de la educación ambiental
en el estado Mérida, Venezuela a partir de su praxis
pedagógica.
Pedro Durant: evolution and relevance of environment
conservation in the state of Merida, Venezuela from the
viewpoint of academic practice.
Camacho A., Carlos R.
Autor:
Páginas/Colación: 207-237
En: / Boletín Antropológico Vol 2 - Num 64 enero - abril, 2005
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Pedro Durant: evolución y relevancia de la educación ambiental en el estado Mérida,
Venezuela a partir de su praxis pedagógica
Camacho A., Carlos R.
Resumen
Pedro Durant es docente en la Universidad de los Andes, ha tenido una destacada trayectoria con Educación Ambiental y
los Centros de Ciencia en el estado Mérida, lo cual constituye la temática de esta investigación. Acá investigar sus aportes
en las áreas mencionadas a partir de su praxis, con el fin de generar un cuerpo de ideas que puedan servir de base para la
educación ambiental. La investigación fue cualitativa dentro del paradigma interpretativo. El procedimiento se organizó en
etapas: (a) selección de los tópicos a desarrollar en las entrevistas; (b) realización de las entrevistas; (c) transcripción y
categorización de las entrevistas y (d) análisis e interpretación de los resultados. Entre los resultados se encontró que
Durant es un promotor de una cultura conservacionista ambientalista en el estado Mérida desde la creación del primer
centro de ciencia; y ha tenido un impacto en la formación de nuevas generaciones promotoras de la Educación Ambiental y
los Centros de Ciencia.
Pedro Durant: evolution and relevance of environment conservation in the state of Merida,
Venezuela from the viewpoint of academic practice
Camacho A., Carlos R.
Abstract
Pedro Durant teaches at the University of the Andes in the area of conservation of natural resources from an applied
scientific viewpoint directed toward education. A body of knowledge gained from long experience serves as a basis for
qualitative interpretation. Method involves several steps: (a) selection of topics to be developed for interviews, (b)
interviews, (c) transcription and categorization of the material covered in the interviews, (d) analysis of the results. From the
results it may be deduced that Durant considers environment protection to be a cultural factor which should be promoted by
a scientific approach and with this in mind he established the first centers to propagate scientific information. His work in
conservation is continuing as the upcoming generation follows his lead.
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de Los Andes. Mérida. Carlos Camacho. Pedro Durant: evolución y relevancia... pp. 207-237
Pedr
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elev
ancia
edro
Durant:
evolución
elevancia
de la educación ambiental
en el estado Mérida, Vene
zuela
enezuela
a partir de su praxis pedagógica*
CARLOS CAMACHO
Universidad de Los Andes
RESUMEN
Pedro Durant es docente en la Universidad de los Andes, ha tenido una destacada
trayectoria con Educación Ambiental y los Centros de Ciencia en el estado Mérida, lo
cual constituye la temática de esta investigación. Acá investigar sus aportes en las áreas
mencionadas a partir de su praxis, con el fin de generar un cuerpo de ideas que puedan
servir de base para la educación ambiental. La investigación fue cualitativa dentro del
paradigma interpretativo. El procedimiento se organizó en etapas: (a) selección de los
tópicos a desarrollar en las entrevistas; (b) realización de las entrevistas; (c) transcripción
y categorización de las entrevistas y (d) análisis e interpretación de los resultados. Entre
los resultados se encontró que Durant es un promotor de una cultura conservacionistaambientalista en el estado Mérida desde la creación del primer centro de ciencia; y ha
tenido un impacto en la formación de nuevas generaciones promotoras de la Educación
Ambiental y los Centros de Ciencia.
Palabras Clave: educación ambiental, centros de ciencia, historias de vida.
Pedro Durant: evolution and relevance of environment
conservation in the state of Merida, Venezuela from the
viewpoint of academic practice
ABSTRACT
Pedro Durant teaches at the University of the Andes in the area of conservation
of natural resources from an applied scientific viewpoint directed toward education. A
body of knowledge gained from long experience serves as a basis for qualitative
interpretation. Method involves several steps: (a) selection of topics to be developed for
interviews, (b) interviews, (c) transcription and categorization of the material covered in
the interviews, (d) analysis of the results. From the results it may be deduced that Durant
considers environment protection to be a cultural factor which should be promoted by a
scientific approach and with this in mind he established the first centers to propagate
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scientific information. His work in conservation is continuing as the upcoming generation
follows his lead.
Key words: environment conservation, education, scientific centers, history.
Introducción
En esta investigación se conceptualiza la Educación Ambiental (EA), según lo planteado por el Congreso Internacional de
Educación y Formación sobre Medio Ambiente, realizado en Moscú (1987), como un proceso permanente en el cual los individuos y
las comunidades adquieren conciencia de su medio y aprenden los
conocimientos, valores, destrezas y experiencias para actuar individual y colectivamente en la resolución de los problemas ambientales presentes y futuros. (Libro Blanco de la Educación Ambiental
en España, 1999).
Para operacionalizar tal educación ambiental se necesita contar con docentes que tengan competencias. A pesar de que existen
acciones públicas, privadas e individuales dirigidas a la capacitación y actualización de docentes en su formación inicial y en servicio, se observa que la mayoría de los docentes que trabajan en el
sistema educativo venezolano no están facilitando una educación
ambiental acorde con la conceptualización anteriormente expresada, lo que constituye un problema para la educación de nuestro
país. Por lo tanto existe la necesidad de identificar experiencias en
Educación Ambiental para mejorar la calidad educativa.
En Venezuela se han hecho intentos para considerar lo ambiental como una estrategia de desarrollo, destacándose diversas
personalidades e instituciones. Entre los primeros se mencionan:
los decretos conservacionistas del Libertador Simón Bolívar (182029), José María Vargas (1824-1830), Antonio José Uzcátegui, Francisco Tamayo y Arturo Eichler (1930 y 1990), entre otros. Entre las
instituciones, destacan: la Sociedad Venezolana de Ciencias Naturales (SVCN), en el año de 1931, los ministerios de Agricultura y
Cría (MAC) y de Energía y Minas (MEM) en el año 1936 y el
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Ministerio del Ambiente y de los Recursos Naturales (MARNR) a
partir del año 1975. El Ministerio de Educación (ME) y la creación
del Instituto Pedagógico Nacional en el año 1936, hoy día Instituto
Pedagógico de Caracas (IPC). En esta última institución convergieron docentes destacados en la enseñanza de las ciencias naturales
que sirvieron para formar generaciones con conciencia
conservacionista, ecológica y ambientalista, quienes han generado
una cosecha de docentes representantes de esos ideales, tal es el
caso del profesor Pedro Durant, quien desde que egresó del IPC en
el año 1957, se ha constituido en multiplicador de esa enseñanza,
en el estado Mérida, trabajando en el liceo Libertador (1958-65) y
en la Universidad de Los Andes (ULA) desde el año 1967.
Las leyes de educación de los años 1940, 1955 y 1980, el
decreto presidencial N° 108 de 1974, la Ley Orgánica del Ambiente de 1976, la Constitución de Venezuela de 1961 y la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela de 1999, han
sido el fundamento legal de la educación conservacionista y ambiental en Venezuela..
La situación descrita sirve de partida para esta investigación
cuyo propósito general es explicitar cómo ha sido la evolución y la
relevancia de la educación ambiental en Mérida partiendo de la praxis
pedagógica del profesor Pedro Durant, con el fin de producir un
cuerpo estable de ideas que pudieran contribuir a mejorar la calidad
de la educación en el estado Mérida y Venezuela.
Metodología
Esta investigación fue de tipo cualitativa dentro del paradigma interpretativo y se usó el método de historias de vida, lo cual se
concretó mediante la técnica de entrevistas en profundidad a Durant
y a personas relacionadas con su desempeño profesional.
Se procedió a la revisión de referencias sobre Educación
Ambiental en el ámbito internacional y nacional; sobre los centros
de ciencia y las diferentes normativas que conforman el marco legal
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Boletín Antropológico. Año 23, Nº 64, Mayo-Agosto, 2005. ISSN:1325-2610. Universidad
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de estos centros en Venezuela, entre los años 1974 y 1999; se consultó la fundamentación legal de la Educación Ambiental en Venezuela; consultas sobre la formación inicial de docentes en educación ambiental; sobre la formación permanente de docentes en educación ambiental y sobre el objetivo referido a la investigación en
educación ambiental.
El grupo de estudio se dividió en cinco subgrupos: el primero, conformado por la profesora Elena Martínez vinculada a la formación académica universitaria de Pedro Durant en el IPC; el segundo subgrupo integrado por 03 informantes relacionados con la
creación del primer centro de ciencia en la ciudad de Guanare y en
Mérida; el tercer subgrupo integrado por egresados de la Facultad
de Humanidades y Educación en la Universidad de Los Andes,
Mérida, quienes recibieron formación inicial en educación ambiental por el profesor Pedro Durant; el cuarto subgrupo compuesto por
03 ex alumnos participantes en los programas de formación permanente en educación ambiental facilitados por Pedro Durant y el quinto
subgrupo integrado por Jaime Péfaur, vinculado a Durant por el
trabajo de investigación con el grupo de ecología animal (GEA) en
la facultad de ciencias de la Universidad de Los Andes.
Para la conducción de las entrevistas, se consideró a Martínez
(1998): la entrevista se realizó en forma de diálogo coloquial, lo
que permitió formarse una imagen de la personalidad de Pedro
Durant y de los informantes con el propósito de cumplir con los
objetivos de esta investigación. De igual manera, se realizó un video con el apoyo del Lic. José Antonio Flores, adscrito a ULAtv.
El procedimiento se organizó en etapas: (a) guía de entrevistas y aspectos administrativos; (b) desarrollo de las entrevistas; (c)
transcripción; (d) categorización de las entrevistas y procesamiento
de la información y (d) discusión de los resultados.
Posteriormente se fue considerando lo expresado por Pedro
Durant; por cada informante y lo encontrado en documentos. Esto
permitió construir la historia de vida académica de Pedro Durant
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basándose en la técnica de la triangulación según Kemmis citado
por Pérez (1998). Los documentos fueron sometidos al análisis de
contenido y para el análisis de la historia de vida, se consideró a
Chevalier citado por Córdova (2003), quien recomienda “tres lecturas” propuestas por Selin Abou: la lectura factual relacionada con
tres temporalidades distintas; la lectura temática, permitió un análisis de temas relativos al ciclo de vida, y a través de él, las normas y
los valores sociales y culturales del contexto donde se desenvuelve
el narrador. Está lectura se apoyo en el esquema del ciclo de vida
profesional presentado Huberman en Marchesi y Martín (1998).
Finalmente, la lectura simbólica permitió captar cómo el sistema de
normas y valores actúan en la vida social, en el espacio donde se
ubicaron las experiencias y donde se articuló la vida individual.
Del análisis e interpretación de las entrevistas efectuadas al
profesor Pedro Durant y al grupo de informantes surge un cuerpo
de ideas estables que pudieran contribuir a mejorar la educación
ambiental en Mérida..
Resultados y discusión
Pedro Durant: Creador del Primer Centro de Ciencia en
Mérida, Venezuela
Para demostrar que el profesor Pedro Durant fue el creador
del primer centro de ciencia en el liceo Libertador, en Mérida, Venezuela, registrado como “Dr. José Francisco Torrealba” en el año
escolar 1958-59, se procedió a contrastar la información suministrada por Pedro Durant (PD) y los informantes Jaime Grimaldo (JG)
y José Francisco Muñoz (JFM), ambos exalumnos del centro de
ciencia antes mencionado.
PD: Llegué a Mérida el 06 de Octubre de 1958 como profesor
conservacionista ... me presenté al liceo Libertador ... aproveché la
iniciativa de estudiantes que venían de Valencia que habían escuchado ... que se había creado un centro de ciencia ... ayudé a organizar la creación del centro de ciencia en febrero de 1959 ... venía con
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la experiencia de Caracas ... de Guanare ... seleccionaron el nombre
del Dr. José Francisco Torrealba.
JG: ... yo venía del Táchira a estudiar en el liceo Libertador de
Mérida y ... me conseguí en el plantel al profesor Pedro Durant, que
ya tenía tiempo con el centro de ciencia ... actué a partir de 1963
hasta el 65. Recuerdo que el profesor... captó un grupo de estudiantes, y nos daba ... aspectos relativos a la necesidad de implementar
la educación ambiental ... Conocí estudiantes sobresalientes como
Fernando Gabaldón y José F. Muñoz, entre otros.
JFM: ... ingresé al liceo Libertador en el año 1959 y ... el profesor
Pedro Durant andaba en la tarea de reclutar estudiantes ... para crear
lo que él llamaba centro de ciencia ... estaba muy orientado hacia ...
preservar los recursos naturales, ...
Respecto a lo contrastado anteriormente, el autor de esta investigación considera que la iniciativa del profesor Pedro Durant al
crear el centro de ciencia “Dr. José Francisco Torrealba”, obedece
a sus experiencias con el centro de ciencia “Alejandro Humboldt”
en Caracas y con el centro de ciencia “Br. Rafael Rangel” en
Guanare, y al interés de los estudiantes del liceo Libertador.
También se observan algunas categorías y subcategorías que
se resumen en el cuadro 1 y que seguidamente se ilustran con algunas ideas expresadas por él.
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Cuadro 1
Categorías y Subcategorías derivadas de la Entrevista a Pedro Durant
relativa a la Creación del Centro de Ciencia “Dr. José Francisco
Torrealba” en el Liceo Libertador Mérida, Venezuela. 1958-59
Categorías
Subcategorías
Categorías
Subcategorías
creo que esasExperiencia
series de trabajos de campo fue
Aprendizajea) Aprendizaje:
Observación
una
forma
de
enriquecer
a
estos
estudiantes
de ciencia ...
Colaboración
Organización del centro
Planificación
Conocimientosb) Colaboración: ... CORPOANDES
Desarrollo
Habilidades
... nos
donaron diez
Responsabilidad
Participación
Entrenamiento
mil ejemplares de la Charla Única de Conservación y nos asignaActores ambientalistas
ron dos equipos audiovisuales. Aceptación social
Estrategia didáctica
Centro de Ciencia
Transferencia
c) Responsabilidad:
formaron
un grupo de trabajo que desaSalida o trabajos de
Motivación
rrollaban la Charla Única
de
Conservación
... la obligación que uno
campo.
adquiere, no impuesta
...de Orientación vocacional
Charla Única
Conservación
d) Actores
ambientales: ... llegaron
a conocer al Dr. José
Programa de radio
Interacción
Francisco TorrealbaCartelera
... al profesorSeguimiento
Arturo Eichler ... al Dr. Pedro
Rincón GutiérrezConferencias
...
Formación de
e) Estrategias didácticas: ...personalidad
se originó la necesidad de los
trabajos de campo ... La Charla Única de Conservación ... 10 años
de programa radial de los centros de ciencia que se llamaba: “Por
los caminos de la ciencia” ... recordemos que los muchacho tenían
su cartelera y crearon su periódico ...
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de Los Andes. Mérida. Carlos Camacho. Pedro Durant: evolución y relevancia... pp. 207-237
f) Experiencia: ... la pasantía por estos centros de ciencia,
enriqueció la experiencia que traía del Pedagógico, desde el centro
Alejando Humboldt y desde Guanare ...
g) Orientación vocacional:... es la claridad que el estudiante
adquiere para seleccionar una profesión o una carrera de estudio ...
h) Organización: se planificaban las salidas con 2 ó 3 meses
de anticipación.
i) Participación: cada alumno tenía una hora para desarrollar
en las escuelas o liceos la Charla Única de Conservación ...
j) Aceptación social: ... en ese programa radial ... se agregó
el profesor Francisco Tamayo ... se presentaban concurso para la
comunidad ...
k) Transferencia: ... con el tiempo ellos sintieron la necesidad de continuar en la universidad las inquietudes que habían desarrollado en el liceo Libertador...
l) Motivación: ... participó voluntariamente con los centros de
ciencia y se entusiasmó porque leía los originales de Arturo Eichler ...
m) Seguimiento: ... el gobernador nos puso un seguimiento
en las escuelas ... los directores informaba, qué se había realizado
por parte de los centros de ciencia.
Formación Inicial de Docentes en el Área de Educación
Ambiental en la Universidad de Los Andes, Mérida
Para describir este objetivo, se procedió al análisis e interpretación de la información contenida en la entrevista realizada
para tal fin, la cual se contrastó con la de los informantes María
del C. Rodríguez (CR) y Luis A. Ramírez (LAR), ambos
exalumnos en la facultad de Humanidades y Educación en la Universidad de Los Andes.
PD: ... a partir de 1970, el componente biológico del futuro licenciado en educación, mención biología, quedó a cargo del departamento de biología de la facultad de ciencia. Varios cursos fueron
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asignados al Grupo de Ecología Animal, al cual pertenezco. Con
ese grupo planificamos los cursos de ecología general, de biología
animal y los cursos de ecología ambiental. En esos tres cursos quisimos desarrollar el método de los talleres de campo, el trabajo en el
laboratorio y la discusión en las horas teórica, con el propósito de
que fuera el alumno el que aprendiera y no el profesor el que enseñara solamente. Los trabajos de campo se hicieron rutinarios.
CR: ... En el semestre “B” del año 1979 la asignatura Ecología me
fue impartida por el profesor Pedro Durant naciendo en mí una
forma diferente de pensar sobre mi futuro desempeño como docente, ... me sentí atrapada por su método en el que utilizaba el entorno.
Para ese entonces realizamos salidas hacia Monte Zerpa, Páramo
“La Culata”, Lagunillas y Río Albarregas.
LAR: ... Sí, fui alumno del profesor Pedro Durant en el año 1985, en
dos cátedras: en Ecología Ambiental y Biología Animal. En verdad
recibimos una gran enseñanza de este profesor, porque sus cátedras
eran muy particulares ... La metodología del trabajo de campo y
discusión en laboratorio, era por decirlo así, la estrategia integradora
al aire libre, que permitieron la formación ambiental.
Respecto a lo contrastado anteriormente, el autor de esta investigación evidencia al profesor Pedro Durant responsable de los
cursos del componente biológico en la licenciatura de la Escuela de
Educación en la ULA, y posiblemente andaba en la búsqueda de
espacios académicos para transferir hacia la educación superior sus
experiencias con los centros de ciencia. Además de utilizar los trabajos de campo para facilitar una formación ambiental en los futuros docentes, que quizás utilizaron al trabajar en el sistema educativo venezolano.
Al analizar la entrevista realizada a Pedro Durant se observan algunas categorías y subcategorías que se resumen en el
Cuadro 2.
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de Los Andes. Mérida. Carlos Camacho. Pedro Durant: evolución y relevancia... pp. 207-237
Cuadro 2
Categorías y Subcategorías Derivadas de la Entrevista a Pedro
Durant Relativa a la Formación Inicial de Docentes en el Área
de la Educación Ambiental en Mérida, Venezuela. 1970 -2003
Categorías
Subcategorías
Categorías
Aprendizaje
Observación
Participación
Apoyo a centros de
ciencias
Estrategia didáctica
Conocimientos
Subcategorías
Productos
Trabajo de campo
Organización
Discusión
Orientación
Laboratorio
Aportes
Conferencias
Actores docentes
Cursos
Especialistas
Planificación
Egresados
A continuación se presentan algunas categorías y
subcategorías del Cuadro 2 con el contenido de ideas expresadas
por Pedro Durant.
(a) Aprendizaje: ... muchos de ellos se beneficiaron en cuanto
a la facilidad con que aprendieron.
(b) Apoyo a centros de ciencia: ... en nuestros cursos también mencionábamos la importancia de los centros de ciencia en
este tipo de aprendizaje ...
(c) Estrategias didácticas: ... realizamos los trabajos de campo ... Estos cursos se reforzaban en las discusiones con los ejemplos de los centros de ciencia ... se complementaban con conferencistas de estos aspectos de ciencias ambientales ...
(d) Cursos: ... me tocó enseñar biología y ecología animal,
ecología experimental, biología de vertebrados .... en Farmacia
se creó un curso de ecología ... en Bioanálisis se creó un seminario ... en Economía existe un curso de ecología básica ... en
Medicina, teníamos los cursos de biología, conferencias sobre
ambiente y medicina ... en Derecho participamos con política,
desarrollo y ambiente ...
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(e) Conocimientos: ... pero estudios recientes, demuestran
que el consumo de queso ahumado, participa en el incremento del
cáncer gástrico, debido a que es envuelto con frondas de helecho
macho y ahí quedan disueltas las sustancias cancerígenas...
(f) Productos: ... aprovechamos esta contribución de la Universidad de Los Andes para crear en el cerro de la Bandera el Aula
Ambiental de la Universidad de Los Andes ...
Del protocolo de la entrevista de Durant emergen las categorías aprendizaje, apoyo a los centros de ciencia, estrategias
didácticas y conocimientos, entre otras, lo que demuestra que el
profesor Pedro Durant, encontró en el proceso de formación inicial de docentes en la facultad de humanidades y educación y en
la facultad de ciencias de la Universidad de Los Andes, Mérida
un sustrato para promover el aprendizaje de conocimientos especializados, utilizando estrategias didácticas apropiadas como el
trabajo de campo, de laboratorio, la discusión y promocionar los
centros de ciencia.
Formación Permanente de Docentes en Servicio
en el Área de Educación Ambiental
Para describir este objetivo, se procedió al análisis e interpretación de la información contenida en la entrevista realizada para
tal fin, la cual se contrastó con la de los informantes Dora Paredes
(DP), Desyré Castillo (DC) y Lisbeth Borregales (LB). Exalumnas
de Durant en los programas de formación permanente en educación ambiental.
PD: La respuesta se puede organizar en cuatro etapas: (a) como
miembro del centro de ciencia en el liceo Libertador en 1964 se
organizó un curso de conservación para docentes de la zona educativa (b) otro compromiso fue con el gobernador en 1970 para un
taller a prefectos del estado Mérida, donde participó Jaime Grimaldo
como representante del PN Sierra Nevada y mi persona por la ULA,
las prácticas se hicieron mediante un paseo por la ciudad, una visita
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de Los Andes. Mérida. Carlos Camacho. Pedro Durant: evolución y relevancia... pp. 207-237
al río Albarregas y a Monte Zerpa; (c) el otro compromiso es el que
existe entre la Universidad y el Grupo de Ecología Animal con la
Zona Educativa con los talleres de campo que se dictan una o dos
veces por año, a motu proprio a través de un acuerdo permanente
con la coordinación regional de centros de ciencia y mi persona y
(d) participamos a motu proprio, junto al profesor Pedro Salinas, en
los cursos del CIDIAT, cuando el gobierno nacional asignó el compromiso de formar los primeros directores del Ministerio del Ambiente en 1977 ...
DP: ... en el año de 1980 comienzo a ser asesor del centro de ciencia
en Mérida ... la formación ambiental no la tenía ... es a través de los
centros de ciencia, los trabajos de campo y las discusiones con
Pedro Durant lo que me permitió aprender para luego transferir ese
aprendizaje ...
DC: En el plan de capacitación mi trabajo se orientó hacia las prácticas de campo, fuimos a la plaza Bolívar de Tovar para discutir
aspectos sociales ... participé en trabajos de campo en El Vigía ... en
Mérida se trabajó en Monte Zerpa ... en 1997 me incorporé al grupo
de trabajo de Pedro Durant ...
LB: El ingeniero José Zambrano profesor jubilado de la ULA, nos
dio a conocer el trabajo de Pedro Durant con los centros de ciencia
en Mérida. Le planteamos la necesidad en cuanto a capacitación de
nuestros docentes y consideramos la posibilidad de contactar al
profesor Pedro Durant. Fue así como tuvimos esa experiencia en el
mes de noviembre de 1999, donde realizamos talleres como: “la
hoja desde el punto de vista cualitativo y cuantitativo”, un reconocimiento de especies vegetales en la zona y un “malleo en el herbazal” para determinar invertebrados...aprendimos a observar, a colectar datos, a trabajar en equipo ...
Respecto a lo contrastado anteriormente, el autor de esta investigación evidencia la responsabilidad del profesor Pedro Durant
en la formación conservacionista y ambiental permanente de los
informantes y posiblemente del resto de docentes en servicio dependiente de la zona educativa del estado Mérida y de otras regiones del país, desde el año 1964 hasta la presente fecha, además de
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de Los Andes. Mérida. Carlos Camacho. Pedro Durant: evolución y relevancia... pp. 207-237
la facilitada a entes oficiales. En todas las situaciones se observa el
uso de los trabajos de campo como la estrategia didáctica mas usadas para facilitar formación ambiental. Al analizar la entrevista a
Pedro Durant se observan algunas categorías en el Cuadro 3.
Cuadro 3
Categorías y Subcategorías Derivadas de la Entrevista a Pedro
Durant Relativa a la Formación Permanente de Docentes en Servicio
en el Área de la Educación Ambiental Mérida, Venezuela. 1964 -2003
Categorías
Subcategorías
Experiencias
Estrategias didácticas
Categorías
Subcategorías
Habilidades
Talleres
Productos
Trabajos de campo
Transferencia
Centros de ciencia
Actores ambientalistas
Técnica de malleo
Necesidad de formación
Investigaciones y
Publicaciones
Grupo de Ecología
Animal
Cursos
Utilidad
Uso de instrumentos
Planificación
Cerro La Bandera - Aula
Ambiental
Motivación
Conocimientos
Facilitadores
Aprendizaje
comprensión
Trabajo en equipo
Solidaridad
Egresados
Entrenamiento
Seguidamente se presentan algunas categorías y
subcategorías del Cuadro 3 con el contenido de ideas expresadas
por Pedro Durant.
(a) Experiencias: ... en la Azulita tuvimos la experiencia de
ver a la maestra y sus muchachos de barriga en la hojarasca estudiando los animales ... en 1994 estuvimos en el Pedagógico Rural
Gervasio Rubio en el Táchira, para crear un aula ambiental ... la
experiencia de Cumaná: trabajamos en la Laguna de los Patos para
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Boletín Antropológico. Año 23, Nº 64, Mayo-Agosto, 2005. ISSN:1325-2610. Universidad
de Los Andes. Mérida. Carlos Camacho. Pedro Durant: evolución y relevancia... pp. 207-237
estudiar el ambiente manglar y el lagunar, ... y mostrar a los profesores de Biología de la UDO cómo se crea un aula ambiental ... en
1986 coordinamos los trabajos de campo de la convención nacional de centros de ciencia en Táchira ...
(b) Estrategias didácticas: ... fue una visita a la cuenca del
Río Mucujún, para enterarse de lo que estaba pasando con el agua
que consumíamos en Mérida ... el taller de campo que dimos en
Mene Grande, estado Zulia en 1979 ... en la región Panamericana
... con el método del malleo en el herbazal, ellos pudieron asombrase de la cantidad de animales que se podía colectar, contar y conocer ... en Mérida existen dos experiencias en el Cerro La Bandera:
los seis seminarios donde se mantuvieron 300 personas. Y la otra
experiencia, fue un taller con representantes del Concejo Municipal
del Distrito Libertador ...
(c) Conocimientos: ... entre el estrato herbáceo y el conejo
de Monay, es determinante la cobertura, la densidad, la altura y la
sociabilidad de estas plantas con el número de animales ... cambio
de temperatura en el Páramo, muchos grado por debajo de cero, y
ese mismo día el termómetro marca 36ºC por encima de cero grado,
en ninguna parte del mundo se observan esas condiciones y por eso
no hay Frailejones ...
(d) Aprendizaje: ... ellos aprenden a elaborar tablas y gráficos. Aprenden a contar, a medir y a hablar con precisión lo que
están proporcionando ...
(e) Trabajo en equipo: ... los que acompañaban a esta colega se
pusieron de acuerdo para que ella demostrara que sí puede trabajar con
anfibios, ella se decidió y lo logró tranquilamente ... se celebraba la XV
convención nacional de centros de ciencia y los docentes del estado
Táchira, pidieron colaborar con la organización de la reunión ...
(f) Habilidades: ... logramos que un docente cambiará un
mal hábito adquirido por un buen hábito adquirido, para enseñar lo
que puede enseñar ...
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Boletín Antropológico. Año 23, Nº 64, Mayo-Agosto, 2005. ISSN:1325-2610. Universidad
de Los Andes. Mérida. Carlos Camacho. Pedro Durant: evolución y relevancia... pp. 207-237
La participación del profesor Pedro Durant en la formación
permanente de docentes en el área de educación ambiental obedece
a la necesidad de los docentes de actualizarse en cuanto a conocimientos, habilidades, valores y actitudes para lograr un mejoramiento
humano y desarrollar la profesión de la docencia, tal como lo señala
Villar citado por De la Torre (1998). También sus experiencias con
cursos de educación ambiental y con los centros de ciencia, el trabajo permanente fuera del aula y el dominio del conocimiento ambiental facilitan la formación permanente.
Contribución del Trabajo Investigativo de Pedro Durant
a la Educación Ambiental en Mérida. Venezuela
Para describir este objetivo se procedió a precisar la información suministrada por el mismo Durant y contrastarla con la información suministrada por Jaime Péfaur (JP) compañero de trabajo y del
Grupo de Ecología Animal de la Universidad de Los Andes.
Categoría: proyectos de investigación
PD: en la autoecología nos hemos concretado a la ecología de los
anfibios en Mérida y Barinas ... los conejos silvestres de Venezuela
... el estudio de los marsupiales ... en el aspecto Sinecológico ... el
proyecto relacionado con la calidad ambiental de las cuencas
hidrográficas del estado Mérida ... complementado desde 1993 con
el estudio de calidad de agua ... el aporte en el campo de la investigación ha sido un modelo para el estudio de la Hojarasca ...
JP:... Durant en sus estudios de Conejo de Páramo ... diez años en el
Páramo Mucubají ... para trabajar con el proyecto de la musaraña ...
él había participado con estudios en la ecología de anfibios y en
mamíferos ... hay un estudio con marsupiales ... Después de Uribante
- Caparo, comienza unos estudios sobre cinco ríos en la región
andina ... por la comprensión de contaminación del agua y su calidad... proyectos sobre calidad de agua del Río Albarregas ...
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Boletín Antropológico. Año 23, Nº 64, Mayo-Agosto, 2005. ISSN:1325-2610. Universidad
de Los Andes. Mérida. Carlos Camacho. Pedro Durant: evolución y relevancia... pp. 207-237
Respecto a lo contrastado anteriormente, el autor de esta investigación observa que el trabajo investigativo de Pedro Durant se
resume en dos líneas de trabajo: la Autoecología y la Sinecología.
La autoecología se refiere a estudios de organismos individuales y
sus relaciones con el ambiente. La sinecología, designa estudios de
grupos de organismos asociados formando una unidad funcional
del ambiente. Los grupos de organismos pueden estar asociados a
tres niveles de organización: poblaciones, comunidades y
ecosistemas. Monografias.com (2004, Mayo 1).
Al analizar la entrevista efectuada a Pedro Durant se observan algunas categoría, subcategorías y productos que se resumen
en el Cuadro 4.
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Boletín Antropológico. Año 23, Nº 64, Mayo-Agosto, 2005. ISSN:1325-2610. Universidad
de Los Andes. Mérida. Carlos Camacho. Pedro Durant: evolución y relevancia... pp. 207-237
Cuadro 4
Categorías, Subcategorías y Productos Derivados de la Entrevista a
Pedro Durant Relativo a su Trabajo como Investigador en el Área
de Educación Ambiental en la Universidad de Los Andes. 1967-2004
Categorías
Subcategorías
Productos
Proyectos de Investigación
Autoecología
Ecología de anfibios, conejos
silvestres de Venezuela, musaraña de
páramo, marsupiales, rata Casiragua,
Ictiofauna, Hojarasca, lombrices de
Páramo, Mesofauna como indicadora
de calidad de agua
Sinecología
Calidad de Cuencas hidrográfica en la
región andino-venezolana.
Emponzoñamiento en la Zona sur del
Lago de Maracaibo
Grupo de Ecología Animal
La integración de los dos productos
(GEA)
anteriores
Personal
Conejos Silvestres de Venezuela
Anfibios como recurso para la
enseñanza de la Educación Ambiental
Compañeros de investigación
Alba Díaz, Jaime Péfaur,
Amelia Díaz de Pascual,
Pascual Soriano.
Conocimientos
Uso de ambientes locales
Local, Regional y Nacional
Mérida, Táchira, Trujillo,
Barinas, Portuguesa, Zulia.
Producción
Conocimientos
Autoecología, Sinecología y
Publicaciones de artículos en
Nacionales e Internacionales
Educación Ambiental
revistas
Publicaciones de textos
Mesofauna como Indicadora de
educativos
Calidad de Agua del Río Albarregas
Programas educativos
Emponzoñamiento en la zona Sur del
Materiales educativos
Colección de vertebrados de la
lago de Maracaibo
Universidad de Los Andes (CVULA).
Pág. Web
Mejorar la Calidad de Vida
Participación
Instrumentos
Clinómetros
Soluciones a problemas
Agricultura, calidad de agua,
ambientales
educativos
Eventos nacionales e
Cursos, talleres, Convenciones de
internacionales
Centros de Ciencia, Comisión
Universitaria del Ambiente, Cátedra
Francisco Tamayo, Aula Ambiental
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Boletín Antropológico. Año 23, Nº 64, Mayo-Agosto, 2005. ISSN:1325-2610. Universidad
de Los Andes. Mérida. Carlos Camacho. Pedro Durant: evolución y relevancia... pp. 207-237
A continuación se presenta algunas categorías y
subcategorías del Cuadro 4 con el contenido de ideas expresadas
por Pedro Durant.
a) Compañeros de investigación: ... El Grupo de Ecología
Animal: Alba Díaz, Amelia Díaz de Pascual, Pascual Soriano y
Jaime Péfaur ...
b) Conocimientos: ... tenemos un patrón de las condiciones
ambientales en cuencas hidrográficas en las que se demuestra que
en la medida en que se incrementa la deforestación se cambia la
diversidad animal y aparece la dominancia de otros grupos ... en la
cuenca baja del Escalante o del Chama hemos encontrado que la
densidad de estos animales es de 15 a 50 individuos por hectárea ...
c) Uso de ambientes locales: ... los anfibios del estado Mérida
y Barinas ... anfibios del Zulia ... Encontrados, correspondiente a la
frontera Zulia y Colombia ...
d) Producción: ... los datos que se vayan procesando, se utilizarán para desarrollar un programa de Educación Ambiental en la
mayoría de las instituciones educativas ... existen publicaciones relacionadas con estos trabajos ...
e) Mejorar la calidad de Vida: ... Esa es la lucha que hemos
tenido en Mérida, en Guanare y donde hemos estado. La lucha se
refiere a mejorar la educación ...
f) Participación: ... coordinamos con Jaime Péfaur el III Congreso Latinoamericano de Herpetología en 1990, el Congreso Latinoamericano de Ecología en 1996. Fuera de Venezuela, hemos asistido a Canadá, Estados Unidos, Brasil, Uruguay y Perú ... al V
Congreso Mundial del ambiente en la USB ...
Del protocolo de la entrevista de Durant emergen estas categorías que están en concordancia con lo sugerido por la UNESCO
(1977) en la Recomendación Nº 21 del informe Final de Tbilisi, al
señalar que se deben promover proyectos de investigación que permitan incorporar sus resultados al proceso general de la enseñanza.
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Boletín Antropológico. Año 23, Nº 64, Mayo-Agosto, 2005. ISSN:1325-2610. Universidad
de Los Andes. Mérida. Carlos Camacho. Pedro Durant: evolución y relevancia... pp. 207-237
Método de las tres lecturas propuestas por Selin Abou para
el análisis de la Historia de Vida académica de Pedro Durant
Lectura factual: es una sucesión cronológica de hechos que
conjugan tres temporalidades y permite la continuidad histórica del
relato académico de Pedro Durant.
La primera temporalidad, entre los años 1953 y 1957, representada por la permanencia de Durant en el IPC, donde recibió formación universitaria y se inició con el centro de ciencia “Alejandro
de Humboldt” en el liceo de Aplicación, por iniciativa de la profesora Elena Martínez. Esta etapa ocurre durante la dictadura del general Marcos Pérez Jiménez y las reuniones de estudiantes eran mal
vista por la policía política del régimen, en este sentido las salidas
de campo efectuadas por los profesores Francisco Tamayo (t), Gisela
Muskus de Falcón y Royo y Gómez se debieron realizar con mucha cautela. (P. Durant, entrevista personal, Abril 30, 1999).
La segunda temporalidad, entre los años 1957 y 1959. Cuando Durant crea el centro de ciencia “Br. Rafael Rangel en el liceo
José Vicente de Unda en Guanare con participación de Metodio
Flores. Todavía permanecía el régimen dictatorial del general Marcos Pérez Jiménez, al respecto Metodio Flores informa: ... recuerdo
el director de liceo, profesor Jeremías Núñez ... le sugirió a Pedro
Durant, que no era conveniente que nos reuniéramos, porque la
Seguridad Nacional le habían dicho que esas reuniones eran sospechosa ... Al culminar el periodo escolar 1957-58, Durant recibe una
oferta de trabajo del profesor Francisco Tamayo para participar en
el proyecto de educación conservacionista, en la ciudad de San
Cristóbal. El autor de esta investigación, interpreta que el proceder
de Durant, al crear el centro de ciencia y el aceptar la propuesta del
profesor Tamayo, tal vez se debió a dos motivos: (a) como una
manera de replicar lo aprendido en Caracas y (b) en correspondencia con lo expresado por Huberman al señalar que, la primera fase
del ciclo profesional de un profesor es la “de entrada” y se caracteriza por la supervivencia y el descubrimiento.
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de Los Andes. Mérida. Carlos Camacho. Pedro Durant: evolución y relevancia... pp. 207-237
La tercera temporalidad entre los años 1959 y hasta la presente fecha (2004). Está referida a la vida académica de Durant en
el estado Mérida, al desarrollo de los centros de ciencia y la educación ambiental en esta región, a través del Ministerio de Educación
y la Universidad de Los Andes. Pedro Durant, llega a Mérida y
funda el centro de ciencia “Dr. José Francisco Torrealba” en febrero de 1959. En el año 1967 ingresa a la Facultad de Ciencias en la
Universidad de Los Andes y en el año 1970 colabora con la Facultad de Humanidades y Educación para la elaboración de los programas de la mención Biología. En el año 1977, crea el Grupo de
Ecología Animal, para ejecutar proyectos en ecología animal y posteriormente en educación ambiental. En el año 1982, Durant
participa en la Comisión Universitaria de Asuntos Ambientales como
representante de la Facultad de Ciencias. En el año de 1990 creó la
Cátedra Libre de Estudios Ambientales “Prof. Francisco Tamayo”
y en el año 1992 crea el aula ambiental de la Universidad de Los
Andes, en el cerro La Bandera, de la ciudad de Mérida.
Lectura temática: la síntesis de esta lectura de la historia de
vida académica de Pedro Durant, se presenta en seis fases:
Fase I, denominada “de entrada a la profesión” y caracterizada por la supervivencia y el descubrimiento. Comprende los tres
primeros años de docencia de Pedro Durant (1957-1960), se considera la fase de creación de centros de ciencia en la ciudad de
Guanare y en el estado Mérida. Se promueven valores y normas
tales como orientación hacia la conservación de los recursos naturales, cultura hacia lo ambiental y la planificación, formación de
líderes conservacionistas, la responsabilidad social, la solidaridad,
el trabajo en equipo, la orientación vocacional, la disciplina hacia el
estudio, la formación integral, una visión ambiental humana, la actitud hacia la docencia y el amor a la institución educativa. Para el
año 1959 crea el primer centro de ciencia en Mérida como un modelo novedoso de educación no escolarizada para la región andino
- venezolana, con actividades de salidas de campo, la creación del
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de Los Andes. Mérida. Carlos Camacho. Pedro Durant: evolución y relevancia... pp. 207-237
periódico escolar “Avance Conservacionista”, la elaboración de la
cartelera y el programa radial. Inicia relaciones con la Universidad
de Los Andes y participa en la creación del primer bosque universitario Emilio Menotti Spósito. Asimismo se inician relaciones con el
Dr. Arturo Eichler y junto a los alumnos de los centros de ciencia
crea la Charla Única de Conservación como un modelo educativo
para transferir conocimiento ambiental.
La fase II, comprendida entre los 4 a 6 años de su labor educativa, durante los años 1960 -1963. Se caracteriza por la estabilización y
dominio del proceso de enseñanza, por la tranquilidad y aspiraciones
profesionales. Comienza a fundar centros de ciencia en Mérida y Táchira,
tales como el del liceo “Caracciolo Parra y Olmedo” y el de la Escuela
Normal “Alberto Carnevalli”. Sus aspiraciones profesionales están orientadas hacia la realización de estudios de postgrado y su ingreso a la
Universidad de Los Andes, Mérida.
La fase III denominada por Huberman: “Experimentación”,
comprende entre los 7 y 18 años de labor educativa. Acá el profesor Pedro Durant desarrolla nuevas iniciativas: viaja en el año 1965
a la ciudad de Michigan en USA para estudiar la maestría en ecología
de poblaciones; su ingreso a la Universidad de Los Andes, Mérida
en el año 1967; el asesoramiento al centro de ciencia de la Universidad de Los Andes entre los años 1967 y 1970. Asimismo, los
cambios en la educación en Mérida se evidencian al participar, junto al Dr. José V. Scorza y otros docentes, en la elaboración del
pensun de estudio para la licenciatura en educación, mención Biología de la Facultad de Humanidades y Educación, donde se crean
cursos de Biología y Ecología General, Biología y Ecología Animal y Ecología Ambiental, entre otros.
También en los programas de formación permanente en
educación ambiental, promueve la participación de docentes en servicio como una manera de actualizar conocimientos. Utiliza los trabajos de campo como una estrategia de “aprender haciendo”. En
este proceso de formación demuestra pedagogía, autoridad moral y
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académica, sencillez y humildad. Los informantes señalan que estas experiencias se convirtieron en aprendizajes útiles y generaron
en el estado Mérida un equipo de docentes ambientalistas y consideran a los centros de ciencia como una alternativa para la Educación Ambiental no escolarizada en Venezuela.
La fase IV, denominada de “Serenidad relacional” comprende entre los 19 y 30 años de labor educativa, ubicada entre los años
de 1975 y 1987 se caracteriza por el dominio de su práctica docente. En cuanto a normas y valores promovidos destacan: rigor científico, el interés y la motivación por el ambiente, el apoyo técnico en
programas de formación permanente en educación ambiental y hacia algunas convenciones nacionales de centros de ciencia. Incentiva
en sus exalumnos la necesidad de realizar estudios de postgrado
relacionados con la educación ambiental. El uso de publicaciones
contribuye a actualizar la información que se transmite a los alumnos. Durante esta fase crea en el año de 1977, el Grupo de Ecología
Animal en la Facultad de Ciencias. En el año 1982, se inicia en la
Comisión de Asuntos Ambientales de la Universidad de Los Andes. Crea los modelos de la Hoja y la Hojarasca como una estrategia didáctica para la comprensión de Cuencas Hidrográficas y comunidades edáficas en bosques nublados.
Las fases V y VI denominada de “De compromiso”, comprende entre los 31 y mas de 40 años de servicio, entre los años
lectivos 1987 y 1997, y entre los años 1997 y la actualidad. En el
caso de Durant, se caracteriza por los compromisos con la sociedad
merideña a través de la creación de la Cátedra Libre de Estudios
Ambientales “Profesor Francisco Tamayo” en el año 1990 y el Aula
Ambiental de la Universidad de Los Andes en el año 1992. Además de ser promovido como individuo de número en ciencias naturales en la Academia de Mérida, en el año de 1993. Desde 1996, es
docente jubilado activo de la Universidad de Los Andes y los compromisos se incrementan: es evaluador de la Fundación Polar, año
1998; miembro evaluador de CONABA, año 1999; docente cola-
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borador en el CIDIAT, año 1999 y en la UNELLEZ, año 2000 y
Director del BIOTERIO - Universidad de Los Andes, desde el 2001
hasta la actualidad.
Para el autor de esta investigación, uno de los logros importantes del profesor Pedro Durant y que le ha valido el reconocimiento internacional como especialista en Lagomorfos, fue la descripción de una nueva especie de conejo silvestre en Venezuela, el
Sylvilagus varynaensis, esto fue en el año 2001.
Lectura simbólica: según Córdova (2003), es una síntesis
de las dos anteriores. Apunta a la sujeción de la incidencia del
sistema de contradicciones sociales y culturales en el desarrollo
de la vida individual.
A tal efecto Pedro Durant sostiene que el trabajo realizado a
motu proprio con los centros de ciencia y la educación ambiental no
es, ni ha sido reconocido por el Ministerio de Educación y Deportes
ni por la Universidad de Los Andes. Esto tiene su fundamento por la
inexistencia de una evaluación y seguimiento de lo que hasta el momento se ha venido realizando, a pesar de los productos obtenidos,
identificados en el éxito de alumnos y docentes que han participado
en actividades de educación ambiental en Mérida.
De la historia de vida académica de Pedro Durant, al considerar su descripción al participar en la formación inicial de docentes en
la Facultad de Humanidades y Educación en la ULA, se observa que
a pesar de su contribución en el pensun de estudio para la licenciatura
en Biología, hoy día esta mención fue eliminada, en función a los
nuevos pensun y a la culminación del convenio entre ambas facultades. Los cursos que se facilitaron se reforzaban con los ejemplos de
los centros de ciencia en el estado Mérida, trabajos de campo y conferencistas de la ULA. De aquí egresaron los docentes que se beneficiaron con ese tipo de aprendizaje y están distribuidos en la geografía
merideña, desarrollando sus cursos en base a estas metodologías, trabajando con centros de ciencia y conformando el actual equipo de
docentes ambientalistas en el estado Mérida.
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El autor de esta investigación, quien fue alumno de Pedro
Durant en los programas de formación permanente, es el responsable de facilitar educación ambiental en la facultad de Humanidades
y Educación en la ULA desde el año 1992, esta asignatura incluye
trabajos de campo, experiencias con los centros de ciencia y la elaboración de proyectos de investigación, esto como una forma de
transferir lo aprendido con Pedro Durant.
Respecto a los programas de formación permanente facilitados por Pedro Durant, para este análisis se destacan las actividades
mas relevantes: sus inicios en el año 1964, con un curso dirigido a
docentes de la zona educativa del estado Mérida en colaboración
con miembros del centro de ciencia del liceo Libertador y la ULA.
Quizás fue una de las “pocas veces” en que la zona educativa adquirió un compromiso con sus maestros y con la universidad. A
Durant sólo lo mueve su deseo de servir a la comunidad merideña y
promover el ejemplo de la responsabilidad social con sus alumnos
del centro de ciencia. En el año de 1970, se facilita un taller a los
prefectos del estado Mérida con la colaboración de Jaime Grimaldo,
funcionario del Parque Nacional “Sierra Nevada”, y Pedro Durant.
Grimaldo viene de ser alumno del centro de ciencia del liceo Libertador y de la ULA. Otro compromiso, es el que existe entre la ULA,
el Grupo de Ecología Animal y la zona educativa de Mérida, sobre
los talleres de campo que se dictan una o dos veces al año a los
coordinadores de centros de ciencia, como una acción a motu
proprio de Pedro Durant, quien logró comprometer a sus compañeros de investigación en el fortalecimiento de estos programas educativos. A pesar de esta realidad, todavía hoy día es inexistente un
convenio entre el Ministerio de Educación y la ULA.
Con todos los beneficios que se han considerado anteriormente, Durant ha podido observar que no todos los docentes tienen
el mismo deseo de aprender, de actualizarse, de incrementar su calidad académica y docente.
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En cuanto a la contribución del trabajo investigativo de Pedro
Durant a la Educación Ambiental en el estado Mérida, son muchos
los conocimientos productos de sus investigaciones, sin embargo, son
pocas las instituciones que han hecho uso apropiado de estos. A tal
efecto, mostramos dos entrevistas y su lectura simbólica.
Díaz (1992, junio 01) docente de la Facultad de Ciencia de
la ULA, realizó un ensayo para el diario El Vigilante intitulado
“Semblanza del profesor Pedro Durant. Premio Francisco de
Venanzi” que consistió en describir la vida académica del profesor
Durant durante su permanencia en la ULA y el trabajo realizado
con los Centros de Ciencia. En cuanto a la Docencia, señala Díaz
que la preocupación de Durant ha sido la de “hacer algo mas que
dar clases”, esto incentivado por algunos de sus profesores del IPC,
entre los que destacan Francisco Tamayo y Elena Martínez. De
esta manera se involucra en el proyecto de los Centros de Ciencia.
En cuanto a la Investigación, Durant ha ejecutado proyectos
enmarcado en el área de la Educación Ambiental y estudios
ecológicos de: anfibios en los bosques nublados del estado Mérida,
conejos silvestres venezolanos y pequeños mamíferos en la cuencas hidrográficas andino – venezolanas. Sus resultados, señala Díaz
“han sido traducidos al lenguaje docente para imprimir el dinamismo integracionista y multidisciplinario que corresponde a la enseñanza de la Biología del Neotrópico en cualquier nivel educativo”.
Su actividad de extensión, se puede medir por la cantidad de llamadas y visitas provenientes de personas o instituciones para invitarlo
a participar en actividades en Mérida y en otras ciudades. Finalmente, Díaz destaca algunas cualidades en el profesor Durant, tales
como la sencillez, la modestia y la austeridad.
Rojas (1999, Abril 29) realizó una entrevista a Carlos G.
Cárdenas, vicerrector académico de la ULA para el Diario Frontera
intitulada “Pedro Durant es uno de los especialistas mas reconocidos en América Latina”. Este trabajo consistió en demostrar que la
vida de este educador cuenta con una trayectoria exitosa y
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paradigmática que nos reta desde su condición creadora. Cárdenas
señala que Durant es uno de esos hombres cuya obra traza caminos
y abre ventanas para las nuevas generaciones, que tiene en él una
visión renovada sobre el problema ecológico, visto desde una perspectiva responsable, científica y capaz de propuestas efectivas para
su utilización en el desarrollo nacional. Declara que Pedro Durant
es uno de los baluartes de la ULA y que resulta de interés en su
vida, el hecho de que abarca diferentes dimensiones del hacer universitario, con proyección histórica totalizadora y responde a los
mas nobles intereses de la patria. Entre sus cualidades lo caracteriza
el ser un profesor responsable y estricto, que logró formar toda una
escuela de estudiosos, que lo siguen y admiran, porque lo reconocen como guía espiritual. Durant es un humanista de antigua estirpe, porque ha fomentado talleres y actos en defensa del ambiente.
Finalmente la obra de Durant ratifica, que la historia de los pueblos
la hace el espíritu renovador de quienes, como él, están dispuestos a
sacrificarlo todo por una nación digna.
El análisis semántico de lo expresado por Díaz y Rojas manifiestan el sentir hacia Pedro Durant en base a las experiencias
observadas durante muchos años a favor de la sociedad merideña.
También por las experiencias compartida en la actividad académica, de extensión e investigación. Se trata de evidenciar las responsabilidades asumidas a motu proprio, de una persona que se ha
formado académicamente y con sentido humano hacia los que fueron sus docentes y con la generación de relevo.
Cuerpo estable de ideas para contribuir al mejoramiento de
la Educación Ambiental en el estado Mérida a partir de la interpretación de la praxis pedagógica del Profesor Pedro Durant.
Se coincide con Durant (1989) al sostener que el éxito de
los centros de ciencia dependen de dos factores: (a) de la capacidad
que tiene el profesor asesor de captar y canalizar las iniciativas de
los estudiantes hacia la problemática ambiental de la región y del
país y (b) la actitud que adopta el director del plantel frente al desa-
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rrollo del centro de ciencia. La experiencia del autor de esta investigación permite agregar otras variables para mejorar el desarrollo
de los centros de ciencia en Mérida.
Tal vez, lo que se quiere es que los futuros docentes coordinadores de Centros de Ciencia hayan tenido experiencias en un
centro de ciencia como alumnos de pregrado para que transfieran el
deseo de enseñar a sus alumnos como a ellos le enseñaron, utilizando el ambiente como el aula de clase. En este sentido, esta es la
continuidad que el autor de esta investigación propone para la perpetuidad de los centros de ciencia en el sistema educativo venezolano, reconociendo su importancia en la creación de una conciencia
ambientalista como lo refiere Cárdenas (1978).
También las experiencias hay que evaluarlas y
sistematizarlas para difundirlas, lo que facilitaría la creación de
material educativo con información local, tal como lo sugiere la
UNESCO (1977). Para el caso de Mérida, se puede solicitar la
evaluación del material educativo “La Charla Única de Conservación”, con el propósito de publicarlo.
En cuanto a la formación permanente de docentes en servicio, en estos programas los participantes deben estar conscientes
que todos los días se aprende y permanentemente nos estamos formando. Un docente que asista a un trabajo de campo para aprender
estrategia didácticas y técnicas para identificar elementos de su entorno, una vez culminado el trabajo, debe incorporar la estrategia a
su esquema de vida mediante la praxis diaria. Cuando el docente se
ejercita de esta manera, siente que ha avanzado en cuanto a formación académica y dominio de su entorno inmediato, entonces valora este tipo de aprendizaje y lo disfruta.
Promover los círculos de estudios con participación de alumnos, esto permitiría preparar generación de relevo en aspectos ambientales y con una vocación definida.
También la CLEA “Prof. Francisco Tamayo”, el equipo de
docentes ambientalistas en Mérida y los docentes coordinadores de
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centros de ciencia pueden adquirir y generar compromisos hacia la
actividad de investigación en Educación Ambiental.
Conclusiones y recomendaciones
1. El aporte de Pedro Durant para la creación de los centros
de ciencia en el estado Mérida se concreta con la creación del centro “Dr. José Francisco Torrealba” en el liceo Libertador en febrero
de 1959. Y con una primera experiencia en el centro “Alejandro de
Humboldt” en el liceo de Aplicación en Caracas durante 1956-57 a
solicitud de la profesora Elena Martínez. Una segunda experiencia,
con el centro de ciencia “Dr. Fernández Morán” posteriormente
“Br. Rafael Rangel” en el liceo José Vicente de Unda en la ciudad
de Guanare en el año escolar 1957-58. El fortalecimiento de la educación ambiental se evidencia en 1959 cuando Durant promueve
una nueva cultura conservacionista-ambiental en el estado Mérida
incorporada a planteles educativos dependientes del Ministerio de
Educación, al usar los entornos ambientales para enseñar mediante
los trabajos de campo.
2. La participación del profesor Pedro Durant en la formación
inicial de docentes en el área de la educación ambiental se inició en el
año de 1970 al facilitar cursos de biología general, ecología general y
ecología ambiental a los estudiantes de la mención biología de la facultad de Humanidades y Educación y a los alumnos de la mención
biología en la facultad de Ciencias en la ULA. En estos cursos utilizó
las salidas de campo, discusión en el laboratorio, elaboración de informes y promoción de experiencias de los centros de ciencia. Hoy
día estos profesionales están trabajando sus cursos con enfoque ambiental y asesorando centros de ciencia.
3. La participación del profesor Pedro Durant en la formación permanente de docentes al servicio de los diferentes niveles y
modalidades de nuestro sistema educativo en el área de la educación ambiental se remonta al año de 1964, al facilitar el curso de
conservación para docentes de la Zona Educativa del estado Mérida,
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dejando claro que aunque no fue de Educación Ambiental, los contenidos y las estrategias didácticas usadas permitieron el aprendizaje de la estructura y función de algunos ambientes merideños. Posteriormente y a motu proprio ha facilitado talleres, durante una o
dos veces por año a centros de ciencia y grupos de docentes, utilizando la metodología de los trabajos de campo, discusión y elaboración de informes. Estas actividades han generado la creación de
un equipo de educadores ambientalistas, la creación de la Cátedra
Libre de Estudios Ambientales “Prof. Francisco Tamayo” y el Aula
Ambiental de la Universidad de Los Andes, Mérida.
4. La contribución del trabajo investigativo de Pedro Durant
para la promoción de la Educación Ambiental en el estado Mérida
durante su desempeño en la Universidad de Los Andes se concreta
al uso que se le ha dado a la información científica producto de los
proyectos ejecutados. Específicamente el proyecto de cuencas
hidrográficas en la región andino venezolana de donde se generaron productos como el uso de la mesofauna dulceacuícola como
indicadora de calidad de agua y el modelo de la hojarasca. Ambos
incorporados a los contenidos que se imparten en algunos planteles
educativos de la región merideña. Asimismo, se incorporaran los
resultados del proyecto de Emponzoñamiento en la Zona Sur del
Lago de Maracaibo mediante un programa de Educación Ambiental. También se han dado a conocer los resultados de la nueva especie del conejo de Barinas (Sylvilagus varynaensis) descrita por Pedro Durant.
5. La propuesta de un cuerpo estable de ideas intenta reforzar el trabajo que ha venido realizando el Profesor Pedro Durant en
favor de los centros de ciencia y la educación ambiental en el estado Mérida. Se aspira al fortalecimiento de los centros de ciencia y
promover la incorporación de la Educación Ambiental en todas las
menciones en la Facultad de Humanidades y Educación para garantizar la formación inicial de los docentes desde la Universidad
de Los Andes. También promover la formación permanente de los
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de Los Andes. Mérida. Carlos Camacho. Pedro Durant: evolución y relevancia... pp. 207-237
docentes en servicio desde el Ministerio de Educación en Mérida y
fortalecer el trabajo desde la Universidad de Los Andes, esto a través de un convenio entre ambas instituciones. Finalmente, considerando el ejemplo del profesor Pedro Durant, impulsar la investigación en Educación Ambiental desde la Facultad de Humanidades y
Educación e incentivar a los docentes dependientes del Ministerio
de Educación a participar en las mismas.
A partir de las conclusiones se recomienda: al Ministerio de
Educación y Deportes en el estado Mérida, a través de la coordinación regional de centros de ciencia, tecnología y educación ambiental: incorporar el programa de centros de ciencia al proyecto de
Casas de Ciencia promovido por Fundacite Mérida; a la Facultad
de Ciencias de la ULA: reactivar la propuesta sobre una maestría
en Educación Ambiental presentada por Pedro Durant al Decanato
de esa facultad y a las autoridades del Doctorado en Educación de
la UPEL se les recomienda: dar a conocer la experiencia de esta
investigación como una forma de operacionalizar el uso del método
de las historias de vida en la línea de investigación “Educación,
Ambiente y Calidad de Vida”.
Agradecimiento
El autor agradece al CDCHT-ULA por el financiamiento a
esta investigación a través del proyecto H-395-96-C-04.
Nota
*
Este fue entregado en abril de 2005 evaluado y arbitrado en mayo
del mismo año (nota del Comité Editorial)
Referencias bibliográficas
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Boletín Antropológico. Año 23, Nº 64, Mayo-Agosto, 2005. ISSN:1325-2610. Universidad
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Título:
Recensión.
Review.
Portillo, Alfredo
Autor:
Páginas/Colación: 239-243
En: / Boletín Antropológico Vol 2 - Num 64 enero - abril, 2005
Ver artículo en PDF (0.09 Mb)
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Recensión
Les évangéliques à l’assaut du monde. Hérodote, N° 119, 2005.
Éditions La Découverte, Paris. 177 p.
ALFREDO PORTILLO
Cursante del Doctorado en Educación
Facultad de Humanidades y Educación
Universidad de Los Andes
La edición N° 119 de Hérodote, revista de geografía y
geopolítica (disponible en la Biblioteca del Instituto de Geografía
de la Facultad de Ciencias Forestales y Ambientales), está dedicada
al tema del asalto del mundo por parte de los evangélicos, tema que
es desarrollado a través de once artículos, incluyendo la editorial de
su Director, Ives Lacoste.
Este tema resulta de gran interés debido a que también en
Venezuela, durante los últimos años, se ha acentuado la presencia
de grupos religiosos considerados de manera general como evangélicos (Pentecostales, Testigos de Jehová, Mormones, Iglesia de
Cristo, Iglesia Renacer, entre otros), asentados fundamentalmente
en zonas urbanas clasificadas desde el punto de vista socioeconómico
como pobres. Igualmente está el caso de las misiones evangélicas
Nuevas Tribus, que han venido actuando desde hace varias décadas en la región sur de Venezuela, específicamente en las comunidades indígenas pemones, piaroas y yanomami. Es de destacar, por
cierto, que a las Nuevas Tribus el gobierno del Presidente Hugo
Chávez les ha ordenado su salida del país.
En la editorial Lacoste comienza citando al diario Le Monde, en su edición del 25 de agosto de 2005, al publicar la noticia del
llamado que hiciera el evangelista conservador estadounidense Pat
Robertson, a darle muerte al Presidente de Venezuela Hugo Chávez.
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Luego explica la influencia que este personaje tiene en la derecha cristiana de Estados Unidos, influencia que es ejercida por medio de la
Christian Coalition, organización que agrupa a numerosas iglesias
evangélicas, cuyos tentáculos llegan hasta la Casa Blanca y el Pentágono. Lacoste considera que las iglesias evangélicas son agentes de
influencia geopolítica de los principales dirigentes de Estados Unidos y cita como ejemplos concretos el papel que tuvieron los evangélicos, con financiamiento estadounidense, en la revolución de las rosas en Georgia y en la revolución naranja en Ukrania.
En el siguiente artículo Isabelle Richet analiza el papel de
los evangélicos en la vida política y social de Estados Unidos, en
especial la llamada «revolución conservadora» que se viene desarrollando desde hace tres décadas y que busca transformar a la sociedad estadounidense de acuerdo a sus valores tradicionales. Señala Richet que los grupos evangélicos abordan la política con los
mismos principios que guían su vida religiosa, para quienes no existe
ninguna diferencia entre la esfera privada y la esfera pública, por lo
que todos los dominios de la sociedad están por igual sometidos a la
autoridad divina. Sin embargo, entre ellos existen diferencias, expresadas por una parte, entre los llamados «puristas» y «pragmáticos» y, por la otra, entre los «libertarios» (conservadores en lo económico) y los conservadores religiosos y morales.
El análisis lo continúa Sebastián Fath, con el caso del peso
geopolítico de los evangélicos estadounidenses a favor de Israel,
para mostrar cómo la influencia evangélica no se limita al interior
de los Estados Unidos, sino que se proyecta al exterior. El interés
de los evangélicos por Israel, explica Fath, está fundamentado en lo
que dice la Biblia y por eso lo ven a través de los anteojos de
Abraham. A pesar de que también ha habido grupos evangélicos
propalestinos, la islamización de Palestina ha conducido al fortalecimiento de los llamados sionistas cristianos, de los cuales se estima
que hay unos 40 millones, quienes creen en el retorno de los judíos
a Israel y en la conversión de estos al cristianismo.
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Sobre el sionismo cristiano y su desarrollo diserta Frédéric
Encel, al referirse a las palabras de románticos, las espadas de combatientes y la influencia de evangelistas. Las palabras de cristianos
como Palmerston, Shatesbury y Laharanne, quienes a lo largo del
siglo XIX plantearon el retorno de los judíos a Palestina. Las espadas de combatientes como la del cristiano escocés Charles Orde
Wingate, ferviente devoto del ideal sionista, quien en la década de
los 30 adiestró en el arte militar a inexpertos reclutas judíos. La
influencia de evangelistas, como la de los miembros de la Fraternidad Internacional de Cristianos y Judíos, quienes entre 1994 y 2002
recolectaron cerca de 65 millones de dólares, en beneficio de la
inmigración judía a Israel.
En otro artículo Bruno Gomes analiza el caso de las estrategias territoriales y la participación política de los evangélicos en
Brasil. Se considera que la expansión evangélica en el país más
poblado de América Latina es uno de los fenómenos religiosos más
destacables de la segunda mitad del siglo XX y se estima que el
20% (34 millones) de la población pertenece a una de las numerosas denominaciones que constituyen el universo evangélico brasileño. Gomes contrasta la organización centralizada y jerárquica de
la Iglesia Católica, con el funcionamiento en red de los evangélicos. Las redes se conforman en dos niveles: un primer nivel de
adeptos que actúan de forma solidaria para enfrentar las dificultades económicas y sociales; un segundo nivel de iglesias y organizaciones que no conocen una autoridad jerárquica claramente definida, pero que unen sus fuerzas en ciertas acciones puntuales. En
cuanto a su participación política, los evangélicos obtuvieron el
17,9% de los votos en la primera vuelta de las últimas elecciones
presidenciales en Brasil y decidieron con sus votos el triunfo de
Lula en la segunda vuelta.
En el siguiente artículo Michel Leplay se refiere a la
teopolítica de los protestantismos, explicando que el neologismo
«teopolítica» sugiere que el hombre es habitado por algo más gran-
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de que él, y que protestantismos (en plural) expresa la pluralidad o
el estallido político del protestantismo, en tanto que éste es
congenitalmente políglota y multinacional. El autor analiza el fenómeno desde tres perspectivas: la histórica-social, la religiosa-espiritual y la teológica
Otro artículo es el escrito por Morgan Garo y tiene por título
«Los Rroms y las organizaciones evangélicas: ¿Entre el culto religioso y la estrategia política?». La palabra «Rrom» significa hombre en lengua rromani. Los Rroms (gente que viaja) están presentes
en los diferentes países europeos y representan el 1% de la población total de Europa. Específicamente en Francia este grupo humano se vio expuesto desde 1950 a un doble proceso de evangelización, tanto por parte de los católicos como por parte de los evangélicos. Para el año 2005 los evangélicos han logrado tener una mayor influencia sobre ellos, entre otras razones, porque han logrado
revertir la imagen negativa que los caracterizaba y los han hecho
sentir como un «nuevo pueblo elegido que Dios ha escogido para
que difundan la buenas nuevas sobre toda la Tierra».
A continuación Alain Gascon presenta el conflicto religioso
que existe en Etiopía, país caracterizado por su multirreligiosidad,
en el cual es posible diferenciar regiones según la preponderancia
que tiene determinado credo. De manera general, se puede diferenciar una franja norte-sur oriental con mayoría musulmana, una región centro-norte con mayoría cristiana (täwahedo), una región sur
equilibrada entre cristianos y musulmanes y una franja centro-occidental con mayoría cristiana protestante. Los autores destacan la
«revolución religiosa» impuesta por el crecimiento exponencial de
los cristianos pentecostales, quienes utilizan técnicas modernas de
comunicación y las lenguas vernáculas locales y se apoyan en una
red de ONG nacionales y locales para reclutar adeptos entre los
etíopes educados.
En otro artículo Sandrine Raynal analiza el conflicto entre
«las fuerzas del bien contra las fuerzas del mal» que se ha venido
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manifestando desde el año 2002 en Costa de Marfil (Côte-d´Ivoire),
país ubicado en el occidente de África. Las fuerzas del bien, localizadas al sur del país, están representadas por el gobierno, al frente del cual se encuentra Laurent Gbagbo, convertido al
pentecostalismo bajo la influencia del pastor Moïse Koré. Las fuerzas del mal son los rebeldes musulmanes, localizados al norte,
conocidos también como los «Dioulas». Gbagbo utiliza de manera sistemática un discurso evangelizante, en el que el Apocalipsis
tiene un papel de gran significación.
La difusión de la cultura evangélica en Africa Central,
específicamente en Brazaville (Congo), es luego abordada por los autores Élisabeth Dossier-Apprill y Robert Ziavoula. Destacan estos autores que el discurso ético de las principales iglesias evangélicas que
allí operan está basado en la rigurosidad moral y el rechazo a las religiones ancestrales. Funcionan de manera igualitaria y descentralizada
y tienen una estructura en redes flexibles que busca su ramificación en
el conjunto del país, trascendiendo los clivajes étnico-religiosos. Valorizan la iniciativa individual en la producción de riqueza, fundamentando en la palabra bíblica la necesidad del trabajo y el espíritu empresarial, desarrollando una suerte de «teología de la prosperidad».
El último de los artículos es desarrollado por Philip Poupin
y trata de la acción desplegada por los «angeles» cristianos para
socorrer a los musulmanes de Darfour, la región ubicada al sudoeste de Sudán, en la frontera con Chad. En esta región estalló un
conflicto en el año 2003, entre los milicianos «árabes», apoyados
por el gobierno islamita de Jartum, y los «africanos» rebeldes, también musulmanes. Poupin explica que, con motivo de la crisis humanitaria en que se ha visto envuelta dicha región, varias organizaciones evangélicas estadounidenses, entre las que destaca la
Samaritanian’s Purse, dirigida por Franklin Graham, el hijo del
predicador Bill Graham, se han hecho presentes (bajo mandato de
la ONU) para ocuparse de la seguridad alimentaria, la agricultura,
el agua y los servicios sanitarios de los refugiados musulmanes.
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Boletín informativo.
Informative bulletin.
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Boletín Informativo
1. El Doctorado en Antropología.Empezó en abril 2005 el
Curso de Actualización para el Doctorado en Antropología de
la Universidad de Los Andes, dirigido a la formación
antropológicas de otros humanistas y científicos con interés en la
antropología, los cuales ya tienen una maestría en una disciplina
afín a la nuestra (es decir: para sociólogos, psicólogos, psiquiatras,
historiadores, historiadores del arte, educadores, botánicos –disciplinas a las cuales pertenecen hasta el momento los inscritos en dicho curso).
Este curso incluye seminarios obligatorios (de 16 horas (1
crédito) o 32 horas, con 2 créditos cada uno) y seminarios optativos
(de 16 horas y 1 crédito, o de 32 horas y 2 créditos), los cuales
fueron aprobados por el Consejo de Estudios de Postgrado de la
Universidad de Los Andes.
Los seminarios aprobados para dicho curso han sido los
siguientes:a) Obligatorios: Antropología Fundamental, Niveles I
(1 crédito), II (2 créditos), III (2 créditos) y IV (2 créditos), Etnografía general y Etnografía de Venezuela, Niveles I (1 crédito) y II
(2 créditos), Cultura, Herencia cultural e identidad cultural (2 créditos) – b) Optativos: El campo semántico: un instrumento para el
antropólogo (1 crédito), Representación y transcultura. El complejo mito/rito (1 crédito), Antropología y Salud (niveles I y II – 2
créditos), Análisis del discurso como estrategia metodológica de
investigación psicosocial de la cognición (1 crédito), Antropología
del Género (1 crédito).
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Universidad de Los Andes. Museo Arqueológico. Boletín Informativo ... p.p. 245-248
El curso definitivo del Doctorado (en el cual podrán inscribirse antropólogos con maestría en una de las ramas de la antropología, u otros profesionales que hayan aprobado el Curso de
Actualización para el Doctorado en Antropología) empezará en
2006. Ha sido concebido como un postgrado interinstitucional y
personalizado (cada estudiante de este curso hará con su profesortutor su propio programa de formación –a ser aprobado por el Consejo Directivo de este Doctorado- y deberá presentar en el primer
semestre su proyecto de tesis). El programa de formación podrá
realizarse en cualquier institución universitaria reconocida, venezolana o del extranjero. Mayores informaciones al respecto pueden
pedirse a los correos, fax y teléfono como sigue:
[email protected], [email protected], [email protected]. Fax: 00
48 (0)274 – 240 1919, o 240 2344. Teléfono: 00 48 (0) 240 1739.
2. Termina la quinta cohorte de nuestra Maestría en Etnología su escolaridad, en octubre 2005, ingresando ahora estos estudiantes a su cuarto semestre bajo la sola dirección de su tutor(a), a
fin de seguir desarrollando su trabajo de investigación para la tesis
(investigación que empezó desde el primer semestre, ya que esta
maestría tiene su eje en la investigación).
3. Empezó en abril 2005 el Curso Propedéutico de esta
Maestría, de modo que se abrirán nuevamente las inscripciones
definitivas en la Maestría de Etnología (sexta cohorte) en enero-febrero 2006.
4.Grupo de Investigaciones Antropológicas y
Etnológicas (GRIAL): Está terminando el grupo este año la segunda etapa de su proyecto grupal “Estudio antropológico integral y pluridisciplinario del Occidente de Venezuela, pasado
y presente. Aplicaciones sociales”, proyecto que ha sido financiado desde el principio por el CDCHT (Consejo de Desarrollo
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Universidad de Los Andes. Museo Arqueológico. Boletín Informativo ... p.p. 245-248
Científico, Humanístico y Tecnológico) de la Universidad de Los
Andes, bajo el código H-743-03-09-AA. Dentro de la línea de
investigación de nuestro grupo trabajan también los estudiantes
de la Maestría en Etnología.
5. En la sede del Museo Arqueológico de la Universidad de Los Andes se inauguró la exposición “Petroglifos del
estado Mérida”. Esta muestra expositiva, diseñada para ponerla a
circular por toda la región, muestra al público merideño las representaciones rupestres que existen en la cuenca del río Mocotíes,
más específicamente en las poblaciones de Santa Cruz de Mora y
Zea. Petroglifos de Mérida contó con los auspicios del Ministerio
de la Cultura/CONAC y con el apoyo fotográfico de Miguel Ángel Salamanca.
6. Se prepara con la publicación de tres libros dedicados
a la antropología y la arqueología, la aparición pública de Ediciones Dàbanatá. La palabra dábanatà es una palabra del idioma
Baniva, lengua perteneciente a la familia lingüística MaipureArawaka (o Arahuaca) hablada aún hoy en las riberas del río
Guainía-Río Negro, especialmente en la población de Maroa, capital del Municipio del mismo nombre en el Estado Amazonas. También la lengua baniva se habla por banivas que habitan en Puerto
Ayacucho que hace años migraron desde el Guainía a la capital de
ese Estado. En la actualidad la lengua se encuentra en un interesante proceso de revitalización lingüística no sólo en Maroa sino en
Puerto Ayacucho.
Dábanatà, voz derivada del verbo dabanâtasri significa
comenzar, iniciar; pero es una palabra fundamentalmente utilizada en los textos míticos que al inicio de las narrativas sagradas del
origen de éste y otros pueblos arawakos siempre comienzan con la
expresión Dábanàta Pêepusri “Cuando comenzó el Mundo”; es
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Universidad de Los Andes. Museo Arqueológico. Boletín Informativo ... p.p. 245-248
pues el comienzo, el inicio de los hechos trascendentales del mundo de vida de los pueblos Arawakos.
Ediciones Dábanatà será un esfuerzo editorial para la divulgación de las investigaciones antropológicas, lingüísticas y arqueológicas que se producen en territorio venezolano. También
Ediciones Dábanatà estará abierta a la difusión y revitalización de
los saberes indígenas panamerindios.
248 –
El Boletín Antropológico en la Web
Título:
Páginas/Colación: 249
En: / Boletín Antropológico Vol 2 - Num 64 enero - abril, 2005
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Universidad de Los Andes. Centro de Investigaciones Etnológicas / Museo Arqueológico.
El Boletín Antr
opológico en la Web
Antropológico
1. Boletín Antropológico
www.Saber.ula.ve/boletín_antropologico
2. Observatorio Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación
http://www.octi.gov.ve/revistas/revista.asp?vPK=170
3. El Rincón del Antropólogo. Revistas de Antropología
http://www.plazamayor.net/antropologia/revistas/index2.html
4. Biblioteca Digital Andina. Comunidad Andina de Naciones
http://www.comunidadandina.org/bda/revistas_digitales.html
5. LATINDEX
http://www.latindex.org/busquedas/directoriotitulo.html
6. Citas Latinoamericanas en Ciencias Sociales y Humanidades -C L A S E
http://www.dgbiblio.unam.mx/clase.html
7. Indice de Revistas Venezolanas de Ciencia y Tecnología
Scielo-REVENCYT
http://scielorevencyt.funmrd.gov.ve/scielo.php
8. Handbook of Latin American Studies. Journals Indexed.
http://www.rlg.org/en/page.php?Page_ID=189
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