La educación tiene por objeto el pleno desarrollo de la

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UNIVERSIDAD DE LOS ANDES
SECRETARIA
A LA COMUNIDAD UNIVERSITARIA DE LA REGION ANDINA Y AL PAIS
El consejo Universitario de la Universidad de Los Andes, en uso de las atribuciones legales
que le confiere el Artículo 26 de la Ley de Universidades:
CONSIDERANDO:
Que la educación tiene por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana fundada
en el respeto a la libertad de conciencia, la dignidad personal y el pluralismo. La
Universidad, en su empeño histórico de educar libremente y para la libertad, está obligada
a formar ciudadanos que cumplan con el postulado de "ser libres para conocer y conocer
para ser libres" y la autonomía universitaria es la garantía de tal libertad. Así mismo, los
universitarios estamos obligados por ley, y convencidos por la ética, a contribuir en la
orientación de la vida del país mediante nuestro aporte doctrinario al esclarecimiento de
los problemas nacionales y en virtud de esta cualidad, hacemos del conocimiento público
lo siguiente:
Que desde el mes de noviembre el malestar social en la ciudad Mérida se ha
incrementado por los continuos cortes de electricidad y de agua y el clima reinante de
inseguridad que afecta a todos los ciudadanos por igual. El resultado de esta situación se
ha traducido en numerosas manifestaciones y protestas que congregan a múltiples
sectores de la sociedad. Sin embargo, la respuesta a este descontento se ha concentrado
más en la represión que en el diálogo. Los lamentables sucesos vividos en la sede del
Decanato de la Facultad de Medicina el día jueves 21 de enero, dan perfecta cuenta de
esto.
Que el día lunes 25 de enero, en distintos lugares de la ciudad de Mérida, la comunidad
exigió una normal prestación de servicios públicos y protestó por el cercenamiento de la
libertad de expresión, a través del toque de cacerolas, corneteo y concentraciones
espontáneas en las calles. La actuación inadecuada de la fuerza pública ante estas
acciones de protesta, generó una ola de violencia que trajo como consecuencia la muerte
de dos jóvenes estudiantes, una cantidad alarmante de heridos, el incendio de
instalaciones universitarias y de particulares, vehículos, casas de partidos políticos de
ideologías diferentes, generando una destrucción nunca antes vista en Mérida. Idénticas
manifestaciones de malestar social se presentaron en las ciudades de Ejido y El Vigía, así
como en diferentes ciudades del país, ubicadas más allá del área de influencia de la
Universidad de Los Andes, por lo que mal puede atribuírsele al Consejo Universitario de la
Universidad de Los Andes, al Rector o a cualquiera de las autoridades universitarias,
responsabilidad alguna en los acontecimientos ocurridos, los cuales tienen su origen en un
malestar social de profundas raíces.
ACUERDA:
1. Expresar nuestras sentidas palabras de condolencia a los familiares de los jóvenes
cuya muerte enluta, a sus familias, a la ciudad y a la universidad, al tiempo que
exigimos a las autoridades competentes el esclarecimiento y castigo de los
responsables de esta tragedia.
2. Extender nuestra palabra solidaria a los muchos ciudadanos afectados física y
moralmente durante los hechos acaecidos en los últimos días.
3. Rechazar la represión indiscriminada que afectó personas, bienes y espacios
universitarios y residenciales.
4. Deplorar la destrucción de bienes universitarios que en algunos casos resultan
irrecuperables.
5. Exhortar al gobernador del Estado Mérida y demás autoridades del Ejecutivo Regional,
a mantener la ponderación en sus declaraciones públicas en correspondencia con la
alta responsabilidad que les ha otorgado el pueblo
Finalmente, llamamos la atención sobre la obligación y el deber que tiene el Estado de
respetar y garantizar los derechos humanos de la población, porque estos derechos se
vulneran cuando se pone en peligro la vida, libertad y seguridad de los ciudadanos; se
toman medidas que de hecho niegan que todos seamos iguales ante la ley y que tenemos,
sin distinción, derecho a igual protección por parte de ella. También se vulneran los
derechos humanos cuando se desconoce que nadie podrá ser sometido a torturas ni a
penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes; que todos tenemos derecho a la
presunción de inocencia mientras no se pruebe culpabilidad alguna, conforme a la ley y en
juicio público en el que se hayan asegurado todas las garantías necesarias para la
defensa; que nadie podrá ser objeto de injerencias arbitrarias en su vida privada, su
familia, su domicilio o su correspondencia, ni de ataques a su honra y reputación; que toda
persona tiene derecho a la propiedad y que nadie podrá ser privado arbitrariamente de
ella; que todos tenemos derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión;
que todos tenemos derecho a la libertad de opinión y de expresión y que todos tenemos
derecho a la libertad de reunión y de asociación pacífica.
Dado, firmado y sellado, en el Salón de Sesiones a los veintisiete días del mes de Enero
del año dos mil diez.
Mario Bonucci Rossini
Rector
José María Andérez Alvarez
Secretario
El presente comunicado fue aprobado con el Voto Salvado del Bachiller Mervin Maldonado,
Representante Estudiantil ante el Consejo Universitario, en relación al tercer párrafo de los
considerandos, y a la consideración final:
“Partiendo de la objetividad que debemos tener los ciudadanos sobre el análisis de la realidad,
donde debemos evaluar los hechos, tomando en cuenta el contexto en el que se desarrollan y las
constantes y variables que influyen en el desenvolvimiento de los mismos, y ratificando mi
posición de rechazo a la violencia en cualquiera de sus manifestaciones, quiero expresar, que:
Salvo mi voto respecto a algunos párrafos y acuerdos del comunicado del Consejo Universitario
de la ULA, sobre la versión de los hechos de violencia ocurridos el día lunes 25 de enero de 2010,
por considerar que:
No se explica con objetividad como se han venido desarrollando las manifestaciones
fundamentadas en los servicios públicos, y en elementos de carácter partidista; si bien es cierto
que algunas de estas manifestaciones han sido de forma pacífica, también se debe reconocer y
exponer que otras han sido violentas, como las del día lunes 25 de enero de 2010, en las avenidas,
don Tulio Febres Cordero, Las Américas, el Viaducto Campo Elías, entre otras, causando la
muerte de seres humanos de nuestra entidad, heridos, destrozos al bien público y privado,
violación al derecho de libre transito y desenvolvimiento normal de nuestras vidas, lo que ha
conducido a una espiral de violencia en la ciudad, que no lleva a una verdadera solución a los
problemas que atañen a nuestro pueblo.
Además se asegura en uno de los acuerdos, la aplicación de acciones de forma inapropiada por
parte del estado, sin explicar puntualmente a que se refiere para poder fundamentar tal afirmación.
Por eso extiendo un llamado a la paz, a la razón, y a la responsabilidad directa o indirecta que
debemos tener todos los venezolanos en el desenvolvimiento de nuestra sociedad”.
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