9 de junio de 2014 Señores Consejo de Gobierno Presente Estimados señores: Conforme a lo establecido en el inciso e) del artículo 12 de la Ley General de Control Interno, No 8292 del 31 de julio de 2002, me permito adjuntarles mi informe final de labores como Presidente del Banco Central de Costa Rica (BCCR), cargo que desempeñé desde el 16 de junio del 2010 hasta el 8 de mayo del 2014. Agradeciendo la confianza depositada en mí para ejercer la Presidencia del Banco Central, quedo a la disposición del Consejo de Gobierno para cualquier ampliación o aclaración que considere pertinente. Atentamente, Digitally signed by RODRIGO ALBERTO BOLAÑOS ZAMORA (FIRMA) Reason: I am the author of this document Location: San José, Costa Rica Date: 2014.06.12 15:29:20 -06'00' Rodrigo Alberto Bolaños Zamora Presidente del Banco Central de Costa Rica en el periodo 16 de junio de 2010 al 8 de mayo del 2014 Cédula de identidad: 4-100-600 [email protected] [email protected] Cc/ Junta Directiva del Banco Central de Costa Rica INFORME FINAL DE LABORES COMO PRESIDENTE DEL BANCO CENTRAL DE COSTA RICA EN EL PERIODO 16/6/2010 AL 8/5/20141 TABLA DE CONTENIDO I. Introducción 1 II. Principales resultados macroeconómicos junio 2010-mayo 2014 2 a) b) c) d) e) III. La estabilidad interna de la moneda: la inflación baja 3 La mayor flexibilidad cambiaria: mayor control sobre la inflación 3 La disminución en el déficit financiero del Banco Central 5 La actividad económica y el empleo 6 La estabilidad externa de la moneda: sostenibilidad de la balanza de pagos 6 La estabilidad del sistema financiero 7 Las entradas de capitales, excedentes monetarios y el límite de crédito 8 La banda cambiaria: ¿por qué no se eliminó ante la entrada de capitales externos? 10 Los altos diferenciales de tasas de interés pagados por los bancos públicos 12 Resultados 12 Política monetaria y cambiaria, perspectiva temporal junio 2010 - mayo 2014 13 Año 2010: Año 2011: Año 2012: Año 2013: Año 2014: i. El retorno gradual a la normalidad ii. La intervención del Banco Central en el mercado cambiario iii. Otras variables durante los primeros 4 meses del 2014 Resumen 2010-14: 1 14 17 18 19 21 22 23 25 26 Algunas partes de este informe se basan en el rendido por el suscrito en su calidad de presidente del Banco Central a la Comisión de Ingreso y Gasto Público de la Asamblea Legislativa en abril del 2014 (disponible en http://www.bccr.fi.cr/publicaciones/politica_monetaria_inflacion/RABZInformeAL03Abr14.pdf), así como en el informe de labores presentado al público en conferencia de prensa el 7 de mayo del 2014. IV. Otros proyectos a) b) c) d) e) V. Proyecto para unificar el mercado de deuda pública en Costa Rica 27 Ruta estratégica para el desarrollo del mercado de valores costarricense y proyecto de ley 28 Reformas para mejorar el control interno y los riesgos en el Banco Central de Costa Rica 29 Reformas para mejor coordinación macroprudencial entre el Banco Central y el CONASSIF y las Superintedencias 29 Plan para establecer una oficina de comunicación en el Banco Central 29 Principales retos para la política monetaria y el BCCR en el futuro próximo 30 a) b) f) VI. 27 La conveniencia y amenazas para que la inflación siga baja 30 El cambio a las metas de inflación y a la flotación cambiaria 31 El paso de la banda cambiaria a la flotación administrada 33 La situación fiscal insostenible y su posible dominancia sobre la política monetaria 33 La independencia y autonomía del Banco Central de Costa Rica 34 Los atentados contra la autonomía del BCCR: porque el BCCR debe tener independencia ........................................................................................................35 La autonomía financiera del Banco Central: cómo no volver a esconder un déficit fiscal en el balance del Banco Central 36 La efectividad de la tasa de política monetaria 38 La estabilidad del sistema financiero nacional 38 La dolarización de hecho 39 El margen de intermediación financiera 40 Los bancos “too big to fail” 40 La baja productividad de la economía 41 Consideraciones finales Agradecimientos 42 43 2 I. Introducción De acuerdo con la Orgánica del Banco Central de Costa Rica (LOBCCR), Ley 7558 del 27 de noviembre de 1995, artículo 29, el Presidente del Banco Central, además de las funciones que tiene por ser miembro de la Junta Directiva del Banco, “tendrá la máxima representación de la Institución, en materia de gobierno y en el manejo de sus relaciones con otras instituciones y organismos financieros internacionales. Para ejercer estas funciones, la Junta Directiva le otorgará los poderes que correspondan” y “tendrá las siguientes atribuciones: a) Velar por el cumplimiento de los deberes y objetivos del Banco Central y la marcha general de la Institución. b) Presidir la Junta Directiva, someter a la consideración de esta los asuntos cuyo conocimiento le corresponda, dirigir los debates, tomar las votaciones y resolver los casos de empate. c) Autorizar con su firma, conjuntamente con el Gerente, los billetes y valores mobiliarios que emita el Banco así como la memorias anual y los otros documentos que determinen las leyes, los reglamentos de la institución y los acuerdos de la Junta. d) Someter al conocimiento de la Junta normas generales relacionadas con la política monetaria, cambian, crediticia y bancaria de la Institución. e) Atender las relaciones con los personeros del Estado, los bancos, las instituciones autónomas y las entidades financieras del país. f) Coordinar la acción del Banco y suscribir acuerdos y convenios con las demás instituciones y entidades públicas del país y del exterior, de conformidad con los acuerdos que adopte la junta. g) Las demás que corresponden conforme a lo dispuesto en esta ley y sus reglamentos. El Presidente tendrá la representación legal, judicial y extrajudicial del Banco Central, con las facultades que, para los apoderados generalísimo, determina el artículo 1253 del Código Civil.” Con base en lo anterior, el presente informe se centra en las materias que tienen que ver con las principales decisiones en las que el suscrito participó como miembro de la Junta Directiva del Banco y que esta adoptó, con base en lo dispuesto en su Ley Orgánica, especialmente las atribuciones, competencias y deberes establecidos en su artículo 28, y en las adoptadas en el ejercicio de las atribuciones antes señaladas en su calidad de Presidente del Banco Central, poniendo especial énfasis en las de los incisos a), b), d), e), f) y g). También, las resultantes de acuerdos de la Junta Directiva asignándole responsabilidades al Presidente, principalmente por medio de la participación en Comisiones nombradas por esa Junta con base en lo dispuesto en la LOBCCR, artículo 27.2 Por lo anterior, el presente informe se enfoca sobretodo en el cumplimiento de los objetivos y funciones que la LOBCCR le establece a la Institución, las estrategias, planes y programas y políticas e instrumentos definidos y utilizados y los resultados alcanzados.3 En su primer apartado o sección, resume en el contexto de los objetivos institucionales, los principales o más importantes resultados macroeconómicos registrados en el periodo comprendido entre junio del 2010 y mayo del 2014. La segunda sección, considera, en una perspectiva temporal, no solo esas decisiones importantes que tomó la entidad que permitieron alcanzar los principales resultados presentados en la primera sección, sino también las otras decisiones adoptadas por la Junta Directiva del Banco Central de Costa Rica y la Presidencia, así como el contexto económico que las justificaron. En el tercer aparte se describen una serie de proyectos que la Presidencia impulsó. Finalmente, el cuarto apartado, plantea de manera prospectiva retos y decisiones que se mantienen pendientes, lo mismo que un conjunto de medidas en las que se debe avanzar para la marcha de la Institución y de la economía nacional. II. Principales resultados macroeconómicos junio 2010-mayo 2014 La LOBCCR establece en su artículo 2 lo siguiente: 2 Ese artículo establece que “[p]ara el debido desempeño de sus funciones, la Junta Directiva del Banco Central integrará libremente, las comisiones que juzgue convenientes, con las excepciones que en esta ley se señalan”. 3 Mayor detalle sobre cada uno de los aspectos mencionados en este informe se puede encontrar en los diversos informes que el Banco Central hace públicos: 1) las memorias anuales (http://www.bccr.fi.cr/publicaciones/memoriaanual/ ); 2) los informes anuales escritos y orales que el Presidente del Banco Central debe rendir ante la Comisión de Ingreso y Gasto Público, especialmente el del 2014 (el escrito se localiza en http://www.bccr.fi.cr/publicaciones/politica_monetaria_inflacion/Informe_BCCR_para_Asamblea_Legislativa_2 014.pdf y el oral en http://www.bccr.fi.cr/publicaciones/politica_monetaria_inflacion/RABZInformeAL03Abr14.pdf ); 3) los documentos sobre los programa macroeconómicos bianuales y su revisiones de medio periodo; el del 2014-15 se encuentra en http://www.bccr.fi.cr/publicaciones/politica_monetaria_inflacion/Programa_Macroeconomico_2014_2015.pdf ; 4) los informes semestrales de inflación (http://www.bccr.fi.cr/publicaciones/politica_monetaria_inflacion/); 5) las múltiples presentaciones realizadas por el Presidente del Banco Central ante diferentes organismos y cámaras empresariales y otros foros (http://www.bccr.fi.cr/discursos_presentaciones/index.html ). En http://www.bccr.fi.cr/publicaciones/ se pueden encontrar también una gran cantidad de otros documentos sobre temas más específicos del desempeño de la economía nacional e internacional y de la actuación del Banco Central, además de la extensa cantidad de datos que sobre estas materias se pueden consultar en http://www.bccr.fi.cr/indicadores_economicos_/. 2 “Artículo 2. Objetivos El Banco Central de Costa Rica tendrá como principales objetivos, mantener la estabilidad interna y externa de la moneda nacional y asegurar su conversión a otras monedas y, como objetivos subsidiarios, los siguientes: a) Promover el ordenado desarrollo de la economía costarricense, a fin de lograr la ocupación plena de los recursos productivos de la Nación, procurando evitar o moderar las tendencias inflacionistas o deflacionistas que puedan surgir en el mercado monetario y crediticio. b) Velar por el buen uso de las reservas monetarias internacionales de la Nación para el logro de la estabilidad económica general. c) Promover la eficiencia del sistema de pagos internos y externos y mantener su normal funcionamiento. d) Promover un sistema de intermediación financiera estable, eficiente y competitivo. a) La estabilidad interna de la moneda: la inflación baja El cumplimiento de “la estabilidad interna y externa de la moneda nacional y asegurar su conversión a otras monedas”4 fue la principal preocupación del Banco Central de Costa Rica (BBCR) durante el período 2010-2014; en un contexto que se caracterizó por la persistencia de un déficit financiero del sector público global reducido del orden del 5,7% del PIB (2010-2013). También se dieron importantes movimientos de capital externo con una economía internacional en un lento proceso de recuperación económica, el cual aún hoy día no se consolida. Finalmente, con una situación financiera del Banco Central que, si bien es mejor que la de las dos últimas décadas de siglo XX, sigue representando una restricción para el cumplimiento de sus objetivos y para el adecuado manejo de sus instrumentos de política monetaria y cambiaria. La mayor flexibilidad cambiaria: mayor control sobre la inflación En la consecución del objetivo primordial del BCCR se partió de los esfuerzos y logros alcanzados desde que se realizó el cambio en el régimen monetario/cambiario de minidevaluaciones a uno de banda cambiaria instaurado en la segunda mitad del año 2006 que, debe recordarse, era un régimen de transición hacia metas de inflación con flotación cambiaria administrada. 4 La Junta Directiva del Banco Central ha entendido el mantener la estabilidad interna de la moneda como una inflación baja y estable. Por otro lado, la estabilidad externa de la moneda se interpreta como una cuenta corriente de la balanza de pagos sostenible, financiada con entradas de capital de largo plazo sin generar presiones sin presiones excesivas en el tipo de cambio. 3 El objetivo del cambio era permitir al Banco Central tener mayor control sobre la inflación, por medio de instrumentos como son las tasas de interés o los agregados monetarios, en vez del control sobre el tipo de cambio o sus tasas de cambio, que era lo que existía en el sistema de minidevaluaciones. En este último esquema, el BCCR decidía el tamaño del cambio en el precio (tipo de cambio) y, a cambio, cedía el control sobre los cambios y niveles de la cantidad (dinero). Esto, porque para mantener el tipo de cambio en una tendencia deseada, cualquier desviación sobre esa tendencia la corregía con compras o ventas de dólares que como contrapartida tenía la venta o compra de colones, lo que le quitaba control sobre la oferta de dinero, que era determinada por la demanda. Aún un monopolista no puede controlar simultáneamente el precio y la cantidad, dado que enfrenta la limitación impuesta por la función de demanda (de dinero), que además puede ser muy volátil y hacer más difícil cualquier control. Con la banda cambiaria, se daba al tipo de cambio mayor flexibilidad, buscando con ello, como ya se dijo, tener más control sobre variables que influyen en la determinación de la tasa de inflación, como las tasas de interés y la liquidez.5 Además, con el cambio se buscaba que el tipo de cambio tuviera más flexibilidad para absorber choques internos y externos y que esos choques tuvieran efectos menores sobre otras variables como la inflación o la economía real, reduciendo la volatilidad de la economía. Esa modificación en el régimen monetario/cambiario, junto con el hecho de que la situación financiera del Banco Central venía mejorando (su déficit financiero disminuía) por el efecto de los ingresos por el impuesto inflacionario y las capitalizaciones parciales que se dieron en las últimas décadas, junto con la apreciación cambiaria del 2010 y la baja inflación internacional en todo el periodo, coadyuvó a que el crecimiento interanual de los precios domésticos, medido con el Índice de Precios al Consumidor (IPC), registrara en el periodo junio 2010 -abril 2014 un valor promedio de 4,8% y una menor variabilidad, respecto de lo observado entre noviembre 2002 y mayo 2010.6 Más aún, el Índice Subyacente de Inflación (ISI), que aproxima la presión inflacionaria causada por factores de naturaleza monetaria, registró una tasa promedio interanual de crecimiento de 3,5%, entre junio 2010 y abril 2014 (cuarenta y siete meses).7 5 Obviamente, cuando el tipo de cambio estuviera en los extremos de la banda y mientras estuviera allí, se volvía a un tipo de cambio controlado. La idea de las bandas era dar tiempo a los agentes económicos para aprender a convivir con un tipo de cambio más flexible, después de muchas décadas de tipo de cambio fijo o controlado. 6 Para el periodo noviembre 2002 – mayo 2010 la tasa promedio de crecimiento interanual del IPC fue 10,7%, con una desviación estándar de 2.7 puntos porcentuales, este último estadígrafo fue de 0,9 entre junio 2010 y abril 2014. Nótese que para 2011, 2012 y 2013 el efecto de la apreciación cambiaria sobre la tasa de inflación ya fue menor que en el 2010, porque fue en este último año donde se dio la apreciación. Del 2011 en adelante, el tipo de cambio fluctuó cerca o estuvo en el límite inferior de la banda cambiaria. 7 De 10,0% para el periodo noviembre 2002 y junio 2010. 4 La disminución en el déficit financiero del Banco Central Un hecho importante a destacar en este resultado de inflación baja es que, a partir de 2005-06, el monto de los activos remunerados del Banco Central empezara a superar a los pasivos con costo, siendo que esa diferencia había sido bastante negativa en el pasado, desde la crisis de la deuda de 1981-82 de la Administración Carazo. El menor déficit financiero del Banco Central desde 2005-06 se ha debido principalmente a que las tasas de interés de los activos son más bajas que las de los pasivos y no también a una diferencia negativa de en esos saldos. Pero, para efectos del éxito en bajar la inflación, lo importante es que el tamaño del déficit se empezó a ubicar en un nivel que la economía podía absorber por medio del aumento en la demanda por base monetaria a tasas de crecimientos del PIB real de cerca del 4% anual y con tasas de inflación del 4 ó 5% anual. Es decir, en esas condiciones financieras, el Banco Central no necesitaba monetizar e inflar la economía más allá del 4 ó 5% anual para cubrir al parte de su déficit financiero que no financiaba con deuda. De hecho, esta situación le permitiría, en condiciones normales (por ejemplo, sin compras esterilizadas de reservas internacionales), no tener que aumentar el saldo nominal de su pasivo de largo plazo (bonos de estabilización monetaria). Este es un fenómeno crucial para el futuro de las políticas del Banco Central porque, en cierto grado, le aumenta los grados de maniobra, dado que la tendencia es a que con el paso del tiempo su deuda vaya bajando como proporción del tamaño de la economía y que, consecuentemente, su déficit financiero también disminuya. Los grados de maniobra recién mencionados tienen que ver, por ejemplo, con que la mejora es su balance y estado de resultados, aunque siguen teniendo posiciones negativas, le ha permitido al Banco Central acumular más reservas monetarias internacionales financiadas con deuda. Esto, por medio de “pedir prestado” contra futuras bajas su déficit financiero o, lo que es lo mismo, posponiendo o disminuyendo al velocidad a la que baja su déficit financiero. También, sirve de base para una propuesta que queda disponible en el Banco elaborada durante el periodo de esta informe, para llegar a un acuerdo con el Gobierno de la República que razonablemente permita la capitalización del Banco y la eliminación de su déficit, consolidando la baja en la inflación y mejorando el manejo de la deuda pública interna en un solo emisor soberano y, muy posiblemente, con un menor costo.8 Evidentemente, estos márgenes de maniobra son relativamente pequeños y exagerar su uso pueden provocar que las finanzas del Banco Central entren en una situación insostenible, sobretodo si se abusa de sus compras de reservas internacionales y si suben los diferenciales de las tasas de interés de sus pasivos con relación a la de sus activos, como podría pasar si la situación fiscal del Gobierno no se soluciona rápidamente. 8 Como se señala más adelante, esto depende crucialmente de que se soluciones el problema fiscal del Gobierno. Sobre la propuesta véase el apartado titulado “La independencia y autonomía del Banco Central de Costa Rica”a partir de la página 36 de este informe. 5 b) La actividad económica y el empleo Esta reducción en la tasa de inflación es un logro importante para la sociedad costarricense; dado que inflaciones altas no solo son un impuesto regresivo que empobrece a los más necesitados, sino que impide que la economía crezca más rápido y genere mayor empleo, inversión y bienestar para su población. Este logro en materia de inflación estuvo acompañado de un ritmo de crecimiento económico satisfactorio. Si bien, el país enfrentó una demanda externa deprimida proveniente de países desarrollados, principalmente de Estados Unidos de América y de Europa, en el contexto de los efectos de la severa crisis del 2007-09, la actividad económica en Costa Rica creció a una tasa media anual de 4,1% entre mayo 2010 y febrero 2014, ligeramente menor al crecimiento potencial estimado en 4,4%. Adicionalmente, se reflejó en una tendencia también favorable en la tasa de empleo y la acumulación de capital físico privado. Si bien el desempleo de la mano de obra subió en el 2010 y hasta mediados del 2013, en los últimos trimestres ha mostrado una clara tendencia a la baja. Después de estar por encima del 10% de la población económicamente activa, a finales del 2013 ya mostraba una baja a niveles del 8,3%, aún con crecimientos en la tasa de participación neta de la población. Es decir, ha sido una baja en el desempleo en los últimos trimestres que ha venido acompañada de aumentos en la tasa de ocupación de la población. Por otro lado, la tasa promedio de variación de la inversión privada, interna y externa, en los últimos 4 años ha sido del 11,5% anual. Esto ha ayudado a mantener, junto con el crecimiento moderado del consumo privado y de la demanda externa, el buen ritmo de actividad económica y la mejora en los indicadores de empleo antes señalados. c) La estabilidad externa de la moneda: sostenibilidad de la balanza de pagos En cuanto a la estabilidad externa, el país ha seguido atrayendo influjos de inversión extranjera directa, en el orden del 5% del PIB anual. Estas entradas de capital han permitido financiar sanamente el déficit en cuenta corriente de la balanza de pagos. Esa inversión ha venido atraída por las condiciones favorables que el país ofrece en términos de protección al inversionista, la paz, la estabilidad, la seguridad jurídica y la buena calidad de la mano de obra, entre otros. Además de esos ingresos de capital, han existido otros recursos del exterior, públicos y privados, que permitieron acumular reservas internacionales en niveles de los más altos que ha tenido el país, alrededor de EUA $7.775 millones a finales de abril del 2014, equivalente al 15,3% del PIB estimado para el 2014 y cerca de EUA $3.833 millones más que el saldo de reservas registrado a finales de mayo del 2010.9 9 En la sección III de este documento titulada “Política monetaria y cambiaria, perspectiva temporal junio 2010 - mayo 2014” se describen los dos programas de compras de reservas monetarias internacionales que el 6 Lo anterior, constituye un blindaje para la economía costarricense en el contexto del proceso de retiro gradual de los estímulos monetarios en economías desarrolladas y de eventuales incrementos en las tasas de interés internacionales. Si bien lo anterior permite establecer que la situación externa del país ha sido estable por el lado de la sostenibilidad de la balanza de pagos, el otro elemento importante en esta materia ha sido el comportamiento del tipo de cambio. Sobre el comportamiento de esta variable cabe aquí decir que, dentro del régimen de banda cambiaria vigente (que no sufrió mayor modificación en el periodo del informe), el tipo de cambio se mantuvo en ese lapso de tiempo muy cerca del límite inferior de la banda (500 colones por dólar). Esto, por las presiones de las importantes entradas de capitales externos. Ese capital vino al país en buena parte inducidas por las bajas tasas de interés que prevalecieron en los mercados internacionales y, en algunos subperiodos del informe, por las altas tasas de interés domésticas y las expectativas de estabilidad cambiaria. Por otro lado, desde finales de enero hasta mediados de marzo del 2014, el tipo de cambio se vio afectado al alza y su volatilidad aumentó. Esto se discute en detalle más adelante. En cuanto a la composición de las reservas monetarias internacionales (RIN), el Banco Central procuró con su gestión minimizar los distintos tipos de riesgos financieros con el fin de conservar el capital y la liquidez. Además, subordinado a estos objetivos se buscó maximizar el rendimiento, según las condiciones del mercado. Durante este lapso, hubo cambios en los lineamientos de gestión de reservas para reducir, entre otros, la exposición por efecto de la crisis financiera en la zona del Euro y volatilidad de los mercados financieros internacionales por periódicas amenazas sobre las finanzas del Gobierno de los Estados Unidos.10 d) La estabilidad del sistema financiero El sistema financiero costarricense estaba a inicio del periodo de este informe sufriendo los efectos que la crisis internacional había tenido en la economía nacional. La cartera de los intermediarios financieros se había deteriorado moderadamente por préstamos a sectores que habían crecido en forma importante en el auge previo a la crisis. Especialmente, sectores ligados al turismo y bienal raíces, que vivieron en ese periodo una burbuja derivada de la que se daba en el mercado inmobiliario de los EUA. Durante 2010 e inicios del 2011, los bancos fueron limpiando sus carteras de las pérdidas que les representaron esa transacciones y gradualmente fueron logrando estabilizarse, Banco Central llevó a cabo, que explican una parte del aumento de reservas internacionales en el periodo del informe. 10 Para mayor detalle, véanse los Informes de Gestión de las Reservas Monetarias Internacionales para diferentes semestres en (http://www.bccr.fi.cr/publicaciones/politica_cambiaria_sector_externo/ ). El último informe, el del segundo semestre del 2013 se encuentra en http://www.bccr.fi.cr/publicaciones/politica_cambiaria_sector_externo/Informe_Gestion_Reservas_Internacional es_II_sem_2013.pdf. 7 aunque algunos vieron disminuir su suficiencia patrimonial, que les requería aumentar su capital accionario y generar utilidades para capitalizarse. Aquellos que tuvieran limitaciones de capitalizarse de esas maneras, debían de limitar el crecimiento de su cartera de crédito e invertir en activos de menos riesgo. Las entradas de capitales, excedentes monetarios y el límite de crédito Posteriormente, en el segundo semestre del 2012, el sistema financiero se vio afectado, igual que el resto de la economía, por fuertes entradas de capitales externos atraídos por las bajas tasas de interés en el exterior y las altas tasas en los mercados locales.11 Esto promovió un mayor endeudamiento de las personas y empresas costarricenses en moneda extranjera, que llevó a los bancos a un creciente y riesgosos endeudamiento en el exterior para fondear la demanda de crédito del público. Simultáneamente, esas entradas de capitales externos, a las que se sumaron los bonos colocados por el Gobierno en el exterior, hicieron que el tipo de cambio llegara al piso de la banda y que el Banco Central tuviera que comprar dólares en forma masiva para sostener el nivel inferior de la banda cambiaria. Ante estos fenómenos, el Banco Central adoptó medidas tendientes a evitar que esas monetizaciones llevaran a desequilibrios que pusieran en peligro tanto la inflación, que podía subir, como la estabilidad del sistema financiero, que podía deteriorarse por una excesiva dolarización y un posible alto crecimiento en el crédito. Para ello, el Banco estableció límites al crecimiento del crédito bancario al sector privado al inicio del año 2013, que los eliminó en julio de ese año y, paralelamente, buscó colocar BEM (bonos de estabilización Monetaria) para esterilizar los altos excedentes monetarios provocados por las fuertes entradas de capitales del exterior. 12 Estas medidas se 11 El BCCR destacó cinco factores que presionaron las tasas de interés en colones en el periodo entre noviembre de 2011 y agosto del 2013: i) el saldo de la deuda pública colocada en periodos anteriores, con su renovación; ii) los aumentos en la deuda pública producto del déficit financiero del año en curso (gobierno y BCCR); iii) los aumentos en la deuda del Gobierno para obtener fondos para pagar la amortización de la deuda externa; iv) las mayores captaciones de depósitos en colones de los banco scomerciales para financiar la expansión del crédito en colones; y v) las nuevas captaciones de otras entidades públicas no financieras, para financiar algunos de sus programas de inversión. A partir de setiembre de 2013, hubo factores que presionaban a la inversa, es decir a la reducción de las tasas de interés y que fueron: a) las entradas masivas de capitales externos para invertir en bonos de gobierno; b) las colocaciones de bonos del gobierno en el exterior que le ayudaron a disminuir las presiones de las fuentes ii) y iii) de la lista anterior; c) la llamada de atención de la Presidenta de la República a los bancos estatales para que revisaran sus políticas de fijación de tasas de interés; y, d) el cambio en la metodología de cálculo de la tasa básica pasiva. 12 La mayoría del sistema financiero y de las cámaras empresariales privadas se opusieron a la medida de límite de crédito alegando que iba a disminuir la actividad económica. Sin embargo, difícilmente encuentra uno en sus declaraciones y comentarios privados, aun de los economistas entre ellos, consideraciones sobre los riesgos que el Banco Central gestionaba con esas medidas. En muchos casos no reconocieron que esos riesgos, de materializarse, hubieran tenido consecuencias mucho más negativas que la que podría haber tenido el límite que dejaba margen para crecer adecuadamente en colones. De hecho, cuando las medidas tuvieron los efectos deseados por el Banco Central, que le permitió anunciar ya desde abril del 2013 que era factible que las quitara anticipadamente (ver diarios nacionales del 16 de abril del 2013), más bien dijeron que las medidas habían sido innecesarias porque ya no existían esos riesgos. Lo que más llama la atención es que muchos banqueros 8 complementaban, porque los límites de crédito frenaban cuantitativamente el crecimiento del crédito al sector privado.13 Con ello, el Banco compraba tiempo para poder esterilizar los excedentes monetarios con la colocación de bonos de estabilización, que se había convertido en un instrumento menos eficaz que en el pasado, dado que las tasas de interés en colones no podían subirse para colocar más rápido los BEM sin empeorar la situación, porque ello atraería más capitales financieros del exterior. 14 Adicionalmente, junto con el Ministerio de Hacienda, el Banco Central planteó un proyecto de ley para dotar al Ministerio y al Banco de instrumentos temporales de naturaleza tributaria y de encaje, respectivamente, que permitieran disminuir la rentabilidad de las inversiones financieras que realizaran en el país inversionistas extranjeros, siempre y cuando esas entradas produjeran desequilibrios monetarios y económicos importantes. Con solo la presentación del proyecto de ley a la Asamblea Legislativa en enero del 2013, las entradas de capitales disminuyeron considerablemente. El proyecto fue aprobado y se convirtió en ley a finales del 2013, lo que deja al país con instrumentos de uso temporal para lidiar mejor con efectos como los que ocurrieron en el segundo semestre del 2012. En este entorno, el Banco Central también siguió una política activa de comunicación donde advirtió a la población de los riesgos de abusar del endeudamiento en moneda extranjera. Sobretodo porque desde mayo de 2013 el Banco de la Reserva Federal de los EUA había advertido que podría iniciar el paulatino retiro de sus estímulos monetarios en algún momento al final de ese año o inicio del siguiente. defendieron parte de sus argumentos alegando que la demanda de crédito era la que determinaba en que moneda se debía hacer los créditos y que preferían dólares, lo que puede tomarse como una evidencia de que enfrentaban el riesgo moral que se menciona en la nota de pie número 13. Esa posición de los banqueros supone que ellos no tienen influencia sobre las decisiones de sus clientes ni una obligación frente a sus socios y depositantes de manejar adecuadamente los riesgos y balancear estos contra las ganancias de corto plazo. 13 Como se explica en detalle en el documento del Programa Macroeconómico del 2013-14 de enero del 2013 y su revisión en julio de ese mismo año, el límite era efectivo en el crecimiento en dólares, que era el que estaba causando más problemas. En el crédito en colones, los límites dejaban espacio suficiente para crecer más de lo que había crecido en el año anterior y si los bancos lo hubieran querido, para sustituir lo que no podía crecer el crédito en dólares. Obviamente, los créditos en colones tenían tasas de interés más altas que las de dólares, pero como un buen banquero sabe, eso no necesariamente quiere decir que el costo total, incluyendo los riesgos, especialmente los cambiarios, hace que esa diferencia siempre sea favorable a los créditos en dólares. Es responsabilidad primaria de los bancos explicar esto a sus clientes e influir en sus decisiones para que los riesgos se manejen correctamente. De lo contrario, se podría estar en presencia del mencionado riesgo moral, donde los bancos y sus clientes podrían estar buscando utilidades de corto plazo amparados a que si hay problemas por materializarse los riesgos el Banco Central o el Gobierno los rescatarían, como ha ocurrido muchas veces en el pasado, especialmente en la banca estatal (FODEA, etc.). Contra esas percepciones es que iban dirigidas las acciones y medidas del Banco Central y las adoptadas luego por el CONASSIF y la SUGEF. 14 Con la expectativa de que la Asamblea Legislativa iba dictar una nueva ley autorizando al Gobierno a colocar hasta EUA $4.000 millones de bonos en el exterior, EUA $ 1.000 millones por año, después de que Costa Rica había estado ausente de los mercados internacionales por varios años, algunos intermediarios financieros del exterior empezaron a convencer a sus clientes de que ara atractivo incluir bonos de Costa Rica en sus carteras de inversión. Lo hicieron por varios centenares de millones de dólares. Por eso se considera que la efectividad del instrumento de colocar bonos había variado: la economía nacional se había integrado un poco más a los mercados financieros internacionales. 9 El Banco Central alertó a la sociedad que eso podría llevar a un aumento en las tasas de interés internacionales y en los tipos de cambio en países como el nuestro. De hecho, el solo anuncio llevó a aumentos en los intereses en dólares y a depreciaciones en sus tipos de cambio. En Costa Rica, estos efectos empezaron a darse más tarde, a inicios del 2014, principalmente porque, a diferencia de otros países en desarrollo, en el nuestro el Gobierno de la República estuvo vendiendo cantidades diarias importante de dólares en el mercado de divisas, que contrarrestaron la evidente caída en el superávit cambiario del sector privado que se empezó a manifestar desde mediados del 2013 y que para finales del ese año había casi desaparecido y se convirtió en déficit en enero de 2014. El Banco Central, por medio de su Presidente, también apoyó en el CONASSIF las medidas tendientes a aumentar la solidez, liquidez y estabilidad de los intermediarios financieros, con una serie de medidas que entraron en vigencia gradualmente a inicios del 2014. Esas medidas incluyen, entre otras, disposiciones para que los bancos tengan mejor cobertura de los riesgos que representa en conceder crédito en dólares a personas o entidades no generadoras de dólares. Esto responde así al llamado que el Banco Central realizó durante casi todo el periodo de la prudencia que los bancos y sus clientes, así como los reguladores y supervisores, debían tener en el manejo del endeudamiento en moneda extranjera. Además, el Banco Central insistió en que era necesario que los precios y tasas de interés en dólares empezaran a reflejar el verdadero riesgo para los particulares de adquirir activos o pasivos en dólares, para evitar el riesgo moral contra las reservas internacionales de la Nación. Riesgo que consiste en que las personas y empresas crean que si se daba una crisis, el Estado les va a evitar la quiebra o la pérdida de sus activos adquiridos con el crédito en dólares. Con precios y tasas de interés que reflejaran esos riesgos, lo que no ocurre totalmente hoy, alertó el Banco Central, las personas y empresas podrían hacer una valoración correcta de la conveniencia o no de endeudarse en moneda extranjera, mejorando la estabilidad potencial del sistema financiero y la economía nacional.15 La banda cambiaria: ¿por qué no se eliminó ante la entrada de capitales externos? En general, el Banco Central fue exitoso en lidiar con los fenómenos recién descritos. Es cierto que se discutió y eventualmente se descartó otra medida que también habría llevado a reflejar mejor el riesgo cambiario en los precios y tasas de interés de los activos y pasivos en dólares: eliminar la banda cambiaria y pasar a un tipo de cambio más flexible. Sin embargo, la Junta Directiva del Banco consideró que hacerlo en medio de las fuertes entradas de capitales del exterior habría llevado a una apreciación mayor del tipo de cambio real, imponiendo costos adicionales a los exportadores de bienes y servicios y a los productores de sustitutos de importaciones. 15 Estos temas fueron cubiertos en detalle en la ponencia del Presidente del Banco Central titulada “Reformas Financieras: Visión a Futuro”, presentada en un seminario de la Academia de Centroamérica y la Asociación Bancaria Costarricense, celebrada el Mayo del 2013 y disponible en http://www.bccr.fi.cr/discursos_presentaciones/PresentacionRABZ30AniversarioABC.pdf. Además, algunos de ellos se tocan en los documentos de los Programas Macroeconómicos y su revisiones de 2012-13,2013-14 y 2014-15 y en varias ponencias y conferencias de prensa. 10 Dado que las políticas monetarias expansivas en los países desarrollados, especialmente en lo EUA, habían venido fomentando tasas de interés muy bajas en esos países y, por ello, salidas de capitales de esos lugares hacía nuestras economías en desarrollo, donde las tasas de interés y rendimientos al capital bajaron pero siempre mantuvieron diferenciales altos con respecto a las internacionales, los tipos cambio nominales y reales de nuestras monedas se habían apreciado frente al dólar. Sin embargo, se actuaba bajo el entendido o casi certeza de que ese era un fenómeno transitorio, que duraría varios años, pero que eventualmente se retornaría a una normalidad donde las tasas de interés volverían a niveles normales más altos en los países desarrollados y que las entradas de capitales se revertirían o reducirían. En esas condiciones, un dilema de política económica fue si era conveniente dejar apreciar más el tipo de cambio, para que esa flexibilidad ayudara, con el riesgo cambiario que significaba en las inversiones en moneda nacional, a disminuir las entradas de capitales. O, por el contrario, si era más conveniente no eliminar la banda cambiaria y, dadas las fuertes entradas de capital, incurrir en el costo económico y financiero de sostener el tipo de cambio en el valor inferior de la banda cambiaria de 500 colones por dólar y esterilizar las entradas de capitales colocando bonos de estabilización y otras medidas complementarias como los límites de crédito y encajes a las entradas de capitales externos. Esto ayudaría a los exportadores y productores de sustitutos de importaciones a no ver reducida sus utilidades y mantener la producción y el empleo que generaban, ganando tiempos mientras la situación internacional volvía a lo normal y el tipo de cambio se volvía a depreciar. No eliminar la banda cambiaria en esas circunstancias fue una decisión de política económica con fuerte presión de los grupos interesados (exportadores, sistema financiero, sectores políticos dentro del sector público y del privado), donde, después de ponderar los costos y beneficios de las opciones disponibles, se llegó a esa conclusión. Lamentablemente, el costo lo asumió la sociedad por medio de un mayor déficit fiscal, al financiarse ese costo con una mayor deuda pública del Banco Central, que vino a aumentar el déficit financiero de la institución. Es probable que ese costo se absorba por a las reducciones futuras del déficit financiero del Banco, o sea, que se tarde más tiempo en reducir ese déficit por los efectos antes descritos en este documento en la parte titulada “La disminución en el déficit financiero del Banco Central” en la página 5. Pero, definitivamente, la decisión fue una de las más difíciles en la Junta Directiva del Banco en el periodo de este informe y, evidentemente, conllevaba la imperfección de hacer política económica sin un financiamiento adecuado de sus costos, aumentando el déficit fiscal por medio de la deuda adicional del Banco Central. Es claro que otras formas de financiamiento (incluida deuda del gobierno de la República) hubieran requerido pasar por la Asamblea Legislativa, con las dificultades que eso conlleva. Las consecuencias sobre la independencia y autonomía del Banco Central que significa poder cargar a su balance esos costo sin que haya una disposición legal para que el Gobierno posteriormente se haga cargo de esos costos de política económicas de Estado, como es lo 11 normal en bancos centrales más avanzados en su desarrollo institucional, tanto en países desarrollados como en países en desarrollo, se tratan más adelante.16 Los altos diferenciales de tasas de interés pagados por los bancos públicos A mediados del 2012, se presentó un fenómeno anormal en las tasas de interés pasivas pagadas por los bancos públicos. Esos bancos, que normalmente pagan las tasas más bajas del mercado en su captación de depósitos, empezaron a pagar las tasas más altas en los depósitos realizado ene ellos por las entidades públicas no bancarias, especialmente en los plazos que son capturados por la metodología para calcular la tasa básica pasiva (TBP) y en las transacciones de mayor tamaño. Se dio una amplia discusión sobre el tema, que llevó incluso a la Presidenta de la República a hacer un fuerte llamado de atención a los bancos estatales para que revisaran esos diferenciales. En el medio financiero se alegó que los bancos podían estar tratando de influir sobre la tasa básica tanto por los niveles de las tasas de interés que pagaban a las entidades públicas, como por el mayor tamaño que esas captaciones representaban, factores ambos que, en la metodología de cálculo vigente en ese entonces, hacía subir el nivel de la TBP. Como contraparte a ese mayor costo, se alegaba, los bancos hacían subir sus ingresos porque la mayor TBP subía la tasa de interés de los créditos concedidos por los bancos en colones con tasa flotante atada a la TBP. Los bancos públicos rechazaron categóricamente esos alegatos, aunque nunca dieron una explicación convincente de por qué pagaban tasas de interés más altas que las de intermediarios financieros de mucho mayor riesgo. El Banco Central, cambió a finales del 2012 al metodología de cálculo d la TBP, para evitar que las acciones de cualquier intermediario financiero, independientemente de su tamaño, pudiera tratar de modificar el nivel de la TBP con las captaciones de unas pocas operaciones. Posterior a eso, los bancos públicos volvieron a ser los que pagaban las tasas de interés más bajas en sus depósitos en relación con las de otros intermediarios. e) Resultados En resumen, en cuanto a la estabilidad del sistema financiero y, en realidad, de toda la economía, la estrategia que siguió el Banco Central para lidiar con los desequilibrios producidos por las fuertes entradas de capitales del exterior dio los resultados esperados, porque la inflación se mantuvo dentro del rango meta y no se llegó a dar un desequilibrio monetario que llevara a un excesivo crecimiento del crédito. El crédito en moneda extranjera sí continuó aumentando en forma rápida y su fondeo externo también. Sin embargo, los factores externos que llevaron a iniciar la tendencia al alza en las tasas de interés internacionales y a depreciar los tipos de cambio desde 2013 y que en Costa Rica se manifestaron en materia cambiaria a finales de enero del 2014, llevaron a una 16 Véase la parte titulada “La conveniencia y amenazas para que la inflación siga baja” a partir de la página 30 del presente informe. 12 acelerada reducción en la velocidad a la que venía expandiéndose el crédito bancario en dólares y al fondeo externo de los bancos. Esto significó que, por factores fuera del control nacional, el riesgo proveniente del rápido crecimiento del crédito en dólares y de su fondeo en el exterior se redujo. El Banco Central no tomó durante el 2013 medidas como quitar la banda cambiaria por los costos que eso impondría al sector exportador. Tampoco impuso encajes a los créditos bancarios obtenidos en el exterior de mediano y largo plazo, como ya lo había hecho en a inicios del 2011 con los de corto plazo. Eso se justificó por el hecho de que la economía venía desacelerándose. Pero, el Banco si advirtió oportunamente que las condiciones internacionales iban a cambiar, por los anuncios hechos por el Banco de la Reserva Federal en mayo del 2013. En ese sentido, cabe esperar que los agentes económicos hayan escuchado las alertas que a tiempo dio el Banco Central y así hayan evitado efectos negativos cuando se dieron los cambios anticipados. III. Política monetaria y cambiaria, perspectiva temporal junio 2010 - mayo 2014 Esta sección considera, en una perspectiva temporal, enfatizando la secuencia en el tiempo del accionar de la Institución durante el periodo del Informe que se rinde, las principales decisiones adoptadas por la Junta Directiva del Banco Central de Costa Rica, así como el contexto económico que las justificaron. Por esa razón, se pasa muy rápido sobre aquellas que ya tuvieron un tratamiento más detallado en la sección anterior. En los últimos cuatro años la política del Banco Central ha contribuido considerablemente a estabilidad de la economía costarricense manifiesta en términos de inflación, producción y generación de empleo. Esta labor se ha realizado tomando en consideración la condicionalidad que plantean los alcances y limitantes de la política monetaria y cambiaria de un Banco Central. En ese sentido, y teniendo claro que: • la inflación es en el mediano plazo, un fenómeno de naturaleza monetaria, pero que en el corto plazo se encuentra afectado por el impacto de choques de oferta (internos y externos), factores inerciales y por el comportamiento de las expectativas, • el crecimiento económico y el grado de competitividad de una economía dependen, entre otros elementos de la cantidad y calidad de los factores productivos que se posea, el estado de la tecnología, la integración de actividades productivas, las condiciones jurídicas y empresariales en que se realicen las actividades productivas y la infraestructura. Sobre la mayoría de este conjunto de condicionantes, la injerencia de la política monetaria y cambiaria es limitada y en consecuencia el quehacer de un Banco Central se 13 restringe especialmente a lograr la estabilidad de precios, lo que permite una mejor asignación de los recursos económicos, una mejor toma de decisiones económicas y evita un impuesto altamente regresivo. Al respecto es importante acotar que la economía nacional, aunque ha crecido a tasas satisfactorias en estos últimos años, muestra una decreciente productividad de los factores, resultado entre otros de rezagos en infraestructura, obstáculos para realizar trámites, pocos incentivos a la innovación tecnológica. Si bien se han dado avances en algunos de estos campos, es necesario que la competitividad y productividad de nuestra economía aumente atendiendo los problemas que persisten en estos campos. En este contexto, la gestión del BCCR en el periodo 2010-2014, tal como se indicó en el primer apartado, procuró como objetivo de largo plazo la convergencia de la inflación local hacia la que muestran los socios comerciales. Cuando las condiciones macroeconómicas lo permitieron, también buscó influir en el corto plazo sobre la actividad económica por medio de reducciones en las tasas de interés para estimular, de manera transitoria, el consumo y la inversión. Además, en algunos caso se eliminaron medidas (el límite al crecimiento del crédito bancario) o posponer o no adoptar otras (encajes al endeudamiento bancario de mediano y largo plazo) que hubieran ayudado a cumplir con otros objetivos (estabilidad financiera y estabilidad de la balanza de pagos) pero que, como se destacó en la sección anterior, hubieran desacelerado la economía cuando crecía lento, dada una inflación bajo control. Año 2010: En perspectiva temporal, en el 2010 la economía mundial continuó con la fase de recuperación moderada, apoyada de manera importante por los estímulos fiscales y monetarios. Por su parte, la lenta recuperación de la demanda interna en las economías desarrolladas hizo posible que la inflación se mantuviera baja y, en el caso de los países emergentes, el dinamismo de la demanda interna no generó presiones sobre la inflación. Los mercados financieros presentaron una menor volatilidad y un aumento en el nivel de actividad bursátil, particularmente en los mercados de países emergentes, producto de la entrada de flujos de capital. En este contexto, el BCCR consideró que el principal reto de política para el 2010 era consolidar el proceso de desinflación observado en el 2009, con el fin de alcanzar en el mediano plazo niveles de inflación convergentes con los que registran los principales socios comerciales del país. En línea con lo anterior, el Banco Central continuó con las medidas tendientes a adoptar una nueva estrategia de control de la liquidez, en la cual la tasa de interés constituya el principal instrumento de política monetaria. En particular, propició una reestructuración de los plazos de su deuda, como parte del proceso iniciado en años anteriores para separar la gestión de su deuda de la administración de la liquidez en la economía. Por su parte, en materia de política cambiaria, mantuvo su compromiso con los parámetros de la banda cambiaria, dando continuidad al proceso de transición gradual y 14 ordenada hacia un régimen de flotación, en aras de incrementar la efectividad de la política monetaria; asimismo, continuó con las labores relacionadas con la promoción del inicio y desarrollo del mercado de instrumentos de cobertura cambiaria. Con respecto a la política financiera, el Banco Central participó en el estudio y revisión de los proyectos de ley que se habían presentado antes de junio de 2010 a la Asamblea Legislativa, relacionados con la supervisión financiera consolidada, un sistema de seguro de depósitos y un proceso de resolución bancaria, buscando su aprobación. Lamentablemente, estos proyectos no pudieron aprobarse, y como se comenta más adelante, probablemente los cambios de fondo que se han dado a nivel mundial en materia de supervisión financiera llaman a sustituirlos por textos nuevos y modernos. También requerirán de definir una estrategia legislativa que permita vencer la oposición de grupos financieros que se han opuesto a estas reformas y las han logrado bloquear. Por último, el Banco aprobó una modificación al Reglamento del Sistema de Pagos, para mejorar los servicios de pago provistos por esta Institución al sistema financiero y al público en general y, complementariamente, apoyar las acciones de política monetaria. También amplió las garantías del sistema de pagos a valores emitidos por las instituciones autónomas y por emisores no residentes (gobiernos soberanos). En el plano cambiario, durante el 2010 el mercado privado de cambios se caracterizó por una mayor disponibilidad de divisas, que acentuó la apreciación de la moneda nacional, observada desde agosto del 2009, lo cual hizo que el tipo de cambio en el MONEX tendiera a ubicarse cercano al límite inferior de la banda. En el segundo semestre se dio una fuerte presión de los grupos de exportadores de bienes y servicios para que el Banco Central aumentara el tipo de cambio para evitar los efectos negativos de la apreciación sobre la rentabilidad de esos sectores. Ante esas demandas, el Banco Central, condujo una férrea defensa de la posición de que esa política tenía un costo fiscal y que era necesario dotar al Banco Central de recursos no inflacionarios para cubrir sus costos. Que no era conveniente pedirle al Banco Central, por el solo hecho de que no tenía que pasar por la autorización legislativa para emitir más deuda para financiar ese costo si así lo decidía, siguiera un curso que era contrario a la política adoptada en cumplimiento de los objetivos que le manda la ley, de bajar la inflación. A diferencia de otras épocas, donde prácticamente era imposible para el BCCR bajar la inflación, por los elevados niveles de su déficit financiero, a partir del 2009, aproximadamente, ya fue posible bajarla y no hacerlo habría sido incumplir con la ley del BCCR. El BCCR argumentó que ya tenía un compromiso reflejado en el piso de la banda cambiaria y lo iba a defender, por lo que cualquier costo adicional no se justificaba, salvo que el Estado se hiciera cargo quitando recursos de una manera no inflacionaria a otros sectores para pasárselos al sector exportador. Eso considerando especialmente que, a diferencia de otros países, la inflación en Costa Rica apenas estaba empezando a bajar y no estaba todavía consolidada en términos de que los agentes económicos tuvieran expectativas consistentes con 15 las metas del BCCR.17 Las expectativas de inflación todavía eran mayores a las metas del Banco y seguir una política que llevaría a mayor deuda y mayor déficit del Banco Central, más allá de lo que el Banco había aceptado incurrir para defender en los niveles extremos de la banda cambiaria vigente, muy probablemente hubiera echado atrás parte importante de los logros obtenidos en materia de baja la inflación y en la credibilidad que los sectores sociales y económico podían tener en que el BCCR iba a cumplir sus metas de inflación. Esa tesis y presiones sobre el BCCR no desaparecieron y se repetirían en otros años siguientes, pero probablemente es justo decir que el BCCR logró resistir esas presiones de defender un tipo de cambio superior al piso de la banda cambiaria vigente durante el periodo del informe, y cumplir con el compromiso de una inflación baja. Con el propósito de fortalecer la posición de activos externos de la economía, ante la incertidumbre prevaleciente en los mercados financieros internacionales, el 1 de setiembre del 2010 la Junta Directiva acordó, con fines precautorios, un Programa de Fortalecimiento de Reservas Internacionales (PFRIN) para el periodo comprendido entre el 2 de setiembre del 2010 y el 31 de diciembre del 2011, hasta por un monto de EUA $600 millones, mediante el cual podrá hacer compras como máximo hasta por EUA $50,0 millones por mes. La participación del Banco Central para reconstituir reservas internacionales obedeció a que el país registraba un nivel de activos externos similar al observado a finales del 2007 y que, en términos del PIB, había venido decreciendo (15,6% en diciembre del 2007 y 11,9% en agosto del 2010). Por otra parte, la relación de reservas internacionales a PIB era inferior al promedio de 13,1% del subgrupo de países con un esquema monetario de metas de inflación y un grado similar de calificación crediticia. El año 2010 terminó con crecimiento de la economía bastante aceptable, del 5,1% en términos del PIB real. La tasa de desempleó cerró en el 9,1%.18 17 En países como Israel, Chile, Colombia o México, que fueron algunos que se usaron como ejemplos de que el Banco Central estaba tratando de depreciar su moneda para aumentar la competitividad de las exportaciones, ya la inflación baja está consolidada desde hacía muchos años y los bancos centrales tenían entre la población de su países una alta credibilidad de su compromiso con la inflación baja. Además, y esto es muy importante, los costos de las intervenciones cambiarias de esos bancos centrales los cubre el Gobierno de su país. Ninguna de esas características se cumplen ni se cumplían en Costa Rica, donde lo que predomina es la tesis de que el BCCR debe de inflar la economía para ayudar a los sectores productivos. Estas tesis contiene una buena dosis de ilusión monetaria, porque si no se cubren los costos de esas intervenciones con recursos no inflacionarios, el Banco Central lo que podría terminar haciendo, eventualmente, es aumentar la emisión de dinero para cubrir su mayor déficit financiero, lo que provocaría mayor inflación que no aumenta ni la productividad ni las utilidades. Como se discute más adelante, lo que hay que hacer en nuestro país es dejar la tesis inflacionista de lado y buscar los recursos sanos, ni inflacionarios ni que aumenten el déficit fiscal, para cubrir esas políticas económicas de Estado, que en ocasiones pueden estar plenamente justificadas por sí solas, pero no necesariamente cuando producen más inflación u otras distorsiones. Una actitud permisiva con la inflación tiende a abrir la compuerta para usar la emisión del BCCR y financiar de manera inflacionaria otros programas, con los perjuicios que ya la sociedad costarricense vivió por casi 30 años hasta el 2009, precisamente porque se usó al BCCR de esa forma en los gobiernos de los años 1974-81. 18 Los datos de desempleo de este informe se refieren a la Encuesta Continua de Empleo elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos. 16 Año 2011: En el 2011, el BCCR continuó con la adopción de medidas que buscaron consolidar la tasa de interés como el principal instrumento de política. Para ello buscó reducir la volatilidad de la tasa de interés del MIL, redefinió la tasa de política monetaria (TPM) como una tasa de referencia a un día plazo e inició las intervenciones diarias inyectando o drenando liquidez a un día plazo de manera activa (en subasta), según lo requieran las condiciones de liquidez. Con esas acciones el Banco estableció las bases, en el mercado de liquidez, para contar con un sistema de control monetario similar al que usan muchos otros bancos centrales alrededor del mundo, en particular aquellos que emplean el sistema de metas de inflación. Adicionalmente, el Banco buscó mejorar el canal de comunicación con la sociedad, como medida complementaria para facilitar la comprensión de las decisiones de política monetaria y cambiaria y con ello, coadyuvar en el proceso de formación de las expectativas para anclarlas en torno a la meta de inflación. Para ello, entre otros, inició la publicación de un boletín mensual que resumía las apreciaciones de la Junta Directiva al discutir los informes mensuales de coyuntura económica. El Banco Central también continuó analizando la experiencia internacional en torno a los mecanismos de intervención cambiaria, para considerarlas en el proceso tendiente a la adopción de un régimen de flotación cambiaria. Asimismo, puso a disposición del sistema financiero facilidades de crédito contingente y continuó trabajando en otros proyectos orientados a mejorar los servicios de pagos, entre ellos la firma digital. Además, modificó el capital mínimo de los bancos privados y de las empresas financieras de carácter no bancario. En cuanto al encaje mínimo legal, en razón del fuerte endeudamiento del sistema financiero doméstico con el resto del mundo, en abril del 2011, se estimó necesario fortalecer el control monetario extendiendo la aplicación de este instrumento a pasivos originados en endeudamiento externo de corto plazo (y operaciones externas cuya realidad económica fuese similar a éste); esta medida entró en vigencia gradualmente a partir del 1 de setiembre del 2011 con una tasa de 5%, de 10% en octubre y 15% en noviembre del 2011. Para dar cumplimiento al objetivo subsidiario asignado al Banco Central en el artículo 2 de su Ley Orgánica, referente a promover un sistema de intermediación financiera estable, eficiente y competitivo, la Junta Directiva del Banco Central, de manera precautoria tomó medidas para atender requerimientos extraordinarios de liquidez en el sistema financiero. Estas medidas básicamente fueron: i) ampliación del catálogo de instrumentos permitidos como garantía en el MIL, y. ii) se puso a disposición del sistema financiero las facilidades de crédito contingente en el MIL, así como líneas de crédito para atender faltantes sistémicos de liquidez.19 19 Durante el 2012 y 2013, grupos técnicos del BCCR y de los bancos comerciales trabajaron en una serie de mejoras a esas líneas de crédito, que se enviaron en consulta pública a inicios del 2014. Lamentablemente, no fue 17 En los últimos meses del año, el Gobierno de la República aumentó en forma considerable las tasas de interés sobre sus bonos en moneda nacional, con el propósito de cubrir su déficit financiero y captar recursos en colones para comprar dólares en el mercado y con ello amortizar la deuda interna. En el 2011 la tasa de crecimiento del PIB cerró en un 4,5% ligeramente por encima del crecimiento del PIB potencial estimado por el BCCR. Sin embargo, el desempleo aumentó del 9,1% en el último trimestre del 2010 al 10,4% en ese mismo periodo del 2011 Año 2012: En el 2012, se enfrentó un difícil entorno económico internacional y un contexto interno caracterizado por la persistencia de las vulnerabilidades en las finanzas públicas, que dificultaron el mantenimiento de la estabilidad interna. Asimismo, en el último trimestre, el país presentó un aumento en la disponibilidad de divisas que llevó al BCCR a realizar una activa política de intervención en defensa del límite inferior de la banda cambiaria. En materia cambiaria, el BCCR acordó poner en ejecución un segundo programa de acumulación de reservas internacionales para el período comprendido entre el 1 de febrero del 2012 y el 31 de diciembre del 2013, que permitiera la adquisición de divisas en el Monex hasta por EUA $1.500 millones. En 2012, el BCCR adquirió EUA $1.369,4 millones, y posteriormente alcanzó el límite máximo del programa de acumulación de reservas el 11 de enero de 2013. Del monto total, un 96,5% fue adquirido en defensa del límite inferior de la banda cambiaria, y un 82,6% se adquirió en el último cuatrimestre de 2012. Al igual que con el primer programa de acumulación de reservas, éste buscó mantener su nivel relativo al tamaño de la economía y a la evolución de los agregados monetarios, importaciones y deuda y de esta forma aumentar la posición de liquidez internacional del país. De manera subsidiaria y, también en apego a lo dispuesto en su Ley Orgánica, las acciones del BCCR también procuraron la eficiencia del sistema de pagos interno, así como la eficiencia, competencia y estabilidad del Sistema financiero nacional (SFN). En esta materia, completó la puesta en circulación de las denominaciones de la nueva familia de billetes, continuó con el proceso de apertura de oficinas de registro de firma digital, incrementó el capital de los bancos privados y de las entidades financieras no bancarias, ratificó la suscripción de un 40% de capital adicional en el Fondo Latinoamericano de Reservas (FLAR) e inició la conformación de un equipo de profesionales que se encargará del análisis y seguimiento del sistema financiero nacional (SFN) desde una perspectiva donde se presta especial atención a los factores de riesgo sistémico y a la formulación de propuestas de políticas macroprudenciales. Eventualmente, este grupo se transformaría en el 2013 en el Departamento de Estabilidad Financiera del Banco. posible aprobarlas antes del vencimiento del periodo de este informe y quedaron en estudio para una futura decisión de la Junta Directiva del Banco. 18 Por otra parte, durante el primer semestre del año, el BCCR incrementó las tasas de interés de sus instrumentos de deuda, en consonancia con los rendimientos del mercado financiero, que entre otros hechos respondieron a: • la necesidad del Ministerio de Hacienda de financiarse en el mercado local, tanto para atender su déficit, amortizar el creciente saldo de su deuda interna bonificada, así como la amortización de su deuda externa. • una mayor competencia por fondos prestables, producto de los requerimientos, antes comentados, del Ministerio de Hacienda, un incremento en la demanda de crédito en colones por parte del sector privado y captaciones del resto del sector público en el mercado local. El último cuatrimestre del año se caracterizó por un exceso de liquidez creciente, influido en buena medida por la monetización asociada a la compra de divisas por parte del BCCR en defensa del límite inferior de la banda cambiaria por las fuertes entradas de capitales del exterior, atraídas por los diferenciales de tasas de interés colones versus dólares y por las ventas que el Gobierno realizó de parte de los dólares que había obtenido con la primera colocación de bonos en el exterior. En este lapso, el BCCR pasó a tener en el MIL una posición deudora neta que se ubicó, en promedio, en ¢164.428 millones (equivalente a un 10,4% del saldo medio de la base monetaria del último trimestre del 2012); sin embargo, la activa participación del BCCR en el MIL permitió ubicar la tasa de interés promedio de este mercado en 4,9% (5,0% en el 2011), muy cercana a la TPM. Las tasas de interés en bonos en colones de mediano y largo plazo disminuyeron entre 4 y 5 puntos porcentuales y el tipo de cambio permaneció pegado en el nivel inferior de la banda cambiaria. En el 2012 la tasa de crecimiento del PIB cerró en un 5,1%, crecimiento bastante aceptable dado el entorno internacional y los problemas de alzas en las tasas de interés domésticas. En parte, ese crecimiento pudo haber estado influido por el dinámico crecimiento del crédito bancario, especialmente en dólares. La tasa de desempleo bajo casi en un punto en el ultimo trimestre del año con relación a 12 meses antes, ubicándose en 9,8%. Año 2013: El 2013, inició con dos retos importantes el manejo de los excesos de liquidez y el crecimiento en el saldo del endeudamiento externo de las entidades financieras. Por ello, las acciones de política monetaria se orientaron principalmente a absorber el exceso de liquidez para evitar que dicho exceso generara presiones de demanda que incidieran negativamente en el logro de la meta de inflación establecida por esta Entidad y buscar desincentivar el endeudamiento en dólares. Dichos flujos externos fueron propiciados por un contexto internacional de alta y barata liquidez (resultante de la política monetaria expansiva de las principales economías) y, sobretodo en el 2012, por condiciones internas, tales como las elevadas tasas de interés en 19 colones de los títulos valores locales y un tipo de cambio prácticamente fijo (“anclado” en el límite inferior de la banda cambiaria). Con este propósito, el BCCR colocó bonos de estabilización monetaria (BEM) e intervino activamente en el Mercado integrado de liquidez (MIL). Además, estableció una restricción temporal al crecimiento del crédito del sistema financiero al sector privado no financiero y colaboró con el Ministerio de Hacienda en la elaboración de un proyecto de ley para limitar el ingreso de capitales incentivados por diferenciales de tasas de interés. Esta coyuntura propiciaba el surgimiento de varios riesgos: • mayores presiones inflacionarias, • un ensanchamiento del déficit de la cuenta corriente de la balanza de pagos; y, • una creciente vulnerabilidad del sistema financiero por un excesivo endeudamiento en moneda extranjera para conceder crédito al sector privado, que en muchos casos se otorgaba a unidades cuya principal fuente de ingresos era en colones. En principio, el BCCR trató de trasladar el exceso monetario hacia instrumentos de deuda de mediano y largo plazo, pero la coyuntura limitaba el uso de las operaciones de mercado abierto. Ante esta situación y considerando que el encaje mínimo legal como instrumento de control directo estaba acotado, pues la tasa vigente era la máxima permitida por ley sin tener que incurrir en costos financieros, las autoridades del BCCR optaron por establecer una restricción temporal al crecimiento del crédito al sector privado no financiero. Dados los avances en cuanto a la esterilización de los excedentes monetarios durante el primer semestre de 2013 y los avances en cuanto a las disposiciones de CONASSIF y SUGEF (prevista para enero del 2014) para que el sistema financiero mejorara la cobertura de los riesgos de crédito en moneda extranjera, el BCCR decidió eliminar la restricción al crecimiento del crédito en julio y no en octubre, como estaba previsto. En términos generales, el resultado de estas medidas de control monetario fue satisfactorio y acorde con los objetivos planteados por el Banco Central cuando fueron establecidas, pues se limitó la posibilidad de que el exceso monetario se materializara en gasto y, en consecuencia, generara presiones adicionales de inflación, o en un aumento de los riesgos financieros por una rápida expansión del crédito. De hecho, en el 2013 los agregados monetarios líquidos y crediticios crecieron a tasas congruentes con la meta de inflación y el nivel de actividad económica, por lo que por esta vía no se incubaron presiones adicionales de demanda agregada. Sin embargo, una de las consecuencias negativas de las medidas adoptadas fue el aumento en el déficit financiero del BCCR, que subió en cerca de 0,4% del PIB por el costo en intereses de la considerable cantidad de BEM colocados para esterilizar el excedente monetario. Ese aumento en el déficit consumió buena parte del margen de maniobra del Banco para atender otros objetivos 20 diferentes a la inflación, margen al que se hizo referencia en la parte de este documento titulada “La disminución en el déficit financiero del Banco Central” en la página 5. No obstante, el límite al crecimiento del crédito al sector privado no tuvo los resultados esperados en cuanto a la composición de este agregado por moneda. Los intermediarios financieros continuaron recurriendo al financiamiento externo para canalizar esos recursos hacia operaciones internas denominadas en moneda extranjera, aunque en menor medida hacia finales del año. En adición a las medidas anteriores, con la intención de limitar el ingreso de capitales incentivados por diferenciales de tasas de interés, el BCCR trabajó en coordinación con el Ministerio de Hacienda en la elaboración del proyecto “Ley para Desincentivar el Ingreso de Capitales Externos”, el cual fue enviado por el Poder Ejecutivo a la Asamblea Legislativa para su discusión. El contexto en la segunda mitad del 2013 fue diferente. Las operaciones cambiarias del sector privado mostraron un superávit menor en EUA $1.666 millones al observado en igual lapso del 2012, situación que fue compensada, en buena medida, por un menor requerimiento neto de divisas del sector público, por las ventas que realizó el Gobierno. En cuanto a actividad económica, el año empezó con una economía que venía desacelerándose desde finales del 2012, y el BCCR tomó en mayo del 2013 la decisión de apoyar una recuperación con una baja en la TPM de 5% al 4% y la volvió a bajar en diciembre a 3,75%. En el segundo semestre la economía tendió a acelerarse y el PIB creció a una tasa del 3,94% en el cuarto trimestre del año, contra 2,80% en el primer trimestre. La tasa de desempleo cerró a la baja en 8,1%.20 Año 2014: Desde enero del año en curso, el tipo de cambio ha mostrado una tendencia al alza.21 El Banco Central había alertado desde los primeros meses del 2013 que era probable que esto 20 Varias cámaras empresariales alegaron que las medidas temporales de limitar el crecimiento del crédito vigente entre febrero y julio del 2013 llevaron a la desaceleración de la economía. Definitivamente, el BCCR trató de limitar, como se explicó en la primera sección de este informe, el crecimiento del crédito en dólares al sector privado y eso pudo haber tenido ese efecto. Además, puede ser cierto que las medidas hayan tenido un efecto negativo sobre la confianza de grupos de consumidores. Sin embargo, en el Banco Central llamó la atención que los datos lo que mostraban era que la economía se fue acelerando durante el año (las tasas de crecimiento del PIB trimestral fueron 3,37% en el IV-2012 (cuarto trimestre del 2012), 2,80% en el I-2013, 3,16% en el II-2013, 3,76% en el III-2013 y 3,94% en el IV-2013. Uno de los sectores más vociferantes contra la medida del BCCR fue el de la construcción, alegó una fuerte caída en su actividad y en el empleo que generaba. Sin embargo, los datos de actividad económica del BCCR para la construcción con destino privado mostró, en el primer semestre del 2013, una de las tasas de crecimiento de las más altas de la economía y mayor que la del segundo semestre de ese mismo año, que también fue alta. Lo que si mostró tasas de actividad muy bajas o hasta negativas fue el sector construcción con destino sector público. Pero, el límite de crédito excluía al sector público, y lo que se podría haber visto afectado fue el crédito para construcción de vivienda social en el tanto se financiara en dólares, porque debe recordarse que en el crédito en colones más bien el límite no tuvo efectos. 21 El tipo de cambio promedio ponderado en este mercado acumuló una variación de 10,2% al 30 de abril del 2014 (con respecto al 30 de diciembre último). 21 ocurriera e hizo llamados a la prudencia, a personas y a empresas, para que actuaran teniendo en cuenta esas expectativas. Las advertencias que el Banco Central realizó reiteradamente, tanto en documentos como en conferencias de prensa y participaciones en medios de comunicación, se basaron en los anuncios que empezó a realizar el Banco de la Reserva Federal de los Estados Unidos de América. En ellos se anunciaba que ese Banco Central podría empezar, a finales del 2013 o a inicios del 2014, la reducción paulatina de los estímulos monetarios en ejecución desde hacía varios años para ayudar a reactivar la economía de ese país, en un ambiente de baja inflación. Esos anuncios y el análisis de expertos internacionales provocaron, desde mayo del 2013, reacciones en los mercados internacionales que empezaron a presentar alta volatilidad en las tasas de interés y en el precio de los bonos y acciones e iniciaron, particularmente en países emergentes, una tendencia a la depreciación de sus monedas. En Costa Rica el fenómeno de la depreciación cambiaria no ocurrió a la velocidad observada en países de Latinoamérica y otras regiones en desarrollo. A diferencia de lo que ocurría en esos países, en el nuestro el Gobierno de la República vendió a lo largo del segundo semestre del año EUA $740,5 millones en el mercado cambiario, lo que contribuyó a mantener el tipo de cambio cerca del piso de la banda cambiaria. i. El retorno gradual a la normalidad Los citados cambios anunciados por el Banco de la Reserva Federal en la primera parte del 2013, significaban que la economía más grande del planeta iniciaba un gradual retorno a la normalidad, después de años de fuertes expansiones monetarias, bajas tasas de interés y altos movimientos de capital, desde países desarrollados hacía naciones emergentes y en desarrollo, que apreció las monedas de los países receptores de estos recursos, reduciendo, en la mayoría de los casos, la rentabilidad de sus exportaciones. Ese regreso gradual a la normalidad significaba que, paulatinamente, se revertirían las tendencias de los últimos años: las tasas de interés de mediano y largo plazo en dólares en los mercados internacionales iniciaban el incremento hacia niveles más normales, no tan bajos como los habían tenido en los últimos años. Los movimientos de capital hacia los países emergentes y en desarrollo serían menores o en algunos casos se reversarían en flujos hacia los países desarrollados y sus monedas iniciarían una depreciación para volver a niveles más normales. En Costa Rica, desde inicios del segundo semestre del 2013 se percibía con claridad que estos fenómenos en los mercados internacionales, junto con la baja en la tasas de interés en colones que se dio a finales del 2012, disminuyeron el excedente neto de dólares en el mercado cambiario, y esa tendencia llevó a que esa diferencia casi desapareciera a finales del 2013. También, en el segundo semestre de 2013, varias organizaciones reaccionaron a toda esa información. Por ejemplo, en el sistema financiero, varios intermediarios empezaron a 22 aumentar su posición en moneda extranjera, probablemente ante la expectativa de aumento en el tipo de cambio. Por otro lado, también en el segundo semestre del 2013 las cifras mostraban una aceleración en los depósitos en dólares en el sistema financiero, que anteriormente habían mostrado tasas bajas o negativas de variación interanual. Además, el crédito en colones del sistema financiero al sector privado se aceleró en los últimos meses del 2013. Como se acaba de mencionar, a partir de mediados del 2013, la cantidad neta de divisas que sector privado llevaba al mercado cambiario por medio de las ventanillas de los intermediarios cambiarios fue disminuyendo hasta tornarse en un balance negativo. Este fenómeno se debió, principalmente, a lo que ocurría en los mercados internacionales en términos de los avisos, y posterior ejecución, del programa de retiro del estímulo monetario en Estados Unidos, así como a las reacciones internas descritas. Ello presionó al alza el tipo de cambio y exacerbó las expectativas de depreciación cambiaria. A lo anterior, se sumó el hecho de que a partir de enero del 2014, la demanda neta del sector público no bancario aumentó ante la reducción en las ventas de dólares por parte del Ministerio de Hacienda. Es decir, en Costa Rica también hubo, aunque con demoras, las consecuentes reacciones esperadas ante los anuncios realizados externa e internamente sobre los posibles cambios en variables como tasas de interés, tipo de cambio y flujos de capital externos. Aquellos que no reaccionaron como era de esperarse, lo hicieron bajo su libre escogencia y teniendo la información que el Banco Central y los medios de prensa divulgaron varias veces durante el 2013 e inicios del 2014, donde alertó sobre lo que se venía. ii. La intervención del Banco Central en el mercado cambiario El fenómeno observado en las ventanillas de los bancos y de otros intermediarios cambiarios quedó de manifiesto, también, en las negociaciones en el Monex y llevó a ajustes de magnitudes importantes en el tipo de cambio, que requirieron de la intervención del Banco Central en este mercado cambiario con el fin de reducir volatilidades excesivas en esta variable. 22 22 El Banco Central requirió vender divisas por EUA $381,6 millones entre enero y abril del 2014. Muchas personas que emitieron su opinión en esa época sobre los movimientos cambiaron lo hicieron sin fundamento alguno en el que sustentarlas. Muy criticable fueron las declaraciones del presidente de la Asociación Bancaria Costarricense en febrero del 2014 (véase el documento http://www.bccr.fi.cr/noticias/BCCR_rechaza_declaraciones_infundadas_sobre_mercado_cambiario.html) y las del presidente anterior de esa Asociación (Seminario de la Academia de Centroamérica de de marzo del 2014), cuando criticaron al Banco Central utilizando datos erróneos o actuaciones inexistentes y que eran contrarias a la información que el BCCR había dado a conocer al público y ellos tuvieron disponible en la prensa o en la página Web del Banco antes de realizar sus manifestaciones. 23 El Banco Central informó con detalle sobre los objetivos y las formas en las que ha intervenido. Explicó lo que hacía y puso en la página Web los montos diarios de la intervención a los pocos minutos del cierre del Monex.23 Además, la Junta Directiva acordó ampliar las acciones de intervención dentro de la banda cambiaria cuando la variación acumulada en el tipo de cambio le ubique en niveles no concordantes con la evolución de las variables que explican la tendencia de largo plazo de este macroprecio. Consideró el Directorio que, si el mercado no corrige esos desvíos, la intervención podría realizarse en varios días y por montos mayores a los establecidos para las participaciones intradía. Esta intervención interdía no había sido utilizada hasta la fecha de corte del presente informe. Estas dos modalidades de intervención se utilizan cuando lo determine la Comisión de Estabilidad Financiera del Banco, siempre dentro de los lineamientos que le definió la Junta Directiva. Sin embargo, la Junta Directiva del Banco consideró que, dada la naturaleza de nuestro mercado cambiario, en donde algunos participantes tienen alto poder de mercado, no es conveniente para el interés público dar a conocer el detalle de todos los criterios de intervención.24, 25 Esa información puede dar ventajas para que se atente contra las reservas monetarias internacionales del país que custodia el Banco Central y perjudicar a otros participantes del mercado de menor tamaño, procurando con ello ganancias excesivas. Por ejemplo, si se conocieran los criterios de intervención, algunos participantes podrían inducir alzas ficticias en el tipo de cambio para forzar las ventas del Banco Central al precio de intervención, si es que no hay otros vendedores dispuestos a recibir esos tipos de cambio. 23 Por ejemplo, véase el documento en http://www.bccr.fi.cr/publicaciones/politica_cambiaria_sector_externo/Intervencion_cambiaria.pdf. 24 Las justificaciones jurídicas de esta decisión son las siguientes: 1º) Inciso 1 del artículo 273 de la Ley General de la Administración Pública, que permite la declaración de confidencialidad en la sede administrativa de información, cuando ésta confiera un privilegio indebido o una oportunidad a terceros para dañar ilegítimamente a la Administración; 2º) Sentencia de la Corte Suprema de Justicia tomada en sesión N° 51 del 26 de agosto de 1982, al indicar que el derecho de obtener información de una entidad pública, aunque sea de rango constitucional, no puede anteponerse a otros altos intereses del Estado que la Constitución también protege, como son los relativos al orden público; y, 3º) Criterios de la Procuraduría General de la República, los que conforme al artículo 2 de su Ley Orgánica son jurisprudencia vinculante para la Administración Pública. En ellos se interpretan, entre otras normas, el alcance del artículo 30 de la Constitución Política relativa a la garantía del libre acceso a los departamentos administrativos con propósitos de información sobre asuntos de interés público, así como el citado artículo 273 de la Ley General de la Administración Pública. 25 Se presentaron dos recursos de amparo contra la decisión de la Junta Directiva. Uno de ellos la Sala Constitucional lo acaba de declararlo sin lugar y es posible pensar que algo similar ocurrirá con el segundo dado que los argumentos son muy parecidos. Cabe destacar que el manejo de los criterios de intervención clasificados como confidenciales por la Junta Directiva está sujeto a la fiscalización de la Auditoría Interna del BCCR, que reporta a la Junta Directiva del Banco, a su Comité de Auditoría y, muy importante, a la Contraloría General de la República. Esa Auditoría revisó los procedimientos en dos ocasiones entre enero y abril de 2014 y no encontró irregularidad. 24 iii. Otras variables durante los primeros 4 meses del 2014 En términos de actividad económica, la tasa de variación interanual del Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE) se ha venido acelerando, desde un 2,3% en enero a 4,8% en marzo del 2014. La tasa de desempleo llegó al 9,7% en el primer trimestre del año (9,5% en el 1er. trimestre del 2013). Dado la recuperación que venía teniendo la actividad económica y tomado en cuenta el efecto que tendría el aumento en el tipo de cambio observado en los primeros meses del año 2014 en la tasa de inflación, por el traslado a los precios en colones de los bienes transables, y considerando que las expectativas de inflación mostraron otra vez no estar suficientemente ancladas en la meta de inflación del BCCR,26 la Junta Directiva del BCCR subió la TPM en dos ocasiones. La primera fue en marzo del 2014, donde la tasa subió en 1 punto porcentual para llegar al 4,75% y una segunda alza en mayo de 0.5 punto porcentual para ubicarse en 5,25%. Estas alzas se hicieron para frenar los posible efectos de segundo orden del efecto traspaso del aumento del tipo de cambio en los precios de los bienes no transables, y buscando que la inflación se mantuviera dentro del rango meta establecido en el Programa Macroeconómico 2014-15. Hasta el momento del cierre de periodo de este informe, se puede decir que el control monetario realizado por el Banco Central ha permitido que los agregados monetarios y crediticios evolucionen acorde con la meta inflacionaria definida en el Programa Macroeconómico 2014-15. Como parte de su control monetario, el Banco Central ha venido disminuyendo la liquidez en colones por medio de esterilizaciones con bonos de estabilización monetaria y la venta de divisas. Con estas políticas el Banco Central busca eliminar excedentes monetarios producto de la preferencia del público por ahorrar en dólares en vez de colones que se ha manifestado al aumentar el tipo de cambio y restringir la liquidez tanto para que haya menos presión sobre el tipo de cambio como sobre los precios de los bienes no transables. De esta manera, con la política del BCCR, también se reversaría parcialmente la apreciación real del tipo de cambio ocurrida en los últimos 3 a 4 años y se iniciaría la vuelta a un tipo de cambio real más normal y más competitivo. Es probable que la tasa de inflación siga al alza en los próximos meses por los efectos al alza del tipo de cambio en los primeros meses del año, aunque no necesariamente se saldría del rango meta de 3 a 5%. Sin embargo, suponiendo que así ocurriera, debería ser un fenómeno transitorio, parecido a lo que ocurrió a principios del 2013 por el aumento en los precios de los bienes regulados. No se anticipa que el tipo de cambio vaya a seguir con aumentos al ritmo que lo hizo en febrero- marzo de este año. Por eso, se espera que el efecto del tipo de cambio sobre los precios se concentre en los próximos meses del año en curso. 26 En el mes de marzo ya las expectativas de inflación medidas por la encuesta del BCCR, empezaron a subir ante el aumento en el tipo de cambio. Han estado oscilando alrededor del 6,5% (6,9% en marzo 2014), después de que a finales del 2013 habían estado debajo del 6%. 25 En todo caso, el Banco Central debe seguir atento para toma las medidas que aseguren el cumplimiento de la meta de inflación.27 Resumen 2010-14: A manera de resumen la toma de decisiones de política monetaria y cambiara en los últimos 4 años estuvo condicionada por los siguientes elementos: • 2010 a mediados del 2013: Las entradas de capital inducidas por políticas monetarias expansivas en países avanzados, como Estados Unidos de América, y las bajas tasas de interés que prevalecieron en los mercados internacionales. • 2010 a 2013: La apreciación del colón y estabilidad cerca del piso de la banda cambiaria. • 2011-2012: La entrada en recesión de la zona del euro y los riesgos de una desintegración de ese bloque. • Mediados del 2012 a 1er. Trimestre del 2013: fuertes flujos de capital externos atraídos por las altas tasas de interés en colones asociadas con un déficit fiscal elevado y la presión de los bancos por captar recursos, en un ambiente de estabilidad cambiaria. • Mediados del 2012 a 1er. Trimestre del 2013: Los desequilibrios monetarios de esas fuertes entradas de capital. • 2012-2013: El creciente riesgo en el sistema financiero ante el alto endeudamiento en dólares. • 4to. Trimestre del 2012 a 1er. Trimestre del 2013: altos aumentos en precios de bienes y servicios regulados. 27 Hasta el 8 de mayo del 2014, la Junta Directiva del BCCR había acordado seguir la estrategia de bajar la inflación con un esquema monetario/cambiario moviéndose gradualmente hacia metas de inflación. En las últimas semanas después de esa fecha han surgido interrogantes sobre si las decisiones administrativas de la Presidencia del Banco y los Comités nombrados por la Junta Directiva con atribuciones para tomar decisiones de aplicación de la política y programación, podrían llevar a una situación diferente a la aprobada por la Junta Directiva. Por ejemplo, se alega, se podrían establecer límites de intervención cambiaria suficientemente estrechos como para que el tipo de cambio varíe poco y se esté en el equivalente de un tipo de cambio fijo. Además, que se puede dejar que la liquidez en el mercado MIL aumente dejando vencer los BEM sin que se renueven y permitiendo que la tasa efectiva de ese mercado empiece a estar consistentemente por debajo de la TPM. Si algo como esto ocurriera, no solo se estaría modificando la estrategia, programación y política aprobada por la Junta Directiva, sino que se haría sin tener las atribuciones para hacer ese cambio, que sería un cambio mayor en la política monetaria del Banco Central. En mi criterio, esas alegaciones son infundadas, y si hay cambios de fondo en la política monetaria estos se empezarán a ver en las decisiones que adopte la Junta Directiva en las próximas semanas, especialmente con la revisión de medio año del Programa macroeconómico, que normalmente el Banco da a conocer a finales del mes de julio del año en curso. 26 • Mayo 2013 a mayo 2014: proceso de reversión de las políticas monetarias expansivas en los Estados Unidos de América, con efecto de presión al alza en las tasas de interés internacionales y en los tipos de cambio de países emergentes. • Primeros meses del 2014: Las intervenciones del Banco Central para evitar fluctuaciones violentas y desvíos en la tendencia del tipo de cambio, dejando suficiente flexibilidad al tipo de cambio para encontrar su nuevo sendero en las nuevas condiciones internacionales. posibles efectos de la devaluación cambiaria sobre la estabilidad de los intermediarios financieros y sus clientes; mejora en la rentabilidad de las exportaciones por el aumento en el tipo de cambio. El Banco Central consideró que sus políticas y uso de instrumentos ayudaron a tener resultados exitosos al enfrentar esos choques y que eso se logró con mejoras de la economía en términos de producción, precios, balanza de pagos y estabilidad del sistema financiero. Sin embargo, las medidas adoptadas aumentaron el déficit financiero del BCCR, en cerca de 0,4% del PIB. Ese aumento en el déficit consumió buena parte del margen de maniobra del Banco para atender otros objetivos diferentes a la inflación, margen al que se hizo referencia en la parte de este documento titulada “La disminución en el déficit financiero del Banco Central” en la página 5. IV. Otros proyectos En esta sección se comentan algunos proyectos específicos que la Junta Directiva y la Presidencia del BCCR impulsaron en forma especial durante el periodo del Informe. a) Proyecto para unificar el mercado de deuda pública en Costa Rica El Banco Central de Costa Rica (BCCR) y el Ministerio de Hacienda son los principales emisores de deuda pública del país; considerando que la participación ordenada y bien coordinada entre ambas entidades en el mercado tendría implicaciones positivas para ambas entidades y para la economía en general, en el año 2010 se solicitó el apoyo de Banco Mundial para guiar un proyecto para unificar el mercado de deuda pública interna en Costa Rica. Este proyecto busca que en el mediano plazo el Ministerio de Hacienda se constituya en el único emisor soberano, como tal tendría además bajo su responsabilidad realizar las operaciones de esterilización en nombre del Banco Central. Ello permitiría una mejor gestión 27 de la deuda pública por tanto en un menor costo y coadyuvaría a dar una solución al problema de pérdidas del BCCR y mejoraría la eficiencia de los instrumentos monetarios.28 En marzo del 2011 se recibió la visita de una misión integrada por funcionarios del Departamento de Desarrollo de Mercados de Capitales (Global Capital Markets Development Department, GCMSM) del Banco Mundial. En mayo del 2013 el equipo consultor presentó ante la Comisión de Coordinación de Deuda Soberana con las etapas requeridas para unificar el mercado de deuda pública. A partir de ello se redactó un borrador de "Convenio Marco para la coordinación de deuda pública entre el Banco Central y el Ministerio de Hacienda". Este convenio fue suscrito por las partes en 2013. En esta línea se creó también el Comité de Compensación y Liquidación, constituido por funcionarios técnicos del Banco Central de Costa Rica, la SUGEVAL y al Bolsa Nacional de Valores. Luego de un extenso trabajo, este comité propuso un conjunto de acciones para mejorar la eficiencia y la gestión de riesgos de los procesos de compensación y liquidación del mercado de valores del país. b) Ruta estratégica para el desarrollo del mercado de valores costarricense y proyecto de ley Con el apoyo de una asistencia técnica del Banco Mundial, del mismo programa antes mencionado, y con la conformación de un Consejo Asesor nombrado por la segunda Vicepresidencia de la República, conformado por especialistas en mercado nacional de valores, se discutieron y promovieron una serie de reformas dentro de una ruta estratégica para el desarrollo de ese mercado. Los trabajos culminaron con la presentación al Congreso de un proyecto de una nueva ley de mercado de valores. Entre los beneficios directos que se esperan obtener con esta nueva ley se identifican: 28 • Más opciones de financiamiento y ahorro para las personas, emprendedores y PyMEs, además de las empresas de mayor tamaño. • Acceso más seguro al inversionista común y calificado producto de la profesionalización y educación de los participantes y una mejor revelación y gestión de riesgos. • Mayor protección a los ahorros de los trabajadores al permitir una mayor diversificación de las inversiones de los fondos de pensiones. • Financiación de grandes inversiones que son indispensables para el crecimiento y competitividad de la economía: infraestructura, energía y vivienda. Véase el aparte titulado “La conveniencia y amenazas para que la inflación siga baja” a partir de la página 30. 28 • Generación de más oportunidades de empleo para todos y todas las costarricenses. La documentación sobre los trabajos de este Consejo y el proyecto de ley se pueden consultar en http://www.bccr.fi.cr/publicaciones/consejomercadodevalores/. c) Reformas para mejorar el control interno y los riesgos en el Banco Central de Costa Rica Con base en asistencia técnica del Fondo Monetario Internacional, y bajo los lineamientos de la Junta Directiva del Banco y de su Comité de Auditoria, que se fortaleció,29 la Gerencia lideró una serie de transformaciones para mejorar el control interno y la gestión de riesgos dentro de la Institución.30 d) Reformas para mejor coordinación macroprudencial entre el Banco Central y el CONASSIF y las Superintedencias La presidencia del Banco impulsó los estudios y asistencias técnicas para empezar a desarrollar en el Banco Central una unidad que se especializara en el análisis de los riesgos macroprudenciales en el sistema financiero, de manera que la política del Banco pudiera considerar sistemáticamente esos elementos y que esa unidad pudiera servir de contraparte a las áreas técnicas del CONASSIF y las Superintendecias que regulan el sistema financiero nacional. En el 2013 se aprobó la creación del Departamento de Estabilidad Financiera, que tiene a cargo esas funciones y prepara informes mensuales par ala Junta Directiva y coordina el Informe sobre Estabilidad Financiera. En esta materia quedó pendiente por terminarse y suscribir un convenio entre BCCR y CONASSIF para darle más formalidad a la coordinación en materia de supervisión macroprudencial. e) Plan para establecer una oficina de comunicación en el Banco Central Con el apoyo de los asesores en el Despacho de la Presidencia del Banco Central, se estudió lo que otras entidades similares tienen en su organización para efectos de una mejor comunicación con la población y los mercados. Se dejó muy avanzado un planteamiento para establecer formalmente dentro de ese Despacho una oficina de Comunicación que permita 29 En el Comité de Auditoría queda pendiente la integración de un miembro externo del BCCR, que brinde más independencia a los trabajos de ese importante órgano. 30 En el informe final de labores de la Licda. Laura Suárez, miembro de la Junta Directiva del BCCR hasta el 8 de mayo de 2014, se encuentra mayor detalle de este proyecto. Ese informe se puede localizar en http://www.bccr.fi.cr/publicaciones/administrativos/Informe_final_gestion_Laura_Suarez_Zamora.pdf. 29 manejar ese tema de una manera sistemática y con visión estratégica que defina la Junta Directiva y la Presidencia y coordine esa labor dentro del BCCR. V. Principales retos para la política monetaria y el BCCR en el futuro próximo Con un alto respeto por la institucionalidad nacional y los cambios de autoridades que deben darse después de cada proceso electoral, pero aprovechando lo aprendido en estos años en la institución, me permito plantear una serie de retos que considero son fundamentales para el la entidad y para el mejor desempeño de la economía nacional. Si bien los resultados hasta ahora mencionados son positivos, hay que tener presente que nuestra economía enfrenta, todavía, problemas y riesgos que deben corregirse para aumentar aún más el bienestar general de la población. A continuación se hacen una serie de consideraciones sobre esos temas. a) La conveniencia y amenazas para que la inflación siga baja Desde enero del 2009 hasta mayo de 2014, la variación mensual promedio en el Índice de Precios al Consumidor en Costa Rica ha sido del 5,03% anual. Desde hace 41 años, cuando todavía no había nacido cerca del 70% de la población actual, el país no había tenido durante 5 años y 5 meses seguidos una inflación promedio tan baja. Es decir, la mayoría de los costarricenses no está acostumbrada a este fenómeno y a sus beneficios. Ese es un logro especialmente importante para la sociedad costarricense, que debe continuarse. La inflación baja ayuda a que haya menos pobreza y más producción, inversión y empleo. La inflación alta empobrece más a las familias de menores ingresos, que son los que, lamentablemente, tienen pocas o casi ninguna forma de protegerse de sus efectos. También, hace que se produzca menos en el país y haya menos inversión y empleo. La inflación no solo significa que suben los precios y baja la capacidad de compra de los consumidores. Suben también los costos y las empresas de todo tamaño enfrentan la incertidumbre de no tener claridad sobre lo que ocurre en los mercados con los precios, en el sentido de si los mayores precios a los que están vendiendo sus productos se deben a una mayor demanda de los bienes o servicios que ofrece o a una inflación más generalizada. Por ello, reaccionan con más prudencia y no aumentan tanto la producción y el empleo, ante el temor de se puedan equivocar e incurrir en pérdidas. La inflación debe ser uno de los objetivos de los bancos centrales, porque nadie más que ellos puede controlar la emisión monetaria, causante principal de la inflación sostenida. Si una sociedad no quiere sufrir los costos de una alta y volátil inflación, su banco central debe usar el monopolio de la emisión monetaria para velar porque los precios suban poco. Sin embargo, los bancos centrales también deben tener otros objetivos diferentes al de la inflación baja, mientras se posean los instrumentos efectivos para alcanzarlos. Pero, aún si tienen los instrumentos adecuados, no siempre pueden cumplir varios objetivos simultáneamente. 30 En esos casos, ¿debe siempre un objetivo prevalecer sobre los demás? Alrededor del mundo, los bancos centrales y muchos economistas y aún pensadores políticos de izquierda, por no decir de centro y derecha, defienden hoy en día la tesis de que el objetivo de inflación baja debe prevalecer sobre los demás. Esto ha sido así después de la mala experiencia mundial y el alto costo social de las altas inflaciones acompañadas de altos desempleos de los años 1960 y 1970, provocadas por querer aumentar el empleo con más emisión monetaria. Ya para finales del siglo XX, con raras excepciones, la tasa de aumento de los precio será menor al 5% anual y a los bancos centrales se les había dado el mandato de mantenerla inflación baja como su principal objetivo. Costa Rica fue una de las excepciones y siguió con tasas de inflación mayores al 10% anual hasta inicios del 2009, cuando se inició el periodo de baja en la inflación. En ese contexto, cuando no esté amenazada la inflación, un banco central puede apoyar con más fuerza otros objetivos, como el empleo, el crecimiento económico y la estabilidad financiera. Por ejemplo, los bancos centrales ayudan a atenuar los ciclos económicos, siguiendo políticas monetarias expansivas cuando la economía atraviesa la parte contractiva del ciclo económico donde la inflación tiende a bajar, y con ello buscar que la actividad económica y el empleo no se vean menos afectados. Eso es lo que hace el BCCR desde hace tiempo, como lo hacen muchos otros bancos centrales alrededor del mundo. En todo caso, hay que tener presente, en el caso costarricense, que todavía falta camino importante por andar para consolidad un esquema de meta de inflación y una inflación baja. Mientras se está en esa transición, y así lo reconoció el Banco en sus declaraciones y acciones durante el periodo de este informe, y no esté consolidado el anclaje de la inflación en las expectativas de los agentes económicos, hay que tener mucho cuidado en tratar de hacer lo que se hace en otros países donde ese anclaje ya se logró desde hace muchos años. En Costa Rica, es evidente que ese anclaje no está consolidado, y las señales recientes ponen en cierto grado de duda el compromiso del BCCR con una inflación baja después del 8 de mayo del 2014 y eso puede estar influyendo, junto con la depreciación del tipo del cambio en los meses reciente y la poca definición sobre cómo se va a enfrentar el déficit fiscal, en el aumento en las expectativas de inflación observado desde febrero del 2014. Pero, lo más importante en esta materia, es darse cuenta que mientras no esté consolidado el anclaje, los grados de maniobra que tenga el BCCR para cumplir otros objetivos que pueda afectar con los instrumentos que posee son pocos. Será a medida que se consolide el anclaje de la inflación, que aumenten los márgenes de maniobra del BCCR para lidiar con otros objetivos, como el tipo de cambio, los ciclos de actividad económica, etc. Por ello, se requiere preservar la inflación baja y menos volátil que se ha logrado en los últimos 5 años, y para ello se necesita avanzar en las siguientes áreas. El cambio a las metas de inflación y a la flotación cambiaria Es fundamental que el BCCR mantenga la estrategia que ha tenido hasta la fecha de este informe de moverse en la dirección de establecer plenamente un esquema de metas de inflación. Para ello, va a ser fundamental actuar sobre los siguientes elementos, aunque no necesariamente todos deben buscarse a la misma vez. Probablemente, por lo complejo que 31 sería introducir varios de ellos, deberían introducirse, gradualmente, en un periodo de tal vez 5 años o más. El esquema de metas de inflación busca que las expectativas de inflación sean el “ancla” o “amarre” de la tasa de inflación. Tal y como en otras épocas el ancla había sido el tipo de cambio o los agregados monetarios, la evolución de la teoría y práctica de la banca central en las últimas décadas, impulsados por los fracasos de los esquemas de tipo de cambio fijo y lo poco predecible que se ha ido haciendo la demanda de dinero por las innovaciones financieras que introducen sustitutos del dinero, se ha orientado hacia estos esquemas de metas de inflación. En los esquemas de metas de inflación el Banco Central debe ganar una credibilidad sobre su compromiso con la meta de inflación que se plantea, de manera que con esa credibilidad los agentes económicos tengan expectativas de inflación iguales a la meta del Banco Central y de esa manera queda anclada o amarrada la inflación. Obviamente, para ello, los bancos centrales deberán utilizar sus instrumentos para que, efectivamente, los comportamientos de la demanda agregada y de la liquidez de la economía sean consistentes con la meta de inflación y normalmente uno de los instrumentos más utilizados y efectivos es la tasa de política monetaria. Esta es la tasa de interés a la que el banco central presta o retira reservas de liquidez a los bancos. Un elemento importante en los esquemas de metas de inflación, es que si el banco central tiene otros objetivos, estos estén supeditados al de inflación. Por eso, en esos esquemas el tipo de cambio flexible juega un papel importante, en el sentido de que no si bien no tiene que ser una flotación pura en todo momento y es factible convivir con intervenciones cambiarias, estas deben de hacerse sin afectar la meta de inflación. Lo mismo ocurre con la tasa de crecimiento de la economía, que es una variable objetivo que probablemente siempre está presente en las decisiones de política de los bancos centrales pero, en metas de inflación, los bancos centrales actúan para afectar el crecimiento económico siempre que la inflación esté bajo control (en la meta), y aún en esto sus instrumentos son efectivos para atenuar el ciclo económico no para inducir más crecimiento o empleo en forma permanente. Lo importante es que estos otros objetivos no se perciban como que dominarán al de inflación, porque eso llevaría a que se rompa el anclaje de esa variable y el sistema pueda fallar como forma de fijar la tasa de variación de los precios. Las metas de inflación requieren, por lo tanto, que no haya otras variables que dominen sobre la inflación en la toma de decisiones del banco central. Por ello, es normal que, en la teoría y en la práctica de banca central, se asocie la credibilidad del banco central con un alto grado de independencia y autonomía en la toma de sus decisiones. Eso significa, entre varias otras cosas, que no haya dominancia fiscal sobre la política monetaria, y que el balance y estados de resultados del banco estén sanos. También, que si se debe seguir una política cambiaria o de acumulación de reservas para aumentar el blindaje económico del país, los costos de esos programas por encima de las utilidades que tenga el banco central las debe cubrir el Gobierno de manera sana. 32 Las anteriores consideraciones llevan a plantear las siguientes reformas, para que el país pueda tener un sistema de metas de inflación pleno, que le permita disfrutar de las ventajes económicas y sociales de una inflación baja y con poca volatilidad.31 El paso de la banda cambiaria a la flotación administrada La tendencia al alza que ha mostrado el tipo de cambio ante la vuelta gradual a la normalización de la política monetaria en los EUA, brinda una oportunidad única para dar el paso a la flotación. Como se mencionó, no sería nunca una flotación pura, menos en países pequeños y abiertos como el nuestro. Sería una flotación en la que el Banco Central intervendría en el mercado, con reglas como las que ya tiene definidas y que ha aplicado en los últimos meses.32 Si bien es factible argumentar que la mesa está servida para dar el paso a la flotación administrada, es importante justificar por qué no se hizo durante el periodo cubierto por este informe, especialmente entre finales de enero y abril del 2014. La razón es muy sencilla y fue explicada públicamente: el partido que eventualmente ganó el Poder Ejecutivo en las elecciones pasadas había manifestado que no estaba de acuerdo con ese paso, y en la Junta Directiva del BCCR se discutió este tema y por respeto a esa opinión, no se eliminó el sistema de bandas. Sin embargo, eso no quiere decir que las nuevas autoridades no puedan llegar a convencerse de las bondades de dar el paso y ejecutarlo. La situación fiscal insostenible y su posible dominancia sobre la política monetaria El Gobierno de la República tiene un déficit fiscal creciente e insostenible, que para el 2014 se estima en alrededor del 6% del PIB y que en un par de años podría alcanzar cifras mayores al 8% del PIB, partiendo de que si no se tiene la convicción para reducirlo, muy probablemente el gasto primario crecerá proporcionalmente por encima del PIB. Si a ese déficit se le suma el del BCCR, que ronda alrededor de 0,6%-0,7% del PIB, y debería sumarse por las razones que más adelante se exponen, la situación se complica aun más. El Banco Central ha alertado constantemente sobre la amenaza que este déficit representa para la estabilidad macroeconómica del país y ha urgido que se tomen acciones efectivas para iniciar su disminución a niveles sostenibles. No hacerlo puede poner en peligro el crecimiento económico y el bienestar nacional, en particular, los avances en tener una inflación baja y menos volátil. Ese tamaño de los desbalances fiscales ejerce presiones para que suban en forma significativa las tasas reales de interés y el premio por riesgo país, disminuyan las entradas de 31 Si la sociedad no desea disfrutar de esa ventaja tendrá que especificar a qué objetivos va a orientar los instrumentos de política monetaria y cambiaria y tomar en cuenta que esos instrumentos solo pueden actuar sobre ciertos objetivos y no sobre cualquiera. 32 Aquí debe reiterarse lo que se mencionó antes. En el tanto el BCCR quiera limitar los movimientos en el tipo de cambio, entonces tendrá que comprar o vender dólares y eso hará que se le reduzca el control sobre la liquidez y, eventualmente, sobre la tasa de inflación. 33 capitales de largo plazo o haya salidas, la inflación aumente y disminuya la rentabilidad de la inversión en capital físico y humano. Todos esos posibles efectos podrían llevar a una significativa desaceleración o contracción en la actividad económica, mayor desempleo, más pobreza y una reducción en los niveles de vida de la población. Los que tengan a cargo la responsabilidad hacendaria del país en los próximos años tendrán el compromiso de evitar que esto ocurra. Pero, para la política del Banco Central, es claro que una situación fiscal en una trayectoria de continuo deterioro no permitiría seguir por mucho tiempo con metas de inflación alrededor del 4% o al 5% anual. Por eso, y por las varias otras importantes razones recién mencionadas, es fundamental tomar las medidas de baja en el gasto público y aumento en los impuestos para que las finanzas públicas vuelvan a un sendero sostenible y consistente con una mejora en los niveles de bienestar de la población y, en particular, una inflación baja. La independencia y autonomía del Banco Central de Costa Rica Como se mencionó antes, para que la inflación puede consolidarse en un nivel bajo, además de las otras consideraciones de esta parte del informe, la credibilidad en la política del Banco Central es indispensable. Por ello, se defiende la tesis de que el Banco Central deje de estar sometido a la influencia directa del Poder Ejecutivo por la tendencia que han mostrado a la inflación y a imponer una dominancia fiscal sobre la monetaria.33 Esa independencia incluiría hacer que el Presidente del Banco Central no pueda ser removido libremente por el Presidente de la República de turno y probablemente que su periodo no coincida con los de los gobiernos.34 El Ministro debería de dejar de ser miembro de la Junta Directiva, aunque si debería tener poder de decisión en cuanto al tamaño del costo de los programas que el Banco Central desee ejecutar con cargo al Presupuesto Nacional, como se plantea más adelante. La ley del BCCR fijaría la inflación como el principal objetivo y establecería cuáles sería los otros objetivos sobre los que el BCCR podría actuar y su nivel de importancia, como ya hoy lo hace la LOBCCR vigente. La independencia del Banco Central tendría la ventaja de que podría aumentar considerablemente la credibilidad del compromiso del Banco Central con la inflación, y los inversionistas nacionales e internacionales podrán requerir menos premios en sus inversiones en el país.35 Es claro que para ello, el Banco Central tendría que tener ese compromiso, el que 33 También se restringiría la influencia de grupos privados que presiona al Poder Ejecutivo para que el BCCR defienda sus intereses particulares. 34 Podrían ser periodos de 4 u 8 años, que venzan en medio de los periodos presidenciales. Los otros miembros de la Junta Directiva del BCCR serían nombrados por el Poder Ejecutivo en forma escalonada como hoy en día y ratificados por la Asamblea Legislativa pero con un límite de tiempo para votar si se ratifica o no. De lo contrario, el nombramiento quedaría ratificado. 35 Obviamente, algo similar debería ocurrir con la situación fiscal, donde reglas que limiten el déficit o la deuda pública podrían surtir efectos similares. 34 debería estar, como lo está hoy, establecido en la ley como el principal objetivo y el Banco tendría que rendir cuentas y su Presidente podría ser destituido cuando incumpla injustificadamente ese mandato legal. Los atentados contra la autonomía del BCCR: porque el BCCR debe tener independencia A lo largo del tiempo se pueden encontrar ejemplos de acciones de grupos particulares buscando forzar al Banco Central a actuar en beneficio de su interés particular, en contra del interés general. Por ejemplo, durante las discusiones a finales de 2012 e inicios del 2013 sobre cómo lidiar con las fuertes entradas de capitales, varias cámaras empresariales atacaron la autonomía del Banco Central pidiendo que este se sometiera a las decisiones del Poder Ejecutivo, sin darse cuenta del grave riesgo inflacionario que eso puede representar a futuro. En algunos casos, las declaraciones se basaban en consideraciones muy parciales de lo que ocurría en sus sectores particulares, ignorando lo que ocurría o podía ocurrir en otras partes de la economía nacional e internacional. En este sentido, es conveniente insistir que a esas personas les pagan por defender sus intereses particulares o los de su sector o actividad y es válido que lo hagan. Pero, también hay que reconocer que el Banco Central tiene la obligación de velar por el interés nacional, no únicamente el de algunos sectores y que la decisiones que tomó el Banco buscaban gestionar una serie de riesgos sobre los que había que actuar para que no se vieran perjudicados todos los sectores de la sociedad, incluidos los que lo criticaban. También ha habido manifestaciones recientes de empresarios para que se el BCCR afloje en la meta de inflación y permita una mayor inflación para que se pueda generar más empleo. Sobre estas posiciones cabe decir lo siguiente. El desempleo que se observa en el país desde hace varios años tiene un componente estructural importante. El desempleo es mayor en los jóvenes y las mujeres, en los trabajadores rurales y de baja calificación y en las actividades económicas cuya importancia relativa va irreversiblemente en caída. No se debe a falta de liquidez o emisión monetaria. Nuestro sistema financiero tiene buena capacidad de financiar la expansión de la economía nacional y así lo viene haciendo, bajo un manejo razonable y prudente de la emisión y las tasas de interés por el Banco Central, como lo demuestran las cifras. En Costa Rica no requerimos de una política monetaria fuertemente expansiva, como algunos la piden para imitar lo que se hace en los EUA. A diferencia de nosotros, en los EUA el sistema financiero no ha funcionado bien durante el ajuste posterior a la crisis del 2007-08. En ese país, el crecimiento y el empleo han sido bajos, en parte porque los bancos y sus deudores tuvieron que disminuir su alto endeudamiento, lo que llevó a una contracción en la oferta y la demanda de crédito y a acumulaciones excesivas de liquidez en los bancos. El banco central tuvo que salir a inyectar liquidez directamente a la economía por fuera del sistema financiero. Otra diferencia nuestra con los EUA, es que ellos han consolidado una inflación baja y la meta es más bien subirla de nuevo al 2% anual, lo que les da los márgenes de maniobra para 35 actuar sobre el crecimiento y el empleo. Por el contrario, en Costa Rica la inflación, aunque ha bajado, todavía en las expectativas no se le ve como un fenómeno consolidado en un nivel bajo. En esas condiciones nuestras, una fuerte expansión monetaria para aumentar la actividad económica y disminuir el desempleo, terminaría produciendo una subida en la inflación, más inestabilidad, menor producción y más desempleo. Los problemas estructurales de nuestro mercado de trabajo no se curan con políticas monetarias y crediticias más expansivas e inflacionarias. Se curan atacándolos directamente. Además de las estructurales, hay consideraciones macroeconómicas que explican el alto desempleo. Por un lado, la baja actividad económica mundial, que ya ha empezado a mejorar. Por otro, a lo interno, la incertidumbre sobre las políticas macroeconómicas, en particular, por el alto déficit fiscal y el desconocimiento de cuáles serán las fuertes medidas que se adoptarán para disminuirlo a niveles sostenibles. Esos problemas no se alivian con más emisión monetaria. El de incertidumbre más bien se agravaría si se usa la emisión monetaria, porque llevaría eventualmente a más inflación, más desempleo y más inestabilidad en la economía. Lo correcto es eliminar la incertidumbre y hacer todo lo posible para mantener los beneficios de una inflación baja como la que se está logrando. Por situaciones como estas, es conveniente que el Banco Central tenga no solo autonomía sino también independencia en sus decisiones. Esa ha sido la tendencia marcada alrededor del mundo: darle independencia a sus bancos centrales, para protegerlos de los sesgos inflacionistas del resto del poder político público y privado, fijándole claramente sus obligaciones por ley y haciéndolo rendir cuentas. La autonomía financiera del Banco Central: cómo no volver a esconder un déficit fiscal en el balance del Banco Central Para que el Banco Central pueda tener credibilidad en el cumplimiento de sus metas de inflación, se requiere que pueda controlar la liquidez de la economía, lo que actualmente no puede realizar con toda efectividad por el saldo no despreciable de su deuda interna. Por esa razón, es importante introducir reformas a la ley del Banco Central para que el Gobierno se haga cargo de esa deuda históricamente acumulada y, además, cubra los costos que el Banco Central incurra a futuro en programas de intervenciones cambiarias por aumentos de reservas o para mantener un nivel de tipo de cambio o por saneamientos financieros. Con una asistencia técnica del Banco Mundial, el consultor Peter Stella, especialista de reconocido prestigio mundial en este tipo de arreglos, elaboró una propuesta en este sentido que tomaba en cuanta las limitaciones actuales de la situación fiscal pero que permitiría que el Gobierno asumiera la deuda del Banco Central en un periodo de 5 a 7 años, con un impacto casi nulo para el Gobierno en los primeros años. Además, dejaba previstos los mecanismos para que el Gobierno cubriera los costos de programas futuros como los mencionados. De hecho, por lo explicado antes en la parte de este documento titulada “La disminución en el déficit financiero del Banco Central” en la página 5, salvo por programas extraordinarios en que el BCCR incurra costos significativos, el nivel actual de la deuda del Banco Central no es tanto un problema para mantener`, en condiciones normales, una 36 inflación baja. Pero, si lo es para el manejo de la deuda interna,36 porque la existencia de dos emisores (Hacienda y el Banco Central) en los mercados locales introduce costos adicionales e imperfecciones comparado con si solo existiera un solo emisor, que debería ser el Gobierno, justificado por lo menos en que es el emisor de mayor tamaño. Además, que no exista deuda del Banco Central y exista solo la del Gobierno viene a mejorar la eficiencia de los instrumento de política monetaria, como se describe en detalle más adelante en esta sección. Algunas personas consideran que el Gobierno no debe hacerse cargo de la deuda del Banco Central, que ese es un problema monetario. Evidentemente, detrás de esa posición es posible percibir una tesis en cierto grado inflacionista, porque esta es la única forma (la inflación más alta) que en el largo plazo el Banco tiene para pagar esa deuda. Por eso esa tesis no es consistente con el planteamiento de buscar una inflación baja y sostenible y de mejorar el manejo de la deuda pública con un solo emisor soberano. En todo caso, esas son deudas que el Banco Central ha incurrido a lo largo del tiempo para cubrir su déficits financieros y los costos de la acumulación de reservas y la colocación de deuda para bajar la inflación en periodos en los que ese déficit era muy alto y, obviamente, aumentar la inflación en los que ese déficit era más bajo. Si no se quiere que esa deuda tenga efectos inflacionarios, no queda otro curso de acción que trasladarla al Gobierno. En realidad son deudas que reflejan política de Estado, buenas o malas, pero decisiones deseadas u obligadas del Banco Central, especialmente cuando el Banco era una institución autónoma pero con casi nula independencia.37 En realidad muchas de esas personas que están en contra de que el Gobierno se haga cargo de esa deuda o lo ven como un problema aparte del fiscal, puede estar argumentando por mantener, por ejemplo, la opción de usar el poder de endeudamiento del Banco (basado en su poder de emisión) que permite financiar programas para favorecer a ciertos sectores vía intervenciones en el tipo de cambio, sin tener que tramitar el permiso legislativo, permiso con el que sí se debe contar si fuera el Gobierno el que cubriera esos costos. Es precisamente en este punto donde se juntan la independencia en la toma de decisiones del Banco Central con la independencia financiera del Banco Central. Es difícil pensar que una pueda darse sin la otra. Más bien, los que proponen que ambas no existan, probablemente defienden la tesis de que la política fiscal debe dominar a la monetaria, lo que 36 Esto es lo que se trabaja en el proyecto mencionado en el aparte titulado “Proyecto para unificar el mercado de deuda pública en Costa Rica” en la sección IV, página 27 del presente informe. 37 Por ejemplo, hasta la reforma a la ley orgánica de 1988, la Junta Directiva del Banco Central tenía a cuatro representantes el Poder Ejecutivo: el Presidente y 3 ministros de Estado dentro de un total de 7 miembros. El Banco fue utilizado para endeudarse en el exterior para financiar programas de interés del Gobierno y se hicieron cambios legales que permitieron que el Banco financiera directamente entidades como CODESA o el CNP o a los bancos estatales. La crisis de 1980-81 hizo que se “cobraran por adelantado” las utilidades del Banco y más y lo dejó con un patrimonio muy negativo que le produjo un déficit financiero estructural. El BCCR debe ser uno de los pocos bancos centrales que licuó sus activos con la fuerte devaluación de 1980-81: el BCCR tenía activos en colones a tasas de interés pre-crisis y tenía pasivos en dólares. La devaluación de la moneda le dejó ese patrimonio negativo. 37 puede terminar en más inflación, como lo demuestra no solo nuestra historia sino la de muchos otros países donde se ha dado esa dominancia. El arreglo institucional para que el Gobierno se haga cargo de los costos futuros de programas en los que extraordinariamente incursione el Banco Central debería considerar que la Junta Directiva decida someter a Consejo de Gobierno el plan extraordinario con sus costos y beneficios y que este sea aprobado por ese alto cuerpo colegiado.38 La efectividad de la tasa de política monetaria En la situación financiera actual del Banco Central, el que deba gestionar una deuda interna importante (entre 7 y 8% del PIB, mayor que el valor de la base monetaria) significa que ocasionalmente el BCCR aumenta la cantidad de reservas liquidas del sistema al pagar los principales de sus bonos de estabilización cuando vencen. Dado lo poco sofisticado del mercado de valores nacional y lo dominante que es la deuda del Gobierno en él, para el BCCR ha sido difícil controlar ex - ante esos excedentes de liquidez y lo ha hecho ex – post. Muy probablemente, la efectividad de la TPM como instrumento de política monetaria aumentaría considerablemente si el BCCR logrará que la base monetaria tuviera un componente de “reservas adeudadas”39 por los bancos al BCCR. En las pocas ocasiones en que ha logrado hacerlo, muy rápidamente los vencimientos de BEM han llevado otra vez a que el Banco, en vez de ser acreedor, sea deudor de los bancos (capte depósitos a la vista), mientras se vuelven a colocar los BEM. Por lo anterior, en la medida en la que se pueda llegar a un arreglo con el Ministerio de Hacienda como el propuesto por el Peter Stella y que haya un solo emisor soberano y el BCCR además con una dotación de bonos fiscales para hacer la regulación de corto plazo de la liquidez, como está planteado en esa propuesta, muy probablemente aumentaría la efectividad en la transmisión de la TPM al resto de tasas en el sistema financiero. La política monetaria sería más potente. Esta es otra razón para justificar las reformas planteadas antes. b) La estabilidad del sistema financiero nacional Lamentablemente, varios proyectos que el Banco Central había promovido con el apoyo de los supervisores del sistema financiero antes y después de junio de 2010 no se aprobaron, en buena parte por oposición de varios de los entes regulados.40 Estos proyectos son: 38 En algunos países como Colombia, Chile e Israel el Banco Central no tiene esa limitación. ejecuta el programa y luego pasa la cuenta. 39 “Borrowed reserves” en inglés. 40 En el diario La Nación de fecha 30 de octubre de 2010, página 4A, en noticia titulada “PAC y PLN presentan objeciones idénticas a control de bancos” se informa que “Aunque tienen diferente ideología, el PAC y el Movimiento Libertario cerraron su filas para oponerse a un proyecto de ley que pretende regular a los bancos 38 1. Seguro de depósito 2. Resolución bancaria 3. Supervisión consolidada Por el largo tiempo transcurrido desde que se presentaron estos proyectos y por los cambios de fondo que se han dado en la regulación financiera en el mundo después de la crisis financiera del 2007-08, probablemente lo más recomendable es tomas estos proyectos y hacerlos nuevos antes de que se continúe su trámite legislativo. Pero, debe quedar claro que los principios que orientaron a esos tres proyectos siguen siendo válidos se y es imprescindible contar con leyes de este tipo si es que en nuestro país queremos contar con una adecuada y verdadera supervisión financiera. Mientras no tengamos esos proyectos la supervisión será parcial y una amenaza contra las finanzas públicas, que es donde generalmente terminan pagándose los platos rotos por no contar con ellas. La dolarización de hecho Una de los elementos que han introducido distorsiones en la economía y sistema financiero nacional tiene que ver con la dolarización de hecho de activos y pasivos y otros contratos. Eso se debió a una política correcta de que cuando la moneda nacional perdía valor todos los días por los desarreglos fiscales, incluidos los que estaban en el balance del BCCR, se fue perdiendo confianza en la moneda nacional y se sustituto en ciertas transacciones por el dólar. Hoy, que se discute como volver una moneda nacional confiable en su valor interno y externo, saltan a la vista las distorsiones que esa dolarización de hecho conlleva. Los agentes económicos no enfrentan los precios y tasas de interés que reflejen los riesgos verdaderos de los activos en moneda extranjera, creando un problema de riesgo moral en el que confían en que ante cualquier problema serán rescatados por el Gobierno. Eso es altamente inconveniente y debe eliminarse. La forma de hacerlo es restableciendo la confianza en la moneda nacional, que es un proceso que pasa por tener confianza en que el país seguirá políticas fiscales y monetarias que promuevan la estabilidad y que no lleven a que la moneda pierda valor interno y externo. Pero, también hay una serie de distorsiones que se establecieron para favorecer las entradas y el uso de dólares que es necesario eliminar para apoyar esa desdolarización de hecho. costarricenses que operan fuera del país. Por separado, ambas agrupaciones presentaron al menos 20 mociones idénticas, incluso en la redacción, para tratar de cambiar dicha reforma”y agrega “solo dos entidades financiera tienen operaciones en el exterior. Una es el Banco Internacional de Costa Rica (Bicsa), ... El otro es el Banco BCT, que trabaja en Panamá. Este último banco otorgó préstamos, tanto al Movimiento Libertario como al Partido Acción Ciudadana (PAC), para que pudieran financiar la pasada campaña electoral.” En noticia similar en el mismo diario, el 8 de noviembre de 2010, en noticia titulada “PAC y ML acogieron mociones de banco para evitar nuevo controles” se reporta que “El Partido Acción Ciudadana (PAC) y el Movimiento Libertario (ML) impulsaron en el Congreso unas mociones entregadas por Leonel Baruch, Presidente del Banco BCT, para reformar un proyecto sobre supervisión bancaria. … y algunas de las mociones presentadas por Baruch impedirían a las autoridades financieras regular entidades que operen fuera del país.” Esto llama la atención sobre la transparencia y las influencias y posibles conflictos de interés involucrados en el trámite de estos proyectos. 39 Entre ellas están que las tasas de interés y el tipo de cambio reflejen la volatilidad y los riesgos de la economía. Además en materia tributaria, hay tratamiento favorables a los interés que se pagan en créditos en dólares, que pareciera se van a empezar a reducir.41 El margen de intermediación financiera El suscrito no es muy optimista con relación a bajas sustanciales adicionales en el margen de intermediación, porque no es muy optimista con relación a la factibilidad de las grandes reformas que se requerirían para disminuirlos, especialmente en las operaciones en colones. Las razones principales son: 1. Los bancos públicos seguirán teniendo alto poder de mercado (ni se van a privatizar ni se les va a dividir en bancos más pequeños), por lo que eso significa que es difícil que haya mayor competencia en esa industria; 2. Los bancos privados les costará ganar terreno en colones, salvo que otras reformas hagan que se avance rápido en la desdolarización de las transacciones financieras y los bancos privados ganen en ello participación; 3. Es difícil pensar en un mayor número de intermediarios financieros rentables que introduzcan mayor competencia en el mercado financiero de manera efectiva; 4. A los bancos estatales se les sigue llenando de cargar contra las utilidades y como el Estado tiene poca capacidad para capitalizarlos, eso les lleva a buscar crecer con crecimientos de las utilidades que puedan capitalizar y eso les puede inducir a tener márgenes mayores, dado su poder de compra en el mercado. Por lo anterior, la expectativa es que si bien es importante impulsar las reformas para bajar los costos y riesgos y disminuir los poderes de mercado de ciertos bancos (especialmente los públicos), no hay que hacerse muchas ilusiones de que el margen de intermediación puede bajar y muy rápido. Además, en términos relativos a países en desarrollo, no es un margen de los más altos del mundo. Los bancos “too big to fail” El país tiene que discutir algún día los temas relacionados con el tamaño tan importante que tienen en el sistema financiero nacional los bancos Nacional, de Costa Rica y Popular y de Desarrollo Comunal y cualquier otro banco, público o privado, que llegue a ser demasiado grande en el sistema. 41 En el proyecto de ley de banca de desarrollo recién aprobado en el plenario legislativo y en consulta en la Sala Constitucional, se elimina gradualmente el trato preferencial en la retención a los intereses pagados en crédito otorgados por entidades financieras del exterior registrados en lista de bancos de primer orden y similares. Eso es un avance en la dirección correcta. Por cierto que en el trámite de ese proyecto en la legislatura pasada, se presentaron conflictos de interés y presiones similares a las citadas en la nota pie de página número 40 en la página 38, que involucraron a las mismas entidades. 40 Con la reciente crisis financiera internacional, quedó evidenciado el problema de los bancos tan grandes que no deben quebrar (“too big to fail”). La solución no ha sido darles carta blanca para que actúen como bancos que los Estados no dejarán quebrar y que, por ello, pueden incurrir en riesgos excesivos. Por el contrario, la tendencia ha sido someterlos a una regulación y supervisión más estricta, con niveles mucho mayores de capitales en relación a sus riesgos comparados con los de los bancos que no son tan grandes, y con otras limitaciones en cuanto a los riesgos que pueden asumir. Es decir, no es asegurarles que el Estado los salvará de una quiebra o cierre, sino que deberán tener suficientes recursos por sí mismos para poder pagar sus obligaciones en una situación de esas. En Costa Rica, los bancos estatales tiene la garantía explícita del Estado, por disposición legal. El Banco Popular no la tiene explícita, pero en una crisis puede ser que se le dé, o sea, puede tener lo que en la literatura se llama una garantía implícita. No es claro si en el caso de bancos privados grandes podría suceder algo parecido, por lo menos para sus depositantes pequeños. Sin embargo, ninguno de los bancos o sus clientes pagan una prima o contribuyen de alguna manera a fondos que puedan ser usados para pagar a los depositantes en caso de quiebra. Esto puede llevar a los bancos o a sus clientes a tomar riesgos excesivos, amparados a la garantía estatal. La tendencia mundial ha sido establecer loe mecanismos de seguro o garantía de depósito para cubrir a los depositantes pequeños en una caso de quiebra o incapacidad de pago de una entidad financiera, pública o privada. Eso es lo que pretende el proyecto de seguro de depósito antes mencionado. Pero, los bancos privados se oponen a crear un verdadero seguro y más bien pareciera que quisieran seguir pensando que tienen una garantía implícita del Estado. En el caso de los bancos estatales, no se incluyen del todo en el proyecto por que se consideró, probablemente con razón, que no tendría viabilidad política incluirlos. Sin embargo, ni siquiera se planteó la alternativa de que el Estado fuera creando una reservas contra esos riesgos, sino que han quedado como contingencia abiertas contra las finanzas públicas, lo que puede ser una solución ineficiente desde el punto de vista social.42 f) La baja productividad de la economía La economía nacional, aunque ha crecido a tasas satisfactorias en estos últimos años, muestra una decreciente productividad de los factores. En eso pesa el rezago en infraestructura y los obstáculos para realizar trámites, constituir empresas, los pocos incentivos a la innovación tecnológica y las altas cargas que llevan a grupos importantes a operar en el sector informal de la economía. Esto tiene consecuencias negativas para el crecimiento del bienestar de la población, en particular porque una mayor productividad llevaría a un mayor crecimiento nacional y, en particular, facilitaría la conducción de la política monetaria. 42 La escogencia es entre empezara crear un fondo en el tiempo contra en un periodo muy corto de tiempo obtener recursos del resto d la sociedad vía impuestos, deuda o más inflación, o del exterior, pata hacer frente a una contingencia. Hacerlo en un periodo corto de tiempo en una crisis bancaria, seguramente resultará más costoso. La reserva se podría crear por el Gobierno e invertirla en el exterior, para diversificar riesgos. 41 Si bien se han dado avances en algunos de estos campos antes citados como limitantes de la productividad, es necesario que la competitividad y productividad de nuestra economía aumente atendiendo los problemas que persisten en estos campos. Un problema, en cierta medida asociado con el alto déficit fiscal, la ineficiencia y la baja capacidad de ejecución de obra en varias partes del sector público, ha llevado a bajos niveles de inversión pública. La construcción pública ha tenido tasas de crecimiento muy bajas en los últimos años, y el país se va quedando cada día más rezagado en cuanto a disponer de una infraestructura de caminos y carreteras, puertos, generación eléctrica eficiente, que le reduzcan costos de producción y redunden en aumentos en la productividad de la economía. Lo anterior, se ha venido dando en el contexto que la disponibilidad de financiamiento no ha sido problema, sino más bien ha estado presente una estructura estatal llena de trabas e impedimentos y una sociedad dividida, donde se ha satanizado la participación privada en la construcción de obra pública. Aumentar la productividad de la economía y la rentabilidad de la inversión privada ayuda a generar más y mejores empleos y mayores ingresos. También facilita cumplir con los objetivos de inflación baja y hace más fácil tener una situación fiscal sostenible. Pero, debe quedar claro que la política monetaria puede ayudar a esa mayor productividad por medio de una inflación baja y coadyuvando con la política fiscal en la estabilidad de los agregados macroeconómicos, no tratando de tener un tipo de cambio real más altos o más empleos permanentemente. Eso solo lleva a más inflación. En conclusión, para que la economía nacional pueda crecer más es importante mantener la estabilidad de precios, una balanza de pagos bien financiada, contar con reservas internacionales altas y mejorar el clima para la inversión en capital físico y humano. También es imprescindible reducir el déficit fiscal a niveles sostenibles, aumentar la inversión pública rentable, bajar costos y eliminar trabas al sector público y privado que permitan aumentar la producción y el empleo. Todo ello también apoya el cumplir el objetivo de una inflación baja. VI. Consideraciones finales Es claro que el Banco Central es una de las instituciones que tiene la responsabilidad de analizar la economía nacional como lo que es: un organismo donde todas las partes están integradas y si una funciona mal eso puede empeorar las otras. En ese sentido el Banco toma en cuenta los efectos de sus políticas y medidas sobre la inflación, la actividad económica, el empleo, la inversión, las tasas de interés, la balanza de pagos y las reservas internacionales, los flujos de capital externos, el sistema financiero y sus clientes, el ahorro nacional, el sistema de pagos, la liquidez de la economía, el crédito, el comercio exterior, la situación fiscal y el endeudamiento público. 42 Adicionalmente, debe balancear varios de estos aspectos, casi diariamente, en la ejecución de sus políticas. El Banco no puede ni debe restringir su análisis a una sola variable, pues ello puede llevar a desbalances en otras. El Banco no puede ni debe influir por igual sobre todas, y en muchos casos simplemente los efectos son indirectos y no directos. Su ley orgánica le señala a los que le debe dar prioridad. El Banco debe constantemente hacer valoraciones de costo-beneficio de sus actuaciones desde una perspectiva técnica y profesional. La tarea no es fácil por la incertidumbre que en muchos casos priva al disponer de información incompleta. El Banco Central, con base en la experiencia y preparación técnica de su personal, y de sus miembros de Junta Directiva, busca tomar las mejores decisiones con el bien común como su objetivo, dentro de las atribuciones y responsabilidades que le establece su Ley Orgánica. Agradecimientos Deseo agradecer a la Presidenta de la República en el periodo 2010-14, al Vicepresidente Luis Liberman, a los miembros de la Junta Directiva del Banco Central durante el periodo 2010-14, al Sr. Gerente General, la Subgerente General así como al personal del Banco, a los Presidentes y funcionarios del CONASSIF, a los señores Superintendentes y el personal de la SUGEF, la SUGEVAL, la SUGESE y la SUPEN, por el apoyo que brindaron durante el periodo de este informe, para que el Banco pudiera cumplir con lo rendido en él. San José, 9 de junio de 2014 Rodrigo Alberto Bolaños Zamora Cédula de identidad 4-100-600 43