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Libertad de Palabra
Del Populismo
Por Pablo Felipe Pérez Goyry.
Escritor y Periodista Independiente
Página personal: http://es.geocities.com/libertadeopinion/
La presencia de nuevas expresiones de este fenómeno ―el populismo― en América
Latina, pone de manifiesto de estamos frente a lo que muchos consideran una opción y
coyuntura única, para dar pronta solución a los graves problemas socio-económicos-políticos
que abarrotan a las sociedades del continente. Este movimiento o corriente social, que tiene
sus orígenes en el siglo XIX y XX, persiste hoy día con las más diversas tendencias políticas,
que utilizan retóricas trasnochadas y apela a las amplias masas. Uno de sus rasgos son la
empecinada creencia en la posibilidad de que es fácil, con ayuda del “pueblo”, dar solución
rápida a las dificultades, poniendo en práctica el igualitarismo social y el etnocentrismo
(nacionalismo); la xenofobia y la demagogia. Con ayuda de partidos únicos o un líder, toman
el poder instaurando una llamada "democracia directa", como lo hiciera Adolfo Hitler; Benito
Mussolini; Stalin (Iósiv Visariónovich Dzhugachvili); Francisco Franco Bahamonde; Fidel
Castro Ruz; Hugo Rafael Chávez. Estos individuos sin el menor pudor transformaron, con
ayuda del partido y el “pueblo”, los destinos nacionales, y en lugar de la democracia
representativa, propiciaron la concentración del poder en manos de un jefe “generoso”, que
engañosamente castiga la corrupción y el burocratismo de las instituciones oficiales. De esta
manera el populista se entroniza y a medida que se consolida hace la guerra a todo aquello
que pueda poner en peligro su conservación y de esta manera desplegar sus objetivos
dictatoriales.
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Gracias al populismo, los dictadores puede llevar a vías de hecho sus anhelos de poder,
utilizando un discurso impetuoso, que inyecta en las masas la fanática ideación de un mundo
que se percibe como “real”, y que toma en consideración, desde los restringidos parámetros
que tienen como pilar, una configuración histórica. Este credo, al final, más que incluyente
suele ser tumultuosa y sectaria frente a toda persona que disienta del dogma impuesto.
Dogma que se radicaliza hondamente en el orden moral, religioso, político, económico,
etcétera, de un país. En América Latina, ha tenido una inconfundible vigencia bajo ideologías
impregnadas de nacionalismo, indigenismo e incluso antiimperialismo; se distingue por los
partidos radicales históricos, que ocupan el flanco de centro e izquierda dentro del
pensamiento autoritario que considera a los liberales y conservadores como el flanco de
derecha. Los radicales de izquierda, centro o derecha disfrazan sus ideales en la defensa de
los principios nacionalistas, con un concepto revolucionario. Stalin, lo impuso con el
comunismo; Adolfo Hitler, con el nacionalsocialismo; Francisco Franco Bahamonde, con el
fascismonacionalcatolicismo; Augusto Pinochet Ugarte, para defender la democracia chilena
del fantasma comunista; Hugo Chávez, con el socialismo bolivariano.
Otro ejemplo ilustrativo y un referente incuestionable es la Revolución Cubana que,
dirigida por Fidel Castro Ruz, derroca en 1959 al dictador Fulgencio Batista, para establecer
un gobierno comunista que, durante cerca de medio siglo, a convertido Cuba en una prisión.
Durante este tiempo, ha utilizado enérgicas acciones extralegales que atentan contra los
Derechos Humanos, y ha obligado a millones de cubanos abandonar su patria. Hugo Chávez
Fría, guía por idéntico camino los destinos del pueblo venezolano, con ayuda del populismo
y socialismo bolivariano.
No me gusta predecir, pues, no soy profeta. Sin embargo, opino sin temor de que: las
naciones aspiran a un bienestar decente, un orden coherente, libertad con decoro, y anhelan
vigorizar la democracia con sabiduría. Por eso, las sociedades encadenadas se rebelan contra
los ―“pensadores de inteligencia áspera y razonamiento delirante”―, que la manosean como
instrumento político y la atesoran para eternizar el extremismo, la dictadura, el despotismo.
La tranquilidad que puede animarnos a tener fe en el futuro, es de que los sistemas
políticos y creencias populistas desaparecen, en la medida que la historia y las nuevas
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generaciones cambian de perspectiva (personal, económica, social, política, etc.), como
ocurrió en la ex Unión de Repúblicas Socialistas Soviética, y los países del bloque comunista
de Europa del Este. Esto evidencia que los cambio de punto de vista histórico-generacional,
allanan el sendero del ocaso de las pretéritas ideas dictatoriales.
Con la nación cubana, quiero compartir los sueños de libertad y democracia, y sé de
cercano está el tiempo de hacerlos realidad, cuando sea derrotada la dictadura de Fidel Castro
y su séquito. Ese día, sin discriminaciones, no debemos borrar de la memoria histórica a
aquellos compatriotas que con pundonor y rectitud: murieron en las cárceles o fueron
asesinados por la unidad de fusilamiento; a los que en el exilio fallecieron sin ver a la Patria
libre; a los que en las mazmorras y calles cubanas sufrieron los rigores de las hordas castrista;
y a los que en busca de un mejor futuro están en las entrañas del mar. Para todos ellos, desde
el alma, deben ser los mejores pensamientos y oraciones. Y como los cubanos no somos
perfectos, es de honestos rectificar los errores cometidos, porque es esencial: para la Patria
sea rescatada del desastre y la nación cubana pueda vivir en paz.
Tiene la palabra amigo,a.
¡Namaste!
Medellín/Ciudad de la Eterna Primavera, 21 de junio de 2007.
©Derechos Reservados: Pablo Felipe Pérez Goyry.
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