Crisis energética entre Chile y Argentina

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Crisis energetica entre chile y argentina.
La disputa global por los recursos energéticos amenaza con provocar una crisis
política entre los países integrantes del MERCOSUR.
Además de no poder cumplir convenios de exportación energética con
Chile, el presidente argentino, deberá ahora comprar energía más
costosa a Bolivia y Brasil, para consumo interno.
Desde la venta de sus Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF) a la española
Repsol, Argentina no posee petrolera pública.
Pero hay más. Porque el desabastecimiento energético opera como un herramienta
de chantaje político por parte de las corporaciones y de sus principales abogados, los
gobiernos del Grupo de los Siete (G-7) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), que
bregan para que sus empresas recuperen los márgenes de beneficios históricos
registrados a partir de la privatización del sector.
Se debe enfrentar la crisis con una mirada amplia, para reorientar la política
energética hacia la seguridad y sustentabilidad. Ello implica utilizar recursos
naturales energéticos propios: hídricos, geotérmicos, eólicos, mareomotriz,
biomasa y solares.
La crisis energética afecta la integración chileno-argentina
Desde que comenzó el 2004 en Argentina se empezó a hablar de la crisis
energética que se avecinaba. Entonces parecía lejana. Ahora ya está aquí, con
todas sus consecuencias..
Los niveles de consumo que se venían registrando en el país, el gas natural
simplemente no iba a alcanzar para satisfacer la demanda durante los meses de
invierno.
Pero la medida que generó más polémica, y hasta fuertes roces diplomáticos, fue
la decisión de recortar, en casi seis millones de metros cúbicos al día, los envíos
de gas a Chile.
Cuando empiece a haber más demanda de gas, Argentina va a reducir mucho las
exportaciones a Chile. Eso va a ser un problema bilateral muy grave. Además
Chile importa normalmente cerca de 22 millones de metros cúbicos de gas natural
cada día desde Argentina, su único proveedor.
Argentina alivia los recortes de gas natural a Chile
Cedió a la insistencia chilena y ordenó el jueves aliviar los recortes en las
exportaciones de gas natural que ha aplicado a chile desde hace más de dos
meses, por una crisis interna de producción que ha tensado el sistema
energético de su vecino. Todos e arregla hablando….casi todo.
Todo era bueno, bonito y barato… tal vez demasiado. La oferta energética
crecía vigorosa y sostenidamente a un ritmo incluso mayor al del crecimiento
del producto. Todo a base de gas natural, que entonces aparecía como la
gran solución a nuestros problemas: por una parte permitía superar la
extrema dependencia que existía de las fuentes hidráulicas, que fue lo que
provocó la crisis de 1997 debido a una prolongada sequía, y por otra se
trataba de una fuente sumamente barata
El 18% de nuestro sistema eléctrico depende del gas, y poco más del 99% de ese
gas proviene justamente de Argentina.
Pero lo que es aun más grave es que los planes de desarrollo eléctrico aprobados
por la Comisión Nacional de Energía (CNE) se basaban casi exclusivamente en la
instalación de centrales a gas, lo que hubiera aumentado la dependencia a un 33%
de aquí al 2008.
De hecho, los planes de construcción de generadoras eléctricas para la próxima
década contemplan 10 proyectos, siete de los cuáles son centrales a gas, una
hidroeléctrica y dos geotérmicas.
La política energética del gobierno puso a Chile en un callejón que parece sin
salida, por lo menos en el corto plazo, ya que no existen alternativas
energéticas operando o en disposición pronta de enfrentar el problema.
Pero se debe encontrar rápido una alternativa energética pero en nuestra
tierra hay muchas.
Se agrava crisis energética.
De acuerdo con la prensa argentina, la restricción es por 1.1 millones de metros
cúbicos adicionales al recorte ya en vigor, que ascendía a 3.3 millones.
Las soluciones y el modelo energético.
Si se hace una revisión de las distintas advertencias que se han venido dando, la
mayoría está relacionada con la política energética.
Por otra parte, al principio de la constatación de la falta de gas y electricidad se
negó la existencia de la crisis e, incluso, del riesgo de que más adelante
reapareciera. Lástima que esta insinuación quedara sin llegar a un análisis acerca
de la naturaleza de lo que pasaba, incluso si la crisis era ocasional o más
profunda. Esta negación la hicieron algunas autoridades gubernamentales, pero
ante los hechos de falta real de los bienes energéticos fue abandonada.
Es difícil comprender los problemas argentinos, incluso a los propios
argentinos. Como si nosotros, "estos latinoamericanos", tuviéramos una lógica
distinta a la del común de los hombres del mundo.
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CUÁL ES NUESTRO FUTURO ENERGÉTICO?
Diversificación o solo recuperar el suministro de gas argentino.
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