Diagonal // Del al 2 al 15 de marzo de 2006 44 // LIBERTADES Y DERECHOS FRONTERAS GLOBALES III 15 millones de personas El Mediterráneo es el escenario del mayor flujo migratorio del planeta: se estima en 15 millones las personas que lo han atravesado para dejar sus tierras de origen en busca de mejores condiciones de vida. Es también un escenario en el que EUROPA FORTALEZA // LA UE UNIFICA SUS SISTEMAS Mediterráneo: vigilancia en un mar amurallado Decio Machado Redacción “Durante los próximos quince años, los países del Magreb deberán afrontar, como consecuencia de su evolución demográfica, unos desafíos socioeconómicos que pueden llegar a suponer una amenaza grave para su estabilidad y, por extensión, para la de sus vecinos europeos”. Ésta es una de las conclusiones del informe Vulnerabilidades socioeconómicas en el Magreb, publicado en marzo del año pasado por el Real Instituto Elcano, un prestigioso instituto español de análisis internacional. En el norte del Mediterráneo se concentra la mayor riqueza mientras en el sur la destrucción de sociedades tradicionales se acelera y aumenta la movilidad de sus poblaciones. El 75% de las inversiones son realizadas en el norte, y sólo el 8% en el Magreb. EL SIVE El Sistema Integral de Vigilancia Exterior (SIVE) es un operativo tecnológico y militar-policial para el ‘blindaje’ del litoral. El Estado español le dedicó en 2003 más de 29 millones de euros. En 2004 se superó los 32 millones de euros. El monto total de las inversiones, de 2002 a 2004, fue de 103 millones de euros, y de 2004 a 2008 están previstas inversiones de 130 millones de euros. A todas estas cantidades hay que sumar los gastos corrientes de mantenimiento y de personal correspondiente. En 2006, el SIVE pretende cubrir toda la costa andaluza y Canarias occidental, para lo que utilizará globos aerostáticos y aviones no tripulados. La Guardia Civil proyecta ampliarlo a Murcia, Comunidad Valenciana y resto del Mediterráneo español. Ante eso la respuesta europea es categórica. En la cumbre europea desarrollada en Bruselas los pasados 15 y 16 de diciembre, se aprobaron medidas que pretenden “reducir los flujos clandestinos de movimientos de personas, la pérdida de vidas humanas y facilitar el retorno de inmigrantes irregulares”. En la práctica, los mandatarios acordaron destinar un primer paquete de 400 millones de euros para una mayor vigilancia con patrullas costeras de las orillas mediterráneas. Pero, sobre todo, para ampliar a todas las costas europeas el sofisticado Sistema de Vigilancia Exterior (SIVE), ya instalado en el Estrecho y en la mayor parte de la costa andaluza y desarrollado con tecnología española. También está prevista la creación de equipos de intervención rápida para momentos de crisis, y proporcionar ayudas y asistencia técnica tanto a los países de origen como a los de tránsito para la repatriación de inmigrantes. De la mano va también otro paquete de casi 400 millones para “estimular el crecimiento económico” de los países afectados en base a la liberalización de sus mercados. Una tercera partida ha sido destinada a la integración de los inmigrantes en los países de la UE. En esta línea, el pasado enero, los gobiernos español, italiano y francés firmaron un acuerdo para ampliar el modelo de seguridad exterior vigente en la UE, lo que han venido a llamar ‘Schengen del mar’, con patrullas de vigilancia conjunta. Ya en septiembre del año pasado, estos países comenzaron a realizar vuelos conjuntos para la repatriación de inmigrantes irregulares. Este desarrollo de lo que se ha venido a definir como la ‘Europa Fortaleza’, está generando una escala en las violaciones de derechos humanos en todo el sur de Europa, situación denunciada ya por múltiples organizaciones sociales. La Europa Fortaleza En Italia, donde según su titular de Interior, Guiseppe Pisanu, “el reforzamiento de la seguridad en la frontera española tras los sucesos LAS PRINCIPALES RUTAS DE LA INMIGRACIÓN A LA UE se visualizan palpablemente las diferencias económicas que dividen el Norte del Sur. Hoy, esa desigualdad conlleva que las diferencias entre las rentas medias de unos y otros hayan alcanzado una proporción de 15 a 1, según datos del Banco Mundial para 2004, un 50% más que hace 10 años. FRANCIA SUIZA 1 HUNGRÍA ESLOVENIA RUM CROACIA 2 B.H. LEYENDA SERBIA MONTENEGRO Unión Europea Fronteras de Schengen Diversas modalidades de centros de internamiento ITALIA Campos informales Campamentos en los barrios periféricos de las grandes ciudades del Sur GRECIA Océano Atlántico Argel Túnez MALTA TÚNEZ Tanger Rabat Casablanca Fez Trípoli MARRUECOS ARGELIA LIBIA Tamanrasset MAURITANIA de la valla ha incrementado la inmigración irregular en Italia por la ruta libia”, las denuncias sobre el uso excesivo de la fuerza, malos tratos y racismo por parte de funcionarios se multiplican. Amnistía Internacional (AI) y ACNUR en múltiples ocasiones y en diferentes informes han denunciado las condiciones de vida y las muertes de detenidos en los Centros de Estancia Temporal (CPT) italianos. En el foro Mare Aperto, en julio de 2005, 13 gobernadores regionales expresaron su condena a los CPT. Recientemente, un reportaje del periodista Francesco Gatti ha dado a conocer para el gran público los abusos y violencias que se ejercen en el centro de la isla de Lampedusa. Aun así, tanto Berlusconi como su alternativa en las elecciones de abril, Romano Prodi, que encabeza la lista de centro-izquierda La Unione, coinciden en que los CPT no pueden ser desmantelados. Según informes de una decena de ONG, miles de inmigrantes siguen llegando en embarcaciones a las costas del sur, y cientos de ellos mueren en el intento. Según estas organizaciones, buques militares italianos han hecho regre- MALI sar a embarcaciones detectadas, negando así a los posibles solicitantes de asilo el acceso a los procedimientos de solicitud. La legislación italiana considera un delito de “tráfico de personas” la ayuda a estas embarcaciones. Así, numerosos pescadores del sur han sido procesados por ayudar a inmigrantes a la deriva. En 2004, Italia aprobó la llamada Ley Bossi-Fini, cuyo texto recogía la propuestas de la Liga Norte, partido que basa su programa en la guerra contra la inmigración. A través de esta ley, Italia estableció un sistema La UE ampliará el SIVE a todas las costas del Mediterráneo europeo. Ya están en marcha las patrullas conjuntas por el cual el permiso de soggiorno (estancia) es concedido durante dos años a quien tiene un trabajo. El inmigrante que lo pierde se convierte en irregular y debe regresar a su país. Al solicitante del soggiorno se le toman las huellas dactilares. No NIGER tener dicho permiso conlleva la expulsión del país, pudiendo ser retenido en los CPT durante 60 días. El inmigrante que entre en Italia tras haber sido expulsado comete un delito que puede ser penado hasta con cuatro años de prisión. Por otro lado, AI ha hecho público en un informe el incumplimiento por parte del Estado griego de las normas internacionales relativas al proceso de solicitud de asilo, la detención de inmigrantes y la protección contra la discriminación y los malos tratos. AI también denuncia múltiples violaciones de derechos humanos como consecuencia de las condiciones de reclusión de los inmigrantes irregulares. Esta ONG recoge otros abusos como malos tratos por parte de la policía fuera de los centros de detención, y denuncia la falta de un acceso adecuado a la justicia para los inmigrantes que han sufrido estos abusos. Según Olga Demetriou, investigadora de AI, “millares de personas de Albania, Afganistán, Iraq, Pakistán y otros países se dirigen a Grecia para buscar refugio. A algunos los matan a tiros en la frontera; a otros los acusan de ‘entrada ilegal’ apenas la cruzan y los detienen sin » BU Del 2 al 15 de marzo de 2006 // Diagonal 1 LIBERTADES Y DERECHOS // 45 de cada 5 inmigrantes africanos es un refugiado político, frente a 1 de cada 10 de la media mundial. Hay más cuadros técnicos africanos en Estados Unidos que en toda África. En 2005, el número de pateras interceptadas procedentes de Marruecos se redujo un 25%. Según datos oficiales, Marruecos expulsó en 2004 a 16.000 inmigrantes sin papeles. En los diez primeros meses de 2005 había expulsado a 17.000 personas. de los inmigrantes víctimas de violencia atendidos por Médicos Sin Fronteras, entre 2003 y 2005, en Marruecos apuntaban como responsables de sus lesiones a las fuerzas de seguridad. 65% MIGRACIÓN SUBSAHARIANA // LOS PAÍSES DEL NORTE DE ÁFRICA AUMENTAN SU CONTROL RUMANÍA El control ‘Schengen’ se traslada a la ribera sur del Mediterráneo Mar Negro BULGARIA Estanbul Ankara ECIA Ijana Cabarga Argel Izmir CHIPRE Mar Mediterráneo Beirut ISR EGIPTO darles la oportunidad de solicitar protección como refugiados. Las condiciones de reclusión en ciertas zonas del país no se ajustan a las normas internacionales”. En el otro extremo del Mediterráneo, el informe presentado por el Carim, consorcio euromediterráneo especializado en inmigración y financiado por la Comisión Europea, revela que entre 8.000 y 10.000 personas murieron o desaparecieron entre 1989 y el 2002 en su intento de entrar en territorio español desde Marruecos. Durante el pasa- Numerosos pescadores del sur de Italia han sido procesados por ayudar a inmigrantes a la deriva do año, al menos 368 personas han perdido la vida en las rutas que tienen como destino las costas andaluzas o canarias. La Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía estima que esta cifra podría elevarse fácilmente a 700 personas, la cifra de muertes más alta de los últimos años. Otras organizaciones como Human Rights Watch o la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) han denunciado la debilidad y deficiencias en el sistema de protección de los solicitantes de asilo, inmigrantes y menores del Estado español. Los sucesos de la valla de este verano, cuando ambas policías de fronteras dispararon a matar en Ceuta y Melilla, han mostrado hasta dónde están dispuestas las autoridades a llegar en la aplicación de la Ley de Extranjería. Esto no impide que, pese al último proceso de regularización, se estima en más de un millón los inmigrantes carentes de documentación legal en el territorio. En 2003, el mago Tony Blair se sacó de la chistera la propuesta de crear en los países de la periferia de Europa ‘centros de tránsito’ que regulasen la entrada de los demandantes de asilo. Posteriormente, los gobiernos italiano y alemán relanzaron el proyecto, ampliándolo a la gestión de migrantes de todo tipo. Ambas iniciativas fueron rechazadas mayoritariamente en la UE y criticadas con dureza en algunos países aludidos como Argelia. Sin embargo desde 2003, y de manera especialmente intensa en el último año, las personas que, provenientes del África Subsahariana, tratan de alcanzar El Dorado europeo, deben sumar a la muralla europea las nuevas barreras impuestas por los Estados de la ribera sur. Leyes de extranjería más restrictivas, sistemas de vigilancia más precisos, un incremento de la presión policial y de las expulsiones masivas. Una receta que viene de los vecinos del norte y que, acompañada de miles de euros en concepto de “cooperación euromediterránea”, forma parte del proceso de externalización del control migratorio. Con dinero proveniente de los fondos MEDA, elemento central del Proceso de Barcelona, los gobiernos de Túnez, Argelia y Marruecos han adquirido en estos años nuevos instrumentos para el control de fronteras (como radares, sensores y vehículos) y han puesto en marcha equipos policiales especializados en la materia. Desde hace meses, expertos europeos en ‘inmigración clandestina’ viajan a estos países para instruir a policías locales, y las patrullas conjuntas de guardias civiles españoles y gendarmes alauitas han dejado de ser una novedad en el límite hispano-marroquí. Libia En 2005, Libia, que está excluido de los países del Proceso de Barcelona por su implicación en históricos atentados terroristas, recibió dos millones de euros del Consejo de Europa para capacitar a funcionarios de fronteras y mejorar los procedimientos de detección e intercepción de embarcaciones. Las organizaciones de derechos humanos critican que se FRONTERA ITALO-ALBANESA. Agosto de 2005, movilización en Gradisca contra un CPT. financie a un Gobierno que ni siquiera ha firmado la Convención de Ginebra sobre Refugiados y el propio Parlamento europeo, en una resolución adoptada el pasado mes de abril, recordó que este país “practica la detención arbitraria y las repatriaciones masivas de extranjeros en condiciones que no aseguran la dignidad de sus vidas”. Pero la economía de un estado como Italia está muy por encima de este tipo de “consideraciones humanitarias”. Durante los años de embargo, Gadafi, autoproclamado líder del panafricanismo, abrió las puertas de su país a todo subsahariano que desease establecerse en su suelo. Pero desde que el Coronel planta su tienda de beduino en las capitales de Occidente, Libia ha dejado de ser una lanzadera segura hacia Europa. Sobre todo después del 25 de agosto de 2004, fecha en la que Berlusconi firmó con el presidente libio un acuerdo de readmisión de inmigrantes similar al que mantiene con Túnez desde 2003 y muy parecido al que comparten el Estado español y Marruecos. Poco después, Italia organizaba el mayor operativo de repatriación de su historia: mil subsaharianos fueron transportados en avión desde la isla de Lampedusa, la ‘Fuerteventura’ italiana, a Trípoli. Las redadas policiales y detenciones arbitrarias de subsaharianos se han convertido en moneda corriente en el Sur Según diversas fuentes, sólo en el mes de febrero de 2005 Libia trasladó en 72 camiones y en condiciones ‘infrahumanas’, a unos 14.000 subsaharianos hasta la frontera con Níger, donde fueron abandonados a su suerte. En los seis primeros meses de aplicación del acuerdo bilateral, 106 personas murieron en la ‘Repú- Un muro de ‘Estados tapón’ para controlar El pasado mes de noviembre, Antonio Vittorino, comisario de Asuntos de Justicia e Interior de la UE, anunció que en los próximos 18 meses Marruecos, Mauritania, Argelia, Libia y Túnez acogerán cinco campos para inmigrantes. Según el funcionario italiano, estos proyectos piloto, que estarán financiados por la Comisión Europea y Holanda (con 800.000 euros y 200.000 respectivamente) responden a una iniciativa de ACNUR, quien se encargará de negociar con los países del Magreb los programas que allí se desarrollen. Las expulsiones masivas de subsaharianos realizadas durante el último año por Marruecos, Argelia y Libia son una muestra de la aceptación del papel de gestores de la inmigración no deseada. Por ejemplo, las autoridades libias anunciaron la detención en febrero de 370 candidatos a inmigrantes clandestinos de diversas nacionalidades, y afirman haber repatriado ese mes a 744. blica Árabe Socialista’ cuando eran devueltas hacia sus países de origen. La respuesta de los otros cuatro gobiernos africanos del Mediterráneo a las “sugerencias” europeas no es muy diferente, como prueban las expulsiones masivas organizadas en Argelia el pasado mes de diciembre (ver Diagonal nº 23) o el operativo que sucedió a las llamadas “muertes de la valla” en Marruecos. Sólo el desierto sabe cuántos inmigrantes perdieron la vida tras ser arrojados por los gendarmes alauitas a la frontera argelina y saharaui este otoño. En todo el arco sur del Mediterráneo, las redadas policiales y las detenciones arbitrarias de subsaharianos se han convertido en moneda corriente en el último año, y ya no sólo se organizan en las zonas fronterizas sino en todo el territorio, incluidos los barrios de las grandes ciudades donde los migrantes en tránsito tenían por costumbre agruparse. Organizaciones como Human Rights Watch, Amnistía Internacional y Médicos Sin Fronteras han denunciado en sus informes anuales multitud de violaciones de derechos humanos cometidas por funcionarios públicos contra personas sin papeles en estos países. Los malos tratos, la tortura, el chantaje económico, los abusos sexuales y los robos perpetrados por policías y gendarmes a subsaharianos están a la orden del día en países como Libia, Marruecos y Argelia. Otras veces, se expulsa a los detenidos de manera automática, sin seguir el procedimiento que dicta la legislación local y haciendo caso omiso a las demandas de asilo. El desalojo de un campamento de 2.000 sudaneses que reclamaban ser reconocidos como refugiados y en el que murieron 27 personas a manos de la Policía egipcia, ocurrido a finales de diciembre en pleno centro de El Cairo, ilustra con toda crudeza este cambio de política. Un cambio que suele ir acompañado de la promulgación de nuevas leyes sobre inmigración, mucho más restrictivas. En 2004, Túnez aprobó una norma que sitúa al inmigrante sin papeles en la esfera de los delincuentes comunes, siguiendo la estela de la ley de extranjería marroquí de 2003, que además permite expulsar del país en un plazo de 48 horas a los migrantes que hayan sido detenidos. Asumiendo las recomendaciones europeas, Gadafi comenzó a aplicar la primera ley para combatir la ‘inmigración ilegal’ de la historia de su país el pasado 14 de agosto. El resultado de todas estas medidas, como se encargan de propagar los gobernantes de una y otra orilla del Mediterráneo, ha sido un descenso significativo del número de sin papeles que llega a las costas europeas utilizando los medios más económicos y arriesgados, como son las pateras. Pero no sólo. El desplazamiento de las fronteras europeas está modificando las rutas tradicionales de migración subsahariana, que se vuelven cada vez más largas, clandestinas y peligrosas. Más fuera de control, en definitiva. »